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TESTAMENTO
ID a
ESPAÑA.
94(460)" 17"
929Macanaz, Melchor Rafael de: 32
D. L. AB-226/2001
ISBN 84-95394-23-5
Casi desde su fundación -hace cerca de 25 años-, el lEA viene formando una
Biblioteca que aspira a reunir todo lo publicado -e inédito- en y sobre la provincia de
Albacete. En los últimos años, hemos procurado ir incrementando el fondo antiguo
de esa Biblioteca, que consta de casi un centenar de ediciones -y algún manuscrito-
de los siglos XVI al XVIII, cuyo catálogo tenemos en proyecto. Especial cuidado
ponemos en la adquisición de obras literarias de autor o tema albacetense, con el fin,
entre otros, de reeditarlas en esta colección de Clásicos Abacetenses.
En la presente ocasión publicamos un librito muy singular, por varias razones.
Ante todo, por su carácter de obra clandestina, lo que lleva aparejado el anonimato,
de modo que hoy es prácticamente imposible dilucidar si su autor fue el jurista y
político hellinense don Melchor de Macanaz: en la duda, preferimos publicarla aquí,
dado su indiscutible interés. Este hace que pase a segundo término el mérito litera-
rio del libro, ciertamente relativo, pues el autor se preocupó más del fondo que de la
forma, ya que pretendía elaborar una obra política más bien que literaria, aunque no
está mal escrita y -sobre todo por el epitafio que la cierra- revela un autor culto y de
amplias lecturas, amén de patriota preocupado por los males de España.
La obra se inscribe dentro de la corriente de las producidas por los llamados
arbitristas o proyectistas de los siglos XVI, XVII y XVIII, y presenta puntos de
contacto con otras contemporáneas como las Cartas marruecas de José Cadalso
(1741-1782). Nuestro opúsculo utiliza el molde literario de los testamentos burles-
cos, de larga tradición, y emplea la ironía -es decir, el humor amargo- para diagnos-
ticar los males de la patria, poniéndolos en boca de la propia España, que hace
testamento en su lecho de muerte.
La transmisión del Testamento de España ha sido bastante singular. Redacta-
do probablemente en 1756, corrió manuscrito en abundantes copias, tantas que, sin
salir de Albacete, contamos cuatro: dos en la Biblioteca del lEA, otra en la nuestra y
una cuarta en manos de otro particular. A finales del siglo XVIII, la obra se publicó
por primera vez -que sepamos-, pero, dada su fuerte carga crítica, con pie de impren-
ta falso, en especial por lo que se refiere al lugar (Argel, pero realmente una ciudad
española, quizá Madrid) y más aún al año, 87946, que puede corresponder a 1794.
Luego vinieron otras ediciones, ya en el siglo XIX, lo que no impidió -como es
lógico y normal- que la obra continuara copiándose a mano. Y en 1917, desco-
nociendo las anteriores, Antonio Valero de Bernabé reeditó -mal- nuevamente el
Testamento.
7
De él registra Pala& en sus núms. 144577-578 dos ediciones como de Macanaz
y varias más (331045-48) como obra anónima. Correal reseña cuatro manuscritos de
la Biblioteca Nacional de Madrid y cuatro impresos, sin localizar ejemplares. Fran-
cisco Aguilar Piñal4 da cuenta de 11 mss. y tres eds. de la obra, pero los textos
conservados -sobre todo los mss.- deben de ser muchos más', a la vista de los loca-
lizados sólo en Albacete y de que en la BNM hemos descubierto varios ignorados
por Aguilar Piñal. En estas condiciones, resulta imposible localizar y consultar to-
dos los mss. e impresos existentes, así que nos hemos limitado a una muestra repre-
sentativa, que abarca 19 de la BNM y los cinco de Albacete.
En cuanto al modo de editar la obra, nos hemos decidido por un procedimien-
to novedoso, que justificamos en el capítulo VIII: facsimilar el más antiguo impreso
conocido, con notas a pie de página para facilitar su comprensión, y seguidamente
un ms. de la segunda mitad del siglo XVIII (ejemplares ambos conservados en la
Biblioteca del lEA).
Terminaré señalando que no soy -ni intento pasar por- historiador, de manera
que con las páginas que siguen y las notas sólo pretendo desbrozar el camino al
lector para facilitarle -y hacerle más placentera y provechosa- la lectura de la obra
aquí reproducida. Sólo me queda agradecer a Carlos Panadero que haya leído el
original y me haya ayudado a mejorar este libro, de cuyas imperfecciones, obvia-
mente, soy yo el único responsable.
Antonio Palau y Dulcet, Manual del librero hispanoamericano..., 28 vols., Barcelona-Oxford, 1948-1977,2° cd.
2
Evaristo Correa Calderón, Registro de arbitristas, economistas y reformadores españoles (1500-1936). Catá-
logo de impresos y manuscritos (Madrid, Fundación Universitaria Española, 1981), núms. 1432, 1457, 2298,
2343, 3136 y 6356.
En adelante citada con la sigla BNM.
En su Bibliografía de autores españoles del siglo XVII!, 9 vols. (Madrid, CSIC, 1981-1999, falta por aparecer
el X y último, que contendrá las obras anónimas), interesa aquí el tomo V, de 1989, que citaremos BAE.
Añádanse, por ejemplo, los que tuvieron Salvá y Cánovas del Castillo, éste último conservado actualmente en
la Biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano: vid., respectivamente, Pedro Salvá y Mallén, Catálogo de la
biblioteca de Salvá..., 2 vols. (Valencia, Imprenta de Ferrer de Orga, 1872), n° 202, y Juan Antonio Yeves [y
otros], [Catálogo de la exposición] Cánovas y Lázaro, dos bibliófilos de fin de siglo (Madrid, Fundación
Lázaro Galdiano, 1998), p. 31.
Sólo en algunas épocas y lugares (sobre todo, en los países democráticos ac-
tuales) ha sido posible criticar abiertamente a quienes ostentan -o a veces detentan-
el poder. Por lo general, esta crítica ha sido forzosamente clandestina, por miedo a
las represalias, y en consecuencia anónima. Es sabido que a principios del siglo XVI
se descubrió en Roma una escultura antigua que, colocada en un lugar muy céntrico,
recibió el nombre de Pasquino, al parecer por un zapatero mordaz que vivía cerca.
El caso es que se hizo costumbre fijar en la estatua los escritos satíricos contra el
Papa, los cardenales, etc., y desde entonces se llama pasquín al 'escrito anónimo que
se fija en sitio público con expresiones satíricas contra el gobierno o contra una
persona particular o corporación determinada ' 6 : algo de pasquín tiene el Testamento
que ahora reeditamos.
En la España del siglo XVIII, con la nueva dinastía de los Borbones algo
disminuyó la absoluta falta de libertad del XVII, aunque no tanto como para que se
pudiera criticar impunemente al rey o a los ministros, y mucha menos a la Iglesia o
a la Inquisición. La crítica política, y sobre todo la sátira, continuó, pues, siendo
clandestina, y existen compilaciones de ella como la de Teófanes Egido 7, en donde
se menciona dos veces a Macanaz peyorativamente (en general, las pullas venían en
esa época del bando conservador). Como señala Blecua, «Fue el siglo XVIII época
de libelos políticos y de panfletos satíricos de amplia difusión clandestina, impresa
o manuscrita» 8. Particular éxito tuvieron las sátiras puestas en boca de Perico y Ma-
rica -presunta encarnación del pueblo español-, estudiadas por Mercedes Fernández
Valladares en su tesis doctoral`. Y a los versos y prosas clandestinos manuscritos
deben sumarse los abundantísimos pliegos sueltos impresos durante la Guerra de
Sucesión, casi todos a favor de Felipe V y satirizando al partido austríaco (por ejem-
plo, al general Stanop)'°.
En su estudio preliminar al Manifiesto universal de los males envejecidos que
España padece", don Antonio Domínguez Ortiz habla brevemente de arbitristas y
proyectistas, siguiendo a Jean Villar, que sitúa el nacimiento del arbitrismo en 1594.
6
Utilizamos el Diccionario de la lengua española de la Real Academia (Madrid, Espasa-Calpe, 1992, 21 ed.),
abreviado DRAE; por lo general, sus definiciones reproducen las del Diccionario de Autoridades de la misma
Academia, 6 vols. (Madrid, 1726-1739; existe ed. facsímil: Madrid, Gredos, 1979).
' Sátiras Políticas de la España Moderna(Madrid, Alianza, 1973), pp. 210 y 211.
8
Alberto Blecua, Manual de crítica textual (Madrid, Castalia, 1983), p. 224. Otro ejemplo seria el lizón de
España, atribuido al cardenal Francisco de Mendoza y Bovadilla: vid. mi artículo «Manuscritos e impresos de
1701 a 1750 en una biblioteca de Albacete» (en Al-Basit n°42, 6-1999, pp. 103-155), pp. 107-109.
Catálogo bibliográfico y estudio literario de la sátira política popular madrileña (1690-1788),Madrid, Uni-
versidad Complutense, 1988.
lo Vid. Francisco Aguilar Piñal, Romancero popular del siglo XVIII (Madrid, CSIC, 1972), as¡ como La publi-
cística española en la Guerra de Sucesión, 2 vols., de M Teresa Pérez Picazo (Madrid, CSIC, 1966).
"De Francisco M. de Moya Torres y Velasco, Madrid, ICI- Antonio Bosch-IEF, 1992, pp. XIII-XVII. La obra
se publicó en 1737, de modo que es casi contemporánea de nuestro Testamento.
9
También es útil el resumen de Gonzalo Anes en su nota preliminar a los Memoriales
y discursos de Francisco Martínez de Mata`, donde añade un tercer término, econo-
mistas, no sinónimo de los otros dos, y resume el estudio que hizo Colmeiro en el
siglo XIX.
El DRAE define proyectista como una 'persona dada a hacer proyectos y a
facilitarlos', y un arbitrista es una 'persona que inventa planes o proyectos dispara-
tados o empíricos, para aliviar la hacienda pública o remediar males políticos'. Aun-
que a veces se utilizan ambos términos como sinónimos, fácilmente se advierte que
el primero (más utilizado en el siglo XVIII) carece de las connotaciones peyorativas
del segundo. Y es que solían ser proyectos realmente disparatados los que propo-
nían: basta leer la burla que se hace de ellos en las Cartas marruecasde José Cadal-
so' 3 y otros textos recopilados por Colmeiro' 4 . ( Conviene señalar, de paso, que muy
rara vez un arbitrista llegó a cobrar el 4% estipulado para quien propusiera un arbi-
trio que fuera aceptado".) Sin embargo, algunos proyectistas o arbitristas acertaron,
si no en los remedios, al menos en el diagnóstico de los males de España: sirvan de
ejemplo los ya citados de Moya y Martínez de Mata.
Según Carmen Martín Gaite, a Macanaz «puede considerársele como epígono
de los arbitristas del XVI y del XVII»`, y Domínguez Ortiz cita su Memorial -luego
nos referiremos a él- como ejemplo de arbitrismo sensato". Fuera él u otro el autor
del Testamento de España, no hay duda de que la obra se inscribe en la corriente de
la literatura arbitrista de los siglos XVII y XVIII, aunque utilizando el humor -amar-
go-, al que los proyectistas eran poco inclinados.
12
Madrid, Moneda y Crédito, 1971, Pp. 28-33.
Citamos por la cd. de Joaquín Arce (Madrid, Cátedra, 1979, 3 cd., abreviada CM): vid, la carta XXXIV, pp.
166-169.
14
Vid. G. Anes, op. cit.. pp. 29-30.
15
Vid. Domínguez Ortiz, op. cit., pp. XIV-XV.
16
En su libro El proceso de Macanaz. Historia de un empape/amiento (Madrid, Espasa-Calpe, 1999), p. 41.
Utilizamos siempre esta 5' cd. de la obra, publicada por vez primera en 1969 (Madrid, Moneda y Crédito) y
luego reeditada con diferentes títulos; la abreviamos con la sigla PM.
Op. cit., P. XVII.
18
PM, p. 32.
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Hoja 70r del manuscrito de c. 1730 citado luego, con el comienzo de una composi-
ción satírica de la serie Perico y Manco.
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Primeras planas de dos pliegos sueltos de la Guerra de Sucesión, en los que se satiriza
a los enemigos de Felipe V (ejemplares de F. M.).
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prólogo a las Regalías de los Señores Reyes de Aragón de don Melchor' 9. Para cual-
quier cosa que se diga sobre Macanaz hay que recurrir a Martín Gaite, que dedicó
años a investigarlo, fruto de los cuales fue su libro citado P00 .
Madrid, 1879. Nosotros utilizamos la reedición incluida en el volumen al cuidado de F. Maldonado de Gueva-
ra Melchor de Macanaz. Testamento Político. Pedimento fiscal (Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1972),
pp. 11-89.
20
En las pp. 16-26 incluye su artículo «En el centenario de don Melchor de Macanaz (1670-1760)", aparecido
en 1971 en la Revista de Occidente.
21
PM, pp. 16-17.
22
Íd., p. 17,
23
Íd., p. 35.
24
Íd., p. 39.
25
Íd., p. 45.
13
Hellín26 Él se mostró incapaz de aprovechar en los estudios hasta que el corregidor
.
encarceló a su padre 27 lo que le hizo reaccionar y ser buen estudiante desde entonces.
,
26
Íd., p. 42.
27 fd.,p.43.
28
Íd., p. 50.
29
Como se dice en íd., p. 56, «Es típica del jurista la minuciosidad farragosa de su literatura».
30
Íd., p. 60.
íd., p. 70.
32 1d., p. 88. Ana M de la Trémouille (1642-1722), princesa por su primer matrimonio y llamada de los Ursinos
por su segundo enlace con un Orsini, llegó a Madrid, viuda por segunda vez, en 1702 en calidad de camarera
de la joven reina M Luisa de Saboya, que la adoraba. Dado que Felipe y era más militar que político, la
Ursinos dirigió de hecho la política española, salvo entre marzo de 1704 y agosto de 1705, en que estuvo
desterrada. Aunque aconsejó el nuevo matrimonio del rey con Isabel de Farnesio, ésta la desterró fulminante-
mente en el encuentro que ambas mantuvieron en Jadraque el 23 de diciembre de 1714.
33 PM, p. 119.
Íd., pp. 124 y 126.
Por otra parte, ilustre bibliófilo: vid. M Dolores García Gómez, E/Arzobispo de Valencia Fo/ch de Cardona.
Análisis de una Biblioteca eclesiástica del siglo XVIII. Alicante, Diputación, 1997. Parte de los libros del
arzobispo se conservan hoy en la Biblioteca Nacional de Viena.
36
PM,p. 129.
En la citada recopilación de Egido, p. 211, un soneto contra el gobierno de 1714 comienza Un anatematizado
Mancanaz [sic].
38
PM, p. 214.
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Pedimento o Memorial de los 55 párrafos, donde defiende los derechos del rey y
ataca los abusos de la Nunciatura, en la línea del Memorial dirigido al Papa por
Chumacero y Pimentel, comisionados por Felipe IV en 1633. Filtrado -como di-
ríamos hoy- ilegalmente, ese documento será el origen de todos los males de
Macanaz40 .
El Inquisidor General, cardenal Del Giudice, publica por sorpresa en París, el
13 de julio de 1714, un edicto de la Inquisición española donde se condenan los
libros de los regalistas John Barclay 4 ' y Omar Talon42 , más el Pedimento (sin nom-
bre de autor) 43. Tras el exilio de la princesa de los Ursinos, caen Orry y Macanaz el
7 de febrero de 1715, y don Melchor es autorizado a retirarse a Francia con el
pretexto de ir a tomar las aguas al balneario de Bagnres 45, aunque en realidad para
evitar caer en manos de la Inquisición. Va a París, pero desde mayo reside en Pau 46 .
Felipe V se retracta de sus medidas regalistas, toma como confesor al P.
Daubenton, bien visto por Roma, y el 4 de agosto de 1715 comienza el proceso
inquisitorial contra Macanaz y su hermano Fray Antonio 47 . El 28 de junio de 1716
es llamado don Melchor por la Inquisición y el 18 de julio firma en Pau una retrac-
tación que envía a Roma. (A todo esto, durante nueve años vive con los jesuitas de
Pau, que lo acogen por caridad, pues carece de ingresos.) Consigue que el 27 de
septiembre de 1717 Felipe le prohíba presentarse a la Inquisición y él sigue escri-
biendo incansablemente a Madrid, como hará el resto de su vida, aunque casi nunca
le contestan 48 . Acompaña a los diplomáticos españoles al Congreso de Cambray y a
Bruselas 49, y en noviembre de 1725 le ordenan retirarse a Lieja, donde usa las bi-
bliotecas de los jesuitas para escribir su Defensa de la Inquisición española, impresa
E .
MEMORIAL,
DADO POR DON JUAN
Chumacero y Carrillo,
Y DON FRAY DOMINGO PIMENTEL,
Obiípo de Cordov,
ALA SANTIDAD DEL PAPA
URBANO VIII.
AÑO DE M.DC.XXXIII.
DE ORDEN, Y EN NOMBRE
DE LA MAGESTAD DEL REY
DON PHELIPE IV.
LOS EXCESSOS QUE SE COMETEV
¿it Roma contri 1's Ntti'riIcj /
RyflCi de I/'j'.t1/.1:
17
INDICE GENERAL
liD LOS
L1[1it
COMPUZSTO
rí
Portada reducida del Índice español de 1844 y facsímil de los tres pasajes del mismo
relacionados con Macanaz.
18
en Madrid en 1788 y que no se diría obra suya 50. Entre tanto, se había casado con
una dama flamenca de origen español, dona María Maximiliana Cortés (o Courtois)
de Tamisón, con la que dice haber tenido varios hijos que murieron pronto y una
hija, llamada igual que la madre, que le sobrevivió y perpetuó su linaje' l. En el otoño
de 1727 le mandan ir a París, al Congreso de Soissons, y en 1729 le ordenan salir de
París, pero no lo hará hasta 1747 porque no puede pagar sus deudas, según dice". El
Tratado de Sevilla, de 1729, le parece muy desventajoso para España y le sume en la
depresión", y hasta el Congreso de Breda (1746) «envejecería totalmente margina-
do de los negocios públicos, mientras iba incubándose su desequilibrio en el seno de
una vida borrosa y miserable»M. Mientras tanto, el proceso inquisitorial seguía su
curso y se le iban agregando papeles y más papeles.
En 1746, tras años de enajenación mental, muere Felipe Y y a Macanaz lo
nombran representante de España en el Congreso de Breda, sobre todo con el obje-
tivo de apoderarse de sus papeles, que se presumen comprometedores"; allí tiene
una actuación muy poco diplomática56. En 1748 se le ordena regresar a España y,
para su sorpresa, lo detienen en Vitoria y lo conducen a La Coruña, donde es encar -
celado57. Sus papeles son revisados, y los que parecen peligrosos van a parar al
fuego58 . En 1754 su única hija, M Maximiliana, se casa en Madrid con el gaditano
don Antonio Macanaz, con lo que el apellido no se perdió.
En 1759 muere loco el rey Fernando VI y le sucede Carlos III. Finalmente, el
16 de julio de 1760 Esquilache transmite la orden de liberar a Macanaz 59, que llega
a Hellín el 14 de septiembre y muere allí, acompañado por su hija, el 5 de diciembre.
El 19 de enero de 1761 se suspende la causa inquisitorial y los bienes de don Melchor
son entregados a su hija y heredera.
Martín Gaite, que ha llegado a conocer -y a querer- como nadie a Macanaz, se
refiere a él como un «borroso jurista dieciochesco, que era bajito 60, mitómano, algo
5° Íd., p. 370.
SI
Vid, su Testamento Político (firmado en 1749 y que nada tiene que ver con la obra que reeditamos), reprodu-
cido ene! citado libro Melchor de Macanaz..., ed. y notas por F. Maldonado de Guevara (pp. 127-204), p. 128.
52 PM, p. 390.
53 Íd.,p. 395.
Id., p. 396.
Íd., p. 416.
56 1d p. 419. Según el duque de Huéscar, Macanaz, «aunque con mucho entendimiento, que ha cultivado, nació
sin juicio, que no se aprende y morirá sin él» (íd., p. 420).
" Id., pp. 425-426.
íd., p. 428.
59 fd.,p.435.
60
Íd., p, 58: sus compañeros de Universidad le llamaban «el doctor chiquito».
19
pelma y que ni siquiera escribía muy bien» 61 . En otro lugar dice que escribía «bas-
tante mal» y lo llama «grafómano de pluma descuidada»". Destaca su tozudez y su
«falta de sentido de la realidad»" junto a su «patriotismo rabioso e irracional», su
falta de tacto65 , su escasa propensión al desaliento y su enorme capacidad de traba-
jo; añade que «nunca fue interesado, aunque sí gastador» 67. Terminaremos seña-
lando un hecho que llama la atención: este hombre que tanto papel, tinta y plumas
gastó68, apenas tiene obras publicadas, y todas -salvo una insignificante- póstumas 69 .
Como señala Glendinning, «Es curioso [ ... ] observar cuán bien conocidas lle-
garon a ser determinadas obras que circularon en copias manuscritas. [ ... ] Sátiras
políticas anónimas, como los artículos aparecidos en el Duende de Madrid durante
el reinado de Felipe V y el Testamento de España en tiempos de Fernando VI, fueron
ampliamente leídos en manuscritos» 71 .
61
Íd., p. 27.
62
Íd., p. 21. Parecida es la opinión de Menéndez Pelayo: «Escritor tan prolífico como desaliñado, nada escrupu-
loso en achaques de estilo, jamás se le ocurrió perseguir bellezas literarias» (Historia de los heterodoxos
españoles, nueva ed. con notas inéditas, y, Madrid, CSIC, 1947, p. 62).
63
PM p. 35.
64 Ídp363
65
Íd., pp. 284,419, etc.
Íd., pp. 50, 137 y 285.
67
Íd., p. 177; cuando pudo, habría que añadir, pues la mayor parte de su vida careció de ingresos, y sus bienes
estuvieron confiscados por la Inquisición -incluido el chocolate- durante 45 años.
68
En su citado Testamento político, fechado el 23-12-1749, declara haber escrito más de 214 tomos (vid, la ed.
citada, p. 132).
69
Vid. Palau 145572-581 y BAE 2296-2318.
° Vid. M Dolores García Gómez, La biblioteca regalista de un súbdito fiel: Melchor de Macanaz. Alicante,
Diputación, 1998.
Nigel Glendinning, Historia de la literatura españoladirigida por R. O. iones, 4, El siglo XVIII (Barcelona,
Ariel 1977), p. 42.
20
das en Palau 145578=BAE 2313 (Barcelona, Tauló, s. a.) 72, a nombre de Macanaz, y,
como anónima, 331046 (Madrid, s. a.), 331047 (Madrid, Albert, s. a.) y 331048 (de
1843).
La principal finalidad de la relación que sigue es identificar cada uno de los
mss. e impresos que hemos visto con una letra mayúscula, para abreviar las referen-
cias en lo sucesivo. La mayoría de los mss. son de la segunda mitad del siglo XVIII,
y en todos los textos figura la fecha del 7 de agosto.
A: BNM, Mss. 2603. BAE 2232.
Lleva al principio una nota en la que se sostiene que el año en que fue redacta-
da la obra debió de ser 17166 1717 y no 1756. Yerra al poner al final el año 4600 de
la fundación de España.
B: BNM, Mss. 3790. BAE 2233.
Letra del siglo XIX (perteneció a Usoz 73). El título es Testamento crítico de
España y la obra está atribuida a Macanaz 74 .
21
H: BNM, Mss. 11054. BAE 2235, Correa 1457.
También perteneció a la Casa de Osuna. Al Testamento le precede el Discurso
político, y tras el epitafio va su traducción al castellano.
1: BNM, Mss. 11073. BAE 2235.
Titulado Testamento de la España, procede igualmente de la Biblioteca de
Osuna.
J: BNM, Mss, 11079.
En BAE 2287 se reseña el Cathalogo de las obras de Macanaz, olvidando que
el ms. incluye también el Testamento. Procede de Osuna y lleva la fecha de 1759.
K: BNM, Mss. 17513. Roca76 486.
Ocupa el tercer lugar en un volumen de papeles del reinado de Fernando VI;
tras el epitafio figura la fecha 400.
L: BNM, Ms. 17544. Roca 485.
Nuestra obra figura en cuarto lugar en este volumen misceláneo que, como el
anterior ylos dos siguientes, perteneció a don Pascual de Gayangos 77. También tiene
al final la fecha errónea 400.
M: BNM, Mss. 18270. Roca 356.
Con letra de dos manos, incluye el Discurso político.
N: BNM, Mss. 18574. Roca 355.
Roca lo considera «papel burlesco del tiempo de Carlos IV?». Se trata de una
copia incompleta de sólo 6 hojas en 4°, que empieza «Yo España, señora Sobera-
na...» y termina hablando del celibato: «las rigurosas contribuciones) que inhavilitan»
(el escriba no siguió copiando).
Ñ: BNM, Mss. 22039. BAE 2236.
Lleva la misma fecha que el anterior; empieza con el Discurso político e indi-
ca que la obra «se atribuye a D" Melchor de Macanac» [sic].
O: Albacete, Biblioteca del Instituto de Estudios Albacetenses, R. 9163.
Ms. en 4°, 36 h. con foliación actual a lápiz (las dos últimas blancas), letra
posiblemente de comienzos del siglo XIX; fechado en El Ferrol, 1 de marzo de
1773. Tras el epitafio latino va su traducción al castellano.
P: Albacete, Biblioteca del lEA.
Es el único ms. del Testamento que asigna a Macanaz; a continuación cita la ed. de Barcelona, Jardí, 1820.
76
Roca, Catálogo de los manuscritos que pertenecieron a D. Pascual de Gayan gos existentes hoy en la
Biblioteca Nacional, Madrid, Tip. de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1904; Correa hace refe-
rencia al 485 y al 486 en su n' 1432 y al 356 en su 2298 (olvida el 355).
" Vid. Sánchez, Mariana, op. cit., pp. 83-85.
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24
Ms. en 4°, 36 h. con foliación actual a lápiz, letra de la segunda mitad del
XVIII (lo reproducimos aquí). Tiene la particularidad de titularse Testamento crítico
que hace la España78 y de finalizar con un soneto en castellano en lugar del consabi-
do epitafio latino Ab eternitate.
Q: Albacete, biblioteca de E M.
Ms. en 8°, 26 h. con foliación actual a lápiz, letra de finales del siglo XVIII o
principios del XIX. Es el único que lleva el título de Testamento de la zorra, explicado
más adelante; en cuanto al texto, presenta supresiones (los apartados referentes a los
jesuitas y a los mínimos), pero contiene dos notas 79 que no figuran en el texto habitual.
R: Albacete, biblioteca particular.
Ms. misceláneo infolio, el Testamento ocupa el segundo lugar (13 h.); lleva
dos fechas, 1753 y 1759.
S: Edición de «Argel, año de 87946» [id est, ¿Madrid, 1794?]. Albacete, Bi-
blioteca del lEA, R. 9175.
8°. VIII-(87) p. Signaturas: []1-1 1*4. Es el ejemplar que reproducimos, único
localizado, falto del final del prólogo 80, aunque la colación coincide con la de Palau
331045. Es edición muy defectuosa, lo que en parte se explica por ser subrepticia o
clandestina.
T: Ed. de Barcelona, Joaquín Jordi, 1820. Palau 145577, Correa 1457, BAE
2312.
Hemos visto el ejemplar R-61764 de la BNM; figura como autor Macanas
[sic] y carece del epitafio final.
U: Ed. de México, 1821. No reseñada por Palau ni en la BAE.
He visto el ejemplar V.E. 1005-65 de la BNM; Macanaz figura como autor, y
tras el epitafio va su traducción al castellano.
V:Ed. de Madrid, Primo Andrés, s. a. [anterior a 18831. Falta en Palau y en la BAE.
He visto los ejemplares de la BNM (V.Ca 745-20) y de la Biblioteca de la
Universidad de Castilla-La Mancha. La obra se sitúa «en principios del reinado de
Felipe V», el texto está a nombre de Macanaz y va precedido de los Discursos Polí-
ticos; lleva al final un soneto en castellano (distinto de P) y añade una curiosa cláu-
sula 11 de carácter anticlerical, que reproduciremos.
78
Igual empieza el texto de Q.
Las llamadas son tres (a, b y c), pero sólo a y c corresponden realmente a notas al pie.
80
Nótese que el primer cuadernillo, sin signar, está completo, y los otros once (salvo el 1 y el 3) sólo llevan en
la primera página de cada uno un número seguido (en 6 y 7 precedido) de un asterisco. Todas las referencias
dan una colación idéntica a la de nuestro ejemplar, probablemente por derivar de Palau, que describiría un
ejemplar con la misma falta que el nuestro (quién sabe si salieron así todos de la clandestina —y posiblemente
nocturna— imprenta).
25
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Primera plana de un rns. atribuido a Macanaz subastado hace pocos años (no conse-
guimos adquirirlo para el TEA). Parece que contenía también el Testamento precedi-
do del Discurso Político.
26
X: Ed. de Madrid, 1917, a cargo de Antonio Valero de Bernabé. Correa 6357.
He visto el ejemplar V.ca 10275-9 de la BNM. El editor dice reproducir «un
ms. de principios del siglo XVIII»; el texto deja mucho que desear, especialmente
en el epitafio latino s ', y suprime todo lo referente a las órdenes religiosas (imposible
saber si por su cuenta o porque faltaba en el ms. que le sirve de base).
Recapitulando, podemos decir que existen cuatro tipos de textos:
a) Antes del Testamento va el Discurso político («Aquella agigantada monar-
quía...»), que podría ser un añadido de distinto autor: D, H, M y Ñ.
b) Texto habitual, sin grandes diferencias en el contenido -salvo los frecuentes
errores de copia-, aunque las hay en el título. Consta de un número variable de
cláusulas y observaciones, más el epitafio latino Ab eternitate, seguido en al-
gunos casos (E, H, O y U) de su traducción al castellano; el epitafio falta en T
y algunos textos lo sustituyen.
c) Se omiten los apartados dedicados a jesuitas y mínimos, y a cambio se
añaden dos notas a pie de página que no aparecen en los demás textos: Q.
d) Se suprime todo lo referente a las órdenes religiosas: X.
27
das". Nuestro Testamento de España se inscribe, pues, en la vieja tradición de los
testamentos burlescos, con precedentes en la literatura latina.
En otro artículo de García de Diego, «Censura popular» 88, hay un apartado de
testamentos políticos", y en él se habla del de O'Reilly (1775) y del nuestro, sólo
conocido por ella a través de un ms. prestado por la familia Gómez-Chicharro y la
muy imperfecta ed. de Valero de Bernabé (X). Eso sí, observa acertadamente que el
de España «Para terminar emplea el clásico final de redactar la inscripción para el
propio monumento funerario, que Grunio Cocorota manda grabar en letras de oro, a
fin de que su memoria sea imperecedera» 90 .
En mi libro Panorama de la literatura de cordel española (Madrid, 011ero & Ramos, 2000), pp. 153-155.
88
RDTP 16(1960), Pp. 295-333.
9° Íd., pp. 306-3 10.
9° Íd., p. 309.
91
Trata de la decadencia de España, personificada en una hermosa doncella, forzada por el fenicio y después,
sucesivamente, por el romano, el godo y el árabe. Resume, pues, la historia de España hasta los tiempos de
Felipe V, que no sale muy bien librado: «la flaqueza de Felipe que permitió y obedeció las halagüeñas caricias
de una Parmesana intrusa [la Farnesio, segunda esposa del rey] en el gobierno, motivaron mis males» (cita-
mos por y, p. 10: en la 12 empieza el Testamento).
92
No resistimos la tentación de reproducirla aquí en facsímil, para mayor fidelidad:
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Primeras planas de sendas ediciones hasta ahora no citadas del Testamento de la zorra,
una de 1679-1713 y otra quizá de mediados del siglo XVIII (ejemplares de E M.).
29
El texto se cierra con el repetidamente citado epitafio latino Ab eternitate, que falta
en T; en H, O y U va seguido de su traducción al castellano, y en P y V se sustituye
por sendos sonetos en romance, como ya se dijo.
Creemos que el autor, quienquiera que fuese, tenía la intención de escribir una
obra política, pragmática, más que de crear una obra literaria, con voluntad de for-
ma. De todas maneras, el uso constante de la ironía, el estilo ágil y el epitafio en latín
revelan un autor culto y sensible, que había leído a los arbitristas y a los escritores de
su tiempo y estaba sinceramente preocupado por la decadencia de España.
En uno de los mss. de la BNM (el A) se discute la fecha: el copista opina que
debe de ser 1716 ó 1717 y no 1756, pero esta última parece la correcta, pues la
concordancia con el año de la fundación de España viene confirmada por otro dato:
si a 1756 le restamos 240, el resultado es 1516, año de la muerte de Fernando el
Católico y, para muchos, inicio de la decadencia de España, más perceptible en el
reinado de otro Fernando, el VI, que moriría loco tres años después. Además,
Giendinning, gran conocedor de nuestro siglo XVIII, sitúa el Testamento en el reina-
do de Fernando VI, como vimos.
El hecho de que exista una alusión a Felipe V en presente 116 podría hacer pen
Algunos omiten el último cero (C, F, J, K, L y O), otros ponen 49 (H), 210 (R), 240 (S) o 640 (U).
Sevilla, Diego López de Haro, [1726]. 4°, 16 p. (Palau 79655 registra una ed. madrileña del mismo año). Vid.
también CM, p. 238.
Por ejemplo, en el Calendario del profeta para 1955 (Alcoy, Francisco Gosálvez Compañy, 1954, 8°, 30p.),
p. 1: «El presente año es el 4199 de la población de España».
96
En S, pp. 78-79, leemos: «pues no falta quien diga con autoridad de palabras: que Felipe 5° es hijo de Felipe
4°» (el subrayado es mío); X sustituye el es porfue.
30
sar que la obra se escribió durante ese reinado, y que se escogió el año 4000 de la
legendaria fundación de España por ser un número muy redondo que cuadraba para
escribir a modo de profecía, vaticinando la muerte de España para años más tarde.
Sin embargo, el catastro aludido 97 sólo puede ser el del Marqués de la Ensenada,
cuyas encuestas se realizaron entre 1749 y 1756 -precisamente-, lo que confirma la
fecha de 1756. Esa alusión lleva a Iris Zavala a fechar la obra «hacia 1750-1752»,
lo que demuestra que ha leído el Testamento con poca atención y no ha entendido lo
que explicamos arriba; Zavala cita una ed. madrileña de 1838 de la que no hemos
hallado rastro y rehúsa «entrar en el espinoso problema de atribución» 99 .
¿Podría ser Macanaz el autor del Testamento? Parece difícil si se compuso en
1716: el 28 de junio de ese año lo llamó la Inquisición a declarar y el 18 de julio
escribió una retractación y la envió a Roma, como dijimos'°°. Y recuérdese que esta-
ba viviendo en Pau con los jesuitas, de caridad, desde el año anterior, y así continuó
ocho más'°', por lo que sería un ingrato si hubiera escrito las duras críticas a la
Compañía de Jesús contenidas en el Testamento, y en consecuencia, el resto de la
obrita 102 El mismo argumento sirve para poner en duda su autoría en la fecha más
probable, 1756, y añádase que por entonces don Melchor tiene 86 años, se encuentra
preso en La Coruña desde 1748 y su vista y su salud mental están muy deteriora-
das'03. Por otra parte, el humor -aunque amargo- y el estilo ágil del Testamento son
muy diferentes del farragoso y lleno de anacolutos habitual en M acanaz IOt.
Y sin embargo, la atribución es verosímil y nace como mínimo a comienzos del
siglo XIX: aparece en los mss. B, C y Ñ y en los impresos T y U. Cabe entonces la
posibilidad (remota) de que Macanaz escribiera la obra durante el reinado de Felipe V a
manera de profecía, y lo referente a los jesuitas -como la alusión al Catastro de Ensena-
da- sea un añadido de otro autor (falta en Q, y en X); por otra parte, no se olvide que hay
algunas coincidencias entre el Pedimento de Macanaz y el Testamento' 05, aunque no
exista identidad textual. Según vimos, el Testamento se prohíbe en el Indice de 1805106
Apartado 18, p. 25 del impreso que facsimilamos.
98
op. cit., p. 290.
íd., p. 291.
100
PM, p. 321.
°' íd., p. 339.
102
También le dieron hospitalidad los jesuitas de Lieja en 1725: vid, íd., p. 370. A Pedro Alvarez de Miranda, en
su tesis doctoral Palabras e ideas. El léxico de la Ilustración temprana en España(1680-1760) (Madrid,
Real Academia Española, 1992), p. 121, los ataques a los jesuitas contenidos en otra obra atribuida a Maca-
naz le parecen igualmente «impropios de un autor que parecía mantener buenas relaciones con la Compañía
de Jesús», lo que le lleva a considerar apócrifo el escrito.
103
Vid. PM, pp. 26, 396y 420.
"4 Vid. íd., pp. 21, 27, 56 y 65.
105
Vid. especialmente, en la ed. cit., los puntos 54-55, y también 3-5, 7, 11-12, 28, 44 y 47-48.
106
Según Zavala (op. cit., p. 290), «Aunque la Inquisición lo prohibió in totum en 1791 -para entonces circulaba
manuscrito-, la censura inquisitorial no da cuenta precisa de la fecha, aunque sí se lo achaca a Macanaz».
31
y
ENCHIRIDION
DE NOTICIAS PARTICVLAR.ES,
32
como obra anónima, y Martín Gait& 07 y Maldonado de Guevara' 08 aluden a los apócrifos
de Macanaz, pero en ningún momento dan títulos concretos ni mencionan nuestra obrita.
En resumen, me parece poco probable que Macanaz escribiera el Testamento,
pero no me cabe duda de que el autor, quienquiera que fuese, conocía la figura, las
ideas y algunas obras de don Melchor, y ciertamente el contenido del texto es
macanacesco, si se nos permite el neologismo.
El Testamento debió de escribirlo un arbitrista con sentido del humor -que no
excluye el pesimismo-, es decir, un continuador de los proyectistas de los Siglos de
Oro preocupados por los males de España y que arbitraban soluciones para ellos.
Normalmente serios -incluso tristes-, en este caso el arbitrista maneja la ironía -o
sea, el humor, aunque amargo-, lo que acerca el opúsculo a obras literarias como las
CM de Cadalso, a quien podría pensarse en atribuir la autoría si no fuese porque el
coronel nació en 1741. Era, pues, demasiado joven para escribirlo, pero muy bien
pudo haber leído una de las muchas copias manuscritas que circularon y aprovechar
en sus CM algunas de las ideas contenidas en el Testamento, como la crítica de la
enseñanza o de la filosofía escolástica (cartas XXIII, LXX VII y LXX VIII), aunque
no debemos olvidar que Cadalso se autocensuraba, pues pretendía publicar su
obra' 09, y en cambio el anónimo autor del Testamento criticaba con más dureza,
pues -como el del Lazarillo de Tormes- había tomado la sensata precaución de
ocultar su nombre.
VII) CONCLUSIÓN
Al llegar aquí, cabe preguntarse por la actualidad que tiene hoy el Testa-
mento, la cual resulta ser -por desgracia- mayor de la deseable. Cierto que en
nuestros días no tenemos Supremo Consejo de Castilla, ni Consejo de Ordenes,
ni dominios en América (muerto el perro, se acabó la rabia), ni hay tantos curas,
frailes y monjas como en el siglo XVIII, aunque no faltará quien opine que toda-
vía quedan demasiados.
Sin embargo, no parece que haya acabado el desgobierno, y la opinión pública
sigue sin confiar en la justicia, ya que la ley no se aplica igual al poderoso que al
107
En PM, p. 36, indica: «parece que en los reinados de Carlos III y Carlos IV sus obras corrían adulteradas, con
fines políticos».
108
En su libro citado, Melchor de Macanaz. Testamento..., p. 216, leemos: «La proliferación de apócrifos pues-
tos a nombre de Macanaz constituye una prueba clandestina anónima de protesta contra el gobierno que le
desterró, y también de una, más general, contra cualquier política del momento. Los apócrifos se valen del
gran prestigio de Macanaz como hombre insobornable exponente de una gran personalidad, capaz de corre-
gir los desatinos de España». También Menéndez Pelayo (loc. cit.) alude a los apócrifos de Macanaz sin dar
título alguno.
109
No lo consiguió, y ésta apareció póstuma, en el Correo de Madrid, 1789 (vid, la ed. cit., p. 62).
33
desvalido, y no siempre es el mérito propio lo que le hace a uno prosperar. El
discreto lector juzgará si es ventajista la competencia de la enseñanza privada
con la pública, si tenemos déficit de abogados en España y si se les puede califi-
car de sanguijuelas inútiles.
El lector adulto se habrá visto obligado alguna vez a pagar mucho dinero a
notarios y registradores de la propiedad por poco más que una firma' lO. Y para qué
hablar de la multiplicidad y confusión de las leyes -fuente de innumerables pleitos-,
que por otra parte a veces están pésimamente redactadas.
Algo ha mejorado la agricultura, y desde luego tenemos mejores caminos (in-
cluso autopistas, aunque muchas sean de peaje) y posadas: de hecho, España se ha
convertido en un país de servicios, y el turismo es nuestra principal fuente de ingre-
sos. Tenemos también más industria, aunque demasiados productos han de impor -
tarse porque en el extranjero los fabrican mejor y más barato. Por otra parte,
continuamos embargando a los morosos, pues la propiedad es sagrada. En cuanto a
los funcionarios públicos, muchos españoles opinan que son demasiados, sobre todo
los burócratas, que la Administración es igual de ineficiente con ordenadores que
con plumas de ganso y que nos pasamos la vida -y nos gastamos el dinero- procuran-
do papeles innecesarios que a su vez generan más papeles, y así ad infinitum.
En cambio, me parece muy positivo que el Secretario de Guerra (o Ministro de
Defensa) sea hombre de pluma, y silos fusiles hubieran sido de cañas huecas, se
habrían evitado muchas muertes absurdas ocurridas durante el ya casi extinto servi-
cio militar obligatorio.
Las observaciones finales del Testamento tampoco carecen de interés: hoy la
teología ocupa escaso lugar en la Universidades, pero en cambio existe la asignatura
de Religión en España, país no confesional según la Constitución, y en muchos
centros escolares públicos sigue habiendo crucifijos. En cuanto a boticarios y
herbolarios (falsos y ladrones según el Testamento), hoy no los meteríamos en el
mismo saco, y sin duda los médicos actuales están mejor preparados, de modo que
sería injusto generalizar diciendo que arruinan la salud y dilatan la curación.
La obrita toca otros muchos temas como podrá ver el lector, y le aconsejo que lo
haga. Comprobará que, si algunos de los males de Españalos ha curado el tiempo y en
cuanto a desarrollo material hemos avanzado muchísimo, algunos vicios de los
españoles (la soberbia, la pereza, la ignorancia...) o de sus gobernantes (la incom-
petencia, la corrupción...), y algunas profesiones perniciosas para la sociedad, conti-
núan tan vigentes como en el siglo XVIII, para desgracia y vergüenza nuestra.
¡lo Tengo un amigo -y pariente lejano: Erasmo López de Mendoza- al que sacan de quicio por igual notarios,
registradores de la propiedad y corredores de comercio. ¿Cómo es posible -dice- que por haber demostrado
en unas oposiciones saberse centenares de artículos de unos códigos fácilmente consultables, estos señores -
¡que no son funcionarios públicos!- reciban del Estado licencia para cobrar cantidades disparatadas por unos
papeles salidos de un ordenador o manuscritos por un triste oficinista? Mi amigo no entiende que en el siglo
XXI aún gocen de excelente salud estas privilegiadas reliquias del Antiguo Régimen.
34
VIII) NUESTRA EDICIÓN
algo que seguramento nunca habrá visto el lector común-, y tan rara que sólo hemos
localizado el ejemplar del lEA 114, y aprovechamos las reducidas dimensiones de la
caja para poner unas llamadas marginales que remiten a notas a pie de página.
Cuanto mayor es la distancia temporal entre la redacción de una obra y su
lectura, más necesita el lector -aunque sea culto- al menos unas breves notas que le
eviten constantes y engorrosas interrupciones para consultar diccionarios` y enci-
clopedias. Un segundo tipo de notas corrigen algunos de los muchos errores y erra-
tas del original (otras, así como las meras diferencias ortográficas respecto del uso
35
actual, las confiamos al buen juicio del lector), para lo que lo hemos cotejado con los
mss. P y Q, especialmente. Hay cosas que el anotador no sabe explicar, y entonces lo
honrado es confesarlo, como hemos hecho, en vez de pasar de largo ante la expre-
sión o alusión oscura. Al redactar las notas hemos tenido muy presente la burla del
ficticio amigo de Cervantes' 16, e igualmente lo que dice Cadalso en la introducción
de sus CM 117 .
Tras el impreso, y para que el lector -que ya conoce la obra- pueda acceder a
ella como nuestros antepasados de los siglos XVIII y XIX, reproducimos uno de los
manuscritos dieciochescos (el P), singular porque finaliza con un epitafio en forma
de soneto en castellano"'.
Creemos que las peculiaridades del Testamento de España justifican nuestra
especial forma de editarlo, y confiamos en que la obra resulte amena e instructiva -
nunca olvidamos el viejo principio de delectare prodi- para el lector actual, que
seguramente preferiría que algunos de los males de España denunciados en ella no
resultaran tan actuales en el siglo XXI.
16
de la primera parte del Quijote.
117
Ed.cit..p.79.
lIS
Facsimilamos seguidamente el soneto final de V (pp. 37-38), diferente del nuestro:
ES COPIA.
F. del C. y B.
FA C S Í M 1 L ES
TESTAMENTO
ID
ESPAÑA.
1 Argel, donde tantos españoles -entre ellos Cervantes- sufrieron cautiverio, fue durante siglos una de las pesa-
dillas de la política exterior (y, sobre todo, militar) de España, jalonada de sucesivos fracasos, como el muy
sonado de O'Reilly en 1775; años después, en 1783 y 1784, tuvieron lugar los últimos bombardeos de Argel
por los españoles. Todo ello estaría en la mente de quien ideó este pie de imprenta a todas luces falso, como
otros de la época: por ejemplo, en 1807 se publicó (seguramente en Madrid, como nuestro impreso) La pos-
modia..., que figura como estampada nada menos que en «Siam, imprenta del elefante» (vid. Palau 233954).
2 El año es tan falso como el lugar: si se quitan la primera y la última cifra (que podrían corresponder al día y al
mes, o ser caprichosas), queda 794, que -con un uno delante- puede ser la fecha real (la censura está fechada
en el 87936, o sea 1793, suponemos): Palau la indica así directamente, quizá porque no vio ejemplar y copió
lo que decía un catálogo de librero (su manera habitual de trabajar, no se olvide). Correa 2343 sitúa la impre-
sión, ope ingenii -no sabemos si vio ejemplar-, a principios del siglo XIX, lo que no es imposible.
3 La mayúscula y la cursiva enfatizan aún más la ironía de situar en Argel, que vivía de los cautivos, algo
LIBRE.
4 Como es obvio, este impreso pirata carece de todo tipo de licencias, especialmente de la del Santo Oficio, que
habría tenido mucho gusto en conocer al autor y a cuantos intervinieron en la edición.
[391
5 CENSURA
DEL M. B. P. Fr. SILVESTRE flnM, Tr'r., 6
ORDEN DE NUESTRO SERAFICO lADRE SAN FRACI,C.').
COEITESOD tC S. M. ZAMINADH SINOD.tL DEL £Rl(
EXCMO. SR..
5 También es burlesca esta censura, que debían llevar obligatoriamente los libros impresos, sobre todo en el
siglo XVII: vid, la obra de José Simón Díaz El libro español antiguo (Madrid, 011ero & Ramos, 2000, 2.a ed.),
pp. 151-165 (en las pp. 162-164 pueden verse algunas otras aprobaciones burlescas).
6 Claro está que el nombre y el apellido del apócrifo censor no son inocentes: por contra, subrayan su estulticia
e incultura.
7 El cargo de confesor del rey tuvo siempre gran importancia política, pues se podía utilizar -y de hecho se
utilizaba- para influir en el real ánimo, casi siempre con mentalidad integrista.
8 La mención de Trapisonda es otro rasgo de humor: también llamada Trebisonda, corresponde a la ciudad
armenia de Trabzón, a orillas del Mar Negro, y aparece en varios libros de caballerías y luego en el Quijote
(prólogo de la primera parte). No se olvide que la palabra se usa también como nombre común en sentido
peyorativo.
9 Sobre el célebre catecismo de Ripalda (1535-1618), vid. Juan Manuel Sánchez, Doctrina cristiana del Padre
Jerónimo de Ripalda e intento bibliográfico de la misma (1591-1900), Madrid. Imprenta Alemana, 1909.
Claudio Fleury (1640-1723) fue confesor de Luis XIV y publicó varias obras de éxito que se tradujeron al
castellano, como el Catéchisme hisiorique (1682), la Histoire ecclésiastique (1691)... El censor, ciertamente,
no cree en la ciencia de dichos religiosos.
10 Lo correcto seria etc., por etcétera ('y lo demás').
II También son burlescos los tratamientos -que, por increíble que parezca, siguen vigentes en el año 2001- y los
apellidos del supuesto Primer Secretario del Secreto...
12 Hoy usamos el grafema difonemático x en Macsi,nino, igual que en ecsamninado (vid. infra), etc.
[411
1%'
conoeinLiento j, ¡as cló,isulas en a con-
téudas , de cual es la voluntad (le la
testadora con respecto d lo que encon-
tramos de ,neuos.
• Tampoco .e lcmlrd por falta ci no
liallarsa al fliuil el si(luo y firma dJ
que autoriza el documento, quC CEO Iumm-
13 ¿'re de bien, lego, llano y .ç pintas
de viruelas: cooperó en aquellos críticos
y desastrosos ñontcntós á la felicidad
de las generaciones futuras con seis;
*etrados tonsejos gj amonestaciones
tiendo de ildvcrtir que ci aio de 78.953
octubó de S. Al. Q. D. G. ) dicho
15 Notaria gracia para signar y fimmur con
tstanzpilla, por no haber aprendido á es-
cribh por falta de lugar, y por que
16 lo cOtueptuo
" curial praclicon y de ad-
rnirable' tiaursura;y si mme se nesien-
Ira el Signo es ( segun ¡mc sabido es-
13 Sigue la burla, aquí a costa del notario, al que más abajo pone como chupa de dómine.
14 El año no casa con el de la portada ni con el de la censura: podría ser una errata más.
15 La ortografía no era el fuerte del censor (más bien, del impresor), como vamos viendo: lo correcto sería
obtuvo. En lo sucesivo reducimos este tipo de notas y dejamos que el lector juicioso se ejercite en la correc-
ción de las prevaricaciones idiomáticas.
16 No acabamos de entender el sintagma curial practicón: quizá aluda al empleado subalterno de los tribunales
con mucha práctica pero poca ciencia.
[42]
Y.
(rajudciabuenle ) por que sí la jazo,g
estaban d componer ¡lis estampillas cii
casa de ini cerrajero amigo Suyo, pues
liabieiulo echo uso de ellas en tiempo da
pascua (le nauidwl para pinar las tor-
tas ,•su/'i'ierou el deterioro que en manos
de domésticos- esperimentan las cosas (le
los anios En ateucion a todo lo dicho,
yá que la 114blica -se halla esquisi-
lisiinamente ulepositda en nuestro ru-
17 linero y «grackulo Notario, y d que
no he' hallado en lodo ci 1 estamento cosa
alguna contraria ú las rancias costum-
bres que de tie»ap9 inmemorial se ob-
ser»an en nuestro suelo , antes bien
esUzbléce- ¡u,ninosas reglas para el mas
refinado monopolio, intrigas, egoismo q
ciega proteccion d la vitauona de cil- 18
qunos sapientfsinios parasitos: no hallo
í.io,weniente cii que se conceda á la li
17 Junto a la cualidad de agraciado, el notario tiene el defecto de ser rutinero, es decir, que hace las cosas por
mera rutina.
18 Obviamente, vila vona vale por 'buena vida' en la peculiar ortografía de nuestro festivo censor.
[43]
vr
cein ja para SSZ publicacios y circulacion-
A si lo siento en mi estudio de la Fuer-
19 fa cerrado, calendas de 'ebrero, año del
scor 87930. 20
Por un pedazo de papel rofloo, man-
21
diado y ruido de ratoucs, hemos venido
en conocituieiito de que por l* autoridad
competente se concedió la licencia para
librar tacilis cuiitai Copias se quieran del
referido docujuento.
19 No es inocente el adjetivo que acompaña a Puerta: sugiere la cerrazón mental de los frailes.
20 Es decir, el 1 de febrero, y el año puede corresponder a 1793, si suprimimos el último dígito y sustituimos el
primero por un 1.
21 Nuevamente los adjetivos sirven para degradar al censor, id esi, a los religiosos.
[44]
Vil
PROLOGO.
Como depositario, no de la fé
pu'blica sino de la inia propia, y
22 adicto 'd la desidia, ignorancia,.
fanatismo 'y pros¡ ifucion, que es lo
que debe estar en yoga en una na-
cion para que d pasos de gigante
camine á sei. servil dependiente de
ótra, ie he ofrecido, sin.'interés
algurzo 4. .d ¿utorizar el lestansento.
de la España que. espontáneamente
ha qiieiido otorgar, y pedídolo de
su motu propio,'sin violencia de
iis herederos- ni 'parilczpes de
sus innumerables bienes perdidos,
en la zlltima:enfermedad gotoso ' 23
22 Junto a los males patrios que se hallan en el Testamento pone aquí el presunto notario otros dos de su
cosecha: el fanatismo y la prostitución.
23 Es curioso el mal del que viene a morir España: enfermedad goloso cefalítica (la gota afecta a las articulacio-
nes, no a la cabeza). Ello está en contradicción con el final del Testamento, donde vemos que España se
suicida.
[45]
virr
cefali'tica que sus estravios la ha,,
hecho padecer, y que en varias
épocas ha adquiriio un caracter
detonante y síntomas imponentes
por algunos golpes de sanguijuelas 24
mal aplicados; y aunque febril y
delirante, COflZ() le obeiv6 lisciclos
intervalos, no usbe inconveniente,
acuieuio oportunamente en ellos,
de hacerlo estender, sino cpn ar-
reglo 4derech, con arreglo ó tor- 25
• cido y por el orden que juiciosa-
26 mente ¿a •iestatriz me nota va la
cidusulas.
• En. esls instrumento confieso se
• verán cosas originales, pero no de-
berán estraiarse .á causa de su pe-
rentoriedad y urgencia. Llamase 27
24 Probablemente hay que interpretar aquí sanguijuelas (utilizadas durante siglos con fines terapéuticos) en
sentido figurado, como más abajo al referirse a los abogados.
25 El editor no se ha resistido a hacer un juego de palabras.
26 testatriz es femenino humorístico (con el sufijo -triz) por testadora.
27 Falta el resto del prólogo, que no sabemo cuánto se extendería, aunque es de suponer fuera poco, y sigue la
obra propiamente dicha. En alguna ocasión se ha facsimilado un ejemplar mútilo sin advertirlo y a pesar de
existir otro completo, por ejemplo la Doctrina cristiana en lengua española y ,nexi cano por los religiosos de
la Orden de Santo Domingo (Madrid, Cultura Hispánica, 1944).
[46]
XXX XXXXX3
cz1arncntcr be QEípaña.
E n el nombre de la eternidad 28
y de la memoria, hoy siete de Ago-. 29
lo de mis glorias en el alio doscien-
tos cuarenta de mi decadencia: yo
la España, seulora soberana de las
Castillas , de Leon, de las Asturias,
de Nzt'varra, de Vizcaya, &c. Empe-
ratriz de las Indias , Procuradora 30
y Subdelegada de las Naciones es-
trangeras , con pretensiones aéreas 31
á la Europa entera, á las otras trea
32
28 Comienza el texto imitando el tenor de los testamentos auténticos, hechos en serio. En P y Otros mss. precede
un título de cuatro líneas.
29 La fecha ya se comenté en nuestra Introducción, cap. V. En P, por error, se lee 24 en lugar de 240.
30 Aparece por primera vez la idea de la decadencia y subordinación de España a las otras potencias europeas.
31 aéreas en el sentido figurado de 'fantásticas, ilusorias'; en P el texto difiere.
32 Aquí debería ir la signatura 1*, correspondiente al primer cuadernillo de texto (el anterior, sin signar, corres-
ponde, como es habitual, a preliminares, aunque puede que hubiera otro con el final del prólogo).
[471
( 2)
33 partes del Mundo, y lo por descu-
brir en los Polos: declaro ante el No-
tarjo la historia, los testigos el tiem-
po y la verdad, nombrando albacea, 34
test3mentrios al eiigaflo., i la am.
iciou y la ignorancia.
x Primermete dejo por atribu-
to á mi Nacion el don de gobierno 35
para que ea ningun Jiempo se pue
da aceptar proyecto MOI al pllLdico
y £ lo que combieueá mis estados,
2 Mando que se destierre de
iis reinos la justicia á jestancia del 36
excesivo nLírnero de délincuetités,
para que vivan sin zozobra los quo
merecen el mas rigoroso castigo, y
pueda cada uno' vivir ea la ley que
gustare.
33 Suponemos que se excluye América, de la que es emperatriz. Existe una obrita de cordel, largamente editada
desde c. 1515 hasta el siglo XX, que narra un fantástico viaje por todo el planeta: el Libro del infante don
Pedro de Portugal, que anduvo las cuatro (o cinco o siete) partidas del mundo: vid. mi libro Panorama de la
literatura de cordel española, cit., p. 205.
[48]
('3)
! 1siablezco en el csrcter d
IniNacion ¡a sobervia, que como
madre de la pereza y de la igno- 37
rancia pondrá su rsideiicim en las
Andalucias , dilatando sus dominios
á 1s Castillis , Araznu y Navar-
ra; será poco acreditada en Valencia,
flierios en (taluía ; y en atenciori
l menosprecio que hacen de ella
los Asturianos y Gallegos , eger_
citando oficios indecororos , los cas- 38
ligaré con su ausencia.
41 Maudo desterrar desde luego
el mérito, por Jo que serán ten-
didos los intnjmerbles que de él ca-
recen y sin él eshn colocados
fl los puestos de favor , y seria
39 preiso darlos por vacantes ; y para
37 Como se ve, los más favorecidos en el reparto de soberbia, pereza e ignorancia son los andaluces, castella-
nos, aragoneses y navarros. Tiene larga tradición la idea de atribuir determinadas características a los natura-
les de cada región, o país, pues los humanos tendemos a los prejuicios y a los estereotipos: vid. CM, XXVI
(pp. 148-152).
38 indecororos es evidente errata por indecorosos (como leen los mss.), repetida luego en el punto 25.
[491
(4)
. v ,tarst05inconvenientes destier-
40
ro las universidades , la milicia, et
estado, el clero, y en fin será un
freno contra los innovadores, y per-.
turbadores de is tranquflidad piíbli-.
ca ; y habrk dos porteros, la impa--
41
sibilicld y desengafío.
5 Deja £ mis. sucesores. mi su-- 42
premo consejo de Castilla , el que
presidirá, segun constumbre, un
43
Obispo, cuya solo- caracter le vaste
aunque no tenga lo& requisitos de
científico, letrado y resuelto; puei
no basta quien aconsege que para
ser acertada la eleccion de presiden-
te, deviera ser personage de ca rae-
ter y varia estudio ; cuya autor¡--
dad bien enteñdicja fuera el brazo-
40 En P, R y otros mss. dice obiar=obviar; el arbitrista mezcla aquí instituciones muy diversas en un totu,n
revolutum.
41 0 y P leen la Ymposibilid.ad y el desatino, R la imposibilidad y desengaño (en Q falta el pasaje).
42 mi: los mss. leen un. Según dijimos, Macanaz recortó las atribuciones del Consejo de Castilla, que había
eclipsado a los demás y se había convertido en una especie de superministerio.
43 Aparece aquí la (justificada) vena anticlerical del autor.
44 En vez de caracter, O y P leen carrera.
50j
(5),
derecho del rey y protector del
reino; por que no hay duda que
un Obispo. no puedeestender SU co- 45
nocimiento 4 cuanto abraza la pre-
sidencia por rio, competer á su pro-
feston y estudio , y aunque lo
hubiera algo capaz de egercerla,
resultan, graves incon ven ¡entes á Sil
diocesis, de quien es pastor y pre-
lado , ea sus dilatadas ausencias;
46 pero ya se halla autorizado el abu-
so, prosiga del mismo ¿nodo ; y los
Consegeros los elegirá la proteccion.
61 Mando que todas. las audien-
cias de mis reinos. se compongan
de colegiales , cuya obligacion. será
ayudarse mutuamente con preferen-
cia á los inanteistas , pues aun que
45 En este punto el autor olvida la ironía y escribe en serio. Todavía en 1975 un (arz)obispo formaba parte del
Consejo de Regencia en España, y algunos de los actuales prelados parecen ser expertos en matrimonio y
sexo a juzgar por sus declaraciones.
46 ya: debería decir ya que, como leen los mss.
47 Según dijimos, Macanaz fue manteísia, es decir, universitario sin beca en un colegio mayor: éstos, los cole-
giales, copaban los puestos de los Consejos (precedentes de los actuales ministerios) y audiencias, por ser de
familia noble, aunque su formación dejara mucho que desear. Obviamente, Macanaz no fue el único man-
teísta de la época resentido contra los colegiales, así que no puede utilizarse esta alusión como prueba de su
autoría: según Domínguez Ortiz, «sobre la rivalidad entre manteístas y colegiales hay abundante bibliografía
que sería ocioso reproducir» (op. cit., p. LV, n. 42).
[51]
LtH e.tos iecaga el mayo? rntritiJ 1
48 &ffltroerl Ja culpa original en no set
I colegio, y cono para ser buen mi-
ñisfr, buen fi scal y buen. juez
se necemiti liabr sida abogado larga
fiempo , dii que l estudia, espe
riencia y divsidad de casos iu.'
fruye rtas que los stqerfieiaIes es
fudios de los colegios, con todo aprüe'
so la contraria inaxinía por hallar'
e genérairiyenti bien recibida.
Córifirmoel consejo de brdenes<9 49
p'ties aUn qie iniitil y perniciosop
tdhMiStjt1 tahto cuantos otros' abu-
is qle tdlerti ¿ A qué fin conduce
f hibet oreado aH consejo con solo
1 iuspeecfari de las órdenes milita'
tea , fi<igiendo un rnioisteriosO esta-
48 En Q, h. 3v, hay una nota (a) que transcribimos: «Esta manda esta rebocada en el nuebo plan de / colegios
sucediendo a los colegiales todo lo qC dice de los / manteistas, y siendo la beca S.-Benito de la culpa /
original».
49 Se refiere a las Órdenes Militares (Santiago, Alcántara, Calatrava ... ), reliquia de la Edad Media que en el
siglo XVIII no merecían un Consejo exclusivo para ellas. En este punto se olvida el autor casi totalmente de
la ironía.
50 0, P, Q y R leen misterioso; el neologismo Ininisterioso (lectio difflcilior en la jerga filológica) pudiera ser
intencionado, con sentido de 'laborioso o afanoso'.
[52]
(7)
dio ? El re¡ confiere las encornjcn,
cuando eij estas sobreviniere t-.
un Jitijio ó embarazo ¿ no seria
mas facil ape1r al consejo de Cas-
tilla , y estableercn cada brden un
cierto número de comeud4dos híbi-
les . inteligentes para el gobierno
econámico.de cada una? Por consi'
guiente el nuevo recompensado go-
zará mas pronto de su encomienda
51 ( cuya an.nata queda para gastos
M ccnsejo ) y este no tirrJizaria i
52 .comendadas ni vasallos .en la di
la&on de sus sentencias
8? No limito el nírnero de abo- 53
gados ,pues en estos consiste la du-
-racion de los pleitos, como tam-
ieu paca fomentarlo con sus raz.
[531
(8)
nes mercenarias, que ni ellos mis-
mos creen , y para mantener la di-
vision de las famis, cuyo jugo
chupan estas sanguijulas civiles. 54
55 'Tampoco prefino el rnfmero de no-
56 tarios y escribanos, siendo legíti-
wos de la malicia , y formarn.una
hermandad con los abogados, como
la que subsiste entre médicos y
boticarios.
9 En atencion á la multiplicidad
de Ias leyes , de donde resulta un
caos indefinible, mando que no se
reformen ni recopilen ( como se ha
egecutado en algunos paises estran-
g'ros) antes bien si es posible, se
aumenten con pretesto de aclarar-
las ; con cuya confusion quede in-
[541
58 'vertido el derecho natural ,duçoso
el juez que senteucia, condescoijfi-
Snza el sentenciado , y solo sirva
para enriquecer la, vervosidad d8. 59
los abogados , y cavilaciones de no-
tarios cuyo crédito pende de la
ignorancia piíblica.
zo? Por lo que mira las le-
yes gubernativas y decretos rea-
les 5 sea sugeto solamente el mise- 60
rable pueblo, pero no los grandes,
ricos y poderosos pues estos dicen no
reconocen jurisdicciou y lo SUP)-
rizan con- la posesion que gozan de
muchos siglos en. cumplir con las 61
multas; y el destierro se reserval
para la plebe, y en esta será
salvo quien tenga empello, que á 62
2*
55]
;(jo)
63 $Jtulo.depiedad cristiana contribg
..a1 perdon del delincuente.
• .xi! Para el .gobiernogener&I d.c
[56]
(ri)
gobierno político y manejo de e"
Lado , de SUS intereses , comercio,
agricultura y pobfaciou , con cuyas
luces deveran enirar'condeeorados, 66
y no comorrreros'escribientes, sino
c6mo consejeros de sus gfes:' he
iesuetto lo contrarioá instancia d
la costumbre y sdplicade la ig'
flora lícia.
É2 (Jonfirmodeimevo las máxi-"
ftas de mi gobierno, en el que no'
te admitirá mutabilidad. Que se vi-
va sieinpré cii lá buena fe que 67
bast ahora , bou' iitiestros vecilios- de
tiya. teflnadf politicd no se' ha (fe
Prez¡ qúé maqttíteii nVesirl ruina,y
que el modo dcóiiscivauoha de ser 68
ióstrándonos pacíficos, ¡desarma-
[57]
( r2)
dos , no dando lugar á que nos sos
pechen de atrevidos si nos convidan 69
con su alianza haciendose abo-
gados (le nosotros; no ea de perder
la oesiou de SU deseo, aunque sea
sacrificando nuestros intereses , de-
70 mostrando con su buena fé su fal-
so proceder que condecoran de po-
lítica moderna y nosotros cons-
tantes hemos de perserverar en la
antigua , aunque seamos hebreos
71 entre samaritanos.
72 I3 Quiero subsistan las máximas
que ha siglos sirven en mi gobier-
no ( y mando que se perpetuen es-
tas ) que será caracter distintivo
de l constancia espaoIa.
73 Taies son las despobacioues. de mis
58]
reinos y por coriiguiente la pobre-
za de mis vasallos ; por cuya ra-
zon mando se borre en la sagrada
escritura aquel divino testo que
74 funda la riqueza y poder de¡
príncipe en el número de sus pue-
La espulsion de moros y ja-
dios ha contribuido. no poco á la
despoblacion de mis Provincias
cuya industria y trabajo hubiera
ibrinadó un poderoso imperio, si
la temerosa política no fuera au-
tora de una máxima que juzgo ne-
cesaria para su seguridad, coonesta-
•da con el título de religion ; una
y otra asequible por medios mas
zuabes. La primera reprimiendo
con el castigo y la sgunda con la.
74 El ms. P lee, por error, manda en vez de funda. Nótese el atrevimiento de mandar borrar una frase de la
Biblia, nada menos.
59]
(I4) •
75 ficision , & aílos y enlaces,
hijos an f1k álinqu sis pa-'
díes no Li fuesen" mar que eit la
ériida'des.Nf éiii'el)o-da11ost
76 I'á' fis1Ñigfaiói de' ¿adO!eS á Ji
que d4pbbiÉn do' [a
atiiopó.ébIáu iqdefla' stisiziia'
77 otCiotfdÍ Unv'ierso: EJ c6mputo'
de laf igvaioíf• ¿d geht'ér aí
ñuésro 'Mubc{o esdediet rniralinag'
que ntí'tlínerif& saÍezt ¿e mi reí-'
fios ç dé' fag ííaÍés- uñagfat
éion muire u 1ci' bajeles yótri'
ñia ésdésj,a ie' eit k Anérict
or las doIia ¿jiíe" ie' ófigiñan"
de la' fkn d& óihnas y alk
íent'ósq y ó&.rniguieIte ÍUI cór 1I
tuuinero ¿fe los ttisportados é
75 Esta política tolerante no era en absoluto compartida por de Moya: vid, las pp. XLIV-XLVI de su op. cit.
76 Hoy diríamos emigración, pero la primera acepción de trasmigrar es 'pasar a otro país para vivir en él'.
77 Unvierso es errata que habrá salvado el lector.
[60]
Ji.za en Ja pobacioit ,4e;:au.eJL9
reinos, cuyo fn,.nui)ca.!e. .c.Qnsegui-
•,rá, y sí la 4ep.9blacion.e .Espa-
78 fila ..por : eeOna4O.
79 EI :c1iba.to que za de 43uprern .
•poderjo.en .jnis .estados,, tiene dos
razones á su .fayor, .ua )a ppre
.za irnposjiIida.d , :,hijas ..dejas .ri-
• gorOsas .çoutribuçiQnes que . .inavi-
litan aI Jror para 4 matrirno-
pio, .por.ej terro.r.que.. : es jnftn
de 'su fecuodidad, ..que'es .grava-
mea •..á su ..Miseria_;
y Ja ptra • ç,l
Esta doeçjesjáticoy religoó ilimi-
tado ,en mero: :Jt1eta..i1 solo ea
80 paz de :fundar ,in nuevo ¡nuodo.
81 J .agric,qura está ..; etyiIeci-
.4a y .ultrajada . , .,coutra a1 jnáxir
[61]
hns de los antiguos p, ueblo3 egip_
dos , griegos y romanos que la
ennobltiejeron y estudiaron , como
lo egecu tal) hoy los franceses, italia-
nos y hclndeses , y continuamente 82
los árabes en Espada, y la recom-
pensan los ingleses con el estable-
83 cimiento y premios al que se aveii-
tage en'ella y descubra alguna in-
eniosa invencion para su adelañ-,
tlliniento y perfección. Por cuya
razonmsndo que se repute en mis
reinos por oficiopenoso;'de pocá
útil ..
para una Nacioñ cúyos peÑa-
eritós idn altivo. Qiepor lo qü
84 mira á l :d e t ru dJ comer
¿jo iniezior y failitar' lá depo-
£liicjj las `Máximas , Éuñdam 'eiktaié5
[62]
('7,)
85 Jementales de mi gcbierno, man-
do que se desprecien como costo-
sos y estravagantes los proyectos
e caminos ptíblit'os y posadas ;
pues de .ellas se sirvieron nuestros
86 antiguos y hemos de ser mas de-
licados que ellos. Que .iguaIinnte
son irrisibles los.que hablan de ha-
cer los nos navegables y foirnar
canales y regadíos en tierra de
seano; por que es oponerse 4 los
establecimientos divinos que los dá 87
85 La línea comienza con una errata que habrá salvado el lector discreto.
86 Debería decir no hemos de ser, como leen los mss.
[631
(i8)
i5 En ateocioji al pernicioso
abuso que se ha introducido en mis
reinos con el establecioierito de
algunas fábricas de seda y palos
que aun están en su niflez, mando
se destruyan para librarnos de es-
ta molestia ; lo que se conseguir
facilmeiite aumentando los pre-
cios de nuestros palos, de modo
que sean mas baratos los estran...
geros á pesar de los portes y a-
duanas como hoy se egecuta; que
siendo nuestras lanas las mas finas
de la Europa, las esquilmemos y
vendamos con escesivo precio al fa-
bricante estrangero que nos las de.-
volverá ej3 pagos, y con este ar-
89 bitrio econoizremoa nuestros cuj-
88 También era viejo el problema de la lana y los paños; recuérdese que la nueva dinastía borbónica impulsó las
reales fábricas de tapices, cristal, etc.
89 Nótese la nueva aparición de la palabra arbitrio.
[64]
(19)
dados -, y nos sobraran gentes para
90 cocheros y lacayos y no fltari
estudiantes en las universidades, co-
mo tampoco médicos, boticarios
cirujanos y escribanos; de los que
gracias al ciclo estamos bien.
16 Generalmente por lo que
respecta al comercio no hay que
afligirse pues se encarga á los es-
92 trangerus nos surtan de cuantn ne-
cesitamos por nuestro dinero. Dare-
mos comision á los franceses pa-
ra que nos provean de paños, se-
93 da3 , sombreros, manguitos, polvos
para el pelo, mantequilla , y agua
de olor para. perfumariios.
A los ingleses se les mandará nos
traigan algunos pacos, y de toda
90 Sc mencionan algunas de las profesiones que al autor le parecen poco beneficiosas para la sociedad: coche-
ros, lacayos (hoy extinguidos), universitarios...
91 encarga: P. Q y R leen encargará.
92 También Cadalso se lamenta en la XLI de sus CM (pp. 181-186) de que se importen demasiados productos
del extranjero en lugar de fabricarlos aquí.
93 Los mss. intercalan abanicos tras sombreros.
[65]
( 2 O
especie de quiucaller(a
tatnbieri reloges, y un metal y coin- 94
posicion. que llamnra sirniIor y hY 95
trocaremos por el oro. A los holan-
deses lienzo , manteca especeFía, y 96
azucar. Los genoveses traeran pa-
pel, azucar y dulces. Los venecia-
nos y almanes vidrios y cristales.
Los fl'm encos encages. Los saboya-
97 nos mármoles. Los suecos y dina-
marqueses bronces con que eterni-
zar nuestra indolencia •,. y pieles
que forren nuestros bestidos; y aun-
que la Espaila esceda en Ja cuali-
dad de sus frutos á todas las na-
ciones, no corresponde en la abuu--
daucia por falta de labradores;-
pero con todo eso se permite la es--
98 Para solucionar este viejo problema se construyeron durante el franquismo los silos del SENPA (Servicio
Nacional de Productos Agrarios).
99 Vid. supra, nota 37.
[671
215
pfldati á sug patricios de los Pe-
nosoi empleos de segadres jornale-
ros &c. qué upliran los gallegos y
bearrieses , coma tambíen el infi-
nito nímero de peluqeros , sastres
y 2apaterog , cuyo fin se consegui-
rá Ccfl la sabia máxima de prefe-
r1t estos lós patricioS.
X7 Para la real hacienda se
nótubrará un ministró 6 secretario
y será de habilidad conocida pa-
102 r& contar su provecho. Los oficia-
103 les b cobachuelistas podrán serlo de
cualquier talento 6 condicion, con
tf que tengan buena letra que e
cuanto se requiere: se establecerán
oficinas 6 contadurias en todas las
provincias coir asignacion de unos
101 O y P añaden a los segadores IJe,zdi,niadores, Cahadores y Panaderos: Q presenta las variantes ('apwiores
N, Ganaderos.
102 El Viejo problema de la corrupción, tan antiguo como el poder, aunque más fácil de combatir en las socie-
dades democráticas.
03 A los oficinistas, sobre todo de lo que hoy son los ministerios, se les llamaba covachuelistas porque traba-
jaban en las covachuelas o sótanos del Palacio Real.
1681
C2 3)
competentes sueldos para su ma-
iiulenciOn, y cuando es tos no sean
soficienies que tomen CUil mode.-
raciun lo que • necesiten , inchyen-
dolo en gastos estraordinarios y bor-
rndo ceros á lo percibido de las
contribuciones. Y por Jo que mira
estas se impongan lo mas que
se pueda para el aumento del real
erario y egecucion de aquella ce-
lebrada máxima que funda Ja quie..
tud de los pueblos en su pobreza.
Que se exan los impuestos con
101 ci mayos, rigor, y cuando no . ten-
gan los vasallos con qué pagar quo
se vendan sus efectos y muebles y
aun si es necesario sus camas y ito.
gires, y cuando ni estos alcajuccia
104 Doble errata: inaYos seguido de coma, por niaYor. Es justa la crítica de la excesiva presión fiscal, junto con
la venalidad de los recaudadores.
[69]
(24)
e podrá establecer un comercio le
105 hotnbris , vendiéndolos á los nr-
gvliuos cuino se hace in la Ame'-
rica con los negros de guinea.
105 ib Mando que se aumente el mí-
mero ide los empleados en todas las
107 oficinas de real hacienda, para cu-
yos empleos se escogeru coa par-
ticularidad mí los contrabandistas,
que como á conocedores de fraudes no
1(Y) los podrán enga1ar., y al mismo .liem-
po se conseguirá sacarlos de úima
vida arriesgd;m,ficilitmu11do1es el me-
dio de continuarla con máscara e
celo al real, scrvicio. Mando si- -
ga el ordea regular de su manejo
por este segun' ¡ni voluntad y cos-
tumbre; previniendo que encurn-
105 Constituye un rasgo de modernidad (o de ilustración) esta crítica indirecta del esclavismo.
106 También hoy considera la sociedad que existen demasiados funcionarios burócratas, que trabajan poco y
que son ineficientes. Macanaz aconsejaba en 1714 no mantener zánganos (vid. PM. p. 64).
1701
(25)
110
fo á la nueva junta para el estableci-
miento d1 catrasto, á cuyo fin se ha
enviado comisarios por toda Espía
para su recunocímiejlto, que se mi-
ren los innumerables voltítnenes que
5e han escrito, que esceden al mí-
znero.de los de Ja famosa biblioteca
de filadelfo . y Jespues de haber
gastado muchos afios y el rey sus
tesoros .resulta una prodigiosa can-
tidd de manuscritos originales, que
lograu in fian dspacho en las tien-
das de.coifiterós, para cuyo exmen
y determinacion rrandé formar la
junta, que es un compuesto de . muy
112
-simples, entre los que se ha introdu-
,,cido una confusinn de lenguas y
,
a sus volúmenes
110 El catrasto (igual en R) de Ensenada se realizó como dijimos. entre 1749 y 1756. y
manuscritos se les dio -por lo que se ve- un uso semejante -los hay peores- al que a veces han tenido hojas
de ejemplares únicos de incunables (de Tirant lo Blancli, sin ir más lejos).
III A Ptolomeo Filadelfo se le atribuye la fundación de la famosa Biblioteca de Alejandría: vid. Hipólito
Escolar, Historia (le las bibliotecas (Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1987). pp. 62-93.
conpuesto/simple.
112 P y Q leen (le muchos simples, con la misma ingeniosa dilogía o juego de palabras
[71]
(26)
por cuyo medio no se logra su esta-
blecimiento, y en esta conformidad
no sabrá el vasallo loque paga ni
el rey lo que percibe, ademas que
hallándose las alcabalas, cientos y mi- 113
'llanes con una imposicion casi inme-
morial , seria no solamente en per-
juicio suyo sino en singular agravio
y detrimento de su crédito.
19 Por lo qúe mira á la guerra
habrá siempre un secretario, con tal
que no haya servido en la tropa
114 por que si concurriese el mérito
que se contrae en esta no habría
recompensa que no procurase , 1
113 alcabalas, cientos y millones eran tipos de impuestos hoy sustituidos por otros como el IVA.
114 P lee erróneamente por si en vez de porque si.
115 Esto que le parece mal al arbitrista hoy es normal en los países democráticos: compárese con CM. p. 282. y
la frase del mariscal de Tcssé copiada en el PM. p. 86.
1721
(2v)
116 No sé si habrá doble sentido en la palabra rasgo, que puede aludir a la prestancia o gallardía física.
117 aceptadas debe de ser error por acertadas, como leen los mss.
118 proteccion debe de tener aquí sentido pasivo y aludir al que está protegido por el poder.
119 Sigue percibiéndose la oposición a que los civiles dirijan la guerra: ¿sería el autor militar, como Cadalso!
[731
(28)
g1ierr, cuyas drderies recibirán pa—
ra la direcciori de sus marchas, eme-
presas de sitios i sorprÑas y batallas.
Por lo que mira al ascenso de
oficiales se observarán las siguientes
rníximas : Que se atiendan como ser.
vicios particulares las carnpai'ias de
corte y presente de protecciou, por .
cuyos méritos se hará la promocion
de oficiales generales. Los - regimien-
tos de infuntería se darán á los que'
hallaudose con estos mismos méritos.
iíadieren los de petimetres , rela- 120
midos , de vestido de gusto, zapato'
ajustado, peluca enlavda, de modo 121
que parezca pelo propio, y bien per-
fumado de olores. Para coroneles de
caballería seran á prop6sito los que
120 0 lee Petrjpnetres, R prefimetes; petimetre, 'persona que cuida demasiadamente de su compostura y de
seguirlas modas', es palabra que pasa del francés al castellano en el siglo XVIII. También la usa Cadalso y
ridiculiza a los que siguen ciegamente las modas: vid. CM, n. al pie de la p. 139.
[741
(29)
uniesen ?i estos méritos el don de
arbitrio para beneficiar los curtilIos
de cevadi en favor suyo y de los
inspectoros. Por lo que mira á as-
censos de subalternos se obsmrvará u
los méritos de proteccion y moda y
los que no fuesen así , no serán pro-
movidos.
2I Con respecto al armamen-
to de mis tropas, mandoque- por lo
que toca á la-escasez de nuestras.
minas , se economice el hiérro para
asadores, parrillas, sa rte oes- &c. que
son de grande uti1idd en 1as co_
cinas, strplieudo los fusiles- conca as
huecas. En lugar-de pólvora, que se
podra emplear en cohetes, ceniza :
garbanzos por balas, y las- - bajone-
122 El cuartillo era una medida para granos, cuarta parte del celemín, y equivalía a 1156 litros.
123 En vez deporto que toca a, P y Q leen, más acertadamente, en atención a.
1751
(so)
tas y sables de madera para que no
hagau tanto dalo. Igualmente se po-
drá ahorrar el bronceque se emplea
en fundir caííones para campal)aS,
braseros, marmitas &c. haciéndolos
de carton 5 y 1a5 balas; bombas y gra-
nadas de papel.
229 Mando que no se fortifique
126 No cabe duda de que el armamento aquí descrito haría las delicias del más refinado pacifista; vid, de Moya.
pp. LI-Uy.
127 Ha sido práctica milenaria esta de utilizar los edilicios antiguos como cantera para los nuevos: ahí está el
Coliseo de Roma sin ir más lejos.
[761
(3')
Con mis vecinos ( de cuys buena
fé rio puedo dudar) mando que se
reformen mis tropas , que son de
giaude costo para el erario, y
mas atendiendo á las respectivas 128
instancias de la toga y estado eclesiás-
tico, de cuya insolencia y atreviLfliento
formaran repetidas quejas; como taLn-
bien la suma de su ahorro se emplee
en bperas , musicos y bufones, cuyo 129
mérito no está bien recompensado.
Para que se logre la insensible
reforma de mis tropas se seguiría
las siguientes máxiznas. Disgustar
í los' oficiales de mérito, no ascen-
diéndolos y notandolos de imperti-
nentes y cavilosos ; maltratar al
soldado y permitir á los sar;entos y
128 respectivas debe de ser error por repetidas, como leen los mss.
129 La alusión a los bufones parece un anacronismo a mediados del siglo XVIII.
1771
( 32 )
cabos los catigueu con el palo, de
m0í19 que los desespere la afrenta;
130 La palabra pres! (O y R leen pree), de origen galo, significaba 'la parte del haber del soldado que se le
entregaba en mano semanal o diariamente'; aparece también en las CM, p. 195.
13! capilla en el sentido de 'oratorio portátil de los regimientos y otros cuerpos militares'.
[781
• 3)..
132 •.era iaeer enteramente despreciáb'Te
el servicio de la tropa y envilecida
133 «con seguir su reforma , es mi volun-
tad se siga lo que hoy -se egccu'ta
-en los tribunales de justicia , donde
134 'se sentencian servir al re¡ por -cier-
lo ntítnero de ailos -á los -asesinos,
ladrones y contrabandistas; de don-
-de resulta que dándose por castigo
y como ignominioso, solamente los
- 135
pícaros serán -acreedores de justicia
al -real servicio. y en tal caso los
-reclutas de httmbres de bien pade-
cerii en su reputaeion -por hallarse
'comprendidos en la afrenta.
23 Por lo tocante á -la marina
habrá un secretario COli SUS oficia-
les cobuchue1tus que no han de ser
5*
132 La página comienza con una errata que habrá salvado el discreto lector.
133 con seguir debería escribirse junto, como en P, Q y R.
134 se sentencian.., a los: otro solecismo como el de la p. 66. Por lo que se ve, en aquella época los tribunales
podían condenar a los delincuentes a servir como soldados por un tiempo determinado.
135 los: debería ser las, como lee R; O, P y Q dicen los hombres de bien.
[791
(34)
mien
del oficio ni han de tener Conoci-
to de mar ni aun por pintura.
Y mando que se degio los puertos
tales cuaIe los dispuso Dios , por-
que ya he declarado no se inten-
te cosa contraria £ la voluntad di-
villa; por cuya razon se quemaran
COmO perniciosas invenciones los
136 guguiles, pontones, gruas &c, y se 137
iiitetrumpiriín los trabajos del Ferror,
Cartagena &c. aunque de estos ha
resultado alun beneficio cii lo hur-
tado, Que en cuanto* á is coiistruc
cion de ¿savios repruvo la españo-
lay acepto li inglesa ; con cuyo
139 cambio ambas micionos negociirín
sus propios intereses para sus res-
-pectivos fines. Que los oficiales de
136 El gánguil era un tipo de barco de pesca, o también el destinado a recibir, conducir y verter en alta mar el
fango, arena, piedras, etc., que extrae la draga'.
137 P lee gabarrasen vez de gruas; R suprime desde y se hasta &c.
138 0 y P leen Ferror.
139 cambio: los mss. leen trueque.
[80]
tflarina tengan los requisitos de pro-
teccion y moda. Que no haya mas
enharcacioiies que las precisas para
el trarisport& del oro y plata de ¡u-
140 dias, reformando los restantes como
forzosos é iinítiles á nuestros pen-
samientos pacÍficd Y al mismo tiem-
po ahorro considerable de maderas,
que logran mas util empleo en puer-
tas y ventanas como tatnbien para
hacer carbori y encender chimene-
as en ateuciou á la escasez de n ues
tros bosques. Que la reforíua de las ga-
leras es cuenta ajustada á los intere-
141 reses berberiscos, pues si en ella se
franquea entera libertad á su correr-
cio de hombres, siendo ua nacioii
tan pobre y miserable que es justo
[811
(1G)
ge fnantengi de los desperdicio! e 142
la nuestra, y así se logra la ruina
del limitado comercicide catalanes'
y mallorquines, cuyo atmento seria
iftdefeclible. Secederá á los barbe-
riscos el seflorio de nuestras eostai
con- el egercicio del alto yb3jo impe- 143
rioya que otros tiempos lo fuerosu
de toii espatia por dilatados siclos,-.
razon es se les corceda alguri privi-
i''i 1egies1usivo. Qae se busque el inO
145 do de rnutjlizar el establecimiento de'
146 los jabeques, nombrando pRra zu
inai,'io gente sin esperiencia adem
de no ser etnbtrcaciues daptables
á la klicai1ea de sus. o&iale-, 'que 147
pierden en el corso ci (lar caza á los
puertos para la proviiou de carue,
1821
J57)
frutas &c. y por consigtriente se fas..
cuita ese mayor ali,io.á ¡osargelinos
qne vienen á Comerciar á nuestras
cost.s sin el rneuor.reeelo ,.con que
se logra una buena correspondencia
entre ambas naciones. Que no se ad-
mita el proyecto- de- cierto ministro
que quiso establecer la paz--en Afri-
ca , pies nwica.resultrian de esta
mayores , ventajas que las actuales,
corno tampoco. eL,batir.1a redenciori
de cautivos, pues seria contra los ¡u-
148 tereres de dos religiones, cuyo ¡¡¡ter- .
prelado instituto es , ya la piadosa m-
xinade1 rescate, que son las minas 149
de los berberiscos y cuyas ti -a-
• Lajadores son los Espaiíoles.
24 Dejo- 4 mis herederos una.
148 intereres (errata por intereses) de dos religiones: las órdenes de los mercedarios y los trinitarios (éstos
rescataron a Cervantes en 1580).
149 Terrible metáfora: los rescates eran las minas (P lee por error las mismas) de los berberiscos, y los españo-
les sus trabajadores.
[831
(3"
Precío9ag posesiones en Árn&ka que
50 me adquirió un genoves destrozan-
do emperadores y esclasizando la Ji-
bertd á uuos pueblos, it los que no
tube mas derecho que ellos á uS
niiost pero habieiido consultado con
la ambicion y la fuerza me lo apro-
arozl, y ahora declaro la usarpacion 151
150 Obviamente, el genovés era Colón, por mzis que se haya discutido su origen. Otro rasgo de modernidad es
poner en duda el derecho de España a la conquista de América (compárese CM, V y IX. pp. 95-96 y 110-
118 respectivamente).
151 usarpacion es errata por usurpaei($n, como leen los manuscritos.
152 industria se usa aquí en el viejo sentido de 'maña y destreza', como en tiempos de Cervantes (vid., por
ejemplo, el episodio de las bodas de Camacho en el Quijote).
153 inte,-ior: igual en R; O lee exterior, P esteril y Q exterilidad.
1841
(39)
ion y mi descuido. Para su ma-
nejo hay un tribunal en iV1dr1d que
IM se llama consejo de iztd;as, y una se-
cretaria en mi palacio, ambasigual-
mente bien cornptestss; y no es de
poca admiracion á la Europa ¡a 5a-
.gacidad de mi consejo en el gobier-
io de tan estendidos dominios, pues
siendo los consegeros sugetos que
155 apenas han salido de los límites de
Espaiía y muchos ni aun de los de
su casa, cuyo conocimiento por lo
tocante á la América no lo han ad-
quirido por sus propias noticias 1]i
por su apliccion ála lectuta, es ja-
comprensible y problemática la de-
cision, pero tengan entendido cuau-
tos lo ignoran que su ciencia es iii-
154 En falta desde consejo de indias hasta su ,nayor enemigo (p. 41).
155 Tiene razón en criticar que la mayor parte de los que gobernaban las Indias desde España nunca habían
estado allí; de paso, los tacha de incultos por su escasa aplicación a la lectura.
[851
..( . 40 )
fusa y se confiere con el emp1e.
Para los virreinatos y gobiernos
es mi voluntad se nombreu los rni
necesitados para que consiguan por 156
este medio establecer polerosos ma- 157
yorazgos, y comp-rar títulos que
consten en pergaminos para diver 158
sioti de la pnitlla y cebo de la ha-
nidad. Encarga á estos no se opon
gan con el rigor que dtben y pre-
hieneri las reales cédulas al comer-
cio de las naciones estrangeras que
]larnaii contrabandos, concediendo pa-
159 ta este fil) Ufl Íanto permiso median-
te alguti intetes por los riesgos
-que se esponen los gobernadores
160 que lo permtien si son descubiertos
por. el comercio ; y auuqtc por ley
156 consiguan por consigan, como leen los mss., es error ortográíico por ultracorrección.
157 El mayorazgo era una institución del derecho civil que tenía por objeto perpetuar en una familia la propie-
dad de ciertos bienes.
158 La himembración diversion de la polilla y cebo de la banidad constituye un acierto estilístico.
159 tanto es error por tacilo, como leen los mss.
160 permtien es errata evidente fácil de salvar.
1861
(4')
establecida no se puede hacer sine
161 por Espafloles, servirín estos de les-
ta-ferreá para las ganancias de lo
estrangeros de quienes son loi g-
162 ceros y productos. Qué por lo que
mira £ las vejaciones que se egecu-
tan con los indios, permito se con-
tinuen por el util que de ellas se
consigue sin temor de que lleguen
¡ oidos de la corte; y ami cuando
esto suceda no seria átendidas la.s
razones de estos infelices, porque
el mismo sudor que emplearon en
trabajar las minas y ea servir al
despotismo de sus amos, será en
esta ocasion su mayor enemigo. Ea
los registros y aduanas dé Cadiz no
se manifiesten los caudales segun 163
161 testa-ferrea: igual en Q, P lee testaferrea y R testa ferrea; el compuesto, de origen italiano, evolucionó
posteriormente a su forma actual, testaferro.
162 Es bien conocida la preocupación por el trato a los indios desde los tiempos de Fray Bartolomé de las
Casas: su Breuissima relacion de la destruycion de las Indias se publicó por primera vez en Sevilla, 1552.
163 En vez de los caudales, P lee erróneamente las cantidades.
1871
(4i)
ii cantidad, sitio segun la voluri-
tad de sus'dueaos para las cóntri-
buciorjes de los derechos rea!es ¡o
que podran conseguirscriflcando una
porcion en regalos y defraudar en
mucho. Por lo que mira á la tro-
p, fortaleza y demas pertrechos de
guer, ya he declarado no se pro-
vea Cosa al-tina, pues por este me-
dio se restituirá iiisensihlemente la
libertad á. aquellos itifelícel reinos
que llorando en su esclavitud, se
64 armarán al fin de-su furor para
recobrar lo que era suyo, y yo me
libraré de este -ecrtípulo que me
atormenta en mi tultitna hora. El
honor fantstico de ¡u posesiun ¡o
165 dib á los EpaoIes, pero eiusufru-
164 Efectivamente, pocos años después de publicarse esta edición, la mayor parte de nuestras colonias america-
nas empezaron a independizarse de España.
165 dii es evidente errata por do¡ o dos', como leen los mss.
1881
(43)
to todas las naciones de la Fu-
ropa , y particularmente í los In-,
glees y Franceses, á quienes per-
mito que en utilidad de los gcber-
nadotes y sin escándalo puedan co-
merciar por . si mismos, y que los
guarda-costas los ayuden en cuanto
puedan y que en las actuales pre- I&
166 actuales (igual en O) parece error por ocultas como lee P; Q enbiielta.s'.
167 Terminan aquí las disposiciones propiamente políticas y empiezan las que podríamos llamar de política religiosa.
168 El excesivo número de religiosos, que restaba población activa, era otra de las ideas recurrentes de los
arbitristas, también presente en los puntos 47-48 del Pedimento de Macanaz (vid, la cd. cit., pp. 117-118).
1891
» (44)
qne,dbindose aplicar 'al arado y
otros empleos de fatiga é l indeco-
Toro,, consiguen por. este medio
mayor. lucro, ninguna inquietud y
respeto devido' 4 s çaracer,.1.que
nunca puie;an aspirar por otro ca-
mino-que Cite. Es cierto que mía'
.rzbispos y obispos son los pre!,
ços mas eemplares de la Europa
por SUS 88fl costumbres, esto es
170 f Cuanto . Í lo general. Gran culpa
tienen los obispos por la facili-
dad Op su adm;i;n sin pasar al
rigoroso Ctsamen de yocaciq 1 capaçi-
dat!, estudioj y cqnrua, por cuya 171
T&EQU se aumenta y multiplica tan"
19. ndmero que' ascendiendo al de
çglaces, reeólo no basten estos
170 Aquí suprime el impreso varias líneas que pueden leerse en P; esto y la mala puntuación dificultan la
inteligencia del pasaje.
171 congrua era la renta que debía tener todo el que iba a ordenarse in sacris.
[90]
(45)
172 re ayudarles á misi ; pero y* que
Ii f,cilid.*d de los obispos les fran-
qua el logro de una vida descansa-
di y rapetble, permito que todo
padre de frniIia pueda entrar sus
hijos desie I.i intanoa ea la carre-
ra eo!esi(sLica, ponderándoles por
U;Dsl parte las miserias de Las fa -
172 Con cómica hipérbole, teme el autor que no haya [s]eglares suficientes para ayudar a decir misa a tanto
clérigo.
173 Esto podría haberlo escrito perfectamente el regalista Macanaz: la ley del rey es ley de Dios como subdele-
gado suyo en la tierra.
[91]
(46)
174 ro como nadie obliga á SU obser-
.Vallcia tarnpOco se egeutará en SU
obediencia. Y ultimamente el gran
beiieicio que resultaá sus familias,
bacieiido francos de contribucion
US blicues ¿í título de cángrua. 175
[921
(47.)
fecúrso d la iiiovedjericja qu.ti
la !Sostiene por el interes que le re
ulta y potestad absoluta de que 178
defrauda á los pzislo.res de li Jgíesia
Que aunque los. santos cnncilos y
cánofies prohiban á to*do eclesistica
179 la asistencia á . ¡s fiestas prifanas,
corno son las de foros, coiriedías y
1931
(4)•
182 benefldoi simples que facilitan 9 Irá
e.lesiásticoi mayor comodidad, pues
iw precisan á b1iacioii que.
la del oficio divina, y conira el 183
182 beneficio simple era el del eclesiástico que no tenía aneja obligación de cura de almas (o sea, el más cómodo).
183 P lee erróneamente y con P,-oherbio.
184 nimios: igual en O y R. ni jnist ros en P y Q.
[94]
.(49)
r.#i por, vnlnntario destansó.
Mítidutainlii'nque uo se les pero'
mita 'mas IIlJr(4 qu u breviario,
p'.ra que tio se les caris la vita, por
ue am aquel hasta para ue el
*iulgo es té en li creencia de que
son doctos y,entezdido; no $4
engaian, piies la mayor .' ci.i2cia
•s vivir con plena .satisfacdoiie
nagenanao oblgacio'ses; pues cotnó.
ellos sepan contár la rita diaria
que gozan .sben muthu.Es mi 186
1nritd que los Deanes, Arcclianos, 188
189 Magitrales y Raciuneros de las San- 190
tas Iglesias Catettrales creen 6 esta-
b1e.xcia colegina de inçretrizandas,, 191
que por este medio, y con el pre-
teato di iznpregnarlas ea lais dufcá
*7 .
185 Ignoramos la razón de que estay otras frases vayan en cursiva; si se trata de citas, desconocemos la fuente,
186 Desde Es mi voluntad hasta infacie eclesiae (p. 51 >falta en los mss., así que probablemente se trata de una
interpolación del editor.
187 El deán es la primera dignidad del cabildo de una catedral después del obispo.
188 arcediano significa archidiácono o juez eclesiástico.
189 El magistral es el canónigo predicador.
190 Los racioneros son prebendados que disfrutan una ración o renta del cabildo.
191 Es ingenioso el neologismo meretrizandas, formado sobre meretriz con el sufijo culto derivado del latín -ndus,
a la manera de educanda, doctoranda, etc.
[95]
(59)
•, a srnas de..iuestra' Santa Reli.
ioa,se reducen á clausurá teinpo-
rzil muchas jóveiies incautas, que de
Cofltiuuo se ven espüestas á los ata-
ques det Iibertixláge. Coii el estables
cimiento de tan piadosa¡ congicgació_
Ítes sé conseguirá ademas e que Jo que
hasta aqui há sido tina escaidá Josa po.
Jígamia, seá eri.lo sucesivd üria verda
'92 dera cripidgámiu l pues no es justo
que tales .dgnidádes estz1 siemprei
iugetos a Ja crtie monotoníd del cc-
'93 Jibtistno. Y consiguienfé á lo que
ldjo pÑceptúado, creo de grande
utiliiiad.y.conducénte 1 la buenag
cóstumbres, . el que lo! .. referidos
Sre. juega que coiisideren hallar.¿.
194 en UZOKI süi colegialas, iuitrit-
[96]
(5')
lis lo suficiente,para poder tomas
estado, las busquen novios propor-
çiopados y las casen in fcie ecIesi '95
No obstante que los cánones prubi..
yen * las Iglesias que tienen dkz-
mos y primicias el reçbir dinero 196
por 1* adrninistracion de scrarne'r
tos cono bautismps, matrimonios y
entierros; mando lo contrario, 'pre-
vinien,d,qqcno será bautizado,easa,
do, ni cnterrado quien no pague se-
gua tarifa ; qu.e como todos no go-
afl de iguales. conveniencias, segun
estas se arregleii los funerales; y si
será acornpaiiado el cadaver por
mas 6 menos sacerdotes, con tiyor
menor ntímero de hachas, el po
funeral , el quegido d las campa-
195 El pasaje interpolado termina con una expresión latina que en castellano coloquial equivale a por la Iglesia.
196 Se toca aquí otro de los puntos fundamentales del Pedimento de Macanaz: vid, la cd. cit., n° 55, pp. 122-123.
t97 1
(52)
y ion el divino -en com-
qfleii
RELIGIONES.
199 celos: los mss. leen celo o zelo, y P sustituye ambicion por aplicacion.
200 dosen es grosera errata por poseen, CO() rezan los mss.
[98]
(53)
201 • ttuto menrifrmnies, íunqne gn1rnn.
te riia. .1,9 rtligiori de Stntn Domin-
o(antíp.da de los Jsuita) aet
sos; pi'ro no de las mas ambicio-
esknderá. sus dtninios en la
dolatacion de los mios, y cada
comunidad'será . numerosa. Con-
fiso al soy dendora de dos
los is.slitutos: el uno es el rosario,
y el otro la iiuqUisiciun, por cuyo me-
dio vro propagada en mis estados
la verdadera rcligioiy la tranquili-
id que toda Europa admira en pun-
to de sectas. Lo dominicos ion fran-
os en el trato, y cada individuó
procura solo para sí la peseta de la
2% inisa , -el chocolate y tabaco que ni-
scita; su comida &eri . abiudantqt
[99]
.54)
Nen que-a • a moda e jul refec
Q4'Q eStO e, guisada.
.j cad.os a.
qqirirán para. eIconvento y tawbiei
para el individpo, punque les ç0S
a4 alaun trabjo por lo ser de los
zp équito en ç vulgo.
28. Las reliiores de la Merced y
d ! Triiiidid, !iir4nde!m -
eno, pues ademas de la renta que
por industria, ieudraii la
e la redeucion de cautivos. Le,
pmi Lo que dejen la primer inst i, 2W
Igiq de rescatar 4 los cristianos; no
çgfl el dinero, si rió con sus pro-
pis eçsonas, esponicudose á loj
Irápios ageiJos por sola caridad, pues.
h ncuptrado el acomodado arbj
207 El impreso omite la frase entre paréntesis que en los mss. sigue a calzados: (cuya religion es de las mas
antiguas y no de las mas poderosas). Como es sabido, Santa Teresa de Jesús (1515-1582) y San Juan de la
Cruz (1542-1591) reformaron la orden carmelitana volviendo al primitivo rigor, y desde entonces hubo dos
ramas: los descalzos (reformados) y los calzados, de regla menos severa.
208 su primer: en P, por errata, suprimir.
209 Efectivamente, los religiosos de estas órdenes estaban obligados por su regla a quedarse en lugar del cauti-
vo cuando éste no se pudiera rescatar con dinero y corriese peligro su fe (muchos cautivos se hacían rene-
gados por comodidad)
RUI
t55)
rió del.dineióqúe lo si.pIé todos i
servirán dé I; y con ésÑ sé scicbre-
rán los rnísérable Argelirioi para
210 que impongad censó el¡ Es-
paílá.
211 29. Los Mtniinos áe indústria- 212
210 que impongan: P lee quienes pongan. Un censo era un contrato por el que un inmueble se sujetaba al pago
de una cantidad anual, como interés de un capital recibido en dinero.
211 Los mínimos fueron fundados por San Francisco de Paula (e. 1416-1507) en 1474; este pasaje falta en P yO.
212 industriarse valía por 'ingeniarse, bandearse, sabérselas componer'.
213 0 antepone los benitos 'benedictinos'. Los bernardos son los monjes de la orden del Císter (o cistercien-
ses), reformada por San Bernardo de Claraval (1091-1153).
214 Los basilios siguen la regla de San Basilio Q,330?-379).
215 La orden de los jerónimos fue fundada por el autor (342-4191420) de la versión de la Biblia conocida como
Vulgata latina, declarada oficial por la Iglesia Católica.
219 las otras cosas: igual en R; Olee las otras, P y Q. más acertadamente. las obras.
221 Los jesuitas fueron fundados, como es sabido, por San Ignacio de Loyola (1491-1556) en 1540 y desde el
primer momento constituyeron una orden peculiar (entre otras razones por su cuarto voto, de obediencia al
Papa, lo que facilitó su disolución en 1773) y poderosa. Como dijimos, este apartado falta en Q.
223 El autor tiene un concepto de la educación jesuítica tan negativo como el reflejado por Ramón Pérez de
Ayala en su novela A.M.I).G. (1910).
11021
(57)
rn á confesores de príncipes y mag-
nates para lograr su confianza; no
se familiarizarán con el vajo pueblo,
y adquirirán la venevolencia de los
nobles. Pará ser admitidos en la re-
ligiori se requieren pruevas de inge-
niosos, de sabios d ricos, y aun entre
estas- cualidades no se desprecia lo
226 noble: sus conventos se llaman co-
legios y serán palacios; sus celdas
aposentos: su título no será de fray-
le sino de padre: sus legos no se
llaman herm.atios sino coadjutores,
no tendrán coro, y en fin nada que
pueda confundirlos con las demas
religiones: tampoco alternarán con
el clero en procesiones, entierros y
demas funciones ptíblicas , y de esta
8*
225 Obviamente, se puede influir mucho en la sociedad dirigiendo las conciencias de los poderosos: en esto,
como en otros rasgos, ha imitado el Opus Dei a los jesuitas.
226 Se insiste en todo lo que singulariza a la Compañía de Jesús.
11031
(58)
od9 gi sern frayles ni clerigos,
jflO solo lo que ellos quieran, esto
228 Se refiere a las célebres Reducciones del Paraguay, especie de ciudades ideales planificadas y dirigidas por
los jesuitas. El P. Andrés Merino de Jesucristo, escolapio (1730-1787), escribió una curiosa utopía, la
Monarquía Colu,nbina, que fue reeditada con estudio de Pedro Álvarez de Miranda (Madrid, El Archipié-
lago, 1980).
229 en la China: P lee en España.
230 0 y P leen ,naomefanos ygnorantes, y no como apostoles/aplicados ,nisioneros, pero no acabo de entender
la alusión, evidentemente malévola.
231 de falsos; falta la palabra dioses o ídolos (P lee erróneamente del falso fisco).
[104]
tidde3 loá mu infelice' dé todas lu
rélígiones pues disimulando su des-
venturado coraxorz con' risneta al&
griá, 'Viven los mas remotos de ella;
M alimento es escaso', su gobier-
no interior asperísimo; cada uno e
232 Ün espíon dé áu dorfipaí dera, el Eec-
tor de la comunidad es notado por
Ótro que ignota; el Rectot del pro-
vincia¡ por otros, y el General pof
toda su religion. Es cierto que pue
den gloriarse de mindar en mis do-
,tninioi con absoluto imperio, y mu-
ho más cii las Américas donde el cela
de religion disfraza las ambiciosas
ideas de áti rnayór aumento gber-
narn las conciencias de los prfnci-
pel, á cuya viáta ceden sus ziunistro',
232 Hoy empleamos la forma espía en vez de espión (igual en O. R y P. donde está confuso el pasaje).
105]
(6o)
)"nUfrnanse por consegeros y cori
temparian polfticos; y en fin les
concedo élprivilegio esclusivo de que
233 todos postren á su obediencia, los
Unos por temor y . los otros por' apa-
sionada locura
234 32. Los Agonizantes , Clerios
menores y todas las demas religio-
jies que poseen rentas estable,, se:
236 pueden evaluar por- las anteceden-
tes, y se reducen todos i dos puntos
237 8 1 cimiento perptuo de ellas y al
de sus riquezs, para las que pondri
los mas eficaces medios que dicte' ¡U
a mbicjon..
238 •. 33• , 'La religiori Je Ea' escuela
pia pudo ser títil su establecimiento,
pero no lo es por la inobservancia;
233 se postren: R lee po rten, erróneamente, y O desbarra más todavía: se pongan en su presencia, los unos por
meter/a...
234 Los agonizantes eran unos religiosos dedicados en especial a asistir espiritualmente a los moribundos.
235 Los clerigos menores constituyen una orden fundada en Nápoles en 1 588 por Juan Agustín Adorno y San
Francisco Caracciolo.
236 evaluar: O y R leen avaluar, P baluar. Q graduar.
Ss
Y.* aunque hoy: es perjudicial, man
do continue por: evítar'eseárid.&io
que resultarían-de su reforma; zu fin
no es mas'que'enieiíar. í leer y es--
cribirí.los niiios,con.-perjuicio--de los
239 maestros de escuela, . de cuya emula-
cion resulta.. la mejor. enseiia nza, y
estos, los ponian y. examinaban los.
magistrados de las ciudades.. E -cier--
240 tó que los , EiscuIapios se -b in--intro.-
239 Se denuncia aquí la competencia desleal de la escuela privada religiosa con la pública, que continúa en el
siglo XXI,
[107]
( 6)
que ndqdisé'n. por su indhstra ..
eptó á la inspecciori del plíblico
¿ la que estki 3ogeos los maestros
de escuela, y sin la emu1cioti que
reina en estos; aunque para tan jUS-
242 lo fin seilalasea todas las diudade
un ndmero fijo de rdacitros y los asa-
lariasetí no Serian tan costosos, y niar
títifeb por ser escogidos y ecsaini-
nados entre los pretendientes: coté-
gens por Lo qtle cueStatl tínas domu-
Iidade3, cuyos cÜnl'entOs, iglesias,
vestidcs y gastos personales, Sin los 243
242 Se ve claramente que el autor es decidido partidario de la escuela pública, más controlable y barata.
243 sin los urgentes: O, P y R leen sin las urgencias propias, Q intercala contar tras la preposición.
[1081
(63)
que gozan han pretendido establecf
6emiflariOS á iniitacion de, 105 Jesui-
tas, y para aEemejrse i estos en algo
han empezado £ alargar SUS Cap.
244 6 mantos, de lo que los Jesuitas esta
245 algo celusos porque no quieren que
haya quienes se les parezcan.
34. La religion de San Juan de 240
245 He aquí un ejemplo de las innumerables -y enconadas- rencillas que siempre han existido entre los religio-
sos: como se ha dicho, si Horno homnini lupus, Sacerdos sacerdoti lupissirnus.
246 Este santo portugués fundó su orden en Granada. Muerto allí en 1550, el Papa aprobó la orden en 1572.
247 Tras hospitales, el impreso suprime dos líneas de los mss.; tras egercicio son varios renglones los omitidos.
11091
'(64')
2db!, y el ifltiiuo son los enfermos.
Con 'las rentía de sus hospitales
han de 'hacer los gastos de su re-
ligion, tco m o son Provinciales, Ge-
nerales y demu.anejos á la C6rte de
Roma Nadie puede pedirles cuenta
.de adznini3tracion., y por.cousiguieu-
te mantienen un " corto número de
248 enfermos y éstos mal asistidos, pre.
2estando la deterioracion de sus
rentas ó su limitada fundacion; mac-
sima .estalilecida de las religiones
'ponderar su miseria cuando mas
poseen, para captar la malenten-
dida piedad de' alguna m zsger rica
Ó un decrépito anciano, que juzgan
249 asegurar su salvacion desposeyendo,
í.desvalidos parientes 6 4 los'po.
248 Seguimos ignorando el motivo de que algunos pasajes estén en cursiva (la mera impericia del cajista?).
249 Esta crítica se halla también en el Pedimento de Macanaz (punto 54, p. 122 de la ed. cit., y vid. PM, p. 227)
y era uno de los sistemas por los que, abusando del fuero eclesiástico, disminuían los ingresos del erario
real.
[110]
( 5)
sres necesitados hijos primogénitos
de la iglesia. Al contrario sucede í 25()
loi que están por Administradores,.
1
que regularmente son los Regidore.,
6 ciudadanos distinguidos, que guis».
dos del honor y piedad dirigen su
mira al logro del bien publico y es
su solo interés dar anualmente exac-
tísirnas cuentas de lo gastado y per.
cibido. La hermandad de dichos 'hos-
pitales, compuesta de la primera'
irnbleza, contribuye no poco con sus
limosnas y personal asistencia al
mayor alivio de los enfermos; y aun-
que estas razones parezcan sólidas ,
mando no se admitan porque sería la
ruina de, la •religion de San Juan
de Dios, prefiriendo el bien estar da
9*
250 Es decir, los públicos, preferidos por el autor, como en el caso de la enseñanza: cuando escribo se produce
en España un debate político en el que hay defensores de la gestión privada de los hospitales públicos.
(66)
e,tos al bien. pdblico.
251 35. Las religiones mendicante
no pueden gozar 'por instituto de
rentas estables; pero se buscará un
arbitrió para que conserven las apa-'
riencfa, y logren el bcneflcio.'La' de
san 1'rancisco, que. es tan numerosa
y coñella todas sus reformas, admiti-
rán cuanto dinero les den á título da
sacristia, que es un mayorazgo 252
251 Es decir, las que por regla no pueden poseer bienes y deben vivir de la mendicidad; la principal era la orden
franciscana (fundada por San Francisco de Asís [c. 1182-1226] en 1210, y por Santa Clara en 1212 en su
rama femenina), con las demás derivadas de ella y las enumeradas después.
252 mayorazgo sin malos años: en P. por error, maiorazco de malos años.
253 Los trinitarios ya fueron aludido atrás, apartado 28: aquí se trata de los reformados o descalzos.
254 Los cayetanos faltan en el DRA E, pero sin duda se trata de los teatinos, fundados por San Cayetano de
Thiene (c. 1480-1547) en 1517. P omite esta orden y las dos siguientes.
255 Teresos (término que no figura en el DRA E) debía ser denominación popular de los carmelitas reformados
por Santa Teresa de Jesús. Estos y los dos siguientes faltan en O y R.
256 Tampoco figura en el DRAE dieguito, que debía designar a los franciscanos legos, como San Diego de
Alcalá (c. 1400-1463).
257 Los capuchinos son los franciscano descalzos, que usan capucho puntiagudo: excepcionalmente, el autor
los respeta.
[112]
(67)
: hIto3 destruidos por falta de me.
dios y reducidos' .á la lobreguez de
sus claustros: las Iglesiai pobres;
desconocen la diestra mano del pin-
cel, las esculturas y los resplande-
cientes dorados; su comida escasa;
as gargantas endurecidas con el con-
tirhio coro; vestidos de burdos y
remendados sayales, y ab5traidos del
trato de las gentes en la soledad de
sus celdas, pues si de estas salen,
es solamente para fines espirituales,
no para pensamientos temporales,
tan útiles al. pobre desvalido, canto
l rico poderoso. Mandó se repute
por pleve escIsiástica y como tal
a desprecie el iulgo.
371 No se quejarán de mí los
11131
C68)
258 rmefltas descalzos, qife siendo Tó
últimos han sabido mas que los pr-
vueros; sos pasos coied idos qu
Parece nci moverle, vuelan caviz-ba-
ós y es porque deseáran fuera suya
cuanta tierra pilan ; sus rnedas pa- 259
hbras cautivan como Sirenas al di
liei'o de log moribundos; todo, se
admite título' de sasrjsti: un 2(Á)
dera4o. comercio de trigo, paj& y'
cebada suple los gatÓs de comuni-
dad ; y una tahona y horno, que
con pretesto de suministrar el pan
aL convento, Ib vende al publico,.
y' aun pretenden e1 graJecimiento
comtr singular favor. Baste decir que
los Jesuitas envidiafl' su- refinada
política y los miran corno aatípo-
258 Como es sabido, se trata de la vieja orden del Carmen o del (monte) Carmelo, reformada por Santa Teresa
de Jesús y San Juan de la Cruz: ambos fueron sañudamente perseguidos por sus hermanos opuestos a la
reforma, y San Juan fue encarcelado por ellos durante varios meses de 1577 (parece que los aprovechó para
componer los maravillosos poemas que conocemos). A lo que se ve, en el siglo XVIII la orden había
incurrido en una serie de abusos y necesitaba nuevamente una reforma. En Q, f. 22r, puede leerse una
maliciosa nota (c) al pie: «Dicese para dar idea de los Carmelitas, que de cada diez Jesuitas destilados sale
un Carmelita Descalzo».
259 medias palabras: O y P leen medidas, Q blandas.
260 El DRAE no recoge este sentido figurado de sacristía.
[114]
(6
ds cue 'ducreditan. lá soyá, bien'.
que estos la descubierta y aqtw-
lbs ' Ja sordina:son partb& de' un ,
mismo .siglo;-
38. 'Por lo' que ira' lo' con
ets'de : " religiosas,, no' serán d
lós mas opututos y acomodados, de
bndilá» ser de' tÓdos' modos en
consideraeion á1a rigoroi clausura
261 que profesan y' •'tá forzada voca
"cion con que entÑn, iend'o mácsim
general en, tús padres' dó familia 'el
'pérsuadirl'sus hijas í este saflte
íñstitto piir' particular fin-de con
veniencias. Las raonesqie inducen
1 los, pádres á esta .persucion ¡on,
.6 la desgraciada fldad de tina'h'i'
J, t - l• econoín& de' tta dte
261 vocacion: P lee por error ocasion. Se denuncia aquí el secular problema de las muchachas forzadas a
profesar, que dio materia al romance oral Monja porfuerza. También de Moya alude a ello (op. cit., p. XLI),
y en nuestros días son las jóvenes del Tercer Mundo las que vienen a poblar los casi vacíos conventos de los
países desarrollados.
[115]
)ras crecido que el de religiosa; cii-
1
.yas razones me parecen tan bien fun-
dadas que me conformo áellas, por
haberlas autorizado ¡a tolerancia. 262
Muchos son , los conventos que estín
bajo la direccion de los ., religioso
de ¡ti orden, Y,- las sujetan 'con una
dependencia absoluta;, lo que no su
tede con los ,ec1eisticos seculares £
cuyo carga están otros, como tatn-
poco los precisos gastos de provincial
.gérieral, 4 , qúe contribuyen aquellos
con los Jimitado§ fondos de sus ren-
tas, y en particúlár us directores
con. chocólatc, dulce &c., que coma
264 Jlanibrieutas saiigüijielas desubstan-
cian. sus. . haberes¿
Esto es ió qti e Inc ofrece
[116]
generalmente prevenir al clero y
comunidades, á quienes declaro por
mis herederos legítimos y reconozco,
por tales, obligiido1es empero, á.
que asistan á mi entierro, y á ce-
lebrar mis honras y fu1ferle.s anu-
almente, dejando á su miserable
ambicion todo el ámbito de mis do-
minios, que sujetarán . sus leyes
bajo el respetable título de religiou
y piedad. Es cierto que se quejarán
mis pueblos de la pobreza el] que 103
constituyo, pero 'tam bien les fraii-
queo la ambiciosa carrera de la Igle
sia, por cuyo motivo perseguirán' 267
[117]
aus rentas corno en su numen
personal; y quien pud'ierc sea re-
cibido, sin mas mérito pie el de
Ja demanda.
Mande que los santos eOI)CiJiO*,
cánones y ¡os estatutos de los fun
dadores se recojan corno molestos.,.
ifmiosy escrupulosos, y se archiben
sin dejarlos ve á nadie, .porque no
haya quien los haga valer;' y no:
los mando -quemar piar evitar es-
cáudalos y guardar formalidades.
40. Habiendo disptiesto de 10
esencial de mis bienes, solo se me
acuerda algunas advertenciasque ea-: 2(0
268 fundadores: el impreso omite de las Religiones ('órdenes religiosas'), como se lee en P.
269 Terminadas las cláusulas del testamento, empiezan aquí las advertencias, igualmente irónicas, a los herederos.
[118]
(73)
que previenen rigoroso Castigo con-
tra los hurtos, por cuanto en tal
caso seria insuficiente el utírnero de
verdugos y el de patíbulos para tan
innumerables delincuentes; y como
entre ellos hay muchos de tan alta
gerarquía, se mancharía el lustre de
270 sus familias y enteramente el Rei-
no, en la egecución del castigo.
2 Que no lleguen á oidos del
271 Rey los tristes lamentos de los pue-
blos, que gravados de contribucio-
272 flCS y afligidos con las estorsíones y
tropelias de los ministros Reales,
lloran su deplorable estado en el
silencio de su opresion.
273 31 Que se destierre de mis rei-.
tzos el proyectista que. se .atreva
*
10
[1201
(75) . 4
de conservar vara- benflist"1 an ttv
güedad de nus&o'
ttÇmbre.
4x. És , cierto que nos aventa-
jamos a' estos 5 pues no tuvidron uni-
versidadés como n'oótros, tales son
las de Slmancá, Valladolid , Zara.
goza, Valencia y Alcalá, donde*s
esiudia para ignorar y tio papa' a-
prender; donde reside la terqtiedad
y el amor de su r'pio pareáer. Los
cítedrticos ensean lo qúe. tio sa-
ven, y sus discípulós aprenden lo
que debieraii ignorar. Lás cef1cias
zá fundan en una raZoñ' fllsfica 282
aristótélica, con que dicen se adies-
tra y sutiliza el ingenio en ñ caos
j • Lea y en un dkcionario de
[121]
(76)
ge riefaci85 La teología es estudiada
por principios de temor, no de ra-
zon, dividida en bandos de tomistas,
suaristas y escotistas ,. que están
en viva guerra para desacreditarse
mutuamente, que no son meras dis-
putas de escuela, sirio rencores y
enemistades que impiden Ja sociedad
y vida civil en las aulas y patios::
aquel tiene mas razoit que fortale-.
eidos los pulmones, le da mayor vi-
gor con cE estruendo de sus voces.
No hay quien entienda los pro-
fesores de lenguas griega y hebre; 286
284 Lo que sigue a razón, hasta el final del apartado, falta en R. Los tres bandos aludidos son los seguidores de
Santo Tomás de Aquino, el Doctor Angélico (1224-1274). Francisco Suárez (1548-1617) y Juan Duns
Scoto (, 1266?- 1308).
285 Vid. PM, p. 51.
286 hebre es clara errata por hebrea.
[122]
(p7).
qe nn bachiller : doctor &c., tie-
fleo jirisdiction en sus pretensiones,
yioíicitan aplausos de su ciencia con
el'grado que a'dquirieron•despues de-
muchos ellos de templar guitarras;.
fómar ortjar.y jugar— la banca. EI- 287
nim. de estos apLiados ignorantes es -
iimitacto, cuya rrrayor parte seincJin
í este oficio para' vivir con la es-
peranza de Jós grandés ascen . sios de
si. carrera y sin proporcon ni ta-
288 1nto para ello ; siendo mas iítiles
en eI'carnpo, cuya ausencia-llora eF
Ibradór por fartá dé obreros, qUien-
aCornpaa el artesano, I milicia,.
y la Pftri, penetrados d1 mas vi:
vn sentimiento; y ¡s verdaderas
eincias desacreditadas por e1 mal
287 He aquí las actividades del mal universitario dieciochesco; P y Q omiten jugar a la banca.
288 Como hoy, había exceso de universitarios y falta de (buenos) trabajadores manuales: vid, de Moya, op. cit.,
pp. XLIII y LVI.
[123]
(p8)
trato de lag universidades.
42. La física esperimental ¡lora
su desgracia, desprecio y destierro
290 Descartes y Copérnico fugitivos de es-
tas aulas ran á otros paises que los
reciben y agasajan su mérito y
distihciori; á Euclides y Boecioi 291
modernos matemáticos tos han des-
ferrado sin limftacion de tiempo
La historia apenas es conocida por
292 SU nombre y la que con apócrifo
titulo nombrar, y abrazan está re-
ducida á novelas. Pocos saben la
de la Pátria y casi ninguno se
estiende á la general; cuya igno-
rancia es el Origen y la raZori por
que flu conocen ni obedecen al Rey
que los manda; pues no falta quiea
289 física: P y Q leenfilosofla. Los ilustrados, como Jovellanos, se preocuparon de impulsar las ciencias expe-
rimentales.
290 Copérnico es sustituido en P por la divertida errata como perniciosos.
291 Se confunde aquí con el filósofo romano Boecio (c. 480-524) al alemán Christian von Wolff, castellanizado
Wolfio, Bolsio o Bolfeo, como lee 0 (1679-1754), autor, entre otras obras, de una titulada De philosophia
practica (1703); en P y Q, la conjunción y va, como debe, antes de modernos.
292 Desde y la que hasta el final del apartado falta en P.
[124]
' (.79)
dia con autoridad de palabras : que
293 Felipe 5.0 es hijo de Felipe 4?
4. La Astrología y Astrono-
¡rita se emplea en componer pro-
ndsticos; de cuyos nombres se,-valen
295 estos saca!iílas ignorantes, que deter-
minando el purga, sangra y siembra,
recogen crecidas cosechas para sus
bolsillos, con afectada conciencia que 297
descoutcen, y abusan de la igno-
rancia publica.
298 44. La medicina, ciencia de las
mas obscuras y que proviene de
principios sótids, cuyos mayores
aciertos proceden de la eperiencua
y observacion, se halla formalizada
por médicos que, graduados median-
te el interés, viven de SU ignoran-
293 Este es en presente podría indicar que el Testamento se COUSO durante el reinado de Felipe V, fallecido en
1746; no obstante, algún ms. lee fue.
294 Parece mentira, pero la astrología (sobre todo, los horóscopos) continúa siendo hoy tan popular como en
siglos pasados, con menos enseñanza primaria.
295 Según el DRAE, sacaliña o socaliña es 'ardid o artificio con que se saca a uno lo que no está obligado a
dar'; aquí parece equivaler a socaliñero.
296 R omite desde que hasta el final del punto 43.
297 conciencia es errata por ciencia, como leen P y Q.
298 Vid. CM, p. 273, PM, pp. 51-52, y de Moya, p. LVI.
299 Todo lo que sigue a esperiencia, hasta el punto 46, falta en R.
[125]
:( 8o)
tia £ costa de los pacientes ,que es
tan sugetos á la tirana Ley de su
desaciertos; las dos basas fundamen-
3(X) tales son la purga y sangria; cuyo
frecuente uso arruina la salud y di-
lata las curaciones de las que pende
su mayor ganancia. Para graduarse
en esta ciencia se ..requiere mucha
- ignorancia, y dinero con que -probar-
la, y seguir los aforísirnos regulres de
..wscorripa.eros, porque el que lleva
outrario método es degradado aun
que sean :majOres sus aciertos.
302 45. Los boticarios y. herbolarios,
ion monederos falsos y ladrones co-
nocidos, que venden sus drogas
á peso -de -oro y las - bautizan con
iiuubTei iingularea y estraTk :
300 Felizmente, hoy los médicos tienen mayor preparación, recetan pocas purgas y han desaparecido las san-
grías; sin embargo, se abusa de los antibióticos de amplio espectro y demás panaceas (no debe olvidarse el
viejo principio de Pri,num non nocere).
301 P y Q leen con más acierto aprobarla, y seguidamente aforismos regulares.
302 No puede ser más duro el autor con boticarios (hoy ascendidos a farmacéuticos) y herbolarios, que nadie
metería actualmente en el mismo saco.
[126]
(SI)
union y dependencia de los médicos
es grande por que los intereses son
mutuos; aquellos dilatando las do-
¡encías y estos coadyuvando cota
la multiplicacion de sus drogas, cu-
yo precio lo graduan ellos mismos.
303 46. liS cirugía, aunque sus pri-
cipios son mas sólidos, los hacen
tambien dudosos por el interés que
resulta de ellos; ambas pudieran ser
305 mas fáciles en sus operaciones sino
se graduaran con tanta facilidad en
ellas y se establecieran academias,
como se egecuta en los paises es-
tratigeros, que son los tribunales
305 regidos de la ignorancia. No obs-
tante todas estas razones, mando se
continue como hasta aqui, porque las
II *
303 La cirugía de entonces, no se olvide, carecía de anestésicos y antibióticos, lo que la situaba a una enorme
distancia de la actual.
11271
182)
enfermedades arriesgadas no tienen
curacion.
47. La arquitectura, que adorna
las ciudades, ilustra los reinos y
da comodidad sus habitantes, y con-
sagra y eterniza su desvelo en los
templos, vive escondida por que no
hay quien la busque. Si algunos 3(1-)
edificios se conservan dignos (le SU
atencion son apreciables restos de
la antigüedad que avergüenzan nues-
tro descuido. Si algun anfiteatro
alguna otra obra pública de los ro-
manos ecsiste, la deshacen para em-
plearlo en chozas, y á esto llaman
aprovechar la piedra, y lo permiten
los magistrados porque su conoci-
miento no es mas que el del vul-
[128]
(83)
310 gó. Baste ci decir que la arquitec-
tura es como el ave Fenix, que
todos hablan de ella y ninguuo l&
conoce.
48. Las artes, que facilitan
311 los pueblos la comida y decencia,
apenas hay quien se dedique á su
conocimiento y descubrimiento; en-
312 vilecidas y arruinadas por Ja igno-
rancia, no les queda mas consuelor
que el acordarse de las glorias, aplau-
sos y aprecios que de ellas hacen
los estr.ingeros, que las reciben y
hospedan con la distiticion que me-
313 rece su utjlidad....En fin, habiendo,
esparcido mi vista en la estension
de mis reinos, los miro sujetos
al infame yugo de la igparancia,
310 Este apartado empieza con un anacoluto (ya dijimos que abundan en los escritos de Macanaz).
311 En vez de la comida debera decir lo comodo, como P y Q.
312 arruinadas: P y Q leen arrinconadas. Falta en R desde aquí hasta el final del apartado.
313 Aunque sin punto y aparte, recapitula España lo que ve en sus reinos: ignorancia (madre de la pereza y la
presunción), interés y codicia, pobreza, la hacienda pública exhausta...
[1291
(84)
madre de la pereza y presuncion:
314 el interés y codicia quebrando los
límites de lo justo y honesto y
atropellando la inocente pobreza de
mis vasallos, justifican su inicuo pro-
ceder con la presuncioti de la pose-
sion que gozan de largos siglos en
sus tropeIias El gobierno destruido 315
de aquel precioso , moral bienpd-
316 Nico, que Constituye los reinos res-
petahies á sus enemigos, sus pobla-
ciones florecientes, SUS habitantes
felices y la abundancia y riqueza de!
317 comercio, nervio de las monarquias:
la hacienda esausta por mas que re-
ciba los innumerables caudales (va-
ilados con la sangre del infeliz la-
brador) que apenas entraron cuando
[130]
(85)
se consumieron, sin que redunde en
beneficio del vasallo que los con-
tribuyó.
4. Estas razones me movieron
g disponer de mis bienes antes que
me sorprenda la fatal hora que me
amenaza y el Último suspiro. Mis.
vecinos que conocen el triste estado
de mi salud me despreciaa abati-
da y fundan sus felicidades doude
yo ¡loro mi desgracia la lozanía
y robustez que prometía micorpu-
iencia desapareció, quedando sola-
mente La armazon de mis huesos y 318
Iapietcadiyer animado, cuyas ope-
raciones son puramente maquinales,
sin objeto alguno; y es¡ desenga-
1ada de lo que soy y desesperada
318 Según Cadalso, la España de fines del siglo XVII era el «esqueleto de un gigante» (CM, p. 89).
11311
(8'):
¿e lo que pudiera ser (tormenta
que mas agrava rris males) y argu
yendo mi corta duracion por mi de-
vilidad suplico desde ahora á todas
]as potencias de la Europa asistan
personalmente a mi funeral, y con
319 particularidad la Inglaterra ea qtiea
deposito nii corazon para que prue-
ve mi afecto; lis entradas en Paris;
y consumid mí cuerpo en las vo-
races llamas depira, se repartan las
cenizas en talas las c6rtes de Eu-
ropa en testimonio eficaz del aprecia ,
que hago de todas. Y para que la ven-
gativa muerte no se precie de egecu-
tar en mí su tirano dominio y alxnisrno
tiempo para dar fin á tan dilatados
males, viendo oprimida mi inoceLl-
319 Es una muestra de humor negro este reparto que hace España de sus principales órganos.
[132]
(87)
cia, violentada mi sencillez y per-
dida mi salud, tomará venganza con
mis propias manos, abreviándome
la vida violentamente á egemplo de
Ja casta Lucrecia, que castigó en su
persona la ecsecrable culpa de Tar-
321
quino.
50. Mando se ponga en ni se-
pulcro el epitafio siguiente:
AB ETERNITATE
Sub hoc gclido marmore lIiip.oia
Tristes exuhiie rontjcseutur.
eguurum metallis uiincro Potensssma v,ríbus.
Dives ¡netIIlia fuutil,us afri c,.prs cuoSlU ruit
323 ,ucrs non metueada soimici. Astreo sul,iat*
T(oo cerrada popuhs buooruni al. Edeia
xpoIiat.a indiget Midas , inter upas
Pauparrima nacta populos amor. careL
Inaidija, aplsitioue, dolo obsersa , athcta 1 ncta dolor*
Solato deatituta bou inibua rx'n,plo cuenda jacal.
325 Auno naM.uIia ilorambisoííua 2.e. A Jir
320 Obsérvese que España no muere, sino que se suicida a imitación de la casta Lucrecia, que se dio muerte tras
ser violada por el romano Tarquino (existe un romance viejo sobre el tema).
321 ecsecrable: P, Q y R leen violenta.
322 El epitafio está en latín, para mayor solemnidad, y en sus versos -tanto en los impresos como en los manus-
critos- abundan las erratas, por lo que intentamos seguidamente reconstruir -ope ingenii- lo que pudo ser su
redacción primitiva, a la que seguirá una traducción aproximada (revisada por Teresa Santamaría, a la que
agradezco sus sabias observaciones):
[1331
Astra subiata, non verenda populis.
Bonorum ab Ecciesia expoliata indiget,
Midas mIer opes pauperrima.
Nata populo, amore carel.
Insidiis, ambitione, dolo obsessa,
afflicta el vicia dolore.
Solatio destituta,
omnibus exemplo succidua iacet.
Anno suae aeratisflorentissimo 4000.
323 La lectura afra podría ser uno de los muchos errores del texto, pero hemos preferido mantenerla, pues quizá
se emplea metafóricamente con el sentido de 'abundante, fértil'.
324 Los textos leen succida 'mojada', que quizá tenga el sentido figurado de 'llorosa', pero he preferido enmen-
dar por succidua 'que va a caer', mucho más apropiado en este contexto.
325 La mayoría de los textos ponen aquí el año 4000, como dijimos, correspondiente al 1756 de la era cristiana.
[134]
FACSÍMILDEL MANUSCRITO
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4.
ÍNDICE
1) Exordio ....................................................................................7
II) Sobre la crítica política y los arbitristas ..................................................8
III) Don Melchor de Macanaz ..............................................................10
IV) El Testamento de España: relación de los manuscritos y ediciones que conocemos.. .. 20
V)Género y estructura del Testamento ...................................................... 27
VI)Problemas de fecha y autoría ..........................................................30
VII)Conclusión ............................................................................33
VIII) Nuestra edición .............................................................. 35
FACSÍMILES
Delimpreso..................................................................................39
Delmanuscrito..............................................................................137