Drogas y Deporte
Drogas y Deporte
Drogas y Deporte
La adicción a las drogas produce una cadena de consecuencias físicas y síquicas para la persona adicta. Se
producen trastornos emocionales y agresividad que terminan por desintegrar a la familia. Cuando la magia de la
droga desaparece el adicto queda sumido en la más profunda oscuridad. ¿Vale la pena sacrificar toda la vida por
unos cuantos minutos de euforia y felicidad?
La extrema competitividad que caracteriza los torneos deportivos ha llevado a determinados competidores a
tratar de mejorar sus condiciones físicas buscando mejorar su rendimiento de manera artificial con la ayuda de
drogas estimulantes como las anfetaminas y la efedrina.
Las anfetaminas se usaron con mucha frecuencia durante la segunda guerra mundial para calmar la fatiga de los
soldados, producida por el tremendo esfuerzo que debían soportar. En la actualidad se utilizan en medicina para
reducir el apetito y para tratar algunos casos de falta de concentración.
Sin embargo, consumidas en altas dosis, las anfetaminas se tornan en alucinógenos potentes. El adicto a las
anfetaminas busca prolongar cada vez más los efectos y puede llegar a inyectarse la droga cada 2 ó 3 horas
durante varios días consecutivos, se alimenta en pocas ocasiones y no duerme. Cuando se le acaba la droga o
está demasiado perturbado para seguir drogándose duerme mucho, se despierta desorientado y se siente
deprimido y angustiado. Una dosis de 120 mg de anfetamina puede ocasionar la muerte.
En medicina se usa como descongestionante nasal, pero además de los síntomas descritos anteriormente excita
el centro respiratorio bulbar y relaja los músculos de los bronquios, facilitando así la inhalación y, por lo tanto,
aumentando la capacidad de oxidación de la glucosa para obtener energía. Actualmente, en la mayoría de las
competencias, los deportistas son sometidos a diversos análisis de orina, sangre y saliva para detectar si están
bajo la influencia de algún estimulante. Este control es conocido con el nombre de antidoping. Los episodios de
dopaje han empañado la historia deportiva y han deteriorado la credibilidad de los torneos y la imagen de los
deportistas. El uso de estimulantes entre los deportistas, lejos de brindarles la consagración definitiva, los
convierte ante los demás en unos farsantes de su condición física, causando desilusión y desconcierto entre sus
aficionados.
El consumo de estas sustancias produce una cadena de desajustes biológicos y trastornos emocionales, que
originan enfermedades físicas y mentales, inclusive la muerte en muchos casos.
Taller de lectura:
1. ¿Cuáles son las drogas que han llevado a los deportistas a tratar de mejorar sus condiciones de manera
artificial?
8. Escriba la fórmula de la efedrina y diga para que se usa esta sustancia en el laboratorio
12. ¿Con qué tipo de sustancias químicas se pueden asociar las anfetaminas?