Mestizaje en Latinoamerica
Mestizaje en Latinoamerica
Mestizaje en Latinoamerica
Durante siglo y medio los indígenas experimentaron todo tipo de torturas, flagelos, tanto
físicas como psicológicas, infanticidios, suicidios, desplazamiento de sus tierras y costumbres,
introducción del ganado (bovino, porcino, ovino, etc.), diezmados a diferentes enfermedades
como la viruela, influenza y sarampión entre otras, que sumado a las bajas defensas dadas por
sus nuevas condiciones de vida, y la falta de anticuerpos antes virus desconocidos para ellos,
hicieron estragos y provocaron un derrumbe demográfico catastrófico. Los que sobrevivieron
no tenían ninguna intención de procrearse y traer niños a un mundo de tributaciones y
miserias. Las mujeres dejaron de tener hijos. Una familia promedio antes de la llegada de los
ibéricos tenía entre 3 y 6 hijos, 150 años más tarde tenían 1 con suerte. En cambio las mujeres
indígenas que estaban en concubinato con españoles tenían una vida más fácil y por lo tanto
eran mucho más fértiles. Además contaban con beneficios que aseguraban una buena vida
para sus hijos, por ejemplo: librarlos del tributo. Esta baja poblacional abrupta provoco que en
américa se introdujeran esclavos negros para compensar la falta de indígenas.
La inmigración jugo un papel más importante aún. El negro contribuyo a su manera a la mescla
de las razas en américa. De su cruza con indígenas nació el zambo y la unión del blanco con la
negra produjo el mulato. Las condiciones de vida del negro le atribuían una muerte temprana
debido a su trabajo como esclavo, lo cual dejaba a las mujeres libres para afincarse con otros
indios o españoles. Por otro lado, de la península ibérica vinieron no solo conquistadores,
también llegaron jóvenes aventureros, hombres cuyas familias habían quedado en el viejo
continente y otros tantos que conseguían pasajes ilegalmente buscando rehacer sus vidas en
el nuevo mundo. Este contingente al unirse con mujeres indígenas de manera duradera tendía
a relajar sus lazos con su patria natal.
Un intento de solución por parte de la corona ante este problema fue el fomentar el traslado
de mujeres y familias enteras. Los portugueses por su lado hicieron algo similar. Enviaron
mujeres, en su mayoría solteras y sin compromisos para asentarse en la zona del actual Brasil.
Estos intentos de emigración femenina fueron un fracaso.
Según el archivo general de las indias solo un 10% de los registros de emigraciones
pertenecieron a mujeres. Por un lado estaban los altos costos que implicaban para el
conquistador traer a sus mujeres y familias al nuevo mundo, y por otro los pocos que venían
con sus familias se asentaban en las grandes urbes, que eran pocas, dejando el resto de las
aldeas solamente con mujeres indígenas. Esto indudablemente provoco que tanto castellanos
como portugueses se vean obligados a tener mujeres autóctonas por falta de otras. Los lazos
pocas veces fueron estables dado que no eran bendecidos por la religión. De estas uniones
nacieron los llamados mestizos (Hijos de españoles con indígenas). No cabe duda que la estirpe
española aumento rápidamente, un poco por la inmigración, bastante por el mestizaje,
sustentada por una fertilidad privilegiada garantizada por una óptima calidad de vida de las
indígenas de los colonizadores, en contrapartida de la infertilidad y desdicha del resto de las
indígenas. Esto sin duda fue clave cuando hablamos de repoblamiento americano. En el siglo
XVIII, el crecimiento poblacional ya era un hecho, la masa poblacional mestiza ya tenía una
dimensión y complejidad asombrosa. La población mestiza alcanzaba el 45% del total, mientras
que la población de indígenas quedo relegada al 40% (asentada en las zonas centrales) y los
españoles tan solo el 15%.
En las regiones fronterizas el mestizaje se dio de forma particular. En las guerras araucanas las
mujeres españolas eran capturadas como botín de guerra, convirtiéndolas en sus sirvientas y
amantes a modo de venganza. Conformando así también proles mestizas. Cuando el mestizaje
avanzo, más numeroso fueron aun los matrimonios entre los conquistadores y las mestizas
dado sus rasgos hispanos.
Los mestizos conformaban desde el punto de vista social un grupo demasiado heterogéneo,
algunos de ellos se establecieron en las ciudades y distritos mineros, mientras que otros
formaban grupos de artesanos y pequeños propietarios. La ciudad colonial estuvo constituida
por la mixtura racial, que a la postre formó una sociedad de castas.
Las etapas historiográficas del mestizaje pueden ser observadas en seis fases:
Fueron múltiples los conflictos que representaba el mestizo tanto para la Corona como para
los españoles conquistadores y los criollos. Uno de ellos se trataba de los grandes privilegios
que obtuvieron por medio de legados testamentales, en el caso de las viudas de españoles
como en el reconocimiento legítimo y partidas hereditarias que se les concedió a los hijos de
estas dos etnias diferentes. Pese a estas condiciones la gran mayoría de los mestizos llevaron
una vida azarosa marcada por la pobreza y la marginación. Algunos de los mestizas siguieron a
sus madres a las grandes urbes para estar bajo el amparo de algún noble, mientras que otros
continuaron en la comunidad criados por las costumbres aborígenes, esto les permitió a
algunos heredar títulos gubernamentales dentro de la población.
Los criollos se encontraban preocupados por las conductas que comenzaron a asimilar los
mestizos y las castas, pues estos comenzaron a exigir el reconocimiento que merecían, que
fueran nombrados con el sustancial de Don y Doña.
En 1795 la Corona aprobó una tasa de impositivos para los súbditos, lo que provoco nuevas
reclamaciones de los criollos con respecto al mestizo, decretó las Cédulas de Gracias al Sacar
que les permitió a los mestizos ascender socialmente e ingresar a ciertas instituciones
educativas y ocupar cargos públicos.
En el transcurso del siglo XVIII, a causa de los prejuicios raciales, la gente comenzó la búsqueda
de establecer vínculos con sus más próximos, por lo que aumentaron los matrimonios entre
parentela, alegando ante las autoridades eclesiásticas que no existían personas de calidad con
la cual mantener la relaciones sin mezclarse con las castas indeseables. Por lo que se consideró
a la sociedad hispanoamericana una sociedad endogámica, sin embargo la exogamia se realizó
fuera del matrimonio