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El Estudio Del Futbol en México PDF

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Revista de Antropología Experimental ISSN: 1578-4282

ISSN (cd-rom): 1695-9884


nº 10, 2010. Texto 12: 211-222. Deposito legal: J-154-2003

Universidad de Jaén (España) http://revista.ujaen.es/rae

EL ESTUDIO DEL FÚTBOL


¿Un ámbito periférico para la antropología en México?

Gabriel Angelotti Pasteur


Universidad Autónoma de Yucatán, México
Gabrielotti @yahoo.com

THE STUDY OF SOCCER. A peripheral field of anthropology in Mexico?

Resumen: El fútbol es el deporte de mayor difusión en México. En modernos estadios o en la calle


constituye la actividad que moviliza mayores pasiones entre las personas y si bien posee
conexiones con otros campos de la realidad social, su estudio ha pasado desapercibido para las
ciencias sociales locales. Este olvido, sin embargo, contrasta con la abundancia informativa de
los medios de comunicación que han logrado monopolizar la palabra y el sentido de este campo.
El presente trabajo inicia con una breve síntesis del acontecer académico en Latinoamérica;
luego da cuenta de la bibliografía producida en México y concluye con una exposición de
las posibles líneas de investigación que el tema ofrece a las ciencias sociales. De esta forma,
buscaremos presentar a los deportes, y al fútbol en particular, como un territorio inexplorado
que, dada sus múltiples interrelaciones, reserva a la mirada antropológica una visión singular
de la sociedad mexicana.

Abstract: The soccer is the sport of more diffusion in Mexico. In modern stadiums or in the street, it
constitutes the activity that mobilizes bigger passions. And although it possesses connections
with other fields of the social reality, their study has passed desapercibido for the local social
sciences. This forgetfulness, however, contrasts with the informative abundance of the
media that you/they have been able to monopolize the word and the sense of this field. The
present work begins with a brief synthesis of happening academic in Latin America; then the
bibliography is revised taken place in Mexico and you concludes with an exhibition of the
possible investigation lines that this field offers to the social sciences. This way, we will look
for to present to the sports, and to the soccer in particular, as an unexplored territory that, given
their multiple interrelations, he/she reserves to the anthropological look a singular vision of
the Mexican society.

Palabras clave: Deportes. Fútbol. Identidad. América Latina. Antropología en México.


Sports. Soccer. Identity. Latin America. Anthropology in Mexico.
212 Revista de Antropología Experimental, 10. Texto 12. 2010

Introducción
En América Latina, como en ninguna otra parte del mundo, las investigaciones sobre
deportes están concentradas, casi con exclusividad, en el acontecer futbolístico. La razón
que sustenta dicha preferencia académica posiblemente va de la mano con la desmesurada
pasión que este juego despierta entre los habitantes de la región.
El fútbol comenzó a practicarse en la mayoría de los países latinoamericanos desde fines
del XIX como una práctica exclusiva de las elites locales, que en el afán de “sentirse mod-
ernas” importaron diversas costumbres europeas.1 Pero, ya para mediados del siglo XX, este
había sido adoptado como el deporte preferido entre las clases bajas y medias tanto urbanas
como rurales del continente. Desde ese entonces, la preferencia por el fútbol se manifestaba
regularmente en los juegos disputados por los equipos locales, y donde el público colmaba
los antiguos estadios construidos de madera.2 Y si bien, en algunos países latinoamericanos
no es considerado como un deporte nacional, este obra como tal. Incluso, en aquellos donde
se han instituidos deportes representativos, mediante los cuales se pretende fortalecer y
estimular sentimientos identitarios entre los ciudadanos, tal como acontecería con el “pato”
en Argentina y la “charrería” en México.
Los especialistas en este deporte señalan que la pasión por este deporte se habría incre-
menta por la conjunción de tres condiciones especiales: que es un deporte fácil de jugar, con
reglas sencillas de aprender y barato (ya que no requiere de gran inversión económica para
su práctica). Pero a esta tríada de motivos podríamos sumarle otras de tipo social, histórico
y organizacional que habrían facilitado la expansión y predominio del fútbol por sobre el
universo deportivo en general, siendo alguno de ellos los siguientes:
a) La cantidad de logros internacionales y en las competencias oficiales de la FIFA ob-
tenidos por las selecciones nacionales de algunos los países latinoamericanos. Tales como
los campeonatos mundiales logrados por Brasil 1950, 1954, 1970, 2000 y 2004; Argentina:
1978 y1986, y Uruguay 1930 y 1958; medalla de oro en los Juegos Olímpicos y en diversos
torneos de clubes disputados en el mundo.
b) La consolidación de “estilos” de juegos reconocidos en el plano internacional como
propios e identitarios de cada país. Tal como la denominada “gambeta” argentina, “la fu-
erza” paraguaya, la “garra” uruguaya y “la alegría” del fútbol brasileño.
c) La regularidad en la realización de torneos locales,3 la permanencia de los torneos
continentales,4 y la realización de Campeonatos Mundiales (Uruguay 1930, Brasil 1954,
Chile 1964, México, 1970, Argentina 1978 y México 186)
d) La difusión que ocupa en los medios de comunicación y la transmisión en directo de
los juegos locales e internacionales.
d) La existencia de futbolistas que logran alcanzar enorme popularidad e incluso obran
como verdaderos símbolos nacionales;5
1 La información histórica disponible devela que fue un proceso simultáneo, tanto en Lima, Río de Janeiro, La
Paz, Buenos Aires, como la ciudad de México. Ver Fábregas, 2001 b.
2 El único medio que transmitía en vivo era la radio, y si el partido se jugaba en otro país, la información era
enviada por barco o por telégrafos. Por ejemplo, los comentarios de la participación mexicana en el Primer
Mundial de Fútbol celebrado en Uruguay se publicaron en los diarios locales, a modo de “noticia de último
momento”, un mes después de cada encuentro.
3 Ni siquiera las dictaduras militares del siglo pasado suspendieron estos torneos. Antes bien, se aprovecharon
de los mismos para justificar ante la opinión pública local dichos regímenes.
4 “La Copa América” que se disputa cada dos años es el torneo más antiguo del mundo a nivel de selecciones,
el cual fue creado en 1916, en Argentina, para los festejos del Centenario de su Independencia. Por su parte,
el torneo denominado “Copa Libertadores de América”, es un torneo de clubes, en el cual están excluidos los
países americanos de habla inglesa (EEUU y Canadá)
5 Entre otros, y en un orden cronológico podemos nombrar los siguientes: Alfredo Distéfano y Diego Maradona
Revista de Antropología Experimental, 10. Texto 12. 2010 213

e) La presencia de jugadores latinoamericanos en los mejores equipos de Europa y,


además, y,
f) La oportunidad que ofrece el fútbol al posibilitar la ascensión social y económica para
las personas provenientes de las clases medias y bajas.
Lo antedicho, sin embargo, no desconoce la importancia que otras actividades deporti-
vas, como el béisbol, el ciclismo, el hockey sobre césped, el polo, el rugby, el tenis y el
taekwondo, han adquirido en el continente. Pero, sin ánimo de equivocarnos podríamos in-
dicar que la trascendencia adquirida por esas disciplinas generalmente se ve “eclipsada” por
el entusiasmo que el fútbol despierta entre la gente y la preeminencia que adquiere en los
medios de comunicación masiva.6 Aunque dicho fervor parece estar vinculado con la amplia
comercialización y mercantilización que el fútbol experimentaría en las últimas décadas.

La antropología y el estudio del futbol en Latinoamérica


En los últimos años, los investigadores sociales latinoamericanos han sido sensibles a
priorizar al fenómeno futbolístico por sobre todo el universo deportivo. Pero, ¿existirá algún
eje temático que unifique los diversos aportes realizados en la región?
Sergio Villena Fiengo (2003) en la introducción que presenta en el libro compilado por
Pablo Alabarces titulado Futbologías. Fútbol, identidad y violencia en América Latina, se-
ñala que del espectro temático estudiado por los científicos sociales se ha generado una
tendencia a privilegiar “el proceso de formación de identidades socioculturales” como prob-
lema de estudio en el marco de los espectáculos futbolísticos. (Villena Fiengo, 2003, 23).
Una tendencia que, efectivamente, podemos rastrear desde los trabajos inaugurales realiza-
dos por Roberto Da Matta (1982) y Eduardo Archetti (2001) y que posiblemente responda
-tal como sostiene Villena Fiengo- a que las funciones del fútbol exceden los márgenes del
ámbito lúdico propiamente dicho, llegando a convertirse en un importante integrador social,
un promotor de la nacionalidad y de homogeneización cultural y, además, un espacio com-
pensador ante los embates transformadores que la globalización ha impreso en el continente
(Villena Fiengo, 2003, 257-271 ).
Es cierto que sería exagerado sugerir que en América Latina existe una tradición teórica
al respecto, sin embargo, ha sido uno de los temas preferidos por los investigadores sociales.
En este sentido, cabe advertir que existe una tendencia a considerar al fútbol como un ritual
comunitario y un drama social: “un espacio comunicativo denso en el cual se entrecruzan
múltiples discursos verbales, gestuales e instrumentales (gráficos, sonoros, etc.), a través de
los cuales los diversos actores participantes en el drama se expresan (Villena Fiengo, 2003:
21-28).
El autor que habría iniciado estos abordajes fue Roberto Da Matta, quien a finales de los
años setenta publicó la obra Esporte na Sociedade: un ensaio sobre o futebol Brasileiro.
En este trabajo el autor reflexiona respecto la trillada tesis que considera al fútbol como “el
opio de los pueblos”, es decir, una actividad que –según la visión de los neomarxistas-7 sólo
sirve para entretener a la masa de trabajadores y distraerlos de la explotación a la que se ven
sometidos en las fábricas donde laboran. Da Matta propuso erradicar esa visión reduccio-
nista, sugiriendo, en cambio, observar este deporte desde una perspectiva novedosa: como

(en Argentina), Orantes Dos Nascimento (Pelé) y Garrincha (en Brasil), Teófilo Cubillas (en Perú), Hugo Sán-
chez (en México), Franchescoli (en Uruguay), entre otros.
6 Para la televisión, los partidos de fútbol constituyen uno de los productos ideales para transmitir ya que con-
stituye un espectáculo barato (por el número de instrumentos empleados), que no necesita de estudios previos
(libretos ni guiones), de fácil comercialización y donde los actores (los jugadores) no cobran sueldo de parte de
las televisoras.
7 Para mayor información sobre esta corriente de estudio, ver la obra de Allen Guttman (2004) From ritual to
record. The Nature of Modern Sports. Columbia University Press. New York.
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un “drama social”, un ritual a partir del cual se expresan códigos, valores y actitudes que se
relacionan con esferas más amplias de la sociedad.
La propuesta desarrollada por Da Matta fue alentadora y bien acogida entre los estu-
diosos de la región. La misma habría servido para despertar el interés de los investigadores
sociales hacia las prácticas deportivas. Desde entonces, se llegó a comprender que la im-
portancia de los deportes excedía los contornos de los estadios y el momento mismo del
juego, abarcando todos los rincones de la vida social y cultural de los pueblos en cuestión.
Desde entonces, las perspectivas de análisis propuestas por los investigadores para tratar el
fenómeno deportivo fueron diversas, llegando a destacar aquellas que consideran a éstos
fenómenos como manifestaciones de nacionalidad, de masculinidad, de negociación de có-
digos de honra, de fiesta y, entre otras, como un espectáculo.
Rubén Oliven y Arlei Damo (2001), por su parte, en consonancia con la postura ante-
dicha propusieron discutir los motivos por los cuales el fútbol moviliza sentimientos tan
profundos en las personas, sean que traten sobre los simpatizantes, fanáticos o jugadores.
Los autores señalan que la raíz de tal identificación puede comprenderse siempre que con-
sideramos que los equipos en juego “son mucho más que once jugadores”, dado que ellos
representan instancias de alto valor afectivo para los sujetos, como son el barrio, la escuela,
la ciudad o el país (Oliven, 2001: 20). Una situación que transforma la disputa atlética en
una batalla simulada, una especie de guerra simbólica entre las colectividades participantes,
tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Dicha idea permite comprender porqué en algunos países el club de fútbol sustenta el
fervor incomprensible de los “hinchas” y “torcedores” del continente. En Buenos Aires, por
ejemplo, algunos barrios están identificados con un club de fútbol, que es al mismo tiempo
representativo de una comunidad particular. Si por ejemplo buscásemos dar respuesta al por
qué los argentinos son tan fanáticos de tal o cual equipo -una situación que en algunos casos
alcanza la irracionalidad- entre otros aspectos sociales y culturales, deberíamos estudiar
el desarrollo histórico y demográfico de dicha urbe; recién después comprenderíamos el
vínculo construido por el fútbol y los sentimientos primordiales que moviliza en las perso-
nas.8
Eduardo Archetti (2001) en El potrero, la pista y el ring. Las patrias del deporte argen-
tino, mediante el análisis de tres figuras notables de Argentina demuestra la relevancia que
los deportes adquirieron en dicho país para la construcción de la nacionalidad. Logrando
demostrar, además, la importancia que éstos tuvieron en la modernización de la Argentina
de principios de siglos XX y cómo estas actividades hicieron posible su incorporación a la
órbita internacional de competiciones favoreciendo la expansión de un espacio de tiempo
libre nacional.9
En los últimos años se incrementó el número de autores interesados en estudiar esta temá-
tica. La obra pionera de Pablo Alabarces (1996, 2000 y 2003) al frente del grupo de trabajo
sobre Deporte y Sociedad, del Colegio Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO),
contribuyó notablemente al respecto mediante la realización de dos congresos: uno realiza-
do en Cochabamba, Bolivia, en diciembre de 1999 y otro en Quito, Ecuador en diciembre
de 2000. Como producto de estos encuentros académicos fue que se publicaron los libros:
Peligro de gol. Estudios sobre deporte y sociedad en América Latina (2000) y, Futbologías.
Fútbol, identidad y violencia en América Latina (2003), ambos compilados por Alabarces
y financiado por la CLACSO. Estos trabajos permiten observar cómo a través del fútbol
podemos conocer aspectos sustanciales de la vida social vinculados, entre otros, con las

8 Janet Lever (1985), socióloga estadounidense, realizó un estudio que sigue estas directrices para el caso del
fútbol en Brasil. Ver: La locura por el fútbol, Fondo de Cultura Económica, México.
9 El quíntuple campeón del mundo de automóviles de Fórmula Uno, Juan Manuel Fangio, el boxeador Carlos
Monzón y el futbolista Diego Maradona
Revista de Antropología Experimental, 10. Texto 12. 2010 215

relaciones de género, globalización, violencia y religión. La labor del grupo de trabajo de


dicha institución no ha continuado, pero la estela que ha dejado en la región es tan relevante
que ha logrado impulsar estudios e investigaciones de este tipo.
Un nuevo aporte que se suma a los estudios señalados, es el proveniente de investigado-
res de habla inglesa preocupados en desentrañar aspectos sustanciales del ámbito deportivo
latinoamericano. Los trabajos de Joseph Arbena, Richard Giulianotti, Dave Wood, Keith
Brewster y Janet Lever, constituyen un ejemplo al respecto.10
Pero la lista antedicha se ampliaría notablemente si incluyéramos en ella publicaciones
realizadas en el campo literario, el cuento corto, la biografía o la novela. En este ámbito la
producción es abundante, prolífica y permanente. En este campo sobresalen autores como
Jorge Valdano, Fontanarrosa, Luis Villoro y Eduardo Galeano. El libro de éste último, Fút-
bol, a sol y sombra, por ejemplo, es un auténtico betseller y se ha sido traducido a diversos
idiomas y cuenta con numerosas reediciones. En este caso, y a diferencia de lo que ocurre
en el ámbito académico, la inmensa cantidad de obras producidas impide un examen ex-
haustivo.

La investigación de los deportes ¿un campo impropio para la antropología en México?


Las actividades físicas y los deportes en general constituyen ámbitos ignorados por la
antropología, también por la historia, la psicología y la sociología en México; desperdi-
ciándose, de este modo, una oportunidad inmejorable de conocer aspectos sustantivos de la
sociedad mexicana.
Una revisión minuciosa de los estudios antropológicos, por ejemplo, devela que lo más
cercano realizado sobre el tema trata respecto ciertos aspectos lúdicos de la cultura indígena
y, en particular, sobre los juguetes tradicionales. Para observar el lugar que esta temática
a ocupado en la historia de la antropología local basta consultar la obra de García Mora
(1987) La antropología en México, panorama histórico; un extenso estudio que posee “in-
formación básica sobre las principales corrientes antropológicas y destacar los problemas,
las teorías, los métodos y los resultados de la investigación antropológica” hasta medidos
de los ochenta (García, 1987). La colección, integrada por doce volúmenes, no menciona
trabajos del ámbito deportivo del país. Aunque sí sobre los juguetes, como el de María Gua-
dalupe Escamilla Hurtado, El juguete popular y los juegos tradicionales, una compilación
de lo publicado hasta entonces sobre este tema.
Pero debemos destacar que este olvido por parte de las ciencias sociales no está en con-
sonancia con la importancia que los deportes adquieren entre las personas de este país. Una
efervescencia que comenzaría a gestarse desde que México organizara los Juegos Olímpi-
cos de 1968, y los Mundiales de Fútbol de 1970 y 1986.11
¿Por qué, entonces, estos acontecimientos mundiales pasaron desapercibidos para los
investigadores mexicanos? ¿Qué los hizo invisibles? ¿Por qué motivo los acontecimientos
previos a los Juegos Olímpicos de 1968 cuando el gobierno mexicano reprimió y desapare-
ció a cientos de jóvenes y estudiantes, no logró constituirse en un hecho social lo suficiente-
mente atractivo para disuadir a los antropólogos a realizar una investigación que vinculara
los campos del deporte y la política?
Podemos suponer que fue debido a la importancia y la urgencia, que durante mediados
del siglo XX, habrían adquirido los temas relacionados con el indigenismo y el campesinado

10 Aunque, lamentablemente, para la mayoría de los lectores hispanos estos trabajos son desconocidos, no sólo
porque están en lengua inglesa; sino, además, porque dichos materiales no circulan por las bibliotecas locales,
tampoco por las librerías. Una problemática que responsabiliza tanta a las instituciones educativas de la región
al no estar actualizadas y a los propios autores, al no enviar sus trabajos -al menos como obsequio- a aquellos
lugares que constituyen su tema de investigación y de donde han obtenido su material de estudio.
11 Y en los años venideros los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
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Foto 1: Simpatizantes del Club de Fútbol Pachuca, uno de ellos portando un caso minero (ac-
tividad económica de gran importancia en la región) y máscaras de luchadores con los colores
y el escudo del equipo. Fuente: personal.
mexicano (que estructuraron la mayoría de las iniciativas académicas de aquellos tiempos)12
inhibieron cualquier otra iniciativa tendiente a indagar sobre el acontecer social mexicano
de la época. Una situación que se habría profundizado, si consideramos la tendencia de los
antropólogos a investigar problemas de ámbito rural, más o del urbano. Aspecto, este últi-
mo, que delimita las fronteras temáticas erigidas entre la sociología y la antropología, y que
empezarían a cambiar en los últimos años. Lo interesante del caso es que en la actualidad,
principios del XXI, los sucesos deportivos han cobrado relevancia como objeto de estudio
en el campo social. Pero esta situación, también, merecería algún tipo de explicación. Es
decir, ¿qué cambios han operado en la disciplina, para que este tipo de actividades sea in-
corporado como problema de estudio?
La primera pista, la más inmediata, la encontraremos en el propio campo deportivo y en
la importancia social que en los últimos años han adquirido estas disciplinas. Una revisión
histórica del proceso formativo del campo deportivo en México, nos permitirá comprobar
que los deportes han sido importantes desde fines del siglo XIX, cuando se organizan los
primeros torneos oficiales y en el ámbito gubernamental se incorporaron a la currícula de
estudio de la Secretaría de Educación Pública y a los programas de las Misiones Cultura-
les.
Una segunda pista nos ubicaría en el propio terreno de la antropología y se relaciona con
la renovación generacional que acontece entre los antropólogos; una transformación que ha-
bla de nuevas vivencias e intereses personales, profesionales y científicos, los cuales inciden
a la hora de escoger los temas de estudio. Los jóvenes que hoy día ingresan a los programas
de licenciatura, maestría y doctorado en antropología, no sólo en mayor proporción pro-
vienen de escueles públicas (bachilleres y escuelas técnicas), sino que, además, están más
adentrados en los temas deportivos. Sean estos u otros los motivos del cambio señalado, lo
cierto es que a partir de la década 1990, los deportes pasaron -aunque de manera incipiente-
a ocupar un lugar como objeto de estudios en las ciencias sociales en México.
Aproximaciones académicas y literarias al estudio de los sucesos deportivos en México
12 Al respecto la obra de García Mora (1987) ofrece numerosas referencias sobre el particular.
Revista de Antropología Experimental, 10. Texto 12. 2010 217

El primer libro editado desde el ámbito de las ciencias sociales en México y que tuvo
como antecedente una investigación antropológica (en este caso de nivel de licenciatura)
fue el trabajo de Claudia Palma Rubín de Celis, (1997) titulado El mundo del fútbol, su im-
pacto social, político y comercial. Luego, le seguiría el estudio de Fernando Huerta Rojas,
(1999), El juego del hombre. Deporte y masculinidad entre obreros; y, posteriormente, el
ensayo de Andrés Fábregas Puig, (2001) Lo sagrado del rebaño, el fútbol como integrador
de identidades. Esta lista, escueta, cubre todo el universo literario generado por la academia
mexicana.
Palma Rubín de Celis (1997) en su trabajo busca definir el impacto social, político y
comercial que la práctica del fútbol genera en el escenario internacional. La autora indaga
sobre los aspectos socializantes e integradores del deporte, demostrando la importancia que
esta actividad adquiere en la actualidad y cómo este fenómeno social es utilizado como
mecanismo de control político, como un reflejo de las actividades sociales y las políticas
públicas de una nación. También, aborda el estudio del fútbol como un ideal de carácter
internacional, considerando la trascendencia del papel que asume la Federación Internacio-
nal de Fútbol Agremiado (FIFA) en su rol de ente supranacional con injerencias de orden
económico y político en los asuntos internos de sus países miembros.
El segundo trabajo mencionado, el de Fernando Huerta Rojas (1999), tuvo como escenario
etnográfico la industria automotriz Wolkswagen, de la ciudad de Puebla. Allí, el autor analiza
la relación establecida entre la condición masculina y el deporte en México. Huerta considera
que los deportes constituyen actividades complejas, donde se entrecruzan diversos elementos
de carácter ritual, competitivo, simbólico y donde se reproducen las estructuras, los sistemas y
las instituciones sociales, la desigualdad social, cultural, política, económica y genérica. Este
universo, como institución social, constituye un espacio donde se reproduce el modelo domi-
nante genérico y en el que se interiorizan los roles, la clase, la desigualdad social, el dominio
y el poder de un género sobre otro, y de un grupo sobre otro.
Andrés Fábregas Puig (2001) en Lo sagrado del rebaño. El fútbol como integrador de
identidades propone descubrir aquellos ángulos desconocidos (o mal comprendidos) de la
conducta humana en general y del proceso cultural en concreto, esto, con la finalidad de
crear conocimiento acerca de uno de los mecanismos de movilización social más eficaces
de nuestra época: el fútbol. El epicentro de su análisis se concentra en el club Guadalajara,
conocido como “Chivas”, un club centenario considerado por la mayoría como el único que
representa a todos los mexicanos, casi al nivel de la Selección Nacional.
Desde el ámbito de la antropología Fábregas trata de comprender el complejo mundo de
interrelaciones sociales y simbólicas que integran el ámbito de esta actividad. Ello con la
finalidad de develar por qué el fútbol despierta tantas pasiones entre los habitantes de esta
región y del país en general, que en el caso estudiado llega al extremo de considerar al club
Guadalajara como un símbolo nacional. Para la obtención de información de primera mano,
el autor recurrió al conjunto de técnicas clásicas empleadas por los antropólogos en el tra-
bajo etnográfico, en particular la observación participante. El Estadio Jalisco constituyó el
lugar preferido para acercarse a los simpatizantes del club y así observar las reacciones de
éstos y de los contrincantes durante los encuentros de fútbol. La labor antropológica incluyó
tanto lo ocurrido dentro del estadio como fuera de él, un detalle sumamente trascendente,
dado el colorido panorama que se desarrolla en torno al juego de fútbol (Fábregas, 2001,
26-27).
El trabajo de Fábregas resulta trascendente no sólo porque coloca en el centro de la dis-
cusión antropológica el tema futbolístico propiamente dicho; sino, además, porque lo hace
alguien que posee notoriedad en el ámbito académico local. Estas circunstancias, conjuntas,
de alguna manera facilitarían y allanarían el trabajo de quienes en México comienzan a
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Foto 2: Un miembro del cuerpo de policías que vigila a los simpatizantes del Club Chivas
durante un encuentro de fútbol jugado en el Estadio Jalisco, Guadalajara, Jalisco.

aventurarse hacia estos terrenos de la realidad social.13


El reciente estudio realizado por Roger Magazine (2008) Oro y azul como mi corazón:
masculinidad, juventud y poder en una porra de la UNAM enriquece la lista antedicha,
dejando en evidencia las prácticas clientelares, las escisiones y disputas por el poder sur-
gidas en torno a una de las porras de aquel equipo. También, el libro coordinado por Luis
Cantarero y Ricardo Ávila (2007) titulado Ensayos sobre deportes, Perspectivas sociales e
históricas se añade a esta breve lista de obras abocadas al ámbito futbolístico.
La relación antedicha se amplía considerablemente si incluyéramos las tesis (de licen-
ciatura, maestría y doctorado) realizadas en los ámbitos universitarios y que no han llegado
a editarse en formato de libro, que podemos suponer llegan a alcanza el centenar en todo el
país. En la Universidad Autónoma de México, por ejemplo, se contabilizaron 40 tesis que
abordan estudios relacionados con el fútbol, entre las que podemos mencionar las realizadas
por: Gómez Cárdenas Enrique (1935) Fútbol,14 Francisco Javier Ramírez Murillo, Fútbol,
capitalismo y masas (1986), Evaristo Lara Angulo, El fútbol soccer mexicano en la trans-
formación del espectador en fanático a través de la televisión (1997), Rubén Jesús Vergara
Ruiz El futbolista profesional frente al derecho laboral (1997) y Juan Carlos Solís Montes
Fútbol, deporte manipulador y creador de imágenes colectivas televisivas (1998). Por su
parte, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, un solo estudio aborda
esta temática, ello en la tesis de maestría de Luis Carlos Ovalle Morquecho (2007), titulada
Historias del fútbol en la ciudad de Aguascalientes. De los equipos románticos al sueño
de un equipo profesional, 1901-1965. En el Centro de Investigación y Estudio de Ciencias
Sociales (Ciesas), de Guadalajara, por su parte, encontramos la investigación de maestría
13 Otro documento interesante del autor es el trabajo “El fútbol como escenario político”, en: Diario de Campo,
No. 14, julio 2001, CONACULTA, INAH, México, julio, 2001.
14 Posiblemente esta tesis de maestría sea de las primeras realizadas en el ámbito universitario mexicano.
Revista de Antropología Experimental, 10. Texto 12. 2010 219

Foto 3: A la derecha. Explanada ubicada en la localidad de Real del Monte (Estado de Hi-
dalgo) donde a fines del XIX -se supone- los mineros británicos que explotaban las minas de
plata de la región realizaron el primer partido de fútbol en México. A la izquierda, boceto de
la estatua que se espera colocar en dicha explanada.

de Rodolfo Aceves Arce (2006), El fútbol como conformador de identidades sociales en


la ciudad de Guadalajara: los casos de las barras de los equipos Atlas y Guadalajara en
la actualidad. En El Colegio de San Luis, el estudio de Mónica Chávez González (2006),
titulado La introducción de la educación física en México: representaciones sobre el género
y el cuerpo, 1882-1928; y en El Colegio de México, el trabajo de Jacob Santillán Beltrán
(2004), Las políticas del deporte: Marruecos 2010. En El Colegio de Michoacán los traba-
jos de Maestría y Doctorado por quien esto suscribe, complementan esta breve lista.15
En el campo literario, tal como acontece en el caso latinoamericano, la producción es
mayúscula. En los últimos años este rubro ha experimentado un crecimiento notable, en es-
pecial por la trascendencia televisiva de los torneos deportivos y por el aporte de escritores
como Luis Villoro,16 Carlos Monsivais, Marcial Fernández y García Galiano, entre otros
que se han dedicado a escribir y fabular sobre el fútbol.17
Las biografías y autobiografías, por su parte, constituyen otro apartado prolífico que gene-
ralmente es el preferido por los jugadores interesados en narrar aspectos de su vida personal y
trayectoria deportiva. El libro de Rafael Navarro Corona (1965), Recuerdos de un futbolista,
nos acerca numerosas vivencias que el jugador experimentó en su tierra natal (en Guadala-
jara) y en su paso por los equipos de la Ciudad de México. Lo mismo ocurre, aunque de un
modo indirecto, con el libro de Carlos F. Ramírez, (1994), Horacio Casarín, un ídolo y su
tiempo, al parecer realizado por medio de extensas entrevistas con el jugador, que dicho sea
de paso, es tenido como el mejor de toda la historia del fútbol en México. También cabe men-
cionar biografías sobre jugadores como Carlos Onofre (Moral Tejeda, 2003), y el trabajo (casi
autobiográfico) realizado por Jaime “Tubo” Gómez (1998),18 sobre la historia de las Chivas.
15 La tesis de maestría se titula “La dinámica del fútbol en México: la construcción de identidades colectivas en
torno al club de fútbol Pachuca en nuestros días”. La misma puede consultarse en Dialnet: http://dialnet.unirioja.
es/servlet/extaut?codigo=1102272
16 Quien además, participaría como comentarista para la red Televisa durante el mundial de Francia de 1998.
17 Luis Carlos Ovalle (2007) presenta una lista bastante completa y actualizada (p. 22-35).
18 Considerado como el portero (arquero) más importante de la historia del fútbol mexicano, y de quien se
conoce una foto famosa, en la cual aparece sentado en la cancha apoyado en uno de los postes y leyendo un libro
durante un encuentro contra el club Atlas (haciendo alarde de qué ni así le convertiría un gol).
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Las obras de divulgación también constituyen un rubro explotado comercialmente. Em-


presas editoriales como “Clio” desde hace tiempo que se han preocupado por cubrir este
nicho del mercado de consumo. Para ello, han publicado numerosos textos sobre la historia
del fútbol mexicano y donde el material visual ocupa un lugar central por sobre el literario.
Estas obras, dirigidas al público masivo, tratan de los clubes locales como de la Selección
Nacional. La lista incluye a los equipos de Toluca, Pumas, Tigres, Atlante, y sobre los orí-
genes del fútbol en México.
Los clubes también se ocupan de difundir información sobre su historia, para lo cual
editan libros cargados de datos e imágenes de su pasado. La obra de Carlos Calderón Car-
doso (2001 y 2003) realizadas sobre el club Pachuca representa un ejemplo de este tipo. A
grandes rasgo, y con algunos olvidos, este el panorama literario existente en México. Como
observamos, el mismo es reducido, máxime si tenemos en cuenta, la importancia y el lugar
que ocupan las prácticas deportivas en la vida cotidiana de los mexicanos.

Comentarios finales.
Los deportes ofrecen la oportunidad para conocer aspectos sustantivos de la vida de
una sociedad, principalmente, porque generan espacios de interacción social, de contacto,
de conflicto, de enfrentamiento entre quienes ejercen estas prácticas y entre quienes los
observan.
El fútbol, como ningún otro deporte, constituye una actividad de gran importancia para
las personas en general y representa una de las fuentes de mayores emociones y pasiones
para los mexicanos. El carácter “social” de este deporte es extrínseco al terreno de juego e
involucra a todos aquellos sujetos que se interesan en él. La jerarquía que posee el fútbol
ante otros deportes, supera las cualidades del juego y se relaciona con la importancia sim-
bólica y la trascendencia que alcanza en el espacio social donde la actividad se desarrolla.
De allí, entonces, la condición especial que este juego ofrece a las ciencias sociales, tanto
para conocer aspectos propios de la cultura como –y tal como sostenía Bonfil Batalla- para
establecer “un verdadero diálogo con la sociedad, de la que se supone formamos parte”
(Batalla, 1995: 654). Aunque, por el momento, para los antropólogos en México el tema
adquiere un lugar secundario, diametralmente opuesto a la pasión que entre la gente común
ocupa el fútbol en nuestros días.

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