El documento discute el déficit de compromiso con el bien en la sociedad moderna. Se argumenta que se confunde el "bien" con el "no mal", y que el enfoque en el bien propio ha llevado a una sociedad con un vacío ético. Para lograr un verdadero bienestar social, se necesita un compromiso con la realización del bien para los demás, no solo para uno mismo.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
123 vistas2 páginas
El documento discute el déficit de compromiso con el bien en la sociedad moderna. Se argumenta que se confunde el "bien" con el "no mal", y que el enfoque en el bien propio ha llevado a una sociedad con un vacío ético. Para lograr un verdadero bienestar social, se necesita un compromiso con la realización del bien para los demás, no solo para uno mismo.
El documento discute el déficit de compromiso con el bien en la sociedad moderna. Se argumenta que se confunde el "bien" con el "no mal", y que el enfoque en el bien propio ha llevado a una sociedad con un vacío ético. Para lograr un verdadero bienestar social, se necesita un compromiso con la realización del bien para los demás, no solo para uno mismo.
El documento discute el déficit de compromiso con el bien en la sociedad moderna. Se argumenta que se confunde el "bien" con el "no mal", y que el enfoque en el bien propio ha llevado a una sociedad con un vacío ético. Para lograr un verdadero bienestar social, se necesita un compromiso con la realización del bien para los demás, no solo para uno mismo.
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2
La bsqueda del bien
El dficit de compromiso con el bien es una de las caractersticas determinantes
de la sociedad de nuestro tiempo. No es que no lo haya, sino que simplemente es muy escaso en relacin con la poblacin y al alto nivel educativo de nuestros das. En la actualidad, todo es muy confuso. La educacin y la informacin llegan a mucha ms gente, pero la induccin de valores y creencias fundamentales se transmite de forma muy liviana y difusa. Bsicamente, se confunde el bien con el no mal, y hacer el bien con no hacer el mal, de lo cual resulta que, al final, el no mal se convierte en no bien y no hacer el mal se convierte en no hacer el bien. Es un bucle pernicioso, derivado de la verdad emprica de que los actos humanos que no tienen una finalidad en s misma no pueden producir un efecto beneficioso para nadie. Porque, no nos engaemos, el nico bien que de verdad importa es el que ha sido realizado pensando en los dems. Porque el bien as entendido es lo nico que puede garantizar el retorno, es decir, que cada uno de nosotros tambin sea objetivo del bien. Es por ello que el compromiso con el bien constituye la esencia de la tica. As ha sido desde los tiempos arcaicos de los que tenemos testimonios: preclaros iluminados como Siddhartha Gautama en la India, los chinos Lao Ts y Confucio o el persa Zoroastro, casi todos ellos coetneos (siglos vii-vi a. C.), pasando por los profetas del judasmo primitivo y los primeros filsofos griegos que comenzaron a formular preguntas acerca del ser y su esencia (Scrates, Platn, Aristteles y sus respectivas escuelas). Quinientos aos despus, el cristianismo vendra a sentar las bases de la civilizacin occidental, actuando como conciencia aglutinadora y depuradora de las culturas greco-latinas e indoeuropeas. Ms adelante, el islamismo tambin aportara su compromiso tico. Pero han pasado los aos, los siglos y los milenios, y el pensamiento humano ha evolucionado, no en una sola direccin sino en varias a la vez y con desigual fortuna. De la escolstica (sincretismo cristiano-filosfico) al racionalismo cartesiano; de la Ilustracin y el individualismo de Kant al empirismo de Hobbes y Rousseau; y del idealismo de Hegel al materialismo dialctico de Marx. Despus vino el nihilismo (negacin de todo principio, autoridad, dogma filosfico o religioso) y, a continuacin, el existencialismo de la mano de Kierkegaard y Sartre. Un existencialismo que surgi del desgarramiento de la civilizacin europea, donde el hombre se senta amenazado en su individualidad, en su realidad concreta; de ah su nfasis en la fundamental soledad del individuo, en la imposibilidad de encontrar la verdad por medio de una decisin intelectual, y en el carcter irremediablemente personal y subjetivo de la vida humana. Otros pensadores han tratado de abrirse camino entre la espesa jungla del relativismo moral, el mercantilismo progresista y el materialismo cientfico. Ortega, Zubiri, Habermas, Apel y otros representantes de la llamada filosofa tica, han cimentado un slido espacio de libertad donde el individuo todava puede
Unidad 9 La reflexin tica
ejercer su voluntad y su control sobre la ciencia, las leyes, el mercado y todos los imponderables de un mundo globalizado. Postulan la supremaca de la libertad sustentada en valores inmanentes (derecho natural), anteriores al hecho social o constitucional. Segn Habermas, todo bien comn reconocido en una norma de obligado cumplimiento (ley) debera previamente haber sido consensuado por una comunidad en la que estn representados todos los afectados y se pueda discutir con todas las garantas de respeto y libertad. Nada ms alejado de lo que hoy rige nuestra vida poltica, donde las mayoras representativas (con frecuencia a travs de pactos inverosmiles) imponen sus criterios a las mayoras sociales. Pero, con todo, lo ms decepcionante de nuestro tiempo es, no ya el desarbolado panorama moral en el que estamos inmersos, sino el vaco tico de nuestra sociedad. Se ha sobrestimado de tal manera el bien propio o la satisfaccin del yo que casi nada escapa a la fuerza seductora de la sociedad del bienestar, tan jaleada a conveniencia por organizaciones polticas, sindicales, empresariales o de consumidores. Buscar el bien para uno mismo, para el grupo afn o para el clan ideolgico, es la premisa fundamental en la que se sustenta la tica del hombre moderno. Se trata de una fatal paradoja en la cual el individuo se ha dejado arrebatar la soberana del bien ajeno, a favor del poder institucional, y se ha conformado con gestionar el bien personal. Ha confundido el bien del prjimo con el bien comn. Y como todo el mundo sabe, el bien comn impuesto por las mayoras representativas suele ser el menos comn de los bienes. De esta forma la tica (compromiso con la realizacin del bien al prjimo), ha cado en un estado de delicuescencia tal que casi nadie conoce ni entiende su significado, aunque casi todos invoquen su nombre. Una prueba evidente de la perversin del lenguaje y del raquitismo educativo de nuestra sociedad.