Compendio Parque Arqueologico de Facatativa PDF
Compendio Parque Arqueologico de Facatativa PDF
Compendio Parque Arqueologico de Facatativa PDF
Alcalda Municipal
de Facatativ
Secretara de
Cultura y Juventud
les mirada
ltip s
,m
oz
v
Una
Programa Integral de
Interpetacin del Parque
Arqueolgico de Facatativ
Compendio documental del
Parque Arqueolgico de Facatativ
Insumo para su interpretacin integral
en el marco de la fase 1 del
Programa Integral de Interpetacin
del Parque Arqueolgico de Facatativ
v
Pedro Arguello Garca / Lic. en C. S.- Antroplogo
Una
Programa Integral de
Interpetacin del Parque
Junio de 2011 Arqueolgico de Facatativ
Contenido 6 Introduccin / Sinopsis / Lnea de tiempo
21 2. Marcando el territorio
Las piedras pintadas
Arte rupestre / Pinturas rupestres en Facatativ
E
honor entre las deidades menores de su mitologa. sentara un boho como los que vi Quesada en el
n las inmediaciones de Facatativ a muy
Es un arroyuelo que penetra calladamente bajo un valle de los alczares, contruccin que podra ser-
corta distancia del poblado, se encuentran
enorme bloque abovedado, se explaya en remanso vir para museo, y diseminadas por todo el paraje,
las llamadas piedras de Tunja, conde-
y aparece al lado opuesto en forma de cascada. entre plazoletas bordeadas de vegetacin, estatuas
nadas a desaparecer muy pronto si la autoridad a
de piedra que recordaran a los hroes y a los dioses
quien corresponde no se preocupa por impedir el En este terreno debera contruirse un parque para chibchas.
destrozo que en ellas hacen a diario el taladro, y la adorno de la ciudad y de la sabana entera, donde
pica de los canteros. pudieramos conservar de una manera adecuada Si esta idea se llevara a cabo, tendriamos verda-
Y sin embargo estas piedras deberan ser miradas y artstica lo poco que an nos queda del pueblo deramente un parque magnfico, un lugar de estu-
con inters y cuidadas con esmero, pues aparte de chibcha, el tercero por su cultura y adelanto, entre dio a la par que de solaz y esparcimiento, digno
la agreste belleza del sitio, ellas fueron testigo de las naciones indgenas de Amrica. de cualquier pas civilizado, a donde acudiramos
acontecimientos importantes para el pas. con placer atraidos por doble incentivo: la belleza
Imagnese lo que sera este recinto rodeado de r- del paisaje y la poesa de la leyenda.
En efecto estas breas presenciaron el fn de una boles y protejido por una estacada estilo chibcha,
dinastia y la ruina de un pueblo. Aqu existi una con su prado natural esmaltado de flores y som- Jos Miguel Rosales,
fortaleza de los chibchas, segn lo cuentan los his- breado por bosquecillos de gaques, salvios y arra- Semanario Ilustrado El Grfico,
toriadores de la poca. En este lugar estuvo Jim- Abril 27 de 1912
nez de Quesada con parte de su ejrcito en per-
secucin del Bogot, y aqu pereci trgicamente
Tisquesusa, a quien un soldado hiri sin conocerlo,
en medio del tumulto del combate.
Las piedras son imponentes por su magnitud y pin-
torescas por su forma y colocacin en medio de la
ladera. Algunas hay que encierran recintos amu-
rallados y estrechos pasadizos, como obra de c-
clopes; en otras se abren amplias concavidades a
guisa de cavernas; otra ostenta todava jeroglficos
chibchas, que al ser decifrados vendran a tradu-
cirse quiz en piadosa leyenda u oracin fnebre
escrita por algn jeque en honor del ltimo de sus
Las piedras de Tunja,
reyes. tan interesantes en
nuestra historia por su
Tambin debi ser este paraje adoratorio indgena. estrecha relacin con el
periodo chibcha.
Sabido es que los chibchas adoraban a sus dioses Dibujo de
entre las rocas, entre las selvas y a orilla de las Moreno Otero, 1912
A
cien aos de haberse escrito la nota de Jos donde miles de personas lo aprovechaban, especial- tural, cultural y arqueolgico, no solo de Facatativ
Miguel Rosales (1912), publicada en el Se- mente, para actividades al aire libre y la realizacin sino de toda la Nacin.
manario Ilustrado El Grfico (transcrita en de asados, piquetes o el tradicional paseo de olla.
la pgina anterior), vale hacer una reflexin sobre Estas prcticas, producto de erradas administracio- Aunque muchas de las versiones o explicaciones
algunos de sus visionarios apuntes. nes (Colcultura, CAR, ICANH, Ministerio de Cultura) que se han dado (y se siguen dando) sobre este si-
que no respetaron la naturaleza y funcin original tio, referentes, por ejemplo, a la caprichosa forma-
En aquella poca el terreno de las entonces llama- del parque, llevaron finalmente al grave deterioro cin y disposicin de sus piedras, los autores de sus
das piedras de Tunja hacia parte de varias fincas de la mayor parte de su arte rupestre. pinturas rupestres, o su calidad como escenario de
privadas, sin embargo ya era considerado un lugar ritos y asiento de la cultura muisca y de sus lderes
significativo, asociado con muchas historias y le- Hoy da, el Parque est a cargo de la administra- en un pasado remoto, parecen corresponder ms a
yendas que daban cuenta del pasado prehispnico cin municipal de Facatativ, quien en cabeza del imaginarios que a verdaderos hechos histricos o
de la regin y que habia que protejer pues se encon- Alcalde Oscar Snchez, de sus Secretarios de Cul- de difcil comprobacin mediante la revisin de
traba en peligro por la explotacin de sus piedras tura, Luisa Fernanda Aguirre, y Desarrollo, Carlos documentos de archivo o estudios cientficos, este
para labores de canteria. Rogelio Bolvar, y con la participacin activa de lugar se constituye hoy da (tal como lo imagin
varios sectores de la comunidad, esta retomando Rosales en 1912) en un poderoso referente e hito
Desde aquella poca, e incluso mucho antes (p. ej. el manejo del parque tendiendo hacia su vocacin en que es posible disfrutar e interpretar de manera
durante la comisin corogrfica entre 1850-1859) original, esto es, la consolidacin de un lugar para vivencial y con un saldo pedaggico el pasado na-
sus grandes bloques ptreos llamaron la atencin la contemplacin, el disfrute y contacto con la na- tural y cultural de la regin, o como diria el mismo
de viajeros y cientficos. La ptina de la historia y turaleza y la prctica de actividades culturales ms Rosales: acudir con placer atraidos por su doble
la tradicin oral fueron adems dotando este lugar acordes con su entorno natural y ms concientes de incentivo: la belleza del paisaje y la poesa de la
de significacin cultural al asociarse con la existen- su valor como verdadero lugar del patrimonio na- leyenda.
cia de tesoros indgenas, leyendas del diablo o la
tragedia de la invasin espaola y el final deceso de
Tisquesusa, el ltimo gran zipa de la sabana.
Hacia la interpretacin integral del serie de actividades que no slo permitirn la con- Fase 2
Parque Arqueolgico de Facatativ servacin de este y su patrimonio, sino propiciar su Diseo, elaboracin y montaje de elementos (va-
valoracin a travs de la educacin patrimonial y llas y plegable) para el Sendero de Interpretacin
En 2009 a travs de un comodato, el Ministerio de su reconocimiento como un espacio para la prctica del Parque Arqueolgico y las Estaciones de Inter-
Cultura cedi la administracin del Parque Arqueo- del turismo cultural y ecolgico con saldo pedag- pertacin de la cultura muisca.
lgico Piedras del Tunjo a la Alcalda de Facatativ. gico y como lugar de la memoria donde se potencia Implementacin y talleres para socializar el pro-
Desde ese momento la administracin ha realizado la identidad y el reconocimiento social de la Na- grama de interpetacin.
una serie de actividades en pro de la recuperacin cin pluritnica y multicultural que representa la
del parque y del patrimonio inserto en l, as como Colombia de hoy.
en desarrollar actividades encaminadas a fortalecer La compilacin documental
Este programa comprende bsicamente 2 fases las
la educacin patrimonial a travs del grupo de vi- cuales tienen una serie de actividades que permiten De acuerdo con la Carta para la Interpretacin y
gas del patrimonio. apoyar los compromisos adquiridos por la Alcalda Presentacin de Sitios de Patrimonio Cultural,
A pesar de la realizacin de estas actividades, el de Facatativ a travs del Comodato firmado con el (ICOMOS, 2008) los programas de interpretacin de
programa educativo que a la vez sirve para forta- Ministerio de Cultura (2009), las metas del Plan de un sitio patrimonial entre otras actividades deben:
lecer la actividad turstica, presenta una serie de Desarrollo Renovacin en serio para Facatativ
problemas cuya principal causa es la variedad de 2008-2011 y las recomendaciones del Plan de Ma- 1. Mostrar un abanico de la informacin existen-
versiones y visiones que existen y que se cuentan nejo del Parque (ICANH, 2005) : te, oral y escrita, basada en evidencias materiales,
al visitante acerca del parque y del patrimonio con- tradiciones y significados atribuidos al sitio patri-
centrado en l (cmo se formaron las piedras, qu Fase 1 monial. Las fuentes de informacin se deben docu-
significan sus pinturas, qu hacian all los muiscas, Compilacin documental sobre el Parque Arque- mentar, archivar y hacer accesibles al pblico.
etc.), todas estas sin correponder con informacin lgico de Facatativ
de fuentes documentales debidamente sustentadas. Elaboracin de guiones curatoriales para su inter-
pretacin y guianza
A esto hay que sumarle que cada grupo de guianza
(vigas del patrimonio, informadores tursticos de la
Secretara de Desarrollo y otros), reinterpreta estas
versiones haciendo an mas confuso su discurso, y
generando desinformacin en los visitantes.
Teniendo en cuenta el inters que ha mostrado la
Alcalda a travs de dos de sus secretaras (Cultu-
ra y Desarrollo Econmico) en generar estrategias
para la recuperacin y uso adecuado del parque, se Estudiantes y turistas
presenta este documento como insumo inicial del visitando e interpretando
el Parque arqueolgico
Programa Integral de Interpretacin del Parque de Facatativ a travs del
Arqueolgico Piedras del Tunjo (propuesto por Sendero de interpretacin
y el discurso de los guas.
Diego Martnez Celis, Sandra Mendoza Lafaurie y Fotomontaje de
lvaro Botiva Contreras, 2011) que propone una Diego Martnez Celis, 2011
Sinopsis de elementos del patrimonio cultural municipal y nacional 5. El tiempo de las piedras mticas
representados en este lugar. Los muiscas
Este compendio consta de 9 captulos que, en paralelo
con una lnea de tiempo geolgico y cultural para la Sa- Los grupos indgenas que encontraron los espaoles du-
bana de Bogot, intentan mostrar el panorama actual del 3. Facatativ, al final de la llanura rante su invasin a mediados del siglo XVI a lo que hoy es
conocimiento sobre aspectos relacionados con el territorio El origen de las piedras y su entorno la sabana de Bogot tenan un amplio control sobre este
y diversos elementos naturales y culturales contenidos en territorio. Algunas fuentes resaltan la importancia de Faca-
el Parque Arqueolgico de Facatativ, a partir de estudios La ubicacin y aparentemente caprichosa disposicin y tativ como escenario del aniquilamiento de su mximo
en geologa, biologa, medioambiente, historia, arqueolo- forma de la grandes piedras presentes en el Parque Ar- lder el zipa Tisquesusa. Sin embargo no hay suficientes
ga, arte rupestre y tradicin oral entre otros. Al final de queolgico de Facatativ han sido por siglos motivo de pruebas para asegurar que esta regin y en especfico el
cada captulo se encuentra un listado con la bibliografa aprovechamiento, admiracin, asombro, cuestionamien- sector de las piedras del Parque Arqueolgico, haya sido
referida. to, contemplacin o disfrute. En este captulo se resean un lugar de especial significacin ni que all se hubiera
los resultados de investigaciones en geografa, geologa, asentado el cercado del zipa. Igualmente estos grupos
biologa y medioambiente que dan cuenta del porqu de negaron ante los los cronistas ser los artifices de las pintu-
1. El lugar de las piedras la ubicacin y forma de estas piedras en este sector de ras rupestres, de las que sin embargo guardaban especial
El contexto regional la sabana de Bogot (al final de la llanura), pero sobre significacin al relacionarlas con su pasado mtico y con
todo, del contexto geogrfico y medioambiental que po- sus deidades. En este captulo se expone un panorama
El Parque Arqueolgico de Facatativ est localizado en
sibilit que estos espacios fueran habitados y signados general sobre los muiscas a partir de las primeras croni-
el municipio de Facatativ, en el departamento de Cun-
por el ser humano desde algn momento de los ltimos cas que registraron los espaoles.
dinamarca en el extremo noroccidental de la sabana de
12.000 aos.
Bogot y comprende aproximadamente 27 hectreas don-
de se pueden encontrar abrigos rocosos, pintura rupestre
y paisajes con gran riqueza visual y medioambiental. Se
4. Al abrigo de las piedras 6. El silencio de las piedras
encuentra a una altura de 2.600 metros sobre el nivel del
mar, ubicado a 1.150 metros al nordeste de la plaza de
Los primeros pobladores El dominio de la espada y de la cruz
Facatativ (en el lmite noroccidental del casco urbano) y
Con el mejoramiento de las condiciones climticas en la Durante la colonia, el establecimiento espaol impuso a
a 40 km de Bogot.
sabana de Bogot, hace aproximadamente 12.000 aos, los indgenas muiscas de la sabana de Bogot un nue-
se inicia el poblamiento humano en esta regin. Adems vo orden que perme todos los mbitos de su cultura. La
de los ricos y diversos recursos naturales, el paisaje ofre- reduccin y congregacin en pueblos de indios, la adap-
2. Marcando el territorio
ca a estos grupos humanos un abrigo a la sombra de las tacin a nuevos modelos polticos y de produccin y la
Las piedras pintadas grandes piedras, como las presentes en el Parque Ar- conversin a la religin catlica, por medio de la espada y
Ms que el carcter medioambiental o la imponencia de queolgico de Facatativ, desde donde fue posible iniciar de la cruz, termin por modificar, desvirtuar o anular su tra-
los grandes bloques y abrigos rocosos presentes en el la apropiacin y aprovechamiento del territorio mediante dicional sistema de creencias. Los espacios que pudieron
Parque Arqueolgico de Facatativ, es la existencia de la caza, la recoleccin y posteriormente la agricultura. En ser escenario de rituales o tener algn tipo de significacin
cientos de pinturas rupestres de origen prehispnico lo este captulo se resean las principales investigaciones simblica o religiosa para los indgenas, de acuerdo a su
que le ha otorgado una especial significacin cultural a arqueolgicas que han dado cuenta del paso del hombre particular cosmovisin, fueron satanizados por los espa-
este espacio como importante referente del pasado abori- por la Sabana de Bogot, con especial nfasis en su fran- oles y considerados como lugares de idolatra que de-
gen de la regin. En este captulo se introduce al concepto co noroccidental y en particular en la regin de Facatativ. ban ser evitados o destruidos. De esta manera surgieron
de arte rupestre que, junto con las piedras en que se halla Esto desde el denominado periodo precermico, pasando imaginarios, como los mitos y las leyendas, por medio de
inscrito, su entorno paisajstico y su memoria asociada por el peridoHerrera, hasta el establecimiento de los gru- las cuales se intent relacionar los sitios con arte rupestre
(historia y tradicin oral), constituyen el conjunto indivisible pos de habla chibcha tambin conocidos como muiscas. rupestre con la presencia del diablo (como encarnacin
del mal), o que estos fueron producto de sus obras, tergi- nificaciones que dan a este lugar algunas comunidades
versndose, interrumpindose y perdindose para siem- indgenas (y otras que han venido autoreconocindose
pre el sentido y significado original del mensaje plasmado como tales), que suman nuevas formas de interpretarlo
sobre las piedras. atribuyndole incluso connotaciones espirituales. Todas
estas maneras de ver son importantes porque aportan a la
valoracin, y por ende a la preservacin, de este importan-
te espacio del patrimonio cultural de Colombia como pas
7. El redescubrimiento de las piedras
pluritnico y multicultural.
La reivindicacin del pasado indgena
Era Mesozoica
Periodo Cretsico
65 millones de aos
Era Cenozoica
Facatativ, al final de la llanura Periodo Cuaternario
El origen de las piedras y su entorno -pocas Pleistoceno y Holoceno-
Contexto territorial / Historia natural 2.5 millones de aos - El presente
Periodo Precermico
12.000 a.p - 3.000 .a.P
Periodo Herrera
Al abrigo de las piedras 3.000 a. p. - 800 d.C.
Los primeros pobladores Periodo muisca
Peridos precermico, Herrera y muisca 800 d.C. - 1600 d.C.
Se encuentra a una altura de 2.600 metros sobre el nivel del mar, ubicado a 1.150 me-
tros al nordeste de la plaza de Facatativ (en el lmite noroccidental del casco urbano)
y a 40 km de Bogot.
Colombia
Departamento
de Cundinamarca
NA
Municipio de Facatativ
AGDALE
Casco
urbano Parque
Arqueolgico
EL RO M
SABANA DE BOGOT
VA L L E D
Bogot. D.C.
Localizacin del municipio de Facatativ en el contexto de la sabana de Bogot y su relacin con el occidente de Cundinamarca Diego Martnez Celis. Mapa base. Google Maps.
Municipio de Facatativ
Casco
Parque
urbano Arqueolgico
SABANA DE BOGOT
Bogot. D.C.
Localizacin del Parque arqueolgico en relacin con el rea urbana de Facatativ Diego Martnez Celis. Mapa base. Google Maps.
Casco
urbano Parque
Arqueolgico
SABANA DE BOGOT
Bogot. D.C.
Batalln de comunicaciones
Parqueaderos
Lago
Porteria
Rotonda
Parqueaderos
rea del Parque arqueolgico Piedras del Tunjo en Facatativ Fotografia satelital. Google Earth, 2011
vista area del casco urbano de Facatativ y su relacin con el Parque arqueolgico Fotografia tomada del periodico Nuestra Identidad, No. 15, julio de 2010. Alcalda de Facatativ.
Levantamiento topogrfico del Parque arqueolgico Piedras del Tunjo en Facatativ. CAR, febrero de 1975.
Mapa de orientacin del Parque Arqueolgico Piedras del Tunjo en Facatativ. Jos Fernando Gmez -CAR, 2005. (Reposa en la caseta de administracin del Parque)
Se conoce como petroglifo a una imagen que ha sido gra- Es muy comn encontrar pequeos hoyos oradados en
bada en la superficies rocosas (del griego petros: piedra las rocas (cpulas) o lneas resultado del pulimento de al-
y griphein: grabar). Tambin conocidas como grabados guna herramienta (afiladores), muchos de ellos son obra
rupestres, estas manifestaciones fueron elaboradas al humana y aunque para nosotros no parezcan representar
sustraer material de la superficie rocosa con instrumentos algo, tambin se consideran en el estudio del arte rupes-
de una dureza superior. Para lograrlo, el antiguo ejecutor tre, pues son una importante fuente de datos acerca de la
pudo utilizar punteros de piedra u otros elementos elabo- forma de vida de los antiguos habitantes de nuestro terri-
rados especficamente para tal fin, pero no es frecuente torio.(Martnez y Botiva, 2002).
hallar herramientas de este tipo que se puedan asociar
con algn sitio rupestre. Lo comn, en cambio, ha sido Esta modalidad de arte rupestre no se encuentra en el
encontrar fragmentos de roca tallada (lascas) que podran Parque Arqueolgico de Facatativ
evidenciar que los instrumentos se realizaban en el mismo
Pinturas rupestres o pictografas los petroglifos, las pinturas se presentan desde aisladas
en motivos individuales hasta entreveradas y superpues-
Las pictografas (del latn pictum: relativo a pintar, y del tas en complejas composiciones. Algunas veces han sido
griego grapho: trazar) son grafismos realizados sobre las trazadas sobre una superficie previamente preparada
rocas mediante la aplicacin de pigmentos. con una capa de pintura roja o naranja. (Martnez y Botiva,
2002).
Mejor conocida como pintura rupestre, esta modalidad de
arte rupestre se caracteriza por utilizar en su preparacin Esta modalidad de arte rupestre es la que se encuentra en
sustancias minerales (xidos de hierro, manganeso, ci- cerca de 60 murales o agrupaciones de pinturas en el Par-
nabrio, carbn, arcillas), animales (sangre, huevos, gra- que Arqueolgico de Facatativ, especialmente en color
sas) o vegetales (grasas, colorantes). Diversas mezclas rojo, aunque tambin se han encontrado algunos vestigios
se llevaron a cabo para obtener pigmentos que van desde de pigmento blanco y negro.
el negro hasta el blanco, pasando por una amplia gama de
rojos ocre, naranjas y amarillos.
Sitios con arte rupestre. con propsitos de investigacin o de manejo y gestin de Escala 5. El paisaje: El arte rupestre, como huella o vesti-
De los motivos a los paisajes estos lugares como patrimonio cultural. gio del paso o establecimiento del hombre en el pasado se
encuentra hoy da inscrito en un territorio que se reconoce
En trminos generales el arte rupestre, considerado como La definicin de lo que se entiende por sitio rupestre no cambiante, esto es que ha estado expuesto a mltiples
marcas, imgenes o smbolos, se encuentra grabado o es simplemente un asunto nominal o formal, por cuanto el transformaciones tanto por procesos naturales como por
pintado sobre superfcies rocosas naturales de carcter trmino encierra en si mismo la extensin de terreno que la intervencin del hombre. En dicho territorio confluyen
inmueble, ya sean bloques errticos, abrigos y paredes contiene o esta relacionado con el emplazamiento rocoso de manera integrada los eventos naturales y la accin
rocosas, cuevas o afloramientos superficiales. que posee los motivos rupestres. En su nominacin estn que el hombre ha ejercido sobre ste. La identificacin del
implcitas tambin las relaciones que se pueden percibir territorio, es decir la mirada o la interpretacin que se hace
Estas manifestaciones y las superfcies que las soportan entre estos lugares con su entorno, lo cual se podra sinte- sobre este constituye el paisaje.
se encuentran, la mayora de las veces, fijas en el mismo tizar en la definicin de las reas de influencia con miras,
emplazamiento en que fueron realizadas por sus artfices no solo a su manejo como sitios patrimoniales, sino a su Se puede entender el paisaje como la sntesis entre lo
originales, los cuales debieron escoger estos sitios de ma- comprensin como evidencia o fenmeno que significa fsico, lo biolgico y lo cultural, como una manifestacin
nera intencional y con propsitos especficos. Este empla- culturalmente a un territorio. de la diversidad del espacio geogrfico que se constitu-
zamiento fijo implica una relacin ntima con el medioam- ye en elemento de identidad territorial y el resultado de la
biente circundante, su entorno y en general con el paisaje Se expone a continuacin la caracterizacin de los ele- relacin sensible del individuo con su entorno percibido
en que se inscribe. mentos constitutivos, a manera de escalas de anlisis, (Mata, 2006 en Biel-Ibaez, 2009).
que aportan a la definicin de lo que puede considerarse
Esta relacin no solo manifiesta la condicin fsica del en- como un sitio rupestre: El Convenio Europeo del Paisaje (Florencia,Italia, 2000)
torno como contenedor del soporte ptreo sino que dadas lo define como cualquier parte del territorio tal como la
las caractersticas simblicas del arte rupestre, implica Escala 1. Motivo rupestre: son las marcas de origen an- percibe la poblacin, cuyo carcter sea el resultado de la
tambin una relacin estrecha con la significacin que trpico, pintadas o grabadas, que son percibidas por el accin y la interaccin de factores naturales y/o humanos;
de este entorno debieron tener sus artfices. El significado hombre contemporneo como formas o diseos rupestres de esta manera se puede entender el territorio como una
original de estas manifestaciones no solo est implcito en singulares (IFRAO). unidad que es el resultado de la convivencia entre lo na-
las pinturas o grabados mismos sino que tambin hace tural y lo humano, esto implica una concepcin dinmica
parte integral de esta significacin las relaciones entre mo- Escala 2. El panel: Es la seccin, cara o pared de una del paisaje, donde su situacin actual es la sntesis de la
tivos (como composicin grfica en un mismo conjunto o superficie o emplazamiento rocoso en que se encuentran superposicin de los diversos momentos histricos que
panel), su posicin en el muro o totalidad de la roca, la plasmados los motivos pintados o grabados. se han vivido en l. Esta lectura ampla la capacidad sim-
localizacin de esta en un entorno natural y las relaciones blica del paisaje ya que lo interpreta desde sus valores
de este emplazamiento en un territorio ya sea geogrfico Escala 3. Emplazamiento rocoso: es la entidad ptrea naturalistas pero tambin desde su entendimiento como
(fsico) o simblico ms amplio. o superficie rocosa que soporta los motivos o paneles ru- documento histrico (Biel-Ibaez, 2009).
pestres. Este puede ser un bloque errtico, un abrigo, una
Los sitios rupestres han sido considerados como los luga- pared rocosa o un afloramiento superficial. Los sitios con arte rupestre, como huella y evidencia ma-
res donde se encuentran las pinturas o grabados rupes- terial del pasado humano plasmado en la roca, relaciona-
tres. Sin embargo el concepto de sitio (tambin entendido Escala 4. El entorno: Entendido como el conjunto de todo dos con un entorno (natural y/o humanizado) y enclavados
como yacimiento) se utiliza indiscriminadamente para re- aquello que rodea al emplazamiento rocoso, puede ser en un territorio particular pueden constituirse en si mismo
ferir desde un abrigo, pared, cueva o roca individual (p.e. caracterizado por sus condiciones fsicas naturales (geo- como paisajes culturales. Este concepto implica que estos
Piedra de la rana, Piedra de Aipe, etc.) hasta un conjunto grficas o medioambientales) o socio-culturales (usos del sitios no se pueden seguir viendo como simples eventos
amplio de estos (p.e. Arte rupestre del Parque arqueolgi- suelo actual o en el pasado. P.e. refugio, asentamiento, aislados sin conexin con el presente, como simples ra-
co de Facatativ, Piedras de Chivonegro, etc.). Este con- entorno urbano o rural, agrcola, explotacin minera, va rezas u objetos arqueolgicos carentes de sentido y de
cepto parece definir unidades que han sido diferenciadas de comunicacin, parque arqueolgico, etc.)*. contexto*. Su calidad inmueble y su emplazamiento (que
la mayora de las veces coincide con el original en el que De esta manera, los sitios rupestres deben entenderse hoy de su reconocimiento como eventos culturales complejos,
se plasmaron las pinturas y grabados), lo constituyen en da en toda su complejidad espacial, de lo micro (los mo- los cuales devienen del pasado al presente manteniendo
un hito geogrfico, histrico y cultural que da cuenta de las tivos) a lo macro (el paisaje), para lograr, mediante esta parte de la carga simblica y la significacin del territorio
relaciones que con el territorio tuvo el hombre del pasado identificacin, no solo su delimitacin fsica con miras a ob- indgena implcita en su condicin de permanencia in situ.
y que en el presente nos indica las dinmicas cambiantes tener datos cuantificables o estadsticos, sino como parte
que han configurado el territorio tal como lo percibimos
hoy.
Pintura rupestre primitivos o poco evolucionados; hasta la necesidad de contexto permiti su elaboracin, llegar a suponer lo que
de una impronta de mano.
Parque Las Poma, Soacha.
plasmar complejos lenguajes con contenidos de carcter buscaba plasmar el artista, es una empresa difcil. Incluso,
Diego Martnez Celis, 2002 universal. algunos investigadores proponen que ante la dificultad de
tener acceso a los contextos de elaboracin, que seran
Estas manifestaciones no son obra del azar ni expresiones los que dan al arte la significacin misma, es imposible
carentes de destreza tcnica o esttica. Son una expre- una traduccin cultural en nuestros propios trminos y por
sin particular de creatividad, un sistema grfico de comu- tanto llegar a una explicacin adecuada del significado.
nicacin que representa aspectos de la manera de pensar Actualmente, y a tono con la teora del origen neurofisiol-
de los pueblos precolombinos, de sus relaciones sociales gico del arte rupestre, muchas de las explicaciones sobre
y con el medio ambiente en el cual se desarrollaron. estas manifestaciones plantean su elaboracin en contex-
tos rituales presididos por chamanes y por tanto con un
Una de las explicaciones que ms aceptacin ha tenido resultado del arte con contenido mgico. De esta manera
en los ltimos tiempos es la que plantea un origen neuro- las representaciones rupestres estaran compuestas de
Quin realiz el arte rupestre? fisiolgico a partir de la reaccin producida por sustancias creencias en seres sobrenaturales, en otros mundos no
psicotrpicas. Segn esta teora, la ingestin de narcti- completamente humanos y en relaciones csmicas. Sin
Lastimosamente en la mayora de los casos, de todo el cos presentes en plantas tales como el yag permite la embargo, estas explicaciones son insatisfactorias debido
proceso y contexto que rodea la elaboracin del arte ru- observacin de determinadas figuras denominadas fosfe- principalmente a la imposibilidad de probar si lo que est
pestre slo queda el resultado (las pinturas o los graba- nos, las cuales son comnmente representadas en el arte representado es efectivamente lo que el investigador su-
dos). Al igual que con la poca de elaboracin (datacin), rupestre y en el arte indgena en general. De esta manera, pone que es (Martnez y Botiva, 2002).
es muy difcil determinar quin o qu sociedad hizo las las representaciones artsticas tendran su origen en con-
pinturas o petroglifos, cuntas personas intervinieron en textos rituales y la mayora de las figuras procederan de
la elaboracin de un mural, cunto tiempo demoraron ha- alucinaciones a las cuales posteriormente se les asigna
cindolo y si ello se hizo como un acto pblico o privado. un significado.
En general, los investigadores tienden a pensar que la Pudieron ser muchas y muy diversas las razones que
elaboracin del arte rupestre fue un asunto pblico, proba- tuvieron los grupos humanos para realizar las manifesta-
blemente en eventos de carcter ritual, y presididos por fi- ciones rupestres: prcticas rituales u ofrendatorias, inten-
guras tales como sacerdotes o chamanes, quienes seran ciones puramente estticas (arte por el arte), o necesidad
los mismos artistas. Tambin se supone que los sitios y vehculo de comunicacin de saberes, mitos, etc. Sin
eran posteriormente visitados y convertidos en lugares de embargo, y debido a que ya no sobreviven sus originales
enseanza y transmisin de determinados conocimientos artfices, hoy en da no es posible conocer de una manera
tales como la caza y el dilogo con los animales; razn por segura estas intenciones (Martnez y Botiva, 2002).
la cual tambin podan ser lugares de iniciacin (Martnez .
y Botiva, 2002). La espiral es un smbolo universal al que se le atribuyen gran diversidad
de significados: representacin de la vida, del movimiento cclico de la
. energa, de la rotacin de las aguas y los vientos, del pensamiento, etc. Sin
Qu significa el arte rupestre? embargo, si no se sabe quines realizaron estos grafismos rupestres, sus
Para qu se realiz el arte rupestre? intenciones o su manera de pensar,no es posible asignarle un significado
concreto. Diego Martnez Celis, 2002
Sin duda alguna, una de las preguntas ms difciles de
Sobre las razones para realizar arte rupestre, se han es- responder sobre el arte rupestre es la de su significado.
bozado diversas explicaciones que van desde la elabo- Teniendo en cuenta la imposibilidad actual de saber qu
racin por simple ocio y fantasa por parte de pueblos grupo humano realiz tal o cual figura, quin la hizo o qu
Arte rupestre en el
Parque Arqueolgico de Facatativ
Pinturas rupestres en pigmento blanco. Piedra no. 16 del Parque Arqueolgico de Facatativ
Diego Martnez Celis, 2005
Pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Diego Martnez Celis, 2000-2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Transcripcin de algunos murales con pinturas rupestres del Parque arqueolgico de Facatativ. Calcos a escala realizados en los aos 80. Autor desconocido. Trabajo de fotografa, digitalizacin y ensamblaje : Diego Martnez Celis, 2011
Retratos de los
polticos liberales
Ricardo Gaitn Obeso
Rafael Uribe Uribe y
Zenn Figueredo
(1915)
Diego Martnez Celis, 2005
Retrato de Francisco de Paula Santander (1915) Mural republicano (1915) de la llamada
Diego Martnez Celis, 2005 Piedra de los presidentes, con retratos de
prceres y polticos de la poca
Diego Martnez Celis, 2005
La sabana de Bogot.
Acerca de su geologa y medio ambiente
Geologa
Colombia Colombia
Departamento Departamento
de Cundinamarca de Cundinamarca
Facatativ Facatativ
Bogot. D.C.
Bogot. D.C.
lados desde el comienzo de la subsidencia hasta hace un de origen fluvioglacial. Estos sedimentos se vuelven ms
milln de aos, formaron suelos geolgicos, que se co- finos (arenas) hacia la parte central de la Sabana y final-
noce actualmente como la formacin Subachoque. Mien- mente se pierden donde la sedimentacin es predomi-
tras que los que se depositaron durante el ltimo milln nantemente de arcilla lacustre. Estos depsitos alternan
de aos han sido denominados como formacin Sabana. con arcillas, arcillas turbosas o turbas arcillosas y/o paleo-
(Prez Preciado,2000.) suelos; en sitios ms altos, arriba de la parte plana, se
intercalan tambin depsitos morrnicos.
El periodo Cuaternario en la Sabana de Bogot, est
En los cerros que se localizan en el extremo occidental
marcado por los cambios climticos que se dieron en el te-
de la Sabana de Bogot, principalmente predominan las
rritorio; dichos cambios consistieron bsicamente en una
rocas areniscas del Grupo Guadalupe, las cuales son pro-
sucesin de periodos fros y clidos, secos y hmedos.
pias de las partes altas de la Sabana, mientras que las
Esta variacin del clima, se vio reflejada en la regin de
rocas de grano fino (arcillas y conglomerados) tienden a
Bogot, principalmente por la extensin de los glaciares
presentarse en las partes ms bajas, como resultado del
de alta montaa (avances y retrocesos) as como en la
proceso de formacin sedimentaria. (Oscar Hernn Manri-
extensin y composicin de las formaciones vegetales.
que, 2004:20).
Las glaciaciones en la cantidad de energa solar que recibe la tierra y, stas las masas glaciares, dando fin al Pleniglacial aproximada-
a su vez estn relacionadas con las variaciones de la r- mente hace 14.000 aos A.P. (IGAC,1993:26)
La evolucin geolgica de la Sabana de Bogot bita terrestre (la excentricidad de la rbita terrestre, la obli-
fundamentalmente se caracteriza por los procesos cuidad y la precesin de los equinoccios). (IGAC,1993:12) En la ltima glaciacin o Wisconsin la temperatura des-
glaciares e interglaciares, que se registraron desde cendi en relacin con las actuales, en 10C en el norte de
el periodo Cuaternario hasta hace un milln de aos. Adems de estas causas fundamentales en el origen Europa y en Norteamrica, en las superficies ocenicas
Influyendo de manera directa en la configuracin actual de de las glaciaciones, denominadas extraterrestres, la ac- en 2.3C y en 7C en las montaas ms altas de Colom-
su relieve y de sus particulares caractersticas geolgicas tividad volcnica terrestre, la concentracin de CO2 en bia. El nivel del mar descendi (regresin) en 100 metros
(suelos), climticas y biolgicas (fauna y flora). la atmsfera, entre otros factores (IGAC,1993:15), inciden en relacin con el nivel actual. Las formaciones arbreas
directamente pero con menor relevancia en el origen de descendieron en altitud y latitud dando paso a los glacia-
Teniendo en cuenta la relevancia de las glaciaciones en este evento. res y a las formaciones vegetales de estepa. La altiplanicie
la configuracin actual de la Sabana de Bogot y de otras de Bogot estuvo cubierta por vegetacin herbcea de p-
zonas del pas, se hace pertinente conocer claramente Los principales efectos o consecuencias que produce una ramo. (IGAC,1993:26).
este proceso, sus causas y consecuencias. glaciacin son: cambio en la extensin y composicin de
la vegetacin y la fauna (en relacin a la vegetacin tam- El ltimo periodo glacial y glaciacin se consideran termi-
Las glaciaciones son una de las caractersticas aunque no
bin puede cambiar su fisionoma y su posicin en los nados hace 10.000 aos A.P. (IGAC ,1993:23).
exclusiva del periodo Cuaternario, comnmente conocido
pisos altitudinales que ocupa), alteracin en la concen-
en la literatura como la edad del hielo, durante este perio-
tracin del CO2, transferencia de materiales desde los Periodo Interglacial
do se presentaron las mayores fluctuaciones trmicas co-
polos y montaas hacia reas ms bajas, transferencia
nocidas, que han originado ciclos glaciales/interglaciales a
de agua del ocano mundial hacia los polos y montaas. Despus de este periodo glacial, hace 10.000 aos A.P, se
los que se asocian varias glaciaciones. (IGAC,1993:12)
(IGAC,1993:29) inicia el actual periodo interglacial, tambin denominado
Holoceno; gran parte de los glaciares se haban fundido o
Este periodo empez hace 1,6 millones de aos y en l
Historia reciente de las glaciaciones estaban en proceso de deglaciacin. Como consecuencia
se diferencian dos pocas, el Pleistoceno (desde hace
(ltimo ciclo interglacial). el nivel del mar ascendi y transgredi grandes reas de
1.6 millones de aos hasta hace 10.000 aos), en el que
los litorales o llanuras costeras. (IGAC,1993:26).
se registraron las ltimas glaciaciones y el Holoceno o
Periodo Glacial
interglacial actual poca en la cual el clima tom caracte-
Desde el comienzo del Holoceno las temperaturas con-
rsticas similares a las actuales. (IGAC,1993:15-16)
El comienzo del ltimo glacial ocurri hace 116.000 aos tinuaron subiendo hasta llegar a su ptimo trmico entre
Una glaciacin es el tiempo en el que bajo condiciones A.P. (Antes del Presente, 1950 fecha de referencia), cuan- los aos 7.000 y 6.000 A.P. a partir de all la tendencia
climticas glaciales (glacial: tiempo en el que las tempe- do empezaron a degradarse las condiciones bioclimticas. climtica ha sido de un enfriamiento generalizado pero os-
raturas descienden por la disminucin de la energa solar Entre 100.000 y 90.000 aos A.P. se registraron una serie cilatorio, es decir, con periodos cortos de mayor o menor
que recibe la tierra) se facilita la acumulacin y extensin de oscilaciones trmicas menores (estadiales e interes- temperatura. (IGAC,1993:27).
de masas de hielo (glaciares). (IGAC,1993:10-11) tadiales). Para los 70.000 aos A.P. se produjo el creci-
miento y formacin de los glaciares de la ltima glaciacin Una de las variaciones u oscilaciones de temperatura ms
La causa principal de una glaciacin a nivel terrestre, es la (conocida como Wisconsin en Norteamrica) y, comienza notoria y relevante en el Holoceno (interglacial actual), fue
ocurrencia de un periodo glacial. Teniendo en cuenta que el Pleniglacial. (IGAC,1993:24, 26, 34) la que se present desde comienzos del siglo XVII hasta
no todos los periodos glaciales implican una glaciacin. mediados del XIX (1850 D.C.), puesto que se registr un
(IGAC,1993:15) El periodo ms fro del Pleniglacial se registra hacia los enfriamiento atmosfrico generalizado en la Tierra y los
30.000 aos A.P., su temperatura mnima se da hace glaciares avanzaron. Este intervalo se conoce con el nom-
Por tal motivo la causa universalmente aceptada del origen 18.000 aos A.P.; desde entonces la temperatura comien- bre de Pequea Edad Glacial, Neoglacial o Pequea
de las glaciaciones est relacionada con las variaciones za a ascender provocando el retroceso generalizado de Edad del Hielo. Desde entonces hasta el presente la tem-
peratura ha aumentado en 0.7 grados centgrados. (con Durante la ltima glaciacin (Pleniglacial), la extensin de
oscilaciones) y el nivel de mar ha ascendido 12 centme- los glaciares colombianos fue de 17.109 km y ocupaban
tros. (IGAC,1993:27). alturas superiores a los 3.000 metros. IGAC (1993:34).
V o l u m e n V o l u m e n
Altura Mx. (millones de (millones de
Nevado Glaciar (m) rea (km2) m3) rea (km2) m3)
13,3 211.07
Huila 5.655 33,7 769,2
1 7.3
Tolima 5.280 8,6 112,1
5,3 61.19
Santa Isabel 5.110 27,8 586,4
9,3 148,47
Ruiz 5.400 47,5 1.248,00
23,7 234
Cocuy 5.490 148,7 4.964,00
11,1 63,455
Santa Marta 5.775 82,6 2.223,00
Total 348,9 9.902,70 63,7 723,32
Para el caso que nos ocupa sobre el occidente de la Sa- tencia, con orientacin noreste sudoeste y elevaciones fluvioglacial, aluvial y movimientos de masas. El paisaje
bana de Bogot, es importante reiterar que los procesos entre 2.560 y 3.650 metros. de terrazas altas est relacionado con la formacin Tilat
interglaciares, dieron origen a la actual composicin del y el de terrazas bajas con la formacin Sabana.
relieve, el clima y las principales caractersticas geolgi- Colinas suaves: Son pequeas serranas con relieves
cas y biolgicas (suelo, flora y fauna) de Colombia y de la redondeados formados por material muy fino y de menor Se han originado variaciones en el relieve, como conse-
zona de nuestro inters. competencia, ubicadas en el piedemonte de los cerros. cuencia de: las diferencias en la composicin litolgicas
de las unidades aflorantes y la resistencia al ataque de
Las zonas planas: Est constituida por depsitos recien- los agentes metericos. Jardn Botnico de Bogot (1998:
Geomorfologa tes, de relleno de lago y depsitos aluviales que forman un 33).
valle intramontano, plano y de gran extensin denominado
Etimolgicamente geomorfologa significa conocimiento Sabana de Bogot.
racional de las formas de la tierra. Es la disciplina cien-
tfica que tiene como objeto el reconocimiento, la clasifi- El paisaje de montaa est formado por rocas consolida-
cacin y la explicacin de las diferentes configuraciones das pertenecientes principalmente a la formacin Gua-
que presenta la superficie externa de la litosfera, de cuya dalupe. El paisaje de piedemonte fue formado por sedi- Sabana de Bogot , vista desde el
combinacin resulta el relieve terrestre. Muoz Jimnez mentos trados desde las montaas por transporte glacial, Parque arqueolgico de Facatativ.
(1993:13). Diego Martnez Celis, 2011
Zonas planas
El altiplano de la Sabana de Bogot se encuentra rodeado Cadena de montaas
Origen de las piedras del El hecho de que durante el Pleistoceno las glaciaciones de las mismas dan por hecho que tales bloques fueron
Parque Arqueolgico de Facatativ hubiesen llegado hasta las actuales Piedra del Parque de sedimentados y levantados tectnicamente, no habiendo
Facatativ, llev a algunos estudiosos a pensar que tales sido trasladados horizontalmente, de un sitio a otro por
Muchas descripciones se han hecho sobre las piedras del bloques de arenisca fueron llevados all por el empuje de efecto de los hielos pleistocnicos. Asimismo afirma que
parque geolgicas, morfolgicas, fantsticas, diablicas, los hielos superiores que descendan como lenguas de los actuales bloques separados tienen su gnesis en la
esotricas, poticas etc. Por ejemplo Francisco Mrquez las montaas cercanas. Sin embargo estudios posterio- erosin, combinada de las aguas lacustres y fluviales junto
deca: res niegan el origen de bloques errticos para las clebres con la accin de los vientos y la intemperie. (Antonio Nez
Piedras de Tunja. (Antonio Nez Jimnez ,1959:18). Jimnez, 1959:18).
Sin duda alguna que el ddalo o laberinto de gigantescos
bloques, que dejan entre s como boquerones de paso A primera vista estos bloques, por su tamao, forma y po- Al observar las piedras aparentemente se piensa que los
o abras, influy en la mentalidad de los indios que con- sicin, recuerdan a los bloques errticos de origen glaciar bloques estn desparramados sin orden ni concierto, pero
virtieron este lugar de los Andes Orientales de Colombia con los que se pueden confundir fcilmente. El hecho de al examinarlos se nota que ests alineados, de modo que
en un santuario donde practicar ciertos ritos mgicos de que los glaciares pleistocenos de la primera poca lle- las superficies planas laterales de los bloques quedan
su cultura. Ellos vieron en aquellas piedras extraas y er- gasen hasta las proximidades del emplazamiento actual ms o menos paralelas y claramente se ve que con ante-
guidas, raniformes, diramos, una distincin geogrfica en de Facatativ contribuye tambin a suponer aquel origen rioridad estos estuvieron en contacto.
aquel medio, y este carcter distintivo los llev a tener a errneo. (Jos Royo y Gmez ,1950:4)
las viejas Piedras de Tunja como lugar propicio para la
rudimentaria paleta de sus magos pintores. Los bloques Las investigaciones demuestran que la ordenacin que se
Corte geolgico de las piedras de Facatativ
de arenisca estratificada sobrepasan los 15 metros de al- observa en estas piedras y la coincidencia estratigrfica Antonio Nez Jimnez, 1952
tura, mientras que las grutas tienen hasta 5 metros de
fondo y a veces ms. (Mrquez Naez,1967:2)
Adems se pueden observar estratos semejantes de Pasadas las etapas glaciares con sus interglaciares y la
idntica arenisca y, tienen la misma forma de erosin inmediata postglaciar, el lago de la Sabana baj de nivel
en coliflor, propia de las areniscas duras de la formacin a causa, por un lado, del menor aporte de aguas por los
Guadalupe medio superior y del superior, a cuyos niveles ros y una mayor evaporacin, y por otro, que es el ms
pertenecen los estratos que afloran en esa comarca, los importante, a algunos movimientos orognicos pstumos
cuales forman una especie de mesetas y al pie de sus es- de los andinos, que plegaron e inclinaron a los estratos
carpes se encuentran grandes bloques desprendidos, que pleistocenos. (Jos Royo y Gmez,1950:9).
son los que han venido a constituir las piedras del parque.
(Jos Royo y Gmez, 1950:5) En el rea del parque se sec el fondo del lago y sus mate-
riales se meteorizaron y sufrieron durante largo tiempo la
Los promontorios que forman los afloramientos de los accin geolgica de los agentes metericos y de las aguas
estratos son planos por arriba, constituyendo terrazas o superficiales. Entonces se produjeron las tierras que cons-
rasas labradas por el antiguo lago sabanero, en las cua- tituyen un suelo antiguo, del final del Pleistoceno y princi-
les se produjeron costras limonticas laterticas, cuando pios del Holoceno o Reciente. (Jos Royo y Gmez, 1950:9)
quedaron libres de las aguas y sufrieron las inclemencias
solares y de la intemperie general. Los frentes de los aso-
mos de esos estratos muestran una superficie lisa, redon-
Piedras del parque arqueolgico de Facatativ
deada, propia del lamido de las aguas del lago, las cuales Diego Martnez Celis, 2011
excavaron la base de los acantilados y dejaron volada la
parte superior (Jos Royo y Gmez,1950:6)
Medio Ambiente a la llegada de los Elementos del Tiempo y Clima El rea donde los vientos alisios del noreste y del sures-
primeros pobladores te convergen se llama Zona de Confluencia Intertropical
Aunque comnmente se tiende a confundir clima y tiempo, (ZCIT). (IGAC, 2002:145). Esta zona, sealada como un rea
Tratar el medio ambiente a la llegada de los primeros son dos conceptos totalmente diferentes. El clima hace re- de mxima nubosidad y lluvia, rara vez aparece como una
pobladores a la Sabana de Bogot, alrededor de 12.000 ferencia a lo que sucede en la atmsfera a lo largo de banda de nubes compacta y pocas veces est centrada en
aos o recientemente hace cerca de 500 aos aos cuan- los aos; es el conjunto de las condiciones atmosfricas el Ecuador, aunque se ubica cercano a l. Su movimiento
do invaden los europeos, si bien existen serios estudios y su evolucin en una zona determinada, despus de mu- va de norte a sur y viceversa, dependiendo de la poca del
de palinologa, no deja de ser una hiptesis; para plan- chas y detalladas observaciones durante varios periodos ao. (El Espectador, 2007:70)
tearla es necesario fundamentarla en estudios del clima anuales. El tiempo es lo que sucede en la atmsfera hoy,
y la caracterizacin biolgica reciente de suelos, vegeta- maana o pasado maana y se mide observando los di- La posicin geogrfica de Colombia dentro de la ZCIT la
cin y fauna, elementos que nos permitirn obtener una ferentes elementos climticos (temperatura, precipitacin, somete a la influencia de los vientos alisios de los dos
visin retrospectiva. Recordemos que el paisaje de hoy ha velocidad y direccin del viento, nubosidad, insolacin y hemisferios, estos desempean un papel muy importante
sido ampliamente modificado con la deforestacin, la in- humedad). (IGAC, 2002:143). en el clima de Colombia. Entran al pas por el noreste y
troduccin de rboles exticos, pastos que no son nativos, sureste originando lluvias por fenmenos de conveccin
frutos tradas de todos los continentes y animales para el Los climas se establecen recopilando y analizando las ob- (movimientos ascendentes y enfriamiento de las masas
consumo de carne y leche; sin olvidar las modificaciones servaciones hechas sobre los diferentes elementos clim- de aire).
en la morfologa por carreteras, obras de infraestructura, ticos (atmosfricos), realizadas da a da durante una serie
embalses, urbanizaciones etc. de por lo menos 30 aos, para obtener una fiabilidad m- El desplazamiento de la ZCIT de manera latitudinal, (sigue
nima. El compendio de todos los datos permite establecer el movimiento aparente del sol, est en el sur en los pri-
As que los puntos a tratar como el clima, los suelos, la las distintas zonas climticas. (IGAC, 2002:143) meros meses del ao y en el extremo norte del pas entre
vegetacin y la fauna, si bien nos describen los elementos los meses de julio y agosto, con posiciones intermedias en
que los conforman y algunas de sus caractersticas, deben el resto del ao) origina dos tipos de comportamiento tem-
tomarse como un diagnstico de lo que hoy son, con el poral de las lluvias: el monomodal, el cual se caracteriza
fin de hacer una reflexin, imaginarnos como fueron en El Clima en Colombia por un periodo lluvioso seguido de uno seco, lo que ocurre
pocas pasadas, pero del periodo reciente u Holoceno, las principalmente en el norte y sur del pas y el bimodal, que
condiciones medio ambientales. Existe entre otros, principalmente dos factores que po- se caracteriza por dos periodos lluviosos intercalados con
seen un alto grado de influencia en las condiciones clim- dos secos, que se presenta en la parte central del pas.
ticas de las que goza Colombia, el primero de ellos es su (IGAC, 2002:148).
El Clima posicin geogrfica dentro de la Zona Ecuatorial y la Zona
de Convergencia Intertropical (ZCIT o ITC) y, el segundo, El relieve es el factor de mayor influencia en el condicio-
El clima, de acuerdo al autor, tiene diversas definiciones as es su particular relieve. namiento de las temperaturas del pas. Las montaas im-
para Brunet (1993) es el conjunto de los estados atmos- piden la distribucin uniforme de la radiacin solar, de la
fricos de un lugar observados sobre grandes periodos de Colombia, por su posicin geogrfica en la Zona Ecuato- presin atmosfrica y la cobertura de nubes; lo cual se
tiempo, en sus manifestaciones frecuentes, espordicas rial, no registra variaciones estacionales, la duracin del manifiesta en variaciones trmicas. Adems constituye un
y/o excepcionales, es decir referidos a una determinada da y de la noche es aproximadamente igual; recibe 12 condicionante del rgimen pluviomtrico; por un lado sirve
poca, en los que se consideran los promedios y las va- horas de radiacin solar. La variacin de las temperatu- de abrigo al actuar como obstculo a las barreras de aire y
riaciones extremas de dichos estados atmosfricos. Para ras medias anuales de un determinado lugar no presenta por otro, origina altos volmenes de precipitaciones cuan-
Sorre (1970) el clima de un lugar es la serie de estados de una importante diferencia, pero el valor de amplitud diaria do los vientos chocan con las cordilleras y las masas de
la atmsfera sobre dicho lugar, en una sucesin habitual. (diferencia de los valores de temperatura mximo diurno y aire ascienden y se condensan. (IGAC, 2002: 147-148).
Para Strahler (1978) clima es la suma de condiciones at- mnimo nocturno) es apreciable, especialmente en la re-
mosfricas para un lugar. (Citados por el IGAC,2002:143). gin Andina. (IGAC, 2002:147).
El Clima de la Sabana de Bogot siente la influencia de las montaas por el aumento de las pica, que genera horizontes o capas, producto de la alte-
lluvias debido a la velocidad del viento, presenta un clima racin del material de origen. Los factores de formacin
La zona presenta precipitaciones anuales ligeramente me- de bosque hmedo montano bajo (bh-MB), el cual se en- del suelo son cinco: clima, relieve, organismos, material
nores a los 800 milmetros hasta un poco ms de los 1000 cuentra rodeando el bosque seco Montano Bajo (bs-MB) parental y dimensin del tiempo, los cuales no son estti-
milmetros, con periodos secos entre diciembre - marzo y de la Sabana de Bogot. cos, sino dinmicos.
junio - septiembre. Existen dos estaciones lluviosas defi-
nidas; una de marzo a junio y otra de octubre a diciembre. Esta formacin tiene una temperatura media entre 12 y 18 La accin de estos factores y de los procesos sobre los
(Jardn Botnico de Bogot Jos Celestino Mutis , 1998:31). grados centgrados, un promedio anual de lluvias de 500 materiales de origen, de acuerdo con el predominio y la
a 1.000 milmetros y pertenece a la Provincia de Humedad intensidad de estos y aquellos, forman capas, que se de-
De acuerdo con la Clasificacin de Thorthwaite en la Sa-
subhmedo. Se halla ms o menos de 2.000 a 3.000 me- nominan horizontes, y su conjunto, perfil de suelos. (IGAC,
bana de Bogot, existen cuatro zonas climticas, que se
tros de altitud con variaciones de acuerdo a las condicio- 2002:162)
pueden observar en la siguiente figura: la zona semirida
nes locales. (IGAC,1977:120)
(de color fucsia), la zona semiseca (de color azul oscuro),
Suelos de la Sabana de Bogot.
semihmeda (de color amarillo) rea que pertenece a toda
En la Sabana de Bogot y alrededores se reconocen dos
la planicie de la Sabana y ligeramente hmeda (de color
estaciones hmedas que alternan con dos estaciones se- Segn el estudio del Jardn Botnico de Bogot (1998:35),
rojo). As, se presentan las principales caractersticas de
cas. Las estaciones hmedas se presentan en abril - mayo los suelos de la Sabana de Bogot son producto de la se-
cada una de ellas. (Jardn Botnico de Bogot Jos Celestino
y octubre-noviembre. Las temperaturas promedio son ms dimentacin de materiales transportados que se estable-
Mutis, 1998:31).
bajas durante los meses secos y ms altas durante los cieron en las partes ms planas, de la presencia de ceni-
Para la Sabana de Bogot, con aproximadamente 2.550 a meses de lluvia. Esto depende principalmente del hecho zas volcnicas en las laderas de las colinas y montaas y
2700 metros de altitud, el promedio anual de temperatura de que la radiacin solar durante la noche es mucho ms en algunos sectores se originan del material geolgico.
es de 14C. Teniendo en cuenta que por cada 100 metros grande si no hay cubierta de nubes. (Van der Hammen y Gon-
de elevacin existe una disminucin de la temperatura de zlez, 1963:206) En las zonas de pendientes fuertes donde el clima es se-
0.6C. (IGAC, 1980:23). mirido y hay escasez de vegetacin los suelos son po-
bres en nutrientes y superficiales. En donde existe vege-
Las temperaturas son un poco clidas durante el da y Caracterizacin biolgica: suelo, vegetacin y fauna tacin relictual los suelos son ricos en nutrientes, aunque
fras durante la noche. En ocasiones esta variabilidad con un pH bajo, debido a las precipitaciones altas. En las
brusca de temperatura provoca la presencia de heladas El Suelo zonas ms planas el principal problema es la fluctuacin
y escarchas, especialmente en los meses ms secos de del nivel fretico, que afecta la disponibilidad de nutrien-
fines de diciembre y enero y menos frecuentes en julio El suelo se define como un cuerpo natural compuesto de tes, adems de la presencia de horizontes arcillosos que
agosto. (IGAC, 1980:23). slidos (materia mineral y orgnica), lquidos y gases, que limitan el drenaje, la profundidad radicular y disminuyen la
ocurren sobre la superficie de la tierra; ocupa un espacio actividad de organismos.
El clima de la Sabana de Bogot es muy variado e ines- y est caracterizado por tener horizontes o capas diferen-
table debido a su piso trmico sub pramo. Se clasifica tes del material de origen, como resultado de adiciones, Suelos de Sabana Occidente y del Municipio de Faca-
como fresco a sub - hmedo tropical, y el de las monta- prdidas, transferencias y transformaciones de energa y tativ
as vecinas como fresco a fro hmedo tropical. (IGAC, materia. En general, la mayor proporcin del componente
1980:22). slido de los suelos es material mineral y en menor por- Los suelos del municipio de Facatativa estn distribuidos
centaje orgnico. as: en la zona plana (suelos aluviales), en la mediana-
El Clima de Facatativ mente quebrada y piedemonte (fluviolacustres) y en la
El suelo se forma (pedognesis) como respuesta de los montaosa (sedimentarios marinos). Las pendientes va-
El municipio de Facatativ por encontrarse en el borde del materiales geolgicos y/o de las formaciones superficiales ran entre 1 a 7% en la zona plana, entre 7 a 12% en las
escarpe hacia el Valle del Ro Magdalena o pie de monte, a los diferentes factores ambientales y a la accin antr- laderas y colinas y de 12 a 50% en la zona montaosa.
Los suelos de la zona plana van de superficiales a lige- dado que su descripcin y utilizacin est encaminada El material parental se considera derivado de arcillas sedi-
ramente profundos, con eventuales problemas de salini- para el planeamiento regional, conservacin de suelos y mentarias, sobre las cuales se ha depositado un manto de
dad en reas con drenaje natural moderado, o sea, con uso adecuado de la tierra, lo cual se sale del objetivo de arena fina proveniente de las partes altas de las colinas.
encharcamientos temporales debidos a las lluvias. Tienen este estudio, por lo tanto se har referencia nicamente a Posiblemente en el desarrollo de los suelos han influido
alta retencin de agua con permeabilidad baja. El nivel de las asociaciones y series que tienen que ver terrenos de varios cambios climticos que determinaron la formacin
fertilidad es de moderado a alto. Las concentraciones de Facatativa de un horizonte orgnico que ms tarde fue lixiviado o tal
bases totales son bajas a moderadas y las concentracio- vez sepultado por el manto coluvial. (IGAC,1980:38)
nes de calcio y magnesio son bajas, pH cido. Pueden Asociacin Tibaitat Zipaquir Corzo (TZ). Se encuen-
presentar cenizas volcnicas, encharcamientos y horizon- tran a una altitud aproximada de 2.600 msnm comprende Asociacin Facatativa Cabrera Esta constituida princi-
tes arglicos (Inceptisoles - Alfisoles). un rea superficial de 50.873 hectreas. Por lo general palmente por suelos de la Serie Facatativ, se localiza en
estos suelos se localizan en planicies, mientras que los las colinas del sector Occidental de la Sabana de Bogot,
Los suelos de pendiente moderada tienen una profundi- de la serie Corzo se localizan sobre abanicos delticos o entre los 2500 y 3000 m.s.n.m. (IGAC, 1980:46)
dad efectiva superficial. Estn bien drenados, se presen- aluviales. (IGAC, 1980: 30).
tan erosiones puntuales de ligeras a moderadas. Tienen Vegetacin
retencin de agua de baja a moderada con permeabilidad
moderada. El nivel de fertilidad es bajo; teniendo en cuen- Serie Tibaitat. Esta se localiza sobre la planicie lacus- Para tratar este tema, a continuacin se retoman textual-
ta que el contenido de materia orgnica, de bases totales, tre en una superficie bastante extensa y continua, optima mente una serie de conceptos sobre la vegetacin del Pro-
de calcio y de magnesio es bajo, pH cido. Pueden pre- desde el punto de vista agrcola IGAC (1980:62) Esta serie tocolo Distrital de Restauracin Ecolgica. Bogot D.C.
sentar cenizas volcnicas, encharcamientos en las zonas de suelos es de topografa plana, con pendiente menor del Departamento Tcnico Administrativo del Medio Ambiente
de drenaje natural y horizontes arglicos (Inceptisoles - Al- 1%, en la mayora de los casos con drenaje moderado, (DAMA), por lo que se hace necesario e importante definir
fisoles). no estn sujetos a inundaciones, por hallarse en un nivel algunos trminos:
superior a la planicie de inundacin; no obstante, es posi-
Los suelos de relieve escarpado presentan erosin de mo- ble que se encuentren algunas inclusiones de suelos ms Vegetacin nativa: Es aquella cuya presencia dentro del
derada a fuerte. Su profundidad efectiva es superficial. El bajos que si pueden sufrir encharcamientos peridicos. territorio se remonta a antes de la conquista europea, gra-
drenaje natural es excesivo. La retencin de aguas es de cias a ello, cuenta con una adaptacin a las condiciones
moderada a excesiva, con permeabilidad muy lenta a mo- Serie Facatativ. Corresponde a suelos bien drenados lo- ecolgicas locales que le permiten sostener sus funciones
derada. El nivel de fertilidad es bajo. calizados sobre colinas, en relieve de quebrado a ondula- de mantenimiento, crecimiento, reproduccin y variabili-
do (IGAC, 1980: 128) dad, sin subsidio directo del hombre.
Los suelos de la Sabana de Bogot corresponden a la
Cuenca Alta del Ro Bogot se extiende desde el naci- Especie: Es el conjunto de seres vivos que pueden espon-
Asociacin Bojac (BJ) El relieve de sus suelos es com-
miento de este ro en el Norte (Villapinzn), hasta el p- tneamente reproducirse entre s, intercambiando genes
plejo, encontrndose sectores ondulados con pendientes
ramo de Sumapaz en el Sur. En el Oriente esta enmar- para producir descendencia frtil y viable.
de 3 7 12%, y quebrados con pendientes de 12 25
cada por las cimas de las montaas que constituyen la
50%, se localiza entre 2.680 y 2.800 msnm, y comprende
separacin de las aguas de los Llanos Orientales y, en Poblacin: Es el conjunto de individuos pertenecientes a
27.100 hectreas. (IGAC,1980:37)
el Occidente est separada de la parte baja, por un cor- una misma especie que habitan en un rea determinada,
dn de montaas que unen las poblaciones de Facatativa, pudiendo efectivamente intercambiar genes y reproducir-
Subachoque y Pradera, escarpe que es paralelo al Ro El clima de esta asociacin parece ser el ms seco y con se entre s.
Magdalena. (IGAC,1980:IX - 1). las lluvias distribuidas muy irregularmente. La precipitacin
oscila entre 600 y 800 mm al ao, con una temperatura de Comunidad vegetal o fitocenosis: Es la Interacciones y
Son tantas las unidades de suelos de la Sabana de Bo- 14 grados centgrados, aproximadamente, y con mucha dinmica del conjunto de distintas poblaciones vegetales
got que se estudian a nivel de asociaciones de series, brisa que influye notoriamente en la erosin elica. que coexisten en un rea determinada.
Flora: Es la composicin de la vegetacin por especies. A lo largo de una ecoclina unas especies se hacen ms En la figura se muestra el modelo de ecoclina vertical de la
Asociacin de especies: Son las comunidades domina- abundantes, mientras otras disminuyen y en ciertos puntos Sabana de Bogot, con los tipos de vegetacin potencial,
das por dos o ms poblaciones. estn unas y otras se ausentan; rara vez se ve un cambio es decir, como si toda la ecoclina estuviera en su estado
abrupto de un metro al siguiente, pero en los extremos de primario (una ecloclina as se denomina clisere). En esta
Consociacin de especies: Son las comunidades con una la ecoclina la vegetacin puede ser totalmente distinta (sin ecoclina distinguimos tres formaciones vegetales (tipos por
sola poblacin dominante. especies en comn). El segmento de la ecoclina en que fisionoma): el bosque altoandino, seguido hacia arriba por
se verifica un cambio de un ecosistema a otro estructural el subpramo y el pramo. As, si alguna de las laderas de
Fisionoma: Es el aspecto que la vegetacin asume como y funcionalmente bien distinto se denomina ecotono (ej: la los Cerros se hubiera preservado hasta nuestros das, la
resultado de la combinacin de biotipos (hierbas, arbus- zona de transicin del bosque altoandino al subpramo); veramos aproximadamente como la figura insina.
tos, lianas, rboles, etc,). en el ecotono dos comunidades vegetales se intergradan
en el espacio, dando una paso a la otra.
Formaciones vegetales: Se definen mediante la descrip-
cin fisionmica de la comunidad, segn los biotipos que
la conforman. Ecoclina de la Sabana
En la Sabana de Bogot existe una ecoclina vertical (que
es la principal) y dos ecoclinas transversales (de textura
Vegetacin de la Sabana de Bogot y del Municipio de del suelo (edfica) y de humedad atmosfrica).
Facatativa
La ecoclina vertical se da a travs de un gradiente altitudi-
La forma ms sencilla de obtener una visin general sobre nal variado, el cual se esquematiza en figura 1 gradiente
la vegetacin nativa de la Sabana de Bogot y por supues- ambiental complejo. Este gradiente va de zonas altas,
to del municipio Facatativa, es mediante un ecoclina. Un fras, atmosfricamente hmedas y suelos bien drenados
cambio gradual en la composicin florstica de la comuni- a zonas bajas, clidas, atmosfricamente secas y suelos
Serie de tipos primarios de vegetacin sobre el gradiente altitudinal
dad de un punto en el espacio a otro es una cenoclina. mal drenados. Los dos principales ambientales de este Fuente. Departamento Tcnico Administrativo del Medio Ambiente (DAMA). Protocolo.
gradiente son la temperatura (que vara cerca de un grado Distrital de Restauracin Ecolgica. Bogot D.C.
Un cambio gradual de uno o ms factores ambientales centgrado por cada 100 metros de altura) y el drenaje del
(luz, humedad, temperatura, etc.) de un punto en el espa- suelo, siendo este ltimo la expresin compuesta de textu- En las partes bajas juncales y matorrales pantanosos al-
cio a otro se denomina gradiente ambiental. Con frecuen- ra, estructura, pendiente y nivel fretico. ternaran con rodales de alisos en todas las vegas, cu-
cia se aprecia cmo la vegetacin del ambiente a travs briendo la mayor parte del altiplano, los pies de las lade-
de un eje espacial, es acompaada reflejada por una va- ras y las colinas que emergen del altiplano, con suelos un
riacin en la composicin de la comunidad sobre el mismo tanto mejor drenados (pero pesados) estaran cubiertas
eje: esto es una cenoclina sobre un gradiente ambiental, de un soberbio bosque de cedros, entre los que se en-
lo cual se denomina ecoclina. contraran gregies (manchones) de pino romern, nogal y
chuwac, con abundancia de tbares y salvio negro hacia
Una ecoclina puede ser vista como un gradiente espacial las caadas.
de ambientes diferenciales, sobre el cual se distribuyen
los rangos ecofisiolgicos (preferencia de cada especie Ascendiendo por las laderas bajas, pasaramos a una
por determinadas condiciones ambientales) de las distin- transicin hacia el encenillal, a medida que los cedros se
tas poblaciones vegetales, superponindose en diversas hacen ms escasos, ms abundantes se hacen los ence-
Gradiente ambiental complejo de la ecoclina vertical
medidas, interpretndose en trminos de asociaciones de Fuente. Departamento Tcnico Administrativo del Medio Ambiente (DAMA). Protocolo
nillos. Este encenillal bajo estara mezclado con gregies de
especies. Distrital de Restauracin Ecolgica. Bogot D.C. chuwac y hacia las laderas medias, donde los suelos se
hacen ms ligeros dara paso al encenillal tpico. El ence- mayor cobertura (cubren ms) y producen cambios en el guasqn Diplostephium rosmarinifolium
nillal tpico es una consociacin de encenillos con gaque, ambiente que promueven el avance de la sucesin. Guayabo Myrcianthes rhopaloides
Gurrubo Solanum lycioides
chucharo, chusque y trompillo como principales subdomi-
Hayuelo Dodonaea viscosa
nantes. En las laderas ms altas, en atmsferas muy fras En el siguiente cuadro muestra el listado de las especies Huesito Geiissanthus andinus
y hmedas, los chucharos y trompillos son reemplazados dinamogenticas nativas de la Sabana, en orden alfabti- Hueso Myrcianthes rhopaloides
por el canelo (o aj de pramo). Este encenillal es mucho co segn su nombre cientfico y nombre comn. jome Esptorium angustifolium
ms rico en uvas de monte y pega moscos (Ericceas), laurel dorado Ocotea sercea
laurel hojipequeo Myrica parvifolia
pues de hecho est ante la transicin del lmite superior Especies nativas de la sabana
mano de oso Oreopanax floribundum
del bosque al subpramo, en donde se sita el cordn de Nombre Comn Nombre Cientfico
Mano de oso (tres dedos) Oreopanax bogotense
Ericceas. aguacatillo gigante Ocotea heterophylla
Manteco Myrsine coriaceae
aj de pramo Drimys granadensis
Manzano Clethra fimbriata
Aliso Alnus acuminata
El lmite superior del bosque es el lmite de la vegetacin Almanegra Buddleja americana
Mocua Sauraia ursina
mora de piedra Rubus bogotensis
arbrea contina (como rboles se consideran las plantas Amargoso Ageratina aristeii
mora silvestre Rubus floribundus
leosas mayores de 6 m). Este lmite se sita alrededor Arrayn Myrcianthes leucoxyla
Mortio Hesperomeles spp
Azafrn Clethra fimbriata
de los 3.200 msnm en vertientes atmosfricamente secas Nazareno Tibouchina grossa
borrachero rojo Brugmansia sangunea
y de los 3.400 msnm en las vertientes hmedas. Por en- bejuco colorado Muehlembeckia thamnifolia
oreja`e mula Ocotea sercea
palma de cera Ceroxylon andicola
cima de este lmite se extiende el subpramo, el cual, es cacao de pramo Clethra fimbriata
Pegamosco Befaria resinosa
un mosaico de arbustos y arbolitos donde cada poblacin Canelo Drimys granadensis
Quebrollo Bucquetia glutinosa
crece formando manchones de bosques enanos y mato- Carrizo, chusque Chusquea scandens
Raque Vallea stipularis
Cedro Cedrela montana
rrales de gran colorido. Rodamonte Escallonia myrtilloides
Chaque Vallea stipularis
romero ancho Pentacalia pulchellus
Charne Bucquetia glutinosa
romero blanco Diplostephium rosmarinifolium
Esta formacin se va fragmentando hacia arriba a medida Chilco Baccharis latifolia
saltn Bucquetia glutinosa
que se desintegra con el pramo, cuyo tipo distintivo es Chirlobirlo Abatia parviflora
Salvia Buddleja americana
el frailejn pajonal, vegetacin principalmente herbcea Chuscajn Chusquea weberbauerii
Salvio Cordia lanata
Chuwac Prunus buxifolia
con abundantes y densos manchones de frailejn y arbus- sietecueros de pramo Tibouchina grossa
Cocua Verbesina elegans
tos dispersos (Cuatrecasas). Colorado Polylepis quadrijuga
Susca Ocotea calophylla
Tagua Gaiadendron punctatum
Cordoncillo Piper bogotense
Tbar Escallonia paniculata
Sin embargo, esta ecoclina vertical puede verse modifica- Corono Xylosma spiculiferum
Tomatillo Solanum oblongifolium
Cortadera Cortadeira ntida
da por el cruce con las ecoclinas transversales (de textura tuno esmeraldo Miconia squamulosa
Cucharo Geissanthus andinus
del suelo (edfica) y de humedad atmosfrica). Cucharo Myrsine guianensis
ua de gato Berberis rigidifolia
uva camarona Macleania rupestris
cucharo rosado Myrsine coriaceae
uva de anis Cavendishia cordifolia
La variacin de la vegetacin a travs de estas ecoclinas Duraznillo Abatia parviflora
uva de monte Macleania rupestris
est subordinanda a la ecoclina vertical, es decir que la Encenillo Weinmannia tomentosa
uvito de pramo Gaultheria anastomosans
Espino Barnadesia spinosa
variacin transversal no es tan fuerte y representa ms Zarzamora Rubus bogotensis
espino corono Xylosma spiculiferum
bien una modificacin menor a las franjas de la ecoclina espino garbanzo Duranta mutisii
Fuente. Departamento Tcnico Administrativo del Medio Ambiente (DAMA). Protocolo
principal. Esterilla Orthosanthus chimboracensis
Distrital de Restauracin Ecolgica. Bogot D.C.
flor de mayo Vallea stipularis
extingua al llegar a los pies de los cerros, dando paso Hierbabuena Puyon Curubo Silvestre Acacia
Altamira Espino Encenillo
a un majestuoso bosque de cedros (Cedrela montana),
Cidron Casque Cerezo
que era acompaado por especies como: chuwac (Pru- Verbena Amargoso Salvio
nus buxifolia) , salvio negro (Cordia lanata), raque (Vallea Moradita Borrachero Chilco
stipularis), espino corono (Duranta muttisii), arrayn (Myr- Totes Helechos Aliso
cianthes leucoxyla) , garrocho (Viburnum spp) , entre otros Ruda Coral Lama
Arboloco Musgo
y que al ir ascendiendo por la montaa daran paso a los
Tibar Mortino
bosques de encenillos (Weinmannia tomentosa), gaques
(Clusia multiflora), cucharos (Myrsine guianensis), canelo
(Drimys granadensis) y mano de oso (Oreopanax floribun-
dum). Alcada Mayor de Bogot D. C. Secretara Distrital
de Ambiente (2008: 41)
Vegetacin actual
en el parque arqueolgico de Facatativ
Diego Martnez Celis, 2011
Sntesis sobre la historia natural de la baj su nivel de aguas sustancialmente a finales del Ple- indican un crecimiento de la deforestacin de la Sabana
Sabana de Bogot* niglacial Medio, 40.000 a 28.000 aos atrs, para secarse que corresponde con una disminucin del bosque y un
totalmente entre 32.000 y 28.000 aos antes del presen- marcado aumento de gramneas; este episodio de dismi-
La Sabana de Bogot est localizada en la Cordillera te (4:175). Posteriormente, en el Pleniglacial Superior, entre nucin del bosque es atribuido a las poblaciones nativas
Oriental de los Andes colombianos a una altura entre los 24.000 y 21.000 aos antes del presente, se presenta un quienes comenzaron sus prcticas agrcolas en especial
2540 y 2600 metros sobre el nivel del mar. La Sabana periodo hmedo y se forman pequeas lagunas en la Sa- la agricultura del maz (4:76). A principios de nuestra era, la
constituye una enorme altiplanicie de unos 935 km2 (1:31) bana para luego secarse nuevamente durante un periodo vegetacin predominante cambi a especies de clima ms
que se extiende a travs de varios municipios del departa- seco y fro entre 21.000 y 14.000 antes del presente, que seco indicando una disminucin en la precipitacin. Otro
mento de Cundinamarca. Por el flanco oriental, la Sabana coincide con la mayor expansin de los glaciares en Norte periodo seco de inters ocurri hacia el 700 AP (4:226).
est rodeada por una cadena montaosa que alcanza una Amrica (4:176).
altura de 3500 metros. Por el occidental, la sabana tiene *Tomado de Boada Rivas, Ana Mara (2006: 21,22)
fcil acceso a las tierras bajas del valle del ro Magdalena Las reconstrucciones climticas de los ltimos 14.000 aos
y a una gran variedad de climas y zonas de diversidad son las ms relevantes para esta investigacin porque es
ecolgica en pocas horas. La temperatura promedio en el periodo en el que hay evidencias de ocupacin huma- Notas
la Sabana es de 13 C y la precipitacin vara entre 721 na y estos cambios climticos fueron fundamentales en el
1. Instituto Geogrfico Agustn Codazzi- (IGAC) 1984. Estudio regional integrado
mm a 894 mm anuales dependiendo de la zona. As por proceso de adaptacin de las sociedades humanas que del altiplano Cundiboyacense, Sabana de Bogot. Bogot: Instituto Geogrfico
ejemplo, la precipitacin anual en el rea de estudio vara ocuparon el altiplano. En el periodo Tardiglaciar (14.000 Agustn Codazzi.
2. Van der Hammen , T.; Werner, J.H. y Van Dommelen, H. 1973. Palynological Re-
entre 721 mm y 819 mm (1:6-7). Hay dos estaciones lluviosas 10.000 A.P.) la temperatura media aument aunque el cord of the Upheaval of the Northern Andes: a Study of the Pliocene and Lower
en la Sabana: una entre marzo y mayo y una segunda clima era ms fro y ms hmedo que el actual y estas Quaternary of the Colombian Eastern Cordilera and the Early Evolution of its
High-Andean Biota. Review of Paleobotany and Palynology 16:1-122.
ms intensa entre septiembre y noviembre. Las estacio- condiciones mantuvieron una vegetacin de bosque mon- 3. Helmens, K.F. Neogene Quaternary Geology of the High Plain of Bogot, Eastern
nes secas se extienden de diciembre a febrero y de junio tano hmedo. En este periodo hubo dos interestadiales Cordillera, Colombia (stratigraphy, paleoenvironments and landscape evolu-
tion). Berlin/Stuttgart: Reprinted from Dissertationes Botanicae. J. Crarmer (in
a agosto. (1:6-7). ms clidos, durante los cuales el lmite del bosque subi der Gebruder Borntraeger Vertagsbuchhandlung). 163:202
hasta los 3.200 metros (4:71). En el 11.000 AP, el clima se 4. Van der Hammen, Thomas. Historia, Ecologa y vegetacin. Bogot: Fondo Fen,
Corporacin Colombiana para la Amazona, Araracuara (COA) y Fondeo de
El altiplano de Bogot comenz a formarse despus del enfro rpidamente, los glaciares se extendieron y el bos- Promocin de la Cultura del Banco Popular. Bogot 1992
levantamiento de los Andes del norte ocurrido entre 5 y 3 que se redujo. A lo largo del Holoceno, hacia el 10.000 5. Van Geel, B. y T Van der Hammen. 173. Upper Quaternary vegetation and climatic
sequence of the fuquene area(Easern cordillera, colombia). Palaeogeogr, Pa-
millones de aos atrs (2:90). Posteriormente, hace unos 3.5 AP, el clima aunque fro comenz a tibiarse, el bosque as- laeoclimatol, Palaeoecol. 14: 9-92
millones de aos, comenz el desarrollo de una cuenca cendi nuevamente por encima de los 3.000 metros de
sedimentaria intermontana (3). El enfriamiento rpido del altura (4:73) y los ros comenzaron a depositar arcillas de
clima, hace unos 2.7 millones de aos, influenci la sedi- inundacin en la Sabana (3). Entre el 9000 y 7500 AP el
mentacin de la Sabana de forma fundamental. Durante clima se torn ms hmedo y clido, se registr un rpido
los ltimos 2.5 millones de aos, la Sabana de Bogot fue crecimiento del lmite del bosque y el rea fue invadida por
un lago cuyo nivel fluctu de acuerdo a los cambios cli- bosques de roble. En el perodo entre el 7500 y el 5000
mticos (4). Hace un milln de aos, la cuenca del Bogot AP hubo un enfriamiento climtico que hizo que la lnea
tuvo un reajuste tectnico que result en la formacin de del bosque descendiera nuevamente. Durante el 5000 y
un ambiente lacustre de mayor profundidad. Simultneo al el 3000 AP, las condiciones mejoraron y el bosque alcanz
proceso de hundimiento de la cuenca hubo un proceso de su nivel ms alto, unos 500 metros ms alto que el actual y
acumulacin de sedimentos lacustres y fluviales que se unos 3 grados ms caliente que la temperatura actual (4:73).
mantuvieron ms o menos en equilibrio y que tiene hoy da Despus del 3000 AP la temperatura volvi a descender,
unos 600 metros de profundidad (3). En el Pleniglacial Me- hubo un incremento de las precipitaciones que origin la
dio durante una fase de clima muy fro, hace 65.000 aos, formacin y aumento de las zonas pantanosas de vege-
el lago de la Sabana lleg a los niveles ms altos pero tacin herbcea y agua abierta. Los diagramas de polen
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En este captulo se resean las principales investigaciones arqueolgicas que han dado cuenta del paso
del hombre por la Sabana de Bogot, con especial nfasis en su franco noroccidental y en particular en
la regin de Facatativ. Esto desde el denominado periodo precermico, pasando por el peridoHerrera,
hasta el establecimiento de los grupos de habla chibcha tambin conocido como muiscas.
C omo se deduce del anterior captulo, el clima y la ve-
getacin de la Sabana de Bogot a travs del tiempo
experimentaron cambios significativos que se conocen por
altiplanicie cundboyacense por grupos de cazadores que
vivieron bajo abrigos rocosos y en campamentos al aire
libre; stos se asociaron con una etapa ltica de cazadores
los habitantes de este perodo y los Muisca, siendo ms
las diferencias que las similitudes.
los anlisis de polen procedentes de varios sitios como el recolectores (paleoindio) o precermica. Las evidencias En 1984, en Tunja con base en la tipologa cermica y su
Pramo de Sumapaz, la Laguna de los Bobos, El Abra y se han registrado en la Sabana de Bogot; al Este, en la posicin estratigrfica, se plante un perodo de transicin
Tequendama realizados por Thomas Van Der Hammen y regin del Guavio y al Occidente en la vertiente del Mag- entre la ocupacin premuisca y la Muisca, alrededor del
Gonzalo Correal Urrego (1977). dalena; en una poca de fuertes cambios climticos (del siglo VII d.C. Ya en 1937 Hernndez de Alba al excavar
final de la ltima glaciacin). el templo de Goranchacha en dicha ciudad, mencion la
Con base en lo expuesto se considera que esta regin existencia de un pueblo anterior y diferente al Muisca. Igual
debe entenderse a travs de los diversos procesos socio- El perodo precermico en la Sabana de Bogot, se ex- mente, en las dcadas de los aos 50 y 60 se seala la
culturales que se dieron dentro de una temporalidad de tiende aproximadamente desde el ao 12.400 al 3.270 posible existencia de un substrato prechibcha en la Saba-
ms de 12.000 aos y en una zona que comprende saba- A.P. Los vestigios arqueolgicos muestran una tecnoeco- na de Bogot. Al finalizar la dcada del 70 se plante con
nas, valles, montaas y vertientes. noma basada en el trabajo de la piedra para la caza, el base en la estratigrafa cultural del sitio de Tequendama la
faenado de animales de presa y la recoleccin, por grupos existencia de un perodo oscuro, vaco cultural que se ha
Por los aos sesenta del siglo pasado, Gerardo Reichel que debieron estar organizados en pequeas familias o ido llenando con estudios recientes. (Botiva, 1989: 80)
Dolmatoff (1965) formula la hiptesis segn la cual los gru- bandas. Hacia el final del perodo se presenta en Zipacn
pos de cazadores recolectores habra entrado al interior la coexistencia de patrones de subsistencia basados en la
del pas siguiendo la ruta natural formada por el corredor caza, la recoleccin vegetal y animal con prcticas agrco-
del valle del Ro Magdalena. Plante que en ciertas terra- las y adems la presencia de cermica correspondiente
zas vecinas del ro la presencia de puntas de proyectil y de a un nuevo o segundo perodo cultural denominado He- Lnea cronolgica de la regin central de Colombia:
conjuntos de instrumentos lticos podra ser testimonio de rrera. Los habitantes de este perodo quienes muy po-
Las investigaciones arqueolgicas han arrojado evidencias de ocupacin
humana en el territorio desde hace ms de 12.000 aos. Se han logrado di-
huellas de instalacin humana, al parecer muy antiguas. siblemente provenan del Valle del Magdalena fueron los ferenciar varias etapas que muestran diversos grados de desarrollo y adap-
Adems sealo la necesidad de explorar los abrigos roco- primeros alfareros de la regin quienes experimentaron la tacin al medio ambiente: desde las bandas de cazadores-recolectores, el
sos del altiplano al norte de Bogot. gradual proceso de domesticacin de plantas (horticultores), la aparicin de
agricultura y explotaron las salinas. los primeros vestigios cermicos (perodo Herrera), hasta el establecimiento
Fue Gonzalo Correal quien a partir de 1969 obtiene in- de sociedades complejas (cacicazgos muicas) y su posterior reduccin tras
Los resultados de las diversas excavaciones en la Sabana la conquista espaola.
formacin sobre los primeros habitantes que ocuparon la de Bogot no han mostrado una continuidad cultural entre Tomado de Martnez y Botiva, 2002
Mastodonte
(Pubenza, Tocaima) Crneo pintado.
(Aguazuque, Soacha) Vasija muisca Iglesia doctrinera
Horticultura
15.000 a.C 11.000 a.C. 3.000 a.C. 1.300 a.C 900 a.C 200 d.C. 800 d.C. 1.500 d.C 1.600 d.C.
La tercera ocupacin corresponde a la cultura Muisca, la Adems determinaron las caractersticas tipolgicas y cro-
cual se remonta alrededor del siglo VI d.C. Esta se exten- nolgicas de un conjunto ltico formado bsicamente por
di por una amplia zona de la cordillera Oriental desde instrumentos de chert, (slice anhidrido) cuya tcnica pre-
los actuales municipios de Fosca, Pasca (Pramo de Su- ferencial fue la percusin, para producir bordes cortantes;
mapz) y Tibacuy al sur, hasta los municipios de Onzaga, solo ocasionalmente, se utiliz la tcnica de presin para
Soat y el valle del ro Chicamocha al norte; por el oriente producir retoques secundarios a los artefactos. Se cono-
lleg hasta la vertiente de la cordillera que mira a los llanos cieron adems las caractersticas ecolgicas y adaptacio-
orientales, probablemente desde los 1.000 m.s.n.m., inclu- nes culturales, que se dieron en la Sabana de Bogot y las
yendo los municipios de Quetame, Gachal, Somondoco, diferentes pocas de ocupacin del territorio por parte de
Zotaquir y parte del Pramo de Pisba; por el occidente los primeros pobladores.
abarc una gran parte de la vertiente del Valle del Magda-
lena, desde la poblacin de Tena al Sur hasta los pramos Con los resultados de las investigaciones de Correal U.
de Chontales y Guantiva, al Norte. (Botiva,1989: 80) y Van der Hammen (1977) en los abrigos rocosos del Te-
quendama se presentan los primeros intentos de siste-
matizar la informacin sobre la etapa precermica o ltica
Evidencias de los Primeros Pobladores en Colombia. Los investigadores localizaron yacimientos
en la sabana de Bogot arqueolgicos estratificados que abarcan una secuencia
(periodo precermico) temporal que va desde finales del pleistoceno (10.920
Las primeras evidencias de ocupacin temprana en la Sa- aos A.P.), hasta aproximadamente el ao 5.000 A.P.
para las industrias lticas precermicas y entre los 2.500 Recreacin de una escena cotidiana de los primeros pobladores de la
bana de Bogot, se localizaron en abrigos naturales (Ro- sabana de Bogot. Ilustracin en el Museo arqueolgico de Guatavita
cas de Sevilla) en Tocancipa, o El Abra en la Hacienda aos A.P. y la poca de la conquista para los elementos
del mismo nombre en Zipaquir. La investigacin adelan- cermicos que corresponden a los habitantes del perodo
tada por Thommas Van Der Hammen y Gonzalo Correal; Herrera. bifacial delgada, instrumento bifiacial escotado, punta de
Thommas Van Der Hammen, L.C. Lerman (1970); y W. proyectil y raspador aquillado). En otros, se observan re-
Hurt, T. Van der Hammen y G. Correal (1976), (1977), esta- En el estrato inferior de la secuencia, depositado hace toques secundarios muy finos en el contorno y en el borde
blecieron que el desecamiento del antiguo lago sabanero aproximadamente 12.500 aos, al principio del tardiglacial, de utilizacin. (Botiva,1989:83)
debi ocurrir entre los aos 40.000 y 30.000 A.P. El periodo se encuentran vestigios de la presencia del hombre. Los
comprendido entre los 30.000 y 20.000 aos A.P., corres- pocos desperdicios de talla de piedra sealan la existencia Los restos de fauna sugieren la caza del venado en un
pondi a una poca fra con una vegetacin de pramo de campamentos de cacera de corta duracin. Alrededor alto porcentaje y, en menor proporcin, de roedores (ratn,
hmedo, poca en la cual todava no hay vestigios cultu- del dcimo milenio A.P. se evidencia la presencia estacio- cur, conejo), armadillos, zorros y perros de monte.
rales. Hacia el ao 20.000 A.P. el clima se vuelve ms fri naria del hombre por los restos de fogones y instrumentos El conjunto de evidencias demuestra que los abrigos del
an y adems muy seco. Alrededor del 12.500 aos A.P., lticos en chert de tipo Abriense, (tallados por una cara) los Tequendama estuvieron habitados durante el estadial de
el clima mejor notablemente, aument la temperatura y la cuales se caracterizan por la preparacin de un borde de El Abra por cazadores especializados que se haban adap-
humedad, la vegetacin adquiri un carcter de subpra- utilizacin por medio de la tcnica de percusin. Se supo- tado a los terrenos semiabiertos de la Sabana de Bogot.
mo y los bosques especialmente de alisos cubrieron casi ne que la zona I de ocupacin se destin para la prepara- La zona de ocupacin II, se ubica temporalmente hacia
toda la sabana. Para esta poca ya hay vestigios de la cin de las presas de caza. Otros artefactos fueron hechos el ao 8.500 A.P., all abundaron los fogones y alrededor
presencia del hombre, representados en carbn vegetal con una tcnica ms refinada Tequendamiense (tallado de ellos grandes cantidades de restos de mamferos y
y artefactos lticos, sin descartar la posible utilizacin de bifacial), empleando materiales ms densos y a veces deshechos de comida. Tambin se identific un taller de
otros materiales como madera y hueso en la fabricacin provenientes de otros lugares (Valle del Magdalena). Los artefactos lticos de tipo Abriense: perforadores, raederas,
de instrumentos. La secuencia de El Abra culmin con gru- instrumentos muestran retoques superficiales muy bien raspadores terminales y cncavos, (estos ltimos para el
pos recolectores hacia el ao 7.250 A.P. (Botiva,1989: 83). controlados, logrados mediante la tcnica de presin (hoja trabajo de la madera) lo mismo que artefactos de hueso.
cas usadas, 12 raspadores y 9 fragmentos de ncleo y 6 superpuestos y claramente diferenciados que correspon- ocupaciones, la ms antigua, bajo un abrigo rocoso (Chia
fragmentos tabulares de chert 6. Este material recuerda dieron a ocupaciones humanas, el piso inferior present III), se dio entre 7.500 y 5.000 aos A.P.
por la materia prima utilizada para su elaboracin (chert) material ltico, seo y un entierro, y el superior estaba aso-
y por la tcnica de percusin mal controlada los artefactos ciado al perodo cermico. (Botiva,1989: 88) Esta se asocia con un pequeo grupo de personas, quie-
del Abra y los de las zonas de ocupacin II y subsiguientes nes delimitaron las reas de cocina, taller, descanso y en-
del Tequendama (Gonzalo Correal U, 1981:29). La continuidad del trabajo de G. Correal (1979), ha permi- terramiento. Los artefactos lticos son de la clase Abriense.
tido la identificacin de nuevos sitios estratificados, uno En el sitio se fabricaron cuchillos y raspadores en huesos
de ellos Sueva I, se localiza en la margen derecha del ro de venado. La tipologa de los artefactos, y la economa
Juquin (vertiente del Ro Guavio), dnde bajo un abrigo de los ocupantes de Las Peitas, son similares a la que
rocoso se identificaron varias unidades de estratos cultu- tuvieron los habitantes, por la misma poca, en la zona III
rales. del Tequendama, Nemocn 4, Zipaquir y Payara II. En
estos sitios fue muy importante la recoleccin y consumo
En la unidad estratigrfica 1 se encontr una baja densi- de caracoles, complementando la dieta con venados y
dad de artefactos lticos; el estrato 2 present mayor can- otros mamferos pequeos. (Botiva,1989: 85)
tidad de instrumentos en piedra de tipo Abriense en chert
rojo muy compacto. El anlisis de C 14 arroj una fecha
de 10.090 aos A.P. la cual se asocia con el entierro de un En Cha III, se encontraron 7 entierros, todos de la mis-
joven, cuyo ajuar funerario consisti en artefactos lticos y ma poca y contemporneos con la ocupacin del sitio.
restos de mamferos. Los cuerpos fueron enterrados en posicin decbito lateral
con los miembros flejados. El ajuar funerario consisti en
La unidad estratigrfica 3 no contena elementos cultu- artefactos lticos, y restos de venado y conejo. La fecha
Excavacin del sitio arqueolgico de Tibit. Gonzalo Correal, Museo del Oro. rales; sin embargo, en el estrato 4 abundaban los instru- obtenida en el entierro 5 es de 5.040 aos A.P. Los res-
mentos lticos en chert, asociados con fogones y restos tos dentarios muestran por primera vez caries en pocas
En este sector cercano a la poblacin de Zipaquira, Silvia de fauna, los cuales fueron fechados en 6.350 aos A.P. preagrcolas.
Gutirrez y Lieselotte de Garca, (1982) buscaban hipo- En la capa vegetal erosionada se encontraron fragmentos
tticamente la continuidad de poblamiento de la Sabana cermicos y volantes de huso de tipologa Muisca. No se sabe si los habitantes de Cha III abandonaron la
de Bogot, desde el Paleoindio y a la vez una explica- Sabana o si derivaron hacia nuevas formas socioeconmi-
cin desde la arqueologa que llenara el vaco existente Es de inters la presencia de hematita especular, trans- cas en un lugar cercano. Lo cierto es que la regin qued
en la ocupacin del territorio. Realizaron excavaciones en portada por el hombre, la cual, igualmente es registrada deshabitada temporalmente.
tres municipios (Quebraditas en Zipaquir, La Loma en en Los Alpes, municipio de Gachala, (tambin en la ver-
Facatativ y Tequendama en Soacha). La excavacin en tiente del Ro Guavio). Las evidencias de los dos sitios son
Zipaquir la realizaron en el Cerro Gone de la Hacienda similares y posiblemente stos corresponden a la misma Entre los aos 5.000 - 3.000 A.P. ocurre la segunda ocupa-
Quebraditas, bajo un abrigo rocoso, con arte rupestre, en oleada de individuos. La fecha ms antigua se obtuvo bajo cin en Cha I por un grupo numricamente superior al an-
el que encontraron instrumentos lticos del precermico el abrigo rocoso de Los Alpes y corresponde al ao 9.100 terior, ste ocup un sitio a cielo abierto (terraza coluvial),
del ao 5360 A.P., cermica muisca y moderna. A.P. Botiva (1989: 84) sin vinculacin con los abrigos. Es probable que los habi-
tantes que utilizaron este nuevo patrn de asentamiento
Las excavaciones del abrigo rocoso Tequendama III, rea- Gerardo Ardila (1980 - 1981- 1984) hall nuevas evidencias (semejante al de Vistahermosa en Mosquera y Aguazuque
lizadas por las mencionadas investigadoras mostraron un lticas y cermicas en el municipio de Cha. Los cortes rea- 1 en Soacha) tambin hayan utilizado los abrigos rocosos
piso de vivienda, probablemente permanente tanto para lizados en Chia I (La Mana), con material ltico; Chia II (Las como vivienda. En Cha I tambin aparece un piso de pie-
la etapa ltica como para el perodo cermico Herrera. Peitas), con material cermico y Chia III (Las Peitas), dras fechado en 3.120 aos A.P., en un estrato superior
En este sitio tambin se encontraron dos pisos de piedra con material ltico y entierros, permitieron identificar tres con cermica del perodo Herrera. (Botiva, 1898: 86)
Los restos se encontraron cubiertos con pintura blanca asociacin estratigrfica con el sitio (MSQ 14) Vistahermo-
revestida con ocre, en ellos aparecen rasgos anatomo- sa, fechas entra 3.400 y 3.100 aos A.P. respectivamente.
patolgicos que corresponden a treponematosis (Sfilis) Para esta ltima poca s e destaca una inhumacin doble
avanzada. Tambin se registr la presencia de huecos (hombre y mujer adultos), colocados en la misma posicin
que delimitan reas circulares, que en un caso enmarcan que los de la unidad inferior, pero con el rostro hacia el
la plataforma mencionada y en otros casos aparecen inde- oeste. Tambin se encontraron huesos con pintura blanca,
pendientes de dichas estructuras, configurando cobertizos deformacin craneal fronto-occipital y huesos largos pin-
en forma de colmena. (Botiva,1989: 86) tados de rojo. Los entierros de nios muestran posicin
sedente con los miembros flejados.
La unidad 4.1 present los vestigios arqueolgicos de ma-
yor inters, fechados en 4.030 aos A.P. All se encontr Los restos de fauna pertenecen a venados, ratones, cu-
un entierro humano; los restos se hallaron cubiertos de ries, faras y comadrejas, entre los restos de peces se
pintura blanca y estn asociados con artefactos lticos de destacan el capitn y la guapucha, otros restos aparecen
la clase Abriense e instrumentos de hueso. Tambin se corresponder a batracios, (ranas), crustceos (cangrejos),
Excavacin del sitio arqueolgico de Aguazuque. Gonzalo Correal, Museo hallaron restos de crneos con bordes biselados, decora- gasterpodos y moluscos, este ltimo representado por
del Oro.
dos con incisiones rellenas de pintura blanca, delineando la especie de aguadulce (Unio pictorum) que debi servir
motivos curvilneos (volutas, crculos y lneas paralelas); como fuente de protenas y para la extraccin del coloran-
Gonzalo Correal (1986) excav en la hacienda Aguazu- sobre algunos de estos se aprecia pintura de color rojo. te plateado (Ncar).
que (municipio de Soacha) un campamento de cazadores (Botiva,1989: 86)
recolectores y pescadores al aire libre, y a la vez un com- Los artefactos lticos siguen siendo de la clase Abriense;
plejo funerario precermico. Los huesos largos recuperados, sin epfisis, muestran pin- pero se incluyen martillos de mano y cantos redados con
tura plateada y blanca sobre negro, en lneas paralelas. borde desgastado (edge ground cobbles), tradicin lti-
El asentamiento estaba resguardado de las inundaciones Esta unidad muestra un complejo funerario no definido ca similar a la de Cha I y Vistahermosa. En este sitio se
por hallarse sobre una terraza que presentaba condicio- anteriormente en Colombia para yacimiento de cazadores
nes propicias para vivir y aprovechar los recursos que recolectores; consta de 23 entierros primarios y secunda-
ofrecan los remanentes lacustres de la Sabana de Bo- rios en disposicin circular. En los primeros se incluyen
got, as como los recursos faunsticos y vegetales de los mujeres, hombres y nios, predomina el entierro doble
alrededores. Adems de campamento de cacera, el sitio en posicin lateral derecha o izquierda, con los miembros
sirvi de basurero y a la vez como cementerio. flejados. Los paquetes de huesos humanos y de animales
as como los huesos calcinados y crneos aislados sugie-
En la formacin del yacimiento se presentan 7 unidades ren la prctica del canibalismo.
estratificadas. Las unidades 1 y 2, las ms bajas, son dos
capas arenosas que culturalmente solo representan el La unidad 4.2 no muestra variaciones significativas en los
fondo del entierro inferior de la tumba doble de la unidad artefactos, restos de fauna o entierros, con relacin a las
superior. La unidad 3 es la base de la secuencia cultural; unidades superiores. En esta unidad aparecen las plata-
en esta se registraron fogones rellenos de ceniza, carbn, formas circulares de color rojo con huecos rellenos de pie-
restos de fauna (venado, roedores, caracoles terrestres, dras areniscas angulares y huesos de venados.
moluscos de agua dulce y crustceos), artefactos lticos,
pesas para redes de pesca, plataformas concntricas con Las unidades 5.1 y 5.2 incluan fogones, construcciones de
huecos perifricos, entierros primarios, secundarios y una planta oval identificadas por huecos de postes, entierros Restos seos de crneos con decoracin pintada del sitio Aguazuque.
tumba de pozo doble, sobre una plataforma apisonada. primarios y secundarios. A stos se les puede signar, por Gonzalo Correal, Museo Nacional de Colombia.
registraron punzones de hueso reconocidos tambin en plazamientos entre esta parte del altiplano y el Valle del
Vistahermosa y pesas circulares bicnicas para redes de Magdalena.
pesca, elaboradas en cantos rodados de arenisca. La capa
solamente contiene pequeos trozos de carbn vestal y Muchas otras investigaciones sobre el paleoindio o pre-
unos pocos fragmentos cermicos del perodo Muisca. La cermico se han adelantado en la Sabana de Bogot y
unidad 7, la ms alta, presenta cermica moderna, vidrio y la altiplanicie, si bien son importantes por los aportes so-
tiestos definidos para el perodo Muisca. bre el poblamiento de la regin, el conocimiento del me-
dio ambiente, el instrumental ltico, la distribucin de las
Los restos seos de Aguazuque ya descritos presentan ocupaciones, la adaptacin al medio ambiente, as como
rasgos ya descritos para etapas precramicas en Colom- la temporalidad de las mismas, solo se har mencin a
bia, tales como la dolicocefalia, atricin dentaria, progna- algunas de ellas por no estar en la zona de inters de este
tismo alveolar moderado, pmulos luc teniente desarro- trabajo:
llados etc.; es importante destacar cmo por medio de los
estudios paleopatolgicos se han identificado en los restos
Gonzalo Correal (1979), investig otro sitio de la etapa pa-
seos de este sitio lesiones luticas (sfilis). (Botiva,1989:
leoindia en los abrigos rocosos de Nemocn 4 al norte de
87).
la Sabana de Bogot.
Entre las investigaciones arqueolgicas sobre el precer- Poco antes de ao 7735 A.P., la permanencia en el sitio El periodo Herrera
mico ms cercanas al sector de inters, es decir de Faca- fue ms regular, siendo an estacional. Los ocupantes
tativa, encontramos el trabajo de Mara Victoria Palacios de esta fase efectuaron acondicionamientos del espacio Definir o precisar cuando comienza y termina este perodo
(1972), quien excav en las colinas del Alto de La Cruz, habitado, realizando un apisonado con materiales trados cultural es complicado, la asociacin de instrumentos lti-
cerca de Bojac (Cundinamarca). Encontr esqueletos del exterior. Segn las acumulaciones de los vestigios, se cos y vasijas de barro cocido como uno de los indicadores
humanos cuyos crneos fueron definidos como dolico- pudo discernir la existencia de estructuras de habitacin de los perodos ltico y cermico, de cazadores y recolec-
cfalos, con un ndice promedio de 66.8%, por lo cual delimitadas por los calados de piedras en forma circular. tores, de agricultores, es muy difcil. Lo que s es claro en
la investigadora supuso contemporaneidad con la etapa Hacia 5000 BP, es evidente que la terraza no fue ocupada sitios como Galindo y Zipacn entre otros, es la aparicin
precermica. Tambin encontr asociacin con artefactos por los mismos grupos que vivieron en los sitios de Agua- de elementos culturales de un nuevo perodo, al que se le
lticos, trabajados por percusin y retocados por presin. zupe (Soacha) y Checua (Nemocn), donde se comienzan denomin Herrera. Este se asocia con ocupaciones pos-
Adems registr instrumentos de hueso (agujas, un cuchi- a encontrare restos que indican el aprovechamiento de los teriores a las de los cazadores recolectores. Luego de un
llo y un pulidor). Los artefactos y los restos de fauna los re- recursos lacustres. En Galindo, se produjo el abandono largo perodo en el cual el altiplano Cundiboyacense, estu-
lacion con actividades de caza y recoleccin. (Botiva,1989: del lugar, para ser nuevamente ocupado por grupos ms vo ocupado por grupos de cazadores-recolectores, se ini-
87) tardos agro-alfareros del Perodo Herrera y perodos ms ciaron las primeras manifestaciones agrcolas y utilizacin
recientes. de la cermica en la Sabana de Bogot y sus alrededores.
Otro sitio arqueolgico de mucho inters es el de Galindo Grupos ms estables, que podran ser los mismos habi-
investigado por Mara Pinto Nolla (2003), se encuentra en Durante la excavacin se pudo establecer que la terraza tantes de antes cambiando su modo de vida u otros gru-
el occidente de Bogot en la finca del mismo nombre, en fue utilizada para realizar actividades como la produccin pos venidos de regiones vecinas, se instalaron en terrazas
el Municipio de Bojac - Cundinamarca, siendo uno de de objetos lticos. La parte alta de la colina les ofreci ya- naturales donde practicaron una horticultura incipiente, su
los sitios arqueolgico pre cermico relativamente cerca cimientos de materia prima utilizada para la talla. Las con- rgimen alimenticio se bas ms en la recoleccin de ve-
de Facatativa. clusiones que se pudieron extraer del anlisis del material getales que en las actividades de cacera a estos tiempos
ltico del sitio, permiten considerar la existencia de dos se les da el nombre de etapa Arcaica. (Pinto Nolla,2003: 48)
En los paisajes de colinas y de terrazas que podran ofre- cadenas operatorias de produccin en un sistema tcnico.
cer lugares protegidos de las inundaciones durante el Cada producto o unidad de trabajo es independiente de Los primeros grupos cermicos del altiplano Cundiboya-
Pleistoceno y los inicios del Holoceno, se localiz el sitio los otros, es un sistema tcnico abstracto, sin predetermi- cense, correspondientes al periodo conocido como Herre-
Galindo, siendo la ocupacin ms antigua en hbitat a cie- nacin de los productos finales, adems varios productos ra, practicaron la agricultura incipiente y como pauta para
lo abierto del Precermico. El descubrimiento de este sitio de talla fueron utilizados tal cual. (Pinto Nolla, 2003: 197)
y los anlisis realizados complementan los conocimientos
sobre los grupos de cazadores recolectores de la Sabana Las investigaciones del sitio Galindo plantean que tanto Fragmento de vasija
globular tipo Mosquera
de Bogot. la habitacin en los abrigos rocosos como en estaciones Rojo Triturada (periodo
abiertas fueron ocupados simultneamente, al menos des- Herrera), encontrada
En el sitio arqueolgico se determin la existencia de cua- de 9000 aos en razn del aprovechamiento de los recur- en Zipacn.
Correal y Pinto, 1983.
tro ocupaciones sucesivas. Los cazadores-recolectores sos en zonas vecinas de los reductos lacustres y una parte
realizaron incursiones en estas terrazas naturales desde y de otra, del desarrollo de actividades en regiones donde
8745 BP, al mismo tiempo que ocuparon los abrigos ro- los abrigos rocosos no existan. Es probable que hacia el
cosos del altiplano. Las dos primeras estadas en el sitio ao 5.000 A. P., los grupos de cazadores recolectores del
fueron muy temporales. Las poblaciones nmadas que all altiplano Cundiboyacense hayan preferido los sitios a cielo
vivieron, no aprovecharon los recursos disponibles en los abierto indicando as un proceso de sedentarizacin
antiguos reductos lacustres de la regin. stas venan al
lugar para consumir mamferos y patos, muy comunes en
la zona. (Pinto Nolla, 2003: 197)
establecerse ocuparon sitios sobre colinas, reas abiertas En el abrigo rocoso Zipacn 1 situado al Noreste de la
y abrigos rocosos. Estos grupos sedentarios aprovecharon cabecera del municipio del mismo nombre, a una altura
los recursos naturales que les bridaban los diferentes pi- de 2.550 m. de sobre el nivel del mar, se pudo comprobar
sos trmicos, hay evidencias encontradas en sitios de zo- de acuerdo con las evidencias arqueolgicas obtenidas, la
nas localizadas en el clima clido cercanas al valle del ro existencia de un complejo cermico, ltico y paleontolgico
Magdalena como Guaduero 1 y Salcedo 2 (Hernndez C- cuya antigedad (lmite inferior de la capa 1), pudo esta-
ceres de Fulleda 1989); en el piso trmico templado hmedo blecerse mediante anlisis de carbono catorce, en 3.270
de Cachipay, el sitio Tocarema 5 en Cundinamarca, (Pea A..P. (Correal Urrego y Pinto Nolla, 1983: 180)
1991a); y en las dos vertientes del ro Guavio en Ubal y
en el Valle de Tenza en Boyac; en el piso trmico fro, en Cuando se deposit la unidad estratigrfica (capa 1), la
el altiplano Cundiboyacense, en el que estn localizados vegetacin predominante, como lo muestra el estudio pa-
la mayora de sitios Herrera y en Tausa en el pramo de linolgico, corresponde al bosque andino. En cuanto a las Excavaciones arqueolgicas en Zipacn.
Guerrero en Payar II (Rivera 1992). (Pinto Nolla, 2003: 48) condiciones climticas generales, los registros palinolgi- Correal y Pinto, 1983
cos basados en secuencias de la laguna de los Bobos y
en la cordillera central (Ruz) muestran hacia el ao 2.700
Segn Cardale (1988) el Periodo Herrera se caracteriza por
A.P. un perodo de enfriamiento (van der Hammen 1979). lice anhdrido), y la tcnica empleada en la elaboracin de
el estilo cermico ms antiguo desarrollado en el altiplano
La presencia de gramneas con granos de un tamao muy stos, es la percusin simple. Correal Urrego y Pinto Nolla
Cundiboyacense entre el precermico tardo y el Periodo
reducido, sugiere que corresponden a maz (zea Mays). (1983: 181)
Muisca. Se han excavado alrededor de cincuenta sitios
La existencia de este grano es adems confirmada por el
estratificados con tipos cermicos Herrera, distribuidos en
hallazgo de raquis de esta planta, dentro de la capa 1. La supervivencia de estas tcnicas de elaboracin de ar-
todo el altiplano Cundiboyacense.
tefactos, ya ha sido sealada hasta tiempos agrcolas y
Prcticas agrcolas tambin son evidentes a travs de la cermicos, en sitios como el Tequendama 1 (Correal, van
Los tipos cermicos denominados Mosquera Roca Tritu- presencia de batata (Ipomea batata). A su vez el registro der Hammen 1977:177) donde en la zona de ocupacin IV
rada y Mosquera Rojo Inciso (con influencia de la tcni- de este tubrculo junto con aguacate (Persea americana fechada en 2.225 35 B.P., se encontraron artefactos de
ca de la cermica del valle del Magdalena), son los carac- Mill), muestra movimientos efectuados por grupos prehis- tipo abriense, instrumentos cortantes, junto con raspado-
tersticos el Perodo Herrera del Altiplano Cundiboyacense pnicos entre los pisos trmicos clidos o templados y la res terminales y cncavos; Ardila (M.S.1981) describe para
anterior a los Muisca. La cermica de este perodo con altiplanicie fra de Bogot. (Correal Urrego y Pinto Nolla, 1983: el sitio Cha 2 artefactos abrienses y cermica que incluye
diferencias locales se ha identificado en lo que fue el te- 181) tipos premuiscas (Mosquera Rojo Inciso, Mosquera Roca
rritorio Muisca y en los alrededores como en el Valle del Triturada, Zipaquir Desgrasante de Tiestos y Cha, 1) fe-
Magdalena al suroccidente y Santander al noreste. Aunque no fueron encontrados en el sitio metates o pie- chados en 2.090 60 A.P. (Correal Urrego y Pinto Nolla, 1983:
dras de moler, las evidencias muestran que el hombre que 182)
Hacia el ao 3000 A.P., se empiezan a encontrar en las tie- habit espordicamente el abrigo Zipacn 1, practic la
rras altas de la Cordillera Oriental ocupaciones de grupos agricultura durante la poca en que el lmite altitudinal del Esta supervivencia de tradiciones antiguas de artefactos
conocedores de la cermica, con evidencias de sedentari- bosque andino se encontraba al nivel de la altiplanicie de de piedra desde luego se relaciona con la prolongacin de
zacin que posteriormente se agruparan en poblados. Es Bogot y sus inmediatos alrededores. la cacera hasta tiempos de la conquista. Tanto en Zipacn
interesante el hecho de que paralelamente a la ocupacin 1, como en los abrigos rocosos del Tequendama, encon-
del abrigo rocoso de Zipacn que tiene la fecha ms an- Los artefactos lticos de la capa 1 corresponden a los tipos tramos en tiempos cermicos, asociados a tipos reconoci-
tigua para el Periodo Herrera, se encuentran ocupaciones ya reconocidos anteriormente en otras reas de la Sabana dos como premuiscas, abundantes restos de mamferos;
precermicas en los sitios de Vistahermosa en Mosquera, de Bogot y sus alrededores, en los abrigos rocosos de El al igual que en la zona de ocupacin IV, fechada en 2.225
en Cha I, en Aguazuque - Soacha y Checua en Nemocon. Abra, Tequendama, Nemocn, Cha y Sueva. El material A.P. en la capa de ocupacin del sitio Zipacn 1 (zona 1),
(Pinto Nolla, 2003: 196) bsico utilizado contina siendo predominante el chert (s- fechada en 3.270 35 A.P. encontramos como rasgo sig-
nificativo una mayor densidad de restos de cur. En el caso La presencia de caracol marino (Strombus) nos muestra
de Zipacn, segn el estudio de caracteres esquelticos cun amplios fueron los contactos o la difusin de elemen-
(Coxales) surge la posibilidad de domesticacin de este tos culturales desde la costa atlntica hacia el interior, des-
roedor. En el total de la fauna estudiadas el cur (Cavia de remotas pocas.
porcellus) representa el 46.07 por ciento de los restos.
La cermica que provisionalmente se design como Zipa-
El venado representa un porcentaje relativamente alto, cn rojo sobre crema (11.3%), hace parte de la serie aqu
46,07 por ciento. Al estudiar la fauna se observa la alta dis- obtenida. Completan el cuadro de los grupos denomina-
tribucin de este espcimen en los abrigos de la Sabana dos premuiscas el Mosquera rojo Inciso 7.4%, Zipaquir
de Bogot y sus alrededores desde tiempos pre-agrcolas desgrasante de tiestos y Pubenza rojo baado.
que se remontan desde el tardiglacial, 12.000 A.P. hasta
tiempos agrcolas en el sitio Tequendama (zona de ocu- La presencia de tipos como el Mosquera rojo Inciso no es
pacin IV). Otras especies como el borugo, el conejo, la de extraar, dada la relacin geogrfica del yacimiento.
Nasuela, el zorro, el fara, pecar, el ratn, la comadreja, el A la luz de los relatos de los cronistas se tiene noticia de
armadillo y unos pocos restos de aves y de peces, cuya las contnuas incursiones de grupos de procedencia Cari-
identificacin no fue posible establecer, aparecen en este be desde el valle del Magdalena hacia el altiplano y an
estrato. Complementan la dieta protica de los hombres quedan las huellas testigo de el antiguo camino que unan
que frecuentaron el abrigo Zipacn 1, crustceos y cara- a Bojac con las clidas regiones de Cachipay y con las
coles. vas naturales que sealan las vertientes del Apulo y el
Bogot, camino obligado hacia el ro Magdalena y su di-
latado valle. Cermica del periodo Herrera. Mosquera rojo inciso.
Es interesante sealar que los restos de pecar presentes Santiago Mora, coleccin ICAN. (en Botiva, 1989)
en la excavacin sugieren movimientos verificados entre En lo que se refiere al Mosquera Rojo Inciso, conviene
pisos trmicos clidos o templados y la altiplanicie cundi- subrayar calcinacin; otros, principalmente vertebras,
namarquesa. Aparte del ya mencionado sitio del Tequen- muestran procesos patolgicos (espondilo artritis y osteo-
dama, se encontraron afinidades entre la fauna arqueol- porosis) y el desgaste dentario (atricin), recuerda carac- Aunque la muestra obtenida en el abrigo rocoso Zipacn
gica del sitio Zipacn 1 y la de otros sitios de la Sabana de tersticas ya sealadas en los pobladores ms antiguos 1, no comprende densidades amplias, ellas muestran que
Bogot como la plazuela de Cubia (Bojac), donde tanto de Sabana de Bogot (Tequendama) y se debe relacionar la frecuencia cermica ms alta corresponde al tipo Mos-
en niveles precermicos como cermicos fueron recupera- con un rgimen que incluye alimentos duros o el uso de quera Roca Triturada (37.1%), dentro del cual fueron des-
dos abundantes restos de venados, cur, zarigeya, Upri- abrasivos. Junto con el contexto cultural que hemos refe- critos 5 grupos de acuerdo con sus caractersticas.
mmy (1969: 75). Ardila (1981) describe para el sitio Cha 1, rido en prrafos anteriores, el aspecto que se considera
junto con tipos de cermica premuisca y artefactos lticos, de mayor inters en el sitio Zipacn 1, es la asociacin Contina como segundo grupo en popularidad el tipo
restos de cur y de venado. de los tipos cermicos premuiscas a esta unidad fechada Zipacn cuarzo que ya Cardale de Schrimpff (1981, 160)
en 3.270 30 A.P. Durante investigaciones en la Saba- refirindose a la cermica hallada en el sitio Zipaquir V,
En las excavaciones que tuvieron lugar en el sitio Facata- na de Bogot fue formulada la posibilidad de un sustrato seala que cabe poca duda de que esta haya sido impor-
tiv 1, (Haury y Cubillos 1953, 39) refieren la presencia de prechibcha (Duque Gmez 1955), posteriores trabajos entre tada de los lmites suroccidentales del altiplano y con la
restos de siervo pequeo y conejillo de indias (Cur) y en el los que debemos mencionar Broadbent (1971), Cardale zona colindante del valle del ro Magdalena, donde se han
sitio Zipaquir 1 Cardale de Schrimpff (1981:141), tambin de Schrimpff (1981), Ardila M.S. (1981), permiten ampliar la encontrado una serie de estilos aparentemente relaciona-
son descritos restos de venado y as como tambin unos comprobacin de esta hiptesis. (Correal Urrego y Pinto Nolla, dos. Se plantea igualmente la superposicin de dos zonas
pocos restos de cur. 1983: 183, 184) de tradiciones cermicas y tal vez tnicas distintas.
En este orden de ideas, Zipacn I representa un eslabn dra astillada en Facatativ, Tocancip, Tunjuelito y Soga- Al Perodo Herrera corresponden los desarrollos cultura-
ms que permite sealar la presencia de alfareros pre- moso, asociados a elementos de indudable procedencia les ocurridos entre el precermico tardo y el perodo Muis-
muiscas en la Sabana de Bogot en una poca que se Muisca. ca; Crdale de Schrimpff (1985) afirma que ste se defini
remonta al ao 1.300 A.C. principalmente por el estilo cermico ms antiguo conoci-
Haury y Cubillos (1953, 42) sealan artefactos de piedra do en la Sabana de Bogot y que, con anterioridad a los
El conjunto de todas estas evidencias arqueolgicas nos en el sitio Facatativ 1; estos mismos autores se refie- trabajos de Broadbent, Duque Gmez (1955) y Hernndez
sugiere que el abrigo rocoso Zipacn 1, representa un re- ren a la presencia en Tocancip de implementos de pie- de Alba (1937) haban planteado la existencia de sitios y
fugio temporal que puede representar uno de los puntos dra contemporneos a cermica que asignaron a la poca objetos diferentes a los asociados con los Muisca en esta
de contacto inicial entre los ascendentes grupos portado- chibcha (Haury y Cubilos 1953:78); en estos artefactos la regin. (Botiva,1989: 88)
res de tcnicas agrcolas y alfareras, y los grupos de reco- tcnica de elaboracin fue el astillado por percusin y to-
lectores y cazadores tardos de la altiplanicie de Bogot. das las herramientas fueron hechas de pedazos rudimen- En Zipacn y en varios sitios de Mosquera, se hall el tipo
Una segunda hiptesis nos hace considerar la posibilidad tarios-. Correal Urrego y Pinto Nolla (1983: 182) Zipaquir Desgrasante de Tiestos, lo cual sugiere que la
de que los grupos de ceramistas ms antiguos de la Saba- sal se transportaba en las vasijas en que se compactaba.
na de Bogot ya sedentarios, hayan elaborado artefactos En la Sabana de Bogot, Karl H. Langebaek R. y I lildur Marianne Cardale de Schrimpff (1981) investigo en Zipa-
como consecuencia de sus prcticas secundarias de ca- Zea S. (1983-85-86) en el sitio El Muelle II (municipio de quir un sector que denomino la colina de la sal, corres-
cera y an recoleccin incipiente, usando los modelos de Sop) identificaron tres perodos cermicos. En el primero ponde a una zona muy favorecida por la naturaleza, an
manufactura y material de general usanza en la altiplanicie (Herrera) el sitio de utiliz como basurero de una cermica sin existencia de las fuentes saladas, es un lugar ideal
por pobladores antecedentes. (Correal Urrego y Pinto Nolla, dedicada a la evaporacin de aguasal. El segundo corres- para el asentamiento humano. Est localizada por encima
1983: 183, 184) ponde a los Muisca y el tercer grupo de crmica se asocia de la zona anegadiza de la sabana pero lo suficientemente
al periodo colonial. cerca a ella para aprovechar los recursos naturales y a una
Los resultados de esta investigacin son de gran impor- altura entre 2.650 y los 2.860 metros, que permite todava
tancia, por ser la primera vez que se plantea una etapa buenas cosechas adems de ser abundantemente regada
antes desconocida en el desarrollo cultural de la Sabana por varias quebradas de agua pura y permanente.
de Bogot, como fue el paso de la agricultura incipiente
(horticultura) y la recoleccin, a la etapa agrcola ya de- Los primeros agricultores empezaron a cultivar la zona en
sarrollada, en Zipquir y otros sitios del Perodo Herrera. los sitios Zipaquir en una poca antes de Cristo. Esta
De otra parte los datos obtenidos en Zipacn permiten ir gente cultivo el maz y la quinua aprovecharon el suelo
aclarando lo relativo al Perodo Oscuro o Vacio Prehis- parduzco andino por su fertilidad que se formo durante si-
trico planteado en investigaciones anteriores, para un glos o quizs milenios bajos el bosque natural de la regin.
perodo comprendido entre los aos 5.000 a 2.225 A.P. (Cardale de Schrimpff 1981: 157).
(Botiva, 1989: 87)
Cuando se inicio el asentamiento de la colina de la sal en
Gerardo Ardila (1981) identific en el abrigo rocoso Chia Zipaquir, seguramente buena parte de la colina estaba
II la tercera ocupacin de esta zona, por gente portado- todava cubierta de arboles. Las primeras casas fueron
ra de cermica Herrera. La fecha obtenida fue de 2.090 construidas directamente sobre el suelo pardusco andino
aos A.P. y segn las evidencias los abrigos no se utiliza- y, segn lo indican los anlisis de polen en una zona de
ron como sitios de vivienda, sino espordicamente, como rastrojos y malezas.
campamentos de paso.
Sus habitantes casaron venados de dos clases, el grande
Ya en una de las investigaciones de Silivia Broadbent (odocoileus virginanus) y el pequeo o venado soche (ma-
Cermica del periodo Herrera. Mosquera rojo inciso.
(1965: 27), enfatizaba en la presencia de artefactos de pie- Santiago Mora, coleccin ICAN. (en Botiva, 1989) zama), ejemplares de los cuales se encontraban todava
a principios de este siglo en los bosques de la sabana y la Sabana. No se sabe si se trato de un tipo cermico del mismo sitio para vivir y al parecer mantuvieron relaciones
en los pramos. Tambin consumieron cur. Cardale de Perodo Herrera o si fue elaborado por gentes de otra de intercambio que les daban acceso a productos de leja-
Schrimpff (1981: 157). etnia, tal vez provenientesdel Valle del Magdalena. (Botiva, na procedencia.
1989: 89)
En Zipaquir durante el primer siglo despus de Cristo se Las excavaciones en la colina de Zipaquir y en Nemo- Sin embargo, entre los indgenas de uno y otro perodo
increment la produccin de sal. Los clculos sugieren la cn nos proporcionan cierta informacin sobre un periodo parecen haber existido ms diferencias que similitudes.
presencia de 500 toneladas de fragmentos de vasijas utili- aproximado entre 250 a.C. y la segunda mitad del primer En la cermica existe un evidente contraste: el uso de pin-
zadas en la compactacin de la sal. siglo d. C., es decir una extensin temporal de casi cinco tura para la decoracin en el Periodo Muisca, con tcnicas
siglos. y motivos que recuerdan tradiciones del norte de Colom-
En la colina de la sal en Zipaquir, se hallaron evidencias bia, Venezuela y los Llanos Orientales. Tanto Langebaek
de la existencia de casas por la abundancia de hoyos para Los tipos cermicos asociados son el Zipaquir Desgra- (1986) como Crdale (1981) opinan que no es difcil relacio-
postes la cantidad de sal producida en el primer siglo d. sante de Tiesto, que corresponde a vasijas utilizadas nar los tipos incisos de dicha regin con el material de los
C. sugiere una poblacin relativamente grande de por lo en la produccin de sal y, en menor proporcin, el Sop sitios de Sop y Zipaquir. El tipo Herrera Mosquera Rojo
menos unos 30.000 individuos para la zona en general. Desgrasante Calcita, cuyas formas sugieren una funcin Inciso, se asemeja a vasijas encontradas en el Valle del
(Cardale de Schrimpff ,1981: 158) de almacenamiento. Tipos como el Mosquera Roca Tri- Magdalena; este tipo no est representado en el material
turada y Mosquera Rojo Inciso se asocian a cermica de los dos sitios mencionados. Esta cermica es comn
Los habitantes de la colina de la sal utilizaron artefactos domstica, comnmente relacionados con el Zipaquir en el sur y occidente de la Sabana de Bogot y presenta
de piedra (cheert) para cotar y raspar, usados en la cocina Desgrasante Tiestos. Estos no se encontraron en el sitio, estrecha relacin con tiestos de cermica Pubenza Rojo
y tambin seguramente, para tallar objetos de madera y lo cual hace pensar que el lugar de vivienda quedaba en Baada, caractersticos de algunos sitios de la vertiente
hueso. Tuvieron hachas de piedra pulida para la tala del las inmediaciones de El Muelle II. Los vestigios de fauna occidental de la cordillera. Lo anterior sugiere el traslado
bosque y unos objetos de piedra de forma discoidal de uso sugieren la caza de venado grande, venado pequeo, ra- de dos tradiciones cermicas en el lmite entre las dos
desconocido. Es muy posible que tuvieran tejidos dado que tones y patos. reas. Langebaek plantea que la relacin entre el Mue-
sobre un trozo de arcilla cocida se encontr una impresin lle II y el Valle del Magdalena, se debe trazar a partir de
de estos, lo que indica que tenan telas muy bien elabora- Las caractersticas estratigrficas, y evidencias obtenidas la cermica con desgrasante de calcita (Mosquera Roca
das con hilos finos probablemente de algodn. Otro arte- para el segundo perodo identificado en el sitio, correspon- Triturada), cuyas formas y decoracin recuerdan aspectos
facto utilizado fue el peine de hueso o madera dura, cuya den a la cultura Muisca y probablemente El Muelle sea el de vasijas encontradas en Arrancaplumas, cerca a Honda.
utilizacin se nota en la utilizacin de la cermica. (Cardale antiguo asentamiento de Meusa. (Botiva,1989: 89)
de Schrimpff, 1981: 158,159).
En dicho sitio entre los perodos Herrera y Muisca cambia- En cuanto al rea ocupada por los Muisca fue por lo me-
Se calcula que para el primer siglo antes de Cristo habi- ron las caractersticas de ocupacin, lo cual sugiere que nos cuatro veces mayor que la ocupada por los habitantes
taron el lugar de 35 a 70 personas. Por el ao 2.326 a. P. entre estos no hay mayor continuidad cultural. Al tercer pe- del perodo anterior. Estos grupos presentan diferencias
en Nemocn tambin se produca sal por el proceso de rodo le corresponde la cermica post-conquista. Lange- en las pautas de asentamiento. Durante el Perodo He-
evaporacin. (Botiva,1989: 88) baek (1986), compara los resultados obtenidos en la regin rrera hay utilizacin de abrigos rocosos y sitios a campo
de Sop con los de otras excavaciones del altiplano. El abierto, mientras que los asentamientos Muisca son ni-
El conjunto cermico de Zipaquir, est representado por investigador comenta que las excavaciones en El Muelle camente de la segunda categora.
los tipos Mosquera Roca Triturada, Zipaquir Rojo sobre brindaron la oportunidad de conocer la historia de un sitio
Crema, ollas con decoracin ungulada y Zipaquir Des- donde se arrojaron desperdicios de los dos perodos ce- Durante el Perodo Herrera tuvieron importancia para la
grasante de Tiestos. Estos comparten rasgos decorativos rmicos previos a la invasin espaola; tambin identific dieta los frutos de la caza y la recoleccin, la cual se com-
y aparecen asociados en sitios contemporneos. Un tipo algunos rasgos comunes para ambos perodos. Se sabe plementaba con productos de una agricultura incipiente;
adicional, en muy baja proporcin, es el Mosquera Rojo que los indgenas de estos perodos compartieron el cono- la evaporacin de aguasal era una actividad econmica
Inciso importado tal vez de los lmites suroccidentales de cimiento de prcticas agrcolas y alfareras, escogieron el notable. Para los Muisca la economa se bas en la agri-
cultura desarrollada con nfasis en el cultivo del maz. Du- La investigadora defini los tipos Mosquera Rojo Inciso En cuanto a patrones de asentamiento de la poblacin, se
rante el Perodo Herrera es notable la ausencia de tejidos, y Mosquera Roca Triturada; plante que esta cermica supone que en cualquier momento no haba ms que unos
de orfebrera y de cermica ceremonial, lo que apunta a era muy particular, y diferente a la Muisca encontrada en tres o cuatro de estos sitios ocupados simultneamente.
diferencias en la vida ritual y espiritual. Langebaek de- los mismos sitios. Ahora con base en los resultados de Porque en ninguna parte de la seriacin de sitios que se
fiende la tesis que se trata de dos pocas en las cuales varias investigaciones, se puede plantear que la cermica formulo se presenta una concentracin geogrfica de si-
predominaron grupos de distinta filiacin cultural, Herrera Herrera, a pesar de su amplia distribucin en la altiplanicie tios muy cercanos uno a otro, lo cual sugiere un patrn
y Muisca, que probablemente son de origen dismil. cundiboyacense, es muy homognea. normal de unas cuantas aldeas ubicadas a cierta distancia
una de otra y constituye evidencia en pro de la interpreta-
Alvaro Botiva durante los trabajos de arqueologa para En este sector de la Sabana Occidente, en un rea de cin cronolgica de las semejanzas y diferencias en las
la Hidroelctrica del Guavio (1983), obtuvo una muestra unos 10 kilmetros cuadrados, se encontraron 13 sitios ar- cantidades de los tipos de cermica y en contra de una in-
superficial de Cermica Herrera del tipo Mosquera Roca queolgicos. Aunque algunos son de reducida extensin, terpretacin como especializaciones locales. Simplemen-
Triturada, en la Cueva del Nitro (Municipio de Ubal) so- varios sugieren una ocupacin por agrupaciones huma- te, las semejanzas y diferencias no son localizadas: los
bre la margen izquierda del ro Guavio. Esta se encontr nas por lo menos del tamao de una aldea. Parece poco sitos ms parecidos siempre se encuentran separados por
asociada superficialmente con cermica Muisca, pesas probable que todos estos sitios fueran ocupados al mis- alguna distancia, con por lo menos un sitio bien diferente
tubulares para red, cuentas de collar en calcita y concha mo tiempo, porque eso supondra una poblacin altsima; intercalado; sitios muy cercanos uno a otro son general-
marina. Aunque no fue posible adelantar excavaciones en deben representar una secuencia de poblaciones en dis- mente muy diferentes.
dicho sitio, es interesante la presencia de dicho material tintos lugares, probablemente con unos dos o tres de los Al parecer, haba ciertos criterios constantes en cuanto al
en la vertiente oriental de la cordillera oriental, ya que sirve sitios ocupados simultneamente en cualquier momento escogimiento de lugares para vivir durante todo el tiempo
como indicador de gran expansin que tuvieron las gentes dado. La distribucin de los distintos tipos de cermica representado por estos sitios. Todos estn a un nivel de
del perodo Herrera en la Altiplanicie. Esta migracin se tambin sugiere diferencias cronolgicas entre algunos de varios metros por encima del piso del valle, muchos sobre
confirma una vez ms con el trabajo de Sergi Rivera (1986) estos sitios. terrazas naturales al pie de los cerros, presumiblemente
quien, al noroeste de la Sabana de Bogot en el pramo formados por el lago pleistocnico. Desde estos lugares,
de Tausa, bajo los abrigos rocosos de Payar encontr Se cree que los sitios con porcentajes altos de cermica siempre hay una vista amplia de la laguna de La Herrera
cermica de dicho perodo, adems de Muisca y moderna. del tipo Funza Cuarzo Fino, debe considerarse como re- y la Sabana de Bogot
Para este sitio se planteo que pudo haber sido una esta- lativamente tardo, y que los tipos Mosquera Desgrasante
cin tarda de caza y recoleccin, y a la vez parte de una Roca Triturada y Mosquera Inciso Rojo y los sitios que Algunas ventajas de sitios de amplia vista son obvias,
ruta de comercio. Es interesante observar que los sitios los contienen en mayores cantidades fueron ms tem- por ejemplo la facilidad de vigilar los campos de cultivo
mencionados corresponden a dos pisos trmicos diferen- pranos. (Broadbent,1970-1971:186) y de ver la llegada de seres humanos sean stos amigos
tes, clima medio y pramo, lo cual nos confirma que la o enemigos. Los indgenas tambin podran seguir los
ocupacin Herrera se asent en regiones de distintos am- El tipo Funza Cuarzo Fino es prcticamente igual a los movimientos de los venados, que deben haber existido
bientes y explota varios nichos ecolgicos. (Botiva,1984) tipos denominados D y E por Haury y Cubillos (1953: 28-29, en nmero grande antes de la Conquista. Un lugar algo
59) en su clasificacin de la cermica encontrada en sus elevado ofrece proteccin contra posibles inundaciones,
Se dej de ltimo este importante trabajo sobre La Lagu- excavaciones en Facatativ. Estos dos tipos, en conjunto, adems. Fuera de las consideraciones prcticas, no de-
na de La Herrera, realizado por Sylvia Broadbent (1971), formaron casi la totalidad de sus colecciones en los sitios ben descontarse motivos estticos para la escogencia de
paradjicamente fue all donde se realizo la primera inves- de la vereda de Pueblo viejo de este municipio. Haury y tales sitios de vivienda; todava, las vistas desde ellos son
tigacin y fue ella, quien registr y clasifico el material co- Cubillos opinaron que estos dos tipos databan de la po- sumamente bellas, y aunque hay que imaginar la Sabana
rrespondiente al perodo cermico denominado Herrera, el ca de la Conquista o aun despus; con lo cual se est con ciertas diferencias de aspecto en la poca prehisp-
cual toma el nombre de La Laguna. La recoleccin de la de acuerdo, por considerar que un lugar llamado Pueblo nica, probablemente sera an ms majestuosa en este
muestra cermica la hizo en los municipios de Mosquera, viejo probablemente sera el asiento del pueblo aborigen entonces, por lo que debe considerarse la posibilidad de
Madrid y Bojac (Cundinamarca), en sitios por lo menos correspondiente al pueblo moderno del mismo nombre, o que los indgenas no fueran insensibles a la belleza natu-
del tamao de una aldea (aproximadamente 5 hectreas). por lo menos de una parte importante de aqul. ral de su ambiente.
Por lo general, los sitios estn en lugares que reciben los este cambio no fue brusco, sino que se efectu paulatina- Perodo muisca (en Funza)
rayos del sol casi todo el da, y algo abrigados del viento, mente.
por lo cual disfrutan de una temperatura agradable. Tal vez Las investigaciones de Sylvia Broadbent, (1974), sobre la
para buscar abrigo del viento, varios sitios estn al pie de De otra parte, la gran mayora de los tipos cermicos de ubicacin del antiguo Bogot en la Hacienda La Ramada
una pea rocosa; tales lugares ofreceran ventajas defen- Zipacn, donde las prcticas agrcolas se encontraron y los sitios Los Henares y San Carlos en Funza Cun-
sivas tambin. En algunos casos, hay pictografas en las asociadas a la presencia de cermica, ya haban sido dinamarca. Hace un reconocimiento del lugar, inspeccin
rocas, lo cual sugiere posibles motivos ceremoniales para identificados en otros estudios que demuestran su corres- ocular de campos, acequas que tienen una alta concen-
buscar lugares con rocas verticales en las cercanas. No pondencia con el perodo Herrera. Con este nombre se tracin de material y presenta un informe preliminar de las
obstante, no debe olvidarse que el acto de pintar en rocas, identifica un lapso de tiempo de alrededor de 16 siglos, excavaciones que consistieron en cuarenta cuadriculas
tal como en cualquier otra superficie, no siempre sigue entre aproximadamente el siglo VIII antes de Cristo y el cada una de cuatro metros cuadrados, en estas hall un
motivaciones espirituales. siglo VIII despus de Cristo. (2.800 y 1.200 aos A. P). depsito cultural de tierra parda con tiestos y otros arte-
Durante este periodo una extensa zona del altiplano Cun- factos.
Todos los materiales culturales recogidos parecen indicar diboyacense, e incluso ms al norte, en Santander, as
pueblos de economa agrcola asentados en aldeas per- como partes de la vertiente occidental y oriental del actual El sitio La Loma en la Hacienda Chueca en Facatati-
manentes, probablemente con algunas casas esparcidas departamento de Cundinamarca fueron ocupadas por gru- v, investigado por Silvia Gutirrez y Lieselotte de Garca
por el campo como se encuentran hoy en da. No se en- pos que produjeron un tipo de cermica considerado como (1982), en un abrigo rocoso se caracteriz por la ausencia
contraron indicios de alguna cultura precermica de ca- pre-muisca o Herrera. Este ltimo se caracteriza, entre total de un perodo ltico y el hallazgo de abundante cer-
zadores, aunque es posible que se encontrara por medio otras cosas, porque sus principales adornos se hicieron mica, instrumentos de hueso y un fogn. La fecha de 310
de la excavacin, especialmente en el sitio MSQ-10. Los mediante incisiones. aos A. P., obtenida de un piso cultural est asociada con
instrumentos de piedra tallada que hemos recogido son la cermica Mosquera Roca Triturada y Funza Cuarzo
muy toscos, pero parecen estar asociados con cermica En Zipaquir las muestras de polen evidencian que en el Fino. Se cree que el sitio La Loma solo se utilizo espor-
bien desarrollada, tal como se han encontrado en otras periodo Herrera, ya antes del 2.000 A.P., partes del bos- dicamente como estacin de caza, a la vez que probable-
partes del territorio Chibcha, como en Tocancip (Haury y que haban sido tumbadas y el suelo se utilizaba para cul- mente sirvi como refugio de los desbordes de Ro Chue-
Cubillos,1953:78-80). (Broadbent ,1970-1971:190) tivos con mucha maleza. Se encontr Chenopodiaceae, ca. (Botiva,1989: 90)
familia a la que pertenece la quinoa, y evidencias del culti-
La evidencia ms antigua sobre prcticas agrcolas y al- vo de maz. Esta actividad se complementaba con la caza En el mismo lugar, en La Ramada, en la hacienda del
fareras fue encontrada en Zipacn, la correlacin de in- y la recoleccin, que mantenan un lugar importante para mismo nombre, (Funza Cundinamarca), las arquelogas
formacin indica que por el ao 3.000 antes del presente complementar la dieta. Es tambin entre los aos 2.200 y Silvia Gutirrez y Lieselotte de Garca (1985), adelantaron
ya se practicaban estas actividades. All se confirm la 2.100 A. P., que se cuenta con evidencia sobre produccin un programa de arqueologa de rescate, pues al hacer el
existencia de maz y batata y se encontraron restos de de panes de sal en Nemocn, Zipaquir y Tausa, los cua- corte para unas zanjas de desage en un cultivo de flo-
aguacate. La presencia de semillas de esta ltima planta les se obtenan hirviendo en vasijas de barro el aguasal res, los trabajadores encontraron vestigios arqueolgicos,
sugiere que durante este periodo ya haba intercambios que emerga a la superficie en forma de manantiales, has- razn por la cual las investigadoras rescataron varias tum-
entre la altiplanicie y las tierras clidas del valle del Mag- ta evaporar el agua. (Herrera ngel,2008: 12, 13) bas muiscas y encontraron unas manchas de tierra negra
dalena, ya que se trata de una planta propia de ese clima. en forma de tringulo, que realmente eran pequeas pi-
Posteriores estudios de los restos humanos encontrados Segn Carl Langebaek (1985) el periodo cermico ms rmides invertidas en lnea con una orientacin de sur a
en los abrigos rocosos del Tequendama y en Aguazuque, antiguo, el Herrera, comprende cerca de 1600 aos, entre norte, en estas se encontraron fragmentos de cermica,
ambos en el municipio de Soacha, mostraron un proce- el 800 A. C. y el 800 D.C. (Langebaek 1995). El periodo lticos y seos, hallazgo que catalogaron como un sitio sa-
so de transformacin de sociedades cuya subsistencia se muisca por su parte, aunque dividido en dos para el de- grado muisca.
basaba en la cacera y en la recoleccin hacia sociedades partamento de Boyac, contina siendo un periodo de 800
que practicaban la agricultura, en el periodo comprendido aos en el sur del altiplano. Fernando Bernal Ruiz en 1990 realiza investigaciones en
entre los aos 5.000 y el 3.000 antes del presente y que la zona de Funza y sus alrededores, con el fin de recopilar
el mayor nmero de datos sobre yacimientos arqueolgi- pesqueras por canjas y corrales de donde sacan mucha
cos en vas de extincin. Recuper material cermico, lti- suma de pescado (A. N. C. 1957. C+I / LV. Folio 717
co y seo animal, en tres sectores diferentes. En la misma vuelto) (Citado por Bernal, 1990: 46)
vereda en dos terrazas bajas lacustres, encontr huellas
de ocupacin. En la vereda El Hato en Funza, se reportaron ocho sitios
diferentes con material cermico, especialmente de los ti-
pos Guatavita Desgrasante Gris, Tunjuelo Arenoso Fino
Uno de los objetivos de Bernal es ubicar el Bogot indge- Pintado, Tunjuelo Cuarzo Fino y Funza Laminar Duro,
na y sus parcialidades, lo cual fundamento en un trabajo todos asociados al periodo Muisca. Tambin hay un bajo
de Sylvia Broadbent de 1974 en el que demostraba con ar- porcentaje (2%) de cermica del periodo Herrera, princi-
gumentos documentales y arqueolgicos que en el actual palmente del tipo Mosquera Rojo Inciso. (Bernal,1990: 35)
territorio de Funza estuvo asentado el poblado indgena
de Bogot. Del anlisis del archivo parroquial municipal Las excavaciones que Ana Mara Boada (2006), hizo en el
concluy adems, que ese pueblo estaba dividido en trece sitio denominado las bodegas de San Carlos, (al lado de
partes o parcialidades. Flores Bacat, entre la carretera de Bogot Mosquera y
el humedal Gual) en el municipio de Funza en un sector
que presentaba material Herrera y Muisca, mostraron evi-
En la actualidad existe en el municipio una familia de ape- dencias de una larga secuencia de ocupacin con mucho
llido Catama, algunos de sus miembros habitan en la ve- potencial para subdividir los dos grandes periodos cultura-
reda El Hato. Una anciana de 93 aos es la cabeza de fa- les de la sabana en varias fases de tiempo. La muestra de
milia, uno de sus hijos el mayor asegura que ella siempre carbn obtenida dio una fecha de 1190 40 AP (760 D.C.,
se ha referido a estas tierras como la de los antiguos. All Cermica muisca. Coleccin de arqueologa del Museo Nacional de Colombia. Beta 176594, Cal 720 a 740 D.C. y Cal 760 a 960 D. C.;
siempre ha vivido, hasta donde ella recuerda, toda su fa- la calibracin fue dada por el laboratorio). estaban asocia-
milia; as mismo los individuos ms viejos concuerdan en das a tipos cermicos identificados y las cronologas rela-
que todos ellos son oriundos de la vereda, lo cual ratifica Las ventajas de cultivar en campos elevados (camello-
tivas basadas en las clasificaciones cermicas locales, se
la larga permanencia en la zona (Bernal,1990: 34) nes) las seal Broadbent (1985-425). Ella considera que
identificaron los tipos cermicos asociados a cada periodo
la principal funcin fue la del control de la humedad, pero
y se trat de subdividir en fases los periodos de la Sabana.
tambin permiti la proteccin de los cultivos contra las
Durante la investigacin se observ que en una curva (Boada, 2006: 35).
heladas; ello gracias a que la elevacin del suelo ocasio-
bastante cerrada del ro Bogot, a la altura de la hacien- na un mejor drenaje y se calienta ms rpidamente, as En dicho sitio, el reconocimiento regional de la zona mos-
da El Escritorio, hacia el occidente del sector de Fontibn mismo, previene la compactacin. Esto es muy til espe- tr que esta rea formaba parte del sitio la Ramada, un
(Bogot D.C.), se haca evidente antiguas remociones del cialmente en donde el subsuelo est pobremente drena- sitio arqueolgico muy extensivo asociado a la parcialidad
suelo las cuales formaban estructuras elevadas, en hileras do, como es el caso de los suelos de la serie Ro Bogot. de Catama originalmente identificado por Sylvia Broad-
largas aprovechando la curva del ro. (Bernal, 1990: 41) bent (1996:6, 1970). Durante el reconocimiento regional en
este sitio se recogi material de varios periodos en una
As mismo se logr comprobar que el sitio se haba expla- Adems es probable que en las zanjas o canales inter- superficie continua de 1.7 km2. La mayor parte del sitio es
nado y que solo se preservaban dos pequeas partes de medios hayan criado peces, tal como lo surgiere un docu- usado hoy en da para la agricultura industrial de flores y
esas estructuras y se constat que las elevaciones eran mento de archivo para los indgenas de Bogot: la construccin de fbricas, bodegas y urbanizaciones. La
antiguos camellones de cultivo indgena. Actualmente en zona de las Bodegas de San Carlos presentaba un peque-
el terreno se detectan dos clases de manchas que permi- Lo otro porque los dhos, indios tienen all junto al Ro que o sector con material de los periodos Herrera y Muisca y
ten conocer las dimensiones aproximadas de camellones llaman de Bogot donde en el y el ro de Chinga y en las ofreca una oportunidad magnfica para refinar la cronolo-
y zanjas. (Bernal,1990: 41) cinagas questan junto a su pueblo tienen fundadas sus ga cermica local. (Boada, 2006: 43, 45).
La distribucin del material cermico en la secuencia es- valentes en tamao al asentamiento del cacique de Bogo-
tratigrfica de San Carlos muestra que los niveles 8, 9 y t. El reconocimiento sistemtico de 40 km2 en la zona de
10 presentan mayor proporcin de fragmentos del tipo Funza sugiere la existencia de grandes aldeas nucleadas
Cuarzo Fino y en los siguientes estratos superiores 1-7 el y caseros dispersos gravitando a su alrededor.
tipo Desgrasante Gris es el predominante seguido por el
Cuarzo Fino. Esta secuencia cultural carece de material
temprano, pero la posicin estratigrfica del Cuarzo Fino La toponimia de la zona de Funza, junto con la distribu-
en la parte ms profunda del perfil estratigrfico, asociado cin de material cultural de los reconocimientos sistemti-
a la fecha de radiocarbn sugiere que este tipo fue ms cos, sugieren que las 13 partes que menciona Broadbent
popular alrededor del 700 D.C. y Bernal estuvieron ubicadas muy cerca unas de otras y
aunque cada parte parece haber sido una unidad social in-
Los tipos cermicos se dividieron en tres grupos ordena- dividual, todas ellas constituyeron el ncleo del cacicazgo
dos de ms temprano a ms tardo as: de Bogot. (Boada , 2006: 59)
-Mosqura Roca Triturada, Zipaquir Desgrasante Tiestos, La humedad natural de los suelos y las continuas inunda-
-Zipaquir Roja sobre Crema y Mosquera Rojo Inciso. ciones que caracterizan a la Sabana han creado la idea
-Funza Cuarzo Fino, Funza Cuarzo Abundante y Tunjuelo en algunos investigadores que los Muiscas no ocuparon
Laminar. la zona central de la Sabana sino que se asentaron en las
-Guatavita Desgrasante Gris. laderas de las montaas como un patrn general de asen- Formas de modificacin del suelo y adaptacin a las inundaciones
por parte de los muiscas. Camellones de damero ancho en el sitio Los
tamiento (Lleras y Langebaek 1987:254, 1987:117-118). Sin Lagartos (Bogot). IGAC, 1956: vuelo C-778-Foto 869 (En Boada, 2006)
En general, el tipo de Mosquera Rojo Inciso parece un tipo embargo, trabajos arqueolgicos de sitio (Broadbent 1966,
temporalmente intermedio entre el Mosquera Roca Tritura- Enciso 1990, 1993, Botiva 1988) as como reconocimientos re-
do y el Cuarzo Fino; la distribucin y la frecuencia de este gionales en la zona de Funza (Boada 2000, Broadbent 1970,
tipo puede potencialmente representar una subdivisin del Krusheck 2003) y ahora en Suba y Cota desvirtan esta
periodo Herrera. El Funza Cuarzo Abundante no parece idea, al identificar extensos asentamientos localizados en Las descripciones de los cronistas del siglo XVII resaltan
ser claro en la secuencia cronolgica; aparece mezclado el centro de la Sabana (Boada, 2006: 60). las caractersticas hmedas de la Sabana. Simn (1981, T.
con el Desgrasante Gris en San Carlos y aparece junto 3:379) dice:
con el Funza Cuarzo Fino en Facatativ. (Boada, 2006: 45).
Para el siglo XVI los cronistas describieron la forma como no bastando a dar salida de las muchas aguas que por
Las investigaciones arqueolgicas acerca del patrn de las sociedades indgenas se asentaron en la Sabana de all van a embocar (en especial en tiempo de invierno)
asentamiento en la Sabana de Bogot estudiado cerca al Bogot. El padre Fray Pedro Simn (1981, T.3:187) obser- rebalsan atrs con que se anegan grandes pedazos de la
pueblo moderno de Funza indican la existencia de enor- va: Sabana, en especial cerca de los pueblos de Bosa, Hon-
mes centros nucleados de poblacin pero no hay referen- tibn y Bogot, con que quedan por todo lo ms del ao
cias sobre los asentamientos dispersos (Broadbent 1966, grandes anegadizos.
por todo el (valle de Bogot) se descubran por aque-
1970). Uno de estos centros nucleados, ubicado cerca a la llas espaciossimas llanadas grandiosas poblaciones, tan
moderna poblacin de Funza, probablemente corresponde Silvia Gutierrez y Lieselotte de Garca (1978), como tra-
juntas que todo l pareca un pueblo, y en ellas bien altos
a una seccin del centro regional del cacicazgo de Bogot. bajo de campo de la carrera de Antropologa de la Uni-
y vistosos edificios en especial los que eran de los princi-
Broadbent (1966:6-7), basada en documentos etnohistri- versidad de Los Andes, investigaron y excavaron en la
pales y caciques de las parcialidades, que los tenan cer-
cos, sostiene que el pueblo de Bogot estaba constituido Hacienda Moravia en la Vereda Mancilla en Facatativ,
cados con una traza a su moda, tan vistosa, que mirada
por trece partes correspondientes a sitios de gran exten- bajo un abrigo rocoso que se caracteriz por la ocupacin
desde lejos parecan unas inexplicables fortalezas, como
sin localizados relativamente cerca unos de otros, equi- muisca. Fuera de los abrigos, se excavaron los sitios de-
lo eran las flacas armas y guerras que ellos usaban
nominados: El Bosque de Eucalipto y Taguas. El anlisis siendo las ms aceptadas Cercado fuerte afuera de la propiedad o dominio, en sentido metafrico. De modo que
cermico de estos sitio, se hizo en conjunto ya que las labranza, capitana en cuevas de piedra afuera de la Bacat era todo lo que quedaba alrededor y fuera de los
caractersticas del material denotan que pertenecan a un labranza, mansin de piedra, dominio del soberano y cultivos de Funza. Y esa grande extensin con todos sus
mimo complejo, el muisca. gobierno militar, fortaleza de la frontera, afuera de la numerosos cacicazgos, constitua el dominio o seoro
labranza, que se explican y descomponen as: fac, afue- del Zipa, por virtud de su prelacin y hegemona. (Acosta
Aunque en varias ocasiones se ha hecho referencia al ra; a, genitivo de posesin; ta, labranza; ca y ta, cueva Ortegn, 1938:142)
trabajo pionero de Emil W. Haury de la Universidad de de piedra tiba, capitn, que vinieron a formar el vocablo
Arizona y Julio Cesar Cubillos (1953) quienes realizaron FAC A HI CA TA TIBA, que con el correr del tiempo qued Jorge Hernando Rico (1973:38-39) analiza la slaba final
excavaciones arqueolgicas en el sur del territorio Muisca, reducido a Facatativ. (Velandia Roberto, T.II 1979: 925) TIBA, (debi ser tomada de Acosta Ortegn (1938: 161),
concretamente en Gachancipa, Tocancipa y Pueblo Viejo quien la describe (palabra 102) y la escribe con v, Tiva),
y el Parque Arqueolgico Piedras de Tunja en Faca- Tambin es comn la traduccin cercado fuerte al final que quiere decir -capitn, gobierno militar-. Sugiere que el
tativa, con el objeto de contribuir a aclarar el problema de la llanura, que geogrficamente corresponde, pues nombre de la ciudad, segn la etimologa muisca significa:
de la cronologa muisca de las distintas ocupaciones. As all terminaban los dominios del Zipa. Tambin Facatativ: Afuera (Fac) Dominio (a) Cueva de piedra (hycat) Man-
proponen tres periodos cermicos: (va-ca-ta-tiva) la definen como: Capitn del cercado y la- sin del soberano (la misma ca) Labranza (la misma ta)
branza de fuera. (Joaqun Acosta Ortegn,1938:34) Gobierno Militar (tiba).
Periodo Reciente. Desde el presente hasta 1820. Tipos
cermicos. Fac-a-ta-, o sea lo que est fuera de la labranza, es decir,
Periodo Colonial. De 1820 a 1537. Tipos cermicos A y B las extensas tierras que circundaban por todas partes los
se caracterizan por la tcnica del vidriado. cultivos del cacique insular; pues Fac, segn el vocabu-
Periodo Preconquista. Anterior a 1537. Tipos cermicos lario es afuera-; en opinin del doctor Uricoechea, editor
C, D y E. de la gramtica muisca del Padre Lugo, a es un -genitivo
de posesin-, y ta significa labranza en sentido directo, y
Por ltimo las definiciones ms aceptadas para Facatativ El primitivo pueblo estaba situado en uno de los alcores colonia fue pueblo de indios hasta que en 1852 los indge-
retomada de Acosta Ortegn (1938), por Jorge Rico son: inferiores del Munjui, monte que cierra la sabana por la nas comenzaron a vender las tierras de sus resguardos
Cercado fuerte afuera de la labranza, Mansin de pie- parte occidental, en el sitio denominado Puebloviejo, don- (De Buchanan 1980:22, 35).
dra, dominio del soberano y Gobierno Militar, Afuera de de se abre en ngulo el camino de herradura, siguiendo
la Labranza, cueva de piedra, mansin del soberano y ca- por la derecha el que conduce a Anolaima, y por la iz- En el valle de Facatativ, poco despus de la muerte de
pitana, Fortaleza de la frontera afuera de la labranza. quierda el que lleva a Cipacn. Tisquesuza, se crearon dos encomiendas: la de Facatativ
En algunos escritos figura Tocatativa como el utilizado an- y la de Chueca. El primer encomendero de Facatativ fue
tes de Facatativ. (Velandia,1979: 925). Sobre la fundacin de Facatativ hay una serie de datos el capitn Juan Fuentes, quien sali para ser gobernador
confusos. Velandia (1979:928) dice que fue fundada el 13 en otra parte antes de 1559. Le sucedieron el capitn Alon-
En las crnicas de Fray Alonso de Zamora en el captulo de Junio de 1600 por el oidor Diego Gmez Mena. Otros so de Olalla Herrera, Juan Lpez de Herrera, Francisco de
referente a las muertes de los ltimos Zipas de Bogot, autores afirman que fue fundada por Alonso de Olalla y Olalla, Francisco Martnez de Hozpina, Diego Hozpina y
dice: Informando de algunos indios amigos, de que su rey Hernando de Alcocer entre los aos de 1561 y 1564. (Dic- por ltimo Luis Iserdeno en 1718. (De Buchanan 1980:24).
Tisquesuza estaba oculto en una casa de recreacin que cionario Geogrfico de Colombia).
tena junto al pueblo de Tocatativ (sic), a que se retiraba En la visita realizada por Miguel de Ibarra el 27 de Agosto
con sus mujeres y los ms principales de su corte a cele- De Buchanan se propone a demostrar en su trabajo, que de 1594 se fijaron los siguientes lmites para el resguardo
brar sus fiestas. (Zamora 1980:227) Facatativ no ha tenido fundacin oficial y que durante la de Facatativ, al que se le anex la parte de Niminjaca:
Casco urbano de Facatativ vista rea sobre el cerro Manjui. Google Earth, 2011
Facatativ y las evidencias arqueolgicas.
Los asentamientos prehispnicos
Por la parte hacia Santa F (oriente) hasta el puente de mientras que otra cambi frecuentemente de jurisdiccin, elevado ofrece proteccin contra posibles inundaciones
piedra que es el lmite con el resguardo de Zipacn y con vinculndose administrativamente durante algunas po- adems. Fuera de las condiciones prcticas, no deben
el pueblo de Chueca. Por la parte hacia Mariquita sobre cas a la provincia de Santaf. El rea ms afectada por desconocerse motivos estticos para la escogencia de
el camino real hasta una lagunilla que los indios llama- estos cambios parecera ser la jurisdiccin de la villa de tales sitios de vivienda; todava, las vistas desde ellos son
ron Chuputamo. (De Bhuchanan,1980:43) localiza este lmite Guaduas. Finalmente slo parte del territorio panche el sumamente bellas y aunque hay que imaginar la sabana
hasta la venta de Juan Capote situada a 200 pasos me- rea de la ribera oriental del ro Magdalena qued inte- con ciertas diferencias de aspecto en la poca prehistri-
didos desde la iglesia sobre el camino real. Por la sierra y grando en el actual departamento de Cundinamarca (He- ca, probablemente sera an ms majestuosa en ese en-
poblacin vieja hacia lo alto y cumbre de dicha sierra por rrera Angel, 2008: 16) tonces. Opinamos que debe considerarse la posibilidad
el arcabuco que los indios llamaron Chisachesuca. Por el de que los indgenas no fuera insensibles a la belleza na-
llano hacia la poblacin de Niminjaca hasta el cerrillo bajo A pesar de la cercana a la frontera, Facatativ no apare- tural de su ambiente. (Sylvia Broadbent,1971: 190)
llano que llaman Quenquegota (c.f. visitas de Cundinamarca ce mencionado en las crnicas con respecto a las incur-
tomo 9 Folio 734-35). (Citado por Hoyos Vlez, 1985: 22) siones panches. Se habla con frecuencia de los ataques Ahora bien, como ya se menciono en la hacienda Moravia
realizados sobre Zipacn, que est localizado muy cerca de la vereda de Mancilla las investigaciones de Gutirrez
Si se tiene en cuenta la etimologa de la palabra Facatativ a Facatativ. Se puede pensar que la cordillera del Manjui y Garca dan claras muestras de ocupacin indgena. En
hay muchos significados con respecto a su posicin fron- serva de barrera, la cual era estratgica, por lo que era esta misma vereda, Hoyos Vlez (1985: 28), menciona que
teriza o a aspectos militares. Definiciones como: fortaleza ms difcil acercarse a Facatativ, que entrar a Zipacn cerca a la hacienda antes mencionada, en los predios de
de la frontera afuera de la labranza, mansin de piedra, o Bojac. El cerro desde donde se divisa por un lado la la escuela de carabineros y en el sitio donde se constru-
dominio del soberano y gobierno militar, hacen pensar en sabana y por el otro los territorios templados de Anolaima yen actualmente las instalaciones de Ecopetrol se sabe
la importancia de Facatativ como sitio defensivo. Lo cual y Cachipay, debi servir de observacin a los muiscas, por de la existencia de fragmentos cermicos removidos con
bien podra ser por cunto esta poblacin hacia lmite con lo que los panches no incursionaban (Hoyos Vlez,1985: 25) los trabajos de ingeniera que se realizan en la zona. Al
los Panches. respecto el suscrito como investigador del Instituto Colom-
Las partes inclinadas ms cercanas al valle de Facatativ biano de Antropologa puedo dar fe de lo planteado por
Al respecto, los cronistas hacen referencia a las invasio- y que lo encierran, corresponden al Cerro de Manjui en el cuanto al ser informado de hallazgos arqueolgicos tanto
nes frecuentes que los grupos localizados en la vertiente costado oriental y a una pequea elevacin, situada den- a la entrada de la Escuela de Carabineros como en las
hacia el Magdalena realizaban sobre los poblados fronte- tro del cacicazgo de Chueca por la parte norte. instalaciones de Ecopetrol, fui comisionado oficialmente
rizos del territorio muisca. Por este motivo, se opt dentro (no recuerdo la fecha) con el fin de hacer la verificacin de
del Zipasgo por la conformacin de un ejrcito, denomina- Segn parece, haba ciertos criterios constantes en
do Guechas (El nombre cha, significa macho, y lo mis- cuanto al escogimiento de lugares para vivir durante todo Recreacin de cercado muisca.
mo es deste nombre guecha, que significa el to hermano el tiempo representado por estos sitios. Todos estn a un Acuarela de E. Menghius.Con documentacin de Elicer Silva Celis. ICANH - Bogot.
de madre; como, chas gue, la casa del barn. (Gonzlez nivel de varios metros por encima del piso del valle, mu-
de Prez,1987: 137), cuyo fin primordial era defender esta chos sobre terrazas naturales al pie de los cerros, pre-
frontera creando una serie de fortines, principalmente en sumiblemente formadas por el lago pleistocnico. Desde
Tibacuy, Subia, Cinaga, Luchuta y Chinga. Estos fortines estos lugares siempre hay una vista amplia de la laguna y
salvaguardiaban las entradas naturales al territorio muisca la sabana. Aunque los hemos buscado, no hemos encon-
y protegan a los agricultores de vertiente que producan trado sitios en vallecitos encerrados donde el lago no pue-
alimentos de clima medio, diferentes a los productos del de verse. Algunas ventajas de sitios de amplia visita son
resto del territorio muisca. (Arango de Gmez,1975:7) obvias, por ejemplo la facilidad de vigilar los campos de
cultivo y de ver la llegada de seres humanos, sean estos
La forma como se organiz administrativamente el territo- amigos o enemigos. Los indgenas tambin podan seguir
rio panche durante el perodo colonial no es clara. Parte los movimientos de los venados, que deben haber existi-
del mismo qued integrado a la provincia de Mariquita, do en nmero grande antes de la conquista. Un lugar algo
los hallazgos y evidentemente lo pude comprobar, en el Las evidencias arqueolgicas en estos sitios demuestran
primer sitio se trataba del hallazgo ocasional de una tum- una amplia distribucin de la poblacin sobre el valle, muy
ba y cermica muisca que los miembros de la polica me acorde con las informaciones coloniables y aunque debi
mostraron pero no me dejaron intervenir porque no se en- existir un principio de nucleacin como anota Colmena-
contraba el comandante, en el segundo sitio ocurri algo res (1976), alrededor del cacique, la dispersin de vivien-
semejante en el sentido que en los alrededores se obser- das al lado de las labranzas, tambin se dio. (Citado por
vaban tiestos de factura muisca, no me permitieron entrar Hoyos Vlez, 1985: 29 )
a las instalaciones por seguridad.
En sntesis, se puede afirmar que a la llegada de los es-
Lamentablemente el ICANH no se me volvi a comisionar paoles a Facatativa existan no uno, sino varios asen-
al sitio a realizar la recuperacin de los hallazgos y hacer tamientos prehispnicos, evidenciados por los sitios y
una inspeccin de los mismos con el fin de determinar la vestigios arqueolgicos asociados con los muisca, como
extensin e importancia de los sitios, que en mi concepto Pueblo Viejo, Mancilla (sector de la Escuela de Carabi-
creo se trata de un gran asentamiento prehispnico. Lo neros y Ecopetrol), La Vuelta del Cerro o parte entre el
que s era claro, respecto del material y la tumba, era es amparo de Hungo y Chueca la Vieja, el sector del Parque
que se trataba de evidencias muisca. Arqueolgico o parte de Niminjaca.
Localizacin de las tres excavaciones realizadas por Haury y Cubillos (1953) en predios del Parque Arqueolgico. Mapa base, CAR, febrero de 1975.
Corte de la trinchera 2
de Facatativ 2 (piedra 60)
Haury y Cubillos, 1953
Otra excavacin se realiz en el sitio Facatativ 1, corres- La tercera excavacin en el sitio Facatativ 3 correspon-
poendiente a la llamada piedra del sapo, llamativa por ser de a una cueva o abrigo con dos entradas formada por
un gran bloque petreo semienterrado con una inclinacin dos bloques petreos que se encuentran en el costado su-
de cerca de 40 grados respeto a la superfcie (la primera roriental del parque y que tiene una altura aprox. de 2.5 m.
excavacin aqu la realiz Cubillos en 1947). Se encontra- Aqui se encontraron 351 fragmentos cermicos y algunos
ron cerca de 100 fragmentos cermicos, huesos (de ciervo lticos entre ellos un fragmento de mano de moler.
y de cur) de animales y algunos lticos.
Artefactos de piedra y hueso del sitio Facatativ 1 (piedra del sapo) Cermica y mano de moler del sitio Facatativ 3 (cueva)
Haury y Cubillos, 1953 Haury y Cubillos, 1953
7 de los ms favorables sitios de habitacin dentro del -Lo anterior arroja alguna duda sobre la autoria d elas pin-
parque arqueolgico fueron excavados con la intencin de turas rupestres del parque.
determinar si exista o no estratigrafa a fin de establecer
una cronologa cultural. 4 de llos mostaron evidencias de -Aunque la evidencia es escasa puede ser indicacin de
ocupacin (Haury y Cubillos, 1953): que los estilos cermicos cambiaron rpidamente despus
de la conquista, notable por la decadencia de la pintura
- Algunos de los abrigos del parque fueron habitados, pero formalizada en muestras de anchas rayas rojas, en la per-
la escases de restos materiales ( 2.274 tiewstos y algu- dida de incision y decoracin en relieve y en la adopcn
nos elementos de piedra y hueso), y la poca densidad de de rasos extranjeros como vidriado y el torno para la eje-
los depsitos indican que la ocupacin no fue intensa ni cucin de la cermica.
prolongada, por lo cual se deduce que el lugar no fue de
mayor importancia apra la vivienda.
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Los grupos indgenas que encontraron los espaoles durante su invasin a mediados del siglo XVI a lo
que hoy es la sabana de Bogot tenan un amplio control sobre este territorio. Algunas fuentes resaltan
la importancia de Facatativ como escenario del aniquilamiento de su mximo lder el zipa Tisquesusa.
Sin embargo no hay suficientes pruebas para asegurar que esta regin y en especfico el sector de
las piedras del Parque Arqueolgico, haya sido un lugar de especial significacin ni que all se hubiera
asentado el cercado del zipa. Igualmente estos grupos negaron ante los los cronistas ser los artifices
de las pinturas rupestres, de las que sin embargo guardaban especial significacin al relacionarlas con
su pasado mtico y con sus deidades. En este captulo se expone un panorama general sobre los muis-
cas a partir de las primeras cronicas que registraron los espaoles.
autor relaciona las pictografas del parque arqueolgico los indgenas haban acumulado en aos de jornadas si- En Facatativ se produjo un movimiento en favor de la con-
con ideogramas pintados en diferentes sitios del territorio lenciosas, bajo la proteccin cuidados del poderoso Zuh, servacin de las piedras, y el entonces representante a la C-
muisca. La informacin aportada proviene de las obras de guerrero de fuego (el sol) y de su novia plida y distante mara, abogado Luis Felipe Latorre U., destacado facatativeo
Miguel Triana, Antonio Nez Jimnez, Dario Rozo, Ger- Cha (la luna), que lo miraba fijamente a travs de los es- y figura relievante del foro colombiano, present un proyecto
mn Arciniegas, Guillermo Hernndez Rodrguez, Julio pacios. (Ramrez Snchez,1983: 22) que se convirti luego en la ley 142 de 1936, por medio de la
Cesar Cubillos y Pedro Vicente Galvis entre otros. cual se nacionaliz el sector y se dictaron algunas medidas
Como Ramrez Snchez da por hecho que en el parque para su administracin. Por la ley como tantas otras se qued
Como el mismo autor lo plantea su trabajo no es ms que reposan las cenizas del ltimo Zipa, afirma que falta por escrita y solo fue hasta 1946 cuando el distinguido facatativeo
una simplificacin, una sntesis, de la historia aborigen levantar en ese sitio del Cercado de Zipa, o Parque Ar- y abogado Julio Pea Pea tom a su cargo las gestiones para
enfocada sobre Facatativ y sobre su personaje esencial queolgico, que debera llamarse en verdad Cercado de el cumplimiento de las disposiciones legales y logr que el mi-
en el mundo prehispnico y de la conquista: el Zipa Tis- Tisquesusa, un monumento conmemorativo, digno de ese nistro de educacin Germn Arciniegas dictara el decreto 648
quesusa, cuyos huesos, rodos por el tiempo, se hallan guerrero y jefe de su pueblo cuyo nombre y cuya vida son de ese ao, el cual pona en ejecucin las normas de la ley.
al pie de uno de los grandes monumentos lticos del Cer- frecuentemente olvidados sin considerar todo su valor, su (Ramrez Snchez,1983: 40)
cado ardenta, a la vez que su prudencia y su cautela. Luch
hasta donde era posible y se mantuvo dentro de su impe- Si bien esta publicacin toma informacin de historiado-
Como este autor, muchos otros han imaginado o reprodu- rio hasta rendir la vida en el asalto de abril de 1538, que res y cronistas, no da cuenta de los hechos pre-conquista
cido de otras fuentes una serie de eventos sobre el zipa extingui la sucesin legtima del imperio. como tampoco sobre la organizacin social y poltica muis-
Tisquesusa que se dan por hechos sin ninguna cita a una ca, ni de los zipas y mucho menos si hubo o no un cercado
fuente documental veraz. Facatativ, por lo tanto, tiene el Cercado de Tisquesusa un del zipa en Facatativ.
lugar de gran significado para la historia americana, no solo
Tisquesusa fue el ltimo gobernante del pueblo muisca, por la concentracin geolgica de los inmensos y hermosos
y a quien, despus de dos aos de aventura dominado- megalitos de su Cercado, sino por el valor histrico de esos lu- Los muiscas
ra y cruel en el territorio conquistado, vino a buscar el li- gares en los cuales se halla inscrita, tanto en jeroglficos como
cenciado granadino Gonzalo Jimnez de Quesada, con en hechos acaecidos all, la vida de nuestros antepasados, Generalidades
hombres de a pie y de a caballo, en una noche de abril de quienes ocuparon uno de los primeros lugares en la paciente,
1538, para capturarlo y obligarlo a entregar las supuestas rudimentaria y cuidadosa civilizacin del nuevo mundo. (Ram- Tratar de conocer al grupo muisca, que habit esta regin
riquezas que acumulaba. (Ramrez Snchez, 1983:4) rez Snchez,1983: 23) hasta el sigklo XVI, no es tarea fcil; hoy en da existen
muchos planteamientos sobre sus formas de organizacin
Ramirez anota adems que Tisquesusa haca un ao que El autor comenta que de las 82 hectreas que conforman social poltica y econmica con nuevas teoras e hiptesis
se encontraba en el Cercado de Facatativ, rodeado de el Cercado del Zipa, (sobre el nmero de hectreas no al respecto por lo que en este espacio no puede pasar de
sus ms fieles amigos y servidores. Reciba noticias del ofrece informacin alguna de donde obtuvo el dato, que de una breve documentacin al respecto, as que se tratar el
movimiento de las tropas enemigas y estaba seguro que acuerdo con las actuales escrituras del parque este consta territorio y se planteara qu informacin sobre Facatataiv
podra evadir cualquier ataque, dada las condiciones es- de 29 hectreas), ahora bien, no es muy claro si el Cercado y el zipa tisquesusa suministraron algunos cronistas.
tratgicas del Cercado que le permitiran salir hacia el con- del Zipa corresponde a la misma rea del parque arqueo-
fn de los panches de diversos sitios aledaos. Adems de lgico, comenta que los terrenos fueron durante 400 aos El territorio ocupado por los muiscas incluy valles interan-
ese ambiente espectacular de las colinas y los megalitos, de propiedad particular. Algunas de las piedras de los al- dinos con mesetas y laderas condicionadas por diferencias
la verdura del bosque, la belleza simple y elemental del rededores fueron utilizadas por sus dueos como cascajo alturas, lo que implic cambios de temperatura, humedad
paisaje, lo reconfortaban y lo ponan animoso frente al os- para construccin de cercas, etc. Y apareca, como cosa y precipitacin; tambin la exposicin a las corrientes de
vientos hmedos y secos del Valle del Magdalena y de los cas funerarias presentan variaciones relacionadas con la y los pies, luego fueron recubiertos con una capa de ce-
Llanos Orientales estimulan la diversidad geogrfica con jerarqua de personaje ya que reflejan el estatus que este niza; se depositaron en una tumba cuya forma variaba
tierras fras, templadas y clidas, con una abundante y va- tuvo dentro de su sociedad. entre oval, pozo redondo y pozo con nicho. Cuando se
riada vegetacin la cual vara de acuerdo con la intensidad utiliz el ltimo tipo de tumba, el cuerpo poda ser puesto
de las precipitaciones, como ya se mencion debido a la En un asentamiento de Soacha, por ejemplo, las tumbas en porcin sentada o acostada. En este sitio se encontra-
altura. As el clima definido por la altura tiene en un impac- encontradas son rectangulares, de poca profundidad, se ron entierros de infantes en vasijas funerarias. En sntesis
to an mayor que el invierno o el verano. En el pasado, en localizan muy cerca unas de otras, en algunos casos su- el tratamiento de los cuerpos, el complejo ritual funerario
los bordes de la sabana de Bogot, un pueblo que perda perficiales con orientaciones variables. Un bajo porcentaje y toda la variabilidad de informacin que ofrecen los re-
sus cultivos en las tierras altas, como consecuencia de las de las tumbas estn cubiertas con lajas y slo alrededor portes arqueolgicos confirman que los muiscas no fueron
heladas o bajas temperaturas nocturnas, poda sobrevivir del 30% presentan ajuar funerario. Los individuos en ge- tan homogneos como se ha credo.
gracias a lo que haba cultivado en las tierras bajas. neral fueron colocados en posicin ce decbito dorsal ex-
tendidos. Como en este aparte no se trata de mostrar las eviden-
Sobre los muiscas existe mucha informacin en crnicas, cias arqueolgicas, sino de la resea y acopio de datos
archivos y documentacin etnohistrica, a partir de fina- En Guasca (Botiva, 1976) al noreste de la sabana, las tum- etnohistricos para el siglo XVI, bien se pueden describir
les de la primera mitad del siglo XVl. Los espaoles se bas en su mayora estn tapadas con lajas, el ajuar fune- aspectos sobre los habitantes que encuentran los invaso-
encuentran con una cultura que posea una tecnologa rario es ms abundante y se encuentran tumbas de pozo res europeos.
agrcola variada, con nfasis en el cultivo del maz que con cmaras laterales. Las tumbas de Ubal en la regin
se produca en todos los climas y constitua la base de su del Guavio (Botiva, 1984), al oriente de Cundinamarca, son
alimentacin, junto con el frjol, la ahuyama y la papa; tam- de corte trapezoidal y el personaje, posiblemente se colo-
bin cultivaron la calabaza, el aj, el algodn, el tabaco y la c sentado. En el Valle de Samac (Boada, 1987), algunos
coca, demostrando un excelente manejo en el control de individuos al morir reciban un tratamiento muy complejo:
los diferentes pisos trmicos de su territorio; explotaron las se flexionaba el cadver hasta dejarlo en posicin fetal,
fuentes de agua salada; produjeron cermica para uso do- para ello muy posiblemente fue atado y envuelto en man-
mstico, ritual y para el intercambio; tuvieron una prspera tas. En algunos casos se les coloco arcilla en la cabeza
industria textil y un complejo desarrollo de la orfebrera. La
circulacin y el intercambio de productos se llev a cabo
en varios sitios donde se realizaban mercados peridicos.
El tributo y la distribucin cacical, favoreci el aprovisiona-
miento regular de las comunidades y la existencia de una
especializacin local en la produccin de artculos.
Organizacin poltica rior informacin es que entre los muiscas, a pesar de la la vertiente oriental de la cordillera, que todava en el siglo
identidad cultural que se expresa en el calificativo que se XVII se identificaban como de la misma etnia que los del
La regin recin descubierta por los espaoles en el si- les dio, se presentaban variaciones importantes en lo que altiplano, a pesar de que ni los de all ni sus vecinos de los
glo XVI, estaba ocupada por una gran variedad de grupos tena que ver con su organizacin poltica. Adems de la Llanos orientales los reconocan como tales. La relacin
culturales: muiscas, panches, colimas y muzos. Adicio- existencia de seoros independiente mencionada, la in- con los panches ubicados al occidente del altiplano resulta
nalmente, en el territorio controlado por los muiscas del formacin que se deriva de las crnicas coloniales propo- an ms compleja, ya que al parecer los sutagaos sujetos
Zipazgo habitaban grupos que, al parecer, pertenecan a ne diferentes niveles de centralizacin del poder entre el al Zipazgo pertenecan a ese grupo (Velandia, Enciclopedia,
etnias distintas, entre los que se mencionan los sutagaos, Zipazgo y el Zacazgo. (Herrera ngel, 2008: 20) 1:17); pero a la llegada de los europeos mantuvieron su
los chos o suraguas, los guayupes y los llamados guapis, vinculacin poltica con el Zipazgo, mientras que los Pan-
bchipas o macos. Como se puede apreciar, la diversidad En cuanto a la organizacin interna del Zipazgo debe su- ches le hacan la guerra. (Herrera ngel,2008: 21)
cultural en el rea era significativa. brayarse lo que se anot anteriormente sobre la sujecin
de otras etnias, como los sutagaos, los chos o suraguas y De cualquier forma debe resaltarse que en el periodo pre-
Entre los muiscas buen parte del territorio y la poblacin los llamados guapis, bchipas o macos al poder del Zipa. hispnico la centralizacin poltica que se haba presenta-
se hallaba centralizada en dos grandes unidades polticas: Es decir, que grupos no muiscas formaban parte de su or- do en el Zipazgo y en el Zacazgo e, incluso, en algunos
el Zipazgo y el Zacazgo, pero haba seoros indepen- ganizacin poltica y, a veces terminaban por identificarse cacicazgos independientes se basaba en unidades meno-
dientes, cuyo ordenamiento no se haba centralizado en como tales. Este es el caso de los indgenas asentados en res que, a su vez, aglutinaban varios seoros, los que
un dirigente en particular. Adicionalmente, parecera que
se presentaban variaciones entre la organizacin poltica
del Zipazgo y la del Zacazgo. Sobre este ltimo, Londoo
presenta evidencias documentales respecto de la existen-
cia de dos dinastas simultneas. (Londoo, 1985: 201- 209).
tambin eran el resultado de otras agrupaciones. La sim- rentemente se perdieron elementos muy importantes de los V su seor, para fundar all una ciudad de su mismo
plificada informacin de las crnicas y la incomprensin la organizacin poltica prehispnica, como lo eran los nombre, subiendo luego en su caballo desenfund la es-
de la organizacin social y poltica indgena que se refle- cacicazgos que aglutinaban varios pueblos. Sin embargo, pada diciendo: que saliese si haba quin lo contradijese
ja en la documentacin no permiten ver con claridad las como sucedi en otros territorios americanos, el posterior aquella fundacin, porque el la fundara con las armas y
complejidades del sistema de alianzas y sujeciones que establecimiento de los corregimientos de indios tendi a caballo; an no habiendo quien saliese a la defensa en-
estaban en la base de los grandes seoros, fueran estos basarse en agrupaciones prehispnicas mayores que las vain la espada y mando del escribano del ejrcito hiciese
del tamao del Zipazgo o del Zacazgo, o de seoros inde- de los pueblos. (Herrera ngel, 2008: 22) instrumento pblico que diese testimonio de aquello con
pendiente. La existencia de estos variados niveles de arti- testigo (Simn,1981: 37)
culacin poltica se evidencia, por ejemplo, en el proceso Una seleccin de las primeras descripciones espaolas
expansivo del Zipazgo, que prcticamente triplic el terri- permitir introducir a los muiscas tal como eran a la lle- Los espaoles al recorrer la sabana y conocer la regin,
torio sometiendo slo a siete grandes caciques, los que, a gada de los conquistadores. Para obtener una opinin de se refirieron a las unidades polticas como valles, por ello
su vez, tenan bajo su control a otros caciques y capitanes. primera mano es fundamental el Eptome de la conquis- se dice que: Cada valle es su poblazn por s. (Eptome,
Varios seoros independientes tampoco eran unidades, ta del Nuevo Reino de Granada y la Historia General de 1547: 287)
sino que ejercan su control sobre otros caciques. Duitama Gonzalo Fernndez de Oviedo, los que junto a la Hispania
contaba con por lo menos diez pueblos que le eran sujetos victrix de Francisco Lpez de Gmara, son versiones de Es la tierra toda all dividida en provincias y valles, y cada
y le tributaban. Haba incluso pueblos que tributaban a dos una obra perdida del conquistador Gonzalo Jimnez de seor tiene su valle, y el valle y el seor un mismo nom-
grandes seores, sin que sea claro cmo operaban las Quesada, conocida como el Gran Cuaderno. Aunque la bre; y es seor segn su calidad. Hay seor de diez mil
relaciones entre sujetos y seores. Sobre pocos pueblos visin que pudieron tener los europeos del siglo XVI era vasallos, y tal que tiene veinte mil, y otros de a treinta mil;
muiscas aparecen declaraciones en las que se indique subjetiva y con frecuencia contradictoria, la escogencia se y tiene cada uno sus poblaciones derramadas por sus va-
que no estaban sometidos a otro cacique y, an en esos basa en aquella documentacin que la antropologa actual lles y territorios, de diez, de veinte, de treinta, de ciento, e
casos, sus declaraciones parecen evidenciar que tenan ha establecido como la ms probable entre las mltiples ms e menos casas cada pueblo, como es la disposicin
pueblos sujetos, como en el caso de Saquencipa, en los opiniones de los cronistas. (Londoo, 1993: 28) y ms fertilidad de la tierra. (Oviedo, 91548: 3:125).
que a las preguntas del visitador en este sentido respon-
dieron que no eran sujetos a ningn otro cacique antes (En) cuanto a lo de la Conquista, cuando entraron en Escena de la invasin espaola
todas las comarcas le eran sujetas a l-. Incluso, al hacer aquel Nuevo Reino los Cristianos, fueron recibidos con Tomado de http://www.venelogia.com
los repartimientos o encomiendas, pueblos como Gachan- grandsimo miedo de toda la gente, tanto que tuvieron por
cip, que haba sido sujeto al Guatavita, fueron repartidos opinin entre ellos que los espaoles eran hijos del sol y
como dualidades: Gachancip y Tenteba, declarando ser de la luna. Y que ellos los haban engendrado y enviado
el primero el cacique y el segundo un principal. (Herrera del cielo a estos sus hijos para castigallos por sus peca-
ngel, 2008: 22) dos se suban a las sierras que estaban cerca y desde
all les arrojaban a sus hijos para que comiesen (Jim-
Como resultado del proceso de conquista los grandes se- nez de Quezada, 1974: 2)
ores desaparecieron y fueron suplantados por el poder
de la Audiencia. Otro tanto sucedi con los grandes seo- Pero los espaoles no venan en viaje de placer, vinieron
res independientes y con los grandes seores que, como a conquistar, as tan pronto reconocieron el territorio del
Guatavita, controlaban varios cacicazgos. Los panches Zipa, seor de los muiscas, los conquistadores tomaron
fueron sometidos al poder de un Zipa que poco despus posesin de las tierras en nombre de su Rey.
muri, como consecuencia de las torturas que se le infrin-
gieron y cuya desaparicin marc el fin de la institucin del Gonzalo Jimnez de Quezada se ape de su caballo
Zipazgo. Los pueblos fueron repartidos en encomiendas: y arrancando algunas yerbas y pasendose dijo que to-
57 en Santaf y 31 en Tocaima. Con este reparto apa- maba la posesin en nombre del invicto emperador Car-
Por ello Los poblados y las casas o bohos del llanura cubierta de pastos y vegetacin baja. En ella se
altiplano cundiboyacense destacaban numerosas aldeas Suba, Tuna, Tibabuyes,
Los espaoles iban poniendo nombre a los valles y Usaqun, Teusaquillo, Cota, Engativ, Funza, Fontibn,
tierras ms sealados por donde pasaban pero como El territorio de los muiscas, abarcaba la cuenca y valles Techo, Bosa, Soacha... y palacios compuestos por bohos
importaba tanto dar a todas ellas un nombre general que aledaos al ro Bogot hasta Tena, el Ro Negro hasta rodeados de dos o tres empalizadas concntricas, seme-
las significase, acordaron drselo con uno de los vocablos Quetame, el Ro Guavio hasta Gachal, el Ro Garagoa jantes a los alczares rabes del sur de Espaa.
que comnmente oan a los indios, cuando comenzaron hasta Somondoco, el Ro Chicamocha hasta Soat y el
a entrar por la Sabana o Valle de Bogot en la lengua ro Surez hasta Vlez. No existe un acuerdo sobre cifras ...el cual pueblo era muy hermoso de pocas casas y muy
de esta Sabana, lo que nosotros significamos con este de poblacin, pero los conquistadores fueron enfticos en grandes, de paja muy bien labrada; las cuales casas esta-
vocablo Hombres, significan los indios con este vocablo destacar la multitud de los indgenas y les llam la aten- ban muy bien cercadas de una cerca de haces de caas,
MUEXA, de manera que muexa, en su lengua es lo mis- cin el refinamiento y complejidad de las casas y construc- por muy gentil arte obradas. Tena 10 o 12 puertas con
mo que hombre en nuestra castellana (Simn ,1981: ciones muiscas: muchas vueltas de muralla en cada puerta. Era cercado el
71, 78) pueblo de dos cercas. Tena entre cerca y cerca muy gran
Llegados a estos pueblos de la sal, ya aqu mostr la tie- plaza, y entre las casas tena otra muy hermosa plaza.
Obviamente se refiere a la palabra hombre en chibcha que rra lo que en ella haba y lo que haba adelante, porque Una casa de ellas estaba llena de tasajos de venados,
es muysca. (Gonzalez de Prez, 1987: 271) era muy gruesa y de muchos indios, y la manera de los curados sin sal. (Annimo, 1545: 235)
edificios de casas, diferentes de los que hasta entonces
Los muiscas eran gente vestida, hecho que impacto a los habamos hallado; en especial, una jornada ms adelante Los pueblos tuvieron una determinada conformacin urba-
espaoles por su adelanto. Sobre sus trajes y tocados se de dicho pueblo de la sal entramos en la tierra del ms na, pues un silencioso lenguaje de empalizadas defensi-
lee en Epitome: principal seor que hay en ella, que se dice Bogot; y vas, levantadas alrededor del pueblo, de los templos y de
bien mostr ser as, porque le hallamos una casa de su las casas de los principales, manifiesta claramente la exis-
La disposicin desta gente es la mejor que se ha visto en aposento que, para ser de paja, se podra tener por una tencia de un orden, de una jerarqua espacial que expres
Indias. Especialmente las mujeres tienen buena hechura de las mejores que se han visto en Indias. (Lebrija y San materialmente la presencia y proteccin del cacique.
de rostros y bien figurados... Sus vestidos, dellos y dellas, Martn,1539: 84)
son mantas blancas y negras y de diversas colores, ce- La vivienda generalmente guard una cierta homogenei-
idas al cuerpo, que las cubren dende los pechos hasta La sabana de Bogot vista desde lo alto del cerro de Suba, dad en cuanto a la concepcin espacial y al uso de mate-
los pies, y otras encima de los hombros en lugar de capas presentaba una amplia zona pantanosa rodeada por una riales en su construccin.
y mantos, y ans andan cubiertos todos. En las cabezas
traen comnmente unas guirnaldas hechas de algodn,
con unas rosas de diferentes colores de lo mesmo, que
les viene a dar en derecho de la frente. Algunos caciques
principales traen algunas veces bonetes hechos all de
su algodn, que no tienen otra cosa de qu vestirse; y al-
gunas mujeres de las principales traen unas cofias de red,
algunas veces. (Jimnez de Quesada, Eptome, 1547:
294)
Cercado muisca.
Gran Enciclopedia de Colombia. Salvat
resguardo para impedir la entrada de los vientos por la ...Poco se detuvo all el campo espaol, pues al da si-
Casa o Boho que era redondo puerta(Piedrahita) guiente, habiendo sesteado en Sesquil, descubrieron a
de hechura de campana Chocont, grande por su fbrica de casas y copioso n-
y tendra de circunferencia Sirva de comparacin, como otros en algunos grupos in- mero de vecinos, y aumentada con presidios (guarnicio-
cinco varas de redondo, dgenas actuales, elementos domsticos como las camas nes de soldados) como frontera de los Reinos del Zipa
tomadas desde el centro de ella son barbacoas de mediana altura, y tienen tambin pe- contra las invasiones del Tunja... (Piedrahita,1666: 1: 238-
(Castellanos,1955: 191) queos taburetes o asientos labrados de tronco de rbol 239)
en las casas de los seores principales y en los templos.
El tamao, la calidad de la construccin y el decorado de El fogn, se halla a nivel del piso, tambin dentro de la Al norte del pas muisca existan otros tres grandes
la vivienda se corresponda con el orden social, las ca- casa, y lo mantiene encendido permanentemente. cacicazgos regionales. Tunja, una entidad ms antigua
sas ms refinadas para los seores y las ms elementales que Bogot aunque territorialmente ms reducida, guar-
para el comn del pueblo. Aunque conocieron el arte de Por su parte Londoo comenta sobre el Valle de los Alc- daba la venerable tradicin de los Zaques que se oponan
la piedra y denominaron la alfarera, sus construcciones zares que junto con las sierras nevadas de la Cordillera permanentemente a la expansin de los bogotes; Soga-
fueron siempre de materiales perecederos, ya porque su Central en el horizonte, dieron pie para el nombre de Nue- moso tena un carcter sagrado por la presencia de tem-
economa as lo requera o porque prefirieron otras labo- vo Reino de Granada, era, en efecto, el ncleo del caci- plos y tradiciones de ndole solar; finalmente Duitama, que
res antes que el trabajo fsico pesado; dicen as las crni- cazgo de Bogot. Con su sede de gobierno en Funza, era se destac por su belicosidad ante los invasores.
cas al respecto: el cacicazgo regional ms extenso y poblado, no slo del
territorio muisca sino de todo el norte de Suramrica en
Cubranlas de paja porque ignoraban el arte de la teja: aquel siglo. Sus gobernantes, los Zipas recientemente lo Los Caciques
las paredes formadas de maderos gruesos, encaados haban conformado, anexando los cacicazgos intermedios
por la parte de afuera y dentro argamasados con mezcla de Guatavita, Ubaque, Ubat, Zipaquir y Fusagasug Cada uno de los grandes caciques principales de los muis-
que hacan de barro y paja(Piedrahita) (Londoo, 1988, 1993). cas reuna bajo su mando una serie de caciques interme-
dios, que a su vez gobernaban sobre mandatarios locales,
El espacio de un solo boho, subdividido con tabiques, al- Sin embargo, y por esta misma razn, de los cacicazgos
bergaba a la familia. All se guardaban sus vveres, armas, regionales en que se divida en ese entonces el territorio
adornos y dems pertenencias: de los muiscas, Bogot era el ms inestable. As, aunque
el cacique opuso resistencia a la conquista, muchos de
Estaban todas estas casas sus sujetos prefirieron sacudirse de su dominio y se alia-
llenas de varias municiones y pertrechos ron a los europeos, como sucedi cuando Quesada sali
macanas, dardos, hondas, tiraderas, por el valle del Teusac hacia el norte:
maz, frjoles, turmas, cecinas,
y otros preparativos para guerra Salieron los espaoles de Bogot en demanda de las
(Castellanos (1955: 192) esmeraldas de Somondoco; y pasaron por las grandes
poblaciones de Engativ, [Techo], Usaqun, Teusac y
Lucas Fernandez de Pihedraita al referirse a las casas de Guasca, donde hicieron alto, admirados de ver tanta mul-
los muisca dice: titud de naturales, y mucho ms de que los reciban de
paz, con abundancia de comidas. Pasaron a Guatavita,
Tenan pequeas las puertas y ventanas y dividan corte de seores poderosos que en su prosperidad fueron
el interior de la casa en forma de cerca en que tenan soberanos, hasta que la fortuna del Zipa Tisquesusa los
aposentos, con un solo tabique de carrizo que serva de sujet a su dominio. (Zamora,1701: 1: 214) Cacique muisca
Tomado de http://www.
tunja.gov.co
seores a su turno de un conjunto de linajes de parientes. traa tributo de los indios. Pero ni los nuevos amos actua- rrollo el grmen de una estructura patriarcal pues, por una
La jerarqua era tan marcada que los espaoles mismos, ban dentro del sistema de reciprocidades de los caciques parte, exista la posibilidad de sucesin por va masculina,
quienes provenan de un sistema feudal, sealaron la fal- ni los muiscas estaban acostumbrados a pagar impuestos y por otra, exista la poligamia:
ta de caridad de los indios nobles hacia los comunes. De en especie, slo como prestaciones de trabajo. El cronista
hecho, los caciques principales eran semidioses que no real Antonio de Herrera describe para los Cuevas, grupo Al juzgar los trminos del parentesco que registraron los
podan ser mirados a la cara: de lengua chibcha de Panam, un sistema comparable al frailes espaoles en diccionarios donde la palabra sahaoa
de los muiscas: (Londoo,1993: 31) significa a la vez esposo y primo, se ha sugerido que el
Es grandsima la reverencia que tienen los sbditos a sus matrimonio preferido era entre primos. Las leyes de la
caciques, porque jams les miran a la cara, aunque estn Los seores de estas provincias no tenan tributo, sino el exogamia les imponan la condicin de ser hijos de her-
en conversacin familiar, de manera que si entran donde servicio personal; y por esto les labraban sus casas y se- manos de distinto sexo, ya que de otra forma los novios
est el cacique han de entrar vueltas las espaldas hacia menteras, aunque por regalo les daban [los caciques a su se consideraran hermanos pertenecientes a la misma
l, reculndose hacia atrs. Y asentados o en pie han de sbditos] de comer y de beber; y as, los seores ni tenan capitana matrilineal. La poligamia parece haber sido tam-
estar desta manera, de manera que en lugar de honra tie- nada de los vasallos ni les faltaba nada y eran amados y bin una prctica comn, principalmente para aquellos
nen siempre vueltas las espaldas a sus seores. Eptome. temidos. (Herrera,1600: 8: 69-70) caciques que mediante uniones con esposas de distintas
(1547: 296) capitanas o cacicazgos vecinos, fortalecan las alianzas
Si los caciques ocupaban la cima de la pirmide social, la polticas. Los primeros conquistadores insisten, por ejem-
Y... cuando (el Bogot) tosa o haca seal de escopir, base de la sociedad lo estaba por grupos de parentesco plo, en que el Bogot tena ms de cuatrocientas esposas,
luego los caciques y ms principales seores indios que matrilineal: un to materno viva con sus sobrinos -hijos lo cual da f del volumen enorme de sus compromisos:
cerca dl estaban, alongaban los brazos teniendo presto de hermana- y las esposas de ellos en un territorio de-
sobre ellos un muy delgado y rico velo o tohalla blanca, terminado, propiedad de su linaje. Un cabeza de linaje o Csanse todas las veces que pueden y todas las mujeres
en que escopiese, y ellos postrados de rodillas reciban capitn representaba al grupo y coordinaba actividades que pueden mantener. Y ans uno tiene diez mujeres y
aquella saliva que el Bogot despeda o alanzaba, como tales como hacer juntos la labranza del cacique. La tierra, otro veinte, segn la calidad del indio. Y Bogot, que era
cosa santa y presciosa. Oviedo. (1548: 3:94) al igual que los cargos de cacique y capitn, se hereda- rey de todos los caciques, tena ms de cuatrocientas.
ban entre los muiscas por va femenina, de to a sobrino (Eptome,1547: 296)
Los caciques eran llevados en andas y la comunidad les hijo de hermana.
haca ofrendas y regalos, al tiempo que estaba obligada a Csanse los indios cuantas veces quieren y tienen juntas
construir cercados y a cultivar labranzas para ellos. El lder La organizacin social del grupo Muisca estaba conforma- cuantas mujeres toman y pueden mantener; y hay caci-
tena a su vez funciones de coordinacin y representacin. da por comunidades dentro de las cuales la mujer tuvo que que tiene veinte mujeres, y tal que tiene treinta y cin-
Al interior de la comunidad, un cacique local organizaba una relevancia manifiesta (clanes cognticos), pues tanto cuenta, y hse visto cacique de cient mujeres. Y los otros
los trabajos comunales en obras pblicas, patrocinaba los el vnculo familiar (filiacin consangunea) como la suce- indios que no son tan principales tienen a seis y a diez, y
mercados, diriga la guerra, mantena graneros en previ- sin de los cacicazgos, se siguieron por va femenina. el que menos tiene es dos o tres mujeres; pero por mu-
sin de pocas de escasez; al exterior, se ocupaba de las chas que sean, nunca rien una con otra, sino en confor-
relaciones polticas y sagradas con otros mandatarios, en El sucesor que no puede ser hijo, sino, sobrino hijo de midad y bien avenidas, cada una se contenta y conforma
la pirmide de jerarquas. De hecho, el cacique era su co- hermana, y en efecto de no tener sobrino, hermano del con la voluntad de su marido. (Oviedo,1548: 3: 111, 126.
munidad, de tal forma que sta le brindaba un lujo y una seor es heredero (Simn, 254) Citado por Londoo,1993: 31,32)
reverencia proporcionales al respeto y admiracin que es-
peraba recibir de los grupos vecinos (Escobar, 1986) Se entendera que el pertenecer al mismo clan equivala Entre los muiscas, parece haber existido dos niveles de
. a ser hermanos y por esto estaba instituida la exogamia, capitanas; una mayor, o sybyn, y otra menor denomina-
Tal sentido de la jerarqua hizo posible la instauracin del esto es, el matrimonio con miembros de otros clanes. Los da uta. Esta ltima correspondera al linaje matrilineal, en
rgimen colonial espaol, en el que un europeo con ttulo matrimonios dentro de un mismo clan estaban prohibidos. tanto la sybyn debi representar un paso ms en la cade-
de encomendero tomaba el lugar de un jefe nativo y ex- Sin embargo, ya en esta sociedad se encontraba en desa- na de dominaciones sucesivas de unos caciques por otros
de mayor rango (Londoo, 1985). Al igual que un conjunto con amplias regiones donde se viva en aldeas nuclea-
de muecas rusas, las utas se agrupaban en sybyn, s- das, rodeadas de campos vacos vieron entorpecida su
tas en cacicazgos locales, y estos a su vez en cacicaz- labor colonial por la separacin fsica de las gentes que
gos subregionales y regionales. En 1594, un documento pretendan someter a obediencia y a catequizacin. Pero
de Tibabuyes mencionaba las utas como parcialidades o el pueblo muisca era fundamentalmente agricultor y como
conjuntos de personas subordinados a otros grupos: tal obtena ventajas del poblamiento disperso. Cada capi-
tana debi llevar una vida ms tranquila en ese relativo
...antiguamente haban dos capitanas... y obedecan al aislamiento, y se dedic a conocer al mximo las caracte-
cacique de Bogot, y haba dos parcialidades sujetas a rsticas de su nicho ecolgico: cul vertiente es ms pro-
las dichas dos capitanas, que llaman utas... (ANC. Vis- pensa a las heladas, qu suelo se adapta mejor para al-
Boy: 17: 232v, en Villamarn y Villamarn, /1975/: 92. Cita- gn cultivo, qu variedad de maz es ventajosa para cada
do por Londoo,1993: 32) clima. (Londoo, 1993: 33)
En aquel tiempo que este testigo entr, los hallaron... po- ..Previnense presto, con sembrar en la tierra caliente esto es el ms verdadero mantenimiento, de que se sirven
blados junto a las vegas del ro..., desparramados en una que alcanzan, y en el entretanto que se coge se susten- por pan. Hay muchas fructas y todas las que comnmen-
parte seis buhos y en otra cuatro y en otra ocho o diez, y tan con papas. (Annimo, 1559-1560: 65 en Langebaek, te hay en todas las otras partes destas Indias, as como
desta manera estaban poblados en aquel tiempo. (Sasa, 1987: 67) pias, ajes, batatas, guayabas, caimitos, guanbanas e
1595; ANC. TiBoy: 10: 465 r-v) pitahayas, etc. Tienen muchos venados, y un gnero de
De las tierras fras obtenan tubrculos como la papa, hi- animales que quieren parescer conejos, y en la costa de
No haba en estas provincias pueblos grandes, sino que bias, cubios y nabos. Cazaban venados de dos variedades la mar los llaman guajes y en el Nuevo Reino le llaman
cada principal tena en sus tierras tres o cuatro casas jun- mazama y odocoileus y tenan domesticado al cur. fico de que hay infinidad; pero dande mejor los conoscen,
tas, y los otros, cada uno adonde sembraba tena la suya. Es su mayor bastimento y de lo que ms se sirven, unas se dicen cores. (Oviedo, 1548: 3: 110)
(Herrera, 1600: 8: 69) turmas que llaman yomas, que las siembran y como es
dicho es la mayor provisin que tienen, porque con todo Para cultivar en las faldas de las montaas los muiscas
Debido a estas prcticas antiguas, los arquelogos lo que comen, comen esas yomas, y simbranlas con el construyeron terrazas de cultivo simples, es decir, sin
contemporneos tienen dificultad para ubicar rastros de maz. Y asimismo otra simiente que se llama cubia, que muro de contencin en piedra. En los fondos de los valles
sitios grandes que hayan permanecido habitados por largo cocidos tienen el mesmo sabor que nabos y son cuasi a planos e inundables labraron camellones de aproximada-
tiempo; por su parte, los espaoles llegados de un pas manera de rbanos en sabor y en todo, estando crudos, y mente un metro de ancho, separados por canales, lo que
les permiti aprovechar la fertilidad del limo, la humedad ligiosas y actos adivinatorios: el yopo (Anadenantera pe- miento de lo que fueron sus creencias. Estudios como los
en tiempos de sequa y el drenaje en poca lluviosa. En regrina) de los Llanos, la coca (Eritroxylon coca) de tierras de Gerardo Reichel-Dolmatoff entre los kogui de la Sierra
estos canales, en los pantanos para entonces no dese- clidas como el can del Chicamocha, o el borrachero Nevada de Santa Marta ([1949]) o los de Ann Osborn entre
cados y en los ros, se hallaba el pez capitn cuyo sabor (Datura sp.) oriundo del altiplano. los tunebos de la Sierra Nevada del Cocuy (1982) contex-
alab Gonzalo Jimnez de Quesada: tualizan las anotaciones de los primeros conquistadores
Para esto tienen dos yerbas que ellos comen, que llaman de los muiscas. As por ejemplo, en Tota, donde los fran-
Pescado se cra en los ros y lagunas que hay en aquel yop y osca, las cuales acabadas de tomar cada una por ciscanos se encargaban de la doctrina, fray Pedro Simn
Reino y, aunque no es en gran abundancia, es lo mejor s, desde all a ciertas horas o espacios dicen ellos que describe los elementos de un ritual de yopo en trminos
que se ha visto jams, porque es de diferente gusto y sa- les dice el Sol lo que han de hacer en aquellas cosas que similares a los reseados para los actuales tunebo (1625:
bor de cuantos se han visto. Es slo un gnero de pesca- le preguntan... Si ciertas coyunturas se les mueven des- 6: 118). Ellos, en los meses lluviosos que rodean el solsti-
do y no grande, sino de un palmo o de dos, y de aqu no pus de haber comido las yerbas,... es seal que han de cio del norte -mayo a julio-, conjuran los peligros de una
pasa, pero es admirable cosa de comer. (Eptome, 1547: acabar bien su deseo e negocio; e si se mueven otras cercana extrema de las deidades cumpliendo un perodo
295-296) ciertas coyunturas, es seal que no les ha de subceder de ayuno y abstinencia en el cual slo consumen alimen-
bien, sino mal; y para este desvaro tienen repartidas las tos del bosque y mantienen el fogn apagado; lo mismo
La dieta muisca se complement con productos de tie- coyunturas, intituladas y conoscidas por buenas las unas, anotaron los primeros conquistadores como una prctica
rra caliente obtenidos gracias al intercambio. Las ferias y y las otras por malas. (Oviedo, 1548: 3: 122) extraa de los muiscas que variaba en duracin segn las
mercados fueron famosas por la variedad de bienes que a regiones:
ellas llegaba, cada cuatro o ms das, ya fueran productos Una hierba que llaman hayo... traen los indios en la boca,
de la regin o algodn y aj de la tierra caliente o, cuen- e aunque la mascan no la tragan y la echan cuando les Tienen dieta dos meses al ao, como cuaresma, en los
tas de collar en piedra o caracoles marinos que llegaban paresce; y en unos calabacitos traen una mixtura que pa- cuales no pueden tocar a mujer ni comer sal. (Gmara,
trocadas de mano en mano desde Santa Marta. A su resce cal viva, y as arde como yesca, y con un palillo 1551: 1: 120)
vez, los productos muisca eran apreciados en otras re- sacan de ella y dnse por las encas a una parte e a otra.
giones, como la sal que bajaba el ro Magdalena ms all Dicen los indios que el hayo y esa cal los sustenta mucho Reparten los tiempos del ao, para sus negocios, muy or-
de Barrancabermeja o las esmeraldas encontradas en la e los tiene sanos. Holgando o trabajando o caminando, denadamente, y dividen los meses o lunas en tres partes;
regin Calima y el Sin. (Langebaek,1987). Los espaoles de da e de noche, comen o ejercitan lo que es dicho... y los diez das primeros, casi la mayor parte del da y toda
no pasaron por alto el ambiente ritual que se viva en los (Oviedo, 1548: 3: 126) la noche comen una hierba que [en la costa de la mar] se
mercados: dice hayo, mezclada con la que ellos tienen para medicina,
Hay una hierba en aquella tierra, que llaman tectec, que para conservar su salud, y en este tiempo no comunican a
Sus tractos e mercaderas son muy ordinarios, trocando enloquesce, y tanta podra comer un hombre della, que lo sus mujeres y duermen en diversos apartamientos. Y los
unas cosas por otras, e con mucho silencio e sin voces; e matase. Y para hacer que uno enloquezca, echan desa otros diez das segundos se ocupan en sus labranzas y
no tienen moneda; e aunque haya gran multitud de trac- hierba en la olla en que guisan de comer, y comiendo des- contractaciones y negocios; y los ltimos o postreros diez
tantes, no se oye ni hay vocinglera ni rencilla, sino extre- pus de la hierba que con la carne se coci, quedan locos das del mes toman para su recreacin e comunicacin
mada quietud, sin contienda. (Oviedo, 1548: 3: 126) los convidados o comedores para tres o cuatro das; e con sus mujeres, y en algunas partes de aquella tierra
segn la cantidad que echaren, as es ms o menos la abrevian ms estos trminos... (Oviedo, 1548: 3: 111, 121;
locura. (Oviedo, 1548: 3: 111) Eptome, 1547: 297.Citado por Londoo,1993: 35, 36)
La Cosmovisin
Aunque por lo general los cronistas evitan registrar aspec- Los mitos muiscas cantados por los jeques o sacerdotes
Como se dijo inicialmente, la religin tena un lugar de pri- tos de la religin muisca por considerarla cosa del dia- en las ceremonias, hablaban de un ser supremo llama-
vilegio entre los muiscas; no es de extraar que en los blo, los trabajos de antroplogos contemporneos entre do Chiminigagua que al principio del tiempo hizo la luz
mercados se encontraran las plantas medicinales, dotadas los grupos sobrevivientes de la familia lingustica Chibcha y envi unas aves negras a recorrer el mundo iluminando
de poderes que intervenan en numerosas ceremonias re- nos brindan una oportunidad de acercarnos a un entendi- (creando) cada lugar con su aliento. Para poblar la tierra
la madre Bachu habra salido de la laguna de Iguaque ciendo cada da tan a varas la inundacin, que no tenan La diferencia mayor entre los indgenas de hoy y del pasa-
con un nio, con quien una vez crecido tuvo centenares ya esperanza del remedio,... por lo cual [la gente] toda se do radica en el volumen de oro que antao se encontr en
de hijos a quienes ense preceptos y leyes, hasta que determin por mejor consejo de ir con la queja y pedir el los muchos templos arrasados por los europeos, ya fuera
al cabo de los aos, convertidos ambos en serpientes, se remedio al dios Bochica, ofrecindole en su templo cla- en las capitanas rasas, en templos con calzadas ceremo-
sumergieron en la laguna de donde haban salido. Otra mores, sacrificios y ayunos. (Simn, 1624: 3: 379-380) niales como los que existieron en Guatavita y entre Cha y
versin propone que el cacique de Sogamoso y su sobrino Cajic (Velandia, 1980: 3: 1380) o en los dominios del cacique
el de Ramiriqu-Tunja hicieron a los dems hombres de Bochica apareci entonces sobre el arco iris con una vara mayor de Sogamoso.
tierra amarilla y a las mujeres de una caa, y luego, en el de oro en la mano y remedi la pesadumbre de los muis-
solsticio de diciembre, se transformaron el de Ramiriqu cas al abrir, como desage de la Sabana, el salto del Te- Quanto a la religin destos indios, digo que en su manera
en Sol y el de Sogamoso en Luna, siendo desde entonces quendama: de error son religiossimos, porque allende de tener en
objeto de adoracin (Prez de Barradas, 1938). cada pueblo sus templos, que los espaoles llaman all
Me doy por satisfecho de la bien que me servs... y as, santuarios, tienen fuera del lugar, as mesmo, munchos
Ellos tienen al Sol y a la Luna por criadores de todas las aunque no os quitar los dos ros porque algn tiempo con grandes carreras y andenes que tienen hechos dende
cosas, y creen dellos que se juntan como marido y muger de sequedad los habris menester, abrir una sierra por los mesmos pueblos hasta los mesmos templos. Tienen,
a tener sus ayuntamientos. Sin esto, tienen otra munche- donde salgan las aguas y queden libres vuestras tierras. sin esto, infinidad de hermitas en montes, en caminos y
dumbre de dolos, los cuales tienen como nosotros ac a Y diciendo y haciendo, arroj la vara de oro hacia Tequen- en diversas partes. En todas estas casas de adoracin
los santos, para que rueguen al Sol y a la Luna por sus dama y abri aquellas peas por donde ahora pasa el ro. tienen puesto muncho oro y esmeraldas... Y a cada cosa
cosas. (Eptome, 1547: 300) Simn, (1624: 3: 380) destas tienen apropiadas sus oraciones, las cuales dizen
cantadas. (Eptome, 1547: 298)
Los mismos relatos refieren a un hroe civilizador de bar-
bas blancas un apstol segn los espaoles que predi-
c la inmortalidad del alma y ense el arte textil, camin
sobre las aguas y desapareci finalmente en Sogamoso
(Pacheco, 1971: 30). Castellanos llama a este personaje Bo-
chica, pero Simn le dice Chimizapagua o mensajero de
los dioses. En la crnica de este ltimo, Bochica es un
dios a quien acuden los muiscas para desanegar la saba-
na inundada cuando el enfurecido Chibchachum cre el
ro Teusac:
Los muiscas, al igual que los koguis hoy da, hacan pa- Estaba a este tiempo toda la laguna en redondo... coro-
gamentos u ofrendas en lugares sagrados como bosques, nada de infinidad de indios e indias, con mucha plumera,
rocas, montaas y lagunas. Son una suerte de trueque chagualas y coronas de oro, con infinitos fuegos a la re-
con las deidades, en el que a cambio de una peticin o donda, y luego que en la balsa comenzaba el sahumerio
para favorecer su buena disposicin hacia los mortales, lo encendan en tierra, en tal manera, que el humo impe-
se les deja un tributo de reconocimiento: cuentas de collar, da ver la luz del da.
algodones embebidos de semen o piezas de oro (Londo- ...Haca el indio dorado su ofrecimiento echando
o, 1989). Para dicho fin se utilizaron los conocidos tunjos todo el oro que llevaba a los pies en medio de la laguna, y
muiscas, representaciones en oro o tumbaga aleacin los cuatro caciques que iban con l y le acompaaban ha-
con cobre de hombres, mujeres o animales votivos. Tam- can lo propio; ...y partiendo la balsa a tierra comenzaba
bin el oro, en forma de adornos, acompaaba a los caci- la grita, gaitas y fotutos con muy largos corros de bailes
ques y personajes en sus tumbas. y danzas a su modo, con la cual ceremonia reciban al
nuevo electo y quedaba reconocido por seor y prncipe.
Tienen muchos bosques y lagunas consagradas en su De esta ceremonia se tom aquel nombre tan celebrado
falsa religin, donde no tocan a cortar un rbol ni tomarn de El Dorado... (Freyle, 1636: 65-66)
una poca de agua por todo el mundo. En estos bosques
van tambin a hacer sus sacrificios y entierran oro y es- Con Guatavita, este autor menciona cinco altares o pues-
meraldas en ellos... Lo mesmo es en lo de las lagunas, las tos de devocin de los muiscas: la laguna de Ubaque, la
que tienen dedicadas para sus sacrificios: que van all y de Guasca, la de Siecha y la de Teusac, que tambin
echan muncho oro y piedras preciosas, que quedan per- tiene gran tesoro, segn fama, porque se deca tena dos
didas para siempre. (Eptome, 1547: 300) caimanes de oro, amn de otras joyas y santillos, y hubo
muchos golosos que le dieron tiento, pero es hondable
Al respecto Castellanos comenta: y de muchas peas (Freyle,1636: 83). El legado de estos
Ajuar de orfebera muisca. Museo del Oro, Bogot.
Diego Martnez Celis, 2010
mitos, narraciones y consejas nos permite a los colombia-
Por los jeques se presentan las ofrendas nos que nos acercamos hoy a las aguas tranquilas de las
que trae cada cual al santuario lagunas del altiplano, sentir todava viva la sombra furtiva
que son varias figuras hechas de oro, coas, que son lechos levantados sobre la tierra en punta-
hasta culebras, ranas, lagartijas, les; e all se los dejan con todas sus riquezas pegadas o
casquetes, brazaletes, diademas, junto al cuerpo muerto. (Oviedo, 1548: 3: 118)
vasos de diferentes composturas
(Juan Castellanos ,155,156). En esta ltima cita, adaptada por Gonzalo Fernndez de
Oviedo a partir de la lectura del Gran Cuaderno de Jim-
En los enterramientos tienen diferentes costumbres, por- nez de Quesada, aparece la primera versin del mito del
que en Bogot se entierran debajo de tierra, excepto el Dorado entre los muiscas. Un gran cacique de la provincia
cacique principal y seor de todos, que lo echan en una de Bogot que al morir es arrojado a una laguna en un
laguna grande, con un atad de oro en que va metido. En atad de oro. Posteriormente, el Dorado habra de iden-
la tierra de Tunja, las personas principales e otros capita- tificarse con una tradicin del cacicazgo de Guatavita, en
nes que entre ellos tienen preeminencia, no se entierran, el cual cada nuevo cacique deba, segn lo narra Juan
sino as como agora dir. Ponen sus cuerpos, con todo el Rodrguez Freyle, navegar la laguna en una balsa cargada
oro que tienen, en sus santuarios y casas de oracin, en de ofrendas, desnudo y recubierto de polvo de oro, para
ciertas camas que los espaoles all las llaman barba- arrojar los tesoros a las aguas: La llamada Balsa muisca. Museo del Oro, Bogot.
y dorada de los muiscas, gente que quieren paz y no gue- eran hechas de oro con figuras de varios animales (Si- Deca no deberse tomar del acusado
rra, porque aunque son muchos, son de pocas armas y no mn 242, Castellanos 195:196) prendas (regalos) con que se fuerza la justicia
ofensivas. Mando matar quien mujer forzase,
Uno de los Zipas, Nemequene, se distingui por su poltica siendo soltero, pero si es casado, durmiesen dos solteros
A la guerra iban muy adornados con plumeras y alhajas que busc la unificacin de las los muisca, bajo una legis- con la suya
de oro. Las armas eran arrojadizas y contundentes des- lacin con principios morales, polticos, fiscales y econ- Mando que si de parto pereciese
provistas de veneno, la tiradera la ms caracterstica de micos, que como un cdigo se transmita oralmente. As cualquier mujer casada, su marido
ellas. mandaba que quien matase muriese perdiese la mitad de la hacienda
Aunque lo perdonasen los parientes del muerto, y la diese al suegro y a la suegra,
(Tenan) varias municiones y pertrechos porque declaran que la vida slo la daba hermanos o parientes ms cercanos
macanas, dardos, hondas, tiraderas el ser supremo y que los hombres no podan perdonar Hizo ley ordenando que el que huyese en la batalla
usan principalmente tiraderas, Y para el que fuese ladrn mand que con fuego antes de hacerlo su capitn, le quitasen luego
que son unos dardillos de carrizo puesto delante de los ojos lo segasen y si los hurtos la vida con muerte afrentosa
con puntas de dursima madera fuesen de gravedad o repetidos, se los quebrasen con Aplico para su real fisco las haciendas
(Catellanos, 1955: 192) puntas de espinas por estos medios se castigaba lo De aquellos que muriesen sin herederos legtimos. Fer-
presente y remediaba lo futuro sin quitar la vida al ser: nndez de Piedrahita
El valor demostrado en la guerra era de suma importan-
cia, y era recompensado con ascensos y cacicazgos. El Recreacin del rito de correr la tierra y la ceremonia de el dorado.
caso contrario era objeto de castigo y deshonra ante la Ilustracin de Wilmer Seplveda y Diego Martnez Celis, 2008
comunidad.
Segn sus obras era cada uno honrado del rey y sola
pagarles muchas veces con hacerlos caciques de algu-
nos pueblos donde faltaba el legtimo heredero (Simn,
1981: 256,257).
Al que tuviese cuenta con su madre, labrando las tierras y deshierbando y segndola con las
con hija, con hermana, con sobrina, manos, con hoces y trillndola ellos sin animales, hasta
que son entre ellos grados prohibidos, poner todo fruto en casa de sus encomenderos (Juan
que lo metiesen a un hoyo de agua angosto, Fride)
con obscenas sabandijas
Al sodomita, que muriese luego
con speros tormentos, y dejaba El cacique o Zipa Tisquesusa
abierta puerta para que pudiesen (tomado de Herrera, 2004)
los reyes venideros agravarlos
con aumento de ms crueles penas Mandatario muisca, zipa de Bogot, muerto en 1538. Tis-
Mostr que quien mostrase cobarda quesusa era sobrino de Nemequene, a quien sucedi en
en guerra, por afrenta lo vistiesen el zipazgo, mxima autoridad dentro de la jerarqua polti-
con ropas de mujer y, que con ellas ca de los muiscas de Bogot. Haba sido cacique de Cha
usase de los mismos ministerios y dirigi los enfrentamientos del zipa con los panches,
que suelen ser anejos a las hembras enemigos de los muiscas, al comienzo del gobierno de su
Limit los vestidos y las joyas antecesor. Estuvo a cargo del gobierno mientras el zipa
a la gente comn, y a los Uzaques dirigi la guerra contra el zaque Quemuenchatocha (quien
que son los caballeros principales ejerca su mando sobre los muiscas asentados en la parte
de gran valor y generosa fuente norte del altiplano cundiboyacense), en la cual muri Ne-
Estableci tambin penas ligeras mequene.
para algunos delitos ms livianos
como romper la manta que se cubren Tisquesusa, al igual que su to, mantuvo como general
o tresquilalle todos los cabellos de su ejrcito a su hermano Sagipa, quien continu los
de que se precian y los traen largos ataques contra el zaque tunjano mientras se llevaban a
(Juan Castellanos,1955: 150,153). cabo las ceremonias de sucesin del zipazgo. Concluidas
stas, el zipa, con acuerdo de los uzaques, decidi conti-
A la llegada al altiplano los espaoles no podan creer que nuar la guerra contra el zaque, luego de que sus guerreros
luego de tan penosos sufrimientos por el hambre, los rigo- al mando de Sagipa sometieron al Ubaque, quien se haba
res del relieve, el clima del trpico, lo exuberante de la ve- rebelado.
getacin, el encuentro con miles de insectos y animales de Grabado que
representa al zipa
las selvas, as como los ataques de belicosos indgenas, El zipa y su hermano se dirigieron con ms de cuarenta Tisquesusa. Portada
entraran a la bella y extensa sabana llena de poblaciones mil hombres contra el zaque Quemuenchatocha, quien, de la Historia General
que los recibieron con presentes y comida como si fueran del Nuevo Reino de
aunque tambin contaba con un poderoso ejrcito, se ha- Granada, de Lucas
seres superiores. Eso no bast para que una vez instaura- llaba debilitado por las guerras pasadas. En esta oportuni- Fernndez de
da la encomienda se le escriba al Rey lo siguiente: dad el zaque no recibi el apoyo del iraca Sugamuxi, quien Piedrahita,1688.
vendran a su territorio y le sacaran su sangre, en la cual abucero, sin saber de quin se trataba y al ver la manta Y el miserable Rey, por escaparse de aquella tempestad
l morira envuelto. Este presagio le hizo mirar con temor tan rica que llevaba puesta, lo hiri y lo dej ir despus de inopinada, sali del postigo del cercado con algunos se-
la proximidad de los espaoles y evitar el contacto con quitrsela. Herido, el zipa se fue al monte, donde muri, y ores principales y muchos caballeros de su guarda, en
ellos. Cuando se enter del avance de los invasores por slo fue descubierto despus por los indios debido a que dura coyuntura, pues a bulto una saeta vino contra ellos,
su territorio, envi espas a Suesca, hacia donde stos se vieron sobrevolar a los gallinazos. El secreto de su muerte y, reservando toda la cuadrilla, al Rey atraves por las es-
haban dirigido, para que le informasen sobre los extranje- se mantuvo durante casi un ao. (Herrera, 2004) paldas. Miserable suceso que nos muestra cmo tambin
ros, sus armas, prevenciones de guerra, nmero de solda- los grandes corren riesgo y estn sujetos a calamidades y
dos y con cuntos guerreros podra expulsarlos. Mientras a muertes desastrosas como esta. All con el dolor midi
los espas estaban en Suesca, tuvo lugar la muerte de un Muerte del Zipa Tisquesusa la tierra y juntamente dio poster gemido; pero los circuns-
caballo, lo que les permiti darse cuenta que caballo y ca- tantes lo tomaron, y a paso presuroso lo metieron por lo
Los primeros contactos entre los indgenas de Facatativ
ballero no formaban una unidad, como hasta el momento ms spero de la montaa, donde, segn el tiempo y el
y los espaoles datan de octubre de 1538 cuando un
haban credo. Con base en la informacin que le dieron angustia, le debieron de dar la sepultura, (Castellanos
soldado de Gonzalo Jimnez de Quesada llamado Alfonso
sus espas, Tisquesusa sali de su cercado en Bogot, 1955. Canto sptimo, cuarta parte T.CV: 253-254).
Domnguez Beltrn, dio muerte al Zipa Tisquesusa, el cual
en sus andas de oro, y se asent en Nemocn. Esto mo-
fue enterrado en las cercanas de Facatativ.
tiv a los espaoles a salir hacia ese poblado. Durante Sea oportuno mencionar que es la primera vez que se
el viaje, la retaguardia de Gonzalo Jimnez de Quesada hace referencia a la palabra cercado cuando se mencio-
De acuerdo con el trabajo de Mara Cristina Hoyos Vlez
fue atacada por 600 guerreros de Bogot, que fueron re- na sali del postigo del cercado. Por su parte Fray Pedro
(1985: 12), la muerte de Tisquesusa relatada por cronistas e
pelidos. Los informes obtenidos por Tisquesusa sobre la Simn relata:
historiadores tiene una serie de datos confusos. Haciendo
capacidad militar de los espaoles y, en especial, sobre
un recuento cronolgico de los datos referentes a la muer-
los desconocidos truenos que expedan los arcabuces, Partise el general, sin dilatar la ocasin, a prima noche
te del Zipa Tisquesuza, la crnica ms antigua consultada
le indujeron a retirarse a su casa fuerte de Cajic, donde con la mayor parte de caballeros y peones, y caminando
corresponde a la de Fray Pedro de Aguado. Este cronista
dijo a sus guerreros: No hay resistencia, ni le hallo poder toda ella hasta pocas horas antes que se acabara, fueron
no localiza el sitio ni las personas que tomaron parte en la
contra estos hijos del sol, porque como cosa del cielo tie- a dar por donde los llevaba el gua a los aposentos de
muerte del Zipa.
nen truenos y disparan rayos. Esta mi casa fuerte, aunque campo y cercado del seor Tisquesuza, que les hallaron
llena de armas, no es suficiente defensa para que [sic] Segn Aguado, despus de visitar el valle de Neiva, los cercados de innumerables indios. Los cuales, como se
gente tan poderosa, y sin detenerse volvi con toda prisa espaoles regresaron al pueblo del cacique de Bogot, vieran sobresaltados, queriendo huir no acertaban por
a su palacio de Bogot. donde ya haban estado con anterioridad. La crnica con-
tina textualmente as:
Una vez all orden la evacuacin del poblado, de tal
suerte que cuando los espaoles llegaron en su bsqueda donde se supo de indios, que luego vinieron de paz muy
lo encontraron abandonado. Ante la imposibilidad de en- enteramente, la muerte de Bogot, y lo mucho que los
contrar al zipa, los espaoles partieron nuevamente hacia naturales, o los ms de ellos, holgaron, por verse fuera
el norte y luego de someter al zaque de Tunja retornaron a del yugo y sujecin de aquel tirano, no dej de ser su
buscar a Tisquesusa. Este se haba retirado a su cercado, entierro celebrado en la solemnidad y ceremonias con
conocido como casa de monte, en las cercanas de Facata- que por la costumbre de sus mayores entierran a estos
tiv. Los espaoles, mediante la aplicacin de tormentos seores Bogots. (Aguado,1956, Libro Tercero. Capitulo.
o por la delacin del subazaque, quien se haba ofendido XII: 307-308). Pintura que
por los castigos a los que lo someti el zipa por ayudar a representa al zipa
los invasores, lograron establecer el sitio donde se haba Castellanos relata con ms detalles este episodio aunque Tisquesusa. Tomado
ocultado el zipa y lo atacaron de noche. Para escapar de tampoco hace una localizacin del sitio de la muerte ni del
de Revista Credencial
Historia, Edicion 44,
la emboscada, Tisquesusa sali por un postigo falso, y un entierro. 1993.
dnde, aunque luego comenzaron a tenderse, unos por estructura, a la construccin o empalizada que formaba el Es posible que este cronista sea el primero en nombrar a
aquellos campos y otros a arrojar tizones de las lumbres cercado, pues un postigo, hara referencia a la puerta del Facatativa, pero no hay que olvidar que han pasado ms
que tenan en sus ranchuelos, otros daban desaforadas cercado, veamos una vez ms lo que dice Simn Sali de 120 aos entre los hechos y la descripcin de Piedrahi-
voces, sin que ninguno atinase a tomar armas. Y as, fue- tambin de las suyas el miserable rey Bogot huyendo de ta.
ron desbaratados con las de los nuestros, ahuyentndose estas tempestades por un postigo de su cercado, estas
los ms a las espesuras de los montes que no estaban ltimas palabras son del texto de Castellanos, de lo que Otro cronista consultado, Fray Alonso de Zamora, (1701)
lejos, donde haba otros muchos indios que la haban to- se colige que Simn, al parecer retoma de Castellanos y, habla del pueblo de Tocatativ que como se dio anterior-
mado por sus moradas despus que los nuestros entra- muy posiblemente Castellanos debi copiar a Fray Pedro mente, corresponde a Facatativ, describindolo como el
ron en sus tierras y casas. Sali tambin de las suyas de Aguado. sitio de recreacin del Zipa.
el miserable rey Bogot huyendo de estas tempestades
por un postigo de su cercado, acompandole algunos Juan Rodrguez Freiyle (1636) en El Carnero menciona el Su Rey Tisquesuza estaba oculto en una casa de re-
seores de los principales y muchos caballeros de su cercado grande del Santuario, refirindose posiblemente creacin que tena junto al pueblo de Tocatativ (sic), a
guarda que le fueron muy fieles. Y dando sin pensar con a Facatativ: que se retiraba con sus mujeres y los ms principales de
una escuadra de caballos y peones, y sin saber tampoco su corte a celebrar sus fiestas. (Zamora 1980:227).
los nuestros que iba all el rey, un pen ballestero llamado buscando al cacique, que nunca pudo ser habido, por-
Domnguez dispar a bulto a una zaeta, y pasando por que unos le decan que se haba escondido en la cueva Ahora bien, algunos historiadores afirman que Tisquesuza
entre los dems indios, atraves al desgraciado rey por de Tena y otros le decan que se haban ido al cercado muri en Facatativ y llegan a datos tan especficos como
las espaldas. El cual sintindose herido de muerte, avis grande del Santuario, para esconderse entre aquellos pe- los de Plinio A. Medina quien dice:
a los compaeros que, ayudndole como leales vasallos, ascos. (Rodrguez Freyle 1963:90)
le llevaron en volandas y metieron en un montecillo que Sbditos que acompaaban al soberano lloraron en
estaba cerca, para que no quedase entre sus enemigos, Una vez ms, Juan Rodrguez Freyle repite por quinta vez silencio su prdida y sigilosamente llevaron su cadver al
donde rindi miserablemente la vida bandose en su la palabra cercado, en esta ocasin refirindose a un San- vecino monte de mancilla y entre tupidas malezas y raques
sangre, el que poda haber tenido mejor suerte si hubiera tuario. Valga aclarar que ni Aguado, Castellanos (1601) ni y de helechos le dieron sepultura. (Medina,1937:738).
salido de amistad a los espaoles bandose en el agua Simn (1625) fueron testigos presenciales de la muerte de
del Santo Bautismo; pero estas suertes estn en las ma- Tisquesuza, all por abril de 1538, a meses de llegar los La vereda de Mancilla est localizada a cinco kilmetros
nos de Dios, y las libra a quien quiere en Sus Divinos espaoles a la Sabana de Bogot y, mucho menos Pie- hacia el noreste de Facatativ, sobre la va que conduce a
tesoros. (Simn Fray Pedro ,1981. Segunda Noticia Histrial drahita (1666) quien se considera el cronista de los cro- la poblacin de San Francisco.
Tomo III: 275). nistas.
Que los historiadores recuerden las crnicas inciales, que
Es Simn quien hace mencin por segunda, tercera y Se dice que Lucas Fernndez de Piedrahita fue el primero simblicamente alaguen y aoren al Zipa, que recreen el
cuarta vez de la palabra cercado: fueron a dar por donde en nombrar a Facatativ, para ubicar el bosque donde se ambiente por las caractersticas de la vereda donde su-
los llevaba el gua a los aposentos de campo y cercado escondi el Zipa. puestamente ocurrieron los hechos es un decir, pero no
del seor Tisquesuza, que les hallaron cercados de innu- existe la evidencia escrita a ciencia cierta que describa o
merables indios. que condujesen a Quesada al bosque donde el Zipa, narre los acontecimientos que le ocasionaron la muerte a
Thysquesuzha se ocultaba (cuya prisin le prometa rique- tan prestante personaje, El Zipa Tisquesuza y, si recorda-
Se menciona o mejor se da a entender que existe un zas que excediesen a las adquiridas), acord acometer la mos otras narraciones sobre este seor el ataque fue por
cercado, muy posiblemente se refiere a empalizadas fuerza en que estaba en la oscuridad de la noche; empre- la bsqueda del tesoro o riquezas del Zipa.
que resguardaban la casa de habitacin o aposentos del sa que facilitaba por ser el bosque uno de los que estaban
Tisquesuza, pero a la vez se da a entender que estaban a la vista de Facatativ, distante poco ms de dos lenguas En las mencionadas citas: Aguado hace referencia a la
cercados, es decir, rodeados de innumerables indios. Al de Bogot. (Fernndez de Piedrahita 1973: 273). solemnidad del entierro y ceremonias con que por la cos-
parecer las palabras de Castellanos hacen referencia a la tumbre de sus mayores entierran a estos seores Bogo-
ts. Castellanos por su parte de manera despectiva trata huesos rodos por el tiempo, se hallan al pie de uno de los Las pinturas rupestres
de miserable al Rey. Simn repitiendo a Castellanos dice grandes monumentos lticos del cercado. (Ramrez Sn- fueron realizadas por los muiscas?
de manera igualmente despectiva: Sali tambin de las chez. 1983:4).
suyas el miserable rey Bogot huyendo de estas tempes- Texto tomado de Martnez Celis, Diego. Aporte iconogrfico para
tades por un postigo de su cercado, acompandole algu- Y como bien se menciona en la ltima cita, cada vez se la vinculacin muiscas de algunos yacimientos rupestres del alti-
nos seores de los principales y muchos caballeros de su especifica ms el sitio donde muri Tisquesuza, sin contar plano cundiboyacense. Ponencia en el Congreso de historia de
guarda que le fueron muy fieles. Y dando sin pensar con con elementos suficientes para tal precisin (Hoyos Vlez, Colombia, Universidad Nacional, 2000.
una escuadra de caballos y peones, y sin saber tampoco 1985: 15).
los nuestros que iba all el rey, un pen ballestero llamado El estudio de las manifestaciones rupestres en el altiplano
Domnguez dispar a bulto a una zaeta, y pasando por As los hechos los datos sobre la muerte del Zipa son po- cundiboyacense ha estado condicionado por la imposibili-
entre los dems indios, atraves al desgraciado rey por las cos y cada historiador o quien escribe sobre Facatativ dad de atribuirle un contexto arqueolgico definido. El ca-
espaldas. Ms adelante en la misma descripcin, Simn no solo retoma la fuente original, que no es muy amplia ni ptulo del arte rupestre aparece entonces desarticulado de
una vez ms de manera despectiva, posiblemente dolido precisa, como acabamos de sealar, sino que le agrega la discusin arqueolgica colombiana y apenas alcanza a
porque los espaoles no obtuvieron las riquezas del Zipa algo su propia autora. salpicar algunas aproximaciones en cuanto es considera-
ni lo pudieron convertir a la fe catlica, agrega donde rin- da una mas de las manifestaciones estticas precolom-
di miserablemente la vida bandose en su sangre, el Igual debi ocurrir con la palabra cercado y su significa- binas, que aparecen, ms como un obstculo, que como
que poda haber tenido mejor suerte si hubiera salido de do, referido a las cercas o empalizadas de proteccin que una fuente de datos para contextualizar los hallazgos bajo
amistad a los espaoles bandose en el agua del Santo los espaoles debieron ver a lo largo y ancho del territorio
Bautismo; pero estas suertes estn en las manos de Dios, Muisca, pues existan muchos asentamientos humanos,
Recreacin de un indgena pintando un mural rupestre.
y las libra a quien quiere en Sus Divinos tesoros en pueblos o dispersos por el campo. Los poblados como Fotomontaje de Diego Martnez Celis a partir de una fotografa (de su autora) de un
lo describen tenan una determinada conformacin, con mural en Zipacn. 2011
Sea oportuno referir el trabajo de Jos Ignacio Avellaneda
empalizadas defensivas, levantadas alrededor del pueblo,
Navas (Ph. D., de University of Florida) sobre la expe-
de los templos y de las casas de los principales que de
dicin de Gonzlo Jimnez de Quesada al mar del sur y
acuerdo con el tamao y los acabados de construccin
la creacin del Nuevo Reino de Granada. En la segunda
expresan una jerarqua espacial para la comodidad y pro-
parte de la publicacin, Los hombres, describe cada uno
teccin de sus habitantes.
de los 173 hombres europeos que sobrevivieron la expe-
dicin. Con base en estas descripciones, el autor define
Jimnez de Quezada (1974: 4) quien fue el primer europeo
el tipo de hombre que era este conquistador, sin dejar de
en escribir sobre los muiscas, refirindose a sus casas y a
realizar las caractersticas personales que los diferencia-
los cercados dice:
ban. As al describir a Alonso Domnguez Beltrn dice:
Soldado de a pie nacido alrededor de 1510, formo parte
La manera de sus casas y edificios, aunque son de
de la expedicin al Nuevo Reino de Granada y al llegar
madera y cubiertas de un heno (paja) largo que all hay,
a este, sin darse cuenta, mato al Zipa Tisquesusa. He-
son de las ms extraa hechura y labor que se ha visto,
cho que le vali que el adelantado Jimnez de Quesada
especialmente la de los caciques y hombres principales,
le asignara la encomienda del cacique de Umbita, llamado
porque son a manera de Alcceres, con muchas cercas
por los indios Cochunuba, encomienda que nunca disfrut
alrededor.
porque ya le perteneca a Gonzalo Surez. (Avellaneda Na-
vas, 1993: 91)
Es as como encontramos en su territorio una vasta red
Sobre la muerte de Tisquesusa, Ramrez Snchez, el his- de asentamientos humanos, ya agrupados en pueblos o
toriador facatativeo dice: ...el Zipa Tisquesuza, cuyos dispersos por el campo, comunicados entre s.
tierra; esto en la eventualidad de que sean reseados, ya con marcadores territoriales de fronterasy sitios estratgi- 2. Los relatos muiscas incorporan la tradicin rupes-
que en la mayora de las investigaciones arqueolgicas cos de defensa. Ademas establece que existe una tajante tre en su mitologa.
simplemente se ignoran. La prevencin con que el arque- diferenciacin con el arte rupestre del resto del pais; las
logo de hoy se acerca a las pinturas o grabados inscritos pictografias son exclusivas de las zonas altas de la cordi- Fray Pedro Simon, Zamora,Vargas Machuca, Castellanos
en las rocas se debe en gran medida a que yacen en la llera oriental mientras que los petroglifos lo son del resto y otros cronistas de los s.XVI y XVII registraron algunos
superficie, haciendo imposible establecer una cronoestati- del territorio. Sin embargo, esta afirmacin, que luego de pasajes de la mitologa Muisca relacionados a las piedras
grafa de referencia que apoye empricamente sus investi- una revisin preliminar del territorio, como la realizada por pintadas; en algunos de ellos aparece la figura del dios
gaciones. Triana y otros investigadores posteriores, parecia obvia, civilizador Bochica como el autor de las incripciones ru-
se ha ido desvirtuando debido al creciente hallazgo de pic- pestres del territorio.
Bajo esta premisa los intentos y aproximaciones de la de- tografias en las zonas bajas (Pandi, Tibacuy, San antonio
cena de investigadores que en los ultimos 100 aos han de Tequendama, etc.) y de petroglifos en la zonas altas Escribe Simn:
abordado la problemtica rupestre y su posible vinculacin (Guasca, Gmeza, Buenavista, Villa de leyva, etc.). este les enseo a hilar algodon y tejer mantas, por que antes
cultural, se ven reducidas a meras especulaciones. Hoy en dia se entiende que el territorio cultural ocupado de esto solo se cubran los indios con planchas que hacian de
por una etnia va ms all de sus zonas de habitacin y algodon en rama, atadas a unas cordezuelas de fique unas con
Para el arte rupestre del altiplano cundiboyacense se han acceso a recursos (caza, recoleccin,agricultura) la no- otras, todo mal aliado, y an como a gente ruda, cuando sala
venido planteando diversas hiptesis acerca de su posi- cin de fronteras se ha visto diluida por la identificacin de un pueblo les dejaba los telares pintados en alguna piedra
ble vinculacin Muisca (Restrepo:1895, Triana:1924,Cabrera de patrones de intercambio (Langabaeck,1996), e icluso de lisa y bruida, como hoy se ve en algunas partes.
Ortiz:1968, Guisletti:1954, Silva Celis:1968, Muoz:1985). Tal afir- patrones simblicos (Osborn,1985), que han obligado a re-
macin es soportada bajo los siguientes supuestos: plantear los rigidas demarcaciones y las igualmente rigi- La interpretacin de estos documentos es siempre pro-
das concepciones que de concepto de territorio tnico han blemtica, ya que se trata de transcripciones de segunda
1. La situacion geogrfica de los yacimientos rupes- tenido los investigadores del arte rupestre colombiano . mano que se entienden estan mediadas por la interpreta-
tres concuerda con los territorios acupados por los cin y traduccin que del relato elaboraba cada cronista,
Muiscas. El considerar el factor geogrfico como suficiente para condicionado por su tiempo, su cultura y su particular visin
determinar la atribucin cultural de los vestigios rupestres (occidental y cristiana) del mundo. El mito de Bochica fue
Miguel Triana (1924) elabor un mapa del territorio Muisca se entiende entonces como ingenuo. La delimitacin del interpretado como el testimonio de la visita de un apstol
en el que se localizan varios sitios rupestres y los relaciona territorio Muisca es hoy en dia problemtica, y aunque tra- cristiano evangelizador, y muchos de los trazos rupestres
dicionalmente se han elaborado mapas, estos se basan
principalmente en reconstrucciones etnohistricas (cronis-
tas) y toponmicas, lo cual simplemente nos da una idea
del posible territorio que ocupaba la cultura muisca en el
s.XVI.
fueron identificados como cruces. Asi mismo, Los relatos nas como un mecanismo de defensa de sus tradiciones cia determina que todo grafismo esta estructurado a partir
corresponden a informaciones de indgenas del s.XVI que ante el acoso de invasor espaol. De cualquier manera de elementos mnimos , a saber, la lnea, el punto y el
tenian incorporada esta tradicin a su pasado mtico y no la lectura de las crnicas debe ser siempre abordada con plano, y que su apariencia final se haya definida por la in-
se atribuan directamente su elaboracin. No podemos de- suma cautela, y es necesario relacionar todas los agentes teraccin de estos elementos. Esta frmula euclidiana es
terminar si este pasaje del mito de Bochica es resultado que intervienen para lograr una mejor aproximacin a su perfectamente aplicable para objetivar la realidad desde
de la explicacin que dieron los Muiscas reducidos de la interpretacin. nuestra percepcin occidental, de esta manera categori-
colonia a la presencia de pinturas en su regin, si bien, zamos y explicamos el orden mplicito en los objetos; pero
algunas parecen representar tejidos, no coinciden con para la determinacin de patrones estructurales del arte
la exacta representacin de la urdimbre para realizarlos 3. Los motivos presentes en los murales rupestres precolombino resulta inaplicable, ya que bajo esta percep-
ni con los motivos inscritos en los textiles arqueolgicos concuerdan con los diseos de la cultura material cin, solo traducimos, mas no identificamos las posibles
hallados en el rea Muisca. Podra plantearse la posibili- muisca. articulaciones que determinan la apariencia final de los
dad de que estos indgenas muiscas, al igual que para los motivos rupestres.
investigadores que imperiosamente esperan encontrar en La comparacin de ciertos patrones de diseo presentes
los trazos un referente de la naturaleza , desconocieran ya en los murales rupestres con los presentes en vestigios El definir tanto la iconografa de los vestigios precolom-
el lenguaje implcito en las representaciones rupestres y le materiales identificados como Muiscas (cermicas, tex- binos como la del arte rupestre del altiplano cundiboya-
asignaran un nuevo significado. tiles, orfebrera, lticos), han hecho pensar a algunos in- cense como geomtrica, slo evidencia la inmediatez
vestigadores (Triana:1924, Silva celis:1968, Uribe y Borda:1938, con que se asume su estudio. Cada diseo rupestre hace
En otro aparte de las crnicas Vargas Machuca narra que Cabrera:1968, Guisletti:1954, Montoya:1974, Muoz:1998) en parte de una gran sistema de variables (carcter del trazo,
Gonzalo Jimnez de Quesada hall cerca a Vlez una la posibilidad de atribuirlos a esta cultura. As, espirales, relacin espacial entre los diseos y entre estos y el panel
cruz incrita en una roca. zig-zags, rombos, circulos concentricos y otras formas re- total, ubicacin y orientacin de la roca, tcnica utilizada,
presentan el repertorio bsico y tpico de arte preco- etc), y no resulta fcil definir la serie de elementos que lo
Dice la cita: lombino Muisca. Dicha categorizacin, adems de preten- determinan (tipologa). El problema tiene que ser aborda-
Y queriendo el dicho general saber este secreto de ella, der hacer exclusivos, del sistema de representacin de la do desde multiples focos y realizando una revisin de los
maravillandose mucho de hal-larla, le fue hecha relacin cultura Muisca, estos diseos tan ampliamente utilizados conceptos utilizados para nominar los motivos rupestres.
por indios muy viejos, que de ello ms que otros tenian en todo el mundo y por todas las culturas, esta soportada Por ejemplo, las tradicionales denominaciones antropo-
noticia de sus padres y antepasados, que de mano en por una etnocntrica manera de objetivar la realidad: la morfo, zoomorfo, o tectiforme parecen contener en
mano deba venir de mas de mil quinientos aos, confor- identificacin de la geometra de los trazos. Esta tenden- si mismas la promesa de un referente que yace en el mun-
me a la cuenta que daban por lunas, como si dijesemos do de las cosas, implicando que se trata de la representa-
meses.... (citado en Los muisca antes de la Conquista cin de algn objeto de la naturaleza; asi mismo, trminos
por Jos Perez de Barradas, TII, P.326) como geomtrico o abstracto parecen referirse a un
proceso de simplificacin de imgenes que, igualmente,
Este pasaje, al igual que el de Simn, tiende sealar que parte de la observacin de la naturaleza o de procesos
la tradicin rupestre era considerada por los muiscas fisiolgicos derivados en la mente del ejecutor (fosfenos,
como algo muy antiguo, y que no era posible identificar a estados alterados de conciencia),anulando asi la posibili-
sus artifices. dad de considerar que dicha representacin sea el resul-
tado de un proceso intelectual complejo y no necesaria-
La incorporacin de estas manifestaciones al mito puede mente un simple automatismo de representacin.
ser entendida como una interpretacin cultural ante un fe-
nomeno extrao o bien puede estar mediada por otro tipo Es bien conocido el apriori con que se valora al arte rupes-
de fenomenos sociales, como por ejemplo, el del encubri- tre del altiplano, al considerar que se trata, o de la mani-
miento de ciertos conocimientos por parte de los indge- festacin esttica de una cultura en formacin, que siendo
aun primitiva debera tender hacia el naturalismo o muiscas de ese tiempo tenian algn tipo de explicacin zar la construccin de la valoracin especial del lugar que
la excelencia tcnica caractersticas de civilizaciones para estas expresiones pictricas y no les eran indiferen- ha pervivido de una u otro forma hasta la actualidad, y que
mas desarrolladas o, que por otro lado, su condicin tes, hasta el punto de que guardaban de ellas algun tipo convierte a este sitio en un hito regional.
geomtrica o abtracta la apuntan como poseedora de connotacin sagrada al relacionarlas con mitos y como
de un gran poder de sintesis propio culturas avanzadas. obras realizadas por o que remitian a sus deidades.(Mar- El sitio crea la necesidad de sentar un precedente que
Estas dos perspectivas, antagnicas en apariencia, tienen tnez Celis, 2000) ejemplifique y estimule en otros lugares de especial sig-
como lugar comn el intentar definir las coodenadas que nificacin arqueolgica, la bsqueda de mecanismos de
posicionan, en una prederminada nocin de desarrollo, el proteccin del legado cultural, por medio de la vinculacin
sitio que ocupa la sociedad que elabor el arte rupestre. Consideraciones finales de la comunidad en el marco de una estrategia pedaggi-
Si la tendencia es atribuirlo a los Muiscas, y conociendo ca que debe conducir a la construccin de un ciudadano
el grado de complejidad social que alcanzaron hasta el Los diferentes nombres que se le han dado al Parque ar- consciente de valorar, respetar, proteger y resignificar el
s.XVI, se podra considerar que hace parte de la expresin quelgico de Facatativ (Piedras de Tunja, Santuario de legado cultural: sus pictografas o arte rupestre. Por ser
igualmente compleja de un elaborado sistema de repre- la rana, La piedras del Tunja, El cercado de los Zipas) son este lugar un sitio de memoria, un emblema, un hito o
sentacin; pero si por el contrario se cree que es propio dismiles y connotan diferentes apreciaciones y valoracio- cono regional sobre el cual se vuelque la comunidad en
de sociedades de cazadores-recolectores, esta nocin nes sobre este lugar que ha sido considerado como m- pro de sus intereses positivos: la construccin de vnculos
se reevaluara apuntando hacia otro tipo de variables. El tico, sagrado, de antiguos cultos, o que fue asiento del culturales entre los habitantes del municipio, la regin, el
problema aqui no reside en la valoracin que debemos cercado y de la tumba del ltimo gran zipa de la sabana. pas y el mundo.
aplicar al arte rupestre como manifestacin del grado de Sin embargo vale enfatizar que la mayora de estas versio-
desarrollo de una cultura, como tampoco el de considerar nes no tienen un sustento documental ni se han encontra-
la tradicin rupestre como un proceso homogneo, es de- do evidencias suficientes que den cuenta de la verdadera
cir que todos los yacimientos de un rea se estimen como importancia y significacin que en el pasado pudo haber
producto de un mismo grupo o que un mismo grupo haya tenido para los grupos muiscas.
desarrollado formas de representacin rupestre homog-
neas. Todo intento de generalizacin en el estudio del arte No obstante la relacin de las actividades investigativas
rupestre puede actuar inversamente proporcional al grado realizadas muestra la connotacin especial que posee el
de conocimiento puntual de las variables que pueden de- lugar hoy en da, y tambin abre la posibilidad de pensar
terminar a cada yacimiento. el parque arqueolgico, a partir del conjunto de pictogra-
fas que posee, como un lugar construido y dinamizado
socialmente desde las primeras ocupaciones en el altipla-
En conclusin, y en respuesta a la pregunta las pin- no. Aqu, la conformacin y transformacin de un entorno
turas rupestres fueron realizadas por los muiscas?, po- como espacio de representacin cultural, es evidencia de
demos afirmar que, si bien algunas de las hiptesis plan- las complejidades que caracterizaron la vida social de los
teadas por varios investigadores son sugerentes, an no habitantes precolombinos.
hay pruebas suficientes ni validadas cientficamente
(por el mtodo arqueolgico) para considerar a las pin- En la conformacin de un lugar de culto, concluyen, se
turas rupestres del altiplano cundiboyacense como obra mezclan y condensan ideas que estructuran las relaciones
de los muiscas. Los argumentos arriba presentados son y la vida social. En efecto, el lugar al adquirir un significa-
insuficientes para afirmar de manera enftica esta atribu- do particular para las personas que habitaron el altiplano
cin cultural. Sin ambargo los cronistas espaoles de los estimula igualmente dinmicas de naturaleza particular en
siglos XVI y XVII si consignaron algunos pasajes a partir las esferas cosmognicas, ideolgicas, sociales, polticas
de los cuales es posible deducir que de alguna manera los y econmicas. Estas debieron, sin lugar a dudas, dinami-
Anexo: Mapa de Facatativ El actual rea del Parque arqueolgico parece correspon- como informacin sugerente para tener una idea de la so-
con nombres antiguos (muiscas) der al antiguo nombre indgena de Uspa, aunque tambin noridad de la lengua chibcha muisca por medio de la cual
muy cerca se encuentran otros nombres de sitios que se los indgenas reconocan el territorio durante los siglos
Se muestra aqu el casco urbano actual de Facatativ y podran relacionar con este por sus caracteristicas, estos XVI, XVII y XVIII.
su zona rural circundante con la correspondencia de nom- son: las peas grandes de Yabasaque y el cerro pedre-
bres antiguos, con base en el mapa Nombres antiguos goso de Uspasuca.
de los accidentes geogrficos de Facatativ de la tesis
de Jeanne Burford de Buchanans Pueblo, encomienda y No hay mayores datos sobre el significado de estos to-
resguardo en Facatativ 1538 -1852, Bogot, Universi- pnimos ni certeza sobre su exacta correspondencia con
dad Javeriana, 1980. el actual sitio del Parque. Sin embargo se presentan aqu
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Durante la colonia, el establecimiento espaol impuso a los indgenas muiscas de la sabana de Bogot un nuevo or-
den que perme todos los mbitos de su cultura. La reduccin y congregacin en pueblos de indios, la adaptacin a
nuevos modelos polticos y de produccin y la conversin a la religin catlica, por medio de la espada y de la cruz,
termin por modificar, desvirtuar o anular su tradicional sistema de creencias. Los espacios que pudieron ser escenario
de rituales o tener algn tipo de significacin simblica o religiosa para los indgenas, de acuerdo a su particular cos-
movisin, fueron satanizados por los espaoles y considerados como lugares de idolatra que deban ser evitados o
destruidos. De esta manera surgieron imaginarios, como los mitos y las leyendas, por medio de las cuales se intent
relacionar los sitios con arte rupestre rupestre con la presencia del diablo (como encarnacin del mal), o que estos
fueron producto de sus obras, tergiversndose, interrumpindose y perdindose para siempre el sentido y significado
original del mensaje plasmado sobre las piedras.
almirante vio en los nativos de las antillas a la gente mas e impartieron enseanzas entre los indgenas. La misma Diego Martnez Celis, 2010
buena del mundo, pese a ello fueron diezmados a sangre figura del dios civilizador Bochica fue equiparada con la
y fuego por sus propias tropas. De igual manera los con- de estos personajes cristianos, evidente en su descripcin
quistadores como Cortz o Pizarro admiraron las grandes como un hombre blanco, con vestido largo y cabello rubio
civilizaciones de los aztecas o incas, las cuales sucum- hasta los hombros y que ademas venia montado en un
bieron ante su misma espada y cruz. Dichas miradas po- camello que trujo consigo que no se ha visto otro por ac.
sitivas no tenian un sentido de genuina admiracin, mas (Medrano, 1600 en Correa, 2005).
bien fueron producto de la necesidad de legitimar y dig-
nificar la conquista espiritual y material (Langebaek, 2009: Las primeras interpretaciones que hicieron los europeos
272). Les convena reclamar dominio sobre territorios con- sobre el pasado indgena, a travs del arte rupestre, fueron
siderados valiosos, al tiempo que exhiban sus mritos, tendenciosas pruebas de la presencia cristiana en tiempos
pero sin renunciar a comprender el Nuevo Mundo a partir remotos y que se manifestaban en representaciones de la
de la dicotoma civilizacin/barbarie (Langebaek, 2009: I,57). cruz, de huellas de pie o incluso del mismo Bochica aun-
que muy a lo tosco(Simn, 1625 en Becerra, 1990) grabadas
sobre las rocas y de las que los indgenas del s. XVI no se
atribuan ninguna autora:
Recreacin de Bochica (vestido como un apstol) dejando sus
enseanzas inscritas en las piedras. Gonzalo Jimnez de Quesada
est un rio, y en el una pea [] y en ella, esculpida observa. Pintura de Luis Alberto Acua (s.f)
y labrada una cruz, [] [a Jimenez de Quesada] le fue
hecha relacin por indios muy viejos que de ellos mas
que otros tenan noticia de sus padres y antepasados que propio texto de la bula Sublimis Deus proclamada en 1537
debia venir de ms de mil quinientos aos conforme a la por el papa Pablo III al refererirse al trato que debia ejere-
cuenta que daban por lunas, como si dijesemos meses. cerse sobre los indgenas del nuevo mundo da cuenta de
(Vargas Machuca en Perez de Barradas TII, p.326). esta intencin []con todo el esfuerzo procuramos llevar
a su redil [de Dios] las ovejas de su grey que nos han sido
Estas visiones se pueden interpretar como un intento de encomendadas y que estn fuera de su rebao, prestando
los europeos para legitimar la supuesta vocacin milena- atencin a los mismos indios que como verdaderos hom-
ria del indgena como natural adoctrinado sobre el cual se bres que son, no slo son capaces de recibir la fe cristiana
requera volver a ejercer para recuperar una fe cristiana , sino que segn se nos ha informado corren con prontitud
Escena del descubrimiento de Amrica De un grabado en cobre de Th. de Bry, ya extinguida, lo cual era evidenciada por la presencia hacia la misma (http://usuarios.advance.com.ar/pfernando/Doc-
en la coleccin Grand Voyages, 1590 de cruces y otras huellas plasmadas sobre las piedras. El sIglLA/Paulo3_sublimis.htm).
cas, lo cual deriv en la imposibilidad de juzgar al nativo y nifestaciones estticas indgenas. Muchas de los sitios
a su pasado en trminos diferentes a los impuestos por la con arte rupestre fueron relacionados con la presencia del ba pero las piedras disminuan en las canteras vecinas
moral (el bien o el mal). demonio, los smbolos representados en la cermica, or- hasta el punto de paralizar la obra. Uno de los sacerdotes,
febrera o piezas textiles fueron poco a poco cayendo en despus de pensarlo una y otra vez, tomo la fatal decisin
Como parte de su estrategia de dominacin, los europeos desuso y en significacin. de vender su alma al diablo a cambio de grandes piedras
trajeron la religin catlica con el fin de imponer control para poder continuar la construccin del templo. El dia-
ideolgico. La iglesia catlica al mismo tiempo que com- Los objetos y monumentos de los indios fueron considera- blo, lleno de alegra por el negocio celebrado, se puso a
bati las imgenes sagradas aborgenes, impuso el cul- dos muchas veces como testimonio irrefutable de la pre- buscar las piedras ms enormes que pudiera encontrar;
to a sus propias imgenes, como lo anota Hctor Llanos sencia del Maligno (Pineda, 2000 en Langebaek, 2009) e inclu- y efectivamente las hall cerca de la poblacin de Tunja.
(2007): so se instig a ubicarlos y a destruirlos (p.e. el catecismo Organiz dos escuadrones de diablos, escogiendo a los
de Luis de Zapata finales del s. XVI). De esta condicin fuertes y giles. Las enormes piedras seran llevadas por
Los misioneros saban muy bien que al derrumbar los pueden surgir los nombres que han conservado algunos los aires en las noches de luna para no ser vistas en el
templos y los dolos indgenas estaban destruyendo los sitios rupestres: piedras del Diablo y de la Diabla (Suta- da. El primer trayecto lo hicieron hasta la poblacin de
pensamientos mitopoticos de las religiones americanas tausa y Tibacuy), El Infiernito, cerca a Villa de Leyva, etc., Facatativa. All descansaron de su gran esfuerzo. Estan-
porque para ellos se trataba de la expansin universal del los cuales estan asociados a mitos donde es el demonio do el diablo en Facatativ, un mensajero le llev la noticia
cristianismo, como la nica religin verdadera. La llegada quien marca las piedras o las ha dispuesto de manera ca- de que el sacerdote franciscano haba tenido un sueo
del cristianismo inici un proceso doloroso y cruel para las prichosa (Pandi o Facatativ). En contraposicin, el intento relacionado con su iglesia y que, despus de meditarlo
comunidades indgenas, lo que traera como consecuen- por cristianizar los lugares deriv en epitetos como Piedra varias veces, haba resuelto deshacer el pacto celebrado
cia la destruccin de muchas de ellas. de la Iglesia (Sibat) o Piedras del beato (El Colegio), etc. con el diablo.El sacerdote se haba retirado de la comu-
nidad franciscana para ser admitido en la comunidad de
La extirpacin de idolatras fue concebida como una cru- Para el caso de las piedras de Facatativ pervive la leyen- los cartujos. El diablo, furioso y humillado, maldijo a gritos;
zada por las autoridades polticas y eclesisticas, median- da (quizas de origen colonial) que cuenta que: luego orden a su ejrcito de diablos que abandonaran
te la implementacin de un conjunto de actos de violencia las piedras. Dicen que los gritos y llantos del diablo eran
con los que se ciment el principio de autoridad poltica, ...los sacerdotes de la comunidad Franciscana en Quito tan fuertes, que hasta hoy se escucha el eco en las no-
jurdica y religiosa de la sociedad colonial (Llanos, 2007). estaban levantando una iglesia. La construccin avanza- ches de tormenta. (Tomado de http://www.sinic.gov.co/)
Para otros sitios del altiplano que tambien poseen arte ru- resolvi trasladar a cuestas una piedra enorme para tapar Detalle del petroglifo de la
piedra de Aipe Diego Martnez
pestre se cuentan tambien leyendas similares. Para Pandi con ella el boquern de Tausa, pero el fulgor de la aurora
Celis, 2009
(Cundinamarca): lo sorprendi en la poderosa labor y tuvo que soltar su
carga antes de llegar al sitio a la orilla del camino, teme-
Un da el diablo se diriga a Coyaima Indiana y al llegar roso de que el sol lo iluminara con sus rayos, y emprendi
al Valle de los Sutagaos tropez con dos piedras gigan- la fuga. El monolito est all todava para comprobar la
tescas que se opusieron en su camino. Encolerizado, la ayuda milagrosa del diablo con las costillas pintadas en
emprendi contra ellas a patadas y las hech a rodar. La tinta roja en una de sus caras (Triana, 1922)
primera se detuvo en medio de dos farallones que enca-
Blasn del ducado de
jonaron el ro Sumapaz y formaron el puente natural que Adems de la percepcin moral sobre el carcter pagano Berwick y Alba.
hoy se llama Cabeza de Diablo. La segunda se qued de los sitios rupestres y otros monumentos indgenas, www.fuenterrebollo.com
unos metros ms arriba y se le conoce con el nombre de los intentos de interpretacin de su significado, a travs de
El Helechal, en donde los panches plasmaron su destre- su iconografa siempre partieron de referentes conocidos
za artstica por medio de jeroglficos dibujados con tinta por los europeos. De esta manera las estatuas del sitio
indeleble, jams utilizada por tribu alguna en la Amrica arqueolgico de San Agustn fueron interpretadas por fray
aborigen. (Tomado de http://www.sinic.gov.co/) Juan de Santa Gertrudis (1756) como figuras de obispos,
o la piedra de Aipe en la que Merisalde y Chacn (Santis-
Para las piedras de Sutatausa (Cundinamarca): teban, 1740-41) crey ver semejanza con las empresas y
blasones de armas que usa la nobleza de Europa.
Guerreaban los de allende con los de aquende el mencio-
nado boquern, y para ofrecer obstculo infranqueable a En 1795 Jos Domingo Duquesne escribe la Disertacin obras antiguas de los antepasados indgenas y se intenta
la corriente invasora resolvieron stos hacer al dios de las sobre origen del calendario jeroglfico de los moscas, obra por primera vez atribuirles un conocimiento avanzado del
tinieblas un voto suplicatorio de alianza. Dorma el dios Fu que inspirara al mismo Humboltd , y en la que defiende la computo de los tiempos con base en un sistema de nu-
durante el da en la contigua laguna de Fquene y durante idea de que los indgenas desarrollaron un sistema de es- meracin propio, lo que hacia de los muiscas una civiliza-
la noche andaba por los peascos bramando por los des- critura jeroglfica plasmado en pequeas rocas grabadas cin equiparable a la Inca o a la azteca. En cuanto al arte
filaderos. La melanclica divinidad escuch la plegaria y que campesinos de su parroquia encontraban en las cer- rupestre, Duquesne se refiere a Las pinturas de los In-
canas. De esta manera se comienza a des-satanizar las dios que considera puramente simblicas equiparables
a los hieroglficos egipcios. Sin embargo lamentndose
por la falta de observacin y registro de los primeros con-
quistadores los cuales negaron que los muiscas hubieran
tenido algun indicio de escritura, sentencia:
Dibujo que ilustra otra versin de la leyenda de las piedras del diablo
en Sutatausa, donde es una beata la que espanta al diablo que cargaba Piedra con grabados que representan el calendario lunar de los muiscas
las piedras al lanzarle un rosario. Revista Viajes, ao II, No. 15. 1937 segn Duquesne. http://www.lablaa.org/blaavirtual/arqueologia/sitios/sitios7a.htm
Al finalizar el perodo colonial los pueblos indgenas ha- De esta manera surgieron imaginarios, como los mitos y
ban sido reducidos a comunidades rurales fragmentadas, las leyendas, por medio de las cuales se intent relacio-
dbiles y arcaizadas, y a un segmento dedicado a la ser- nar los sitios con arte rupestre rupestres con la presencia
vidumbre y a las ocupaciones de menor prestigio en las del diablo (como encarnacin del mal), o que estos fueron
ciudades. El dominio colonial haba destruido su unidad producto de sus obras.
poltica, subordinado su universo cultural al de los invaso-
res, y arruinado su autoestima al reducirlos a la condicin Durante la colonia, se interrumpen o modifican los modos
de casta inferior y a la extrema pobreza (Martnez, 1976 en de relacin y significados de los lugares que pudieron te-
Fernndez, 2009). Las sublevaciones y conatos de rebelin ner alguna importancia simblica para los indgenas y se
indgenas se tornaron frecuentes en distintos escenarios. pierde la posibilidad de conocer, de primera fuente, el sig- Diablo contructor cargando piedras.
Un mito presente en todo el mundo cristiano
Los criollos ilustrados iniciaron el despertar de la concien- nificado, sentido y funcin que pudieron tener los sitios ru-
para explicar la presencia de grandes obras
cia nacional y propiciaron una nueva visin del indio y de pestres, como los del Parque arqueolgico de Facatativ, naturales, de ingenieria o arquitectura cuyo
su lugar en la sociedad. En realidad, ms que un genuino en la vida cotidiana y la cosmovisin indgena; si los tuvie- autor se desconoce.
Ilustracin de Chema Lera, 2008.
inters o simpata por los indios, por su forma de vida y ron, simplemente el silencio de los cronistas y la represin Tomada de http://chemalera.blogia.com
su historia, lo que predomin por entonces fue el afn de tras la campaa de extirpacin de idolatras, cumpli con
oponer las grandezas de Amrica frente a un sistema co- el cometido de acallar para siempre el mensaje plasmado
lonial que les relegaba a un segundo puesto frente a los sobre las piedras .
peninsulares. Los indigenistas criollos del perodo colonial
tampoco lograron superar el fuerte prejuicio racista que
compartan con los espaoles (Martnez, 1976 en Fernn-
dez, 2009).
A partir de la independencia, los criollos empezaron a buscar maneras de legitimar el gobierno de la naciente
Repblica, para ello intentaron reivindicar el pasado indgena a travs del descubrimiento de sus monumen-
tos o reliquias del pasado, entre ellos el arte rupestre. De esta manera se inicia, a mediados del siglo XIX, su
investigacin cientfica y acadmica que no ha cesado hasta hoy da. En este captulo se presentan algunas
de estas investigaciones, mediante las cuales se ha intentado dar cuenta de la cantidad y caractersticas de las
pinturas plasmadas en las piedras del Parque Arqueolgico y ofrecer explicacin a su posible sentido, funcin y
significacin; hiptesis que, aunque sugerentes, deben ser interpretadas como versiones particulares (de cada
investigador y de cada momento histrico en que fueron formuladas) pues no han podido ser comprobadas y
deben an ser revisadas y discutidas antes de ser consideradas como verdades irrefutables.
zar el colonialismo econmico y cultural. La prdida de las Reg. 03076 De esta manera se empieza a vislumbrar la posibilidad de
tierras comunitarias (resguardos) erosion la base en que que los indgenas hayan consignado su propia historia, lo
se sustenta la cultura indgena tradicional y muchos indios que demostrara el grado desarrollo que habrian alcanza-
se vieron obligados a vender su fuerza de trabajo a las ciones fueron dando paso hacia finales del siglo XIX a una do y que fuera abruptamente detenido con la llegada de
haciendas como colonos o peones (Fernndez, 2009). perspectiva cultural para explicar la inferioridad del nativo los espaoles. Esto da pie para contrastar con la degrada-
(Langebaek, 2009:I,329).
cin en la que se encontraban los campesinos indgenas
A la postre, las repblicas del siglo XIX, guiadas por el de la poca, de cuya situacin se culpa incluso a la iglesia
liberalismo, fueron para los pueblos indios ms funestas A lo largo del s. XIX las ruinas del pasado fueron un re- Catlica, lo que da pie para plantear como solucin una
y dainas que todo el rgimen colonial( I.I.I.,1991, en Fer- ferente romntico de tradicin y autenticidad debido a su educacin de carcter secular (Arguello, 2000).
nndez, 2009). carcter de testimonio de sociedades extintas, que sin em-
bargo daban visos de antigedad autntica a la naciona- De las diez expediciones que llev a cabo la expedicin,entre
La expansin y afirmacin de la poblacin mestiza, asi lidad. En este contexto de revalidacin y dignificacin his- 1850 y 1859, varias pasaron por Facatativ (por ser esta
como la contruccin de su identidad han obligado desde el trica del ancestro nativo, se dieron los primeros intentos, la va del principal del Camino Real a Honda), la novena
s. XIX a un cambio de actitud frente a lo indgena, esto en por parte de viajeros, historiadores, curiosos y en general pas por Facatativ para trazar el camino entre esta re-
el contexto de la paradoja de que mientras se enaltece al miembros de una misma lite intelectual y cientfica, de gin y Beltrn en la provincia de Bogot. Como registro
nativo primigenio, se desperecia al indio coetneo (Tovar, registrar las evidencias del pasado indgena entre las que de estas visitas qued una acuarela que se convierte en
1995). resaltan las pinturas y grabados rupestres que se empeza- la primera transcripcin que se conoce de las piedras de
ban a descubrir a lo largo y ancho del territorio nacional. Facatativ y sus pinturas rupestres (piedra no. 60 o de Las
La mezcla de razas comenz a formar parte de la ideo- Nuez). Al respecto anota el mismo Codazzi:
loga criolla de mediados de siglo XIX, como una opcin
que hiciera predominantes los atributos morales superio- La Comisin corogrfica
res de los blancos sobre la raza pura del indio. Sin em- Cerca de Facatativ se hallan multitud de rocas, que han
bargo, haba que defender el pasado indgena y su nivel sufrido largo tiempo la erosin de las aguas, y en muchas
En 1850 se dio inicio a la Comisin Corogrfica, dirigida
de civilizacin, donde lo andino era lo civilizado, lo rstico de ellas se ven jeroglficos que dan la faz hacia la Saba-
por el geografo italiano Agustin Codazzi, con el propsito
corresponda a las tierras bajas y la degradacin del ind- na constantes de multitud de ranas. Sin duda los indios
de realizar los levantamientos topogrficos del territorio
gena era el resultado de la Conquista (Langebaek, 2009: I, quisieron perpetuar el recuerdo de lo que su mitologa les
nacional, hacer una descripcin de las riquezas naturales
280-288). La raza se convirti en fuente de explicacin del enseaba acerca de la inundacin de la llanura de Bogo-
y llevar a cabo la estadstica de la produccin, las manu-
progreso o atraso, y se hizo inseparable de las caracters- t (Codazzi, 2003).
facturas, la poblacin, el comercio, la ganadera, los te-
ticas intelectuales y morales de los pueblos. Estas posi- rrenos baldos, los animales y los climas (Arguello, 2000).
No. 7
Roca inmensa que est
al sur de las piedras
llamadas de Tunja. El
costado izquierdo tiene
forma de un semicrculo.
lbum de Liborio Zerda,
Museo Nacional de Colombia.
Portada del lbum
ca.1892
de acuarelas de
Diego Martnez Celis, 2005
Liborio Zerda
Museo Nacional de
Colombia. ca. 1892
No. 8
Una de las piedras
llamadas de Tunja
pintada de
jeroglficos.
lbum de Liborio Zerda,
Museo Nacional de
Colombia. ca.1892
Diego Martnez Celis,
2005
No. 9
Piedras pintadas
de jeroglficos del
grupo llamado de Tunja
en Facatativ
lbum de Liborio Zerda,
Museo Nacional de Colom-
bia. ca.1892
Diego Martnez Celis, 2005
No. 11 . Esta piedra hace parte del grupo llamado de piedras de Tunja, es la que tiene figuras ms compli-
No. 10 . Piedra del grupo llamado de Tunja. lbum de Liborio Zerda, Museo Nacional de Colombia. ca.1892 cadas y mejor conservadas. lbum de Liborio Zerda, Museo Nacional de Colombia. ca.1892. Diego Martnez Celis, 2005
Diego Martnez Celis, 2005
No. 12 .Una de las piedras piedras de Tunja, la ms grande de este grupo. Est llena de pinturas indgenas pero las No. 13 . Piedra del grupo de Tunja en Facatativ. lbum de Liborio Zerda, Museo Nacional de Colombia. ca.1892
Diego Martnez Celis, 2005
pocas que se conservan en buen estado son las copiadas. lbum de Liborio Zerda, Museo Nacional de Colombia. ca.1892.
Diego Martnez Celis, 2005
No. 15. Piedra del grupo de Tunja cerca de Facatativ de notables No. 16 . Piedras pintadas de Facatativ llamadas de Tunja. lbum de
figuras indgenas. lbum de Liborio Zerda, Museo Nacional de Colombia. ca.1892 Liborio Zerda, Museo Nacional de Colombia. ca.1892
Diego Martnez Celis, 2005 Diego Martnez Celis, 2005
Dentro de las representaciones votivas se encuentran fi- Miguel Triana transcribe en varias planchas algunos de los
guras de mantas ratificando la versin del cronista Simn, grupos pictricos de Facatativ que se presentan a conti-
segn la cual, a su paso por el territorio chibcha dejaba nuacin.
Las primera fotografas de las pinturas rupestres A corta distancia del pueblo se encuentra un conjunto De lo anterior se puede concluir que el grado de alteracin
de rocas, en una zona pintoresca en extremo, llenas de antrpica sobre las figuras para 1951 es mnimo e incluso
En 1941 aparece el primer estudio que pretende recopilar pinturas, que en parte forman un recinto. [...] No nos es en algunas rocas es casi inexistente y el deterioro pare-
la informacin existente sobre yacimientos rupestres en posible describir los diversos conjuntos, que hacen a esta ce corresponder mas con el desgaste de la capa pictrica
Colombia, El arte rupestre en Colombia de Jos Prez de localidad la ms importante de las de arte pictrico en producido por agentes naturales (Arguello y Botiva, 2007).
Barradas, es, entre otras, un inventario bibliogrfico donde la Sabana de Bogot. [...] Las pinturas estn muy bien
reaparecen transcripciones de Triana, Liborio Zerda (1882) conservadas al amparo de los abrigos rocosos, y aunque
y otros informantes espordicos. Uno de los aportes de haya alguna roca en que las pinturas prehistricas hayan
esta investigacin es la publicacin de material fotogrfi- sido cubiertas con letreros modernos, hay otras piedras
co. Esta tcnica, que para la mitad del siglo no era nueva, cuyas pinturas estn en tan magnifico estado que han po-
si represent un significativo aporte al inventario rupestre dido ser fotografiadas con facilidad. (Prez de Barradas,
de algunos sitios (como Facatativ) que en la actualidad 1941).
estn tan alterados que dichas fotografas constituyen la
mejor muestra de lo que fueron y del grado de deterioro
que han alcanzado. La hiptesis del Santuario de la rana
Respecto Facatativ el autor menciona el conjunto de las En el texto Facatativa, Santuario de la Rana, el investi-
Piedras de Tunja y anexa fotografas a blanco y negro de gador cubano Antonio Nuez Jimnez (1959) menciona
algunas rocas y pinturas. De igual manera realiza varias la existencia de ms de 60 murales al interior del recin
transcripciones de figuras sueltas colocando motivos pre- constituido Parque Arqueolgico. El inters de Nuez por
sentes en diferentes rocas en 12 lminas. Para finales de encontrar ciertos motivos recurrentes con el objetivo de
la dcada de los 30, poca en la que debi tener lugar la comprobar ciertas semejanzas en el arte rupestre a lo lar-
visita del arquelogo espaol Jos Prez de Barradas, ya go de Amrica, as como comprobar la dedicacin de las
existan procesos de deterioro de las pinturas rupestres pinturas al culto de la rana, deriv en la documentacin de
causados por la aplicacin de grafittis de diferentes tipos figuras aisladas y de manera especfica los motivos que
(Arguello y Botiva, 2007) permiten al mencionado investigador identificar o bien la
representacin del batracio o bien la semejanza con for-
mas presentes en otros pases (Arguello y Botiva, 2007).
La explicacin de Nuez Jimnez gira en torno a la fre- La interpretacin de Nuez Jimnez presenta problemas cazadores-recolectores pero es posible pensar en que el
cuente presencia de la figura de la rana en los murales en su fundamento como es el hecho de que nada ase- significado es distinto, si es que lo hay. Por ltimo, el uso
de Facatativ y la simbologa asociada a ste batracio. A gura que las figuras representadas sean efectivamente de analogas etnogrficas como mtodo de investigacin
pesar de que el autor muestra la imposibilidad de asignar ranas, aunque sin duda algunas representaciones son presenta la va segn la cual todo se relaciona con todo,
las pinturas a los muiscas, utiliza la mitologa de stos y de bastante sugerentes, existen asociaciones que permiten ello permite a Nuez Jimnez abordar ejemplos de grupos
otros grupos indgenas, no solo colombianos sino tambin pensar que la figura bsica de la cual se deriva puede re- con desarrollos tan dismiles como son los egipcios o los
americanos y del viejo mundo, para desentraar el sentido sultar incluso en la representacin de seres humanos [...] mayas para el caso americano. Como ya se ha anotado,
o significacin que la rana tiene para estas comunidades. Un segundo elemento problemtico tiene que ver con la este tipo de interpretaciones se basan en el supuesto de la
El anlisis de las mitologas permite a Nuez Jimnez re- asignacin cultural implcita en las analogas mticas; en existencia de un substrato ideolgico-simblico que permi-
lacionar la representacin de la rana con el agua, y ms efecto, los casos expuestos corresponden a comunidades te entender a la humanidad como un sistema homogneo
precisamente con la llegada del agua; lo que indica la rela- agrcolas en las cuales estas relaciones estacionales con y coherente, en detrimento de las posibilidades de diversi-
cin de la rana con las medidas estacionales anuales que los cultivos tienen preponderancia. No se sabe, por ejem- ficacin cultural (Arguello, 2004).
sirven a los indgenas para organizar los ciclos de cultivo. plo, el significado que la rana puede tener en grupos de
De all que la figura de la rana est estrechamente relacio-
nada con la del sol y la luna. Esta facultad meteorolgica
asignada a la rana es constatada con ejemplos puntuales
de la mitologa de diversas comunidades alrededor del
mundo. (Arguello, 2004)
Hacia una documentacin sistemtica destruccin por dinamita denunciado por Forero en 1934 A pesar de esto Cabrera afirmaba que:
se detuvo definitivamente pero posterior a 1950 (aproxi-
En 1968 Wenceslao Cabrera Ortiz vuelve a retomar el tema madamente) se dio paso a una nueva fase de destruccin ...sin exageracin alguna, por el momento no existe en
de la documentacin del arte rupestre de Facatativ en su que de todas maneras para finales de la dcada de los se- Colombia un ncleo ms numeroso de pinturas rupestres
texto Monumentos Rupestres de Colombia. Nuevamente senta permita visualizar el 75% de las pinturas. Por tanto que la que integran el llamado Cercado del Zipa[...] y posi-
menciona la existencia de ms de 60 murales con pinturas es de suponer que durante las dcadas de los 50 y 60 una blemente en Suramrica no exista algo tan bello.(Cabrera
agrupados en 32 rocas. A pesar de que el autor resalta la buena parte de los murales no haban sido objeto de inter- 1968-1969).
importancia de la documentacin en el mencionado texto venciones antrpicas, lo cual es explcitamente anotado
solo refiere a 38 murales y realiza transcripciones incom- para algunos murales como el 16 (Arguello y Botiva, 2007).
pletas de 8. No obstante, el mayor aporte es un croquis
donde se ubican los murales (Arguello y Botiva, 2007).
Cabrera es el primer investigador que de manera precisa Transcripciones publicadas por Cabrera Ortiz. 1968
hace referencia al proceso de deterioro que viene sufrien-
do el parque y hace una sucinta evaluacin como sigue:
La investigacin en el siglo XXI Martnez, 2005). Este proyecto reviste especial importancia
en la medida en que fue pionero en la restauracin del arte
En 2000 lvaro Botiva en su libro Arte rupestre en Cun- rupestre en Colombia con resultados ptimos y que posi-
dinamarca, Patrimonio cultural de la Nacin registr un bilitan el desarrollo de una metodologa de trabajo hacia
grupo de 6 rocas del Parque Arqueolgico. El investigador futuros procesos de restauracin y conservacin.
denuncia las razones por las cuales se ha presentado el No obstante, despus de terminado el proyecto de restau-
deterioro de las pinturas rupestres atribuyndolo a la no racin los actos de rayado y graffiti por diferentes tcnicas
utilizacin del Parque para los fines con que fue creado. continuaron en algunos de los sectores previamente res-
Es as que segn Botiva (2000: 48) del total de murales taurados lo que ha generado dudas acerca de los alcan-
tradicionalmente mencionado (60) solo en 6 es posible ob- ces reales y la sostenibilidad de la restauracin a largo
servar en la actualidad algunos conjuntos de pinturas. plazo (Argello 2007).
Algunas de las
fichas de registro
utilizadas en la
documentacin
de las piedras y
murales 16, 19,
20a y 20 b.
Diego Martnez Celis,
2003-2005
De este documento, que podra convertirse en un modelo A pesar de advertirse que existe un gran copio documen-
de manejo del Parque a futuro, queremos solamente ha- tal con especial nfasis en el registro y trascripcin de
cer dos precisiones. En primer lugar, consideramos que la sus pinturas, la mayora de los trabajos publicados solo
propuesta de mantener zonas de recreacin activa va en dan cuenta de un porcentaje muy pequeo de estas. Al-
contra de la razn de ser del Parque, el lugar debe ser en- gunos trabajos ms completos son tesis que han tenido
tendido completamente como un museo de arte rupestre poca divulgacin o son de difcil acceso para su consulta.
al aire libre y por ende cualquier otra actividad que no se Igualmente la mayora de estos registros se ha hecho por
relacione con ese fin debe ser evitada y prohibida. Esto medio de dibujos que, debido a la subjetividad que opera
no significa que no pueda existir una infraestructura de al momento de transcribir lo que cada dibujante ve, resul-
servicios tales como cafeteras, baos, etc., pero es in- tan ser versiones que difieren unas de otras y que han
concebible que se plantee la disposicin de espacios para sido (y siguen siendo) reproducidas sin tener en cuenta su
asados, deportes y juegos o dems usos recreativos. En naturales no controlados, accesos informales, problemas alto grado de inexactitud frente a los motivos de la pintura
segundo lugar, y en estrecha relacin con lo anterior, no de linderos, problemas de sealizacin, contaminacin original.
se puede perder de vista la razn de conformacin del por aguas residuales, senderos inadecuados, cercas in-
Parque como sitio arqueolgico y que toda accin debe adecuadas, deficiencias en la vigilancia y el control, asis- En cuanto al uso de la fotografa, que si bien se empez
estar encaminada en primer lugar a su conservacin, por tencia masiva de visitantes en das festivos. Finalmente el a utilizar desde comienzos del siglo XX, no ha sido lo su-
tanto no se puede postular que el componente ambien- investigador realiza algunas recomendaciones agrupadas ficientemente aplicada a la hora de producir material de
tal tenga la misma importancia que el arqueolgico. El en: programas de sensibilizacin y educacin a la comu- documentacin fiable. Se entiende que debido al lamen-
componente ambiental y paisajstico debe ser parte fun- nidad y a los turistas, limpieza de graffitis, mejoramiento y table estado de conservacin actual de los murales, esta
damental pero siempre enfocado a la conservacin del adecuacin de las instalaciones del parque (vas, aguas, labor, junto con la del dibujo, se hace muy difcil de realizar
componente arqueolgico (Arguello y Botiva, 2007). vigilancia, linderos) (Arguello y Botiva, 2007). por cuanto ya no es posible observar con claridad muchos
sectores que se conservaban visibles hasta hace unos 20
Recientemente, Virgilio Becerra llev a cabo una evalua- o 30 aos.
cin del estado actual del Parque Arqueolgico actuando
como perito en el proceso ejecutivo que se sigue al Minis- Por esta razn se espera que con la aplicacin de nuevas
terio de Cultura, la CAR y el ICANH como producto de una tcnicas de documentacin, en especial por medio de la
Accin Popular. Becerra hace un inventario de 36 pneles fotografa digital y su tratamiento computarizado (retoque),
y los identifica con la ya tradicional numeracin pintada en junto con las labores de restauracin de los paneles ms
cada roca. Para cada uno de ellos identifica los principales deteriorados, se lleve a cabo en el futuro una documenta-
agentes de alteracin, los cuales se agrupan en: Realiza- cin completa de todo el arte rupestre del Parque Arqueo-
cin de graffitis, actividad turstica no supervisada, factores lgico consignada en fichas de registro que puedan ser
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Adems de la extensa bibliografa que viajeros, investigadores y acadmicos han escrito sobre el Parque Arqueo-
lgico y su arte rupestre, existen tambin otra gran cantidad de versiones, no menos vlidas, que dan cuenta de
su historia y significacin; estas reposan en la memoria que guardan y cuentan los habitantes de Facatativ, en
especial sus adultos mayores, quienes han sido testigos de primera del acontecer del Parque. De igual manera, en
los ltimos aos se han dado a conocer las versiones y resignificaciones que dan a este lugar algunas comunida-
des indgenas (y otras que han venido autoreconocindose como tales), que suman nuevas formas de interpretarlo
atribuyndole incluso connotaciones espirituales. Todas estas maneras de ver son importantes porque aportan a
la valoracin, y por ende a la preservacin, de este importante espacio del patrimonio cultural de Colombia como
pas pluritnico y multicultural.
este compendio de informacin en torno al sitio, se busca dejaba su entierro y pona una piedra guardiana, tapando.
que el reconocimiento sea consciente y est acompaado Pues llega la gente, ah no que es una piedra!, camine!
de la valoracin adecuada que permita la preservacin y Pero una piedra guardiana que est ah. Pa no saber la
conservacin del sitio. Toda inversin de tiempo y recursos profundidad.
que se haga para restaurar las pictografas del parque ar-
queolgico se perder mientras autoridades responsables Lmites y linderos de municipio y el Parque
y poblacin no aprecie y se reconozca en su patrimonio. Hace 400 aos Faca era all tu ese Cerro, Pueblo
Viejo, esto era una sola laguna. Ya cuando hicieron el
desboque del rio, Cuando medio llueve, este plan se
Lo que cuentan los adultos mayores anega. De aqu parriba eran solo fuentes de agua, pero
de agua cristalina.
A continuacin se transcriben varias entrevistas realizadas Pu all hay un poco de casas en invasin, pero es del
a adultos mayores que viven en Facatativ y que guardan parque. De ah pall est el batalln, el batalln
una invaluable menoria de hechos y significados relacio- tambin cogi otro pedazo arriba. Este parque eran 46
nados con las piedras y el sitio que ocupa el actual Parque fanegadas, ya quedan por hay 30.
Arqueolgico. Estas fueron realizadas entre los meses de
marzo y mayo de 2011 por Hellen Quiroga y Diego Mar- Piedras dinamitadas: cantera y construccin de in-
tnez C. fraestructura del parque
Don Moises Ramrez. D.M.C.,2011 Esto lo explotaron como en 19...8. Pa sacar piedra,
piedra cuadrada, pa las casetas, ah fue cuando lleg la
Moiss Ramrez Duarte rretn y palas; mandamos el barretonazo y un esqueleto direccin del Museo Nacional.
Medio siglo al cuidado del Parque indgena ah parao as, parao, y las manos as. Cuando
le esfondamos el tuste, y miramos que se le salan las Nota: Las primeras casetas las blancas, fueron hechas en 1969
Adulto mayor de 74 aos nacido en el barrio dos caminos muelas pa un lao y otro. Lo limpiamos, con un cepillo pa o 70, en 1967 no haba casetas, solo hornillas diseminadas por
de Facatativ, ha trabajado en el Parque Arqueolgico lao y lao. Pero uno sin conocimiento, pues seguimos es- el parque (esta es informacin del padre de Hellen Quiroga), las
desde 1955, cuando apenas tena 15 aos de edad, y el carbando y encontramos una mcura de esas redondas, casetas de piedra fueron hechas hacia 1980, las ltimas en ladrillo
parque era manejado por el Instituto Etnolgico Nacional, de boca chiquita y la esfondamos, pues llena ah de son de 1985. En 1988, fue dinamitada la piedra que se encuentra al
que l llama el Museo Nacional de la Nacin. Esta entre- polvo negro. Pero entonces, a no! Uno en esos das uno inicio del sendero, entrando a mano derecha. Ah se ve un rbol in-
vista fue realizada al tiempo que se hacia un recorrido por sin conocimiento; ah tapamos! Le contamos a la gente: clinado. Ese rbol creci as porque sobre l haba una piedra que
el Parque en compaia con el actual administrador don huy! eso era oro negro. Esto no hace mucho, como impidi que creciera derecho. La separacin entre esas piedras
Germn Arciniegas. en el 90. Eso all qued abandonado La ollita all oblicuas y paralelas, era de 1 o 1,20 m. no era fcil caminar por
quedo Ah est con el esqueleto. all. Volaron la piedra y l no se dio por enterado; yo lamento decir
Del tiempo en que ha trabajado en el parque, habl sobre Con todo el respeto Pues a m me gusta, donde llego que vi el proceso de desaparicin de la piedra, dur cerca de un
varios temas: a trabajar, cuidar lo que est dentro, del terreno, porque mes mientras se llevaron la piedra fragmentada en cubos. Imagino
ha llegado mucha gente pu all de otros pases, a tomar que la emplearon en cimientos o enchapes. Por esa misma poca
Hallazgos arqueolgicos al interior del parque. el conocimiento. Yo soy de guacas a que camine!, que construyeron una casa, frente a la entrada del parque con enchape
Ya hace, hace 12 aos, el seor administrador nos charle con el administrador, con los vigilantes, escarba- de piedra en los muros. No puedo asegurar que haya conexin
dijo: Bueno!: vamos a sembrar hortaliza, maticas, as no mos y repartimos. Lo que esta enterrao hay que de- entre estos dos hechos.
cierto. Pero para no traer agua del puente, entonces aqu jarlo enterrao.
abrimos un hueco, y aqu en esto hicimos un hueco, Aqu hay muchas vainas, como hay guacas que, est Estas casetas pu all por 1980. Primero el lago era all
como a la profundidad de dos metros, con pala, y ba- la guaca ah pero como esto era indgena. El indgena detrs de esa caseta, el primer laguito que haba ah. Lo
mienta y en tres noches sac la guaca y se fue. El otro en 1889 la construccin de un monumento en el cercado histrico racin. Otra cosa: en la parte alta donde termina el tnel estaba la
compaero en la portera, el hombre venia para ac cierta de los Zipas para preservar la memoria de la cultura indgena que base de la primera piedra del monumento de Holgun.
noche, llegaba pu a las 2, 3 de la maana, embarrao, su- habit estos territorios. La primera piedra fue colocada en la parte
dao. Qu le pas? No!, que me acost all debajo de la superior de las trillizas y permaneci all hasta 1986, cuando fue Piedra 60, de las Nez o de la Rana
piedra tal y vea como me volv de tierra! Era que estaba desmontada; no s por orden de quin, al cumplirse 100 aos de Barbarita Nez, se llama. Eran dos hermanas, estaban
trabajando. como en el 70, tal vez. la supuesta construccin de un monumento que nunca se hizo o si enamoradas de un solo tipo, y una se fue con el otro
fue vandalizada. Era la piedra perfecta para afilar cuchillos durante
Placa de Holgun: los asados los fines de semana y tena todo el desgaste en la parte Nota de Hellen Quiroga: En la base de la piedra 60, donde estn
Diego Martnez: Don Moises, sabe donde quedaba origi- superior que lo evidenciaba. Lo nico que s es que ahora perma- las pictografas, se puede ver una mancha cuadrada ms o menos
nalmente la piedra que esta rota en la caseta de vigila- nece en la caseta de administracin del parque. En la casa de la delimitada. La historia es esta: en la poca en que el fijador para-
cia? cultura hay una fotografa de la piedra cuando an estaba ubicada loid era la octava maravilla del mundo de la restauracin (1984 u
Moises Ramrez: No. en su sitio. La piedra del arco de la portada, est en la entrada y es 86, no recuerdo el ao exacto), el ICAN le pidi a un restaurador,
la que nombra al sitio como Cercado del Zipa. Se ubicaba en le que hiciera pruebas de consolidacin de las pictografas (nunca he
Nota de Hellen Quiroga: Los fragmentos de piedra o la placa que entrada, donde hoy est la puerta metlica. Esa portada fue des- entendido, porqu pruebas de consolidacin si el nico problema
anuncia la construccin de un monumento en el Parque. El pre- montada a principio de los 80 y construyeron la portada de ingreso que no tienen las pictografas es falta de adherencia) o mejor cu-
sidente de la Repblica Carlos Holgun visita la ciudad y ordena al interior donde est ahora brirlas para protegerlas de la intemperie. El caso es, que la prueba
se hizo en la piedra 60 y en la 4, con tan mala suerte que el paraliod
ltimamente existe mucha sedimentacin, incluso sobre la Prof. Luis Eduardo Rozo Len. el doctor Abelardo Forero Benavides y Clarita Riao, la
boca del tnel colocaron una alcantarilla. Entonces ya, di- Las piedras como texto para la enseanza secretaria, en fin; pero el acceso era muy restringido, muy
fcil de entrar. privado. Entonces: donde me averiguaba yo algo!. Me fui
Nativo de Guasca, Cundimanarca, vive en Facatativ hace directamente a la Biblioteca Nacional, a la enciclopedia de
Hay un tnel en la entrada, situndose de la va princi- 31 aos, educador y artfice del primer servicio social en Cundinamarca, directamente. Y me fui all y empec a
pal, la de dos carriles; del puente de los micos hacia este torno al Parque Arqueolgico con los alumnos del grados averiguar, averiguar y me pego que enamorada, la locura.
lado, debajo de la casa de la familia Gmez hay un tnel, superiores del Instituto Tcnico Industrial de Facatativ, Tan as sera que yo abandonaba a mi familia, sbados
que ust lo puede caminar en este momento como unos que funcion por 12 aos entre 1009 y 2002. Frecuentaba y domingos: en el parque
50, 60 metros y ah inicia una obstruccin un poco de ro- Facatativ antes para visitar a su hermana ya radicada en
cas, que se ven que fueron cadas de algn sitio. Que ese el municipio. El doctor Jos Ignacio Bermdez, me pas para el In-
tnel deca mi pap, que por ese tnel se llegaba al Cerro dustrial; y all encontr el terreno fabuloso. Como los ta-
de Manjui. Hace muchos aos, cuando mi hermana estaba vivien- lleres del colegio quedan ah pegados, era el colmo que
do ac, el paseo obligado del almuerzo de Facatativ, era estando ah tan pegado, no hiciramos algo por el parque.
Aqu en Faca no hay solamente esos sitios, y otro las Piedras de Tunja, era el Parque Arqueolgico. Ir all y
camino que uno recorra era el de Manjui, al cementerio hacer el asado, all. Yo ayud a contaminar el parque tam-
indgena, el alto de las cruces. Lo que haca uno los bin. Hacamos los asados, cuando hacamos los asados,
domingos, como todo pelao, se suba al Manjui, aqu cuando venamos a visitar a mi hermana; de esto hace
por el lao de la escuela hacia arriba, hasta llegar a un sitio, muchos aos. Hace ms de 40 aos, que entre por prime-
donde decan que era un cementerio indgena. All se me- ra vez al Parque, al Parque Arqueolgico.
ta uno entre una cueva. Y sala y era la vuelta a la cruz,
era subir hasta Pueblo Viejo a al aparte alta y colocar una Hay no haba absolutamente nada, nadie daba infor-
cruz all. Los antiguos decan que era que todo el que macin de nada, lo nico que era Las Piedras de Tunja,
suba por ah, tena que colocar la cruz en homenaje a los pero era un lugar de recreacin ms que todo. Esa
muertos de ese sitio. Y que porque ah pasaban los cami- vez, ni siquiera tena ni idea del contenido tan maravillo-
nantes que venan de Anolaima. so que hay. Fuera que conoc la belleza natural, la arqui-
tectura de los monolitos, de las piedras que es precioso,
En este momento ya. A esta altura de la vida, lo que espectacular. La naturaleza las tall sabiamente. Pero del
uno dice y aora es que nosotros recuperramos todo eso. contenido histrico, de aquel cuento de los pictogramas y
Que le enseramos verdaderamente a los jvenes, que todo, no tena ni idea.
la historia de Faca es harta, que es mucha y que la historia
no se debe acomodar. La historia debe ser como es. Ya me enter, ya despus cuando ya estaba radicado
aqu en Facatativ, hace ms o menos 31 aos cuando
ya nos vinimos a vivir ac, entonces yo llegue a trabajar al
colegio San Agustn, pero ah nada, yo estaba dedicado a
la actividad cultural.
Estaba muy descuidado, en la parte de informacin. Na- en el parque, pues (la sensacin) fue de pertenencia, fue hacemos, llevamos pictogramas. A la gente, a los nios
die daba razn absolutamente de nada. Entonces como ya de amor, y de compromiso. Hay que hacer algo, somos les pintamos ranitas, para contarles cul era la forma de
tena mis conocimientos!, ped permiso al seor rector vecinos del Parque, tenemos que hacer algo: sembra- pensar, la ideologa y la prctica de los antepasados. No
del colegio, en ese tiempo el profesor Hugo Valenzuela, mos rboles. solamente a los muiscas, sino anterior a ellos.
alma bendita, para crear el proyecto de servicio social.
La CAR me regalaba rboles y nosotros los sembramos; Legado del Servicio Social en el Parque
Nuestro trabajo era vigas del parque, cuidar el par- especies nativas como el velero , el tibar, el jazmn, Qu queda del servicio social Eso si es triste, nosotros
que e informar a la gente. Me lo autorizaron como servi- sauco, arrayan. Ah estn todava, estamos felices por- trabajamos 12 aos con ese proyecto. Qu queda? En
cio social con 120 horas de trabajo para cada muchacho. que ah estn. el recuerdo de mis muchachos de ese tiempo queda, por-
Empec con un grupo como de 20 muchachos de grado que cuando me comunico con ellos, por face, por correo
11, empezamos a trabajar desde ese tiempo, en 1990. Tneles o personalmente, se acuerdan.
Leyendo, Leyendo, encontraba, no recuerdo el nom- Como no tenamos como identificarnos, con la cami-
El Parque no estaba tan deteriorado apareca algo bre de la autora en este momento, donde me cuenta que seta de educacin fsica del colegio yo les dibujaba unos
espordicamente, ms que todo huellas de humo. De si haba un tnel. Que estudiantes de antropologa de la pictogramas y as nos identificbamos para que la gente
pronto con carbn, restos de carbn, de la lea del car- universidad nacional, hace muchos aos, como en el 50, nos permitiera entrar a hablar con ellos. Entregbamos
bn, apareca manchada la pared con las iniciales de las algo as, trataron de entrar a un socavn de esos, a un unos plegables, unas hojitas en fotocopia, como pequea
personas. tnel. Lo encontraron tapado, pero con tierra como remo- informacin. Me daba pena entregar eso pero no tenamos
vida. Cmo que se tap. Si los indgenas hicieron esos ms. Acudimos en ese tiempo a las administraciones, tal
Pero hablando de esto: no puedo hablar de grafitis, tneles, ellos no tenan conocimiento en canteras; vez no tenia rubros para eso.
pero s de unas maravillosas obras de arte que encontra- ellos solo se dedicaban a la agricultura.
mos de un pintor, el seor Luque, 1916 creo. l ya empez Hace ya tres aos cuando el parque pas a la adminis-
a tapar los pictogramas .. Le quera hacer un homenaje a Estamos parados sobre agua, de pronto entonces si el tracin municipal, ; el seor Rector me dijo: Si quiere
los presidentes liberales de Colombia. Ya empez, le que- tnel existi, por el agua, la tierra se fue bajando, ba- pedimos continuar con el proyecto, yo se lo avalo! Hi-
ra hacer una galera de presidentes y alcanz a pintar al jando y lo tapon. Nos cuentan que entraron en un sector, cimos la gestin, lo posible y all en la administracin nos
leo, preciosos los leos: Rafael Uribe, creo Santander, hasta unos 10 metros, y ah encontraron todo taponado. contestaron: que no! Qu tranquilos, que muchas gra-
Mosquera; muy hermosos los leos, los cinco persona- Pero la boca del tnel si se encuentra en la Virgen de la cias, pero que ya tenan una escuela de patrimonio que
jes que hay all, muy hermosos los leos, pero no cay Roca, en el famoso puente de los micos. se haba comprometido a trabajar y que tena vigas y que
en cuenta que estaba tapando las pictografas. Tal vez estaban dando informacin del parque los domingos!. En-
por esa razn, alguien cay en cuenta y pararon la obra. No s si (el Batalln) invadi un poquitico mas. Me parece tonces no pudimos seguir con el proyecto. Es todo lo que
Desde ah estamos maltratando la pictografa. Desde ese que tomn un poquitico, que han corrido la cerca, porque queda: Recuerdos!
tiempo. adentro del Batalln ya hay piedras.
La escuela de Patrimonio, dos veces me ha invitado para
Pero ya cuando yo empec con los muchachos del Co- Ancestro Facatativeo que les hable a los muchachos a un grupo de mudos, a
legio Industrial: No, manchitas, manchitas! Pero no pin- Ancestro, antepasado, lo nuestro. La idea y la filoso- un grupo de mudos. Eso est bueno para m: por lo sor-
turas, ni smbolos diablicos. tambin tratan de hacer fa es: Recuperar ese patrimonio! Nosotros decimos: dito. Falta es que aprenda por seas. Les habla uno tres
hasta petroglifos; con puntilla, rayan y rayan encima. Como queremos lo nuestro, respetamos nuestro ances- horas: bla, bla, bla. Bueno! Cunteme algo? mudos,
tro! Respetamos esa tradicin! Y nos comprometimos casi nada. Unos chalecos hermossimos, preciosos. Nada: son
En Guasca respiramos cultura precolombina, siem- empricamente, a investigar y donde quiera que vayamos mudos, no hablan.
pre respirando ese ambiente de pertenencia ancestral, con la parte cultural, el grupo de danzas, a cualquier de-
que le cuentan a uno, que uno viene de ellos, que uno partamento de Colombia que vayamos, llevamos nuestro Los muchachos ellos se tragaban el cuento, se enamora-
tiene sangre de ellos. Y al tener oportunidad de estar arte rupestre! Llevamos rplicas de las piedrecitas, se las ban del cuento, se enamoraron. Los que estaban ah eran
enamorados del cuento. Y para alegra ma, hay ingenie- Olga Alfonso de Len su pltano, su comida, En ese tiempo iba mucha gen-
ros forestales, hay como unos cinco. Porque tambin le El Parque como lugar de trabajo te, en la portera se coga de sbado y domingo y lunes
dbamos nfasis a la parte ecolgica. de fiesta: seis, siete milloncitos y ahora no entra gen-
Oriunda de Sogamoso Boyac, vive en Facatativ hace te porque ya no les llama la atencin, la gente no est
Si, yo no s. No voy a cuestionar, porque no los he 36 aos. Trabaj durante cerca de 31 aos, desde 1975 interesada, no sabe lo que es arte rupestre, ni que son
visto trabajar. Dos veces que estube con ellos: son mu- administrando el kiosco del Parque Arqueolgico, cuando pictogramas, ni que ah vivieron los indios, ni que hicieron
dos. recientemente el Parque era administrado por la CAR. Su los indgenas. Y no les interesa eso, les interesa es ir a
primer acercamiento al sitio se dio por la solicitud elevada descansar y a hacer su piquete. como esto no existe,
El ao pasado en el Festival del Tunjo, sali esa a al CAR para la administracin de la caseta: ya la gente no entra mucho.
figura, la que est a la entrada del parque. Para mi es la
de la Diosa Guatavita. Por qu la estamos utilizando Vine a conocer el parque, porque yo quera tener el En esta administracin, los indgenas pidieron permiso
nosotros? el festival del tunjo, y aparece esa figura, ese parque de Sopo, y entonces resulta que yo haba hecho la a la CAR, para hacer un rito, bueno y pidieron ocho das,
tunjo, que es la escultura de la diosa Guatavita con sus solicitud de ese parque. y ese rito lo hicieron de noche y sacaron como nueve ca-
21 caracoles, por qu la estamos tomando como pro- mionetadas de tierra y lo que pasa es que ellos si saban
pia. Porque el Seor lvaro Botiva, mi paisano, tambin En Faca el parque est sin estrenar!, aqu yo no que ah estaba un tesoro y ellos lo sacaron de noche. De
de Guasca, Arquelogo, de pronto el quiso colocar conoca. Vamos a Faca a ver que es!, eso se me hizo eso hace dos aos.
unas rplicas de tunjos en el parque, para decorar. Pero el camino largo, no haba con quien hablar, yo dndole
esa cultura es de La Calera, de Guasca y de Guatavita. vueltas al parque, lo vi solo, lo vi aburrido, lo vi triste, Cuentan que todo lo que tiene el Batalln era del par-
Esas figuritas que vemos all no son encontradas ac, y el lago si me pareci ms o menos, pero yo lo vi muy que, sino que llegaron a pedir permiso de pernoctar y
como lo estn diciendo. Aqu no han encontrado sino chiquitico, porque comparndolo con el de Sop, era dife- poco a poco se fueron adueando, hasta que ellos cerca-
una figurita, un tunjito. Dicen que est en el Museo del rente. Entonces se apareci un doctor de la CAR, me ron y edificaron. a mi no me consta eso.
Oro, del Banco de la Repblica. Esa es la razones por convencieron y ah fue para aceptar.
las cuales lo llaman Piedras del Tunjo. Me toc empezar sola, por supuesto eso para m fue En el Batalln si hay un tnel, bastante grande, y ah
duro. No haba luz, no haba bao, me tocaba a mi ir al guardan armas y bueno so s cmo estar eso all, por-
Se supone que porque debajo de las piedras hay tunji- batalln y pedir permiso de entrar al bao. que nunca he entrado, pero que existe, si existe.
tos, ofrendas, no han encontrado Cuando nosotros tra-
bajbamos en el parque, me decan: Pero dnde pueden La gente no sabe ni entiende lo que es arte rupestre, y
estar?, esos tunjos, esas mantas, esa sal y toda esa cosa empezaban a escribir, a daar las piedras.
Yo les deca: No se los voy a decir! Que nos quede
el Tesoro de Tisquesusa, al menos, para para nosotros. Yo misma empec a analizar y a investigar y a verlas y
yo apreciaba que tantos aos y que no se haba borrado
la tinta, muy indeleble. como al ao dos aos de estar
yo ah en las piedras, llegaron siete cientficos de cada
pas, a mi me interes porque la charla de ellos fue muy
importante. A la caseta entraron, pidieron una cerveza y se
pusieron a charlar. Cada uno traa un disolvente a ver si
borraba la pictografa y no lo pudieron borrar.
haba una en especial, con unos dibujos de los presiden- A uno le llamaba la atencin eran los muecos de oro,
tes, de un poco de gente, que hasta mal pintados me pa- y relacionaba yo el solar y las luces que decan, que se
recan, pero bueno, yo las vea ah. Pero a la par yo vea vean por la noche, y en especial en Semana Santa y eran
unas rayitas rojas. los tesoros escondidos por los indgenas.
Nadie mencion su significado porque nadie saba. Al preguntar nuevamente, por qu las Piedras de
La verdad alrededor de m, nadie saba de eso. Lo que Tunja? alguien coment algn da, que era que all en un
saban era que all haba muecos de oro! que se la pas lejano, donde haba estado Bolvar, iban a construir
aparecan a uno, yo siembre dese que se me apareciera una catedral, pero si uno vea como en una catedral
un mueco de oro, pero no se me apareci ni de oro, ni de haba unas piedras inmensas, entonces uno relacionaba
plata, ni de barro las piedras de la iglesia de aqu, que las haban sacado
Ese seis de enero hacan, eso era pal pueblo, de all de las Piedras de Tunja. Y le contaban a uno una
los que no tenamos una relacin adinerada, porque los historia que era: que un santo que iba a ser santo, tena
adinerados no iban all, all iba la guacherna, los patira- que construir una catedral, entonces tena que llevar las
Doa Rosalba Hellen Quiroga, 2011 jaos y entonces la iglesia disfrazaba a unos de reyes piedras; y que las traan de Tunja; y que el diablo por evitar
magos, bajaban a un mueco, por una cuerda y decan: que construyeran la iglesia le hizo cosquillas al cura y las
Rosalba Guzmn. que lleg el nio Dios! y bajaban al nio, un mue- piedras cayeron en Faca.
Reflexiones en torno a la identidad co grande, vestido como de doradito, con vestidito El sitio donde se recoga el musgo es ahora donde
como de nena. ... All todava no hacan el cocinao ah, estn los militares. Ellos no estaban ah, ellos no exis-
Abogada, nacida en Bogot, vive en Facatativ desde y no venia gente de Bogot ni de otras partes, era gente tan ah. Esa fue una respuesta a un problema de Faca,
hace aproximadamente 55 aos. Tiene un especial acer- de Faca. que era un problema eminentemente poltico, y para evitar
camiento al Parque Arqueolgico, ya que considera que Eso era del municipio, porque todo el mundo poda ciertos levantamientos de la gente, nos metieron el ejr-
es un sitio de gran importancia para la poblacin local y entrar y nadie cobraba. La gente all en eso que llaman la cito. Es que aqu no haba agua, la poblacin creca y no
que no se le da el valor que merece. Su acercamiento a la rotonda, ah bailaban, presentaban cosas y tragaban galli- haba agua. Entonces la gente se levantaba y hacia como
poblacin y al parque se da por arraigo familiar. Pint en na, tomaban cerveza y Ah! y echaban plvora. Haba
la fachada de su casa las pictografas del parque, apro- como una casetica debajo de una piedra y ah ponan la
pindose del patrimonio y como una manera de llamar la msica. Y los curas eran importantsimos.
atencin sobre el sitio y su legado cultural. Yo te estoy hablando, de 5 aos, y despus era
el paso obligado para ir a traer el musgo, entonces por
Origen ah era como un baldo, me imagino, nadie le deca a uno:
Mi abuela era la duea de esta casa y esta casa haba pa onde va! y uno iba pal monte y traa los quiches y el
sido de la mam de mi abuela. Ha sido un patrimonio de musgo.
familia, una familia con cierta caracterstica: matriarcado Entonces uno ya mas grandecito, que ya sabe que
esto se llama Facatativ, y alguien le haba contado
Acercamiento al Parque que uno tena familiares en Tunja. Porque hay una relacin
Estuvo por primera vez en el parque un seis de ene- estrecha entre Cundinamarca y Boyac. Y empieza uno tal
ro, porque eso estaba ligado y no se llamaba parque vez a aprender los nombres de las ciudades o escucha los
arqueolgico, esa palabra no exista, a las Piedras de cuentos que: en Tuja, tal vaina, que la virgen de no s dn-
Tunja! y se celebraba los Reyes. Una fiesta estrictamente de, a Chiquinquir. Y bueno, esas relaciones. Y entonces
cristiana, all en ese sitio en el centro de las Piedras de uno pregunta: Si esto es Facatativ, porqu se llaman las
Tunja, no se llamaba rotonda, ni cosa parecida; sino piedras de Tunja? porque no le contestaban; y le decan
Fachada de la casa de doa Rosalba Diego Martnez Celis, 2009
que haba unas piedras con unas figuras caprichosas. Y a uno: Hola verdad, no!.
paros, entonces siempre haba como pedradas y vainas Nadie hace nada por el Parque Arqueolgico, pues yo me
de esas. Eso fue ms o menos en los aos 70. traigo esos pictogramas y los coloco en la fachada de mi
Luego fue cuando uno entra a la escuela, y uno ya casa, para decirles miren: yo soy muisca, chibcha, soy
sabe que los indios, eran de menor jerarqua, porque las india y qu!. para m es una relacin del cosmos en
enemistades, para sindicar al otro, entonces se les deca: lneas, entonces a nivel del arte es bellsimo.
so indio! luego ya le cuentan a uno en la escuela que Pero si hay una cosa que me llam la atencin: na-
llegan los espaoles, y que aqu haba indios, y los indios die, se ha atrevido a rayar la pared! Aqu hay algo aden-
eran de pelos lisos, nariz achatada, y uno miraba a las tro, en que se reconocen
compaeras: esa es india, yo no soy india!
Todava existe ese modelo. No ve que as se siguen
insultando. Pero haba tambin otra connotacin, y era
que la mayora de gente se senta de sangre azul. Profesora Rosa Mara Rubiano Rosita.
Luego voy metindome en el mundo de la poltica Divulgando el mensaje de la piedras
y voy descubriendo que ese sitio es muy importante. Pero Antigua entrada del Parque. Rosa Mara Rubiano (dcada de 1980)
tambin me preocupa una cosa: que hay una relacin con La profesora lleva ms de 30 aos vinculada a la labor
el oro, con los Tunjos. y en Faca montan un barrio, que pedaggica en el Parque Arqueolgico, tiempo durante
es el primer barrio que hay realmente, como desarrollo del el cual ha involucrado a cientos de estudiantes con su
municipio y es la gente adinerada y lo llaman Tisque- conocimiento,aprecio y cuidado.
susa. All son la gente bien del municipio, los que no van
a la escuela pblica sino al colegio la presentacin, los Elabor un guin para recorrer el parque que consta de
alcaldes del municipio, los que son concejales y se llama 10 estaciones o sitios:
el barrio Tisquesusa.
Y uno pregunta que: Quin era Tisquesusa? Enton- 1. Caseta de pago: Aqu se cuentan algunos datos sobre
ces le cuentan a uno que era un indgena aguerrido. Y que la historia de conformacin del parque y las diferentes ad-
era como el mandams de esta zona. Pero nadie le expli- ministraciones que ha tenido.
ca a uno la importancia de ser Tisquesusa o que era lo que
haca Tisquesusa. Uno entiende que se reunan, ese era 2.El lago: Se explican los diferentes nombres que ha re-
el sitio de recreo Pero no de la organizacin poltica, ni cibido el parque (piedras de Tunja, Santuario de la rana,
cmo fue que se enfrentaron, nada. Cercado del Zipa) y la formacion geolgica de las rocas.
En la poca en que yo empiezo a tener conciencia
de las cosas, ya lo administra la CAR. en alguna oca- 3.Piedra del reloj: aqui se cuenta Se observa en las dos
sin alguien me golpeo a la puerta y dijeron, yo escuche: rocas la cara de dos simios, es el encuentro de dos dio-
Cul es la loca que vive ah?; me encontr dos per- ses tutelares que cuidan la entrada del lugar. En la parte
sonajes, y me estaban buscando, porque yo pint a mano de abajo se encuentra la piedra del sol, que fu utilizada
alzada lo que estaba en el parque arqueolgico o lo que por las gentes del lugar para fijar las horas de acuerdo a
est en las piedras: las ranitas, todo ese historial de ese la proyeccin que hacian los rayos solares. Se encuentra
pueblo que es su escritura, que es su moral, que es su un tanque que se contruy para proteger un manantial de
tica, que es su esttica. agua cristalina que se encuentra en el sitio. A firman algu-
Y como mi casa, para mi tiene ms de 200 aos, tiene nos que tiene conexin con laberintos o subterrneos que
valor pero no tiene precio. Y lo que yo mas quiero son los van uno a Manjui, otro a la virgen de la roca y otro a Tunja
pictogramas, los pint en la casa para resolver el conflicto: al pozo de Donato La llamada Piedra del Sol. Rosa Mara Rubiano (dcada de 1980)
4.Alto de los dolos: se observa la distribucin de las 8. Bho guardin y el altar de los Dioses. El bho es parque observar una gran piedra que se llama la de La
moles lticas y se ha llegado a afirmar que se han formado el guardian de los dioses, el que conserva la paz en la soledad por que est muy aislada y observen que tiene la
encima restos de los grandes dinosaurios, tomando sus noche y detiene a los espritus malignos. Este es el altar forma de la rana erguida.
formas. La piedra No.3 se le llama la Atalaya, donde se de los dioses mayores y se unifican en Bochica, Zu o
colocaban los centinelas a vigilar y evitar el ataque de las Nemqueteba que es el dios sol... en esta roca se encuen-
tribus vecinas. En esta piedra ya se observan ms de cer- tran muchos petroglifos donde se puede conocer el origen
ca los pictogramas que eran inscripciones sobre las rocas y evolucin del universo y donde se conocen muchas le-
donde se transmitian mensajes, se delimitaban terrenos... yendad. Estan marcadas desde el 41 hasta el 49... En la
la inscripcin representa las montaas que bordean al po- parte siguiente se encuentra la paloma yaciente o herida
blado. que ha sido consumida por la tierra poco a poco. Van a ir
La piedra del bautismo donde los sacerdotes sometan a observando todos los bloques y las figuras son de reptiles
los nios a una especie de bautismo, su cabeza era su- o lagartos en difefrentes formas y tamaos demostrando
mergida en las aguas y si resistia vivia y los otros los en- su dominio o su vasallaje.
terraban en los hoyos donde colocaban los postes de la
casa de alguna familia que se empezaba a formar. 9. El teatro: ...Al frente hay una saliente que es en for-
ma de trampoln donde bajaban el cacique y sus esclavos
5.Piedra No. 4: ...representa la conformacin de un po- apara dejar sus tesoros y ofrendas a los dioses en la lagu-
blado; con la casa real, las viviendas, las alqueras, los na; hasta la dcada de los 50 habia lalaguna, pero a raz
sembrados, los montes que colindan, y la representacin de las excavaciones en otras regiones se pens en el gran
de los dioses buenos y los malos (Tomagata) tesoro de Tisquesusa, fue desecada y obtuvieron objetos
de cermica, alfarera y tunjos los ciueles no llegaron en
6.Figura Agustiniana: ..mostar la piedra o arca de Bochi- su totalidad al museo del Banco de la Repblica.
ca donde se detuvo para ir hasta el Tequendama para que Este sitio lo llamaban el teatro, parece que las auto-
su vara detuviera el diluvio. Las tres piedras que hay en ridades municiplaes no les gust las inscripciones indge-
frente son cofres que representan tres divinidades: Chimi- nas y prefirieron contratar a un holandes Coloriano Lendo
nigagua el dios creador (centro), Zue dios solar (derecha, (sic) [Coriolano Leudo] para que dibujara al general San-
Cha diosa lunar (izquierda) tander, el presidente Murillo Toro, el general Uribe Uribe y La llamada Piedra de la soledad. Rosa Mara Rubiano (dcada de 1980)
los generales Figueredo y Gaitn y complementaron con
7. Piedra 60: ...tiene la figura de una flecha que est di- la figura de la patria, la balanza, la bandera y el escudo de
rigida hacia Manjuy, sealando el tesoro del gran Zipa. Es Colombia y la fecha de su inauguracin el 25 de octubre
la figura d ela rana transmitiendo la tranquilidad y el aviso de 1911 (sic) . Hay marcaciones de de 20 a hasta 20 g.
de las lluvias... es la unica piedra en que hay huellas de ...revelan adelantos que tenian los muiscas en medician,
manos y representaciones romboidales que parecen que astronoma y en trazado de palnos urbanos y predicciones
cuentan como aparece el hombre en la tierra. En la parte de la llegada de otras culturas.
superior est la inscripcin de las Nez 11 de abril de
1811 (color verde) y cuentan que eran dos hermanas hijas 10. Piedra 16 y el arca de Cha: Chia tambin tiene su
del gamonal del momento y el para agasajarlas mand ha- barca y en noches de luna llena los rayos lunares de-
cer dicha inscripcin. Al lado de ella se encuentra la figura positan todo su resplandor en esta piedra. La piedra 16
del casco de un soldado quien cuida al dios rana. Esta tiene inscripciones...votivas o sea de voto, de ofrenda y
mole es el comienzo de una gran estructura ltica que se los hombres son representados por ranas que realizan un
prolonga por todo el parque. desfile con sus presentes ante sus dioses. Saliendo del
Jos Gmez (1983) Contaba el abuelo que algunos que venian a mirar los di-
Un informante excepcional bujos hechos en las rocas representaban mensajes de os
dioses. En la roca 60 es en la nica donde hay huellas de
manos.
Este seor fue un informante de alrededor de 80 aos que
en 1983 cont a la profesora Rosita muchas de las historia Despus de ella que era como una flecha que apunta a
que ella incorpor a su guin. Esta es la version transcrita Manjuy, seguia una moles lalamada Trono de los dioses
de lo que le cont en dicha ocasin: donde aparece la serpiente muisca que rodea dicho trono
y dando la vuelta hay un gran reptil que observa (Inscrip-
ciones - origen del universo y del hombre)
Al llegar a este sitio me invade una gran fuerza, tranqui-
lidad. Me traia el abuelo y con el permiso de los dueos
Al llegar al teatro (piedra 20 A,B,C,D,E) (mapas de estruc-
nos adentrbamos en estos parajes tan hermosos de ve-
turas de los poblados y de la ceremonia del dorado)
getacin de fauna de rocas. Daba mucha tristeza que en
alguna parte era cantera donde sacaban piedra para ven-
Piedra 16 (ranas dueas del lugar y alimento de la divini-
der a los dueos de lotes que iban a sacar no a construir
dad)
sus casas.
Al acercarse uno por el lado oriental, la primera piedra Cada piedra era una gran embarcacin de pensamiento.
que llama la atencin es la llamada Brbara Nez. Es Los hombres subian a las piedras, las mujes no por que
una enorme mole de arenisca, cuya base est encajada las piedras son femeninas. El pensamiento estaba basado
en la colina, apoyada en otros bloques de no menor vo- en las estrellas.
lumen : presenta su frente a 17 metros de altura, dejando
un espacio vaco de 13 metros. A 15 metros del suelo se Mas de 780 lderes espirituales se unian aqu en marzo de
lee la siguiente inscripcin en grandes y bien trazados ca- cada ao y cada uno ocupaba una piedra, comunicndose
racteres verdes: en espritu. En este lugar, casa principal donde habitaba el
zipa de Bacat, el hablaba ms de 780 idiomas espiritua-
LAS NEZ, 12 ABRIL 1804. les y era sitio de dar consejo, de ensear, de aprneder d
ela madre tierra, de las lagunas. Aqu se hacian las leyes.
BRBARA NEZ. 1804.
Los grandes sabedores dicen que los que sostienen la
Puede llegarse a la cima subiendo por la falda de la tierra tiene aseguranzas de oro hasta los hombros. Los
colina, pero el punto en que se halla la inscripcin slo es cuatro puntos cardineles son los hilos de oro que sotiene
accesible por encima, por medio de cables, y por debajo la tierra; los temblores ocurren cuando se cambia la tierra
por andamios o escaleras. Esta inscripcin debe ser con- de un hombro a otro. Estas piedras son como brazos con
memorativa de algn paseo hecho a aquel lugar. aseguranzas espirituales; en ellas tambin se hacia traba-
Lo que dicen algunos mamos arhuacos de jo espiritual por los temblores, a la madre de las lluvias, a
En las paredes de las cavernas que forman estas rocas la Sierra Nevada de Santa Marta. los animales y a los alimentos.
se ven multitud de jeroglficos trazados con ocre rojo, sin Mensajes de la madre tierra en territorio
orden ninguno, y medio borrados por el tiempo. Casi todos muisca (2010)
estn formados por figuras geomtricas concntricas, que
representan poco ms o menos el cuerpo de la rana en Esta publicacion de Roberto Santos Curvelo y Fabio Me-
sus diferentes metamorfosis. ja Botero recoge la lectura que los sabedores mayores
indgenas hicieron en algunos de los lugares sagrados del
A la Brbara Nez sigue una serie de rocas superpues- territorio ancestral muisca, entre los que se encuentran
tas, que revisten formas caprichosas. El punto culminante, las piedras del tunjo o de Tunja. La visita de los mamos
llamado Los Picachos, tiene la forma de un juego de r- permiti conocer las leyendas sobre los origenes de estos
gano, que est a 18 metros de altura. A continuacin se lugares, sus toponimias, recordar su historia reciente y lo
encuentra un conjunto de imponentes y largos peascos, que ella representa. Sobre las piedras del tunjo se consig-
apretados unos contra otros, dejando entre s unas veces na lo que cuenta el Mamo mayor Aruawikugumu Yosatana:
anchas de piedra (Gutirrez, 1920) :
Estas piedras son como estrellas sagradas. As como
hoy hay templos antes estas piedras eran privilegio de los
hombres ms espirituales para hacer ceremonias al sol y
a los animales, y comunicarse con las estrellas. Aqu se
hacia pagamento al sol y a la luna, haba templos para
los grandes caciques en donde se hacian ofrendas de
agradecimiento por la cosecha y la comida. Todo estaba Mamo Arhuaco sobre una piedra en Facatativ. T
rodeado de cultivos. omado de Santos y Meja, 2010
Para los Chyquys, Bochica es el inicador del ejercicio En febrero de 2008, el Chyquy Suaga Gua mostr la picto- Tenamos claro que debamos llegar a determinadas
sacerdotal y aquel que dej sus ordenanzas por todo grafa que aparece cerca a la piedra que llaman del sapo piedras dentro del complejo de piedras donde se haban
el territorio muisca. ordenanzas es el trmino que los y explic que esa era la ordenanza que el tena en esta abierto puertas negativas y la densidad era muy grande.
Chyquys dan a las difefrentes pictografas que se encuen- vida: transmitir el conocimiento de las tres matrices. Estas Sabamos que debamos trabajar seguros, con mucha
tran en varios pueblos y lugares del altiplano. Pero lo im- corresponden en su respectivo orden al tero materno, la proteccin, elevando mucho las vibraciones, canalizando
portante es que los Chyquys interpetan estos dibujos en tierra y la muerte. Se definen como tres dimensiones por determinadas energas del Universo Mental y del Sol Cen-
piedra para saber lo que Bochica dej como legado en la que debe pasar todo humano para realizar su trabajo tral de la Galaxia para plasmar en el Universo Material, en
cada territorio. (Gmez, 2009). cada lugar y en todo el Complejo, un trabajo de polariza-
cin, de transmutacin de energa negativa y de liberacin
La sordenanazas se interpretan gracias al intuito del Chi- Buscando y encontrando este tipo de ordenanza por medio de seres que estaban atrapados bajo la red de energas
quy mediado por el uso del tabaco, la coca, el ambil y otras de su conexin espiritual con los ancestros, los Chyquys oscuras.
herramientas sagradas. (Gmez, 2009) han conformado una visin del territorio muisca como una
geografa sagrada (Gmez, 2009). El primer trabajo consisti en trabajar con la asistencia
de todas las Jerarquas Csmicas y terrestres de Luz, so-
bre todo pidiendo la asistencia del Arcngel Miguel y de
Emmanuel. Tambin creamos la proteccin de la estrella
Versiones de otros grupos esotricos Tetradrica, una sobre cada uno de nosotros y una sobre
todo el grupo.
Como los anteriores, algunos otros grupos de carcter
esotrico visitan regularmente el Parque Arqueolgico con El siguiente trabajo fue debajo de una piedra, donde ha-
el fin de realizar rituales de sanacin u otros trabajos ba arena en el piso y all, sintindonos protegidos y asis-
espirituales o de liberacin especiales. tidos aun ms, hicimos idntico trabajo al mencionado con
anterioridad, sembrando un nuevo cristal octadrico y co-
Para la muestra se transcriben apartes tomados de un nectndolo con el anterior.
documento de internet, en el que un grupo denominado
Sua Gagua realizando un ritual frente a una roca con arte rupestre en
Rahma Chapinero I, realiza una salida al Parque el 10 de Pasamos al tercer lugar de trabajos, seleccionado la se-
Facatativ .Fuente: ttp://www.youtube.com/watch?v=ZFA_lbY2zsA
marzo de 2007 y narra pasajes de la labor realizada: mana anterior por Elizabeth y por Alexandra, entonces
encontramos dos piedras unidas formando entradas y sa-
As, realizamos la salida ... encontrndonos en Facatati- lidas en forma triangular. All y tambin en una pequea
v... , el domingo 10 de Marzo, llegando sobre las 7-7:30 explanada de csped contigua, con algunos rboles y sin-
a.m. y llegamos as al Parque Arqueolgico de Facatativ, tiendo el ruido de una pequea cada de agua adyacente,
de las Piedras del Tunjo. fue que nos dispusimos a trabajar.
Al llegar, pudimos observar con la gua de Elizabeth y Aqu se hizo sentir la mas fuerte oposicin, algunos her-
relatndonos un poco la Historia del lugar, sagrado para manos sintieron al finalizar dolor de cabeza, pero luego de
los Mhuysqas y tambin para otras naciones que se en- observar sus auras y confirmar lo que sentamos, que no
contraban all algunas veces al ao todos los aos para haban energas negativas intrusas en ellas, continuamos
hacer sus ofrendas a la Madre Tierra, a la Pacha Mama, desplazndonos por el conjunto arqueolgico de las Pie-
ms conocidas como Pagamentos, la belleza del Lugar dras del Tunjo hasta que fuimos a una Piedra, llamada Pie-
y sintiendo en nuestro caso en particular como que las dra de la Conquista, donde vimos las manos rojas pinta-
Facatativ. Grupo de personas realizando un ritual frente a una roca
piedras nos llamaban. das y trabajamos en un pequeo sector de csped y tierra
con arte rupestre. .Fuente:http://www.youtube.com/watch?v=ZFA_lbY2zsA
entre las piedras de la conquista y aquellas mencionadas si fue visualizado y sentido como un lugar de sacrificios Hicimos la conexin del lugar con la Sierra Nevada de
con anterioridad que tenan arriba como escamas de un humanos. Procedimos entonces a ir al ltimo lugar elegido Santa Marta y lo conectamos energticamente al Disco
reptil y las que nos hizo recordar cmo los Incas hacan por Elizabeth y Alexandra, un sitio espectacular donde la Solar de la Red del Tiempo Xemanc. Culminamos con
sus construcciones con perfecta unin entre las piedras, energa del lugar y las que descienden son muy fuertes una irradiacin planetaria de energas y de sanidad y con
grandes bloques de granito de toneladas de peso. y sentidas. All conectamos una a una todas las piedras otra para toda Colombia y su situacin actual (Grupo Rah-
que se encuentran en el complejo y a su vez conectamos ma Chapinero I, 2007)l.
As fue que repetimos la frmula de los trabajos de po- el lugar, Las Piedras del Tunjo, con los dems lugares ya
larizacin, transmutacin y liberacin anteriormente rea- trabajados por los Rahmas en Colombia y en el Mundo.
lizados y tambin el trabajo fue todo un xito. El lugar en
Hoy en da confluyen en el Parque arqueolgico diversos discursos que dan cuenta de igualmente diversas maneras de ver o interpretar su paisaje y
elementos que lo conforman Aqu ungrupo de estudiantes universitarios durante una visita acadmica Diego Martnez Celis, 2008
Las formas de las piedras En realidad, y de acuerdo a las explicaciones cientficas sis como de contraste de obras y entornos pertenecientes
realidad o fantasa? sobre el origen y formacin de las rocas, estas han obteni- a diversas culturas a travs del mundo (Bustamante,2006).
do sus formas gracias a milenarios procesos geolgicos
naturales y no han sido mayormente modificadas por el Como se ha advertido para el caso del Parque Arqueo-
Tal como lo han afirmado muchas personas, investiga- hombre (con excepcin de las que han sido explotadas lgico de Facatativ, es recurrente la calificacin de este
dores, viajeros, visitantes, etc., las piedras del Parque como material de cantera). Sin embargo,desde un punto lugar como un santuario de la rana debido en parte a
Arqueolgico de Facatativ tienen formas que parecen de vista cultural, es sabido que desde tiempos precolom- la asociacin del perfil de algunas piedras con la figura
representar objetos (barcos, cofres, trampolines, etc.) binos el hombre siempre se ha fascinado por los objetos de este animal, y tambin la nominacin de otras como
o seres humanos o animales (sapos, ranas, serpientes, y lugares de la naturaleza que semejan rostros, animales roca de los simos, los cofres, el arca, el buho, la
palomas, simios, dioses, guerreros, etc.) que sugieren no u otros objetos. medialuna, etc., nombres que incluso han trascendido lo
haber sido producto caprichoso de la naturaleza sino ver- nominal para erigirse, en algunos casos, en la excusa para
El juego infantil de reconocer figuras en las nubes es un
daderas obras escultricas del hombre o de seres sobre- interpretar el significado cultural que tuvieron en el pasa-
ejemplo ilustrativo del fenmeno que nos pemite hacer
naturales. do prehispnico.
estas asociaciones, y que en sicologa de conoce como
pareidolia. Desafortunadamente no tenemos una sola versin o docu-
mento histrico que nos de cuenta del verdadero sentido
La pareidolia y los sitios sagrados que para los indgenas tuvo este lugar. Las mltiples ver-
precolombinos siones que conocemos hoy da son solo especulaciones y
por lo pronto no nos queda mas que plantear hiptesis con
Las razones por las cuales un determinado lugar o roca base en diversos rastros que hemos heredado del pasado,
etc. fueron considerados significativos o sagrados por los entre ellos el material arqueolgico, las crnicas espao-
pueblos precolombinos, es una cuestin difcil de expli- las o la tradicin oral que es siempre cambiante.
car. El carcter aparentemente sagrado de determinados
sitios arqueolgicos, podra ser explicado en parte, con Para la investigacin de las culturas antiguas, el exceso
el fenmeno psicolgico - perceptivo, no necesariamente de fantasa es perjudicial. Pero tambin es perjudicial la
patolgico, denominado Pareidolia, que nos permite reco- negacin de fenmenos visuales, a los que ellos pudie-
nocer formas en manchas u objetos amorfos. (Bustaman- ron prestar atencin y segn los cuales pudieron adoptar
te,2006) determinados patrones de conducta. El investigador debe
Este fenmeno de reconocimiento sbito, puede desatar ser permeable a su influencia, experimentarlos y luego
en los individuos, intensas experiencias emocionales y o buscar una explicacin a la ocurrencia de tales fenme-
religiosas. Es por esto que la pareidolia, sera un concep- nos. Si esta es vlida o no, solo el tiempo y el aporte de
tos adecuado para la exploracin de significados en sitios otros investigadores podr decidirlo (Bustamante,2006).
que pudieron tener un carcter sagrado para sus cons-
tructores o pintores (en el caso del arte rupestre). Por lo pronto y como un recurso pedaggico y ldico al
momento de interpretar el Parque, es vlido seguir pro-
Diversas obras rupestres y sitios arqueolgicos a travs piciando la observacin de las piedras con el fin de bus-
del mundo, presentan caractersticas que permiten aso- car semejanzas quizs esto tambin fue una prctica de
ciarlos con este fenmeno sicolgico. En ellos, accidentes nuestro indgenas, pero debemos ser cautos al sacar de
del paisaje, rocas, etc, presentan formas que semejan per- estas observaciones (siempre condicionadas por nuestra
Esta piedra del Parque ha sido denominada como la tribuna del zipa,
sonas, animales, etc. Parece ser un fenmeno extensivo particular percepcin individual) conclusiones definitivas
el trampoln, el caimn o la serpeinte, debido a su caprichosa
que podra constituirse tanto en una herramienta de anli- sobre su significacin histrica y cultural.
forma.
Memoria visual
A continuacin se presentan fotografas histricas del Par-
que Arqueolgico pertenecientes a colecciones de la Casa
de la cultura de Facatativ, el ICANH, particulares y pro-
cedentes de algunas publicaciones.
Antiguo caminito de las Piedras del Tunjo, 1960. Casa de la Cultura de Facatativ Antigua entrada a las Piedras del Tunjo, 1960. Casa de la Cultura de Facatativ
Frente volado de un
estrato de arenis-
ca de la formacin
Guadalupe sobre la
excavacin nmero 2.
Parque de las piedras
de Tunja, Facatativ
Antigua entrada
Foto de Jos Royo y G-
a las Piedras del Tunjo en roca. Casa de la Cultura de Facatativ
mez (Dcada de 1950)
Evento pblico
en la rotonda del Parque
Arqueolgico .
Dcada de 1950 (aprox.)
Archivo ICANH, Bogot
Diversas
visuales del
Parque
Arqueolgico
Dcada de 1950
(aprox.)
Archivo ICANH, Bogot
Diversas
visuales del
Parque
Arqueolgico.
Dcada de 1950
(aprox.)
Archivo ICANH, Bogot
Diversas
visuales del
Parque
Arqueolgico.
Dcada de 1950
(aprox.)
Archivo ICANH, Bogot
Diversas
visuales del
Parque
Arqueolgico.
Dcada de 1950
(aprox.)
Archivo ICANH, Bogot
Diversas
visuales del
Parque
Arqueolgico.
Dcada de 1950
(aprox.)
Archivo ICANH, Bogot
Diversas
visuales del
Parque
Arqueolgico.
Dcada de 1950
(aprox.)
Archivo ICANH, Bogot
Patrimonio arqueolgico
de aos, inmutables y generando en diversos pueblos do), han sido presa de mltiples afectaciones naturales y Sales. Se trata de una capa blanca producto de la exu-
indgenas (no necesariamente sus autores), ejrcitos de antrpicas (graffiti, fogatas, cantera) que lo han llevado a dacin de la roca, originada en el contacto de la arenisca
conquistadores europeos, miembros del clero, sociedades su estado de destruccin actual. con el agua.
coloniales, cronistas, viajeros, campesinos, cientficos, Hongos y lquenes. En zonas con presencia de hume-
acadmicos o en sociedades urbanas, mltiples interro- Alteraciones naturales: dad, es comn la formacin de capas de hongos y lque-
Escurrimientos. Debido a que en la parte superior de nes que, de una parte, pueden cubrir las pinturas y, de
gantes sobre su significado.
la mayora de las rocas se ha formado capa vegetal y otra, son el punto de partida para la formacin de suelo y
suelo,es comn que cuando llueve se presente el escu- vegetacin. (Arguello y Botiva, 2007)
El arte rupestre en Colombia es considerado como un
Bien de Inters Cultural y parte constitutiva del Patrimonio rrimiento de agua mezclada por tierra, lo cual de manera
progresiva cubre la roca con una capa de color negro, a Alteraciones antrpicas (producidas directamente
Arqueolgico de la Nacin, como tal est amparado por el
diferencia de los escurrimientos que tienen lugar en zonas por el hombre):
Rgimen Especial de Patrimonio Arqueolgico (art. 54 t.IV,
sin suelo o vegetacin y que solo generan el lavado de Aerosol. Son probablemente las alteraciones que mayor-
Dec.763 de 2009) inscrito a su vez dentro de la poltica es- visibilidad generan. As mismo, el aerosol es uno de los
la roca.
tatal en relacin con el patrimonio cultural que tiene como agentes que ms dificultad presenta para ser retirado.
Formaciones de races. Una segunda consecuencia de
objetivos principales la salvaguarda, proteccin, recupera- la formacin de suelo y capa vegetal sobre las rocas tiene Rayado - Incisin. Este tipo de alteracin generalmen-
cin, conservacin, sostenibilidad y divulgacin del mismo que ver con los procesos de agrietamiento producidos por te no es tan visble debido a que no genera un cambio
(Art.4, Ley 1185 de 2008). las races de las plantas y rboles. abrupto en la visual de las pinturas.
Exfoliacin. Generalmente se asocian estos descasca- Rayado - Carbn. El carbn con que se han realizado
El arte rupestre ha sido interpretado de diversos modos y ramientoso escamados a cambios bruscos en la tempe- graffitis sobre las rocas proviene fundamentalmente de
de acuerdo a las especiales condiciones de cada poca, ratura. A travs de pequeas grietas el agua penetra a la las prcticas de coccin hasta hace poco tiempo permi-
sin embargo y ante la evidencia de que an existe, du- roca y una vez all, cuando la temperatura desciende,se tidas en el Parque.
rante siglos dichas miradas y relaciones con los lugares expande generando pequeas fisuras que terminan en Pintura vinilo o aceite. Este tipo de alteracin tambin
y comunidades de sus entornos de emplazamiento no re- rupturas de fragmentos de roca de tamaos diversos. genera un alto grado de visibilidad debido a los colores
Excrementos de aves. Debido a que un gran nmero de utilizados.
presentaron un riesgo para su conservacin. Solo en los
rocas son en realidad abrigos o aleros ellos se convierte- Picado. Este tipo de alteracin se produce por el des-
ltimos aos, desde que se configur la sociedad actual,
nen refugio para diferentes tipos de aves. prendimiento intencionado de pequeas zonas de roca
estos sitios han empezado a hacerse visibles pero al mis-
con pintura.
mo tiempo a desaparecer o a presentar graves deterioros
en su mayora de carcter irreversible.
Holln. Son los restos de la prctica, comn hasta hace para salvaguardar las piedras y con ellas la memoria del
poco, de hacer fogatas para cocinar en cercana de las pasado indgena del lugar. Finalmente el parque es cons-
rocas con arte rupestre (esta prctica solamente fue pro- tituido a comienzos de los aos 50, momento en que es
hibida desde Junio de 2007). adecuado para ser abierto al pblico.
Dinamitado. Aunque desde la creacin del Parque ar-
queolgico la prctica de dinamitado ces, es importante
Por muchos aos el parque fue objeto de visitas tursticas
mencionarla como agente de alteracin ya que es pro-
que poco a poco lo fueron convirtiendo en un lugar ideal
bable que por esa va se hayan destruido por completo
para el pic-nic, piquete dominguero o paseo de olla in-
rocas con arte rupestre.
formal, costumbre tradicional de los habitantes de la Saba-
Delimitacin del Parque. La falta de claridad respecto a
na y en especial de los bogotanos, los cuales encontraban
los lmites del parque es un potencial agente de alteracin
en la medida que las prdidas de terreno implican a su
vez la prdida de control y proteccin sobre las rocas
con pinturas rupestres (Arguello y Botiva, 2007)
Evento pblico en las Piedras de Tunja. Aos 50s
A diferencia de las Piedras de Tunjo que tienen acceso Archivo particular
un referente y soporte material de la expresin grfica y de un conflicto que derivara en la destruccin del lugar (salvo
la mentalidad humana. algunos intentos por utilizar las piedras como cantera). La
imposicin oficial, gener nuevos usos que desvirtuaron
De aqu surge un cuestionamiento clave: Qu es real- la vocacin original del lugar y la idea de construir un par-
mente lo que se debe valorar y conservar en el parque?, que de contemplacin pasiva de las reliquias indgenas
las pinturas rupestres como expresin de la mentalidad desbord en usos insospechados (recreacion activa), que
del hombre precolombino o las evidencias de la necesidad propiciaron la destruccin de las pinturas rupestres.
humana de comunicarse, la cual tambin est ejemplifica-
da en el graffiti actual? En conclusin, este parque se encuentra hoy ante la
disyuntiva de seguir con la vocacin impositiva que desde
El arte rupestre precolombino hace parte de una tradicin la oficialidad propici su patrimonializacin (como Parque
que no presenta continuidad, pertenece al pasado y su Arqueolgico) o de abrirse decididamente hacia las comu-
sentido original es hoy da indescifrable, en contraste con nidades, permitiendo y aprovechando su participacin ac-
el graffiti el cual es una expresin viva y un sntoma cultural tiva en su reconocimiento y puesta en valor, para de esta
que da cuenta de mltiples dinmicas sociales vigentes. manera encontrar espacios de negociacin y concertacin
que permitan su consevacin hacia el futuro.
Se podra argumentar, siguiendo a Prats (2004), que lo que
La instalacin del absurdo enrejado metlico que proteje
hace al arte rupestre y a los abrigos rocosos patrimonia-
las pinturas no solo contamina y afecta el paisaje natural,
les es su condicin histrica (como vestigio del pasado),
sino que se convierte en el smbolo de la impotencia e
natural (como evento extracultural) y de manifestacin del
incapacidad del Estado para entablar dilogo con las co-
genio creativo (como creacin humana); en contraposi-
munidades que son en realidad las nicas que pueden ga-
cin a la prctica del graffiti la cual es una produccin con-
rantizar su sostenibilidad y conservacin en el futuro.
tempornea, artificial y generalmente considerada como
un acto vandlico, es decir, que tiene una connotacin Tanto las pinturas rupestres como los graffitis pueden inter-
negativa como si se tratase de un acto de irracionalidad pretarse como manifestaciones de una misma necesidad
humana. humana (la expresin grfica), pero su coincidencia en las Enrejado actual frente a las piedras con arte rupestre del Parque
piedras ejemplifican igualmente otro tipo de conflicto, no Arqueolgico de Facatativ.
Si partimos de la idea de que el el patrimonio es una cons- simplemente el del vndalo contra el Patrimonio Cultural,
Diego Martnez Celis, 2011
truccin social, como tambin afirma Prats (1997) y espe- sino el de una sociedad que est perdiendo el vnculo con
cialmente una herrramienta del poder poltico, quien es el pasado, un pasado que quizs empieza a reconocerse abierta, dinmica y con un gran componente pedaggico,
el principal agente de activacin patrimonial; el caso de no solo discontnuo sino artificial, pues, como el Parque, la riqueza y diversos aspectos histricos y culturales que
Facatativ vislumbra la falsedad o atificialidad del hecho este pasado resulta ser la construccin simblica de un representa este lugar (incluyendo tanto las versiones aca-
de patrimonializar un lugar anteponiendo el inters poltico poder poltico hegemnico que igualmente se ha impuesto dmicas como las de la tradicin oral y otras nuevas re-
por sobre la realidad social en la que se inserta. sin tener en cuenta las particulares visiones del propio pa- significaciones), para as estimular su apropiacin social
sado de las comunidades que confluyen en el lugar. y su valoracin como un verdadero lugar de encuentro y
El parque de las Piedras del Tunjo fue un imposicin oficial disfrute con la naturaleza e imprescindible referente de la
que se instaur en medio de una comunidad que histrica- Proponemos aqu que un primer gran paso para resolver identidad de los facatativeos, donde sea posible interpre-
mente haba convivido con sus manifestaciones naturales este conflicto radica en dar a conocer a la comunidad de tar, a travs de sus componenetes patrimoniales, el pasa-
(las piedras) y culturales (las pinturas) sin haber creado Facatativ y al pblico visitante en general, de manera do natural y cultural de la regin.
Hace muchsimos aos en una lejana y oscura noche co- Piedras del tunjo (Olivos, 2011) Cercado de los Zipas y se le describe con orgullo faca-
lonial, se hallaba solo y en triste meditacin un sacerdote tativeo por su relativa originalidad y por los recuerdos
franciscano; pese a sus plegarias no encontraba solucin En el transcurso de las ltimas dcadas, y como expresin legendarios que evoca:
a su problema: necesitaba rocas y piedras para continuar del rescate de su historia y la reivindicacin de identidad,
han surgido otras denominaciones: Piedras de Facatativ El cercado de los Zipas () situado a menos de un ki-
la construccin de una iglesia en Quito. Pero de pronto se
para el historiador Germn Arciniegas, Cercado de los Zi- lmetro al noreste de la ciudad, en un frtil valle de 4 a
le apareci el Diablo y le dijo:
6 hectreas, est circuido por enormes rocas de forma-
pas, para Luis F. Latorre, y para otros Cercado de Tisque-
cin sedimentaria, en cuyos estratos qued grabado el
Vengo a proponerle un trato: yo le traigo todas las rocas y susa y Piedras del tunjo.
diverso nivel de las aguas que en pocas prehistricas
piedras que necesita, pero a cambio usted me entrega su En 1983 el historiador facatativeo Ignacio Ramrez Sn- debieron cubrir el terreno lacustre que aquellas ocupa-
alma. El pobre cura que estaba tan triste y desesperado, chez propone que el Parque Arqueolgico se llame Cerca- ban.Una de esas piedras mide 61 metros de longitud, 15
despus de meditar en silencio durante un largo rato, le do de Tisquesusa, un monumento conmemorativo, digno metros 60 centmetros de altura y otro tanto de fondo en
contest: Acepto. de ese guerrero y jefe de su pueblo, cuyo nombre y cuya la parte ms ancha del techo que abriga toda la extensin
vida son frecuentemente olvidados sin considerar todo su vertical, dando a la mole la apariencia de un dolman gi-
valor, su ardenta, a la vez que su prudencia y su cautela. gantesco. Serva de oratorio, quinta de recreo y fortaleza
Tiempo despus el Diablo encontr en la ciudad de Tunja
de los primitivos pobladores autctonos, y est decorada
unas rocas enormes y decidi emprender el viaje hacia Luch hasta donde era posible y se mantuvo dentro de
con caprichosos petroglifos indgenas. Ah muri Tisque-
Quito; para esto junt un numeroso grupo de diablitos, y su imperio hasta rendir la vida en el asalto, de abril de
susa, y en 1889 el doctor Carlos Holgn, Presidente de
1538, que extingui la sucesin legtima del imperio. El
a cada uno le orden que cargar una piedra; despus la Repblica,coloc la primera piedra del monumento que
Zipa posterior, sin ttulos vlidos, Sagipa, fu torturado y
de varias noches de caminar los diablitos decidieron des- se deba levantar en honor del Zipa, en cumplimiento del
sacrificado por los espaoles pocos das despus. Decreto 560 de ese ao. En la misma piedra, y por inicia-
cansar en una hermosa pradera ubicada a las afueras de
tiva particular, fue pintada una galera de retratos al leo
Facatativ. Facatativ, por lo tanto, tiene en el Cercado de Tisque- de personajes clebres nacionales, a doble tamao del
susa un lugar de gran significado para la historia ameri- natural e inaugurados el 24 de octubre de 1915. Hoy el
Estando all, un mensajero lleg trayndole la noticia al cana, no slo por la concentracin geolgica de los in- Cercado es uno de los paseos ms favoritos. (El texto
Diablo: el cura arrepentido, haba roto la promesa de ven- mensos y hermosos megalitos de su Cercado, sino por anterior aparece firmado por Luis F. Latorre U).
der su alma. Entonces el Diablo se enfureci y de inmedia- el valor histrico de esos lugares en los cuales se halla
to orden a los diablitos para que dejaran las piedras que inscrita, tanto en jeroglficos como en hechos acaecidos
all, la vida de nuestros antepasados, quienes ocuparon
traan de Tunja abandonadas all en Facatativ. Algunos Facatativeos en defensa de su patrimonio
uno de los primeros lugares en la paciente, rudimentaria y
dicen que los gritos y el llanto del Diablo fueron tan fuertes (Olivos, 2011)
cuidadosa civilizacin del nuevo mundo.
y agudos que an hoy en da se escuchan en el eco de las
noches del mes de abril. Finalmente, en los ltimos aos se le dio la denominacin En 1934 la Junta de Accin Social, integrada por varios
de Parque Arqueolgico Piedras del tunjo. prestantes facatativeos, a la vez que reivindica las Pie-
Otros relatos cuentan que las piedras fueron traidas a dras de Tunja, se preocupa por su abandono y acude a
Facatativ muy pequeas y que con el transcurrir de los la Academia Nacional de Historia buscando informacin
aos, y gracias a la fertilidad del suelo, crecieron hasta el sobre los terrenos y los posibles decretos gubernamenta-
gigantesco tamao que actualmente tienen El Cercado de los Zipas (Olivos, 2011) les al respecto.
Nada falta en nuestras piedras: mitologa, historia, jero- Dgase a la Junta de Accin Social de Facatativ, que la de los Zipas. Finalmente el 20 de octubre de dicho ao
glficos hasta hoy indescifrados, poticas tradiciones con- comisin designada para el efecto por la Academia Co- 1936 se expide la Ley 142 cuyo artculo 1 dice: El Go-
servadas en la gesta del pueblo, remembranzas de los lombiana de Historia, no ha encontrado la disposicin le- bierno proceder a adquirir para la Nacin el predio deno-
aborgenes, belleza sin igual en el paisaje. . . todo existe gal a que se refiere su atenta nota del 13 de junio de este minado Piedras de Tunja o Cercado de los Zipas. Sin
en las piedras que sirvieron de refugio a Tisquesusa, pe- ao; pero como aporte a la benfica labor acometida por embargo la Ley 142 no tuvo efecto y nuevamente debieron
nltimo soberano chibcha, donde se retir no sabemos la Junta, se permite, por ahora, enviarle copia del Decreto
pasar 10 aos hasta que otro facatativeo reactivara la
s a entonar la ltima cancin guerrera, o a consolarse N. 560 de 1889, sin perjuicio de hacer llegar a su conoci-
lucha en pos de la vieja y anhelada esperanza.
de la derrota cantando himnos a sus dioses, o a gozar miento cualesquiera otros documentos que logre adquirir
por ltima vez de su quinta de recreo; pues todo fueron al respecto.
para las tribus que poblaron la Sabana: oratorio, fortaleza Soy del seor Secretario, atento servidor, R. Cortzar.
y mansin de los jefes que encontraban sus delicias en Pea y la intervencin del
mirarse al espejo de las aguas que baaban las bases de Ministro de Educacin (Olivos, 2011)
esos dlmenes gigantescos.()
Luis F. Latorre y la Ley 142 (Olivos, 2011)
El abogado facatativeo Julio Pea Pea en 1944 clama-
La Junta de Accin Social, que ha visto el proyecto tan Luis Felipe Latorre naci en Facatativ el 22 de noviembre ba por el rescate del Cercado de los Zipas:
sugestivo como realizable, acudi a las autoridades supe-
de 1886; estudi en el colegio San Luis Gonzaga; luego
riores y a la Academia de la Historia, solicitando datos que No es posible que el tiempo transcurra sin detenerse un
se gradu de abogado en 1908; fue diputado del Distrito
aclaren la situacin de los terrenos ante las leyes, o de- instante y la preocupacin ciudadana recorra por el mis-
Judicial de Bogot, y de 1935 a 1937 ocup una curul en
cretos emanados del supremo gobierno; pero la Junta no mo camino, mirando de soslayo y sin preocupacin esta
la Cmara de Representantes.Falleci en Bogot el 5 de
cree, ni facatativeo alguno debe esperarlo, que vengan obra que natura nos brinda, pero que nosotros despre-
a redimirnos de fuera: tenemos que ser nosotros con mayo de 1958.
ciamos, no por bella y por hermosa, sino por histrica y
nuestra actividad, con nuestro trabajo, con nuestro inters memorable para la Patria, no por grata y amena, sino por
prctico y constante por la ciudad en que vivimos. En el ao 1936 Luis F. Latorre, en su condicin de Repre-
negligencia y por descuido, por olvido y por abulia dignos
sentante a la Cmara presenta el proyecto de Ley por la de censura acre en el presente y en el maana.
El 13 de junio de 1934 la Junta de Accin Social enva cual se provee la conservacin de un sitio histrico. En la
una carta a la Academia de Historia donde solicita se le exposicin de motivos dice: Parece que las Cmaras legislativas, merced al deno-
informe sobre las disposiciones legales encaminadas a la dado inters de dos hidalgos hijos de esta tierra, por fin
conservacin de las Piedras de Tunja, en general, y es- Tan slo se reclama la conservacin de un sitio y de un accedieron a apropiar en el presupuesto una msera can-
pecialmente el Cercado de los Zipas. monumento natural existente, escenario de una tragedia tidad para la compra del precioso sitio; pero hasta la fe-
histrica y testigo de las luchas, ritos y esparcimientos de cha ninguna gestin positiva se ha formulado, salvo las
La Academia responde tres meses despus lo siguiente: un soberano que un da no pudo ver ocultar el sol que verificadas por Luis Felipe Latorre en 1936 al conseguir
en la maana ilumin sus dominios, porque la hoz de un la aprobacin de la ley sustantiva de auxilio y de Guiller-
Academia de Historia. N. 978. Bogot, septiembre 17 de invasor seg alevosamente su vida. () mo Hernndez Rodrguez en 1943 al obtener su inclusin
1934. -Seor Secretario de la Junta de Accin Social.- Esas rocas decoradas con inscripciones indgenas, estn presupuestal.
Facatativ. sufriendo, parcialmente, la accin destructora de la pica y
del taladro de los canteros, y estn corriendo el peligro de Al Ministerio de la Educacin, a la Academia Colombia-
En relacin con el atento oficio de esa Secretara, de fe- desaparecer, si el Estado no se interpone para impedir la na de Historia, a los Centros Indigenistas, y a todos los
cha 13 de junio pasado, tengo el gusto de transcribir a destruccin de esta belleza natural. amantes del arte, del recuerdo y de la historia, llamados
usted, para conocimiento de la Junta y fines consiguien- estn a aunar sus esfuerzos para que esta aeja iniciativa
tes, la proposicin final del informe que rindi la comisin En la exposicin de motivos se seala que $10.000.oo se- de las legendarias Piedras de Tunja, se convierta en posi-
respectiva, y que dice as: ran suficientes para adquirir todo el circuito del Cercado tiva realidad, y en el futuro, orgullo del pas6.
y la naturaleza. Unos minutos despus iniciamos el re- Curubos, lechuzas... (Olivos, 2011) atraen a los flautistas: pjaros de exticos colores y musi-
corrido por los senderos de piedra. Al caminar por entre cales silbidos.
los gigantes, se contempla su fuerza y se escuchan sus El Parque Arqueolgico es tambin un parque de fauna y
gritos mudos, su tristeza por el abandono centenario,su flora, es un parque para el amor a la vida Al Parque acu- El Parque es un patrimonio para la vida de los facatative-
dolor por la piel lacerada con dinamita y por las marcas den los turistas locales, nacionales y extranjeros; al Par- os, de los colombianos, para todos sus visitantes. Es ne-
de los vndalos; su piel mancillada con grafitis Sorpren- que acuden las familias, los amigos, y tambin las parejas cesario continuar mejorando la administracin del Parque,
didos, de roca en roca, miramos dibujos, los extraos e buscando el lugar y el instante para la caricia furtiva. incrementando los recursos y fomentando la educacin en
indescifrables pictogramas, con rombos y ranas que al-
En el Parque hay variadas especies de plantas y anima- defensa del patrimonio rupestre.
gn da milenario pintaron nuestros ancestros con el rojo
vivo. El paisaje y la andadura por el Parque nos transpor- les. La vegetacin nativa actual est representada por
tan con fascinacin alucinante: misteriosa, placentera y aproximadamente 68 especies. En el Parque encuentran
a la vez mortificante; sentimos dolor, orgullo y nostalgia; su hogar y refugio las mariposas, los colibres, las mirlas,
indignacin, ante los gobernantes negligentes e irres- torcazas y copetones, los conejos, faras, comadrejas,
ponsables; pero tambin nos nutrimos con esperanza y cures, las zorras y las hermosas e inmutables lechuzas.
compromiso,sentimientos y actitudes con las que respira Alrededor del pequeo humedal crecen los curubos que
el amor. (Olivos, 2011)
RUPESTREWEB
Rescate del parque arqueolgico de Facatativ. Patrimonio cultural: no daar Dinmicas y agentes en
Publicacin electrnica especializada en la investigacin del
Primera fase: Documentacin e intervencin la relacin patrimonio, cultura y sociedad. A propsito del
arte rupestre de Amrica Latina
en conservacin de la roca No. 16 arte rupestre de la Sabana de Bogot
http://www.rupestreweb.info/index.html
Instituto Colombiano de Antropologa e Historia, ICANH Diego Martnez Celis
http://www.rupestreweb.info/facatativa.html http://www.rupestreweb.info/pcys.html
Exposicin: Arte rupestre. Parque arqueolgico
de Facatativ. Patrimonio cultural, memoria e identidad.
Hacedores de Pictografias Historia de la investigacin
Diego Martnez Celis y lvaro Botiva Contreras
Julian Baracaldo del arte rupestre en Colombia
http://www.rupestreweb.info/expofaca.html
http://es.scribd.com/doc/40090953/Hacedores-de-pictogra- Pedro Mara Argello Garca
fias http://www.rupestreweb.info/colombia.html
Restauracin y educacin en el arte rupestre.
Notas sobre un caso Colombiano (
Vallas informativas y arte rupestre. Territorio, memoria y comunidad.
Parque arqueolgico de Facatativ)
Visibilizacin de lo pblico o exposicin de lo frgil? Aproximacin al reconocimiento patrimonial del
Pedro Mara Arguello Garca
Tres casos en el altiplano cundiboyacense, Colombia. arte rupestre precolombino de la sabana de Bogot
http://www.rupestreweb.info/facaresta.html
Diego Martnez Celis Diego Martnez Celis
http://www.rupestreweb.info/vallas.html http://www.rupestreweb.info/tmyc.html
Parque Arqueolgico de Facatativ -ICANH-
http://www.icanh.gov.co/index.php?idcategoria=3718
30.000 aos de historia en las piedras sarrollaron un rico sistema de creencias y mltiples formas quienes empiezan a ver las piedras y sus pinturas con
A manera de sntesis de expresin artstica y de comunicacin simblica. nuevos ojos.
Una de estas fue la pintura rupestre, que fue plasmada En la bsqueda de identidad nacional, los criollos,
El lugar que ocupa el actual Parque Arqueolgico de Faca- en los mismos bloques de piedra fomados por las aguas en su calidad de mestizos mezcla de indgena y espa-
tativ se encuentra en el extremo noroccidental de la Saba- y que sirvieron de abrigo a sus antepasados. Este arte ol, echan mano del pasado indgena y de sus vestigios
na de Bogot, en las estribaciones de uno de los cerros que rupestre, cuyo significado original desconocemos, fue materiales o monumentos con el fin de legitimar su pose-
empiezan a arrugar la llana y fra sabana en su descolgada realizado con mezclas de pigmentos minerales, vegetales sin sobre estas tierras libertadas. De esta manera las
hacia las tierras quebradas y templadas de Cundinamarca. y animales que han logrado conservarse, casi indelebles, pinturas empiezan a suscitar interes cientfico y acad-
En un pasado remoto, hace mas de 30.000 aos, este hasta el presente. mico pues se consideran prueba del alto grado intelectual
lugar se constituia en una de las orillas del gran lago que que poseian los indgenas, quienes las realizaron como
Con la llegada de los invasores espaoles a la sa-
cubra y di su configuracin actual a la sabana de Bogot. una manera de plasmar su historia, pensamientos o mi-
bana de Bogot en 1537, comienza a transformarse, de
La fuerza y constancia de las aguas puso al descubierto y tos.
forma radical e irreversible, la tradicin indgena que tuvo
labr de manera caprichosa decenas de grandes bloques
asiento en la sabana de Bogot durante miles de aos. Desde comienzos del siglo XX, a raz de que ya es-
de piedra arenisca que poco a poco fueron quedando ex-
De esta manera se termina borrando para siempre la taban empezando a ser explotadas como material de
puestos en la superficie formando laberintos de cuevas y
memoria que poda dar cuenta del significado de las pin- contruccin, se acrecienta el interes por preservar las
abrigos rocosos.
turas rupestres y de las relaciones simblicas de muchos piedras que eran llamadas de Tunja, cuyos terrenos,
Con el paso de los siglos el clima mundial fue tornn- lugares del territorio indgena ancestral. pertenecientes a fincas privadas, finalmente pasan a ma-
dose ms templado posibilitando que nuevas regiones, an- nos del gobierno nacional constituyndose en uno de los
tes inaccesibles, fueran colonizadas por el hombre, el cual En la regin muisca de Facatativ (o totacativ) se primeros Parques Arqueolgicos del pas.
empezaba a poblar el territorio colombiano desde hace borraron hasta los nombres antiguos que daban a que-
Al tiempo que el casco urbano de Facatativ fue cre-
ms de 16.000 aos luego de su largo trashumar desde el bradas como Chinchagota, Uxua o Temca, a ros como el
ciendo hasta cercar el lugar, la afluencia pblica se
continente asitico. De esta manera se empieza a poblar la Tenequene o Nemza (hoy Botello), a pantanos como el de
increment motivada por la posibilidad de utilizarlo como
sabana de Bogot, al mismo tiempo que se desecaba poco Jechuaque, a montaas como la sierra de Uzpachigua o
espacio para la recreacin y realizacin de asados, pi-
a poco el lecho del antiguo lago. la loma de Aguazuca, o a poblaciones como Niminjaca,
quetes o paseos de olla. Toda esta dinmica deriv en
Estos primeros pobladores aprovecharon la configu- Chueca, Hungo, o Teuta (donde se encuentra el actual
el deterioro y casi destruccin de la mayor parte de sus
racin de estas rocas como lugares de habitacin donde casco urbano del municipio).
pinturas rupestres.
era posible resguardarse durante sus travesas por el terri-
Con la implantacin del regimen colonial y la nueva Hoy da, el Parque, que pertenece al Ministerio de Cul-
torio en busca de animales de caza, frutos para recolectar
doctrina catlica, las piedras y otros lugares significativos tura se encuentra bajo el manejo del Municipio de Faca-
y cuidar de sus primeras siembras (Periodo Precermico).
fueron perdiendo importancia, y para desestimular algun tativ, administracin que tiene la responsabilidad his-
Hace aproximadamente 3.000 aos fabricaron, en este
asomo de idolatria por parte de los indgenas, se em- trica de devolver y rescatar para los facatativeos, y los
sector de la sabana, las primeras cermicas para guardar y
pezaron a relacionar estos lugares con la presencia del colombianos en general, la vocacin original del parque,
cocinar sus alimentos (Periodo Herrera).
diablo por medio de leyendas que aun subsisten. esto es, erigirlo como un verdadero hito del patrimonio
Con el paso del tiempo, estos grupos humanos fueron natural, cultural y arqueolgico de la Nacin, con el fin
establecindose, mezclndose con otros y controlando de Para la poca de la independencia y comienzos del la de preservarlo como escenario excepcional de la memoria
manera ms eficiente el territorio hasta formar sociedades Repblica la poblacin de Facatativ cobra nueva impor- donde es posible tener un encuentro vivencial (por medio
ms complejas, que los invasores espaoles del siglo XVI tancia en el contexto regional por constituirse en el paso de su interpretacin) con ms de 30.000 aos de historia
conocieron como Muiscas. obligado en la ruta del camino real entre Bogot y Honda, natural y 12.000 aos del transitar y habitar de ser humano
Estos grupos tuvieron un conocimiento muy amplio de en busca de la conexin entre el ro Magdalena y el res- por estos territorios.
los mltiples aspectos de su entorno medioambiental to del pas y del mundo. Por esta ruta pasan comuneros,
que eran vitales para su supervivencia, a la par que de- virreyes expulsados, ejrcitos, viajeros y hasta cientficos, Diego Martnez Celis, junio de 2011
Alcalda Municipal
de Facatativ Programa Integral de
Secretara de Interpetacin del Parque
Cultura y Juventud Arqueolgico de Facatativ