Las Obligaciones Solidarias
Las Obligaciones Solidarias
Las Obligaciones Solidarias
INTRODUCCIÓN
Sin duda alguna el tema más importante dentro del derecho civil es el tema referente a las
obligaciones, de ahí se desprende la gran importancia de esta materia dentro del estudio del
derecho. Pues bien se ha dicho por diferentes autores a lo largo de la evolución de esta ciencia
que las obligaciones son la base del derecho.
Si bien es cierto que la solidaridad es únicamente una pequeña parte de los elementos que
integran la teoría de las obligaciones es de suma importancia conocerla a forma ya que esta se
puede dar en diferentes casos variando su forma, naturaleza. Condición y por último pero no por
eso menos importante generando diferentes efectos.
De ahí la importancia del presente trabajo en el que presentamos las formas, variantes, fuentes
y efectos de la solidaridad que forman parte del derecho positivo vigente en el derecho mexicano
y en las distintas épocas y territorios en los que ha surtido efectos.
Al encontrarnos ante los grandes cambios que sufrido esta figura a lo largo del tiempo de su
existencia y de los territorios en los que ha sido derecho positivo hemos, decido dividir el presente
estudio en tres capítulos, a los que denominamos al primero, Conceptos y Fundamentos de
Solidaridad.; al segundo, Evolución Histórica de la Solidaridad; y, al tercero Distintas
Modalidades de Solidaridad., mismos que desarrollamos de la siguiente manera.
“La Solidaridad.”
I Concepto.
De esta manera que presentamos a continuación los conceptos antes mencionados para
ayudar a soportar la explicación sobre la naturaleza jurídica que en este mismo escrito
presentaremos más adelante.
A) Concepto Etimológico:
B) Concepto Gramatical.
C) Concepto Sociológico.
D) Concepto Jurídico.
Los conceptos dados a conocer por los principales tratadistas del derecho son muy diversos
por los que resaltaremos los principales elementos que los constituyen, Una vez realizado esto
procederemos a la elaboración de un breve análisis comparativo de ellos para terminar con la
construcción de un nuevo concepto, esto con el propósito de proponer un mejor y más
completo concepto.
Los diversos autores coinciden en que la solidaridad es una forma o modalidad de las
obligaciones que se caracteriza por la multiplicidad de su jetos que tienen el deber de cumplir
una obligación, o bien ser acreedores de una prestación.
Abundando en esto podemos ver lo expuesto por el jurista Manuel Bejarano Sánchez quien
define esta modalidad de las obligaciones de la siguiente manera: “Modalidad de la
obligaciones, caracterizada por la existencia de sujetos múltiples que pueden exigir o deben
cumplir la prestación en su integridad, sea por haberlo convenido así o por imposición de la ley.
Los coparticipes constituyen un consorcio, debe haber unidad en el objeto, y debe existir
pluralidad de vínculos. La solidaridad tiene dos fuentes posibles: la voluntad y la ley, lo que da
origen a do tipos de solidaridad la convencional y la legal respectivamente.”
De esta manera, el tratado de derecho civil escrito por Santos Briz, Gonzáles Poveda entre
otros nos dan a conocer su concepto de solidaridad, afirmando que: “Las obligaciones
solidarias son aquéllas en que concurren varios acreedores o varios deudores o varios
acreedores y varios deudores, de manera que cada acreedor pueda pedir y cada deudor deba
prestar íntegramente las cosas objeto de la obligación. La obligación solidaria es una relación
obligatoria unitaria comprensiva del acreedor y de todos los deudores solidarios, que encierra
en sí una pluralidad de créditos (del acreedor contra cada uno de los deudores solidarios),”
3) Esta obligación se contrae por mandato de la ley o bien por haberlo acordado contraerla en
esta modalidad.
5) La solidaridad constituye una relación de carácter obligatoria e imperativa, por lo que esta
puede ser exigida una vez que se cumpla un término o condición.
Por su parte, el diccionario jurídico mexicano, afirma que la solidaridad “Se presenta cuando
hay pluralidad de acreedores, de deudores o de ambos, en una obligación, y cada acreedor
puede exigir el todo del objeto, y el deudor debe pagar el todo del objeto, no obstante que el
objeto sea divisible.”
Lo que podemos ver es que este diccionario publicado por nuestra universidad coincide en la
mayoría de sus elementos con las definiciones aportadas por los juristas antes mencionados
en este documento, sin embargo aporta un último elemento que es esencial para la definición
de la solidaridad. El elemento al que me refiero es el hecho de que la prestación debe pagarse
íntegramente o bien, exigir el pago íntegro de la prestación en cuestión.
A este último elemento le damos una gran importancia, ya que es fundamental conocerlo y
entenderlo para evitar confundir lo que es una obligación solidaria de una mancomunada. Esto
por que este el único elemento que difiere entre estas dos modalidades de las obligaciones.
Para evitar esta, muy común, confusión procederemos a dar una breve definición de lo que son
las obligaciones mancomunadas.
Al respecto Mazeaud nos dice que “La obligación mancomunada es aquella obligación que se
divide en facciones distintas, y cada una de aquellas fracciones forman una obligación
autónoma.”
Al leer esta acertada definición y compararlas con las definiciones previamente mencionadas
sobre la solidaridad podemos ver que es un error la afirmación hecha por varios autores en la
que aseguran que la obligaciones solidarias son lo mismo que las obligaciones
mancomunadas., pues las solidarias únicamente se relacionan con las mancomunadas en el
momento en que terminan o se extinguen dando paso a la creación de una mancomunada.
Como estudiantes de la máxima casa de estudios del país y conociendo el objetivo principal de
la elaboración de un estudio como el que se presenta, no podemos sujetarnos únicamente a lo
expuesto por otros autores y es por eso que a continuación proponemos la siguiente definición:
La solidaridad es una modalidad de las obligaciones la cual establece una relación directa,
inmediata y obligatoria entre las partes. Se caracteriza por la multiplicidad de sujetos activos,
los cuales se pueden desenvolver como acreedores, deudores o bien en ambos papeles (lo
que le dará una clasificación a la modalidad de activa, pasiva o mixta.). La prestación de la
obligación será exigible, o bien pagada según sea el caso en una sola exhibición y por un solo
sujeto, sin importar que esta sea divisible.
Como puede observarse este concepto adoptado por nosotros y tomado de las clases de
derecho civil impartidas en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de
México por el Dr. Julián Güitron Fuentevilla reúne ya los elementos y características de cada
uno de los autores que ya hemos mencionado.
II Evolución Histórica.
Para conocer una figura legal tan compleja como lo es la solidaridad, es de suma importancia
conocer el origen y evolución de esta. Es por eso que en este documento hemos decidido
incluir la historia, desde el nacimiento, de esta hasta los cambios que ha ido sufriendo a través
de la historia y por concepto de la adopción de esta por distintas y tan diferentes culturas en
muy variados lugares del mundo y épocas.
Nuestra investigación histórica tomará como anclaje histórico Roma, esto por su gran
trascendencia en la historia universal y principalmente por el gran legado jurídico construido a
través de su historia. Proseguiremos describiendo la influencia de este sobre los países
europeos y como fue que estos lo adoptaron. Seguiremos el gran viaje que figuras como esta
han tomado hasta llegar al continente americano y no solo eso sino que explicaremos de la
manera más clara y detallada posible la situación actual de esta en nuestro país, México.
A) Roma.
Roma ha demostrado ser la cuna de las más importantes instituciones jurídicas y sociales a
través de la historia, como prueba de esto basta con enlistar algunas de ellas como los son la
familia, el matrimonio, los contratos, entre otros. En el caso de la solidaridad no existe
excepción ya que esta figura que ha viajado a lo largo de la historia y de las civilizaciones tuvo
su origen en aquel magnifico imperio.
La figura de la solidaridad ha sido poco estudiada desde su punto de vista histórico y por si
fuera poco ha surgido un gran debate por la distinción de dos figuras que parecen haber
surgido de una misma fuente, mas la evidencia empírica señala que no fue así. Las figuras o
modalidades de las obligaciones a las que nos referimos son: Las obligaciones correales y las
obligaciones solidarias.
Sobre las obligaciones solidarias podemos referir que su origen se remonta ala época de
Justiniano quién opto por transformar los casos clásicos de las obligaciones cumulativas por
solidarias. El emperador busco esta sustitución basado en un principio de moralidad ya que el
concebía como impermitible el enriquecimiento ilegítimo. De esta manera podemos afirmar que
el antepasado de las obligaciones solidarias son las cumulativas y que en la época de
Justiniano sufrieron su primera transformación.
1) Teoría de la correalidad.
La correalidad nació en el derecho romano con la misión de evitar la división del objeto debido
entre varios acreedores o deudores, las partes podían contraer obligaciones correales, que
recaían sobre toda la prestación, en provecho de cualquier acreedor o a cargo de cualquier
deudor.
Se entendía que había allí pluralidad de vínculos que permitía a cada uno de los sujetos ser
acreedores o deudores, y unidad de objeto que hacia proyectar para todos la extinción
sobrevenida con relación sólo a un acreedor o deudor.
Esta modalidad de la obligaciones requería para su constitución la presencia física de todos los
estipulantes o bien. De todos los prominentes en un mismo lugar y tiempo determinados. Con
esto se garantizaba que no se quebrara la unión.
Características:
b) Unidad en el objeto: La cosa (prestación) era idéntica para todas las partes.
c) Pluralidad de vínculos: Existía un vínculo distinto entre cada acreedor y cada deudor.
d) Cumplida la obligación por una de las partes esta se extinguía para todos los demás sujetos.
a) EL que estipula se llama acreedor estipulante y el que promete se dice deudor prominente.
2) Obligación in Solidum.
En el supuesto de que varias personas han causado juntas un daño, sin que resulte posible
distinguir en es perjuicio la parte de unas y otras, cada una, por haber causado así la totalidad
del daño, debe repararlo enteramente.
En este supuesto se podía demandar la reparación integral del daño o perjuicio causado a
cualquiera de los culpables. Esto se basa en el principio de que la culpa de los demás autores
no tiene por que disminuir la responsabilidad de otros. Por lo mismo únicamente se podía
recibir en una sola ocasión la indemnización dejando a un lado a los demás autores del daño,
sin embargo esto no los libraba de su culpabilidad.
Al estudiar esta figura podemos concluir que la fuente de esta, únicamente podía ser una
conducta delictual. Por lo que la voluntad de las partes no jugaba un papel en el supuesto, de
ahí que se le conozca como una obligación imperfecta.
Características:
c) El deudor que pagaba contaba con un recurso llamado “actio pro socio” en contra de los
demás deudores.
a) En las correales es indispensable el factor del acuerdo de voluntades mientras que en las
imperfectas este factor no podía darse.
b) Las obligaciones perfectas se caracterizan por la existencia de una sola obligación mientras
que en las in solidum existen tantas obligaciones como sujetos.
c) La obligación se extinguía con una litis contestatio para todos los sujetos de una obligación
correal, mientras que en las imperfectas esto no sucedía.
Con la comparación entre estas dos figuras podemos comprender que la solidaridad tal y como
la conocemos hoy en día es el resultado de un largo proceso histórico. En la actualidad se
suele usar como un sinónimo la correalidad y las obligaciones in solidum sin embargo, ahora
podemos y debemos distinguirlas para evitar seguir cayendo y provocando una confusión
generalizada sobre el tema.
B) Francia.
Francia, la cuna del código civil, ha reglamentado a lo largo de su historia los diferentes tipos
de obligaciones, esto con el propósito de crear una certeza jurídica entre sus habitantes.
1) Obligaciones Mancomunadas.
La figura de la solidaridad ha aparecido en varias de sus leyes como lo son las leyes de
comercio y en el mismo código napoleónico. Esta figura se ha ido diversificando hasta el punto
de tener por lo menos tres distintas acepciones, las cuales serán explicadas a continuación:
2. “Art. 1200 Hay mancomunidad de parte de lo deudores cuando están obligados a una misma
cosa, de manera que cada uno pueda ser demandado por el todo, y el pago hecho por solo uno
deja libres a los demás con respecto al acreedor.”.
Al leer como se clasifica lo que al día de hoy conocemos como obligaciones solidarias en el
código de napoleón podemos entender perfectamente de donde deriva aquella confusión de
creer que las obligaciones mancomunadas y solidarias son lo mismo, ya que el nombre que
recibieron en aquella época es contradictorio al vigente.
2) Obligaciones In Solidum.
De la misma manera en que lo hizo el derecho romano la legislación francesa prevé el caso de
la obligación in solidum u obligación solidaria la cual no tiene relación directa con el concepto
que hoy en día conocemos.
La doctrina y la jurisprudencia francesa a falta de una legislación expresa para este supuesto
se ha visto en la necesidad de crear la doctrina de la obligación in solidum. Esta doctrina
plantea la responsabilidad solidaria que debe existir cuando dos o más personas han cometido
un delito o culpa, que han actuado con fraude o dolo, como consecuencia de lo cual han
ocasionado perjuicio a alguien.
Como consecuencia principal de la obligación que nace de un hecho ilícito como lo es el delito
es que los autores de este quedan obligados todos por igual. El afectado de estos actos tiene
la posibilidad de exigir a cada uno de los autores de la conducta delictiva el resarcimiento del
daño, sin embargo solo puede recibirla de uno de estos.
3) Solidaridad Cambiaria.
Por otra parte tenemos una nueva concepción de solidaridad la cual deriva de la ordenanza
francesa de comercio de 1673, la cual publica de manera inédita y clara la idea de solidaridad
en contexto completamente distinto. Esto al incluir una nueva figura, denominada solidaridad
cambiaria.
“En la solidaridad cambiaria todos los obligados cambiarios responden al tenedor del pago de
la letra. Los endosantes pueden excluir su responsabilidad en la cláusula de endoso. Cada una
de las obligaciones es distinta y autónoma. Incluso algunas de ellas puede no ser por el total
importe de la letra (aceptación y aval parcial), pero en los términos de cada obligación asumida
por cada suscriptor. Todos ellos responden del pago. Fracasada la letra, el tenedor puede
dirigirse contra cualquiera de ellos o contra todos conjuntamente. Pero son deudas de distinto
grado, de modo que sólo el pago efectuado por el librado extingue el crédito cambiario. El pago
hecho por otro obligado no tiene efecto satisfactorio, sino recuperatorio, de modo que él mismo
podrá reclamar el pago de los demás obligados que, por ser anteriores a él en el curso de la
circulación, les son garantes del pago de la letra.” .
Como podemos observar la solidaridad cambiaria tiene elementos en común con la obligación
solidaria como lo son la pluralidad de sujetos, El hecho de que todos los deudores deban
responder al tenedor de las letras de cambio y la posibilidad de proceder contra uno de los
deudores o bien en contra de todos. Sin embargo encontramos un nuevo elemento que lo hace
diferente a la obligación solidaria el cual es la posibilidad de establecer una cláusula en la que
se libre de responsabilidad al endosante.
C) Alemania.
1) Confederación Alemana.
Para poder comenzar a exponer sobre la solidaridad en Alemania resulta inevitable hacer el
señalamiento de la gran influencia que los juristas de esta nación recibieron por partes de los
codificadores franceses. Este fenómeno se dio principalmente con la codificación francesa de
1804 ya que esta dio pie a un nuevo movimiento en el territorio alemán, el cual demandaba la
creación de un código civil. El único inconveniente existente fue que durante la Confederación
Alemana no existió un órgano legislativo lo suficientemente fuerte como para poder llevar
acabo un proyecto de esta magnitud.
2) Imperio alemán.
Para 1871, varios de los Estados alemanes fueron unificados bajo el Imperio Alemán. Al
comienzo, la función legislativa sobre materias de derecho civil era detentada única y
exclusivamente por cada uno de los estados, y no por el Imperio que reunía tales estados. En
1873 se aprobó una enmienda constitucional llamada "Lex Miquel-Lasker", en referencia a sus
autores, diputados Johannes von Miquel y Eduard Lasker, que transfería esta facultad al
imperio. Con este gran adelanto se formaron varias comisiones que redactaron un solo texto, el
cual se transformaría en una codificación civil para todo el Imperio, reemplazando la legislación
de los estados.
Un primer proyecto, en 1888, no contó con apoyo suficiente, por lo que se creo una segunda
comisión de 22 miembros, compuesta tanto por juristas como por representantes de los
empresarios así como de las principales corrientes ideológicas del momento, redactó un
segundo proyecto. Así, después de décadas de trabajo, durante las cuales se recibieron las
contribuciones de algunos de los mejores juristas de la época y se observó el trabajo realizado
en codificaciones anteriores tales como la francesa, finalmente se aprobó el BGB por el
parlamento del Reich en 1896. Entró en vigencia el 1 de enero de 1900 y constituye el principal
estatuto de derecho civil de Alemania desde entonces.
Aunque a lo largo de los años, como era de esperarse esta codificación ha ido sufriendo
cambios su esencia es la misma. Este código ubica a las obligaciones o (Recht der
Schuldverhältnisse de la siguiente manera. Los ubica en los párrafos 241 a 853, y describe los
diferentes contratos y las obligaciones en general, incluyendo el Derecho aplicable a la
responsabilidad civil.
3) Legislación.
En el BGB (código civil) podemos encontrar en la sección sexta, titulada “Pluralidad de
deudores y acreedores” todo lo referente a las obligaciones solidarias. Los principales
lineamientos son los siguientes:
“Si varias personas deben una prestación de tal manera que cada uno está obligado a efectuar
toda la prestación, pero el acreedor está facultado a exigir la prestación solo una vez, el
acreedor puede exigir la prestación a su voluntad de cualquiera de los deudores, en su
totalidad o en una parte. Hasta que toda la deuda haya sido realizada, todos los deudores
permanecen obligados.”.
“Si varias personas están facultadas para exigir una prestación de manera tal que cada uno
puede exigir toda prestación, aunque el deudor está obligado a cumplir sólo una vez, el deudor
puede cumplir a su voluntad a favor de cualquiera de los acreedores. Esto se aplica incluso si
uno de los acreedores ya ha interpuesto una acción de reclamación de la prestación.”.
Como podemos observar por primera vez a lo largo de la evolución de esta figura jurídica
encontramos como obligación solidaria una figura realmente parecida a la que podemos
encontrar en el código civil mexicano vigente, Para comprobar lo planteado anteriormente
citaremos algunos artículos del código civil, que a través de un ejercicio de derecho comparado
comprobara nuestra hipótesis.
“Art. 1987 Además de la mancomunidad, habrá solidaridad activa cuando dos o más
acreedores tienen derecho para exigir, cada uno de por si, el cumplimiento total de la
obligación; y solidaridad pasiva cuando dos o más deudores reporten la obligación de prestar,
cada uno de por sí, en su talidad, la prestación debida.”.
“Art. 1989 Cada uno de los acreedores o todos pueden exigir de todos los deudores solidarios,
o de cualquiera de ellos, el pago total o parcial de la deuda. Si reclaman todo de uno de los
deudores y resultare insolvente, pueden reclamarlo de los demás o de cualquiera de
ellos……….”
“Art. 1990. El pago hecho a uno de los acreedores solidarios extingue totalmente la deuda.”
Como resultado del estudio y análisis de los artículos anteriores podemos llegar a las
siguientes conclusiones:
El acreedor esta facultado para exigir el cumplimiento de la obligación, ya sea de forma total
o parcial a cualquiera de los deudores.
Una vez paga la prestación por cualquiera de los deudores, los demás deudores quedan
liberados de la obligación con respecto al acreedor original.
El deudor esta obligado a responder por la prestación en cuestión únicamente una sola vez.
Como conclusión de este análisis podemos afirmar de manera certera que los obligados
solidarios, ya sea esto de forma activa o pasiva, en la actualidad en nuestro país tienen
exactamente los mismos compromisos previstos en el derecho Alemán.
D) España.
Punto primordial para el estudio del derecho mexicano, esto claro por su gran influencia sobre
todo el territorio nacional. Para poder comenzar el análisis detallado sobre las obligaciones
solidarias en España y su evolución al derecho mexicano resulta de gran importancia
mencionar ciertos aspectos históricos vinculatórios entre estos dos países.
1) Relación México-España.
Para el año de 1517 la conquista del territorio nacional era ya una realidad, esto cuando las
primeras expediciones españolas arribaban a nuestro territorio, específicamente a la península
de Yucatán. Los grupos colonizadores llegaron con sola encomienda la de conquistar y
maximizar la riqueza del gobierno español.
Mientras estos grupos encabezados por Hernán Cortés cabalgaban en territorio nacional,
específicamente del puerto de Veracruz a la ciudad de México los naturales de la zona se
encontraban aterrorizados y confundidos esto principalmente por la superioridad tecnológica y
la gran agresividad con la que se internaban en nuestro país.
Con esta inesperada irrupción de españoles en el territorio de México se dio pie a un nuevo
periodo histórico llamado La Colonia. Este periodo es de gran relevancia para nuestro estudio
sobre las obligaciones solidarias por que es la forma en que directamente entro el derecho
Europeo, principalmente a nuestro país y a nuestro continente.
El periodo de la colonia se divide principalmente en tres etapas, las cuales se caracterizan por
lo siguiente:
Integración: Es quizás el periodo más importante para el estudio dentro de este trabajo pues
es cuando el poder español llega a su cúspide imponiendo sus leyes, despojando de tierras a
los naturales, creando latifundios y por supuesto estratificando las clases sociales.
Decadencia: El descontento social existente entre los naturales y sobretodo en los hijos de
los colonizadores dan pie a la creación de un movimiento armado.
“El derecho indiano se refiere al conjunto de leyes dictadas por la corona y sus subordinados,
dirigidas a crear y fundar la estructura jurídica política, económica y social de las nacientes
colonias.”.
Desde el inicio de este movimiento sin precedentes para el continente americano se fueron
creando diversas leyes para poder ejercer un control absoluto sobre la población, con el
transcurso del los años y el arribo de los frailes evangelizadores a México fueron creadas
también leyes que pretendían dignificar a los indígenas. Sin embargo a lo largo de este periodo
eran ya muchas las leyes creadas y más aun el desorden existente por lo que existió la
necesidad de recopilar el derecho existente, dando pie a la novísima recopilación
Para el año de 1810 la independencia del territorio de México era ya más que un sueño. Sin
embargo los tres cientos años de conquista dejaron un legado no solo en el ámbito social sino
que también en el legal que hasta nuestros días se puede observar. Es por esto la importancia
y necesidad de señalar el vinculo España-México.
Para facilitar el estudio de esta evolución dividiremos principalmente esta evolución en dos
períodos históricos. Una primera inspirada por el código napoleónico que tuvo como defecto el
olvido de usos y costumbres de varias regiones del país y la segunda que busco la integración
de las poblaciones excluida.
En la primera etapa de esta evolución histórica se pretendió buscar una legislación uniforme
para todo el territorio sin embargo en ningún momento se tomaron en cuenta las tradiciones de
la regiones. Este documento fue conocido como las cortes de Cádiz y fue elabora en 1811.
Esta constitución comprendió los códigos civiles y criminales de toda la región, dando a las
cortes la posibilidad de proponer modificaciones por lo que de alguna forma propicio la
permanencia de los derechos forales.
Estos intentos no lograron consolidarse en ningún momento por la inestabilidad en que se vivía
en aquella época y por considerarse radicales en temas fundamentales como los son el de la
religión y todos los referentes a los temas y desarrollos sociales.
Para 1880 la inminente necesidad de homologar las leyes revivió aquella antigua inquietud,
dando como resultado la creación de nueva legislación, el código civil.
Tomando en cuenta la época en la que este se dio y viéndolo como el resultado de un proceso
de evolución tanto político como social no podemos negar la gran influencia que tiene este
código del francés. Al grado de que dentro de su clasificación técnico jurídica ha sido
catalogado con un código latino con base romanista. De hecho la estructura adoptada por esta
legislación es casi idéntica a la creada por Napoleón. La estructura a la que me refiero es la
división en Derecho de las personas, las cosas y las acciones.
El Código Civil Español consta de un título preliminar y cuatro Libros. Estos libros se dividen en
títulos y los títulos en capítulos los cuales se dividen en secciones y las secciones en artículos.
Y existen 1.976 artículos.
• Libro segundo. De los bienes, de la propiedad y de sus modificaciones (artículos 333 a 608)
• Libro tercero. De los diferentes modos de adquirir la propiedad (artículos 609 a 1087)
• Disposiciones adicionales.
• Disposiciones transitorias.
“Art. 1137
“La concurrencia de dos o más acreedores o de dos o más deudores en una sola obligación no
implica que cada uno de aquéllos tenga derecho a pedir, ni cada uno de éstos deba prestar
íntegramente, las cosas objeto de la misma. Sólo habrá lugar a esto cuando la obligación
expresamente lo determine, constituyéndose con el carácter de solidaria.”
Este artículo demuestra un nuevo elemento, el cual es indispensable hoy en día para hacer
valida la figura de la obligación solidaria. El elemento al que hago mención es la necesidad de
expresar específicamente esta figura, diferenciándola de cualquier otra como bien lo podrían
ser las obligaciones mancomunadas o bien de la fianza.
Art. 1141
“Cada uno de los acreedores solidarios puede hacer lo que sea útil a los demás, pero no lo que
les sea perjudicial.
Las acciones ejercitadas contra cualquiera de los deudores solidarios perjudicarán a todos
éstos.” .
La legislación española contribuye con la evolución histórica de esta figura principalmente con
este elemento que busca dar certeza jurídica a los acreedores solidarios garantizándoles que
las accione de los demás acreedores no podrán ir en perjuicio suyo ni de su patrimonio,
Art. 1142
“El deudor puede pagar la deuda a cualquiera de los acreedores solidarios; pero, si hubiere
sido judicialmente demandado por alguno, a éste deberá hacer el pago.”.
Este precepto incorporado a esta figura jurídica por los legisladores españoles pone de manera
inédita un orden en el cual se deberá sanar la obligación, ya que tradicionalmente se hacía de
forma indistinta.
Art. 1.145
“El pago hecho por uno de los deudores solidarios extingue la obligación.
El que hizo el pago sólo puede reclamar de sus codeudores la parte que a cada uno
corresponda, con los intereses del anticipo.
La falta de cumplimiento de la obligación por insolvencia del deudor solidario será suplida por
sus codeudores, a prorrata de la deuda de cada uno.” .
Como podemos ver en la ley española aunque se agregan nuevos lineamientos y preceptos la
esencia de la obligación solidaria. Gran ejemplo de esto es la extinción de la obligación
solidaria cuando uno de los deudores ha sanado la obligación.
Un nuevo elemento en este código es el señalar de manera explícita la posibilidad que nace
cuando uno de los deudores cumple con la obligación y se transforma de deudor a acreedor.
Esta fuente o transformación de la obligación será analizada en nuestro estudio más adelante.
El caso planteado en el artículo anterior sobre el supuesto de que uno de los deudores
solidarios cayera en insolvencia y única y exclusivamente por ese motivo no pudiera responder
por la obligación que contrajo la parte proporcional tendrá que ser asumida por los demás
deudores lo que refleja la verdadera naturaleza de esta obligación.
Como hemos podido ver dentro del estudio correspondiente al análisis y comparación de la
legislación española hemos podido apreciar ciertos aspectos que son de gran relevancia
precisar. Como los son el hecho de buscar dar certeza jurídica en todo momento a las
personas que rige, protegiéndolos a ellos y a su patrimonio.
Si bien es cierto que la figura de la solidaridad ha ido mutando a lo largo del tiempo y de lo
territorios en los que ha tenido la esencia de la obligación solidaria se ha protegido dejando en
claro su importancia y su gran legado. Esto se ha reflejado con la permanencia de elemento
como la extinción de la obligación solidaria cuando uno de los deudores ha sanado la
obligación, y por supuesto el hecho de que la obligación se termina en el momento de que uno
de los deudores termina con la deuda.
Como prueba de que el derecho se transforma día con día esta la evolución de esta institución
que si bien ha sobrevivido es gracias a la incorporación de nuevos elementos que garantizan
su positividad y vigencia como los son:
• Obligar al pago del deudor a un acreedor específico en el supuesto de que este lo haya
demandado ante el órgano jurisdiccional correspondiente.
• La seguridad brindada por la ley al deudor solidario que cumple con la obligación,
garantizando que esta se transformara a una obligación mancomunada en la que puede y debe
ser indemnizado por los demás deudores.
Si bien ya hemos mencionado que la obligación especial de la solidad se puede definir como
“Las obligaciones solidarias son aquéllas en que concurren varios acreedores o varios
deudores o varios acreedores y varios deudores, de manera que cada acreedor pueda pedir y
cada deudor deba prestar íntegramente las cosas objeto de la obligación. La obligación
solidaria es una relación obligatoria unitaria comprensiva del acreedor y de todos los deudores
solidarios, que encierra en sí una pluralidad de créditos (del acreedor contra cada uno de los
deudores solidarios),” Es de suma importancia precisar la clasificación que esta pueden recibir
considerando la multiplicidad de sujetos.
Como podemos observar dentro de este supuesto la multiplicidad de sujetos da dentro de los
acreedores por lo que genera características propias y exclusivas, las cuales serán explicadas
con detenimiento más adelante.
Solidaridad Pasiva. Se constituye cuando “cada deudor se obliga por sí a cumplir la prestación,
de modo que el acreedor puede exigir la prestación íntegra (solidum) de cualquiera de ellos; y
cumplida por uno de los deudores, los demás quedan liberados frente al acreedor.” .
Como podemos ver en esta explicación dada por el maestro Javier Andrade Solís de la
Universidad Trinity Collage con cede en Dublín, Irlanda este caso de solidaridad es muy poco
frecuente y su legislación es de carácter mixto pues las normas que regulan la solidaridad
pasiva y mixta concurren para legislar este supuesto.
A) Solidaridad Activa.
Para una explicación más comprensible citaremos la definición elaborada por Jorge Joaquín
Llambias pues a nuestra consideración es muy clara en sus elementos.” La solidaridad es
activa cuando la obligación está constituida a favor de varios acreedores, cada uno de los
cuales tiene título para pretender la totalidad debida.” .
Como podemos observar en este tipo de obligación el deudor queda obligado en su totalidad a
cualquiera de los acreedores. EL pago puede hacerse a cualquiera de ellos, con la excepción
de que el deudor haya sido demandado ante el órgano jurisdiccional correspondiente por uno
de los acreedores quién será el beneficiario inmediato.
1) Fin Práctico.
El fin práctico de la obligación solidaria en su modalidad de activa puede ser estudiado desde
dos distintos puntos de vista. El primero consistente en el estudio de los beneficios adquiridos
por los acreedores y el segundo desde el punto de vista de los beneficios adquiridos por los
deudores.
La primera tendencia que será analizada dentro del presente estudio es la referente a los
beneficios adquiridos por los acreedores. Esta se basa principalmente en la facilitación del
cobro del crédito ya que cualquiera de los acreedores podrá hacerlo, generalmente lo hará al
que las circunstancias lo señalen como el más apto en aquel momento. Lo cual da el beneficio
de que los demás acreedores pueden invertir el tiempo que hubieren perdido reclamando el
pago en cualquier otra acción que convenga a su propio interés.”
En contramano podemos estudiar su fin práctico desde el punto de vista que analiza los
beneficios recibidos por el deudor en esta modalidad de las obligaciones. El principal beneficio
del deudor consiste en el pragmatismo ya que este evita el tener que establecer una relación
con cada uno de los acreedores. Ya que sino existiera esta figura el deudor se vería obligado a
contraer una obligación de manera individual y directa con cada uno de los acreedores.
La figura de la solidaridad activa hoy en día es prácticamente inexistente pues las diversas
corrientes de estudio han señalado a largo de la historia moderna del derecho que el costo
beneficio de esta práctica es muy alto. Esto principalmente por el hecho de que los mismos
acreedores se encuentran en una relación en la que existe un riesgo relativamente alto en la
relación entre ellos mismo y de la misma manera con la interacción que desarrollan con el
deudor por los motivos que a continuación se expondrán.
Para comprender el por que se ha desvirtuado el uso de este tipo de obligación es de suma
importancia partir de un antecedente histórico situado en la antigua Roma el cual establece que
la correalidad activa tenía un doble interés. ”Como no existía la representación judicial, el
acreedor hacia que el deudor prometiera pagarle a él mismo o ala persona por la que se hiciera
representar aquel…”
Uno de los riesgos que corre cada uno de los acreedores es que queda a merced del acreedor
que recibe el pago, esto por que aquel recibe de forma íntegra la totalidad de la deuda. Si
analizamos este punto podemos comprender que el acreedor normalmente corre los riesgos
típicos de incumplimiento del deudor sin embargo en las obligaciones solidarias activas estos
riesgos se duplica pues en primera instancia el riesgo existe con el deudor originario y
posteriormente con el acreedor solidario que por el simple hecho de haber cobrado la deuda se
transforma en nuevo deudor.
Este principio se explica por si mismo al leer el artículo 1989 del código civil para el distrito
federal que dice:
“Cada uno de los acreedores o todos juntos pueden exigir de todos los deudores solidarios o
de cualquiera de ellos, el pago total o parcial de la deuda.”
Otro de los riesgos percibidos por la doctrina española consiste en que dejando de lado el
hecho de que el autor reciba la totalidad de la deuda existe la posibilidad de que alguno de los
acreedores solidarios pudiera llegar a acordar con el deudor la cancelación de la deuda o bien
pactar cambios sobre la prestación original, Este supuesto se prevé en nuestro código de la
siguiente manera:
Art. 1991. “La novación, compensación, confusión o remisión hecha por cualquiera de los
acreedores solidarios, con cualquiera de los deudores de la misma clase, extingue la
obligación….” .
Si bien es cierto que ya sea mencionado el riesgo de que uno de los acreedores solidarios
reciba la totalidad de la prestación, es de suma importancia plantear que sucedería en el
supuesto de que aquel acreedor cayera en insolvencia. En este supuesto existiría una
afectación directa a todos los demás acreedores ya que el acreedor se transforma en un
deudor mancomunado con respecto a los demás acreedores, quién por su situación económica
no podría sanar la obligación que contrajo de forma indirecta.
Por los motivos antes señalados la doctrina ha propuesto, con el propósito de generar certeza
jurídica, que en lugar de crear obligaciones solidarias activas se creen obligaciones simples y
en el supuesto de la necesidad de representantes se otorguen mandatos. Una de las ventajas
que se establecerían en este caso es la disminución en el riego de cobro de la prestación. Esto
por el hecho de que se establecería una relación exclusiva, directa e inmediata entre las partes.
Ante la existencia de tantos y tan grandes riesgos para los acreedores esta figura jurídica ha
quedado prácticamente desuso principalmente en materia civil, por lo que su importancia es
mucho menor a la solidaridad pasiva.
Después de haber estudiado la solidaridad activa debemos comprender que esta consta de dos
principales momentos. Primero la relación entre los coacreedores y el deudor y segundo la
relación entre los acreedores una vez que la obligación se ha terminado. Como hemos podido
ver ambas etapas son igual de complejas ya que en cualquier momento los acreedores se
encuentran en riesgo de peder la prestación. Es por eso que el estudio de los efectos de esta
figura jurídica también debe ser dividido en estos dos momentos.
• En caso de que el deudor sea demandado por uno de los acreedores ante el órgano
jurisdiccional correspondiente el pago se deberá hacer a aquel que haya demandado.
• Cualquiera de los acreedores tiene la facultad de extinguir la obligación por cualquier forma
salvo pacto en contrario.
• Cualquier acto constituido a petición de uno de los acreedores beneficia a los demás
acreedores.
Cuando uno de los acreedores solidarios recibe el pago del deudor este pierde su personalidad
de acreedor, pues la obligación ha sido sanada. Sin embargo al ser poseedor de la totalidad de
la prestación nace una nueva obligación respecto a los demás acreedores.
La nueva obligación resultante de este fenómeno no es más que una obligación mancomunada
activa pues los demás acreedores conservan su personalidad de acreedores mientras que este
es su deudor. Hay que recordar que en esta modalidad de las obligaciones el deudor se obliga
con cada uno de los deudores por la parte proporcional de la prestación.
La principal fuente de las obligaciones es la voluntad de los particulares. Esto debido a que es
la forma en que las personas capaces de contraer obligaciones la utilizan amoldándola para los
fines que a ellos convengan. Gracias a este principio se a garantizado la utilización de esta
figura, ya que los deudores la adaptan a sus necesidades con el fin de evitar establecer varias
relaciones. Es importante señalar que esta puede ser tan gravosa o beneficiosa como las
partes lo pacten pues es resultado exclusivo de su voluntad.
Esta fuente de la solidaridad activa se divide a su vez en dos. La primera que es conocida
como convencional que es la contenida en los contratos y acuerdo de voluntad entre las partes
y la segunda llamada solidaridad testamentaria, contenida como su nombre lo indica en los
testamentos.
La solidaridad pasiva convencional es la más común pues es aquella que se da por el acuerdo
de voluntades y es empleada cotidianamente para buscar evitar el establecimiento de varias
relaciones que pueden terminar siendo perjudiciales por el tiempo que debe dedicarse a cada
una de ellas. Esta se puede encontrar con facilidad en los contratos en los que se estipula la
existencia de un deudor y la existencia de dos o más acreedores.
B) Solidaridad Pasiva.
1) Elementos característicos.
Este elemento se aclara perfectamente en la segunda parte de artículo 1987 del código civil
vigente. En el cual se establece lo siguiente “Además de la mancomunidad, habrá solidaridad
activa, cuando dos o más acreedores tienen derecho para exigir, cada uno de por sí, el
cumplimiento total de la obligación; y solidaridad pasiva cuando dos o más deudores reporten
la obligación de prestar, cada uno de por sí, en su totalidad, la prestación debida.”
• Unidad de la Prestación: El objeto debido por todos codeudores es el mismo, por lo que
puede ser exigido por el acreedor a cualquiera de los deudores. El pago de uno de los
deudores al acreedor sana la obligación sin embargo los demás deudores permanecen
obligados por la parte proporcional de la deuda con aquel que haya pagado.
El código civil para el distrito federal protege por completo a quién cumple con la deuda de los
demás deudores de la siguiente manera: “Artículo 1999. El deudor solidario que paga por
entero la deuda, tiene derecho de exigir de los otros codeudores la parte que en ella les
corresponda. Salvo convenio en contrario, los deudores solidarios están obligados entre sí por
partes iguales. Si la parte que incumbe a un deudor solidario no puede obtenerse de él, el
déficit debe ser repartido entre los demás deudores solidarios, aun entre aquellos a quienes el
acreedor hubiere libertado de la solidaridad. En la medida que un deudor solidario satisface la
deuda, se subroga en los derechos del acreedor.”
• El pago hecho por cualquiera de los deudores extingue la obligación con el acreedor original.
Este principio se fundamenta en el hecho de que todos los deudores deben la misma
prestación, sin embargo quedan obligados con aquel que hubiese cumplido con la obligación.
Para poder enumerar, describir y explicar cuales son las fuentes de la solidaridad pasiva en
importante comenzar por explicar lo que es una fuente.
En general, fuente es el principio u origen de una cosa, el lugar donde nace o se produce algo.
Es el principio, el fundamento, el origen, la causa o la explicación de una cosa. Cuando
hablamos del origen de la norma jurídica, nos referimos a los hechos que le dan nacimiento, a
las manifestaciones de la voluntad humana.
Las fuentes del Derecho son los actos o hechos pasados de los que deriva la creación,
modificación o extinción de normas jurídicas.
Una vez que hemos dejado en claro a través de la explicación lo que son las fuentes del
derecho procedemos a la descripción explicación de las fuentes de esta figura jurídica.
Las fuentes de la solidaridad pasiva, lugar de donde proviene, son principalmente dos. Primero
la voluntad privada de los particulares y en segundo plano la ley.
La primera fuente de las obligaciones es la voluntad de los particulares. Esta fuente es sin duda
alguna la más importante. Esto debido a que es la forma en que las personas capaces de
contraer obligaciones la utilizan amoldándola para los fines que a ellos convengan. Gracias a
este principio se garantizado la utilización de esta figura ya que los acreedores la adaptan a
sus necesidades con el fin de protegerse de los deudores, obligándolos de forma individual y
colectiva a pagar la prestación que con ellos hayan convenido. Es importante señalar que esta
puede ser tan gravosa o beneficiosa como las partes lo pacten pues es resultado exclusivo de
su voluntad.
Esta fuente de la solidaridad pasiva se divide a su vez en dos. La primera que es conocida
como convencional que es la contenida en los contratos y acuerdo de voluntad entre las partes
y la segunda llamada solidaridad testamentaria, contenida como su nombre lo indica en los
testamentos.
La solidaridad pasiva convencional es la más común pues es aquella que se da por el acuerdo
de voluntades y es empleada cotidianamente para buscar la protección del acreedor. Esta se
puede encontrar con facilidad en los contratos en los que se estipula la existencia de un
acreedor y la existencia de dos o más deudores.
En el primer supuesto referente a la protección entregada por los legisladores a los acreedores
podemos encontrar como ejemplo la legislación francesa en la que se establece lo siguiente: el
marido de una mujer que sea tutora es cotutor, responsable solidariamente para con el pupilo.
Como podemos ver en el supuesto anterior en ningún momento se manifestó la voluntad de las
partes, sin embargo la solidaridad pasiva existe entre las partes.
En el supuesto que establece a la solidaridad pasiva como sanción podemos observar que se
busca castigar a los codeudores que tengan culpa en común con el propósito de obligarlos a
responder por los daños que hayan causado. Este supuesto se puede dar cuando no se pueda
establecer las afectaciones causadas por las acciones de cada uno de los autores del crimen.
A diferencia de lo que ocurre con la solidaridad activa, la solidaridad pasiva tiene una tremenda
utilidad, porque actúa como una verdadera caución personal, toda vez que el acreedor contara
con tantos patrimonios donde hacer efectivo su crédito como codeudores solidarios haya.
Desde esta perspectiva la solidaridad pasiva, se asemeja a la fianza, porque en esta última
también existe más de un patrimonio donde hacer efectivo el crédito, sin embargo, la
solidaridad pasiva, presenta dos ventajas que no presenta la fianza:
Beneficio de División: Habiendo dos ó mas fiadores y en el caso que el deudor principal no
responda los fiadores pueden exigir que el crédito se divida o fraccione entre los distintos
fiadores, de manera que no es posible exigirle el total de la deuda a uno solo de los fiadores.
En el caso de la solidaridad, el codeudor solidario debe pagar íntegramente toda la deuda.
Al igual que como sucedió con la solidaridad activa, después de haber estudiado la solidaridad
pasiva debemos comprender que esta consta de dos principales momentos. Primero la relación
entre los codeudores y el acreedor y segundo la relación entre los deudores una vez que la
obligación se ha terminado.
• Derecho del acreedor para demandar la totalidad del crédito a cualquiera de los deudores o
bien simultáneamente a todos los obligados.
• La obligación se extingue en momento en que cualquiera de los deudores pague la
prestación.
• Si se presentara el caso de pagos parciales por cualquiera de los deudores el acreedor debe
descontarlos del total de la prestación.
• Los intereses generados por la mora afectan por igual a la totalidad de deudores.
Cuando uno de los deudores solidarios ejecuta el pago este pierde su personalidad de deudor,
pues la obligación ha sido sanada. Sin embargo al ser el pagador de la totalidad de la
prestación nace una nueva obligación respecto a los demás deudores.
La nueva obligación resultante de este fenómeno no es más que una obligación mancomunada
pasiva pues los demás deudores conservan su personalidad de deudores mientras que este es
su nuevo acreedor. Hay que recordar que en esta modalidad de las obligaciones el deudor se
obliga con el acreedor por la parte proporcional de la prestación.
C) Solidaridad Mixta.
Esta modalidad de la solidaridad es poco estudiada por la doctrina actual, sin embargo
consideremos de gran importancia hacer el estudio correspondiente dentro de este trabajo.
La solidaridad mixta tiene lugar cuando coexiste pluralidad de sujetos dentro del los acreedores
y de los deudores. Por lo que puede afirmar de manera certera que tanto las características de
la solidaridad pasiva y activa concurren en esta.
De esta coexistencia de características nace la razón de por que las leyes que rigen a la
solidaridad activa y pasiva son también aplicables para la solidaridad mixta.
1) Elementos Principales:
• Pluralidad de acreedores.
• Pluralidad de deudores.
• Cualquier acreedor puede exigir el pago de la deuda a cualquier deudor.
• En el supuesto de que un deudor sane la obligación todos los deudores quedan liberados.
• Las modificaciones creadas a la obligación por cualquiera de los acreedores con cualquiera
de los deudores afectan a todos los sujetos.
• El acreedor que reciba el pago se obliga mancomunadamente con todos los demás
acreedores.
• En el supuesto de que un deudor pagara la deuda todos los demás deudores se obligan
mancomunadamente con el.
IV Conclusiones.
Primera. Las obligaciones solidarias son aquéllas en que concurren varios acreedores o varios
deudores o varios acreedores y varios deudores, de manera que cada acreedor pueda pedir y
cada deudor deba prestar íntegramente las cosas objeto de la obligación. La obligación
solidaria es una relación obligatoria unitaria comprensiva del acreedor y de todos los deudores
solidarios, que encierra en sí una pluralidad de créditos
Segunda. Las obligaciones solidarias podemos referir que su origen se remonta ala época de
Justiniano quién opto por transformar los casos clásicos de las obligaciones cumulativas por
solidarias.
Tercera. La solidaridad como modalidad de las obligaciones, tal cual, como hoy la conocemos
no proviene de las obligaciones in solidum como tanto se a planteado, sino que provienen de
una fuente completamente distinta, de las obligaciones correales.
Cuarta. En el derecho romano las Obligación in Solidum se daban en el supuesto de que varias
personas hubiesen causado juntas un daño, sin que resulte posible distinguir en es perjuicio la
parte de unas y otras, cada una, por haber causado así la totalidad del daño, debe repararlo
enteramente.
Sexta. La figura de la solidad activa es poco utilizada en nuestros días principalmente por la
existencia de grandes riesgos para el acreedor. Los riesgos que se derivan de esta figura no
solo son ante los deudores, ya que el acreedor queda a merced de los coacreedores, quienes
posiblemente reciban el pago por la totalidad de la prestación.
Séptima. La solidaridad pasiva se constituye cuando “cada deudor se obliga por sí a cumplir la
prestación, de modo que el acreedor puede exigir la prestación íntegra (solidum) de cualquiera
de ellos; y cumplida por uno de los deudores, los demás quedan liberados frente al acreedor.
Octava. Bajo lo existencia de la solidaridad pasiva el objeto debido por todos codeudores es el
mismo, por lo que puede ser exigido por el acreedor a cualquiera de los deudores. El pago de
uno de los deudores al acreedor sana la obligación sin embargo los demás deudores
permanecen obligados por la parte proporcional de la deuda con aquel que haya pagado.
Novena. En el momento que uno de lo codeudores sana la obligación por medio del pago la
obligación se transforma en una obligación mancomunada colocándolo como acreedor de los
demás deudores.
Décima. La solidaridad mixta nace cuando existen simultáneamente varios acreedores y varios
deudores se suele hablar de solidaridad mixta; pero estos supuestos son poco frecuentes. De
otra parte la problemática planteada por la solidaridad mixta se deduce del entrecruzamiento y
combinación de las reglas legales previstas para la solidaridad activa y pasiva.
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