La Teoría Del Caos
La Teoría Del Caos
La Teoría Del Caos
EPISTEMOLGICOS
Olimpia Lombardi
Universidad de Buenos Aires
Introduccin
1--
"
Durante las ltimas tres dcadas, la llamada "Teora del Caos" ha abierto
a. U un nuevo y fructfero campo de investigacin, donde se entrecruzan proble
mas propios de disciplinas tan dismiles como, por ejemplo, la fsica, la biologa o la
economa. Sin embargo, el rpido crecimiento de este campo de estudio no ha venido
acompaado de un proporcional desarrollo de la reflexin epistemolgica acerca del
tema. Qu tipo de teora es la Teora del Caos?, a qu se aplica el predicado "ca
tico"?, cmo se define la nocin de caos?: todas estas cuestiones han recibido una
muy escasa atencin dentro del gran caudal de trabajos que, actualmente, tocan temas
relativos a la filosofa de la ciencia.
El presente artculo pretende ser una pequea contribucin destinada a rever
tir tal panorama. Aqu se intentar brindar una aproximacin satisfactoria a las pre
guntas formuladas, desde una perspectiva epistemolgica. En particular, se sealarn
los diversos problemas que surgen cuando se pretende hallar una definicin nica,
que resulte adecuada para las diferentes formas bajo las cuales se manifiesta el com
portamiento catico.
Durante el siglo XIX, entre los fsicos prevaleca la idea de que los sistemas
mecnicos deban presentar un comportamiento regular y predictible en la medida en
que resultaba descripto por ecuaciones diferenciales. Pero esta idea sufri un duro
golpe cuando, sobre finales del siglo, Henri Poincar (1892) demostr que aun cier
tos sistemas regidos por las ecuaciones de Hamilton podan evolucionar de un mo
do irregular y aperidico 1. Uno de los grandes mritos de Poincar fue su modo de
Una interesante presentacin de los aportes de Poincar en este mbito puede encontrarse en
Chabert y Dalmedico (1991).
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Una popular introduccin al tema es la que brinda Gleick (1988).
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Se denomina "espacio de las fases" a un espacio eucldeo de tantas dimensiones como variables
de estado posea el sistema; en tal espacio, cada punto representa un estado posible del sistema y,
dado el punto correspondiente al estado inicial, la evolucin temporal del sistema queda repre
sentada por una trayectoria que se inicia en dicho punto.
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Dada una ecuacin diferencial ordinaria de primer orden, si se cumplen las siguientes condicio
nes: (i) puede expresarse en su forma normal dxldt = F(x,t); (ii) F(x,t) y dF/dx son continuas en un
cierto dominio D del plano Oxt; y (iii) (x0,toJ es un punto de tal dominio, entonces existe una
solucin nica x(t) de tal ecuacin diferencial que satisface x = x0 para t = t0. Este teorema de
existencia y unicidad puede encontrarse en textos avanzados sobre clculo diferencial; por ejem
plo, cfr. Piskunov (1994).
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nica ecuacin diferencial dx!dt = F(x) y sean dos puntos separados una distan
ciad, la distancia entre las trayectorias que se inician en tales puntos debe aumen
tar exponencialmente con el tiempo segn 8e h1, donde h se denomina "exponente
de Lyapounov" y mide, precisamente, tal divergencia exponencial (h > O). Por lo
tanto, la sensibilidad a las condiciones iniciales que exhiben los sistemas de com
portamiento catico implica su inestabilidad: la evolucin temporal del sistema
manifiesta grandes variaciones frente a pequeas modificaciones de las condicio
nes iniciales.
Lo dicho hasta aqu puede generalizarse en dos sentidos. En primer lugar,
debe considerarse el caso general de un sistema con d variables de estado, cuya evo
lucin temporal se representa en un espacio de la fases r d-dimensional. En este caso
existen d exponentes de Lyapounov hn , uno por cada direccin xn de I', cumplindose
que:
Los h; > O indican divergencia exponencial en las direcciones X.
Los hj < O indican contraccin exponencial en las direcciones x/
En segundo lugar, hasta aqu se ha hablado de sistemas de ecuaciones diferen
ciales, pero tambin se da el caso de comportamiento catico descripto por ecuaciones
en diferencias finitas, x +l = F(x ,r) con x = (x l ' x2n , ..., xdn) y F = (F1 , F2, ... , Fd),
n n n n
donde son aplicables las mismas consideraciones anteriores: no linealidad y autono
ma como condicin necesaria, y sensibilidad a las condiciones iniciales.
Esta sensibilidad a las condiciones iniciales conduce a una importante conse
cuencia respecto de la predictibilidad de los estados futuros de los sistemas de com
portamiento catico. En la prctica, la precisin finita de nuestros instrumentos de
medicin impide conocer con precisin infinita el estado inicial de un sistema. Si se
trata de un sistema de comportamiento regular y estable, la situacin no es grave:
pequeas incertidumbres en la determinacin emprica de las condiciones iniciales se
convierten en incertidumbres grandes pero acotadas (aumentan linealmente con el
tiempo) en el curso ulterior de la evolucin. Pero si el sistema presenta un comporta
miento catico, las pequeas incertidumbres iniciales se amplifican exponencialmente
con el transcurso del tiempo de modo tal que, en la prctica, para tiempos muy supe
riores a 1/h ('t = 1/h se denomina "tiempo de Lyapounov") la prediccin unvoca de
los estados futuros del sistema se toma imposible. En otras palabras, a medida que
transcurre el tiempo se produce una prdida de informacin acerca del estado preciso
en el que se encuentra el sistema; intuitivamente, en t = O, la localizacin del punto
representativo con una precisin ; brinda mayor informacin que su localizacin
dentro de 8,11 luego del intervalo L1t. La Teora del Caos suministra una magnitud
que permite precisar esta nocin intuitiva: la K-entropa o entropa de Kolmogorov
mide la velocidad media de prdida de informacin acerca del estado preciso en el
que se encuentra el sistema dinmico.
En tanto medida de informacin, la K-entropa se calcula mediante los mto
dos de Shannon: la estrategia general consiste en dividir el espacio de las fases en
celdas y considerar las probabilidades asociadas a las diferentes transiciones entre
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Cuestiones epistemolgicas
Curiosamente, parece haberse establecido que los sistemas cunticos resultan ser "menos cati
cos" que sus contrapartidas clsicas, de modo tal que la Mecnica Cuntica "atenuara" los efec
tos del caos (cfr. Schuster, 1989; Casati, 1991).
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diferentes mbitos de la realidad, del mismo modo que no nos sorprende la gran diver
sidad de sistemas abordables mediante el clculo diferencial lineal de Leibniz y Newton.
Sin embargo, en general, la teora se aplica al estudio de ecuaciones dinmicas (al igual
que el tradicional clculo diferencial), donde la variable independiente representa la
dimensin temporal; de este modo, el inters pasa a centrarse en sistemas cuyo com
portamiento temporal se describe mediante cierto tipo de ecuaciones dinmicas y
queda representado por una trayectoria (continua o discreta) en el espacio de las fases
correspondiente.
En segundo lugar, a qu se aplica el predicado "catico"? Dado que la Teora
del Caos es esencialmente una teora matemtica, el predicado "catico" se aplica, en
sentido propio, a ciertas ecuaciones que son soluciones de ecuaciones diferenciales
autnomas y no lineales. Sin embargo, como la teora suele dirigirse al estudio de
ecuaciones dinmicas, el predicado "catico" pasa derivativamente a aplicarse a los
procesos descriptos por tales ecuaciones. Algunos autores hablan de "sistemas cati
cos" para referirse a aquellos sistemas que describen procesos caticos; pero tal ex
tensin en la aplicacin puede conducir a confusiones si no se recuerda cmo se
origina la caoticidad. En efecto, un sistema de ecuaciones diferenciales dx/dt = F(x,r)
puede tener soluciones caticas para ciertos valores del parmetro r y soluciones no
caticas para otros valores del mismo parmetro. Por lo tanto, un mismo sistema
-definido por un sistema dado de ecuaciones diferenciales- puede presentar mi' com
portamiento catico para algunos valores de un vnculo externo -expresados como
valores del parmetro r- y no para otros valores. Por esta razn, en lugar de hablar de
"sistemas caticos" es ms riguroso referirse a sistemas de comportamiento catico,
eri la medida en que tal terminologa toma en consideracin los distintos factores que
contribuyen a la caoticidad de los procesos que un sistema describe.
Por ltimo, cabe detenerse en los variados comentarios acerca del supuesto
carcter indeterminista de la Teora del Caos; en este sentido, algunos autores colo
can esta teora en una posicin equivalente a la Mecnica Cuntica en lo que se refie
re al colapso de la concepcin determinista del universo, e incluso creen encontrar en
la Teora del Caos la respuesta al viejo problema del libre albedro (cfr. Crutchfield et
al., 1987; Davies, 1990). En primer lugar, cabe recordar que la Teora del Caos es una
teora matemtica ajena, en principio, a consideraciones de orden temporal; solo cuando
la Teora del Caos es interpretada como una teora acerca del comportamiento de
cierto tipo de sistemas dinmicos, entra en escena el problema del determinismo,
problema que solo cobra sentido en relacin con la evolucin temporal de los siste
mas reales o a las ecuaciones que describen tales evoluciones. Pero aqu la cuestin
que debe subrayarse es que las limitaciones predictivas que surgen de la Teora del
Caos no se deben al carcter estadstico de las ecuaciones; por el contrario, las
ecuaciones que describen el comportamiento catico de un sistema son totalmente
deterministas: dadas las condiciones iniciales, fijan el valor de las variables de estado
para todo tiempo futuro. En el caso continuo, la condicin de determinismo se expre
sa en el hecho de que las trayectorias en el espacio de las fases nunca pueden cortarse,
esto es, no puede existir ningn punto origen de ms de una trayectoria posible. Por
esta razn, para referirse a este tipo de comportamiento muchos autores utilizan el
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trmino "caos determinista", con el fin de diferenciarlo de los fenmenos cuya irregu
laridad se supone producto de elementos aleatorios. En consecuencia, la Teora del
Caos no implica en modo alguno indeterminismo ontolgico, siquiera en el caso de
una interpretacin realista de las ecuaciones "caticas" como descripcin de regula
ridades inscriptas en el plano real. Por el contrario, brinda un excelente argumento
para el determinista ontolgico quien, con su ayuda, puede mostrar que muchos pro
cesos aparentemente aleatorios y carentes de toda regularidad, en realidad responden
a leyes deterministas subyacentes que restauran la dependencia temporal unvoca
entre los estados del sistema, si bien no permiten la prediccin unvoca para todo
instante futuro (cfr. Lombardi, 1999).
El problema de la definicin
En contraste con el rpido desarrollo de la Teora del Caos, tanto en sus aspec
tos tericos como en sus aplicaciones prcticas 7, el concepto de caos sigue sin hallar
una definicin totalmente general y adecuada. Algunos autores intentan definir el
comportamiento catico a partir de su impredictibilidad; por ejemplo, Mark Stone
(1989, p. 129) considera que ste es el camino ms natural para distinguir entre los
sistemas caticos y los que no lo son. En una lnea similar, G. M. K. Hunt (1987,
p.130) pretende caracterizar el comportamiento catico como aqul cuya
impredictibilidad se funda en el hecho de no presentar continuidad ante variaciones
de las condiciones iniciales. En su minucioso anlisis de la cuestin, Robert Batterman
(1993) impugna ambos intentos, sealando correctamente que la impredictibilidad es
una consecuencia del caos en los sistemas dinmicos, pero no una condicin sufi
ciente para ello; en efecto, existe una multiplicidad de factores que pueden convertir
un sistema en impredictible (fenmenos cunticos, ruido, elevado nmero de grados
de libertad, etc.) sin que por ello se trate de un sistema de comportamiento catico.
En particular, Batterman (pp. 53-54) seala la confusin en la que incurre Hunt: la
condicin de continuidad -que es la que cumple una ecuacin diferencial si admite
una nica solucin que depende de manera continua de las condiciones iniciales
puede no cumplirse en el caso de ecuaciones diferenciales en derivadas parciales.
Pero en el caso de ecuaciones diferenciales ordinarias que cumplen las condiciones
para la existencia y unicidad de sus soluciones, puede demostrarse que la condicin
de continuidad tambin se cumple siempre: como ya fue sealado, ste es precisa
mente el tipo de ecuaciones diferenciales objeto de estudio de la Teora del Caos. En
consecuencia, la divergencia exponencial de las trayectorias propia del comporta
miento catico no implica, como supone Hunt, que la posicin del punto representa
tivo en el espacio de las fases "salte de un modo incontrolado" (Hunt, 1987, p.131)
ante variaciones de las condiciones iniciales.
Acerca de la aplicaciones tecnolgicas de la Teora del Caos, cfr. Ditto y Pecara (1993) y Neff y
Carroll (1993).
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Una mquina de Turing es un dispositivo abstracto que, segn se demuestra, puede simular el
comportamiento de cualquier computadora digital, aun la ms compleja. Este concepto fue intro
ducido por el matemtico ingls Alan Turing en 1936.
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En los sistemas disipativos, sobre la base de la continuidad de las trayectorias en el espacio de las
fases y de la condicin de determinismo (que las trayectorias no puedan cortarse en ningn pun
to), el teorema de Poincar-Bendixson demuestra la imposibilidad de comportamiento catico en
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como, por ejemplo, la transformacin del panadero 10 Pero, cmo podra cumplirse el
mecanismo de dilatacin/contraccin en evoluciones de una nica variable? Consi
drese, por ejemplo, el caso de la muy conocida ecuacin logstica, xn+I = rxn (1-xn )'
que describe una evolucin unidimensional que se torna catica para valores del
parmetro r superiores a un cierto valor crtico re (cfr. Argyris et al., 1994, pp. 169-
173); precisamente, para r > re puede calcularse el exponente de Lyapounov h > O.
Dada la unidimensionalidad de la evolucin, h es el nico exponente de Lyapounov,
e indica la divergencia exponencial de las trayectorias con el transcurso del tiempo:
no existe un exponente de Lyapounov negativo que indique convergencia, pues no
hay otra dimensin segn la cual las trayectorias puedan converger. Esto muestra que
la estructura convergente/divergente no se manifiesta en ecuaciones caticas de una
nica variable; por lo tanto, la sugerencia de Batterman, si bien correcta para un
amplio espectro de casos, no logra recoger todas las- mltiples y variadas manifesta
ciones de los fenmenos caticos.
Tal vez uno de los mayores inconvenientes para formular una definicin preci
sa y unitaria de caos sea la diferencia entre sistemas conservativos y sistemas disipativos
en cuanto al modo de manifestarse el comportamiento catico. Una definicin general
de ambos tipos de sistemas puede formularse en trminos de la geometra del espacio
de las fases: sistemas conservativos son aqullos que cumplen con el teorema de
Liouville de conservacin del volumen en el espacio de las fases (dpldt = O); por el
contrario, sistemas disipativos son aqullos para los cuales cualquier regin del espa
cio de las fases disminuye su volumen a travs de su evolucin temporal (dpldt < O).
En un sistema conservativo de comportamiento catico, la dilatacin debida a la di
vergencia exponencial de las trayectorias en ciertas direcciones (h > O) debe com
pensarse exactamente con la contraccin debida a la convergencia exponencial de las
trayectorias en otras direcciones (hj < O), a fin de asegurar la conservacin de volu
men. En un sistema disipativo de comportamiento catico, en cambio, la contraccin
debe superar la dilatacin, resultando as una disminucin neta del volumen de cual
quier regin del espacio de las fases a travs de la evolucin temporal. Por lo tanto,
debe cumplirse, en valores absolutos:
en los sistemas conservativos: la suma de los h i > O debe ser igual a la suma de los
hj < O.
en los sistemas disipativos: la suma de los h i > O debe ser menor que la suma de
los hj < O.
un espacio de las fases de dos dimensiones: dado que las trayectorias caticas divergentes no
pueden quedar confinadas a una superficie, la dimensin de un atractor catico debe ser mayor
que dos. En sistemas conservativos, para que pueda darse un comportamiento catico es necesa
rio que existan al menos dos frecuencias fundamentales que definan un toro en un espacio de las
fases de cuatro dimensiones.
10
La transformacin del panadero es una transformacin discreta en un espacio de las fases
de dos variables, x e y, tales que O x 1 y O y 1, y queda definida por las siguientes
ecuaciones: x' = 2x e y'= y/2 para O x < ; x' = 2x - 1 e y'= (y+ 1)12 para :5" x :5" l. Dado su
carcter catico, pueden calcularse sus exponentes de Lyapounov h+ = ln 2 y h_ = -ln 2.
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Sistemas disipativos
En los sistemas disipativos, cualquier regin inicial del espacio de las fases
evoluciona disminuyendo su volumen, de modo tal que el volumen tiende a cero
cuando el tiempo tiende a infinito. Es as que adquiere una importancia central la
nocin de atractor: lugar geomtrico del espacio de las fases hacia el cual convergen
todas las trayectorias provenientes de una cierta regin denominada "cuenca de atrac
cin" 11. En otras palabras, cualesquiera sean las condiciones iniciales del sistema, su
evolucin queda representada por una trayectoria que parte del punto representativo
del estado inicial y tiende al atractor; ejemplo de ello es un pndulo amortiguado por
rozamiento, donde el atractor puntual representa el estado final de reposo. Pero el
punto fijo no es el nico tipo posible de atractor; en el caso de un pndulo forzado a
oscilar con una frecuencia impuesta, las trayectorias tienden hacia un ciclo lmite en
forma de elipse. Un atractor debe ser no descomponible, es decir, la trayectoria debe
visitar todos los puntos del atractor a lo largo del tiempo: un conjunto de puntos fijos
aislados no es un atractor nico. Adems, la dimensin del atractor debe ser inferior
a la dimensin del espacio de las fases en el que se encuentra, pues su volumen es
nulo en tal espacio (cfr. Schuster, 1989, pp. 93-94). Un sistema dado puede poseer
varios atractores, cada uno con su propia cuenca de atraccin; segn la cuenca en la
que se encuentre situado el punto representativo de las condiciones iniciales del siste
ma, la trayectoria converger a uno u otro atractor.
Pero en los sistemas disipativos de comportamiento catico, los atractores no
poseen la forma sencilla del punto fijo o del ciclo lmite, objetos geomtricos de
dimensin entera; por el contrario, se trata de atractores denominados "extraos" o
"anmalos", caracterizados por su dimensin fraccionaria 12 Estos curiosos objetos
geomtricos son los que Benoit Mandelbrot (1987) denomin "objetos fractales",
cuya caracterstica central es la autosimilitud, esto es, la propiedad de conservar su
aspecto cualquiera sea la escala con la cual se los observa. Los atractores caticos o
extraos ocupan una regin finita del espacio de las fases, y solo pueden darse en
espacios de las fases de dimensin superior a dos, pues las trayectorias divergentes
11
En trminos matemticos, un atractor es un conjunto compacto A, con la propiedad de que exis
te una vecindad deA tal que, para casi toda condicin inicial, el conjunto lmite de la rbita para
t +oo es A. Por lo tanto, casi toda trayectoria en una vecindad de A pasa arbitrariamente cerca
de cada punto de A. La cuenca de atraccin de A es el cierre del conjunto de condiciones iniciales
que tienden aA. Cfr. Farmer, Ott y Yorke, 1983, p.153.
12 Existen diversos tipos de dimensin de un objeto geomtrico. La ms conocida es la dimensin de
Hausdorff DH, que se calcula, en un espacio d-dimensional, cubriendo el objeto con esferas d
dimensionales de dimetro a. Farmer et al. (1983) analizan las distintas definiciones del concepto
de dimensin en el contexto del estudio de los atractores anmalos.
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Sistemas conservativos
Si en el caso de los sistemas disipativos la teora del caos presenta una cierta
complejidad tcnica desde el punto de vista matemtico, la complejidad aumenta
considerablemente cuando la teora se aplica a sistemas conservativos 13. Dada la
conservacin del volumen en el espacio de las fases, en los sistemas conservativos no
13 Incluso los textos especializados dedican considerablemente menos espacio al caos en sistemas
conservativos que en sistemas disipativos. El tema puede hallarse en Schuster (1989), captulo 6,
y en Argyris et.al. (1994), captulo 4.
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existen atractores; por lo tanto, la definicin de caos debe acudir a otro tipo de elemen
tos.
Los sistemas conservativos se dividen en dos subclases: los que son integrables
y los que no lo son. Un sistema conservativo, cuya dinmica se representa en un
espacio de las fases de 2N dimensiones, es integrable si sus trayectorias se encuentran
confinadas en un toro de dimensin N. Una importante propiedad de los sistemas
integrables es que, debido a tal confinamiento, las trayectorias solo pueden divergir
linealmente con el tiempo; por lo tanto, cualquier intervalo que se adopte como con
dicin inicial solo puede, a lo sumo, amplificarse linealmente. Como consecuencia,
ningn sistema conservativo integrable puede manifestar un comportamiento cati
co. A esto se refiere precisamente Batterman (1993, p. 62) cundo propone una
razonable condicin dbil de adecuacin para la definicin de caos: ninguna defini
cin adecuada de caos para sistemas conservativos puede permitir que un sistema
conservativo integrable presente un comportamiento catico. En este sentido,
Batterman objeta la definicin algortmica de caos. Comprense dos "cajas negras":
una de ellas contiene una ruleta a la que se impartes diferentes cantidades de movi
miento angular a intervalos iguales; la otra contiene un gas ideal bajo el modelo de
esferas rgidas. En ambos casos puede obtenerse una secuencia de salida de comple
jidad algortmica mxima; sin embargo, mientras el segundo sistema es efectivamen
te catico, el primero es un sistema onservativo integrable: la definicin algortmica
de caos no permite diferenciar entre ambas situaciones.
Este argumento podra objetarse sealando que, si se considera como sistema
la ruleta ideal ms el agente que peridicamente la impulsa, el nuevo sistema no solo
ya no es integrable, sino siquiera es conservativo: el teorema de Liouville no se cum
ple debido a la continua inyeccin de energa, producindose un progresivo aumento
del volumen de cualquier regin inicial del espacio de las fases con el transcurso del
tiempo. Batterman se hace cargo de esta objecin afirmando que, en realidad, refuerza
su propio argumento: "el movimiento hamiltoniano [esto es, conservativo] de la rule
ta es estable; y, por tanto, la aleatoriedad se debe a algo diferente de la dinmica"
(Batterman, 1993, p. 64). Segn el autor, la aleatoriedad de la secuencia de salida se
debe al modo dinmicamente artificial en que fue generada: se ignora la cantidad de
movimiento angular que se imparte en cada instante. Otra situacin en la que se dara
tal tipo de artificialidad sera el caso en que se observara la salida de la ruleta en
instantes aleatoriamente seleccionados: en ambos casos, la irregularidad de la salida
es resultado de una aleatoriedad inyectada desde el exterior del sistema.
El caso de la ruleta es un ejemplo relevante, no solo en el contexto del particu
lar argumento contra la definicin algortmica, sino respecto del problema general de
la comprensin del concepto de caos; por ello, es conveniente detenerse en su anli
sis. En primer lugar debe advertirse que, no obstante la respuesta de Batterman a la
objecin sealada, la ruleta peridicamente impulsada y la ruleta observada en ins
tantes aleatorios son dos sistemas que no pueden asimilarse siquiera en el marco del
argumento del autor. El segundo caso es un sistema conservativo integrable que ge
nera una secuencia aleatoria debido al peculiar modo en que es observado: aqu es
verdad que la aleatoriedad, inyectada desde fuera del sistema, se manifiesta en su
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salida como resultado del modo dinmicamente artificial de generarla; por lo tanto,
se trata de un buen ejemplo para impugnar la definicin algortmica de caos. Por el
contrario, el primer caso no es un sistema conservativo y, en consecuencia, no puede
cumplir el papel argumentativo que le adjudica el autor: no muestra que la definicin
algortmica de caos identifica como catica la salida de un sistema conservativo
integrable 14.
En segundo lugar, y dejando de lado ahora el problema particular de la defini
cin algortmica, es importante disipar las posibles confusiones que puede inducir la
conclusin de Batterman: "si quisiramos ver cmo una ruleta, tratada como un sis
tema hamiltoniano que evoluciona de un modo continuo, podra producir una salida
algortrnicamente aleatoria, deberamos introducir la aleatoriedad desde el exterior"
(1993, p. 64). Si el autor se refiere a un sistema conservativo (hamiltoniano) integrable,
que no puede presentar una dinmica catica, entonces es correcto afirmar que una
secuencia de salida aleatoria solo puede deberse a la introduccin de la aleatoriedad
desde el exterior del sistema. Pero si se interpreta la frase como refirindose a los
sistemas conservativos en general, tal conclusin no es correcta: hay sistemas
conservativos -precisamente, los no integrables- que pueden generar una secuencia
de salida aleatoria debido exclusivamente a su propia dinmica catica, sin interfe
rencia de factores externos.
Podra replicarse que Batterman no se refiere a cualquier sistema hamiltoniano,
sino al caso particular de la ruleta ideal -sin rozamiento-, esto es, tratada como siste
ma conservativo. Sin embargo, tal aclaracin puede no resultar suficiente para evitar
las confusiones del no especialista. Tmese, por ejemplo, el caso de una ruleta ideal
acoplada a un campo conservativo; puede demostrarse que, para ciertos modos de
dependencia del potencial de dicho campo respecto del ngulo de rotacin, el sistema
puede producir una salida catica -identificada como tal con total independencia de
la definicin algortmica de caos- sin intervencin de elementos dinmicamente arti
ficiales (cfr. Schuster, 1989, pp.166-167). Otro ejemplo de sistemas conservativos
integrables que, debidamente acoplados, pueden dar lugar a un comportamiento ca
tico, es el caso de dos osciladores armnicos (por ejemplo, dos pndulos ideales)
acoplados a travs de un hamiltoniano no integrable (cfr. Schuster, 1989, pp. 149-
151): la no integrabilidad del sistema total abre el camino a la posibilidad de un
comportamiento catico. Sin duda, no es a este tipo de casos a los que se refiere
Batterman, sino a una ruleta ideal, sin rozamientos ni acoplamientos. No obstante,
estos ejemplos muestran que, para evitar confusiones, no es suficiente describir un
sistema de un modo tan general como "una ruleta, tratada como un sistema
conservativo"; en toda discusin acerca de la caracterizacin del caos es indispensa
ble definir con precisin la dinmica del sistema del que se habla. Pero, cmo se
14
Es interesante sealar que una ruleta amortiguada (sistema no conservativo), peridicamente im
pulsada por una fuerza funcin del ngulo de giro, puede presentar comportamiento catico. Cfr.
Schuster (1989), pp.12-13.
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Conclusiones
15 Se requiere que las ecuaciones posean puntos fijos hiperblicos, en cuya vecindad el sistema se
toma inestable.
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Referencias bibliogrficas
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Resumen / Abstract
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