Doctrina Social de La Iglesia: El Evangelio
Doctrina Social de La Iglesia: El Evangelio
Doctrina Social de La Iglesia: El Evangelio
I. Introducción
¿Cuáles son los problemas sociales, económico, políticos más relevantes en el mundo,
país, región? (se puede llevar portadas de periódicos para agilizar la observación.)
¿De qué modo afectan la vida de las personas?
Desde el punto de vista económico, encontramos que el Informe OXFAM1 del 2017 muestra una
realidad demoledora: “Tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen ya la misma riqueza que
3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. La súper concentración de riqueza
sigue imparable. El crecimiento económico tan sólo está beneficiando a los que más tienen. El resto,
la gran mayoría de ciudadanos de todo el mundo y especialmente los sectores más pobres, se están
quedando al margen de la reactivación de la economía. El modelo económico y los principios que
rigen su funcionamiento nos han llevado a esta situación que se ha vuelto extrema, insostenible e
injusta. Es hora de plantear una alternativa. Necesitamos Gobiernos que apuesten por una visión de
futuro y respondan ante su ciudadanía primero, grandes empresas que antepongan los intereses de
1
Oxford Committee for Famine Relief (Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre)
trabajadores y productores, un crecimiento dentro de los límites del planeta, el respeto de los
derechos de las mujeres, y que el sistema fiscal sea justo y progresivo. Es posible avanzar hacia una
economía más humana”.2
Es evidente que estamos cada vez más en un contexto global que pone en cuestión la realidad de lo
nacional, se borran las fronteras nacionales, en consecuencia, se limita a los Estados su capacidad
de ser la forma última de la organización social y política. Paradójicamente la globalización, a pesar
de su sentido abarcador, es selectiva, porque no todos participan de la misma manera. Los capitales
se mueven en el mundo al ritmo que desean, por eso, se puede decir que tenemos “capitales sin
fronteras”, pero curiosamente, no existen “trabajadores sin fronteras”.
Por todo el planeta se extiende la injusticia, con consecuencias visibles que nadie quiere ver:
pobreza, marginación, exclusión, desigualdades sociales, explotación laboral, discriminación
corrupción, insensibilidad social, mentalidad economicista.
Hoy los excluidos sociales son personas grupos, países que son descartados, arrojados fuera del
sistema, porque ya no encajan, no sirven “ni siquiera para ser explotados”, de este modo trabajar
en situación de explotación se convierte casi en un privilegio, porque significa “tener un trabajo”.
Además, hay que resaltar que, respecto al trabajo, la situación de la mujer es más precaria todavía,
persiste la discriminación en la remuneración por ser mujer, es común la eventualidad del trabajo,
etc.
2
https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/file_attachments/bp-economy-for-99-percent-160117-
summ-es.pdf. Con acceso el 7 de diciembre del 2017.
Como dice el Papa Francisco:
“No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo
sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire
comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego
de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como
consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas:
sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de
consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» que,
además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la
opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a
la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino
que se está fuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes»” EG, 53.
El único mandato que Jesús dejó a sus apóstoles y en consecuencia a todos los cristianos, fue “Id
por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). En efecto, “la misión esencial
de la Iglesia es la evangelización de todos los hombres” (EN, 14).
Al respecto es necesario recordar que la Iglesia se encuentra inmersa en esta sociedad caracterizada
por injustas relaciones sociales. Convergen aquí de dos elementos: la FE y la realidad de INJUSTICIA
del mundo actual. Entre estos dos elementos nos movemos: somos creyentes, pero a la vez estamos
viviendo una realidad de injusticia.
Esto significa ir al centro de la vida de Jesús: “buscar primero el Reino de Dios y su justicia y el resto
se os dará por añadidura” (Mt 6, 33). Se trata de una justicia anhelada, reflexionada y celebrada
como parte del sueño de Dios para la humanidad “desde los que padecen la injusticia”. Las víctimas
y los excluidos son el lugar de la universalización ya que cuando ellos tienen garantizados sus
derechos los tienen todos los demás. Con razón decían las comunidades primitivas que el Mesías no
volverá hasta que todos estén sentados a la mesa.
FE INJUSTICIA
Evangelio Sociedad
- Desde el punto de vista de la fe, lo que interesa es el valor del evangelio. La evangelización
es la tarea de la Iglesia y de todos los cristianos. De lo que se trata es de llevar la buena
nueva de Jesús a todos los rincones del mundo.
- Desde el punto de vista de la injusticia, lo que interesa es salir de esa situación en A.L. se
habla mucho de este esfuerzo de liberarse es decir de superar las situaciones y estructuras
injustas que determinan la explotación de los pobres, la marginación de tantos sectores de
la sociedad, campesinos, obreros gentes sin trabajo, niños, hambrientos.
En realidad, las estructuras injustas reflejan en el fondo, las personas injustas; es decir la
realidad de pecado, ahí está la raíz de la injusticia estructural, es el pecado y el pecado está
en el corazón de las personas y sólo la gracia de Cristo nos libera del pecado.
Como lo expresa R. Antoncih, “podemos comparar la fe - injusticia, con el hambre y la salud, así
como la salud, elemento positivo, necesita de la comida, porque si se deja de comer se pierde la
salud, de la misma manera la fe exige suprimir la injusticia, si existe la injusticia la fe va a
desaparecer, o vamos a inventarnos una fe diferente”.
Los problemas sociales no solo tienen que ver con aspectos técnicos, en los campos de lo
social, económico o político, sino que éstos tienen dimensiones éticas.
Las condiciones inhumanas de la vida impiden la realización del ser humano y su desarrollo,
promueve el desprecio y genera una idea materialista de la vida.
Los problemas sociales se originan en el corazón del ser humano, en el pecado personal y
social, en la descristianización, en el olvido de los valores cristianos.
Como lo plantea el Compendio de la doctrina social de la Iglesia, la Iglesia con su doctrina social
quiere anunciar y actualizar el Evangelio en la compleja red de las relaciones sociales. El asunto no
es sólo llegar al hombre en la sociedad, de lo que se trata es de fecundar y fermentar la sociedad
misma con el Evangelio. Por esta razón, preocuparse por el ser humano y su bienestar significa
también velar por la sociedad.
Según esto, la misión de la iglesia comprende dimensiones que incluyen todos los aspectos de la
vida del ser humano. De ahí que, para la Iglesia, evangelizar el ámbito social significa infundir en el
corazón de la persona humana la carga de significado y de liberación del Evangelio, para promover
así una sociedad acorde con las exigencias del Evangelio, una sociedad más humana, más conforme
al Reino de Dios, “en cuanto evangelio que resuena mediante la Iglesia en el hoy del hombre, la
Doctrina Social es palabra que libera” (CDS, 63). De ahí que, su misión se realiza de dos maneras
fundamentales que forman parte de su misión profética: el anuncio del evangelio y la denuncia de
las situaciones de injusticia.
Por eso, la D.S.I. puede considerarse un camino muy peculiar, donde se puede ejercer el ministerio
de la Palabra y el ejercicio profético “en efecto, para la Iglesia enseñar y difundir Doctrina Social
pertenece a su misión evangelizadora y forma parte esencial del mensaje cristiano, ya que esta
doctrina expone sus consecuencias directas en la vida de la sociedad y encuadra incluso el trabajo
cotidiano y las luchas por la justicia en el testimonio a Cristo Salvador” (CA, 5).
3
J.P. GARCIA MAESTRO, Conferencia: "Evangelizar la Cuestión Social: una aproximación teológica". Pontificia
Universidad de Salamanca (Madrid)
4
J. L. SEGOVIA BERNABÉ, “Evangelii Nuntiandi: evangelización y promoción de la justicia”, en J. Mª
MARDONES, F. ELIZONDO, J. MARTÍN VELASCO y otros, Evangelizar, esa es la cuestión. En el XXX aniversario
de la Evangelii Nuntiandi, PPC, Madrid 2006, pp. 123-157.
3. ACTIVIDADES SUGERIDAS (Actuar)
Trabajo grupal
Trabajo personal
BIBLIOGRAFÍA
● Alarcón, E. y Van der Mat, B. (2016), Introducción a la Doctrina Social de la Iglesia. E&M
Impresores SRL. Arequipa – Perú.
● Juan Pablo II (1987), Carta Encíclica Sollicitudo Rei Socialis, Editorial Salesiana – Ediciones
Paulinas.
● Francisco (2013) Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, Ediciones Paulinas.
● CONFERENCIA: "EVANGELIZAR LA CUESTIÓN SOCIAL: UNA APROXIMACIÓN TEOLÓGICA" Dr.
Juan Pablo García Maestro, OSST Universidad Pontificia de Salamanca (Madrid).
● J. L. SEGOVIA BERNABÉ, “Evangelii Nuntiandi: evangelización y promoción de la justicia”, en
J. Mª MARDONES, F. ELIZONDO, J. MARTÍN VELASCO y otros, Evangelizar, esa es la cuestión.
En el XXX aniversario de la Evangelii Nuntiandi, PPC, Madrid.
Referencias digitales
● https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/file_attachments/bp-economy-for-99-percent-
160117-summ-es.pdf
Siglas: