Zeldis Leon - Comprendiendo A Dios
Zeldis Leon - Comprendiendo A Dios
Zeldis Leon - Comprendiendo A Dios
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El argumento contra Dios
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El argumento por Dios
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Otra reflexin sobre la realidad del mal
El punto que hay que tener presente es que el mal es necesario. Para entender la
necesidad del mal debemos considerar la dicotoma de libre albedro contra
determinismo. En un mundo determinista todo est predeterminado. Del momento en
que nace el hombre (*), su vida ya est establecida. Ms tarde me ocupar de esta
creencia en ms detalle, cuando hable de la astrologa.
Pero en un mundo as no puede haber ni bien ni mal, ni virtudes ni vicios,
porque si todo est predeterminado en mi vida, yo no puedo actuar de otra manera, as
que no soy culpable si acto mal, ni tengo mrito alguno por actuar bien. El hombre se
convierte en una especie de robot, un pequeo engranaje en el inmenso mecanismo del
universo, obligado a actuar segn las instrucciones de las fuerzas que actan sobre l,
llammoslas destino o lo que sea.
Sin embargo, es razonable pensar que Dios creara el universo como un juguete
mecnico, dndole cuerda y echndolo a andar? Estara esto de acuerdo con la idea de
poner orden en el caos? Qu diferencia habra, si el orden no tiene ningn significado
lo mismo que el caos?
El desarrollo significa cambio. Para desarrollarnos espiritualmente, debemos ser
capaces de cambiar y eso implica el libre albedro, la capacidad de decidir por s mismo,
lo opuesto del determinismo.
Pero si podemos decidir, quiere decir que tenemos varias alternativas entre las
cuales elegir. En otras palabras, hay que elegir entre algunas opciones buenas y otras
malas. El mundo perfecto puede ser imaginado solamente si postulamos que existe su
opuesto, el mundo dominado por el mal. La existencia del mal es indispensable para que
podamos concebir la existencia del bien, de otro modo el bien no tendra sentido.
Esto nos impone una enorme responsabilidad: elegir el sendero correcto, actuar
en forma que nos aproximemos a Dios.
Solamente teniendo libre albedro podemos tener alternativas, podemos elegir un
camino u otro, hacer esto o aquello, creer o no creer. Este ltimo punto tiene
consecuencias de gran significado, porque si alguien dice que no cree en Dios, est de
hecho reconociendo la existencia del libre albedro, y eso convalida mi argumento por la
necesidad del mal.
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Tratar de describir a Dios
Algunos pensadores opinan que una persona racional, cuya visin del mundo
est basada en hechos cientficos, no puede aceptar la existencia de un ser superior,
omnipotente, omnisapiente, conocido con el nombre de Dios.
Primeramente, la naturaleza de Dios no puede ser descrita ni imaginada por la
mente humana. Para dar un ejemplo, no somos capaces de concebir el infinito. Piensa
un momento en el espacio que se extiende, se extiende y se sigue extendiendo, hasta
donde? Qu hay ms all, donde termina? Lo mismo sucede con el tiempo. Podemos
acaso concebir el fin del pasado, o el lmite del futuro? Dios no est limitado por estos
conceptos, est ms all de toda definicin (de-finir es poner un fin, delimitar) y por lo
tanto no le podemos asignar propiedades o cualidades que conocemos en nuestro mundo
material, cualidades como sabidura, fuerza, compasin, justicia, etc.
El nombre mismo, Dios, es simplemente una metfora para designar algo que es
fundamentalmente incomprensible. En la Biblia est escrito que cuando Moiss habla
con Dios y le pregunta su nombre, la respuesta que recibe es "Soy lo que soy" (en
hebreo: Ehyi asher ehyi). Es decir, Dios es como es y no tiene nombre, no tiene
definicin. Los judos al rezar se refieren a Dios como "Hashem", el Nombre, es decir,
el nombre que no conocemos.
Darle nombre a algo o alguien es ponerlo dentro de ciertos lmites: Esto es un
libro y ninguna otra cosa. Y si es un libro, posee todas las caractersticas de los libros.
Los pueblos primitivos crean que el nombre de la persona est ligado a su alma.
Conocer su nombre es adquirir cierto poder sobre su alma, as que esconden sus
nombres, o usan un seudnimo, un nombre ficticio para no revelar su verdadero
nombre. Algunas tribus ejecutan ceremonias de iniciacin, en las que el nefito recibe
un nuevo nombre, que debe ser usado de forma discreta.
Es presuntuoso tratar de aherrojar a la divinidad asignndole cualidades, ya sean
positivas o negativas. Todos tales intentos de humanizar a Dios estn condenados al
fracaso, la contradiccin y la irracionalidad. En un captulo anterior nos hacamos la
pregunta, de cmo un Dios justo, todopoderoso y misericordioso puede permitir todos
los horribles hechos que presenciamos cada da, los crmenes, tragedias, la maldad y la
locura fratricida triunfantes?
Todo esto resulta de asignarle caractersticas humanas a Dios, cuando debiramos
darnos cuenta que Dios acta en un plano que no podemos comprender, que no tiene
nada que ver con nuestras ideas de justicia, misericordia, etc.
Es esta revelacin causa de desesperacin? Hay que levantar las manos y decidir que,
si no podemos entender la lgica del mundo, actuemos nicamente en nuestro propio
beneficio sin importarnos los resultados? Ciertamente no!
Veamos algunas ideas que exploraremos en ms detalle posteriormente. El hecho que el
mundo tiene orden y no caos demuestra un propsito, un ltimo destino. El hecho que la
evolucin ha resultado en el origen de la especie humana, que hemos desarrollado el
lenguaje, y que tenemos capacidad de pensar acerca de Dios, de sentir el amor de Dios y
nuestro amor por Dios, todos estos hechos nos hacen confiar que no somos juguetes del
destino ciego. Todo lo que sucede tiene un propsito, aunque no lo podamos descubrir
en el momento. Quizs nunca podremos llegar a l, pero el objetivo ciertamente existe.
No tenemos que estar en la cumbre de una montaa para saber que desde all podemos
ver lejos en un da claro. La montaa est all, as como el horizonte, a pesar que no
lleguemos jams a pisar la cima.
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El sentido de Dios
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El receptor
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Sintonizando a Dios
Como hemos visto, nuestros cinco sentidos son intiles para hacer contacto con
Dios, quien no tiene forma, peso, color, etc. Y su "voz" se escucha directamente en el
cerebro de quien debe recibir el mensaje, sin pasar por los odos.
Parece que somos incapaces de sintonizar a Dios.
Pero, espera un momento. Aparte de nuestros cinco sentidos fsicos, acaso no
tenemos otros sentidos?
No decimos que tenemos un sentido de la justicia, del honor?
Sabemos, sin que sea necesaria prueba alguna, que herir a otra persona es malo,
y si se hace intencionalmente, es nefasto. Este es el sentido tico; tenemos ese sentido
que nos permite distinguir entre lo que es correcto y lo que no lo es.
No tenemos un sentido de la belleza, que nos permite apreciar un paisaje, un
cuadro, el suave murmullo de una cascada, la esbelta figura de una mujer, el perfume de
las flores?
Acaso la msica es solamente lo que escuchan nuestros odos, o bien tenemos
el sentido interno que nos permite distinguir entre ruido y msica?
En realidad, tenemos en nuestra espritu muchos ms sentidos. El sentido de
confianza, el de peligro, un sentido de libertad y otro de felicidad, un sentido del humor,
y as decenas de sentidos ms. Si nos sentimos bien, contentos, llenos de energa, el
mundo se ve distinto que cuando estamos preocupados, cuando sentimos pena o
angustia.
Si reflexionamos un momento, veremos que el mundo es maravilloso, que est
lleno de hermosura, de msica, de posibilidades de hacer el bien, de crear, de disfrutar,
de rer y tambin de llorar, a veces se llora de felicidad.
Y tenemos el sentido del asombro, del misterio ante lo inconmensurable, ante
una noche estrellada lejos de las luces de la ciudad.
No estoy ciego al otro lado, al lado oscuro de la vida, la miseria, el hambre, la
enfermedad y la muerte.
No hay luz sin sombra, pero nuestra decisin debe ser no vivir en la sombra,
sino en la luz. Vivir en la luz y esparcir la luz por doquier, borrar las sombras.
Y sintiendo el amor creciendo en nuestro corazn, estamos sintonizando a Dios.
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Luz y sombra
Luz y sombra no son trminos opuestos. Si extinguimos la luz, hay sombra, pero
qu sucede si extinguimos la sombra? Nada, porque la sombra no existe. Imaginemos
un cuarto cerrado iluminado con una sola vela en el centro. Ahora imaginemos que las
paredes se alejan, el cuarto se agranda. Disminuye la luz? No, el aumento de oscuridad
no disminuye la luz. La oscuridad no existe, es solamente ausencia de luz.
Ocurre igual con el bien y el mal. El mal es la ausencia del bien. Aumentando el
bien, hacemos desaparecer el mal.
Para despistar el radar del enemigo, los aviones de guerra usan varios medios,
entre otros lanzar tiras de metal llamadas chaff. Estas interfieren con los reflejos del
avin y el operador del radar no lo puede ver claramente.
Algo parecido sucede con el mal, ya que interfiere con nuestro sentido de Dios.
La oscuridad moral es la culpable, y la solucin es encender la luz, la luz del amor.
Tal como encendiendo una pequea luz, una vela, dispersa la oscuridad de un
gran espacio, un pensamiento positivo expulsar a cien negativos.
Un acto de amor levantar el velo, y podremos ganar un vistazo de lo inefable.
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El amor
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Creacin
Mencion antes que para percibir algo, tenemos que tener un sentido. Lo mismo
que para percibir las ondas de radio que nos rodean todo el tiempo se necesita un
receptor capaz de "sentir" esas ondas y transformarlas en algo que nuestros sentidos
humanos sean capaces de percibir.
Para ver colores, necesitamos la vista. Para percibir sonidos, necesitamos el
odo. Cul es el sentido con que podemos percibir a Dios?
Es que realmente no tenemos ese sentido? No es el amor la respuesta?
Dios cre el mundo, el universo, mediante un acto de amor. Igual como el pintor
ama su obra, sus cuadros, y el poeta ama sus versos, cada creador ama su creacin. Dios
es el creador paradigmtico. En la tradicin masnica Dios es el Gran Arquitecto del
Universo, el Gran Constructor. No slo los masones, ya los griegos le llamaron Theo
Pantocrator, es decir Dios el Gran Arquitecto.
A travs del amor nos aproximamos a Dios, imitamos a Dios. Experimentando el
amor es como podemos llegar a tener una idea de la naturaleza de Dios. Pero el amor no
es esttico, debe expresarse en accin, en creacin.
Ese es otro sentido abierto para nosotros., el sentido de la creacin. Trabajando,
fsica o mentalmente, creando, haciendo surgir algo de nada, o mejor dicho, poniendo
orden en el caos, imitamos a Dios y as nos aproximamos a una comprensin de su
esencia. El escultor no crea el mrmol, le da forma. Miguel ngel sola decir que su arte
consista en sacar la piedra superflua, dejando al descubierto la estatua que estaba dentro
del bloque de mrmol.
El orfebre no crea el oro, lo funde, estira, dobla, aplasta y suelda para crear la
joya perfecta. Lo hace con amor, porque ama su arte.
Amando y trabajando, creando, son los caminos para aproximarse a Dios.
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Caos y orden
Para comprender como Dios cre el universo, permteme emplear una metfora.
Imagina el universo antes de la creacin, exista el caos, es decir, sin orden, sin leyes, ni
tiempo ni espacio, nada. Ahora, piensa en la partitura de una sinfona. La pgina
impresa son solamente series de puntos y rayas sobre cinco lneas. Para quien no sabe
leer msica, es una mezcolanza de signos sin sentido. Piensa en el director de orquesta
dando una mirada a la partitura. En su mente escucha todos los instrumentos, las
armonas, los ritmos, los silencios, la progresin de una meloda, el retumbar de los
tmpanos. Todo esto existe en su cerebro, no en la hoja de papel.
Ahora piensa en Dios, creando el espacio, creando el tiempo, como la mtica
serpiente Ouroboros que se come la cola, replegndose y entonces Dios piensa el
universo, con sus leyes, tiempo, espacio, vida, evolucin. Todo existe en la mente de
Dios.
Y despus, por un acto de voluntad, de amor, lo que exista en Su mente se
transforma en nuestra energa-materia, las leyes fsicas, el orden, Ordo ab Chao.
Se crea el universo y posteriormente el hombre.
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Falsos profetas
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Libertad
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El centro del universo
"Te he colocado en el centro del mundo, para que puedas mirar libremente a tu
alrededor y encontrar el lugar donde te sientas mejor. No te he creado celestial o
terrestre, ni inmortal. Segn tu voluntad y tu dignidad, debers primero formarte y
moldearte con tu propia materia. Ests libre, por lo tanto, de hundirte en la ms
profunda sima de la naturaleza animal, o bien, por el contrario, puedes elevarte a las
ms altas esferas de divinidad."
Pico della Mirndola (1463 - 1494)
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Iniciacin
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La reaccin es tuya
La mayora de las veces, uno no puede cambiar lo que nos sucede, Muy poco de
lo que nos sucede est bajo nuestro control. Cmo reaccionamos, en cambio, est
completamente en nuestras manos. Los actos que te afectan estn fuera de tu control,
pero tu reaccin es tuya propia.
Reaccionar de manera correcta no es fcil. El instinto nos mueve a decir o hacer
algo, mientras que nuestro intelecto nos dice otra cosa. Se necesita hacer un esfuerzo, un
verdadero trabajo para acostumbrarse a pensar de forma positiva, para controlar tus
palabras, tus actos, y finalmente controlar tu pensamiento.
Toma un ejemplo. Ests manejando en medio del trfico, y otro coche se mete
delante de ti obligndote a frenar para evitar el choque. Puedes enojarte, maldecir al otro
conductor que actu de manera agresiva e irresponsable. O puedes disminuir la marcha,
dejar que se aleje. Qu importancia tiene si va a ganar un par de segundos con su
maniobra (que probablemente los va a perder igual en el semforo siguiente)?
Es difcil, sin duda alguna. Estamos genticamente diseados para reaccionar
ante la agresin ya sea luchando o escapando. Preferiblemente luchando.
Pero t eres el que puede decidir. Lo que hizo el otro no lo puedes cambiar, ni le
podrs ensear a manejar mejor. Lo nico que s puedes cambiar es tu propia reaccin.
Con fe en tus poderes, en tu superior comprensin de la vida, prestars atencin
a esa pequea voz en tu interior que te indica lo que est bien y lo que no, y enfrentars
los hechos con calma y confianza.
T eres dueo de tus palabras y tus actos.
T eres dueo de ti mismo.
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El instinto
Hay que tener cuidado del instinto. Los instintos humanos se han desarrollado en
el curso de muchos miles de aos, destinados a preservar tu vida para que la especie
sobreviva. Por eso, el instinto te obliga a responder a una amenaza ya sea luchando o
escapando.
Estas son las reacciones instintivas. Lucha si crees ser ms fuerte que tu
enemigo. Escapa si crees lo contrario.
La supervivencia es el objetivo en ambas maneras de reaccionar.
Estas reacciones son comprensibles dentro del marco de un mundo primitivo,
cuando los seres humanos estaban recin diferencindose de los animales.
De manera que tenemos la tendencia de seguir reaccionando de la misma forma
cuando estamos frente a una amenaza, o un desafo de cualquier naturaleza.
Lucha o huye.
Tenemos que sobreponernos al instinto, mediante la reflexin. Si encontramos
un desafo tenemos que hacer una pausa, observar, analizar, decidir cul reaccin ser la
mejor para nuestra vida futura. Slo entonces reaccionar. El pensamiento debe preceder
a la accin, no ser posterior a ella.
Cuando actuamos de forma instintiva, es posible que actuemos de forma
irracional. Despus buscamos excusas para justificar nuestros actos. No slo para
explicarlo a otros, sino ms importante, para justificarnos a nosotros mismos. Esto
conduce a engaarse, a vivir en un mundo ilusorio donde uno jams se equivoca, pero
en lo profundo del corazn, uno sabe que no es cierto, y entonces uno est enojado con
si mismo, y transfiere este enojo a los dems, y se pone irritable, hurao, iracundo.
Todo esto como resultado de nuestras reacciones instintivas.
Piensa antes de luchar o huir.
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Conciencia
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Concentracin
El maestro de Zen, Osho, deca que en todo momento es posible ser total. Qu quera
decir con eso? Que hagas lo que hagas, hazlo con una concentracin absoluta, que tu
mente se concentre en lo que ests haciendo con exclusin de todo lo dems; eso es la
llamada totalidad. No se alcanza fcilmente, se necesita mucha prctica y esfuerzo, pero
a medida que progreses en este camino, se har ms fcil.
A veces comenzamos a hacer algo, y luego se nos ocurre que otra cosa es ms urgente, y
as, poco a poco, tratamos de hacer varias cosas a la vez. Eso es lo opuesto a la
totalidad. Concntrate en una cosa a la vez, pero con concentracin total.
Otra cosa que acostumbramos hacer es divagar, pensar libremente, dejando que vengan
los pensamientos y saltamos de uno a otro, calculando, recordando. No te dejes llevar
por la molicie mental. Concentra tus pensamientos.
Ser total es actuar como los gimnastas voladores en el circo. Si se distraen un momento,
es inevitable caer. Por eso, ellos estn totalmente concentrados en lo que estn haciendo.
Te repito, no es fcil comenzar. Pero una escala se sube un peldao a la vez.
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mate a ti mismo
La mayora de las personas quisieran vivir en un mundo mejor. Estoy seguro que
t, quien lees estas lneas, tambin lo quisieras. Pero, cmo podemos hacer mejor el
mundo? Mejorar el mundo es una tarea herclea, muy superior a la capacidad de la
mayora de las personas. Hay quienes inventan nuevos medicamentos, disean nuevos
instrumentos y mquinas que mejoran la vida de los dems, Otros hacen leyes, no
siempre buenas, lamentablemente, y algunos defienden tu seguridad, tu vida, muchas
veces con riesgo de la suya. Todos ellos estn tratando de hacer un mundo mejor. Pero
quizs t no ests en esa compaa. Qu puedes hacer?
Espera un momento, No es necesario pensar en gran escala. Pensemos en
pequeo. Si bien mejorar el mundo no est al alcance de todos, mejorarse a s mismo lo
puede hacer cualquiera, y hacer el bien no requiere capitales inconmensurables, sino un
pequeo capital de amor.
Una palabra cariosa a un amigo, darle un beso a un nio, sonrerle a un vecino,
no hacen mejor su mundo? Cada persona vive en su propio mundo, y el mundo entero
est compuesto por la totalidad de esos pequeos mundos individuales.
Comienza con tu pequeo mundo que te rodea, y como las ondas
electromagnticas emitidas por la antena de una transmisora que dan la vuelta al mundo,
lo que hagas repercutir y se expandir y tendr resultados que no sers capaz de
imaginar.
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Mejorando tu casa
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Nuca levantes las manos
27
Opuestos
28
La importancia de una palabra
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La paz interior
Todos buscamos la paz interior. En especial ahora, cuando el ritmo de vida es tan
intenso y nuestras responsabilidades son tan grandes; parece que nuestro corazn
estuviera a punto de reventar de angustia, de un salto a otro. En esta poca tormentosa,
buscamos recobrar la calma, la paz interior que tenamos de nios. Esta confianza
ntima que tenamos, que el mundo era bueno y que todo se resolvera finalmente.
Cmo recuperar esa paz interior? Podemos probar de dos maneras. Podemos
buscar el estado de nimo del nio, su inocencia, su benevolencia, su generosidad. O
bien podemos seguir una ruta bastante ms difcil, cual es buscar la causa de nuestras
ansiedades, para ir eliminndolas poco a poco. Todo esto, desde luego, es metafrico,
porque los procesos internos del alma no son posibles de describir en palabras.
Primero, hay que entender que la calma puede ser slo resultado del
contentamiento. Existen dos clases de calma: la calma llena de tensin (calma antes de
la tempestad) y la calma libre de tensin. La primera es ficticia, es la calma del hombre
de negocios "que no pierde la cabeza" incluso si est abrumado de problemas urgentes
que requieren su atencin. Ms tarde o ms temprano las tensiones acumuladas
sobrepasan el lmite de su resistencia, y entonces sobreviene el "breakdown", la crisis
nerviosa, o sucede algo peor.
Lo que tenemos que buscar, entonces, es la calma verdadera, sin tensiones
subterrneas ni energas reprimidas (si bien mediante nuestra calma interior liberaremos
energas insospechadas).
La tensin se produce por oposicin o conflicto. En general, se puede decir que
el ms importante conflicto que sufre una persona es la diferencia entre lo que es y lo
que quisiera ser. Un hombre apenas termina el mes y quisiera ser rico. Una mujer
quisiera ser hermosa. Un empleado quisiera ser el gerente. Generalmente, toda persona
tiene ambiciones que es incapaz de satisfacer. Aqu podramos recordar las palabras de
Marco Aurelio: "Tienes que querer ser lo que eres, coopera de buena gana con el trabajo
de la naturaleza y todo se parecer fcil".
Significa esto que debemos abandonar los ideales, las ambiciones? De ningn modo!
Pero a medida que tu espritu se desarrolle, la paz interior se reflejar en tu aspecto
fsico. No hay personas feas, slo bonitas de distintas maneras.
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Tu vida como una obra de arte
Tu vida es como una obra de arte, como un cuadro, o un tapiz. T eres el pintor.
T eres el tejedor.
Al tejer un tapiz, los hilos de la urdimbre estn tirantes, paralelos, y el tejedor
introduce la trama con sus dedos, usando un color a la vez, formando las figuras. Lo que
se ve en la faz del tapiz es slo la trama, la urdimbre queda escondida. Tus genes, tu
educacin, toda tu vida pasada es la urdimbre de tu tapiz. Esa no la puedes cambiar, es
fija, y debes trabajar con ella.
Pero la trama es lo que t piensas, lo que haces da a da, hora tras hora, lo que
decides. Puedes usar hilos de colores brillantes o tejer con colores oscuros. Lo decides
t. Haces las figuras que quieras, y lo que se ve es la trama, los colores que ests
usando, tus figuras, ese es el aspecto de tu vida, y es lo que t decides. T eres el tejedor
de tu vida.
Toma otra imagen, la de un cuadro al leo. Supn que t eres el pintor. Todo el
tiempo estn agregando pinceladas al cuadro, agrandndolo, corrigindolo,
mejorndolo. Algunas pinceladas tapan las anteriores. La pintura al leo tiene usa gran
ventaja, porque te permite mezclar los colores, combinarlos o pintar un color sobre otro,
matizndolo o cambindolo por completo. Puedes dejar que se seque la pintura y
rasparla, y poner nueva pintura con tus pinceles y rehacer el cuadro.
No hay lmite en lo que puedes hacer. El pintor es patrn de su cuadro, as como
el tejedor es dueo de su tapiz. T eres el dueo de tu vida. Usa los colores que te
agraden, haz las figuras que quieras. Tu vida est en tus manos.
Haz de tu vida una obra de arte.
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Tu vida comienza hoy
Tu vida comienza hoy, ahora, en este mismo instante, mientras ests leyendo
estas lneas. No es un chiste, no es un simple dicho. Es la verdad. El futuro nadie lo
sabe, todo puede suceder, pues todava no existe, no es parte de tu vida.
El pasado, por otra parte, ya est congelado, invariable, es como un museo lleno
de estatuas. No puedes moverlas, no las puedes cambiar. Podras pasar el tiempo
mirndolas, reflexionando cunto mejor hubiera sido que esta estatua estuviera
sonriendo en vez de estar arrugando el ceo, o que esta pareja debiera haber estado ms
cerca, y cunto mejor habra sido que este nio estuviera jugando en vez de estar su
nombre grabado en una lpida. Pero son slo estatuas.
El mrmol no se mueve, el bronce no reacciona. Tu museo de la memoria est
quieto, silencioso, congelado. As que, para qu quieres perder el tiempo contemplando
esas viejas estatuas? Deja el museo para ms tarde, cuando seas anciano y tengas tiempo
de sentarte y recordar todas las cosas buenas que hiciste. Pero la nica oportunidad que
tienes de hacer esas cosas buenas es ahora! En el presente! Tu vida transcurre ahora, y
al convertirse en pasado se congela, se endurece, se hace piedra.
Muvete, comienza a vivir. Tu vida comienza ahora, hoy da, y puedes hacer con
ella lo que quieras. Es tu vida, no le pertenece a nadie ms. Puedes moldear tu vida
como si fuera una figura de cera, haz de tu vida lo que deseas, depende solamente de ti.
Porque no puedes cambiar LO QUE TE SUCEDE, los hechos estn fuera de tu control,
pero tienes completo control sobre COMO T REACCIONAS.
Alguien lo defini como el principio de 10/90. Diez por ciento de tu vida es lo
que te pasa, y 90 por ciento es cmo t reaccionas.
Decide ahora, en este mismo momento, decide que tu vida ser una vida buena,
feliz. Tienes derecho a ella, tienes derecho a vivir una vida llena y productiva.
Tu vida comienza AHORA!
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Ideal a real
Imaginemos una persona que, habiendo ledo algo de filosofa oriental, quisiera ser
capaz de ejecutar esas proezas casi milagrosas, que le demuestren incluso a los ms
escpticos el poder de la mente sobre la materia, como por ejemplo la levitacin, la
insensibilidad al dolor, al calor o al fro, la clarividencia, o la curacin por medio de
poderes psquicos.
Sucede, sin embargo, que aunque sea posible alcanzar poderes tales como los que acabo
de describir, para alcanzarlos es necesario un cambio en la personalidad de la persona,
una claridad de pensamiento tal que cuando llega a ser capaz de practicar lo que
podramos llamar "milagros", ellos no tendrn el menor inters para l, ni podr
encontrar ninguna razn vlida parea demostrar sus poderes, aunque los tenga.
Ms an, es muy posible que no ejecute tales actos an siendo capaz de hacerlo, porque
el hecho mismo de poner en prctica tales poderes lo contaminar, y es as que la
persona se abstendr de poner en prctica lo que sabe que puede hacer, para no
obstaculizar su futuro desarrollo espiritual. Ms an, la capacidad de ejecutar tales actos
es probablemente un subproducto del gradual desarrollo de las capacidades del
individuo y probablemente, vistas desde el elevado punto que debe haber sido alcanzado
para obtener tales capacidades, stas le parecern no slo innecesarias, sino
desagradables y perjudiciales, tales que deben ser evitadas tanto como sea posible.
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El Mtodo Cientfico y la creencia en Dios
Algunos pensadores tienen la opinin de que una persona racional, cuya imagen
del mundo est basada en hechos cientficamente comprobados, no puede aceptar la
existencia de un ser superior, todopoderoso, inmortal e incorpreo, designado con el
nombre de Dios.
Primeramente, la naturaleza de Dios no puede ser descrita ni imaginada por la
mente humana. Puesto que l est ms all de toda definicin, es absurdo asignarle
propiedades o cualidades conocidas en el mundo material, como ser inteligencia, poder,
compasin, justicia, etc.
Asignar un nombre, darle un nombre a algo, es en cierto modo ponerle lmites,
circunscribirlo. Es esto y nada ms. Por eso, Dios no tiene nombre. Los nombres dados
por el hombre, Dios, God, Elohim, son simples sonidos, letreros que apuntan a una
realidad que no tiene nombre y que est ms all de nuestra comprensin.
Existiendo en un plano distinto del mundo fsico, un plano que no podemos ni
siquiera imaginar, es presuntuoso tratar de darle a Dios tales o cuales virtudes o poderes.
Todos los intentos de humanizar a Dios estn condenados al fracaso, pues llevan a la
contradiccin. Cmo puede un Dios justo permitir que haya injusticia en el mundo que
l mismo ha creado? Cmo puede un Dios misericordioso y todopoderoso permitir las
horribles injusticias y crmenes de los que somos testigos da tras da?
Todo esto es resultado de haber asignado caractersticas humanas a Dios, cuando
debiramos darnos cuenta que Dios acta de maneras que no podemos comprender, que
no tienen nada que ver con nuestras ideas de justicia, compasin etc.
Es esto razn para desesperar? Estaramos justificados en levantar las manos y
decidir que, puesto que no podemos entender la lgica del mundo, actuemos como se
nos d la gana, para nuestro propio beneficio, y sin pensar en las consecuencias? Es
decir, abandonemos toda tica.
Por cierto sera un error. Sabemos que el universo fue creado con un propsito,
formamos parte de un esquema majestuoso, una obra de teatro, segn escribi
Shakespeare, pero no una escrita por un loco, sino siguiendo un plan que desconocemos,
pero que sin duda existe, como lo atestigua el orden existente en el universo. El orden
implica intencin, y la intencin implica objetivo.
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Mente y Cuerpo
La conexin entre mente y cuerpo es tan evidente que no precisa prueba. Sin
embargo, dar algunos ejemplos para que quede completamente claro. Cuando uno est
triste, no lloramos? Si estamos preocupados, ansiosos, sentimos presin en el
estmago, o quizs nusea. El miedo hace temblar y transpirar. El corazn palpita.
Todos estos efectos, y muchos ms, muestran como las emociones se reflejan en
cambios fsicos del cuerpo.
Existen cambios ms sutiles, pero no menos importantes. La preocupacin
constante llega a producir lceras o enfermedades mentales. El estrs produce asma u
otros sntomas alrgicos.
Ms importante, los pensamientos que tenemos afectan nuestro cuerpo, y
viceversa. Cuando uno se siente "mal" nos ponemos irritables y tristes. Ahora bien,
extendamos este fenmeno a pensamientos simples. Si tenemos pensamientos positivos,
no es acaso razonable esperar que tambin tengan un efecto positivo sobre el cuerpo?
Y por el contrario, los pensamientos negativos afectarn de forma negativa a nuestro
cuerpo, produciendo o empeorando afecciones. As sucede con las emociones.
Es frecue3nte el caso de enfermos de enfermedades graves, que ayudan a su
curacin gracias a sus pensamientos positivos, a su decisin de no cejar, no dejarse
vencer por el mal, y finalmente salen triunfantes en esta lucha.
Es necesario pensar de manera positiva, optimista, tener siempre presente la
belleza del mundo y de la vida. Esta vida que tenemos que gozar y aprovechar mientras
nos sea posible.
Hay que evitar los pensamientos desagradables, dainos, destructivos. A ti le
gusta vivir en una casa limpia y ordenada, un hogar saludable y digno. Pero t vives no
slo con tu cuerpo, sino muy especialmente en tu mente, en tus pensamientos y
sentimientos y voluntad. Te gusta vivir en una casa mental descuidada y sucia? por
supuesto que no! Expulsa la suciedad, la depresin, la oscuridad. Enfoca tus
pensamientos en la luz, la belleza, los pensamientos alegres.
Puede hacerlo. Depende slo de ti, de tu decisin. Si lo deseas, puedes ser feliz!
Comienza ahora, en este momento. El tiempo vuela, tu campaa de limpiar tus
pensamientos, puesta en marcha ahora, progresar de hora en hora y de da en da.
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Sintiendo la belleza
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La msica del mundo
Si uno no sabe leer msica, ver una partitura no le significa nada, es una serie de
puntos o crculos blancos y negros, algunos con palitos, otros con ganchos, algunos
juntos y otros unidos por una raya, y con otros signos extraos alrededor. Todo esto que
resulta incomprensible para quien no est en el secreto de la escritura musical, est lleno
de vida, de sonido, ritmos, melodas y armonas que escucha el msico en su mente.
As tambin es la vida, el mundo existe como una gran sinfona, una inmensa
orquesta toca, cada uno a su manera, hay quienes tienen slo unas pocas notas y luego
callan, mientras otros tocan solos, o dos amorosos, o entran en conjuntos diferentes.
Hay tantas combinaciones de instrumentos, sonidos y melodas que slo el Maestro
Compositor puede darse cuenta de la partitura total y de la parte que le corresponde a
cada uno ejecutar.
T eres parte de esta msica. Tu vida es tu instrumento. Procura tocar una
hermosa meloda, consonante, y junto con otros contribuye a la armona universal.
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Productividad
Nada produce mayor satisfaccin que hacer algo, producir algo, crear algo
nuevo, ya sea una obra de arte, un rico plato, un tejido o un poema. El trabajo creativo
puede ser intelectual, escribir, inventar, meditar sobre cuestiones filosficas, o bien
puede involucrar el trabajo fsico de construir, moldear, dibujar, todas las tareas que
resultan en la creacin de algo que no exista antes.
Escribir nmeros en una cuenta no es crear. salvo que se trate de un
delincuente! Mirar televisin no es crear, ni tampoco lo es jugar a los naipes. Uno puede
disfrutar jugando bridge y ganndole a la otra pareja, pero no se cre nada. No digo que
el juego sea malo, sino que es insuficiente.
Cuando usted crea algo, est actuando como Dios. Eso es lo que dijo un
diseador industrial, eso es lo que senta cuando tena delante de l la hoja de dibujo en
blanco, esperando el trazado de su mano.
No puedes escribir poesa? Escribe un cuento, o un diario, o cartas a tus
amigos, o pon por escrito tus recuerdos de niez, que les servirn a tus nietos para
comprender de dnde vienen, y as conocer mejor quines son.
Nunca es tarde. Una amiga enviud hace unos aos despus de jubilar. As que
comenz a pintar, y lo hace muy bien, tiene un talento que slo ahora deja que se
desarrolle y fructifique.
Cada uno puede crear algo, y el acto de creacin es un bien acumulativo. Haz
algo nuevo cada da, escribe, cocina, pinta, busca cosas nuevas que hacer.
Recuerda, el amor de Dios se expresa por la creacin, y con la creacin
expresamos nuestro amor a Dios.
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El cambio es inevitable
41
Memoria
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La leccin del jardn
Un rey entr solo en su jardn y descubri que sus rboles, plantas, flores, estaban todas
mustias.
El roble le dijo que se estaba muriendo, porque no era alto como un cendro.
El cedro, a su vez, se quej que estaba triste, porque no daba frutas como la vid.
La vid se mora, porque no tena flores como el rosal.
El rosal falleca por no ser fuerte como el roble.
El rey entristeci, pero de pronto vio en un rincn una planta de clavel, fresca, lozana,
floreciente.
El rey le pregunt cual era su secreto, por qu estaba tan sana mientras que el resto del
jardn desfalleca.
La flor contest:
- No s, pero quizs sea porque cuando me plantaste, supuse que queras claveles. Si
hubieras querido un roble, habras plantado una bellota. En ese momento pens que iba
a tratar de ser el mejor clavel que puede haber, y aqu estoy, el ms hermoso clavel de tu
jardn.
As somos todos. Si tratamos de ser lo que no somos, nos marchitaremos con nuestra
insatisfaccin, nuestra absurda mana de compararnos con otros. "Si yo fuera como",
"Si yo tuviera", "Si mi suerte fuera".
Siempre pensando en futuros imposibles, en vez del presente concreto con sus infinitas
posibilidades. Obstinadamente ciegos a la realidad de que la felicidad no depende de
otros, sino de uno mismo.
Podemos elegir ser felices con lo que tenemos, con lo que somos, o vivir con la
amargura de no ser otra persona, o de carecer de tales y cuales cosas.
Es natural y sano aspirar a ser una persona mejor, o ser rico y permitirnos lo que ahora
nos est vedado, pero sin dejar que estas aspiraciones se transformen en obsesiones, sin
penar por no haber alcanzado an la meta soada, sin compararnos con otros.
Florecemos cuando aceptamos que somos lo que somos, seres nicos, individuales,
extraordinarios, sin igual. Nadie puede ser como nosotros, y nosotros no podemos ser
como los dems.
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Zoom in - Zoom out
En tiempos antiguos, los filsofos tenan puesta sobre su mesa de trabajo una
calavera. Este era un memento mori, un recordatorio de la muerte. Otro artculo con el
mismo mensaje era un reloj de arena, o un reloj con la figura de un anciano manejando
una guadaa.
No se trataba de una obsesin con la muerte, sino un sano recuerdo de que
nuestro tiempo en la tierra es limitado, y que tenemos que hacer el mejor uso de cada
hora, pues nadie sabe cuando caer el ltimo granito de arena en el reloj.
Los poetas han reflexionado frecuentemente sobre la fugacidad de la existencia.
Caldern escribi "La Vida es Sueo, y los sueos, sueos son". Shakespeare, John
Donne y muchos otros escribieron hermosas estrofas sobre este tema.
Aqu tienes un poema por Li Po que encuentro especialmente apropiado: El
Viejo Polvo.
Quien vive es un viajero fugitivo
El muerto, quien lleg a casa.
Un breve viaje entre cielo y tierra,
Y luego, ay! Somos el mismo polvo de mil siglos.
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El temor a la muerte
Hay personas que tiene pnico ante la idea de la muerte. El pensamiento de dejar
de existir, de ser incapaz de seguir viviendo con su familia, sus hijos y nietos, sus
amigos, les deprime.
Tambin hay quienes temen el destino que les aguarda en el otro mundo.
Algunos creen en el infierno y no estn seguros de poder escapar sus suplicios.
Pero, piensa un momento. Cmo sentimos el dolor? Con nuestro cuerpo, por
supuesto. Y puesto que despus de muertos existiremos sin el cuerpo, cmo podramos
sentir dolor? Imposible!
Pero existen otros dolores, aparte del dolor fsico. Existe el dolor de la soledad,
de la frustracin, y el dolor ms agudo de todos, el dolor del amor no correspondido.
El verdadero suplicio del infierno, si es que existe, es estar separado de Dios, del
Dios de amor, y no poder unirnos a l.
Sin embargo, no hay que temer tal destino, porque Dios es amor, y desarrollando
nuestro sentido del amor, ciertamente estaremos inmersos en esa inefable realidad que
llamamos Dios