Los Votos en La Vida Consagrada
Los Votos en La Vida Consagrada
Los Votos en La Vida Consagrada
Ciertamente estamos en un mundo en que la cultura presiona por todos los medios a su alcance que no hay
nada ms absurdo que la pobreza, ms ridculo que la castidad, ni ms inaceptable que la obediencia. Por lo que
si la crisis vocacional est presente -y ms an en el marco de la vida consagrada- el contexto cultural no hace
ms que acentuarla. Y sin embargo, esa misma cultura no se conmueve frente a la pobreza de tantos seres
humanos que viven en la miseria, permanecen en la soledad y la tristeza, disgregados, sin amor, aun cuando
muchos en medio de la abundancia tambin viven sin amor... Y se someten sin chistar a las normas del
mercado.
Est claro que la Pobreza evanglica no es miseria, la Castidad evanglica no es evasin del otro ni miedo al
compromiso, ni menos desprecio por quienes estn sedientos de amor. Ni la Obediencia evanglica es
sometimiento indigno. Todo lo contrario, frente a la bsqueda de la felicidad teniendo como punto final el
tener, el placer o el poder o todo junto-, los consejos evanglicos nos hablan justamente que a la felicidad no
se la encuentra directamente, sino que es fruto de opciones humanas, valiosas, libres y responsables, cuyo
horizonte es la fe en el Dios de la Vida manifestado por Jesucristo, el Seor.
Por otro lado, tambin tenemos un contexto intra-eclesial, e intra-congregacional, como as tambin la
presencia de la Iglesia que representamos, pudiendo favorecer u obstaculizar la propuesta de consagracin a
los/las jvenes. En efecto, aquello que se quiere indicar con la vivencia de los votos, no siempre es
transparente.
Sin embargo, y, si estamos de acuerdo, creemos que Jess no ha dejado de llamar. Quiz el tema que hemos
comenzado a tratar ayer la vida autntica- sea una de las claves que nuestro contexto actual necesita para
hacer visible y viable la propuesta vocacional como un testimonio de fraternidad en la fe, una experiencia visible
de alegra, esperanza y acogida de la alteridad.
Qu buscan los votos religiosos? Mucho se ha escrito sobre ellos en esta exposicin, no pretendemos ms
que una reflexin que nos pueda servir de ayuda. Si esto fuera posible, damos gracias a Dios!
Sin duda, los consejos evanglicos son fruto de la contemplacin de Jesucristo y su estilo de vida: casto, pobre,
obediente. Pero no debemos perder de vista cmo Jess vivi estas dimensiones y el significado que les dio:
opcin por el Reino, amor sin lmites, entrega total al Padre y a los hermanos/as.
Qu fue lo que ms atrajo de la vida, la personalidad, las opciones de Jess de Nazaret? Sin duda, no el hecho
objetivo y aislado de la castidad, la pobreza y la obediencia, sino la significatividad de la totalidad de su vida.
Si contemplamos al Seor, resalta antes que nada su libertad (Jn 4, 5 ss.; Lc 7,36 ss), su autoridad (Mc 1,27), su
sencillez y afectividad (Lc 10,21 ss), su sabidura, su amor misericordioso y exigente (Lc 9,23 ss; Lc 14, 25 ss). Su
manera de acoger al otro, de mirarlo a los ojos, la disponibilidad de recibirlo en su corazn (Mc 5,24ss; Lc 18,18
ss). Asombra la comunicacin de Jess, l siempre comunica abiertamente el Reino con sus gestos, con sus
palabras, l es la comunicacin del Don de Dios! Impacta su mirada profunda que no busca indagar o evaluar,
sino comprender y acoger (Lc 18,35 ss). Para Jess no hay rostros annimos (Mc 5, 30 ss; Lc 19,1 ss).
Hay personas concretas con sus sufrimientos a cuestas, sus pecados y desvos, sus necesidades y miserias y
justamente esto es lo que ms atrae a su Corazn lleno de Misericordia (Lc 15). Tambin su enrgica defensa de
la verdadera Voluntad de Dios, a quien llama Padre, frente tanta desfiguracin y abuso de quienes pretenden
hablar o mandar en su Nombre (Mt 23, 13-36; Lc 13,10 ss).
Nadie puede compararse con su libertad, como as tambin nadie puede compararse con su capacidad de seguir
la voz o el silencio del Padre.
Se burlaron de l llamndolo eunuco, y l mismo se encarg de indicar el mximo valor: por el Reino de los
Cielos, y el que pueda entender, que entienda! , porque poder comprender este lenguaje(Mt 19,12) es un don
de Dios.
Si Jess se apasion por el Reino, esto significa que su opcin fundamental, que obviamente incluye su estilo de
vida clibe, tambin apunta a la realidad definitiva, escatolgica. Recordemos un pasaje particular, cuando
ponen una trampa a Jess quienes negaban la resurreccin y ste les responde: En este mundo los hombres y
las mujeres se casan, pero los que sean juzgado dignos de participar del mundo futuro y de la resurreccin, no se
casarn. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ngeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la
resurreccin (Lc 20, 34 ss).
De manera que comprendemos los votos como un signo para hacer presente el Reino de Dios, para anunciarlo
poniendo como testimonio lo ms valioso que hemos recibido: nuestra vida en su totalidad comunicable.
Estamos llamados a comunicar el sublime mensaje del Reino, es Kerigma desde la corporeidad, el lenguaje
verbal y no verbal, hasta las actitudes de disponibilidad que caracterizaron a Jess.
Esta sublimidad necesita ser captada por el mundo y de alguna manera ste tambin est interpelado a
responder. Deben ser como gran anuncio a contra corriente que despierte preguntas acerca del sentido de los
mismos, que interpele, que provoque. Nuestra meta es, obviamente, la respuesta positiva, el acercamiento, el
kerigma completo.
As como los mandamientos, en su aspecto prohibitivo, apuntan a un valor, as tambin los votos. Aunque
suponen una renuncia clara, denotan fundamentalmente una opcin positiva basada en la fe. El mundo debera
encontrar en la significatividad de los votos lo que tanto busca: paz, alegra, justicia, verdad como dice aquella
plegaria eucarstica V en su intercesin por la Iglesia:
Abre nuestros ojos para que conozcamos las necesidades de los hermanos;
Inspranos las palabras y las obras para confortar a los que estn cansados y agobiados;
Haz que podamos servirlos con sinceridad, siguiendo el ejemplo y el mandato de Cristo.
Que tu Iglesia sea un vivo testimonio de verdad y libertad, de paz y justicia,
Para que todos los hombres se animen con una nueva esperanza.1
De manera que debemos recuperar la importancia de la significatividad de los votos, tanto para quien los vive
como para su entorno. Porque los votos religiosos vividos autnticamente como veamos ayer- adquieren en
Jess el valor de signos del Reino, como lo son las curaciones, los prodigios y milagros.
Esta significatividad tiene como correlato la bsqueda de sentido: invitan a la reflexin, suscitan preguntas
acerca de aquello que indican. Nadie est exento de esta bsqueda de sentido. Contamos con esto. Siempre,
por el hecho de ser persona, con quien nos encontremos, estar sediento de este sentido y nosotros lo hemos
encontrado!
Ya Viktor Frankl afirm cmo el sentido ltimo de la vida humana radica en una opcin que no est dada en la
satisfaccin personal:
Personalmente, pienso que el hombre no centra su preocupacin en ninguna condicin interna, como el equilibrio
interno, sino ms bien en algo o alguien que se encuentra fuera, en el mundo: puede ser algo o alguien a quien
servir o a la pareja a la que ama, y, si realmente ama a esa pareja, no la utilizar como un instrumento para
satisfacer sus necesidades.
As pues, la existencia humana mientras no llegue a distorsionarse- se dirige siempre hacia algo o alguien,
diferente a uno mismo, ya sea a encontrar un significado o llegar a un encuentro amoroso.
El hombre se caracteriza en primera instancia por su bsqueda de significado ms que por la bsqueda de s
mismo.2
Es un gran desafo para todo cristiano, y para la vida consagrada en especial, ofrecer al mundo con su testimonio
vivo y el anuncio explcito justamente aquello profundo que busca el mundo por otros caminos: el sentido de sus
propias vidas. Si nuestra vida es autntica, si nos dejamos transformar constantemente por la Luz del Seor y
vivimos nuestra consagracin con alegra, despojados de nosotros mismos, esa misma Luz es irradiada al mundo.
1
MISAL ROMANO: 3 edicin tpica para Argentina, Plegaria Eucarstica para diversas circunstancias IV: Jess, que pas
haciendo el bien. Conferencia Episcopal Argentina, Buenos Aires, 2009.
2
V. FRANKL: El hombre en busca del sentido ltimo. El anlisis existencial y la conciencia espiritual del ser humano. Paids,
Buenos Aires, 2014, pp. 104-105.
Apndice: Evangelii gaudium 93-101
No a la mundanidad espiritual
93. La mundanidad espiritual, que se esconde detrs de apariencias de religiosidad e incluso de amor a la Iglesia, es buscar, en
lugar de la gloria del Seor, la gloria humana y el bienestar personal. Es lo que el Seor reprochaba a los fariseos: Cmo es
posible que creis, vosotros que os glorificis unos a otros y no os preocupis por la gloria que slo viene de Dios? (Jn 5,44). Es un
modo sutil de buscar sus propios intereses y no los de Cristo Jess (Flp 2,21). Toma muchas formas, de acuerdo con el tipo de
personas y con los estamentos en los que se enquista. Por estar relacionada con el cuidado de la apariencia, no siempre se
conecta con pecados pblicos, y por fuera todo parece correcto. Pero, si invadiera la Iglesia, sera infinitamente ms desastrosa
que cualquiera otra mundanidad simplemente moral. (Henry de Lubac, Meditacin sobre la Iglesia, 1968)
94. Esta mundanidad puede alimentarse especialmente de dos maneras profundamente emparentadas. Una es la fascinacin del
gnosticismo, una fe encerrada en el subjetivismo, donde slo interesa una determinada experiencia o una serie de razonamientos
y conocimientos que supuestamente reconfortan e iluminan, pero en definitiva el sujeto queda clausurado en la inmanencia de su
propia razn o de sus sentimientos. La otra es el neopelagianismo autorreferencial y prometeico de quienes en el fondo slo
confan en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir determinadas normas o por ser inquebrantablemente
fieles a cierto estilo catlico propio del pasado. Es una supuesta seguridad doctrinal o disciplinaria que da lugar a un elitismo
narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los dems, y en lugar de facilitar el
acceso a la gracia se gastan las energas en controlar. En los dos casos, ni Jesucristo ni los dems interesan verdaderamente. Son
manifestaciones de un inmanentismo antropocntrico. No es posible imaginar que de estas formas desvirtuadas de cristianismo
pueda brotar un autntico dinamismo evangelizador.
95. Esta oscura mundanidad se manifiesta en muchas actitudes aparentemente opuestas pero con la misma pretensin de
dominar el espacio de la Iglesia. En algunos hay un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia,
pero sin preocuparles que el Evangelio tenga una real insercin en el Pueblo fiel de Dios y en las necesidades concretas de la
historia. As, la vida de la Iglesia se convierte en una pieza de museo o en una posesin de pocos. En otros, la misma mundanidad
espiritual se esconde detrs de una fascinacin por mostrar conquistas sociales y polticas, o en una vanagloria ligada a la gestin
de asuntos prcticos, o en un embeleso por las dinmicas de autoayuda y de realizacin autorreferencial. Tambin puede
traducirse en diversas formas de mostrarse a s mismo en una densa vida social llena de salidas, reuniones, cenas, recepciones. O
bien se despliega en un funcionalismo empresarial, cargado de estadsticas, planificaciones y evaluaciones, donde el principal
beneficiario no es el Pueblo de Dios sino la Iglesia como organizacin. En todos los casos, no lleva el sello de Cristo encarnado,
crucificado y resucitado, se encierra en grupos elitistas, no sale realmente a buscar a los perdidos ni a las inmensas multitudes
sedientas de Cristo. Ya no hay fervor evanglico, sino el disfrute espurio de una autocomplacencia egocntrica.
96. En este contexto, se alimenta la vanagloria de quienes se conforman con tener algn poder y prefieren ser generales de
ejrcitos derrotados antes que simples soldados de un escuadrn que sigue luchando. Cuntas veces soamos con planes
apostlicos expansionistas, meticulosos y bien dibujados, propios de generales derrotados! As negamos nuestra historia de
Iglesia, que es gloriosa por ser historia de sacrificios, de esperanza, de lucha cotidiana, de vida deshilachada en el servicio, de
constancia en el trabajo que cansa, porque todo trabajo es sudor de nuestra frente. En cambio, nos entretenemos vanidosos
hablando sobre lo que habra que hacer el pecado del habriaquesmo como maestros espirituales y sabios pastorales que
sealan desde afuera. Cultivamos nuestra imaginacin sin lmites y perdemos contacto con la realidad sufrida de nuestro pueblo
fiel.
97. Quien ha cado en esta mundanidad mira de arriba y de lejos, rechaza la profeca de los hermanos, descalifica a quien lo
cuestione, destaca constantemente los errores ajenos y se obsesiona por la apariencia. Ha replegado la referencia del corazn
al horizonte cerrado de su inmanencia y sus intereses y, como consecuencia de esto, no aprende de sus pecados ni est
autnticamente abierto al perdn. Es una tremenda corrupcin con apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en
movimiento de salida de s, de misin centrada en Jesucristo, de entrega a los pobres. Dios nos libre de una Iglesia mundana bajo
ropajes espirituales o pastorales! Esta mundanidad asfixiante se sana tomndole el gusto al aire puro del Espritu Santo, que nos
libera de estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una apariencia religiosa vaca de Dios. No nos dejemos robar el
Evangelio!
98. Dentro del Pueblo de Dios y en las distintas comunidades, cuntas guerras! En el barrio, en el puesto de trabajo, cuntas
guerras por envidias y celos, tambin entre cristianos! La mundanidad espiritual lleva a algunos cristianos a estar en guerra con
otros cristianos que se interponen en su bsqueda de poder, prestigio, placer o seguridad econmica. Adems, algunos dejan de
vivir una pertenencia cordial a la Iglesia por alimentar un espritu de internas. Ms que pertenecer a la Iglesia toda, con su rica
diversidad, pertenecen a tal o cual grupo que se siente diferente o especial.
99. El mundo est lacerado por las guerras y la violencia, o herido por un difuso individualismo que divide a los seres humanos y
los enfrenta unos contra otros en pos del propio bienestar. En diversos pases resurgen enfrentamientos y viejas divisiones que se
crean en parte superadas. A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pediros especialmente un testimonio de
comunin fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente. Que todos puedan admirar cmo os cuidis unos a otros, cmo os
dais aliento mutuamente y cmo os acompais: En esto reconocern que sois mis discpulos, en el amor que os tengis unos a
otros (Jn 13,35). Es lo que con tantos deseos peda Jess al Padre: Que sean uno en nosotros [] para que el mundo crea (Jn
17,21). Atencin a la tentacin de la envidia! Estamos en la misma barca y vamos hacia el mismo puerto! Pidamos la gracia de
alegrarnos con los frutos ajenos, que son de todos.
100. A los que estn heridos por divisiones histricas, les resulta difcil aceptar que los exhortemos al perdn y la reconciliacin,
ya que interpretan que ignoramos su dolor, o que pretendemos hacerles perder la memoria y los ideales. Pero si ven el testimonio
de comunidades autnticamente fraternas y reconciliadas, eso es siempre una luz que atrae.
Por ello me duele tanto comprobar cmo en algunas comunidades cristianas, y aun entre personas consagradas, consentimos
diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de
cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. A quin vamos a evangelizar con esos
comportamientos?
101. Pidamos al Seor que nos haga entender la ley del amor. Qu bueno es tener esta ley! Cunto bien nos hace amarnos los
unos a los otros en contra de todo! S, en contra de todo! A cada uno de nosotros se dirige la exhortacin paulina: No te dejes
vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien (Rm 12,21). Y tambin: No nos cansemos de hacer el bien! (Ga 6,9).
Todos tenemos simpatas y antipatas, y quizs ahora mismo estamos enojados con alguno. Al menos digamos al Seor: Seor yo
estoy enojado con ste, con aqulla. Yo te pido por l y por ella. Rezar por aquel con el que estamos irritados es un hermoso
paso en el amor, y es un acto evangelizador. Hagmoslo hoy! No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!
Aktueller Kontext und Stimmen
Wir sind sicher in einer Welt, in der Kulturpresse mit allen Mitteln zur Verfgung, dass es nichts absurder als Armut, Keuschheit lcherliche
oder mehr nicht akzeptabel als Gehorsam ist. Wenn also die berufliche Krise vorhanden ist - und noch mehr im Rahmen des geweihten
Lebens -, so hat der kulturelle Kontext nichts mehr als zu betonen. Und doch ist, dass Kultur nicht gegen die Armut so viele Menschen bewegt
die in Armut leben, bleiben sie in der Einsamkeit und Traurigkeit, zerfiel, ungeliebt, obwohl viele in der Mitte viel ungeliebt auch leben. .. Und
sie sind ohne Frage den Marktregeln unterworfen.
Es ist klar, dass die evangelische Armut kein Elend ist, die evangelische Keuschheit ist nicht die Ausweichung des Anderen, noch die Angst
vor der Verpflichtung, noch weniger Verachtung fr diejenigen, die nach Liebe streben. Auch ist evangelischer Gehorsam eine unwrdige
Unterwerfung. Ganz im Gegenteil, vor dem Streben nach Glck mit dem letzten Punkt hat, Freude oder Macht, oder alle junto-, die
evangelischen Rte sprechen uns genau, dass das Glck ist nicht direkt, sondern ist das Ergebnis der Mensch, wertvolle, freie und
verantwortliche Entscheidungen, deren Horizont ist der Glaube an den Gott des Lebens manifestiert sich durch Jesus Christus, den Herrn.
Auf der anderen Seite haben wir auch einen intra-kirchlichen und innergemeinschaftlichen Kontext, sowie die Prsenz der Kirche, die wir
vertreten, die den Vorschlag der Weihe fr die Jugendlichen begnstigen oder behindern knnen. In der Tat, was ist mit der Erfahrung der
Stimmen gemeint ist nicht immer transparent.
Allerdings, und wenn wir uns einig sind, glauben wir, dass Jesus nicht aufgehrt hat zu rufen. Vielleicht ist das Problem, das wir braucht
authentic- gestern zu adressieren -das Leben ist einer der Schlssel zu unserem aktuellen Kontext damit begonnen haben, sichtbar und
tragfhige beruflichen Vorschlag als Zeugnis der Brderlichkeit in dem Glauben, eine sichtbare Erfahrung der Freude, die Hoffnung und die
Gastfreundschaft Von alteritt
Die Bedeutung der Stimmen
Was suchen religise Gelbde? Es wurde viel ber sie geschrieben ... in dieser Ausstellung, behaupten wir nicht mehr als eine Reflexion, die
wir helfen knnen. Wenn das mglich wre, dann danken wir Gott!
Zweifellos sind die evangelischen Ratschlge Frucht der Kontemplation von Jesus Christus und seiner Lebensweise: keusch, arm, gehorsam.
Aber wir drfen nicht aus den Augen verlieren, wie Jesus diese Dimensionen lebte und die Bedeutung, die er ihnen gab: die Wahl fr das
Knigreich, die Liebe ohne Grenzen, die vllige Hingabe an den Vater und die Brder.
Was hat dich am meisten aus dem Leben, der Persnlichkeit, den Entscheidungen Jesu von Nazareth angezogen? Sicherlich nicht die
objektive Tatsache und isoliert von Keuschheit, Armut und Gehorsam, sondern die Bedeutung seines ganzen Lebens.
Wenn wir den Herren schauen, steht vor allem der Freiheit aus (Joh 4, 5 ss ss;. Lk 7,36), Behrde (Mk 1,27), seine Einfachheit und Affektivitt
(Lk 10.21 ff), seine Weisheit, und fordert seine barmherzige Liebe (Lk 09.23 ss; Lk 14: 25 ff). Seine Art, das andere zu begren, in die Augen
zu schauen, die Bereitschaft, es in seinem Herzen zu empfangen (Mk 5,24ff, Lk 18,18ff). Jesus erstaunt Kommunikation, hat er immer offen,
das Reich mit seinen Gesten kommuniziert, seine Worten, er ist die Kommunikation von Gottes Geschenk! Beeinflusst seinen tiefen Blick, der
nicht sucht, zu fragen oder zu bewerten, sondern zu verstehen und zu begren (Lk 18,35 ss). Fr Jesus keine anonymen Gesichter (Mk 5,
30 ss; ss Lk 19,1).
Es gibt konkrete Menschen mit ihren Leiden auf dem Rcken, ihre Snden und Abweichungen, ihre Bedrfnisse und Elend ... und genau das
ist es, was am meisten zieht ihr Herz voller Barmherzigkeit (Lk 15). Auch seine temperamentvolle Verteidigung des wahren Willen Gottes, den
er Vater, gegen eine solche Verunstaltung und Missbrauch dieser Anrufe, die behaupten, zu sprechen oder in seinem Namen senden (Mt 23,
13-36; Lk 13.10 ss).
Niemand kann mit ihrer Freiheit zu vergleichen, sowie niemand kann mit ihrer Fhigkeit verglichen werden, um der Stimme oder Schweigen
des Vaters zu folgen.
Sie machten sich ber ihn lustig, indem er ihm einen "Eunuch" nannte, und er selbst wurde aufgefordert, den grten Wert zu zeigen: fr das
Himmelreich und wer auch immer verstehen kann, verstehen! Weil um "diese Sprache" verstehen zu knnen (Mt 19,12) ist ein Geschenk
Gottes.
Wenn Jesus fr das Knigreich leidenschaftlich wurde, bedeutet dies, dass seine fundamentale Wahl, die offensichtlich seinen zlibatischen
Lebensstil beinhaltet, auch auf die endgltige, eschatologische Realitt hinweist. Denken Sie daran, um eine bestimmte Stelle, wenn sie eine
Falle Jesus setzen, den die Auferstehung verweigert und er antwortet: In dieser Welt Mnner und Frauen heiraten, aber diejenigen, die
wrdig beurteilt werden, zu an der zuknftigen Welt und Auferstehung, nicht sie heirateten. Sie knnen nicht mehr sterben, weil sie wie Engel
sind und Shne Gottes sind und Kinder der Auferstehung sind "(Lk 20, 34ff).
So verstehen wir die Gelbde als Zeichen, das Reich Gottes darzustellen, um es zu verknden, indem wir als Zeugnis das wertvollste, das wir
erhalten haben, als unser Leben in seiner bertragbaren Gesamtheit. Wir sind berufen, die erhabene Botschaft des Knigreichs zu vermitteln,
es ist Kerigma von der Leiblichkeit, verbale und nonverbale Sprache, zu den Einstellungen der Verfgbarkeit, die Jesus kennzeichnen.
Diese Erhabenheit muss von der Welt erfat werden und in gewisser Weise ist sie auch aufgerufen, zu antworten. Sie sollten wie eine
groartige Ankndigung zu "Gegenstrom" sein, die Fragen ber den Sinn des gleichen weckt, die interpete, das verursacht. Unser Ziel ist
offensichtlich die positive Resonanz, der Ansatz, das komplette Kerigma.
So wie die Gebote in ihrem unerschtterlichen Aspekt auf einen Wert und die Gelbde hinweisen. Obwohl sie einen klaren Verzicht darstellen,
bezeichnen sie grundstzlich eine positive, auf Glauben basierende Option. Die Welt sollte in der Bedeutung der Gelbde finden, was sie so
sehr sucht: Frieden, Freude, Gerechtigkeit, Wahrheit ... wie das Eucharistische Gebet in seiner Frsprache fr die Kirche sagt:
"ffne unsere Augen, da wir die Bedrfnisse der Brder kennen knnen;
Inspiriere uns mit Worten und Taten, um denen zu trsten, die mde und belastet sind;
Mgen wir Ihnen mit Aufrichtigkeit dienen, nach dem Beispiel und dem Befehl Christi.
Mge deine Kirche ein lebendiges Zeugnis von Wahrheit und Freiheit, von Frieden und Gerechtigkeit sein,
Damit alle Menschen mit neuer Hoffnung ermutigt werden knnen. "
So mssen wir die Bedeutung der Bedeutung der Stimmen, sowohl fr diejenigen, die leben und fr ihre Umwelt. Weil religise Gelbde
authentisch lebten - wie wir gestern gesehen haben - erwerben sie in Jesus den Wert der Zeichen des Knigreichs, wie Kuren, Wunder und
Wunder.
Diese Bedeutung hat in ihrer Entsprechung die Suche nach Bedeutung: sie laden Reflexion ein, sie stellen Fragen auf, was sie angeben.
Niemand ist von dieser Suche nach Bedeutung befreit. Wir rechnen damit. Immer, durch eine Person, mit der wir uns treffen, wirst du fr
diesen Sinn durstig ... und wir haben es gefunden!
Schon Viktor Frankl besttigte, wie die endgltige Bedeutung des menschlichen Lebens in einer Option liegt, die nicht in persnlicher
Zufriedenheit gegeben ist:
"Ich persnlich denke, dass der Mensch seine Sorge nicht auf irgendeinen inneren Zustand, wie das interne Gleichgewicht, sondern
auf etwas oder jemanden auerhalb, in der Welt konzentriert: Es kann etwas oder jemand zu dienen oder das Paar zu den Dass er
liebt, und wenn er dieses Paar wirklich liebt, wird er es nicht als Instrument benutzen, um seine Bedrfnisse zu befriedigen.
So ist die menschliche Existenz - whrend sie sich nicht verflscht - immer auf etwas oder jemanden gerichtet, anders als sich
selbst, entweder um Sinn zu finden oder eine liebevolle Begegnung zu erreichen.
Der Mensch zeichnet sich in erster Linie durch seine "Suche nach Sinn" und nicht die "Suche nach sich" aus.
Es ist eine groe Herausforderung fr jeden Christen und fr das geweihte Leben im Besonderen, die Welt mit ihrem lebendigen Zeugnis und
der ausdrcklichen Ankndigung genau so tief zu versehen, dass die Welt auf andere Weise sucht: die Bedeutung ihres eigenen Lebens.
Wenn unser Leben authentisch ist, wenn wir uns erlauben, stndig durch das Licht des Herrn verwandelt zu werden und unsere Weihe mit
Freude zu leben, von uns selbst befreit, wird dasselbe Licht auf die Welt ausgestrahlt wird.
Certainly we are in a world in which culture presses by all means within its reach that there is nothing more absurd than poverty, more
ridiculous than chastity, nor more unacceptable than obedience. So if the vocational crisis is present - and even more so in the framework of
consecrated life - the cultural context does nothing more than accentuate it. And yet, that same culture is not moved by the poverty of so many
human beings who live in misery, they remain in loneliness and sadness, disintegrated, without love, even though many in the midst of
abundance also live without love. .. And they are subjected without question to the market rules.
It is clear that evangelical Poverty is not misery, evangelical Chastity is not the other's evasion or fear of commitment, nor less contempt for
those who are thirsting for love. Nor is evangelical Obedience an unworthy submission. On the contrary, in the face of the search for
happiness, having as an end point to have, pleasure or power - or all together - evangelical counsels tell us justly that happiness is not directly
found, but is the result of Human, valuable, free and responsible choices, whose horizon is faith in the God of Life manifested by Jesus Christ,
the Lord.
On the other hand, we also have an intra-ecclesial and intra-congregational context, as well as the presence of the Church we represent,
which may favor or hinder the proposal of consecration to the young people. In fact, what is meant by the experience of votes is not always
transparent.
However, and if we agree, we believe that Jesus has not stopped calling. Perhaps the theme we have begun to address yesterday - authentic
life - is one of the keys that our current context needs to make the vocational proposal visible and viable as a testimony of fraternity in the faith,
a visible experience of joy, hope and acceptance Of alterity.
What do religious vows seek? Much has been written about them ... in this exhibition, we seek only a reflection that can help us. If this were
possible, we thank God!
Undoubtedly, the evangelical counsels are fruit of the contemplation of Jesus Christ and his way of life: chaste, poor, obedient. But we must
not lose sight of how Jesus lived these dimensions and the meaning he gave them: choice for the Kingdom, love without limits, total surrender
to the Father and brothers.
What attracted you most from life, personality, the choices of Jesus of Nazareth? Certainly not the objective and isolated fact of chastity,
poverty and obedience, but the significance of the whole of his life.
If we contemplate the Lord, he emphasizes first of all his freedom (Jn 4: 5 ff., Lk 7: 36ff), his authority (Mk 1,27), his simplicity and affectivity
(Lk 10: 21ff), his wisdom, His love merciful and demanding (Lc 9,23 ss, Lc 14, 25 fs). His way of welcoming the other, of looking into the eyes,
the willingness to receive it in his heart (Mk 5,24ff, Lk 18, 18ff). Amazed by the communication of Jesus, he always openly communicates the
Kingdom with his gestures, with his words, He is the communication of the Gift of God! Impacts his deep gaze that does not seek to inquire or
evaluate, but to understand and welcome (Lk 18,35 ss). For Jesus there are no anonymous faces (Mark 5: 30ff, Luke 19: 1ff).
There are concrete people with their sufferings on their backs, their sins and deviations, their needs and miseries ... and precisely this is what
most attracts their Heart full of Mercy (Lk 15). Also his energetic defense of the true Will of God, whom he calls Father, facing so much
disfigurement and abuse of those who pretend to speak or command in his Name (Mt 23, 13-36; Lk 13,10 ff).
No one can compare with his freedom, as no one can compare with his ability to follow the voice or silence of the Father.
They made fun of him by calling him a "eunuch," and he himself was charged with pointing out the greatest value: for the Kingdom of Heaven,
and whoever can understand, understand! , Because to be able to understand "this language" (Mt 19.12) is a gift of God.
If Jesus was passionate about the Kingdom, this means that his fundamental choice, which obviously includes his celibate lifestyle, also points
to the definitive, eschatological reality. Recall a particular passage, when they set a trap for Jesus who denied the resurrection and he
answers: "In this world men and women marry, but those who are judged worthy to participate in the future world and the resurrection, do not
They will marry They can no longer die, because they are like angels and are sons of God, being children of the resurrection "(Lk 20, 34ff).
So we understand the vows as a sign to make present the Kingdom of God, to announce it by putting as testimony the most valuable we have
received: our life in its communicable totality. We are called to communicate the sublime message of the Kingdom, it is Kerigma from
corporeality, verbal and non-verbal language, to the attitudes of availability that characterized Jesus.
This sublimity needs to be grasped by the world and in some way it is also called to respond. They should be like a great announcement to
"counter current" that awakens questions about the sense of the same, that interpete, that causes. Our goal is obviously the positive response,
the approach, the complete kerigma.
Just as the commandments, in their prohibitive aspect, point to a value, as well as the vows. Although they represent a clear renunciation, they
fundamentally denote a positive option based on faith. The world should find in the significance of the vows what it seeks so much: peace, joy,
justice, truth ... as that Eucharistic prayer says in his intercession for the Church:
"Open our eyes that we may know the needs of the brethren;
Inspire us with words and deeds to comfort those who are weary and burdened;
May we serve you with sincerity, following the example and command of Christ.
May your Church be a living testimony of truth and freedom, of peace and justice,
So that all men may be encouraged with new hope. "
So we must recover the importance of the significance of the votes, both for those who live and for their environment. Because religious vows
authentically lived - as we saw yesterday - they acquire in Jesus the value of signs of the Kingdom, such as cures, miracles and miracles.
This significance has as its correlate the search for meaning: they invite reflection, they raise questions about what they indicate. No one is
exempt from this search for meaning. We count on this. Always, by being a person, with whom we meet, you will be thirsty for this sense ...
and we have found it!
Already Viktor Frankl affirmed how the ultimate meaning of human life lies in an option that is not given in personal satisfaction:
"Personally, I think that man does not focus his concern on any internal condition, such as internal balance, but rather on something
or someone outside, in the world: it may be something or someone to serve or the couple to the That he loves, and, if he really loves
that couple, he will not use it as an instrument to satisfy his needs.
Thus, human existence - while not distorting itself - is always directed towards something or someone, different from oneself, either
to find meaning or to reach a loving encounter.
Man is characterized in the first instance by his "search for meaning" rather than the "search for himself".
It is a great challenge for every Christian, and for the consecrated life in particular, to offer the world with its living testimony and the explicit
announcement precisely that deep that the world seeks in other ways: the meaning of their own lives. If our life is authentic, if we allow
ourselves to be constantly transformed by the Light of the Lord and live our consecration with joy, stripped of ourselves, that same Light is
radiated to the world.