1

MUNICIPALIDAD DE LA CISTERNA
LICEO CIENCIA Y TECNOLOGA
DEPTO. LENGUAJE Y COMUNICACIN
PROF.: LUISA CANCINO

APRENDIZAJE ESPECFICO: Reconocen la Estructura Externa de una obra dramtica.

INSTRUCCIONES: Profesora organizar una lectura dramatizada con el curso, explicando previamente los
acontecimientos anteriores a esta adaptacin. Despus, determine en su cuaderno la cantidad de Actos,
Escenas y Cuadros que aparecen en esta obra. Copie una acotacin emocional y otra de movimiento.
Determine el momento climtico de la obra. Revise los conceptos en su cuaderno.

LIBRETO ADAPTADO EDIPO REY (SFOCLES)

ACTO I

(En Tebas ante el Palacio de Edipo. Los tebanos reunidos con ramas de olivo
alrededor de un sacerdote anciano. Edipo baja a la ciudad y se encuentra con una
peste. Todo el pueblo se encuentra en el suelo convaleciente. Edipo toma el brazo
del sacerdote y le pregunta)

ESCENA I

Edipo: Qu pasa aqu?

Sacerdote: Los dioses nos enviado una peste, no maduran los frutos, las mujeres no son
frtiles, hay demasiadas muertesel orculo dice que el asesino de Layo debe ser expulsado.
Por favor, aydenos usted a encontrar al culpable.

Edipo: Ciudadanos! yo entiendo lo que ha pasado y yo soy el que ms sufre. He enviado a

mi cuado Creonte al santuario de Febo para que averige qu debo hacer para su
salvacin.

Sacerdote: As se hace... Me han anunciado que Creonte se avecina.

(Aparece Creonte a lo lejos ceido con una corona de laurel.)

ESCENA II

Sacerdote: Parece que trae buenas noticias ya que trae en su cabeza coronada por ramas de
laurel.

Edipo: Prncipe, cuado mo, qu respuestas dijo el dios?

Creonte: El rey Febo dice que nos busquemos al culpable de la muerte del antiguo rey de
Tebas. Por lo que es necesario que venguemos su muerte de manos de un desconocido.

Edipo: De Quin demonios hablas?

Creonte: El asesino de Layo, quien fue nuestro rey antes de que t gobernaras aqu. Lo que
sabemos es que no volvi cuando sali en su carruaje con sus escoltas. Todos murieron
menos uno, quien lo nico que dijo fue que fueron asesinados por una multitud de ladrones.
No pudimos continuar con la investigacin, tenamos que afrontar otros problemas; como los
causados por la Esfinge, el monstruo aquel que mataba a todo aquel que no pudiera adivinar
sus acertijos.

Edipo: Yo mismo buscar a los culpables! El que asesin a Layo quiz tambin querra
matarme a m. Yo lo descubrir todo. Tebanos! el que haya matado a Layo, le ordeno que lo
diga ya.

Creonte: Hay unos rumores entre el pueblo sobre que los asesinos eran unos bandidos.

(Entra Tiresias, anciano y ciego, conducido por un lazarillo)

 2

ESCENA III

Edipo: Tiresias, t que todo lo sabes, conoces lo que hay y lo que no se debe decir, los
signos del cielo y las cosas de la tierra, aunque ests ciego... Sabes qu pasa?

Tiresias: Qu cosa tan loca! La verdad no nos trae provecho ni a ti ni a m, as que me

regresar a mi casa

Edipo: Y cmo! As nada ms? Te ordeno que nos des justicia, que nos diga la verdad!

Tiresias: Todos estn locos! Jams revelar mis desgracias y menos todava las tuyas.

Edipo: Nos traicionas! Conoces la verdad y no hablas! Eres el peor de los malvados! Tienes
un corazn de piedra.

Tiresias: Me reprochas la indignacin que te acuso, y no ves la que causars t mismo, y

me insultas? Ya aparecer lo que deseas saber, pero por ahora me callo. No hablar una
palabra ms. Entrgate a la rabia si eso es lo que quieres.

Edipo: Para m, t tramaste el crimen junto a Creonte, T lo ejecutaste!

Tiresias: Verdad? pues preprate por que lo que te voy a decir... Porque eres t el criminal
que acecha a Tebas!

Edipo: Quires escapar de tu castigo insultndome as?

Tiresias: Fuiste t quien me oblig a hablar en contra de mi voluntad. Me voy , pero no sin
antes decir lo que tanto te molesta , aquel que tanto buscas es considerado un extranjero,
tiene vista y ser ciego , es rico y ser mendigo , es padre de sus propios hermanos , hijo de
su mujer y asesino de su padre . Reflexiona sobre lo que te digo y hallars tu peor maldicin
y la respuesta a todo lo que buscas.

(Salen Tiresias y Edipo)

ACTO II

ESCENA I

(Fuera del palacio, frente al coro que representa al pueblo)

Creonte: Ciudadanos, me presento ante Uds.! He escuchado que Edipo me tilda de ser un
asesino, pero el pueblo no puede creer tal acusacin.

(Entra Edipo)

Escena II

Edipo: Te atreves a aparecerte en mi casa despus de lo que dijiste? No me vas a sacar del
poder!

Creonte: Como tu cuado, vine a que me escucharas.

Edipo: T me mandaste a escuchar a ese falso sabio, incapaz de decir la verdad , si no,
dime t: Hace cunto que Layo muri?

(Entra Yocasta)

ESCENA III

Yocasta: Muri antes que t llegaras. Fue atacado en un cruce de caminos.

Edipo: Cuntame, Cmo era Layo?

 3
Yocasta: Alto, canoso.

Edipo: Y cmo sabes tantos detalles?

Yocasta: Me lo dijo un criado, quien fue el nico que pudo salvarse de la escolta del rey Layo
que fue atacada por bandidos, segn ste cont. En ese tiempo, t habas vencido a La
Esfinge, adivinando el acertijo, provocando que se matara al tirarse al barranco. Luego, el
pueblo te dio el poder en reemplazo de Layo, tomndome como tu esposa. Despus de esto,
el criado al verte casado conmigo, me pidi que lo ayudara a retirarse al campo.

Edipo: Mujer, Haz que venga ese criado!

Yocasta: Est bien, lo har llamar; pero merezco conocer que penas te atormentan.

Edipo: Es verdad, lo sabrs. Quin mejor que t para ayudarme en esta situacin?
Mi padre es Plibo, rey de Corintio; mi madre, Mrope. Yo era considerado el ciudadano de
ms respeto, hasta que un da, en un banquete, un hombre que estaba ebrio me insult,
dicindome que yo era hijo adoptado de mis padres. Al da siguiente, fui a Delfos a consultar
el orculo. No contest las preguntas que fui a hacerle acerca de mis verdaderos padres;
pero anunci que yo estaba destinado a unirme con mi madre; que sera el asesino del padre
que me haba engendrado. Ante estas predicciones, hu de Corintio a donde no viera jams el
cumplimiento de estos afrentosos orculos. Llegu al sitio en donde que fue muerto el rey
Layo, tu antiguo esposo. Y te dir, mujer, la verdad completa. Cuando me acercaba a la
bifurcacin de un camino, el heraldo y un hombre, tal como t dices, montado en un carro
tirado por caballos, vinieron en direccin contraria. El conductor y viejo me lanzaron con
violencia del camino. Yo, lleno de clera, golpe al conductor y al anciano, matndolo a l y
a su comitiva. Si se hubiese sido Layo, quin ser ms desventurado que yo? Quin ser
ms odiado de los dioses? Ningn ciudadano podr recibirme en su morada ni dirigirme la
palabra.

El Corifeo: Tambin nosotros estamos llenos de terror, conserva la esperanza.

Edipo: Aguardar a ese hombre, el sirviente, mi testigo; es mi nica esperanza.

Yocasta: Por qu tanto anhelo en hablar con l?

Edipo: Ha dicho que los asesinos fueron unos bandidos.

ACTO III

ESCENA I

(A la entrada del palacio, llega un extranjero con aspecto de cansado. All estn el
Corifeo y Yocasta conversando)

El Mensajero: Podras decirme, extranjeros, dnde es el palacio de Edipo?

El Corifeo: sta, extranjero, es su morada. Dentro se halla el rey.(Mostrando a Yocasta).

Esta mujer es esposa, madre de sus hijos.

El Mensajero: Feliz sea y siempre rodeada de felicidad!

Yocasta: Oh husped! Lo mismo te deseo, que lo mereces por tus afables palabras. Pero,
dime, por qu has venido y qu quieres anunciar.

El Mensajero: Buenas nuevas para tu familia y tu esposo, mujer.

Yocasta: Cules? De parte de quin vienes?

El Mensajero: De Corinto. Las noticias que voy a decirte te causarn, sin duda , alegra, pero
podran tambin afligirte.
 4
Yocasta: De qu se trata. Cmo podrn producir ese doble efecto?

El Mensajero: Los ciudadanos de Corintio van a poner de rey a Edipo.

Yocasta: Ya no gobierna all el viejo Plibo?

El Mensajero: Oh no, porque la muerte lo llev a la tumba!

Yocasta: Qu dices? Ha muerto Plibo? (Entra Edipo)

ESCENA II

Edipo: Oh Yocasta, mi adorada mujer!, Para qu me has mandado llamar?

Yocasta: Escucha a este hombre, y oyndolo, ve en qu vienen a parar los augustos orculos
del dios. Este mensaje viene de Corintio para anunciar que tu padre Plibo ha muerto.

Edipo: Qu dices, extranjero? Explcate t mismo. El pobre ha sucumbido a una

enfermedad segn parece?

El Mensajero: S, y a sus largos aos...

Edipo: Segn los augurios del altar de Delfos, no deba matar a mi padre? Pues bien, l ha
muerto y reposa en el seno de la tierra y yo estoy aqu sin haber tocado la espada.

Yocasta: Lo decas, pero por temor te extraviabas.

MENSAJERO.- Es bien evidente que no sabes lo que haces...

EDIPO.- Cmo? Aclramelo

MENSAJERO.-...Si por esta causa rehyes volver a casa, temeroso que el orculo tenga la
verdad?

EDIPO.- Temeroso de que Apolo resulte veraz.

MENSAJERO.- No sabes que, con razn, nada debes temer?

EDIPO.- Cmo no, si soy hijo de esos padres?

MENSAJERO.- Porque Plibo nada tena que ver con tu familia.

EDIPO.- Cmo dices? Qu Plibo y Mrope no son mis padres verdaderos? Entonces, por
qu me llamaban hijo?

MENSAJERO.- Por haberte recibido como un regalo, de mis manos. La falta hasta entonces
de hijos los convencieron de recibirte y adoptarte.

Edipo.- Y t, me compraste o me encontraste cuando me entregaste a ellos?

MENSAJERO.- Te encontr en un monte, recin nacido. Te haba dejado un sirviente para

ser devorado por las bestias.

EDIPO.- Ay de m! Qu desgraciado soy!

MENSAJERO.- Los reyes de Corintios te pusieron por nombre Edipo, que significa el de los
pies hinchados, por haberte encontrado con los tobillos cruzados por fierros.

EDIPO.- Entonces, me recibiste de otro y no me encontraste por ti mismo?

MENSAJERO.- No, sino que otro pastor me hizo entrega de ti.

 5
EDIPO.- Quin es? Sabes darme su nombre?

MENSAJERO.- Por lo visto era conocido como uno de los pastores de Layo.

EDIPO.- Del rey que hubo, en otro tiempo, en esta tierra? Y todava est vivo este
sirviente?

MENSAJERO.- (Dirigindose al Coro.) Ustedes, los habitantes de aqu, podran saberlo

mejor.

EDIPO.- Hay alguien aqu que lo conozca? (Dirigindose a Yocasta) Mujer, conoces a
aqul que hace poco dijimos que se presentara?

YOCASTA.- No, por los dioses! No hagas ningn caso, no quieras investigar lo que ha dicho.

EDIPO.- Lo siento pero no puedo... Alguien que me traiga al pastor?

(Yocasta, visiblemente alterada, entra al palacio.)

ESCENA III

(Entra el anciano pastor acompaado de dos esclavos.)

EDIPO.- Creo que veo al pastor. Se ve viejo, tal vez, podras superarme en conocimientos.

CORIFEO.- Lo conozco. Era uno de los sirvientes de Layo, fiel cual ninguno.

EDIPO.- Una pregunto, extranjero Corintio. Es de se de quien hablabas?

MENSAJERO.- De ste que contemplas.

EDIPO.- Eh, t, viejo, acrcate y contesta a cuanto te pregunte. Perteneciste, en otro

tiempo, a la casa de Layo?

PASTOR.- S, como criado de confianza de la casa.

MENSAJERO.- Recuerdas que entonces me diste un nio para que yo lo criara como un
hijo?

PASTOR.- Qu ocurre? Por qu preguntas sobre eso?

EDIPO.- Le entregaste al nio por el que pregunta?

PASTOR.- Lo hice y Ojal yo hubiera muerto ese da!

EDIPO.- De dnde lo habas tomado? Era de tu familia o de

algn otro?

PASTOR.- No me preguntes ms

EDIPO.- La reina Yocasta te lo dio?

PASTOR.- S.

EDIPO.- Para qu?

PASTOR.- Para que lo matara.

EDIPO.- Habindolo parido ella?

PASTOR.- Por temor a funestos orculos.

 6
EDIPO.- A cules?

PASTOR - Se deca que l matara a sus padres. Me compadec del pequeo y se lo di a este
mensajero.

EDIPO.- Ay, ay! Todo se cumple con certeza. Yo que he resultado nacido de los que no
deba, teniendo relaciones con los que no poda y habiendo dado muerte a quienes no tena
que hacerlo!

(Edipo entra en palacio.)

ESCENA IV

(Sale corriendo un Criado del palacio, con aspecto de desesperacin)

CORIFEO:(Dirigindose al Criado que viene de palacio). Lo que sabamos, ya era muy

triste. Pero qu paso? Qu vienes a contar?

CRIADO.- Lo voy a decir. Yocasta est muerta!

CORIFEO: Pero, Cmo?

CRIADO: Ella se suicid. Se dirigi a la cmara nupcial, cerr todas las puertas. Edipo,
afuera, daba vueltas sin permitirnos observar lo que ocurra. Peda una espada y preguntaba
dnde se encontraba su esposa, que no era esposa, sino madre de l y de sus hijos. Edipo se
lanz contra las puertas, entrando directamente en donde su mujer se encontraba colgada del
cuello, y, l gritando desesperado, desata el nudo que la sostena. Ya acostada, Edipo,
arranc los broches dorados de su vestido, golpendose una y otra vez a los ojos, diciendo
que no veran a los errores que haba cometido, ni los males por los que padeci, se
encontrara en la oscuridad por el resto de la vida para no ver las desgracias que haba
causado.

CORIFEO: Y ahora, dnde est Edipo?

CRIADO: Va al monte Citern, lugar elegido para morir cuando naci. Lo acompaan sus
hijos Polinices, Etocles, Ismene y Antgona.

CORIFEO: pueblo de Tebas, aqu est Edipo el anteriormente envidiable por su poder y
privilegiada vida. Miren ahora, la cantidad de desdichas que han cado sobre l y adonde ha
llegado.