Maravillas Del Colportaje PDF
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alentadores relatos de ~Ivación
NlCOLAS CHAU
Autor de El colportor d. bilo
I:x dlroctor de colportaje de las Divisiones Sudamericana e
Interamericana
MARAvrLLAS
DEL
COLPORTAJE
Emocionantes y alentadores
relatos de salvación
PUBUCACIONES INTERAMERICANAS
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MOllnlain View, California 94044
EE. UU. de N. A.
Copyright © 1973, by
Pacific Press Publishing Association
7. La protección celestial 72
t' ('(nnunes. Así acontece con los que salen cada día a
'/' ,,,tl)(ljO esperando los milagros de Dios.
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Confío que estos alentadores relatos ofrecerán los sz-
!!,'Ilientes cuatro beneficios:
1. InsPirarán santo entusiasmo y nuevas ideas a los col-
portores) y les ayudarán a perseverar y a tener más éxito en
,su divina misión.
2. Proveerán a los directores de buen material de reclu-
tamiento. Porque una experiencia real) contada con bre-
vedad y fervor) puede encender el espíritu misionero en
los oyentes más rápidamente que un largo sermón teórico.
3. Proveerán a los pastores ilustraciones para dar vida
y fuerza a sus sermones.
4. Animarán a muchos hermanos a consagrar su vida a
la sin igual y eficaz obra evangelizadora del colportaje.
Dios ha prometido realizar en estos días del fin mayores
milagros que los que realizó durante el Pentecostés. Para
eso necesita instrumentos consagrados y fervientes. ¿Por
qué no puede ser Ud. también uno de ellos?
Nicolás Chaij
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1
Una Obra Divina
16
2
¡Esperad Milagros!
29
3
Cómo Ayudan los Angeles
43
4
Colportores que Parecen
Angeles
49
7-M.D.C.
5
La Amante Dirección
de Dios
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6
Soñarán Sueños
ES SORPRENDENTE la frecuencia con que se está cum-
pliendo la profecía de J oel, de que Dios guiaría a las almas
mediante sueños. Esos sueños, asombrosos muchas veces,
otras veces comunes, denotan la intervención del Espíritu
Santo en el trabajo del colportor.
Un caso extraño
Esta experiencia puede parecer extraña, pero muestra
que la ayuda del Espíritu en el trabajo del colportor no es
teórica, sino real y viva.
En la ciudad de Caguas, Venezuela, Eusebio Prada vi-
sitó a una dentista. Cuando ella lo vio, le dijo: "Espere un
momento". Cuando se desocupó, Prada quedó sorprendido
de oír lo que la dentista le decía:
"Anoche soñé que le compraba un libro por 41 bolívares.
Yen el sueño le dije a un vecino que en vez de gastar su di-
nero en tabaco, le convenía comprar ese libro. Así, tráigame-
lo". El día de la entrega, la dentista acompañó al colportor
a casa de aquel vecino, quien también compró el libro.
Esos dos libros fueron vendidos por el Señor antes de
que llegara el colportor. y en todas las otras ventas, aunque
no sea tan visible, es también el Espíritu de Dios el que
obra mediante el colportor.
Si en cada visita los colportores recordaran que el Es-
píritu Santo va con ellos y confiaran más en él, tendrían
más poder, más éxito y más felicidad.
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El hombre sonreía
Entre el cúmulo de buenas experiencias del veterano
y misionero colportor colombiano Luis E. Urbina, padre,
está la siguiente:
Al fin del relato, el señor le preguntó a Urbina:
-Ud. habrá notado que mientras me explicaba el libro,
yo sonreía.
-Es verdad, lo noté -respondió Urbina.
-Es. que anoche mismo lo vi a Ud. en un sueño, expli-
cándome un libro exactamente como me lo está mostrando
ahora. Así que, tráigamelo.
¡Qué ánimo, qué valentía siente el colportor al ver que
Dios va con él, va antes de él y prepara los corazones!
"Yo sabía que Ud. vendría"
He aquí un incidente emocionante. Colportando en
Mendoza, Argentina, Armando Vilchez llegó a una finca.
Cuando le dijeron que el dueño estaba en la viña, allá fue
Vilchez a entrevistarlo. Después de oír la presentación, el
hombre invitó al colportor a su casa. Y aunque éste procuró
tomar el pedido ahí mismo, el dueño insistió en que lo
acompañara a su casa.
Mientras Vilchez presentaba los libros a la esposa, el
señor lo interrumpió diciéndole:
-Tengo que decirle algo. Yo sabía que Ud. iba a venir
a mi casa.
-Seguramente Ud. me vio visitando a sus vecinos -le
dijo Vilchez.
-No, nunca antes lo vi, ni sabía que había visitado
a otros. Pero sabía que vendría a mi casa, porque hace unos
días soñé con Ud. y lo vi igual como llegó hoy.
Con lágrimas en los ojos, el hombre le contó a Vilchez
algunas experiencias de su vida. Le dijo que creía en Dios,
y agregó: "Yo no sé rezar, pero pido a Dios como puedo,
y hoy sé que Dios me ha oído, porque Ud. llegó en la misma
forma en que lo vi en sueño".
Entonces tuvieron un estudio bíblico, oraron juntos;
el hombre encargó los libros y dio un buen anticipo. Cuan-
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do el Hno. Vilchez se despidió, el hombre tenía los ojos
llenos de lágrimas.
Doble sueño
Teodoro Vázquez, del Perú, consiguió permiso para col-
portar todas las comisarías de la ciudad. En una de ellas
tomó varios pedidos y tuvo que volver al día siguiente para
terminar su trabajo. Cuando regresó, un telefonista de la
polida había visto las revistas vendidas por Vázquei:. el día
anterior, así que lo llamó. Cuando supo que junto con los
libros recibiría la Biblia, no sólo los encargó, sino que invitó
al colportor a ir a su casa para contarle una extraña expe-
riencia.
El telefonista era un hombre joven de origen alemán,
y su esposa era profesora de la escuela normal. En esa pri-
mera visita, a Vázquez le pareció oportuno estudiar con ellos
los Diez Mandamientos.
Después de varios estudios, el polida le contó que hacía
algún tiempo había .comprado el libro Descubrimientos
orientadores y que desde entonces había estado orando par¡¡.
que Dios le revelara la verdad.
Una noche había tenido un sueño extraño que 10 había
impresionado mucho, porque esa misma noche su esposa
había soñado lo mismo. Por la mañana ella le contó su
sueño diciéndole: "Anoche soñé que una paloma entraba
en nuestra casa y se paraba sobre tu cabeza". "¡Qué extra-
ño! -respondió él-o Yo soñé exactamente 10 mismo. ¿Qué
significará eso?"
Después de meditar sobre el asunto, llegaron a la con-
clusión de que la paloma era símbolo de un mensajero y
que el doble sueño quería decir que Dios les enviaría un
mensajero y algún mensaje. Y 10 significativo había sido
que, a la mañana siguiente de tener ese sueño, había lle-
gado Vázquez a la comisaría.
"Ahora él es diácono de nuestra iglesia -terminó di-
ciendo el colportor-, y los dos esposos están haciendo una
buena obra misionera entre sus familiares, amigos y ve-
cinos".
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Un sueño maravilloso
El director de colportaje de la Unión Chilena, Sergio
Morales, fue a trabajar con el colportor Francisco ]iménez.
Después de viajar toda la noche, llegaron a la ciudad de
Llanta a las 8:30 de la mañana.
Entonces el Hno. ]iménez le sugirió a su director: "Para
aprovechar mejor el tiempo, podemos dejar las valijas en
casa de una familia evangélica a quien conozco. Comenza-
remos a trabajar en seguida y luego podremos buscar alo-
jamiento" .
. Fueron bien recibidos en esa casa y encontraron allí
de' visita a un matrimonio joven. Cuando la señora visitante
supo que esos. hermanos eran colportores, les contó algo
emocionante. Les dijo: "Anoche tuve un sueño maravilloso.
Vi a Cristo con la Biblia en una mano. Me mostró en ella
los Diez Mandamientos y me señaló a un joven y me dijo
que él me los explicaría". Y dirigiéndose al Hno. Morales,
agregó: "Ahora veo que ese joven es Ud. Hablemos de la
Palabra de Dios".
Inmediatamente el Hno. Morales les dio un estudio,
acerca de la ley de Dios; y al terminar, les ofreció El con-
flicto de los siglos y El nuevo tratado médico, que ellos en-
cargaron.
Con frecuencia, mediante sueños, Dios prepara el ca-
mino para los colportores.
Este es el hombre
"Cuando las ventas no van bien en el centro -contaba
un colportor- pueden ir bien en los suburbios".
Esa mañana el trabajo había sido difícil en el centro,
así fue a trabajar en otra zona de la ciudad. En la tercera
casa que visitó, le esperaba una buena sorpresa. Antes de
que el colportor hablara de sus libros, la señora lo miró con
insistencia, llamó al esposo y le dijo:
-¿Te acuerdas del sueño que te conté ayer?
-Sí, lo recuerdo.
-Bueno, éste es el hombre que vi en mi sueño, que nos
traía algo así como un libro y una enseñanza.
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Con esta preparaclOn hecha por el Espíritu de Dios,
esos esposos encargaron los libros en seguida.
Soñarán sueños
"Después de presentar el libro en cierta casa de campo
-cuenta un colportor- pedí almuerzo. Mientras comía
conversé con el dueño que era creyente. Al fin él me pre-
guntó: 'De todas las religiones, ¿cuál es la verdadera?'
"Le di entonces un estudio sobre la verdadera señal de
Dios. Le hablé de la unión de las iglesias, le expliqué que
después perseguirán al pueblo de Dios, y algunos pagarán '
con su vida, como en el pasado.
"Entonces él llamó a su esposa y le dijo que se estaba
cumpliendo el sueño que había tenido. Me contó que en
su sueño me había visto a mí sentado a su lado conversando
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acerca de la persecución. Me dijo que yo le había dicho
en ese momento lo mismo que le había explicado en su
sueño".
Una paloma blanca
Un colportor cubano, Luis Martínez, que ha ganado a
decenas de almas para Cristo, estaba trabajando esos días
en un territorio duro, de poco éxito financiero. Su com-
pañero le dijo: "Aquí estamos perdiendo tiempo. Faltan
esas últimas cuatro casas. Yo me voy al siguiente pueblo",
y se fue. En cambio, Martínez se quedó, y ahí encontró su
gran premio.
Al llegar a la primera casa descubrió que estaban pre-
sentes el dueño y sus tres hijos casados, que vivían en las
otras casas vecinas.
Cuando Martínez empezó a presentar su libro, uno de
los hijos lo interrumpió y dijo: "Ahora recuerdo un sueño
que tuve anoche. En mi sueño lo vi a Ud. -le dijo al col-
portor-. y mientras Ud. nos mostraba ese-libro, así como
lo está haciendo ahora, entró una paloma blanca, se posó
sobre su brazo, luego se convirtió en un ángel, quien nos
dijo: 'Compren ese libro, porque tiene la verdad' ".
Al oír ese sueño providencial, el padre y los hijos que-
daron muy impresionados y prontamente encargaron cuatro
ejemplares del libro y cuatro Biblias, que el padre pagó en
el acto.
Viendo esta operación tan patente del Espíritu Santo,
en ese mismo momento, Martínez les dio un estudio bíblico
acerca del regreso de Cristo a esta tierra. Cuando les en-
tregó los libros, les dio otro estudio acerca de la ley de
Dios y los inscribió en el curso bíblico radiopostal. Al poco
tiempo las cuatro familias empezaron a guardar el sábado.
Hace cinco minutos
A veces la intervención de Dios es tan vívida que el col-
portor puede ver la realidad del mundo invisible.
Francisco Oliveira, de Río de Janeiro, llegó una tarde
a cierta casa, y antes de que él dijera nada de su trabajo, el
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señor lo sorprendió diciéndole: "Hace cinco minutos, mien-
tras estaba durmiendo, soñé que un joven llegaba a mi
casa y me ofrecía un libro, diciendo que contenía la verdad.
Ese joven debe ser Ud."
El colportor quedó realmente conmovido y le contestó:
"Efectivamente yo debo ser el joven de su sueño" y le
mostró El Deseado de todas las gentes. Sin vacilar, el hom-
bre agregó: "Voy a comprarlo por causa del sueño".
Conforme a Joel 2, los sueños que Dios da a la gente
son una operación del Espíritu Santo y una señal de que
Cristo pronto vendrá por los suyos. Vez tras vez, el colpor-
tor queda alegrado y fortalecido al ver que esta obra es de
Dios, que el Señor está con él, y aprueba y prospera su
trabajo.
71
7
La Protección Celestial
81
8
Conversiones Rápidas
91
9
Triunfos de la Verdad
103
10
Milagros que se Producen
al Orar con el Cliente
113
11
Cómo Empezaron Algunos
a Colportar
128
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