Soneto Explicacion
Soneto Explicacion
Soneto Explicacion
El soneto es una composición poética de origen italiano que consta de catorce versos endecasílabos, esto
es, de once sílabas, distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos. En cada uno de los cuartetos riman el
primer verso con cuarto y el segundo con el tercero, y ambos cuartetos deben usar las mismas rimas. En
los tercetos las rimas pueden disponerse a gusto del poeta, si bien la estructura clásica del soneto prefiere
la rima CDC DCD o CDE CDE. La estructura métrica del soneto es pues ABBA ABBA y CDC DCD o CDE
CDE. Algunas veces, en el soneto clásico, los cuartetos pueden ser sustituidos por serventesios: ABAB
ABAB.
La regularidad y simetría del soneto obligan a la precisión y la concisión de las ideas. La estructura de sus
rimas permite juegos de oposiciones y correspondencias que expresan las tensiones de la vida interior del
poeta. Por eso, el soneto se caracteriza por su fuerte coherencia interna, y permite alcanzar una estrecha
correlación entre la forma y el contenido.
Historia
La invención del soneto se atribuye al poeta siciliano Jacopo o Giacomo da Lentini, notario del emperador
Federico II en el siglo XIII. Los sonetos de Lentini utilizan serventesios (ABAB) en lugar de cuartetos
(ABBA), mientras que los seis últimos versos se distribuían bien en la forma CDE:CDE, o bien CDCDCD.
En la misma época fue también cultivado por los poetas del dolce stil nuovo: Guido Guinizzelli (1240 -
1276), Guido Cavalcanti (1259 - 1300) y Cino da Pistoia, entre otros, quienes emplean ya los dos cuartetos
y los dos tercetos, estos últimos con una estructura variable.
En el siglo XIV son muy importantes los sonetos amorosos de Dante Alighieri, dedicados a su amada
Beatrice Portinari, y recogidos en su libro Vita Nuova. Pero el sonetista más influyente de la centuria es sin
duda el poeta de Arezzo Francesco Petrarca, en cuyo Cancionero (Canzoniere) el soneto se revela como la
estructura más adecuada para la expresión del sentimiento amoroso. Es a través de la influencia de
Petrarca que el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.
El soneto en lengua castellana
El primer intento documentado de adaptar el soneto a la lengua castellana es obra de Íñigo López de
Mendoza, marqués de Santillana (1398-1458), con sus cuarenta y dos Sonetos fechos al itálico modo. Los
sonetos del marqués de Santillana suelen tener rima alterna en los cuartetos (ABAB-ABAB), y en los
tercetos siguen el esquema CDC-CDC, o, a veces, CDE-CDE. Sin embargo, dichos sonetos tienen
bastantes deficiencias técnicas y formales, y el soneto no arraigó en la literatura castellana. Hubo que
esperar hasta 1526, año en que el poeta barcelonés Juan Boscán, tras una conversación en Granada con
el embajador veneciano Andrea Navagiero, acometió la difícil empresa de adaptar el verso endecasílabo a
la lengua castellana. En este empeño, que encontró en sus comienzos muchos detractores, contó con la
ayuda de Garcilaso de la Vega, varios de cuyos sonetos se cuentan entre los más perfectos de la literatura
en lengua castellana. Desde Garcilaso hasta el modernismo el soneto castellano tuvo una estructura fija en
los ocho primeros versos (ABBA:ABBA), y más libre en los seis últimos, con las combinaciones CDE:CDE,
CDE:DCE, CDC:DCD como las más utilizadas. Importantes sonetistas fueron en el siglo XVI, además de
Boscán y Garcilaso, Diego Hurtado de Mendoza, Hernando de Acuña, Fernando de Herrera y Gutierre de
Cetina, entre muchos otros.
En el Barroco el soneto es cultivado por los principales poetas, como Lope de Vega, Góngora, Quevedo,
Calderón y Cervantes. Este último utiliza variantes, como el soneto con estrambote o el soneto dialogado.
Los temas del soneto son muy variados, desde el amoroso al satírico, pasando por los morales y
metafísicos (en los que destacó Francisco de Quevedo). Los autores barrocos juegan con la forma del
soneto, pero no lo alteran en su estructura esencial, que continúa siendo la consagrada por Garcilaso y
Boscán.
En el período neoclásico decae el uso del soneto, aunque es cultivado por autores como José Cadalso o
Meléndez Valdés, entre otros. Tampoco el Romanticismo español le presta mucha atención: en las Rimas
de Bécquer, por ejemplo, se encuentra un único soneto. La principal renovación del soneto en castellano se
produce a finales del siglo XIX, con el triunfo del modernismo.
En los sonetos modernistas lo más frecuente es el orden clásico de los cuartetos, pero se usaron también,
por influencia del parnasianismo francés, las combinaciones ABAB:ABAB y ABBA:CDDC. En esta época
aparecen varias innovaciones métricas: se utilizan versos de otras medidas, desde trisílabos hasta
hexadecasílabos, aunque los más utilizados son los alejandrinos, como en el conocido soneto
"Caupolicán", en el libro Azul, de Rubén Darío; además, aparecen sonetos polimétricos, que emplean en el
mismo poema versos de diferente medida (lo utilizó también Darío, en su soneto dedicado a Cervantes,
mezcla de endecasílabos y heptasílabos; Manuel Machado lo utiliza en su soneto "Madrigal de madrigales",
compuesto de versos de 7,9,11 y 14 sílabas).
Una curiosa invención modernista es el sonetillo, soneto de arte menor, que tiene precedentes en el Siglo
de Oro y en el Neoclasicismo (Tomás de Iriarte, por ejemplo, usa en algunas de sus fábulas un soneto en
octosílabos). Es muy frecuente también el soneto en la obra de los autores de la generación del 27, sobre
todo en Jorge Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti; García Lorca cultivó esta forma en sus Sonetos del
amor oscuro. Posteriormente, algunos poetas, como Jorge Luis Borges, cultivan el soneto inglés o soneto
shakespeariano, que consta de tres cuartetos y un pareado final, o bien escriben sonetos sin rima, como
Pablo Neruda. El soneto mantuvo su vitalidad durante la primera mitad del siglo XX, pero a partir de los
años sesenta su importancia ha ido decreciendo; no obstante, no faltan, a comienzos del siglo XXI, autores
que continúan componiendo sonetos.
El soneto inglés, llamado también soneto isabelino por haberse originado durante el reinado de Isabel I de
Inglaterra, tiene la siguiente estructura: ABAB,CDCD,EFEF,GG, esto es, se compone de tres serventesios y
un pareado.
Edmund Spenser (1552-1599) escribió sonetos en verso blanco, es decir, prescindiendo de la rima,
denominado en los países anglófonos spenserian sonnet (o soneto spenseriano). Algunos de los más
importantes sonetistas en lengua inglesa han sido, además de los citados, John Milton, William
Wordsworth, Dante Gabriel Rossetti, Thomas Hardy. En Estados Unidos destacan Longfellow, Jones Very,
G. H. Boker y E. A. Robinson.
Ejemplo
(Lope de Vega)