Hipnologica 4
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SUBDIRECTORES Editorial . 3
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Jorge Cuadros Fernández Grandes figuras de la historia
Chema Nieto Castañón Freud y la Hipnosis 4
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a la psicoterapia meditativa 18
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Ana Ariza Guerrero El Arte y el Proceso Creativo 21
Lorenza Berlanga de Jesús
Manuel Bosque Guerrero Hipnonauta . 23
José Cano Devesa
Amador Cernuda Lago Metáforas . 24
Luz Mª Checa
Carlos Conde Arranz Reseñas .
Julio García Brazales Psicología de la sugestión en
Mª Teresa García Catrofes Freud 27
Laura González Bixquert
Pedro Hidalgo Pérez Sugestión
María Isabel Ladiñán Moreno Sugestión; un término marcado 28
Victoria Lillo
Joan Manuel López Capdevilla Investigación
Fernando Martínez Pintor Autohipnosis ultradiana para el
Ascensión Patricio colon irritable 32
Manuel Picado Méndez
Carmen Puerta Lanzón
Jesús Romeo Arguedas
Miguel Ángel Salas EDITA
Laura Sandoval Sociedad Hipnológica Científica
Matilde Santos Leal c/ Orense 16, 9º C
Marta Tordesillas Colado 28020 Madrid
Ruth Valderey Tlf: 91 555 1301
Magali Vargas Crisóstomo
2
Isidro Pérez Hidalgo (2011) Editorial. Hipnológica, 4:3
Editorial
En este número 4 de Hipnológica
tenemos algunas novedades interesantes.
En primer lugar, somos ya la
Sociedad Hipnológica Científica,
reconocida por el Ministerio del Interior.
Por ello, Hipnológica continúa siendo
nuestro órgano de comunicación en la red,
pero nos planteamos ser más que una
revista y expandir las actividades de nuestra
sociedad en los terrenos de la clínica, la
investigación y la docencia. En el presente
año han tenido lugar dos reuniones de la
Asamblea General y se han celebrado
reuniones prácticamente mensuales de la
Junta Rectora. Estamos ilusionados con
diferentes proyectos que ya comentaremos
a nuestros lectores.
Continuamos con nuestras
secciones habituales que, de alguna manera,
ya se reflejan en la portada de nuestra
revista en forma de titulares. Estamos
tratando de abordar la hipnosis desde
perspectivas diferentes, desde la
investigación hasta las metáforas en sus
formas más variadas, pasando por otras
secciones más puramente clínicas.
También nos es grato saludar a los
nuevos miembros y colaboradores.
Esperamos que nuestro grupo siga
creciendo en sentido cuantitativo y
cualitativo. Estamos incluso gestionando la
participación de colaboradores de lengua no
española para incluir originales y/o
traducciones de otros países.
En este número, además,
encontrarán una interesante reseña del libro
“Psicología de la Sugestión en Freud”, de
Pedro Rocamora. Recomendamos
encarecidamente su lectura.
Por lo demás, estaremos encantados
de recibir más comunicación por parte de
nuestros lectores, sus sugerencias y
consultas, ya sea por correo electrónico o
telefónicas (91 555 13 01).
3
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
Freud y la Hipnosis
Pedro Rocamora G.-Valls1
El presente artículo cuestiona y desmonta dos tópicos erróneos. Primero, que Freud fue un mal hipnotizador.
Segundo, que la hipnosis y la sugestión no tienen nada que ver con el psicoanálisis ni con la visión freudiana.
Un estudio profundo de la obra de Freud demuestra todo lo contrario.
Freud utilizó la hipnosis hasta que la sustituyó por el método psicoanalítico. Pocos saben que su inicial contacto
con ella se produce, como antes sucediera con Braid y Charcot (magos: Lafontaine y Donato, respectivamente),
al ver a un hipnotizador de teatro de nacionalidad danesa, llamado Carl Hansen (1833-1897), quien actuaba con
el nombre artístico de Hansen le magnetiseur. El entonces joven estudiante de medicina asiste a una
demostración de aquél y viendo que uno de los sujetos adquiría una “palidez mortal, como si hubiera caído en
un estado de catalepsia”, llegó al convencimiento de que los fenómenos de hipnosis eran auténticos2.
Freud primero estudió y practicó la hipnosis con Charcot y a continuación con Bernheim (representantes de las
escuelas de la Salpêtrière y de Nancy), es decir, con los que más sabían de hipnosis de su tiempo.
Posteriormente, utilizó la hipnosis como método terapéutico durante sus primeros diez años de actividad
profesional, desde 1886 hasta 1896. En ese largo período su arsenal terapéutico como confiesa en Presentación
autobiográfica (1925, p. 15) fue la electroterapia, de la que reconoció que no era más que un efecto de la
sugestión, y la hipnosis. De esa época son sus trabajos con Breuer y los escritos sobre la histeria (1888).
Está probado que Freud conoció y realizó regresiones hipnóticas, pues entonces se creía que la abreacción de
ciertos recuerdos traumáticos en estado hipnótico podía curar la patología histérica. Breuer sostenía que las
causas de la histeria se debían a recuerdos olvidados y que para lograr la curación era necesario que volviesen a
la conciencia, aunque ello produjese un shock (abreacción) que “limpiase el espíritu mediante una descarga
emocional”. A ese procedimiento lo denominó catarsis.
Freud, quien fue el primero en proponer que la hipnosis posibilita el acceso al inconsciente, sustituyó la
regresión hipnótica por la evocación en estado de vigilia de los recuerdos expresados por medio de la palabra
(cuya asociación libre interpreta el psicoanalista) como un procedimiento liberador del inconsciente.
La práctica de la hipnosis, y especialmente de la regresión, permite a Freud descubrir el psicoanálisis. Por tanto,
la regresión hipnótica de Breuer al evolucionar, por obra de Freud, hacia la asociación libre sin trance se había
transformado en psicoanálisis.
La diferencia entre hipnosis y psicoanálisis para Chauchard (1971, p. 21) es que “con el psicoanálisis se
explora el inconsciente evocándolo; por el contrario, con el hipnotismo se le evoca sumiendo al sujeto en una
inconsciencia relativa” 3.
1
Doctor en psicología y especialista universitario en hipnosis clínica.
2
Véase su Presentación autobiográfica, 1925, vol. 20, p. 16: “Carl Hansen (1833-1897), mesmerista danés
cuyas demostraciones públicas realizadas en gran parte de Europa contribuyeron mucho a reavivar el interés
por la hipnosis”. (Todas las citas de este artículo están tomadas de las obras completas de Freud, en 24 tomos,
de la editorial Amorrortu).
3
Actualmente sabemos que la hipnosis no produce inconsciencia como aquí se entiende, sin embargo,
Chauchard se alinearía con las teorías del estado y sostendría, igual que hoy lo hace la escuela ericksoniana,
que la hipnosis es un instrumento de acceso al inconsciente.
4
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
Para el psicoanálisis la hipnosis, por una parte, es un estado modificado de conciencia producido por la
sugestión del hipnotizador. Por otra, es una regresión infantil provocada que pone al sujeto en situación
transferencial.
“La teoría psicoanalítica sugiere que la hipnosis es un estado de regresión parcial. La hipnosis causa
una regresión en el proceso de pensamiento hacia una etapa más infantil donde las fantasías y las
alucinaciones durante la hipnosis son indicaciones de un modo primitivo de pensar no censurado por
niveles superiores de control” (Hawkins, 1998, p. 16).
Es decir, desde la interpretación psicoanalítica, el hipnotizador simboliza el personaje ideal que a veces actúa
como padre todopoderoso (hipnosis imperativa) o como madre comprensiva (hipnosis permisiva), pero de
cualquier forma el hipnotizado, por la regresión en que la hipnosis consiste, está en un estado de identificación
que suele implicar una “dependencia infantilizada” relacionada con la impronta filial.
Se ha especulado mucho sobre las razones que llevaron a Freud al abandono de la hipnosis. Parece ser que en
algún lugar señaló que no era un buen hipnotizador. Cualquier psicoanalista sabe del carácter ambiguo de
determinadas expresiones fundamentalmente relacionadas con los pares de opuestos; además, en función del
contexto, una negación puede encubrir una afirmación. Por otra parte, Freud era muy dado a construir frases
iniciadas con “negaciones relativas” del tipo “lamentablemente no podemos dedicar aquí el tiempo necesario a
este problema, pero…”. Nos cuesta mucho creer que una persona dotada de un indiscutible talento, una
extraordinaria capacidad de observación psicológica y que, además, ha estado con los mejores maestros, fuera
un “mal hipnotizador”. Su trabajo Hipnosis (1891) 4, que luego habrá ocasión de analizar, más bien prueba lo
contrario.
Lo realmente cierto es que Freud estuvo muy preocupado, como puede comprobarse en su obra, por el alcance
libidinal del rapport, pues “insistió mucho sobre el aspecto erótico de la relación hipnótica, afirmando que ésta
consiste en el abandono amoroso total, a excepción de cualquier satisfacción sexual” (De Liguori, 1973 p. 21) y
“en 1896 rechazó el ritual de inducción en calidad de innecesario y por fomentar con demasiada frecuencia
insinuaciones no deseadas y de carácter amoroso por parte de los pacientes (la teoría de la hipnosis como una
relación erotizada y dependiente)” (Hawkins, 1998, p. 16). La hipnosis sería una relación libidinal en el
metalenguaje. Su preocupación la trasladará a la práctica psicoanalítica, previniendo insistentemente a futuros
discípulos sobre los riesgos de una transferencia no controlada.
En su Presentación autobiográfica (1925), Freud relata cómo al “despertar” a una paciente, ésta “en un estado
de amor de transferencia”, le echó los brazos al cuello; “me mantuve lo bastante sereno, y creí haber aprendido
la naturaleza del elemento místico que operaba tras la hipnosis. Para eliminarlo o, al menos, aislarlo debía
abandonar esta última” 5.
A partir de ese momento Freud renuncia a la práctica de la hipnosis terapéutica, pero mantiene elementos de
ella en su teoría y praxis posterior. Baste decir que para explicar y fundamentar algo tan esencial en las tesis
freudianas como la existencia del inconsciente 6 , vuelve a recurrir a la hipnosis, utilizando la sugestión
posthipnótica como ejemplo paradigmático de la dicotomía consciente/inconsciente.
Hoy podemos hacer la inducción hipnótica vía relajación, y por tanto con el sujeto acostado, o incluso desde la
más plena actividad muscular, por ejemplo, mientras pedalea sobre una bicicleta estática. Pero en la época de
Freud era habitual que se indujese estando el paciente tumbado. Por esa razón se conserva y traslada la postura
de inducción hipnótica al diván del psicoanalista:
4
Freud, vol. 1, p. 133.
5
Vol. 20, p. 26.
6
Véase Algunas observaciones sobre el concepto de inconsciente en el psicoanálisis (1913).
5
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
“Mantengo el consejo de hacer que el enfermo se acueste sobre un diván mientras uno se sienta detrás,
de modo que él no lo vea. Esta escenografía tiene un sentido histórico: es el resto del tratamiento
hipnótico a partir del cual se desarrolló el psicoanálisis”7.
La cita anterior es relevante porque en ella su autor reconoce la relación causal que une al hipnotismo con el
psicoanálisis. Ese reconocimiento se reitera en Recordar repetir y reelaborar (1914):
“Hay que agradecer siempre a la vieja técnica hipnótica que nos exhibiera ciertos procesos psíquicos
del análisis en su aislamiento y esquematización. Sólo en virtud de ello pudimos cobrar la osadía de
crear nosotros mismos situaciones complejas en la cura analítica, y mantenerlas transparentes” 8.
Con lo expuesto queda planteado que el psicoanálisis nace como consecuencia de la hipnosis, y la deuda,
reconocida por el propio Freud, de aquél para con ésta.
Dentro del grupo de trabajos sobre hipnosis y sugestión que Freud produce entre 1888 y 1892, ocupa
cronológicamente el lugar inicial su Prólogo a la traducción de H. Bernheim, De la sugestión (1888)10.
Este texto prueba que Freud conocía las posiciones doctrinales de su tiempo sobre esta materia. En él hace una
síntesis del libro de Bernheim y describe la gran polémica entre las escuelas de Nancy y la Salpêtrière,
posicionándose de forma elegante por la primera, pero desde el relativismo del observador.
Freud destaca en su prólogo tres características. Primera, que la obra logra despojar de su “rareza” a las
manifestaciones hipnóticas, es decir, del halo de misterio que hasta hoy tiene para algunos; segunda, que la
hipnosis debe entenderse como un fenómeno psicológico más de la vida normal; y tercera, que la sugestión es
el núcleo y la clave del hipnotismo. Con ello sintetiza admirablemente el planteamiento de la escuela de Nancy.
A continuación derriba la crítica de los incrédulos alemanes cuando sostenían que la hipnosis es simulación,
defendiendo la objetiva realidad del hipnotismo acreditada con los trabajos de Charcot. Además, desestima el
reproche de quienes la consideran un peligro para la salud mental del sujeto por tratarse de una “psicosis
producida por vía experimental”, argumentando que es un procedimiento inocuo siempre que se proceda con
prudencia, seguridad suficiente y acierto en la selección de casos aplicables.
Pero aparte de lo señalado, este trabajo es importante porque Freud describe por vez primera el concepto de
sugestión como “representación consciente, que es instilada en el encéfalo del hipnotizado por un influjo
exterior, y acogida en él como si se hubiera generado espontáneamente” (p. 83).
7
Sobre la iniciación del tratamiento (1913). Vol.12, p. 135. La cursiva es mía.
8
Vol. 12, p. 150.
9
Vol. 16, p. 421.
10
Vol. 1, pp. 81-93 de donde se toman las citas posteriores.
6
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
Lo realmente destacable es que termina identificando sugestión con influjo psíquico, productor de una
representación “cuyo origen no se somete a examen” (p. 88). Cita también otras clases de influjo -es decir, de
sugestión- como son la “orden, la comunicación o la enseñanza”. Como tantas cosas en la obra freudiana, esto
queda sólo anotado, sin desarrollar, a modo de sugerencia intelectual. Freud parece querer decirnos que tras el
poder, la enseñanza y la comunicación, siempre hay alguna forma de sugestión; es decir, algo que aceptamos
sin someterlo a examen.
A lo largo del escrito sustenta (tal vez pretendiendo una postura de síntesis entre las dos escuelas) que la
hipnosis puede inducirse físicamente, caso del enfermo al que se pretende explorar la laringe y al fijarse en el
haz luminoso queda hipnotizado, o mediante inducción psicológica por sugestión verbal; y afirma que con la
hipnosis se producen tanto fenómenos fisiológicos como psíquicos, sosteniendo que al no poseer elementos de
exactitud para separar ambos deberá analizarse el predominio de uno u otro en cada caso.
En el prólogo a la segunda edición alemana de la misma obra, fechado en 1896, Freud vuelve sobre el concepto
de sugestión y lo matiza afirmando que ésta es “un fenómeno psíquico patológico que ha menester de
particulares condiciones para producirse” (p. 92), mostrándose más severo con Bernheim, al que critica
abiertamente que “mientras explica todos los fenómenos del hipnotismo por sugestión, la sugestión misma
permanece enteramente inexplicada, aunque se la rodea de la apariencia de que no necesita explicación alguna”
(p. 93).
De lo expuesto, interesa destacar que a partir de esta obra inicial, Freud se plantea el problema del concepto y
alcance de la sugestión, dando a entender que el tema desborda la práctica hipnótica. En este prólogo comienza
su relación con la sugestión, que será una constante en sus trabajos posteriores.
Un año después de haber realizado el estudio anterior, Freud hace la reseña de Der Hypnotismus (1889)11 de
August Forel. El título completo del libro es El hipnotismo su significación y su manejo; su autor, Forel, era
entonces un reputado profesor de psiquiatría en Zúrich.
Este trabajo se divide en dos partes. En la primera, el que fuera estudioso y cauto prologuista de la obra de
Bernheim se ha convertido en un entusiasta defensor de la hipnosis, convencido plenamente de sus bondades
terapéuticas. Inicia su comentario con una laudatio del escrito, subrayando la distinción que éste hace entre la
hipnosis genuinamente científica y otras prácticas como la clarividencia, transferencia de pensamiento,
espiritismo, etc., “que no pueden ser hoy admitidas entre los hechos”. Posteriormente, avala los “inapreciables”
efectos curativos del método hipnótico frente a las fuertes críticas del doctor Meynert. Freud vuelve a insistir,
como hiciera en su texto anterior, en que la hipnosis supone un “influjo psíquico inocuo”, y persiste en la
identificación errónea de hipnosis con sueño.
Para Freud lo importante es la sugestión, hasta el punto de que la hipnosis es sólo un método o procedimiento
para inocularla. Así cuando describe el procedimiento terapéutico propone los siguientes pasos: “En primer
lugar, provocar el estado hipnótico y, en segundo, impartir una sugestión al hipnotizado” (p. 101). Con lo
expuesto se comprueba que utiliza el esquema clásico12: 1º inducción, 2º ratificación o comprobación de la
situación hipnótica, 3º sugestión terapéutica, 4º salida.
En este primer apartado de su comentario, hace una defensa recurrente de la sugestión, preguntándose si es
nocivo su uso. Evidentemente contesta postulando sus bondades, pero vuelve a valorar la sugestión fuera del
ámbito de la hipnosis, en la práctica clínica y en la vida diaria, pues “cada día la vida aporta a todo hombre
unos influjos psíquicos que le producen una alteración más intensa que la sugestión del médico” (p. 103).
11
Vol. 1, pp. 99-110 de donde se toman las citas posteriores.
12
Cuya metodología detallará, como veremos, en su ensayo Hipnosis (1891).
7
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
Freud insiste en que el uso de la sugestión es algo familiar para el médico quien “mediante el poder de su
personalidad, el influjo de sus dichos y de su autoridad, ha desalojado de la atención del enfermo un fenómeno
patológico” (p. 102).
En la segunda parte explica las técnicas recogidas por Forel para hipnotizar:
“1º) Por influjo psíquico de un ser humano sobre otro (sugestión), 2º) por influjo (fisiológico) de
ciertos procedimientos (fijación), de los magnetos, de una mano humana, etc., y 3º) por autoinflujo
(autohipnosis). Sólo está comprobada la primera de estas modalidades, la producción de hipnosis por
representación sugestión” (p. 104).
También repasa las distintas formulaciones históricas, desde Mesmer a Bernheim pasando por Charcot,
inclinándose claramente por “la corrección de la escuela de Nancy” (p. 106), y advirtiendo que la técnica de
hipnotizar no es tan fácil, pues “es preciso poseer entusiasmo, paciencia, gran seguridad y riqueza de artificios
y ocurrencias” (p. 108).
Resulta curioso que Freud, pese a ser médico y haberse formado con el neurólogo Charcot, desestime al
referirse a las posibles explicaciones de la hipnosis la que sostiene que es una “inhibición de la actividad
cortical” o cualquier otra de naturaleza biologicista. Y digo esto porque en su obra parece querer olvidar las
interpretaciones neurofisiológicas del aparato psíquico.
Como es sabido, Freud fue un gran conocedor de la mitología clásica, dialogó intelectualmente con parte de las
figuras más relevantes de entre sus coetáneos, estudió español para leer El Quijote en la lengua de Cervantes, y
suponemos fundadamente que conoció y leyó las obras de dos Premios Nóbel de su época; me refiero a Iván
Pavlov y Santiago Ramón y Cajal. Sin embargo, sorprende que ninguno de los dos figure en la lista de autores
citados en sus obras completas. Y es que Freud quiso nominalizar lo que él entendía por aparato psíquico sin
que esa interpretación encajase necesariamente en los parámetros de la neurofisiología (pese a sus esfuerzos
fallidos en Proyecto de una psicología para neurólogos -1895- ). Así señalará: “Concebir el aparato psíquico
como edificado a partir de cierto número de instancias o sistemas, de cuya recíproca relación se habla con
expresiones espaciales, a pesar de lo cual no se busca referirlas a la anatomía real del cerebro”13.
Por ultimo, vuelve a su pregunta recurrente: ¿Qué es la sugestión?; y responde: “Todo influjo psíquico eficaz”
(p. 110). Con ese todo, puesto por él en cursiva, Freud libera a la sugestión del contexto hipnótico, requisito
necesario para proyectarla, años después, en su formulación psicoanalítica y psicosocial.
El ensayo Tratamiento psíquico, tratamiento del alma (1890)14 es realmente interesante para aquél que conozca
algo de hipnosis y de psicoanálisis, porque en él empiezan a apuntarse las relaciones entre ambos conceptos y
se confirma que el análisis comienza desde la hipnosis y toma muchos elementos de ella. Tal es el caso del
repetido término rapport, vinculo afectivo hipnotizador-hipnotizado de naturaleza empático-libidinal que Freud
denominará transferencia en el psicoanálisis15.
13
Presentación autobiográfica (1924). Vol. 20, p. 24.
14
Vol. 1, p. 111 y ss., de donde se toman las citas posteriores.
15
La identificación rapport-transferencia aparece de forma claramente explícita en el ensayo de Freud titulado:
Sobre la iniciación del tratamiento (1913), vol. 12, p. 140.
8
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
¿No se irá transformado la sugestión manifiesta de la hipnosis en sugestión latente en el análisis basada en la
expectativa de curación, en la autosugestión del analizado por medio de sus propias verbalizaciones, y en la
heterosugestión del psicoanalizado cada vez que su analista se comunica por medio de la palabra o el silencio?
¿No constituirán el silencio, los gestos, las preguntas, y en suma el metalenguaje del analista, sugestiones
indirectas, mayéuticas, metafóricas, pero sugestiones al fin? ¿No será el corte psicoanalítico16 una sugestión de
siembra (en términos ericksonianos) que el analista realiza, con la interrupción de la sesión, para producir una
rumia sugestiva del analizado sobre la frase pronunciada?
La lectura de este estudio demuestra la fascinación17 de Freud por la hipnosis, y cómo a través de ella pone en
valor la palabra18 terapéutica. Freud descubre el poder terapéutico de la palabra gracias a la hipnosis, y años
después lo aplica al psicoanálisis.
“Ahora empezamos a comprender el ensalmo de la palabra. Las palabras son, sin duda, los principales
mediadores del influjo que un hombre pretende ejercer sobre los otros; las palabras son buenos medios
para provocar alteraciones anímicas en aquél a quien van dirigidas y por eso ya no suena enigmático
aseverar que el ensalmo de la palabra puede eliminar fenómenos patológicos, tanto más aquéllos que,
a su vez, tienen su raíz en estados anímicos”19.
En este texto comprobamos que las palabras son para Freud el instrumento esencial del tratamiento psicológico
con las que pueden eliminarse las perturbaciones patológicas. Pero lo importante es que el pensador vienés da
un giro copernicano en el protagonismo de la palabra. Con la hipnosis, la palabra terapéutica la dice el
hipnotizador; en cambio, en el psicoanálisis el protagonista de la palabra es el sujeto-paciente (evolución de la
sugestión pura, a compartida con la autosugestión).
Este trabajo analiza los conceptos clásicos de la antigua medicina en los que se reconocía la influencia de lo
físico sobre lo mental; es cierto que antes también se aludía a una cierta relación de lo mental sobre lo corporal,
pero con Freud se perfecciona, desde una concepción global del aparato psíquico, lo que denominamos
psicosomático:
“En algunos enfermos los signos patológicos no provienen sino de un influjo alterado de su vida
anímica sobre su cuerpo. Por tanto, la causa inmediata de la perturbación ha de buscarse en lo
anímico”20.
En relación con la hipnosis, el ensayo presenta otras notas reseñables. En primer lugar, introduce el término
expectativa, por medio del cual una serie de las más eficaces fuerzas anímicas pueden ponerse en movimiento
hacia la contracción o curación de las afecciones corporales (p. 120). Hoy conocemos que la expectativa
16
Finalización de la sesión decidida por el analista aprovechando una frase dicha por su paciente que puede ser
relevante para su proceso de autotransformación.
17
Fascinación racional basada en su conocimiento de los límites de la hipnosis: “Ni siquiera en la mejor
hipnosis se ejerce un poder ilimitado, sino sólo un poder de cierta intensidad”. Vol. I, p. 131.
18
Tan es así que, desde un punto de vista psicoanalítico, quien renuncia a la palabra está manifestando su
renuncia al goce.
19
Freud, vol. 1, p. 123.
20
Vol. 1, p. 118. En esta cita, “anímico” debe entenderse por “psíquico”. Freud insiste en varios párrafos de
este ensayo en que el duelo y la preocupación producen alteraciones patológicas; y a la inversa, la dicha y los
grandes afectos tienen mucho que ver con la capacidad de resistencia a las infecciones. “Por último, no hay
ninguna duda que la duración de la vida puede ser abreviada por afectos depresivos”. Vol. I, p. 119.
9
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
confiada es uno de los factores determinantes que correlacionan con la hipnosis; es la base de toda sugestión.
En segundo lugar, alude a la suscitación de afectos intensos, satisfacción de necesidades y cumplimiento de
deseos como los más importantes métodos de influencia sobre lo corporal. Freud está aquí apuntando el
conflicto deseo/prohibición como principio de su concepción psicopatológica. Pero además está citando
elementos esenciales tanto en la hipnosis sugestiva como en el psicoanálisis: el afecto (transferencial) y la no
satisfacción del deseo, tal insatisfacción constituye el origen de casi todo conflicto psíquico.
Por último, Freud reconoce y distingue en este texto, por vez primera, hipnosis de sueño al señalar que aquélla
“no es en absoluto un dormir como nuestro dormir nocturno” (p. 126), y explica, a continuación, su método
para producir hipnosis:
“Se puede hipnotizar [1] manteniendo delante de los ojos, inmóvil por algunos minutos, un objeto
brillante, o aplicando a la oreja del sujeto durante ese mismo lapso un reloj de bolsillo, o pasando
repetidas veces la mano abierta, frente al rostro y miembros a corta distancia de él. [2] Pero puede
obtenerse lo mismo (…) “apalabrándole” la hipnosis. [3] También pueden conjugarse los dos
procedimientos. Por ejemplo, se hace tomar asiento a la persona, se mantiene ante sus ojos un dedo, se
le ordena mirarlo fijamente y entonces se le dice: “Usted se siente fatigado. Sus ojos se cierran, ya no
puede tenerlos abiertos. Siente pesados sus miembros, ya no puede moverlos. Usted se duerme, etc.”21.
Es destacable que en esta descripción aparecen las dos grandes técnicas de inducción; primero, la que se realiza
por pases, de origen mesmérico, y en segundo lugar la verbal, posterior en el tiempo y basada en el
encadenamiento de la atención, que es la que habitualmente utilizamos. Freud termina diciéndonos que puede
recurrirse a un procedimiento de síntesis. Actualmente sabemos que con ser importante, la técnica ha de estar
en función del sujeto y no al revés. Lo que determina la hipnosis no es tanto el modo de realizarla, como el
repetido constructo persona/situación; es decir, la predisposición y el grado de sugestionabilidad del sujeto, sus
expectativas y motivaciones, la empatía transferencial que pueda construir con el operador, así como el
contexto y momento en el que se produce la sesión.
Pese a todo, Freud sigue aún utilizando lo que hoy consideramos tópicos de la hipnosis cuando señala que el
hipnotizado se vuelve obediente y crédulo (vol. I, p, 126); frente a esa afirmación, nosotros planteamos esta
pregunta: ¿el sujeto se vuelve crédulo, o por ser crédulo es hipnotizable?
Desde la óptica freudiana la credulidad sugestiva hipnótica comienza en la relación con los padres22, prosigue
en la vinculación amorosa23 y con quienes puedan representar tales papeles (como los cuidadores o maestros).
Por tanto, logrará heredar el carácter sugestivo primario quien se subrogue en el rol del padre simbólico.
Freud termina este trabajo con una frase enigmática, y tal vez premonitoria, en la que aconseja buscar otros
procedimientos [fuera de la hipnosis] que posibiliten una influencia más profunda sobre el alma del enfermo.
He destacado la palabra influencia porque para Freud es sinónimo de sugestión. ¿Cuál podía ser el
procedimiento de influencia-sugestiva en el que estaba pensando Freud? ¿No sería aquél que años después
bautizaría con el nombre de psicoanálisis?
Sobre el tema que nos ocupa, la obra culminante de Freud es Hipnosis (1891)24. Se trata de un texto que
constituye un excelente tratado sobre el fenómeno hipnótico, donde se demuestra el total conocimiento que
21
Freud. Vol. 1, p. 125. La numeración entre corchetes es mía.
22
“Una credulidad como la que el hipnotizado presta a su hipnotizador, sólo la hallamos en la vida real, fuera
de la hipnosis, en el niño hacia sus amados padres (…) y en muchas relaciones amorosas con entrega plena”.
Freud, vol. 1, p. 127.
23
Véase Enamoramiento e hipnosis, en Psicología de las masas (1921).
24
Vol. 1, p. 137 y ss., de donde se toman las citas posteriores.
10
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
Freud tenía de la técnica y de su práctica. A partir de este estudio cabe considerar muy fundadamente que Freud
fue un gran hipnotizador o, cuanto menos, un extraordinario conocedor de la hipnosis.
En este escrito, el pensador vienés sintetiza admirablemente la forma de proceder de quien pretenda el uso
clínico de la hipnosis; incluso apunta alguna formulación de modernidad sorprendente.
El estudio comienza dejando entrever lo que podríamos denominar requisitos previos del hipnotizador: técnica,
práctica, seriedad y seguridad. A esos cuatro iniciales añade la sugerencia de provocar en el paciente una
expectativa de sanar. Ya hemos reiterado que en la hipnosis actual se juega mucho con la expectativa como
factor motivacional para lograr que el sujeto entre en el juego hipnótico y conseguir el objetivo final que es el
cambio terapéutico. Sin embargo, un ansia excesiva de ser hipnotizado puede resultar contraproducente, por
aplicación de la conocida “ley del efecto inverso” de Coué.
Dentro de los prolegómenos, Freud recomienda “ganarse primero la confianza del enfermo” (p. 139), y “que
vea a otras personas en hipnosis, aprenda por vía de imitación cómo tiene que conducirse” (p. 139). Aquí el
autor apunta, en primer lugar, el requisito previo de toda psicoterapia como es la confianza, que debe conducir
a la empatía y, según los casos, al rapport o transferencia; segundo, se adelanta a las técnicas de modelado,
también denominadas de aprendizaje vicario, observacional o por imitación, estudios que arrancan a mediados
del pasado siglo y sostienen que la mayor parte de la conducta humana es aprendida por observación mediante
modelado. Se trata de crear o hacer observar una situación donde la conducta de un sujeto-modelo sirve como
estímulo para las actitudes o conductas de otro del que se pretende imite la ejecución del primero. Pues bien,
este procedimiento es el propuesto para facilitar la hipnosis.
Freud alude a la inducción del paciente “cuando se le da la señal para ello” (p. 140), demostrando que
practicaba el método de inducción rápida conocido clásicamente como por signo-señal, es decir, aquel
procedimiento consistente en asociar un signo a un efecto, esto es, pronunciar una palabra o realizar un gesto-
clave, que produzca una inducción súbita del paciente. Se trata, en suma, de activar una sugestión posthipnótica
(que actúa como condicionamiento) que antes se ha “grabado” en el sujeto, al indicarle previamente que ante
tal o cual señal entrará directamente en hipnosis.
A continuación, explica el procedimiento formal para hipnotizar. Freud utilizaba el método de fijación o
concentración de la atención en un punto visual, concretamente en los dedos índice y corazón de su mano
derecha, seguido de inducción verbal que denominaba apalabrar al paciente con sugestiones de peso y
adormecimiento.
2. Profundización, por cualquiera de los sistemas conocidos, como descender por escaleras, o
progresiones numéricas, sugiriendo que cada una de ellas (peldaños o números) implican una mayor
profundidad.
4. Sugestión terapéutica. Se trata de proponer las sugestiones tendentes a la obtención del resultado. Es
la fase culminatoria más importante desde el punto de vista clínico, pues “la hipnosis no tiene otra finalidad que
el efecto de sugestión así logrado” (p. 142), es decir, “el genuino valor de la hipnosis reside en la sugestión que
durante ella se imparte” (p. 143).
5. Despertar. Freud recuerda asegurar antes al paciente que despertará sin dolor de cabeza, alegre y
sintiéndose bien. “Tras despertar es amnésico (o sea que durante la hipnosis estuvo “sonámbulo”), o bien ha
conservado un recuerdo pleno y da noticias sobre las sensaciones que tuvo” (p. 141).
11
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
Tras lo expuesto se hace necesario destacar aquí algunas formulaciones de la hipnosis actual, pero que aparecen
apuntadas por Freud hace más de cien años.
Por último, el trabajo que estamos analizando alude a una polémica que perdura en nuestros días. Algunos
psicoanalistas sostienen que el análisis aborda exclusivamente las causas de los padecimientos y que el resto de
las terapias, específicamente la hipnosis, únicamente curan síntomas. Pues bien, Freud salva de esa crítica a la
hipnosis y desmonta la segunda parte de tal enunciado cuando afirma:
“Es injustificado el reproche de que la hipnosis sólo cura síntomas, y aun a éstos, por poco tiempo. Si
la terapia hipnótica sólo apuntara contra síntomas, y no contra procesos patológicos, seguiría el mismo
camino que se ven precisadas de recorrer las otras terapias” (p. 145).
En resumen, este compendio de hipnosis sintetiza los requisitos que ha de reunir el hipnotizador, detalla la
técnica puesta en relación con la sugestión como objetivo terapéutico. Además, formula las posibilidades de la
hipnosis no asociadas al concepto de profundización, con lo que se anticipa a lo que, al cabo de los años, hay
quien denomina “hipnosis sin hipnosis”25, que, en muchos casos, se trata de relajación sugestivo-metafórica.
El artículo anterior cierra un grupo de trabajos, que hemos visto hasta aquí, referidos específicamente a la
hipnosis, y abre una serie de escritos en los que Freud trata la histeria con hipnosis. En estos últimos, hará
aportaciones sumamente enriquecedoras a la doctrina hipnótica, y, como es habitual en él, apuntará ideas
innovadoras cuyos “padres intelectuales” serán, años después, otros autores.
En nuestro recorrido por la obra de Freud, que pretende conocer y comentar toda su aportación significativa a
la hipnosis, interesa aludir someramente a esta serie de estudios, algunos muy breves, que nuestro autor hace
sobre sus aplicaciones terapéuticas.
En Un caso de curación por hipnosis (1892)26, Freud relata cómo trató por este medio a una mujer incapaz de
criar a su primer hijo, al que entregó a una nodriza. Tras su segundo parto fue hipnotizada por fijación de
mirada y verbalizaciones de sueño, consiguiendo, en la segunda sesión, el fin de los síntomas y que la paciente
amamantase sin problemas. Con el tercer hijo, la historia se repite y Freud tras dos sesiones logra normalizar la
lactancia. Después de estudiar la cuestión, diagnosticó una histeria ocasional, ya que bajo el influjo de una
causa ocasional fue capaz de producir un complejo de síntomas cuyo mecanismo era por excelencia histérico (p.
157).
25
Paul-Cavallier, F. (1998). Hipnosis según Erickson. Madrid: Ed. Gaia, p. 85: “La hipnosis ericksoniana no es
espectacular porque se trata de una hipnosis sin hipnosis; todo ocurre en la relación”. La cursiva es mía.
26
Vol. 1, p. 147 y ss., de donde se toman las citas posteriores.
12
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
A continuación narra otro fenómeno de histeria en una mujer con un tic consistente en el chasquido de la
lengua. Preguntada en vigilia por la razón de su padecimiento, la enferma dice no recordar su causa; en una
regresión hipnótica relata que se originó en su esfuerzo de guardar silencio por no despertar a su hija. Tras la
valoración clínica se diagnostica síntoma histérico por objetivación de la representación penosa contrastante
esto es, mediante voluntad contraria histérica (p. 158).
El presente trabajo es una muestra más de la hipnosis clínica practicada por Freud, y de cómo ésta le sirvió de
método de exploración y tratamiento de la histeria27.
Prólogo y notas de la traducción de J.-M. Charcot, Lecciones del martes (1892-94)28. Este texto tiene unos
Extractos de las notas de Freud a su traducción de Charcot. En la nota a la p. 107 del texto de Charcot, Freud
“merced al examen de histéricos en estado hipnótico” concluye que los recuerdos cuyo contenido es traumático
son el núcleo del ataque histérico.
En Bosquejos de la “Comunicación Preliminar” (1893) 29 , nota III, se hace mención a los efectos de la
regresión hipnótica, señalándose que los recuerdos ocultos en los fenómenos histéricos, pueden ser evocados
mediante hipnosis. Además se explica el procedimiento para el logro terapéutico anterior: “Nuestra terapia
consiste en cancelar los efectos de las representaciones no abreaccionadas haciendo que dentro del
sonambulismo [hipnosis profunda] se reviva, abreaccione y corrija el trauma, o trayéndolo a la conciencia
normal dentro de una hipnosis más ligera” (p. 186).
También se cita la hipnosis en el texto: Algunas consideraciones con miras a un estudio comparativo de las
parálisis motrices orgánicas e histéricas (1893)30. Aquí Freud pone de manifiesto que la hipnosis puede curar
las parálisis histéricas. A tal fin señala que cada suceso o impresión psíquica está provisto de cierto valor
afectivo del que el yo se libera por una reacción motriz, “si el individuo no puede o no quiere tramitar el
excedente, el recuerdo de esta impresión adquiere la importancia de un trauma y deviene la causa de síntomas
permanentes de histeria”, pues bien, “también ofrecemos la razón por la cual esos síntomas persisten y pueden
ser curados mediante un procedimiento especial de psicoterapia hipnótica” (p. 209).
En los Fragmentos de la correspondencia con Fliess (1992-1999)31 (carta 102 Viena, 1899), Freud alude a la
hipnosis al señalar que determinada persona sobre la que se le consulta “habla como desde una hipnosis,
ejecuta también sugestiones poshipnóticas y guarda completa amnesia para todo el estado” (p. 320).
Cierra esta serie de estudios el ensayo Proyecto de psicología para neurólogos (1895)32, texto muy complejo y
desautorizado por el propio Freud, que desechó todo el marco de referencia neurológico (Strachey, 2001),
donde parece querer explicar lo que hoy podríamos considerar como inhibición neocortical o de los centros de
control. En ese intento de esclarecimiento nada esclarecedor señala: “El enigma del hipnotizador se debería
27
De este artículo parece desprenderse que el termino fijación, tan utilizado en la literatura psicoanalítica (para
describir algo consolidado de manera permanente como un trauma o un síntoma; o fijación de una pulsión a su
objeto; o fijación de una pulsión a un cierto punto de su desarrollo), tuvo su origen en el concepto fijación de la
mirada tal y como se entendía en la practica hipnótica.
28
Vol. 1, p. 163 y ss., de donde se toman las citas posteriores.
29
Vol. 1, p. 179 y ss., de donde se toma la cita posterior.
30
Vol. 1, p. 191 y ss., de donde se toman las citas posteriores.
31
Vol. 1, p. 211 y ss., de donde se toma la cita posterior.
32
Vol. 1, p. 323 y ss., de donde se toma la cita posterior.
13
Pedro Rocamora G.-Valls (2011) Freud y la Hipnosis. Hipnológica, 4:4-14
abordar aquí. Sobre este recogimiento de la investidura-atención (en la hipnosis) ha de descansar la aparente
inexcitabilidad de los órganos sensoriales” (p. 383).
En resumen, el estudio detallado de la obra de Freud 33 nos permite comprobar que aunque comienza
practicando la hipnosis con la regresión y catarsis hasta entonces conocidas, pasa posteriormente al manejo de
técnicas de inducción rápida por signo-señal, disociación, órdenes posthipnóticas con utilización terapéutica de
la amnesia, analgesia, hipnosis fraccionada, sugestión vigil, etc. Se adelantó o manejó métodos con parecido
notable a la actual hipnosis ericksoniana, hipnosis conversacional, e hipnosis despierta. Parece utilizar prácticas
de neodisociación similares a la del “observador oculto”, y elige selectivamente las vías sensoriales dominantes
de acceso sugestivo.
Estas aportaciones y estrategias demuestran la gran relación que el fundador del psicoanálisis tuvo con la
hipnosis, y nos permite sostener que no sólo era un estudioso y conocedor teórico, sino un precursor y
especialista en la praxis hipnótica, habiendo realizado contribuciones muy relevantes, rescatadas en nuestra
investigación, que han quedado eclipsadas por el desarrollo posterior del psicoanálisis.
33
Véase Rocamora, P. (2011). Psicología de la sugestión en Freud. Madrid: Ed. Manuscritos. En el citado
libro se demuestra la influencia decisiva de la hipnosis y la sugestión en el psicoanálisis freudiano y en la
estructura de conceptos esenciales de éste como el de inconsciente y transferencia.
14
María Isabel Ladiñán Moreno (2011) Estrategia de optimización del estudio. Hipnológica, 4:15-17
Habitualmente, cuando nos planteamos acometer la estudio, controlando también la duración de las
tarea de estudiar, y si es que existe motivación para mismas, resultando posible estudiar 4, 5 o más
ello, pensamos que tendremos que dedicarle el horas consecutivas, siempre que se respete la
mayor tiempo y esfuerzo posible, para así alternancia de 40 minutos de estudio y 4-5
garantizar los buenos resultados. Sin embargo, los minutos de pausa (una décima parte del tiempo de
hallazgos mostrados por la Scuola di Metodo (Easy estudio). Durante las pausas se puede hacer
life scuola di metodo, 1988) vienen a indicarnos cualquier tarea no relacionada con el estudio
algunas recomendaciones interesantes a tener en (llamar por teléfono, oír música, sentarse en un
cuenta en este sentido, y que comentaremos sillón y relajarse, teniendo muy en cuenta que las
seguidamente. pausas son parte integrante del estudio y que en
ellas no debe haber distracciones. De este modo,
las curvas de atención, retención, memorización y
EL MÉTODO DE APRENDIZAJE DE LA concentración se mantendrán dentro de niveles
SCUOLA DI METODO aceptables, ya que durante las pausas, el
subconsciente organizará las informaciones que
Tiempos óptimos para la memoria acaba de aprender y las elaborará (Pag. 658).
“La comprensión y la capacidad de retención son
actividades mentales completamente autónomas, El olvido de información y la importancia de los
que aunque tienen lugar casi simultáneamente, no repasos
avanzan en líneas paralelas. La capacidad de El proceso del olvido que se genera en la memoria,
comprensión puede que se mantenga constante ya estudiado por varios científicos a principios del
durante varias horas consecutivas, mientras que la siglo XX, entre los que se encontraba Hermann
retención decaerá notablemente, ya que pierde Ebbinghaus, viene a destacar un importante
fuerza con el tiempo, de modo que los conceptos se descubrimiento: “La curva de retención se
comprenden, pero en su mayor parte se olvidan” presenta de forma irregular, con una elevación
(Pag. 655). “El plazo en que las dos actividades inmediata durante la primera hora después del
(retención y comprensión) se mantienen dentro estudio, seguida de un brusco descenso,
de valores aceptables es de 40 a 60 minutos” (Pag. alcanzando hasta una pérdida de información
658). del 80% transcurridas 24 horas” (Pag. 659).
Fuente: Easy life scuola di método (1988). Técnicas de estudio. Fuente: Easy life scuola di método (1988). Técnicas de
Método de aprendizaje. En Memoria & Método. Técnicas de estudio. Método de aprendizaje. En Memoria & Método.
Memorización, Estudio y Lectura rápida (Nº 41. Pag. 657). Técnicas de Memorización, Estudio y Lectura rápida (Nº
41. Pag. 657).
15
María Isabel Ladiñán Moreno (2011) Estrategia de optimización del estudio. Hipnológica, 4:15-17
16
María Isabel Ladiñán Moreno (2011) Estrategia de optimización del estudio. Hipnológica, 4:15-17
17
Carlos Conde Arranz (2011) “El Yo Observador”. Hipnológica, 4:18-20
No existe traducción exacta del vocablo cierto modo guarda relación con las técnicas de
mindfulness o awareness al español aunque se exposición en las que al sujeto se le conmina a
acuerda adoptar el término conciencia plena permanecer, a sentir. Constituye una aceptación
como un concepto aproximado que podría definir radical, no valorativa del momento actual de la
su esencia. Derivado del término Pali “Sati”, experiencia, aceptando tanto lo positivo como lo
específico de la meditación Vipassana o del negativo de la misma. No valorarla implica no
Sánscrito “Smrti” , haciendo referencia a las rechazar nada de cuanto nos sucede, de cuanto
prácticas meditativas cuyo objetivo es la sentimos, de cuanto pensamos, de cuanto
búsqueda de la calma, de la quietud, del sosiego, experimentamos. No obstante, el mindfulness no es
en la observación del aquí y el ahora, de la determinista, no implica no elegir. El sujeto puede
vivencia de las sensaciones propias, dejando a un decidir en qué centrar su atención pero desde la
lado el pasado que nos lastra y el futuro que nos aceptación, sin intentar controlar la reacción, las
angustia; partiendo de la idea de que a través de emociones, dejando fluir. Germer (2004)
la observación se desarma todo automatismo considera como elementos clave del mindfulness
cognitivo y emocional; concediendo una los siguientes:
preponderancia a la activación del córtex • No es conceptual: implica
prefrontal desnudo de contaminaciones prestar atención y conciencia sin
emocionales propias de otro momento vital. centrarse en los procesos de
pensamiento implicados.
Uno de los referentes más claros del mindfulness • Centrado en el presente, aquí y
se encuentra en la meditación budista zen, la ahora.
Vipassana (“ver las cosas tal como realmente • No valorativo. Solo observa, no
son”), meditación practicada por los Budistas emite juicios respecto a lo
Theravadin, una de las más antiguas y ortodoxas observado.
de las dieciocho escuelas surgidas tras la muerte de • Intencional. No determinista.
Buda. La Vipassana implica la auto- • Observación participante.
transformaciíon mediante la auto-observación, • No verbal. No hay lenguaje; el
concentrando la atención en la interconexión entre lenguaje interpreta y distorsiona.
mente y cuerpo, “experimentándola a través de la Sólo hay emociones y
observación de las sensaciones físicas que forman sensaciones.
la vida del cuerpo, y que continuamente se
• Exploratorio. Experimentación
interconectan con la vida de la mente y la
sensorial y perceptual.
condicionan” (Sri Satya Narayan Goenka,
• Liberador. Al no tratar de
Mandalay, Birmania, 1924).
ejercer control sobre las
emociones, sensaciones y
El Mindfulness (Kabat-Zinn, 1990; Thich Nhat
pensamientos, libera de la
Hanh, 1976) está referido a un momento temporal
tensión que implica la
concreto, el presente. La atención, la conciencia y
“necesidad” de interpretarlos,
la reflexión no son de carácter valorativo, sino que
juzgarlos y modificarlos.”
se acepta la experiencia tal como se produce, con
una observación abierta incluso de las sensaciones
Desde un punto de vista psicológico algunos
negativas, ausente de crítica, sin contenido
autores lo han llegado a considerar como un rasgo
emocional, sin buscar su modificación,
mesurable más de la personalidad, aludiendo a que
favoreciendo la flexibilidad, la variabilidad del
un sujeto puede “tener más o menos mindfulness”,
comportamiento y la capacidad adaptativa
en función de su capacidad para observar, explorar
(experiencia y exposición). El individuo ha de
y meditar sobre su yo más profundo de manera
atender y sentir las cosas tal y como suceden, no
sosegada y tranquila. Así mismo, como
intentando controlarlas. El intento de control de
procedimiento psicoterapéutico, el mindfulness se
cuanto nos sucede nos aboca a la ansiedad. En
encuentra dentro del ámbito de las llamadas nuevas
18
Carlos Conde Arranz (2011) “El Yo Observador”. Hipnológica, 4:18-20
19
Carlos Conde Arranz (2011) “El Yo Observador”. Hipnológica, 4:18-20
Hayes, S.C. (2004) Acceptance and commitment Kabat-Zinn, J. (2007). La práctica de la atención
therapy and the new behaviour therapies. En S.C. plena.. Kairós. Barcelona.
Hayes, V.M. Follette y M.M. Linehan (eds.).:
Mindfulness and acceptance. Nueva York: Vallejo Pareja, M.A., (2006). Mindfulness. Papeles
Guilford Press, págs., 1-29. del psicólogo. Julio, número 2 Vol-27.
20
Jorge Cuadros (2011) El Arte y el Proceso Creativo. Hipnológica, 4:21-22
“Pitágoras de Samos, un Maestro muy sabio de la la danza, tocar algún instrumento musical…),
Grecia Antigua, sabía cómo trabajar con el sonido. como simplemente el disfrute de ella (visitar
En sus escuelas de Delfi y Crotona, él enseñó a sus museos o asistir a espectáculos musicales,
estudiantes cómo ciertas melodías y acordes conciertos…).
musicales podían producir respuestas en el
organismo humano. Él demostró que la secuencia Es evidente el efecto del arte en el artista, donde
correcta de sonidos, ejecutados en un instrumento, para una persona conocedora de la hipnosis es fácil
puede cambiar los patrones de conducta y acelerar identificar los fenómenos hipnóticos que el artista
el proceso curativo” experimenta cuando está disfrutando de su arte
Antiguo cuento griego (también es fácil distinguir a aquellos artistas que
no están disfrutando de lo que hacen), y en este
caso puede ser también evidente cómo la práctica
de ese arte puede estar actuando a nivel de la
Desde el punto de vista de la Genómica Psicosocial formación de conexiones neuronales nuevas, que
(Rossi, 2002; Rossi & Rossi, 2008), cada una de hacen que el cerebro del artista sea diferente del
las experiencias de nuestra vida influye sobre la común de los mortales.
plasticidad neuronal de nuestro cerebro,
modificándolo en un sentido positivo o negativo, Sin embargo, hay que llamar la atención sobre el
dependiendo de la experiencia. El protocolo del hecho de que no hace falta ser un virtuoso de un
Proceso Creativo de 4 Estadios es una herramienta arte para experimentar los beneficios de su práctica.
diseñada por Ernest Rossi para aplicar esta teoría Como dijo el músico brasileño Hermeto Pascoal
de la genómica psicosocial en un sentido positivo. “Só não toca quem não quer”, es decir, cualquier
La “Experiencia Curativa de la Genómica persona, independientemente de su capacidad
Psicosocial Creativa” (CPGHE, por sus siglas en artística, puede disfrutar del beneficio de la
inglés; Rossi et al., 2010), es el nombre que Rossi práctica de cualquier arte. El cerebro del
ha dado a la aplicación del Proceso Creativo de 4- aficionado sufrirá las correspondientes
estadios, como un procedimiento experimental que modificaciones positivas, que, además,
en la actualidad se está validando para su conseguirán que su desempeño sea cada vez mejor,
utilización en la práctica clínica. A este nivel aunque nunca llegue a ser un virtuoso.
experimental, Atkinson y colaboradores (2010) han
mostrado ya evidencias de cómo la CPGHE es Dentro de esta aproximación, y volviendo sobre los
capaz de modificar la expresión génica de nuestras fenómenos hipnóticos, la música y la danza han
células, en las que sólo una hora después de la sido fundamentales en la historia de la humanidad
intervención hipnótica ya hay 15 genes que se desde tiempos inmemoriales. Las danzas tribales,
expresan de manera diferente, mientras que a las con su música de tambores, son una prueba más de
24 horas se produce una cascada de modificación cómo la música puede conseguir que el ser humano
de la expresión génica, en la que 73 genes alcance un estado fisiológico que sólo desde un
relacionados con la formación de conexiones punto de vista puramente academicista se puede
sinápticas, la maduración de células madre, y el negar que sea un “estado de trance hipnótico”.
control de procesos inflamatorios, modifican su
expresión. Pero, dejando de lado el eterno dilema, resulta por
demás interesante proponer que el bailar o tocar un
Estas evidencias nos hacen pensar en los instrumento pueda resultar beneficioso para el
beneficios para el organismo humano de la práctica organismo humano, más allá de lo que implicaría
habitual de actividades que produzcan un estado de el simple ejercicio físico. La propuesta es que
relajación y bienestar para la mente-cuerpo, como bailar o tocar un instrumento pondría en marcha
la unidad indivisible que es. los mecanismos relacionados con la plasticidad
neuronal, actuando de manera positiva sobre la
Y dentro de estas actividades, una de las modificación de nuestro cerebro, haciéndolo cada
fundamentales para el ser humano es el Arte, tanto día mejor. Ya Barry Bittman, médico neurólogo,
la práctica de alguna actividad artística (la pintura, Director del Mind-Body Wellness Center, en
21
Jorge Cuadros (2011) El Arte y el Proceso Creativo. Hipnológica, 4:21-22
22
Joan Manel López Capdevila (2011) Hipnonauta (IV). Hipnológica, 4:23
Hipnonauta (IV)
Joan Manel López Capdevila
23
Metáforas (II) (2011). Hipnológica, 4:24-26
Metáforas (II)
Chronos devorando a su Hijo
Marisa Ladiñán
Algunos intentaron contarle
En la ciudad había un relojero
Que había otra forma de hacer relojes
Que era muy preciso
Pero no escuchó
Fabricando la maquinaria
Y se encolerizaba
Al oír que alguien
Tenía una Lupa
Osaba
Que había heredado
Un método distinto
De sus antepasados
Al que él había aprendido,
Después de Tanto Esfuerzo
Y con ella,
Era capaz de encontrar
Seguía sempiternamente
Los más mínimos errores
Construyendo contra Natura
Del engranaje
El diapasón de la Vida Terrestre
Se jactaba de fabricar
Y un fortuito día
Los mejores relojes del mundo
Y tras uno de sus conocidos
Por su precisión
Ataques de ira
Por su sincronicidad
¡¡¡ La lupa se rompió !!!
Por su periodicidad
Y el relojero se sintió
Por su uniformidad
Desesperadamente enfadado
Pero el relojero
¡¡Ya no podía buscar el fallo!!
Tenía muy mal carácter
Ya no podía decirles a otros
Y siempre estaba atribulado
¡¡Lo que habían hecho mal!!
Buscando el fallo
(No sabía, todavía, decirles a otros
En sus obras
Lo que habían hecho bien…)
Y en las de los demás
Y ya no podía
Construir Relojes Precisos…
Alguna vez
Hubo aprendices en su taller
Y entonces,
Y fueron adiestrados
Las Hadas se apiadaron de él
Para detectar el fallo
Ya que siempre le habían acompañado
Y la asincronía
En su amarga andadura
Y la multiplexidad
Aunque nunca
Con su Lupa Infalible
Las había escuchado
Y lo hacía con dedicación
Ya que estaba envuelto
Plena,
En su aprendida furia
A pesar de sus propios atributos
Del perfeccionismo
Falibles
Absolutista
Pero los relojes que fabricaban
Y las Hadas
Eran aburridos
Le ayudaron a crear un Reloj
Eran tristes
¡¡¡¡Bellísimo!!!!
Les faltaba música y alegría
Y sin Lupa
Ya que sus relojes eran todos
Y sin Críticas
¡¡ Iguales !!
Y sin Rabia
Como si hubieran sido
Y sin Ira
Fabricados en serie
24
Metáforas (II) (2011). Hipnológica, 4:24-26
25
Metáforas (II) (2011). Hipnológica, 4:24-26
26
Reseñas (2011). Hipnológica, 4:27
Reseñas
Psicología de la Sugestión en
Freud1
Pedro Rocamora G.-Valls, Doctor en Derecho y Un libro muy recomendable tanto para los
Doctor en Psicología, Especialista Universitario conocedores de la obra de Freud, como para los
en Hipnosis Clínica, ha publicado en 2011 este interesados en el fenómeno hipnótico. Como
libro donde nos muestra la actualidad de Freud. botón de muestra, Pedro Rocamora ha tenido la
Rocamora desmonta mitos como el de que Freud gentileza de publicar en este mismo número de
fue un mal hipnotizador. Las evidencias Hipnológica el artículo “Freud y la Hipnosis”2.
demuestran cómo Freud practicó la hipnosis
durante 10 años de su actividad clínica, y que
sólo la abandonó por lo que consideró en
principio una evolución de su enfoque
terapéutico: el psicoanálisis. Rocamora
demuestra también cómo diversos aspectos del
psicoanálisis, como la posición tumbada o la 1
Rocamora, P. (2011). Psicología de la sugestión
propia transferencia, fundamento de la cura en Freud. Un análisis del poder y el
analítica, derivan directamente de la hipnosis, sometimiento. Madrid: Ed. Manuscritos.
como reconoce Freud en diversas citas. Por otro
lado, Rocamora nos muestra también la relación 2
Rocamora, P. (2011). Freud y la hipnosis.
directa de la sugestión hipnótica en la generación Hipnológica 4:4-13.
del concepto de transferencia analítica.
Pedro Rocamora resalta la importancia del
trabajo monumental de Freud, su influencia
sobre el desarrollo posterior de la psicología y,
sobre todo, cómo su conocimiento de la hipnosis
le permitió descubrir la existencia del
inconsciente, así como a intuir y practicar
enfoques terapéuticos precursores de lo que años
Jorge Cuadros
después se conocería, por ejemplo, como teoría Doctor en Ciencias Biológicas
neo-disociativa, hipnosis despierta o inclusive la
hipnosis ericksoniana. Sin embargo, Rocamora
es muy crítico con Freud cuando posteriormente, .
después de reconocer y agradecer la herencia de ∞
la hipnosis, el autor vienés pretende deslindar el
psicoanálisis de la técnica hipnótica, renegando
de forma áspera de las virtudes de la hipnosis, lo
que, en palabras de Rocamora, probablemente
Freud no creería de verdad. Finalmente,
Rocamora aborda la actualidad de Freud en estos
tiempos donde la sugestión tiene una relación
directa con la manipulación de masas mediante
la publicidad o desde el poder.
27
Chema Nieto y Luisa F. Aguirre de Cárcer (2011) Sugestión; un término marcado, 4:28-31
Dicen que la traducción es una forma de arte “Acción de sugerir / Especie sugerida. Se usa
literario y lo cierto es que no han sido pocos los generalmente en sentido peyorativo. Las
escritores que han sido también traductores. Las SUGESTIONES del demonio.” Este uso
palabras están vivas y traducir desvela, con peyorativo del término sugestión no ocurre ni en
sorpresa muchas veces, historias insospechadas francés ni en inglés.
de sus vidas, historias que las cargan de
connotaciones de las que no somos del todo Entre finales del siglo XIX y el primer cuarto del
conscientes pero que, querámoslo o no, influyen siglo XX, coincidiendo con grandes y graves
en nuestra manera de percibir y entender la transformaciones en el ámbito de la hipnosis,
realidad. Durante el transcurso de una aventura tanto la lengua castellana como la inglesa y la
inesperada, hemos descubierto, con sorpresa, que francesa sufren modificaciones que encontramos
el término sugestión no se corresponde con el reflejadas en sus respectivos diccionarios,
aparentemente hermano suggestion (en inglés y especialmente con la aparición de nuevos
francés). términos afines (ESP sugestionar, FR
suggestionner; ESP sugestionable, FR
Sugestión, en castellano, es un término suggestible, ING suggestible; ESP sugerencia)
negativamente marcado. Aparece en el primer [Fig. 1].
Diccionario de la Real Academia (Diccionario de
Autoridades, 1739) con connotaciones religiosas El concepto de sugestionar aparece en el
claramente negativas: “La acción de sugerir (…) Diccionario de la Real Academia por primera
Vale también la tentación del Demonio en la vez en 1889 con la acepción de “inspirar una
proposición de algún objeto o acción mala a la persona a otra hipnotizada palabras o actos
imaginación que inclina a consentirla o involuntarios”. Es interesante notar que el
ejecutarla (…)”. Desde 1884 y hasta la importante desarrollo de la hipnosis a finales del
actualidad, la Real Academia recoge estas XIX se encuentra dividido por dos escuelas en
connotaciones en la definición de sugestión;
Fig. 1
Nombre Verbo Adjetivo
Suggestible (1890)
[términos modernos: se señala entre paréntesis la primera aparición en Diccionario]
28
Chema Nieto y Luisa F. Aguirre de Cárcer (2011) Sugestión; un término marcado, 4:28-31
29
Chema Nieto y Luisa F. Aguirre de Cárcer (2011) Sugestión; un término marcado, 4:28-31
El diccionario castellano, sin embargo, será el referencia a las acciones y a las comunicaciones
único que preserve, ligado a sugestionar, la que pretenden ayudar a un individuo a modificar
visión negativista de esos años oscuros de la sus sensaciones, cogniciones o comportamientos.
hipnosis. Tal vez, en el caso español, influya la Precisamente porque las sugerencias hipnóticas
connotación negativa del propio concepto buscan insinuar, inspirar, antes que dominar o
sugestión, ligado a imágenes demoníacas desde imponer.
tiempos inquisitoriales.
Por último, cabe sugerir el uso de sugestibilidad,
Ni el francés ni el inglés toman en consideración antes que el común sugestionabilidad (aunque
ni la dominación ni la imposición de actos ninguno de los dos aparezca en la RAE
involuntarios en las respectivas acepciones de actualmente). De un lado, por escapar a la
los equivalentes a sugestión / sugestionar. De relación de sugestionabilidad con los castellanos
hecho, el francés estipula explícitamente que la sugestión / sugestionar. De otro, por la relación
sugestión (suggestion) se refiere a aquello que es morfológica con los equivalentes francés
sugerido sin ser impuesto [ce qui est suggéré (suggestibilité) e inglés (suggestibility).
sans être imposé –ver Anexo]. Una concepción Históricamente, el nombre “sugestibilidad” (más
que encaja a la perfección con el sentido que próximo al nombre latino “suggestio” que el
tiene este término en el ámbito de la hipnosis, y usado “sugestionabilidad”) ya aparece en textos
que contradice abiertamente la interpretación de de Ramón y Cajal (Recuerdos de mi vida.
la RAE de su homólogo castellano. Historia de mi labor científica. Ramón y Cajal,
1923), probablemente como traducción del
Para entender el desarrollo final del concepto término francés homólogo. También la RAE lo
castellano de sugestión, es muy relevante señalar recoge, aunque únicamente en el Diccionario de
que, en 1927, aparece por primera vez en el 1985 (desapareciendo en la versión de 1989). Sin
Diccionario de la Real Academia el término embargo, la RAE, también en aquella ocasión,
sugerencia. Se trata de un americanismo y no insiste en una definición marcada; capacidad de
sería aventurado afirmar que sugerencia trata de reaccionar automática e involuntariamente ante
recuperar el concepto original de sugestión, sin la recepción de estímulos de una voluntad
las connotaciones negativas con las que la exterior. En fin, no parece tan complicado
demonología y una pobre interpretación de la inclinarse por definiciones más ajustadas, por
hipnosis han marcado a este término en ejemplo, Sugestibilidad f. Psicol. Habilidad de
castellano. De hecho, y como puede observarse responder a sugerencias con percepciones o
en el esquema del anexo, sugerencia termina comportamientos acordes.
ocupando una parte del espacio semántico de
sugestión. Llegados a este punto podrían plantearse dos
opciones, igualmente razonables aunque,
En el Diccionario Panhispánico de Dudas se dice probablemente, igual de utópicas. Bien actuar
que sugestión se emplea normalmente con el proactivamente, para que la RAE actualice las
sentido de “acción y efecto de sugestionar(se)”: definiciones de sugestión / sugestionar de forma
<En varios experimentos con neurópatas se ajustada a los fenómenos a los que hace
consiguen ampollas o hemorragias por referencia, o bien que desde el ámbito de la
sugestión> (Tiempo [Col] 14.1.75). psicología y la hipnosis se utilicen, en castellano,
los términos sugerir / sugerencia. Aunque dentro
Como vemos, el término sugestión, aunque del ámbito científico los conceptos marcados
negativamente marcado en castellano (las tiendan a entenderse de forma neutra, no es
sugestiones del demonio) y a pesar de la menos cierto que dichas marcas, especialmente
inapropiada relación semántica del verbo las negativas, no pueden suponer más que un
sugestionar con la hipnosis (dominación, obstáculo para una comunicación eficaz con
provocación de actos involuntarios), el uso quienes no conocen sino superficialmente el
semántico de sugestión / sugestionar se encuadra interesante y ya de por sí complejo campo de
precisamente en este ámbito, el de la psicología y estudio de la hipnosis.
la hipnosis.
Chema Nieto Luisa F. Aguirre de Cárcer
Desde el punto de vista de la hipnología, parece Médico y Psicólogo Doctora en Filología y Psicóloga
mucho más adecuado, en castellano, utilizar los
conceptos sugerir / sugerencia para hacer ∞
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Chema Nieto y Luisa F. Aguirre de Cárcer (2011) Sugestión; un término marcado, 4:28-31
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Isidro Pérez Hidalgo (2011) Autohipnosis Ultradiana. Hipnológica, 4:32-38
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Isidro Pérez Hidalgo (2011) Autohipnosis Ultradiana. Hipnológica, 4:32-38
- Tendencia a los accidentes, No cabe duda de que el impacto del estrés sobre
torpeza, tropiezos. nuestro cuerpo está muy bien documentado y de
- Errores de juicio y decisiones que la psicología ha ampliado sus fronteras en los
equivocadas que últimos años para ocuparse de trastornos que antes
normalmente no se hubieran pertenecían exclusivamente al ámbito de la
producido. medicina, y la colaboración entre médicos y
- Errores repetidos en el habla, psicólogos clínicos ha ido haciéndose cada vez más
la escritura y el cálculo. productiva.
- Importantes problemas de
memoria incluyendo olvidar El síndrome de colon irritable (SCI) (en los últimos
lo que íbamos a decir o lo años se ha recomendado la etiqueta síndrome de
que estábamos buscando. intestino irritable) afecta a un porcentaje bastante
- Errores en el habla con fallos elevado de pacientes que recurren a los servicios
de pronunciación y uso de médicos de los especialistas en el aparato digestivo;
palabras inadecuadas. las estadísticas nos hablan de hasta un 50% de
- No caer en la cuenta de consultas relacionadas con esta patología. El
importantes implicaciones en trastorno afecta al funcionamiento de la
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Isidro Pérez Hidalgo (2011) Autohipnosis Ultradiana. Hipnológica, 4:32-38
musculatura del tracto digestivo y presenta una cuestionables los resultados a largo plazo, aunque
serie de síntomas característicos: dolor, los autores reconocen las limitaciones de su meta-
hinchazón, estreñimiento, diarreas, náuseas e análisis. Los estudios revisados se referían a terapia
indigestión. La ansiedad y la depresión suelen cognitivo conductual y psicoterapia interpersonal.
estar asociadas a este padecimiento. En contraste con estas conclusiones, hay una serie
de estudios que aunque no satisfagan los criterios
Los síntomas suelen agruparse dando lugar a tres tan exigentes de la metodología Cochrane ofrecen
tipologías: datos muy significativos apoyando la eficacia de las
intervenciones psicológicas sobre el SCI. Una parte
1. Pacientes con espasticismo, de estos trabajos se ha apoyado en la hipnosis como
dolor, flatulencias y cambios tratamiento principal.
en los hábitos intestinales.
2. Los pacientes presentan una Whorwell, Prior y Faragher (1984) son autores de
tendencia diarreica más o un estudio clásico en el que treinta pacientes
menos crónica que se refractarios a otros tratamientos fueron asignados
intensifica con momentos de aleatoriamente a dos grupos igualmente numerosos,
mayor estrés. recibiendo en un caso hipnoterapia y en otro
3. Los síntomas predominantes psicoterapia más placebos orales. Los resultados
son dispepsia, dolor en el indicaban que los pacientes tratados con hipnosis
epigastrio y flatulencias. experimentaban una mejoría superior a la del grupo
de comparación sin relapsos durante el seguimiento
En general, los gastroenterólogos otorgan una posterior de tres meses. A partir de aquí ha habido
importancia fundamental a los factores numerosos estudios que han favorecido la
psicológicos en el desarrollo del SCI, y por ello relevancia que se ha otorgado a la hipnosis como
cada vez es más frecuente que los médicos procedimiento adecuado para el tratamiento del SCI.
deriven pacientes con esta patología a los Un factor importante parece ser la reducción del
psicólogos clínicos o a los psiquiatras. dolor intestinal. En el estudio de Prior, Colgan y
Whorwell (1990) se verifica que bajo hipnosis los
Tanaka et al. (2011) postulan un enfoque pacientes disminuyen la sensibilidad rectal ante la
biopsicosocial para entender esta patología con introducción de un balón intragástrico. El estudio
tres factores fundamentales: de Houghton et al. (1999) confirma esta reducción
de la sensibilidad dolorosa en las pruebas con balón
1. Experiencias vitales intragástrico, observándose también una
tempranas. disminución de la severidad y frecuencia de los
dolores abdominales, hinchazón y anomalías en los
2. Factores psicológicos hábitos intestinales.
asociados al estrés,
presentación de los síntomas y También resulta interesante el estudio de los
mecanismos de afrontamiento. mecanismos fisiológicos y psicológicos que
intervienen en el proceso hipnótico cuando se
3. Fisiopatología digestiva, mejora la irritabilidad intestinal. En este sentido, el
resaltando los trastornos de estudio de Palsson et al. (2002) concluye que la
motilidad gástrica, la hipnosis mejora la sintomatología del SCI al
hipersensibilidad visceral y la disminuir el malestar psicológico y la somatización.
relación entre el cerebro y el No se encuentran mejorías asociadas a cambios en
intestino. parámetros fisiológicos como umbral de dolor
rectal o activación del sistema nervioso autónomo.
No obstante, hay que tener en cuenta que no
existe un consenso acerca de cuál sería el Gonsalkorale et al. (2003) encuentran además que
tratamiento óptimo para el SCI. Según una los resultados positivos de la terapia con hipnosis
revisión de tipo Cochrane (Zijdenbos et al., pueden extenderse hasta cinco años en un gran
2009) las intervenciones psicológicas pueden porcentaje de pacientes. Vlieger et al. (2007)
considerarse ligeramente más eficaces que los comprueban la eficacia de la hipnoterapia en niños
tratamientos habituales o los grupos de control con edades comprendidas entre ocho y dieciocho
recién finalizado el tratamiento, aunque la años, con SCI o dolor abdominal funcional. Por
significación clínica está sometida a debate. Son otro lado, Shinozaki et al. (2010) verifican en un
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Isidro Pérez Hidalgo (2011) Autohipnosis Ultradiana. Hipnológica, 4:32-38
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Isidro Pérez Hidalgo (2011) Autohipnosis Ultradiana. Hipnológica, 4:32-38
descanso por parte de nuestro organismo de unos sugestiones, sino de “escuchar a la naturaleza”. Esta
20 minutos. idea es congruente con el concepto general de
hipnosis naturalista, cuando se trata de crear un
Seguimos explicando que nuestro ritmo de vida clima en el que el inconsciente haga nuevas
nos ha llevado a perder la sintonía con nuestras asociaciones y no tanto en el sentido de programar
propias señales, con las que nuestro organismo una conducta o resultado concreto). Las
nos envía para indicarnos que debemos instrucciones que se le dan al paciente constan de
descansar o cambiar de actividad. tres fases para llevar a cabo el proceso
autohipnótico ultradiano:
Se pide entonces al sujeto que durante siete días
se familiarice con sus ciclos de actividad y Fase 1: Ahora sientes esas señales que te
descanso y las señales que nos indican la indican que es el momento adecuado para entrar en
respuesta regeneradora ultradiana, incluso puede un trance hipnótico por ti mismo.
elaborar una gráfica que indique los picos y
valles de actividad, que tendría un aspecto más o Fase 2: Te preguntas: “¿Cómo puede
menos así: ayudarme mi inconsciente ahora?” y permites que
tu inconsciente responda a esa pregunta mediante
un proceso interno, y añades, “cuando mi
RITMOS ULTRADIANOS inconsciente haya terminado este trabajo interno me
lo indicará con una señal”.
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Isidro Pérez Hidalgo (2011) Autohipnosis Ultradiana. Hipnológica, 4:32-38
Dolor 7 4
Abdominal
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Estreñimiento 6 4
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bioinformatics. Australian Journal of Clinical
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Imágenes
Portada (fondo): La Scapigliata, Leonardo Da Vinci
Hipnológica
Revista de la Sociedad Hipnológica Científica
AÑO 2 – NÚMERO 4
Agosto 2011
www.hipnologica.com