Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Calentamiento Global

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 250

Calentamiento

global
Aumento de la temperatura media global
de la atmósfera terrestre y de los
océanos

Este artículo trata sobre el actual


calentamiento del sistema climático de
la Tierra. «Cambio climático» también
puede referirse a las tendencias
climáticas en cualquier momento de la
historia geológica.
Media global del cambio de temperatura superficial
en 1880-2016, respecto a la media de 1951-1980. La
línea negra es la media anual global y la roja es el
suavizado lowess de cinco años. Las barras azules
de incertidumbre muestran un intervalo de
confianza de 95 %.

Calentamiento global y cambio climático


se refieren al aumento observado en más
de un siglo de la temperatura del sistema
climático de la Tierra y sus efectos.[1]
Múltiples líneas de pruebas científicas
demuestran que el sistema climático se
está calentando.[2][3] Muchos de los
cambios observados desde los años
1950 no tienen precedentes en el registro
instrumental de temperaturas que se
extiende a mediados del siglo XIX ni en
los registros proxy paleoclimáticos que
cubren miles de años.[4]

En 2013, el Quinto Informe de Evaluación


(AR5) del Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC) concluyó que «es
extremadamente probable que la
influencia humana ha sido la causa
dominante del calentamiento observado
desde la mitad del siglo XX».[5] La mayor
influencia humana ha sido la emisión de
gases de efecto invernadero como el
dióxido de carbono, metano y óxido de
nitrógeno. Las proyecciones de modelos
climáticos resumidos en el AR5 indicaron
que durante el presente siglo la
temperatura superficial global subirá
probablemente 0,3 a 1,7 °C para su
escenario de emisiones más bajas
usando mitigación estricta y 2,6 a 4,8 °C
para las mayores.[6] Estas conclusiones
han sido respaldadas por las academias
nacionales de ciencia de los principales
países industrializados[7][nota 1] y no son
disputadas por ninguna organización
científica de prestigio nacional o
internacional.[9]
El cambio climático futuro y los impactos
asociados serán distintos en una región
a otra alrededor del globo.[10][11] Los
efectos anticipados incluyen un aumento
en las temperaturas globales, una subida
en el nivel del mar, un cambio en los
patrones de las precipitaciones y una
expansión de los desiertos
subtropicales.[12] Se espera que el
calentamiento sea mayor en la tierra que
en los océanos y el más acentuado
ocurra en el Ártico, con el continuo
retroceso de los glaciares, el permafrost
y la banquisa. Otros efectos probables
incluyen fenómenos meteorológicos
extremos más frecuentes, tales como
olas de calor, sequías, lluvias torrenciales
y fuertes nevadas;[13] acidificación del
océano y extinción de especies debido a
regímenes de temperatura cambiantes.
Entre sus impactos humanos
significativos se incluye la amenaza a la
seguridad alimentaria por la disminución
del rendimiento de las cosechas y la
pérdida de hábitat por inundación.[14][15]
Debido a que el sistema climático tiene
una gran inercia y los gases de efecto
invernadero continuarán en la atmósfera
por largo tiempo, muchos de estos
efectos persistirán no solo durante
décadas o siglos, sino por decenas de
miles de años.[16]
Las posibles respuestas al
calentamiento global incluyen la
mitigación mediante la reducción de las
emisiones, la adaptación a sus efectos,
la construcción de sistemas resilientes a
sus impactos y una posible ingeniería
climática futura. La mayoría de los
países son parte de la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC),[17] cuyo objetivo
último es prevenir un cambio climático
antropogénico peligroso.[18] La CMNUCC
ha adoptado una serie de políticas
destinadas a reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero[19][20][21][22] y
ayudar en la adaptación al calentamiento
global.[19][22][23][24] Los miembros de la
CMNUCC han acordado que se requieren
grandes reducciones en las emisiones[25]
y que el calentamiento global futuro debe
limitarse muy por debajo de 2,0 °C con
respecto al nivel preindustrial[nota 2] con
esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C.[27]

La reacción del público al calentamiento


global y su preocupación a sus impactos
también están aumentando. Un informe
global de 2015 por Pew Research Center
halló que una media de 54 % lo considera
«un problema muy serio». Existen
diferencias regionales significativas, con
los estadounidenses y chinos, cuyas
economías son responsables por las
mayores emisiones anuales de CO2,
entre los menos preocupados.[28]

Cambios térmicos
observados

   

Mapamundi mostrando
las tendencias en la
Temperaturas medias de
temperatura superficial
los últimos 2000 años
(°C por década) entre
según distintas
1950 y 2014. [29]
reconstrucciones a partir
de proxies climáticos,
suavizadas por decenio,
con el registro
instrumental de
temperaturas
sobrepuesto en negro.

Gráfico de las anomalías de las temperaturas


anuales del globo en el periodo 1950-2012,
mostrando El Niño-Oscilación del Sur.

La temperatura promedio de la superficie


de la Tierra ha aumentado alrededor de
0,8 °C desde 1880.[30] La velocidad de
calentamiento casi se duplicó en la
segunda mitad de dicho periodo
(0,13 ± 0,03 °C por década, versus
0,07 ± 0,02 °C por década). El efecto isla
de calor es muy pequeño, estimado en
menos de 0,002 °C de calentamiento por
década desde 1900.[31] Las temperaturas
en la troposfera inferior se han
incrementado entre 0,13 y 0,22 °C por
década desde 1979, de acuerdo con las
mediciones de temperatura por satélite.
Los proxies climáticos demuestran que
la temperatura se ha mantenido
relativamente estable durante mil o dos
mil años hasta 1850, con fluctuaciones
que varían regionalmente tales como el
Período cálido medieval y la Pequeña
edad de hielo.[32]

El calentamiento que se evidencia en los


registros de temperatura instrumental es
coherente con una amplia gama de
observaciones, de acuerdo con lo
documentado por muchos equipos
científicos independientes.[33] Algunos
ejemplos son el aumento del nivel del
mar debido a la fusión de la nieve y el
hielo y la expansión del agua al
calentarse por encima de 3,98 °C
(dilatación térmica),[34] el derretimiento
generalizado de la nieve y el hielo con
base en tierra,[35] el aumento del
contenido oceánico de calor,[33] el
aumento de la humedad,[33] y la
precocidad de los eventos
primaverales,[36] por ejemplo, la floración
de las plantas.[37] La probabilidad de que
estos cambios pudieran haber ocurrido
por azar es virtualmente cero.[33]

Tendencias

Los cambios de temperatura varían a lo


largo del mundo. Desde 1979, las
temperaturas en tierra han aumentado
casi el doble de rápido que las
temperaturas oceánicas (0,25 °C por
década frente a 0,13 °C por década).[38]
Las temperaturas del océano aumentan
más lentamente que las terrestres
debido a la mayor capacidad calórica
efectiva de los océanos y porque estos
pierden más calor por evaporación.[39]
Desde el comienzo de la industrialización
la diferencia térmica entre los
hemisferios se ha incrementado debido
al derretimiento de la banquisa y la nieve
en el Polo Norte.[40] Las temperaturas
medias del Ártico se han incrementado a
casi el doble de la velocidad del resto del
mundo en los últimos 100 años; sin
embargo las temperaturas árticas
además son muy variables.[41] A pesar de
que en el hemisferio norte se emiten más
gases de efecto invernadero que en el
hemisferio sur, esto no contribuye a la
diferencia en el calentamiento debido a
que los principales gases de efecto
invernadero persisten el tiempo
suficiente para mezclarse entre ambas
mitades del planeta.[42]
La inercia térmica de los océanos y las
respuestas lentas de otros efectos
indirectos implican que el clima puede
tardar siglos o más para modificarse a
los cambios forzados. Estudios de
compromiso climático indican que
incluso si los gases de invernadero se
estabilizaran en niveles del año 2000,
aún ocurriría un calentamiento adicional
de aproximadamente 0,5 °C.[43]

La temperatura global está sujeta a


fluctuaciones de corto plazo que se
superponen a las tendencias de largo
plazo y pueden enmascararlas
temporalmente. La relativa estabilidad de
la temperatura superficial en 2002-2009,
periodo bautizado como el hiato en el
calentamiento global por los medios de
comunicación y algunos científicos,[44] es
coherente con tal incidente.[45][46]
Actualizaciones realizadas en 2015 para
considerar diferentes métodos de
medición de las temperaturas oceánicas
superficiales muestran una tendencia
positiva durante la última década.[47][48]

Años más cálidos

Dieciséis de los 17 años más cálidos del


registro instrumental han ocurrido desde
el 2000.[49] Pese a que los años récords
pueden atraer considerable interés
público, los años individuales son menos
significativos que la tendencia general.
Debido a ello algunos climatólogos han
criticado la atención que la prensa
popular da a las estadísticas del «año
más caluroso»; por ejemplo, Gavin
Schmidt señaló que «las tendencias a
largo plazo o la serie prevista de récords
son mucho más importantes que si un
año particular es récord o no».[50]

Causas iniciales de cambios


térmicos (forzamientos
externos)
   

Concentraciones de
Esquema del efecto
CO2 durante los
invernadero mostrando
últimos 400 000 años
los flujos de energía
entre el espacio, la
atmósfera y la
superficie de la tierra. El
intercambio de energía
se expresa en vatios
por metro cuadrado
(W/m2). En esta gráfica
la radiación absorbida
es igual a la emitida,
por lo que la Tierra no
se calienta ni se enfría.
El sistema climático puede responder a
cambios en los forzamientos
externos.[51][52] Estos son «externos» al
sistema climático pero no
necesariamente externos a la Tierra.[53]
Ejemplos de forzamientos externos
incluyen cambios en la composición
atmosférica (p. ej. un aumento en las
concentraciones de gases de efecto
invernadero), la luminosidad solar, las
erupciones volcánicas y las variaciones
en la órbita de la Tierra alrededor del
Sol.[54]

Gases de efecto invernadero


El efecto invernadero es el proceso
mediante el cual la absorción y emisión
de radiación infrarroja por los gases en la
atmósfera de un planeta calientan su
atmósfera interna y la superficie. Fue
propuesto por Joseph Fourier en 1824,
descubierto en 1860 por John Tyndall,[55]
se investigó cuantitativamente por
primera vez por Svante Arrhenius en
1896[56] y fue desarrollado en la década
de 1930 hasta acabada la década de
1960 por Guy Stewart Callendar.[57]

   
Emisiones Contribución
mundiales de porcentual de las
gases de efecto emisiones
invernadero en acumuladas de
2010 por sector. CO2 asociadas a
la energía entre
1751 y 2012 a lo
largo de
diferentes
regiones.

En la Tierra, las cantidades naturales de


gases de efecto invernadero tienen un
efecto de calentamiento medio de
aproximadamente 33 °C.[58][nota 3] Sin la
atmósfera, la temperatura promedio de la
Tierra estaría muy por debajo del punto
de congelación del agua.[59] Los
principales gases de efecto invernadero
son el vapor de agua (causante de
alrededor de 36-70 % del efecto
invernadero); el dióxido de carbono (CO2,
9-26 %), el metano (CH4, 4-9 %) y el
ozono (O3, 7,3 %).[60][61][62] Las nubes
también afectan el balance radiativo a
través de los forzamientos de nube
similares a los gases de efecto
invernadero.

La actividad humana desde la Revolución


Industrial ha incrementado la cantidad de
gases de efecto invernadero en la
atmósfera, conduciendo a un aumento
del forzamiento radiativo de CO2,
metano, ozono troposférico, CFC y el
óxido nitroso. De acuerdo con un estudio
publicado en 2007, las concentraciones
de CO2 y metano han aumentado en un
36 % y 148 % respectivamente desde
1750.[63] Estos niveles son mucho más
altos que en cualquier otro tiempo
durante los últimos 800 000 años,
período hasta donde se tienen datos
fiables extraídos de núcleos de
hielo.[64][65][66][67] Evidencia geológica
menos directa indica que valores de CO2
mayores a este fueron vistos por última
vez hace aproximadamente 20 millones
de años.[68]

La quema de combustibles fósiles ha


producido alrededor de las tres cuartas
partes del aumento en el CO2 por
actividad humana en los últimos 20
años. El resto de este aumento se debe
principalmente a los cambios en el uso
del suelo, especialmente la
deforestación.[69] Estimaciones de las
emisiones globales de CO2 en 2011 por
el uso de combustibles fósiles, incluido
la producción de cemento y el gas
residual, fue de 34 800 millones de
toneladas (9,5 ± 0,5 PgC), un incremento
del 54 % respecto a las emisiones de
1990. El mayor contribuyente fue la
quema de carbón (43 %), seguido por el
petróleo (34 %), el gas (18 %), el cemento
(4,9 %) y el gas residual (0,7 %).[70]
En mayo de 2013, se informó que las
mediciones de CO2 tomadas en el
principal estándar de referencia del
mundo (ubicado en Mauna Loa)
superaron las 400 ppm. De acuerdo con
el profesor Brian Hoskins, es probable
que esta sea la primera vez que los
niveles de CO2 hayan sido tan altos
desde hace unos 4,5 millones de
años.[71][72] Las concentraciones
mensuales del CO2 global excedieron las
400 ppm en marzo de 2015,
probablemente por primera vez en varios
millones de años.[73] El 12 de noviembre
de 2015, científicos de la NASA
informaron que el dióxido de carbono
producido por el ser humano continúa
incrementándose sobre niveles no
alcanzados en cientos de miles de años:
actualmente, cerca de la mitad del CO2
proveniente de la quema de
combustibles fósiles no es absorbido ni
por la vegetación ni los océanos y
permanece en la atmósfera.[74][75][76][77]

Durante las últimas tres décadas del


siglo  , el crecimiento del producto
interno bruto per cápita y el crecimiento
poblacional fueron los principales
impulsores del aumento de las
emisiones de gases de efecto
invernadero.[78] Las emisiones de CO2
siguen aumentando debido a la quema
de combustibles fósiles y el cambio de
uso del suelo.[79][80]:71 Las emisiones
pueden ser atribuidas a las diferentes
regiones. La atribución de emisiones por
el cambio de uso del suelo posee una
incertidumbre considerable.[81][82]:289

Se han proyectado escenarios de


emisiones, estimaciones de los cambios
en los niveles futuros de emisiones de
gases de efecto invernadero, que
dependen de evoluciones económicas,
sociológicas, tecnológicas y naturales
inciertas.[83] En la mayoría de los
escenarios, las emisiones siguen
aumentando durante el presente siglo,
mientras que en unos pocos las
emisiones se reducen.[84][85] Las reservas
de combustibles fósiles son abundantes
y no van a limitar las emisiones de
carbono en el siglo  .[86] Se han
utilizado los escenarios de emisiones,
junto con el modelado del ciclo del
carbono, para producir estimaciones de
cómo las concentraciones atmosféricas
de gases de efecto invernadero podrían
cambiar en el futuro. Usando los seis
escenarios SRES del IPCC, los modelos
sugieren que para el año 2100 la
concentración atmosférica de CO2 podría
llegar entre 541 y 970 ppm.[87] Esto es un
90-250 % mayor a la concentración en el
año 1750.
Los medios de comunicación populares
y el público a menudo confunden el
calentamiento global con el agotamiento
del ozono, es decir, la destrucción del
ozono estratosférico por
clorofluorocarbonos.[88][89] Aunque hay
unas pocas áreas de vinculación, la
relación entre los dos no es fuerte. La
reducción del ozono estratosférico ha
tenido una ligera influencia hacia el
enfriamiento en las temperaturas
superficiales, mientras que el aumento
del ozono troposférico ha tenido un
efecto de calentamiento algo mayor.[90]

Véase también: Anexo:Países por emisiones de


dióxido de carbono
Aerosoles y hollín

Las estelas de barcos pueden observarse como


líneas en estas nubes sobre el océano Atlántico de
la costa este de los Estados Unidos. Las par tículas
de esta y otras fuentes podrían tener un gran efecto
sobre el clima a través del efecto indirecto de los
aerosoles.

El oscurecimiento global, una reducción


gradual de la cantidad de irradiancia
directa en la superficie de la Tierra, se
observó a partir de 1961 hasta por lo
menos 1990.[91] Se piensa que la causa
principal de este oscurecimiento son las
partículas sólidas y líquidas conocidas
como aerosoles, producto de los
volcanes y los contaminantes
antropogénicos. Ejercen un efecto de
enfriamiento por el aumento de la
reflexión de la luz solar entrante. Los
efectos de los productos de la quema de
combustibles fósiles (CO2 y aerosoles)
se han compensado parcialmente entre
sí en las últimas décadas, por lo que el
calentamiento neto se ha debido al
aumento de gases de efecto invernadero
distintos del CO2, como el metano.[92] El
forzamiento radiativo por los aerosoles
está limitado temporalmente por los
procesos que los remueven de la
atmósfera. La eliminación por las nubes
y la precipitación les da a los aerosoles
troposféricos una vida atmosférica
cercana a solo una semana; en cambio,
los aerosoles estratosféricos pueden
permanecer durante algunos años. El
dióxido de carbono tiene una vida
atmosférica de un siglo o más, por tanto
los cambios en los aerosoles solo
retrasarán los cambios climáticos
causados por el CO2.[93] La contribución
al calentamiento global del carbono
negro solo es superada por la del dióxido
de carbono.[94]

Además de su efecto directo en la


dispersión y la absorción de la radiación
solar, las partículas tienen efectos
indirectos sobre el balance radiativo de la
Tierra. Los sulfatos actúan como
núcleos de condensación y por lo tanto
conducen a nubes que tienen más y más
pequeñas gotitas. Estas nubes reflejan la
radiación solar más eficientemente que
aquellas con menos y más grandes
gotitas, fenómeno conocido como el
efecto Twomey.[95] Este efecto también
provoca que las gotitas sean de tamaño
más uniforme, lo que reduce el
crecimiento de las gotas de lluvia y hace
a la nube más reflexiva a la luz solar
entrante, llamado el efecto Albrecht.[96]
Los efectos indirectos son más notables
en las nubes estratiformes marinas y
tienen muy poco efecto radiativo en las
convectivas. Los efectos indirectos de
los aerosoles representan la mayor
incertidumbre en el forzamiento
radiativo.[97]

El hollín puede enfriar o calentar la


superficie, dependiendo de si está
suspendido o depositado. El hollín
atmosférico absorbe directamente la
radiación solar, lo que calienta la
atmósfera y enfría la superficie. En áreas
aisladas con alta producción de hollín,
como la India rural, las nubes marrones
pueden enmascarar tanto como el 50 %
del calentamiento de la superficie por
gases de efecto invernadero.[98] Cuando
se deposita, especialmente sobre los
glaciares o el hielo de las regiones
árticas, el menor albedo de la superficie
también puede calentar directamente la
superficie.[99] Las influencias de las
partículas, incluido el carbono negro, son
más acusadas en las zonas tropicales y
subtropicales, particularmente en Asia,
mientras que los efectos de los gases de
efecto invernadero son dominantes en
las regiones extratropicales y el
hemisferio sur.[100]

Cambios en la irradiancia solar total y manchas


Cambios en la irradiancia solar total y manchas
solares desde mediados de la década de 1970.

Contribución de los factores naturales y las


actividades humanas al forzamiento radiativo del
cambio climático. [101] Los valores de forzamiento
radiativo son del año 2005 con respecto a la era
preindustrial (1750). [101] La contribución de la
radiación solar al forzamiento radiativo es el 5 % del
valor de los forzamientos radiativos combinados
debido al incremento en las concentraciones
atmosféricas de dióxido de carbono, metano y óxido
nitroso.[102]

Actividad solar
Desde 1978, las radiaciones del Sol se
han medido con precisión mediante
satélites.[103] Estas mediciones indican
que las emisiones del Sol no han
aumentado desde 1978, por lo que el
calentamiento durante los últimos 30
años no puede ser atribuido a un
aumento de la energía solar que llegase
a la Tierra.

Se han utilizado modelos climáticos para


examinar el papel del Sol en el cambio
climático reciente.[104] Los modelos son
incapaces de reproducir el rápido
calentamiento observado en las décadas
recientes cuando solo se tienen en
cuenta las variaciones en la radiación
solar y la actividad volcánica. Los
modelos son, no obstante, capaces de
simular los cambios observados en la
temperatura del siglo  cuando incluyen
todos los forzamientos externos más
importantes, incluidos la influencia
humana y los forzamientos naturales.

Otra línea de prueba en contra de que el


Sol sea el causante del cambio climático
reciente proviene de observar como han
cambiado las temperaturas a diferentes
niveles en la atmósfera de la Tierra.[105]
Los modelos y las observaciones
muestran que el calentamiento de efecto
invernadero resulta en el calentamiento
de la atmósfera inferior (troposfera), pero
el enfriamiento de la atmósfera superior
(estratosfera).[106][107] El agotamiento de
la capa de ozono por refrigerantes
químicos también ha dado lugar a un
fuerte efecto de enfriamiento en la
estratosfera. Si el Sol fuera responsable
del calentamiento observado, se
esperaría el calentamiento tanto de la
troposfera como de la estratosfera.[108]

Variaciones en la órbita de la
Tierra

La inclinación del eje de la Tierra y la


forma de su órbita alrededor del Sol
varían lentamente durante decenas de
miles de años y son una fuente natural
de cambio climático al modificar la
distribución estacional y latitudinal de la
insolación.[109]

Durante los últimos miles de años, este


fenómeno contribuyó a una lenta
tendencia hacia el enfriamiento en las
latitudes altas del hemisferio norte
durante el verano, la que se invirtió
debido al calentamiento inducido por los
GEI durante el siglo  .[110][111][112][113]

Variaciones en los ciclos orbitales


pueden iniciar un nuevo periodo glaciar
en el futuro, aunque la fecha de esto
depende de las concentraciones de GEI
además del forzamiento orbital. No se
prevé un nuevo periodo glaciar dentro de
los próximos 50 000 años si las
concentraciones de CO2 atmosférico
continúan sobre las 300 ppm.[114][115]

Retroalimentación

El hielo marino, que se muestra aquí en Nunavut


(norte de Canadá), refleja más luz solar, mientras
que el mar abierto absorbe más, acelerando el
derretimiento.

El sistema climático incluye una serie de


retroalimentaciones, que alteran la
respuesta del sistema a los cambios en
los forzamientos externos. Las
retroalimentaciones positivas
incrementan la respuesta del sistema
climático a un forzamiento inicial,
mientras que las retroalimentaciones
negativas la reducen.[116]

Existe una serie de retroalimentaciones


en el sistema climático, incluido el vapor
de agua, los cambios en el hielo-albedo
(la capa de nieve y hielo afecta la
cantidad que la superficie de la Tierra
absorbe o refleja la luz solar entrante),
las nubes y los cambios en el ciclo del
carbono de la Tierra (por ejemplo, la
liberación de carbono del suelo).[117] La
principal retroalimentación negativa es la
energía que la superficie de la Tierra
irradia hacia el espacio en forma de
radiación infrarroja.[118] De acuerdo con
la ley de Stefan-Boltzmann, si la
temperatura absoluta (medida en kelvin)
se duplica,[nota 4] la energía radiativa
aumenta por un factor de 16 (2 a la
cuarta potencia).[119]

Las retroalimentaciones son un factor


importante en la determinación de la
sensibilidad del sistema climático a un
aumento de las concentraciones
atmosféricas de GEI. Si lo demás se
mantiene, una sensibilidad climática
superior significa que se producirá un
mayor calentamiento para un mismo
incremento en el forzamiento de gas de
efecto invernadero.[120] La incertidumbre
sobre el efecto de las
retroalimentaciones es una razón
importante del porqué diferentes
modelos climáticos proyectan diferentes
magnitudes de calentamiento para un
determinado escenario de forzamiento.
Se necesita más investigación para
entender el papel de las
retroalimentaciones de las nubes[116] y el
ciclo del carbono en las proyecciones
climáticas.[121]

Las proyecciones del IPCC previamente


mencionadas figuran en el rango de
«probable» (probabilidad mayor al 66 %,
basado en la opinión de expertos)[122]
para los escenarios de emisiones
seleccionados. Sin embargo, las
proyecciones del IPCC no reflejan toda la
gama de incertidumbre.[123] El extremo
inferior del rango de «probable» parece
estar mejor limitado que su extremo
superior.[123]

Modelos climáticos

   

Cambios proyectados
Cálculos del en la media anual
calentamiento global térmica del aire
preparados en o antes superficial desde
de 2001 a partir de una finales del siglo 
gama de modelos hasta mediados del
climáticos en el siglo  , basado en un
escenario de emisiones escenario de emisiones
SRES A2, el cual asume moderadas (SRES
que no se toman A1B).[124] Este
medidas para reducir escenario asume que
las emisiones en un no se adoptarán
desarrollo económico políticas futuras para
regionalmente dividido. limitar las emisiones de
gases de efecto
invernadero. Crédito de
la imagen: NOAA
GFDL.[125]

Un modelo climático es una


representación de los procesos físicos,
químicos y biológicos que afectan el
sistema climático.[126] Tales modelos se
basan en disciplinas científicas como la
dinámica de fluidos y la termodinámica,
así como los procesos físicos como la
transferencia de radiación. Los modelos
pueden usarse para predecir un rango de
variables tales como el movimiento local
del aire, la temperatura, las nubes y otras
propiedades atmosféricas; la
temperatura, salinidad y circulación del
océano; la capa de hielo en tierra y mar;
la transferencia de calor y humedad del
suelo y la vegetación a la atmósfera; y
procesos químicos y biológicos, entre
otros.

Aunque los investigadores tratan de


incluir tantos procesos como sea
posible, las simplificaciones del sistema
climático real son inevitables debido a
las restricciones del poder
computacional disponible y las
limitaciones en el conocimiento del
sistema climático. Los resultados de los
modelos también pueden variar debido a
diferentes ingresos de gases de efecto
invernadero y la sensibilidad climática
del modelo. Por ejemplo, la
incertidumbre de las proyecciones de
2007 del IPCC es causada por (1) el uso
de múltiples modelos[123] con diferentes
sensibilidades a las concentraciones de
GEI,[127] (2) el empleo de diferentes
estimaciones de las emisiones humanas
futuras de GEI[123] y (3) las emisiones
adicionales de retroalimentaciones
climáticas que no fueron consideradas
en los modelos usados por el IPCC para
preparar su informe, a saber, la liberación
de GEI procedentes del permafrost.[128]

Los modelos no presuponen que el clima


se calentará debido al aumento de los
niveles de gases de efecto invernadero.
En cambio, los modelos predicen cómo
los gases de efecto invernadero
interactuarán con la transferencia de
radiación y otros procesos físicos. El
enfriamiento o calentamiento es por
tanto un resultado, no un supuesto, de
los modelos[129]

Las nubes y sus efectos son


especialmente difíciles de predecir.
Mejorar la representación de las nubes
en los modelos es por tanto un tema
importante en la investigación actual.[130]
Otro asunto importante es expandir y
mejorar las representaciones del ciclo
del carbono.[131][132][133]

Los modelos también se utilizan para


ayudar a investigar las causas del
cambio climático reciente al comparar
los cambios observados con aquellos
que los modelos proyectan a partir de
diversas causas naturales y humanas.
Aunque estos modelos no atribuyen
inequívocamente el calentamiento que
se produjo a partir de aproximadamente
1910 hasta 1945 a la variación natural o
la acción del ser humano, sí indican que
el calentamiento desde 1970 está
dominado por las emisiones de gases de
efecto invernadero producidas por el ser
humano.[54]

El realismo físico de los modelos se


prueba mediante el examen de su
capacidad para simular climas
contemporáneos o pasados.[134] Los
modelos climáticos producen una buena
correspondencia con las observaciones
de los cambios globales de temperatura
durante el siglo pasado, pero no simulan
todos los aspectos del clima.[135] Los
modelos climáticos utilizados por el
IPCC no predicen con exactitud todos los
efectos del calentamiento global. El
deshielo ártico observado ha sido más
rápido que el predicho.[136] La
precipitación aumentó
proporcionalmente a la humedad
atmosférica y por lo tanto
significativamente más rápido que lo
predicho por los modelos del clima
global.[137][138] Desde 1990, el nivel del
mar también ha aumentado
considerablemente más rápido que lo
predicho por los modelos.[139]

Efectos ambientales
observados y esperados
 

Proyecciones del promedio global de la subida del


nivel del mar por Parris y otros.[140] No se han
asignados probabilidades a estas proyecciones,[141]
por lo tanto ninguna de estas proyecciones debe
interpretarse como una «mejor estimació n» de la
subida futura del nivel del mar. Crédito de la imagen:
NOAA.

El forzamiento antropogénico ha
contribuido probablemente a algunos de
los cambios observados, incluido el
aumento del nivel del mar, los cambios
en los extremos climáticos (como el
número de días cálidos y fríos), la
disminución de la extensión de la
banquisa ártica, el retroceso de los
glaciares y el reverdecimiento del
Sahara.[142][143]

En el transcurso del siglo  , se prevé


que los glaciares[144] y la capa de
nieve[145] continúen su retirada
generalizada. Las proyecciones de la
disminución del hielo marino ártico
varían.[146][147] Las proyecciones
recientes sugieren que ya en 2025-2030
los veranos árticos podrían quedar libres
de hielo, definido como una extensión de
hielo menor a 1 millón de km2.[148]

La «detección» es el proceso de
demostrar que el clima ha cambiado en
cierto sentido estadístico definido, sin
proporcionar una razón para ese cambio.
La detección no implica la atribución del
cambio detectado a una causa particular.
La «atribución» de las causas del cambio
climático es el proceso de establecer las
causas más probables para el cambio
detectado con un cierto nivel de
confianza definido.[149] La detección y
atribución también se pueden aplicar a
cambios observados en los sistemas
físicos, ecológicos y sociales.[150]

Fenómenos meteorológicos
extremos
Se espera que los cambios en el clima
regional incluyan un mayor
calentamiento en tierra, en su mayoría en
las latitudes altas del norte, y el menor
calentamiento en el océano Austral y
partes del océano Atlántico Norte.[151]

Se prevé que los cambios futuros en las


precipitaciones sigan las tendencias
actuales, con precipitaciones
disminuidas en las zonas subtropicales
en tierra y aumentadas en las latitudes
subpolares y algunas regiones
ecuatoriales.[152] Las proyecciones
sugieren un probable incremento en la
frecuencia y severidad de algunos
fenómenos meteorológicos extremos,
como las olas de calor.[153]

Un estudio publicado por Nature Climate


Change en 2015 dice:

Un 18 % de las precipitaciones


diarias moderadamente extremas
en tierra son atribuibles al aumento
de la temperatura observado desde
la época preindustrial, que a su vez
es resultado principalmente de la
influencia humana. Para 2 °C de
calentamiento, la fracción de
precipitaciones extremas
atribuibles a la influencia humana
se eleva a cerca del 40 %. Del
mismo modo, en la actualidad
alrededor del 75 % de las
precipitaciones diarias
moderadamente extremas en tierra
son atribuibles al calentamiento. Es
para los fenómenos más raros y
extremos la fracción antropogénica
más grande y esa contribución
incrementa de forma no lineal con
un mayor calentamiento.[154][155]

El análisis de datos de eventos extremos


desde 1960 hasta 2010 sugiere que las
sequías y olas de calor surgen
simultáneamente con una frecuencia
aumentada.[156] Han aumentado los
eventos extremos de humedad o sequía
ocurridos en el periodo monzónico desde
1980.[157]

Subida del nivel del mar

Mapa de la Tierra destacándose en rojo las zonas


afectadas con una subida de 6 metros del nivel del
mar.

Los escasos registros indican que los glaciares han


estado retrocediendo desde principios de 1800.[158]
En la década de 1950 comenzaron las mediciones
que permiten el seguimiento del balance de masa
de los glaciares.[159][160]

Se ha estimado la subida del nivel del


mar en un promedio entre 2,6 mm y
2,9 mm ± 0,4 mm por año desde 1993.
Adicionalmente, esta se ha acelerado
durante las dos décadas pasadas.[161]
Durante el siglo  , el IPCC proyecta en
un escenario de altas emisiones que la
media global del nivel del mar podría
aumentar en 52 a 98 cm.[162] Las
proyecciones del IPCC son
conservadoras y pueden subestimar el
aumento futuro del nivel del mar.[163] En
el curso del siglo  , Parris y otros
sugieren que el nivel medio global del
mar podría subir entre 0,2 y 2,0 m con
respecto de 1992.[140]

Se prevé una inundación costera


generalizada si se mantienen varios
grados de calentamiento durante
milenios.[164] Por ejemplo, el
calentamiento global sostenido de más
de 2 °C (relativo a niveles preindustriales)
podría dar lugar a un aumento final del
nivel del mar de alrededor de 1 a 4 m
debido a la expansión térmica del agua
de mar y el derretimiento de los glaciares
y las capas de hielo pequeñas.[164] El
derretimiento de la capa de hielo de
Groenlandia podría contribuir 4 a 7,5 m
adicionales durante muchos miles de
años.[164] Se ha estimado que ya
estamos comprometidos a una subida
de aproximadamente 2,3 m por cada
grado de calentamiento dentro de los
próximos 2000 años.[165]

Un calentamiento mayor al límite de 2 °C


podría conducir potencialmente a una
tasa de aumento del nivel del mar
dominada por la pérdida de hielo
antártico. Las emisiones persistentes de
CO2 por fuentes fósiles podría causar
una subida adicional de decenas de
metros durante los próximos milenios y
finalmente la eliminación de toda la capa
de hielo de la Antártida, lo que causaría
una elevación de aproximadamente 58
metros.[166]

Sistemas ecológicos

Debido al derretimiento de los hielos, la U.S.


Geological Survey estima que dos tercios de los
osos polares desaparecerán en 2050. [167]

En los ecosistemas terrestres, el


desarrollo precoz de los eventos
primaverales y los cambios de hábitat de
los animales y las plantas hacia los
polos y las alturas se han vinculado con
alta confianza al calentamiento
reciente.[168] Se espera que el cambio
climático futuro afecte especialmente a
ciertos ecosistemas, incluidos la tundra,
los manglares y los arrecifes de
coral.[151] Se prevé que la mayoría de los
ecosistemas se verán afectados por el
aumento de los niveles de CO2 en la
atmósfera, combinado con mayores
temperaturas globales.[169] En general, se
espera que el cambio climático resultará
en la extinción de muchas especies y la
reducción de la diversidad de los
ecosistemas.[170]

Los aumentos en las concentraciones


atmosféricas de CO2 han dado lugar a un
aumento de la acidez de los océanos.[171]
El CO2 disuelto incrementa la acidez del
océano, que es medida por los valores de
pH más bajos.[171] Entre 1750 y 2000, el
pH de la superficie oceánica ha
disminuido en ≈0,1, desde ≈8,2 a
≈8,1.[172] El pH de la superficie del
océano probablemente no ha estado por
debajo de ≈8,1 durante los últimos dos
millones de años.[172] Las proyecciones
sugieren que el pH superficial oceánico
podría disminuir otras 0,3-0,4 unidades
para 2100.[173] La acidificación futura de
los océanos podría amenazar los
arrecifes de coral, la pesca, las especies
protegidas y otros recursos naturales de
valor social.[171][174]
Se proyecta que la desoxigenación
oceánica incremente la hipoxia en un
10 % y triplique las aguas suboxigenadas
(con concentraciones de oxígeno
menores al 2 % de las medias
superficiales) por cada 1 °C de
calentamiento oceánico extra.[175]

Efectos a largo plazo

En la escala de siglos a milenios, la


magnitud del calentamiento global será
determinada principalmente por las
emisiones antropogénicas de CO2.[176]
Esto se debe a que el dióxido de carbono
posee un tiempo de vida en la atmósfera
muy largo.[176]
Estabilizar la temperatura media global
requeriría grandes reducciones en las
emisiones de CO2,[176] además de otros
gases de efecto invernadero como el
metano y el óxido de nitrógeno.[176][177]
Respecto al CO2, las emisiones
necesitarían reducirse en más del 80 %
con respecto a su nivel máximo.[176]
Incluso si esto se lograse, las
temperaturas globales permanecerían
cercanas a su nivel más alto por muchos
siglos.[176]

Otro efecto a largo plazo es una


respuesta de la corteza terrestre al
derretimiento del hielo y la desglaciación,
en un proceso llamado ajuste posglaciar,
cuando las masas de tierra ya no estén
deprimidas por el peso del hielo. Esto
podría provocar corrimientos de tierra y
el aumento de las actividades sísmica y
volcánica. Las aguas oceánicas más
cálidas que descongelan el permafrost
con base oceánica o la liberación de
hidratos de gas podrían causar
corrimientos submarinos, que a su vez
pueden generar tsunamis.[178] Algunas
regiones como los Alpes Franceses ya
muestran signos de un aumento en la
frecuencia de corrimientos.[179]

Impactos abruptos y a gran


escala
El cambio climático actual podría
resultar en cambios globales a gran
escala en sistemas sociales y
naturales.[180] Dos ejemplos son la
acidificación de los océanos, producida
por el aumento en las concentraciones
atmosféricas de dióxido de carbono, y el
derretimiento prolongado de las calotas
de hielo, que contribuye a la subida del
nivel del mar.[181]

Algunos cambios a gran escala podrían


ocurrir abruptamente, es decir, en un
corto período de tiempo, y también
podrían ser irreversibles. Un ejemplo de
un cambio climático abrupto es la rápida
liberación de metano y dióxido de
carbono del permafrost, lo que llevaría a
un calentamiento global amplificado, o el
bloqueo de la circulación
termosalina.[182][183] La comprensión
científica del cambio climático abrupto
es en general pobre.[184] La probabilidad
de cambios abruptos para algunas
retroalimentaciones climáticas puede ser
baja.[182][185] Los factores que pueden
aumentar la probabilidad de un cambio
climático abrupto incluyen un
calentamiento global de mayor magnitud,
una mayor rapidez y un calentamiento
sostenido durante periodos de tiempo
más largos.[185]

Efectos observados y
esperados en los sistemas
sociales
Se han detectado en todo el mundo los
efectos del cambio climático en los
sistemas humanos, en su mayoría
debido al calentamiento o cambios en
los patrones de precipitación, o ambos.
La producción de trigo y maíz a nivel
mundial se ha visto afectada por el
cambio climático. Pese a que la
productividad agrícola se ha
incrementado en algunas regiones de
latitudes medias, como el Reino Unido y
en el noreste de China, las pérdidas
económicas debidas a fenómenos
meteorológicos extremos han
aumentado a nivel mundial. Ha habido
una mortalidad vinculada al cambio de
frío a calor en algunas regiones como
resultado del calentamiento. El cambio
climático ha alterado los medios de
subsistencia de los pueblos indígenas
del Ártico y hay evidencia emergente de
sus impactos en los medios de
subsistencia de los pueblos indígenas de
otras regiones. Sus efectos se observan
en más regiones que antes, en todos los
continentes y a lo largo de zonas
oceánicas.[186]

Los futuros impactos sociales del


cambio climático serán desiguales.[187]
Se espera que muchos riesgos aumenten
con mayores magnitudes de
calentamiento global.[188] Todas las
regiones están en riesgo de sufrir
impactos negativos.[189] Las zonas de
baja latitud y de menor desarrollo se
enfrentan a los mayores peligros.[190] Un
estudio de 2015 concluyó que el
crecimiento económico (producto
interno bruto) de los países más pobres
se verá perjudicado por el calentamiento
global proyectado mucho más de lo que
se creía anteriormente.[191]

Un metaanálisis de 56 estudios concluyó


en 2014 que cada grado de temperatura
adicional aumentará la violencia hasta un
20 %, la que incluye riñas, crímenes
violentos, agitación social o guerras.[192]

Los ejemplos de impactos incluyen:

Comida: la productividad agrícola


probablemente se verá afectada
negativamente en los países de baja
latitud, mientras que los efectos en
latitudes septentrionales pueden ser
positivos o negativos.[193] Niveles de
calentamiento global de alrededor de
4,6 °C en relación con los niveles
preindustriales podrían representar un
gran peligro para la seguridad
alimentaria mundial y regional.[194]
Salud: en general los impactos serán
más negativos que positivos.[195] Estos
incluyen las consecuencias de los
fenómenos meteorológicos extremos,
que producen lesionados y pérdida de
vidas humanas,[196] y los efectos
indirectos, como la desnutrición
provocada por las malas cosechas.[197]

Inundación de hábitats

Como consecuencia del aumento del


nivel del mar, se espera que las
inundaciones amenacen la
infraestructura vital y los asentamientos
humanos en islas pequeñas y grandes
deltas.[198][199] Esto podría llevar a
problemas de falta de vivienda en países
con zonas bajas como Bangladés, así
como la pérdida de patria de los
habitantes de Maldivas y Tuvalu.[200]

Economía

Véase también: Economía del calentamiento global

Estimaciones con base en el escenario


de emisiones del IPCC A1B, con
liberación extra de CO2 y metano
proveniente del permafrost, calculan los
daños asociados a los impactos en 43
billones USD.[201]

Infraestructura

La degradación continua del permafrost


probablemente conducirá a una
infraestructura inestable en las regiones
árticas o Alaska antes de 2100. Por
consiguiente, impactará caminos,
oleoductos y edificación, además de la
distribución de agua, y causará fallas de
taludes.[202]

Véanse también: Efectos sociales , Refugiado


medioambiental y Migraciones por causas
ambientales.

Posibles respuestas al
cambio climático
Mitigación
 

El gráfico de la derecha muestra tres «vías» para


lograr el objetivo de 2 °C de la CMNUCC,
etiquetadas con «tecnológica global», «soluciones
descentralizadas» y «cambio en el consumo». Cada
ruta muestra cómo diversas medidas (por ejemplo,
mejorar la eficiencia energética, un mayor uso de las
energías renovables) podrían contribuir a la
reducción de emisiones. Crédito de la imagen: PBL
Netherlands Environmental Assessment
Agency.[203]

La mitigación del cambio climático son


las actividades que reducen las
emisiones de gas de efecto invernadero
o mejoran la capacidad de los sumideros
de carbono para absorber los GEI de la
atmósfera.[204] Existe un gran potencial
para reducciones futuras de las
emisiones mediante una combinación de
actividades, tales como la conservación
de energía y el aumento de la eficiencia
energética; el uso de tecnologías de
energía baja en carbono, como la energía
renovable, la energía nuclear y la captura
y almacenamiento de carbono;[205][206] y
la mejora de los sumideros de carbono a
través de, por ejemplo, la reforestación y
la prevención de la deforestación.[205][206]
Un informe de 2015 por Citibank
concluyó que la transición a una
economía baja en carbono produciría un
rendimiento positivo a las
inversiones.[207]

Las tendencias a corto y largo plazo en el


sistema energético global no son
compatibles con la limitación del
calentamiento global bajo 1,5 o 2 °C (en
relación a niveles
preindustriales).[208][209] Los
compromisos realizados como parte del
acuerdo de Cancún son ampliamente
concordantes con una posibilidad
probable (66-100 %) de limitarlo bajo 3 °C
en el siglo .[209]

Al limitar el calentamiento a 2 °C,


reducciones de emisiones más estrictas
en el corto plazo permitirán reducciones
más lentas después de 2030.[210]
Muchos modelos integrales son
incapaces de lograr el objetivo de 2 °C si
se realizan suposiciones pesimistas
sobre la disponibilidad de tecnologías
mitigantes.[211]

Adaptación

Otras respuestas políticas incluyen la


adaptación al cambio climático. Esta
puede ser planificada, ya sea en reacción
o anticipación al cambio climático, o
espontánea, es decir, sin intervención del
gobierno.[212] La adaptación planificada
ya se está produciendo de forma
limitada.[205] Las barreras, límites y
costos de la adaptación futura no se
comprenden completamente.[205]

Un concepto relacionado con la


adaptación es la capacidad de
adaptación, que es la habilidad de un
sistema (humano, natural o gestionado)
para ajustarse al cambio climático
(incluidos la variabilidad y extremos
climáticos) para moderar los daños
potenciales, aprovechar las
oportunidades o hacer frente a las
consecuencias.[213] Un cambio climático
no mitigado (es decir, un cambio
climático futuro sin esfuerzos para
limitar las emisiones de GEI), a largo
plazo, probablemente excederá la
capacidad de los sistemas naturales,
gestionados y humanos para
adaptarse.[214]

Organizaciones medioambientales y
personajes públicos han hecho hincapié
en los cambios en el clima y los peligros
que conllevan, además de fomentar la
adaptación de la infraestructura y la
reducción de las emisiones.[215]

Ingeniería climática

La ingeniería climática (a veces llamada


geoingeniería o intervención climática) es
la modificación deliberada del clima. Se
ha investigado como una posible
respuesta al calentamiento global, por
ejemplo, por la NASA[216] y la Royal
Society.[217] Las técnicas bajo
investigación generalmente pertenecen a
las categorías de manejo de la radiación
solar y eliminación de dióxido de
carbono, aunque se han sugerido varias
otras estrategias. Un estudio de 2014
investigó los métodos de ingeniería
climática más comunes y llegó a la
conclusión de que o son ineficaces o
tienen efectos secundarios
potencialmente graves y no se pueden
detener sin causar un rápido cambio
climático.[218]

Discurso sobre el
calentamiento global
Discusión política

El artículo 2 de la Convención Marco de las


Naciones Unidas se refiere explícitamente a la
«estabilización de las concentraciones de gases de
efecto invernadero».[219] Para estabilizar la
concentración atmosférica de CO 2, las emisiones
mundiales tendrían que reducirse radicalmente a
partir de su nivel actual.[220]
La mayoría de los países son miembros
de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC).[221] El objetivo último de la
Convención es prevenir una interferencia
humana peligrosa en el sistema
climático.[222] Como se declara en la
Convención, esto requiere que las
concentraciones de GEI se estabilicen en
la atmósfera a un nivel en el que los
ecosistemas puedan adaptarse
naturalmente al cambio climático, la
producción de alimentos no se vea
amenazada y el desarrollo económico
pueda proseguir de una manera
sostenible.[223] La Convención Marco se
acordó en 1992, pero desde entonces las
emisiones globales han aumentado.[224]

Durante las negociaciones, el Grupo de


los 77 (un grupo de cabildeo en las
Naciones Unidas que representa a 133
naciones en desarrollo)[225]:4 presionó
por un mandato que exigiera a los países
desarrollados «[tomar] la iniciativa» en la
reducción de sus emisiones.[226] Esto se
justificó sobre la base de que: las
emisiones del mundo desarrollado han
contribuido más a la acumulación de GEI
en la atmósfera, las emisiones per cápita
aún eran relativamente bajas en los
países en desarrollo y las emisiones de
los países en desarrollo crecerían para
satisfacer sus necesidades de
desarrollo.[82]:290

Este mandato se sustentó en el


Protocolo de Kioto de la Convención
Marco,[82]:290 que entró en vigencia en
2005.[227] Al ratificar el Protocolo de
Kioto, los países más desarrollados
aceptaron compromisos jurídicamente
vinculantes de limitar sus emisiones.
Estos compromisos de primera ronda
vencieron en 2012.[227] El presidente
estadounidense George W. Bush rechazó
el tratado basándose en que «exime al
80 % del mundo, incluido los principales
centros de población, como China y la
India, de cumplimiento y causaría un
grave daño a la economía de Estados
Unidos».[225]:5

En la XV Conferencia sobre el Cambio


Climático de la ONU, celebrada en 2009
en Copenhague, varios miembros de la
CMNUCC realizaron el Acuerdo de
Copenhague.[228] Los miembros
asociados con el Acuerdo (140 países,
en noviembre de 2010)[229]:9 aspiran
limitar el aumento futuro de la
temperatura media global por debajo de
2 °C.[230] La XVI Conferencia (COP 16) se
celebró en Cancún en 2010. Produjo un
acuerdo, no un tratado vinculante, donde
las partes deben adoptar medidas
urgentes para reducir las emisiones de
GEI para cumplir el objetivo de limitar el
calentamiento global a 2 °C sobre las
temperaturas preindustriales. También
reconoció la necesidad de considerar el
fortalecimiento de la meta a un aumento
del promedio global de 1,5 °C.[231]

Discusión científica

Casi todos los científicos están de


acuerdo en que los seres humanos están
contribuyendo al cambio climático
observado.[79][232] Desde 2004, se han
llevado a cabo al menos 9 encuestas a
científicos y metaestudios de artículos
académicos sobre el calentamiento
global. Pese a que hasta el 18 % de los
científicos encuestados puede disentir
de la opinión consensuada, cuando se
restringe a los científicos que publican
en el campo del clima, el 97 al 100 %
está de acuerdo con el consenso: el
actual calentamiento es principalmente
antropogénico (causado por el ser
humano). Las academias nacionales de
ciencia han hecho un llamado a los
líderes mundiales a crear políticas que
reduzcan las emisiones globales.[233]

En la literatura científica, existe un fuerte


consenso de que las temperaturas
superficiales globales han aumentado en
las últimas décadas y que la tendencia
se debe principalmente a las emisiones
antropogénicas de gases de efecto
invernadero. Ningún cuerpo científico de
prestigio nacional o internacional está en
desacuerdo con esta opinión.[234][235]

Discusión en el público y en
los medios de comunicación
de masas

Portada de la revista Ms. magazine (2007).


La controversia del calentamiento global
se refiere a una variedad de disputas,
sustancialmente más pronunciadas en
los medios de comunicación de masas
que en la literatura científica,[236][237] con
respecto a la naturaleza, las causas y
consecuencias del calentamiento global.
Las cuestiones en disputa incluyen las
causas del incremento de la media
global de la temperatura aérea,
especialmente desde la mitad del
siglo  , si esta tendencia de
calentamiento no tiene precedentes o
está dentro de las variaciones climáticas
normales, si la humanidad ha contribuido
significativamente a ella y si el aumento
es total o parcialmente un artefacto de
mediciones pobres. Disputas adicionales
se refieren a las estimaciones de la
sensibilidad climática, las predicciones
del calentamiento adicional y cuáles
serán las consecuencias del
calentamiento global.

A partir de la década de 1990, en los


Estados Unidos think tanks
conservadores se movilizaron para
objetar la legitimidad del calentamiento
global como un problema social. Estos
cuestionaron la evidencia científica,
sostuvieron que el calentamiento global
será benéfico y afirmaron que las
soluciones propuestas harían más daño
que bien.[238] Algunas personas
cuestionan aspectos de la ciencia del
cambio climático.[232][239]
Organizaciones tales como el libertario
Competitive Enterprise Institute,
comentaristas conservadores y algunas
empresas como ExxonMobil han
impugnado los escenarios IPCC de
cambio climático, financiado a
científicos que disienten del consenso
científico y proveído sus propias
proyecciones del costo económico de
controles más estrictos.[240][241][242][243]
Algunas compañías de combustibles
fósiles han recortado sus esfuerzos en
los últimos años[244] o aun han pedido
políticas para reducir el calentamiento
global.[245]
Sondeos de la opinión pública

La población mundial, o al menos los


habitantes de regiones económicamente
desarrolladas, tomó consciencia del
problema del calentamiento global a
finales de la década de 1980. Al principio,
los grupos de sondeo empezaron a
estudiar las opiniones sobre el tema
principalmente en Estados Unidos.[246]
La encuesta seriada más duradera,
llevada a cabo por Gallup en EE. UU.,
halló oscilaciones relativamente
pequeñas cercanas al 10 % desde 1998 a
2015 en la opinión sobre la seriedad del
calentamiento global, pero con una
polarización creciente entre aquellos que
les preocupa y a los que no.[247]

La primera encuesta importante a nivel


mundial, realizada por Gallup en 2008-
2009 en 127 países, encontró que el 62 %
de la población mundial dijo saber sobre
el calentamiento global. En los países
desarrollados de América del Norte,
Europa y Japón, más del 90 % sabía
sobre él (97 % en EE. UU., 99 % en
Japón); en países menos desarrollados,
especialmente en África, menos de un
cuarto sabía sobre él, aunque muchos
habían notado los cambios
meteorológicos locales. Entre aquellos
que sabían sobre el calentamiento
global, había una gran variación entre las
naciones en la creencia de que el
calentamiento era resultado de las
actividades humanas.[248]

Para el año 2010, con 111 países


encuestados, Gallup determinó que hubo
una disminución sustancial respecto
2007-2008 en el número de
estadounidenses y europeos que
consideraron el calentamiento global
como una seria amenaza. En los Estados
Unidos, solo un poco más de la mitad de
la población (53 %) lo considera ahora
como una seria preocupación para ellos
mismos o sus familias; esto es 10
puntos por debajo de la encuesta de
2008 (63 %). América Latina tuvo el
mayor aumento de la preocupación: un
73 % afirmó que es una seria amenaza
para sus familias.[249] Esta encuesta
global también encontró que las
personas son más propensas a atribuirlo
a actividades humanas que a causas
naturales, excepto en los EE. UU., donde
casi la mitad (47 %) de la población lo
atribuye a causas naturales.[250]

Una encuesta de 2013 realizada por Pew


Research Center for the People & the
Press interrogó a 39 países sobre las
amenazas globales. De acuerdo con el
54 % de los encuestados, el
calentamiento global se encontraba
entre las mayores amenazas globales
percibidas.[251] En una encuesta de enero
de 2013, Pew encontró que el 69 % de los
estadounidenses dice que no hay
pruebas sólidas de que la temperatura
media de la Tierra se ha estado
calentando durante las últimas décadas,
seis puntos adicionales desde noviembre
de 2011 y doce desde 2009.[252]

Un sondeo de 2010 en 14 países


industrializados halló que el
«escepticismo» sobre el peligro del
calentamiento global era mayor en
Australia, Noruega, Nueva Zelanda y los
Estados Unidos, en dicho orden, con una
correlación positiva con las emisiones
per cápita de dióxido de carbono.[253]

Etimología
En la década de 1950, la investigación
sugirió un aumento de las temperaturas
y un periódico de 1952 comunicó un
«cambio climático». Después, esta frase
apareció en un informe de noviembre de
1957 en The Hammond Times que
describe la investigación de Roger
Revelle sobre los efectos del aumento de
las emisiones antropogénicas de CO2 en
el efecto invernadero: «puede resultar en
un calentamiento global a gran escala,
con cambios climáticos radicales». Se
usaron ambas frases solo
ocasionalmente hasta 1975, cuando
Wallace Smith Broecker publicó un
artículo científico sobre el tema:
«Cambio Climático: ¿Estamos al borde
de un calentamiento global
pronunciado?». La frase comenzó a
entrar en uso común y en 1976 la
declaración de Mijaíl Budyko que «ha
comenzado un calentamiento global» fue
ampliamente difundida.[254] Otros
estudios, como el informe del MIT de
1971, se refirieron al impacto humano
como una «modificación climática
inadvertida», pero un influyente estudio
de 1979 por la Academia Nacional de
Ciencias de Estados Unidos, encabezado
por Jule Charney, siguió a Broecker en el
uso de calentamiento global para el
aumento de las temperaturas
superficiales, mientras que describió los
efectos más amplios del aumento de
CO2 como cambio climático.[255]

En 1986 y noviembre de 1987, el


climatólogo de la NASA James Hansen
dio testimonio ante el Congreso sobre el
calentamiento global, pero ganó poca
atención. Hubo problemas crecientes de
olas de calor y sequía en el verano de
1988 y cuando Hansen testificó en el
Senado el 23 de junio provocó el interés
internacional.[256] Dijo: «El calentamiento
global ha llegado a un nivel tal que
podemos atribuir con un alto grado de
confianza una relación de causa y efecto
entre el efecto invernadero y el
calentamiento observado».[257] La
atención pública se incrementó durante
el verano y calentamiento global se
convirtió en el término popular
dominante, utilizado comúnmente tanto
por la prensa como en el discurso
público.[255]

En un artículo de la NASA de 2008 sobre


los términos, Erik M. Conway definió
calentamiento global como «el aumento
de la temperatura superficial media de la
Tierra debido a los crecientes niveles de
gases de efecto invernadero», mientras
que cambio climático es «un cambio a
largo plazo en el clima de la Tierra o de
una región de la Tierra». Ya que los
efectos como cambios en los patrones
de precipitaciones y el aumento del nivel
del mar probablemente tendrían más
impacto que solo las temperaturas,
consideró cambio climático global un
término más científicamente exacto y, al
igual que el Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático, el
sitio web de la NASA enfatizaría este
contexto más amplio.[255]

Véase también
  Portal:Ciencias de la Tierra.
Contenido relacionado con Ciencias
de la Tierra.
Anexo:Glosario de cambio climático
Opinión científica sobre el cambio
climático
Cambio climático y agricultura
Enfriamiento global
Historia de la ciencia del cambio
climático

Notas y referencias
Notas
1. La declaración conjunta de 2001 fue
firmada por las academias nacionales de
ciencias de Australia, Bélgica, Brasil,
Canadá, el Caribe, la República Popular de
China, Francia, Alemania, India, Indonesia,
Irlanda, Italia, Malasia, Nueva Zelanda,
Suecia y el Reino Unido.[8] Se unieron a la
declaración de 2005 Japón, Rusia y
Estados Unidos. Le siguieron México y
Sudáfrica en la declaración de 2007.
Network of African Science Academies y
Polish Academy of Sciences han hecho
declaraciones separadas. Las sociedades
de científicos especialistas incluyen
American Astronomical Society, American
Chemical Society, American Geophysical
Union, American Institute of Physics,
American Meteorological Society,
American Physical Society, American
Quaternary Association, Australian
Meteorological and Oceanographic
Society, Canadian Foundation for Climate
and Atmospheric Sciences, Canadian
Meteorological and Oceanographic
Society, European Academy of Sciences
and Arts, European Geosciences Union,
European Science Foundation, Geological
Society of America, Geological Society of
Australia, Geological Society of London-
Stratigraphy Commission, InterAcademy
Council, International Union of Geodesy
and Geophysics, International Union for
Quaternary Research, National
Association of Geoscience Teachers ,
National Research Council (US), Royal
Meteorological Society y World
Meteorological Organization.
2. La Tierra ya ha experimentado casi la
mitad del 2,0 °C descrito en el Acuerdo de
Cancún. En los últimos 100 años, la
temperatura media de la superficie de la
Tierra aumentó en aproximadamente
0,8 °C, dos tercios de los cuales
ocurrieron tan solo en las últimas tres
décadas.[26]
3. El efecto invernadero produce un
aumento de la temperatura mundial
media de alrededor de 33 °C en
comparación con las predicciones de
cuerpo negro sin el efecto invernadero, no
una temperatura superficial media de
33 °C. La temperatura media de la
superficie del planeta es de
aproximadamente 14 °C.
4. Un aumento de la temperatura desde
10 °C a 20 °C no es una duplicación de la
temperatura absoluta; un aumento a partir
de (273 + 10) K = 283 K a (273 + 20) K =
293 K es un aumento de (293-283)/283 =
3,5 %.
Referencias
1. Gillis, Justin (28 de noviembre de
2015). «Short Answers to Hard Questions
About Climate Change» . The New York
Times. Consultado el 7 de marzo de 2016.
2. Hartmann, D. L.; Klein Tank, A. M. G.;
Rusticucci, M. (2013). FAQ 2.1 «2:
Observations: Atmosphere and Surface»
(PDF). IPCC WGI AR5 (Report) (en inglés).
Evidence for a warming world comes
from multiple independent climate
indicators, from high up in the
atmosphere to the depths of the oceans.
They include changes in surface,
atmospheric and oceanic temperatures;
glaciers; snow cover; sea ice; sea level
and atmospheric water vapour. Scientists
from all over the world have
independently verified this evidence many
times.
3. «Myth vs Facts....» (en inglés). EPA
(US). 2013.The U.S. Global Change
Research Program, the National Academy
of Sciences, and the Intergovernmental
Panel on Climate Change (IPCC) have
each independently concluded that
warming of the climate system in recent
decades is 'unequivocal'. This conclusion
is not drawn from any one source of data
but is based on multiple lines of evidence,
including three worldwide temperature
datasets showing nearly identical
warming trends as well as numerous
other independent indicators of global
warming (e.g., rising sea levels, shrinking
Arctic sea ice).
4. IPCC, Climate Change 2013: The
Physical Science Basis - Summary for
Policymakers, Observed Changes in the
Climate System, p. 2 (en inglés), en IPCC
AR5 WG1, 2013. «Warming of the climate
system is unequivocal, and since the
1950s, many of the observed changes are
unprecedented over decades to
millennia.»
5. IPCC, Climate Change 2013: The
Physical Science Basis - Summary for
Policymakers, Observed Changes in the
Climate System, p. 15 , in IPCC AR5 WG1,
2013.
6. Stocker et al., Technical Summary (en
inglés), en IPCC AR5 WG1, 2013.
7. «Joint Science Academies' Statement»
(PDF) (en inglés). Consultado el 6 de
enero de 2014.
8. Kirby, Alex (17 de mayo de 2001).
«Science academies back Kyoto» . BBC
News (en inglés). Consultado el 27 de
julio de 2011.
9. DiMento, Joseph F. C.; Doughman,
Pamela M. (2007). Climate Change: What
It Means for Us, Our Children, and Our
Grandchildren (en inglés). The MIT Press.
p. 68. ISBN 978-0-262-54193-0.
10. Parry, M. L., et al., «Technical
summary» , Box TS.6. The main projected
impacts for regions (en inglés), en IPCC
AR4 WG2, 2007, pp. 59-63
11. Solomon et al., Technical Summary
(en inglés), Section TS.5.3: Regional-Scale
Projections , en IPCC AR4 WG1, 2007.
12. Lu, Jian; Vechhi, Gabriel A.; Reichler,
Thomas (2007). «Expansion of the Hadley
cell under global warming» (PDF).
Geophysical Research Letters (en inglés)
34 (6): L06805.
Bibcode:2007GeoRL..3406805L .
doi:10.1029/2006GL028443 .
13. On snowfall:
Christopher Joyce (15 de febrero de
2010). «Get This: Warming Planet
Can Mean More Snow» (en inglés).
NPR.
«Global warming means more
snowstorms: scientists» (en inglés).
1 de marzo de 2011.
«Does record snowfall disprove
global warming?» (en inglés). 9 de
julio de 2010. Consultado el 14 de
diciembre de 2014.
14. Battisti, David; Naylor, Rosamund L.
(2009). «Historical warnings of future
food insecurity with unprecedented
seasonal heat» . Science (en inglés) 323
(5911): 240-4. PMID 19131626 .
doi:10.1126/science.1164363 .
Consultado el 13 de abril de 2012.
15. US NRC, 2012, p. 31
16. Peter, U. et al.. «Clark et al. 2016
Consequences of twenty-first-century
policy for multi-millennial climate and sea-
level change». Nature Climate Change 6:
360-369. doi:10.1038/NCLIMATE2923 .
17. United Nations Framework Convention
on Climate Change (UNFCCC) (2011).
Status of Ratification of the Convention
(en inglés). UNFCCC Secretariat: Bonn,
Alemania: UNFCCC.. Most countries in the
world are Parties to the United Nations
Framework Convention on Climate
Change (UNFCCC), which has adopted the
2 °C target. As of 25 November 2011,
there are 195 parties (194 states and 1
regional economic integration
organization (the European Union)) to the
UNFCCC.
18. «Article 2» . The United Nations
Framework Convention on Climate
Change (en inglés). Archivado desde el
original el 30 de abril de 2010. «The
ultimate objective of this Convention and
any related legal instruments that the
Conference of the Parties may adopt is to
achieve, in accordance with the relevant
provisions of the Convention, stabilization
of greenhouse gas concentrations in the
atmosphere at a level that would prevent
dangerous anthropogenic interference
with the climate system. Such a level
should be achieved within a time-frame
sufficient to allow ecosystems to adapt
naturally to climate change, to ensure that
food production is not threatened and to
enable economic development to proceed
in a sustainable manner. Such a level
should be achieved within a time-frame
sufficient to allow ecosystems to adapt
naturally to climate change, to ensure that
food production is not threatened and to
enable economic development to proceed
in a sustainable manner»., excerpt from
the founding international treaty that took
force on 21 March 1994.
19. United Nations Framework Convention
on Climate Change (UNFCCC) (2005).
Sixth compilation and synthesis of initial
national communications from Parties
not included in Annex I to the Convention.
Note by the secretariat. Executive
summary (PDF) (en inglés). Ginebra,
Suiza: United Nations Office at Geneva.
20. Gupta, S. et al. 13.2 Climate change
and other related policies (en inglés), en
IPCC AR4 WG3, 2007.
21. Ch 4: Climate change and the energy
outlook (en inglés)., en IEA, 2009, pp. 173-
184 (pp.175-186 del PDF)
22. United Nations Framework Convention
on Climate Change (UNFCCC) (2011).
Compilation and synthesis of fifth
national communications. Executive
summary. Note by the secretariat (PDF)
(en inglés). Ginebra, Suiza: United Nations
Office at Geneva.
23. Adger, et al., Chapter 17: Assessment
of adaptation practices, options,
constraints and capacity, Executive
summary , en IPCC AR4 WG2, 2007.
24. 6. Generating the funding needed for
mitigation and adaptation (PDF) , en
World Bank (2010). World Development
Report 2010: Development and Climate
Change (en inglés). Washington, D.C.,
EE. UU.: The International Bank for
Reconstruction and Development / The
World Bank. pp. 262-263. Archivado
desde el original el 5 de marzo de 2010.
25. United Nations Framework Convention
on Climate Change (UNFCCC) (2011).
Conference of the Parties – Sixteenth
Session: Decision 1/CP.16: The Cancun
Agreements: Outcome of the work of the
Ad Hoc Working Group on Long-term
Cooperative Action under the Convention
(English): Paragraph 4 (PDF) (en inglés).
UNFCCC Secretariat: Bonn, Alemania:
UNFCCC. p. 3. «(...) deep cuts in global
greenhouse gas emissions are required
according to science, and as documented
in the Fourth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change, with a view to reducing global
greenhouse gas emissions so as to hold
the increase in global average
temperature below 2 °C above
preindustrial levels»
26. America's Climate Choices (en
inglés). Washington, D.C.: The National
Academies Press. 2011. p. 15. ISBN 978-
0-309-14585-5. «The average temperature
of the Earth's surface increased by about
1.4 °F (0.8 °C) over the past 100 years,
with about 1.0 °F (0.6 °C) of this warming
occurring over just the past three
decades.»
27. Sutter, John D.; Berlinger, Joshua
(12 de diciembre de 2015). «Final
draft of climate deal formally
accepted in Paris» . CNN. Cable
News Network, Turner Broadcasting
System, Inc. Consultado el 12 de
diciembre de 2015.
Vaughan, A. (12 de diciembre de
2015). «Paris climate deal: key
points at a glance» . The Guardian
(London and Manchester, UK).
Archivado desde el original el 1 de
agosto de 2016. Consultado el 12 de
diciembre de 2015.. Archivado.
28. Stokes, Bruce; Wike, Richard; Carle, Jill
(5 de noviembre de 2015). «Global
Concern about Climate Change, Broad
Support for Limiting Emissions: U.S.,
China Less Worried; Partisan Divides in
Key Countries» . Pew Research Center.
Consultado el 18 de junio de 2016.
29. «NASA GISS: NASA GISS: NASA,
NOAA Find 2014 Warmest Year in Modern
Record» . NASA GISS (en inglés). 16 de
enero de 2015. Consultado el 25 de
febrero de 2016.
30. NASA (16 de enero de 2015). «NASA,
NOAA Find 2014 Warmest Year in Modern
Record» (en inglés).
31. Trenberth et al., Ch. 3, Observations:
Atmospheric Surface and Climate
Change , Section 3.2.2.2: Urban Heat
Islands and Land Use Effects , p. 244 (en
inglés), en IPCC AR4 WG1, 2007.
32. Jansen et al., Ch. 6, Palaeoclimate ,
Section 6.6.1.1: What Do Reconstructions
Based on Palaeoclimatic Proxies Show? ,
pp. 466-478
Archivado el 24 de mayo de 2010 en
la Wayback Machine. (en inglés), en
IPCC AR4 WG1, 2007.
33. Kennedy, J. J., et al. (2010). «How do
we know the world has warmed? en: 2.
Global Climate, en: State of the Climate in
2009» . Bull.Amer.Meteor.Soc. (en inglés)
91 (7): 26.
34. Kennedy, C. (10 de julio de 2012).
ClimateWatch Magazine >> State of the
Climate: 2011 Global Sea Level (en
inglés). NOAA Climate Services Portal.
35. «Summary for Policymakers» . Direct
Observations of Recent Climate Change
(en inglés)., en IPCC AR4 WG1, 2007
36. «Summary for Policymakers» . B.
Current knowledge about observed
impacts of climate change on the natural
and human environment (en inglés)., en
IPCC AR4 WG2, 2007
37. Rosenzweig, C., et al.. «Ch 1:
Assessment of Observed Changes and
Responses in Natural and Managed
Systems» . Sec 1.3.5.1 Changes in
phenology (en inglés)., en IPCC AR4
WG2, 2007, p. 99
38. Trenberth et al., Chap 3, Observations:
Atmospheric Surface and Climate
Change , Executive Summary , p. 237 (en
inglés), en IPCC AR4 WG1, 2007.
39. Rowan T. Sutton, Buwen Dong,
Jonathan M. Gregory (2007). «Land/sea
warming ratio in response to climate
change: IPCC AR4 model results and
comparison with observations» .
Geophysical Research Letters (en inglés)
34 (2): L02701.
Bibcode:2007GeoRL..3402701S .
Consultado el 19 de septiembre de 2007.
40. Feulner, Georg; Rahmstorf, Stefan;
Levermann, Anders; Volkwardt, Silvia
(marzo de 2013). «On the Origin of the
Surface Air Temperature Difference
Between the Hemispheres in Earth's
Present-Day Climate» . Journal of Climate
(en inglés) 26: 130325101629005.
doi:10.1175/JCLI-D-12-00636.1 .
Consultado el 25 de abril de 2013.
41. «TS.3.1.2 Spatial Distribution of
Changes in Temperature, Circulation and
Related Variables - AR4 WGI Technical
Summary» . AR4 WGI Technical Summary
(en inglés). Consultado el 21 de marzo de
2016.
42. Ehhalt et al., Chapter 4: Atmospheric
Chemistry and Greenhouse Gases ,
Section 4.2.3.1: Carbon monoxide (CO)
and hydrogen (H2) , p. 256 (en inglés), en
IPCC TAR WG1, 2001.
43. Meehl, Gerald A.; Washington, Warren
M.; Collins, William D.; Arblaster, Julie M.;
Hu, Aixue; Buja, Lawrence E.; Strand,
Warren G.; Teng, Haiyan (18 de marzo de
2005). «How Much More Global Warming
and Sea Level Rise» (PDF). Science (en
inglés) 307 (5716): 1769-1772.
Bibcode:2005Sci...307.1769M .
PMID 15774757 .
doi:10.1126/science.1106663 .
Consultado el 11 de febrero de 2007.
44. England, Matthew (febrero de 2014).
«Recent intensification of wind-driven
circulation in the Pacific and the ongoing
warming hiatus». Nature Climate Change
(en inglés) 4: 222-227.
doi:10.1038/nclimate2106 .
45. Knight, J.; Kenney, J. J.; Folland, C.;
Harris, G.; Jones, G. S.; Palmer, M.; Parker,
D.; Scaife, A. et al. (agosto de 2009). «Do
Global Temperature Trends Over the Last
Decade Falsify Climate Predictions? [en
«State of the Climate in 2008»]» (PDF).
Bull.Amer.Meteor.Soc. (en inglés) 90 (8):
S75-S79. Consultado el 13 de agosto de
2011.
46. Global temperature slowdown – not
an end to climate change (en inglés). UK
Met Office. Consultado el 20 de marzo de
2011.
47. Gavin Schmidt (4 de junio de 2015).
«NOAA temperature record updates and
the ‘hiatus’» (en inglés).
48. NOAA (4 de junio de 2015). «Science
publishes new NOAA analysis: Data show
no recent slowdown in global warming»
(en inglés).
49. "U.S. scientists officially declare 2016
the hottest year on record. That makes
three in a row."
50. Schmidt, Gavin (22 de enero de 2015).
«Thoughts on 2014 and ongoing
temperature trends» . Consultado el 4 de
septiembre de 2015.
51. Group (28 de noviembre de 2004).
«Forcings (filed under: Glossary)» (en
inglés). RealClimate.
52. Pew Center on Global Climate Change
/ Center for Climate and Energy Solutions
(septiembre de 2006). Science Brief 1:
The Causes of Global Climate Change
(en inglés). Arlington, Virginia, EE. UU.:
Center for Climate and Energy Solutions.
Archivado desde el original el 25 de
octubre de 2012., p.2
53. US NRC, 2012, p. 9
54. Hegerl et al., Chapter 9:
Understanding and Attributing Climate
Change , Section 9.4.1.5: The Influence of
Other Anthropogenic and Natural
Forcings (en inglés), en IPCC AR4 WG1,
2007, pp. 690-691. «Recent estimates
indicate a relatively small combined effect
of natural forcings on the global mean
temperature evolution of the second half
of the 20th century, with a small net
cooling from the combined effects of
solar and volcanic forcings.» p. 690
55. Tyndall, John (1861). «On the
Absorption and Radiation of Heat by
Gases and Vapours, and on the Physical
Connection of Radiation, Absorption, and
Conduction» . Philosophical Magazine. 4
(en inglés) 22: 169-94, 273-85.
Consultado el 8 de mayo de 2013.
56. Weart, Spencer (2008). «The Carbon
Dioxide Greenhouse Effect» . The
Discovery of Global Warming (en inglés).
American Institute of Physics. Consultado
el 21 de abril de 2009.
57. The Callendar Effect: the life and work
of Guy Stewart Callendar (1898–1964)
(en inglés). Amer Meteor Soc., Boston.
ISBN 978-1-878220-76-9
58. Le Treut et al.. «Chapter 1: Historical
Overview of Climate Change Science» .
FAQ 1.1 (en inglés)., p. 97 , en IPCC AR4
WG1, 2007: «To emit 240 W m–2, a
surface would have to have a temperature
of around −19 °C. This is much colder
than the conditions that actually exist at
the Earth's surface (the global mean
surface temperature is about 14 °C).
Instead, the necessary −19 °C is found at
an altitude about 5 km above the
surface.»
59. Blue, Jessica. «What is the Natural
Greenhouse Effect?» . National
Geographic (revista) (en inglés).
Consultado el 27 de mayo de 2013.
60. Kiehl, J.T.; Trenberth, K.E. (1997).
«Earth's Annual Global Mean Energy
Budget» (PDF). Bulletin of the American
Meteorological Society (en inglés) 78 (2):
197-208. Bibcode:1997BAMS...78..197K .
ISSN 1520-0477 . doi:10.1175/1520-
0477(1997)078<0197:EAGMEB>2.0.CO;2 .
Archivado desde el original el 24 de junio
de 2008. Consultado el 21 de abril de
2009.
61. Schmidt, Gavin (6 de abril de 2005).
«Water vapour: feedback or forcing?» (en
inglés). RealClimate. Consultado el 21 de
abril de 2009.
62. Russell, Randy (16 de mayo de 2007).
«The Greenhouse Effect & Greenhouse
Gases» (en inglés). University
Corporation for Atmospheric Research
Windows to the Universe. Consultado el
27 de diciembre de 2009.
63. EPA (2007). «Recent Climate Change:
Atmosphere Changes» . Climate Change
Science Program (en inglés). United
States Environmental Protection Agency.
Consultado el 21 de abril de 2009.
64. Spahni, Renato; et al. (noviembre de
2005). «Atmospheric Methane and
Nitrous Oxide of the Late Pleistocene
from Antarctic Ice Cores». Science (en
inglés) 310 (5752): 1317-1321.
Bibcode:2005Sci...310.1317S .
PMID 16311333 .
doi:10.1126/science.1120132 .
65. Siegenthaler, Urs; et al. (noviembre de
2005). «Stable Carbon Cycle–Climate
Relationship During the Late
Pleistocene» (PDF). Science (en inglés)
310 (5752): 1313-1317.
Bibcode:2005Sci...310.1313S .
PMID 16311332 .
doi:10.1126/science.1120130 .
Consultado el 25 de agosto de 2010.
66. Petit, J. R.; et al. (3 de junio de 1999).
«Climate and atmospheric history of the
past 420,000 years from the Vostok ice
core, Antarctica» (PDF). Nature (en
inglés) 399 (6735): 429-436.
Bibcode:1999Natur.399..429P .
doi:10.1038/20859 . Consultado el 27 de
diciembre de 2009.
67. Lüthi, D.; Le Floch, M.; Bereiter, B.;
Blunier, T.; Barnola, J. M.; Siegenthaler, U.;
Raynaud, D.; Jouzel, J.; Fischer, H.;
Kawamura, K.; Stocker, T. F. (2008). «High-
resolution carbon dioxide concentration
record 650,000–800,000 years before
present». Nature (en inglés) 453 (7193):
379-382. PMID 18480821 .
doi:10.1038/nature06949 .
68. Pearson, PN; Palmer, MR (2000).
«Atmospheric carbon dioxide
concentrations over the past 60 million
years». Nature (en inglés) 406 (6797):
695-699. PMID 10963587 .
doi:10.1038/35021000 .
69. IPCC, Summary for Policymakers ,
Concentrations of atmospheric
greenhouse gases... (en inglés), p. 7 , en
IPCC TAR WG1, 2001.
70. Le Quéré, C.; Andres, R. J.; Boden, T.;
Conway, T.; Houghton, R. A.; House, J. I.;
Marland, G.; Peters, G. P.; van der Werf, G.;
Ahlström, A.; Andrew, R. M.; Bopp, L.;
Canadell, J. G.; Ciais, P.; Doney, S. C.;
Enright, C.; Friedlingstein, P.; Huntingford,
C.; Jain, A. K.; Jourdain, C.; Kato, E.;
Keeling, R. F.; Klein Goldewijk, K.; Levis, S.;
Levy, P.; Lomas, M.; Poulter, B.; Raupach,
M. R.; Schwinger, J.; Sitch, S.; Stocker, B.
D.; Viovy, N.; Zaehle, S.; Zeng, N. (2 de
diciembre de 2012). «The global carbon
budget 1959-2011». Earth System
Science Data Discussions (en inglés) 5
(2): 1107-1157.
Bibcode:2012ESSDD...5.1107L .
doi:10.5194/essdd-5-1107-2012 .
71. «Carbon dioxide passes symbolic
mark» (en inglés). BBC. 10 de mayo de
2013. Consultado el 27 de mayo de 2013.
72. Pilita Clark (10 de mayo de 2013).
«CO2 at highest level for millions of
years» (en inglés). The Financial Times.
Consultado el 27 de mayo de 2013.
73. «Climate scientists discuss future of
their field» (en inglés). 7 de julio de
2015.}
74. Buis, Alan; Ramsayer, Kate;
Rasmussen, Carol (12 de noviembre de
2015). «A Breathing Planet, Off Balance» .
NASA (en inglés). Consultado el 13 de
noviembre de 2015.}
75. Staff (12 de noviembre de 2015).
«Audio (66:01) - NASA News Conference -
Carbon & Climate Telecon» . NASA (en
inglés). Consultado el 12 de noviembre de
2015.
76. St. Fleur, Nicholas (10 de noviembre
de 2015). «Atmospheric Greenhouse Gas
Levels Hit Record, Report Says» . The
New York Times (en inglés). Consultado
el 11 de noviembre de 2015.}
77. Ritter, Karl (9 de noviembre de 2015).
«UK: In 1st, global temps average could be
1 degree C higher» . AP News (en inglés).
Consultado el 11 de noviembre de 2015.
78. Rogner, H.-H., et al., Chap. 1,
Introduction , Section 1.3.1.2: Intensities
(en inglés), en IPCC AR4 WG3, 2007.
79. NRC (2008). «Understanding and
Responding to Climate Change» (en
inglés). Board on Atmospheric Sciences
and Climate, US National Academy of
Sciences. p. 2. Consultado el 9 de
noviembre de 2010.
80. World Bank (2010). World
Development Report 2010: Development
and Climate Change (en inglés). The
International Bank for Reconstruction and
Development / The World Bank, 1818 H
Street NW, Washington, D.C. 20433.
ISBN 978-0-8213-7987-5.
doi:10.1596/978-0-8213-7987-5 .
Archivado desde el original el 5 de marzo
de 2010. Consultado el 6 de abril de 2010.
81. Banuri et al., Chapter 3: Equity and
Social Considerations, Section 3.3.3:
Patterns of greenhouse gas emissions,
and Box 3.1, pp. 92-93 (en inglés), en
IPCC SAR WG3, 1996.
82. Liverman, D.M. (2008). «Conventions
of climate change: constructions of
danger and the dispossession of the
atmosphere» (PDF). Journal of Historical
Geography (en inglés) 35 (2): 279-296.
doi:10.1016/j.jhg.2008.08.008 .
Consultado el 10 de mayo de 2011.
83. Fisher et al., Chapter 3: Issues related
to mitigation in the long-term context ,
Section 3.1: Emissions scenarios: Issues
related to mitigation in the long term
context (en inglés), en IPCC AR4 WG3,
2007.
84. Morita, Chapter 2: Greenhouse Gas
Emission Mitigation Scenarios and
Implications , Section 2.5.1.4: Emissions
and Other Results of the SRES Scenarios
(en inglés), en IPCC TAR WG3, 2001.
85. Rogner et al., Ch. 1: Introduction ,
Figure 1.7 (en inglés), en IPCC AR4 WG3,
2007.
86. IPCC, Summary for Policymakers ,
Introduction, paragraph 6 (en inglés), en
IPCC TAR WG3, 2001.
87. Prentence et al., Chapter 3: The
Carbon Cycle and Atmospheric Carbon
Dioxide Executive Summary (en inglés),
en IPCC TAR WG1, 2001.
88. Newell, P.J., 2000: Climate for change:
non-state actors and the global politics of
greenhouse. Cambridge University Press,
ISBN 0-521-63250-1.
89. Talk of the Nation. «Americans Fail
the Climate Quiz» (en inglés). Npr.org.
Consultado el 27 de diciembre de 2011.
90. Shindell, Drew; Faluvegi, Greg; Lacis,
Andrew; Hansen, James; Ruedy, Reto;
Aguilar, Elliot (2006). «Role of
tropospheric ozone increases in 20th-
century climate change». Journal of
Geophysical Research (en inglés) 111
(D8): D08302.
Bibcode:2006JGRD..11108302S .
doi:10.1029/2005JD006348 .
91. Solomon, S; D. Qin; M. Manning; Z.
Chen; M. Marquis; K.B. Averyt; M. Tignor;
H.L. Miller, eds. (2007). «3.4.4.2 Surface
Radiation» . Climate Change 2007:
Working Group I: The Physical Science
Basis (en inglés). ISBN 978-0-521-88009-
1.
92. Hansen, J; Sato, M; Ruedy, R; Lacis, A;
Oinas, V (2000). «Global warming in the
twenty-first century: an alternative
scenario» . Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A.
(en inglés) 97 (18): 9875-80.
Bibcode:2000PNAS...97.9875H .
PMC 27611 . PMID 10944197 .
doi:10.1073/pnas.170278997 .
93. Ramanathan, V.; Carmichael, G.
(2008). «Global and regional climate
changes due to black carbon». Nature
Geoscience (en inglés) 1 (4): 221-227.
Bibcode:2008NatGe...1..221R .
doi:10.1038/ngeo156 .
94. V. Ramanathan and G. Carmichael,
supra note 1, at 221 («... emissions of
black carbon are the second strongest
contribution to current global warming,
after carbon dioxide emissions.»)
Numerous scientists also calculate that
black carbon may be second only to CO2
in its contribution to climate change,
including Tami C. Bond & Haolin Sun, Can
Reducing Black Carbon Emissions
Counteract Global Warming, ENVIRON.
SCI. TECHN. (2005), at 5921 («BC is the
second or third largest individual warming
agent, following carbon dioxide and
methane.»); and J. Hansen, A Brighter
Future, 53 CLIMATE CHANGE 435 (2002),
available at
http://pubs.giss.nasa.gov/docs/2002/200
2_Hansen_1.pdf (calculating the climate
forcing of BC at 1.0±0.5 W/m2).
95. Twomey, S. (1977). «Influence of
pollution on shortwave albedo of clouds».
J. Atmos. Sci. (en inglés) 34 (7): 1149-
1152. Bibcode:1977JAtS...34.1149T .
ISSN 1520-0469 . doi:10.1175/1520-
0469(1977)034<1149:TIOPOT>2.0.CO;2 .
96. Albrecht, B. (1989). «Aerosols, cloud
microphysics, and fractional cloudiness».
Science (en inglés) 245 (4923): 1227-
1239. Bibcode:1989Sci...245.1227A .
PMID 17747885 .
doi:10.1126/science.245.4923.1227 .
97. IPCC, «Aerosols, their Direct and
Indirect Effects » (en inglés), pp. 291-292
en IPCC TAR WG1, 2001.
98. Ramanathan, V.; Chung, C.; Kim, D.;
Bettge, T.; Buja, L.; Kiehl, J. T.; Washington,
W. M.; Fu, Q.; Sikka, D. R.; Wild, M. (2005).
«Atmospheric brown clouds: Impacts on
South Asian climate and hydrological
cycle» (texto completo disponible).
Proceedings of the National Academy of
Sciences (en inglés) 102 (15): 5326-5333.
Bibcode:2005PNAS..102.5326R .
PMC 552786 . PMID 15749818 .
doi:10.1073/pnas.0500656102 .
99. Ramanathan, V., et al. (2008). «Report
Summary» (PDF). Atmospheric Brown
Clouds: Regional Assessment Report with
Focus on Asia (en inglés). United Nations
Environment Programme. Archivado
desde el original el 18 de julio de 2011.
100. Ramanathan, V., et al. (2008). «Part
III: Global and Future Implications»
(PDF). Atmospheric Brown Clouds:
Regional Assessment Report with Focus
on Asia (en inglés). United Nations
Environment Programme. Archivado
desde el original el 18 de julio de 2011.
101. IPCC, Summary for Policymakers ,
Human and Natural Drivers of Climate
Change , Figure SPM.2 (en inglés), en
IPCC AR4 WG1, 2007.
102. US Environmental Protection Agency
(2009). Volume 3: Attribution of Observed
Climate Change . Endangerment and
Cause or Contribute Findings for
Greenhouse Gases under Section 202(a)
of the Clean Air Act. EPA's Response to
Public Comments (en inglés). US
Environmental Protection Agency.
Archivado desde el original el 16 de junio
de 2011. Consultado el 23 de junio de
2011.
103. US NRC, 2008, p. 6
104. Hegerl, et al., Chapter 9:
Understanding and Attributing Climate
Change , Frequently Asked Question 9.2:
Can the Warming of the 20th century be
Explained by Natural Variability? (en
inglés), en IPCC AR4 WG1, 2007.
105. Simmon, R. y D. Herring (noviembre
de 2009). «Notes for slide number 7,
titulado "Satellite evidence also suggests
greenhouse gas warming," in presentation,
"Human contributions to global climate
change" » . Presentation library on the
U.S. National Oceanic and Atmospheric
Administration's Climate Services
website. Archivado desde el original el 3
de julio de 2011. Consultado el 23 de
junio de 2011.
106. Hegerl et al., Chapter 9:
Understanding and Attributing Climate
Change , Frequently Asked Question 9.2:
Can the Warming of the 20th century be
Explained by Natural Variability? (en
inglés), en IPCC AR4 WG1, 2007.
107. Randel, William J.; Shine, Keith P.;
Austin, John et al. (2009). «An update of
observed stratospheric temperature
trends». Journal of Geophysical Research
(en inglés) 114 (D2): D02107.
Bibcode:2009JGRD..11402107R .
doi:10.1029/2008JD010421 .
108. USGCRP, 2009, p. 20
109. R.S. Bradley; K.R. Briffa; J. Cole; M.K.
Hughes; T.J. Osborn (2003). «The climate
of the last millennium». En K.D. Alverson;
R.S. Bradley; T.F. Pederson. Paleoclimate,
global change and the future (en inglés).
Springer. pp. 105-141. ISBN 3-540-42402-
4.
110. Kaufman, D. S.; Schneider, D. P.;
McKay, N. P.; Ammann, C. M.; Bradley, R.
S.; Briffa, K. R.; Miller, G. H.; Otto-Bliesner,
B. L.; Overpeck, J. T.; Vinther, B. M.;
Abbott, M.; Axford, M.; Bird, Y.; Birks, B.;
Bjune, H. J. B.; Briner, A. E.; Cook, J.;
Chipman, T.; Francus, M.; Gajewski, P.;
Geirsdottir, K.; Hu, A.; Kutchko, F. S.;
Lamoureux, B.; Loso, S.; MacDonald, M.;
Peros, G.; Porinchu, M.; Schiff, D.; Seppa,
C.; Seppa, H.; Arctic Lakes 2k Project
Members (2009). «Recent Warming
Reverses Long-Term Arctic Cooling».
Science (en inglés) 325 (5945): 1236-
1239. PMID 19729653 .
doi:10.1126/science.1173983 .
111. «Arctic Warming Overtakes 2,000
Years of Natural Cooling» (en inglés).
UCAR. 3 de septiembre de 2009.
Archivado desde el original el 27 de abril
de 2011. Consultado el 8 de junio de
2011.
112. Bello, David (4 de septiembre de
2009). «Global Warming Reverses Long-
Term Arctic Cooling» . Scientific American
(en inglés). Consultado el 8 de junio de
2011.
113. Mann, M. E.; Zhang, Z.; Hughes, M.
K.; Bradley, R. S.; Miller, S. K.; Rutherford,
S.; Ni, F. (2008). «Proxy-based
reconstructions of hemispheric and global
surface temperature variations over the
past two millennia» . Proceedings of the
National Academy of Sciences (en inglés)
105 (36): 13252-7. PMC 2527990 .
PMID 18765811 .
doi:10.1073/pnas.0805721105 .
114. Berger, A. (2002). «CLIMATE: An
Exceptionally Long Interglacial Ahead?».
Science (en inglés) 297 (5585): 1287-8.
PMID 12193773 .
doi:10.1126/science.1076120 .
115. Masson-Delmotte, V. M. et al. (2013).
«Information from paleoclimate archives».
En Stocker,; T. F.; et al.. Climate Change
2013: The Physical Science Basis.
Contribution of Working Group I to the
Fifth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (en inglés). Cambridge University
Press. pp. 383-464. ISBN 978-1-107-
66182-0.
116. Jackson, R. and A. Jenkins (17 de
noviembre de 2012). «Vital signs of the
planet: global climate change and global
warming: uncertainties» . Earth Science
Communications Team at NASA's Jet
Propulsion Laboratory / California
Institute of Technology (en inglés).
117. Riebeek, H. (16 de junio de 2011).
«The Carbon Cycle: Feature Articles:
Effects of Changing the Carbon Cycle» .
Earth Observatory, part of the EOS Project
Science Office located at NASA Goddard
Space Flight Center (en inglés).
118. US National Research Council
(2003). «Ch. 1 Introduction» .
Understanding Climate Change
Feedbacks (en inglés). Washington, D.C.,
EE. UU.: National Academies Press., p.19
119. Lindsey, R. (14 de enero de 2009).
Earth's Energy Budget (p.4), en: Climate
and Earth's Energy Budget: Feature
Articles (en inglés). Earth Observatory,
part of the EOS Project Science Office,
located at NASA Goddard Space Flight
Center.
120. US National Research Council
(2006). «Ch. 1 Introduction to Technical
Chapters» . Surface Temperature
Reconstructions for the Last 2,000 Years
(en inglés). Washington, D.C., EE. UU.:
National Academies Press. pp. 26-27.
121. AMS Council (20 de agosto de
2012). «2012 American Meteorological
Society (AMS) Information Statement on
Climate Change» . AMS (en inglés)
(Boston, Massachusetts, EE. UU.).
122. «CLIMATE CHANGE 2014: Synthesis
Report. Summary for Policymakers» (en
inglés). IPCC. Consultado el 1 de
noviembre de 2015. «The following terms
have been used to indicate the assessed
likelihood of an outcome or a result:
virtually certain 99–100% probability, very
likely 90–100%, likely 66–100%, about as
likely as not 33–66%, unlikely 0–33%, very
unlikely 0–10%, exceptionally unlikely 0–
1%. Additional terms (extremely likely:
95–100%, more likely than not >50–100%,
more unlikely than likely 0–<50% and
extremely unlikely 0–5%) may also be
used when appropriate.»
123. Meehl, G.A. «Ch 10: Global Climate
Projections» . Sec 10.5.4.6 Synthesis of
Projected Global Temperature at Year
2100] (en inglés)., en IPCC AR4 WG1,
2007
124. NOAA (de enero de 2007). «Patterns
of greenhouse warming» . GFDL Climate
Modeling Research Highlights (en inglés)
(Princeton, New Jersey, EE. UU.: The
National Oceanic and Atmospheric
Administration (NOAA) Geophysical Fluid
Dynamics Laboratory (GFDL)) 1 (6). ,
revision 2/2/2007, 8:50.08 AM.
125. NOAA Geophysical Fluid Dynamics
Laboratory (GFDL) (9 de octubre de
2012). «NOAA GFDL Climate Research
Highlights Image Gallery: Patterns of
Greenhouse Warming» . NOAA GFDL (en
inglés).
126. IPCC, Glossary A-D : «Climate
Model» (en inglés), en IPCC AR4 SYR,
2007.
127. Karl, TR, ed. (2009). «Global Climate
Change» . Global Climate Change
Impacts in the United States (en inglés).
Cambridge University Press. ISBN 978-0-
521-14407-0. Archivado desde el original
el 15 de septiembre de 2012.
128. KEVIN SCHAEFER, TINGJUN ZHANG,
LORI BRUHWILER, ANDREW P. BARRETT
(2011). «Amount and timing of
permafrost carbon release in response to
climate warming». Tellus Series B (en
inglés) 63 (2): 165-180.
Bibcode:2011TellB..63..165S .
doi:10.1111/j.1600-0889.2011.00527.x .
129. Hansen, James (2000). Robert
Lanza, ed. One World: The Health &
Survival of the Human Species in the 21st
century (en inglés). Health Press (Nuevo
México). pp. 173-190. ISBN 0-929173-33-
3. Consultado el 18 de agosto de 2007.
130. Stocker et al., Chapter 7: Physical
Climate Processes and Feedbacks ,
Section 7.2.2: Cloud Processes and
Feedbacks (en inglés), en IPCC TAR WG1,
2001.
131. Torn, Margaret; Harte, John (2006).
«Missing feedbacks, asymmetric
uncertainties, and the underestimation of
future warming» . Geophysical Research
Letters (en inglés) 33 (10): L10703.
Bibcode:2006GeoRL..3310703T .
doi:10.1029/2005GL025540 . Consultado
el 4 de marzo de 2007.
132. Harte, John; et al. (2006). «Shifts in
plant dominance control carbon-cycle
responses to experimental warming and
widespread drought». Environmental
Research Letters (en inglés) 1 (1):
014001.
Bibcode:2006ERL.....1a4001H540pp .
doi:10.1088/1748-9326/1/1/014001 .
133. Scheffer, Marten; et al. (2006).
«Positive feedback between global
warming and atmospheric CO2
concentration inferred from past climate
change» . Geophysical Research Letters
(en inglés) 33 (10): L10702.
Bibcode:2006GeoRL..3310702S .
doi:10.1029/2005gl025044 . Consultado
el 4 de mayo de 2007.
134. Randall et al., Chapter 8, Climate
Models and Their Evaluation (en inglés),
Sec. FAQ 8.1 en IPCC AR4 WG1, 2007.
135. IPCC, Technical Summary (en
inglés), p. 54, en IPCC TAR WG1, 2001.
136. Stroeve, J., et al. (2007). «Arctic sea
ice decline: Faster than forecast».
Geophysical Research Letters (en inglés)
34 (9): L09501.
Bibcode:2007GeoRL..3409501S .
doi:10.1029/2007GL029703 .
137. Wentz, F. J., et al. (2007). «How
Much More Rain Will Global Warming
Bring?» . Science (en inglés) 317 (5835):
233-5. Bibcode:2007Sci...317..233W .
PMID 17540863 .
doi:10.1126/science.1140746 .
138. Liepert, Beate G.; Previdi (2009). «Do
Models and Observations Disagree on the
Rainfall Response to Global Warming?» .
Journal of Climate (en inglés) 22 (11):
3156. Bibcode:2009JCli...22.3156L .
doi:10.1175/2008JCLI2472.1 . «Recently
analyzed satellite-derived global
precipitation datasets from 1987 to 2006
indicate an increase in global-mean
precipitation of 1.1%–1.4% decade−1.
This trend corresponds to a hydrological
sensitivity (HS) of 7% K−1 of global
warming, which is close to the Clausius–
Clapeyron (CC) rate expected from the
increase in saturation water vapor
pressure with temperature. Analysis of
two available global ocean evaporation
datasets confirms this observed
intensification of the atmospheric water
cycle. The observed hydrological
sensitivity over the past 20-yr period is
higher by a factor of 5 than the average
HS of 1.4% K−1 simulated in state-of-the-
art coupled atmosphere–ocean climate
models for the twentieth and twenty-first
centuries.»
139. Rahmstorf, S.; Cazenave, A.; Church,
J. A.; Hansen, J. E.; Keeling, R. F.; Parker,
D. E.; Somerville, R. C. J. (4 de mayo de
2007). «Recent Climate Observations
Compared to Projections». Science (en
inglés) 316 (5825): 709-709.
doi:10.1126/science.1136843 .
140. 4. Global Mean Sea Level Rise
Scenarios, en: Main Report (en inglés), en
Parris y others, 2012, p. 12
141. Executive Summary (en inglés), en
Parris y others, 2012, p. 1
142. Hegerl, G. C., et al.. «Ch 9:
Understanding and Attributing Climate
Change» . Executive Summary (en
inglés)., en IPCC AR4 WG1, 2007
143. «Sahara Desert Greening Due to
Climate Change?» . National Geographic
(en inglés). Consultado el 12 de junio de
2010.
144. Meehl, G. A., et al.. «Ch 10: Global
Climate Projections» . Box 10.1: Future
Abrupt Climate Change, ‘Climate
Surprises’, and Irreversible Changes:
Glaciers and ice caps (en inglés)., en
IPCC AR4 WG1, 2007, p. 776
145. Meehl, G. A., et al.. «Ch 10: Global
Climate Projections» . Sec 10.3.3.2
Changes in Snow Cover and Frozen
Ground (en inglés)., en IPCC AR4 WG1,
2007, pp. 770, 772
146. Meehl, G. A., et al.. «Ch 10: Global
Climate Projections» . Sec 10.3.3.1
Changes in Sea Ice Cover (en inglés)., en
IPCC AR4 WG1, 2007, p. 770
147. Wang, M.; Overland, J. E. (2009). «A
sea ice free summer Arctic within 30
years?» . Geophys. Res. Lett (en inglés)
36 (7). Bibcode:2009GeoRL..3607502W .
doi:10.1029/2009GL037820 . Consultado
el 2 de mayo de 2011.
148. Met Office. «Arctic sea ice 2012» .
Met Office (en inglés) (Exeter, Reino
Unido).
149. IPCC, Glossary A-D : «Detection and
attribution» (en inglés), en IPCC AR4 WG1,
2007. Véase también Hegerl et al., Section
9.1.2: What are Climate Change Detection
and Attribution? , en IPCC AR4 WG1,
2007.
150. Rosenzweig et al., Chapter 1:
Assessment of Observed Changes and
Responses in Natural and Managed
Systems Section 1.2 Methods of
detection and attribution of observed
changes (en inglés), en IPCC AR4 WG2,
2007.
151. IPCC, Synthe:1sis Report Summary
for Policymakers , Section 3: Projected
climate change and its impacts (en
inglés), en IPCC AR4 SYR, 2007.
152. NOAA (Febrero de 2007). «Will the
wet get wetter and the dry drier?» . GFDL
Climate Modeling Research Highlights (en
inglés) (Princeton, New Jersey, EE. UU.:
National Oceanic and Atmospheric
Administration (NOAA) Geophysical Fluid
Dynamics Laboratory (GFDL)) 1 (5)., p.1.
Revision 10/15/2008, 4:47:16 PM.
153. «D. Future Climate Extremes,
Impacts, and Disaster Losses, en:
Summary for policymakers» . MANAGING
THE RISKS OF EXTREME EVENTS AND
DISASTERS TO ADVANCE CLIMATE
CHANGE ADAPTATION (en inglés)., en
IPCC SREX, 2012, pp. 9-13
154. Justin Gillis (27 de abril de 2015).
«New Study Links Weather Extremes to
Global Warming» . The New York Times
(en inglés). Consultado el 27 de abril de
2015. «"The bottom line is that things are
not that complicated,” Dr. Knutti said. “You
make the world a degree or two warmer,
and there will be more hot days. There will
be more moisture in the atmosphere, so
that must come down somewhere.”».
155. E. M. Fischer & R. Knutti (27 de abril
de 2015). «Anthropogenic contribution to
global occurrence of heavy-precipitation
and high-temperature extremes» (online).
Nature Climate Change (en inglés).
doi:10.1038/nclimate2617 . Consultado
el 27 de abril de 2015. «We show that at
the present-day warming of 0.85 °C about
18% of the moderate daily precipitation
extremes over land are attributable to the
observed temperature increase since pre-
industrial times, which in turn primarily
results from human influence. … Likewise,
today about 75% of the moderate daily hot
extremes over land are attributable to
warming.»
156. «UCI study finds dramatic increase in
concurrent droughts, heat waves» (en
inglés). UCI. 2015.
157. «Indian Monsoons Are Becoming
More Extreme» (en inglés). Scientific
American. 2014.
158. J. Oerlemans (2005). «Extracting a
Climate Signal from 169 Glacier Records».
Science (en inglés) 308 (5722): 675-677.
doi:10.1126/science.1107046 .
159. Dyurgerov, Mark B. (2002). «Glacier
Mass Balance and Regime: Data of
Measurements and Analysis». Institute of
Arctic and Alpine Research, Occasional
Paper 55 (en inglés).
160. Dyurgerov, Mark B. y Mark F. Meier
(2005). «Glaciers and the Changing Earth
System: A 2004 Snapshot». Institute of
Arctic and Alpine Research, Occasional
Paper 58 (en inglés).
161. Christopher S. Watson, Neil J. White,
John A. Church, Matt A. King, Reed J.
Burgette y Benoit Legresy (11 de mayo de
2015). «Unabated global mean sea-level
rise over the satellite altimeter era» .
PNAS (en inglés).
162. Churchs, John; Clark, Peter. «Chapter
13: Sea Level Change - Final Draft
Underlying Scientific-Technical
Assessment» (en inglés). IPCC Working
Group I. Consultado el 21 de enero de
2015.
163. PROJECTIONS OF FUTURE SEA
LEVEL RISE, pp.243-244 , en: Ch. 7. Sea
Level Rise and the Coastal Environment
(en inglés), en National Research Council,
2010
164. BOX SYN-1: SUSTAINED WARMING
COULD LEAD TO SEVERE IMPACTS, p.5 ,
en: Synopsis (en inglés), en National
Research Council, 2011
165. Anders Levermann, Peter U. Clark,
Ben Marzeion, Glenn A. Milne, David
Pollard, Valentina Radic y Alexander
Robinson (13 de junio de 2013). «The
multimillennial sea-level commitment of
global warming» . PNAS (en inglés).
166. Ricarda Winkelmann, Anders
Levermann, Andy Ridgwell y Ken Caldeira
(11 de septiembre de 2015). «Combustion
of available fossil fuel resources
sufficient to eliminate the Antarctic Ice
Sheet» (en inglés).
doi:10.1126/sciadv.1500589 .
167. «Global Warming and Polar Bears -
National Wildlife Federation» . Consultado
el 16 de octubre de 2017.
168. IPCC, Synthesis Report Summary for
Policymakers , Section 1: Observed
changes in climate and their effects (en
inglés), en IPCC AR4 SYR, 2007.
169. Fischlin, et al., Chapter 4:
Ecosystems, their Properties, Goods and
Services ,Executive Summary (en inglés),
p. 213 , en IPCC AR4 WG2, 2007. El
resumen ejecutivo no esta incluido en el
texto en línea; véase PDF.
170. Schneider et al., Chapter 19:
Assessing Key Vulnerabilities and the Risk
from Climate Change , Section 19.3.4:
Ecosystems and biodiversity (en inglés),
en IPCC AR4 WG2, 2007.
171. Ocean Acidification, en: Ch. 2. Our
Changing Climate (en inglés), en
NCADAC, 2013, pp. 69-70
172. Introduction, en Zeebe, 2012, p. 142
173. Ocean acidification, en: Executive
summary (en inglés), en Good y others,
2010, p. 14
174. UNEP, 2010
5. Ocean acidification (en inglés), en
Good y others, 2010, pp. 73-81
IAP, 2009
175. Deutsch (2011). «Climate-Forced
Variability of Ocean Hypoxia» . AAAS (en
inglés) 333: 336-339.
Bibcode:2011Sci...333..336D .
doi:10.1126/science.1202422 .
176. * Summary, pp.14-19 (en inglés), en
National Research Council, 2011
FAQ 12.3, en: Chapter 12: Long-term
Climate Change: Projections,
Commitments and Irreversibility , en
IPCC AR5 WG1, 2013, pp. 88-89 (pp.
90-91 of PDF chapter)
177. BOX 2.1: STABILIZATION AND NON-
CO2 GREENHOUSE GASES (p.65) , en:
Chapter 2: Emissions, Concentrations, and
Related Factors (en inglés), en National
Research Council, 2011
178. Bill McGuire. «Climate forcing of
geological and geomorphological
hazards» . Philosophical Transactions A
(en inglés) (Royal Society) 368: 2311-
2315. doi:10.1098/rsta.2010.0077 .
179. Jérôme Lopez Saez, Christophe
Corona, Markus Stoffel y Frédéric Berger.
«Climate change increases frequency of
shallow spring landslides in the French
Alps» . Geology (en inglés) 41: 619-622.
doi:10.1130/G34098.1 .
180. Smith, J.B. «Ch. 19. Vulnerability to
Climate Change and Reasons for
Concern: A Synthesis» . Sec 19.6.
Extreme and Irreversible Effects (en
inglés)., en IPCC TAR WG2, 2001
181. Smith, J. B.; Schneider, S. H.;
Oppenheimer, M.; Yohe, G. W.; Hare, W.;
Mastrandrea, M. D.; Patwardhan, A.;
Burton, I.; Corfee-Morlot, J.; C. H. D.,
Magadza; H.-M., Füssel; A. B., Pittock; A.,
Rahman; A., Suarez; J.-P., van Ypersele (17
de marzo de 2009). «Assessing
dangerous climate change through an
update of the Intergovernmental Panel on
Climate Change (IPCC) 'reasons for
concern'» . Proceedings of the National
Academy of Sciences (en inglés) 106
(11): 4133–7. PMC 2648893 .
PMID 19251662 .
doi:10.1073/pnas.0812355106 .
182. Clark, P. U., et al. (diciembre de
2008). «Executive Summary» . Abrupt
Climate Change. A Report by the U.S.
Climate Change Science Program and the
Subcommittee on Global Change
Research (en inglés). Reston, Virginia,
EE. UU.: U.S. Geological Survey., pp. 1-7.
Report website
Archivado el 4 de mayo de 2013 en
la Wayback Machine.
183. «Siberian permafrost thaw warning
sparked by cave data» (en inglés). BBC.
22 de febrero de 2013. Consultado el 24
de febrero de 2013.
184. US National Research Council
(2010). Advancing the Science of Climate
Change: Report in Brief (en inglés).
Washington, D.C., EE. UU.: National
Academies Press., p.3. PDF of Report
185. IPCC. «Summary for Policymakers» .
Sec. 2.6. The Potential for Large-Scale
and Possibly Irreversible Impacts Poses
Risks that have yet to be Reliably
Quantified (en inglés)., en IPCC TAR WG2,
2001
186. Cramer, W., et al., Executive summary
(en inglés), en: Chapter 18: Detection and
attribution of observed impacts
(archivado desde el original el 8 de julio
de 2014), pp.3-4, en IPCC AR5 WG2 A,
2014
187. FAQ 7 y 8 (en inglés), en: Volume-
wide Frequently Asked Questions (FAQs)
(archivado desde el original el 8 de julio
2014), pp.2-3, en IPCC AR5 WG2 A, 2014
188. Oppenheimer, M., et al., Section
19.6.3: Updating Reasons for Concern, en:
Chapter 19: Emergent risks and key
vulnerabilities (en inglés) (archivado
desde el original el 8 de julio de 2014),
pp.39-46, en IPCC AR5 WG2 A, 2014
189. Field, C., et al., B-3: Regional Risks
and Potential for Adaptation, en:
Technical Summary (en inglés)
(archivado desde el original el 8 de julio
de 2014), pp.27-30, en IPCC AR5 WG2 A,
2014
190. Oppenheimer, M., et al., Section
19.6.3: Updating Reasons for Concern, en:
Chapter 19: Emergent risks and key
vulnerabilities (en inglés) (archivado
desde el original el 8 de julio de 2014),
pp.42-43, en IPCC AR5 WG2 A, 2014
191. Dana Nuccitelli (26 de enero de
2015). «Climate change could impact the
poor much more than previously
thought» . The Guardian (en inglés).
192. Chris Mooney (22 de octubre de
2014). «There’s a surprisingly strong link
between climate change and violence» .
The Washington Post (en inglés).
193. Porter, J. R., et al., Executive
summary (en inglés), en: Chapter 7: Food
security and food production systems
(archivado desde el original el 8 de julio
de 2014), p.3, en IPCC AR5 WG2 A, 2014
194. Reference temperature period
converted from late-20th century to pre-
industrial times (approximated in the
source as 1850-1900).
Assessment Box SPM-1 (p.14) and B-
2. Sectoral Risks and Potential for
Adaptation: Food security and food
production systems (p.18), en:
Summary for Policymakers (en
inglés) (archivado desde el original
el 8 de julio de 2014), en IPCC AR5
WG2 A, 2014
195. Smith, K. R., et al., FAQ 11.2, en:
Chapter 11: Human health: impacts,
adaptation, and co-benefits (en inglés)
(archivado desde el original el 8 de julio
de 2014), p.37, en IPCC AR5 WG2 A, 2014
196. Smith, K. R., et al., Section 11.4:
Direct Impacts of Climate and Weather on
Health, en: Chapter 11: Human health:
impacts, adaptation, and co-benefits (en
inglés) (archivado el original el 8 de julio
de 2014), pp.10-13, en IPCC AR5 WG2 A,
2014
197. Smith, K. R., et al., Section 11.6.1.
Nutrition, en: Chapter 11: Human health:
impacts, adaptation, and co-benefits (en
inglés) (archivado desde el original el 8
de julio de 2014), pp.10-13, en IPCC AR5
WG2 A, 2014
198. IPCC AR4 SYR, 2007. 3.3.3 Especially
affected systems, sectors and regions .
Synthesis report (en inglés).
199. Mimura, N., et al. (2007). Parry, M. L.,
et al. (eds.), ed. Chapter 16: Small
Islands . Climate change 2007: impacts,
adaptation and vulnerability: contribution
of Working Group II to the fourth
assessment report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (IPCC) (en inglés). Cambridge
University Press (CUP): Cambridge, Reino
Unido: Print version: CUP. This version:
IPCC website. ISBN 0521880106.
Consultado el 15 de septiembre de 2011.
200. «Climate change and the risk of
statelessness» (PDF) (en inglés). mayo
de 2011. Consultado el 13 de abril de
2012.
201. Chris Hope y Kevin Schaefer (2015).
«Economic impacts of carbon dioxide and
methane released from thawing
permafrost» . Nature (en inglés) 6: 56-59.
doi:10.1038/nclimate2807 .
202. «North Slope permafrost thawing
sooner than expected» (en inglés).
University of Alaska Fairbanks. 2015.
203. PBL Netherlands Environment
Agency (15 de junio de 2012). «Figure
6.14, en: Chapter 6: The energy and
climate challenge» . En van Vuuren, D. and
M. Kok. Roads from Rio+20 (en inglés).
ISBN 978-90-78645-98-6., p.177, Report
no: 500062001. Report website.
204. IPCC, Glossary J-P : «Mitigation» (en
inglés), en IPCC AR4 WG3, 2007.
205. IPCC, Synthesis Report Summary for
Policymakers , Section 4: Adaptation and
mitigation options (en inglés), en IPCC
AR4 SYR, 2007.
206. Edenhofer, O., et al., Table TS.3, en:
Technical summary (en inglés) (archivo
del 30 December 2014) , en: IPCC AR5
WG3, 2014, p. 68
207. «Citi report: slowing global warming
would save tens of trillions of dollars» .
The Guardian (en inglés). 2015.
208. Clarke, L., et al., Executive summary
(en inglés), en: Chapter 6: Assessing
Transformation Pathways (archivado el
30 de diciembre de 2014) , en: IPCC AR5
WG3, 2014, p. 418
209. SPM4.1: Long-term mitigation
pathways (en inglés), en: Summary for
Policymakers (archivado el 27 de
diciembre de 2014) , en: IPCC AR5 WG3,
2014, pp. 10-13
210. Edenhofer, O., et al., TS.3.1.2: Short-
and long-term requirements of mitigation
pathways (en inglés), en: Technical
summary
Archivado el 30 de diciembre de
2014 en la Wayback Machine.
(archado el 30 de diciembre de
2014) , en: IPCC AR5 WG3, 2014,
pp. 55-56
211. Edenhofer, O., et al., TS.3.1.3: Costs,
investments and burden sharing (en
inglés), en: Technical summary
Archivado el 30 de diciembre de
2014 en la Wayback Machine.
(archivado el 30 de diciembre de
2014) , en: IPCC AR5 WG3, 2014,
p. 58
212. Smit et al., Chapter 18: Adaptation to
Climate Change in the Context of
Sustainable Development and Equity ,
Section 18.2.3: Adaptation Types and
Forms (en inglés), en IPCC TAR WG2,
2001.
213. «Appendix I. Glossary» . Adaptive
capacity (en inglés)., en IPCC AR4 WG2,
2007
214. «Synthesis report» . Sec 6.3
Responses to climate change: Robust
findings] (en inglés)., en IPCC AR4 SYR,
2007
215. «New Assessment of National,
Regional Impacts of Climate Change» (en
inglés). U.S. Global Change Research
Program. 16 de junio de 2009. Consultado
el 14 de enero de 2016.
216. «Workshop on managing solar
radiation» (en inglés). NASA. abril de
2007. Archivado desde el original el 31
de mayo de 2009. Consultado el 23 de
mayo de 2009.
217. «Stop emitting CO2 or
geoengineering could be our only hope»
(en inglés). The Royal Society. 28 de
agosto de 2009. Consultado el 14 de junio
de 2011.
218. P. Keller, David; Feng, Ellias Y.;
Oschlies, Andreas (enero de 2014).
«Potential climate engineering
effectiveness and side effects during a
high carbon dioxide-emission scenario» .
Nature (en inglés) 5: 3304.
Bibcode:2014NatCo...5E3304K .
doi:10.1038/ncomms4304 . Consultado
el 31 de marzo de 2014. «We find that
even when applied continuously and at
scales as large as currently deemed
possible, all methods are, individually,
either relatively ineffective with limited
(<8%) warming reductions, or they have
potentially severe side effects and cannot
be stopped without causing rapid climate
change.»
219. Quoted en IPCC SAR SYR, 1996,
«Synthesis of Scientific-Technical
Information Relevant to Interpreting
Article 2 of the UN Framework Convention
on Climate Change», paragraph 4.1, p. 8
(pdf p. 18 .)
220. Granger Morgan, M. (Lead Author),
H. Dowlatabadi, M. Henrion, D. Keith, R.
Lempert, S. McBride, M. Small and T.
Wilbanks (Contributing Authors) (2009).
«Non-Technical Summary: BOX NT.1
Summary of Climate Change Basics» .
Synthesis and Assessment Product 5.2:
Best practice approaches for
characterizing, communicating, and
incorporating scientific uncertainty in
decisionmaking. A Report by the U.S.
Climate Change Science Program and the
Subcommittee on Global Change
Research (en inglés). Washington, D.C.,
EE. UU.: National Oceanic and
Atmospheric Administration. p. 11.
Consultado el 1 de junio de 2011.
221. UNFCCC (n.d.). «Essential
Background» (en inglés). UNFCCC
website. Consultado el 18 de mayo de
2010.
222. UNFCCC (n.d.). «Full text of the
Convention, Article 2» (en inglés).
UNFCCC website. Archivado desde el
original el 30 de abril de 2010.
Consultado el 18 de mayo de 2010.
223. Rogner et al., Chapter 1:
Introduction , Executive summary (en
inglés), en IPCC AR4 WG3, 2007.
224. Raupach, R.; Marland, G.; Ciais, P.; Le
Quere, C.; Canadell, G.; Klepper, G.; Field,
B. (junio de 2007). «Global and regional
drivers of accelerating CO2 emissions»
(texto completo disponible). Proceedings
of the National Academy of Sciences (en
inglés) 104 (24): 10288-10293.
Bibcode:2007PNAS..10410288R .
ISSN 0027-8424 . PMC 1876160 .
PMID 17519334 .
doi:10.1073/pnas.0700609104 .
225. Dessai, S. (2001). «The climate
regime from The Hague to Marrakech:
Saving or sinking the Kyoto Protocol?»
(PDF). Tyndall Centre Working Paper 12
(en inglés). Tyndall Centre website.
Archivado desde el original el 10 de junio
de 2012. Consultado el 5 de mayo de
2010.
226. Grubb, M. (julio-septiembre de 2003).
«The Economics of the Kyoto Protocol»
(PDF). World Economics (en inglés) 4 (3):
144-145. Consultado el 25 de marzo de
2010.
227. UNFCCC (n.d.). «Kyoto Protocol» (en
inglés). UNFCCC website. Consultado el
21 de mayo de 2011.
228. Müller, Benito (febrero de 2010).
Copenhagen 2009: Failure or final wake-
up call for our leaders? EV 49 (PDF) (en
inglés). Oxford Institute for Energy
Studies. p. i. ISBN 978-1-907555-04-6.
Consultado el 18 de mayo de 2010.
229. United Nations Environment
Programme (noviembre de 2010).
«Technical summary» (PDF). The
Emissions Gap Report: Are the
Copenhagen Accord pledges sufficient to
limit global warming to 2 °C or 1.5 °C? A
preliminary assessment (advance copy)
(en inglés). UNEP website. Archivado
desde el original el 27 de mayo de 2011.
Consultado el 11 de mayo de 2011. Esta
publicación también está disponible en
formato e-book
230. UNFCCC (30 de marzo de 2010).
«Decision 2/CP. 15 Copenhagen Accord.
en: Report of the Conference of the
Parties on its fifteenth session, held in
Copenhagen from 7 to
19 December 2009. Addendum. Part Two:
Action taken by the Conference of the
Parties at its fifteenth session» (PDF) (en
inglés). United Nations Office at Geneva,
Switzerland. p. 5. Consultado el 17 de
mayo de 2010.
231. «Outcome of the work of the Ad Hoc
Working Group on long-term Cooperative
Action under the Convention» (en inglés).
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA,
MÉXICO. 11 de diciembre de 2010. p. 2.
Consultado el 12 de enero de 2011.
232. Royal Society (13 de abril de 2005).
Economic Affairs – Written Evidence .
The Economics of Climate Change, the
Second Report of the 2005–2006 session,
produced by the UK Parliament House of
Lords Economics Affairs Select
Committee (en inglés). UK Parliament
website. Consultado el 9 de julio de 2011.
Este documento también está disponible
en formato PDF
233. Academia Brasileira de Ciéncias
(Brasil), Royal Society of Canada, Chinese
Academy of Sciences, Académie des
Sciences (Francia), Deutsche Akademie
der Naturforscher Leopoldina (Alemania),
Indian National Science Academy,
Accademia Nazionale dei Lincei (Italia),
Science Council of Japan, Academia
Mexicana de Ciencias, Russian Academy
of Sciences, Academy of Science of South
Africa, Royal Society (Reino Unido),
National Academy of Sciences (Estados
Unidos) (de mayo de 2009). «G8+5
Academies’ joint statement: Climate
change and the transformation of energy
technologies for a low carbon future» (en
inglés). US National Academies website.
Consultado el 5 de mayo de 2010.
234. Julie Brigham-Grette et al.
(septiembre de 2006). «Petroleum
Geologists' Award to Novelist Crichton Is
Inappropriate» (PDF). Eos (en inglés) 87
(36). Consultado el 23 de enero de 2007.
«The AAPG stands alone among scientific
societies in its denial of human-induced
effects on global warming.»
235. DiMento, Joseph F. C.; Doughman,
Pamela M. (2007). Climate Change: What
It Means for Us, Our Children, and Our
Grandchildren (en inglés). The MIT Press.
p. 68. ISBN 978-0-262-54193-0.
236. Boykoff, M.; Boykoff, J. (julio de
2004). «Balance as bias: global warming
and the US prestige press». Global
Environmental Change Part A (en inglés)
14 (2): 125-136.
doi:10.1016/j.gloenvcha.2003.10.001 .
texto completo disponible.
237. Oreskes, Naomi; Conway, Erik.
Merchants of Doubt: How a Handful of
Scientists Obscured the Truth on Issues
from Tobacco Smoke to Global Warming
(en inglés) (1.ª edición). Bloomsbury
Press. ISBN 978-1-59691-610-4.
238. Aaron M. McCright and Riley E.
Dunlap, «Challenging Global Warming as a
Social Problem: An Analysis of the
Conservative Movement's Counter-
Claims», Social Problems (en inglés),
noviembre de 2000, Vol. 47 Número 4, pp
499-522 in JSTOR
239. Weart, S. (julio de 2009). «The Public
and Climate Change (cont. – since 1980).
Section: After 1988» (en inglés).
American Institute of Physics website.
Consultado el 5 de mayo de 2010.
SEPP (n.d.). «Frequently Asked
Questions About Climate Change»
(en inglés). Science & Environmental
Policy Project (SEPP) website.
Archivado desde el original el 11 de
mayo de 2008. Consultado el 5 de
mayo de 2010.
240. Begley, Sharon (13 de agosto de
2007). «The Truth About Denial» .
Newsweek (en inglés). Consultado el 13
de agosto de 2007.
241. Adams, David (20 de septiembre de
2006). «Royal Society tells Exxon: stop
funding climate change denial» . The
Guardian (en inglés). Londres. Consultado
el 9 de agosto de 2007.
242. «Exxon cuts ties to global warming
skeptics» (en inglés). MSNBC. 12 de
enero de 2007. Consultado el 2 de mayo
de 2007.
243. Sandell, Clayton (3 de enero de
2007). «Report: Big Money Confusing
Public on Global Warming» (en inglés).
ABC. Consultado el 27 de abril de 2007.
244. «Greenpeace: Exxon still funding
climate skeptics» . USA Today (en inglés).
Reuters. 18 de mayo de 2007. Consultado
el 21 de enero de 2010.
245. «Global Warming Resolutions at U.S.
Oil Companies Bring Policy Commitments
from Leaders, and Record High Votes at
Laggards» (en inglés). Ceres. 13 de mayo
de 2004. Consultado el 4 de marzo de
2010.
246. Weart, S. (febrero de 2015). «The
Public and Climate Change (cont. – since
1980). Section: after 1988» (en inglés).
American Institute of Physics website.
Consultado el 18 de agosto de 2015.
247. «Environment» (en inglés). Gallup.
2015. Consultado el 18 de agosto de
2015.
248. Pelham, Brett (2009). «Awareness,
Opinions about Global Warming Vary
Worldwide» (en inglés). Gallup.
Consultado el 18 de agosto de 2015.
249. Pugliese, Anita (20 de abril de 2011).
«Fewer Americans, Europeans View
Global Warming as a Threat» (en inglés).
Gallup. Consultado el 22 de abril de 2011.
250. Ray, Julie; Anita Pugliese (22 de abril
de 2011). «Worldwide, Blame for Climate
Change Falls on Humans» . Gallup.Com
(en inglés). Consultado el 3 de mayo de
2011. «People nearly everywhere,
including majorities in developed Asia and
Latin America, are more likely to attribute
global warming to human activities rather
than natural causes. The U.S. is the
exception, with nearly half (47%) – and
the largest percentage in the world –
attributing global warming to natural
causes.»
251. «Climate Change and Financial
Instability Seen as Top Global Threats»
(en inglés). Pew Research Center for the
People & the Press.
252. Climate Change: Key Data Points
from Pew Research | Pew Research
Center (en inglés)
253. Tranter, Bruce; Booth, Kate (Julio de
2015). «Scepticism in a Changing Climate:
A Cross-national Study». Global
Environmental Change (en inglés) 33: 54-
164.
doi:10.1016/j.gloenvcha.2015.05.003 .
254. Weart, Spencer R. (febrero de 2014).
«The Discovery of Global Warming; The
Public and Climate Change: Suspicions of
a Human-Caused Greenhouse (1956-
1969)» . American Institute of Physics.
Consultado el 12 de mayo de 2015., y
footnote 27
255. Erik Conway. "What's in a Name?
Global Warming vs. Climate Change" ,
NASA, 5 de diciembre de 2008
256. Weart, Spencer R. (febrero de 2014).
«The Discovery of Global Warming; The
Public and Climate Change: The Summer
of 1988» . American Institute of Physics.
Consultado el 12 de mayo de 2015.
257. U.S. Senate, Committee on Energy
and Natural Resources, "Greenhouse
Effect and Global Climate Change, part 2"
100th Cong., 1st sess., 23 de junio de
1988, p. 44.

Bibliografía
Good, P., et al. (2010), An updated
review of developments in climate
science research since IPCC AR4. A
report by the AVOID consortium (en
inglés), Londres, Reino Unido:
Committee on Climate Change, p. 14.
Report website.
IAP (junio de 2009), Interacademy
Panel (IAP) Member Academies
Statement on Ocean Acidification (en
inglés), Secretariat: TWAS (the
Academy of Sciences for the
Developing World), Trieste, Italy.
IEA (2009). World Energy Outlook
2009 (en inglés). París, Francia:
International Energy Agency (IEA).
ISBN 978-92-64-06130-9.
IPCC AR5 WG2 A (2014), Field, C. B.,
et al., ed., Climate Change 2014:
Impacts, Adaptation, and Vulnerability.
Part A: Global and Sectoral Aspects
(GSA). Contribution of Working Group
II (WG2) to the Fifth Assessment
Report (AR5) of the Intergovernmental
Panel on Climate Change (IPCC) (en
inglés), Cambridge University Press,
archivado desde el original el 16 de
abril de 2014. Archivado desde [ el
original] el 25 de junio de 2014.
IPCC AR5 WG1 (2013), Stocker, T. F.,
et al., ed., Climate Change 2013: The
Physical Science Basis. Working
Group 1 (WG1) Contribution to the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (IPCC) 5th Assessment Report
(AR5) (en inglés), Cambridge
University Press. Climate Change
2013 Working Group 1 website.
IPCC SREX (2012). Field, C. B., et al.,
ed. Managing the Risks of Extreme
Events and Disasters to Advance
Climate Change Adaptation (SREX)
(en inglés). Cambridge University
Press. Archivado desde el original el
19 de diciembre de 2012.. Summary
for Policymakers available in Arabic,
Chinese, French, Russian, and
Spanish.
IPCC AR4 SYR (2007). Core Writing
Team;; Pachauri, R.K;; Reisinger, A.,
eds. Climate Change 2007: Synthesis
Report . Contribution of Working
Groups I, II and III to the Fourth
Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (en inglés). IPCC. ISBN 92-
9169-122-4.
IPCC AR4 WG1 (2007). Solomon, S.;;
Qin, D.; Manning, M.; Chen, Z.;
Marquis, M.; Averyt, K.B.; Tignor, M.;
Miller, H.L., eds. Climate Change 2007:
The Physical Science Basis .
Contribution of Working Group I to the
Fourth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (en inglés). Cambridge
University Press. ISBN 978-0-521-
88009-1. (pb: 978-0-521-70596-7)
IPCC AR4 WG2 (2007). Parry, M.L.;
Canziani, O.F.; Palutikof, J.P.; van der
Linden, P.J.; y Hanson, C.E., ed.
Climate Change 2007: Impacts,
Adaptation and Vulnerability .
Contribution of Working Group II to
the Fourth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change. Cambridge University Press.
ISBN 978-0-521-88010-7. (pb: 978-0-
521-70597-4)
IPCC AR4 WG3 (2007). Metz, B.;
Davidson, O.R.; Bosch, P.R.; Dave, R.; y
Meyer, L.A., ed. Climate Change 2007:
Mitigation of Climate Change .
Contribution of Working Group III to
the Fourth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (en inglés). Cambridge
University Press. ISBN 978-0-521-
88011-4. (pb: 978-0-521-70598-1)
IPCC TAR WG1 (2001). Houghton,
J.T.; Ding, Y.; Griggs, D.J.; Noguer, M.;
van der Linden, P.J.; Dai, X.; Maskell,
K.; y Johnson, C.A., ed. Climate
Change 2001: The Scientific Basis .
Contribution of Working Group I to the
Third Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (en inglés). Cambridge
University Press. ISBN 0-521-80767-0.
Archivado desde el original el 30 de
marzo de 2016. (pb: 0-521-01495-6)
IPCC TAR WG2 (2001). McCarthy, J.
J.; Canziani, O. F.; Leary, N. A.; Dokken,
D. J.; y White, K. S., ed. Climate
Change 2001: Impacts, Adaptation
and Vulnerability . Contribution of
Working Group II to the Third
Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (en inglés). Cambridge
University Press. ISBN 0-521-80768-9.
Archivado desde el original el 14 de
mayo de 2016. (pb: 0-521-01500-6)
IPCC TAR WG3 (2001). Metz, B.;
Davidson, O.; Swart, R.; y Pan, J., ed.
Climate Change 2001: Mitigation .
Contribution of Working Group III to
the Third Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (en inglés). Cambridge
University Press. ISBN 0-521-80769-7.
Archivado desde el original el 27 de
febrero de 2017. (pb: 0-521-01502-2)
IPCC TAR SYR (2001). Watson, R. T.; y
the Core Writing Team, ed. Climate
Change 2001: Synthesis Report .
Contribution of Working Groups I, II,
and III to the Third Assessment
Report of the Intergovernmental
Panel on Climate Change (en inglés).
Cambridge University Press. ISBN 0-
521-80770-0. (pb: 0-521-01507-3)
IPCC SAR SYR (1996). Climate
Change 1995: A report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change. Second Assessment Report
of the Intergovernmental Panel on
Climate Change (en inglés). IPCC.
pdf . The "Full Report", consisting of
"The IPCC Second Assessment
Synthesis of Scientific-Technical
Information Relevant to Interpreting
Article 2 of the UN Framework
Convention on Climate Change" and
the Summaries for Policymakers of
the three Working Groups.
IPCC SAR WG3 (1996). Bruce, J.P.;
Lee, H.; y Haites, E.F., ed. Climate
Change 1995: Economic and Social
Dimensions of Climate Change.
Contribution of Working Group III to
the Second Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate
Change (en inglés). Cambridge
University Press. ISBN 0-521-56051-9.
(pb: 0-521-56854-4) pdf .
Jamet, S. y J. Corfee-Morlot (7 de
abril de 2009), «Assessing the
Impacts of Climate Change: A
Literature Review» , OECD Economics
Department Working Papers (OECD)
(691), doi:10.1787/224864018517 .
Paper at IDEAS .
  Este artículo incorpora material de
dominio público desde  US Global
Change Research Program (USGCRP)
documento: NCADAC (11 de enero de
2013), Federal Advisory Committee
Draft Climate Assessment. A report by
the National Climate Assessment
Development Advisory Committee
(NCADAC) (en inglés), Washington,
D.C., EE. UU.
National Research Council (2011),
Climate Stabilization Targets:
Emissions, Concentrations, and
Impacts over Decades to Millennia
(en inglés), Washington, D.C., EE. UU.:
National Academies Press
National Research Council (2010).
The National Academies Press, ed.
America's Climate Choices: Panel on
Advancing the Science of Climate
Change; (en inglés). Washington, D.C.
ISBN 0-309-14588-0.
Parris, A., et al. (6 de diciembre de
2012), Global Sea Level Rise
Scenarios for the US National Climate
Assessment. NOAA Tech Memo OAR
CPO-1 (en inglés), NOAA Climate
Program Office. Report website.
UNEP (2010), UNEP Emerging Issues:
Environmental Consequences of
Ocean Acidification: A Threat to Food
Security (en inglés), Nairobi, Kenia:
United Nations Environment
Programme (UNEP), archivado desde
el original el 7 de abril de 2015.
Report summary.
  Este artículo incorpora material de
dominio público desde  US Global
Change Research Program (USGCRP)
documento: USGCRP (2009). Karl,
T.R.; Melillo. J.; Peterson, T.; Hassol,
S.J., ed. Global Climate Change
Impacts in the United States (en
inglés). Cambridge University Press.
ISBN 978-0-521-14407-0.. Public-
domain status of this report can be
found on p.4 of PDF
US NRC (2008). Understanding and
responding to climate change:
Highlights of National Academies
Reports, 2008 edition, produced by the
US National Research Council (US
NRC) (en inglés). Washington, D.C.,
EE. UU.: National Academy of
Sciences.
US NRC (2012). Climate Change:
Evidence, Impacts, and Choices (en
inglés). US National Research Council
(US NRC).. También disponible en
formato PDF
Zeebe, R.E. (mayo de 2012), «History
of Seawater Carbonate Chemistry,
Atmospheric CO2, and Ocean
Acidification» , Annual Review of
Earth and Planetary Sciences (en
inglés) 40, doi:10.1146/annurev-
earth-042711-105521 . Originalmente
publicado en línea como análisis en
avance el 3 de enero de 2012.

Lectura adicional
Association of British Insurers (junio
de 2005). Financial Risks of Climate
Change (PDF) (en inglés).
Ammann, Caspar; et al. (2007). «Solar
influence on climate during the past
millennium: Results from transient
simulations with the NCAR Climate
Simulation Model» (PDF).
Proceedings of the National Academy
of Sciences of the United States of
America (en inglés) 104 (10): 3713-
3718.
Bibcode:2007PNAS..104.3713A .
PMC 1810336 . PMID 17360418 .
doi:10.1073/pnas.0605064103 .
«Simulations with only natural forcing
components included yield an early
20th century peak warming of ≈0.2 °C
(≈1950 AD), which is reduced to
about half by the end of the century
because of increased volcanism».
Barnett, TP; Adam, JC; Lettenmaier,
DP (17 de noviembre de 2005).
«Potential impacts of a warming
climate on water availability in snow-
dominated regions» (abstract).
Nature (en inglés) 438 (7066): 303-
309. Bibcode:2005Natur.438..303B .
PMID 16292301 .
doi:10.1038/nature04141 .
Behrenfeld, MJ; O'malley, RT; Siegel,
DA et al. (7 de diciembre de 2006).
«Climate-driven trends in
contemporary ocean productivity»
(PDF). Nature (en inglés) 444 (7120):
752-755.
Bibcode:2006Natur.444..752B .
PMID 17151666 .
doi:10.1038/nature05317 . Archivado
desde el original el 15 de abril de
2016.
Choi, Onelack; Fisher, Ann (mayo de
2005). «The Impacts of
Socioeconomic Development and
Climate Change on Severe Weather
Catastrophe Losses: Mid-Atlantic
Region (MAR) and the U.S». Climate
Change (en inglés) 58 (1-2): 149-170.
doi:10.1023/A:1023459216609 .
Dyurgerov, Mark B.; Meier, Mark F.
(2005). Glaciers and the Changing
Earth System: a 2004 Snapshot (PDF)
(en inglés). Institute of Arctic and
Alpine Research Occasional Paper
#58. ISSN 0069-6145 .
Emanuel, KA (4 de agosto de 2005).
«Increasing destructiveness of
tropical cyclones over the past 30
years» (PDF). Nature (en inglés) 436
(7051): 686-688.
Bibcode:2005Natur.436..686E .
PMID 16056221 .
doi:10.1038/nature03906 .
James E. Hansen, Larissa Nazarenko,
Reto Ruedy, Makiko Sato, Josh Willis,
Anthony Del Genio, Dorothy Koch,
Andrew Lacis, Ken Lo, Surabi Menon,
Tica Novakov, Judith Perlwitz, Gary
Russell, Gavin A. Schmidt, Nicholas
Tausnev (3 de junio de 2005). «Earth's
Energy Imbalance: Confirmation and
Implications» (PDF). Science (en
inglés) 308 (5727): 1431-1435.
Bibcode:2005Sci...308.1431H .
PMID 15860591 .
doi:10.1126/science.1110252 .
Hinrichs, Kai-Uwe; Hmelo, Laura R.;
Sylva, Sean P. (21 de febrero de
2003). «Molecular Fossil Record of
Elevated Methane Levels in Late
Pleistocene Coastal Waters». Science
(en inglés) 299 (5610): 1214-1217.
Bibcode:2003Sci...299.1214H .
PMID 12595688 .
doi:10.1126/science.1079601 .
Hirsch, Tim (11 de enero de 2006).
«Plants revealed as methane source»
(en inglés). BBC.
Hoyt, Douglas V.; Schatten, Kenneth
H. (noviembre de 1993). «A
discussion of plausible solar
irradiance variations, 1700–1992».
Journal of Geophysical Research (en
inglés) 98 (A11): 18,895-18,906.
Bibcode:1993JGR....9818895H .
doi:10.1029/93JA01944 .
IPCC TAR SYR (2001). Watson, R. T.; y
the Core Writing Team, ed. Climate
Change 2001: Synthesis Report .
Contribution of Working Groups I, II,
and III to the Third Assessment
Report of the Intergovernmental
Panel on Climate Change (en inglés).
Cambridge University Press. ISBN 0-
521-80770-0. (pb: 0-521-01507-3)
Jamet, S. y J. Corfee-Morlot (7 de
abril de 2009). «Assessing the
Impacts of Climate Change: A
Literature Review» . OECD Economics
Department Working Papers (en
inglés) (OECD) (691).
doi:10.1787/224864018517 .. Paper
at IDEAS .
Karnaukhov, A. V. (2001). «Role of the
Biosphere in the Formation of the
Earth's Climate: The Greenhouse
Catastrophe» (PDF). Biophysics (en
inglés) 46 (6).
Kenneth, James P.; et al. (14 de
febrero de 2003). Methane Hydrates
in Quaternary Climate Change: The
Clathrate Gun Hypothesis (en inglés).
American Geophysical Union.
Keppler, Frank; et al. (18 de enero de
2006). «Global Warming – The Blame
Is not with the Plants» (en inglés).
Max Planck Society.
Lean, Judith L.; Wang, Y.M.; Sheeley,
N.R. (diciembre de 2002). «The effect
of increasing solar activity on the
Sun's total and open magnetic flux
during multiple cycles: Implications
for solar forcing of climate».
Geophysical Research Letters (en
inglés) 29 (24): 2224.
Bibcode:2002GeoRL..29x..77L .
doi:10.1029/2002GL015880 .
Lerner, K. Lee; Lerner, K. Lee; Wilmoth,
Brenda (26 de julio de 2006).
Environmental issues: essential
primary sources (en inglés). Thomson
Gale. ISBN 1-4144-0625-8.
McKibben, Bill (2011). The Global
Warming Reader (en inglés). OR
Books. ISBN 978-1-935928-36-2.
Muscheler, R; Joos, F; Müller, SA;
Snowball, I (28 de julio de 2005).
«Climate: How unusual is today's
solar activity?» (PDF). Nature (en
inglés) 436 (7012): 1084-1087.
Bibcode:2005Natur.436E...3M .
PMID 16049429 .
doi:10.1038/nature04045 .
Oerlemans, J. (29 de abril de 2005).
«Extracting a Climate Signal from 169
Glacier Records» (PDF). Science (en
inglés) 308 (5722): 675-677.
Bibcode:2005Sci...308..675O .
PMID 15746388 .
doi:10.1126/science.1107046 .
Purse, BV; Mellor, PS; Rogers, DJ;
Samuel, AR; Mertens, PP; Baylis, M
(febrero de 2005). «Climate change
and the recent emergence of
bluetongue in Europe» (abstract).
Nature Reviews Microbiology (en
inglés) 3 (2): 171-181.
PMID 15685226 .
doi:10.1038/nrmicro1090 .
Revkin, Andrew C (5 de noviembre de
2005). «Rise in Gases Unmatched by
a History in Ancient Ice» . The New
York Times (en inglés).
Royal Society (2005). «Joint science
academies' statement: Global
response to climate change» (en
inglés). Consultado el 19 de abril de
2009.
Roulstone, Ian y Norbury, John (2013).
Invisible in the Storm: the role of
mathematics in understanding
weather (en inglés). Princeton
University Press. (véase capítulo 8)
Ruddiman, William F. (15 de
diciembre de 2005). Earth's Climate
Past and Future (en inglés). Nueva
York: Princeton University Press.
ISBN 0-7167-3741-8. Archivado desde
el original el 8 de enero de 2006.
Ruddiman, William F. (1 de agosto de
2005). Plows, Plagues, and Petroleum:
How Humans Took Control of Climate
(en inglés). Nueva Jersey: Princeton
University Press. ISBN 0-691-12164-8.
Schelling, Thomas C. (2002).
«Greenhouse Effect» . En David R.
Henderson (ed.). Concise
Encyclopedia of Economics (en
inglés) (1.ª edición). Library of
Economics and Liberty. OCLC
317650570
Solanki, SK; Usoskin, IG; Kromer, B;
Schüssler, M; Beer, J (23 de octubre
de 2004). «Unusual activity of the Sun
during recent decades compared to
the previous 11,000 years» (PDF).
Nature (en inglés) 431 (7012): 1084-
1087.
Bibcode:2004Natur.431.1084S .
PMID 15510145 .
doi:10.1038/nature02995 .
Solanki, Sami K. et al. (28 de julio de
2005). «Climate: How unusual is
today's solar activity? (Reply)» (PDF).
Nature (en inglés) 436 (7050): E4-E5.
Bibcode:2005Natur.436E...4S .
doi:10.1038/nature04046 .
Sowers, Todd (10 de febrero de
2006). «Late Quaternary Atmospheric
CH4 Isotope Record Suggests Marine
Clathrates Are Stable». Science (en
inglés) 311 (5762): 838-840.
Bibcode:2006Sci...311..838S .
PMID 16469923 .
doi:10.1126/science.1121235 .
Svensmark, Henrik et al. (8 de febrero
de 2007). «Experimental evidence for
the role of ions in particle nucleation
under atmospheric conditions».
Proceedings of the Royal Society A (en
inglés) (FirstCite Early Online
Publishing) 463 (2078): 385-396.
Bibcode:2007RSPSA.463..385S .
doi:10.1098/rspa.2006.1773 .(online
version requires registration)
Walter, KM; Zimov, SA; Chanton, JP;
Verbyla, D; Chapin, F. S., 3rd (7 de
septiembre de 2006). «Methane
bubbling from Siberian thaw lakes as
a positive feedback to climate
warming». Nature (en inglés) 443
(7107): 71-75.
Bibcode:2006Natur.443...71W .
PMID 16957728 .
doi:10.1038/nature05040 .
Wang, Y.-M.; Lean, J.L.; Sheeley, N. R.
(20 de mayo de 2005). «Modeling the
sun's magnetic field and irradiance
since 1713» (PDF). Astrophysical
Journal (en inglés) 625 (1): 522-538.
Bibcode:2005ApJ...625..522W .
doi:10.1086/429689 . Archivado
desde el original el 14 de junio de
2007.

Enlaces externos
  Wikiquote alberga frases célebres de
o sobre Calentamiento global.
  Wikcionario tiene definiciones y otra
información sobre calentamiento
global.
  Wikinoticias tiene noticias
relacionadas con Calentamiento
global.
  Wikimedia Commons alberga una
categoría multimedia sobre
calentamiento global.
¿Qué es el Calentamiento Global? por
National Geographic.
Skeptical Science: Getting skeptical
about global warming skepticism (en
inglés) (versión en español )
Cook, John (2010). «Guía científica
ante el escepticismo sobre el
calentamiento global» (PDF).
Skeptical Science.
El estado del clima mundial 2001–
2010. Un Decenio de Fenómenos
Climáticos Extremos - Informe
Resumido por la Organización
Meteorológica Mundial (2013).
Gráficos que muestran la evolución de
las temperaturas desde finales del
siglo XIX por la NASA (en inglés).
Investigación
NASA Goddard Institute for Space
Studies – Global change research (en
inglés)
NOAA State of the Climate Report –
U.S. and global monthly state of the
climate reports (en inglés)
Climate Change at the National
Academies  – repository for reports
(en inglés)
Nature Reports Climate Change (en
inglés)
Met Office: Climate change ;– UK
National Weather Service (en inglés)
Educational Global Climate Modelling
(EdGCM) – research-quality climate
change simulator (en inglés)
Program for Climate Model Diagnosis
and Intercomparison Develops and
releases standardized models such as
CMIP3 (AR4) and CMIP5 (AR5) (en
inglés)
Educación
NASA: Climate change: How do we
know? (en inglés) – en el sitio web de
la NASA
Global Climate Change Indicators (en
inglés) – en el sitio web de NOAA
NOAA Climate Services (en inglés) –
en el sitio web de NOAA
Global Warming Art, a collection of
figures and images (en inglés)
Global Warming Frequently Asked
Questions (en inglés) – en el sitio web
de NOAA
Understanding Climate Change –
Frequently Asked Questions (en
inglés) – en el sitio web de UCAR
Global Warming: Center for Global
Studies at the University of Illinois (en
inglés)
Global Climate Change: NASA's Eyes
on the Earth (en inglés) – por JPL
(NASA) y Caltech
OurWorld (en inglés)  – en el sitio web
de United Nations University
Center for Climate and Energy
Solutions (en inglés)
Climate change - EAA-PHEV Wiki
Electric vehicles fueled with electricity
from wind or solar power will reduce
greenhouse gas pollution from the
transportation sector. (en inglés)
Climate Change Indicators in the
United States Report by United States
Environmental Protection Agency, 80
pp. (en inglés)
The World Bank - Climate Change - A 4
Degree Warmer World - We must and
can avoid it (en inglés)
A world with this much CO²: lessons
from 4 million years ago (en inglés)
Global Sea Level Rise Map (en inglés)

Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Calentamiento_global&oldid=105992526»

Última edición hace 9 horas por Ed…

El contenido está disponible bajo la licencia CC


BY-SA 3.0 , salvo que se indique lo contrario.

También podría gustarte