A Cada Cual Su Cerebro
A Cada Cual Su Cerebro
A Cada Cual Su Cerebro
Los autores comienzan informando de que el libro es el fruto de un encuentro entre dos campos: el
Psicoanlisis y las Neurociencias, ya que ambos han hecho una comprobacin comn: la experiencia deja
una huella no slo en el campo psquico sino y ste es el principio de la plasticidad- en la red neuronal.
Los nuevos conocimientos impulsan a salir de una visin esttica del sistema nervioso. Las sinapsis
neuronales, es decir, los procesos de transferencia de informacin entre las neuronas, se remodelan
permanentemente a lo largo de la vida en funcin de los mecanismos de plasticidad (Neurobiologa). Pero
la idea de que la experiencia deja una huella (mnmica) es tambin un principio de otra teora
(Psicoanlisis). Estas huellas inscritas en la red sinptica, determinarn tambin la relacin del sujeto con
el mundo externo. Ya en el prefacio los autores alertan sobre no confundir ni equiparar plasticidad con
flexibilidad o adaptabilidad. F. Ansermet y P. Magistretti van a establecer la vinculacin en la pareja
Neurociencias Psicoanlisis ya que, a partir del descubrimiento de la plasticidad neuronal, ambos
campos del saber no podrn seguir en oposicin irreconciliable. De hecho, los autores lanzan la propuesta
de que el Psicoanlisis se vincule con las Neurociencias por medio del concepto de plasticidad cmo se
lleva a cabo esta vinculacin? No mediante reunin de estos dos rdenes heterogneos, sino mediante
interseccin, respetando al mismo tiempo la existencia de elementos diferentes, propios de cada campo.
La experiencia deja huella en la red neuronal y modifica la organizacin cerebral, esto es la plasticidad.
Expuesta la idea de plasticidad, acometen los autores el desarrollo de los conceptos de percepcin y
memoria. La percepcin puede dejar una huella en el sistema nervioso y volverse memoria mediante un
signo en los circuitos nerviosos que se podra identificar con el concepto freudiano de signo de la
percepcin (carta 52). El procedimiento basado en los mecanismos de plasticidad neuronal, estudiado en
los procesos de aprendizaje y memoria, puede involucrar cualquier experiencia vivida por la persona y
especialmente lo que las Neurociencias llaman memoria emocional. La descripcin detallada de la
morfologa de la neurona y su ms importante funcin para este trabajo, es decir, la sinapsis, lleva a los
autores a afirmar que el cerebro posee unos mecanismos para percibir el mundo exterior, y otros para
inscribir dichas percepciones en la red neuronal y conformar los recuerdos, siendo lo novedoso que la
funcin sinptica se modula y modifica en funcin de la experiencia vivida, o lo que es lo mismo, se avanza
respecto a la tradicional definicin del funcionamiento cerebral como un sistema binario rgido: algo ocurre
o algo no ocurre. Ahora algo ocurre, y adems deja una huella que puede producir modificaciones en la
red neuronal. Mediante detallada descripcin y explicacin del proceso de sinapsis y liberacin de
neurotransmisores, los autores sustentan biolgicamente el concepto de plasticidad
neuronal. Concepto clave para que se produzca el encuentro entre Psicoanlisis y Neurociencias
El cerebro posee mecanismos para almacenar las percepciones y recordarlas cuando las necesita (ej: en
el aprendizaje motor) Se trata de una memoria no consciente o tambin llamada procedimental. Los
autores sealan la importancia de no identificar, no consciente con inconsciente. Inconsciente debe ser
entendido en el sentido freudiano, es decir: serie de huellas y asociaciones singulares que no son
accesibles a la conciencia de manera inmediata, sino a travs del sueo, lapsus, actos fallidos..y otras
formaciones, cuyos significado se revela mediante el trabajo analtico.
Es importante destacar en este trabajo, como F. Ansermet y P. Magistretti no se apartan ni un pice del
pensamiento freudiano a pesar de estar profundizando en aguas que tradicionalmente estaban alejadas de
ste. Si de aguas hablamos, las del Lago Trasimeno (Italia), sabemos que tuvieron un gran impacto en el
proceso de auto-anlisis de Freud, ya que fue en sus orillas en las que sufri una fuerte inhibicin que no
le permiti llegar a Roma; y como l mismo dice: Por mi ltimo viaje a Italia, que entre otros lugares me
llev a pasar junto al lago Trasimeno, descubr despus de que vi el Tber y hube de emprender apenado
el regreso, ochenta kilmetros antes de llegar a Roma- el refuerzo que mi nostalgia de la Ciudad Eterna
reciba de impresiones de la niez (Interpretacin de los sueos). Estas impresiones se refieren al
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recuerdo del humillante relato que su padre le hizo cuando era nio, contndole cmo se agach a recoger
el gorro que un gentil le haba arrojado al barro.
El deseo de vengar a su padre, se enlaza, a su vez, con el recuerdo de Anbal (uno de sus personajes
favoritos de nio) comprometido por juramento a vengar (tambin) a su padre Amlcar ante los romanos.
Pero al igual que Anbal, Freud no pudo ir hasta Roma y vengarle, es decir, no pudo ir ms all de donde
lleg su progenitor y superarlo, por lo que, vencido, da media vuelta y regresa a Viena. Este episodio sirve
a los autores para ilustrar sobre los recovecos por los que circulan las inscripciones psquicas de los
acontecimientos externos: la experiencia vivida se transforma en una inscripcin psquica (huella) por los
mecanismos de la plasticidad neuronal (la secuencia es: serie de asociaciones que van del gorro del
padre, a Anbal, hasta llegar al lago Trasimeno y no seguir hasta Roma). Es decir,
inscripciones y huellas que no conectan directamente con la experiencia vivida, sino con una serie de
fantasas constituidas por procesos de combinacin y desfiguracin en palabras de Freud. La realidad
psquica gana terreno a la realidad externa y es la fantasa la que alimenta la conciencia, resultando de
ello, una nueva excitacin del aparato neuronal que reemplaza la excitacin originaria externa.
El captulo 4, de contenido y descripciones eminentemente biologicistas, se apoya en stas para ilustrar
cmo un aprendizaje, por simple que sea, deja huella en la sinapsis. Tanto el aprendizaje que pueda
efectuar el ms primitivo de los organismos vivos, como el ms desarrollado y complejo que es el ser
humano, pasando por la rata. En todos los casos la red sinptica es susceptible de quedar marcada por
una huella y los mecanismos de plasticidad son los responsables de esta huella sinptica. Huella sinptica
(Neurociencias) que los autores ponen en paralelo con la primera huella psquica o signo de la percepcin
(Freud, carta 52) y remiten al significante (Lacan). Estos tres trminos se corresponden con
la percepcin de la experiencia de la realidad externa que es consciente. El cerebro percibe e inscribe bajo
forma de huella, las estimulaciones provenientes del mundo exterior. La correspondencia entre la huella y
la realidad externa es de naturaleza consciente, pero por medio del juego de transcripciones sucesivas, la
inscripcin inicial puede abandonar el rea de la conciencia y volverse un elemento constitutivo de la
realidad psquica bajo la forma de una representacin inconsciente. Por los mecanismos de la plasticidad
sinptica, estas huellas psquicas (Freud), sinpticas (Neurociencias), o significantes (Lacan), pueden
asociarse y reinscribirse bajo la forma de nuevas huellas, que por medio de una cadena producen nuevos
significados que pueden no tener ninguna correspondencia con los
significados iniciales de la realidad externa. En esta ocasin es el conocido episodio del olvido por parte de
Freud del nombre del pintor Signorelli, el que utilizan los autores para ejemplificar la exposicin terica.
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detectadas por el cerebro que activa determinadas neuronas. La inscripcin de la experiencia se lleva a
cabo mediante los mecanismos de plasticidad y los procesos asociativos que hacen que la descarga de la
excitacin (placer) pueda hacerse con un objeto que ya no es el objeto primordial, sino un representante
de aquel; y todo esto en funcin de marcadores somticos que son ledos a nivel cerebral; en el
hipotlamo concretamente.
Introducido el concepto de A. Damasio de marcador somtico, y expuesto su recorrido
biolgico/organicista, por el que un determinado estado somtico que ha sido asociado con una situacin
desagradable, busca para restablecer la homeostasis, una descarga a ese displacer, es fascinante seguir
el trayecto por el que Ansermet y Magistretti van conduciendo al lector hasta llegar a la teora pulsional,
concepto psicoanaltico donde los haya, al punto de afirmar que la teora de los marcadores somticos
proporciona un sustrato biolgico a la enigmtica cuestin del anclaje somtico de la pulsin.
El captulo (8) contina con una interesantsima teorizacin sobre la violencia, tanto la violencia de vida,
Eros, estructurante, constitutiva, salvadoracomo la violencia de muerte, Eris, desestructurante y
destructora. Violencia de vida y violencia de muerte. Violencia, que como fenmeno pulsional que es,
involucra a la vez al cuerpo y al sujeto, o sea, la tensin entre un escenario fantasmtico y un estado
somtico asociado que llama a una descarga (recordando aqu en nota al pie, que Freud define la pulsin
como un concepto lmite entre lo somtico y lo psquico) La violencia concebida como una conflictividad
propia del sujeto, que moviliza la pulsionalidad que lo habita. Pulsionalidad que necesita de un objeto para
su descarga puesto que la descarga no se hace en el vaco y el objeto puede ser un objeto sustituto del
objeto primero perdido que permanece, no obstante, inscrito bajo la forma de una ausencia en la vida
fantasmtica y orienta la accin inconscientemente.
De esta forma, estado somtico, pulsin, objeto y fantasa se hallan enlazados en un ciclo que puede
activarse de manera exgena pero tambin endgena, siempre que, por va indirecta, la fantasa sea
evocada a travs de objetos o situaciones. Punto central que relaciona cuerpo, pulsin, objeto y fantasa.
Una fantasa activada, que se conecta con un estado somtico especfico, y exige una descarga que entra
en cortocircuito con la razn, es as como se comprende el fenmeno de la violencia.
El punto central es que la activacin que desencadena la necesidad de la descarga a travs de un
determinado comportamiento, puede provenir tanto de la realidad externa, como de la activacin de un
escenario fantasmtico (realidad interna) del sujeto, que ha quedado ligado a un estado somtico en virtud
de los mecanismos de plasticidad. El comportamiento est determinado tanto por la percepcin de la
realidad externa como por las interferencias de la realidad interna inconsciente sobre dicha percepcin y
ambas percepciones estn asociadas con estados somticos particulares.
En donde se encuentran Fisiologa y Psicoanlisis? segn los autores, en la cuestin de la homeostasis y
el displacer. La pulsin siempre se descarga para restablecer la homeostasis, cuya ruptura ha sido
percibida por el organismo como desagradable (estado de displacer).
La pulsin como concepto lmite entre lo somtico y lo psquico es el punto de interseccin.
El organismo humano se dota de una compleja red de actuaciones para mantener la homeostasis y esto
es descrito por los autores en trminos fisiolgicos, apelando a los mecanismos de plasticidad, como
consolidadores de esta red. La cuestin de la huella, eje del fenmeno de la plasticidad, se sita
claramente en la interseccin entre Neurociencias y Psicoanlisis.
La tesis es que a partir de percepciones externas, unas huellas se inscriben en los circuitos neuronales por
los mecanismos de plasticidad sinptica y algunas de ellas, que pueden ser recordadas directamente por
la conciencia, estn en la base de la memoria y del aprendizaje. Son las huellas directamente conscientes.
Pero no son las nicas, otras huellas se reordenan, se asocian y producen nuevas huellas que no tienen
vnculo directo con la percepcin inicial, son huellas que pueden incluso escapar a la conciencia pero
pueden ser recordadas por sta, y un tercer tipo, son las directamente inconscientes, pero todas
integradas a fin de determinar la accin del sujeto.
Ninguno de nosotros determina una accin a ejecutar sin la participacin de estos tres tipos de huellas,
porque considerar lo humano como determinado nicamente por la incidencia de percepciones y
aprendizajes es una visin muy reduccionista, que dejara de lado la cuestin de una vida psquica que,
aunque derivada de percepciones externas, genera sus propios estmulos. Son estmulos internos
provenientes de la vida psquica construida, transcrita y reordenada a partir de estmulos externos, y segn
dicen los autores, el eje de este libro es tratar de aprehender en cada oportunidad la realidad interna
inconsciente que es la que hace de cada uno de nosotros un ser nico. Toda esta teorizacin ya conocida
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por el lector a travs de sus lecturas psicoanalticas anteriores, es sorprendentemente nueva porque ahora
est tambin encuadrada en un marco neurobiolgico.
Es interesante saber que el inconsciente no es una memoria, sino un sistema de huellas mnmicas re-
ordenadas, que no son reflejo de la realidad externa que las ha engendrado. El inconsciente se activa
como una red de asociaciones entre huellas caracterizadas por marcadores somticos determinados,
inscritos en diferentes estructuras cerebrales, pero cuya localizacin an no es posible especificar. Segn
esta concepcin, los mecanismos de plasticidad sinptica tendran una doble funcin: proveen los
mecanismos para una transcripcin relativamente fiel de la realidad externa, al tiempo que abren el camino
para la constitucin de una realidad interna que es creada de forma nica y propia para cada sujeto, de ah
pues que, a cada cual su realidad interna inconsciente y a cada cual su cerebro.
Acceder a la realidad interna solo puede hacerse mediante el trabajo analtico puesto que las huellas ya no
estn en conexin directa con la experiencia inicial del mundo externo y hay que penetrar en el escenario
fantasmtico. Una terapia conductual no podra, puesto que slo acta en una relacin lineal y unvoca
entre percepcin e inscripcin, sin acceder a las asociaciones secundarias. Sera ingenuo pensar que una
terapia conductual podra resolver una fobia, por ejemplo, si no tiene en cuenta que el objeto fobgeno lo
que hace es activar una red de asociaciones de la realidad interna inconsciente, provocando as la
manifestacin fbica. No se trata de un objeto fbico, sino de un significante fbico y el anlisis lo que
busca es revelar ese significante primario que se halla tanto en relacin con
la realidad externa que lo ha producido como con la cadena de asociaciones propia del escenario
fantasmtico. El sujeto que accede a su escenario fantasmtico o realidad interna inconsciente mediante el
anlisis, puede liberarse de condicionamientos y producir sus propias respuestas, tras haber, claro est,
levantado la represin. Bueno pues, recientes trabajos publicados (los autores los citan) informan de que
estudios por imgenes cerebrales demuestran que determinadas regiones del cerebro (dorsolaterales
prefrontales) se ven afectadas cuando el sujeto trata de suprimir recuerdos indeseables (generadores de
displacer), dicho de otra manera, determinados circuitos neuronales permitiran ejercer un control activo
para rechazar (en trminos freudianos, reprimir) recuerdos no deseados.
El ltimo problema que se plantean los autores, es sobre el enigmtico proceso de saber qu es lo que
determina que las huellas primarias puedan generar las nuevas huellas que constituyen la realidad interna
inconsciente. Una posible respuesta es que sea la fantasa, apoyndose en el hecho de que la fantasa
permite pensar lo impensable, como hace el nio que frente a lo real, construye toda suerte de ficciones y
elabora teoras sexuales infantiles que subsisten de forma inconsciente. El principio placer-displacer y los
estados somticos asociados son los que regulan algunas asociaciones entre huellas primarias, bajo la
forma de una red de huellas secundarias propias de la organizacin de la fantasa.
Todo el desarrollo terico que he pretendido resumir en esta resea lleva a la reformulacin final de que el
punto de encuentro entre Neurociencias y Psicoanlisis es la cuestin de la huella (eje del fenmeno de la
plasticidad). Huellas dejadas por la experiencia y estados somticos asociados, imprimen a los conceptos
de inconsciente y pulsin, resonancia biolgica.
Tras la lectura de A cada cual su cerebro cabe concluir que gracias a los avances de las Neurociencias,
una biologa del inconsciente y de la pulsin, hoy, es posible.
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