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Juris Prude Nci A

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L a jurisprudencia en Mxico, su evolucin e importancia

Adalid Ambriz Landa*

SUMARIO: I. Introduccin. II. Concepto de jurisprudencia. III. An-


tecedentes histricos relevantes. IV. Caractersticas y principios de
la jurisprudencia. V. Integracin de la jurisprudencia. VI. Jurispru-
dencia internacional. VII. Conclusiones. Referencias.

I. INTRODUCCIN

Es de explorada doctrina, que la jurisprudencia es una fuente de Dere-


cho, cuando se entiende en un sentido estricto, es decir, como criterios
obligatorios emanados de ciertas autoridades, a los cuales la ley les confie-
re esa caracterstica.1 En efecto, es de importancia relevante el estudio de
esta fuente, empero ciertos estudiosos y doctrinarios del Derecho han
desdeado durante mucho tiempo la enseanza-aprendizaje de la juris-
prudencia; es comn escuchar, en las escuelas de Derecho, que la jurispru-
dencia es tan slo un criterio emanado de cinco ejecutorias en un sentido
y que es obligatorio, con lo cual dan por terminada la exposicin del
tema, sin hacer mayor pronunciamiento sobre los rganos que la crean,
los conflictos suscitados en su elaboracin y, sobre todo, en su aplicacin.

*
Magistrado del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo
Circuito.
1
Cfr. Garca Mynez, Eduardo, Introduccin al estudio del Derecho, 44 ed.,
Mxico, Porra, 1992, p. 68.
11
REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL
12 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

Lo anterior es expresado de una manera bastante ilustrativa por Acosta


Romero,2 al referir que la jurisprudencia ha sido ignorada prcticamente
por la doctrina y pocas universidades la imparten como materia obligato-
ria, y luego cuestiona: Cmo y dnde aprender sobre ella entonces?
Pues bien, este breve trabajo no pretende innovar, menos an con-
cluir ni tratar de manera exhaustiva este tema; sin embargo, la docencia
y la labor en la judicatura me permiten abordarlo de una forma prcti-
ca-doctrinal.

II. CONCEPTO DE JURISPRUDENCIA

El Derecho, como rama del conocimiento cientfico, necesariamente evo-


luciona y se transforma; por lo tanto, las instituciones que emanan de l y
lo conforman, al vincularse indefectiblemente con la realidad social, cam-
bian de manera conjunta con sta. Como ya se dijo, el presente artculo
pretende analizar un tema de Derecho, que se encuentra ntimamente
vinculado con la vida en sociedad, como lo es la jurisprudencia. En efecto,
dicho concepto, como actualmente lo conocemos en el derecho positivo
mexicano, no tuvo su origen en los trminos que ahora lo comprendemos,
pues incluso la jurisprudencia fue considerada en s como sinnimo de
Derecho.
De acuerdo con Jorge Adame,3 la palabra jurisprudencia se deriva de
las races latinas ius y prudentia, que significan derecho y sabidura; esto
est vinculado con el concepto clsico de jurisprudencia, que eman di-
rectamente del derecho romano y que le es atribuido a Justiniano:
Jurisprudentia est divinarum atque humanarum rerum notitia, justi atque
injusti scientia; lo que, de acuerdo con Elas Azar,4 significa que la juris-
prudencia es el conocimiento de las cosas divinas y humanas y la ciencia

2
Cfr. Acosta Romero, Miguel y Prez Fonseca, Alfonso, Derecho jurisprudencial
mexicano, 3 ed., Mxico, Porra, 2002, pp. IX-X.
3
Diccionario jurdico mexicano, tomo I-O, Mxico, UNAM, Porra, 2001, pp.
1890-1891.
4
Elas Azar, Edgar, Frases y expresiones latinas, Mxico, Porra, 2000, p. 174.
ADALID AMBRIZ LANDA 13

de lo justo y de lo injusto. Dicha acepcin es ms coincidente con lo que


podemos entender actualmente por Derecho y sus fines, pero ya no es til
para conceptuar la jurisprudencia actual.
Juan Carlos Smith sostiene que la concepcin clsica es la semilla de
un trmino que evolucion hasta llegar a tres acepciones5 actuales que la
doctrina conoce como:
a) Clsica: que como ya vimos, es usada para denominar en modo
muy amplio y general a la ciencia del Derecho. (Segn Jorge Adame,6
todava a principios de este siglo, exista la denominacin de facultades o
escuelas de Jurisprudencia, como la Escuela Nacional de Jurisprudencia
que funcion en Mxico hasta 1910).
b) Derecho judicial y jurisprudencial administrativo: que lo constitu-
ye el conjunto de pronunciamientos de carcter jurisdiccional, dictados
por rganos judiciales y administrativos, que comprende los fallos y sen-
tencias emanados de dichos rganos, en cuanto ellos involucren resolucio-
nes finales. (En Mxico, se conocen como los criterios que sostienen
determinados rganos jurisdiccionales, los cuales, sin ser constitutivos de
tesis aisladas o jurisprudenciales, s influyen en las decisiones de otros
rganos, principalmente de los que son revisores, e incluso acontece en la
prctica la unificacin de criterios que toman determinados rganos del
mismo circuito y materia, para amalgamar decisiones respecto de temas
en comn).
c) Conjunto de sentencias que, al ser dictadas uniformemente en un
slo sentido, por disposicin de la ley son obligatorias para resolver de la
misma manera casos anlogos.
Conviene, adems, precisar que ciertos doctrinarios modernos, como
Zagrebelsky,7 han pretendido ampliar la idea de jurisprudencia y con-
frontarla con la de ciencia jurdica, al opinar que se debe dejar de considerar
al Derecho como ciencia, para estimarlo como juris prudentia, que consti-
tuye un sistema dado y completo, derivado de un nico fundamento

5
Cfr. Smith, Juan Carlos, Enciclopedia Jurdica Omeba, tomo XVII Jact-Lega,
Buenos Aires, Driskill, 1996, p. 621.
6
Ob. cit., p. 1819.
7
Cfr. Zagrebelsky, Gustavo, El derecho dctil. Ley, derechos, justicia, 3. ed.,
Madrid, Trotta, 1999, pp. 122 y 123.
14 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

(formado con los principios legales y constitucionales propuestos por el


legislador) y capaz de desarrollarse deductivamente atendiendo al princi-
pio de no contradiccin (ello muy de acuerdo con las bases del iusnatura-
lismo racional).
Tambin Carlos de Silva8 propone un concepto de jurisprudencia
consistente en: ...criterio contenido en las decisiones jurisdiccionales que
adquiere la calidad de norma jurdica general; lo anterior coincide en
trminos generales con el aceptado por el derecho positivo mexicano.
Asimismo, algunos tribunales colegiados de circuito han establecido,
a travs de tesis, el concepto de jurisprudencia, entendiendo por sta las
facultades integradoras de la autoridad de amparo, que va ms all de la
norma, es decir, que complementa o integra las situaciones que no previ
el legislador; ello se destaca principalmente del criterio de la Octava po-
ca, emitido por el Segundo Tribunal Colegiado del Decimosexto Circui-
to, visible en el Semanario Judicial de la Federacin, tomo VII, enero de
1991, pgina 296, cuyo rubro es: JURISPRUDENCIA, CONCEPTO DE.
Adems se puede citar la tesis IX.1o.71 K de la Novena poca, emi-
tida por el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, visible en el
Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, tomo XVIII, octubre de
2003, pgina 1039, cuyo ttulo es: JURISPRUDENCIA. CONCEPTO, CLA-
SES Y FINES. Esta tesis define a la jurisprudencia como la interpretacin
de la ley, de observancia obligatoria, que emana de las ejecutorias que
pronuncia la Suprema Corte de Justicia de la Nacin funcionando en
pleno o en salas, y por los tribunales colegiados de circuito; e incluso, hace
una clasificacin doctrinal respecto del lugar que ocupa la jurisprudencia
en la imparticin de la justicia. Al respecto, conviene destacar una frase
que se emplea en ese criterio y que es: la jurisprudencia ser vlida mien-
tras est vigente la norma que interpreta; sin embargo, su generalidad y
contundencia provoca su parcial aceptacin. Aunque la regla general pue-
de estimarse en ese sentido, en la prctica acontece, sobre todo con motivo
de una reforma legal, que ciertas jurisprudencias continan vigentes, aun

8
Silva, Carlos de, La jurisprudencia, interpretacin y creacin del derecho en
Interpretacin jurdica y decisin judicial, 1 ed., Rodolfo Vzquez, compilador,
Mxico, Distribuciones Fontamara, 1998, p. 137. Coleccin Doctrina Jurdica Con-
tempornea, 4.
ADALID AMBRIZ LANDA 15

en el supuesto de que la ley que interpretaron y les dio vida haya sido
derogada.
Para ejemplificar lo anterior, tenemos las reformas constitucionales y
legales de mayo de 1999 que, en materia penal, retomaron el concepto de
cuerpo del delito. Recordemos que hasta antes de la reforma constitucio-
nal de septiembre de 1993, para el dictado del auto de plazo constitu-
cional se exigan, entre otros requisitos, el acreditamiento del cuerpo del
delito y de la probable responsabilidad del indiciado, interpretando la
Suprema Corte de Justicia de la Nacin que el cuerpo del delito se cons-
titua por los elementos materiales o externos de la figura tpica, es decir,
slo los elementos objetivos del tipo (concepto diferente al actual, vase
artculo 168 del Cdigo Federal de Procedimientos Penales). A travs de
la reforma de 1993 a los artculos 16 y 19 constitucionales, se sustituy el
concepto cuerpo del delito por el de tipo penal, es decir, se cambi de
un concepto con una connotacin reducida por otro de contenido distinto
y ms extenso que el sustituido. En consecuencia, resultaba ms garantista
para el inculpado; si a una persona le hubiere sido dictado un auto de
formal prisin bajo esa reforma legal, incuestionablemente le correspon-
da ser dictada su sentencia en esos trminos legales, pues a pesar de que la
regla general establece que las cuestiones adjetivas no son derechos adquiri-
dos, lo cierto es que, en tratndose de materia penal, la aplicacin de la ley
est supeditada a llevarse a cabo siempre que sea la ms favorable para el
inculpado. En el caso, la reforma de 1999 elimin el concepto de tipo
penal y lo sustituy por el de cuerpo del delito, pero al ser el primero ms
garantista, es obvio que en sentencia se analizara a ese tenor, aplicando la
jurisprudencia emanada de ese concepto, aun en el caso de que ya estuviere
derogada la ley.
Una situacin similar aconteci con las reformas civiles y mercantiles
de mayo de 1996, cuando el legislador dispuso que las reformas seran
aplicables nicamente para crditos contratados dentro de su vigencia, y
por ende se estuvo aplicando (an a la fecha), en ciertos casos, jurispru-
dencia emanada de artculos que fueron derogados, pero que resultaban
eficaces para resolver situaciones jurdicas concretas.
Por lo tanto, es inapropiado decir terminantemente que la jurispru-
dencia ser vlida mientras est vigente la norma que interpreta: como
16 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

se demostr, puede suceder que en la prctica se aplique determinada


jurisprudencia en ciertos y especficos casos, aun cuando la ley no est
vigente.
Finalmente, no se soslaya una caracterstica intrnseca y evidente de la
jurisprudencia, que est ntimamente relacionada con su concepto, como
lo es la interpretacin. Existen estudiosos del derecho que consideran a la
jurisprudencia simplemente como la interpretacin de la ley y, en efecto,
el tpico anterior se encuentra vinculado de manera indisoluble con la ju-
risprudencia; ello lo evidencia el concepto que brinda la Real Academia de
la Lengua Espaola, en relacin con el verbo interpretar: Explicar o decla-
rar el sentido de una cosa y principalmente el de los textos faltos de clari-
dad. Con respecto a lo anterior, tenemos que, en materia jurdica, la
doctrina incuestionablemente ha tratado ese tema; por ejemplo, Carnelutti9
incluso lleg a afirmar que la simple lectura de la ley, su inteleccin mis-
ma, su comprensin, es ya un acto de interpretacin.
En nuestro sistema jurdico, la interpretacin de la ley tiene su fun-
damento constitucional en los artculos 14, 72, inciso f ), 94 y 107, frac-
cin IX, de la Ley Fundamental. Como dato curioso,10 vale la pena comentar
que el prrafo final del numeral 14 no apareca en la Constitucin de
1857; incluso antes de 1870 los jueces en Mxico no tenan facultad
de interpretar la ley, sino solamente de aplicarla, pues fue hasta esa fecha
que se propuso un precepto para el Cdigo Civil, en cuyo texto se recoge
el actual artculo 14 Constitucional.
Ahora bien, slo se menciona al respecto que, en opinin del ministro
Ortiz Mayagoitia,11 existen las siguientes clases de interpretacin:

9
Citado por el Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, en Interpretacin de
la ley y las contradicciones de tesis, Conferencias Magistrales, Poder Judicial de la
Federacin e Instituto Federal de Defensora Pblica, Mxico, Consejo de la Judicatu-
ra Federal, septiembre 2002, p 182.
10
Cfr, ibdem, p. 193.
11
Cfr, ibdem, pp. 189-192.
ADALID AMBRIZ LANDA 17

a) Autntica: artculo 72, inciso f ), consti-


tucional. (Formacin de la ley).
b) Judicial (jurisprudencia): artculo 94
Interpretacin constitucional.
c) Judicial (competencia): artculo 107, frac-
cin IX, constitucional.
d) In genere de los jueces: artculo 14 consti-
tucional.

III. ANTECEDENTES HISTRICOS RELEVANTES

La necesidad de publicidad de las resoluciones de los tribunales federales


provoc que, por decreto del 8 de diciembre de 1870,12 Benito Jurez,
presidente de la Repblica, estableciera un peridico con el nombre de
Semanario Judicial de la Federacin, en el que se publicaran todas las sen-
tencias definitivas pronunciadas por los tribunales federales, desde el res-
tablecimiento del orden legal de 1867 y las que pronunciaran en lo sucesivo.
Las pocas de la publicacin de la jurisprudencia ya fueron resumidas por
la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, y pueden consultarse en libros
editados por ese rgano jurisdiccional, con el ttulo de Las pocas del Sema-
nario Judicial de la Federacin, o en cualquiera de los discos pticos (IUS).
Al respecto, conviene precisar nicamente que las pocas del Semanario
Judicial de la Federacin pueden dividirse en dos grandes periodos consti-
tucionales: antes y despus de 1917; dicha divisin obedece a que un gran
nmero de tesis de jurisprudencia que fueron publicadas en las pocas
Primera a la Cuarta, antes de 1917, hoy son inaplicables (no vigentes), y
por ello se agrupan dentro de lo que se ha dado en llamar jurisprudencia
histrica. Las pocas Quinta a la Novena, de 1917 a la fecha, comprenden

12
Vase Noticia Histrica de la Publicacin y Difusin de la Jurisprudencia.
Contenida en el Disco ptico IUS 2003, Disco 1, 9 poca, Apndice 1917-
2000, Poder Judicial de la Federacin, Suprema Corte de Justicia de la Nacin,
Mxico, 2004, actualizado a diciembre de 2003.
18 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

lo que se considera el catlogo de la jurisprudencia aplicable o vigente,


en virtud de la promulgacin de la Constitucin de 1917, que sustituy
a la de 1857.
Transcurriendo la Tercera poca del Semanario Judicial de la Federa-
cin, de acuerdo con Hctor Fix-Zamudio y Hctor Fix-Fierro,13 el
establecimiento de la jurisprudencia obligatoria se debe inicialmente al
pensamiento del ilustre jurista mexicano Ignacio Luis Vallarta, quien
propuso en su proyecto de Ley de Amparo, esencialmente aprobado en
1882, que el criterio expresado por la Suprema Corte de Justicia de la
Nacin en cinco resoluciones pronunciadas en el mismo sentido, tuviese
carcter imperativo para los tribunales federales, y as se consagr expre-
samente en el Cdigo Federal de Procedimientos Civiles hasta 1908.
Empero, de acuerdo con Lucio Cabrera,14 la creacin de la jurispruden-
cia (como institucin propia de las sentencias federales de amparo) no se
debe a la influencia del sistema legal norteamericano, sino que fue, so-
bre todo, resultado de las condiciones propias de nuestro medio, en
el cual dichas resoluciones gozaban de mucho ms prestigio e influen-
cia que las emitidas por los tribunales comunes. Adems, se necesitaba
que en todos los rincones del pas hubiera mayor certidumbre y seguri-
dad jurdica, en cuanto a las decisiones dictadas por los tribunales fede-
rales, y que mediante la ley se confirmara lo que la costumbre y las
mismas actuaciones judiciales ya venan haciendo (esto en relacin con
la publicacin de las sentencias en el Semanario Judicial de la Federacin);
se necesitaba dar mayor firmeza a los fallos, obligando a los propios
tribunales a sostener sus criterios, a pesar de los constantes cambios de
opinin ocasionados por la intensa movilidad de los ministros de la Cor-
te durante el porfiriato.
Segn Fix-Zamudio y Fix-Fierro,15 el primitivo texto del artculo 107
de la Constitucin Federal no regulaba la jurisprudencia, pero s lo hicieron

13
Fix-Zamudio, Hctor y Fix-Fierro, Hctor, Constitucin Poltica de los Esta-
dos Unidos Mexicanos, comentada y concordada por el Instituto de Investigaciones
Jurdicas de la UNAM, tomo IV, 17 ed., Mxico, Porra, p. 8.
14
Cfr. Cabrera Acevedo, Lucio, El Constituyente de 1917 y el Poder Judicial de
la Federacin:. una visin del siglo XX, 1. ed., Mxico, Suprema Corte de Justicia de
la Nacin, 2002, pp. 23-243.
15
Ob. cit., pp. 8-9.
ADALID AMBRIZ LANDA 19

las leyes de amparo de 1919 y 1935; sin embargo, durante la vigencia de


la referida Quinta poca, se reform el texto constitucional y se consign
esta figura, pero slo respecto al juicio de amparo, y por ello fue regla-
mentada por los artculos 192 y siguientes de la Ley de Amparo.
Es importante dejar en claro que las interrupciones que se han dado
en la publicacin del Semanario Judicial de la Federacin esencialmente
responden a situaciones econmicas, blicas, materiales, sociales y polti-
cas; por el contrario, los cambios de las pocas del Semanario Judicial de la
Federacin, primordialmente son provocados por reformas constituciona-
les o legales, que resultan de tal importancia que el sistema jurdico mexi-
cano requiere sealar, a travs de un nombre diferente (en el caso, nmero
ordinal) a una poca distinta, a la jurisprudencia que hubiere emanado en
determinado estadio y tiempo jurdicos; ello se vislumbra perfectamente
en el acuerdo del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, de
marzo de 1995, que dio por terminada la Octava y estableci el inicio de la
Novena poca.
Conviene destacar que, conjuntamente con el Semanario Judicial de la
Federacin, existen otros documentos denominados publicaciones com-
plementarias, que tambin dan a conocer un caudal de informacin so-
bre tesis de jurisprudencia y de precedentes sustentados por la Suprema
Corte de Justicia y por los tribunales colegiados de circuito. Dichas pu-
blicaciones son los apndices, los informes, los suplementos, el boletn,
los precedentes, los ndices y el disco compacto ptico.
Vale la pena mencionar, a manera de dato relevante, que la difusin
de los criterios del Poder Judicial de la Federacin contina siendo, en la
actualidad, un factor importante en la imparticin de la justicia federal.
Para evidenciar esto, es pertinente destacar la existencia del Acuerdo Ge-
neral 69/2004, emitido por el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal,
publicado en el Diario Oficial de la Federacin el 19 de noviembre de 2004,
que implementa y organiza la recopilacin y sistematizacin de los crite-
rios novedosos o relevantes, que generan los tribunales unitarios de circui-
to y juzgados de distrito, con el objeto de que se divulguen a la comunidad
jurdica nacional. Se debe precisar que esos criterios desde luego no se
pueden considerar propiamente como tesis y menos una forma de jurispru-
dencia, pues no se trata de rganos que legalmente estn facultados para
emitirla, adems de que dichos criterios carecen de obligatoriedad. Empero,
20 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

se evidencia la preocupacin de la justicia federal por dar a conocer ciertas


opiniones jurdicas, cuya relevancia radica en el hecho de que fue as como
se origin la actual jurisprudencia mexicana, y que a la postre dicha reco-
pilacin no sabemos, por ahora, como pudiere evolucionar.

IV. CARACTERSTICAS Y PRINCIPIOS DE LA JURISPRUDENCIA

Del anlisis, estudio e interpretacin del marco normativo que rige en este
momento (2005), legal y doctrinalmente se pueden establecer los siguientes
atributos de la jurisprudencia mexicana:

1. Supremaca orgnica

Este principio se deriva inicialmente del artculo 94 constitucional, que


en su octavo prrafo dispone expresamente lo siguiente:

La ley fijar los trminos en que sea obligatoria la jurisprudencia que


establezcan los tribunales del Poder Judicial de la Federacin, sobre in-
terpretacin de la Constitucin, leyes y reglamentos federales o locales y
tratados internacionales celebrados por el Estado Mexicano, as como
los requisitos para su interrupcin y modificacin []

De lo anterior, tenemos, como primer elemento, la superioridad de la


jurisprudencia establecida por los tribunales del Poder Judicial de la Fede-
racin, respecto de otras autoridades; sobre el tema, el propio ordenamien-
to constitucional establece en su artculo 99 con mayor precisin, al
disponer en su quinto y sexto prrafos:

Cuando una Sala del Tribunal Electoral sustente una tesis sobre la
inconstitucionalidad de algn acto o resolucin o sobre la interpretacin
de un precepto de esta Constitucin, y dicha tesis pueda ser contradicto-
ria con una sostenida por las Salas o el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia, cualquiera de los Ministros, las Salas o las partes, podrn de-
nunciar la contradiccin, en los trminos que seale la ley, para que el
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin decida en definitiva
cul tesis debe prevalecer. Las resoluciones que se dicten en este supuesto
ADALID AMBRIZ LANDA 21

no afectarn los asuntos ya resueltos. [] La organizacin del Tribunal,


la competencia de las Salas, los procedimientos para la resolucin de los
asuntos de su competencia, as como los mecanismos para fijar crite-
rios de jurisprudencia obligatorios en la materia, sern los que determi-
nen esta Constitucin y las leyes []

En ese tenor, la Carta Magna dispone expresamente que tratndose


de materia electoral, en el caso de una contradiccin de tesis entre la Sala
Superior del Tribunal Electoral y las salas o el Pleno de la Suprema Corte
de Justicia, ser este ltimo el organismo que decida en definitiva cul
tesis debe prevalecer.
En la misma tesitura, el artculo 11 de la Ley Orgnica del Poder
Judicial de la Federacin, en su fraccin VI, dispone entre otras, como
facultades del Pleno:

VI. Remitir para su resolucin a los tribunales colegiados de circuito,


con fundamento en los acuerdos generales que dicte, aquellos asuntos de
su competencia en que hubiere establecido jurisprudencia. Si un tribunal
colegiado estima que el asunto remitido debe ser resuelto por la Supre-
ma Corte de Justicia funcionando en Pleno, lo har del conocimiento de
este ltimo para que determine lo que corresponda; []

De lo transcrito, se desprende que cuando un tpico jurdico ha sido


motivo de pronunciamiento de ese rgano mximo en criterios jurispru-
denciales, a travs de acuerdos generales puede remitir asuntos a los tribuna-
les colegiados de circuito para que resuelvan con apego a dichos criterios
(vase acuerdo 4/2001, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nacin, publicado en el Diario Oficial de la Federacin el 24 de mayo de
2001).
De igual forma, el prrafo primero de los artculos 192 y 193 de la
Ley de Amparo establecen lo siguiente:

Artculo 192. La jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de


Justicia, funcionando en Pleno o en Salas, es obligatoria para stas en
tratndose de la que decrete el Pleno, y adems para los Tribunales Uni-
tarios y Colegiados de Circuito, los juzgados de Distrito, los tribunales
22 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

militares y judiciales del orden comn de los Estados y del Distrito Fede-
ral, y tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales [...]

Artculo 193. La jurisprudencia que establezca cada uno de los tribuna-


les colegiados de circuito es obligatoria para los tribunales unitarios, los
juzgados de distrito, los tribunales militares y judiciales del fuero comn
de los Estados y del Distrito Federal, y los tribunales administrativos y
del trabajo, locales o federales [...]

De los transcritos numerales, tenemos a simple vista que se establece


un orden en cuanto hace a la obligatoriedad de la jurisprudencia en rela-
cin con la competencia del rgano que la crea; es decir, de manera des-
cendente, tenemos la jurisprudencia del Pleno, la de las salas de la Suprema
Corte de Justicia de la Nacin y la de los colegiados de circuito; sin em-
bargo, la cuestin de la prioridad derivada de la competencia del rgano
emisor de la jurisprudencia no es una situacin simple, dado que, en el
artculo 192 de la Ley de Amparo, se establece la obligatoriedad de la
jurisprudencia creada por la Suprema Corte de Justicia funcionando en
Pleno, pero nicamente para las salas que la integran, los tribunales uni-
tarios y colegiados de circuito, los juzgados de distrito, los tribunales mi-
litares y judiciales del orden comn de los Estados y del Distrito Federal,
y los tribunales administrativos y del trabajo locales o federales; empero,
no existe sealamiento expreso respecto a la obligatoriedad de esa juris-
prudencia (de Pleno) para el propio rgano mximo. Para una mejor com-
prensin del tpico, conviene precisar que el artculo 195 de la iniciativa
de la Ley de Amparo de 1936, presentada ante la Cmara de Diputados
y que fue discutida en sesin de 27 de diciembre de 1935,16 textualmen-
te deca:

Artculo 195. La Suprema Corte respetar sus propias ejecutorias. Po-


dr, sin embargo, contrariar la jurisprudencia establecida siempre que
exprese las razones que tuviere para variarla, las cuales debern referirse

16
Diario de los Debates de la Cmara de Diputados, citado en Historia del amparo
en Mxico, tomo VI, primera parte, Mxico, Suprema Corte de Justicia de la Nacin,
2000, p. 74.
ADALID AMBRIZ LANDA 23

a las que se tuvieron presentes para establecer la jurisprudencia que se


contrara []

Es preciso destacar que el artculo referido fue aprobado en dichos


trminos y form parte del texto original de la Ley de Amparo de 1936.
De igual forma, en 1951, la reforma a la Ley de Amparo publicada el 19
de febrero de ese ao estableci en el artculo 193 lo siguiente:

Artculo 193. La jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de


Justicia funcionando en Pleno sobre interpretacin de la Constitucin y
leyes federales o tratados celebrados con las potencias extranjeras, es obli-
gatoria tanto para ella como para las salas que la componen, los tribunales
colegiados de circuito, tribunales unitarios de circuito, jueces de distrito,
tribunales de los Estados, Distrito y Territorios Federales y Juntas de Con-
ciliacin y Arbitraje []

Ello, hasta 1987, pues, con motivo de la Reforma Constitucional, se


propuso la modificacin de los artculos 192 a 197 y la adicin de los
numerales 197-A y 197-B de la Ley de Amparo. As, la exposicin de
motivos de la citada reforma, en lo conducente, dice:17

Por la reforma constitucional multimencionada, la jurisprudencia de la


Suprema Corte adquiere una especial relevancia por tratarse de materias
que implican control de la constitucionalidad, y se incrementa la impor-
tancia de la jurisprudencia de los Tribunales Colegiados de Circuito, por-
que sern ellos los que la establezcan en todas las cuestiones de legalidad.
Pero adems se requera un sistema que permita la difusin y conocimien-
to de la jurisprudencia, tanto por todos los rganos que pueden establecer-
la, como por los rganos que deben acatarla y el pblico en general.
El artculo 192 se refiere a la jurisprudencia que establezca la Supre-
ma Corte de Justicia, funcionando en pleno o en salas, y se conservan las
disposiciones de la ley vigente, pero se elimina el prrafo final que se
refera a las ejecutorias sobre constitucionalidad o inconstitucionalidad

17
Ibdem, segunda parte, p. 1042.
24 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

de leyes de los Estados, la cual poda formarse por sentencias de una o


varias salas y en la nueva estructura es competencia exclusiva del Pleno
de la Suprema Corte de Justicia []

De lo anterior podemos colegir que, si bien la reforma de 1988 a


la Ley de Amparo elimin el contenido original del artculo 195 de
ese texto legal, que dispona expresamente que la Suprema Corte de-
ba respetar sus propias ejecutorias, lo cierto es tambin que, de una
interpretacin armnica de los artculos precisados y de las atribucio-
nes concedidas al Pleno de la Suprema Corte de Justicia, se puede
concluir que la jurisprudencia establecida por este rgano colegiado es
indudablemente obligatoria incluso para l mismo, aunque, se insiste,
la ley expresamente no lo dispone as. En efecto, el artculo 194 de la
Ley Reglamentaria de los Artculos 103 y 107 de la Constitucin Pol-
tica de los Estados Unidos Mexicanos establece literalmente que la ju-
risprudencia se interrumpe, dejando de tener carcter obligatorio,
siempre que se pronuncie ejecutoria en contrario por ocho ministros,
en tratndose de la establecida por el referido Pleno; debe aclararse
que en la ejecutoria respectiva debern expresarse las razones en que
se apoye la interrupcin, las cuales debern hacer referencia expresa
a las que se tuvieron en consideracin para establecer la jurispruden-
cia relativa, apuntndose que se debern observar las mismas reglas
establecidas de nueva cuenta para su formacin; sin soslayar que,
interrumpida que sea la jurisprudencia por una ejecutoria en contra-
rio (en los trminos precisados), deja de ser obligatoria, pero ello no
impide que se siga el criterio de aqulla ni tampoco obliga a que se
aplique el de la ejecutoria aislada, pues, de una interpretacin arm-
nica de los artculos 192, 193 y 194 de la Ley de Amparo, se des-
prende que entonces habra libertad para aplicar el criterio jurdico
que se estime adecuado.
A ese respecto, se cita la tesis 2a. CVI/2000, de la Novena poca,
emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Na-
cin, visible en el Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, tomo
XII, agosto de 2000, pgina 365, que se intitula: JURISPRUDENCIA. SI
ES INTERRUMPIDA POR UNA EJECUTORIA EN CONTRARIO DEJA DE SER
OBLIGATORIA, PERO ELLO NO IMPIDE QUE SE SIGA EL CRITERIO DE
ADALID AMBRIZ LANDA 25

AQULLA NI TAMPOCO OBLIGA A QUE SE APLIQUE EL DE LA EJECUTORIA


AISLADA.
Por otro lado, cabe destacar que es posible opinar, desde un punto de
vista doctrinario, que aun en tratndose del Pleno funcionando como tal
y de las salas de la Suprema Corte de Justicia, en caso de que se pretenda
interrumpir la jurisprudencia, debern formular el proyecto bajo los li-
neamientos establecidos por la Ley de Amparo; es decir, expresando las
razones en que se apoye la interrupcin, como lo prev ese numeral; de lo
contrario, esto es, si no se expresan las razones para abandonar el criterio,
la jurisprudencia previamente establecida contina siendo obligatoria en
sus trminos, aun en el caso de que se emitiera un fallo contrariando su
criterio, pero sin estimaciones relativas a la interrupcin; en ese supuesto,
estaramos nicamente ante una sentencia contraria que en nada afecta a
la vigencia de la jurisprudencia legalmente establecida y que, antes bien,
por adolecer de la formalidad exigida, bien podra dar motivo a una res-
ponsabilidad administrativa.
En lo concerniente a la jurisprudencia que en trminos del artculo
193 de la Ley de Amparo sea integrada por los tribunales colegiados de
circuito, rigen las mismas reglas que para la emitida por el Pleno, preci-
sadas en prrafos precedentes (aun cuando fue eliminado el texto rela-
tivo a la obligatoriedad de la jurisprudencia emitida por los tribunales
colegiados de circuito para ellos mismos, que fue una reforma publicada
el 30 de abril de 1968), con la salvedad de que la interrupcin se har a
travs de una ejecutoria razonada y votada por unanimidad por los inte-
grantes del tribunal colegiado de circuito. En ese contexto, se reitera:
dictar una resolucin contraria a la jurisprudencia establecida por el pro-
pio rgano, sin referirse a las consideraciones expresadas en la jurispru-
dencia dictada con anterioridad, es decir, sin razonar el abandono del
criterio, es cuestionable si se provoca responsabilidad administrativa de
los magistrados que desatendieron un criterio legal y previamente estable-
cido como obligatorio, cuando es creado por ellos mismos, es decir, con
igual integracin.
No obstante lo anterior y establecido que la jurisprudencia del Pleno
de la Corte es obligatoria para las salas, los tribunales colegiados y unita-
rios de circuito, etc., es menester resaltar que las salas de la Suprema Corte
de Justicia, los ministros que las integren y los tribunales colegiados de
26 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

circuito, as como los magistrados que los integran, de conformidad con el


artculo 197, cuarto prrafo, de la Ley de Amparo, pueden solicitarle al Pleno
que modifique la jurisprudencia que tuviese establecida, expresando las
razones que justifiquen la modificacin; ello deja en evidencia que la
jurisprudencia, como un sistema de interpretacin de la ley sistematizado
jerrquicamente por virtud del rgano que la emite, busca, a travs de los
preceptos legales que contemplan dicha figura, ordenar por grado de im-
portancia los criterios emitidos como jurisprudencia.
En esa tesitura, se puede afirmar que la jurisprudencia emitida por
el Pleno es obligatoria incluso para l y para los tribunales previamente
mencionados. Sigue en grado de importancia la emitida por las Salas, y
finalmente la de los tribunales colegiados de circuito; precisando que
de acuerdo con los artculos transitorios 9 y 6 de las reformas a la Ley de
Amparo, de fechas 30 de abril de 1968 y 5 de enero de 1988 respecti-
vamente, establecen a favor de los tribunales colegiados la facultad de
interrumpir y modificar la jurisprudencia establecida por el Pleno y las
salas de la Suprema Corte de Justicia, nicamente en lo concerniente a
las materias cuyo conocimiento originario corresponda al Tribunal Su-
premo, pero que por cuestin de delegacin de funciones le es atribui-
ble ahora a los colegiados de circuito, esto es, en tratndose de cuestiones
de legalidad.
Al respecto, puede consultarse la jurisprudencia por contradiccin,
de la Novena poca de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nacin, visible en el Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta,
tomo XII, diciembre de 2000, tesis 1a. XXXIV/2000, pgina 251, que
lleva por rubro: JURISPRUDENCIA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA
DE LA NACIN. LOS TRIBUNALES COLEGIADOS ESTN FACULTADOS PARA
INTERRUMPIR Y MODIFICAR LA ESTABLECIDA CON ANTERIORIDAD AL 15
DE ENERO DE 1988, CUANDO VERSE SOBRE CUESTIONES QUE SEAN DE
SU COMPETENCIA EXCLUSIVA Y CUMPLAN CON LOS REQUISITOS MNIMOS
DE PROCEDENCIA.
Resulta conveniente indicar que en materia electoral, de conformidad
con los artculos 94 y 99 de la Constitucin, y 232 a 237 de la Ley
Orgnica del Poder Judicial de la Federacin, los rganos de creacin de
jurisprudencia son, en grado de importancia, la Sala Superior y las salas
regionales (todas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin),
ADALID AMBRIZ LANDA 27

atribuyendo a la primera de stas la facultad de dirimir la contradiccin


de criterios sostenidos entre dos o ms salas regionales o entre stas y la
propia Sala Superior. Sin embargo, el artculo 234 de la misma ley or-
gnica establece la facultad a favor de la Sala Superior del Tribunal
Electoral para interrumpir la jurisprudencia obligatoria, expresando las
razones en que se fund el cambio de criterio. Finalmente, corroboran-
do el principio de competencia, que reina en la figura de la jurispruden-
cia en el sistema jurdico mexicano, el artculo 235 de la ley orgnica
citada establece la obligatoriedad, para el Tribunal Electoral, de la juris-
prudencia emitida por el Pleno de la Suprema Corte, cuando se refiera a
la interpretacin directa de un precepto de la Constitucin y en los casos
en que resulte exactamente aplicable; es ms, cuando una tesis emitida
por la Sala Superior del Tribunal Electoral pudiera ser contradictoria con
una sostenida por las salas o el Pleno de la Suprema Corte de Justicia, se
podr denunciar su contradiccin de acuerdo con el artculo 236 de la
Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin, y en ese caso, el Pleno
de la Suprema Corte de Justicia determinar en definitiva la tesis que
debe prevalecer.
A ese tenor, con las salvedades y precisiones antes desarrolladas, es
posible asegurar que el mximo intrprete de la ley (incluyendo la Cons-
titucin como Ley Fundamental) es el Poder Judicial de la Federacin.
Por ms que los poderes judiciales locales tengan la facultad de establecer
lo que tambin denominan jurisprudencia o simplemente criterios obli-
gatorios para cada entidad (casos especficos, la jurisprudencia estable-
cida, por ejemplo, por el Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado
de Mxico, segn el artculo 139 de su Ley Orgnica y Criterios Genera-
les emitidos por el Pleno del Tribunal Superior de Justicia, de conformi-
dad con el artculo 32 de su ley estatutaria), atendiendo al principio de
supremaca constitucional, todas las autoridades jurisdiccionales, federa-
les o estatales, se deben someter a la interpretacin del Poder Judicial de la
Federacin, en el orden y con las especificaciones a las que previamente
hemos hecho referencia.
As, en un pas como el nuestro, como Estado Federal o Federacin,
constitucionalmente resulta imposible que los criterios judiciales que emitan
los rganos colegiados estatales estn por encima de las jurisprudencias del
Poder Judicial Federal. La popular aseveracin de que los Estados miembros
28 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

de la Federacin son soberanos, no es ms que el empleo del trmino con


claro desconocimiento de la gnesis del federalismo mexicano.
Ya se hizo hincapi en el hecho de que solamente las autoridades
jurisdiccionales (aun los tribunales administrativos, que no dependen del
Poder Judicial, local ni federal) son las obligadas a aplicar y acatar la juris-
prudencia que segn corresponda (esencialmente la federal); de acuerdo
con jurisprudencia definida, las autoridades administrativas no estn obli-
gadas a aplicar la jurisprudencia, pues para cumplir con su obligacin
constitucional y legal de fundar y motivar sus actos, basta con que citen
especficamente la ley exactamente aplicable al caso, expresen las circuns-
tancias especiales, las razones particulares o causas inmediatas y la adecua-
cin entre los motivos aducidos y las normas aplicables; la jurisprudencia es
la obra de los rganos competentes del Poder Judicial, derivada de la inter-
pretacin de la ley; por lo tanto, la jurisprudencia, segn la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, no es una norma general y slo
se aplica a casos particulares; adems de que, de acuerdo con los artculos
192 y 193 de la Ley de Amparo, la jurisprudencia solamente obliga a
los rganos jurisdiccionales. Rige a lo anterior, la jurisprudencia por
contradiccin, de la Novena poca, Segunda Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nacin, visible en el Semanario Judicial de la Federacin y
su Gaceta, tomo XV, mayo de 2002, tesis 2a./J. 38/2002, pgina 175,
que lleva por ttulo: JURISPRUDENCIA SOBRE INCONSTITUCIONALIDAD
DE LEYES. LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS NO ESTN OBLIGADAS A
APLICARLA AL CUMPLIR CON LA GARANTA DE FUNDAR Y MOTIVAR SUS
ACTOS.
A manera de corolario, es posible afirmar que la caracterstica de supe-
rioridad orgnica que envuelve a la jurisprudencia mexicana, aunque est
implcitamente contenida en los preceptos constitucionales y legales ante-
riormente analizados, reviste una importancia tal que el texto del Proyecto de
la Ley de Amparo Reglamentaria de los Artculos 103 y 107 Constituciona-
les, elaborado por la Suprema Corte de Justicia de la Nacin,18 textualmente

18
Suprema Corte de Justicia de la Nacin, Proyecto de la Ley de Amparo Regla-
mentaria de los Artculos 103 y 107 de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos
Mexicanos, Mxico, SCJN, 2001, pp. 221-222.
ADALID AMBRIZ LANDA 29

evidencia el inters que la comunidad jurdica tiene en precisar dicha


caracterstica; tan es as que en el artculo 215 del referido proyecto, en su
segundo prrafo, se establece a la letra: []La que establezcan los tribu-
nales colegiados de circuito de amparo es obligatoria para los rganos
mencionados en el prrafo anterior, con excepcin de la Suprema Corte
de Justicia de la Nacin. Consecuentemente y derivado de la importan-
cia de esa peculiaridad, se deben considerar las circunstancias expuestas,
antes de aplicar un criterio al juzgar, o bien al citarla como parte en un
juicio. Al respecto, puede consultarse la tesis XXII.1o.27 K de la Novena
poca del Primer Tribunal Colegiado del Vigsimo Segundo Circuito,
contenida en el Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, tomo XIII,
mayo de 2001, pgina 1171, que se intitula: JURISPRUDENCIA DE LAS
SALAS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIN, OBLIGATO-
RIEDAD Y APLICACIN PREFERENTE DE LA.

2. Obligatoriedad

Si bien la obligatoriedad es una de las notas distintivas de la jurispruden-


cia y, sin temor a equivocacin, de las ms estudiadas a profundidad, se
debe puntualizar que sta se encuentra ntimamente ligada a la cua-
lidad de competencia que reina en la jurisprudencia mexicana y, sobre
todo, est determinada por ella; es decir, la obligatoriedad en s es una
cualidad relativa al rgano que est juzgando; en efecto, como ya qued
establecido en teora, el Pleno solamente est obligado a acatar su propia
jurisprudencia hasta que la interrumpa en los trminos del artculo 194
de la Ley de Amparo; en relacin con las Salas, les es efectivamente obli-
gatoria la jurisprudencia del Pleno y la emitida por ellas, en tanto no se
interrumpa; pero en tratndose de tribunales colegiados de circuito, de
primera mano, se puede afirmar doctrinariamente que es obligatoria para
el propio colegiado, pero vale la pena destacar que legalmente no est
establecido que sea obligatoria para otros tribunales colegiados del mismo
o diverso circuito, pues la jurisprudencia que establecen dichos tribunales
en materia de su competencia exclusiva es obligatoria para ellos mismos,
as como para los tribunales unitarios y juzgados de distrito, tribunales
judiciales del fuero comn y tribunales administrativos y del trabajo que
30 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

funcionen dentro de su jurisdiccin territorial, pero no para sus homlogos,


dentro o fuera del circuito, de acuerdo con los artculos 193 y 194 de la
Ley de Amparo, 37 a 39 y 81, fracciones IV y V, de la Ley Orgnica del
Poder Judicial de la Federacin. Dicho criterio se comparte en la tesis que
interpreta el artculo 193 bis de la ley reglamentaria en cita, en su redac-
cin vigente en la poca de la tesis de la Sptima poca, emitida por el
Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito,
contenida en el Semanario Judicial de la Federacin, tomo 163-168, sexta
parte, pgina 91, cuyo epgrafe es: JURISPRUDENCIA DE TRIBUNALES CO-
LEGIADOS DE CIRCUITO. NO OBLIGA A OTROS TRIBUNALES DISTINTOS
DE LOS QUE LA SUSTENTARON.
Como dato curioso, vale la pena comentar que pudiere darse el caso
de que un tribunal estatal o federal distinto a un colegiado de circuito no
acatara una jurisprudencia emitida por un colegiado de su circuito, lo que
resultara contrario al artculo 193 de la Ley de Amparo y pudiere ocasio-
nar, en su caso, una falta de carcter administrativo. Ello no implicara
que la parte afectada, y que en su momento fuere quejosa, necesariamente
tuviere que obtener el amparo y proteccin de la justicia, pues derivado de
que la jurisprudencia de un tribunal colegiado no obliga a otro, pudiere
darse el caso de que a un colegiado distinto al que emiti la jurisprudencia
le correspondiera conocer del asunto, e incluso podra suceder que difirie-
ra de la interpretacin contenida en la jurisprudencia de su homlogo. En
ese caso, el tribunal colegiado slo tendra que expresar las razones por las
que considera que no debe acogerse a tal criterio, de acuerdo con el artcu-
lo 196, fraccin III, de la Ley de Amparo, y entonces, aun cuando la
autoridad pudiere ser responsable administrativamente por no respetar
una jurisprudencia que le obliga en trminos de ley, la parte afectada no
obtendra necesariamente el cambio del fallo que le afectara. En lo con-
ducente, resulta conveniente destacar la tesis de la Novena poca, del
Segundo Tribunal Colegiado del Dcimo Cuarto Circuito, contenida
en el Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, tomo XII, octubre
de 2000, tesis XIV.2o.38 K, pgina 1305, que se denomina: JURIS-
PRUDENCIA DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. SU INOBSER-
VANCIA POR LAS AUTORIDADES QUE TIENEN OBLIGACIN DE ACATARLA
CONFORME AL ARTCULO 193 DE LA LEY DE AMPARO, NO CONDUCE
ADALID AMBRIZ LANDA 31

NECESARIAMENTE AL OTORGAMIENTO DE LA PROTECCIN CONSTITU-


CIONAL SOLICITADA.
La aplicacin de la jurisprudencia emitida por los tribunales colegia-
dos se complica an ms, pues como ya se dijo aqu, despus de atribuirle
facultades de emitir jurisprudencia a dichos rganos, a raz de la reforma
publicada en el Diario Oficial de la Federacin el 30 de abril de 1968, en la
que el artculo 193 Bis de la Ley de Amparo estableca textualmente en
su primer prrafo:

Artculo 193 Bis. La jurisprudencia que establezcan los tribunales cole-


giados de circuito en materia de su competencia exclusiva es obligatoria
para los mismos tribunales, as como para los juzgados de distrito, tribu-
nales judiciales del fuero comn, tribunales administrativos y del trabajo
que funcionen dentro de su jurisdiccin territorial[]

A travs de la decimosptima reforma a la Ley de Amparo, con ini-


ciativa discutida en sesin de 13 de noviembre de 1987, se propuso la
derogacin de ese precepto y se incluyeron las reglas de la jurispruden-
cia emitida por los tribunales colegiados de circuito en el artculo 193
de la ley en comento; sin embargo, la exposicin de motivos19 de la inicia-
tiva correspondiente, al pronunciarse al respecto, solamente refiri: En el
artculo 193 se regula la jurisprudencia de los tribunales colegiados de
circuito, precisndose que cada tribunal colegiado puede establecer su
propia jurisprudencia[], pero no expres nada con relacin a la obliga-
toriedad para ellos mismos, ni tom en cuenta la territorialidad conforme
a los circuitos. El referido numeral qued en su primer prrafo as:

Artculo 193. La jurisprudencia que establezca cada uno de los tribuna-


les colegiados de circuito es obligatoria para los tribunales unitarios, los
juzgados de distrito, los tribunales militares y judiciales del fuero comn
de los Estados y del Distrito Federal, y los tribunales administrativos
y del trabajo, locales o federales.

19
Historia del amparo en Mxico, tomo VI, Segunda Parte, p. 1043.
32 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

En la discusin suscitada en las cmaras (Senadores y Diputados), en


ningn momento opinaron o cuestionaron sobre el tpico (jurisprudencia
obligatoria por circuito); as, aprobada la iniciativa y publicada la reforma
el 5 de enero de 1988, sin una aparente razn legislativa que proporcio-
ne elementos para determinar el porqu de esa supresin del texto de la
obligatoriedad para el propio colegiado emisor, as como por territoriali-
dad, finalmente se eliminaron esas disposiciones en lo particular. Al res-
pecto, Hctor Zertuche20 manifiesta:

nos pareca ms acertado por lo que respecta a la tcnica legislativa


el texto primitivo del artculo 193 de esta ley, antes de la reforma que
entr en vigor el 15 de enero de 1988, ya que aunque ste era
substancialmente el mismo, aquel dispona en forma expresa al final
del prrafo primero que esta jurisprudencia era obligatoria para los
rganos jurisprudenciales enunciados que funcionen dentro de su
jurisdiccin territorial. El texto vigente menciona que la jurispruden-
cia que establezca cada uno de los Tribunales Colegiados ser obli-
gatoria para los tribunales indicados, por ello creemos que sigue
operando el espritu de la redaccin anterior, pues por virtud del con-
cepto de autoridad competente estos tribunales no se encuentran
facultados para establecer jurisprudencia en una circunscripcin terri-
torial que nos (sic) les pertenece []

A ese respecto, se comparte el criterio expuesto por dicho autor, aten-


diendo a la literalidad del precepto invocado, con relacin a lo que dispo-
nen los numerales 37, 38, 39 y 81, fraccin IV, de la Ley Orgnica del
Poder Judicial de la Federacin, pues de una interpretacin sistemtica y
armnica, tenemos que los tribunales colegiados de circuito se encuentran
limitados en su actuar (como todo rgano jurisdiccional) por su compe-
tencia territorial, por lo que no pueden resolver asuntos que no corres-
pondan a ese tipo de competencia. Menos an sus criterios pueden ser
considerados obligatorios fuera de su circuito, a pesar de haber sido elimi-

20
Zertuche Garca, Hctor Gerardo, La jurisprudencia en el sistema jurdico
mexicano, Mxico, Porra, 1990, p. 91.
ADALID AMBRIZ LANDA 33

nada, de los numerales correspondientes, la leyenda dentro de su juris-


diccin territorial aun por el propio legislador (por razones que ignora-
mos). Sea incorrecto o no, a simple vista puede parecer que la ley ampli
indirectamente la facultad de los tribunales colegiados para establecer una
jurisprudencia que, a semejanza de la que emita la Suprema Corte, pueda
regir en todo el territorio nacional con independencia del circuito donde
se aplique; sin embargo, baste decir que esa inteligencia no sera afortuna-
da por resultar prcticamente imposible, ya no se diga compartirla o acep-
tarla, sino simplemente que fuese conocida en todo el pas. Con
independencia de ello, conviene destacar que aun en el caso de que un
tribunal colegiado del mismo o diverso circuito no est obligado a acatar
esa jurisprudencia, podr interrumpirla en los trminos que para tal efec-
to se establecen en el citado artculo 194 de la Ley de Amparo. Adems,
no se soslaya la existencia de un criterio, emitido por el entonces Tribunal
Colegiado del Noveno Circuito, de la Sptima poca, contenido en el
Semanario Judicial de la Federacin, tomo 205-216, Sexta Parte, pgina
285, que a la letra lleva por nombre: JURISPRUDENCIA DE LOS TRIBUNA-
LES COLEGIADOS DE CIRCUITO. OBLIGATORIEDAD PARA TODOS LOS TRI-
BUNALES QUE SE ENCUENTRAN DENTRO DEL MISMO CIRCUITO. Este
criterio puede orientar (por ser tesis aislada) y corroborar el sentir del
autor en comento; empero, se debe precisar que dicha tesis eman del Amparo
en revisin 55/86, de 22 de mayo de 1986; es decir, de dos aos antes de
la reforma de 1988, por lo que ya no es vigente; tan slo constituye un
criterio basado en un artculo que, textualmente, estableca la obligatorie-
dad de la jurisprudencia emitida por los tribunales colegiados de circuito,
en relacin con la compe-tencia territorial; pero que s pudiere aplicarse,
bajo los parmetros de interpretacin legal antes expresados, pues la ten-
dencia actual es que la jurisprudencia establecida por un tribunal cole-
giado, obligatoria para ste, lo sea tambin para los tribunales de su circuito,
a excepcin de sus anlogos, hasta en tanto se interrumpa a travs de una
ejecutoria en trminos del artculo 194 de la Ley de Amparo; ilustra lo
anterior la tesis X.2o.2 K, de la Novena poca, emitida por el Segundo
Tribunal Colegiado del Dcimo Circuito, contenida en el Semanario
Judicial de la Federacin y su Gaceta, tomo II, octubre de 1995, pgina
568, que a la letra dice: JURISPRUDENCIA, OBLIGACIN DE APLICAR
LA ACTUAL.
34 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

Por otro lado, autoridades jurisdiccionales como los tribunales unitarios


de circuito, los juzgados de distrito, los tribunales militares y judiciales del
fuero comn de los Estados y del Distrito Federal y los tribunales admi-
nistrativos y del trabajo, locales o federales, se enfrentan en la prctica a
un aparente problema cuando dos o ms tribunales colegiados de su mis-
mo circuito sustentan tesis contradictorias, sin que la Suprema Corte de
Justicia de la Nacin haya decidido an cul debe prevalecer. Dado que
no pueden respetar todos los criterios a la vez, al aplicar uno necesaria-
mente se dejarn de observar los otros. Para llenar la laguna que existe a
ese respecto, en su caso, se debe tener en cuenta el principio jurdico
general relativo a que nadie est obligado a lo imposible: la norma legal en
comento tendr que respetarse nicamente en la medida de lo posible, y
esto slo se logra mediante la observancia de una jurisprudencia y la in-
observancia de la o de las otras. Esta necesidad de optar por un solo
criterio jurisprudencial, ms la falta de elementos lgicos o jurdicos
para construir un lineamiento objetivo que regule u oriente la eleccin,
pone de manifiesto que la autoridad correspondiente goza de arbitrio
judicial para elegir. Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis de la Octava
poca, emitida por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito, visible en el Apndice 2000 del Semanario Judicial de la
Federacin, tomo VI, Comn, P.R. TCC, tesis 210, cuyo rubro es: JU-
RISPRUDENCIA DE LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. SU APLI-
CACIN CUANDO EXISTEN TESIS CONTRADICTORIAS.
Otro aspecto importante de la obligatoriedad de la jurisprudencia
es el relativo a si las autoridades administrativas distintas a los tribunales
administrativos, efectivamente deberan estar obligadas a acatarla. Al
respecto, un tribunal colegiado de circuito estim que, si bien los art-
culos 192 y 193 de la Ley de Amparo (que determinan la obligatorie-
dad de la jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia,
funcionando en pleno o en salas, y cada uno de los tribunales colegiados
de circuito) se refieren de manera genrica a rganos jurisdiccionales sin
hacer mencin a las autoridades administrativas, stas tambin quedan
obligadas a observarla y aplicarla. Lo anterior se deduce del enlace ar-
mnico con que se debe entender el texto del artculo 16, primer prra-
fo, de la Constitucin Federal y el sptimo prrafo del artculo 94 de la
misma Codificacin Suprema: por un lado, la jurisprudencia no es otra
ADALID AMBRIZ LANDA 35

cosa sino la interpretacin reiterada y obligatoria de la ley; se trata de la


norma misma definida en sus alcances a travs de un procedimiento que
desentraa su razn y finalidad; y por el otro, de conformidad con el
principio de legalidad que consagra la primera de las disposiciones consti-
tucionales citadas, las autoridades estn obligadas a fundar y motivar en
mandamiento escrito todo acto de molestia; o sea, debern expresar con
precisin el precepto legal aplicable al caso, as como las circunstancias
especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido
en consideracin para la emisin. Por tanto, conjugando ambos enuncia-
dos, era obvio que para cumplir cabalmente con esta obligacin constitu-
cional, toda autoridad debera no solamente aplicar la ley al caso concreto,
sino hacerlo del modo en que sta ha sido interpretada con fuerza obliga-
toria por los rganos constitucional y legalmente facultados para ello.
Empero, existe una tesis aislada de reciente publicacin (febrero del 2004),
que estima lo contrario, bajo el argumento de que como la jurisprudencia
no es ley, sino obra de los rganos jurisdiccionales, entonces la autoridad
administrativa no se encuentra obligada a acatarla. En cambio, en el pro-
yecto de la Ley de Amparo de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin,
en su artculo 215, con gran acierto se propone que toda autoridad admi-
nistrativa est obligada a observar la jurisprudencia emitida por la Suprema
Corte de Justicia de la Nacin, funcionando en pleno y en salas, e incluso la
de los tribunales colegiados de circuito, pues en un Estado de Derecho,
todo acto de autoridad, de la naturaleza jurdica que sea, debe estar
fundado y motivado para cumplir con la garanta de legalidad, que a su
vez da certeza jurdica y seguridad al gobernado, tal como lo ordenan
los artculos 14 y 16 de la Constitucin Federal. Cabe mencionar que el
apoyo y acatamiento de los criterios jurdicos, surgidos de la jurispru-
dencia, enfatizan sobremanera la seguridad jurdica referida, pues aque-
llos se derivan de un examen previo respecto de un asunto resuelto. En
efecto, el citado artculo 215 del referido proyecto sugiere la siguiente
redaccin:

Artculo 215. La jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de


Justicia de la Nacin, funcionando en Pleno o en Salas, es obligatoria
para stas tratndose de la que decrete el Pleno, y adems para los tribu-
nales colegiados de circuito, los juzgados de distrito, tribunales militares
36 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

y judiciales del orden comn de los Estados y del Distrito Federal, y


tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales as como para
toda autoridad administrativa. [] La jurisprudencia que establezcan
los tribunales colegiados de circuito de amparo es obligatoria para los
rganos mencionados en el prrafo anterior, con excepcin de la Supre-
ma Corte de Justicia de la Nacin []

Existe otro rgano administrativo cuya propia naturaleza hace cues-


tionable para algunos su obligacin de acatar la jurisprudencia: precisa-
mente, el Consejo de la Judicatura Federal. En efecto, debemos recordar
que ste tiene su fundamento en el artculo 100 constitucional y 68 de la
Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin, de donde se desprende
que es un rgano del Poder Judicial de la Federacin con independencia
tcnica, de gestin y para emitir sus resoluciones, a cuyo cargo est la ad-
ministracin, vigilancia, disciplina y la carrera judicial del Poder Judicial de
la Federacin (excepcin hecha de la Suprema Corte de Justicia de la Na-
cin y el Tribunal Electoral). Ahora bien, la problemtica en doctrina res-
pecto de este rgano proviene del hecho de que, al igual que las autoridades
administrativas, no se encuentra contemplado en los artculos de la Ley de
Amparo como autoridad que le sea obligatoria la jurisprudencia; sin em-
bargo, ste es un caso distinto, ya que sigue procedimientos en forma de
juicio en lo general, y esa sola circunstancia provoca que, en tratndose
de criterios relativos a temas procesales que fueran aplicables al caso
concreto, dicho rgano tuviere que aplicar y someterse a la jurisprudencia
emitida en trminos de ley. En lo referente a ese tpico, Acosta Romero21
expuso lo siguiente:

el Consejo de la Judicatura Federal, creado en la reformas de 1994,


tiene, entre otras facultades, la relativa a la disciplina de los rganos y
miembros del Poder Judicial de la Federacin, salvo los de la Suprema
Corte de Justicia.
Por estas razones, tiene competencia para llevar a cabo ciertos pro-
cedimientos que se siguen en forma de juicio, ya para remover, sancio-
nar, destituir, etc. a los funcionarios judiciales.

21
Ob. cit., pp. 63 y 64.
ADALID AMBRIZ LANDA 37

Desde este punto de vista, sus resoluciones tienen efectos de ver-


daderas sentencias, que adems, en la mayora de los casos son
inapelables En casa del herrero azadn de palo lo que constitu-
ye por una parte, una clara transgresin a los principios consagrados en
la Constitucin para todos los habitantes del pas, como lo es la garan-
ta de audiencia, el derecho a que las sentencias sean revisadas de acuerdo
al principio de legalidad o a que las garantas individuales se tutelen
por la va de amparo; pues la Ley Suprema no establece distinciones de
ninguna clase, normalmente ni siquiera con respecto a extranjeros, pero
se pretende que s haga con respecto a sus propios magistrados y jue-
ces, quienes, irnicamente, tutelan las garantas del pueblo, pero se
ven desprotegidos en las suyas frente a cualquier sentencia de este tipo
cuando resulte negligente o infamante, posibilidad que cabe muy bien
dentro de los parmetros naturales de la falibilidad humana y de la
realidad.
As las cosas, dicho Consejo, aun teniendo que aplicar preceptos
de naturaleza netamente procesal, que pueden producir actos de molestia
e incluso violacin de garantas, se rige al parecer por normas ajenas a
las de este pas, o al menos al margen de aquellas que la Constitucin
seala, pues adems de no verse sujeto a los lineamientos genricos de la
Constitucin, entre otras cosas, permanece injustificadamente fuera del
radio obligatorio de la jurisprudencia, pues no se ve obligado a acatarla
toda vez que el artculo 192 de la Ley de Amparo no lo menciona, lo que
representa sin duda una violacin al estado de derecho que impera en
Mxico; sin tomar en cuenta que constituye una instancia en la que se
aplican leyes privativas que no se ajustan a las reglas generales y garan-
tas que la Constitucin establece erga omnes.
Luego, el aludido Consejo, al menos en lo referente a nuestro tema,
debe acatar tambin la jurisprudencia; si no la de los Tribunales Cole-
giados, lo cual es obvio por su situacin jerrquicamente dependien-
te de dicho Consejo, o tal vez tampoco la de las Salas, pero s la del
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin; pues al tener ste
autoridad suficiente para fijar la inteligencia de la Ley de Leyes, la tiene
tambin para fijar la de cualquier otra, incluyendo las que el mencionado
Consejo observa y aplica. Por tanto, debe agregarse al artculo 192 de la
Ley de Amparo la mencin expresa al respecto.
38 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

De lo transcrito conviene precisar que, como ya hemos comentado, un


rgano de la misma jerarqua que otro que tambin emita jurisprudencia no
se encuentra obligado a observar el criterio que el diverso, en igual plano,
emita (sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin frente a la otra sala;
tribunal colegiado frente a otro colegiado); sin embargo, en el caso del Con-
sejo, no estamos ante un rgano que establezca o bien modifique jurispru-
dencia, sino ante uno encargado de cuestiones administrativas, cuyas
resoluciones son materialmente jurisdiccionales. Precisamente esa facultad
de sancin respecto de magistrados, jueces y dems servidores pblicos del
Poder Judicial de la Federacin, no la hace un rgano del que jerrquicamente
dependan los colegiados en la actividad meramente jurisdiccional, porque
aqul tan slo es un rgano de control administrativo; por lo tanto, no
obstante que dicho Consejo de la Judicatura pertenece orgnicamente al
Poder Judicial Federal, no estamos ante la presencia de un rgano formal-
mente jurisdiccional que pudiera oponerse o modificar, bajo ninguna cir-
cunstancia, la jurisprudencia establecida por rgano competente.
En ese tenor, no se comparte el criterio de que el Consejo sea un
rgano en lo jurisdiccional jerrquicamente superior a los tribunales cole-
giados, menos an frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nacin
(actuando en pleno o en salas); tambin podemos decir que, en el caso
de que resultara aplicable una determinada jurisprudencia en un asunto de
la competencia del Consejo, este rgano que materialmente hablando es
administrativo, o para algunos de hecho un tribunal, indefectiblemente
tendra que aplicar la jurisprudencia obligatoria, ya existente, del Pleno
de la Suprema Corte de Justicia e incluso de las salas; o en determinadas
circunstancias, de tribunales colegiados, puesto que no bastara, para que
se excusara de ello, el hecho de que no est contemplado expresamente en
los artculos 192 y 193 de la Ley de Amparo; baste decir que, si bien a las
autoridades administrativas la jurisprudencia no les resulta obligatoria de
manera directa, ello se debe en gran medida a su calidad distinta a la
de tribunales; por ende, si el Consejo de la Judicatura Federal, a pesar de
ser un rgano administrativo del Poder Judicial, materialmente y bajo
determinadas circunstancias emite acuerdos o resoluciones que pudieran
desde luego afectar la esfera jurdica de personas, sin lugar a dudas debe
ajustar su actuacin a la jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nacin, de las Salas y en determinados casos de los tribunales
ADALID AMBRIZ LANDA 39

colegiados. De ah que no estara de ms una reforma legal, especficamente


en los numerales 192 y 193 de la Ley de Amparo, con el fin de que expre-
samente se contemple esa disposicin; lo anterior, no obstante que de hecho
el Consejo de la Judicatura Federal ya estableci un catlogo de jurispru-
dencias y criterios de la Suprema Corte, as como de colegiados, que ha
adoptado como obligatorios; esto es, slo sera revestir de la formalidad
legal tal imperativo. Vale la pena precisar que las consideraciones hechas no
rigen para los Consejos de la Judicatura de los Estados, pues ellos s son
autoridades responsables para los efectos del amparo y, por ende, sus resolu-
ciones son combatibles bajo las reglas y precisiones, como cualquier autori-
dad. Resulta oportuno destacar que la obligatoriedad de la jurisprudencia
para el Consejo de la Judicatura Federal no est contemplada expresa y
particularmente en el citado proyecto de la Ley de Amparo.
Finalmente, la legislacin federal ha sido muy prudente al otorgar
facultades para emitir jurisprudencia; por eso ha establecido nicamente
ciertos rganos que la pueden elaborar (Pleno y salas de la Suprema Corte
de Justicia de la Nacin y tribunales colegiados de circuito) y en concor-
dancia con el pacto federal, las entidades federativas someten sus llamadas
jurisprudencias locales a la federal; incluso, hasta para poder decidir sobre
la aplicabilidad de dichos criterios (federales), el legislador local restringe
a las autoridades que puedan pronunciarse al respecto. Para evidenciar lo
anterior, conviene resaltar el contenido del artculo 95 del Cdigo Finan-
ciero del Distrito Federal, que en su segundo prrafo establece a la letra lo
siguiente: Las autoridades fiscales no estarn obligadas a contestar
consultas cuando hayan sido consentidas las situaciones sobre las que ver-
sen; se refieran a la interpretacin directa del texto constitucional, o a la
aplicacin de criterios del Poder Judicial Federal o jurisprudencia. Dicha
disposicin pudiere estimarse doctrinalmente contraria al texto constitu-
cional, expresamente como violatoria del artculo 8, que establece, a favor
del gobernado, el derecho de peticin. Sin embargo, una vez que se han
formulado todas las reflexiones que preceden, se puede deducir que la
intencin del legislador local fue la de limitar ese derecho de peticin,
a efecto de no ser contradictorio con el sistema jurdico; si como bien se vio,
las autoridades fiscales (que evidentemente forman parte de las administra-
tivas), conforme a la actual regulacin en la Ley de Amparo, no se en-
cuentran obligadas a acatar la jurisprudencia obligatoria, tambin lo es
40 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

que de ningn modo se les puede obligar a pronunciarse en relacin con


la aplicacin o no de sta; por lo tanto, es correcto que las autoridades
administrativas, en sus mbitos federal y local, no cuenten con obligacin
de responder consulta alguna, en relacin con la aplicacin o no de juris-
prudencia emitida por los rganos competentes federales. Incluso se debe-
ra prohibir a dichas autoridades emitir opinin al respecto, pero con ese
tipo de disposiciones es suficiente para evitar contradicciones en la aplica-
cin de jurisprudencias. No se omite resaltar que existen tribunales no per-
tenecientes al Poder Judicial de la Federacin que emiten tesis (como el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, el Tribunal de lo Con-
tencioso Administrativo del Distrito Federal, los tribunales agrarios y los de
algunos Estados), pero se aclara que estos criterios siempre estarn sujetos a
la jurisprudencia del Poder Judicial de la Federacin.

3. Seguridad jurdica

Efectivamente, en trminos generales, la jurisprudencia ha sido limitada a


la emisin de criterios; pero desde un punto de vista dogmtico, derivado
de la interpretacin de la Constitucin y de las leyes que la contemplan y
regulan, se puede asegurar que dicha figura, teleolgicamente hablando,
tiene, como propsito ms elevado, el de proveer seguridad jurdica a todo
individuo en el pas, llmese gobernado, quejoso, etctera; esto, a travs
de los criterios jurisprudenciales obligatorios para los tribunales. Lo ante-
rior queda evidente a travs de las siguientes caractersticas: actualidad,
directiva, unidad y publicidad.
Por actualidad entendemos que la jurisprudencia busca interpretar el
texto legal en el momento histrico en que se vive precisamente al mo-
mento de su emisin y con base en disposiciones legales recientes, que
evidentemente sean vigentes y aplicables; as, por ejemplo, el artculo 99
constitucional a la letra dice:

Cuando una Sala del Tribunal Electoral sustente una tesis sobre la
inconstitucionalidad de algn acto o resolucin o sobre la interpretacin
de un precepto de esta Constitucin, y dicha tesis pueda ser contradictoria
con una sostenida por las Salas o el Pleno de la Suprema Corte de Justi-
cia, cualquiera de los Ministros, las Salas o las partes, podrn denunciar
ADALID AMBRIZ LANDA 41

la contradiccin, en los trminos que seale la ley, para que el Pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nacin decida en definitiva cual tesis
debe prevalecer. Las resoluciones que se dicten en este supuesto no afec-
tarn los asuntos ya resueltos []

La parte transcrita deja en evidencia que el constituyente ha tenido la


intencin de que aun la interpretacin que ya se tuviera definida por las salas
o el Pleno de la Suprema Corte pueda verse contradicha por un rgano
ms reciente; es decir, actual. En el caso referido, estamos ante la presen-
cia de un tribunal electoral, que evidentemente constituye un rgano ju-
risdiccional, que data de 1996. Tenemos otro ejemplo en los artculos
transitorios 9 de la reforma del 30 de abril de 1968, y 6 de las reformas
del 5 de enero de 1988, ambas a la Ley de Amparo, que ya han sido
expuestas, pero que tambin muestran el inters del creador de la ley por
mantener vigentes y actualizados los criterios jurisprudenciales, a travs
del rgano encargado y con atribuciones nuevas; es decir, es doctrina ex-
plorada que la competencia original para la elaboracin de jurispruden-
cia corresponda inicialmente a la Suprema Corte, pero por voluntad del
legislador, y ello derivado de las necesidades en la imparticin de justicia,
tenemos que la jurisprudencia necesariamente tendr que modificarse o
mantenerse vigente, pero ello, una vez resuelta la contradiccin de tesis
correspondiente, para redundar finalmente en la decisin que satisfaga
ms a las necesidades actuales.
La jurisprudencia es directiva, entendiendo por esto que seala el
rumbo por el cual el sistema jurdico mexicano, a travs de los tribunales
de amparo, trata de resolver de determinada manera. Un ejemplo mate-
rial fue la determinacin de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, al
resolver el asunto comnmente conocido como del anatocismo, pues a
pesar de que algunos doctrinarios opinaron y cuestionaron la jurispru-
dencia sostenida, para otros, ese criterio pudo constituir una resolucin
que evit un desajuste en el orden econmico financiero, especialmente
en el mbito bancario; esto, analizado desde esa perspectiva, bien puede
ser un acierto en la toma de decisiones judiciales que influyeron directa-
mente en la economa nacional
La jurisprudencia es directiva incluso para los propios rganos
facultados para integrarla; por ejemplo, en el artculo 2 transitorio de las
42 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

reformas a la Constitucin, de fecha 25 de octubre de 1967, en las que se


previ la integracin de la extinta Sala Auxiliar, se dispuso que los asuntos
que se turnaran a dicha sala seran nicamente respecto de los que existie-
ra jurisprudencia sobre esa materia. En efecto, este numeral prev la posi-
bilidad de remitir asuntos respecto de los cuales existiere interpretacin;
en el mismo sentido est el artculo 22 de la Ley Orgnica del Poder
Judicial de la Federacin, que dio origen al Acuerdo 4/2001, emitido por
el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, donde se dispone
para su resolucin, el envo a los tribunales colegiados de circuito de asun-
tos con proyecto en los que existiera jurisprudencia.
Adems, la jurisprudencia y la importancia de los criterios emanados
de ella constituyen tambin una interesante forma de guiar planes y pro-
gramas de estudio, sobre todo para las personas integrantes del Poder
Judicial de la Federacin y quienes aspiren a ingresar a ste; as se des-
prende de la fraccin III del artculo 95 de su Ley Orgnica; resulta de tal
importancia que incluso organismos distintos al Poder Judicial de la Fe-
deracin se interesan en el conocimiento de ella: el artculo 5 del Cdigo
de tica Profesional para los agentes del Ministerio Pblico de la Federa-
cin, de la Polica Judicial, dispone expresamente que los agentes del
Ministerio Pblico Federal debern capacitarse y actualizarse continua-
mente en diversos temas; entre ellos, jurisprudencia.
Por unidad debemos entender la bsqueda constante de la misma
solucin para casos idnticos o semejantes, y as lograr que la parte, en un
juicio, conozca con mayor certeza la sentencia que se dictar para resolver
determinada controversia; para tal efecto, el legislador ha implementado
diversos mtodos para tratar de unificar los criterios jurisprudenciales; un
ejemplo de ello se desprende del artculo 107, fraccin XIII, de la Cons-
titucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, que prev la posibili-
dad de que las partes que intervinieron en los juicios de donde emanaron
las tesis puedan denunciar, ante la Suprema Corte de Justicia de la Na-
cin, la contradiccin de tesis entre dos o ms colegiados de circuito y
entre las propias salas, a fin de que el Pleno o la sala respectiva decidan
cul debe prevalecer. Al respecto, debe decirse que la importancia de la
unidad en los criterios jurisprudenciales es tal que el propio numeral fa-
culta a los ministros de la Corte, al procurador general de la Repblica y
a los propios tribunales para hacer esa denuncia. Ello muestra la insisten-
ADALID AMBRIZ LANDA 43

cia en la continua bsqueda de unificar criterios; es ms, la intencin es


retomada por el artculo 192 de la Ley de Amparo, al establecer la posibi-
lidad de la existencia de contradicciones entre tesis de salas y de tribunales
colegiados de circuito. Empero, la caracterstica de unidad est supedita-
da al principio de cosa juzgada e inafectabilidad de situaciones jurdicas
respecto de las cuales exista determinacin; esto, porque los artculos 107,
fraccin XIII, constitucional; 197, prrafo segundo, de la Ley de Ampa-
ro, y 237 de la Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin estable-
cen que las resoluciones resultantes de las denuncias de contradiccin de
tesis no afectarn la situaciones jurdicas concretas derivadas de los asuntos
en los cuales se hubiesen emitido las sentencias que sustentaron las tesis
contradictorias.
De todo lo anterior, se desprende el diverso atributo de publicidad que
envuelve a la jurisprudencia mexicana. Dada la importancia y trascenden-
cia de los criterios derivados de la jurisprudencia, es evidente que no sola-
mente los rganos de imparticin de justicia y las partes estn interesadas
en conocer los criterios novedosos que pudieren afectar las relaciones jur-
dico-procesales en que intervengan, sino tambin el propio legislador quien,
percatado de ello, ha establecido en el artculo 195 de la Ley de Amparo
la obligacin a cargo del Pleno, las Salas o el tribunal colegiado respectivo,
de remitir las tesis jurisprudenciales al Semanario Judicial de la Federacin,
para su publicacin inmediata, as como a los rganos que no hubiesen
intervenido en su integracin y que tambin cuenten con facultades para
emitirla; incluso, se le ordena conservar un archivo para consulta pblica
que contenga todas las tesis jurisprudenciales y las que hubiesen recibido
de los dems. Asimismo, de acuerdo con los artculos 178 y 179 de la Ley
Orgnica del Poder Judicial de la Federacin, la Suprema Corte de Justi-
cia de la Nacin tiene la obligacin de cuidar que se realicen, con oportu-
nidad, todas y cada una de las tareas necesarias para la adecuada distribucin
y difusin de las tesis y jurisprudencias emitidas por los rganos compe-
tentes del Poder Judicial de la Federacin.

V. INTEGRACIN DE LA JURISPRUDENCIA

Ahora, abundaremos en el tema de la formacin de la jurisprudencia; al


respecto, conviene esquematizar convencionalmente los tipos de ella:
44 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

a) Reiteracin. Artculo 192 de la Ley de Am-


paro.

b) Contradiccin. Artculo 192 de la Ley de
Amparo.

c) Modificacin, que puede tener distintos al-
cances, como lo es la Interrupcin o Susti-
tucin. Artculos 194 y 197 de la Ley de

Amparo.
Jurisprudencia por: d) Accin de inconstitucional y controversias
constitucionales. Artculo 177 de la Ley
Orgnica del Poder Judicial de la Federa-

cin y los artculos 43 y 73 de la Ley Re-
glamentaria de las Fracciones I y II del
Artculo 105 Constitucional.

e) Acuerdo Internacional. Artculo 133 Cons-
titucional

El artculo 192 de la Ley de Amparo, en su segundo, tercero y ltimo


prrafos, establece actualmente, como manera de formar jurisprudencia,
la reiteracin (el ms antiguo sistema de integracin de jurisprudencia),
que se lleva a cabo a travs de cinco sentencias ejecutorias ininterrumpidas
por otra en contrario, que hayan sido aprobadas por lo menos por ocho
ministros si se tratara de jurisprudencia del Pleno, por cuatro ministros en
los casos de jurisprudencia de las Salas y por unanimidad en tratndose de
la emanada de tribunales colegiados de circuito (vg. la jurisprudencia que
lleva por ttulo SUPLENCIA DE LA QUEJA, AUN CUANDO EL DEFENSOR
DEL ACUSADO NO HAGA VALER EN LOS AGRAVIOS ANTE LA ALZADA LA
REVISIN DE LA SENTENCIA EN SU INTEGRIDAD, STA DEBER HACER-
LO EN (LEGISLACIN DEL ESTADO DE CHIAPAS), que emiti el Primer
Tribunal Colegiado del Vigsimo Circuito, que eman de los amparos
directos 46/95, 295/96, 224/96, 521/96, 574/96). Al respecto, la Su-
prema Corte de Justicia de la Nacin22 consider:

22
La jurisprudencia. Su integracin, Mxico, Suprema Corte de Justicia de la
Nacin, 2004, p. 28.
ADALID AMBRIZ LANDA 45

la reiteracin para conformar jurisprudencia no debe provenir exclu-


sivamente de ejecutorias, es decir, de sentencias que deciden el fondo de
una controversia de manera definitiva e inimpugnable. En 1987, la en-
tonces Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia estim que, de
aplicarse literalmente el artculo 192 de la Ley de Amparo, se concluira
que la resolucin de conflictos de competencia en juicios ordinarios no
generara jurisprudencia, pues las resoluciones respectivas no se pronun-
cian dentro del juicio de amparo, amn de que no son ejecutorias en
estricto sentido.

Lo anterior, conviene precisar, encuentra su fundamento legal (aun-


que la Corte no lo apunt as) en el artculo 177 de la Ley Orgnica del
Poder Judicial de la Federacin, que contempla la posibilidad de integrar
jurisprudencia con resoluciones de asuntos distintos del juicio de amparo.
Asimismo, vale la pena destacar que, no obstante la reforma de 1994 por
la que la integracin y competencia de la Corte vari, sta puede elaborar
jurisprudencia con asuntos fallados durante su integracin anterior y pos-
terior, siempre y cuando se cumpla con los requisitos que cada orden legal
necesita. Al respecto, conviene aadir que el proyecto de la Ley de Am-
paro, en su numeral 220, pretende modificar el sistema de la formacin
de jurisprudencia por reiteracin; esto es, que, en lugar de cinco criterios,
slo sean tres, pero con la caracterstica de que sean aprobados en dife-
rentes sesiones; ello, para las emanadas de la Corte y de los tribunales
colegiados, con la salvedad que, en tratndose de constitucionalidad de
leyes o de interpretacin, se requerir adems del voto aprobatorio de por
lo menos ocho ministros. En relacin con el hecho de que los criterios
emanen de diferentes sesiones, la propuesta se estima afortunada, dado
que en la prctica acontece que en una sola se resuelven, de manera con-
junta y en determinado sentido, cinco asuntos, que pueden llegar a inte-
grar jurisprudencia sin que se brinde la oportunidad de producirse un
debate distinto que provocare, en su caso, variar o cambiar esa decisin.
Por tanto, de modificarse la ley para incluir la circunstancia de debate, se
puede estimar que resultaran criterios ms slidos, pues derivaran de una
mejor reflexin.
Tambin se contempla la jurisprudencia emanada de resoluciones de
contradiccin de tesis, o mejor dicho, de criterios, que como ya vimos,
46 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

pueden suscitarse entre el Pleno y la Sala Superior del Poder Judicial del
Tribunal Electoral de la Federacin, el Pleno y tribunales colegiados de
circuito, cuando verse sobre cuestiones de legalidad, sala frente a otra sala,
sala y tribunal colegiado de circuito y colegiado frente a colegiado (vg. la
jurisprudencia denominada REGISTRO DE SINDICATOS FEDERALES. CON-
TRA SU NEGATIVA PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO SIN QUE
DEBA AGOTARSE, PREVIAMENTE, EL RECURSO DE REVISIN PREVISTO
EN EL ARTCULO 83 DE LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO ADMI-
NISTRATIVO, EN VIRTUD DE QUE ES UN ACTO PREPONDERANTEMENTE
LABORAL que surgi con motivo de la contradiccin de tesis 80/2004-SS,
entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Noveno, Dcimo Pri-
mero, Dcimo Quinto, todos en Materia de Trabajo del Primer Circuito
y Sexto en Materia Administrativa del mismo circuito, aprobada por la
Segunda Sala del Alto Tribunal, en sesin privada del 9 de julio de
2004).
Por otro lado, con relacin a los artculos 194 y 197 de la Ley de
Amparo, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin se pro-
nunci en el sentido de que dichos numerales facultan al Tribunal en
Pleno, y a las salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, para
modificar su jurisprudencia. Para esto, como requisitos formales, se re-
quiere que se elabore solicitud de parte legtima, que previamente se
haya resuelto el caso concreto y que se expresen las argumentaciones
jurdicas en las que se apoya la pretensin de modificacin, como la que
formul, por ejemplo, uno de los integrantes del Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, la modificacin a la
jurisprudencia nmero 1./J.5/93, denominada CONCURSO DE DELI-
TOS POR DOBLE HOMICIDIO, RESULTA INAPLICABLE POR EL JUEZ, CUAN-
DO NO LO SOLICIT EL MINISTERIO PBLICO, de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nacin, que se resolvi el 23 de febrero
de 2005 y se declar fundada, sin que ello modificara la situacin con-
creta derivada de los juicios donde ocurri originalmente la contradic-
cin; asimismo, determin que aqulla deber quedar bajo el rubro CON-
CURSO DE DELITOS, FACULTAD EXCLUSIVA DE LAS AUTORIDADES
JUDICIALES EN LA IMPOSICIN DE LAS PENAS. Ahora bien, la palabra
modificacin, contenida en el indicado artculo 194, no est constre-
ida slo a su significado literal, conforme al cual nicamente podran
ADALID AMBRIZ LANDA 47

cambiarse los elementos accidentales de la jurisprudencia sin alterar su


esencia, en cuyo caso estaramos ante la presencia de una variacin par-
cial de su contenido (modificacin en sentido estricto) (vg., jurispru-
dencia denominada HUELGA, NO PUEDEN VLIDAMENTE DECLARAR-
SE INCOMPETENTES LAS JUNTAS DE CONCILIACIN Y ARBITRAJE ANTES
DEL EMPLAZAMIENTO AL PATRN, que modific la jurisprudencia
HUELGA, CUESTIONES DE COMPETENCIA EN CASO DE. NO PUEDEN
PROMOVERSE ANTES DEL EMPLAZAMIENTO); empero, el vocablo mo-
dificacin abarca adems el cambio total de lo anteriormente sostenido
en el criterio, lo que conlleva una sustitucin. Se trata de una modifica-
cin que no slo modifica parcialmente, sino que sustituye el criterio
por otro que puede ser, inclusive, en sentido contrario. De manera que,
acorde con la intencin del legislador, modificar la jurisprudencia sig-
nifica, entre otras, cambiar (sustitucin) de criterio.
Asimismo, tambin ocurre que la jurisprudencia se puede modificar
a travs de una interrupcin, en trminos de los prrafos primero y segun-
do del artculo 194 de la Ley de Amparo, que establecen la posibilidad de
que la Corte (lase en pleno o salas) o los tribunales colegiados, pronun-
cien ejecutoria en contrario de una jurisprudencia, para el efecto de que
interrumpa su vigencia, y obviamente deje de aplicarse (vg. el criterio
denominado PARENTESCO DE HEREDEROS COLATERALES AB INTESTATO.
SE PUEDE ACREDITAR CON LOS DOCUMENTOS CORRESPONDIENTES O
CON LAS PRUEBAS QUE SEAN LEGALMENTE POSIBLES, la cual interrum-
pi el criterio sustentado en la diversa I.9o.C.10 C del propio tribunal,
publicada en el Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Novena
poca, tomo II, agosto de 1995, pgina 593, que lleva por rubro PRUE-
BAS DEL PARENTESCO DE HEREDEROS COLATERALES AB INTESTATO.
INAPLICABILIDAD PARA STOS, DE LAS QUE CORRESPONDEN A LOS DES-
CENDIENTES).
Tambin es importante sealar que la jurisprudencia tiene, como pri-
mer efecto, la interpretacin de las leyes que regulan el marco de actua-
cin de las autoridades y las relaciones entre particulares, as como entre
stos y los rganos del Estado; y, como segunda consecuencia, de igual
trascendencia, dar certeza jurdica a travs del establecimiento de un crite-
rio obligatorio de carcter general. De lo que se sigue que, frente a lo
esttico de las disposiciones normativas y ante la necesidad de actualizar
48 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

su interpretacin, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin cuenta con


facultades amplsimas para transformar el criterio jurisprudencial respec-
to del cual se solicita su modificacin. Asimismo, se debe precisar que
para la formacin por sustitucin, interrupcin y/o modificacin, se de-
ben tomar en cuenta las mismas reglas que para su formacin original, es
decir: cinco criterios en un sentido, sin interrumpirse con ninguno en
contrario. As lo consider el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nacin, en la jurisprudencia 20/2004 que lleva por rubro: JURISPRU-
DENCIA. ALCANCES DE LA FACULTAD DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA
DE LA NACIN PARA MODIFICARLA.
Conviene precisar que el proyecto de la Ley de Amparo de la Supre-
ma Corte de Justicia de la Nacin, retoma el establecimiento de la juris-
prudencia, en su artculo 213, por reiteracin de criterios o por
contradiccin de tesis. Empero, la Corte, a travs de la jurisprudencia
2/2004, estableci una forma distinta de creacin de sta (que denomi-
naremos por razones en controversias constitucionales y acciones de
inconstitucionalidad), al considerar que, de conformidad con lo estableci-
do en el artculo 177 de la Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federa-
cin y los artculos 43 y 73 de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y
II del Artculo 105 Constitucional, tienen el carcter de jurisprudencia
las razones contenidas en la resolucin de controversias constitucionales y
acciones de inconstitucionalidad, aprobadas por cuando menos ocho vo-
tos, pues son obligatorias para las salas, tribunales unitarios y colegiados
de circuito, juzgados de distrito, tribunales militares, agrarios y judicia-
les del orden comn de los Estados y del Distrito Federal, y administra-
tivos y del trabajo, sean stos federales o locales. Adems, el Mximo
Tribunal del Pas deleg, mediante el Acuerdo General 5/2001, de 21 de
junio de 2001, en los tribunales colegiados de circuito la competencia para
conocer de amparos contra leyes en los que resulta aplicable una jurispru-
dencia emitida en acciones de inconstitucionalidad o controversia consti-
tucional. Al respecto, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nacin ha emitido jurisprudencia, visible en el Semanario Judicial de la
Federacin y su Gaceta, tomo XIX, marzo de 2004, pgina 130, cuyo
rubro dice: JURISPRUDENCIA. TIENEN ESE CARCTER LAS RAZONES CON-
TENIDAS EN LOS CONSIDERANDOS QUE FUNDEN LOS RESOLUTIVOS DE
LAS SENTENCIAS EN CONTROVERSIAS CONSTITUCIONALES Y ACCIONES
ADALID AMBRIZ LANDA 49

DE INCONSTITUCIONALIDAD, POR LO QUE SON OBLIGATORIAS PARA LOS


TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO EN TRMINOS DEL ACUERDO
GENERAL 5/2001 DEL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIN.
As, una vez formada la jurisprudencia a travs del sistema que haya
sido (reiteracin, contradiccin, interrupcin, modificacin, sustitucin,
o derivados de acciones de inconstitucionalidad y controversias constitu-
cionales), se debe destacar que, a efecto de que los rganos cumplan con
su obligacin de remitir los criterios emanados de ellos, o bien las tesis
aisladas e incluso los votos particulares, deben cumplir cabalmente con el
acuerdo 5/2003, emitido por el Tribunal en Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nacin (relativo a las reglas para la elaboracin, envo y
publicacin de las tesis que emiten los rganos del Poder Judicial de la
Federacin, y para la verificacin de la existencia y aplicabilidad de la juris-
prudencia emitida por la Suprema Corte), en el cual se contienen todas y
cada una de las disposiciones relativas a la elaboracin de tesis y los datos
que deben llevar para su remisin.

VI. JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL

Cada vez es ms importante la jurisprudencia internacional, la cual mu-


chas veces ha sido olvidada en los estudios de jurisprudencia mexicana en
general, pero que es abordada por los estudiosos del derecho internacio-
nal. No slo conviene hacer mencin de ella como cultura jurdica, sino
por la obligatoriedad jurdica que pudiere implicar, de acuerdo con el
marco jurdico vigente. En efecto, de conformidad con el artculo 133 de
la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitu-
cin, las leyes del Congreso de la Unin que emanen de ella y todos los
tratados que estn de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren
por el Presidente de la Repblica, con aprobacin del Senado, sern la Ley
Suprema de toda la Unin. Como ejemplo de los tribunales internacionales
que emiten jurisprudencia cabe mencionar a la Corte Internacional de
Justicia, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, la Corte Inter-
americana de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional; as, convie-
ne precisar que, por tratarse de normas supranacionales, la jurisprudencia
50 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

como tal no tiene una regulacin como la esperamos los juristas mexica-
nos. Para evidenciar lo anterior, por ejemplo, se puede decir que el artcu-
lo 59 del estatuto de la Corte Internacional de Justicia establece que la
decisin de dicho rgano no es obligatoria sino para las partes en litigio y
respecto del caso que ha sido decidido; al respecto, Fabin Raimondo23
coment:

La sentencia de la C.P.J.I. (sic) en la cual sostuvo que: El propsito


del (Artculo 59) es simplemente el de evitar que principios jurdicos
aceptados por la Corte en un caso particular resulten obligatorios para
otros Estados o en otros casos, parece confirmar esa hiptesis. No obs-
tante estas opiniones no siempre concordantes, las decisiones judiciales
sentencias y opiniones consultivas adoptadas por la C.I.J. ocupan
una posicin prominente en el derecho y en su aplicacin por el mis-
mo tribunal y aun en otros tribunales internacionales en general []

Incluso, el mismo autor comenta:24

la Corte Internacional de Justicia hace un uso frecuente como prece-


dente tanto de sus sentencias como de sus opiniones consultivas y, si bien
sus efectos jurdicos son distintos, se atribuye el mismo valor a las opi-
niones consultivas que a sus decisiones. As, el confiar en las decisiones
judiciales y arbitrales para la determinacin de las normas de derecho ha
llegado a ser una parte importante y habitual de la prctica internacio-
nal. Ello permite conferir una certidumbre a las normas consuetudina-
rias que de otro modo no tendran y, de esta manera, facilitan en gran
parte su aplicacin []

23
Raimondo, Fabin, http://www.iccnow.org/espanol/articulos/Fabian_3
Raimondo.pdf, p. 23.
24
Ibdem, pp. 21-22.
ADALID AMBRIZ LANDA 51

De igual forma, Julio Barberis25 estima:

para el Derecho Internacional, la jurisprudencia es un modo de crea-


cin de normas jurdicas individuales, las cuales reciben el nombre de
sentencias. La sentencia internacional se caracteriza por ser una decisin
de un rbitro o juez internacional que pone fin al proceso en una contro-
versia entre sujetos del derecho de gentes, que ha sido dictada con el
consentimiento previo de stos y que tiende a crear una regla de derecho
internacional []

A ese respecto, Max Sorensen,26 al referirse a las fuentes del Derecho


internacional, explica que las decisiones de las cortes internacionales cons-
tituyen un modo de crear reglas particulares de Derecho internacional,
sin importar que ese fenmeno est estipulado expresamente o no en los
tratados internacionales que les dieron origen. Asimismo, expone que un
tribunal supranacional, al haber sido establecido por un convenio inter-
nacional celebrado por Estados que se comprometieron a cumplir las de-
cisiones de ese tribunal, que adems es integrado por personas de reconocida
competencia, quienes resuelven sobre las pretensiones y puntos de vista de
las partes en conflicto, da como resultado una decisin de alto nivel jurdi-
co, de la que emanan reglas de derecho, sobre todo, porque el propio Dere-
cho internacional se fundamenta en circunstancias consuetudinarias que
requieren necesariamente de la resolucin de asuntos, previo estudio de los
precedentes. Esto lo concluye al manifestar que el confiar en las decisiones ju-
diciales y arbitrales para la determinacin de las normas de derecho, ha
llegado a ser una parte importante y habitual de la prctica internacional.
Respecto del mismo tpico, Csar Seplveda27 hace una aclaracin:

La jurisprudencia internacional constituye una fuente muy importante


del derecho internacional moderno. Pero su carcter es ms bien auxi-

25
Barberis, Julio, Formacin del Derecho internacional, Buenos Aires, baco de
Rodolfo Depalma, 1994, p. 206.
26
Cfr. Sorensen, Max, Manual de Derecho Internacional Pblico, Mxico, Fon-
do de Cultura Econmica, 2004, pp. 177-178.
27
Seplveda, Csar, Derecho Internacional, 24. ed., Mxico, Porra, 2004,
p. 106.
52 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

liar, porque una sentencia internacional no puede apoyarse de manera


nica y exclusiva en un precedente jurisprudencial. Las decisiones judi-
ciales no son normas, pero son fuentes a las que se recurre para encontrar
la regla aplicable.

Herminio Lpez-Bassols28 afirma:

Aunque en teora la jurisprudencia no es fuente, en la prctica en ciertos


casos el juez no se ha limitado a interpretar o aplicar normas internacio-
nales preexistentes, sino que busca seguir sus decisiones previas e inser-
tar cierta certidumbre en un proceso normativo []

De lo anterior, concluimos que, aun sin existir artculos en la legisla-


cin mexicana con relacin a la jurisprudencia internacional, de una in-
terpretacin constitucional y jurisprudencial, se puede estimar que las
resoluciones de las cortes y tribunales internacionales, si bien no forman
jurisprudencia en el sentido que actualmente concebimos esta figura, se
pueden tomar en cuenta por provenir de rganos supranacionales creados
a travs de tratados internacionales que la propia Suprema Corte de Justi-
cia de la Nacin, funcionando en pleno, estim que estaban en un nivel
jerrquicamente superior a las leyes federales y locales de la Nacin. En
esa tesitura, se debe llamar la atencin hacia los criterios emitidos por
tribunales de este tipo, no para necesariamente aplicarlos a la letra, em-
pero s para que puedan orientar en determinado sentido la resolucin de
nuestros tribunales, pues baste decir que la tendencia internacional es, efec-
tivamente, adoptar ese tipo de sentencias aisladas para integrar as los
criterios vigentes en materia internacional que pudieren incidir en el De-
recho interno cuando as lo permita ste.
As, la jurisprudencia internacional puede definirse como un conjun-
to de principios y doctrinas emanados de las decisiones de los tribunales
internacionales que no se rige por los mismos principios de la jurispru-
dencia mexicana y que, acorde con la Corte Interamericana de Derechos

28
Lpez-Bassols, Herminio, Derecho internacional pblico contemporneo e ins-
trumentos bsicos, 2 ed. revisada y aumentada, Mxico, Porra, 2003, p. 67.
ADALID AMBRIZ LANDA 53

Humanos, puede servir de orientacin para establecer principios en esta


materia, aunque no puede invocarse como criterio obligatorio, que sea
unvoco y forzoso seguirlo, porque cada caso debe analizarse a la luz de
sus particularidades.
Es prudente mencionar, como ejemplo de la importancia que tiene en
la justicia mexicana el Derecho internacional, el criterio de la Novena po-
ca, emitido por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin,
visible en el Apndice 2000 del Semanario Judicial de la Federacin, Tomo
I, Const., P.R. SCJN, tesis 2810, pgina 1958, cuyo epgrafe es: TRATA-
DOS INTERNACIONALES. SE UBICAN JERRQUICAMENTE POR ENCIMA DE
LAS LEYES FEDERALES Y EN UN SEGUNDO PLANO RESPECTO DE LA CONS-
TITUCIN FEDERAL.
Para concluir, recordemos que la jurisprudencia internacional obliga-
toria en nuestro pas es la derivada de los acuerdos o tratados internacio-
nales sucritos por Mxico. Al respecto, se puede precisar que la poltica y
la comunidad internacional han provocado la celebracin de diversos tra-
tados internacionales en trminos de la Constitucin, que evidentemente
obligan a los tribunales en general a acatar ciertos criterios, derivados de
sentencias dictadas por organismos internacionales (no se incluye aqu, la
interpretacin de tratados internacionales por tribunales federales nacio-
nales, pues eso es jurisprudencia nacional, en los trminos expuestos; como
ejemplo, vase la tesis del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nacin, titulada JURISPRUDENCIA. SU TRANSCRIPCIN POR LOS RGA-
NOS JURISDICCIONALES EN SUS RESOLUCIONES, PUEDE SER APTA PARA
FUNDARLAS Y MOTIVARLAS, A CONDICIN DE QUE SE DEMUESTRE SU
APLICACIN AL CASO).
La incuestionable tendencia globalizadora ha provocado que nuestro
pas se vea comprometido a celebrar determinados tratados internaciona-
les (esto derivado bsicamente de situaciones econmicas); sin embargo,
al respecto se debe aclarar que, como ya se vio en apartados anteriores, la
jurisprudencia internacional es un tpico que puede resultar difcil de
entender para algunos estudiosos del Derecho mexicano, pues su regula-
cin de ninguna manera ser como la conocemos en nuestra deficiente
legislacin, sino con matices propios del Derecho internacional (pblico y
privado) y, evidentemente, no concuerda sustancialmente con nuestro
derecho positivo; por lo tanto, baste decir que, ya sea establecida expresa
54 REVISTA DEL INSTITUTO DE LA JUDICATURA FEDERAL

o implcitamente, la jurisprudencia internacional, al incorporarse al dere-


cho interno, se convierte en una fuente del Derecho nacional, pero siempre
en los trminos en los que se contemple respectivamente, por los tratados
aplicables; ello, derivado del texto constitucional en su numeral 133.

VII. CONCLUSIONES

A manera de corolario, podemos afirmar que la evolucin de la jurispru-


dencia ha sido notoria. El concepto de jurisprudencia se ha modificado
en cada etapa de la ciencia del Derecho; en un inicio fue concebida
como sinnimo de Derecho; posteriormente evolucion y se ha entendi-
do como un conjunto de principios que se desprenden de las sentencias
emitidas por determinados rganos; empero, algunos doctrinarios preten-
den actualmente que ese trmino se llegue a confrontar con la idea de
ciencia jurdica.
Por otro lado, hay quienes han considerado, como el ms antiguo
antecedente de la jurisprudencia, la publicacin de los criterios emanados
de los tribunales, que tuvo su origen en 1870, cuando don Benito Jurez
vio la necesidad de dar a conocer las resoluciones de los tribunales federa-
les, y por ello orden su publicacin.
Sin embargo, fue en 1908 cuando el Cdigo Federal de Procedi-
mientos Penales contempl la obligatoriedad de los criterios derivados
de sentencias de amparo que se reiteraran en cinco sentencias pronun-
ciadas en el mismo sentido; y en la Quinta poca se modific la Cons-
titucin de 1917 para consignar textualmente la jurisprudencia en la
Carta Magna, y por ello, fue reglamentada en la Ley de Amparo; es
decir, esta figura se derivaba del juicio de amparo; en la actualidad no es as.
La Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin de 1995 establece
expresamente, en su artculo 177, que la jurisprudencia no slo deriva
del juicio de amparo. La Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del
Artculo 105 Constitucional contiene, segn lo estableci as la Corte,
una forma de creacin de jurisprudencia, derivada de las razones contenidas
en los considerandos de las controversias constitucionales y acciones de
inconstitucionalidad.
ADALID AMBRIZ LANDA 55

Debe destacarse adems, que el Derecho internacional cobra mayor


solidez como fuente importante de nuestro Derecho positivo.
En otro orden de ideas, debe decirse que la publicidad de la jurispru-
dencia, aunque de conformidad con el artculo 197-B de la Ley de Am-
paro es exclusiva del Semanario Judicial de la Federacin (para efectos de su
cita y aplicacin de los tribunales, y aun de su obligatoriedad), ello no
implica que su difusin material (con fines de conocimiento generaliza-
do) haya evolucionado a la par de la tecnologa, que incluso ya se publica
en la pgina electrnica de la Corte y los discos pticos; empero debe
precisarse que la informacin digital debe ser empleada con cuidado, pues
el contenido obligatorio es nicamente el que se encuentre textualmente
inserto en la publicacin del propio Semanario Judicial de la Federacin;
aunque remota, existe la posibilidad de que se variare la informacin en-
tre una y otra fuente; pero ello no resta a la transmisin electrnica de la
informacin, el ser una fuente incuestionable de distribucin generaliza-
da y de fcil acceso.
No obstante ese panorama, la jurisprudencia actualmente es una figura
doctrinalmente menospreciada, pero de importancia tal que est en cons-
tante evolucin y seguir rigiendo cada vez con mayor relevancia la vida
jurdica nacional. Con el tiempo, se debern observar claramente los alcan-
ces de sta y, sobre todo, esperamos una ms clara sistematizacin y regula-
cin legal.

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Cdigo Federal de Procedimientos Civiles.
Cdigo de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal.
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Cdigo Financiero del Distrito Federal.
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