Derecho Procesal Constitucional
Derecho Procesal Constitucional
Derecho Procesal Constitucional
S ecretaría de G obernación
S ecretaría de C ultura
I nstituto N acional de E studios H istóricos de las R evoluciones de M éxico
I nstituto de I nvestigaciones J urídicas - unam
derecho procesal
constitucional
R e p r e s e n ta n t e s
Pod e r E j e c u t i vo F e d e r a l
Pod e r L e gi s l at i vo F e d e r a l
Pode r Ju d ic i a l d e l a F e d e r ac ió n
Patricia Galeana
Secretaria Técnica
C o n s e jo a s e s or
i n e h r m
Secretaría de Gobernación
Secretario de Gobernación
Miguel Ángel Osorio Chong
Subsecretario de Gobierno
René Juárez Cisneros
Subsecretario de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos
Felipe Solís Acero
Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos
Humberto Roque Villanueva
Subsecretario de Derechos Humanos
Roberto Campa Cifrián
Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana
Alberto Begné Guerra
Subsecretario de Normatividad de Medios
Andrés Imre Chao Ebergenyi
Comisionado Nacional de Seguridad
Renato Sales Heredia
Oficial Mayor
Jorge Francisco Márquez Montes
Secretaría de Cultura
Secretaria de Cultura
María Cristina García Cepeda
Presentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Miguel Ángel Osorio Chong
Secretaría de G obernación
Prefacio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Pedro Salazar Ugarte
I nstituto de I nvestigaciones Jurídicas - unam
• 7 •
• 9 •
• 11 •
P edro S a l a z a r U g a rt e
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la unam
1
Cfr. Thomas Fleiner, et al., Swiss Constitutional Law, Berna, Kluwer Law International,
2005, p. 24.
• 15 •
2
Paul W. Kahn, The Cultural Study of Law: Reconstructing Legal Scolarship, Chicago,
The University of Chicago Press, 1999, p. 9 y ss.
3
Véanse los artículos I, sección 9.1 y IV, sección 2.3 de la Constitución de Estados Uni-
dos.
4
La primera comisión de investigación del Congreso la integró la Cámara de Represen-
tantes en 1792 para esclarecer la derrota del general Arthur St. Clair por parte de la tri-
bu Miamis. Cfr. John Killian (ed.), The Constitution of the United States, Washington,
Senado, 1997, p. 86.
5
Jethro K. Lieberman, The Evolving Constitution, Nueva York, Random House, 1992,
p. 50.
6
Dominique Pélassy, Qui gouverne en Europe?, Paris, Fayard, 1992, p. 132 y ss.
7
Francis G. Castles, “Scandinavia: The Politics of Stability”, en Roy Macridis C. (ed.),
Modern Political Systems. Europe, New Jersey, Prentice-Hall, 1987, p. 251 y ss.
8
Cfr. Karel Kraan, “The Kingdom of the Netherlands”, en Lucas Prakke y Constantijn
A. J. M. Kortmann (eds.), Constitutional Law of 15 EU Member States, Deventer, Wol-
ters Kluger, 2004, p. 591 y ss.
9
Véase Marc Verdussen, La Constitution belge, lignes et entrelignes, Bruselas, Le Cri,
2004, p. 23 y ss.
10
Véase Adam Dodek, The Canadian Constitution, Toronto, Dundurn, 2013, p. 26 y ss.
11
Adam Dodek, “Uncovering the Wall Surrounding the Castle of the Constitution: Ju-
dicial Interpretation of Part V of the Constitution Act, 1982”, en Emmett Macfarlane
(ed.), Constitutional Amendment in Canada, Toronto Press, University of Toronto,
2016, p. 42 y ss.
12
Jean Thill, “The Grand Duchy of Luxemburg”, en Lucas Prakke y Constantijn A. J.
M. Kortmann (eds.), Constitutional Law of 15 EU Member States, Deventer, Wolters
Kluger, 2004, p. 543 y ss.
13
Escribo en septiembre de 2016.
Sobre este aspecto pueden verse: Hugo Concha Cantú, Héctor Fix-Fierro, Julia Flores
14
curso del tiempo. Sólo por poner un par de ejemplos, un órgano autó-
nomo como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (cndh), o
una dependencia del Ejecutivo, como la Procuraduría General de la
República (pgr), figuran en el capítulo del Poder Judicial. La Fiscalía
General, que sustituirá a la Procuraduría, es considerada un órgano cons-
titucional autónomo pero permanece en el capítulo del Poder Judicial.
Además de la reordenación, para colocar su contenido donde co-
rresponde, el texto constitucional requiere de una nueva redacción que
facilite su lectura y su reforma ulterior. No debe perderse de vista que las
constituciones son normas, no proclamas. Además del rigor normativo,
las constituciones requieren un mínimo de permanencia en cuanto a su
texto para auspiciar una cultura jurídica que se apoye en el conocimiento
de un texto más o menos estable. Esto no implica que se conviertan en
normas inamovibles; por el contrario, la fluidez de la vida institucional
se facilita por la generalidad de los enunciados constitucionales.
En el caso mexicano la perduración de la Constitución después de
su Centenario dependerá de muchos factores, uno de los cuales consis-
tirá en la política y en las estrategias de reforma que se adopten para el
futuro. Esto incluye la recomposición de su texto actual,15 además de
los cambios institucionales que hacen falta para que el sistema avance
hacia la equidad social y la consolidación de la democracia.
Las ocho constituciones mencionadas aquí, en el orden de su anti-
güedad, son muy diferentes en la actualidad de como eran al momento
de su adopción. Todas, incluidas la británica y la estadounidense, han
evolucionado y seguirán haciéndolo porque regulan procesos políti-
cos, sociales y humanos siempre en movimiento. Las constituciones son
parte de la cultura y la cultura no se detiene. La interacción entre la
norma y la normalidad exige a las reglas una gran plasticidad adaptativa
en tanto que las disposiciones constitucionales están en contacto con
un entramado de conocimientos, convicciones, costumbres, prácticas,
ideologías, creencias, estilos de vida, prejuicios, percepciones, necesida-
15
Cfr. Héctor Fix-Fierro y Diego Valadés (coord.), Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. Texto reordenado y consolidado, México, Instituto de Investigacio-
nes Jurídicas-unam/Cámara de Senadores/Cámara de Diputados/Centro de Estudios
de Derecho e Investigaciones Parlamentarias/Instituto Iberoamericano de Derecho
Constitucional, 2016.
puestas que atiendan los aspectos preteridos y corrijan los errores que
vayan siendo advertidos.
El derecho municipal tuvo un desarrollo más pausado, entre otras
cosas porque la tarea constructiva del municipio tuvo un periodo de
maduración muy amplio. El marco normativo construido en 1917 dejó
muchos pendientes que el Congreso de Querétaro no tuvo tiempo de
abordar, por lo que fueron necesarias las reformas de 1982-83. Aun así,
hay numerosos aspectos todavía sin atender, como el servicio civil mu-
nicipal y las formas eficaces de resolver los problemas de cooperación
intermunicipal.
El tema federal, que viene desde 1824, muestra más carencias que
fortalezas, entre otras razones porque se mantienen asimetrías muy re
levantes, como es el caso del amparo judicial, por ejemplo, y porque no
se han removido los residuos del poder caciquil que sigue siendo un
lastre para la democracia en México. Otro aspecto relevante es la afecta-
ción del principio de igualdad jurídica que resulta de la existencia de
tantos órdenes jurídicos en materias tan sensibles como la penal y la ci-
vil, como entidades hay. También es llamativa la vetustez del sistema
federal en su conjunto, si se le compara con los desarrollos que esta ma-
teria ha tenido en otros ámbitos, como el argentino y el canadiense en
América, y el austriaco y el belga en Europa, por sólo mencionar unos
ejemplos.
La separación de poderes ha tenido en México una lectura restric-
tiva, con la propensión secular a regatear la relevancia de los órganos de
representación política. La Constitución todavía no construye instru-
mentos adecuados de control político, indispensables en toda democra-
cia consolidada.
Como un tema vinculado con la organización del poder político,
también el derecho administrativo ha tenido una evolución relevante.
Ésta es una rama del derecho público muy desarrollada desde el siglo
xix. No obstante, hay nuevas vertientes que reclaman estudios sistemá-
ticos como el que se incluye en esta serie. Tal es el caso de la prolife-
ración de los órganos constitucionales, cuya presencia repercute en el
funcionamiento de la separación de poderes. La gama de esos órganos
ha crecido sin que la acompañe una idea rectora que les imprima homo
geneidad en su diseño constitucional.
Diego Valadés
Miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la unam,
de la Academia Mexicana de la Lengua,
de El Colegio Nacional y de El Colegio de Sinaloa
• 33 •
Pat r ici a G a l e a na
Instituto Nacional de Estudios Históricos
de las Revoluciones de México
A m a ner a de introducción
• 39 •
Una pr i m er a cu estión:
de l a s distinta s denom inaciones
1
García Belaunde, Domingo. “Derecho Procesal Constitucional”. Instituto Iberoamer-
icano de Derecho Constitucional, Sección Peruana, p. 6.
2
Ferrer Mac-Gregor Eduardo. “Derecho Procesal Constitucional como disciplina
jurídica autónoma”. Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano, Uruguay,
Fundación Konrad Adenauer, 2006, tomo I, p. 353.
3
Couture, Eduardo. Citado por Eduardo Ferrer Mac Gregor, en: “Aproximación al
Derecho Procesal Constitucional”. Panorámica del Derecho Procesal Constitucional y
Convencional, México, UNAM, 2016, p. 56.
4
Ibídem, p. 55.
5
Silva Ramírez, Luciano. “El Control Judicial de la Constitucionalidad y el Juicio de
Amparo en México, México, Porrúa, 2014.
6
Fix-Zamudio, Héctor. “Panorámica del Derecho Procesal Constitucional y
Convencional”. UNAM, Marcial Pons, 2016, p. 38.
7
Ibídem, p. 39.
8
Ibídem, p. 38.
9
Colombo Campbell, Juan, “Enfoques conceptuales y caracterización del Derecho
Procesal Constitucional a principios del siglo XXI”, La ciencia del Derecho Procesal
Constitucional. Estudios en homenaje a Héctor Fix-Zamudio en sus cincuenta años como
investigador del Derecho, México, UNAM, Marcial Pons, 2008, Tomo I, p. 322.
10
Ibídem, p. 326.
11
Ferrer Mac-Gregor Eduardo. “Aproximación al Derecho Procesal Constitucional”,
Panorámica del Derecho Procesal Constitucional y convencional, cit., p. 49.
Sector es qu e engloba
el Der echo Procesa l Constit uciona l
12
Fix-Zamudio. Óp. cit., p. 39.
13
La “Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional”, es una publicación
mexicana editada semestralmente bajo el sello de Editorial Porrúa y del Instituto
Iberoamericano de Derecho Procesal Constitucional.
En la antigüedad
14
Ferrer Mac-Gregor Eduardo. “El Derecho Procesal Constitucional como Disciplina
Jurídica Autónoma”, p. 363, https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.
php/anuario-derecho-constitucional/article/view/30306/27355
15
Ídem.
16
Íbidem, pp. 363-364.
Época contemporánea
17
Ferrer Mac Gregor, Eduardo, “Aproximación al Derecho …”, cit., p. 51.
18
Ídem.
19
Íbidem.
20
Fix Zamudio, Héctor Y Ferrer Mac Gregor, Eduardo, “Las Garantías Constitucionales
en México: 200 años”, Panorámica del derecho procesal constitucional y convencional. ,
México, UNAM, 2016, p. 254.
21
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/1847.pdf
22
El artículo 23 del Acta. establecía de manera literal: “Si dentro de un mes de publi-
cada una ley del Congreso general, fuere reclamada como anti-constitucional, o por
el Presidente, de acuerdo con su ministerio, o por diez diputados, o seis senadores, o
tres Legislaturas, la Suprema Corte, ante la que se hará el reclamo, someterá la ley al
examen de las Legislaturas, las que dentro de tres meses, y precisamente en un mismo
día, darán su voto. Las declaraciones se remitirán a la Suprema Corte, y ésta publicará
el resultado, quedando anulada la ley, si así lo resolviere la mayoría de las Legislaturas”.
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/1847.pdf
Al restablecimiento del orden legal, después del fin del Porfiriato y del
movimiento armado, la Constitución de 1917, mantuvo vigente la institu-
ción del Amparo, en los artículos 103 y 107. En el año de 1919, y luego en
el 10 de enero de 1936, el Congreso de la Unión aprobó leyes reglamen-
tarias que fueron generando al paso de los años serios problemas en la
impartición de la justicia constitucional, debido a la gran acumulación de
Juicios de Amparo que se presentaron ante los tribunales federales y parti-
cularmente ante la Suprema Corte, de ahí que las reformas posteriores de
1951 y 1968, procuraron disminuir el creciente rezago.
Como producto de ello, en las reformas de 1951 se crearon los
Tribunales Colegiados de Circuito, con la intención fue aligerar las
cargas de trabajo de la Suprema Corte en el conocimiento y resolución
de los Juicios de Amparo. El doctor Héctor Fix-Zamudio sugiere que
esta reforma estructural del Poder Judicial Federal se inspiró en los
Tribunales de Circuito de Apelación de Estados Unidos.24
En la ley reglamentaria de octubre de 1968, se incrementó el nú-
mero de los Tribunales Colegiados, pero sobre todo se efectuó una
distribución de los Juicios de Amparo entre dichos tribunales y la Su-
prema Corte de Justicia, fundado en criterios sociales, económicos,
“así como de interés público y social, de manera que, a partir de enton-
ces, sólo los juicios de amparo de mayor importancia se tramitaban y
resolvían por el más alto tribunal de la República”.25
Con las reformas constitucionales que entraron en vigor el 15 de
enero de 1988, se afinaron las competencias de la Suprema Corte de
23
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/1857.pdf
24
Fix Zamudio. Óp. cit. p. 259.
25
Íbidem. pp. 259-260.
26
Íbidem. P. 266.
27
Cossío Díaz José Ramón. “La Protección Orgánica de la Constitución. Memorias del
III Congreso Mexicano de Derecho Procesal Constitucional. México, UNAM, Marcial
Pons, 2008, p. 454.
28
La reforma se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1994.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/cpeum_crono.htm
Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los dere-
chos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por
esta Constitución, así como por los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte;
Por normas generales o actos de la autoridad federal que vulneren o res-
trinjan la soberanía de los Estados o la autonomía de la Ciudad de México, y30
Por normas generales o actos de las autoridades de las entidades federa-
tivas que invadan la esfera de competencia de la autoridad federal.
29
Artículos 94 y 100 de nuestra Carta Magna.
30
Fracción reformada DOF 29-01-2016
ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la
ley o la presente convención, aun cuando tal violación sea cometida por
personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”.31
Para el jurista Osvaldo Alfredo Gozaini, la formulación de los De-
rechos Humanos tiene un signado individual insoslayable, porque hace
depender de la condición humana una serie de atributos y reconoci-
mientos que cimientan un conjunto de principios y valores. 32
Fix Zamudio sostiene que vocablo “Amparo”, se asocia con la tutela
de los derechos humanos, pues éste fue el propósito por el cual surgió y
se consolidó dicha institución de referencia, a partir de su previsión en la
Constitución yucateca de 1841, su inclusión en el Acta de Reformas de
1847, y en la Carta Federal de 1857, como ha sido antes señalado.33
De esta manera, podemos asumir que para una parte importante
de la Academia, coincide en el hecho que Derechos Humanos y Am-
paro son conceptos indisolubles; y que para la vigencia y observancia de
los primeros, se requiere —de manera indefectible— un medio proce-
sal efectivo para su defensa.
El propio maestro Fix Zamudio, ha resaltado como los diversos
textos constitucionales latinoamericanos promulgados en el siglo
XIX, complementaron las clásicas garantías individuales y comenza-
ron a instaurar los primeros instrumentos jurídicos para su tutela; en
algunos casos inspirados en la revisión judicial de la constitucionali-
dad de las leyes de origen norteamericano, el habeas corpus de crea-
ción inglesa, y desde luego, en el Juicio de Amparo inspirado en el
modelo mexicano.34
31
www.scjn.gob.mx/libro/instrumentosconvencion/pag0259.pdf
32
Gozaini, Osvaldo Alfredo. “El derecho procesal constitucional y los derechos hu-
manos (vínculos y autonomías)”. México, unam, 1995, p. 205.
33
Fix Zamudio, Héctor. “El Amparo Mexicano como Instrumento Protector de los
Derechos Humanos”, Garantías jurisdiccionales para la defensa de los Derechos Hu-
manos en Iberoamérica”. México, unam, 1992, p.253.
34
Fix Zamudio, Héctor. “Los Derechos Humanos y su Protección Jurídica y Procesal
en Latinoamérica”. Memoria del IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional,
Tomo III, México, unam, 2001, p. 3.
35
Galván Rivera Flavio. Derecho Procesal Electoral Mexicano. 2ª ed., México, Porrúa,
2006, p. 692.
36
Íbidem. p. 735.
37
Último párrafo del artículo 110 constitucional.
38
Párrafo tercero del artículo 110 de la Constitución
39
Cienfuegos Salgado, David. “Una propuesta para la Justicia Constitucional Local en
México”, en Estudios de Derecho Procesal Constitucional Local. México, Talleres de
Editorial Laguna, 2008, p. 71.
40
Ídem.
41
Fix-Zamudio, Héctor y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo. “Derecho Procesal Consti-
tucional, Local y Supranacional. Amparo Local”, Panorámica del Derecho Procesal
Constitucional y Convencional, México, UNAM, 2016, p. 648.
Cabe señalar que varias de las garantías constitucionales que han que-
dado establecidas a nivel federal, surgieron o tuvieron un primer desa-
rrollo en las entidades federativas. El Juicio de Amparo es un ejemplo
claro de ello, ya que como hemos apuntado, el Juicio de Amparo sur-
gió inicialmente en la Constitución del Estado de Yucatán de 16 de
mayo de 1841, con apoyo en el proyecto elaborado en diciembre del
año anterior, por una comisión encabezada por el ilustre jurista y polí-
tico Manuel Crescencio Rejón.
Para la jurista María Amparo Hernández Chong Cuy, una clasifica-
ción un tanto superficial de la evolución de la justicia constitucional
local, podría consistir en identificar las siguientes etapas:
Una primera y obligada, la cual califica de “histórica”, es sin lugar
a dudas, la estrenada por el propio Juicio de Amparo, como un medio
de control constitucional estatal en el Yucatán decimonónico.42
Ya en el régimen constitucional vigente del siglo xx, Hernández
Chong identifica una segunda etapa, en la que, con suma discreción y
poco o nulo uso, las constituciones estatales preveían alguna que otra
figura a través de la cual se podría lograr la tutela de la propia Consti-
tución. “Con mayor generalidad, la figura que se presentaría sería la de
la posibilidad de que un tribunal superior de justicia o la legislatura
local resolviera conflictos entre municipios o entre poderes estatales; y
con especial particularidad, la figura para la protección de derechos
fundamentales prevista en Chihuahua”.43
Respecto al régimen constitucional local del Estado de Veracruz,
Fix-Zamudio y Ferrer Mac Gregor señalan que es a partir de las refor-
mas integrales a la Constitución del Estado de Veracruz, aprobadas en
el año 2000, cuando se inició el desarrollo del Derecho Procesal Cons-
titucional local de dicha entidad.
Estas reformas constitucionales, que en el ámbito local se intitulan
como resultado de una “Nueva Constitución del Estado”, introdujeron
42
Cienfuegos Salgado, David, (coord.), Estudios de en Homenaje a Don Jorge Fernández
Ruiz. Derecho Procesal: Entre el Control Constitucional Federal y el Estatal, México,
unam, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2005, p. 231.
43
Íbidem, p. 232.
44
Fix Zamudio, Héctor y Ferrer Mac Gregor, Eduardo, “Las Garantías Constitucionales
en México: 200 años”, Panorámica del derecho procesal constitucional y convencional. ,
México, UNAM, 2016, p. 289.
45
Cienfuegos Salgado, David, (coord.), Estudios de en Homenaje a Don Jorge Fernán-
dez Ruiz. Derecho Procesal: Entre el Control Constitucional Federal y el Estatal, Méx-
ico, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2005, pp. 232.
46
Ídem.
47
Góngora Pimentel Genaro David. “La Justicia Constitucional Veracruzana en la trans-
formación del nuevo Federalismo Mexicano”, en Estudios de Derecho Procesal Con-
stitucional Local. (Cienfuegos Salgado, David, coordinador), óp. cit. p. 196.
48
Góngora. Óp. cit. p. 197.
El j u icio de protección de
der echos h um a nos de Ver acruz
49
Ídem.
50
http://ordenjuridico.gob.mx/estatal.php?liberado=no&edo=30
51
Fix-Zamudio, Héctor y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, Amparo local, Panorámica del
derecho procesal constitucional y convencional, UNAM, Marcial Pons, 2016, p. 657.
52
Ídem.
Al paso de los años, las tesis jurisprudenciales han tenido diversas con-
tradicciones entre las sentencias de diversos Tribunales Colegiados de Cir-
cuito, respecto de determinar la procedencia del Juicio de Amparo en contra
de las sentencias definitivas que resuelvan un Juicio de Amparo Local.
El Pleno de la Suprema Corte resolvió la contradicción de la Tesis
350/2009, en mayo de 2010, estableciendo jurisprudencia obligatoria
relativa, que determinó que si resulta procedente el Juicio de Amparo
Directo, por tratarse de una sentencia definitiva y estar en los supuestos
a que se refiere los artículos 107, fracciones III y V, de la Constitución
y 158 de la Ley de Amparo.
La resolución referida, estimó que si bien el federalismo constitu-
cional permite que la protección de los derechos humanos garantiza-
dos a nivel local pueda diferenciarse e inclusive ampliarse —incluso sin
coincidir necesariamente y en idénticos términos con el previsto en la
norma suprema—; lo cierto es que las sentencias locales en materia de
derechos humanos no podrían afectar con validez el contenido esencial
de las garantías individuales reconocidas en la Carta Magna, tomando
en cuenta que el orden jurídico local está supeditado al orden jurídico
constitucional nacional.
Con este criterio jurisprudencial, se dejó abierta la posibilidad de
impugnar las sentencias que se resuelvan en los juicios de amparo loca-
les, a través del Amparo Directo ante los Tribunales Colegiados de
Circuito, con lo que en realidad se está creando una instancia más, que
seguramente influirá para que los gobernados prefieran acudir mejor
de manera directa ante los tribunales federales.
Bibliográficas
noma de México.
• 69 •
2
Louis Favoreu, Tribunales Constitucionales Europeos y Derechos Fundamentales, Ma-
drid, Centro de Estudios Constitucionales, p. 41.
personal del órgano actuante, etc. Sobre todos estos temas es posible discutir
seriamente”.3
A ntecedentes de A pa r ición
del Control Constit uciona l
Nuestro país desde el primer cuarto del siglo xix cuando nace la repú-
blica, en la primera Constitución Federal de 1824, se vio inmersa en el
sistema de control constitucional aunque no de manera pragmática sino
preventiva. Una vez que los grupos de poder se reunían para definir en
una Constitución las reglas de vida de la Nación que surgiría después
de un Plan, de una revolución triunfante, se requería de definiciones, así
en esta primera Ley Suprema, aunque de manera implícita, se establece
un procedimiento de control constitucional parecido a la controversia
constitucional, reglamentando posibles conflictos de invasión de com-
petencias constitucionales entre titulares del poder público, y lo hizo
de la siguiente manera:
Art. 12.- Las atribuciones de este supremo poder, son las siguientes:
Declarar la nulidad de una ley o decreto, dentro de dos meses después
de su sanción, cuando sean contrarios a artículo expreso de la constitución,
y le exijan dicha declaración, o el supremo poder Ejecutivo, o la alta Corte
de Justicia, o parte de los miembros del poder Legislativo, en representación
que firmen dieciocho por lo menos.
7
El Supremo Poder Conservador que se depositaba en cinco individuos, y se renovaba
uno cada dos años, eran designados por las Juntas Departamentales.
El año de 1847 fue el que trajo al gobernado el inicio de lo que con los
años se convertiría el primer gran logro de implementar el Control
Constitucional Dogmático y el nacimiento en México del Derecho Pro-
cesal Constitucional.
Mariano Otero tuvo un papel relevante en la formación del Acta de
Reformas a la Constitución del año 1847, por la difícil situación que
vivía el país por la invasión norteamericana y en su famoso Voto Particu
lar, propone un juico para reivindicar los derechos de los gobernados;
el documento refleja la necesidad de manera impecable:
las garantías individuales, y sobre bases de tal manera estables, que ninguno
de los hombres que habiten en cualquiera parte del territorio de la República,
sin distinción de nacionales y extranjeros, tengan que extrañar sobre este
punto las mejores leyes de la tierra.
Dominado por este pensamiento, propongo que la Constitución fije los
derechos individuales y asegure su inviolabilidad, dejando á una ley poste-
rior, pero general y de un carácter muy elevado, el detallarlos… Una ley más
extensa, que fije exactamente los principios, que reconozca las excepciones, y
sobre todo, que establezca los medios de hacerlas efectivas, es el único medio
que podrá llenar necesidad tan importante. En la Constitución solo propon-
go que se enuncie el principio general, que se declare su inviolabilidad y se fije
el único caso en que puedan suspenderse las garantías, no todas, sino solo las
respectivas a la detención de los acusados y al cateo de las habitaciones. Si
viniendo tiempos más tranquilos el Congreso pudiese ocuparse en la forma-
ción de esa ley, semejante trabajo, por sí solo, elevaría á su memoria un mo-
numento de muy grato recuerdo.
8
Jorge Carpizo, El presidencialismo mexicano, 19ª. ed., México, Siglo XXI, 2006.
9
Ignacio Burgoa O., Derecho Constitucional Mexicano, México, Porrúa, 1999, p. 888.
10
Cossío Díaz José Ramón, La Controversia Constitucional, México, Porrúa, 2008,
p. 123.
ART. 42. Siempre que las controversias versen sobre disposiciones generales
de los Estados o de los Municipios impugnadas por la Federación, de los Mu-
nicipios impugnadas por los Estados, o en los casos a que se refieren los in-
cisos c), h) y k) de la fracción I del artículo 105 constitucional, y la resolución
de la Suprema Corte de Justicia las declare inválidas, dicha resolución tendrá
efectos generales cuando hubiera sido aprobada por una mayoría de por lo
menos ocho votos…
Art. 107.- Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitu-
ción, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los proce-
dimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases
siguientes:…
II.- …
Cuando en los juicios de amparo indirecto en revisión se resuelva la incons-
titucionalidad de una norma general por segunda ocasión consecutiva, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación lo informará a la autoridad emisora
correspondiente.
Cuando los órganos del Poder Judicial de la Federación establezcan jurispru-
dencia por reiteración en la cual se determine la inconstitucionalidad de una
norma general, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo notificará a la
11
No. registro: 171,815; Jurisprudencia de la 2ª. sala; tesis: 2a./j. 151/2007.
Controversias constitucionales. Las salas de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación tienen competencia para resolverlas aun respecto del fondo, cuando en
ellas intervenga un municipio y no subsista problema de constitucionalidad de
una norma general (interpretación del acuerdo general plenario 5/2001).
12
No. Registro: 190,659; P./J. 160/2000.
13
No. Registro: 190,693; Jurisprudencia de Pleno; Tesis: P./J. 139/2000. Con
troversia constitucional. Hecho nuevo y hecho superveniente para efectos de
la procedencia de la ampliación de la demanda.
de mero trámite dictado por un miembro aislado del Pleno del Máximo
Tribunal, el cual podría revisar, en cuanto a su legalidad el Pleno; esta
misma situación acontecía con la facultad de investigación, sin estar
autorizado el recurso de reclamación en normativo alguno, pero si en
jurisprudencia de la scjn14. En los casos en los que se impugna un auto
de desechamiento del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, con la procedencia del recurso de reclamación interpuesto en
contra del auto indicado, lo que se busca es que las determinaciones de
mero trámite queden sujetas al control de legalidad.
El artículo 70 en comento solo regula el recurso de reclamación
en materia de acciones de inconstitucionalidad, no obstante, la tesis
No. Registro: 182052; Jurisprudencia de Pleno; Tesis: P./J. 16/2004 de
jurisprudencia del Pleno de nuestro Máximo Tribunal establece la po-
sibilidad de interponer el recurso de queja contra el exceso o defecto
en el cumplimiento de una sentencia de Acción de Inconstitucionali-
dad, con el rubro el acuerdo que la tiene por cumplida es insufi-
ciente para declarar improcedente el recurso de queja interpuesto
por exceso o defecto en la ejecución de la sentencia dictada en
aquélla; en su texto señala que si existe acuerdo en el que se tiene por
cumplida la sentencia, esta situación es insuficiente para declarar im-
procedente el recurso de queja, porque la materia de éste no consiste
en determinar si se cumplió o no con la sentencia, sino si se incurrió o
no en exceso o defecto al cumplimentarla.
14
No.
Registro: 173,479; Tesis aislada de Pleno; Tesis: P. LIX/2006. Recla
mación. Procede su interposición ante el Pleno de la Suprema Corte de Jus
ticia de la Nación en contra del Auto Desechatorio de la Solicitud para que
ejerza la facultad de Investigación prevista en el tercer párrafo del artículo 97
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Bibliográficas
Introducción
derechos humanos”, en AA. VV, Garantías jurisdiccionales para la defensa de los de
rechos humanos en Iberoamérica, México, unam, 1992., p. 253.
• 95 •
2
Hécotr Fix-Zamudio, La garantía jurisdiccional de la Constitución mexicana, (edición
facsimilar de 1955), México, unam-Porrúa-IMDPC, 2015, p. 9.
3
José María Lozano, Tratado de los derechos del hombre. Estudio del derecho constitucional
patrio en lo relativo a los derechos del hombre conforme a la Constitución de 1857 y a la
Ley Orgánica de Amparo de Garantías de 20 de enero de 1869, México, Imprenta del
Comercio, de Dublán y Compañía, 1876, pp. 338-339.
4
Héctor Fix-Zamudio, La garantía jurisdiccional…, op. cit., pp. 9-10.
5
Ignacio Burgoa, El juicio de amparo, 38ª ed., México, Porrúa, 2001, p. 104.
6
Fernando Serrano Migallón, Historia mínima de las constituciones en México, México,
El Colegio de México, 2013, p. 171
7
Ignacio Burgoa, op. cit., p. 105.
sólo para los mexicanos, sino incluso para los extranjeros introducidos
legalmente en la República.8 La nueva regulación surgida con las Leyes
Constitucionales tendría otra innovación respecto al texto constitucio-
nal de 1824: la creación del Supremo Poder Conservado para proteger
el orden constitucional y lograr el equilibrio de poderes que no había
sido conseguido durante los años que siguieron a la consecución de la
independencia del país.
El Supremo Poder Conservador tendría facultades de control de ín
dole político derivadas de las facultades que le otorgaba la Segunda de
las Leyes Constitucionales de 1836. En ella, se señalaba que este órga-
no, entre otras cosas, podría:
1) Declarar la nulidad de una ley o decreto, dentro de dos meses
después de su sanción, cuando fueran contrarios a algún artículo expre-
so de la Constitución, y le exigieran dicha declaración, el supremo poder
Ejecutivo, la alta Corte de Justicia o parte de los miembros del po-
der legislativo, en representación que firmaran dieciocho, por lo menos;
2) Declarar, excitado por el poder legislativo o por la Suprema Corte
de Justicia, la nulidad de los actos del poder Ejecutivo, cuando fueran
contrarios a la Constitución o a las leyes, haciendo esta declaración den
tro de cuatro meses contados desde que se comunicaran esos actos a
las autoridades respectivas;
3) Declarar en el mismo término la nulidad de los actos de la Supre-
ma corte de Justicia, excitado por alguno de los otros poderes, y sólo
en el caso de usurpación de facultades. Si la declaración fuere afirma-
tiva, se mandarían los datos al tribunal respectivo para que, sin necesidad
de otro requisito, procediera a la formación de causa, y al fallo a que
hubiera lugar, y
4) Dar o negar la sanción a las reformas a la Constitución que acor-
dare el Congreso, previas las iniciativas, y en el modo y forma que es-
tableciera la ley constitucional respectiva.
8
En este sentido, el artículo 12 del texto constitucional de 1836 señalaba: “Los ex
tranjeros introducidos legalmente en la República, gozan de todos los derechos natura
les, y además, los que se estipulen en los tratados, para los súbditos de sus respectivas
naciones, y están obligados a respetar la religión, y sujetarse a las leyes del país en los
casos que puedan corresponderles”.
9
El artículo 11 de la Segunda de las Leyes Constitucionales señalaba que para ser miem-
bro del Supremo Poder Conservador se requería: 1) Ser mexicano por nacimiento y
estar en ejercicio de los derechos de ciudadano; 2) Tener el día de la elección cuarenta
años cumplidos y un capital (físico o moral) que produjera por lo menos tres mil pesos
de renta anual, y 3) Haber desempeñado alguno de los cargos siguientes: presidente o
vicepresidente de la República, senador, diputado, secretario del despacho o magistra-
do de la Suprema Corte de Justicia.
10
Fernando Serrano Migallón, op. cit., p. 197.
11
No obstante, es necesario considerar que en el control político ejercido por el Supremo
Poder Conservador era patente la ausencia del agraviado, la carencia absoluta de rela-
ción procesal y la falta de efectos relativos en sus decisiones que, en principio, corres-
ponderían al juicio de amparo. Ignacio Burgoa, op. cit., pp. 107-108.
Los Diputados, los Senadores, los Secretarios del Despacho, el mismo Presi-
dente de la República, pueden afectarse de sus propios intereses, del de sus
parientes y amigos, ó de pasiones y caprichos. Es necesaria mucha firmeza de
alma, y una virtud no solo filosófica sino verdaderamente evangélica, para
que uno de esos funcionarios no haga, ó por lo menos no apoye, una ini-
ciativa de ley que favorezca sus miras, aún cuando se oponga á algún artícu-
lo constitucional.
12
Ibidem, p. 109.
13
Este voto particular puede consultarse en www.constitucion1917.gob.mx.
14
Como ejemplo de esas facultades basta mencionar que la fracción XV del artículo 17
de la Cuarta de las Leyes Constitucionales señalaba como una de las atribuciones del
presidente de la República el intervenir en el nombramiento de los jueces e individuos
de los tribunales de justicia.
15
Ignacio Burgoa, op. cit., p. 110.
16
Héctor Fix-Zamudio y Héctor Fix-Fierro, “Comentario al artículo 103 constitucional”,
en AA. VV., Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Comentada, 13ª ed.,
México, unam-Porrúa, 1998, t. II. pp. 1030-1031.
17
Eduardo Ferrer Mac-Gregor, Comentario al artículo 103, p. 374.
18
Héctor Fix-Zamudio, “Algunos aspectos de la obra jurídica de Manuel Crescencio
21
Ibidem, p. 489.
22
Ibidem, p. 490.
23
Idem.
José Enrique Capetillo Trejo, “La Constitución yucateca de 1841 y la reforma consti-
24
Hoy el pueblo yucateco entra en el pleno y más perfecto goce de sus impres-
criptibles derechos. No han sido, pues, inútiles, los largos padecimientos y
costosos sacrificios ofrecidos gustosamente ante las aras de nuestra amada
y cara patria. Ellos han hecho acreedores a los yucatecos a tener unas insti-
tuciones eminentemente liberales y protectoras de las garantías individuales.
¡Sí! Allí, en esa pequeña carta fundamental, que hoy os presentan vuestros
representantes, correspondiendo a la alta confianza que les dispensasteis,
está consignado cuanto pudierais desear para nuestra dicha y común prospe-
ridad […]25
25
Idem.
26
Este artículo señalaba como derechos de todo habitante del estado, fuera nacional o
9) Poder imprimir y circular sus ideas sin necesidad de previa censura; sujetándose
por los abusos que cometiera, a las penas de la ley; 10) Poder adquirir bienes raíces,
rústicos o urbanos, y dedicarse a cualquier ramo de industria; 11) No poderse catear
la casa de su habitación, su correspondencia ni papeles, sino por disposición de juez
competente, y con los requisitos que las leyes establecieran, y 12) Pedir libre y mode-
radamente la observancia de la constitución y leyes.
27
Así se establecía en el artículo 9º de la Constitución yucateca de 1841.
28
Héctor Fix-Zamudio, Algunos aspectos …, op. cit., pp. 493-494.
29
Ibidem, p. 495.
30
En el modelo de Otero se conservaba el control político de la Constitución de 1836,
pero ya no era ejercido por el Poder Conservador, sino por las legislaturas de los esta
dos, a las cuales correspondía hacer la declaración de inconstitucionalidad de las leyes del
Congreso General a petición del Presidente, de acuerdo con su Consejo, de dieciocho
diputados; seis senadores o tres legislaturas. En este caso, la Suprema Corte fungía como
mero órgano de escrutinio. Véase Ignacio Burgoa, op. cit., pp. 115-116.
31
Idem.
32
Ibidem, pp. 116-117.
33
Héctor Fix-Zamudio, “Acta Constitutiva y de Reformas, 1847”, en Patricia Galeana
(comp.), México y sus constituciones, 2ª ed., México, Fondo de Cultura Económica, 2003,
pp. 204-205.
34
Ignacio Burgoa, op. cit., p. 117.
35
Héctor Fix-Zamudio, Acta Constitutiva…, op. cit., p. 206.
Idem. En este sentido Otero expresó en su voto particular: “La necesidad de reformar
36
Los ataques dados por los poderes de los Estados y por los mismos de la
Federación a los particulares, cuentan entre nosotros por desgracia numero-
sos ejemplares, para que no sea sobremanera urgente acompañar el restable-
cimiento de la Federación con una garantía suficiente para asegurar que no
se repetirán más. Esta garantía sólo puede encontrarse en el poder judicial,
protector nato de los derechos de los particulares, y por esta razón el solo
conveniente. Aun en las monarquías absolutas, refugiada la libertad en el
recinto de los tribunales, ha hecho que la justicia encuentre allí un apoyo
cuando han faltado todas las garantías políticas. Un escritor profundo ha
observado que la amplitud y respetabilidad del Poder Judicial era el más se-
guro signo de la libertad de un pueblo, y por esto yo no he vacilado en pro-
poner al Congreso que eleve a grande altura el Poder Judicial de la Federa-
ción, dándole el derecho de proteger a todos los habitantes de la República
en el goce de los derechos que les aseguren la Constitución y las leyes cons-
titucionales, contra todos los atentados del Ejecutivo o del Legislativo, ya de
los Estados o de la Unión. En Norte-América este poder salvador provino
de la Constitución, y ha producido los mejores efectos. Allí el juez tiene que
sujetar sus fallos antes que todo a la Constitución; y de aquí resulta que cuando
la encuentra en pugna con una ley secundaria, aplica aquélla y no ésta, de
modo que sin hacerse superior a la ley ni ponerse en oposición contra el Po-
evidencia de los hechos ¿Quién al recordar que bajo esa Constitución comenzaron
nuestras discordias civiles, y que ella fue tan impotente contra el desorden, que en vez
de dominarlo y dirigir la sociedad, tuvo que sucumbir ante él, podrá dudar que ella
misma contenía dentro de sí las causas de su debilidad y los elementos de disolución
que minaban su existencia? Y si pues esto es así, como lo es en realidad, ¿será un bien
para nuestro país el levantarla sin más fuerza ni más vigor que antes tenía, para que
vuelva a ser una mera ilusión su nombre? ¿No sería decretar la ruina del sistema federal
restablecerlo bajo las mismas condiciones con que la experiencia ha demostrado que
no puede subsistir, y precisamente hoy que existen circunstancias mucho más desfavo-
rables que aquella que bastaron para destruirlo? Ni la situación de la República puede
ya sufrir por más tiempo un estado incierto y provisional: la gravedad de sus males, la
fuerza con que los acontecimientos se precipitan, demandan pronto y eficaz remedio;
y pues que él consiste en el establecimiento del orden constitucional, no menos que en
la conveniencia y solidez de la manera con que se fije, parece fuera de duda que es de
todo punto necesario proceder sin dilación a las reformas”. Este voto está contenido
en Felipe Tena Ramírez, Leyes fundamentales de México, pp. 443-468.
37
Ibidem, pp. 464-465.
38
A este control jurisdiccional se unía en los artículos 22, 23 y 24 del Acta de Reformas
un complejo sistema de control por parte del Congreso General y las legislaturas de los
Estados para anular leyes federales o locales contrarias a la Constitución. Estos artícu-
los señalaban lo siguiente: Artículo 22.- Toda ley de los Estados que ataque la Consti-
tución o las leyes generales, será declarada nula por el Congreso; pero esta declaración
sólo podrá ser iniciada en la Cámara de Senadores. Artículo 23.- Si dentro de un mes
de publicada una ley del Congreso General, fuere reclamada como anti-constitucional,
o por el Presidente, de acuerdo con su ministerio, o por diez diputados, o seis senado-
res, o tres Legislaturas, la Suprema Corte, ante la que se hará el reclamo, someterá la
ley al examen de las Legislaturas, las que dentro de tres meses, y precisamente en un
mismo día, darán su voto. Las declaraciones se remitirán a la Suprema Corte, y ésta
publicará el resultado, quedando anulada la ley, si así lo resolviere la mayoría de las Le-
gislaturas. Artículo 24.- En el caso de los dos artículos anteriores, el Congreso general
y las Legislaturas a su vez, se contraerán a decidir únicamente si la ley de cuya invalidez
se trate es o no anti-constitucional; y en toda declaración afirmativa se insertarán la
letra, la ley anulada y el texto de la Constitución o ley general a que se oponga. Sobre
este punto véase Luciano Silva Ramírez, El control judicial de la constitucionalidad y el
juicio de amparo en México, México, unam-Porrúa, 2008, p. 174.
39
Héctor Fix-Zamudio y Eduardo Ferrer Mac-Gregor, El derecho de amparo en México,
p. 466. Para abundar sobre el tema véase también Francisco Zarco, Historia del Congre-
so Extraordinario Constituyente, México, El Colegio de México, 1956, pp. 988-989.
40
Ignacio Burgoa, op. cit., p. 121.
41
Esta parte del dictamen puede leerse en Jesús A. Arroyo Moreno, “El juicio de amparo
en la Constitución de 1857”, en Moreno-Bonett, Margarita y López Castillo, Martha
(coords.), La Constitución de 1857. Historia y legado. Edición conmemorativa del Bicen-
tenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución mexicanas (1810-1910),
México, unam-Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 2008, pp. 357-358.
42
Idem.
43
Ignacio Burgoa, op. cit., p. 122.
44
Idem.
45
Ibidem, p. 123.
y formas del orden jurídico que serían determinados por una ley. Ade-
más, en este precepto se indicaría que la sentencia que recayera en dichos
juicios sería siempre tal, que sólo se ocuparía de individuos particula-
res limitándose a protegerlos y ampararlos en el caso especial sobre que
versara el proceso, sin hacer ninguna declaración general respecto de la
ley o acto que la motivare.
46
Héctor Fix-Zamudio, Ensayos sobre el derecho de amparo, pp. 439-440. Debe men-
independientes que hagan efectivas las garantías individuales contra los aten-
tados y excesos de los agentes del poder público y que protejan el goce quieto
y pacífico de los derechos civiles de que ha carecido hasta hoy.47
47
Este mensaje al Constituyente se encuentra en Felipe Tena Ramírez, op. cit., pp. 745-
764.
Héctor Fix-Zamudio, Ensayos sobre el derecho…, op. cit., p. 440. Este autor señala que
48
en la propia exposición de motivos Carranza señalaba: “el pueblo mexicano está ya tan
acostumbrado al amparo en los juicios civiles, para librarse de las arbitrariedades de los
jueces, que el Gobierno a mi cargo ha creído que sería no sólo injusto, sino impolítico,
privarlo ahora de tal recurso, estimando que bastará limitarlo únicamente a los casos
de verdadera y positiva necesidad dándole un procedimiento fácil y expedito para que
sea efectivo, como se servirá ver la Cámara en las bases que se proponen para su regla-
mentación”.
49
Idem.
Estas ideas darían paso a la aprobación de los artículos 103 y 107 cons-
titucionales que, en la Constitución de 1917, regularían el juicio de am-
paro. Por lo que respecta al primero de estos preceptos, que establecería
la procedencia genérica del juicio de amparo, es necesario señalar que
sólo se darían pequeños cambios respecto al artículo 101 de la Consti-
tución de 1857. En efecto, el Constituyente de 1917 cambiaría la frac-
ción I del artículo 103 para establecer que los tribunales de la Federación
resolverían toda controversia que se suscitara por leyes o actos de “la
autoridad” que violaran las garantías individuales. Fuera de esta modi-
ficación, las fracciones II y III, que regulan el conocido “amparo sobe-
ranía” se mantendrían inalteradas.
El artículo 107, sin embargo, iría mucho más allá de lo que habían
establecido los Constituyentes de 57 en el artículo 102. En él se senta
rían las bases de una institución que sería referente como medio de
protección del orden constitucional y los derechos en él contenidos en
el mundo. Este precepto señalaba, en primer lugar, que todas las con-
troversias de que hablaba el artículo 103, se seguirían a instancia de la
parte agraviada, por medio de procedimientos y formas del orden jurí-
dico que determinara una ley, que tendría que ajustarse a las bases con-
templadas en el texto constitucional. La primera de estas bases era que,
en el amparo, la sentencia sería siempre tal, que sólo se ocuparía de
individuos particulares, limitándose a ampararlos y protegerlos en el
caso especial sobre el que versara la queja, sin hacer una declaración ge-
neral respecto de la ley o acto que la motivare.
50
Ibidem, p. 441.
del recurso, acompañando dos copias, una para el expediente y otra que
se entregaría a la parte contraria.
En los juicios civiles, de acuerdo con lo que se establecería en la
base sexta, la ejecución de la sentencia definitiva, sólo se suspendería si
el quejoso daba fianza de pagar los daños y perjuicios que la suspensión
ocasionare, a menos que la otra parte diese contrafianza para asegurar
la reposición de las cosas al estado que guardaban si se concediese el
amparo, y pagar los daños y perjuicios consiguientes. En este caso se
anunciaría la interposición del recurso como indicaba la base quinta.
En la fracción VII se establecía como otra de las bases que regula-
rían esta institución que, cuando se quisiera pedir amparo contra una
sentencia definitiva, se solicitaría de la autoridad responsable copia cer-
tificada de las constancias que el quejoso señalare, la que se adicionaría
con las que indicare la otra parte dando en ella la misma autoridad res
ponsable, de una manera breve y clara las razones que justificaran el acto
que se reclamaría, de las que se dejaría nota en los autos.
Cuando el amparo se pidiera contra una sentencia definitiva, según
lo señalado en la fracción VIII del artículo 107, se interpondría direc-
tamente ante la Suprema Corte, presentándole el escrito con la copia
de que hablaba en la fracción VII, o remitiéndolo por conducto de la
autoridad responsable o del Juez De Distrito del Estado a que perte-
neciera. La Corte dictaría entonces sentencia sin más trámite ni diligen-
cia que el escrito en que se interpusiera el recurso, el que produjera la
otra parte y el Procurador General o el Agente que al efecto designare,
y sin comprender otra cuestión legal que la que la queja contuviera.
Ahora bien, de conformidad con la novena base, cuando se tratara
de actos de autoridad distinta de la judicial, o de actos de ésta ejecu-
tados fuera de juicio o después de concluido; o de actos en el juicio
cuya ejecución fuera de imposible reparación o que se afectara a perso-
nas extrañas al juicio, el amparo se pediría ante el Juez de Distrito bajo
cuya jurisdicción estuviera el lugar en que el acto reclamado se ejecu-
tara o tratara de ejecutarse, limitándose la tramitación al informe de la
autoridad, a una audiencia para la cual se citaría en el mismo auto en que
se mandara pedir el informe y que se verificaría a la mayor brevedad
posible, recibiéndose en ella las pruebas que las partes interesadas ofre-
cieran, y oyéndose los alegatos, que no podrían exceder de una hora
Conclusiones
El juicio de amparo ha sido, desde que surgió en el siglo xix, una ins-
titución fundamental en la historia constitucional del país. Desde su
concepción como un modelo de protección que combinó influencias
externas como la tradición española y las declaraciones de derechos de
origen francés con el paradigma norteamericano de control de la cons-
titucionalidad a cargo de los jueces, su objetivo fue la protección de los
derechos humanos clásicos contra leyes actos de autoridad.51 No obs-
tante, como señala Héctor Fix-Zamudio, los creadores del amparo no
se imaginaron que esta institución se utilizaría, como ha sucedido, para
proteger otros derechos que no fuesen los consagrados constitucional-
mente como fundamentales, ya que para ellos el propósito esencial de
este medio de control era la tutela de los derechos humanos frente a
actos concretos o a disposiciones legislativas, además de, a partir de la
entrada en vigor de la Constitución de 1857, proteger el ámbito de com-
petencias de la Federación y de los estados, pero siempre por conducto
de la afectación de los citados derechos. Fueron entonces diversos fac-
tores de carácter social, jurídico e inclusive cultural los que hicieron
que se desdibujara la idea original del juicio de amparo, al incorporársele
51
Héctor Fix-Zamudio, El amparo mexicano…, op. cit., p. 255.
52
Ibidem, p. 256.
53
En este sentido, véase, por ejemplo, Eduardo Ferrer Mac-Gregor y Rubén Sánchez
y operar una figura que, estamos seguros, seguirá siendo un pilar fun-
damental del sistema jurídico mexicano.
Bibliográficas
*
Catedrático de la Facultad de Derecho de la unam.
**
Profesor de la Facultad de Derecho de la unam.
1
Carl Schmitt, Il custode della costituzione, Milán, Giuffrè, 1981, pp. 27 y siguientes.
• 125 •
2
Hans Kelsen, ¿Quién debe ser el defensor de la Constitución?, Madrid, Tecnos, 1995.
3
Estas dos direcciones, tomando en cuenta los modelos del área germánica en que
tuvieron origen, son conocidos com Verfassungsgerchtsbarkeit y Staatsgerichtsbarkeit.
4
Enzo Cheli, Il giudice delle leggi, Bolonia, Il Mulino, 2005, p. 13.
5
Véase
Giancarlo Rolla, Garantía de los derechos fundamentales y justicia cons-
titucional, México, Porrúa-Instituto Mexicano de Derecho Procesal Consti-
tucional, 2006, p. 117 y Gustavo Zagrebelsky, El derecho dúctil. Ley, derechos,
justicia, Madrid, Trotta, 1995, pp. 47 y y siguientes
6
Véase
al respecto Francisco Fernández Segado, “La dinamización de los me-
canismos de garantía de los derechos y de los intereses difusos en el Estado so
cial”, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, núm. 83, 1995, p. 564.
7
Francisco
Rubio Llorente, La forma del poder, Madrid, Centro de Estudios
Constitucionales, 1993, p. 630. Ricardo J. Sepúlveda señala en este mismo
sentido que el hecho de que se reconozca formalmente a los derechos huma
nos en los textos constitucionales no garantiza su plena protección. Véase
“El derecho constitucional de los derechos humanos”, en Eduardo Ferrer
Mac-Gregor y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea (coords.), La ciencia del de-
recho procesal constitucional. Estudios en homenaje a Héctor Fix-Zamudio en
sus cincuenta años como investigador del derecho, t. IX: Derechos humanos
y tribunales internacionales, México, unam/Instituto Mexicano de Derecho
Procesal Constitucional/Marcial Pons, 2008, pp. 280-281.
El control j u r isdicciona l
de constit uciona lida d
y con v enciona lida d en M éx ico
8
Cfr. Elisur Arteaga Nava y Laura Trigueros Gaisman, Diccionarios Jurídicos
Temáticos, 2a. ed., t. 2, México, Oxford University Press, 2000, p. 15.
9
Véase el voto concurrente razonado que el entonces juez de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos Sergio García Ramírez emitió en el caso Tibi vs. Ecuador.
10
José Ramón Cossío, “Primeras implicaciones del caso Radilla”, p. 32 y y siguientes
11
Estos procedimientos son: el juicio de amparo, la controversia constitucional y acción
13
Estos casos son Rosendo Radilla Pacheco; Fernando Ortega y otros; Rosendo Cantú y
otros, y Cabrera García y Montiel Flores, todos contra los Estados Unidos Mexicanos.
14
Eduardo Ferrer Mac-Gregor y Rubén Sánchez Gil, op. cit. n. 81, pp. 14-15.
15
José de Jesús Orozco Henríquez, “Los derechos humanos y el nuevo artículo 1o. cons
titucional”, Revista del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla. México, año V, núm.
28, julio-diciembre de 2011, p. 88. Como señala Carmona Tinoco, con la reforma
constitucional el texto del artículo 1º “no hace referencia únicamente a los tratados in-
ternacionales de derechos humanos, sino a los derechos humanos previstos en tratados
internacionales; esto es, se amplía el espectro tomando en cuenta el criterio de los dere-
chos, y no el de los instrumentos que los contienen. En pocas palabras, se contemplan
no sólo los tratados cuya naturaleza y esencia sea de derechos humanos, sino también
las disposiciones que contengan tales derechos, así se encuentren en tratados internacio-
nales que no formen parte del grupo reconocido de tratados de derechos humanos; por
ejemplo, lo que ocurre con muchos tratados derivados de la Organización Internacional
del Trabajo, o lo sucedido con la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares,
de cuyo artículo 36 la Corte Interamericana derivó, en la opinión consultiva 16, reglas
básicas del debido proceso en caso de extranjeros sometidos a juicio en un país diverso
al de su origen”. Véase Jorge Ulises Carmona Tinoco, “La reforma y las normas de de-
rechos humanos previstas en los tratados internacionales”, en Miguel Carbonell y Pedro
Salazar, (coords.), La reforma constitucional de derechos humanos: un nuevo paradigma.
México, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la unam, 2011, p. 45.
16
Se hace referencia a juzgadores porque dado que todas las autoridades están obligadas
a proteger y garantizar los derechos humanos, el control al que se hace referencia debe
ser ejercido no sólo por los órganos pertenecientes formalmente al poder judicial, sino
también por todos aquellos que estén investidos de atribuciones materialmente juris-
diccionales.
17
Sergio García Ramírez, “El control judicial interno de convencionalidad”, p. 149.
18
José Ramón Cossío, op. cit., p. 42.
19
La Corte ha señalado en el punto 36 de la multicitada resolución del expediente varios
912/2010, que “Ambas vertientes de control se ejercen de manera independiente
y la existencia de este modelo general de control no requiere que todos los casos
sean revisables e impugnables en ambas. Es un sistema que […] es concentrado en
una parte y difuso en otra y que permite que sean los criterios e interpretaciones
constitucionales, ya sea por declaración de inconstitucionalidad o por inaplicación, los
que finalmente fluyan hacia la Suprema Corte para que sea ésta la que determine cuál
es la interpretación constitucional que finalmente debe prevalecer en el orden jurídico
nacional”.
20
Sobre las diferencias entre los sistemas de control difuso y concentrado véase Elena I.
Highton, “Sistemas concentrado y difuso de control de constitucionalidad”, en Bogdandy,
Armin von, et al., (cords.), La Justicia Constitucional y su Internacionalización. ¿Hacia
un Ius Constitutionale Commune en América Latina? t. I, México, unam-Instituto
de Investigaciones Jurídicas-Max-Plank-Institut für ausländisches öffentliches Recht
and Völkerrecht-Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional, 2011, pp. 107-
117.
21
En este sentido José Ramón Cossío, op. cit., p. 38.
22
Humberto Suárez Camacho hace un recuento del desarrollo de las controversias consti-
tucionales de 1917 a 1994. Este autor, además de señalar la reforma de 1967, en la que
se estableció que la controversia procedería en los casos en que se señalaran en la ley, así
como la de 1993, en la que se contempla al entonces Distrito Federal como uno de los
sujetos legitimados para promover este medio de control, hace referencia también a la
evolución jurisprudencial de las controversias al referir que durante este periodo “se en-
cuentran diferentes criterios aplicados a las controversias constitucionales, como aquel
en donde se sostuvo que a la Suprema Corte le correspondía la competencia de manera
originaria y exclusiva de este medio de control, siempre y cuando fuera a instancia de
parte. Además, se señaló que únicamente podían conocerse los conflictos en los cuales
la Federación y los estados reclamaran invasiones a sus respectivas esferas y, por tanto,
el juicio de amparo resultaba improcedente en estos casos. También, la Suprema Corte
sostuvo la necesidad de que las controversias constituyeran un auténtico juicio en el que
la parte actora demostrara su interés jurídico y, tratándose de conflictos entre poderes
de un mismo Estado, necesariamente resultara vulnerada la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Por lo que respecta a la normatividad jurídica aplicable en
la resolución de las controversias, la Corte consideró que debía tramitarse con apoyo en el
Código Federal de Procedimientos Civiles y que no podía plantearse en ningún caso
por particulares, ya que no son órganos estatales y la resolución no afecta sus intereses.
En el caso de los municipios, la Corte no les reconoció legitimación activa porque se
consideraba que no eran poderes públicos. Por último, destaca el rechazo en diversos
casos a la legitimación de aquellos funcionarios que se ostentaron como poderes, ya que
sólo podían actuar como tales quienes demostraran su existencia legal, indudable y sin
discusión alguna”. Véase Humberto Suárez Camacho, El sistema de control constitucio-
nal en México, México, Porrúa, 2007, pp. 287-296.
23
La fracción I del artículo 105 constitucional ha sido objeto de reformas constitucio-
nales a través de las cuales se han ampliado el número de sujetos legitimados para in-
terponerla y los casos en los que procede. Actualmente, este numeral señala: “Artículo
105. La Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, en los términos que señale
la ley reglamentaria, de los asuntos siguientes: I. De las controversias constitucionales
que, con excepción de las que se refieran a la materia electoral, se susciten entre: a) La
Federación y una entidad federatival; b) La Federación y un municipio; c) El Poder
Ejecutivo y el Congreso de la Unión; aquél y cualquiera de las Cámaras de éste o, en su
caso, la Comisión Permanente; d) Una entidad federativa y otra; e) Derogada; f) De-
rogada; g) Dos municipios de diversos Estados; h) Dos Poderes de una misma entidad
federativa, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales; i) Un Es-
tado y uno de sus municipios, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposiciones
generales; j) Una entidad federativa y un Municipio de otra o una demarcación terri-
torial de la Ciudad de México, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposiciones
generales, y k) Derogada; l) Dos órganos constitucionales autónomos, y entre uno de
éstos y el Poder Ejecutivo de la Unión o el Congreso de la Unión sobre la constitucio-
nalidad de sus actos o disposiciones generales. Lo dispuesto en el presente inciso será
aplicable al organismo garante que establece el artículo 6º de esta Constitución.
“Siempre que las controversias versen sobre disposiciones generales de las entidades
federativas, de los Municipios o de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de
México impugnadas por la Federación; de los Municipios o de las demarcaciones terri-
toriales de la Ciudad de México impugnadas por las entidades federativas, o en los casos
a que se refieren los incisos c) y h) anteriores, y la resolución de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación las declare inválidas, dicha resolución tendrá efectos generales
cuando hubiere sido aprobada por una mayoría de por lo menos ocho votos.
“En los demás casos, las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia tendrán efectos
únicamente respecto de las partes en la controversia”.
bito competencial por parte de otro nivel de gobierno (y, sería necesario
agregar también, a partir de la reforma del 11 de junio de 2013, de
otro órgano constitucional autónomo) a través de actos o disposicio-
nes generales, todo ello en aras de respetar las facultades y atribuciones
conferidas a cada uno por la propia Constitución General de la Repú-
blica24. La naturaleza de las controversias constitucionales evidencia,
por tanto, que éstas son instrumentos procesales cuyo fin es conservar
la normativa constitucional y prevenir sus violaciones; sin embargo,
cabría preguntarse si este tipo de instrumentos pueden considerarse
como un medio de control a través del cual puedan protegerse derechos
humanos.
Para dar respuesta a la interrogante planteada tendría que resolver-
se, en primer lugar, si las controversias constitucionales tienen como
fin el control de regularidad constitucional sólo de la parte orgánica
del texto constitucional o si este control se extiende también a la parte
dogmática. El Pleno de la Suprema Corte se ha pronunciado al respec-
to, señalando que las controversias constitucionales buscan dar unidad
y cohesión a los órdenes jurídicos federal, estatal y municipal en las re-
laciones de las entidades u órganos de poder que las conforman, for-
taleciendo el federalismo y garantizando la supremacía de la Constitución
al determinar que la actuación de las autoridades debe ajustarse a lo
establecido en ella. Por tanto, dada la naturaleza total que tiene el or-
den constitucional, en cuanto tiende a establecer y proteger todo el
sistema de un Estado de derecho, su defensa debe ser también integral
y, consecuentemente, las controversias constitucionales se presentan de
esta forma como un medio de protección tanto de la parte orgánica como
de la dogmática de la Norma Suprema, dado que no es posible parcia-
lizar este importante control25. Es más, la Corte ha señalado también
que el “análisis sistemático del contenido de los preceptos de la Cons-
24
Controversia constitucional. Es improcedente analizar en esta vía la legalidad del acto
impugnado, por vicios propios, cuando el actor carece de interés legítimo, Tesis Aislada
1a. CLXXXI/2009, Novena Época, Primera Sala, Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, t. XXX, octubre de 2009, p. 1002.
25
Controversia constitucional. El control de la regularidad constitucional a cargo de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, autoriza el examen de todo tipo de violaciones
a la Constitución Federal, Tesis P./J. 98/99, Novena Época, Pleno, Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, t. X, septiembre de 1999, p. 703.
26
Controversia constitucional. La finalidad del control de la regularidad consitucional a
28
Héctor Fix Zamudio y Salvador Valencia Carmona, Las reformas en derechos humanos,
30
Como muestra basta mencionar la acción de inconstitucionalidad 17/2011 por medio
31
Ésta es además la única vía para plantear la no conformidad de leyes electorales a la
Constitución.
El j u icio de a m pa ro
32
Acción de inconstitucionalidad promovida por un organismo de protección de los de-
33
Héctor Fix Zamudio y Héctor Fix Fierro, “Amparo”, p. 240.
34
Ibidem, pp. 241-247.
35
La Comisión estuvo integrada por Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza,
César Esquinca Muñoz, Manuel Ernesto Saloma Vera, José Ramón Cossío Díaz, Hé-
ctor Fix Zamudio, Javier Quijano Baz y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
36
Sobre los antecedentes de las reformas en materia de amparo véase Héctor Fix Zamudio
y Salvador Valencia Carmona, op. cit., pp. 55-56.
37
Eduardo Ferrer Mac-Gregor y Rubén Sánchez Gil, El nuevo juicio de amparo, p. 32.
38
Ibidem, p. 39. Debe considerarse, sin embargo, que de acuerdo con lo resuelto en la
contradicción de tesis 293/2011, esta ampliación encuentra como límites las suspen-
siones o restricciones contenidas en el propio texto constitucional.
39
Héctor Fix Zamudio y Salvador Valencia Carmona, op. cit., pp. 72-77. Es oportuno
señalar que tratándose de actos o resoluciones provenientes de tribunales judiciales, ad-
ministrativos o del trabajo, el quejoso deberá aducir ser titular de un derecho subjetivo
que se afecte de manera personal y directa.
40
Eduardo Ferrer Mac-Gregor y Rubén Sánchez Gil, El nuevo juicio de amparo, p. 52.
41
Héctor Fix Zamudio y Salvador Valencia Carmona, op. cit., p. 85.
42
Suspensión. Para resolver sobre ella es factible, sin dejar de observar los requisitos
44
De esta forma, se podría impugnar a través de esta vía la vulneración a derechos como
45
El párrafo sexto de este numeral señala que, sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo
105 de la Constitución, las salas del Tribunal Electoral podrán resolver la no aplicación
de leyes sobre la materia electoral contrarias a la Constitución Federal.
Conclusiones
Bibliográficas
Hemerográficas
El Poder Judicial se extenderá a todos los casos que de acuerdo con la ley y
la equidad emanen de esta constitución, así como a los tratados celebrados o
por celebrarse, bajo su autoridad; en todos aquellos que conciernen a emba-
jadores, otros ministros públicos y cónsules; a todos los casos de jurisdicción
*
Profesor de la Facultad de Derecho de la unam.
• 153 •
1
Covián Andrade, Miguel, Teoría constitucional, Volumen segundo, Centros de Estu-
dios de Ingeniería Política y Constitucional, A.C., CEDIPC, México 2004, p. 563, citado
en Silva Ichazo, Iñaki Andoni, La controversia constitucional como medio de control
constitucional.
todos los jueces tanto locales como federales, de calificar como ilegales
las disposiciones jurídicas que sean aplicadas en procesos concretos,
por ser contrarias a la constitución. Por esa razón los efectos que de la
sentencia surjan únicamente son aplicados a las partes que en el pro-
ceso se encuentren.
El sistema concentrado surgió ante la publicación de las constitu-
ciones de Austria y Checoslovaquia en la década de 1920. Su principal
característica es la creación de un Tribunal cuyo único objetivo es velar
los principios constitucionales. Los efectos de la sentencia son oponibles
a terceros.
México, como se analizará más adelante, cuenta con un sistema hí-
brido o ecléctico, pues toma de ambos sistemas características propias.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se erige como un tribunal
constitucional mediante los medios de control de constitucionalidad
que debe resolver; a pesar de ello existe la obligación de los jueces tan-
to locales como federales de sujetarse a lo señalado en la Constitución.
(artículo 133)
Concepto
Siempre que las controversias versen sobre disposiciones generales de las en-
tidades federativas, de los Municipios o de las demarcaciones territoriales de
la Ciudad de México impugnadas por la Federación; de los Municipios o de
las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México impugnadas por las
entidades federativas, o en los casos a que se refieren los incisos c) y h) ante-
riores, y la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación las decla-
re inválidas, dicha resolución tendrá efectos generales cuando hubiere sido
aprobada por una mayoría de por lo menos ocho votos.
En los demás casos, las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia
tendrán efectos únicamente respecto de las partes en la controversia.
Requisitos de la Demanda
2
Tesis P/J 21/2007, Seminario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
• Incidentes
a) La nulidad de notificaciones;
b) La reposición de autos; y
c) La falsedad de documentos.
• La Sentencia
VII.
En cuanto a la ejecución de la sentencia, dicta el artículo 46 que
Concepto
3
Y en este caso el acto de autoridad impugnado por la controversia constitucional.
• Legitimación
• Improcedencia y Sobreseimiento
La improcedencia de la acción de inconstitucionalidad está regulada en el
artículo 19 y 65 de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del Ar-
• Procedimiento
• Recursos
L
Introducción
*
Doctor por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México,
y profesor de la División de Estudios de Posgrado de la misma institución.
1
Cfr. Avila Ornelas, Roberto. La Suprema Corte de Justicia de la Nación y la transición
democrática. SNE. México. Editorial Porrúa; Instituto Mexicano de Derecho Procesal
Constitucional. 2012. pp. 27-28.
• 171 •
2
Cfr. Ibid. pp. 312-313.
3
Cfr. Patiño Camarena, Javier. ¿Qué cosa es el Poder Constitucional Reformador?, en Con-
cha Cantú, Hugo A. (coord.), Memoria del VII Congreso Iberoamericano de Derecho
Constitucional. Mesa 5. Sistema representativo y democracia semidirecta. Asociación Ar-
gentina de Derecho Constitucional; Facultad de Derecho Universidad Complutense;
Fundación de Derecho Privado; Fundación Editorial Jurídica Venezolana; Hispamer;
Petróleos Mexicanos; Universidad Central de Chile; Universidad de Lima; Universidad
Externado de Colombia; Universidad Nacional Autónoma de México. Primera edición.
México. 2002. pp. 689-690.
4
Cfr. Vanossi, Jorge Reinaldo A. Estudios de teoría constitucional. Primera edición. Mé-
6
Cfr. Bobbio, Norberto. Teoría general del derecho. Primera edición. Quinta reimpresión.
Madrid. Editorial Debate. 1998. p. 191.
7
Cfr. Ferrer Mac-Gregor, Eduardo. Los tribunales constitucionales en Iberoamérica. Primera
15
Cfr. Prieto Sanchís, Luis. “Tribunal constitucional y positivismo jurídico”, Ferrer
Mac-Gregor, Eduardo (coord.). Derecho procesal constitucional. Quinta edición. Edi-
torial Porrúa; Colegio de Secretarios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
2006. Tomo I. pp. 480-488.
16
Cfr. Brohm… “Las funciones del tribunal constitucional…” Op. cit. p 348.
17
Cfr. Bardelli Lartirigoyen… “El juez constitucional” Op. cit. p. 17.
18
Cfr. Ahumada, Marián. “La expansión del control de constitucionalidad y el sistema
de los tribunales constitucionales”, Tribunales constitucionales y democracia. Segunda
edición. México. Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2008. pp. 89-95.
19
Cfr. Fix-Fierro… “Los tribunales constitucionales…” Op. cit. p. 51.
20
Cfr. Monroy Cabra… “Necesidad e importancia de los tribunales constitucionales…”
Op. cit. pp. 20-28.
21
Cfr. Nohlen, Dieter. “Jurisdicción constitucional y consolidación de la democracia”,
Décimo aniversario de la reestructuración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Primera edición. México. Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2005. p. 16.
22
Cfr. Nava Gomar, Salvador O. “Tribunales constitucionales y democracia”, Décimo
aniversario de la reestructuración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Primera
edición. México. Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2005. pp. 6-15.
23
Al respecto vid. Avila Ornelas, Roberto. Compilación de la normativa del Poder Judicial
27
Cfr. Fix-Zamudio… Ensayos… Op. cit. p. 754.
28
Cfr. Azuela Güitrón, Mariano. “La Suprema Corte de Justicia de México, auténtico
tribunal constitucional”, Anuario de derecho constitucional latinoamericano. Edición
2002. SNE. Montevideo. Konrad Adenauer Stitfung. 2008. pp. 22 y 115.
29
Cfr. Cossío, José Ramón. La teoría constitucional de la Suprema Corte de Justicia.
Primera edición. México. Distribuciones Fontamara. 2002. Colección doctrina jurídica
contemporánea. pp. 60-61.
30
Cfr. Avila Ornelas… Compilación de la normativa… Op. cit. p. 43.
31
Cabrera Acevedo, Lucio. La Suprema Corte de Justicia durante el gobierno del Presidente
Miguel de la Madrid Hurtado (1983-1988). Primera edición. México. Suprema Corte
de Justicia de la Nación. 2004. p. 115.
32
Cfr. Procedimiento legislativo de la reforma constitucional publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 31 de diciembre de 1994. México. Suprema Corte de Justicia de la
Nación; Dirección General de Documentación y Análisis. 2016. www.scjn.gob.mx/
legislacion.
33
Cfr. González Compeán, Miguel; y Bauer, Peter. Jurisdicción y democracia. Los nuevos
rumbos del Poder Judicial en México. SNE. México. Ediciones Cal y Arena. p. 170.
34
Cfr. Avila Ornelas… Compilación de la normativa… Op. cit. p. 32.
35
Cfr. Ferrer Mac-Gregor… Los tribunales constitucionales… Op. cit. p. 96.
36
Cfr. Carpizo, Jorge. “Reformas constitucionales al Poder Judicial Federal y a la
jurisdicción constitucional, del 31 de diciembre de 1994”, Boletín Mexicano de Derecho
Comparado. México. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Número 83. Mayo-Agosto
de 1985. www.juridicas.unam.mx. p 809.
37
Cfr. Avila Ornelas… La Suprema Corte… Op. cit. p. 146.
38
Cfr. Fix-Zamudio… Ensayos… Op. cit. p. 762.
39
Cfr. Cossío… La teoría constitucional… Op. cit. p. 64.
40
Cfr. Procedimiento legislativo de la reforma constitucional publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 6 de junio de 2011. México. Suprema Corte de Justicia de la Nación;
Dirección General de Documentación y Análisis. 2016. www.scjn.gob.mx/legislacion.
41
Cfr. Ferrer Mac-Gregor, Eduardo; y Sánchez Gil, Rubén. El nuevo juicio de amparo.
46
Cfr. Proyecto de Ley de Amparo Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitu-
ción Política de los Estados Unidos Mexicanos. SNE. México. Suprema Corte de Justicia
de la Nación. 2000. pp. 53-54.
47
Cfr. Proyecto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de la Ley de Amparo Re-
glamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. SNE. México. Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2001. pp. 32-33.
48
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor. Estudio de la defensa de la Constitución en el ordenamiento
mexicano. SNE. México. Editorial Porrúa; Universidad Nacional Autónoma de Méxi-
co. 2005. p. 285.
49
Cfr. Ferrer Mac-Gregor…; y Sánchez Gil… El nuevo juicio… Op. cit. p. 43.
50
Cfr. Avila Ornelas, Roberto. “La declaratoria general de inconstitucionalidad en el
nuevo juicio de amparo mexicano”, en Luis Ortiz, Noe (coord.) Estudios sobre el nuevo
juicio de amparo. Primera edición. Instituto Nacional de Desarrollo Jurídico. 2015.
pp. 339-340.
51
Cfr. Avila Ornelas… Compilación de la normativa… Op. cit. p. 54.
52
Cfr. Procedimiento legislativo de la reforma constitucional publicada […] el 6 de junio
55
Cfr. Carpizo, Jorge. “La función de investigación de la Suprema Corte de Justicia”, en
Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coord.). Derecho procesal constitucional. Quinta edición.
Editorial Porrúa; Colegio de Secretarios de la Suprema Corte de Justicia de la Na-
ción. 2006. Tomo II. p. 1272.
56
Cfr. Avila Ornelas… La Suprema Corte… Op. cit. p. 223.
57
Cfr. Orozco Henríquez, José de Jesús. La Suprema Corte de Justicia de la Nación a
partir de 1995 y el nuevo orden constitucional. Primera edición. México. Suprema Corte
de Justicia de la Nación. 2005. 10 años de la Novena Época. Discursos. s/n. p. 18.
58
Cfr. Avila Ornelas… La Suprema Corte… Op. cit. p. 224-225.
59
Cfr. Ibid. p. 225.
60
Cfr. Huerta Ochoa, Carla. “El control de la constitucionalidad, análisis del artículo
105 Constitucional” Boletín Mexicano de Derecho Comparado. Número 93. Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. www.
juridicas.unam.mx. p. 15.
61
Cfr. Avila Ornelas… La Suprema Corte… Op. cit. p. 314.
dado que las llevan a cabo entidades muy específicas: el tribunal cons-
titucional en el primer caso, y el órgano reformados de la ley suprema
en el otro, mismos que entre sí no guardan jerarquía, encontrándose en
una situación de paridad.
62
Cfr. Avila Ornelas… La Suprema Corte… Op. cit. p. 315.
63
Cfr. María Hernández, Antonio. “El control de constitucionalidad de una reforma
constitucional, en el derecho argentino, análisis del caso Fayt”, en Vega Gómez Juan;
y Corzo Sosa, Edgar (coords.), Memoria del VII Congreso Iberoamericano de Derecho
Constitucional. Mesa 4. Instrumentos de tutela y justicia constitucional. Asociación Ar-
gentina de Derecho Constitucional; Facultad de Derecho Universidad Complutense;
Fundación de Derecho Privado; Fundación Editorial Jurídica Venezolana; Hispamer;
Petróleos Mexicanos; Universidad Central de Chile; Universidad de Lima; Universi-
dad Externado de Colombia; Universidad Nacional Autónoma de México. Primera
edición. México. 2002. p. 271.
Cfr. Herdegen, Matthias. “La reforma constitucional: criterios de justiciabilidad”,
64
Anuario de derecho constitucional latinoamericano. Edición 2006. Tomo II. SNE. Mon
tevideo. Konrad Adenauer Stitfung. 2006. p. 133.
65
Cfr. Bobbio… Teoría general… Op. cit. pp. 216-219.
66
Cfr. Herdegen… “La reforma constitucional…” Op. Cit. p. 134.
67
Cfr. Avila Ornelas… La Suprema Corte… Op. cit. p. 316.
68
Tesis P. LXII/99. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena
69
Tesis P. LXIII/99. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena
70
Tesis. 2ª CXLI/2002. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. No-
vena Época. Noviembre de 2002. Tomo XVI. p. 455.
71
Tesis: P. LXXVI/2009. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. No-
vena Época. Diciembre de 2009. Tomo XXX. p. 15.
72
Tesis: 2ª/J. 38/2012 (10ª). Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Décima
Época. México. Abril de 2012. Tomo 2, Libro VII. p. 1063.
que señale las partes de su trabajo que quiere dejar fuera del sistema
de control.
De otra manera, se estaría avalando el hecho de que desde una
grada inferior se impidiera el funcionamiento del sistema de protección
del sistema constitucional, que incluye a la propia carta federal, lo cual
equivaldría a permitir que se establecieran causales de improcedencia
del juicio de amparo, en una normatividad ajena a la propia de dicho
instrumento procesal; pudiendo entonces concluirse que estamos ante
una disposición reglamentaria que atenta contra la propia ley suprema
que intenta proteger.
Por otra parte, la disposición en comento desarmoniza el sistema de
protección constitucional, puesto que en la normatividad adjetiva en
materia de controversias constitucionales y acciones de inconstitucio-
nalidad, no se contempla como causal de improcedencia lo relativo a
las reformas a la norma fundamental, según se desprende de los artículos
19 y 65 de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del artículo 105
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
II. Controversia constitucional.- En lo que hace a la controversia
constitucional, la Corte expresamente ha vedado la procedencia de tal
medio de control contra el proceso reformatorio de la norma fundamen
tal, argumentando que el Poder Revisor de la Constitución no está contem-
plado entre los entes con legitimación para fungir como parte procesal
en dicho medio de control, según se ha establecido en la siguiente ju-
risprudencia:
75
Tesis. P. IV/2009. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena
Época. Abril de 2009. Tomo XXIX. p. 1104.
77
Tesis. P. VIII/2009. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena
Época. Abril de 2009. Tomo XXIX. p. 1097.
78
Cfr. Avila Ornelas… La Suprema Corte… Op. cit. p. 321.
79
Cfr. Ibid. pp. 321-322.
Bobbio, Norberto. Teoría general del derecho. Primera edición. Quinta reim-
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2002.
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Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. SNE. México. Suprema Corte de Justicia de la
Nación. 2001.
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Décima Época. México.
Marzo de 2014. Tomo I, Libro 4.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena Época.
Tomo X. Septiembre de 1999.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena Época.
Septiembre de 2002.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena Época.
Noviembre de 2002. Tomo XVI.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena Época.
Abril de 2009.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Novena Época.
Diciembre de 2009. Tomo XXX.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. México. Décima Época.
Abril de 2012. Tomo 2, Libro VII.
Vanossi, Jorge Reinaldo A. Estudios de teoría constitucional. Primera edición.
México. Universidad Nacional Autónoma de México. 2002.
Introducción
*
Profesor de la Facultad de Derecho de la unam.
• 209 •
1
Heller, Herman, Fondo de Cultura Económica, México 1968, p. 255.
2
Dabin, Jean, Editorial Jus, México 1946, p. 84.
3
Weber, Max, Fondo de Cultura Económica, México 1969, Tomo II, p. 153.
4
Kelsen, Hans, unam, 2008, pp. 215-216.
Para Jacques Maritain5, “la autoridad y el poder son dos cosas diferentes:
el poder es la fuerza mediante la cual se puede obligar a otro a obedecer.
La autoridad es el derecho de dirigir y mandar, de ser oído u obedecido
por otro. La autoridad requiere el poder.”
5
Maritain, Jacques, Editorial Sarpe, Madrid 1982, p. 109.
sujetos específicos que producen efectos legales. Por otra parte, la auto
ridad representa el cauce de dicho poder, cuya actuación se encuentra
comprometida dentro del orden jurídico.
Bajo este contexto, con la obediencia se inicia el reconocimiento
de la facultad de ordenar y hacer cumplir de los gobernantes, legiti-
mándolos en su ejercicio. Para lograr dicha obediencia es indispensable
que la credibilidad en los gobernantes se mantenga, por lo que la legi-
timidad resulta de suma importancia en la medida en que las personas
son capaces de obedecer.
Por otra parte, Emilio Durkheim6 ha planteado como una tendencia
natural en la persona que ostenta el poder, su deseo de acrecentarlo,
llegando inclusive a sobrepasar los límites establecidos por la sociedad.
De igual forma, Lord Acton7 ha sostenido, refiriéndose a la natu-
raleza maligna del poder que: “power tends to corrupt and absolute
power corrupts absolutely” (el poder tiende a corromper y el poder abso
luto corrompe absolutamente).
Por ello, ante la arbitrariedad y el exceso de quien ejerce el poder,
se previene el derecho o facultad de los gobernados para imponer por
la vía jurídica, un límite a dichos abusos o incluso a ponerles fin.
6
Durkheim, Emilio, Editorial Sarpe, Madrid 1982, p. 57.
7
Frase pronunciada por ACTON, John Edward Emerich Dalberg, Arlanza Ediciones,
Buenos Aires 2004, Año 6, número 70, p. 101.
Por su parte Huerta Ochoa10 estima que: “El objeto de control es el poder
político, que es la facultad de dirigir y ordenar una comunidad política
aún en contra de la voluntad de los gobernados, mediante actuaciones
coercitivas”
8
Rodríguez Piñeiro y BRAVO Ferrer, Miguel, unam 1994, p. 18.
9
Aragón, Manuel, unam 2002, p. 81.
10
Huerta Ochoa, Carla, unam 2001, p. 55.
11
Aragón Reyes, Manuel y Aguado Renedo, César, Editorial S.L. Civitas Ediciones,
Madrid 2014, p. 213.
12
Galeotti, Sergio, Editorial S.L. Civitas Ediciones, Madrid 2014, p. 35.
13
Al respecto se sugiere consultar la obra de Valadés, Diego, unam-Porrúa, México
2000, pp. 137 y ss.
1.3.4.2.1., JURÍDICOS
Su base se origina en el orden del Derecho y se realiza por conducto de
un órgano imparcial, que solamente actúa cuando se solicita su inter-
vención. Sin duda, por su carácter objetivado y por tratarse de un control
normativizado, es el más seguro y eficaz.
1.3.4.2.2., POLÍTICOS
Por regla general, su fundamento parte de las relaciones entre órganos
y converge un sistema de pesos y contrapesos, con base en la distribu-
ción de atribuciones.
Igualmente puede ejercerse mediante un órgano político, bien sea
el poder legislativo o el ejecutivo o inclusive un órgano distinto de los
poderes tradicionales.
No obstante, este tipo de control se basa en razones de oportunidad
o de naturaleza subjetiva, motivadas de manera frecuente por intereses
partidistas, lo que impide un halo de objetividad y en consecuencia
una falta de certeza jurídica plena.
Federalismo
Los derechos humanos
14
Entre ellos Maritain, Durkheim, Akon, citados en el punto 1.2,
15
Aragón, Manuel, unam 2004, p. 102.
16
16 Fix-Zamudio, Héctor y Valencia Carmona, Salvador, unam-Porrúa, México 2005,
p. 45.
17
Kelsen, Hans. www.biblio.juridicas.unam.mx p.14
18
Kelsen, Hans, p. 89.
19
Fix-Zamudio, Héctor, Editorial Porrúa, México 1964, p. 54
www.scjn.gob.mx
22
Al efecto consultar la clásica obra de Lanz Duret, Miguel, Editorial Continental
México 1968, pp. 143-150
23
Citado por Noriega, Alfonso, unam 1993, Tomo I, p. 206.
24
Noriega p. 207.
• JUICIO DE AMPARO
• CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL
• ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
• RECURSO DE REVISIÓN CONSTITUCIONAL EN MA-
TERIA ELECTORAL
• JUICIO DE DERECHOS POLÍTICO-ELECTORALES
• JUICIO POLÍTICO
• JUICIO DE PROCEDENCIA
26
Entre ellos Fix-Zamudio, Héctor, unam 2002, p. 234.
1.6.2.2.1., ANTECEDENTES
Los antecedentes más inmediatos de este tipo de procedimiento cons-
titucional se ubican en la Constitución de 185727, específicamente en
sus artículos 97, 98 y 99.
En efecto, el artículo 97 en sus fracciones IV y V señalaba:
27
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, Imprenta del Gobierno,
México 1875, p. 56.
• La FEDERACIÓN
• Los ESTADOS
• Los PODERES DE CADA ESTADO
28
Cámara de Diputados, Miguel Ángel Porrúa, México 1994, Tomo X, p. 451.
29
Huerta Ochoa, Carla p. 169.
30
Criterio consultable en la página www.scjn.gob.mx
31
Tena Ramírez, Felipe, Editorial Porrúa, México, 2002, p. 24.
32
Esta reforma fue promulgada el 15 de diciembre de 1791, conjuntamente con otras
nueve.
33
Constitución de los Estados Unidos de América, Ediciones Luciana, México, 2002,
p.21
34
Flores Trejo, Fernando, Editorial Porrúa, México, 2015, p. 311.
35
Consultada en la página electrónica www.diputados.gob.mx
36
Sánchez Luna, Gabriela, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, México 1993.
Año XXVI, núm. 78, septiembre-diciembre, pp. 952-953.
37
Consultada en la página www.diputados.gob.mx
Alarcón Segovia, Andrés y Rébora Togno, Alberto, Comercio Exterior, vol. 26, núm.
38
39
Texto consultado en la página web de la Cámara de Diputados www.diputados.gob.mx
40
Al efecto consultar el artículo de López Olvera, Miguel Alejandro, dentro de la obra
unam 2000, p 117 y ss.
• TECNOCRÁTICAS
• BIOLOGISTAS
• HUMANISTAS
41
Ambos preceptos fueron consultados en la página electrónica de la Cámara de
Diputados www.diputados.gob.mx
Bibliografía
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Weber , Max, Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica, México
1969.
Hemerografía
Legislación
Criterios Jurisdiccionales
Introducción
*
Maestro en Administración Electoral, Profesor de Poder Legislativo y Derechos Hu-
manos en la Especialidad de Derecho Constitucional en la División de Estudios de Pos
grado de la Facultad de Derecho de la unam. Miembro del Colegio de Profesores de
Derecho Constitucional.
• 251 •
1
Cfr. Prieto Sanchis, Luis, Derecho Procesal de los Derechos Humanos: Neo constituciona-
lismo, Principios y Ponderación, Editorial UBIJUS, México, p. 16.
2
Schmitt, Carl, Il. custode della costituzione, Milán, Giuffrè, 1981. pp. 26-28.
Procedimientos jurisdiccionales
3
Las funciones de la Sala Superior del TEPJF y sus salas regionales, son de forma perma-
nente”, dado que la Constitución prescribe en el segundo párrafo del Artículo 99, que
el Tribunal funcionará en forma permanente, con una Sala Superior y salas regionales.
4
Fix-Zamudio, H. y Valencia Carmona, S. Derecho Constitucional mexicano y compa-
rado, 4ª ed., México, Porrúa, 2005, p. 619.
Problemática
5
Para profundizar en el análisis de los procesos jurisdiccionales en México, véase Terrazas
Salgadas, Rodolfo, vol.II, p.1334; Galván Rivera, Flavio, p.541; Islas Colín, Alfredo y
Lézé, Florence. Temas de Derecho Electoral y Político, México, Porrúa, 2ª ed., 2007, p.
445; “El sistema mexicano de Justicia Electoral. Proceso Electoral Federal 2002-2003”,
México, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 2003, p. 91.
que violen los derechos de los ciudadanos de votar, ser votado y de afi-
liación libre y pacífica para tomar parte en los asuntos públicos del país.
Este proceso garantista de derechos constitucionales se separa del
amparo y se sustancia ante un tribunal diferente de la Suprema Corte
en el marco de tutela y protección de los derechos políticos de los ciu-
dadanos. En mi opinión, actualmente se garantizarían mejor los dere-
chos políticos a través de un amparo electoral ordinario y constitucional
que con el juicio para la protección de los derechos político-electorales
del ciudadano. Lo que se justifica por las circunstancias y condiciones po
líticas centralistas por las que atraviesa nuestro país y por la forma tan
discrecional en que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Ju-
dicial de la Federación se han venido pronunciando en las diversas sen-
tencias relativas a la tutela y protección de los derechos políticos de los
ciudadanos. Ello, no obsta para buscar mecanismos más eficaces que
garanticen los derechos políticos y constitucionales de los ciudadanos
en el ámbito electoral.
Leyes
Las leyes son de carácter auto aplicativo cuando por su sola promulga-
ción obligan a su cumplimiento (procede el amparo indirecto de acuerdo
al art. 114 de la ley de amparo). Por otra parte, existen leyes que son de
carácter hetero aplicativo; es decir, cuando obligan a cumplir la ley en el
momento de llevarse a cabo el primer acto de aplicación que se encuen-
tra regulado en la propia ley (procede el juicio de amparo directo, artí-
culos 159 y 160 ley de amparo).
La controversia constitucional
el arreglo de límites entre los Estados que disienten, todo ello para
preservar el sistema y la estructura de la constitución política.
Acción de inconstitucionalidad
6
Tesis P. /J. 3/99, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
El promovente plantea la existencia de agra- Se eleva una solicitud para que la Suprema
vios en su perjuicio. Corte de Justicia de la Nación realice un aná-
lisis abstracto de la constitucionalidad de la
norma.
7
Semanario Judicial de la Federación y Gaceta, Novena Época, t. XII, agosto de 2000,
p. 965.
En cuanto a las normas generales, no pueden Puede impugnarse cualquier tipo de nor-
impugnarse normas en materia electoral. mas.2
Pueden impugnarse normas generales y ac- Sólo procede contra normas generales.
tos de otra autoridad
En el caso de normas generales, los efectos de Las sentencias tendrán efectos generales
la sentencia consistirán en declarar la invali- siempre que fuere aprobada por ocho Minis-
dez de la norma con efectos generales, siem- tros, cuando menos.
pre que se trate de disposiciones de los esta-
dos y Municipios impugnados por la
Federación, de los Municipios impugnados
por los Estados, o en conflicto de órganos de
atribución y siempre que haya sido aprobada
por una mayoría de, por lo menos, ocho vo-
tos de los Ministros de la Suprema Corte.
Control abstracto
Acción de inconstitucionalidad
8
Sala Superior del TEPJF. Jurisprudencia 3/2000.
9
Suprema Corte de Justicia de la Nación, “La Violación del Voto Público”, colección
figuras procesales constitucionales, 2ª ed, 2012, pag. 91.
Objeto
A nivel federal
A nivel local
Procedencia
Efectos
Partes
Legitimación y personería
Procedencia
Efectos
Competencia federal
Competencia local
Actor
Autoridad responsable
Tercero interesado
Legitimación y personería
Plazos y términos
Durante los procesos electorales todos los días y horas son hábiles; fue-
ra de un proceso electoral son hábiles los días lunes a viernes de cada
semana, excepto aquellos que sean de descanso obligatorio. Los plazos
para promover medios de defensa son 4 días, contados a partir del día
siguiente a aquél en que se notifique o se tenga conocimiento del acto
o resolución que se impugna. La notificación automática implica que el
actor tuvo conocimiento del acto que impugna, si estuvo presente por
sí mismo o a través de representante en la sesión en la que se dictó el acto
o resolución de que se trate.
Jurisprudencia
10
Sala Superior Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Jurisprudencia
18/2000.
11
Ídem. Jurisprudencia 19/2001.
Requisitos de la demanda
12
Ídem. Jurisprudencia 20/2001.
Agr av ios
Firma autógrafa
En la promoción de un medio de impugnación en materia electoral se
satisface este requisito, aun cuando la firma no aparezca en el escrito de
expresión de agravios y sí en el documento de presentación de dicho
medio impugnativo.15
Finalidad
Facilitar al actor el acceso a la justicia, para que no tenga que trasladarse
a la ciudad en que se encuentra la sedé de la autoridad u órgano com-
petente para conocer y resolver el medio de impugnación.
Trámite
La autoridad u órgano jurídico colectivo responsable recibe el medio de
impugnación. Da aviso de inmediato y por la vía más expedita al Con-
sejo General o al Tribunal Electoral Local, según el caso. Den un plazo
máximo de 24 horas, pública en estrados durante 72 horas, mediante
cédula de notificación, el acto o resolución que se impugna.
Una vez transcurrido las 72 horas a que se refiere el párrafo ante-
rior y comparezcan terceros interesados o coadyuvantes, en un plazo
máximo de 24 horas remite: el escrito del medio de impugnación;
copia certificada del documento en que conste el acto o resolución
impugnados; las pruebas aportadas y las solicitadas en tiempo por el
13
Ídem. Jurisprudencia 3/2000.
14
Ídem. Jurisprudencia 2/98.
15
Ídem. Jurisprudencia 1/99.
Una vez que se cumpla el plazo de setenta y dos horas para que com-
parezcan terceros interesados o coadyuvantes, el órgano del Instituto o
partidista, según sea el caso que reciba un medio de impugnación de-
berá hacer llegar, en su caso, al Consejo General o al Tribunal Electoral,
dentro de las veinticuatro horas siguientes: un informe circunstanciado
en el que se expresarán los motivos y fundamentos jurídicos que se
consideren pertinentes para sostener la legalidad del acto o resolución
que se impugna, en el que, además, informará si el promovente tiene
reconocida su personería ante el órgano del Instituto o del órgano jurí-
dico-colectivo.
16
Sala Superior Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Tesis XLIV/98.
Sustanciación
Improcedencia
Causales de improcedencia
17
Sala Superior Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Tesis XLV/98.
Sobreseimiento
Causales de sobreseimiento
Prueba
• Confesional y testimonial
• Documentales públicas
• Documentales privadas
• Técnicas
• Conclusiones
• Presuncionales legales y humanas
• Instrumental de actuaciones
Elementos de la prueba
• El derecho
• Hechos no controvertidos
• Hechos que no tienen relación con el asunto
• Hechos notorios o imposibles
• Hechos reconocidos expresamente
Valoración de pruebas
Pruebas supervenientes
Sentencia
Sentenci a
Notificaciones
Trámite
Conclusiones
18
Véase, Bernal Pulido, C. (2009). “Los derechos fundamentales en la jurisprudencia del
TEPJF” Serie de temas selectos de Derecho Electoral, cuaderno 8, Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, México.
19
Juan N. Silva Meza, La justicia electoral. Acciones de inconstitucionalidad y derecho
electoral. El papel de la Suprema Corte de justicia de la Nación en la consolidación
democrática en México, TEPJF, México 2015,primera edición p. 114
Fuentes consultadas
20
Véase, Flavio Galván Rivera, Derecho Procesal Electoral Mexicano, tesis y antítesis
Editorial Porrúa, México 2006, segunda edición, páginas 211-226.
Jurisprudencias y tesis
Introducción
*
Doctor en Derecho. Profesor Titular por Oposición en la Facultad de Derecho de la
unam . Profesor de Derecho Electoral en la División de Estudios de Posgrado de
la propia Facultad y Ex secretario de Estudio y Cuenta de la Sala Superior del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación. Actualmente es Secretario Técnico de la
Facultad de Derecho de la unam.
• 291 •
Por otro lado, el 9 de agosto del año 2012, se reformó el artículo 35,
fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
que reconoció como derecho del ciudadano poder ser votado para todos
los cargos de elección popular, teniendo la calidad que establezca la ley, al
establecer que el derecho de solicitar el registro de candidatos ante la au-
toridad electoral corresponde a los partidos políticos, así como a los ciu-
dadanos que soliciten su registro de manera independiente y cumplan con
los requisitos, condiciones y términos que determine la legislación, con lo
que se reconoció expresamente, en una disposición constitucional, el De-
recho Humano de participar en las elecciones populares en forma inde-
pendiente, para la toma de decisiones políticas, ya reconocido en la
Convención Americana de Derechos Humanos, suscrita en la Conferen-
cia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, que establece
en el artículo 23, numeral 1, incisos a) y b), que todos los ciudadanos
deben gozar de los derechos y oportunidades: de participar en la dirección
de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes li-
bremente elegidos; y, de votar y ser elegidos en elecciones periódicas au-
ténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que
garantice la libre expresión de la voluntad de los electores.
El 10 de febrero de 2014 con la reforma constitucional y, posteriormen-
te, con la reforma legislativa en materia electoral, sustancialmente fueron
modificadas las bases sobre las que se desarrolla todo el sistema electoral
mexicano, pues la transformación no sólo comprendió a las disposiciones
constitucionales, sino la innovación y creación de diversos cuerpos normati-
vos que reglamentan las bases del sistema electoral en México.1
No obstante lo anterior, se omitió una regulación congruente de la
participación de los candidatos independientes en las principales institucio-
nes del sistema electoral, relativas a la asignación de los candidatos indepen-
dientes en la primera minoría tratándose de la integración de la Cámara de
Senadores, así como la asignación de los propios candidatos independien-
tes en las curules o escaños de representación proporcional de ambas Cá-
maras Legislativas, a pesar de ser un Derecho Humano el participar en la
1
Cfr. Arturo García Jiménez. Hacia una Nueva Perspectiva de la Representación Propor-
cional en México. Democracia y Gobernabilidad. Memoria del IV Congreso Nacional de
Derecho Constitucional. Tomo II. unam. 2001. Págs. 213 y ss.
dirección de los asuntos públicos, así como participar como candidato a los
cargos de elección popular en forma independiente, debiéndose interpretar
ese derecho con los criterios de universalidad, interdependencia, indivisibi-
lidad y progresividad, por ser un Derecho Humano reconocido por la
Constitución Federal y por la Convención Americana de Derechos Huma-
nos, de la que el Estado Mexicano es parte.
2
El artículo 21 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, establece
la fórmula mediante la que se distribuyen los escaños bajo el principio de representa-
ción proporcional pura.
de candidatos que encabece la lista del partido político que, por sí mis-
mo, haya ocupado el segundo lugar en el número de votos de la entidad
de que se trate.
La disposición constitucional en cita, expresamente dispone:
[…]
[…]
[…]
[…]
II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular,
teniendo las calidades que establezca la ley. El derecho de solicitar
el registro de candidatos ante la autoridad electoral corresponde a
los partidos políticos así como a los ciudadanos que soliciten su
registro de manera independiente y cumplan con los requisitos,
condiciones y términos que determine la legislación;
[…]
3
Los Principios de Universalidad, Interdependencia, Indivisibilidad y Progresividad. Apun-
tes para su Aplicación Práctica. Instituto de Investigaciones Jurídicas. unam. Pág. 138.
Consultable en http://corteidh.or.cr/tablas/r29011.pdf
4
Ibídem. Pág. 139
5
Ídem.
6
Ídem.
cional, antes bien, por el carácter universal del derecho a ser votado
en el marco de la reforma constitucional, debe entenderse que ese
derecho guarda la mayor y mejor protección del derecho ciudadano
para participar activamente en la toma de decisiones de naturaleza
política.
Por su parte, en el estudio del principio de interdependencia de los
Derechos Humanos implica, que en el análisis de los valores o bienes
que se tutelan deben versar en relación a los demás Derechos Huma-
nos protegidos, es decir, la vinculación que guardan en su finalidad
protectora o de tutela, en miras de la mayor protección de la persona,
sin que se permita por la existencia de este principio ninguna jerarqui-
zación o categorización que entrañe la mayor o menor importancia para
determinados derechos, pues todos en su conjunto están encaminados
a la mayor y mejor protección de las personas.
Sobre este tema Luis Daniel Vázquez y Sandra Serrano7 explican
que “La interdependencia señala la medida en que el disfrute de un de
recho en particular o un grupo de derechos dependen para su existencia
de la realización de otro derecho o de un grupo de derechos.”
La interrelación de los derechos entrañan su íntima vinculación por
encerrar la misma finalidad preservadora del disfrute de la prerroga-
tiva, o bien, la necesaria existencia previa del goce de bienes jurídicos
contenido del Derecho Humano, para hacer posible el disfrute del va-
lor ético que alimenta otro de los derechos con los que se encuentra
estrechamente vinculado, de tal suerte que ambos persiguen la misma
finalidad tutelante de la persona en su protección más amplia.
Si bien no existe entre los Derecho Humanos correlacionados una
jerarquización o categorización para su disfrute, sí se exige su existen-
cia ya sea simultánea o bien sucesiva, para efecto de que la persona se
encuentre mayor y mejor protegida en el goce y disfrute del valor que
se ha reconocido en la disposición correspondiente.
Este ha sido también, la forma como lo han explicado los autores
antes citados, cuando sostiene en otra parte de su obra que “La in-
7
Los Principios de Universalidad, Interdependencia, Indivisibilidad y Progresividad.
Apuntes para su Aplicación Práctica. Instituto de Investigaciones Jurídicas. unam.
Págs. 152 y 153. Consultable en http://corteidh.or.cr/tablas/r29011.pdf
8
Ídem
a).- En una línea vertical que entraña que los Derechos Humanos
deben ser mejorados e incrementados a favor de todas las personas,
partiendo de la idea de que los reconocidos por las normas vigentes, ya
sea en el ámbito nacional o en el ámbito internacional, son los míni-
mos que deben tener las personas para alcanzar su propio plan de vida,
por lo que su incremento aumentando su esfera de derechos, se verá
favorecida al aumentar su protección y disfrute.
9
Luis Daniel Vázquez y Sandra Serrano. Los Principios de Universalidad, Interdepen-
dencia, Indivisibilidad y Progresividad. Apuntes para su Aplicación Práctica. Instituto
de Investigaciones Jurídicas. unam. Pág. 155. Consultable en http://corteidh.or.cr/
tablas/r29011.pdf
10
Ibídem. Pág. 153
Quinta Época:
Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciuda-
dano. SUP-JDC-1080/2013 y acumulados. —Actores: Felipe Bernar-
do Quintanar González y otros. —Autoridad responsable: Consejo
General del Instituto Federal Electoral. —21 de octubre de 2013. —
Mayoría de seis votos. —Engrose: María del Carmen Alanis Figue-
roa. —Disidente: Flavio Galván Rivera. —Secretarios: José Alfredo
García Solís y Enrique Figueroa Ávila.
Quinta Época:
Juicios para la protección de los derechos político-electorales del ciuda-
dano. SUP-JDC-1080/2013 y acumulados. —Actores: Felipe Bernardo
Quintanar González y otros. —Autoridad responsable: Consejo Ge-
neral del Instituto Federal Electoral. —21 de octubre de 2013. —
Mayoría de seis votos. —Engrose: María del Carmen Alanis Figueroa.
—Disidente: Flavio Galván Rivera. —Secretarios: José Alfredo Gar-
cía Solís y Enrique Figueroa Ávila.
11
Los Principios de Universalidad, Interdependencia, Indivisibilidad y Progresividad.
Apuntes para su Aplicación Práctica. Instituto de Investigaciones Jurídicas. unam. Pág.
164. Consultable en http://corteidh.or.cr/tablas/r29011.pdf
12
Luis Daniel Vázquez y Sandra Serrano. Los Principios de Universalidad, Interdependencia,
Indivisibilidad y Progresividad. Apuntes para su Aplicación Práctica. Instituto de In
vestigaciones Jurídicas. unam. Pág. 163. Consultable en http://corteidh.or.cr/tablas/
r29011.pdf
Quinta Época:
Juicio para la protección de los derechos político-electorales del
ciudadano. SUP-JDC-1004/2015. —Actor: Benjamín de la Rosa
Escalante. —Autoridad responsable: Instituto Estatal Electoral de
Baja California Sur. —27 de mayo de 2015. —Unanimidad de vo-
tos. —Ponente: María del Carmen Alanís Figueroa. —Secretarios:
Raúl Zeus Ávila Sánchez y Arturo Guerrero Zazueta.
Recurso de reconsideración. SUP-REC-193/2015. —Recurrente:
Arne Sidney Aus Den Ruthen Haag. —Autoridad responsable: Sala
Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federa-
13
Ídem
[…]
II. Todo partido político que alcance por lo menos el tres por cien-
to del total de la votación válida emitida para las listas regionales de
las circunscripciones plurinominales, tendrá derecho a que le sean
atribuidos diputados según el principio de representación propor-
cional;
III. Al partido político que cumpla con las dos bases anteriores,
independiente y adicionalmente a las constancias de mayoría relati-
va que hubiesen obtenido sus candidatos, le serán asignados por el
principio de representación proporcional, de acuerdo con su vota-
ción nacional emitida, el número de diputados de su lista regional
que le corresponda en cada circunscripción plurinominal. En la
asignación se seguirá el orden que tuviesen los candidatos en las
listas correspondientes.
IV. Ningún partido político podrá contar con más de 300 diputa-
dos por ambos principios.
[…]
[…]
14
El párrafo 2, del artículo 15 de la Ley ordinaria señala que: En la aplicación de la
Conclusiones
Bibliografía
S ecretaría de G obernación
S ecretaría de C ultura
I nstituto N acional de E studios H istóricos de las R evoluciones de M éxico
I nstituto de I nvestigaciones J urídicas - unam