Erotismo y Pornografia 11 PDF
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Erotismo y Pornografia 11 PDF
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
ANcr~i~#fl
Facultad de Bellas Artes
Departamento de Pintura
Universidad Complutense de Madrid
Madrid, 1.997
Dedico esta tesis, en panicular lo bueno que en ella pueda haber, a
Consuelo, sin cuyo estimulo, apoyo, aguante y confianza
seguramente sta no hubiera tenido ni siquiera ese mnimo de
calidad que le ofrezco.
Agradecimientos
Se puede decir que esta tesis ha tenid para su desarrollo algo as como
tres ngeles tutelares. Uno de ellos, claro, su director, ngel Rojas, de cuya
paciencia, al menos, sinceramente espero que este trabajo sea digno fruto. La
calidad de su direccin, a pesar de mis torpezas, seguro que queda patente a lo
largo de su lectura. El otro ngel, mejor dicho la otra, es ngeles Vian, directora de
la bibliotec de nuestra facultad de Madrid. Sealo el cargo no por informar sino
para resaltar que esta responsabilidad ngeles la lleva como su nombre y todava
ms~ La ayuda y colaboracin que se mehan ofrecido en todo momento,.y cmo se
me han ofrecido, slo pueden entenderse desde un cario muy grande hacia la
labor que se desarrolla; lo cual es muy de agradecer por cuanto no slo beneficia,
porque asiste, sino que alienta, porque sirve de ejemplo. En su nombre quiero
tambin reconocer a todos los miembros de esta biblioteca que siempre se han
mostrado cuando menos pacientes con mis frecuentes res y venres y mis
peticiones. El tercer ngel de este tro, tambin mujer, es Man Angeles (Mara de
los ngeles Bringas), la secretaria del Departamento de Pintura, cuya asistencia
ha llegado hasta una complicidad muy simptica con mis trabajos para esta tesis.
Como complicidad ha sido tambin la de Yolanda Gimnez (cmo no bamos a
nombrar a Yolanda en este captuloD, fan nmero uno de esta tesis desde los
tiempos en que no era ms que un proyecto mal fotocopiado.
Tambin tengo que recordar aqu el apoyo logstico de mi cuado Juan, sin
el cual la realizacin de esta tesis se hubiera dilatado todava ms y se hubiera
resuelto de un modo mucho ms incmodo y amanuense. De la misma manera
Carlos, Lola y Nicols han ayudado poniendo a mi disposicin su ordenador,
impresora y unas cuantas cervezas, casi en calidad, a veces, de informticos de
guardia -sin contar la historia de los virus-.
7
Deseo tener aqu un recuerdo muy entraable para la barre amiga de la
tertulia, que siempre ha escuchado con inters los detallest que :1e5 he Ido
comentando sobre esta tesis y que siempre ha querido estar al da de su estado.
Gracias Vicente, Santi; Alicia, Jos, Elio y Antonio.
Agradezo a Lola Comellas su colaboracin y el entusiasmo por los
resultados de esta investigacin a lolargo del tiempo que nos conocemos.
A Alejandro Gmez Marco le animo desde estas. pginas a que acabe su
tesis y le agradezco que todas las veces que nos hemos encontrado, no>slo por
os pasillos de la facultad~sino tambin por los de la vida, me haya hecho siempre
la misma pre~unta, antes incluso de saludarme: cmo llevas la tesis?.
Tambinquieroagradecer a Agustn Valle, de quien tanto he tenido ocasin
de apreder y cuyaatencin ha sido.un verdadero honor, el haberme facilitado un
libro imprescindible para esta tesis.
Sospecho que algunas personas ms me han asistido en esta investigacin;
siempre que se quiere recordar, sobretodo lo bueno, es habitual no serlo
suficientemente generoso de memoria como de hecho lo han sido con uno: Cierro
e~taslineason un gradas! final y annimo como reconocimiento a todos aquellos
que, merecindolo, no aparecen enestas lneas.
8
INDICE
ntroduccin
1. Sexo, sexo, sexo. La revolucin sexual, pg. 13
2. Re-aparicin de la pornografa, pg. 16
3. Arte y pornografa?, pg. 18
Metodologa
1. Procedimiento metodolgico, pg. 29
2. Un caso ejemplar, pg. 30
3. Descripcin del material, p. 31
La imagen pornogrfica
,
4. Primer plano: agrandamiento e hicervisibilidad, p.l&7
5. Fragmentacin: cuernos deshechos, p.229
Conclusiones, p.299
Bibliografa, p.3O7
o
el sexo debe estar presente en los cuadros -por qu no?-. Esa ligera
tumescencia que sientes a veces forma parte de la mirada
P. Taylor, Haw David Salle Mixes High Art and Trash, New York Megezine <11 de enero de 1 987>;
p28. Transcrito de David Freedberg, El pader de las imgenes, p382.
INTRODUCCIN
13
penetracin sin fisuras a travs de los medios y ms all de ellos, como problema y
4lbid.
Raquel OSBORNE, La constnecin genial de la realidad (v.bibt), p.38.
6Lynda NEAD, The feniale nude (v.biblj, p. 104: la libertad sexual es sinnimo de la libertad social y la
..
liberacin sexual es vista como el primer paso hacia la revolucin social. El origen de estas ideas es de la
dcada del sesenta En realidad, la autora est comentando la opinin de Peter WEBB, The Erotie arts
.
14
como tema8. El misterio que envolva las funciones sexuales, el velo de pudor y
de temor han desaparecido. El sexo es uno de los ms importantes temas
actuales9, se deca en 1.977, no sin cierto pesar en este caso. La sexualidad, que
se haba mantenida siempre, recatadamente, en un plano de intimidad inviolable,
se ve desplazada hasta el mbito de lo pblico.
Manuales, guas, documentales, consultorios sexolgicos..., todo un sinfn
de posibilidades de informacin y aprendizaje acerca del sexo, desconocidas hasta
la fecha : un autntico aluvin. El hombre pareca haber renacido a su dimensin
sexual.
El mismo Stephen Heath, en su libro ya citado, duda muy seriamente de la
verdadera importancia de esta nueva situacin. Despus de hacer un recorrido
algo jocoso por una larga nmina de ttulos contemporneos, significativos al
respecto ( The Joy of Sex, More Joy of Sex, Good Sex Guido, The Obstados
of Sexual Happness...)0, manifiestos de la poca que lustran toda la mitomana
de la sexualidad, juzga que la muy ostentosa y alardeada liberacin de la
sexualidad, nuestro triunfal abandono de los tiempos del oscurantismo, no fue
una liberacin sino un mito, una ideologa, que dentro de la dinmica capitalista
no pudo evadirse de lo que muy bien sabe hacer el capitalismo: producir una
mercanca. Esta mercanca se llama sexualidad2.
En este mismo sentido, acudiendo ms al origen de la cuestin que a sus
efectos, Anton A. Guha nos recuerda cmo Adorno, Marcuse, Habermas y algn
otro representante de la escuela de Frankfurt, atribuyeron el grado de liberalizacin
moral, el desmontaje del sistema de normas hostiles al sexo, a intereses y
15
exigencias de carcter estrictamente socloeconmico, propios de un sistema
- -
2. Re-aparicin de la pornografa -
~OIACHEYfI, op.cit, p.229. Sealamos la fecha de la edicin original italiana, 1.971, para mejor
contextualizar esta frase.
8GIACHErrl, op.cit, p.228.
9OIACHErfl, op.ct., p.69.
16
la misma, comienza a dejarse ver eso que algunos califican como material ertico y
que otros denominan sin tanta sutileza coma pornografa. Prcticamente todos los
autores consultados coinciden en situar a la pornografa, -con tal nombre-, como
un aspecto decisivo dentro del contexto que venimos presentando.
La enorme divulgacin alcanzada por la pornografa en estos aos est
asociada, para Romano Giachetti, al impacto de lo sexual en las masas. El mismo
autor atribuye la evolucin de les costumbres sexuales a la intervencin parcial
de la pornogratia20. Es decir, la juzga, de alguna manera, como uno de los factores
desencadenantes o propiciatorios de ese cambio. Ms all, incluso, de esta posible
influencia, considera que buena parte del desarrollo en la actitud hacia el sexo
que se produjo, mantuvo una serie de manifestaciones que podran muy bien entrar
en la categora de lo obsceno21.
Para otras autores, Raquel Osborne entre ellos, el motivo del aumento de la
difusin de la pornografa es una consecuencia directa, aunque inesperada22, del
clima moral de la poca. Aunque su circulacin masiva silo sea, evidentemente la
pornografa como tal no constituye un fenmeno propio, ms o menos exclusivo, de
estos aos. Como categora, podra incluso ser algo reconocible en pocas
pasadas de la historia. El trmino mismo, pornografa, es antiqusimo, de origen
griego; aunque sto no implique nada ms all, en principio, que una raz
etimolgica. Lo que nos interesa sealar en y de este contexto, el de las fechas de
la revolucin sexual, es precisamente su aparicin ms o menos pblica; desde
luego mucho ms pblica que en aos anteriores.
La pornografa haba constituido siempre algo fuera del alcance de la
mayora de la gente. Su acceso estaba restringido a crculos sociales y ambientes
muy concretos. No se la puede considerar, en tales circunstancias, objeto de
conocimiento y uso pblicos. Como nos recuerda Stephen Heath, la pornografa
7
antigua era una cosa privada, encerrada en el territorio de grupos pequeos y
acaudalados23. Pero n vamos a insistir en su prehistoria, que se ha sacado a
colacin con el nico -propsito de acentuar la relevancia de lo sucedido alrededor
de los aos sesenta con respecto a esta materia - -
- Al igual que sucedi con las leyes que regulaban las normas de
comportamiento pblico, toda la legislacin- referente a obscenidad y pornografa
se va a ver sometid a reformas muy considerables. De entrada, el asunto en s de
la pornografa se convierte en un tema de debate social de -primer arden. Qu
-
3. .a Arte y pornografa
24CM. ROLPH (compilador), Encuesta sobre la pornografa (v.bibl.). Edicin original inglesa de 1.961.
25~ ms famosas son las conocidas como Comisin Nixon, nombrada en L968 en los Estados Unidos, y la
Comisin Longford, de 1.971, creada en el Rcino Unido.
26H EYSENCK, Usos y abusos de la pornografa (vbibl.). Edicin original inglesa de 1.972.
27KONING, op.cit, pp.440/l. -
18
?
ciudad, y, desde hace poco, en la televisin (...) las migenes del
sexo se industrializan y democratizan28.
Absolutamente todos los canales de comunicacin visual con los que cuenta la
civilizacin contempornea, se vieron invadidos por una variadsima fauna
iconogrfica de signo inequvocamente sexual. En los anuncios ms populares, en
los medios de comunicacin, en el arte...; todo se hizo eco de esta nueva
predisposicin. En los lugares ms insospechados y con motivo de cualquier cosa,
siempre apareca el cuerpo humano representado desde una perspectiva ertica:
28A~ ROUILL, Perite typologie des outragespholographiques Ibutimit des crnps (v.bibI.), pSi.
29Jess CASTANN RODRGUEZ, Medios de comunicacin y sexualidad (1.975-1.993) (v.biblj, p.22.
30Ver nota 25.
31La Pornografa. Informe Longford (v.bibl.), p.458.
19
Esta asociacin de trminos, sexo/pornografa, constituye un do de con
ceptos que muy frecentemente aparecen relacionados. Puede pensarse que, por
definicin, no resulta extrao que as sea; pero tal asociacin presenta la
particularidad de que uno de los trminos que la forma sirve para calificar al otro.
As sucede cuando la pornografa se adjetiviza y determina a la imagen sexual -no
ahondaremos en esta eventualidad, que servir para desarrollar algn aspecto de
captulos posteriores-. Constituye uno de los factores que en algn momento
puede hacernos dudar si la pornograf[a no ser nicamente una manera de
presentar el sexo, de tratarlo.
El crecimiento de la industria pornogrfica se dispar, propiciado por su cada
vez ms fuerte demanda. Ello tuvo que originar una lgica competencia en el
sector, de la cual se derivara una progresiva mejora en la calidad y concrecin de
la imaginera pomo32, tanto en la fotografa como en el cine. El resultado de este
proceso es lo que hace posible caracterizar una tipologa iconogrfica netamente
pornogrfica con relativa facilidad, lo cual es bsico para la presente investigacin.
Al convertirse la pornografa en parte, ms o menos disimulada, del entorno
habitual de la vida contempornea, se hace, cuando menos, susceptible de
consideracin por parte del artista plstico. Desde mediados del siglo XIX se haba
promovido de un modo radical, por parte de intelectuales y artistas, el abandono de
temas trascendentes (histricos, religiosos...) para tomar como motivo de su
atencin aspectos cotidianos de la vida diaria; inters que se ha mantenido a lo
largo de todo el presente siglo y que, para el periodo del que se ocupa esta tesis,
advertimos de un modo muy particular, y con caractersticas propias, en los fen-
menos culturales que en general son definidos como arte pop (alrededor de los
aos sesenta) y posmodernided (dcada de los ochenta)33. As las cosas, algo que
32Antonio LARA, La obscenidad en el cine, en Carlos CASTILLA DEL PINO (compilador), La obscenidad
(v.bibl.), plil (nota a pie de pgina): la costumbre francesa de los apcopes extremos ha reducido la
pornograpbie a pomo, y el mismo trminofrancs ha pasado a nuestro idioma sin demasiadas resistencias .
20
est ah, ante nuestros ojos, con un indudable poder de sugestin, (bien sea ste
atrayente o repelente>, no pasa desapercibido. La pornografa genera una imagen
fuerte, impactante: esa es su mejor arma, su mayor efectividad. Resulta difcil, por
no decir imposible, no reparar en ella. No es solamente su contenido, lo que en ella
se representa, lo que arrebata nuestra atencin, sino cmo se representa. Posee,
por tanto, unos cdigos, una retrica particular.
Ha pensado el artista en esto que venimos diciendo? Existen obras que
muestren algn tipo de referencia con respecto de la pornografa?; y si as es: a
qu nivel?, temtica o estructuralmente?. - - Preguntas que se agolpan a la hora de
plantear una posible relacin entre ambos extremos.
- En 1968 el matrimonio formado por Phyllis y Eberhard Kronhausen
realizaron una exposicin en el museo de arte de Lund (Suecia>, a la que se titul
First International Exhibition of Erotic Art -otra segunda muestra se realizara a
continuacin en Dinamarca-. La exposicin comprenda numerosas obras de
artistas plsticos, sobre diferentes soportes, cuyo eje temtico comn, como resulta
fcil adivinar, lo constitua el sexo. Su voluntad era realizar una exposicin
internacional de arte ertico, que obtuviera gran repercusin; hasta aquellas
difuminan algunos limites o separaciones clave, sobre rodo la erosin de la vieja distincin entre cultura
superior y la llamada cultura popular o de nasas. Este es quiz el specto ms perturbador desde un punto
de vista acadmico, el cual tradicionalmente ha tenido intereses creados en la preservacin de un mbito de
alta cultura contra el medio circundante de gusto prosaico, lo ostentosamente vulgar>- el kitsch, de las series
de televisin y la cultura del Reader s Digest. y le ha interesado transmitir dficiles y complejas habilidades
de lectura, de audicin y vista a sus iniciados. Pero a muchos de los ms recientes posmodernismos les ha
fascinado precisamente todo ese paisaje de publicidady moteles, los desnudos de Las Vegas, los programas
de variedades y las pelculas hollywoodenses de la serie B, de la llamada paraliteralura Este mismo
.
fenmeno se pudo advertir, de modo muy semejante, dos dcadas antes con el pop. No olvidcmos que el
mismo trmino ingls pop art se deriva de popular art, que a su vez comprende un amplio repertorio de
imgenes populares, integrado por la publicidad, la televisin, el cine, la fotonovela, los cnics, etc. es
-
decir, por el repertorio icnico de la cultura urbana de masas; Simn MARCHN HZ, Del arte objetual
al arte de concepto (v.bibl4, pAlI. Lucy R LIPPARD, en El arte mp (v.bibl.), pSO, se refiere al inters de
los artistaspop, en este sentido, de la siguiente manera: El pop opt por exponer todo lo que hasta entonces
se consideraba indigno de atencin, y mucho menos arte: todos los niveles de la publicidad y de la
ilustracin de revistas y peridicas bromas callejeras, objetos sin gusto, muebles y adornos banales y
multicolores, ropa y alimento corrientes, actores de cie, fotos y dibujos sexy, caricaturas de todo tipo. Ya
nada era sagrado, y cuanto ms barato y despreciable, tanto mejor.
21
fechas, muestras de esta ndole slo se haban llevado a cabo en galeras privadas
- SUOMURA JINEI
LUNDS KONSTHALL
MUSEUM OF ART
LUND.SWEDEN
3 MAY-31 JULY 1968.OPENZ 12-5 PM.
y a escala muy reducida. Ellos consideraron que, a tenor de los cambios que en
materia de moralidad pblica estaban teniendo lugar en numerosos pases, haba
llegado la momento de abrirle las puertas a la sexualidad explcita en las artes
plsticas. La exposicin, al parecer, fue un xito de pblico y suscit polmicas
que hicieron que se tratara abiertamente la cuestin de la proceden-
cialimprocedencia de determinadas representaciones sexuales en el arte34.
3Hasta aqu todo lo referido a la exposicin son datos sacados Pbyllis/Eberbard KRONHAUSEN, Ihe
Complete Eook of Erotc Art (vbibl.), pp.4/5.
22
Adems de eso, esta experiencia ofrece otros dos aspectos relevantes: uno lo
constituye el que este acontecimiento fuera un sntoma del sentido en el cual iban
evolucionando los conceptos morales (en este caso ceidos a la imagen artstica)
de la sociedad contempornea35; el otro, el conocimiento de un tipo de obras que
hasta ese momento difcilmente llegaban a la visin del pblico36. Como asegura
Romano Giachetti: aquella exposicin sigue siendo el documento ms vlido para
situar la pornografa dentro del campo artstico <...> aquella era la primera vez que
un museo pblico abra las puedas a tal avalancha de objetos obscenos37.
Las opiniones que niegan cualquier tipo de posibilidad de relacin entre el
arte y la pornografa son muy numerosas; podramos asegurar que se trata de un
juicio casi unnime. Juicio que podramos formular del siguiente modo: all donde
empieza la pornografa se acaba el arte y viceversa, lo que inmediatamente nos
llevara a plantearnos, ya dentro del mbito de la representacin, de qu manera
trata la sexualidad el arte y de qu manera lo hace la pornografa. No podemos
olvidar, sin embargo, que sta ha funcionado durante mucho tiempo como limite
para el trabajo de los artistas38.
Ante la opinin de que en muchas obras de esta exposicin se recalcaban los hechos biolgicos, Phyllis
KRONHAUSEN, en op.cit., p. 18, contestaba: ciertamente, porque no hay necesidad de mostrar cuadros de
amores romnticos. Eso ya se ha hecho antes y no existe un problema social a ese respecto. Pero mostrar los
genitales o el acto de la pareja ha sido tab. Por eso es por lo que aqu estamos haciendo hincapi sobre
ello: para mostrar que sta tambin es una manera legtima y de gran importancia para el arte, que esto
puede ser bello, y que tiene un significado social considerable
.
36A este respecto declar el pintor Andr Masson (Halagny-sur-Thrain, 1896): he realizado, es verdad,
muchos dibujos y cuadros erticos, pero la mayor parte de ellos siguen siendo de mi propiedadporque nunca
he podido incluirlosen ninguna exposicin. Me hubiera gustado hacer ms pintura de este tipo pero siempre
me he dicho, para qu hacer ms si despus tampoco podr mostrarla a nadie? Esta opinin aparece
.
23
que nos complazcan los pmcesos de liberacin y de
(..)
Sea como fuere, para bien del arte, para degradarlo o para servirle de
frontera, hemos constatado que efectivamente hay establecida una relacin entre
la imagen pornogrfica y la imagen artstica. Los casos, como habr ocasin de
24
comprobar, son numerosos y de muy diversa ndole. No conocemos hasta la fecha
ningn estudio en profundidad que centre su atencin en este asunto; no, al
menos, dentro de la bibliografa espaola. En cuanto a la extranjera, no podemos
ser tan tajantes; entre la manejada directamente no hemos encontrado nada que
trate el tema como motivo principal. Es por lo que consideramos de gran
importancia una investigacin que se preocupe de desentraar la hipottica
influencia que ha podido ejercer la pornografa sobre las artes plsticas. Cuando
menos, ofrecer una aportacin indita al mejor conocimiento de la iconografa
artstica contempornea42.
Hemos delimitado temporalmente nuestro campo de actuacin, considerando
toda la produccin artstica posterior al final de la Segunda Guerra Mundial Aun
cuando hayamos situado el punto culminante de apogeo de la pornografa (o, al
menos, del comienzo de su popularizacin) alrededor de la etapa conocida como
revolucin sexual, entendemos que este proceso es consustancial a la sociedad
occidental de posguerra43.
No vamos a considerar ninguna manifestacin artstica ajena a la cultura
occidental, en cuyas coordenadas se mueve tanto nuestro pensamiento como
nuestra sensibilidad. Ha sido en obras de artistas con un discurso que se
desenvuelve dentro de su mbito donde hemos tenido noticia de la relacin que da
ttulo a esta tesis. Ello no implica que el arte de otras culturas no presente
42Si bien haciendo referencia a un hecho muy puntual de lo que ha sucedido dentro de la imagen artstica en
las ltimasdcadas, que no se detiene en la simple constatacin de un cambio temtico importante, Simn
MARCHN HZ destaca la lgica aparicin de nuevos sistemas histricos de connotaciones o iconografias.
Estos, como sabemos por la historia del arte y la semitica, son las convenciones temticas propias de un
contexto socia/y estn determinadas histricamente Op.cit. (v.bibl.), p.23.
.
43N del NOCE, El erotismo a la conquista de la sociedad, en VV.AA,, La escalada del erotismo (v.bibLl>,
p.45: hay que sealar ante todo que las ideas de la absoluta libertad sexual jkeron ya completamente
formuladas en los aos L920 y 1.930 (...) Tuvieron un nuevo auge casi inadvertido al comienzo, pero
continuo y progresivo despus de 1,945; explotaron despus de 1.960 en la fonna y con la intensidad que
sabemos. Sobre el florecimiento dc disciplinas y saberes sexolgicos desde comienzos de este siglo -si bien
desde una perspectiva bastante conservadora- resulta muy ilustrativo el captulo El siglo de los problemas
sexuales, de Frederik KONING, en Eros (v.bibl.), pp.418 y ss. Considera en l todos los cambios sociales
producidos en tomo a la conducta e inters sexuales. De algn modo sirve de genealogia mnima de cuanto
hemos venido exponiendo referente a los aos sesenta y setenta.
25
situaciones anlogas. Pero una civilizacin distinta, por mucho que habitemos la
aldea global, supone una actualidad diferente, cimentada en fundamentos
culturales propios. El solo intento de desentraarlos excedera con mucho la tarea
de esta tesis.
Si bien en un principio se consider como parcela artstica exclusiva de
investigacin a la pintura -esta tesis se presenta ante un departamento
universitario de tal disciplina acadmica-, a medida que la investigacin fue
tomando cuerpo pudo comprobarse que la incorporacin al estudio de todo tipo de
obra, aunque no fuera pictrica, quedaba lejos de suponer la ms mnima
interferencia para el objetivo fijado. Por el contrario, esta ampliacin ofrece un
enorme inters; inters que se cifra en un mayor nmero de implicaciones que
abundan en un ms alto grado de pertinencia con el asunto a tratar.
Resulta imposible obviar, por otra parte, el hecho de que en la actualidad los
diferentes modelos genricos dentro de los cuales se ha desarrollado
tradicionalmente el arte (pintura, escultura, fotografa...) se han visto desbordados
y profundamente cuestionados, desde obras y planteamientos artsticos para los
cuales es imposible adecuar algunas de las categoras preexistentes. Gillo Dorfies,
ya en 1.959, habl de lo problemtico que resultaba todo intento que en nuestros
das se oriente hacia una nueva clasificacin y una definicin sistemticas de las
diversas artes, de los diferentes lenguajes artisticos. Intento que, de llevarse a
cabo, vaticina corno extremadamente aleatorio. Por su parte Adorno, este en
1.970, comienza su Teora Esttica del siguiente modo:
Ha llegado a ser evidente que nada referente al arte es evidente:
ni en l mismo, ni en su relacin con la totalidad, ni siquiera en su
derecho a la existencia. El arte todo se ha hecho posible, se ha
tranqueado la puerta a la infinitud y la reflexin tiene que
enfrentarse con ello45.
OHIo DORELES, El devenir de las artes, Mxico D.F., Fondo de Cultura Econmica, 2ed., 1.982 (la
primera edicin italiana es del ao 1.959), p.l3.
45Theodor W. ADORNO, Teora esttica, Barcelona, Orbis, 1.983, p.9.
26
A la vista de este panorama, quiz la coherencia con la realidad artstica
contempornea no slo nos permite sino que de algn modo nos anima a optar por
una consideracin multidisciplinar.
El resultado que ofrezca esta tesis no va a corresponderse con una
panormica exhaustiva, del tipo nmina completa de artistas que han tratado
el asunto, inventario de obras contemporneas que se relacionan con la
pornografa, etc. Si bien no se ha dejado pasar por alto ningn dato de cuantos
han desfilado a lo largo de toda la investigacin, las limitaciones impuestas al
conocimiento absoluto de la totalidad de las obras de los artistas contemporneos
de mayor relieve determinan fatalmente nuestro campo de actuacin. La bsqueda
de ejemplares ha sido muy extensa e intensiva (exposiciones, libros, catlogos,
revistas...), y lo encontrado resulta suficientemente significativo; significativo para
el objeto de esta tesis y tambin en relacin al desarrollo del arte contemporneo
occidental posterior a 1.945. Si tales obras han trascendido a los medios,
especializados y generales, es porque presentan algn grado de relevancia.
Las conclusiones que deban derivarse de esta tesis, se espera que ofrezcan
las claves fundamentales del fenmeno que se estudia: su estado de la cuestin y
no su acta notarial, su expresin y no su descripcin. No pretendemos abarcarlo
todo, en el sentido que ya hemos manifestado, sino obtener un criterio o conjunto
de criterios que nos permitan delimitar de qu manera la imagen pornogrfica ha
influido en la iconografa artstica.
27
METODOLOGA
1. Procedimiento metodolpico
29
que deban obtenerse se derivarn de los variados factores que. hayan permitido la
relacin investigada.
Por ltimo, queda aclarar que, si bien el proceso expuesto se llevar a la
prctica tal cual se describe, el montaje del discurso que propicie sacrificar en
algunos puntos el reflejo de la cronologa metodolgica que se desprende de su
explicacin. Esto es as en funcin de articular un texto, una puesta en limpio, que
agilice y facilite el entendimiento de la investigacin llevada a cabo y de sus
conclusiones.
2. Un caso elemolar
30
influencias exclusivamente estructurales. Indagar en sus propsitos sintcticos
puede brindarnos aspectos insospechados y acaso enriquecedores para las
implicaciones de la investigacin, aunque slo sea como un simple ejercicio
referencial.
Iconoarafla
Las fuentes de las cuates vamos a extraer el conjunto de imgenes que
emplearemos no slo como documentacin sino fundamentalmente como
elementos de anlisis y referencia, como ejemplares, se determinan segn dos
bloques bsicos de material:
a. Todos aquellos medios grficos de ndole pornogrfica, que
comprenden revistas, libros y audiovisuales (cine y vdeo>. De entre este material
se procurar manejar el ms caracterstico, el ms comn, el que resulte ms
tpico. A partir del mismo, con el apoyo posterior de la bibliografa, se trata de ir
procediendo como en una suerte de superposicin de ejemplos, de tal modo que
sea posible disear un prototipo definido que se establezca como primer elemento
dialctico dentro de la relacin a estudiar. De ningn modo se trata de forzar un
perfil nico, sino ms bien de determinar una tipologa.
b. Los diferentes trabajos de artistas plsticos que presenten un carcter
aparentemente pornogrfico, tanto en su temtica como en su planteamiento.
Asimismo interesa considerar algunas obras que -como hemos indicado unas
lneas ms atrs- aunque no se relacionen directamente con la pornografa,
presenten una retrica semejante o cercana a la de sta. El soporte de las obras,
como ya qued dicho en la introduccin, no se incluye necesariamente en ningn
gnero o modalidad disciplinar; cualquier cuadro, instalacin, fotografa, etc. puede
ser objeto de nuestro inters. El acceso a estos trabajos viene determinado por su
31
inclusin en catlogos, libros, revistas y otras publicaciones peridicas. La
observacin de obras de arte que han podido ser tomadas como motivo de anlisis
en vivo ha sido muy escasa.
- Bibliografia
Se organiza segn el siguiente ndice:
a. Bibliografla sobre la oomoarafla
a.1. Bibliografa que se ocupa de la pornografa.
a.2. Bibliografa de carcter ms amplio que incluye algn captulo o
apartado relacionado con la pornografa. -
b. Bibliografla artstica
b.1. Monografas de artistas.
b.2. Bibliografa artstica general. -
32
emplearlo honestamente como objeto de consideracin, como indicio, como suma
de informacin, pero nunca apurando su valor correspondiente al cien por cien.
33
LA IMAGEN PORNOGRFICA
REAL ACADEMIA ESPAOLA, Diccionario de la Lengua Espaola, Madrid, Espasa Calpe, 21 ed,
1.992.
2 MarIa MOLINER, Diccionario de uso del espaol, Madrid, Gredos, 1.986.
35
comprobra nicamente si esta definicin oficial es suficientemente precisa, si basta
para delimitar el hecho de la pornografa. La conexin entre el arte y sta, aunque
implcita, no es motivo por el momento de nuestro inters. No obstante, cuanto con
esta obra concreta saquemos en claro servir ms adelante para centrar la
investigacin, y entonces s entrarmos a hacer consideraciones en torno a la
-
mostrando sus cuerpos desnudos. Este asunto resulta, pues, pornogrfico: trata de
la prostitucin.
Ojeemos a continuacin las pginas de la revista Private (cualquier ejemplar
sirve). No cabe ninguna duda de que eso es tambin pornografa; pomo duro,
como se dice. Se ve absolutamente todo y con gran detalle: culos, senos, penes...
en variadsimas posturas, haciendo cosas distintas. Pero: todas las mujeres que
aparecen en estas fotografas son prostitutas o figuran serlo? o queda claro~ es
ms, casi podramos afirmar que no es as. Las historietas que parecen dar
pie a tanta actividad sexual no dicen nada al respecto. Las fornicaciones,
masturbaciones y dems que tienen lugar suceden espontneamente; no
advertimos negocio alguno. Sin embargo: nos cabe alguna duda sobre si estas
fotos son o no pornogrficas. Es ms, cuando escuchamos el adjetivo pornogrfico,
no son este tipo de imgenes las que nos vienen a la mente?... De inmediato
~ En 1.965 apareci el primer nmero de esta revista sueca, dirigida, editada y fotografiada por Berth Milton,
que estableci las bases de lo que hoy en dia son las publicaciones pornogrficas modernas. Manuel
VALENCIA/Sergio RUBIO, Breve histora del cine X (v.bibl.), p.53.
37
advertimos que la diferencia entre estas fotografas de una revista pomo, (que
aunque no nos hayamos parado nunca a definirla sabemos que es pomo), y Les
demoiselles dAvignomi existen profundisimas diferencias. Ser porque Les
demoiselles, aun a pesar de serlo, son poco pornogrficas?: la definicin es
-
No parece que la definicin del diccionario vaya a resultar del todo vlida
para definir (la redundancia es provocada) el trmino pornografa. Pero antes de
asegurar nada en tal sentido, agotemos las posibilidades que nos ofrece el propio
diccionario.
Retomemos el asunto por las partes de que etmologcamente se compone la
palabra pornografa. Por un lado, porne significa prostituta. Andrea Dworkin
pretende que porne era, adems, en la Grecia antigua, la puta ms tirada, la de
categora ms baja, una esclava sexual2 . Por otro lado, graphos quiere decir
describir De esta raz se deriva en castellano tanto grfico, que se aplica a las
exposiciones y descripciones hechas con la misma claridad que si estuvieran
dibujadas, como -grafa: descripcin, tratado, representacin grfica3.
Prostitutas, prostitucin y descripcin; pero descripcin viva, detallada.
Es seguro que si quisiramos escribir esta tesis proscribiendo los adjetivos, -a modo de esas composiciones
literarias que se realizan eliminando una determinada letra, etc.-, nos encontraramos en una seria dificultad:
ste podria ser uno de los indicios que nos notifican, a priori, lo tremendamente subjetiva que resulta
cualquier aproximacin estimativa de la pornografla.
2 Andrea DWORKIN, Pornography. Meo possessing momeo (v.bibL), p.200. Asimismo, Ugo VOLLI, en
Pornogra.fla y pornokitsch, en Gillo DORFLES (compilador), El kitsch. Antologa del mal gusto (v.bibl.),
p.224, asegura que laporne era la prostituta de nfima categora.
Todas las definiciones que aparecen en el texto, mientras no se especiflque lo contrario, pertenecen al
Diccionario de la Lengua Espaola. Erwin PANOFSKY, en El significado de las artes duales, Madrid,
Alianza, 1.979, p.5O, dice: e1 sufijo grafla deriva del verbo graphein -escribir-; implica un mtodo
puramente descriptivo, y a menudo incluso estadstico.
38
~ MOLINER, op.ct: ~sedice de lo que presenta o sugiere maliciosa y groseramente cosas relacionadas con
el sexo.
39
Con todos estos trminos que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra
bsqueda, intentaremos establecer un significado para la palabra pornografa.
No hay duda sobre la funcin de la prostituta: el sexo es su actividad. Escribir
o tratar sobre ella implica, prcticamente, hacerlo sobre relaciones sexuales. De
qu manera?: describiendo, o sea, ofreciendo una idea muy precisa y detallada de
lo que se expone; con pelos y seales, como suele decirse.
Si el trmino pornografa ayala el carcter obsceno de las obras literarias o
artsticas, cancretmosle an ms mediante la obscenidad. Hemos comprobado,
unas lneas ms arriba, que lo obsceno es contrario a la honestidad y, por tanto,
resulta indecente. Tambin significa inmodestia y, en consecuencia, desmesura,
exageracin, exceso. No respeta la intimidad, haciendo pblico lo privado, lo
reservado, lo que, de este modo, no debiera ser visto ni nombrado. La torpeza
adems de su mala forma, en la que redunda la grosera que es propia de la
obscenidad, nos trae de nuevo la palabra sexo, pero asociada a lo inconveniente, a
lo indebido: a la vergenza; en definitiva, un sexo malo, perjudicial.
Por ltimo aadir que se considera cualidad de la pornografa, quiz ms
desde la perspectiva de su funcionalidad, la excitacin morbosa de la sexualidad
en quienes la contemplan, leen, etc.5 Digamos que ste sera, pues, su efecto, su
.
finalidad.
A la vista de cuanto llevamos dicho, apuntemos una definicin posible:
entendemos por pornografa aquella descripcin, literaria o artstica, de las
relaciones sexuales con prostitutas realizada con gran detalle, desarreglo y
exceso, que no oculta nada en absoluto y que resulta indecente y excitante.
MOLINER, op.cit.
40
1.3. Pornografa. obscenidad....una Dolmica sin final
41
Si durante alguna conversacin en la que participamos, -no necesariamente -
42
para comprobar lo que decimos. En el caso particular de nuestro pas, debido a los
condicionamientos polticos de la Dictadura, las diferencias se presentan como
abismales. Si la pornografa funciona como lmite, est claro que su significado
resulta tan contingente como los valores morales de los cuales se constituye en
referente. El calificativo pornogrfico sigue siendo totalmente circunstancial; es
imposible encontrar una definicin vlida en cualquier contexto o en cualquier
situacin remotamente transculturat6.
Con el trmino obscenidad, consustancial al de pornografa, sucede exacta-
mente lo mismo; no posee un significado permanente, comnmente vlido:
La obscenidad, como tanta otras creaciones propias de nuestra
especie, no se puede entender siempre igual, y de una forma
categrica, desligada de una cultura determinada y de un momento
histrico concreto, como si se tratara de algo que pertenece a la
condicin humana ms honda y sustanciaL Las conductas, formas
y acciones obscenas varan con el tiempo,(4, y son distintas y
diversas en cada poca7.
Lo que ayer era obsceno hoy ya no lo es, lo que subraya esta
temporalidad indiscutible del fenmeno~.
Su propia etimologa es motivo de desacuerdo. La ms extendida, por
empleada, aunque imputada como incerta, es la que deriva el trmino del latino
scena, para expresar aquello que se encuentra fuera de la escena9, lo que no
debe ser pblicd0. Recordemos que al buscar un significado posible de
pornografa ya se haca alusin a esta circunstancia. Lo privado, aquello que
1-
43
llega a serlo al aparecer en el contexto equivocado ; sto es, cuando sale a
escena. La actuacin que deberla resentarse para un escenario privado e incluso
Intimo, es llevada a cabo en un escenario pbfico2. Es la parte no vista de
nuestras vidas hecha visible:
La salida de la escena acontece cuando se trastocan los lugares y
lo que pertenece a lo privado se realiza en lugar pblico. As4 todo
lo que atae a las fuciones del cuerpo: defecar orinar, contactos
sexuales o el mismo acto de hacer el amor, se juzga de una forma
distinta cuando se realiza en pblico3.
La obscenidad, pues, no se corresponde tanto con un contenido como con una
manera; es decir, importa ms el cmo que el qu. Se trata de una cuestin de
procedimiento ms que de asunto: -
13 Teresa DEL VALLE, La obscenidad como propuesta culturaL en CASTILLA DEL PINO (compilador),
op.cit. p. 143.
,
44
sus genitales, los cuales remarca para que no quepa ninguna duda acerca de lo
que desea ensear. Este carcter exclusivo de la muestra, que enfatiza as su
objeto, es fundamental que lo retengamos para consideraciones que vamos a
hacer ms adelante en tomo a la pornografa. Es lo que Castilla del Pino califica
como sobreactuacin7 del exhibicionista, del sujeto obsceno. Sobreactuacin que
asalta, que avasalla los sentidos, que obliga a ser espectador sin quererlo.
El otro origen etimolgico, que se indica coMo ms cierto, proviene del
trmino latino caenum, el cual significa cieno, lodo, basura e inmundicia8. La
palabra obscenus, en el sentido de indecente e impdico, ya era citada por
autores como Ovidio y Cicern9. En cualquiera de los casos, advertimos que su
denotacin es invariablemente negativa.
LLegados a este punto, cabe plantearse cual es la relacin efectiva entre la
obscenidad y la pornografa. En la definicin de esta ltima, leamos: carcter
obsceno de obras literarias o artsticas. Es la pornografa la premisa para que
la obscenidad tenga lugar o, por el contrario, lo es la obscenidad para la
pornografa?. Hemos visto que en la pornografa siempre hay sexo, lo que no
sucede en la obscenidad; su campo de actuacin es ms amplio. Una grosera
cualquiera puede resultar obscena, pero no pornogrfica. Es decir, no se cumplen
en la obscenidad todos los requisitos de la pornografa. Sin embargo, s se
cumplen en la pornografa todos los de la obscenidad: situacin Juera de contexto,
impudor... Por tanto, toda la pornografa se ofrece obscenamente <con los modos y
maneras de lo obsceno); pero la obscenidad rebasa los lmites de la pornografa,
exhibicionista no es, (...), un nudista al que se le advierten sus genitales ni ms ni menos que sus
extremidades o su rostro. El exhibicionista sefializa sus genitales y a sus genitales (...) Mientras al nudista se
le ven los genitales, el exhibicionista los hace ver, y es ms, hace ver slo sus genitales.
17 CASTILLA DEL PINO, op.ct. p.34: en el caso del discurso obsceno, las marcas, por definicin, han de
,
45
es algo ms. Una pelcula pomo, por poner un ejemplo, siempre ser obscena;
pero algo obsceno no tiene por qu ser pornogrfica20.
En lo que se refiere a la pornografa, hemos comprobado que su definicin en
principio es algo que hay necesidad de precisar, apurando al mximo el significado
de todos sus componentes. Hemos visto asimismo cmo sta pasa con extrema
facilidad de ser algo semejante a un gnero a convertirse en adjetivo. Y cmo en
calidad de tal, sus contenidos resultan tan variables como pueden serlo los
distintos sistemas de valores morales a los que deben enfrentarse. Su definicin,
pues, no parece explicar del todo lo que supone; y adems, como categora, es tan
cambiante como el signo de los tiempos. La obscenidad, sta sin pretensiones de
gnero, comparte esta circunstancia; est sujeta a la misma contingencia2
necesita un contexto referencial que la valide como elemento transgresor.
Para hacernos una idea ajustada de lo que pueda ser la pornografa en la
franja temporal de nuestro inters, -es decir, desde el final de la Segunda Guerra
Mundial hasta hoy-, no queda otra alternativa que repasar algo de su historia.
parte el mismo terreno por el hecho de que en muchas sociedades (...) a varios aspectos o acciones de la
sexualidad se los considera obscenos. (...) Y no s de ninguna sociedad en la que la obscenidad sea
exclusivamente sexual.
21 DEL VALLE, op.cit. pp. 146/7: el pretender hablar de la existencia de contenidos constantes de la
,
obscenidad, de que lo obsceno es repugnante para todas o para la mayora de las personas, de que hay
escenas, comportamientos, expresiones que atentan contra la misma naturaleza y de que, por lo tanto, se
pueden establecer censuras generalizantes, no se mantiene. Ms adelante afirma la autora que la obscenidad
entendida como lo realizado fuera de la escena si soporta un anlisis contextual, ya que puedc examinarse
dentro de cada cultura; sto es, plantea la posibilidad de buscar su sigMflcacin en cada momento social,
histrico, etc.
46
2. LA INDUSTRIA PORNOGRFICA: DE LA BELLE EPOQUE AL CIBERPORNO
2.1. Antecedentes
47
Edad Media con motivo - de al~guna ancdota histrica, religiosa o mitolgica, al
marqus de Sade y a toda la produccin editorial de carcter licencioso del siglo
XVIII, a las postales sicalpticas de finales del siglo pasado...hasta llegar a la
pornografa en Internet.
Quizs una historia de la pornografa como gnero desde el origen,
digmoslo as, de su denominacin, resulta una concepcin algo ms que dudosa.
La escasa o nula conexin que se advierte entre los numerosos ejemplos que se
presentan como parte de la misma es precisamente lo que nos hace pensar as. No
se percibe una continuidad genrica, unos objetivos relacionados que recorran
todos los casos unificndolos de alguna manera para constituir una categora. -
48
pueda considerar pornografa s constituye un asunto que deba preocuparnos en
algn punto de nuestra investigacin, pues nos ayudar sobre todo a la hora de
buscar referencias de aquella en las artes plsticas -ms all de que nuestra
empresa principal es,en esta primera parte, definir precisamente la imagen que da
la pornografa-; sin embargo, lo que sea o no sea la misma en ningn caso va a
repercutir sobre nuestro trabajo: el material pornogrfico, como gnero o como
detrimento, existe.
Sin poder aportar ms datos que la lnea general de su desarrollo (es decir,
intuitivamente), pensamos que la pornografa, por paradjico que pueda parecer en
un principio, participa de ambas realidades al tiempo, funciona en los dos
sentidos. Estilizando mucho las cosas, digamos que la misma pudo pasar, como
trmino, de designar un tipo de escritos u obras muy particulares (recordemos la
etimologa) a sugerir una calificacin moral para cualquier otra representacin que
ofreciera caracteres semejantes, mediante un fenmeno de transferencia de
significados: el nombre de aquellos primeros escritos pas a convertirse en el
calificativo de productos propios y ajenos. As, pornografa, de ser un tratado
acerca de le prostitucin se constituy tambin en el carcter obsceno de obras
literarias o artsticas.
Lo verdaderamente interesante para esta tesis es comprobar, como ms tarde
haremos, que la imagen pornogrfica contempornea presente una serie de
caractersticas (porque haya sido capaz de generaras) que permitan establecer
un estudio comparativo con respecto de la imagen plstica de nuestro tiempo.
Volviendo al punto de reflexin histrica que plantebamos con respecto de
los ejemplares dudosos que se nos presentaban como antecedentes de la
pornografa, es posible sospechar que si stos aparecen incluidos como parte de
su desarrollo no es sino debido a una mal entendida diacrona del fenmeno
pornogrfico. Sabemos, o creemos saber, lo que es la pornografa hoy en da, cual
es es su temtica y cual su aspecto; si a sto unimos la idea de que a cada poca
49
le corresponde un tipo de pornografa determinada, es fcil caer en la tentacin de
incluir toda clase de representaciones sexuales como material grfico relacionado,
cuando menos, con la pornografa, y hacer una reflexin del tipo: as eran las
imgenes pornogrficas de los griegos, romanos, etc. Puede resultar, de hecho
parece que resulta, que algo que no va dirigido a excitar la libido sin embargo sea
contemplado como tal; de esta desviacin el objeto en s es absolutamente
inocente4 : la mirada particular lo hace pornogrfico; resulta una operacin
semejante a la del fetichismo <que convierte cualquier elemento en objeto de
estimulacin ertica). Sucede lo mismo cuando juzgamos desde la posteridad las
imgenes que los siglos han ido dejando de la sexualidad?; eran aqullas para
sus contemporneos ciertamente algo parecido a lo que hoy supone la pornografa
para nosotros?. En definitiva: iban encaminadas todas estas representaciones
(icnicas, escritas) hacia la excitacin sexual sin ms?...
En buena parte de la iconografa que se considera como predecesora de la
pornografa abundan los ejemplos en los cuales resulta fcil constatar que su
motivacin fue muy otra. En muchos casos el sexo se sita simblicamente dentro
de una dimensin mtica, de carcter ritual5. Imperativos humanos como la
fertilidad, para algunas culturas, se ponan en evidencia o reclamaban la atencin
concretados en imgenes de los genitales, tanto masculinos como femeninos, y de
sus funciones fisiolgicas destinadas a la procreacin. Auno considerando la
potencial capacidad de muchas de estas imgenes para inducir a la cpula -su
carcter estimulante: veo sexo/quiero sexo-, reducirlas nicamente a esta faceta
sera sin duda desvirtuar su finalidad original. Entre las acusaciones que ha tenido
50
que soportar la pornografa, entre sus posibles efectos, la de provocar la
masturbacin es la principal6. Se sustituye el encuentro sexual entre dos personas,
con todas las actividades que esto conleva, por la lectura de textos o la
contemplacin de imgenes que conducen a una descarga sexual en solitario por
parte del observador o lector7. Considerada desde esta perspectiva, que se
corresponde con una valoracin ampliamente admitida, nada tendra que ver la
pornografa con aquellas manifestaciones que buscan inducir a la procreacin o a
venerarla como un don natural y necesario.
Existen casos, por el contrario, en los cuales se podra sospechar una cierta
relacin. Algunos de los clebres mosaicos encontrados entre las ruinas de
Pompeya (siglo 1 a.C.), presentaban imgenes de actos sexuales sin ms nimo
aparente que el de mostrarse en s, con la finalidad evidente de conducir a una
exaltacin ertica mediante su contemplacin8. Parece ser, incluso, que algunas de
estas pinturas pertenecieron a prostbulos de la ciudad. Es de todos conocida la
larga historia -con matices ms o menos libidinosos- del uso de imgenes para
51
estimular el deseo sexual, desde Tiberio, que recurra a ellas en sus orgas...9 .En
el siglo XVIII, Giulio Mancini en su obra Considerazioni sulla pittura, hablaba de
un tipo de pinturas muy singular sobre las cuales se permita inclusorecomendar:
Este siglo constituye, desde la perspectiva que queremos trabajar, una suerte
de punto de partida. Resulta de gran relevancia para el desarrollo de la pornografa
tal cual parece que la entendemos hoy da:
u
Durante el siglo diez y nueve, el concepto moderno de pornografa
fue establecido mediante la anexin de textos y objetos que
parecan encamar un conocimiento peligroso. Al mismo tiempo la
creacin de una categora legal de lo obsceno en el Ada de
Publicaciones Qbscenas de 1.857 permiti estructurar lo
pornogrfico como un dominio delimitado, clasificado a travs de
su identificacin con lo prohibido e ilcito. La pornografa en el
9David FREEDBERG, El poder de las imgenes (v.bibl.), p.22 (nota a pie de pgina)
0PREEDBERG, op.eit. , p.2l.
Romano GIACHE11I, Porno-power (v.biblj, p. 187: sifuese posible catalogar todos los productos de la
pornografla desde los comienzos de la historia del hombre, es seguro que el arte ocuparla un lugar de
preeminencia cuantitativa sobre todas las demsformas de expresin....
52
periodo moderno describe una zona de desorden e irregularidad
dentro de las normas y reglas de la sociedad moral2.
El enfoque que la autora da al surgimiento de la pornografa moderna nos la
presenta como una calticacin moral (remitimos en este punto a lo manifestado al
respecto en lneas anteriores).
Durante el pasado siglo el inters por cuestiones de ndole sexual conduce a
su divulgacin popular; se estudia la sexualidad cada vez con mayor extensin en
los tratados mdicos, se editan manuales de higiene sexual, se prodigan las
recomendaciones al respecto, etc.3 Para Stephen Heath, en este inters, en este
tratamiento continuado del asunto, se cifra el auge de la pornografa en esta
poca. Nos dice:
Lo mdico es el fundamento de la pornografa porque es la base
de un sistema sexual, de la definicin y comprensin de lo que
eventualmente ser aceptado y teorizado como sexualidad; y
tambin porque all se presenta la posibilidad de un acceso social a
la representacin sexual4.
2 NEAD, op.eit. , p.94. La ley que aparece reflejada en el teno es presumiblemente norteamericana.
~ Stephen HEATH, La revolucin sexual (v.bibl.), Pp. 127/8.
~4HEATh op.cit. , p.128.
HEATH, op.cit. , p.I3l.
53
recordemos lo dicho en el,prlogo al referirnos a las dcadas. delosaos sesenta
y setenta-. Se establece una correspondencia entre la procupacin o el inters por
lo sexual y el acceso social a la representacin sexual6. Se franquea la entrada
a la pornografa hacia mbitos de atencin ms amplios cada vez que aumenta el
inters de los temas sexuales y su tratamiento pblico?; o ms bien es el empuje
que sta ejerce desde su clandestinidad lo que provoca la curiosidad por algo que,
aunque oculto, importa, interesa, preocupa?. En la representacin del sexo: est
implcito el carcter obsceno (pornogrfico, en este caso?. Toda imagen sexual,
desde el momento que es representacin, por el hecho de mostrarse sin ms
motivo que ella misma: conleva el estigma de lo pornogrfico?7... Cuestiones
que, al hilo del comentario que hemos incluido lneas ms atrs, deben ser
respodidas en part pr historiadoresy socilogos, quizs, y en parte, sobre todo
las dos ltimas, por la presente tesis. Por el momento, con el fin de no descentrar
nuestro desarrollo expositivo, pospondremos las respuestas para ms adelante.
54
sealado. Podemos caracterizar este momento como el de la revolucin industrial
A partir del momento en que Louis Daguerre fue capaz de acortar el tiempo
significativa, por otra parte, del desarrollo e inters creciente por estos temas, es la
21 LA&RENCE, en op.&., p.51, habla dc la.~ rarjetas postales ilustradas que venden los hanq~o,?es a
hurtnd;Ua,~ en la mayora de las ciudades; ms adelante, en la misma pgina: habla tambin de los libros
que se venden en los bajos fondos. En ambos refirindose, como es obvio, a material pomo&tiw. El texto
de Lawtmce, aunque sin fechar en la edicin que hemos manejado, es muy posible que est escrito en la
dcada de los aos veinte.
*2 J. M. LO DUCA, Enciclopedia ilustrada de sexologa y erotismo (v. bibl.), tomo 2, p.481. Segn Toms
DELCLOS, en op.cit , p.6, el Institut for Sex Research de la Universidad de Indiana, en estados Unidos,
conserva daguerrotipos pomogrticos de 1.840. David FREEDBERG, en opxit. , p.398, dice: en 1.863, el
fotgrafo Andr Disderi se lamentaba de la abundancia de fotograjias obscenas, refirindose a esas tistes
desnudeces que muestran con una veracidad desesperada toda la fealdad jirica y moral de mnd&s que
cobran por sesin.
56
propia naturaleza fotogrfica la que comporta una autntica revolucin, ya no
solamente tcnica, de hondsimas consecuencias para la pornografa. Hasta la
aparicin de la fotografa, toda representacin icnica estaba condicionada por la
mayor o menos destreza de la mano del artista o artesano. La capacidad de stos
para recoger los datos de la realidad .y estructurarlos plsticamente se corres-
ponda con la medida de semejanza, cuando sta era el propsito, que podra
alcanzar una imagen con respecto de su referente. La fotografa procuraba un
grado de aproximacin y parecido con el modelo de gran precisin, hasta el punto
de erigirse en un certificado de presencia23 del mismo; como dice Ramn Gmez
de la Serna en una de sus gregueras: hgase una fotografa, y si sale, es que
existe24. Lo que contemplamos en una fotografa sucedi, tuvo lugar, fue real y en
el momento de nuestra percepcin es real. El poder de sugestin que el medio
fotogrfico ejerce en el espectador llega hasta el punto de provocar una
identificacin plena, a los ojos de ste, entre el signo icnico (la fotografa) y lo que
el signo denota25:
La imagen fotogrfica es el objeto mismo (1), comparte, en virtud
del proceso mismo de su generacin, el ser del modelo del cual es
la reproduccin; es el modelo6. -
57
cuerpos no existe la huella de un pincel, ni de un lpiz; sus formas no son producto
de la habilidad de un artista; no hay nada que se interponga entre nuestra visin y
esos cuernos annimos pero concretos. Como afirma Rudolf Arnheim:
En la pintura, el camino de la realidad al cuadro pasa por la vista y
el sistema nenioso del artista, por su mano y, finalmente, por el
pincel, que da pinceladas sobre el lienzo. El proceso no es
mecnico como el de la fotografa, en la cual los rayos luminosos
reflejados por el objeto son reunidos por un sistema de lentes y
guiados luego a la placa sensible en la que producen
transformaciones qumicas 27
Los vemos tal cual sonleran en el momento de ponerse ante el objetivo de la
cmara, gracias a un procedimiento que al ser mecnico y, por tanto, no
interpretativo28, nos ofrece una imagen objetivamente real.
Recordemos ahora la definicin que dejamos lista para verificar al final del
apartado titulado La pornogra(la y sus adjetivos, donde caracterizbamos la
pornografa como una descripcin realizada con gran detalle. sta parece no
querer ahorrarnos ninguna particularidad de lo que describe; su relacin debe ser
exhaustiva, pormenorizada. Linda Nead comenta la profunda identificacin
establecida entre la inmediatez y la precisin de la imagen fotogrfica con la
estrategia pornogrfica29:
Existe la tentacin de sugerir que el medio fotogrfico slo es
suficiente para connotar pornografa. La fotografa est relacionada
convencionalmente con el principio de realismo; se cree que la ima-
gen fotogrfica representa la realidad de un modo pauticulprmente
directo e inmediato30.
27 Rudoff ARNHEIM, El cine como arte, Barcelona, Paids, 1.986, p. 19. Una de las conclusiones del
Informe Longford deca: las fotograflas son sustancialmente ms estimulantes que los dibujos. En el
Apndice V de dicho informe se aportaba, como material documental, una experiencia llevada a cabo al
respecto y en la cual se basaron los miembros de la Comisin que emiti este informe para dictaminar lo
anterior. La Pornografa. Informe Longford (v.bibl.), p.502.
28 Empleamos este trmino grosso modo ya que, efectivamente, la fotografia no es sino una interpretacin
icnica de la realidad visual. Aeste respecto, el pintor Pierre Klossowski pregunta: quin no percibe, quin
no sabe hoy que lafotografla es, a su vez, una interpretacin?. Pierre KLOSSOWSKI, La decadencia del
desnudo, en Pierre Klossowskl -catlogo- (v.bibl.), p. 175.
29 NEAD, op.cit. , p.52.
30 Ibid.
58
La fotografa constituye, segn lo que se viene diciendo, la prueba definitiva
frente a la realidad31, en cuanto a la certeza de lo que vemos y en cuanto al detalle
con el que lo vemos. sto, en el contexto del siglo XIX, qu duda cabe que supuso
un enorme avance para los fines pornogrficos.
por esas fechas, aparece el cine pornogrfico. Al igual que comentamos con
respecto de la fotografa el cine pomo tiene casi los mismos aos que la patente
de Lumire33 . De la misma manera que aqulla, tambin ste se comercializa y
exhibe en burdeles:
En el origen las pelculas pomogrficas solan mostrarse en los
prostbulos <...). Aquellos filmetes creaban el ambiente adecuado,
no sustituyendo el placer, sino sirviendo de prlogo, como un
ambientadorde tericos olores sensuales4.
Advertimos que la funcin pblica de estas pelculas se cie perfectamente a la
definicin de pornografa que mantenemos en suspenso: la esencia de la por-
nografa consiste en la deliberada excitacin de emociones sexuales35. Para
31 GUBERN, op.cit. , p.47: S..lafotografia sigue conservando un alto prestigio como documento fideUsinio
que no puede mentir De esta paradjicafidelidad documental deriva el que una fotograjia indiscreta pueda
comprometer gravemente la reputacin o prestigio de una persona, porque la fotog$afla no miente (salvo si
es unafoto trucada), mientras no puede decirse lo mismo de un dibujo indiscreto, expresin que apenas tiene
sentido.
32Rornn GUBERN, La imagen pornogrfica y otras perversiones pticas (v.bibl.), p.5.
33DELCLOS, op.cit. . p.6.
~ Diego GALN, El espejo de los sueRos frustrados, El Pas, Madrid, 12 de agosto de 1.984, p.24.
GUBERN, en La imagen pornogrfica y otras perversiones pticas (v.bibl.), pS, dice al respecto: tuvo su
origen clandestino en los prostbulos y en Francia, cuna de tal gnero segn Ado Kyrou, se le denominara
durante muchos aos cinma cochon. Steven ZIPLOW, The Film Makers Cuide to Pornograpby (v.bibl.),
ph: nuestros mayores se referan a esas pelculas con el nombre de smokers. Reciban ese nombre hace
aos cuando todos los hombres respetables de la ciudad se reunan para verlos en sus clubes de hombres
locales
~ Lord BIRKEIT, en ROLPH (compilador), op.cit. , p.l 7. La preparacin de las sesiones que tienen lugar en
la obra Los 120 das de Sodoma, del Marqus de Sade, son como una suerte de escenificacin de o que
supone la funcin de la pornografia. Cuatro poderosos libertinos, con el fin de crear el ambiente propicio para
las ms desenfrenadas orgas, contratan a cuatro mujeres capaces de narrar con todo lujo de detalles sus
vivencias sexuales; mujeres,claro est, con un curriculuin muy particular en este sentido. A aquellos no les
59
conseguirlo, el grado de verismo que procura el cine, caracterstica que parece ser
uno de los mayores factores de movilizacin de nuestra libido, es todava superior
al de la fotografa. El cine consigue un nivel muy alto de ajuste con la apariencia de
la realidad al introducir adems el movimiento. Constituye un paso ms en la
aproximacin de la representacin icnica con respecto del mundo visual36. La
pareja fornicando que ponamos como ejemplo al hablar de la fotografa ya no slo
muestra una postura, un instante, de lo que hacen sino que ahora podemos ver su
actividad de principio a fin, desde que se quitan la ropa hasta que alcanzan el
orgasmo; todo ello sin ms interrupciones que las que requiera el montaje
cinematogrfico.
La pornografa, circunscrita a los ambientes prostibularios37, como ha queda-
do dicho, ha sido juzgada en ocasiones como producto de la escasa imaginacin y
sensibilidad de las clases bajas38. Esta valoracin aade asimismo un rasgo de
marginalidad que atae tanto a su consumo como a su concepcin. La tan citada
frase que muchos atribuyen a Ado Kyrou -pero que sin embargo l mismo reconoce
no saber su origen- que dice pornografa es el erotismo de los otros39, puede
leerse como una frmula que manifiesta bien a las claras cual es el estatuto social
-y moral- de la pornografa. Sin embargo el material pornogrfico siempre estuvo
ligado a la demanda de las clases econmicamente ms favorecidas, aquellas que
quedaba mas que escuchar, se calentaran la cabeza y acabaran por apagar, tan sus mujeres o los
diferentes sujetos, el incendio que las narradoras hablan producido>. Op. ch. , Mxico, Baal, 1.962.
36 ARNHEIM, op.cit. , p.1 15: La fotografia y su descendiente, el cine, son medios artsticos tan cercanos a
la naturaleza que el pblico general los considera superiores a esas anticuadas e imperfectas tcnicas
imitailvas del dibujo y la pintura.
Manuel VALENCIA/Sergio RUBIO, Breve historia del cine X (v.bibl.), p.16: los burdeles de la poca
se erigieron como principal centro de reclutamiento, constituyendo la red de distribucin de compradores
privados yos propiosprostbulos de alto standingS
38 Claudio GUILLN, La experiencia total: notas sobre literatura y obscenidad, en CASTILLA DEL PINO
(compilador), op.cit. , p.63: >5. .es falso atribuir la obscenidad, la grosera y la libertad sexual a las clases -
bajas o a los cuentos popularesS El autor est conientando las ideas de Per Nykrog (Les Fabliaux, Ginebra.
1.973). Por otra parte, Antonio LARA, en La obscenidad en el cine, dentro de CASULLA DEL PINO
(compilador), op.cit. , p. 106, refiere: Luis Garca Berlanga, con su habitual sentido del humor, suele decir
que el erotismo es digno de ricos y gente educada, mientras la pornografia seria lo mismo, pero referente a
lospobres que no han tenido la suerte de contar con unaformacin exquisita
~ Ado KYROU, Por una historia <en movimiento) de sao, de nudiesy de amor, en VV.AA., Emtismo y
destruccin (v.bibl.), p.64.
60
precisamente podan costearse tanto su posesin y disfrute como, lo que es ms
importante, su produccin:
Paradjicamente fueron los estratos sociales ms respetables y
elevados los pdmeros degustadores del celuloide pornogrfico
mudo: en los Estados Unidos se distribuyeron cintas X en
distinguidos clubs privados, las smokers (en clara referencia al
lugar de exhibicin); la realeza msa hizo lo propio hasta que la
revolucin bolchevique los suprimiese (...); en Espaa, el rey
Alfonso XIII, con el Conde de Romanones como supuesto
intermediado, encarg la produccin de vados mediometrajes
atdbudos a los hermanos Ricardo y Ramn de Baos~.
~ VALENCIA/RUBIO, op.cit. ,pp. 15/6. Sobre el particular del cine pomo costeado presuntamente por
Alfonso XIII en Espaa, Salvador SAINZ, en El cine ertico (v.bibl.), p. 133, asegura que los autores fueron
efectivamente los hermanos citados. Tambin aade algunos datos ms que transcrib>mos: muchos de estos
cortos descocados eran encargados porAlvaro de Figueroa, ,narqus* de Romanones, para divertimento del
monarca Alfonso XIII. Otra figura ilustre que, segn alguna fuente, intervino en el asunto fue el poltico
nacionalista -y bienpensante- Francesc Camb. Teniendo en cuenta que la proyeccin de esos films era
motivo de redadas policiales, juicias por escndalo pblico e incluso encarcelamiento, pone en evidencia la
hipocresa de la sociedad espaola (...), ya que reprime la proyeccin de un cine financiado precisamente
por aquellos que dictan las leyes represoras. / Se calcula que, en los aos2O, los hermanos Baos debieron
rodar unas cincuenta peliculas, de escasa duracin, aunque alguna fuente haya cifrado esa cantidad en
setenta (...). 1 ...solian proyecrarse generalmente en burdeles de lujo o en casas particulares de alto copete5
* lvaro de Figueroa no era marqus sino conde de Romanones. Sobre el trmino smokers, ver nota 34, en
61
Esta voluntad caracterstica del gnero de mostrar casi exclusivamente
-
~ DELCLOS, La bsqueda del instante distinto, dentro de op.dL , p.6: el argumento es mnimo y
protocolario, apenas una somera descripcin de la excusa que rene a los atletast
46 Susan SONTAG, Estilos radicales (v.bibl.), p.18. No obstante, no deja de llamarnos la atencin el inters
de muchos autores en comparar sin cesar la pornografa con otras disciplinas. En el caso del texto que ci-
tamos, la autora comenta los argumentos mantenidos normalmente por la crtica literaria para menospreciar a
la pornografia y, por supuesto, distanciara lo ms posible de la literatura. En otros casos es el arte de lo que
se sirven los autores para mostramos el producto tan degradante que supone la pomografla. No ser sto un
sintoma ms de esa indefinicin que venimos considerando?... Casi siempre que se intenta definir la
pornografa se hace a travs de lo que no llega a ser (decimos no llega a ser en lugar de no es, precisamente
para resaltar ese carcter comparativo a que se le somete).
<~ SONTAG, op.c it. , p.73.
48 GIACHEITI, op.cit. , pp. 158/9.
62
Para algunos autores, el desarrollo de una pelcula pomo -de toda narrativa
pornogrfica, podramos afirmar- supone un anti-relatd49, coincidiendo con la idea
de Adorno anteriormente citada; para otros, se le puede calificar, por las mismas
razones, de documental tisiolgicd50. Ninguna otra circunstancia ajena al
intercambio sexual tiene cabida en una pelcula de este tipo: ni la psicologa de los
personajes, ni sus pensamientos, ni sus deseos; nada que no sean sus atributos
sexuales en plena actividad. Por eso tambin se ha denunciado a la pornografa
por su carcter mecnico y abstracto51.
Todo sto que venimos comentando al hilo de la aparicin de los primeros
cortometrajes pornogrficos, que se- refiere a su exclusividad y limitacin a los
aspectos ms directamente sexuales, se ha mantenido -como se habr podido
advertir en alguna cita- prcticamente igual hasta nuestros das. Ha variado el
metraje de las cintas, se ha pasado del corto al medio e incluso al largometraje,
pero el cariz de sus argumentos ha permanecido casi idntico. Se han dado
algunas excepciones, aunque muy relativas, como pueden serlo los ttulos
considerados clsicos de los setenta e incluso algunos ms recientes. Pero esta
carcterstica permanece como algo intrnseco al relato pornogrfico; no slo
cinematogrfico sino general: pensemos en las historias ilustradas fotogrfica-
mente de cualquier revista de este tipo.
Los cortometrajes iniciales se estructuraban en base a~, planos medios y
planos generales; el primer plano y dems planos de mayor aproximacin52
63
aparecieron tiempo despus3, considerndose a partir de su inclusin reiterada en
el gnero como caractersticos del mismo. La imagen pornogrfica se va a ir
desarrollando siempre segn sus premisas originales; su historia constituye un
camino de perfeccin muy concreto y podemos decir que lineal: se advierte una
voluntad prcticamente idntica de principio a fin; atravesando sus sucesivas
etapas. Los nuevos medios de los que se va sirviendo no hacen sino aadir
nuevas posibilidades a sus fines permanentes: s hay que mostrar sexo, que sea
cada vez con mayor detalle y realismo -no quedaba as establecido en la
definicin que apuntbamos como posible de la pornografa?-.
En relacin al desarrollo de otros factores, fundamentalmente las condiciones
de rodaje, Romn Gubern equipara la evolucin de lo que l llama industria del
cine pornd4 con la del resto de la cinematografa. Se pas de.~ un estadio .
A partir de las visualizaciones realizadas de pelculas pomo, que incluyen ttulos que van desde los altos
diez hasta hoy, hemos podido advertir que el primer plano se asienta en el gnero hacia la dcada del
cincuenta. Lo mismo podemos decir de las revistas y fotograflas, aun cuando hayamos encontrado, si bien
espordicamente, algunos muy anteriores. Esta opinin la apuntamos con mucha cautela, puesto que el
muestreo que hemos podido manejar no presenta garandas cuantitativas como para establecer datos muy
ajustados. Lo visto resulta representativo y por tanto significativo, pero no constituye ni con mucho la
cantidad que nos permitirla resear un hecho incontestable.
~ Romn GUBERN, Viaje al cinepomo. Qu es el cine pomo? (v.bibl.), p.13O.
~ Ibid.
56 Ibid.
~ Ibid.
64
pequeo formato, como son las de 8 mm. (stag movies)8 y ms tarde Super 8 mm.,
e incluso de l6mm., constituyeron durante bastantes aos la nica posibilidad del
cine pomo. Poco a poco, sobre todo a partir de la dcada de los sesenta, se
fueron comercializando pblicamente estos cortometrajes, utilizando mayormente
el sistema de venta por correo . Cualquier persona que tuviera un proyector de
cine -cosa que no era tan infrecuente- poda ver tranquilamente este tipo de pe-
lculas en su casa. Algo tan sencillo como sto supuso un considerable avance en
la democratizacin del gnero; la cantidad de pblico que pudo acceder desde
entonces al material pornogrfico, sin necesidad de acudir a lugares
especializados, comenz a ampliarse como nunca antes lo haba hecho. Los
cortometrajes de esta poca solan ser mudos y en color9; el blanco y negro en el
pomo qued proscrito en cuanto el color se hizo accesible a cualquier produccin:
imperativos del realismo. Entre stos, tambin podemos citar los conocidos como
Loops (literalmente lazos), en referencia directa a que su visionado es continuo (en
el momento que acaban vuelven a comenzar~0 ; estaban realizados en l6mm. y
son propios de las cabinas de proyeccin individuales, conocidas como peep
shows, que suelen encontrarse en los sex-shops. Dentro de estas cabinas uno
puede seleccionar, de entre una programacin que se ofrece, la pelcula que
desea visionar; es posible incluso ir saltando de una a otra apretando el botn que
se encuentra dentro de la misma para tal fin, ya que stas se eipiten dentro de un
sistema de canales simultneos. El tiempo de visionado depende del dinero que se
eche61. El cine pornogrfico slo pas de los pequeos formatos al de 35mm.
65
cuando pudo proyectarse en salas comerciales62, ms o menos como cualquier
otra pelcula, lo que no tendra lugar, en rigor, hasta la dcada de los setenta. Este
ltimo dato , como es fcil advertir, nos informa de cmo andaban las cosas entre
la pornografa y el pblico y entre la pornografa y las autoridades por aquellos
aos.
Salindonos un poco de nuestra perspectiva iconogrfica, podemos tambin
resear, entre el material pomo, el de carcter auditivo. Empezaron a aparecer
discos con canciones obscenas y conteniendo la sonorizacin de encuentros
sexuales, a partir del final de la ltima guerra mundial63. El magnetfono
proporcionara, ms adelante, la posibilidad de grabar en directo, furtivamente si
era preciso, el sonido que hacan las parejas mientras mantenan relaciones. s-
te fue otro singular mercado abierto para la pornografa por los avances tcnicos;
se lleg incluso a acuar un trmino apropiado para este material: cintas
pomofnicas65. Como es fcil advertir, la manera de registrar documentalmente
cualquier actividad sexual se corresponde a la perfeccin en todas las
manifestaciones pornogrficas; sin realidad, al menos sin su apariencia, no hay
pornografa. El concepto se mantiene aunque los medios varen; el caso es
adaptarlos al cometido pornogrfico.
Conviene sealar que dentro de lo considerado como pornogrfico hay
establecida una especie de categoras, en funcin de dnde se sita el lmite de lo 6
mostrado -parece que va quedando claro que la pornografa es, en buena parte,
66
un problema de limites: lmite de audiencias, limite de lo que se puede ensear...
Normalmente se distingue entre soft-core y hard-core, que en castellano se han
adapatado como pomo blando (blandiporno es una variacin coloquial derivada de
ste) y pomo duro67 respectivamente. En la pornografa soft aparecen desnudos,
incluso frontales, pero nunca se ve un pene en ereccin o una vagina abierta68. La
representacin del acto sexual es siempre simulada69, nunca se presenta
claramente. En el cine, su antecedente directo lo constituyen los films llamados
nudies, propios de los aos cincuenta, que ni siquiera se permitan la simulacin
antes citada; se limitaban a ensear cuerpos desnudos70. Por su parte el hard-core
no conoce fronteras a la hora de ensear7 y lo que muestra lo muestra con detalle
y con el mximo de realismo. Un coito, una felacin, cualquier cosa que aparezca
en una imagen de este tipo requiere el ms alto grado de fidelidad a lo real. Las
posibilidades de ficcin se reducen mucho cuando se trata de registrar aspectos
tan concretos como suponen estas actividades: una ereccin es una ereccin y no
se puede trucar~; una penetracin vaginal o anal sobre la pantalla o en una foto
son penetraciones que han tenido lugar realmente. El cine y la fotografa pomo se
comportan en sto como un documental, como ya qued dicho. La gran prueba que
sensuaL Originalmente, una pelcula clasificada G presentaba la realidad de cada da de un modo continuo,
ininterrumpido; una pelcula clasificada GP presentaba solamente una intrusin verbal de la realidad
ertica nzediante palabras sexualmente sugestivas; y una pelcula clasificada R presentaba una intrusin
visual mediante caractersticas sexuales secundarias tales comiso pechos desnudos; y lina pelcula clasificada
Xpresentaba un sustituto de la realidad completa mediante la aparicin y uso de los genitales en contacto.
DAVIS, op.cit. , p.2S7.
67 El trmino hard-core, que no es exclusivo de la pornografa, presenta entre sus acepcioes las de
descarnado, escandaloso, manifiesto, puro y simple, vulgar. Alfonso TORRENTS DELS PRATS
Diccionario de modismos ingleses y norteamericanos, Barcelona, Juventud, ~
4a ed., 1.985, p. 156.
68 ZIPLOW, op.cit. , p.77.
69 Gerard LENNE,
70LENNE, op.cit. , Le sexe a lecran (v.bibl.), p. 13.
p.227.
~ Jess G. REQUENA, Estrategias del pomo (v.bibl.), p.38: el pomo blando, (...), se detiene justo all
donde el duro comienza su transgresinfundadora.
72 Aun cuando el pene que aparezca erecto en algn caso no sea el del actor que figura en ese momento,
(sustituido mediante el procedimiento de la insercin de planos de archivo), el pene annimo en ereccin es
efectivamente un pene en ereccin. No obstante, contradiciendo parcialmente lo que venimos afirmando,
cuando la eyaculacin no llega en un rodaje, parece ser que es frecuente simulara en parte empleando leche
condensada o dos claras de huevo con un poco de leche y azcar. GUBERN. La imagen pornogrfica...
(v.bibl.), p.l7.
67
no permite dudar acerca de la realidad de lo que estamos viendo la constituye la
eyaculacin masculina; sta debe realizarse fuera de la pareja, para as poder ser
contemplada por los espectadores, para ser verificada: sin orgasmo masculino no
hay pornografa73.
El modo ms certero de registrar todo este lujo de detalles -no olvidemos en
ningn momento los principios de documetaly de comprobacin que requiere la
variante hard-, el ms objetivamente incuestionable, lo ofrecen el primer plano y el
gran primer plano o plano de detalle74. Cuanto ms nos acercamos al objeto de
nuestra atencin, mayor es la definicin que conseguimos. De esta manera, estos
dos encuadres son, si tuviramos que establecer un porcentaje, los mayoritarios
del gnero.
Antes de continuar, es importante dejar claro que lo que en nuestros das se
conoce como pornografa -en el sentido de mate rial pornogrfico y no como
calificacin- se identifica con el hard-core. Esto es fundamental asimismo tenerlo
presente ya que la pornografa sobre la que trabaja esta tesis es precisamente
sta. El trmino soft-core, actualmente en desuso, sirvi para determinar el
carcter de las pelculas que, como ya hemos sealado, presentaban cuerpos
desnudos y actos sexuales simulados, en una poca en que sto no era una
prctica mayoritariamente aceptada. Hoy en da, soft-core podra ser cualquier
pelcula de las que habitualmente vemos en las salas comercia!ps. Ya no resulta
tab mostrar a dos personas haciendo el amor en el transcurso de un film y el
desnudo integral -sobre todo femenino- no es tampoco infrecuente. Digamos que el
GUBERN, Viaje al cine pomo II. Cmo se rueda unapelculapomo (v.bibl.), p.3O.
~ Primer Plano: plano que llena la imagen de la pantalla con un objeto (...) Se suele utilizar para
proporcionar un clmax. S Gran Primer Plano: plano que llena la imagen de la pantalla con un pequeo
detalle ; tambin llantado Primerisimo Primer Plano, Primer Plano Corto y Close-up. Plano de detalle: es el
que muestra con extraordinaria ampliacin un detalle del personaje o de cualquier objeto que interviene en
la accin, que la vista no percibe normalmente. Es uno de los elementos de mayor fuerza emotiva del
lenguaje cinematogrfico. Se llama tambin gran primerplano. Las dos primeras definiciones corresponden
al libro de Valentn FERNNDEZ-TtJBAU R., El cine en definiciones, Barcelona, Ixia Libres, 1.994, pp. 134
y 78, respectivamente. La otra definicin es de Lus de MADARIAGA, Diccionario Tcnico de Fotografa y
Cine, Barcelona, Royal Books, 1.994, p.l27.
68
trmino ha quedado obsoleto al pasar lo que era considerado como tal a formar
parte, sin nign problema, del cine que ni siquiera tendramos que llamar ertico.
En cuanto a la evolucin del gnero en las publicaciones, que sucede en
trminos perfectamente equivalentes a los del cine, resulta significativo el siguiente
prrafo en el cual se expone de manera sucinta el desarrollo de la imagen
pornogrfica en Dinamarca. Tenemos que ~sealar
que este pas fue el primero en
liberalizar la circulacin de la pornografa, a travs de las enmiendas a su cdigo
penal en los aos 1.967 y 1 ~ Llamamos la atencin sobre las fechas que
aparecen en el texto:
Hasta 1.965 la pornografa onsista principalmente en fotografas
de mujeres desnudas. Pero, despus de esa fecha, en las nuevas
publicaciones empez a presentarse a las modelos en las poses
ms provocativas posibles, habitualmente con planos frontales
completos o de espaldas con las piernas separadas y a menudo
abrindose la vagina con los dedos. En 1.967 las ventas hablan
declinado y las revistas comenzaron a ofrecer a los consumidores
una explicidad (sic> sexual an mayor en la que solan inc/u/rse
toda la gama de actividades posibles excepto la penetracin de la
vulva y el ano, y la felacin. La popularidad de estas ltimas
presentaciones dur aproximadamente un ao y, cuando volvieron
a decrecer las ventas, se introdujeron las revistas de pomo duro,
sin limitaciones en los temas representados. Las ventas se
dispararon y desde entonces se han mantenido en sus niveles
altos76.
Unos aos antes, en Suecia, haba aparecido el primer nmero de la revista
Private. Su editor, Berth Milton, quera hacer algo ms que establecer nuevos
6
69
un nmero antolgico, se ha convertido en referencia para toda publicacin
pomo78.
Si en algn momento centramos en la cinematografa una parte importante
de este itinerario que estamos realizando a travs del desarrollo de la pornografa
en nuestro siglo, en detrimento aparente de cualquier otra manifestacin del
gnero, es porque entendemos que la evolucin de la imagen pornogrfica tanto
en las publicaciones (es decir, imagen fotogrfica> como en las pelculas presenta
caracteres idnticos -algo que ya apuntbamos lneas atrs-. Reparemos en que el
punto de partida en ambos casos, revistas y pelculas, es comn: la fotografa. El
criterio que aplicamos al analizar un encuadre cinematogrfico y otro fotogrfico
tiene que ser el mismo; y este anlisis nos ha llevado a la conclusin de que en los
dos medio prevalece la misma sintaxis iconogrfica. Esta identificacin va todava
ms all; incluso si tenemos la intencin de estudiar el modo como se articulan
estas imgenes en base a una historia, podemos establecer fcilmente un
paralelismo muy ajustado entre el guin cinematogrfico y el argumento de la -
78 VALENCIA/RUBIO, op.cit p.53: Private t..estableci las bases de lo que hoy en da son las
publicacionespornogrficas modernasS
70
Estados Unidos y Gran Bretaa. La primera de ellas, denominada Commission vn
Obscenity and Pornography, fue designada en 1.967 por el entonces presidente
norteamericano Lyndon Johnson para investigar todos las aspectos referentes a la
pornografa en su pas79. Dicha Comisin estuvo integrada por psiclogos,
socilogos, lingoistas, educadores y tcnicos, literatos y telogos8~. En setiembre
de 1.970 la Comisin present su informe de resultados pblicamente. Entre sus
conclusiones, declaraban no haber encontrado pruebas para responsabilizar a la
pornografa de conductas delictivas (una de las mayores preocupaciones no slo
de esta Comisin, sino de todo planteamiento institucional en torno a la misma),
por lo cual se recomendaba la derogacin de las leyes referentes a la penalizacin
de la exhibicin y comercializacin de materiales pornogrficos81, siempre que
stas no implicasen a menores de edad82. Pero estas recomendaciones fueron
duramente criticadas y tachada la Comisin de liberal83. El presidente Nixon, (que
haba sucedido a Johnson durante el trabajo de la Comisin), la conden y rechaz
sus resultados84, aprobndose en el Congreso una resolucin condenatoa sobre
~ HARRY, op.cit. , pp.254/5: las cuatro reas asignadas a la Comisin fueron: O) analizar las leyes
referentes al control de la obscenidad y la pornografia; (2) establecer cules eran los mtodos empleados
para la distribucin de la pornografla y el volumen de las operaciones; (3) estudiar la influencia de la
obscenidady la pornografla sobre el pblico, y en particular sobre los menores de edad, y su relacin con
la conducta delictiva y antisocial; y <4) recomendar medidas legislativas, administrativas o de otro tipa
80 GIACHEITI, op.cit. , p. 18.
sj G1ACHEflI, op.cit. , pp.303/4
82 El Cdigo Penal vigente en nuestro pas, en su articulo 432 dice: el que por cualquier modo difundiere.
vendiere o exhibiere material pornogrfico entre menores de diecisis aos o de~) cientes mentales, ser
castigado con la pena de arresto mayor y mnulta de 00.000 a .000.000 de pesetas. La redaccin de este
articulo data del alIo 1.988. Su redaccin anterior no hacia mencina limite de edad alguno o a ninguna otra
circunstancia personal y si al concepto de moral pblica ;tampoco se hablaba de pornografla sino de doctrinas
contrarias a dicha moral. En el comentario que se hace, -dentro de la edicin ms abajo indicada-, sobre la
reforma introducida en el Cdigo Penal de estos artculos, leemos lo siguiente: este es uno de los puntos que
ms modificaciones ha sufrido en los ltimos tiempos, comiso consecuencia de la profunda evolucin que los
comportamientos sociales y la propia valoracin de las relaciones sexuales han venido experimentando.
Desde la propia rbrica del titulo que de Delitos contra la honestidad ha pasado a ser denominado Delitos
contra la libertad sexual, expresando as que el acento de la antijuricidad se pone en el atentado al bien
jurdico individual de la libertad sexual y no a las concepciones colectivas sobre lo que es o no honesto....
Cdigo Penal, Pamplona, Aranzad, 1.994; concordancia y notas a cargo de Alfonso Arroyo de las Heras y
Javier Mufioz Cuesta.
83 Raquel OSBORNE, La construccin sexual de a realidad (v.bibl.), p.8 1.
84 La declaracin de Richard Nixon fue la siguiente: He evaluado ese Informe y rechazo categricamente
sus conclusiones moralmente equivocadasy las recomendaciones de la mayora. La Comisin sostiene que la
prolferacin de obras y libros inmundos no ejerce un efecto perdurable en el carcter del hombre. Si esto es
71
el informe85. No obstante estas circunstancias adversas las observaciones y
comentarios de dicho Informe alcanzaron el suficiente relieve como para constituir
a partir de entonces las directrices a seguir86 con respecto de la pornografa.
En Inglaterra, parece ser que debido al escndalo suscitado por la
representacin de la obra Oh, Calcutal, se origin una sonada controversia en
torno a la pornografa. En la Cmara de los Lores, eldia 21 de abril de 1.971, el
Conde de longford inici un debate sobre el tema, alertando sobre la creciente
preocupacin pblica relacionada con la gran expansin del material pornogrfico o
casi pornogrfico87. l mismo propuso la creacin de un comit investigador que
incluyera representantes religiosos, del campo del Derecho, de la Medicina,
pedagogos, artistas, industriales, etc.88
Un ao antes, en noviembre de 1.970, la Comisin .de Asuntos Jurdicos del
Senado de la Repblica Federal de Alemania, haba solicitado el asesoramiento
de numerosos expertos -telogos, socilogos, psiclogos, sexlogos, jurisconsul-
tos, etctera- para decidir si la pornografa era socialmente datIosa~.
Por aquellas fechas, la pornografa se convirti en un fenmeno al que se
prest bastante atencin en estos y en otros muchos pases.
En Espaa toda esta problemtica qued postergada, en su tratamiento
pblico, por razones polticas ms que evidentes. Hasta los aos de la transicin,
el asunto de la pornografa, aunque ms o menos latente, se manjuvo marginado:
durante el periodo constituyente y la transicin, el erotismo se
convirti en bandera del cambio, recuperando todos los mbitos
pblicos. Su presencia en los medios de comunicacin fue
creciente hasta legane a una reglamentacin especial para tas
cierto, tambin debe ser cierto que los grandes libros, las grandes pinturas y las grandes obras no ejercen un
efecto ennoblecedor de la conducta del hombre. Siglos de civilizacin y diez minutos de sentido comn nos
dirn lo contrario La Pornografa. El Informe Longford (v.bibl.), p. 124.
.
72
publicaciones, la publicidad y la produccin nacional de cine
pomogr fico90.
La imagen del cuerpo desnudo lleg incluso a convertirse en un factor ms de
tensin social y poltica, en unos aos ya de por s conflictivos a nivel nacional. En
medio de aquella situacin, el gobierno se vi obligado a establecer, en 1.978, una
serie de normas para controlar la aparicin de desnudos en los medios de
comunicacin. En ellas se especificaba que no podran figurar desnudos en las
portadas de las publicaciones, que las revistas de destape (trmino muy empleado
por entonces) deberan ir envueltas en plstico y que el desnudo integral y frontal
quedaba prohibido91.
La legalizacin del cine porn& en Espaa result bastante rocambolesca.
Mediante Real Decreto de 1.977 se acept la calificacin de pelculas destinadas
a las salas especiales92, cuya proyeccin resultaba de hecho imposible ya que no
haba normativa alguna al respecto de tales salas: eran, a los ojos de la ley,
sencillamente inexistentes -el collar antes que el perro...-. Hasta 1.982, casi cinco
aos despus, no se regulan las salas especiales, que pasan a llamarse desde
entonces cines X, como X ser tambin el calificativo que acompae (hasta la
fecha de escribir esta tesis) a las pelculas de carcter pornogrfico93. Los
criterios para aplicar esa calificacin dieron lugar a definiciones de lo que era
pornogrfico, por parte de la administracin, muy singulares: desde cuando se ve
cmo se introduce el miembro94, que pretende resultar descriptiva, hasta aquellas
73
pelculas que eran consideradas de morcillada95, sta un poco ms metafrica.
Ante tales ejemplos vemos que se plantea de nuevo la dificultad primera para
conseguir una definicin estable, incluso desde una ptica meramente tcnica
como puede ser el caso de la clasificacin de un determinado tipo de cine, que es
de lo que venimos hablando.
Por fin, el da 24 de febrero de 1.984 se concedieron las primeras licencias de
apertura para salas X. Las condiciones que tuvieron que soportar fueron bastante
desfavorables. Fundamentalmente la imposibilidad de utilizar publicidad exterior de
las pelculas -paradjicamente, la. invisibilidad en el lugar del reclamo de un
producto que oferta la visibilidad absoluta-, y unas cargas fiscales muy elevadas.
Con el tiempo, la crisis generalizada de las salas cinematogrficas y el auge del
vdeo domstico (efectolcausa en buena medida) han convertido este tipo de cines
en algo residual96.
En conjunto, todo este inters desatado por la pornografa, que se concret
en la formacin de. las comisiones mencionadas y en las dificultades de articular
una normativa adecuada para el problema emergente, ponen de relieve la
importancia creciente de este fenmeno. Raquel Osborne seala, a propsito de la
Comsin estadounidense, que sta se mont como consecuencia de considerarse
a la pornografa como asunto de inters nacional91 ; otro tanto sucedera con las
posteriores. La pornografa, al procurarse un acceso masivo, sq, haba convertido
en un problema de carcter pblico. Son precisamente todos estos informes,
estudios, polmicas, decretos, resoluciones y contrarresoluciones los que ofrecen
la prueba incuestonable de que la pornografa haba pasado, durante aquellos
aos, de estar limitada a un crculo de consumidores muy restringido a ser una
Alfonso ARIvIADA, La moral de 16 ojos idneos, dentro de El ponto no es negocio, El Pas, Madrid, 12
de agosto de 1.984, p.24: para el presidente de la subcomisin de expertos~ Domingo Rueda, subdirector
general de Cine, la poltica del equipo que dirige Pilar Mir es que si la pelcula no va de morcillada, la vea
todo el mundo. Tal subcomisin era laencargada de calificar las pelculas.
~ De las veintids primeras licencias de apertura concedidas en 1.984. la mitad le correspondieron a Madrid.
En la actualidad (1.997) slo quedan cuatro salas de este tipo en la capital.
~ OSBORNE, La construccin sexual de la realidad (v.bibl.), p.SS.
74
mercanca asequible para cualquier ciudadano. De esta forma se convierte en
patata caliente para los legisladores, reclama su atencin por su accesibilidad.
Roto su aislamiento, se dej de ver como privilegio de unos pocos, en el mejor de
los casos, y como pecado marginal, en el peor, y se empez a pensar como riesgo
para todos. Ya lo hemos apuntado anteriormente: el origen de la problemtica
social que supone la pornografa no es sino una cuestin de hmdes.
Como consecuencia de este proceso de divulgacin del gnero, la calidad de
la imagen pornogrfica tuvo que mejorar aunque slo fuera por ajustarse al
inexorable principio de la oferta y la demanda.
Si nos fuamos en la cinematografa, en la dcada de los setenta encontramos
unos ttulos que marcaron un hito fundamental en la concepcin del cine pomo a
partir de entonces. Nos referiremos a ellos por orden cronolgico: Deep Throat
<Gargante pmfunda), de 1.972, dirigida por Gerard Damiano, fue la primera
pelcula que traspas el limitadsimo mbito de divulgacin del pomo en salas
pblicas para convertirse en un gran xito de taquilla (primera ocasin en que sto
sucede con una pelcula del gnero). Su protagonista, Linda Lovelace, haca gala
de su capacidad para introducirse realmente hasta veinte centmetros de pene en
la boca98 . Ms all de este singular prodigio, en torno al que se sustentaba el
guin:
Garganta Profunda no slo confirm los buenos augurios de una
industria floreciente, sino que merc en gran medida los
parmetros a seguir a padir de entonces por los siguientes films,
tanto a nivel de planificacin, como de tomas de cmara e incluso
de esquema atgumentaP.
Del mismo director, apareci un ao despus un ttulo que sobrepas a la anterior
en recaudacin y que hasta la actualidad est considerada como la mejor pelcula
X de la historia00, The Devil in Miss Janes (El diablo en Mss Janes). Y tambin
en 1.973, Jim y Artie Mitchell realizaron Behind the Green Door (Tras la pueda
98 Manuel VALENCIA, VideogulaX (v.bibl.), p230.
~ VALENCIA/RUBIO, op.cit. , p.27.
00VALENCIA/RIJBIO, op.cit. , p.30.
75
verde), con Marilyn Chambers como protagonista. Con los tres largometrajes
citados (rodados ya en 35mm.), considerados como la triloga clsica del pomo:
...se va estructurando algo es! como una sede de reglas intemas
(sonido directo, lenguaje entre fingido y de documental, recurso
sistemtico del plano secuencie y del primer plano, destruccin de
la psicologa y de la narrativa tradicionales) que dan a estas
pelculas consistencia de gnem cinematogrfico propio y real01.
Nunca antes se haba hecho prcticamente referencia alguna a los directores,
guionistas, actores y dems equipo que intervenan en las producciones de este
tipo de cine. Es a partir de estos ttulos, y de algn otro de menas relieve, cuando
se empieza a conocer a los autores y protagonistas de las pelculas pornogrficas.
Si bien desde entonces hasta nuestros das se ha perdido en buena medida lo que
podra haberse llamado un cine de autor de este gnero, se ha mantenido sin
embargo un star-system bastante consistente, sobre todo desde la dcada de los
ochenta~: Sarah Young, Harry Reems, Traci Lords, John Holmes, Cicciolina...
La utilizacin masiva del vdeo, sobre todo en las dos ltimas dcadas, ha
supuesto para la pornografa una nueva revolucin tanto para su desarrollo como
para su difusin. Las producciones se han abaratado considerablemente (el pomo
se ha mantenido siempre con presupuestos bastante precarios) al ser su proceso
de elaboracin ms sencillo y directo. Para un gnero que nunca se ha
preocupado demasiado de las condiciones tcnicas de sus productos y en el cual
siempre se ha trabajado de un modo expeditivo, este medio se presenta como el
ms idneo. En cuanto a la divulgacin se refiere, el vdeo constituye desde su
aparicin el elemento primordial, la base actual de su comercializacin a gran
escala. El hecho de que un magnetoscopio forme hoy parte habitual del mobiliario
domstico ha favorecido un consumo altsimo de pelculas del gnero03. La misma
valoracin que hacamos con respecto de las stag-movies que se remitan por
76
correo en los sesenta nos sirve ahora para calibrar el volumen de difusin de las
pelculas de vdeo, si bien sealando que las condiciones tanto de proyeccin
como de acceso se han simplificado en extremo. Hoy podemos tambin hacer que
nos remitan una cinta de vdeo pomo por correo, pero es mucho ms sencillo
comprarla en una tienda abierta al pblico, en un sex-shop, o en un quiosco de
prensa; y si no se desea adquirirla sino simplemente verla, podemos alquilara en
un videoclub no necesariamente especializado.
La entrada de la imagen pornogrfica en los hogares se ha llevado a efecto,
de esta manera, sin ningn conflicto. Adems, en esta ltima dcada, se han
comenzado a emitir pelculas pomo por televisin. En tales condiciones, no resulta
desacertado afirmar que la pornografa se ha convertido en una manifestacin ms
de nuestra vida diaria, de nuestro panorama visual cotidiano.
La tendencia al desplazamiento del consumo del pomo desde el
espacio comunitario al privado parece absolutamente irreversible,
completando un circulo que se inici en el prostbulo o en el club
privado, sigui en las salas pblicas de cine, en las cabinas
individuales de los peep-shows y sex-shops y culmina naturalmente
en el espacio privado por excelencia que es el hogar equipado con
televisor y magnetoscopio. (...)
Este proceso de priva tizacin del consumo a travs del televisor
domstico tiene su culminacin natural en la emisin de programas
pornogrficos va cable o con seales codificadas. Este proceso se
ha iniciado ya, primero en los Estados Unidos y Canad, para
llegar finalmente a Europa. Un sbado, el 14 de setiembre de
1.985, a las doce de la noche, el prestigioso Canal Plus emiti por
primera vez en Francia un film de pomo duro (...). Una nueva era
se abre as en la historia de la imagen pornogrfica en la cultura
occidental, gracias a la capilaridad social de la imagen televisiva
dom
77
.
la fotografa, ms tarde el cine y ms recientemente el vdeo. No slo programas
informticos de software con contenidos pomo, sino incluso interactivos que
permiten mantener una relacin ntima virtual: Cybersex se practica a solas con el
ordenador y unos avanzados accesorios: gafas tridimensionales, guantes tctiles,
datatreje, manos mgicas, orgasmtrono autoertico y teledildonid05. El ltimo
escndalo provocado por la pornografa -el penltimo habra que decir ms bien-
es consecuencia de la inclusin de informacin e imgenes pornogrficas en la red
Internet, la ms avanzada va de comunicacin que tenemos en la actualidad. Este
hecho ha vuelto a reiniciar la polmica sobre el control de este tipo de
materiales06. Constituye una nueva~ puerta de acceso para la pornografa a
nuestros hogares.
sto podra sugerir que toda la cuestin del arte, la obscenidad y
la sexualidad llegar a ser incluso ms complejo en el futuro, con el
desarrollo yproliferacin de nuevas tecnologas pticas(...)En este
tipo de mundo, las precarias categoras de privado y pblico sern
totalmente inadecuadas para comprender la muestra y visibilidad
del cuerpo femenino. Nuestro concepto de representacin tendr
que ser reformulado con el fin de acomodar las nuevas relaciones
entre la imagen y el espectador07.
(.. .
105 CYBERJSEX Sao por ordenador, El Pas-El Pas de las tentaciones, Madrid, 17 de diciembre de 1.993,
p.7.
106 Juan CAVESTANY, Limpieza en la red Alemania fuerza a Compuserve a censurar los contenidos
pornogrficos de Interud, El Pas, Madrid, 30 de diciembre de 1.995., p.56.
07 NEAD, op.cit. , p.l03.
78
carecen de la referencia original, de~ la noticia cronolgicamente precisa y
documentalmente comprobable; es fcil sospechar que el carcter clandestino
hasta hace bien poco tiempo de la pornografa ha impedido dejar constancia de
muchos de sus acontecimientos, ya por esta causa irrecuperables. Es posible que
exista algo parecido a una crnica seria de la pornografa pero, si es as, no ha
llegado a nuestras manos. De todos modos, la revisin de textos que hemos
llevado a cabo y lo que en ellos se deja adivinar de otras fuentes, nos hace dudar
sinceramente que sta exista.
Todos aquellos hechos, fechas y dems datos que hemos empleado para
construir esta mnima cronologa son, en el peor de los casos, aspectos muy
repetidos por varios autores -lo cual, a fuerza de reiteracin, se convierten en
valoraciones al menos aceptadas-, y, en el mejor, referencias que hemos podido ir
extrayendo de primera mano, como pueden ser las noticias periodsticas, la
observacin directa de ejemplares o los textos legales. Moverse con objetividad en
un terreno que se define fundamentalmente con adjetivos, -es decir, con sub-
jetividad-, es tarea bastante complicada. Quizs la clave sea, en buena medida,
no salirse en algn caso de lo adjetivo para no desvirtuar un fenmeno que
precisamente en lo adjetivo tiene su medio natural, cuidndonos en todo momento
del riesgo de la mixtificacin.
Esta tesis, por otra parte, no va dirigida a escribir esa historja que se echa en
falta; de lo que se trata en este caso es de conseguir una caracterizacin de la
imagen pornogrfica lo suficientemente slida como para permitir su estudio en
relacin con la imagen artstica contempornea. Al plantear la breve resea
histrica que antecede no se busca otra cosa que contextualizar cronolgicamente
la pornografa y advertir algunas de las peripecias que han jalonado su acontecer.
De todo ello hemos ido sacando una informacin de gran ayuda para conformar
directa e indirectamente su morfologa.
79
I
3. CARACTERSTICAS DE LA IMAGEN PORNOGRFICA
s
mucho ms prctica e inmediata para los fines de la pornografa. Romn Gubern lo
expresa en estos trminos:
A diferencia de la pornografa escrita, que permite imaginar, o
mejor, que activa la imaginacin del lector, la pornografa icnica
bloquea la imaginacin del voyeur, sujeto a la imposicin de lo
imaginado y antes visualizado por otro. Pero las attes de la imagen
son por naturaleza altamente funcionales para la gratificacin
pornogrfica, ya que el carcter anallUco del encuadre permite
operar una seleccin ptica de las zonas visualmente ms
erganas, mientras que la selectividad analtica del montaje
permite guiar con los mismos cteros la mirada del espectador 6
6 GUBERN, La imagen pornogrfica... (v.bibl.), p.9. En cuanto al trmino francs voyeur: el nombre de
mirn, o voyeur, debe reservarse para los que consideran la sexualidad como un deporte en el que nunca
toman parte y que slo les interesa como espectadores. Mex COMFORT, The Jo> of Sa, Barcelona,
Grijalbo, 1.985, p.263. Romn GUBERN, en La mirada opulenta (v.bib.), p. 40, dice: cuando el voyeuris-
mo se nufre de reproducciones vicaales, hechas posibles por las tecnologas comunicativas icnicas sobre
soportes fisicos, nos hallamos ante la iconolagnia (o iconomania, iconofihia o idolonianiW. fundamento de
las industrias pornogrficas de la imagen (fotograflas, revistas ilus fradas, cine y TU
7Raquel OSBORNE, La construccin sexual de la realidad (v.bibl.). p.25.
~ muchas ocasiones sc asocian a la influencia de la pornografia hechos como la agresin sexual, el incesto,
el adulterio, prcticas sexuales peligrosas, etc. OSBORNE, op. ch. p.S7. El Catecismo de la Iglesia
,
Catlica, en su ltima edicin (Madrid, Asociacin de Editores dcl catecismo, 1.992), p.F$8, equipara la
pornografla con otros peligros como la droga o el alcoholismo.
~ La Pornografia. El Infonne Longford (Vbibl.), pA44.
82
pretenden que el uso de la pornografa puede consolar la sexualidad del individuo
solitario, aquel que no alcanza a conseguir la pareja deseada por innumerables
motivos: fealdad, incompatibilidades, enfermedades, deformidades fsicas, etc. In-
cluso puede servir tambin para que el marido alejado de su hogar no caiga en la
tentacin de la infidelidad, como seala Kenneth Tynan0. Y, por qu no, las
escenas pomo pueden utilizarse como singular escuela de la prctica sexual; no
pudo ser, quizs, ste precisamente su fundamento original?. El carcter docu-
mentalista de la pornografa actual en algn momento puede ser que ensee
adems de mostrar, cumpliendo una labpr de divulgacin de determinadas
tcnicas sexuales. Sea cual sea el signo en que se emplee, advertimos que su
funcin no vara; se sustituye en todos los casos la experiencia real, con todo el
conjunto de sensaciones que sta implica, por una vivencia fantasmtica. El
predominio de la visin sobre otros sentidos, provoca, dentro de la percepcin
pornogrfica, que los cuernos y los actos se conviertan fatalmente en imgenes.
Se asegura que su lenguaje es literal y no metafrico2. La pornografa no
emplea rodeos y entra directamente en materia; no los emplea ni formal ni
argumentalmente. Su voluntad es mostrar actividad sexual sin detenerse a ninguna
otra consideracin; el resto, como ha quedado dicho, estorba, distrae. Cuando se
caracteriza cualquier producto pornogrfico se habla de gran cantidad de sexo
explicito; sexo, sexo y ms sexo3, lo dems no interesa: si la gctividad sexual es
ms importante que la actuacin, la trama o el aspecto general de la pelcula, se
O rYNAN, op.ct. p.9. En general, toda la opinin favorable a la pornografa hasta este punto la
,
83
trata de una pel!cula pomo4. El inters por la presentacin de la escena sexual
subordina cualquier otro aspecto del producto pornogrfico; es ms, constituye
realmente su dispositivo.
~ Steven ZIPLOW, Tite Film Makers Guide to Pornography (v.bibl.), pAl. En este caso es el cine, pero,
como ya aclaramos en el apartado anterior, los juicios son vlidos para cualquier manifestacin del gnero.
Opinin de Canon Brian Bentie> en La Pornografa. El Informe Longford (v.bibl.), p.226.
16Murray 5. DAVIS, Sant. Erotic Realty/Obscene Ideology (v.bibl.), p.2 18: t.. la literatura y las pelculas
pornogrficas retratan la realidad ertica casi exclusivamente, con pocas de las actividades ordinarias de
cada da.
Transcrito de GUBERN, La imagen pornogrfica... (v.bibl.), p.2O.
~ Amelia VALCRCEL, tico y obscenidad, en Carlos CASTILLA DEL PINO (compilador), La
obscenidad (v.bibl.), p.l3I.
19Manuel VALENCIA/Sergio RUBIO, Breve historia del cine X (v.bibfl, p. 12.
20 DAVIS, op.cit., p.227.
84
Se trata como de un mundo aparte, poblado nicamente por el sexo,
econmico, por muy repetitkos que sean los acontecimientos que ocurren en l. Se
85
contexto totalitario de la pornografa, se descontextualiza y se hace excedente: su
muestra reiterada sobrepasa al propio sexo, lo anega en pornografa. Se convierte
en lo ms sexual que el sexo23. As, la imagen pornogrfica, a base de sa-
turacin, se adjetiviz& pasa a ser el adjetivo del sexo pero no en el sentido que
anteriormente habamos planteado (como calificacin moral, como limite social-
mente establecido) sino como supe nativo. Esta seria, digamoslo as, la segunda
operacin obscena de la pornografa: la hiperrepresentacin del sexo24; la primera
es, ms adelante nos ocupamos de ella, el simple acto de mostrar lo que no
debera ser mostrado pblicamente.
26 GUBERN, La imagen pornogrfica... (v.bibl.), p. 13. Susan SONTAO, por su parte, en op.cit. nos re-
,
cuerda como Sade parece representar mejor los principales convencionalismos de la ficcin pornogrfica.
86
Este planteamiento propio de la pornografa genera un tipo de imagen en la
cual slo interesa que aparezcan rganos sexuales en accin. El nico valor que
con los mismos elementos: penes, vaginas, senos, culos y todas aquellas partes
En la medida en que la ficcin pomogrficatiende a convertir a una personaen intercambiable con otra y a
todas las personasintercambiables con objetos.
27 Pascal BRUCKNEWAlain FINKIELKRAUT, El nuevo desorden amoroso (v.bibl.), p.62.
~3 Carlos JIMNEZ, El arte en la fbrica de los deseos (v.bibl.), p.57.
87
supuesto tanto la fotografa como el cine para la pornografa; cualquier avance
busca siempre mostrar, ensear, exhibir, por encima que cualquier otra
consideracinJn
88
sexualidad a la luz del da, de haber enseado aquello que estaba escondido y
que se consideraba vergonzoso. La pornografa hace al sexo visible33. Por otra
parte, Susan Griffin nos comenta de este modo el reclamo de una publicacin
pornogrfica:
Un anuncio de una revista pornogrfica recalca estas palabras
junto al cuerpo desnudo de una mujer Si las mujeres han sido un -
pblica. Lo pornografla hace al sexo visible; toma lo que supone el aspecto ms profundo y privado del
individuo y lo transforma en mercanca pblica, expuesta a la visin pblica. Por estas razones, la
pornografia se sita tanto en el cenfro como en los mrgenes de la sociedad contempornea: en el cenfro, al
cual hace visible, su funcin como espectculo, es caracterstica del capitalismo posmoderno en general;
pero tambin en los mrgenes, desde el momento que representa la mercanca ilcita dentro de esa economa
especular.
~ Susan GRIFEN, Pornography and Silence. Cultures Revenge against Nature (v.bibl.), p.33.
35Pau ESTEVE/ Juan M. COMPANY, Cineypornografta (v.bibl.), p.26.
36BAUDRILLARD, op.ct. p.67.
,
89
En este punto, es importante recordar lo que escribamos al caracterizar lo
obsceno, cuando afirmbamos que la muestra de la obscenidad -la obscenidad es
siempre manifestacin, muestra; sin exteriorizacin no hay obscenidad- se da en el
momento que determinadas cosas aparecen en el contexto errneo, justamente en
el cual no se esperaba su presencia. En el caso que nos ocupa, el de la
pornografa, lo ntimo, bien sea sto el cuerpo despojado de ropas o bien sean
actividades sexuales (ambas son manifestacin de la esfera de lo privado) se
ofrece en muestra pblica, se convierte en exhibicin. Lo que tendra que
permanecer fuera de la escena de lo pblico, irrumpe en esa escena y se sita
como centro de atencin de la misma, -en condiciones de visibilidad ptima40:
(...), los besos apasionados de los amantes
En el cine tradicional,
culminaban con un fundido, cuando no daban paso a unas figuras
retricas estereotipadas (fuego en la chimenea, olas rompiendo
como smbolo de la pasin...)(..), que sustituan/censuraban la
escena pasional omitida. pues bien, el cine pomogrfico duro
empieza all donde se inicia el fundido y se interesa
especficamente por esas omisiones pasionales propias del cine
tradicionaL El cine pomogrfico se interesa especficamente y
selectivamente por lo que ocutmn en el cu,~o de aquellos fundidos
pudorosos, tras el beso apasionado, y focaliza (sic) su atencin en
lo no-dicho ertico de un film tradicional41.
La premisa de la absoluta visibilidad, esa caracterstica del gnero de no
slo ignorar fronteras para la mirada pblica sino de transgrediras si se le
presentan42, ese afn por no dejar nada libre de su objetivo -nada, se entiende, de
lo que constituye su motivo de atencin: el sexo-, es lo que hace que la muestra
pornogrfica sea obscena; es ms, que todo planteamiento pornogrfico resulte
siempre una operacin irremediablemente obscena: la espectacularizacin de la
sexualidad.
Durante mucho tiempo la cmara se haba detenido en el vello del
pubis como en la divulgacin ltima; despus los muslos se
40 GUBERN, La imagen pornogrfica... (v.bibl.), pilO.
41 GUBERN, La imagen pornogrfica... (v.bibl.), pp.1 1/2.
42 BRUCKNERIFINKJELKRAUT, op.cit. p.65: tel limite no es la pantalla sino el contenido de la
,
90
seoararon v ahora oodemos contemplar la vulva, los labios Y Ia
vez (al menos con este grado de realismo fotogrfico) la imagen del pene en
ereccin, ha transgredido, por tanto, el lmite mismo ( alguien puede concebir ofro?
de lo mostrable44.
91
La mxima prueba que presenta el gnero con respecto del realismo y
del cuerpo de su pareja sino que siempre debe mostrar la efusin externa de su
insercin de planos? un actor que no consigue correrse o una toma mal realizada,
culacin, aunque no sea del protagonista, es una eyaculacin real grabada con
una cmara, que es lo que en definitiva le importa a un espectador del gnero. Esa
92
exteriorizacin le hace susceptible de poder ser contemplada/verificada. Es como el
indicio redundante con respecto de las imgenes que hemos estado visionando
hasta ese momento de clmax. Podemos afirmar que sin eyaculaciones masculinas
que supone del rostro y de los genitales en un slo primer plano, junto con la
facilidad para registrarla dada la posicin de los actores, han hecho de esta
prctica sexual, -todava hoy tenida por heterodoxa segn amplios sectores de
opinin-, un elemento infaltable50. Este inters por comprimir partes del cuerpo en
un plano ( es decir, que stas aparezcan al tiempo dentro del mismo) es otro de los
en ocasiones los actores deban adoptar posturas muy forzadas para dejar todo a la
49 Gerard LENV3, en Ix se%? a Iecran [v.bibl.), p. 22, afirma que la eyaculacin mas~alina vista kons-
tituw la naturalezaindispensable del hard-ore. Tambin Steven ZIFLOW, en op.cit. , p.34, asegura
categricamente que si no cuentas con planos de corridas, no tienes unapeliculaporno.
5o GUBEFtN, La imagen pornogrfica.. (v.bibl.), p. 17.
.-
93
alusin Susan Sontag; economa que asimismo vemos reflejada en otros as-
pectos. Abordaremos de nuevo esta cuestin al hablar del encuadre.
La descripcin que parece constituir toda pornografa, descripcin muy
detallada, se plantea como su procedimiento idneo, porque muestra, describe,
exhibe sin precaucin, con una prodigalidad inaudita de pelos y seales2. De ser
la obra eficaz, tiene que motivar el orgasmo. El lector llene que experimentar, (...),
identificacin, la pornografia no expresarla, como lo hace, una necesidad inconsciente del hombre ~
56 Femando SAVATER, en La obscenidad de codo dha, dentro de CASTILLA DEL PINO (compilador),
op.cit., p.14, califica a la pornografla de tendencia crudamente hperrealista. Por otra parte, Romano
GIACHETIl, en op.cit. p.24, considera que quien busca el efecto esencial de la pornografla, es decir, la
,
excitacin sexual, parece continuamente atento a no violar los, elementos descriptivos de la realidadS
~ Considerada desde esta perspectiva, aid reside buena parte de lo fundamental que resulta la fotografla para
los fines pornogrficos. Roland BARTHES, en La cmara lcida (v.bibl.), p.34, caracteriza de este modo a la
fotografla sea lo que sea lo que ella ofrezca a la vista y sea cual sea la manera empleada, una foto es
siempre invisible: no es a ella a quien vemos.
94
puraX. Cuando vemos una escena del gnero debemos tener la impresin-de
estarla casi viviendo, vindola al natural. No hay nada que descifrar, ninguna
elipsis que rellenar, e/ cliente es rey, es decir, pasivo. Se deja hacer por el film
cuenta la pornografia. No vamos a insisitir otra vez en la importancia que sta tuvo
95
como procedimiento, no slo por razones tcnicas, para su desarrollo. La foto-
96
El gnero iconogrfico ms realista que se nos ocurre es precisamente ste. El
documental tericamente sita la cmara ante los hechos ofreciendo con un alto
grado de objetividad el modo en que stos suceden; documenta visualmente un
acontecimiento, acta como un acta notarial63. Es un procedimiento visual que de
inmediato, ante su sola mencin, nos pone en contacto con la realidad. La
pornografa, olvidndonos sin esfuerzo de sus esculidos argumentos, se plantea
algo muy parecido. Pretende mostrarnos las actividades sexuales de dos o ms
personas como si se hubiera metido subrepticiamente en una habitacin privada y
pusiese ante nuestros ojos todos los pormenores del encuentro ertico; algo as
como esas impertinentes cmaras ocultas que abundan en las televisiones hoy en
da.
Lo que caracteriza el hard-core no es tanto la osada de las
imgenes como la actitud de los actores. Actan antes y despus
de la escena obscena. Mientras sta, hacen. Se ha acabado la
comedia; entonces no estemos en el realismo que supone una
imitacin ni en la utopa que implica una desviacin, vemos lo mal.
La esperma brota en chorros autnticos, la rigidez de los penes
erectos no es de pacotilla, la penetracin se ha efectuado bajo
nuestros ojos, no hay la menor duda de que estamos presenciando
unos gestos efectivos. La pomografla acumule la ilusin y el
reportaje; este cuento para adultos es tambin un documental
sobre la sexualidad64.
La frase de la cita la pornografa acumula la ilusin y el reportaje resume bastante
acertadamente la actitud del gnero ante la realidad (no slo visual): realismo en lo
ejecutado e irrealismo en lo contado.
63 Juan M. COMPANY, El glasto pornogrfico (v.bibl.), p.43: el pomo duro (hard-core) no hace sino
exacerbar, de cara al espectador, el viejo (y efectivo) proyecto idealista engendrador del espectculo
cinematogrfico desde sus origenes (...). Me estoy refiriendo, claro est, al cine como vivencia de la
realidad, traslacin directa de la misma y representacin transparente del mundo. Si el cine, en este orden de
cosas, se propone como un espectculo voyeur, el bard llevarla al absurdo un voyeurismo omnisciente que lo
viera absolutamente todo, (...). El pomo parecera cumplir as todos los objetivos del cine-verdad o del cine-
directo: frasladar la vivencia en bruto a la pantalla...
~ BRUCKNERIFINKIELKPAUT, op.cit. p.75. Cuando los autores hablan de la actividad de los actores
,
(actan antes y despus de la escena obscena. Mientras sta, hacen) conviene recordar lo que afirma la
protagonista de Deep Thmath, Linda LOVELACE, en su Diario (v.bibt.), p.9: lo que yo hago no es otra
cosa que mostrar la verdad.
97
La noche del 23 de enero de 1.993 una mujer cort el pene con un cuchillo a
su marido, a quien acusaba de malos tratos. Al parecer, la rapidez con que ste
reaccion ante la agresin hizo posible la reimplantacin del pedazo cortado
mediante ciruga. Este hecho sucedi en los Estados Unidos y fue una noticia que
di la vuelta al mundo. Poco ms de un ao despus del suceso, se anunciaba que
John Wayne Bobbit, ste es el nombre del marido, estaba rodando una pelcula
pomo en Los Angeles para dar testimonio irrefutable de su recuperacin65. l
mismo declar: No slo quiero ensear mi pene, tambin quiero demostrar que
todo funciona66; encuanto la gente vea la pelcula (...) nadie pondr en duda que
soy un hombre completd67. El cine pornogrfico, como venimos diciendo, certifica
que lo que aparece en sus imgenes es real ; traslada la realidad tal cual es a una
fotografa o a una pantalla -al menos ese es su proyecto-.
Como resultado de esta pretensin, que es bsica para la efectividad de la
pornografa, sta participa de la esfera del imaginario generalizado del que
hablaba Roland Barthes68. Todo se traduce a imgenes en el mundo
contemporneo, no hay nada que pueda existir en l que no se ofrezca como
imagen, gracias a una estrategia que lleva a cabo literalmente tales frmulas. De
este modo, nuestras sensaciones, nuestros deseos, incluso nuestras certezas, se
trasladan irremediablemente al mbito de la representacin global que supone el
amplsimo continuum visual que vivimos/percibimos, y el hombre actual slo se
encuentra culturalmente situado/visualizado en su interior.
98
El gran poder de sugestin de la representacin pornogrfica moderna encaja a la
realidad?... Cuando Umberto Eco refiere, entre lo que l mismo califica como
provocan en lugar de simbolizar una emocin y que no la sugieren sino que la dan
registrar con absoluta precisin la actividad que tiene lugar entre los actores, se
esta tarea. De tal modo que el resultado se presenta como una sucesin de planos
aquello que estamos viendo -el primer plano mejora la legibilidad de lo que se
pretende ver con todo detalle76-, ofrece, por un lado, una representacin
completamente fragmentada del cuerpo humano y, por otro. un tipo de imagen que,
72 ~~~~n C$lWXN, en La mirada opulenta (v.bibl.), p.52, define esta operacin de la siguiente manera:
transmutacin del espacio real encuadrado por el objetivo en espacio virtual del mensaje fotogr$co.
73 GLIBEF!JJ lkjc ul cine porno II. Cmo se rue<la una pelicula porno (v.bibl.), p.30. NO olvidemos qUe
este ASNO autor cmcteriza al gnero COIIIO UI documental fisiolgico -ver nota 50 en La indushia
pon~g&fca: de IU Belie Epoque al ciberpomo (2.4. Del cinma cocbon al cine X)-. Tambin
ESTEVEICOMPANY, en op.cit , p.26, h&lan de un localizado mmtomismo propio de una kccih
nragistral defsiologa ilustrada!
4 ZIPLOW, op.&. p.83.
75 GIJBERN, Mensajes icnicos en la cultura de masas (v.bibl.), p.93: la ejicacia expresiva del primer
pho & asentada m tm factores d&rminantes de la percepcin visual: (1) La magnitud de la
amplim;n, (2) el aislamiento y extraccin del objeto de su entorno, JJ (3) la relacin de escala con el que le
precede .
76 GUBERN. La mirada... (v.bibl.), p.301.
100
precisamente por su saturacin -pensemos en el tamao que adquieren -los
del cuerpo humano (de tal manera que el mismo es percibido a modo de
101
por la pornografa es una imagen de naturaleza obsesiva, por la fijacin sobre su
objeto de inters y por lo excesivo de sus dimensiones, que fijan la mirada del
espectador al obturar la visibilidad de cualquier otro elemento78.
Pero esta operacin magnificadora de las dimensiones de los rganos que
aparecen en las imgenes pomo, esta saturacin absoluta del plano visual, no es
slo cuestin de encuadre, de estilo, de simple organizacin expositiva. H.J.
Eysenck, en su intento de definir la pornografa mediante una singular estadstica,
constata que aquella nunca emplea trminos desfavorables para referirse a los
atributos fsicos de los seres que describe o a sus actos19. Los adjetivos con que
los califica la pornografa son siempre superlativos; todo en ella tiene que resultar
excesivo (recordemos que ya ha ido apareciendo algn exceso ms de otra ndo-
le), abundante: cuanto ms grande y ms cantidad, tanto mejor: desde las ca-
ractersticas fsicas de los actores hasta las circunstancias de sus relaciones80.
El prodigio fuera de la cmara, es decir, en la realidad, es tambin muy
valorado ; por eso se suelen buscar actores y actrices con unas particularidades
anatmicas sobresalientes81: grandes penes (John Holmes es reconocido como un
mito del gnero con sus 30cm.), grandes tetas (este regusto por el exceso
desemboc en una corriente que se denomin eufemisticamente big tits~2)... lo
que sea, pero excepcional. La belleza no se encuentra entre las premisas
fundamentales del gnero83. Como una configuracin mtica que une ambos
~ Para Anton GUHA, Moral sexual y represin social (v.bibl.), p229, la pornografia: S..estimula lo
antinaturaly da origen a una actitudfalsa. Porque la imagen de la mujer ardiente, que slo ansia la cpula
en todas las posturas imaginables, es -dejando de lado el aspecto esttico- tan ajena a la realidad como la
del hombre superpotente, que puede llevar rpidamente a cualquier mujer a explosivos orgasrnosS
~1 GRIFFIN, op.cit. p.l 16: una mujer que entra en una agencia para actores y modelos pornogrficos es
,
senos ha tenido lugar a partir de la dcada de los sesenta y se ha convertido en norma muy extendida para
la pornografla actual, ahora en versin corregida y aumentada, gracias a la ciruga y a la silicona.
83 F. GIL TOVAR, Del arte llamado ertico (v.bibl.), p.27: ...pero a menudo tales, contrastes, excesos y
abundancias son las que explican el atractivo carnal o sex appeal, que no ha de relacionarse necesariamente
con la belleza.
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aspectos, exceso y fealdad -sta, claro est, no como un fin de la pornografa sino
como una consecuencia, en muchas ocasiones, de su despreocupacin por
cualquier inters esttico-, recordamos la estampa de Prapo, un ni/lo feo con
enormes rganos genitales, cuyo aspecto obsceno fue un castigo de la diosa
Hera contra la promiscuidad de Afrodita por mantener relaciones con Dionisos,
fruto de las cuales naci aqul84.
El recurso, el primer plano o el gran primer plano, sirve para reforzar (y
documentar, no lo olvidemos) el exceso anatmico correspondiente. La pornografa
en sto, como en otras cosas, s resulta adjetiva: a pesar de su voluntad de
realismo, de quererse documental, acenta de todas las maneras posibles
determinados aspectos, constituyendo una estrategia del exceso85.
Volviendo a la consideracin que hacamos sobre el primer plano, la
consecuencia inmediata que advertimos de su uso generalizado, -aunque
realmente resulta un paralogismo plantearlo de este modo ya que no es
consecuencia del primer plano, que es puramente instrumental, sino de la
literalidad propia de la pornografa- es que la imagen pomo nos ofrece un cuerpo
absolutamente fragmentado~ Hemos ido dejando claro que a la pornografa slo le
interesa el sexo de los cuerpos; para poderse centrar en l, sta efecta una
seleccin muy precisa de las zonas que entran en contacto cuando hay actividad
sexual. Acota rigurosamente sus puntos de vista. El resultado es un conjunto de
planos sucesivos que nos muestran fundamentalmente los detalles de lo que
sucede ante el objetivo de la cmara; las visiones de conjunto son escasas. El
procedimiento es, como se ha dicho ya, con respecto de la escena real que est
84 Robert GRAVES, Los mitos griegos, Madrid, Alianza, 1.986, vol. 1, p.8l.
85 DAVIS, en op.cit. p.253, dice lo siguiente: la distribucin a gran escala de pelculas pornogrficas, sin
,
embargo, promueve en definitiva entre el pblico el gusto por los genitales ms grandes. Desde que por
primera vez en la historia millones de personas estn viendo relaciones realistas enfre penes y vaginas
enormes, uno se pregunta si quedarn satisfechos ms. adelante con rganos de tamaYo normal. En el
sentido de lo que hemos calificada como esfrategia del exceso, una sentencia del Tribunal Supremo, con fecha
del dia 29 de noviembre de 1.982, afirma que la pornografla constituye ...la exaltacin de uno y otro
sexo... S Cdigo Penal, Pamplona, Aranzadi, 1.983, p.896.
103
teniendo lugar entre los actores, metonmico: vemos los cuerpos mediante. sus
entendemos por una escena bien iluminada, el objeto de su inters debe queda
E El Informe Longford, al caractetiar la pomogaf~ comparaba la parcelacin que ,ta ejerce sobre IE
magen del cuerpo humano con la percepcin esquizofrnica: los individuos esquizordes tienden (...f
despersonalizar los objetos sexuales mediante la separacin de objetos parciales (el pecho, el pene) de 1
xrsonas. La Pornografa El Informe Longford (v.bibl.), p. 181. De la misma opinin es Je&s REQUEN 4
opcit. , p.37, al definir la experiencia pomo&fca como carente de kualquier referencia reordenadora?
I
que conocemos como un buen encuadre, por ejemplo, sino porque su resultado
entendidas por el espectador como el todo que conforma una accin nica. Pero la
imagen del cuerpo al contacto con la pornografa queda definida por fragmentosg7 ;
87 como se&& RomAn GIJBERN, en La imagen pornogrfca.. (v.bibl.), p.15: esfa parcelacrn, que ha
llegado a ser cannica en elgnero... !
88 BRUCKNER@INKEL~~, op.cit. , p.69
105
Los artculos sexuales, toda esa gran variedad de penes, vaginas, torsos,
etc., artificiales que podemos encontar hoy en da en cualquier sex-shop, resultan
una curiosa concrecin objetual de la instrumentalizacin que la pornografa ejerce
con respecto del cuerpo. A la utilidad visual de las imgenes concretas les
corresponde la utilidad material de esos artefactos. Pero por partes, siempre por
partes. Se ofrecen, por ejemplo, vaginas de ltex que tienen estas caractersticas:
con tacto de came y con una perfeccin exquisita en la
1
106
El primer plano del sexo va ms lejos de la pum metonimia visual
(pars pn, tofo) legando a la absfraccin:...Disociado, aislado
(autonomizado -sic-) del cuerpo mediante el primer plano,
circunscrito a su materialidad genital (objetivada) el sexo puede
entonces circular libremente...91.
91 COMPANY, EI dispositivo pornogrfico... (v.bibl.), p. 14. La parte del texto que no va en letra cursiva es
cita que el autor transcribe de Yam Lardeau, Le sexefmid (Du pomo et nu &?lk), Cahiers du Cinnm II
289, p.51.
ABRIR La imagen pornogrfica y la imagen artstica