Segundo Simposio Misionero Internacional MG
Segundo Simposio Misionero Internacional MG
Segundo Simposio Misionero Internacional MG
SEGUNDO SIMPOSIO
MISIONERO INTERNACIONAL MG
El camino de una Iglesia sinodal
en tensin misionera ad gentes.
La Misin en y desde Amrica Latina
23 25 ago. 2016
Universidad Intercontinental, Cd. de Mxico
UNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL
ESCUELA DE TEOLOGA
UIC
P. J. Martn Cisneros
ESCUELA DE TEOLOGA
VOCES
Dilogo misionero contemporneo
FUNDADOR
Sergio-Csar Espinosa Gonzlez
DIRECTOR
J. Martn Cisneros Carboneros
EDITOR
Arturo Rocha Corts
CONSEJO EDITORIAL
Juan Jos Corona Lpez
J. Martn Cisneros Carboneros
Jos Luis Franco
Ral Nava Trujillo
Martha Leticia Martnez de Len
Alberto Hernndez Ibez
Higinio Corpus Escobedo
Arturo Rocha Corts
VOCES. Dilogo misionero contemporneo es una publicacin de la Es-
cuela de Teologa de la Universidad Intercontinental (UIC). La revista es
semestral y fue impresa en diciembre de 2016. Editor responsable: Arturo
Rocha Corts. Nmero de Certificado de la reserva otorgado por el Institu-
to Nacional de Derechos de Autor: 04 2004 081713002200 102. Nme-
ro de Certificado de Licitud de Ttulo: En trmite. Nmero de Certificado
de Licitud de Contenido: En trmite. Asignacin de ISSN: 1870-784X. Do-
micilio de la publicacin: Insurgentes Sur 4135 y 4303, Col. Santa rsula
Xitla, C.P. 14420, Tlalpan, Mxico, D.F. Imprenta: Editorial Ducere, S. A. de
C. V., Rosa Esmeralda 3 bis, Col. Molino de Rosas, C.P. 01470, Mxico D.F.,
tel. 56 80 22 35. La edicin de este nmero consta de un tiraje de 1000
ejemplares. Distribuidor: Universidad Intercontinental, Insurgentes Sur
4135 y 4303, Col. Santa rsula Xitla, C.P. 14420, Tlalpan, Mxico D.F.
SEGUNDO SIMPOSIO
MISIONERO INTERNACIONAL MG
El camino de una Iglesia sinodal
en tensin misionera ad gentes.
La Misin en y desde Amrica Latina
23 25 ago. 2016
Universidad Intercontinental, Cd. de Mxico
IN MEMORIAM 9
DEDICATORIA 11
MAIOR CARITAS 15
PRLOGO
P. Juan Jos Corona
P. J. Martn Cisneros Carboneros
Mtro. Higinio Corpus 17
INTRODUCCIN
P. Juan Jos Corona 19
PANEL
Caminar juntos por la va del dilogo 83
La misin en el dilogo interreligioso.
Dilogo entre compaeros de camino
que buscan la plenitud de vida
Dr. Alberto Anguiano Garca 85
El dilogo como aventura
Dr. Guillermo Hurtado 93
La misin en dilogo con las culturas indgenas.
Dilogo de hermanos que buscan vivir en familia
la unidad y diversidad cultural, social y religiosa
fundada en la filiacin divina
Eleazar Lpez Hernndez 101
La misin en dilogo y conversin pastoral
Dr. Benjamn Bravo Prez 115
La misin en dilogo con las iglesias
locales. Participacin efectiva de la
Iglesia de Mxico en la misin
ad gentes y en el dilogo misionero.
Retos y perspectivas
Pbro. Francisco Javier Albores Teco 121
Conclusin
P. J. Martn Cisneros Carboneros 187
IN MEMORIAM
JUAN PABLO I
Primer mensaje a la Iglesia y al mundo
27 de agosto de 1978
10
11
En la tarea permanente de
RECORDAR, RETOMAR Y RENOVAR
el camino histrico de la misin ad gentes,
queremos AGRADECER el amor de Dios
y la caridad de quienes nos precedieron en el camino misionero;
INVITAR a los que estn en este camino
a vivir con pasin y fe el ideal misionero cada da;
RENOVAR la esperanza que impulse al compromiso misionero
para una entrega generosa ad vitam
en el servicio de la caridad entregada a todos.
12
13
Y A LOS PADRES:
MAIOR CARITAS
PAPA FRANCISCO
Misa en el Jubileo de los catequistas
25 de septiembre de 2016
16
17
PRLOGO
P. Juan Jos Corona Lpez Director de Educacin MG
P. J. Martn Cisneros Carboneros Director de Humanidades UIC
Mtro. Higinio Corpus Secretario
1 Cfr. Carta apostlica del Papa Francisco en forma de motu proprio con la que
instituye el Dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral (17 ago.
2016).
18
INTRODUCCIN
P. Juan Jos Corona Lpez MG
PRIMERA JORNADA
22 PRESENTACIN
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 23
PALABRAS DE BIENVENIDA*
P. Ral Ibarra Hernndez
DECLARATORIA DE INAUGURACIN*
Ing. Bernardo Ardavn Migoni
ABSTRACT: Con este texto, el Ing. Bernardo Ardavn Migoni, Rector de la Univer-
sidad Intercontinental, dio formalmente inicio a los trabajos del Segundo Simposio
Misionero Internacional de las Misioneros de Guadalupe.
PALABRAS CLAVE: Misioneros de Guadalupe, Universidad Intercontinental, misin
ad gentes, Redemptoris Missio, Evangelii Nuntiandi.
1 RMi, 2.
2 Id.
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 29
3 Ut supra.
4 RMi, 3
30 DECLARATORIA DE INAUGURACIN
LA MISIN EN TIEMPOS DEL PAPA FRANCISCO *
Mons. Vittorino Girardi Stellin
INTRODUCCIN
El ttulo sugiere un muy amplio desarrollo, por lo cual, atendiendo
al tiempo que tenemos a disposicin, me atrevo a darle un subttu-
lo, Acentuaciones en la Misionologa Actual, para detenerme en
un segundo momento, en mostrar las acentuaciones misionolgi-
cas en el magisterio del Papa Francisco.
Se ha afirmado justamente que la actividad misionera ha dado ori-
gen y es la madre de la teologa. sta es una afirmacin comn
ga haba dado los primeros pasos (los dio por obra de J. Schmidlin,
en Mnster, a partir de 1911), ha sido el Magisterio Eclesistico con
las Encclicas Misioneras de los Papas a partir de Benedicto XV, y
con otros documentos, que le ha hecho configurarse ms y ms, y
evolucionar Ha pasado lo que anlogamente sucedi con la Doc-
trina Social de la Iglesia. Slo hasta hace pocos aos ha entrado co-
mo asignatura y como apartado de teologa moral en la enseanza
acadmica de los seminarios, a pesar de que la Rerum Novarum sea
de 1891.
PRIMERA PARTE
dos por la gracia, pero esto no significa que su sistema (o doctrina religio-
sa) sea objetivamente sobrenatural []. Tenemos aqu una paradoja: por
medio de estructuras que no son de origen sobrenatural, y a veces hasta
afectadas por errores, un hombre, por la gracia de Dios, puede realizar un
acto sobrenatural; esto no significa sin embargo insiste De Lubac que
l haya recibido particulares luces sobrenaturales, para fundar un sistema
religioso objetivamente sobrenatural.8
9J. DUPUIS, Hacia una teologa cristiana del pluralismo religioso, Santander: Sal Terrae,
2000.
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 47
SEGUNDA PARTE
como hay un nico Dios, as hay una nica humanidad para salvar
y una nica Iglesia portadora de la salvacin.
En su caracterstico lenguaje y en sus insistencias, resuenan los tex-
tos del Documento de Aparecida, como si propusiera ese Documen-
to de Amrica Latina para toda la Iglesia Universal. De documento
particular el de Aparecida, con el Papa Francisco, ha adquirido la
categora de Catlico! Nos bastan algunos ejemplos:
Urge convertirnos en una Iglesia llena de mpetu, de audacia evangeliza-
dora y por ello tenemos que ser de nuevo evangelizados y fieles discpulos
(DA, 549);
Hay que convocar a una misin evangelizadora que convoque todas las
fuerzas vivas de este inmenso rebao Es un afn un anuncio misionero
que tiene que pasar de persona a persona, de casa en casa, de comunidad a
comunidad (DA, 550).
QU ES LA SINODALIDAD?
Etimolgicamente es muy sencillo. Es una palabra de origen griego
que permite ver su composicin: . La preposicin -
(syn), con y (hodos), camino. Es un camino en comunin,
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 57
SEGUNDA JORNADA
66 EL CONCILIO VATICANO II COMO RAZ Y HORIZONTE
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 67
1. CONTEXTUALIZACIN
Los pilotos de la Frmula 1, en sus corridas, son obligados a hacer
intervalos llamados pit stops para cambiar las llantas y reabastecer el
tanque con combustible. La Exhortacin Evangelii Gaudium se puede
*
Conferencia dictada el mircoles 24 de agosto al interior del Domo de la UIC.
68 EL CONCILIO VATICANO II COMO RAZ Y HORIZONTE
2. HERENCIA EXPLCITA
La EG, como parada para cambiar las llantas desgastadas y reorien-
tar a los pilotos frente a la pista llena de baches, trabaja con textos
del Concilio que le dan legitimidad en la construccin de puentes
nuevos para el mundo y la humanidad de hoy. Genricamente,
afirma que trabaja en base a la doctrina de la Constitucin dogm-
tica Lumen Gentium (EG, 17), donde se encuentran todas las direc-
trices para ajustar el camino de la Iglesia. Con la Lumen Gentium,
Francisco considera su Exhortacin suficientemente anclada en la
ltima expresin normativa del catolicismo mundial y, al mismo
tiempo [] suficientemente libre en relacin a ella, para responder
a la actualidad de Dios con una creatividad satisfactoria.2
Hoy, todas las culturas y pueblos son afectados por la cultura glo-
balizada que presenta valores y nuevas posibilidades, [pero]
tambin puede limitarnos (EG, 77). No raras veces, la cultura glo-
balizada representa para muchas regiones y para el seguimiento
de Jess una verdadera contracultura. Por lo tanto, la insercin en
los contextos exige, a su vez, un discernimiento evanglico (EG, 50;
154) para ajustar la reforma permanente.
3.1 Encarnacin
En la hora del Concilio y en el tiempo pos-conciliar, la tentativa de
definir el pueblo como sujeto de la Iglesia, sacudi a la institucin y
a la pastoral de la Iglesia Catlica. Una Iglesia que se volte en su
liturgia para la pared, en su teologa para el Catecismo Romano y
en su pastoral para las lites, dio en el Vaticano II una media vuelta
versus populum; extendi sus brazos en direccin de la macroestruc-
tura de la modernidad y de las microestructuras de los contextos
vivenciales de los pueblos.
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 73
3.3 La sinodalidad
Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco busc valorizar
el Snodo como uno de los legados ms preciosos de la ltima se-
sin conciliar. En su entrevista programtica con Antonio Spadaro,
de agosto de 2013, Francisco explica: Debemos caminar juntos: la
gente, los obispos y el Papa. Hay que vivir la sinodalidad a varios
niveles. Quiz es tiempo de cambiar la metodologa del snodo,
porque la actual me parece esttica.4
En la EG, Francisco profundiza esa respuesta:
Si realmente creemos en la libre y generosa accin del Espritu, cuntas
cosas podemos aprender unos de otros! [] Slo para dar un ejemplo, en
el dilogo con los hermanos ortodoxos, los catlicos tenemos la posibilidad
de aprender algo ms sobre el sentido de la colegialidad episcopal y sobre
su experiencia de la sinodalidad. A travs de un intercambio de dones, el
Espritu puede llevarnos cada vez ms a la verdad y al bien (EG, 246).
6 Ibid., p. 16.
7 Papa Francisco, Discurso, 17.10.2015, p. 1 sqq., in: www.vatican.va
80 EL CONCILIO VATICANO II COMO RAZ Y HORIZONTE
PANEL
Caminar juntos por la va del dilogo
84 EL DILOGO COMO AVENTURA
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 85
0. INTRODUCCIN
El tema que se me ha propuesto abordar est compuesto por tres
trminos que habr que ponderar, de modo particular, para llegar
luego a una conclusin de conjunto. Por tanto, tales trminos como
son misin, dilogo y religiones pueden servir para intentar
una exposicin ms estructurada. As que antes de hablar de la mi-
sin (primer tema) en el actual contexto del pluralismo religioso
86 LA MISIN EN EL DILOGO INTERRELIGIOSO
1 Cfr. Dignitatis Humanae, 1: Por su parte, todos los hombres estn obligados a
buscar la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez
conocida, a abrazarla y practicarla. Confiesa asimismo el santo Concilio que estos
deberes afectan y ligan la conciencia de los hombres, y que la verdad no se impone
de otra manera, sino por la fuerza de la misma verdad, que penetra suave y fuer-
temente en las almas. Ahora bien, puesto que la libertad religiosa que exigen los
hombres para el cumplimiento de su obligacin de rendir culto a Dios, se refiere a
la inmunidad de coaccin en la sociedad civil, deja ntegra la doctrina tradicional
catlica acerca del deber moral de los hombres y de las sociedades para con la
verdadera religin y la nica Iglesia de Cristo.
2Citado por Documento de Aparecida, no. 159 y, ms tarde, por Evangelii Gaudium,
14 y 31.
3BENEDICTO XVI, Discurso a la curia romana con motivo de las felicitaciones de Navidad,
Roma (21 dic. 2012).
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 93
ABSTRACT: Ser filsofo es ser amigo y amante de la sabidura que valora la razn y
el pensamiento de los seres humanos como vas de comunin y expresin del Esp-
ritu que revela al mundo la verdad completa. El dilogo de compaeros profundiza
en la amistad que lleva no solamente al encuentro como compaeros de camino
sino a compartir bsquedas y descubrimientos entre aquellos que con sincero cora-
zn buscan, a travs del dilogo la belleza y el bien, la verdad y el amor, la justicia
y la paz para todos. Por ello, por mi raza hablar el Espritu.
PALABRAS CLAVE: Espritu, dilogo, fe, religin, creyentes, no creyentes.
incluso en su foro interno. Hay quienes piensan que las cosas estn
bien as: que cada quien permanezca en su sitio y ocupado de sus
propios asuntos. Sin embargo, el dilogo profundo entre los creyen-
tes y los no creyentes es indispensable en un mundo como el nues-
tro, en el que cada vez hay menos substancia en las cosas y en las
personas. Lo que est en juego es ms que la convivencia armnica
entre los dos grupos que no es poca cosa sino algo todava ms
importante: el nuevo sentido que la humanidad pueda darse a s
misma. Es por ello que reflexionar sobre dicho dilogo sea una tarea
indispensable de nuestros tiempos.
4. Hay veces que uno oculta ciertas cosas por debajo de las palabras.
Esto sucede por varias razones. Una de ellas es no querer compartir
algunos asuntos con nuestro interlocutor, ya sea porque no confia-
mos en l o porque preferimos guardarnos ciertas cosas por discre-
cin o vergenza. Pero tambin sucede que uno quisiera que nues-
tro interlocutor no nos hable acerca de ciertos asuntos, porque no
queremos comprometerlos con l, estrechar la relacin o sencilla-
mente, porque nos vale un comino lo que nos diga sobre ello.
Hay dos tipos de apertura indispensables para que un dilogo sea
profundo: cuando me abro a mi interlocutor para hablarle de lo que
creo y siento, y cuando me abro para escuchar lo me dice acerca de
lo que cree y siente. Ambos tipos de apertura, la del habla y la de la
escucha, suponen diferentes virtudes y vicios: la primera tiene que
ver con la sinceridad o la insinceridad frente al otro; la segunda, con
el inters o el desinters ante el otro. Hay circunstancias en las que
se vale llevar a cabo una apertura sin la otra. Por ejemplo, un psi-
coanalista puede escuchar lo que le dice el paciente, sin que por eso
se abra a l durante el dilogo que realizan. Pero para que el dilo-
go entre el creyente y el no creyente sea profundo, debe estar fun-
dado de manera recproca en ambos tipos de apertura. Se dice f-
cilmente, pero no sucede con frecuencia, y no es sencillo hacerlo.
Sobre todo porque el creyente y el no creyente deben confiar ple-
namente el uno en el otro, deben sentirse seguros de que lo que di-
gan no ser luego usado para intentar convencerlo o, peor an, para
criticarlo o condenarlo.
Ser hijas e hijos de Dios fue el eje principal que articul el proyecto
de vida de las doce tribus de Israel en el Antiguo Testamento; tribus
que deban actuar como una gran familia de hermanas y hermanos
reconociendo a Dios como Padre de todos, es decir, como punto de
origen y destino final de su caminar por la vida. Fue lo que dio sen-
tido y orientacin a su historia de pueblo liberado de la esclavitud
1Homila del Papa Francisco en la misa del 15 de febrero de 2016 en San Cristbal
de las Casas, Chis.
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 103
pueblos que una y otra vez han caminado en las distintas tinieblas de la
historia.2
2 Id.
104 LA MISIN EN DILOGO CON LAS CULTURAS
A modo de conclusin
No cabe duda que el avance en la manera de entender y vivir la
misin es muy notorio en los documentos eclesisticos. Pero eso no
significa que en la prctica misionera, los cambios se estn dando
con la misma celeridad y profundidad de los papeles. Desde luego
hay esfuerzos profticos heroicos de verdadera inculturacin con
dilogo interreligioso en varios puntos de la geografa eclesistica
latinoamericana; pero cada uno ha tenido que cargar la cruz de la
incomprensin y de los ataques directos por desentonar en el coro
generalizado de prcticas contrarias a la inculturacin y al dilogo.
El esquema hegemnico de cristianismo sigue siendo el occidental y
europeo o del primer mundo. La periferia apenas est ganando el
derecho a vivir y expresar la fe cristiana en sus propias moldes cul-
turales; los pueblos indgenas nos vamos sumando, con nuestros
aportes, a la construccin de esa iglesia una y plural donde nos po-
demos sentar como hermanos de igual dignidad pueblos y personas
de toda raza, lengua y nacin.
Con el Papa Francisco se vislumbra un nuevo amanecer, cuya lle-
gada tenemos que acelerar con propuestas y compromisos misiono-
lgicos que ayuden a consolidar los avances logrados en los docu-
mentos magisteriales de la Iglesia. l nos invita en Evangelii Gau-
dium a no tener miedo de revisar (EG, 43). las costumbres y tradi-
ciones misioneras, catequticas, litrgicas y cannicas de la Iglesia
que no estn ligadas directamente con el ncleo del Evangelio de
Cristo:
A veces, escuchando un lenguaje completamente ortodoxo, lo que los fie-
les reciben, debido al lenguaje que ellos utilizan y comprenden, es algo
que no responde al verdadero Evangelio de Jesucristo. Con la santa inten-
cin de comunicarles la verdad sobre Dios y sobre el ser humano, en algu-
nas ocasiones les damos un falso dios o un ideal humano que no es verda-
deramente cristiano. De ese modo, somos fieles a una formulacin, pero no
entregamos la substancia. se es el riesgo ms grave. Recordemos que la
expresin de la verdad puede ser multiforme, y la renovacin de las for-
mas de expresin se hace necesaria para transmitir al hombre de hoy el
mensaje evanglico en su inmutable significado (EG, 41).
ABSTRACT: Son stas algunas reflexiones que proponen que la salida hacia el otro
para anunciar y dar testimonio del Evangelio a travs del dilogo, presupone la
conversin que conduce al don de s, al servicio de los dems; no con honores y
privilegios sino a travs de la humillacin y cruz, donde el testimonio personal y
comunitario es martirio (siguiendo a Jess, tomando su cruz y siguindolo hasta el
final como mediacin de salvacin universal e histrica). Apertura, disponibilidad
para el encuentro, escucha y hospitalidad son algunas de las caractersticas y sig-
nos del dilogo misionero y de la conversin pastoral en la tarea de anunciar y dar
testimonio del Evangelio de la vida.
PALABRAS CLAVE: Misin, dilogo verbal, dilogo simblico, lenguaje samaritano,
conversin pastoral, iglesia domstica.
RETOMAR LA PREGUNTA
Quisiera que nos planteramos la pregunta que ha resonado aqu
ya, en las anteriores participaciones de los ponentes aqu presentes
y ofrecer un tanto dentro de la limitacin de mi experiencia teni-
da slo a nivel ciudad y de experiencia corta en la misin de Hong
Kong de los misioneros de Guadalupe, algunas propuestas para
responder. Qu conversiones deben darse para que se d la Misin
Esto lleva a que se tiene que pasar del clero al laico porque la Iglesia
viva la tiene el laicado y la iglesia que se est muriendo la tiene el
clrigo en el templo.
2 Juan ESQUERDA BIFET, La misin ad gentes, accin prioritaria de las iglesias particula-
res (ponencia).
124 LA MISIN EN DILOGO CON LAS IGLESIAS LOCALES
A este respecto, el Papa Francisco nos dice que cada Iglesia parti-
cular, porcin de la Iglesia Catlica bajo la gua de su obispo, tam-
bin est llamada a la conversin misionera. Ella es el sujeto pri-
mario de la evangelizacin, ya que es la manifestacin concreta de
la nica Iglesia en un lugar del mundo, y en ella verdaderamente
est y obra la Iglesia de Cristo, que es una santa, catlica y apostli-
ca. Es la Iglesia encarnada en un espacio determinado, provista de
todos los medios de salvacin dados por Cristo, pero con un rostro
local. Su alegra de comunicar a Jesucristo se expresa tanto en su
preocupacin por anunciarlo en otros lugares ms necesitados, co-
mo en una salida constante hacia las periferias de su propio territo-
rio o hacia los nuevos mbitos socioculturales (EG, 30).
La Iglesia se puede definir como
una familia de Iglesias locales, cada una de las cuales debe estar abierta a
las necesidades de los dems y a compartir con ellos sus bienes espiritua-
les y materiales. Es por el ministerio comn de la misin como se realiza la
Iglesia, en comunin con la Iglesia universal y como concrecin local. La
Iglesia local es la Iglesia universal que pone su tienda entre los hombres de
cada tiempo y lugar. [] Y todos deben ser solidarios en la nica misin,
que les pertenece como a un nico cuerpo. Y a esto le llamamos la coope-
racin entre las Iglesias.3
sioneros a predicar por todas las partes del mundo el Evangelio, aunque
sufran escasez de clero. Muchas ya actan as, y yo las aliento a continuar.
(RMi, 62)4.
4Juan ESQUERDA BIFET, La misin ad gentes, accin prioritaria de las iglesias parti-
culares (Ponencia).
5 XIV CONAMI, Historia de los Congresos Nacionales. Manual de Trabajo, Mxico: OMPE,
s.d., p. 30.
126 LA MISIN EN DILOGO CON LAS IGLESIAS LOCALES
RETOS Y PERSPECTIVAS
Aunque en las dicesis se realizan esfuerzos por ir formando una
iglesia de discpulos misioneros, urge ayudar a la comunidad a ha-
cerse disponibles a la accin del Espritu Santo y aceptar la misin
como parte esencial de su ser con normal apertura a la universali-
dad.
La animacin misionera debe estar presente en cada una y en el
conjunto de las acciones desarrolladas en el seno y en la vida de la
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 127
TERCERA JORNADA
130 LA MISIN EN DILOGO CON LAS IGLESIAS LOCALES
CONTAR A OTROS DNDE HAY PAN.
ASPECTOS DE UNA ESPIRITUALIDAD MISIONERA*
Dr. Giancarlo Collet
*
Conferencia magistral dictada el jueves 25 de agosto de 2016, al interior del Domo
de la Universidad Intercontinental.
Misionlogo. Miembro de la Asociacin Internacional de Estudios de la Misin
(IAMS), de la Sociedad Alemana de Misionologa (DGMW) y de la Comisin Teo-
lgica de la Misin Evanglica (SEM).
132 CONTAR A OTROS DNDE HAY PAN
2B. PASCAL, ber die Religion und ber einige andere Gegenstnde (Penses), Heidel-
berg 71972, p. 141 (277).
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 135
7
J. SOBRINO, Comunin, conflicto y solidaridad eclesial, en: Mysterium Liberatio-
nis. Conceptos fundamentales de la Teologa de la Liberacin, I. Ellacura (ed.) / J. So-
brino, tomo II, Madrid 1990, pp. 217-243, aqu 224.
8 E. KSEMANN, Evangelische Wahrheit in den Umbrchen christlicher Theolo-
gie, in: Id., In der Nachfolge des gekreuzigten Nazareners. Aufstze und Vortrge aus
dem Nachlass, Tbingen 2005, pp. 25-35, aqu 34.
9Daniel Thambirajah NILES, cit. in: The Westminster Collection of Christian Quotations,
compiled by Martin H. Manser, London-Leiden 2001, p. 96.
138 CONTAR A OTROS DNDE HAY PAN
darn gloria a Dios (2, 12). Esto requiere una forma buena de vida con-
gruente, pese a tribulaciones externas. Su fruto ser la esperanza, ya que
los que se oponen a la Palabra sern ganados por la conducta (3, 1). Sin em-
bargo, esto requiere tambin la disposicin de apologa: estn dispuestos
para dar una respuesta a quien les pida cuenta de su esperanza (3, 15).
sentir las miserias, es decir, ser ojos, odos y manos para los que
sufren.
La Misin promueve sin violencia y sin inters el concepto de vida
de Jess; esto a travs de cristianos que narran a otros la bondad y
la belleza de este concepto y buscan realizar en su propia vida este
espritu del Sermn de la Montaa que lo condensa. Para los cris-
tianos este concepto de la vida tiene una singularidad biogrfica.
Saben que hay tambin
Herder Korrespondenz, 60 (2006), pp. 123-127, p. 124: Una Iglesia misionera se carac-
teriza por otro tipo de comunicacin que la sociedad secular, considerada sea
personal o institucional. Praxis asociativa, participacin, colegialidad, desmante-
lamiento del clericalismo, respeto a la igualdad de gnero no son cualquier conce-
siones, sino testimonio misionero de un Dios que l mismo, en su esencia, es co-
municacin y el amor.
19Die deutschen Bischfe: Gerechter Friede (27. September 2000), Bonn 2000, p. 96 (No.
173).
20
As la terminologa fuerte de la V. Asamblea General del Episcopado Latinoame-
ricano y del Caribe, Aparecida 2007. Documento Conclusivo (no. 65).
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 145
VIDA MISIONERA
Segn mi parecer, es esencialmente importante dejarse interpelar y
conmover tanto por la persona de Jess como por el Evangelio, y
dejar que me diga que est bien que seamos; que estamos a fin de
cuentas aqu: Somos y permanecemos deseados! Sin embargo, de-
pende, asimismo, de cmo nos dejamos conformar de l; no slo
que nos dejemos tocar del Evangelio, sino cmo nos dejamos con-
formar a l. La nica gramtica en la cual el Evangelio puede ser
articulado de modo cristiano como buena noticia, es la gramtica de
la misericordia. No slo el contenido del Evangelio que es la buena
noticia, sino tambin, y sobre todo, la bondad y la misericordia, con
las cuales este Evangelio quiere alcanzarnos. Slo por lo que esto
nos alcanza, somos capaces de involucrarnos en el Evangelio y, lue-
go, cambiar nosotros mismos. El S incondicional de Dios a los seres
humanos no es para nada un S, barato y sin consecuencias, a los
comportamientos o a las condiciones en las cuales ellos viven. Gra-
cias a ste S de Dios, ah se encuentra la fuerza para el cambio.
Pero este cambio no es la condicin previa, sino consecuencia del
encuentro con el Dios de Jess. Por eso, primero su llamado a la
conversin y a la penitencia; y luego, la invitacin de orientarse a
Dios.
El Evangelio nos llega muchas veces, no como esta buena noticia,
sino ms bien como una exigencia a un deber permanente t de-
bes, t tienes que, hgalo y luego Segn mi comprensin,
el Evangelio no procura ningn principio tico de exigencia, sino
ms bien, un principio tico de gratitud: ests aceptado, aunque come-
tas errores. Por eso, t tambin puedes aceptar a otros con sus aris-
tas y debilidades. T ests ya perdonado desde hace tiempo
aproximadamente 77 veces (Mt 18, 22); por eso, t tambin pue-
des perdonar a otros. Vives de la complacencia de otros; por eso,
esto deja tambin sentir a otros. Vivenciar la misericordia de Dios
significa volverse uno mismo misericordioso.
146 CONTAR A OTROS DNDE HAY PAN
CONCLUSIN
Para terminar, quiero resumir con Jon Sobrino: La misin exige de
todos nosotros hoy en da, sobre todo, promover:
el espritu de comunidad versus el individualismo aislacio-
nista, que fcilmente degenera en egosmo;
la celebracin versus la pura diversin irresponsable, indus-
trializable y comercializable, que degenera en alienacin;
la apertura al otro versus el etnocentrismo cruel, que degene-
ra en desentendimiento del sufrimiento de los otros, en su
desprecio y opresin;
148 CONTAR A OTROS DNDE HAY PAN
21
J. SOBRINO, Reflexiones sobre la Evangelizacin en la actualidad, en: Revista
latinoamericana de teologa, vol. 13, no. 39 (1996), pp. 281-305; aqu p. 298.
LA IGLESIA: MISTERIO Y COMUNIN
EN ESTADO DE MISIN*
Dr. Eloy Bueno de la Fuente
En el mbito ecumnico
El punto de partida de esta evolucin lo ofrece con claridad el con-
greso celebrado en Edimburgo en 1910: expresa y consuma el estilo
moderno y occidental de misin.
El Congreso Misionero de Edimburgo se sita en la serie de congre-
sos que se venan realizando en el siglo XIX, de cara a buscar una
mejor cooperacin que garantizara ms eficacia al esfuerzo misione-
En el mbito catlico
En el mbito catlico, se haba ido imponiendo la realidad nueva y
pujante de las misiones, a las que trataron de responder las enccli-
cas e intervenciones papales para dirigir y orientar aquel inmenso
movimiento, especialmente tras la conmocin que haba supuesto la
primera guerra mundial.
El desarrollo de las misiones se produjo en el marco de una ecle-
siologa marcada por la actitud anti-protestante as como por los
influjos paradjicos del iluminismo y de la oposicin a las concep-
ciones polticas del liberalismo. Se pona en el centro la visin socie-
taria de la Iglesia como institucin pblica, dotada de todos los r-
10 S. BEVANS, Revisiting Mission at Vatican II: Theology and Practiced for Todays
Missionary Church, Theological Studies, 74 (2013), pp. 261-283: considera, por
ejemplo, a GS como mission document por excelencia, ya que habla de la cultura,
de la relacin con el mundo, del tipo de relacin que hay que mantener con los
otros, del dilogo; no obstante, seala la pervivencia de ambigedad a la hora
de delimitar los lugares de la misin, pues AG, tras presentar en el captulo prime-
ro los presupuestos trinitarios, parece retornar a la idea heredada de misiones
extranjeras.
166 LA IGLESIA: MISTERIO Y COMUNIN
13 Subrayado nuestro.
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 171
En consecuencia
Negar la vida es rechazar al Dios de la vida. Dios nos invita a participar en
la misin vivificadora del Dios trino y uno, y nos da medios para dar tes-
timonio de la visin de la vida en abundancia para todas las personas en el
cielo nuevo y la nueva tierra.
15 No. 109.
16 No. 353.
17 No. 355 (es idea repetida frecuentemente).
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 175
22 I/2, 53-56.
23E. BUENO DE LA FUENTE, Sinodalidad, in: Diccionario de eclesiologa, Madrid:
BAC, 2016, pp. 1393-1401.
SEGUNDO SIMPOSIO MISIONERO INTERNACIONAL MG 181
CONCLUSIN
El cambio de paradigma es claro y coherente, porque responde a la
necesidad histrica y a las races del acontecimiento cristiano. De
cara al futuro se requiere que vaya penetrando en la conciencia de
182 LA IGLESIA: MISTERIO Y COMUNIN
CONCLUSIN
P. J. Martn Cisneros Carboneros
ABSTRACT: Texto conclusivo del simposio del P. Cisneros Carboneros, Director del
rea de Humanidades de la Universidad Intercontinental.
PALABRAS CLAVE: Universidad Intercontinental, Misioneros de Guadalupe, missio
ad gentes, misionologa, inculturacin, Virgen de Guadalupe.
4 http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php
AGRADECIMIENTO FINAL
AGRADECIMIENTO ESPECIAL
Al Personal de Promocin y Comunicacin Misionera MG. Al P.
Jos Contreras Tllez y todo su equipo de trabajo. Al personal del
seminario, atento y dispuesto a servir. Al Rector del Seminario, P.
Alejandro Gunther Weigend y al Equipo Formador. Al personal de
la UIC que dio lo mejor de s, as como al Ing. Roberto Crdenas y
colaboradores.
Asimismo, a:
1. A Guadalupe Anaya por su trabajo constante y atento
desde la secretara de Humanidades para la realizacin y
xito del simposio.
2. Al grupo de directores y profesores de Humanidades y de
otras reas que colaboraron para el buen desarrollo de es-
te evento.
3. A don Toms y todo el equipo quienes prepararon el magn-
fico escenario.
4. A Martha Olvera y compaeros de promocin y difusin,
quienes hicieron un trabajo muy profesional.
5. Al personal responsable del aseo y limpieza de un Domo
siempre dispuesto.
192 AGRADECIMIENTO FINAL
La suscripcin a la revista
(dos nmeros)
es de $150.00 para Mxico, y
Para Transferencias CLABE:
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