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El Cantar de Mio Cid

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EL CANTAR DE MIO CID

“El Cantar del Cid” se fue transmitiendo en diversas versiones y refundiciones, lo cual es normal en la
epopeya tradicional. Una de estas refundiciones se conserva en un manuscrito juglaresco del S. XIV que
transcribe una copia que hizo Per Abbat en 1207. Por lo tanto, en 2007 se conmemora el 800 aniversario
de esta copia que fue localizada en una Escuela Monacal. Ahora bien, falta saber hasta qué punto el
manuscrito versificado del S. XIV es fiel a sus originales o si añade y reforma elementos de textos
anterior. Es posible que la copia de Per Abbat sea también una refundición. Tomás Sánchez hizo una
primera edición y de aquí, a través de varias manos, llegó a la familia Pidal, pasó a don Ramón que fue
quien la estudió y analizó. Hoy es patrimonio del estado español y se conserva en la Biblioteca Nacional.
El manuscrito que conservamos contiene unos 3700 versos.

El Cantar se divide en tres partes:


1. Cantar del destierro. Narra la partida del Cid desde Burgos a Levante. El Cid, acusado de no haber
entregado los tributos que había recibido del rey árabe de Sevilla, es desterrado de Castilla por Alfonso
VI. Sale de Vivar en compañía de parientes y vasallos. Al llegar a Burgos nadie se atreve a darle albergue
ni víveres porque el rey lo ha prohibido con penas muy duras. Martín Antolinez, su sobrino, logra el dinero
que el Cid necesita para empezar sus campañas. Lo logra con una estratagema: entrega dos arcas llenas
de arena a los judíos Raquel y Vidas para que las guarden en depósito hasta el regreso del Cid,
diciéndoles que contienen tesoros que no puede llevarse al destierro. Deja a su mujer, Jimena, y a sus
hijas, Elvira y Sol, en el monasterio de San Pedro de Cardeña y sale de Castilla.

2. Cantar de las bodas. Narra el asentamiento del Cid en Valencia y las bodas de sus hijas, Elvira y Sol
con los Infantes de Carrión. El Cid conquista Valencia y envía los presentes al rey de Castilla y le ruega
que permita a su mujer y a sus hijas reunirse con él. Llegan las damas a Valencia y son recibidas con
grandes honores. Los Infantes de Carrión piden en matrimonio a las dos hijas y el rey intercede. Alfonso
VI perdona públicamente al Cid.

3. Cantar de la afrenta de Corpes. Habla de la partida de sus hijas con sus maridos hacia Castilla, del
abandono y ultraje en Corpes, de la petición de justicia del Cid al rey y del nuevo matrimonio de sus hijas.
RODRIGO DE CERVANTES SAAVEDRA

Cuarto de los siete hijos del matrimonio de Rodrigo de Cervantes Saavedra y Leonor de Cortinas, Miguel
de Cervantes Saavedra nació en Alcalá (dinámica sede de la segunda universidad española, fundada en
1508 por el cardenal Cisneros) entre el 29 de septiembre (día de San Miguel) y el 9 de octubre de 1547,
fecha en que fue bautizado en la parroquia de Santa María la Mayor.
La familia de su padre conocía la prosperidad, pero su abuelo Juan, graduado en leyes por Salamanca y
juez de la Santa Inquisición, abandonó el hogar y comenzó una errática y disipada vida, dejando a su
mujer y al resto de sus hijos en la indigencia, por lo que el padre de Cervantes se vio obligado a ejercer su
oficio de cirujano barbero, lo cual convirtió la infancia del pequeño Miguel en una incansable peregrinación
por las más populosas ciudades castellanas. Por parte materna, Cervantes tenía un abuelo magistrado
que llegó a ser efímero propietario de tierras en Castilla. Estos pocos datos acerca de las profesiones de
los ascendientes de Cervantes fueron la base de la teoría de Américo Castro sobre el origen converso
(judíos obligados a convertirse en cristianos desde 1495) de ambos progenitores del escritor.

El destino de Miguel parecía prefigurarse en parte en el de su padre, quien, acosado por las deudas,
abandonó Alcalá para buscar nuevos horizontes en el próspero Valladolid, pero sufrió siete meses de
cárcel por impagos en 1552, y se asentó en Córdoba en 1553. Dos años más tarde, en esa ciudad, Miguel
ingresó en el flamante colegio de los jesuitas. Aunque no fuera persona de gran cultura, Rodrigo se
preocupaba por la educación de sus hijos; el futuro escritor fue un lector precocísimo y sus dos hermanas
sabían leer, cosa muy poco usual en la época, aun en las clases altas. Por lo demás, la situación de la
familia era precaria.

En 1556 Leonor vendió el único sirviente que le quedaba y partieron hacia Sevilla con el fin de mejorar
económicamente, pues esta ciudad era la puerta de España a las riquezas de las Indias y la tercera
ciudad de Europa (tras París y Nápoles) en la segunda mitad del siglo XVI. A los diecisiete años, Miguel
era un adolescente tímido y tartamudo, que asistía a clase al colegio de los jesuitas y se distraía como
asiduo espectador de las representaciones del popular Lope de Rueda, como recordaría luego, en 1615,
en el prólogo a la edición de sus propias comedias: «Me acordaba de haber visto representar al gran Lope
de Rueda, varón insigne en la representación y del entendimiento».
FRANCISCO DE QUEVEDO

(Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, España, 1645) Escritor español. Los padres de Francisco de
Quevedo desempeñaban altos cargos en la corte, por lo que desde su infancia estuvo en contacto con el
ambiente político y cortesano. Estudió en el colegio imperial de los jesuitas, y, posteriormente, en las
Universidades de Alcalá de Henares y de Valladolid, ciudad ésta donde adquirió su fama de gran poeta y
se hizo famosa su rivalidad con Góngora.

Siguiendo a la corte, en 1606 se instaló en Madrid, donde continuó los estudios de teología e inició su
relación con el duque de Osuna, a quien Francisco de Quevedo dedicó sus traducciones de Anacreonte,
autor hasta entonces nunca vertido al español. En 1613 Quevedo acompañó al duque a Sicilia como
secretario de Estado, y participó como agente secreto en peligrosas intrigas diplomáticas entre las
repúblicas italianas.

De regreso en España, en 1616 recibió el hábito de caballero de la Orden de Santiago. Acusado, parece
que falsamente, de haber participado en la conjuración de Venecia, sufrió una circunstancial caída en
desgracia, a la par, y como consecuencia, de la caída del duque de Osuna (1620); detenido, fue
condenado a la pena de destierro en su posesión de Torre de Juan Abad (Ciudad Real).

Sin embargo, pronto recobró la confianza real con la ascensión al poder del conde-duque de Olivares,
quien se convirtió en su protector y le distinguió con el título honorífico de secretario real. Pese a ello,
Quevedo volvió a poner en peligro su estatus político al mantener su oposición a la elección de Santa
Teresa como patrona de España en favor de Santiago Apóstol, a pesar de las recomendaciones del
conde-duque de Olivares de que no se manifestara, lo cual le valió, en 1628, un nuevo destierro, esta vez
en el convento de San Marcos de León.

Pero no tardó en volver a la corte y continuar con su actividad política, con vistas a la cual se casó, en
1634, con Esperanza de Mendoza, una viuda que era del agrado de la esposa de Olivares y de quien se
separó poco tiempo después. Problemas de corrupción en el entorno del conde-duque provocaron que
éste empezara a desconfiar de Quevedo, y en 1639, bajo oscuras acusaciones, fue encarcelado en el
convento de San Marcos, donde permaneció, en una minúscula celda, hasta 1643. Cuando salió en
libertad, ya con la salud muy quebrantada, se retiró definitivamente a Torre de Juan Abad.
FEDERICO GARCIA LORCA

Federico García Lorca, uno de los poetas más insignes de nuestra época, nació en Fuente
Vaqueros, un pueblo andaluz de la vega granadina, el 5 de junio de 1898, el año en que España perdió
sus colonias. Su madre, Vicenta Lorca Romero, había sido durante un tiempo maestra de escuela, y su
padre, Federico García Rodríguez, poseía terrenos en la vega, donde se cultivaba remolacha y tabaco.
En 1909, cuando Federico tenía once años, toda la familia -sus padres, su hermano Francisco, él mismo y
sus hermanas Conchita e Isabel- se estableció en la ciudad de Granada, aunque seguiría pasando los
veranos en el campo, en Asquerosa (hoy, Valderrubio), donde Federico escribió gran parte de su obra.

Más tarde, aun después de haber viajado mucho y haber vivido durante largos períodos en Madrid,
Federico recordaría cómo afectaba a su obra el ambiente rural de la vega: Amo a la tierra. Me siento
ligado a ella en todas mis emociones. Mis más lejanos recuerdos de niño tienen sabor de tierra. Los
bichos de la tierra, los animales, las gentes campesinas, tienen sugestiones que llegan a muy pocos. Yo
las capto ahora con el mismo espíritu de mis años infantiles. De lo contrario, no hubiera podido
escribir Bodas de sangre.

En sus poemas y en sus dramas se revela como agudo observador del habla, de la música y de las
costumbres de la sociedad rural española. Una de las peculiaridades de su obra es cómo ese ambiente,
descrito con exactitud, llega a convertirse en un espacio imaginario donde se da expresión a todas las
inquietudes más profundas del corazón humano: el deseo, el amor y la muerte, el misterio de la identidad
y el milagro de la creación artística.
Lope de Vega

(Félix Lope de Vega y Carpio, Madrid, 1562 - id., 1635) Escritor español. Procedente de una familia
humilde, la vida de Lope de Vega fue sumamente agitada y repleta de lances amorosos. Estudió en los
jesuitas de Madrid (1574) y cursó estudios universitarios en Alcalá (1576), aunque no consiguió el grado
de bachiller.

Debido a la composición de unos libelos difamatorios contra la comedianta Elena Osorio (Filis) y su
familia, por desengaños amorosos, Lope de Vega fue desterrado de la corte (1588-1595). No fue éste el
único proceso en el que se vio envuelto: en 1596, después de haber sido indultado en 1595 del destierro,
fue procesado por amancebamiento con Antonia de Trillo.
Estuvo enrolado, al menos, en dos expediciones militares: una fue la que conquistó la isla Terceira en las
Azores (1583), al mando de don Álvaro de Bazán, y la otra, en la Armada Invencible. Fue secretario de
varios personajes importantes, como el marqués de Malpica o el duque de Alba, y a partir de 1605 estuvo
al servicio del duque de Sessa, relación sustentada en una amistad mutua.
Lope se casó dos veces: con Isabel de Urbina (llamada Belisa en sus versos), con la que contrajo
matrimonio por poderes tras haberla raptado antes de salir desterrado de Madrid; y con Juana de Guardo
en 1598. Aparte de estos dos matrimonios, su vida amorosa fue muy intensa, ya que mantuvo relaciones
con numerosas mujeres, incluso después de haber sido ordenado sacerdote. Entre sus amantes se puede
citar a Marina de Aragón, a Micaela Luján (Camila Lucinda), con la que tuvo dos hijos, Marcela y Lope
Félix, y a Marta de Nevares (Amarilis y Marcia Leonarda), además de las ya citadas anteriormente.
CAMILO JOSE CELA

Camilo José Cela Trulock nació en la localidad gallega de Iria Flavia en Padrón, provincia de A Coruña, el
11 de mayo de 1916. En 1942 arranca su carrera literaria con la publicación de su primera novela La

familia de Pascual Duarte, tras la que siguieron trece novelas más hasta Madera de boj (1999). Destaca,

tras La familia de Pascual Duarte, La colmena editada en 1951 en Buenos Aires por sus problemas con la

censura.En 1989 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura, “por su prosa rica e intensa, que, con

refrenada compasión, configura una visión provocadora del desamparo del ser humano”. Dos años antes

había recibido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, y seis años después le fue concedido el

máximo galardón de las Letras Españolas: el Premio Cervantes.CJC cultivó todos los géneros literarios

hasta alcanzar un total de 120 títulos publicados en vida: 14 novelas, ocho novelas cortas, cinco libros de

poesía, 17 libros de viajes, 20 libros de artículos, 26 de cuentos, tres de teatro, un romance de ciego,

cinco adaptaciones, dos de entrevistas, 13 de temática variada, uno de lexicografía, tres diccionarios y
dos libros de memorias: La rosa (memorias de la niñez) y Memorias, entendimientos y

voluntades (memorias de juventud). También fue periodista, ensayista, editor de revistas literarias,

conferenciante, pintor, actor y un largo etcétera.En 1956 funda y dirige desde Mallorca la revista de
creación literaria Papeles de Son Armadans –revista fundamental para entender la literatura española de

posguerra-, que mantuvo activa hasta 1979, llegándose a editar 276 números durante sus 23 años de

vida.En 1957, apadrinado por Vicente Aleixandre, Gregorio Marañón y Joaquín Calvo-Sotelo, ingresó en
la Real Academia Española, institución en la que ocupó el sillón Q. Su discurso de ingreso, La obra

literaria del pintor Solana, fue contestado por el propio Gregorio Marañón.En 1977 S. M. el Rey Juan

Carlos I lo nombró Senador en las primeras Cortes Generales de la transición democrática, participando

en la redacción del texto de la Constitución.Recibió 25 doctorados Honoris Causa por 16 países distintos
de 4 continentes y vio como su obra se editaba y traducía a más de 40 idiomas. De hecho, La familia de

Pascual Duarte es considerada por muchos como la novela española más editada y traducida después

de El Quijote.Murió en Madrid el 17 de enero de 2002 a los 85 años. Su legado se conserva en la

Fundación que lleva su nombre en Iria Flavia.


Luis de Góngora y Argote

(Córdoba, España, 1561-id., 1627) Poeta español. Nacido en el seno de una familia acomodada, estudió
en la Universidad de Salamanca. Nombrado racionero en la catedral de Córdoba, desempeñó varias
funciones que le brindaron la posibilidad de viajar por España. Su vida disipada y sus composiciones
profanas le valieron pronto una amonestación del obispo (1588).

En 1603 se hallaba en la corte, que había sido trasladada a Valladolid, buscando con afán alguna mejora
de su situación económica. En esa época escribió algunas de sus más ingeniosas letrillas, trabó una
fecunda amistad con Pedro Espinosa y se enfrentó en terrible y célebre enemistad con su gran
rival, Francisco de Quevedo. Instalado definitivamente en la corte a partir de 1617, fue nombrado capellán
de Felipe III, lo cual, como revela su correspondencia, no alivió sus dificultades económicas, que lo
acosarían hasta la muerte.
Aunque en su testamento hace referencia a su «obra en prosa y en verso», no se ha hallado ningún
escrito en prosa, salvo las 124 cartas que conforman su epistolario, testimonio valiosísimo de su tiempo. A
pesar de que no publicó en vida casi ninguna de sus obras poéticas, éstas corrieron de mano en mano y
fueron muy leídas y comentadas.
En sus primeras composiciones (hacia 1580) se adivina ya la implacable vena satírica que caracterizará
buena parte de su obra posterior. Pero al estilo ligero y humorístico de esta época se le unirá otro,
elegante y culto, que aparece en los poemas dedicados al sepulcro de El Greco o a la muerte de Rodrigo
Calderón. En laFábula de Píramo y Tisbe (1617) se producirá la unión perfecta de ambos registros, que
hasta entonces se habían mantenido separados.
Entre 1612 y 1613 compuso los poemas extensos Soledades y la Fábula de Polifemo y Galatea, ambos
de extraordinaria originalidad, tanto temática como formal. Las críticas llovieron sobre estas dos obras, en
parte dirigidas contra las metáforas extremadamente recargadas, y a veces incluso «indecorosas» para el
gusto de la época. En un rasgo típico del Barroco, pero que también suscitó polémica, Góngora rompió
con todas las distinciones clásicas entre géneros lírico, épico e incluso satírico. Juan de Jáuregui
compuso su Antídoto contra las Soledades y Quevedo lo atacó con su malicioso poema Quien quisiere
ser culto en sólo un día... Sin embargo, Góngora se felicitaba de la incomprensión con que eran recibidos
sus intrincados poemas extensos: «Honra me ha causado hacerme oscuro a los ignorantes, que ésa es la
distinción de los hombres cultos».
Juan Ramón Jiménez

(Moguer, 1881 - San Juan de Puerto Rico, 1958) Poeta español. Su lírica evolucionó desde las últimas
derivaciones del modernismo hacia una poesía a la vez emotiva e intelectualista. Tras cursar el
bachillerato en el colegio de los jesuitas de Puerto de Santa María (Cádiz), ingresó en la Universidad de
Sevilla para estudiar derecho, carrera que abandonó para seguir su vocación artística.Aunque
inicialmente quiso ser pintor, pronto se orientó hacia la poesía, animado por la lectura de Rubén Darío y
de los escritores románticos. Sus primeras colaboraciones en la revista madrileña Vida Nueva fueron
acogidas con entusiasmo por los modernistas, por lo que decidió trasladarse a Madrid en 1900 y publicar
ese mismo año sus dos primeros volúmenes de versos, Ninfeas y Almas de violeta, títulos que le fueron
sugeridos por Ramón del Valle-Inclán y Rubén Darío.De carácter melancólico y depresivo, la repentina
muerte de su padre le causó fuertes crisis nerviosas que lo obligaron a pasar largas temporadas en
sanatorios de Burdeos y Madrid. A esta época corresponden los libros Rimas (1902), Arias tristes(1903)
y Jardines lejanos (1904), que configuraron una poética más en la línea deGustavo Adolfo Bécquer,
impregnada de musicalidad, nostalgia y amor por la naturaleza, con metros sencillos en los que
predomina el octosílabo y un ritmo fluido.Entre 1905 y 1912 el autor vivió en su pueblo natal, entregado a
la lectura y admirando la vida campesina andaluza. Este acercamiento al mundo rural se tradujo en un
nuevo sentimentalismo que, sin abandonar la languidez inicial, se enriqueció con impulsos apasionados y
juveniles. En los escenarios crepusculares de pálidos jardines, decadentes ensueños y estancias
silenciosas, aparecieron por primera vez colores brillantes e imágenes de mujeres desnudas que tiñeron
los versos de erotismo.Tanto en los Sonetos espirituales (1914) como en Estío (1916) se anunciaba un
cambio formal que culminó en el Diario de un poeta recién casado (1917), escrito casi en su totalidad
durante la travesía del Atlántico. Según declaró el autor, el constante movimiento de las olas le transmitió
la obsesión por el ritmo y lo llevó a abandonar las estructuras estróficas tradicionales, y a cultivar el verso
libre. Al mismo tiempo, la ornamentación modernista desapareció en favor de un lenguaje sobrio y
desnudo, que huyó de la vaguedad y aspiró a la precisión absoluta.

Muestra de ello son las composiciones de Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919),Poesía (1923)
y Belleza (1923), donde eliminó todo aquello que no tendiese a la esencia poética y a la plenitud espiritual
y estética. Este giro hacia la «poesía pura» ejercería una gran influencia en la obra inicial de los poetas de
la generación del 27, particularmente en Jorge Guillén, Pedro Salinas, Federico García Lorca, Rafael
Alberti,Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre. El autor intentó llevar al ámbito de la prosa las conquistas
obtenidas en sus versos y escribió la serie de retratos líricos que integraron el libro Españoles de tres
mundos (1942), aparecido en su mayor parte en la revista Índice.
Miguel de Unamuno

(Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación
del 98. Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid, época durante la cual leyó
a Thomas Carlyle, Herbert Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. Se doctoró con la tesis Crítica del
problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, y poco después accedió a la cátedra de lengua y
literatura griega en la Universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia
de la lengua castellana.
Inicialmente sus preocupaciones intelectuales se centraron en las cuestiones éticas y los móviles de su fe.
Desde el principio trató de articular su pensamiento sobre la base de la dialéctica hegeliana, y más tarde
acabó buscando en las dispares intuiciones filosóficas de Herbert Spencer, Sören Kierkegaard, William
James y Henri Bergson, entre otros, vías de salida a su crisis religiosa.
Sin embargo, las contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento actuaron
impidiendo el desarrollo de un sistema coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto
que expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la realidad de su yo. Esa angustia
personal y su idea básica de entender al hombre como "ente de carne y hueso", y la vida como un fin en
sí mismo, se proyectaron en obras como En torno al casticismo (1895), Mi religión y otros
ensayos (1910), Soliloquios y conversaciones (1911) o Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y
en los pueblos (1913).

El primero de los libros fue en realidad un conjunto de cinco ensayos en torno al "alma castellana", en los
que opuso al tradicionalismo la "búsqueda de la tradición eterna del presente", y defendió el concepto de
"intrahistoria" latente en el seno del pueblo frente al concepto oficial de historia. Según propuso entonces,
la solución de muchos de los males que aquejaban a España era su "europeización".

Sin embargo, estas obras no parecían abarcar, desde su punto de vista, aspectos íntimos que formaban
parte de la realidad vivencial. De aquí que literaturizase su pensamiento, primero a través de un
importante ensayo sobre dos personajes clave de la literatura universal en la Vida de don Quijote y
Sancho (1905), obra en la que, por otra parte y en flagrante contradicción con la tesis europeísta
defendida en libros anteriores, proponía "españolizar Europa". Al mismo tiempo, apuntó que la relación
entre los dos protagonistas de Don Quijote de la Mancha simbolizaba la tensión existente entre ficción y
realidad, locura y razón, que constituye la unidad de la vida y la común aspiración a la inmortalidad.
Jorge Manrique

(Paredes de Navas, España, h. 1440 - Castillo de Garcimuñoz, Cuenca, id., 1479) Poeta castellano autor
de las célebres Coplas a la muerte de su padre, máxima creación de la lírica cortesana del siglo XV y una
de las mejores elegías de la literatura española.
Miembro de una familia de la nobleza más rancia de Castilla (era hijo de don Rodrigo Manrique, maestre
de la orden de Santiago, y sobrino del poeta Gómez Manrique), Jorge Manrique compaginó su afición por
las letras con la carrera de las armas, participando junto a su padre en las luchas que precedieron al
ascenso de los Reyes Católicos. Ambos pertenecían a la orden de Santiago, y combatieron del lado
deIsabel la Católica contra los partidarios de Juana la Beltraneja. Pereció a causa de las heridas recibidas
durante al asalto al castillo de Garcimuñoz, en el feudo del marqués de Villena.
La poesía de Jorge Manrique se sitúa dentro de la corriente cancioneril del siglo XV. Su producción
poética menor, reunida en un Cancionero, está formada por medio centenar de composiciones breves, en
su mayor parte de tema amoroso, que siguieron los cánones trovadorescos y cortesanos de finales de la
Edad Media. Más originales son sus piezas burlescas, como las "Coplas a una beoda" o la titulada
"Convite que hizo a su madrastra".Pero la celebridad de Jorge Manrique se debe fundamentalmente a
las Coplas a la muerte de su padre, su obra maestra, compuesta a raíz del fallecimiento de don Rodrigo
(1476) y publicada en 1494 en Sevilla con el título Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, el
Maestre don Rodrigo. Esta elegía pertenece a la tradición medieval de la ascética cristiana: contra la
mundanidad de la vida, postula una aceptación serena de la muerte, que es tránsito a la vida eterna. Sin
embargo, apunta ya una idea original que preludia la concepción renacentista del siglo siguiente: aparte
de la vida terrenal y la vida eterna, Manrique alude a la vida de la fama, es decir, a la perduración en este
mundo en virtud de una vida ejemplar que permanece en la memoria de los vivos.
Tras un primer bloque en el que medita sobre la brevedad de la vida, el paso del tiempo y la muerte, la
atención del autor se centra en figuras desaparecidas de su pasado inmediato, como los monarcas Juan II
de Aragón, Enrique IV de Castilla o el noble Álvaro de Luna, para concluir con un repaso de las virtudes
morales del maestre y su diálogo final con la Muerte. De este modo, la lírica castellana pasó del concepto
abstracto de la muerte a su presencia histórica y a su dimensión particular, en un movimiento de flujo
temporal que es uno de los grandes hallazgos del poeta. Las Coplas se apartaron de los tópicos
macabros tan abundantes en la literatura moral de la época y consiguieron alcanzar una extraordinaria
hondura emotiva.
RAFAEL ALBERTO

Nació en Rauch (provincia de Buenos Aires) en 1889, y murió en la Capital Federal, en 1968. Fue
profesor universitario; presidió el P.E.N. Club argentino y la Academia Argentina de Letras, y formó parte
de otras instituciones donde se destacó como propulsor de actividades culturales y literarias.
Su obra escrita comprende verso y prosa. Se inicia como poeta cuando se apaga el modernismo.

De 1910 data Alma y momento, al que siguen otros libros de poemas. Sus trabajos de investigador y
crítico son numerosos y, entre ellos se destacan, Bibliópolis (1933); Florencio Balcarce (1939); Don
Gregorio Beéche y los bibliógrafos americanistas de Chile y del Plata (1941); Centuria porteña (1944); La
literatura argentina y sus vínculos con España (1948).

Otros libros en prosa armonizan el saber, la reminiscencia y el lirismo, como El encantamiento de las
sombras (1926) y La ciudad del bosque (1935).

Caracteriza su obra una sutil captación de la realidad cotidiana y la preferencia por las formas métricas
tradicionales, con un estilo distinguido y elegante que evita los excesos. Una antología de su obra lírica se
ha publicado bajo el título genérico Poesías.
Miguel Hernández

(Orihuela, 1910 - Alicante, 1942) Poeta español. Adscrito a la Generación del 27, Miguel Hernández
destacó por la hondura y autenticidad de sus versos, reflejo de su compromiso social y político. Nacido en
el seno de una familia humilde y criado en el ambiente campesino de Orihuela, de niño fue pastor de
cabras y no tuvo acceso más que a estudios muy elementales, por lo que su formación fue autodidacta.

Su interés por la literatura lo llevó a profundizar en la obra de algunos clásicos, comoGarcilaso de la


Vega, Luis de Góngora o Calderón de la Barca, que posteriormente tuvieron una marcada influencia en
sus versos (especialmente en los de su etapa juvenil) y en sus primeras tentativas teatrales. También
conoció la producción de autores como Rubén Darío o Antonio Machado. Participó en las tertulias
literarias locales organizadas por su amigo Ramón Sijé, encuentros en los que se relacionó con la que
luego fue su esposa e inspiradora de muchos de sus poemas, Josefina Manresa.
Con veinticuatro años viajó a Madrid y conoció a Vicente Aleixandre y a Pablo Neruda; con este último
fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Las ideas marxistas del poeta chileno tuvieron una gran
influencia sobre el joven Miguel, que se alejó del catolicismo e inició la evolución ideológica que lo
conduciría a tomar posiciones de compromiso beligerante durante la Guerra Civil Española (1936-1939).
Con el triunfo del Frente Popular colaboró con otros intelectuales en las Misiones Pedagógicas,
movimiento de carácter social y cultural; tras el estallido de la Guerra Civil (julio de 1936), se alistó como
voluntario en el ejército republicano. Durante la contienda contrajo matrimonio con Josefina Manresa,
publicó diversos poemas en las revistas El Mono Azul, Hora de España y Nueva Cultura, y dio numerosos
recitales en el frente. El fallecimiento de su primer hijo (1938) y el nacimiento del segundo (1939) se
añadieron como motivo inspirador de su obra poética.

Terminada la guerra regresó a Orihuela, donde fue detenido. Condenado a muerte, se le conmutó luego la
pena por la de cadena perpetua. Después de pasar por varias prisiones, murió en el penal de Alicante
víctima de un proceso tuberculoso; de esta forma se truncó una de las trayectorias más prometedoras de
las letras españolas del siglo XX.
Fray Luis de León

(Belmonte, España, 1527 - Madrigal de las Altas Torres, id., 1591) Escritor español en lenguas castellana
y latina. Se le considera el máximo exponente de la literatura ascética del Renacimiento, y, junto con San
Juan de la Cruz, una de las principales figuras de la poesía religiosa del Siglo de Oro.
De ascendencia judía, Fray Luis de León ingresó muy joven en la orden agustina. Estudió en las
universidades de Alcalá de Henares y de Salamanca, donde obtuvo dos cátedras: la primera de filosofía
moral y la segunda de Sagradas Escrituras, que abandonó más tarde para dedicarse a su orden. Fue
detenido por la Inquisición y encarcelado durante casi cuatro años (1573-1576) a causa de su Comentario
al Cantar de los Cantares (1561), traducción al castellano del texto bíblico, entonces prohibido.

Fray Luis de León fue un gran humanista de espíritu cristiano y muy buen conocedor de los clásicos
latinos. Destacó ante todo como prosista en castellano: su conciencia estilística, que se manifiesta en los
efectos rítmicos que introdujo en su prosa, y su empeño en conseguir un lenguaje cuidado y natural lo
convierten en un escritor fundamental para la consolidación de la prosa castellana.

Destacan en este sentido La perfecta casada (1583), sobre las virtudes de la mujer cristiana, y, sobre
todo, De los nombres de Cristo (1574-1575), comentario erudito que constituye sin duda su obra más
conseguida estilísticamente. Sin embargo, su fama literaria se debe a sus composiciones poéticas,
veintitrés poemas publicados por primera vez por Quevedo en 1637 en un intento de ofrecer
contramodelos a la corriente culterana encabezada por Góngora.
Tan riguroso como en su prosa, su poesía demuestra un gran dominio del ritmo y del tono. Siguió las
innovaciones métricas introducidas por Boscán y Garcilaso, pero se decantó exclusivamente por la lira
como forma estrófica. Ejemplo eminente de la fecunda influencia de Horacio en el Renacimiento,
consiguió una expresión poética de gran perfección formal y fuerza expresiva, de ejemplar sencillez.
Sobre la base de su pensamiento platónico-agustiniano, cantó el ideal de vida retirada y el anhelo de
plenitud que prefigura la vida celestial.
Azorín [José Martínez Ruiz]

(Monóvar, Alicante, 1873 - Madrid, 1967) Escritor español adscrito a la Generación del 98. Sus inicios
estuvieron muy marcados por una sensibilidad de carácter anarquista y sus primeros títulos respondían a
esa ideología: Notas sociales (1896), Pecuchet demagogo (1898).

Durante esos años viajó intensamente por tierras de la meseta castellana, con el propósito de conocer
tanto su paisaje como la situación social de sus gentes, que entonces era de extrema miseria. Compartió,
junto a R. de Maeztu y P. Baroja, una viva admiración por la obra de Nietzsche, así como doctrinas de
carácter revolucionario.

Se licenció en derecho y se dio a conocer enseguida a través de sus colaboraciones en la prensa: de


hecho, el seudónimo Azorín apareció por vez primera en un artículo publicado en España. Publicó
asiduamente en periódicos y revistas de la época. Una primera trilogía narrativa, compuesta por los
volúmenes La voluntad (1902),Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904),
constituye un extenso proceso de reflexión personal que lo llevó a cambiar radicalmente sus posiciones.
Desilusionado, sus propias conclusiones lo llevaron a adoptar un ideario conservador al enfrentarse con
algunos de los mitos finiseculares.

En ese momento, su prosa despunta ya con fuerza por una extraordinaria valoración del objeto en sus
mínimos detalles, claridad y precisión expositivas, frase breve y riqueza de léxico. Todo ello, en su tiempo,
hizo que su obra supusiera una auténtica revolución estética, si se la compara con el grueso de la
producción decimonónica.
Mario Vargas Llosa

(Arequipa, Perú, 1936) Escritor peruano. Con la publicación de la novela La ciudad y los perros (1963),
Mario Vargas Llosa quedó consagrado como una de las figuras fundamentales del «boom» de la literatura
hispanoamericana de los años 60. Al igual que otros miembros del mismo grupo, su obra rompió con los
cauces de la narrativa tradicional al asumir las innovaciones de la narrativa extranjera (William
Faulkner,James Joyce) y adoptar técnicas como el monólogo interior, la pluralidad de puntos de vista o la
fragmentación cronológica, puestas por lo general al servicio de un crudo realismo.

Por otra parte, se deben también al novelista peruano importantes aportaciones críticas y hondas
reflexiones sobre el oficio de escribir, como su teoría sobre los "demonios interiores", que intenta explicar
la escritura como un acto de expulsión, por parte del creador, de los elementos de la conciencia capaces
de incubar perturbaciones que sólo el hecho de escribir puede exorcizar. La concesión del Nobel de
Literatura en 2010 coronó una trayectoria ejemplar.

Mario Vargas Llosa pasó su infancia entre Cochabamba (Bolivia) y las ciudades peruanas de Piura y
Lima. El divorcio y posterior reconciliación de sus padres se tradujo en frecuentes cambios de domicilio y
de colegio; entre los catorce y los dieciséis años estuvo interno en la Academia Militar Leoncio Prado,
escenario de su novela La ciudad y los perros. A los dieciséis años inició su carrera literaria y periodística
con el estreno del drama La huida del Inca (1952), pieza de escaso éxito.
Poco después ingresó en la Universidad de San Marcos de Lima, donde cursó estudios de literatura.
Desempeñó múltiples trabajos para poder vivir sin abandonar sus estudios: desde redactor de noticias en
una emisora de radio hasta registrador en el Cementerio General de Lima. En 1955, el escándalo que
provocó al casarse clandestinamente con su tía política Julia Urquidi (episodio que inspira la novela La tía
Julia y el escribidor) agravó aún más su situación, y hubo de recurrir a algunos amigos para aliviar su
penosa situación doméstica.
En la capital peruana fundó Cuadernos de Composición (1956-1957), junto con Luis Loayza y Abelardo
Oquendo, y luego la Revista de Literatura (1958-1959), erigiéndose en estas publicaciones como
abanderado de un grupo que reaccionaba contra la narrativa social y documentalista de aquel entonces. A
finales de los años 50 pudo finalmente viajar y establecerse en Europa, donde empezó a trabajar en la
Radio Televisión Francesa y fue profesor en el Queen Mary College de Londres.

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