Lecturas de Ciencias
Lecturas de Ciencias
Lecturas de Ciencias
selvas se están secando y la fauna y la flora luchan para no seguir este ritmo. Cada vez es más
evidente que los humanos, para potenciar nuestra vida moderna, han causado la mayor parte del
calentamiento del siglo pasado, mediante la emisión de gases que retienen el calor. Llamamos a
estos gases de invernadero, y sus niveles son cada vez más altos con respecto a los últimos 65 000
años.
Al resultado se le denomina calentamiento global, fenómeno que está provocando una serie de
cambios en el clima de la Tierra o patrones meteorológicos a largo plazo que varían según el lugar.
Conforme la Tierra gira cada día, este nuevo calor gira a su vez recogiendo la humedad de los
océanos, aumentando aquí y asentándose allá. Está cambiando el ritmo del clima al que todos los
seres vivos nos hemos acostumbrado.
¿Qué haremos para ralentizar este calentamiento? ¿Cómo vamos a sobrellevar los cambios que ya
hemos puesto en marcha? Mientras intentamos entenderlo, la faz de la Tierra, tal como la
conocemos, sus costas, bosques, ríos y montañas nevadas, están en vilo.
27. Si los seres humanos hubieran evitado emitir gases que retienen el calor,
A) sería posible ralentizar el calentamiento global.
B) habría sido menor el calentamiento de la Tierra.
C) se mantendría el ritmo del clima de la Tierra.
D) habría disminuido el nivel de las aguas del mar.
E) se habría multiplicado la flora y la fauna terrestre.
SOLUCIONES:
Solución 26: El fenómeno del calentamiento pone en riesgo la actual situación de las costas,
bosques, etc. Rpta: B
Solución 27: Puesto que los seres humanos son los causantes de la mayor parte del calentamiento
de la Tierra. Rpta: B
Solución 28: Los glaciares y las selvas tropicales no sólo estarían en vilo, sino podrían
desaparecer. Rpta: E
Solución 29: Entonces, lo que ahora ocurre no sería sino un fenómeno cíclico. Rpta: A
Las basuras de una gran ciudad constituyen tema curioso que tan pronto aparecen como
desaparecen de la atención pública, siguiendo ciclos que al parecer no tienen que ver con lo sucio
o lo limpio sino con la política menuda, barata y cotidiana. Más que un tema de estudio y reflexión
para buscar soluciones permanentes, el asunto de los desechos sirve a los políticos como pretexto
para criticar al otro. Mientras tanto las ciudades no están limpias, y el conjunto de sus habitantes
oscila entre considerar que falta alguna fórmula maravillosa que se encargue de todo y desconfiar de
cualquier propuesta que se le ponga al frente. Observar lo que sucede con los desechos nos coloca en
un excelente mirador para reconocer el funcionamiento de una ciudad. Así sabemos lo que ella
produce y consume, apreciamos la multiplicidad de realidades geográficas. También podemos
explorar las costumbres de sus habitantes, su organización, así como las relaciones entre ellos
mismos y con la autoridad. En un país con tantas diferencias como el nuestro la desigualdad social y
económica se expresa de manera clara en las basuras.