Enfermedades Por Deposito de Glucogeno
Enfermedades Por Deposito de Glucogeno
Enfermedades Por Deposito de Glucogeno
INTRODUCCIÓN
Nuestro cuerpo necesita dos componentes fundamentales para la vida: Oxígeno (aportado
por los pulmones) y glucosa (obtenida a partir de la dieta y metabolizada por el hígado)
para obtener energía como resultado final(1).
El papel del hígado es proporcionar la liberación de glucosa para todos los órganos
cuando disminuyen los niveles de glucosa en sangre (por ejemplo, durante el ayuno), el
hígado libera rápidamente la glucosa en el torrente sanguíneo que la conduce a todos los
órganos, principalmente al cerebro(2).
El glucógeno, es un polisacárido (una molécula formada por varios azúcares) de alto peso
molecular, existente en la mayoría de los mamíferos, cuyas reservas se concentran
principalmente en los músculos y en el hígado, para mantener constante la concentración
de glucosa circulante y suplir las necesidades energéticas inmediatas requeridas por los
tejidos musculares y de los diferentes órganos del cuerpo(1).
En los pacientes con Glucogénosis, estos, no son capaces de liberar la glucosa del hígado;
es decir, no son capaces de transformar los depósitos de glucógeno en glucosa. La
transformación del glucógeno en glucosa se realiza mediante una serie de procesos, que
regulan unas sustancias llamadas enzimas.
Definición
La enfermedad fue diagnosticada por primera vez en 1928 por Van Greveld, y estudiada
histológicamente en 1929 por Von Gierke.
Gravedad
El tipo 1A identifica a los niños que muestran claramente en sus primeros momentos de
vida los síntomas de la enfermedad, estos niños, normalmente, no tienen una esperanza
de vida superior a los dos años si no son tratados.
En la niñez
En la Pubertad.
ENFERMEDAD DE POMPE
DEFINICIÓN
¿QUÉ ES LA AUTOFAGIA?
Es una ruta catabólica intracelular que entrega a los lisosomas proteínas envejecidas y
organelas dañadas para su degradación y reciclaje. Su función es proporcionar energía y
aminoácidos para mantener la función celular en condiciones de inanición. Además,
realiza una función de limpieza, liberando a la célula de proteínas mal plegadas,
agregados proteicos y organelas desgastadas, que podrían interferir en los procesos
metabólicos, proporcionando una especie de reciclaje, la renovación fisiológica de la
célula. Es un proceso indispensable, en el que intervienen muchas proteínas
recientemente conocidas y cuya supresión es letal para la célula(1).
El glucógeno que llega al lisosoma procedente del citoplasma celular no puede ser
hidrolizado a glucosa correctamente debido a la deficiencia de α-glucosidasa ácida, por
lo que se acumula en el lisosoma y causa la rotura del mismo. Se desconoce el proceso
exacto por el que se afecta la función muscular, pero en el estadío inicial se acumulan
pequeñas vacuolas en las fibras musculares. Los lisosomas se agrandan y fusionan
interfiriendo en la estructura de la fibra muscular (célula muscular) y, además, se acumula
material de desecho rodeado de membranas (autofagosomas), y mitocondrias aberrantes,
por lo que se cree que la autofagia también está alterada en esta enfermedad.
Dentro de esta forma se distinguen los pacientes con forma infantil clásica, más grave,
que se caracteriza por cardiomegalia (aumento del tamaño cardíaco), debilidad muscular
generalizada, hipotonía, hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado) y fallo
respiratorio antes del año de vida, algunos pacientes muestran formas atípicas o
musculares, más leves, en las que solo está afectado el músculo esquelético, la forma
tardía se presenta después del primer año de vida, y se distinguen las formas infantiles,
juveniles y del adulto, según la edad de aparición, y la gravedad, muy relacionadas con la
actividad enzimática residual de α- glucosidasa ácida
Los tratamientos de soporte son importantes, tales como potenciar la función muscular
con fisioterapia y evitar o minimizar el deterioro musculoesquelético con ayudas y
correcciones, e incluso medidas quirúrgicas si son necesarias.
Se debe optimizar la nutrición del paciente con un contenido elevado de proteínas (25-
30% del total de calorías) y reducir la ingesta de hidratos de carbono, añadiendo
suplementos de vitaminas y minerales. Para tratar la disfagia (ver medidas para la
disfagia) se deben realizar ejercicios utilizar espesantes para mejorar la deglución.
ENFERMEDAD DE CORI
La Glucogénosis tipo III está causada por una deficiencia de la actividad de la enzima
desramificante del glucógeno, que dificulta la liberación de glucosa a partir del
glucógeno, pero no afecta a la liberación de la glucosa en la gluconeogénesis.
La mayoría de pacientes tienen afectados tanto los músculos, en general, como el hígado
(tipo IIIa), sin embargo, algunos pacientes (aproximadamente el 15 % de todos los casos
tipo III) tienen sólo afectado el hígado, sin aparente enfermedad muscular (tipo IIIb),
desde las primeras etapas de la infancia, ambas variantes son casi indistinguibles del tipo
I, manifestando hepatomegalia, hipoglucemia, hiperlipidemia y retraso en el crecimiento.
En el tipo III, sin embargo, los niveles en sangre de lactato y ácido úrico son
habitualmente normales y, en cambio, las elevaciones de las transaminasas hepáticas son
prominentes, los síntomas hepáticos mejoran con la edad y desaparecen después de la
pubertad
Hay que tener en cuenta que las manifestaciones clínicas de la Glucogénosis tipo III, la
hipoglucemia es poco frecuente en neonatos, a menos que el lactante experimente una
enfermedad intercurrente que imposibilite unos horarios de alimentación normales
Los síntomas más comunes en neonatos con la Glucogénosis tipo III son: temblores,
sudoración, irritabilidad, apnea, coma, hipotonía, letargia, alteraciones nutricionales,
dificultad respiratoria, bradicardia y muerte súbita. Los lactantes pueden manifestar,
además de aquellos observados en neonatos, estos otros síntomas: malestar después de
una siesta o del sueño nocturno, retraso en el crecimiento, muy buen apetito a pesar del
pobre crecimiento, circunferencia abdominal creciente (poco frecuente), síntomas que
sugieren hipoglucemia asociada a una enfermedad intercurrente.
Una vez que el niño haya alcanzado los dos o tres años, la alimentación nocturna por
sonda nasogástrica puede ser reemplazada por otra consistente en almidón de maíz crudo
mezclado con agua, o con una bebida sin azúcar, a temperatura ambiente, esta suspensión
mantiene los niveles de glucosa en sangre en niveles satisfactorios entre tres y seis horas.
Tampoco se debe usar agua caliente para una mejor solubilidad del almidón de maíz, pues
dicha suspensión en caliente sólo mantiene niveles satisfactorios de glucosa en sangre
durante no más de una o dos horas
Para un paciente que está consciente y alerta, debe suministrarse una dosis de 15 gr. de
carbohidratos simples es suficiente si los síntomas del paciente no mejoran
apropiadamente, o si los niveles de glucosa sanguínea no se elevan por encima de 70
mg/dL (39 mmol/L) en 15 minutos, es conveniente repetir la dosis de carbohidratos.
ATENCIÓN QUIRÚRGICA
La mayoría de los pacientes con Glucogénosis tipo III no requieren ninguna atención
quirúrgica especial, a excepción de la necesaria para obtener una biopsia del hígado, tan
sólo en el caso de que la biopsia no se pueda obtener percutáneamente con seguridad, en
el proceso de diagnóstico de la enfermedad.
Los pacientes con los subtipos IIIa o IIId que desarrollen cirrosis avanzada o carcinoma
hepatocelular requieren de intervención quirúrgica, que puede incluir, a veces, el
trasplante de hígado [27-28]. Se conocen ejemplos de excelentes resultados a largo plazo
en el tratamiento de la enfermedad después de un trasplante hepático, con cuatro años de
seguimiento posterior a la intervención quirúrgica.
ENFERMEDAD DE ANDERSEN
Los síntomas más frecuentes suelen ser fallo de medro, hepatomegalia, distensión
abdominal y otros síntomas digestivos. Al progresar la enfermedad hay evidentes signos
y síntomas de hepatopatía crónica (cirrosis). En la mitad de los pacientes hay datos de
afectación neuromuscular como hipotonía, atrofia muscular e hiporreflexia
Diagnóstico
Diagnóstico bioquímico
ENFERMEDAD DE MCARDLE
Diagnóstico
Los niveles séricos de CK, aportan una información importante, dado que los pacientes
con enfermedad de McArdle presentan niveles aumentados en suero en forma persistente,
con cifras de CK en torno a 1000 U/L (valor de referencia < 170 U/l).
ENFERMEDAD DE HERS
Entre los años 1950 y 1960, una gran proporción de pacientes con enfermedad por
almacenamiento de glucógeno no pudo ser clasificada como perteneciente a cualquiera
de los tipos que habían sido descritas anteriormente. En 1959, Hers describe 3 pacientes,
estos pacientes tenían hepatomegalia, hipoglucemia leve, y marcado incremento del
contenido de glucógeno en el hígado con actividad normal de glu-6-fosfatasa.
La clínica de estos procesos, habitualmente más leve que en otras Glucogénosis, suele ser
hepatomegalia, distensión abdominal y retraso del desarrollo, manifestándose en la
lactancia o infancia. La hipoglucemia sintomática es excepcional, excepto en los períodos
de ayuno muy prolongados, los cuales provocan acetonemia, aunque menor que en la
Glucogénosis III. No suele haber acidosis metabólica y los niveles de ácido láctico y ácido
úrico son normales. La hiperlipidemia es moderada con aumento de los triglicéridos y del
colesterol. Las transaminasas pueden estar moderadamente elevadas.
En los pacientes con Glucogénosis VI la hepatomegalia puede ser masiva, aunque los
pacientes pueden estar libres de síntomas y llevar una vida normal. Suelen presentar, sin
embargo, cierta elevación de las transaminasas y de los lípidos en el suero. La
hepatomegalia puede remitir a medida que el niño crece.
ENFERMEDAD DE TARUI
Diagnóstico
Tratamiento
BIBLIOGRAFÍA: