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Algunas Consideraciones en Torno Al Problema de Las Piedras Tacitas en El Valle El Encanto (Ovalle, Chile) : Una Aproximación A Su Organización Espacial (Mariela Pino)

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Actas del XVIII

Congreso Nacional de Arqueología Chilena

Algunas consideraciones en torno al problema


de las piedras tacitas en el Valle El Encanto
(Ovalle, Chile):
Una Aproximación a su organización espacial
Mariela Pino E.1

Resumen
Este trabajo busca abordar una nueva dimensión de las piedras tacitas en el contexto específico del Valle El Encanto. En este
sentido, la distribución espacial se vuelve un aspecto central para una primera aproximación al reconocimiento de patrones de
ordenación en este tipo de manifestación cultural. Esta propuesta pretende llenar el vacío existente, puesto que si bien en las inves-
tigaciones previas se había determinado la existencia de distintos tipos de tacitas y se generaron planos de sectorización por tipo
partiendo de variables netamente morfológicas, no existía una sistematización de dicho conocimiento que nos permitiera seguir
avanzando hacia nuevas propuestas que pretendieran dar cuenta de su importancia dentro de las prácticas sociales que tuvieron
en tal contexto. Sus resultados, aparte de develar nueva información respecto a su organización, nos permiten explorar otras in-
terrogantes que van desde la discusión cronológica y la funcionalidad, además de otros datos que pueden ser útiles para ampliar
la discusión acerca de la disposición de los cuerpos en la realización de las prácticas que produjeron estas oquedades (tacitas);
así como también preguntarnos sobre la cantidad de trabajo invertido en ellas y la visualización de los soportes con tacitas y su
entorno como lugares de congregación social de una comunidad o de un grupo social determinado.
Palabras Clave: piedras tacitas, Valle El Encanto, distribución espacial.

Abstract
This paper seeks to study a new dimension of tacitas in the specific context of Valle El Encanto. In this research, the spatial
distribution turns into a central issue for a first approximation to the characterization of the organization patterns of this type
of cultural manifestation. Our proposal seeks to fill an information vacuum, still existing despite previous investigations on this
topic. Prior investigations had determined that different kinds of tacitas existed in the area, and had plotted distribution maps
–from morphological variables-, but a systematization of this knowledge was lacking in order to move forward into new proposals
that could emphasize its importance in social practices. Our results offer new data on the organization of tacitas that allow us to
explore other issues such as chronology and function. We also discuss the position of bodies in the production of these cavities,
the workload required, and assess how the rocks with tacitas and their environment functioned as social congregation places for
a community or a particular social group.
Key Words: Tacitas, El Encanto Valley, Spatial distribution.

Introducción como un fenómeno bastante peculiar que necesita


ser revaluado a la luz de nuevas propuestas meto-
el problema de las piedras tacitas se vuelve dológicas y nuevos enfoques teóricos.
esencial para cualquier discusión que pretenda Los aportes de nuestra propuesta buscaron
enfrentar el tema del carácter de las ocupaciones comenzar a llenar el vacío existente, puesto que si
y manifestaciones culturales que se encuentran bien en las investigaciones previas conducidas en El
presentes en el Valle El Encanto, debido a su Encanto se determinó la existencia de distintos tipos
abundante proliferación dentro de dicho contexto de tacitas y se generaron planos de sectorización
particular y por la constante interrogante que se ha por tipo, partiendo de variables netamente morfoló-
generado tanto por su adscripción cultural como gicas, no existía hasta la fecha una sistematización
por su funcionalidad. Asimismo, se trata de una de dicho conocimiento que nos permitiera seguir
problemática que excede las fronteras regionales –si avanzando hacia nuevas propuestas que pudiesen
consideramos la presencia de estas manifestaciones dar cuenta de la importancia que desarrollaron las
en una diversidad de contextos y espacios tanto piedras tacitas dentro del universo de prácticas
dentro como fuera del Norte Chico–, mostrándose sociales de quienes les dieron vida.

1
Licenciada en Arqueología, Universidad de Chile. Contacto: marielitapino@gmail.com
298 Mariela Pino E

Considerando tanto los aportes generados por Muestra de estudio y metodología


investigaciones previas en El Encanto (Ampuero
y Rivera 1964, 1971; Rivera y Ampuero 1964 y En la muestra de estudio se acotaron dos grupos.
1969), como aquellos que tocaron transversal o El primero de ellos corresponde a la muestra de los
parcialmente el tema de las piedras tacitas (Babot soportes (bloques) en donde estaban las piedras
2004; Gajardo 1958-1959; Hermosilla y Ramírez tacitas, los que resultaron ser 100 y fueron incluidos
1982 y 1985; Massone 1976; Van Hoek 2003), se en su totalidad para efectuar el análisis tanto formal
generó una metodología de análisis que abordara como distribucional. Ahora bien, el trabajo con las
un abanico más amplio de variables formales y tacitas (como horadaciones en sí) necesitó de una
funcionales, permitiéndonos plantear diferentes muestra más acotada2. De manera que, tomando en
escalas de objetivos. Éstos iban desde la genera- consideración la cantidad de tacitas existentes por
ción de una “nueva” tipología de piedras tacitas, tipos, se decidió tomar una muestra significativa
junto con una tipología de soportes (referido a las de cada una de ellas (40% del universo de tacitas
características del bloque como tamaño, espacio cupuliformes y de un 33% del universo de tacitas
útil, altura y emplazamiento del soporte) en que elipsoidales y cuadrangulares). La diferencia en
se estaban presentando las piedras tacitas), hasta el tamaño de la muestra en cuestión está dada por
lograr una caracterización de la distribución de la mayor representación en el registro del primer
las tacitas en relación a la “nueva” tipología tipo de tacitas señalado, por lo cual se consideró
propuesta y, finalmente, establecer las relaciones pertinente muestrear un mayor porcentaje con el fin
espaciales que existen entre las piedras tacitas. de obtener resultados que fuesen representativos.
A partir de lo anterior se ficharon todos los
soportes que presentaban tacitas y que se encon-
Problema de estudio y objetivos traban dentro de los márgenes de la quebrada de
El Encanto mediante dos fichas de registro: (a) una
Tomando en consideración los antecedentes dedicada al soporte de la tacita que buscaba poder
sobre las piedras tacitas en los que, en términos ge- relevar las características generales del bloque, así
nerales, ha existido la tendencia a observarlas como como determinar el contexto espacial en el cual se
objetos aislados y no como un conjunto que podría encuentra inmerso tal soporte; al mismo tiempo que
revelar información interesante para comprender la se registran atributos relativo a las tacitas en sí (v. gr.
lógica del Valle El Encanto al ser agentes activos distribución y organización de las tacitas dentro del
en la articulación de este espacio determinado, aludido soporte); y otra (b) dedicada al registro de
quisimos pesquisar si existía o no una organización la tacita en sí, que apuntó principalmente al registro
espacial en la distribución de las tacitas en el Valle de los atributos tanto morfológicos como métricos
El Encanto. Para ello debíamos, por tanto, definir de cada una de las tacitas (típicamente relevados en
los patrones de organización espacial; meta que se los estudios anteriores que se habían llevado a cabo
logró a partir de: en el sitio), así como también a elementos que no
- La generación de una tipología de piedras habían sido considerados en trabajos anteriores en
tacitas, considerando un conjunto más amplio de el Valle como lo era la evaluación de la presencia de
variables formales. huellas de uso y el tipo de tratamiento de superficie
- La determinación de los tipos de soportes (ca- de la oquedad, a modo de ejemplo. Junto a estos dos
racterísticas del bloque) en que se están presentando tipos de fichas se incluyó un registro fotográfico por
las piedras tacitas, centrándose en variables como: soporte y, en ciertos casos, por cada una de las tacitas
tamaño, espacio útil, altura y emplazamiento del presentes en los mismos. En la ficha de soporte se
soporte, entre otras. incluyen distintos tipos de variables; unas que están
- La caracterización de la distribución de las más relacionadas a la “naturaleza” del bloque, como:
tacitas en relación a la tipología propuesta en el
Valle El Encanto.
- El establecimiento de relaciones espaciales 2
Ante la gran cantidad de tiempo/trabajo que significaba el
que existen entre las piedras tacitas. registro de más de 300 tacitas.
Algunas consideraciones en torno al problema de las piedras tacitas... 299

las características generales del soporte (tipo, materia una representación bastante menor, encontramos
prima y sus atributos métricos), las características 48 tacitas elipsoidales que apenas corresponden al
del contexto espacial en el cual se encuentra inmerso 12% del total. Finalmente, y apenas representadas
tal soporte (su emplazamiento, cercanía –directa e están las tacitas cuadrangulares, tipo del cual sólo
indirecta– a agua/petroglifos/otras tacitas) y el es- se registraron 3 ejemplares en todo el valle.
pacio potencialmente útil; y otras que guardan más
relación con las características producto del trabajo
que en ellos fue realizado como el tipo, cantidad, Profundidad de las tacitas
distribución y organización de las tacitas dentro del De un universo de 398 tacitas, más de la mitad
soporte. Obviamente, el primer grupo de atributos corresponden a tacitas profundas, testimonio del
a registrar pretenden establecer si existe una cierta impactante proceso de abrasión y trabajo sobre los
“lógica” en la elección y distribución de los bloques soportes. Mientras que el porcentaje restante fueron
–ya sea por sus características intrínsecas o sea por el clasificadas como tacitas incipientes.
emplazamiento en el cual se encuentra–, queriendo Un hecho que se mostraba más o menos constante
entender si existe algún patrón organizativo en ellas; en la evaluación de las tacitas cupuliformes corres-
mientras que el segundo, más dirigido a la produc- pondía al nivel de simetría que tendían a presentar
ción de tacitas, pretende entender más que nada en su manufactura, ya que había una tendencia a
cómo se organizan éstas dentro del bloque, con la presentar los mismos valores de su diámetro en
pretensión de observar algún orden relacionado con la profundidad (la profundidad de este tipo nun-
las prácticas asociadas a su realización y constante ca excede los 17 centímetros). En cuanto al tipo
uso –los que resultan innovadores en el estudio de elipsoidal, a pesar que gran parte tenía un carácter
estas manifestaciones. incipiente, la profundidad que mostraban nunca
superó los 16 cm; mientras que el tipo cuadrangular
no superó nunca los 11 cm de profundidad. Vale la
Resultados pena notar que no existe una diferencia sustancial
en los promedios de profundidades y tamaños entre
estos dos últimos tipos, lo que quizás podría estar
Consideraciones en relación al tipo de asociado a una variable ‘funcional’.
tacitas existentes en el Valle El Encanto Ya hemos señalado que, como parte de un subgrupo
de las tacitas cupuliformes profundas, existen algunas
Se mantuvieron las denominaciones previas que presentan el atributo del sacado. Este sacado,
de la tipología de tacitas, las que preferentemente creemos que guarda información –tanto en su orien-
apuntaban al atributo morfológico de la boca de tación como en su inclinación– que podría dar luces
la tacita. Sin embargo, se incluyeron nuevas va- sobre elementos anteriormente no explorados, como
riables con el fin de enfatizar en la variabilidad la posición del ejecutante y la gestualidad técnica
técnica de las mismas. De esta manera, se utilizó involucrada; mismas características que podrían ser
el tipo cupuliforme para denominar a todas aque- evaluadas en los tipos elipsoidales y cuadrangulares –a
llas oquedades (tacitas) que presentaban una boca pesar de la ausencia de este– a través de las diferencias
circular. Mientras que corresponderán a los tipos en los grados de inclinación de las paredes de las
elipsoidales y cuadrangulares aquellos que, por la tacitas, aportando de la misma manera información
forma de la boca de la tacita, se muestren como sobre los modos de hacer de estas.
elipses o cuadrángulos, respectivamente.

Forma de la sección de las tacitas


Forma general de la tacita La variabilidad existente dentro de un mismo
El tipo de tacita dominante en El Encanto es el tipo de tacitas está dada –dentro de otras cosas– por
cupuliforme, llegando a existir 347 perforaciones la forma de la sección que presentaban cada una de
de este tipo –en diferentes grados de profundidad ellas(esferoide, elipsoide, cilíndrica, cónica, plana e
de las mismas; cantidad que corresponde al 87% irregular). La existencia de este tipo de variaciones
del universo de tacitas muestreadas en el sitio. Con bien nos podría dar cuenta de distintos modos de
300 Mariela Pino E

hacer (técnicas de manufactura, posición del eje- como esta –la forma de la sección– ya que tanto nos
cutor, entre otras), como también de la utilización permite evaluar la funcionalidad y gestos técnicos que
de distintas herramientas de manufactura. forman parte de la cadena operativa implicada en su
Es así como, para las tacitas cupuliformes se ejecución y materialización como práctica cultural.
registraron seis tipos de variaciones de su sección.
Las categorías plana, irregular e indeterminada, se
deben básicamente a que para aquellas tacitas cupu- Consideraciones en torno a los tipos de
liformes incipientes este atributo resultó ser bastante soportes utilizados
difícil de pesquisar; ya que si bien en algunos casos
era posible observar depresiones que se mostraban El registro de los soportes como otra unidad de
como producto de un constante golpeteo/piqueteo análisis correspondió a una etapa fundamental en
de la superficie, habían otras que únicamente mos- la implementación y desarrollo de nuestro trabajo.
traban una superficie circular con un desgaste poco
profundo. Es justamente en este sentido que se
vuelve coherente la idea de que esta variabilidad a Tamaño del soporte
nivel de la sección de las tacitas podría corresponder El tamaño escogido para la realización de las
a diferentes maneras de impactar al soporte con la tacitas resulta ser bastante variable, tanto en el largo y
finalidad de obtener un resultado igual o, al menos ancho del soporte, como en la altura que presentaban
similar. La forma de sección más representada es la los mismos. En términos generales, la mayoría de los
elipsoidal, a la que le siguen en orden de represen- bloques superaban ampliamente el metro cuadrado,
tación la cónica y la esferoide. Si bien la diferencia siendo bastante reducida la cantidad de tacitas que
formal que existe entre elipsoidal y cónica no es fueron elaboradas en bloques de pequeño tamaño. En
abismante, el aplicar la distinción entre una y otra este sentido, es importante señalar que no se da una
se vuelve un factor fundamental si pretendemos relación proporcional en cuanto al tamaño de soporte
comprender el ‘contexto sistémico’ en el cual se y cantidad de tacitas. En la comparación entre los
ejecutan estas prácticas, sobretodo si pensamos en soportes T1 y T33 se observó que aun presentando
la diferencia morfológica que pudiera existir entre una diferencia sustancial de tamaño se evidenciaba
los instrumentos activos que le dieron forma. una mayor cantidad de trabajo invertido (ya sea por
Una menor variabilidad se observó en la sección la cantidad, como por la profundidad de las tacitas)
de las tacitas elipsoidales. Las secciones planas, en el soporte de menor tamaño.
irregulares e indeterminadas corresponden a tacitas Existen grandes diferencias de tamaño entre el
incipientes en las cuales se observó una superficie soporte impactado más pequeño y el más grande, pu-
alisada con forma elipsoidal de casi nula profun- diendo dar cuenta de una amplia gama de elección con
didad y corresponden a un porcentaje menor de la respecto a esta variable; de modo que, probablemente,
muestra. La forma de sección elipsoidal es la que la decisión cultural de impactar uno u otro bloque no
muestra una mayor representación y se observa con estuvo en gran medida mediada por esto. No obstante,
mayor frecuencia en aquellas tacitas elipsoidales que los rangos promedios de tamaño nos muestran una
presentaban una mayor profundidad; mientras que tendencia a impactar bloques de mayor tamaño.
la forma de sección esferoide tendía a mostrarse en
aquellas tacitas elipsoidales de menor profudidad.
Una última mención a este respecto merece la forma Emplazamiento de los soportes
de sección en las tacitas cuadrangulares que, en sus Existe una clara diferencia en relación a la
acotada representación, muestra secciones de forma elección que se debe haber efectuado previo a la
cilíndrica (en los dos ejemplares que son profundos) elaboración de este tipo de ‘perforaciones’ en los
y plana (en el único ejemplar incipiente de este tipo). soportes. De esta manera, podemos ver que se
Tal como había sido esbozado previemente, el ocuparon, preferentemente (84%) bloques roco-
velo de ‘homogeneidad’ que en investigaciones sos que formaban parte de afloramientos rocosos,
previas opacaba el entendimiento de la alta variabi- mientras que aquellos soportes impactados que
lidad formal existente al interior de un mismo ‘tipo’ están aislados corresponden a la minoría (16%).
de tacitas desaparece cuando analizamos variables Una diferencia más sutil refiere al lugar de elección
Algunas consideraciones en torno al problema de las piedras tacitas... 301

del emplazamiento, entendido como el relieve de la Pero si bien el grado de agrupamiento de un


zona. Es así como de los 100 soportes registrados, conjunto de tacitas dentro de un mismo soporte no
61 bloques se encuentran emplazados en el plano, nos aclara mucho el comportamiento de éstas en su
mientras que los 39 bloques restantes se encuentran interior, no ocurre lo mismo con la identificación
ubicados en zonas de laderas. de patrones de distribución de las tacitas. En este
Consignando las consideraciones previamente sentido fue posible observar que cuando existía un
expuestas –referentes tanto a los tipos de tacitas conjunto de tacitas muchas veces éstas se agrupaban
como los tipos de soportes en los cuales estas se describiendo lo que, a nuestros ojos, podrían ser
encuentran manifiestas– es necesario dar cuenta de diferentes patrones/figuras geométricas. Así, se
una situación peculiar relacionada con las caracte- pudieron reconocer distribuciones: lineales, radiales,
rísticas (intrínsecas) de los soportes en los cuales cuadrangulares y triangulares. La identificación de
preferentemente se están ejecutando. Si bien en estos patrones en el universo de soportes analizados
nuestra ficha de registro se privilegiaron los atributos no muestra que exista una discriminación en su
métricos por sobre los formales –del soporte en sí–, uso, en tanto la utilización bajo uno u otro tipo de
durante el análisis de los datos llamó la atención que tacita. Si bien en el mayor porcentaje de soportes
la mayor parte de los soportes que presentan tacitas no fue posible discriminar cuál era el tipo de distri-
elipsoidales –y también cuadrangulares- tienen una bución de tacitas que se presentaba (46%), el tipo
forma que si bien en algunas es más rectangular y de distribución –reconocido– más representado fue
en otras más ovoidal, comparten el hecho del que el lineal, con un 33% del total de la muestra. Lo
existe una dimensión (largo) considerablemente de siguen con casi idéntica representación los patrones
mayor tamaño. Situación que, tal como menciona- triangulares y cuadrangulares, con un 10% y 9%,
mos previamente, actúa de manera independiente al respectivamente; mientras que el patrón radial úni-
tamaño total del soporte. Esta preferencia, de una camente fue reconocido en 1 soporte, alcanzando
forma por sobre otra, nos invita a pensar acerca únicamente un 2% de la muestra.
de la elecciones culturales que se ponen en juego Es interesante notar la existencia de claras
al momento de ejecutar este tipo de prácticas y en segregaciones espaciales de los distintos tipos
la reiteración de las mismas en un mismo tipo de de tacitas al interior de un mismo soporte. En
soporte. Esto último es de vital importancia para algunos soportes de tacitas era más que evidente
comprender el ‘contexto sistémico’ en el cual se la existencia de esta segregación espacial, mani-
desenvuelve este tipo de prácticas y las implicancias festándose en ocasiones a partir de agrupaciones
en términos de la vida social que se desarrolló en lineales: en un soporte “x” las tacitas elipsoidales
torno a ellas. estaban situadas cercanas al margen izquierdo
de la roca, mientras que las del tipo cupuliforme
se encontraban alineadas al margen derecho del
Consideraciones en torno a la soporte.
distribución de los tipos de tacitas

Coexistencia, superposición y yuxtaposición


Organización y distribución de tacitas al inte- de tacitas
rior del soporte Hablamos de simple coexistencia cuando en
Se decidió separar operativamente tal disposi- un mismo soporte conviven sin presentar ninguna
ción en: concentradas y dispersas. Dejando de lado intersección ni contigüidad diferentes tipos de tacitas,
aquellos soportes que poseían tan sólo una tacita, compartiendo únicamente el hecho de disponerse
se observó que no existía una diferencia radical sobre un mismo soporte material. Evidentemente,
entre uno y otro tipo de organización, en tanto un grandes soportes se muestran propicios para albergar
57% de ellas estaban concentradas y un 47% dis- grandes cantidades de oquedades (tacitas); mas,
persas. El panorama, por lo tanto, nos señala que tal como lo señalamos anteriormente, esto no se
esta variable no sería muy significativa en términos convierte en una condición sine qua non para que
culturales –sea quien sea la(s) sociedad(es) que las no se hayan ejecutado números importantes de
haya(n) ejecutado. tacitas en soportes de pequeño tamaño.
302 Mariela Pino E

El hecho de que, en la mayoría de los casos, elipsoidal existiendo como obstáculo una oquedad
las perforaciones de un tipo u otro de tacita se en- de medidas no despreciables (14 cm de diámetro).
cuentran coexistiendo con otras de su mismo tipo, Como se puede observar en el círculo destacado en
vuelve en elementos de análisis particular los casos la imagen inferior (figura 1), anexo a la tacita más
excepcionales de ciertos soportes (T4, T16, T25, profunda y rodeándola, existe una zona de desgaste
T35, T58, T87 y T43), donde queda demostrada la de forma elipsoide que interpretamos con una tacita
convivencia entre diferentes ‘tipos’ de tacitas en previa que fue interrumpida por la cupuliforme que se
un mismo soporte. Esta convivencia simple se da destaca, situación que se puede advertir en al menos
con ‘mayor’ frecuencia entre tacitas cupuliformes tres tacitas más de este mismo soporte. Como no se
y elipsoidales; mientras que la coexistencia de advierten otros casos de superposición, cabe la pena
tacitas cupuliformes y elipsoidales con cuadran- preguntarnos la validez de esta propuesta de secuencia
gulares se da únicamente en un soporte (T43) –lo y, por otra parte, cómo podríamos incluir dentro de
cual también se debe a la casi nula representación esta al tipo de tacitas cuadrangulares.
del tipo cuadrangular en las tacitas de El Encanto.
Las otras dos variantes restantes de asociaciones
entre los tipos de tacitas, corresponden a característi-
cas que nos podrían ayudar a erigir las bases de una
secuencia tentativa para este tipo de manifestaciones
culturales, como también nos podrían entregar datos
valiosos acerca de las relaciones que podría guardar
la composición de estos bloques con la forma de
representación rupestre que se están estudiando en
el Valle El Encanto (Troncoso 2008). Nos referimos
específicamente a los principios de superposición y
yuxtaposición, respectivamente. Si bien estos princi-
pios, tal como los utilizaremos, han sido sacados de
investigaciones relativas al estudio del arte rupestre
(Troncoso 2005), creemos que son completamente
extrapolables a nuestra materialidad de estudio.
El principio de superposición que, en arte rupestre,
alude a la “disposición del surco de una figura por
sobre otra” (Troncoso 2005), referirá en el caso de Figura 1. Detalle de superposición de tipos de tacitas –cupuli-
las tacitas a la identificación de la ejecución de un forme sobre elipsoidal– en el soporte T25.
tipo de tacita por sobre otro, lo cual –al igual como
funciona para el estudio de arte rupestre- origina El otro principio es el de yuxtaposición, la cual
una estratigrafía vertical (Troncoso 2005, Troncoso se refiere a la “unión parcial entre dos figuras por
et al. 2008). Es precisamente esta suerte de estrati- medio de un surco común”, lo cual originaría una
grafía vertical la que nos da pie para proponer una estratigrafía horizontal (Troncoso 2005). Tal como
secuencia tentativa relativa con respecto a los tipos en el caso anterior, la unión en nuestro caso –por más
de tacitas que existen en El Encanto. Tras el análisis evidente que sea– corresponde a la de distintos tipos
detallado de las tacitas del único soporte en el que de tacitas y que, por lo general, involucran a sólo dos
hemos detectado la superposición (T25) pudimos oquedades. Los casos de yuxtaposición de tipos de
concluir que –para este caso– la secuencia pondría tacitas son ‘más abundantes’, presentándose en dos
en un primer momento al tipo elipsoidal y luego al soportes (T43 y T58). En el caso del soporte T43, se
cupuliforme, en tanto la manufactura de tacitas cu- presentan dos tipos de yuxtaposiciones: la primera
puliformes profundas está irrumpiendo en medio de muestra una yuxtaposición entre una tacita elipsoidal
depresiones de tacitas elipsoidales. La secuencia no con una cupuliforme; mientras que, en la segunda (T58),
podría ser inversa ya que nos parece imposible ejecutar se yuxtaponen dos tacitas cuadrangulares de diferente
y reproducir con tal grado de prolijidad, simetría y longitud (figura 2). Este último caso puede parecernos
armonía la depresión de un surco de tacita de tipo más curioso dado que la disposición de los distintos
Algunas consideraciones en torno al problema de las piedras tacitas... 303

Figura 2. Detalle de yuxtaposición de tipos de tacitas en soportes T43 y T58; este último muestra una mayor complejidad en su
composición.

tipos de tacitas en el soporte, más allá de la presencia no sólo dependería de sus elementos intrínsecos,
de yuxtaposición entre ellas, genera una composición sino que también tendría como puntos clave las
única en El Encanto. Pero lo que marca la diferencia características de su emplazamiento y del entorno
con las otras superposiciones es que involucra a más que lo rodea. Es, precisamente, en la articulación de
de dos oquedades como parte de la misma cadena de estas variables/atributos que creemos que hubiesen
yuxtaposiciones, cadena que alterna un tipo de tacita convertido a un soporte X en el “ideal” o “correcto2”
cupuliforme en medio de dos elipsoidales. para invertir una cantidad determinada de fuerza
Un análisis más acabado de este principio, de trabajo no sólo una vez, sino también para que
junto con la incorporación de datos provenientes tal actividad se viese reforzada o reafirmada en el
del estudio del arte rupestre del Valle El Encanto, tiempo y por un grupo, independiente de la función
puede abrir nuevos horizontes con respecto a la que uno les quiera adjudicar.
comprensión de quienes las crearon, ya que no Frente a lo anterior, se relevaron características
podemos descartar que la ‘composición’ de estos que aludiesen tanto a las asociaciones directas (que
soportes guarde relación con la forma de construcción se encontraran en una distancia de cinco metros a la
de la imagen y de las composiciones presentes en redonda) que incluyeran tanto los cursos de agua,
los bloques con arte rupestre. El establecimiento de como los paneles de arte rupestre y otros soportes
correlaciones entre uno y otro, por ende, se vuelve con piedras tacitas. Estos mismos detalles fueron
un paso esencial para poder acercarnos a los grupos tomados en cuenta para evaluar la asociación indirecta
que realizaron este tipo de prácticas y, por tanto, (en un rango de cinco a diez metros a la redonda)
aportar con nuevos antecedentes sobre la inserción que podrían tener con los mismos bloques. De esta
de ellas en una comunidad o sociedad. manera, se pudo observar que alrededor del 64%
de los soportes se encontraba asociado de manera
directa con otros similares (soportes con tacitas),
Organización espacial de las piedras siendo un porcentaje bastante menor aquellos que
tacitas en el Valle El Encanto se encontraban asociados directamente a cursos de
agua (31%) o con algún panel de arte rupestre (11%).
El hecho de que más de la mitad de la muestra de
Relaciones espaciales de los bloques de piedras los soportes de piedras tacitas se encontraran asociados
tacitas de manera directa a otro similares va generando, en
Una de las principales preocupaciones era poder términos espaciales, una distribución bastante peculiar
establecer de manera clara cuáles eran las carac- que va componiendo inevitablemente la articulación
terísticas que poseían los soportes escogidos para de agrupaciones de este tipo de manifestaciones
convertirlos en este tipo de monumentos; lo cual a lo largo de El Encanto. De hecho, rara vez nos
304 Mariela Pino E

encontramos frente a un soporte que no mantenga en términos espaciales, en una amplia distribución
algún tipo de relación con otro en su cercanía (sea en la quebrada que, a su vez, no discrimina en los
esta directa o indirecta). Otro elemento a destacar sectores donde se presenta.
es el bajo porcentaje de asociación que se logra Para poder analizar con mayor precisión los
establecer entre los soportes con tacitas y aquellos resultados obtenidos a este nivel, nos valimos de
que tienen arte rupestre. Dadas las características la misma sectorización del arte rupestre producto
del sitio y la amplia distribución de arte rupestre a lo del proyecto DID SOC 07/17-2 (Troncoso et al.
largo de la quebrada, hubiese sido esperable que éstos 2008). Tomando en cuenta tal sectorización, el tipo
guardaran un mayor nivel de asociación. En cuanto de tacita cupuliforme no genera discriminación en
a la asociación con el ‘recurso’ agua, este debe ser cuanto a los sectores en los cuales se manifiesta ya
tratado con mucho cuidado en tanto corresponde a que se encuentra presente en todos los sectores. Esta
aquellas asociaciones que más pueden haber variado misma situación se presentaría en el tipo elipsoidal
en términos temporales. En nuestras mismas visitas que, a pesar de su menor cantidad de ejemplares,
a El Encanto pudimos observar cómo afectaba la logra una distribución más o menos homogénea a
ampliación y retracción del único curso de agua que lo largo del Valle. El único tipo de tacita que pre-
alimentaba a la quebrada; nuestro mismo registro se senta dicha exclusión de sectores –lo cual también
vio facilitado y también interrumpido por la modi- puede estar sesgado por su baja representación en el
ficación de estos. Esta situación debe actuar como registro– corresponde al cuadrangular, que estaría
un llamado de atención al momento de evaluar esta manifestándose únicamente en el sector que ha
asociación con un recurso crítico como el agua, ya sido definido como V para El Encanto. Estos tres
que lugares en los que actualmente no se observa ni ejemplares de tipo cuadrangular se presentarían en
un centímetro cúbico de agua pueden haber estado los extremos oriental (2 casos en el soporte T43)
previamente regados por escuetos y efímeros cursos y en el occidental y marginal del sitio (1 ejemplar
de agua. Ejemplo de esta situación corresponde al en T79).
desecamiento de la quebrada que se empalma con la
quebrada principal –que en la última sectorización
efectuada en el sitio denominado sector IV (Troncoso Distribución de los soportes de piedras tacitas
et al. 2008). en el Valle El Encanto
Siguiendo el desglose previo y enfocándonos Si bien no se registró una diferenciación espa-
ahora en las asociaciones de tipo indirecto que se cial en cuanto a la manifestación de ciertos tipos
pudieron consignar, podemos ver que se advierte de tacitas a lo largo de El Encanto, la distribución
una situación bastante similar a la anterior. Así, de los soportes de piedras tacitas en la quebrada sí
más de la mitad de los soportes (53%) encuentran ejecuta distinciones espaciales en cuanto al nivel
en sus cercanías a otros bloques que también tienen de agrupamiento, mostrando claras diferencias y
tacitas, mientras que en relación a su relación a preferencias en la elección de los lugares (figura
cursos de agua, sólo se constató su ocurrencia 3). El registro de los soportes muestra la existencia
en el 31% de los casos y, en última instancia, de tres sectores donde se están conglomerando este
encontramos que el 19% estaría asociado a los tipo de manifestaciones, además de presenciarse un
petroglifos. Vale la pena destacar, que al ampliar espacio bastante amplio donde existe una especie
el radio de asociación el porcentaje de aquellos de ‘silencio’ de este tipo de manifestaciones.
soportes que no presentan asociación disminuye El primero de ellos corresponde al extremo
notablemente con respecto al anterior (de 23% en oriental del sector I, que presenta 35 soportes de
las asociaciones directas a 13% en las indirectas). piedras tacitas. Este primer ordenamiento resulta
ser bastante peculiar ya que se encuentra adyacente
a la mayor concentración de arte rupestre del sitio
Distribución de las piedras tacitas por tipo en (sector II) y pareciese como si estuviera actuando
el Valle El Encanto como una especie de contraparte. En términos de
Ya habíamos señalado que el tipo de tacita que las características del relieve de esta zona, vemos
predominaba en El Encanto era el cupuliforme. Pues que –además de estar cercano a la principal fuente
bien, esta vasta representación de este tipo se traduce, de agua del sitio– presenta una mayor superficie
Algunas consideraciones en torno al problema de las piedras tacitas... 305

espacios adyacentes al curso del estero y ocupando


espacios de la ribera norte del estero. No obstante lo
anterior, se registra la presencia de soportes disper-
sos de tacitas ubicados en los sectores II, III y IV.
En cada uno de los sectores indicados puede
encontrase la presencia de –al menos– un gran
bloque que es el que tiende a manifestar la mayor
cantidad de tacitas. Así mientras que esta situación
quedaría expresada para el primer sector en el
soporte T18; para el segundo y el tercer, serían los
soportes T43 y T87 los que evidenciarían dicha
situación respectivamente.

Figura 3. Mapa de la última sectorización para el Valle El En-


canto (Troncoso et al. 2008) que muestra las concentraciones
de soportes de tacitas.
Conclusiones

Como señalamos anteriormente, en base a las


de terreno ‘plano’ y de suaves laderas, lugar donde previas investigaciones arqueológicas que se habían
están emplazados estos bloques. Un detalle no menor desarrollado en el Valle del Encanto se determinó la
con respecto al emplazamiento de los soportes en existencia de distintos tipos de tacitas. Fue, precisa-
este sector corresponde a que la mayor parte de la mente –y principalmente– en consideración de este
concentración de tacitas se encuentra emplazada atributo morfológico que se intenta avanzar en el
en la ribera norte de la quebrada. conocimiento de las tacitas en esta aproximación:
Un segundo sector de agrupamiento de bloques en una primera etapa, referida a la construcción del
con tacitas corresponde al extremo oriental del dato, enfocándose tanto en la distribución que poseen
sector V, que presenta una concentración de 24 tales manifestaciones culturales dentro de un mismo
soportes de piedras tacitas. Los sectores planos a soporte rocoso; como en una segunda, enfocada en
esta altura se hacen más acotados y los soportes la organización espacial que podría presentar tal
con tacitas tienden a asociarse más con el lecho distribución de bloques (soportes) a lo largo del Valle.
del estero; de hecho, uno de los soportes de mayor Los resultados de dicho trabajo tuvieron como
tamaño y que presenta la mayor cantidad de tacitas idea directriz el abordar una nueva dimensión de
(T43) se encuentra ligado al estero, mientras que este elemento material, la cual era su distribución
otro se encuentra sobre uno de los brazos de este espacial, en busca del reconocimiento de patrones
(T53). Otro elemento que marca diferencia con las de ordenación, que no sólo se volvían importantes
características de la distribución del sector anterior para entender (y entenderlas dentro de) un contexto
corresponde a que la cantidad de soportes que se particular –como lo es el Valle de El Encanto (sobre
encuentran tanto en la ribera norte como en la ribera todo teniendo en cuenta que es el sitio que presenta
sur son similares, no existiendo una aglomeración la mayor profusión de tal manifestación cultural en
de estas manifestaciones en la ribera norte –como todo Chile)– y que, sin lugar a dudas, dio nuevas
si ocurría en el primer caso. luces para comprender la ocupación humana del
Una tercera y última zona de agrupamiento de lugar; sino que también se volvía particularmente
bloques corresponde al extremo occidental del sector significativa para abordar los soportes de piedras
V, emplazado en lo que puede ser considerado la tacitas en otros contextos.
zona más marginal de la quebrada. Además de que En términos generales los resultados de nuestro
este sector se caracteriza principalmente por ser la trabajo anterior pueden ser sintetizados en 8 puntos:
estribación final de la quebrada principal se vuelve 1.- Manteniendo la tipología previa de tacitas
un lugar particular en tanto muestra un sector que para El Encanto, se consideró la existencia de 3
permite el estancamiento de agua. En este espacio tipos, estos son: cupuliformes, elipsoidales y cua-
se constata la presencia de 19 soportes con piedras drangulares, siendo la primera de estas la que está
tacitas, las que nuevamente se ubican preferenciando más representada en el sitio.
306 Mariela Pino E

2.- Si bien la existencia de estos tipos está entre diferentes tipos de tacitas –a través de una
determinada a partir de la forma de la boca de la evaluación de esta estratigrafía vertical presente
oquedad, se reconoció una variabilidad interna a en el soporte– que nos acercamos a datos que se
los tipos que está dada por las características mor- muestran más concretos para el planteamiento de
fológicas de la oquedad –determinada a partir de secuencias cronológicas de este tipo.
la forma de la sección–, lo cual a nuestro entender 6.- Además, planteamos que una más profunda
estaba dado tanto por la utilización de diferentes evaluación de los casos de yuxtaposición de las
herramientas (instrumentos activos), como por la tacitas podían aportar –al correlacionarlos con el
posición corporal del ejecutante y, por ende, una comportamiento del registro presente en El Encanto–
diferencia en la gestualidad técnica involucrada datos interesantes respecto al cómo estas sociedades
en la elaboración, implicando distintos modos de se manejan en torno a la construcción de la imagen;
hacer –los cuales podrían o no, indicar diferencias ya que al igual que en el arte rupestre, es bastante
culturales significativas (v.gr. a modo de unidades probable que la disposición de éstas genere una
histórico-culturales). composición y configuración particular del espacio
3.- Se identificaron diferentes tipos de disposi- que no puede ser pasada por alto.
ción de las tacitas al interior del soporte, los cuales 7.- No se logró evidenciar una organización
generaban diferentes modos de organizarse dentro espacial particular para los tipos de tacitas, que
del mismo (lineales, triangulares, cuadrangulares y pudiera dar cuenta de algún tipo de segregación
radiales). Además, se evidenciaron segregaciones espacial y preferencia de un tipo u otro para ser
espaciales por tipo de tacita en aquellos casos en materializado en un sector particular de la quebrada.
que existía coexistencia de tipos al interior de los 8.- Con respecto a la existencia de una organiza-
soportes. En relación a lo anterior, algunos alinea- ción espacial que involucrase la distribución de los
mientos y agrupamiento al interior de los soportes soportes de piedras tacitas, se sostuvo la existencia
mostraban a tacitas que se estaban comportando de de un patrón que agrupaba a los conjuntos más
la misma manera, presentando la misma inclinación numerosos de tacitas en tres sectores diferentes de
de las paredes de la oquedad, la misma orientación la quebrada. De manera que la ubicación de dichos
de su sacado, etc., elementos que se abren a la sectores a lo largo de la quebrada no respondería a
posibilidad de estudio de gestualidades técnicas algo casual, sino que esto se encontraría en directa
involucradas, posición del cuerpo, al igual que la relación con las características del emplazamiento
interrogante sobre la cantidad de actores sociales en el cual se insertan. Que dichos sectores de
que podían formar parte de este tipo de prácticas. agrupamiento estén ubicados en lugares donde
4.- No se logró determinar, en términos gene- existe una mayor superficie de confluencia de
rales, la existencia de un patrón claro respecto a la agua (principalmente sectores de ‘estancamiento’)
elección del soporte. La excepción a esto se podría creemos que no responde a un factor aleatorio, sino
considerar por una leve tendencia a privilegiar los más que nada a algo quizás esperable dentro de un
atributos morfológicos de las rocas al momento de contexto del semiárido.
ejecutar las tacitas elipsoidales. Finalmente, cabe destacar que todos estos resulta-
5.- A partir de la existencia de casos de su- dos están siendo complementados con otras líneas de
perposición de un tipo (cupuliforme) sobre otro evidencia que han sido desarrolladas paralelamente
(elipsoidal), se planteó la posibilidad de asignar una a la búsqueda y estudio de la distribución de las
secuencia relativa formulada a partir de los tipos. manifestaciones de piedras tacitas en El Encanto.
Sostuvimos que las oquedades de tipo cupuliforme Con esto, nos referimos a los análisis de microfósiles
fueron ejecutadas posteriormente al elipsoidal (en realizados en las piedras tacitas y en manos de moler
el caso de T25) y que no pretendíamos extender que fueron encontrados adyacentes a ellas, que se
esta secuencia para todo el Valle, ni menos que muestran como un camino más para responder a la
funcione para el resto de los contextos en donde eterna interrogante sobre la funcionalidad de este
se presenten piedras tacitas, sino que simplemente tipo de manifestaciones (Belmar 2008) y cómo se
quisimos introducir una ‘nota de atención’ referente insertaban en el conjunto de prácticas de los grupos
a este aspecto ya que creemos que es a través de que las hicieron parte de su historia. Todos estos
un estudio detenido de las relaciones que se dan elementos pretenden ayudar a comprender de mejor
Algunas consideraciones en torno al problema de las piedras tacitas... 307

manera la organización interna de un lugar como el Urzúa, Francisco Vergara, Diego Artigas, Pablo
Valle El Encanto y nos cimientan vías útiles para Larach, Camilo Valdivieso, Carola Belmar, Flavio
responder a interrogantes de orden más social que Ardiles, Nicole Fuenzalida y Ximena Power; a mi
hayan estado involucradas en este sitio y a las que, profesor guía, Andrés Troncoso por haber confia-
a fin de cuentas, está orientado nuestro afán. do y por haberme alentado en esta transición que
Agradecimientos: Quisiera agradecer a todas las nos lleva de ser simples estudiantes a –cada día
personas que ayudaron –de una u otra manera- a que más– arqueólogos; y a mis amigas y compañeras
este trabajo pudiera concretarse. A todo el equipo de arqueología y antropología que siempre están
que participó en el proyecto DID SOC 07/17-2 brindando su incondicional apoyo. A todos ustedes,
en el Valle El Encanto: a Felipe Armstrong, Paula GRACIAS TOTALES!!!

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