Boudieu - Nobleza de Estado - Cuarta Parte - Caps 1 y 2 PDF
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La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
LA NOBLEZA DE ESTADO
Pierre Bourdieu
CUARTA PARTE
el campo del poder y sus transformaciones
“A los burgueses
Ustedes son la mayoría –número e inteligencia; -luego ustedes son la fuerza, -que es la justicia.
Unos sabios, otros propietarios; -un día radiante vendrá en que los sabios serán propietarios, y los propietarios sabios.
Entonces su poder será completo, y nada protestará contra éste.”
Charles Baudelaire, Salon de 1846.
capítulo 1
los poderes y su reproducción
¿Cómo ignorar la desmesura del proyecto de confrontar la estructura del campo de las escuelas
del poder a la estructura del campo del poder mismo, y tratar de demostrar que la primera está
unida a la segunda por una relación de homología estructural y, a través de ella, por una relación
de interdependencia causal de una forma muy particular? El abismo no es jamás tan grande entre
los datos empíricos de los cuales habría que disponer para fundar completamente la teoría del
campo del poder que se ha esbozado poco a poco a lo largo de las investigaciones anteriores,
tanto históricas (particularmente sobre las relaciones entre el campo intelectual y el campo del
poder en el siglo XIX) como sociológicas (particularmente sobre los consumos artísticos), y
aquellos que han podido ser reunidos, por una serie de investigaciones empíricas conducidas a
propósito sólo del caso de Francia (pero, aún ahí, ¿cómo escapar a los límites de un lugar cuando
no se pretende contentarse con la universalidad vacía del discurso llamado “teórico”?).
Ars longa, vita brevis: hay que resignarse a presentar sin más espera una descripción provisional y
aproximada de este universo complejo de relaciones objetivas de interdependencia (en y por la
dominación cruzada) entre subcampos a la vez autónomos y unidos por la solidaridad orgánica de
una verdadera división del trabajo de dominación. Ello a costa de una ruptura con el modo de
pensamiento sustancialista que sostiene tanto las disertaciones teóricas de la tradición marxista
sobre la “clase dominante” como encuestas sobre las “elites” enfocadas a dar una respuesta
empírica a la cuestión de saber “quien gobierna”1: en los dos casos, en efecto, como en la
tradición, amada por los historiadores, de la prosopografía, se privilegia a una población, es decir
conjuntos de agentes susceptibles de ser sometidos a divisiones reales (con el corte en “fracciones
de la clase dominante” o en “sectores” de las “elites”) y unidos por interacciones o vínculos reales
(“las relaciones”, por ejemplo) y directamente observables.
Esta ruptura es tanto más difícil cuanto que, a menos que se contente con programas “teóricos”, no se pueden
construir científicamente los campos sino apoyándose en datos que, estando aunados a poblaciones (los patrones, los
profesores de enseñanza superior, los obispos, los artistas) requieren un tratamiento estadístico ordinario. La mayor
virtud del análisis de correspondencias, cuando se sabe construir los hechos tratados y leer los resultados obtenidos
según la lógica del modo de pensamiento relacional que le es inmanente, es permitir llevar al día los sistemas de
relaciones (entre posiciones, entre tomas de posición y entre los dos espacios así definidos): aunque sea inaccesible a
1
Según el título de un libro famoso: R. A. Dahl, Who Governs? Democracy and Power in an American City, New
Haven, Londres, Yale University Press, 1965.
2 Pierre Bourdieu
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la intuición desarmada de la experiencia ordinaria, este espacio de relaciones invisibles tiene más realidad que los
datos inmediatos más visibles del conocimiento de sentido común, como los individuos, los grupos y sus
propiedades, a los cuales se prenden las “tipologías” realistas, e incluso ciertos usos de la estadística (y del análisis de
correspondencias mismo), que cortan poblaciones en clases identificadas (por la aplicación de una etiqueta
constitutiva), unidades sustanciales susceptibles de ser pensadas en sí mismas y para sí mismas. Aunque no se pueda
construirlo , al menos en este caso, sino a partir de poblaciones y de sus propiedades, este espacio es el verdadero
principio de una definición a la vez descriptiva y predictiva de estas poblaciones y de estas propiedades redefinidas
con respecto a él, es decir relacionalmente. Es en efecto a condición de pensar los agentes y las características que
les están ligadas, como entidades estrictamente relacionales, que acontecen a los individuos o a los grupos y a sus
propiedades en sus relaciones objetivas con otros individuos u otros grupos, portadores de otras propiedades, que se
puede producir y comprender adecuadamente el sistema de relaciones de oposición y de similitud que define el
espacio de las propiedades pertinenetes y, al mismo tiempo, el espacio de los individuos construidos caracterizados
por esas propiedades y que reciben de ellas su posición diferencial. A diferencia de los espacios simples y abstractos
que produce el análisis estadístico ordinario, los espacios que la ciencia social construye son definidos por las
relaciones objetivas entre individuos y entre propiedades que son comparadas u opuestas bajo todas las relaciones
pertinentes –desde el punto de vista de su relación misma- y que son caraterizadas por conjuntos socio-lógicamente
coherentes, luego inteligibles, de propiedades estadísticamente ligadas entre sí (en grados diversos) y prácticamente
sustituibles. Estas propiedades no funcionan como capital, es decir como relación social de poder, sino dentro y por
el campo que les constituye como apuestas e instrumentos de lucha, arrancándoles así a la insignificancia y a la
ineficacia a las cuales estarían necesariamente consagradas en otro campo o en otro estado del campo; más
precisamente, están ligadas por relaciones que, constitutivas de la estructura del campo, contribuyen a definir su
eficacia y su valor de tal suerte que pueden ejercer en el campo que contribuyen a definir, efectos diferentes de
aquellos que ejercerían en otro campo.
El campo del poder es un campo de fuerzas definido en su estructura por el estado de la relación
de fuerza entre formas de poder, o especies de capital diferentes. Es también, inseparablemente,
un campo de luchas por el poder entre detentores de poderes diferentes, un espacio de juego
donde agentes e instituciones que tienen en común poseer una cantidad de capital específica
(económico o cultural, particularmente) suficiente para ocupar posiciones dominantes al seno de
sus campos respectivos, se enfrentan en estrategias destinadas a conservar o a transformar esa
relación de fuerza. Las fuerzas que pueden ser comprometidas en esas luchas y la orientación,
conservadora o subversiva, que les es aplicada, dependen de lo que se puede llamar la “tasa de
cambio” (o de conversión) establecida entre las diferentes especies de capital, es decir de lo
mismo que esas estrategias se enfocan a conservar o a transformar (particularmente por la defensa
o la crítica de las representaciones de las diferentes especies de capital y de su legitimidad).
Las diferentes especies de capital son poderes específicos que son actuantes en tal o cual campo
(de fuerzas y de luchas) salidos del proceso de diferenciación y de autonomización2. En estos
2
La emergencia de un campo del poder es solidaria de la emergencia de una pluralidad de campos relativamente
autónomos, luego de una diferenciación del mundo social (que hay que cuidarse de confundir con un proceso de
estratificación, aunque él conduce a la instauración de jerarquías sociales). Este proceso Ha sido ya analizado por
Durkheim, quien, prolongando a Spencer, para quien el universo va “de lo homogéneo hacia lo heterogéneo”, opone
al “vitalismo unitarista” de Bergson la evolución que conduce del “estado primitivo de indivisión” donde las
“funciones diversas” están ya presentes pero en “estado de confusión” (mezclando la vida religiosa, por ejemplo, el
rito, la moral, el derecho, el arte e incluso un ciencia principiante) a la “separación progresiva de todas esas funciones
diversas y por tanto primitivamente confundidas”: “el pensamiento laico y científico es separado del pensamiento
mítico y religioso; el arte es separado del culto; la moral y el derecho son separados del rito” (cf. particularmente E.
Durkheim, Pragmatism et sociologie, Cours inédit, Armand Cuvilier, éd., Paris, Vrin, 1955, p.191-193). Durkheim
ve en esta confusión de las diferentes formas de actividad, un obstáculo a la plena relaización de cada una de ellas:
“Primitivamente todas las formas de actividad, todas las funciones son reunidas, como prisioneras las unas de las
otras: son obstáculos las unas para las otras; cada una impide a la otra realizar completamente su naturaleza.” Si
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diferentes espacios de juego se engendran y se realizan especies de capital que funcionan a la vez
como logros y apuestas características de cada uno de ellos. Estas especies diferentes son ellas
mismas apuestas de luchas que tienen por objetivo no tanto la acumulación o incluso el
monopolio de una especie particular de capital (o de poder), económico, religioso, artístico, etc.,
como aquellas que se desarrollan al seno de cada campo, sino la determinación del valor y de la
fuerza relativos de los diferentes poderes capaces de ejercerse en los diferentes campos o, si se
quiere, el poder sobre los diferentes poderes o el capital que confiere un poder sobre el capital.
Esta lucha por la imposición del principio de dominación dominante que se soluciona, a cada
momento, en un estado de equilibrio en el reparto de poderes, es decir en una división del trabajo
de dominación (en ocasiones querido y pensado como tal, y explícitamente negociado), es
también una lucha por el principio legítimo de legitimación e, inseparablemente, por el modo de
reproducción legítima de los fundamentos de la dominación. Esta puede tomar la forma de
enfrentamientos reales (con las “guerras de palacio” o las luchas armadas entre los poderes
temporales y los poderes espirituales) o de confrontaciones simbólicas (tales como aquellas que,
en la Edad Media, tuvieron por apuesta la preeminencia de los oratores sobre los bellatores o,
durante todo el siglo XIX, y todavía hoy en día, la preeminencia del mérito sobre la herencia o el
regalo).
Ningún poder puede conformarse con existir en tanto poder, es decir en tanto fuerza desnuda,
desprovista de toda justificación, en una palabra, arbitraria, y debe pues justificarse de existir, y
de existir como existe, o, al menos, hacer desconocer la arbitrariedad que está en su fundamento
y, por ello, hacerse reconocer como legítima. Ahora bien, la cuestión de la legitimidad está
inscrita en el estado práctico en la existencia misma de una pluralidad de poderes en competencia
que, en y por el hecho de su enfrentamiento, y en las justificaciones antitéticas, y a menudo
inconciliables, que les oponen, hacen inevitablemente surgir la cuestión de su propia justificación.
Se sigue que las estrategias de reproducción por las cuales los portadores de las diferentes
especies de capital trabajan por conservar o aumentar su patrimonio y, correlativamente, por
mantener o mejorar su posición en el espacio social, comportan inevitablemente estrategias
simbólicas enfocadas a legitimar el fundamento social de su dominación, es decir la especie de
capital sobre la cual descansa su poder y el modo de reproducción que le es inseparable.
Las sociodiceas por las cuales los grupos dominantes buscan producir “una teodicea de su propio
privilegio”, como dice Weber, no se presentan pues bajo la forma de un discurso único y
plenamente unificado, como se deja suponer cuando se habla de “ideología dominante”. Son
tantos los puntos de vista sobre el mundo social que, siendo el producto de sistemas de
preferencias (o de valores) salidos de la interiorización de la estructura de oportunidades de
beneficio objetivamente inscritas en el volumen y la estructura del capital poseído , se diferencian
en sus expectativas y sus razones según la especie de capital que se trate de legitimar y su peso en
la estructura del capital (aunque ellas tengan todas en común trabajar en inscribir en la naturaleza
de los dominantes el fundamento de su dominación): las aristocracias de hacendados estarán, por
ejemplo, más inclinadas a buscar del lado de la tierra y de la sangre el principio de su necesidad y
de su diferencia con respecto a los advenedizos; por su parte, las nuevas “elites” burguesas, que
deben su poder al concurso y al diploma, invocan más bien el mérito o el don contra los favores y
los favoritismos inscritos en la tradición aristocrática de la protección y de la clientela.
Weber evoca apenas la avanzada fuera de la indiferenciación primitiva, él muestra, al menos en el caso de la
economía, que la aparición de ámbitos separados se acompaña de la institución de una legalidad específica,
manifestada por un en tanto que (als) constituyente (la economía en tanto que economía, etc.).
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Si ella presenta sin duda rasgos invariantes a través de las configuraciones históricas más
variadas, tal como, por ejemplo, la oposición fundamental de la división del trabajo de
dominación entre los poderes temporales y los poderes espirituales o culturales, guerreros y
sacerdotes, bellatores y oratores, hombres de negocios (en ocasiones llamados caballeros de la
industria) e intelectuales, la estructura del campo del poder depende a cada momento de las
especies de capital puestas en práctica en las luchas por la dominación y de su peso relativo en la
estructura. Y, aunque estemos aquí en un caso en que la intención de reunir la construcción
teórica y la verificación empírica, encuentra su límite, la distancia es tan grande entre las
exigencias de la construcción de objeto y los datos disponibles, se puede intentar proponer un
modelo de la estructura del campo del poder tal como ésta se presenta hoy en día en el caso de
Francia.
Para dar una primera aproximación de esta estructura, se puede comenzar por recordar lo
adquirido en un trabajo anterior (donde las exigencias de la estadística obligaban a pensar en
términos de poblaciones construidas), presentando una forma simplificada del diagrama del
espacio social propuesto en La distinction (diagrama 13 -ver glosario de términos en francés al
final de la obraa). Se ve de golpe, si se le compara a los diagramas que representan el espacio de
las instituciones de enseñanza superior (diagrama 14), que la correspondencia es casi perfecta,
con solo algunas deformaciones, que introduce la corrección aportada por la institución escolar,
entre las posiciones ocupadas por las diferentes categorías socio-profesionales dentro del espacio
social (en función del valor sincrónicamente y diacrónicamente definido del volumen y de la
estructura de su capital) y las posiciones originarias de los alumnos de las escuelas del poder. Para
ir más lejos, habría que, tomando en cuenta todos los datos propios para proporcionar índices de
posiciones relativas, como los flujos intergeneracionales (con los fenómenos llamados de
“movilidad”) e intrageneracionales (como el pantouflage3) entre las posiciones, intentar construir
una representación tan fiel como sea posible de la distribución, al seno del campo del poder, de
los diferentes campos (y de los poderes correspondientes), de cada forma particular de poder.
3
Pantouflage es el salto de la alta administración en el Estado hacia el sector privado.
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Se puede, en esta tentativa, apoyarse en los resultados de un análisis de correspondencias aplicado al conjunto de las
poblaciones que han podido ser sometidas a la investigación empírica, es decir, yendo del polo económicamente
dominante al polo económicamente dominado, los patrones de la industria y del comercio, los inspectores de
finanzas, los ingenieros de minas, los miembros de gabinetes ministeriales, los directores de ministerio, los prefectos,
los generales, los profesores y los obispos, caracterizados por su origen social (analizado de manera muy precisa).
Como se puede leer en el diagrama (diagrama 15a), el primer factor, que da cuenta de 31.5% de la inercia total,
opone los obispos y los profesores, asociados a las posiciones de origen más bajas (agricultor y artesano
particularmente), y los patrones, asociados a las posiciones más altas (tales como administrador, banquero o gran
industrial), y secundariamente, a los inspectores de finanzas, los altos funcionarios (ingenieros de minas o prefectos)
que ocupan una posición central. El segundo eje opone de un lado a los obispos –y, en un menor grado, los patrones-
, que están asociados a orígenes situados del lado del espacio social caracterizado por la preeminencia del capital
económico sobre el capital cultural (padre agricultor, artesano o comerciante) y el vínculo con el sector privado, y,
por el otro, los generales y, en un menor grado los ingenieros de minas, fuertemente asociados a orígenes situados del
lado del espacio caracterizado por el contrario por la preeminencia del capital cultural y el vínculo con el sector
público –padre oficial o ejecutivo medio. (Hemos puesto en mayúsculas las categorías de pertenencia y en minúsculas
las categorías de origen.)
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Aunque no se pueda otorgan más que un valor limitado a este análisis (particularmente en razón
de las discordancias entre las categorías empleadas para las diferentes poblaciones), este
corrobora todos los conocimientos anteriores, y el análisis de los flujos inter e intra
generacionales, que hacen aparecer una jerarquía de los campos, y de las formas de poderes o de
especies de capital que ahí se engendran y se realizan. Los diferentes campos se distribuyen al
interior del campo del poder conforme a la jerarquía objetiva de las especies de capital,
económico y cultural particularmente, desde el campo económico hasta el campo artístico,
ocupando los campos administrativo y universitario posiciones intermedias. Más precisamente, el
campo del poder se organiza según una estructura quiasmotica: estando la distribución según el
principio de jerarquización dominante, el capital económico, en cierto modo “cruzada” por la
distribución según el segundo principio de jerarquización, el capital cultural, en la cual los
diferentes campos se ordenan según una jerarquía inversa, es decir desde el campo artístico hasta
el campo económico. El campo de la alta función pública debe muchas de sus propiedades al
hecho de que ocupa una posición intermedia, lo que no quiere decir neutra, como testimonio entre
otras cosas el hecho de que los desplazamientos intrageneracionales, particularmente el
pantouflage, se orienten de manera indiscutible según la jerarquía dominante: los pasajes del
campo administrativo al campo económico, hasta al polo privado de este campo, son frecuentes
entre los altos funcionarios y los altos dignatarios de la armada, mientras que los movimientos de
sentido inverso son excepcionales.
La aprehensión estructural del campo del poder permite descubrir que cada uno de los campos
que este engloba se organiza según una estructura homóloga a la suya, con, en un polo, las
posiciones dominantes económicamente o temporalmente y dominadas culturalmente, y en el
otro, las posiciones dominantes culturalmente y dominadas económicamente. Es el caso del
campo universitario, donde los detentores de poderes temporales (es decir, más precisamente, del
control sobre los instrumentos de reproducción), a menudo considerados intelectualmente, se
oponen a los detentores de un capital simbólico de reconocimiento, que están frecuentemente
desprovistos de toda influencia sobre las instituciones. Es verdad también del campo artístico
donde, a pesar de una aceleración del proceso de consagración de las vanguardias ligado a una
institucionalización de la rebelión anti-institucional, se puede todavía oponer los artistas que
podríamos llamar de “extrema izquierda” y que, reconocidos por sus semejantes, están poco
consagrados económica y temporalmente, y los artistas de “extrema derecha” que asocian a un
prestigio artístico débil, ganancias económicas importantes4. Y se intentará mostrar más en
detalle, en consecuencia, que encontramos una oposición del mismo tipo al seno del campo
económico mismo: con, por un lado, los patrones “tecnocráticos”, cercanos bajo esta relación a
los directores de la administración central y a los miembros de gabinetes ministeriales, que deben
su posición al capital escolar y a la herencia cultural, y cuya carrera está totalmente colocada bajo
el signo de lo público (grandes liceos de Estado, grandes escuelas, alta administración, grandes
empresas ligadas al Estado) y, por el otro, los patrones "familiares”, que deben su posición a la
herencia económica.
La homología entre las oposiciones que se observan en diferentes campos (en el campo del poder,
en el campo económico, en el campo universitario, en los campos de producción cultural) está al
4
Según el INSEE, que se da una amplia definición de la categoría, los artistas son muy cercanos a los mandos medios
tanto por el ingreso como por el nivel escolar; pero es claro que, en su caso, el capital cultural no se mide sólo por los
títulos escolares. Se aprende además que, como lo habíamos observado en otras partes, los artistas tienen una tasa
muy elevada de celibato (21% para los hombres y 36% para las mujeres), así como una proporción particularmente
fuerte de hijos naturales (pero reconocidos por los padres en dos terceras partes). Ïndices de la permanencia de un
estilo de vida de artista (Donnés sociales, 1984, p.16).
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principio de todo un conjunto de efectos que uno se impide comprender cuando, atento
únicamente a las propiedades de condición, uno ignora las propiedades de posición que acontecen
a las poblaciones y a sus características debido a su inserción en un espacio de relaciones. En
realidad, en la mayoría de los casos, los diferentes niveles de oposición y de lucha tienden a
superponerse, de suerte que los agentes, a la manera de Baudelaire reuniendo en la misma
condenación al “artista burgués” y al “burgués”, pueden ser conducidos a alianzas básicamente
ambiguas e inestables –como aquellas que se instauran entre los dominados (relativos) al seno del
campo del poder y los dominados dentro del campo social global. La homología entre las
oposiciones constitutivas de los diferentes campos (y muy especialmente entre las divisiones al
seno del campo social en su conjunto) da un fundamento objetivo a la homología entre los
principios de visión y de división en uso al seno de cada uno de ellos y al uso generalizado de las
oposiciones cardinales del lenguaje ordinario (alto/bajo, ligero/pesado, fino/burdo, etc.) que
deben su densidad semántica y su fuerza de sugestión al hecho de que están cargadas de todas las
significaciones isomorfas que reciben en todos los universos.
La homología entre los campos especializados y el campo social global hace que numerosas
estrategias sean golpes dobles, que, aunque no hayan sido expresamente concebidos como tales, y
aunque no se inspiren de ninguna especie de duplicidad, funcionan a la vez en varios campos –de
suerte que son provistos de todos los atributos subjetivos y objetivos de la sinceridad, lo que
puede contribuir grandemente a su eficacia simbólica. Un solo ejemplo, entre tantos otros, que
este caso particular evocará sin duda por analogía: el de los magistrados del parlamento de París
que, en su resistencia al poder real, “confunden sus privilegios con el bien público” y, tomando
por un parlamento a la inglesa “una corte de justicia anacrónica”, llegan hasta a hacerse los
defensores de los “intereses del pueblo”, directamente presente en su mente bajo la forma del
“público” que asiste a sus deliberaciones sobre los “asuntos públicos” y que les anima, les
sostiene o les censura5. La ambigüedad estructural que se ve bien en la polisemia de un discurso
espontáneamente polifónico, por estar dotado de tantos registros como campos hay de recepción
actual o potencial, se desenlaza y se denuncia en ocasiones retrospectivamente, particularmente
en las situaciones críticas en que se impone la elección entre fidelidades jerarquizadas, o bien en
virtud de la alteración de las relaciones de fuerzas simbólicas, en el campo y fuera del campo, y
de vuelta al primer plano de los intereses inscritos en el hecho de ocupar una posición dominante
(aunque sea en posición dominada) que no han dejado de actuar jamás subterráneamente a través
de las acciones en apariencia propias para ponerlos a discusión (tantos procesos que son a
menudo descritos en el lenguaje ingenuamente finalista de la “recuperación”). Y es incluso en la
lógica del golpe doble que se ignora, es decir a través de la homología que se establece entre los
5
Cf. paritularmente, F. Bluche, Les magistrats du parlement de Paris au XVIIe siècle (1715-1771), Paris, Belles lettres,
1960, p.284-289, 296. Todos los observadores, desde los autores del siglo XVI (como Claude de Seyssel en La
monarchie de France) hasta los historiadores actuales, han insistido en el papel ambiguo, particularmente en el
terreno político, de la nobleza de vestimenta (cf. particularmente R. Mousnier, La vénalité des offices sous Henri IV
et Louis XIII, Rouen, éd. Maugard, sd., p.53 y sobre todo 83-89, y también Denis Richet, La France moderne:
l’esprit des institutions, Paris, Flammarion, 1973, p.102; B. Porchev, Les soulèvements populaires en France de
1623 à 1648, Paris, Sevpen, 1963; finalmente y sobre todo, J. H. M. Salmon, “Venal Office and Popular Sedition in
Seventeenth-Century France: a Review of a Controversy”, Past and Present, 37, juillet 1967, p.21-43, donde
encontramos un resumen de las discusiones que se han desarrollado sobre esta materia, particularmente entre
Mousnier y Porchnev). Sobre los efectos análogos que resultan de la propensión de los dominados al seno de campos
relativamente autónomos (bajo clero al seno de la Iglesia, asistentes al seno del cuerpo profesoral de las
universidades, etc.) a universalizar sus luchas internas identificándolas con las luchas de los dominados simplemente,
a costa, muy a menudo, de un uso amplificado y aproximativo de las palabras de orden –“democratización”, por
ejemplo-, se podrá leer P. Bourdieu, Homo academicus, op.cit., p.231-233.
10 Pierre Bourdieu
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Habiendo así evocado la estructura del campo del poder, hay que intentar describir la dinámica,
apoyándose en el conocimiento de las propiedades específicas de las diferentes especies de
capital, particularmente desde el punto de vista de su transmisión, y sobre los triunfos que estas
procuran a sus detentores en las luchas de competencia que les oponen. A riesgo de simplificar en
exceso, se puede plantear de golpe que toda la lógica de la lucha por el poder sobre los poderes se
ha encontrado modificada por los dos grandes cambios que han afectado los modos de
reproducción dominantes y que, ya perceptibles al nivel del campo de las escuelas del poder,
deber ser recuperados en el campo del poder mismo, es decir en las luchas de competencia que
oponen, particularmente al seno del campo administrativo y del campo económico, a los
detentores de especies de capital diferentes: por una parte, el crecimiento del peso relativo del
título escolar (asociado o no a la propiedad) con respecto al título de propiedad económica, y ello
incluso en el campo económico; por otra parte, entre los detentores de capital cultural, la
declinación de los títulos técnicos en beneficio de los títulos que garantizan una cultura general de
tipo burocrático.
Para comprender como estas modificaciones de “tasas de cambio” de las diferentes especies de
capital han afectado el funcionamiento del campo del poder y del campo de las escuelas del
poder, al cual está dialécticamente ligado, en necesario primero aprehender en tanto tal el sistema
de estrategias de reproducción que es constitutivo de un modo de reproducción y enseguida
examinar cómo una estructura determinada del capital tiende a imponer un modo de reproducción
particular, caracterizado por un conjunto de estrategias de reproducción adaptado a las
particularidades de la especie de capital que se trata de reproducir.
Hablar de estrategias de reproducción, no es imputar al cálculo racional, o incluso a la intención
estratégica, las prácticas a través de las cuales se afirma la tendencia de los dominantes a
perseverar en su ser. Es recordar solamente que numerosas prácticas fenomenalmente muy
diferentes que se organizan objetivamente, sin haber sido explícitamente concebidas y planteadas
por referencia a este fin, de tal manera que ellas contribuyen a la reproducción del capital poseído.
Esto porque ellas tienen por principio el habitus, que tiende a reproducir las condiciones de su
propia producción produciendo, en los ámbitos más diferentes de la práctica, las estrategias
objetivamente coherentes y sistemáticas características de un modo de reproducción. Así como la
disposición adquirida que llamamos una “escritura”, es decir una manera singular de trazar los
caracteres, produce siempre la misma “escritura”, es decir trazos gráficos que, a pesar de las
diferencias de tamaño, de material y de color ligados a la base, hoja de papel o pizarrón, o al
instrumento, crayón, pluma o gis, a pesar pues de las diferencias entre los conjuntos motores
movilizados, presentan una afinidad de estilo, un aire de familia, reconocibles a primera vista,
asimismo las prácticas de un mismo agente o, más ampliamente, de todos los agentes dotados de
habitus semejantes deben la afinidad de estilo que hace que ellas sean el producto de la puesta en
práctica en campos diferentes de los mismos esquemas de percepción, de pensamiento y de
acción.
Pierre Bourdieu 11
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Así, restaurando en el análisis científico la unidad que está inscrita en las prácticas, se puede
pensar bajo el mismo concepto de estrategia de reproducción de las prácticas que las ciencias del
hombre aprehender en orden disperso y en estado separado: las estrategias de fecundidad,
estrategias a muy largo plazo, puesto que todo el futuro del linaje y de su patrimonio dependes de
ellas, que buscan reducir el número de hijos y, por ello, el número de pretendientes al patrimonio
que pueden tomar vías directas, con todas las técnicas de limitación de nacimientos, o indirectas,
con por ejemplo el matrimonio tardío o el celibato, que tiene la doble ventaja de impedir la
reproducción biológica y de excluir (al menos de hecho) de la herencia (es la función de la
orientación hacia el sacerdocio de ciertos hijos en las familias aristocráticas o burguesas bajo el
Antiguo Régimen o del celibato de los menores en ciertas tradiciones campesinas)6; las
estrategias sucesoriales, que se enfocan a asegurar la transmisión del patrimonio entre las
generaciones con el mínimo de desperdicio posible, y en las cuales habría que hacer incluir, en
tanto sea posible con los métodos tradicionales de investigación, no solamente las medidas
codificadas de la costumbre o del derecho, sino también todas las astucias y todos los
subterfugios que los dominantes y los profesionales de la asesoría en administración no cesan de
inventar, y que van de la compra de cuadros a las diferentes formas de fraude; las estrategias
educativas, conscientes e inconscientes –de las cuales las estrategias escolares de las familias y de
los hijos escolarizados son un aspecto particular-, inversiones a muy largo plazo que no son
necesariamente percibidas como tales y que no se reducen, como lo cree la economía del “capital
humano”, a su dimensión estrictamente económica, o incluso moneraria, puesto que buscan
primordialmente producir agentes sociales capaces y dignos de recibir la herencia del grupo, es
decir de ser heredados por el grupo; las estrategias que se pueden llamar profilácticas, destinadas
a mantener la salud o a descartar la enfermedad; las estrategias propiamente económicas, a corto
o a largo plazo, como las operaciones de crédito, de ahorro y de inversión, destinadas a asegurarla
reproducción del patrimonio económico; las estrategias de inversión social, consciente o
inconscientemente orientadas hacia la instauración y el mantenimiento de relaciones sociales
directamente movilizables y utilizables, a corto o a largo plazo, es decir hacia la transformación,
operada por la alquimia del intercambio, de trabajo, de tiempo, etc. en obligaciones durables,
subjetivamente sentidas (sentimientos de reconocimiento, de respeto, etc.) o institucionalmente
garantizadas (derechos); las estrategias matrimoniales, caso particular de las precedentes, que
deben asegurar la reproducción biológica del grupo sin amenazar su reproducción social por el
casamiento desigual y proveer, por la alianza con un grupo al menos equivalente bajo todas las
relaciones socialmente pertinentes, el mantenimiento del capital social; finalmente, las estrategias
de sociodicea que , como se ha visto, se enfocan a legitimar la dominación y su fundamento (es
decir la especie de capital sobre la cual esta descansa), naturalizándolos.
Así, remontando de la opus operatum, de las prácticas que se revelan a la intuición como una
rapsodia de datos, al modus operandi, al habitus generador y unificador que produce estrategias
objetivamente sistemáticas, podemos aprehender las relaciones prácticas que se establecen
continuamente entre las diferentes estrategias de reproducción y comprender en particular la
extraña solidaridad de los niveles de práctica que, a la manera de las suplencias funcionales de las
que hablan los biólogos, permite por ejemplo a las estrategias matrimoniales suplir las fallas de
las estrategias de fecundidad.
6
Sobre las funciones sociales del celibato de los hijos menores en la tradición bearnesa, ver P. Bourdieu, “Les stratégies
matrimoniales dans le système des stratégies de reproduction”, Annales, 27 (4-5), juill.-oct. 1972, p. 1105-1127.
Sobre la funciones del celibato de los sacerdotes bajo el Antiguo Régimen, ver F. Y. Besnard, Souvenirs d’un
nonagénaire, Paris, 1880, I, p.1-2, citado en E. G. Barber, The Bourgeoisie in 18th Century France, Princeton,
Princeton University Press, 1967, p.126.
12 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
En efecto, debido a que se aplican a puntos diferentes del ciclo de vida como proceso irreversible, las diferentes
estrategias de reproducción están también cronológicamente articuladas, debiendo cada una de ellas contar a cada
momento con los resultados alcanzados por aquellas las otras que las han precedido o que tienen un alcance temporal
más corto: es así por ejemplo que, en la tradición bearnesa, las estrategias matrimoniales dependían muy
estrechamente de las estrategias de fecundidad de la familia (por la intermediación del número de pretendientes al
patrimonio y de su sexo, es decir del número de hijos a dotar de una herencia o de una compensación), de las
estrategias educativas, de las cuales el éxito era la condición de la puesta en obra de las estrategias enfocadas a
descartar de la herencia a las hijas y a los menores (unas por el matrimonio apropiado y otros por el celibato o la
emigración), estrategias propiamente económicas enfocadas entre otras cosas al mantenimiento o al aumento del
capital de tierras, etc. Esta interdependencia se extendía sobre varias generaciones, pudiendo una familia tener que
imponerse pesados sacrificios para compensar las salidas (particularmente en tierras) necesarias para “dotar” en
tierras o en dinero una familia demasiado numerosa o para restablecer la posición material y sobre todo simbólica del
grupo después de un matrimonio desigual.
La misma interdependencia se observa hoy en día entre las estrategias escolares y las estrategias de fecundidad y se
ve en efecto que las posibilidades de proporcionar estudios están siempre estrechamente ligadas, siendo por otra parte
todas las cosas iguales, a una fecundidad más reducida: sin duda porque una familia más numerosa, a través de los
costos de todos los órdenes que ella entraña, tiende a desalentar el esfuerzo de escolarización, pero también y sobre
todo porque la ambición escolar estaba inscrita desde el origen en la disposición a la ascesis para el ascenso que
estaba al principio de la limitación de la fecundidad. Y, así como las estrategias escolares deben contar con los
resultados de las estrategias de fecundidad, que están de antemano habitadas por las exigencias de la inversión
escolar, las estrategias matrimoniales no son sin duda independientes de las estrategias escolares y, más
generalmente, del conjunto de las estrategias de reproducción. Basta pensar en la transformación de las estrategias
que la burguesía de negocios ponía tradicionalmente en práctica para casar a sus hijas y que, como la transformación
concomitante de las estrategias de fecundidad (que ella contribuye sin duda a explicar), es correlativa de una
transformación de sus relaciones objetivas con el sistema de enseñanza. Con los progresos del acceso de las hijas a la
enseñanza superior, los mecanismos de auto-orientación (“vocación”) y de selección que producen grupos escolares
(facultad o escuela, disciplina, etc.) socialmente muy homogéneos han tendido a asegurar la homogamia al menos tan
eficazmente, pero de manera mucho más discreta, como el intervencionismo de las familias y en particular sus
esfuerzos por organizar ocasiones directamente controladas de encuentro (bailes, fiestas sorpresa, rallies, etc. ). Este
efecto inesperado de la escolarización sin duda no ha contribuido poco a alentar a las familias a abandonar su política
dirigista (en todo caso muy difícil de imponer) en beneficio del dejar-hacer, al mismo tiempo que se redefinía
completamente el sistema de criterios que determinaban el valor de las hijas en el mercado matrimonial, que se trata
del capital económico (dote) o del capital simbólico de honorabilidad (virginidad, porte, etc.)7. Y las reformas del
derecho de la familia que han sido operadas en el curso de los años 70 (bajo la conducción de un presidente de la
República, Valéry Giscard d’Estaing, que reproduce -en una trayectoria personal que conduce de las fracciones más
tradicionales, cercanas al petainismo, a la burguesía nueva- toda la evolución de la burguesía) son el acompañamiento
político, necesario para ajustar las normas a las prácticas, de una transformación del modo de reproducción en vigor
en la gran burguesía: las nuevas medidas concernientes, para citar sin orden alguno, la autoridad paterna (sustituida
por la autoridad paternal), la igualdad de cónyuges en los regímenes matrimoniales y la administración del patrimonio
de las familias, el divorcio, el concubinato, la interrupción voluntaria del embarazo, etc., no hacen sino inscribir en el
orden del derecho un conjunto de prácticas cuya aparición en la burguesía nueva8 había sido autorizada, favorecida o
determinada por la transformación del modo de reproducción.
Pero, para hacer percibir la necesidad de pensar como tal el sistema de las estrategias de reproducción, no hay sin
duda mejor ejemplo que aquel de la inversión educativa, que está llamada por la división del trabajo entre los
discípulos a ser el objeto de aprehensiones parciales y abstractas. Los economistas tienen el mérito aparente de
7
Semejantes observaciones han sido hechas en los Estados Unidos, donde el crecimiento de la escolarización asociada a
una intensificación de la selección escolar (que contribuye a mantener la homogeneidad social de cada institución o
de cada nivel de enseñanza) tienden a compensar la libertad más grande con la que los jóvenes juegan dentro de las
opciones de su conjunto (cf. B. K. Eckland, “New Mating Boudaries in Education”, Social Biology, 17 (4), déc.1970,
p.269-277).
8
Un análisis secundario de un conjunto de sondeos nos había permitido observar que las categorías más favorecidas
económica y culturalmente se mostraban sistemáticamente más “liberales” en el plano de la moral, familiar y sexual
particularmente, que todas las demás categorías, pero permaneciendo más conservadores en el plano de la política
(por ejemplo, en materia de derecho de huelga).
Pierre Bourdieu 13
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
plantear explícitamente la cuestión de la relación –y de su evolución en el tiempo- entre las tasas de ganancia
aseguradas por la inversión educativa y por la inversión económica. Pero, además de que su medida del rendimiento
de la inversión escolar no toma en cuenta más que los costos y las ganancias monetarias o directamente convertibles
en dinero, como los gastos entrañados por los estudios y el equivalente en dinero del tiempo consagrado a estudiar,
no pueden dar razón de las partes relativas que los diferentes agentes otorgan a la inversión económica y a la
inversión cultural, a falta de tomar en cuenta sistemáticamente la estructura de la posibilidades diferenciales de
beneficio que les son prometidas por los diferentes mercados en función del volumen y de la estructura de su
patrimonio9. Más aún, omitiendo reemplazar las estrategias de inversión escolar en el conjunto de las estrategias
educativas y en el sistema de las estrategias de reproducción, se condenan a dejar escapar, por una paradoja
necesaria, la mejor escondida y la más importante socialmente de las inversiones educativas, a saber la transmisión
doméstica de capital cultural: las interrogaciones ingenuas sobre la relación entre la “aptitud” (ability) a los estudios
y la inversión en los estudios, se desvanecen desde que se toma en cuenta el hecho de que la aptitud, o el “don”, es
también el producto de una inversión en tiempo y en capital cultural10. Se comprende que, cuando se intentan evaluar
los beneficios de la inversión escolar, Gary Becker no puede ir más allá de los ingresos monetarios individuales más
que para interrogarse, en una lógica típicamente funcionalista, sobre la rentabilidad de los gastos de educación para la
“sociedad” en su conjunto (social rate of return)11 o sobre la contribución que la educación aporta a la
“productividad nacional” (the social gain of education as measured by its effects on national productivity)12. Esta
definición de las funciones de la educación, que ignora la contribución que el sistema de enseñanza aporta a la
reproducción de la estructura social al aprobar la transmisión hereditaria del capital cultural, se encuentra de hecho
implicada, desde el origen, en una definición del “capital humano” que, a pesar de sus connotaciones “humanistas”,
no escapa al economismo y que ignora, entre otras cosas, que el rendimiento escolar de la acción escolar depende del
capital cultural previamente invertido por la familia y que el rendimiento económico y social del título escolar
depende del capital social, éste también heredado, que puede ser puesto a su servicio13.
No todos lo agentes y todos los grupos utilizan de la misma manera y en el mismo grado todas las
estrategias de reproducción disponibles, y el sistema de estrategias de reproducción realmente
puestas en obra por cada uno de ellos depende en cada caso del volumen y sobre todo de la
estructura de su patrimonio: a través particularmente de la estructura de oportunidades
diferenciales de beneficio que son objetivamente ofertadas a las inversiones por los diferentes
mercados sociales, se imponen estructuras diferentes de propensiones a invertir o, si se prefiere,
sistemas de preferencias o de intereses diferentes. Así, por ejemplo, la propensión a invertir en
trabajo y en celo escolares no depende sólo del volumen del capital cultura poseído; depende
también del peso relativo del capital cultural en la estructura del patrimonio. Esto se ve
claramente si se comparan las inversiones educativas de empleados y de profesores y las de
patrones: a diferenica de los primeros, que tienden a concentrar todas sus inversiones en el
mercado escolar, los segundo, cuyo éxito social no depende en el mismo grado del éxito escolar,
invierten menos “interés” y trabajo en sus estudios y no obtienen el mismo rendimiento de su
capital cultural. El “interés” que un agente (o una clase de agentes) da a los “estudios” (y que es,
con el capital cultural heredado, del cual éste depende parcialmente, uno de los factores más
poderosos del éxito escolar) depende no solamente de su éxito escolar actual o antes logrado (es
decir de sus oportunidades de éxito dado su capital cultural), sino también del grado al cual su
éxito social depende de su éxito escolar. Ahora bien, un agente o un grupo depende tanto menos
9
Cf. en particular G. S. Becker, Human Capital, New York, Columbia University Press, 1964.
10
Id., p.63-66.
11
Id., p.121.
12
Id., p.155.
13
Si hay que repetir aquí estas críticas, ya formuladas desde hace mucho tiempo (cf. P. Bourdieu, “Avenir de classe et
causalité du probable”, Revue française de sociologie, XV, janv.-mars, 1974, p.3-42), es porque ciertos adeptos del
fast reading se obstinan en acercar mis análisis a los de los economistas y sociólogos que, en la línea de Becker, no
quieren conocer otro principio de las prácticas más que el cálculo interesado y que, con la ayude de algunos
“filósofos”, vuelven a poner hoy en día en escena al viejo fantasma del homo economicus.
14 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
del capital cultura para su reproducción cuanto más rico en capital económico es y el rendimiento
económico y social del capital escolar dependen en muchos casos del capital social (o incluso
económico) que permite hacerle valer, doble atestiguamiento del estatuto dominado de esta
especie de capital.
Así, la estructura del sistema de estrategias de reproducción característica de una unidad
doméstica depende del valor relativo de las ganancias que ella puede esperar de las diferentes
colocaciones en función del poder efectivo sobre los diferentes mecanismos institucionalizados
(tales como el mercado económico, el mercado matrimonial o el mercado escolar) pudiendo
funcionar como instrumentos de reproducción que le son actual o potencialmente ofertados en
función del volumen y de la estructura de su capital: la estructura de la distribución del poder
sobre los instrumentos de reproducción es, en un estado determinado de la definciión dominante
de lo que es legítimamente transmisible y de las maneras legítimas de transmitirlo, el factor
determinante del rendimiento diferencial que los diferentes instrumentos de reproducción están en
posibilidades de ofrecer a las inversiones de los diferentes agentes (o clases de agentes) y, por
ello, de la reproducibilidad de su patrimonio y de su posición social, luego de la estructura de sus
propensiones diferenciales a invertir en los diferentes mercados.
Se sigue que todo cambio de la relación entre el patrimonio (considerado en su volumen y en su
estructura) y el sistema de instrumentos de reproducción, con la transformación correlativa del
sistema de oportunidades de ganancia, tiende a entrañar una reestructuración del sistema de las
estrategias de inversión: los detentores de capital no pueden mantener su posición en el espacio
social (o en la estructura de un campo determinado, como el campo artístico o científico) más que
al precio de reconversiones de las especies de capital que ellos detentan en otras especies, más
rentables o más legítimas en el estado considerado de los instrumentos de reproducción14. Estas
reconversiones objetivamente impuestas por la necesidad de evitar la devaluación del patrimonio
pueden ser subjetivamente vividas como cambios de gusto o de vocación, es decir como
conversiones.
Numerosos errores de apreciación que cometen aquellos que plantean ingenuamente la cuestión ingenua de la
“democratización” y de la evolución de la “movilidad social” vienen de que se ignoran los fenómenos de translación
de la estructura (describiendo por ejemplo como “movilidad ascendente” el paso intergeneracional del estatuto de
maestro al de profesor de CEG, movimiento aparente destinado a mantener la posición relativo). Además, la visión
unidimensional y lineal del espacio social (con la imagen de la “escala social”), impide pura y simplemente ver que la
reproducción de la estructura social puede, en ciertas condiciones, exigir una muy débil “herencia profesional” (o, si
se quiere, una muy débil “rigidez”): es el caso siempre que los agentes no pueden mantener su posición en la
estructura social sino al precio de una reconversión de su capital, es decir de un cambio de condición (con, por
ejemplo, el paso de la condición de pequeño propietario agrícola al de pequeño funcionario, o de pequeño artesano a
empleado de comercio). Hay pues que distinguir entre los desplazamientos al interior del espacio propio de un
campo, asociados a la acumulación (positiva o negativa) de la especie de capital que constituye la apuesta específica
de la competencia que lo define propiamente, y los desplazamientos entre campos, asociados a la reconversión de
una especie determinada de capital en otra especie, que tiene curso en otro campo, una y otra clase de desplazamiento
dependiendo en su significación y su valor de las relaciones objetivas entre los diferentes campo, luego, de las tasas
de conversión de las diferentes especies de capital, y de los cambios que les afectan en el curso del tiempo, al término
de las luchas entre los detentores de las diferentes especies de capital.
14
Tal es el principio de fenómenos sociales de escala y de naturaleza muy diferente, sea la reconversión de una
aristocracia rústica en burocracia de Estado, o, en el otro extremo, la reconversión de una parte o de la totalidad de
una disciplina científica en ootra, o de un género literario o artístico en otro (en este caso, la distancia entre la verdad
objetiva y la verdad subjetiva es máxima y debe serlo, no pudiendo la reconversión tener éxito, es decir producir su
efecto simbólico, más que si es vivida y percibida como conversión).
Pierre Bourdieu 15
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
En universos sociales donde los dominantes deben sin cesar cambiar para conservar, ellos tienden
necesariamente a dividirse, sobre todo en los períodos de transformación rápida del modo de
reproducción en vigor, según los “grados” (y las formas) de reconversión de sus estrategias de
reproducción. Los agentes o los grupos mejor provistos de especies de capital que permiten
recurrir a los nuevos instrumentos de reproducción, luego los más inclinados y los más aptos a
emprender una reconversión, se oponen a aquellos que son los más estrechamente ligados a la
especie de capital amenazado: así, en vísperas de la Revolución de 1789, los pequeños
aristócratas de provincia sin fortuna ni cultura, o, en vísperas de la crisis de mayo del 68, los
profesores de disciplinas directamente subordinadas a los concursos de reclutamiento de
profesores, gramática, lenguas antiguas o incluso filosofía, son inclinados a buscar en un
conservadurismo de la desesperación la negación o la compensación mágica de su regresión
económica y social. A esas dos posiciones polares corresponden dos formas de sociodicea
conservadora, aquellas que se enfocan ante todo a legitimar el modo de reproducción antiguo,
diciendo lo que hasta entoces era evidente decir y transformando la doxa en ortodoxia, y aquellos
que se enfocan a racionalizar, en el doble sentido del término, la reconversión apresurando la
toma de consciencia de las transformaciones y la elaboración de las estrategias adaptadas y
legitimando estas nuevas estrategias a los ojos de los “integristas”.
Son luchas de este tipo las que oponen hoy en día, al seno del campo del poder, e incluso al seno
del campo del poder económico, agentes o grupos de agentes que se distinguen por la estructura
de su patrimonio, es decir por el perfil de la distribución de las diferentes especies (y subespecies)
del capital que poseen, y que se orientan por este hecho hacia estrategias de reproducción
totalmente diferentes: ya sea que ellos otorguen pesos inversos a las inversiones económicas y a
las inversiones escolares; ya sea que, como es cada vez más frecuente el caso hoy en día, se
distingan por las subespecies de capital escolar que buscan asegurarse por inversiones escolares
considerablemente acrecentadas. Pero vemos todavía coexistir, en el mismo espacio económico,
la transmisión enteramente controlada por la familia de un derecho de propiedad hereditario, que
el hecho de los “patrones de familia”, y la transmisión, más o menos completamente asegurada y
controlada por la Escuela (y el Estado), de un poder vitalicio, fundado en el título escolar –que, a
diferencia del título de propiedad o del título de nobleza no es transmisible hereditariamente.
15
Se podría repetir aquí, a propósito de las familias industriales, casi todo lo que había sido escrito acerca de las
familias campesinas (cf. P. Bourdieu, “Les stratégies matrimoniales dans le système des stratégies de reproduction”,
Annales, 4-5, juill.-oct. 1972, p.1105-1127).
16 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Es apenas necesario recordar la vigilancia y el rigor extremos con los cuales las grandes dinastías burguesas
manejaban sus intercambios matrimoniales. Baste citar un caso donde la voluntad de integrar las estrategias de
reproducción del grupo familiar y las estrategias de reproducción de la empresa familiar es particularmente visible,
aquel de las alianzas entre la familia lionesa de los Gillet –fundadora de una empresa de tintorería que se convirtió en
una de las más grandes sociedades francesas de textiles artificiales y de donde salió el vicepresidente (en 1972),
luego presidente (de 1973 a 1979) de Rhône-Poulenc- y la familia Motte de Roubaix, una de las mayores dinastías
del textil, que han realizado en común varias operaciones financieras importantes (como la compra o la absorción de
otras sociedades): Edmond Gillet, nacido en 1873, hijo de Joseph Gillet, que dió al negocio familiar un gran
desarrollo, se casó con Léonie Motte, hija de Albert que presidía también las Minas de Lens mientras que Fernand
Motte, hermano de Léonie, se casaba con Mathilde Balay, hija de Henri Balay y de Marguerite Gullet, hermana de
Edmond.
Pero no hay mejor caso que el de la familia Michelin para observar cómo estrategias matrimoniales y estrategias
económicas se imbrican, cómo alianzas matrimoniales y vinculaciones financieras se superponen, cómo el éxito de
las estrategias matrimoniales contribuye al éxito de las estrategias económicas y a la expansión continua de la
sociedad. “Cásese entre primos a fin de que la dote permanezca en la familia”, recomendaba André Michelin (muerto
en 1931). El consejo ha sido escuchado: la endogamia, que tiende a asegurar la integración del grupo, le ha permitido
salvaguardar el capital pero también el secreto de sus negocios y el prestigio del linaje, es una constante en la familia.
André Michelin y su hermano Edouard se había casado con dos hermanas, Sophie y Marie-Thérèse Wolff. Tres de
los seis hijos (Marguerite, Etienne y Hélène) de Edouard Michelin se casaron con hijos (Jean, Joseph y Hélène) de
Jacques Callies, ingeniero de ingeniería marítima16, y Marie Aussédat (cuya familia poseía las papelerías Aussédat);
una cuarta, Anne, se casó con Robert Puiseux, presidentre, luego presidente honorario y administrador de la sociedad
Citroën (de 1958 a 1970), que fue co-gerente de la Compañía general de establecimientos Michelin de 1938 a 1959 y
miembro del consejo de vigilancia desde 1959 (otros tres de los Michelin se casaron con miembros de la familia
Puiseux). François Michelin, actual presidente director general (PDG), co-gerente de Michelin et Cie primero con su
tío, Robert Puiseux, luego gerente único y de nuevo co-gerente con François Rollier (hijo de Petrus Rollier y Marthe
Callies, ella hija de de Jacques Callies y Marie Aussédat), administrador desde 1968 de la sociedad Citroën, se casó
con Bernardette Montagne; su hermana Geneviève se casó con Rémy Montagne (diputado de Eure, ex-alcalde de
Louviers); su otra hermana, Marthe, se casó con Marie Montagne, alcalde de Mirabeu. Prueba de que el conjunto de
estrategias de reproducción encuentran su principio en las necesidades inmanentes a la posición que se trata de
reproducir, y en los habitus generadores y unificadores que ellas forman, la fuerte endogamia va a la par con la fuerte
concentración de la actividad económica alrededor de un producto bien determinado y con el rechazo deliberado de
la diversificación que practica sistemáticamente el capitalismo financiero. Así, François Michelin, rechazando toda
forma de diversificación que no incremente la “lógica técnica” y que “no expresa más que una voluntad de poder”,
atribuye sus éxitos al hecho de que sus competidores, fuertemente diversificados, luego abundantemente provistos de
“soluciones de recambio”, a diferencia de su empresa, para la que “no había otro asunto que el neumático”, “no han
creído en el neumática de armazón radial y se despertaron demasiado tarde”, permitiendo así a Michelin tomar la
mayor participación en el mercado17.
Es en la misma lógica que hay que comprender las estrategias de fecundidad que hacen por
ejemplo que, totalmente ausentes entre los patrones de sociedades de control tecnocrático, las
familias muy numerosas –de siete hijos o más- se encuentren entre los PDG de las sociedades de
control familiar con una frecuencia relativamente importante (10%; situándose la familia media
en 3.5 contra 3.1 en las sociedades de control de tipo tecnocrático y 2.6 en las grandes empresas
públicas). No basta, para darse cuenta, invocar las disposiciones alentadas por la ética católica en
16
Joseph Callies, primero ingeniero en Papeteties (Papelerías) Aussédat, se convierte en PDG de la Compañía de
máquinas Bull y administrador de Papeteries Aussédat-Rey.
17
Cf. P. Michelin, in A. Harris et A. de Sédouy, Les patrons, éd. du Seuil, 1977, p.245-250.
Pierre Bourdieu 17
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
materia de procreación y de regulación de nacimientos (la explicación, en este caso, exige ella
misma explicación). De hecho, la empresa familiar ofrece el privilegio de no imponer ningún
límite a la fecundidad; por el contrario ella la favorece, al menos en la fase de expansión donde el
crecimiento del instrumento de producción corresponde al crecimiento de la descendencia, que
puede así ser absorbida gradualmente, sea por la creación de nuevos establecimientos financiados
al arranque por la empresa madre, sea por el empleo de hijos suplementarios a título de gerentes o
directivos. Además, la riqueza en hijos constituye en sí, y también por el capital en alianzas que
permite instaurar, una manera de acumular capital social –el cual sabemos es hecho con la suma,
siempre potencialmente movilizable, de los capitales de todas las especies poseídas por cada uno
de los miembros del grupo.
Pero la gran familia no puede perpetuarse como tal si no llega a protegerse contra la división y
contra el desmoronamiento del patrimonio que resulta. De ahí, seguramente, todas las estrategias
sucesoriales enfocadas a evitar que la propiedad salga de la familia: sabemos así que las familias
textiles del Norte excluían a las hijas, por que la propiedad puede ir a extranjeros, gracias a la
ficción de la sociedad que pone el activo material al abrigo de la partición. De ahí sobre todo, las
estrategias educativas y todas las prácticas que, como las fiestas y las ceremonias familiares,
buscan crear entre todos los descendientes vínculos de solidaridad tales que la muerte de uno de
los detentores de derechos sobre el patrimonio sea la ocasión no de una división sino de una
reorganización de los negocios explotados en común. Las razones de la atención extrema que es
llevada al matrimonio, y muy especialmente al matrimonio de los futuros dirigentes, no se
reducen la deseo de reforzar la empresa aportándole capital económico, bajo la forma de dotes o
herencias, y de capital social, por la extensión de su red vínculos. El cuidado de salvaguardar las
disposiciones éticas que son consideradas como las condiciones del éxito económico de la
empresa y de la afirmación del rango social de la familia, entra sin duda también dentro de la
búsqueda de la homogamia más estricta: el hecho de no admitir en la familia sino mujeres
capaces de encarnar y de inculcar el respeto a las virtudes burguesas, culto al trabajo, hábito del
ahorro, espíritu de familia 18, cumple una función totalmente semejante al exclusivismo que lleva
e elegir establecimientos de educación reservados y lugares de encuentro altamente selectivos. En
efecto, se espera de la educación familiar, en general fuertemente rigorista, y de la educación
escolar, lo más a menudo confiada a los jesuitas, o a instituciones a la inglesa como la école des
Roches, que inculquen primeramente disposiciones éticas religiosamente garantizadas- sobre
todo, seguramente, en las hijas, confiadas a internados tales como <<Les Oiseaux>>.
La Ecole de Roches que se sitúa en Verneuil-sur-Avre en Normandia ha sido fundada en 1899 por Edmond
Demolins, <<pensador y sociólogo>>, discípulo de Frédéric Le Play, amigo del barón de Coubertin y <<gran
admirador de los métodos pedagógicos ingleses>> (Cf. sus obras A quoi tient la supériorité des anglo-saxons y
L’éducation nouvelle), como escribe Jean-Calude Courbin, nieto del fundador, en una placa realizada con ocasión del
setenta y cinco aniversario de la escuela, en 1974 (“Demolins escritor y conferenciante”, en Edmond Demolins, qui
était-ce?). Y el mismo panegirista expresa en una frase toda la filosofía de la educación del patronato familiar: “Se
necesitaba coraje para emprender una obra semejante en aquella época en una sociedad francesa entonces
esencialmente centrada en el liceo-cuartel napoleónico y la universidad-máquina de hacer funcionarios dóciles y más
o menos mediocres.”. La École de Roches contaba, a fines de los años 70, con más de 400 alumnos, hombres y
mujeres (de los cuales alrededor de 120 son extranjeros), a razón de 20 alumnos por clase en promedio y de 12
alumnos para los trabajos prácticos; el precio de la pensión por trimestre para el período 1977-78 variaba de 7,205 F
para un alumno de sexto o séptimo a 10,155 F para un alumno terminal. El folleto de presentación de la escuela
evoca así la suntuosa casa solariega normanda donde los alumnos se encuentran “como en casa”: <<Una propiedad
18
Para una evocación de esta <<moral burguesa>> y del rol de las mujeres en su perpetuación, ver J.L. Dansette,
op.cit.,passim.
18 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
en plena campiña, sin otro muro que los árboles, los setos y el río Iton; terrenos de deportes, aire, luz, y en los pinos
numerosas ardillas. Portal, los Helechos, la Colina, el Molino ... repartidos por toda la propiedad, las casas de
Roches reúnen de doce a cuarenta niños o adolescentes. Ellos se encuentran <<como en casa>> en habitaciones que
ellos personalizan por afinidades (5 a 6 camas para los muchachos, 2 a 3 camas para las chicas), rincones de trabajo,
salas de juegos, bibliotecas y salones de reunión. Cada casa tiene su estilo propio, sus jardines, su tenis y ... sus
tradiciones. Dos exalumnos que se reencuentran se presentan así: Pinos 1924, Valle 1907!>>. Fiel a la exaltación de
las actividades corporales que los fundadores, en un espíritu ilustrado por Coubertin, pretendían oponer al
intelectualismo de los “fuertes en un tema”, la Escuela da un gran lugar a las actividades deportivas más selectas (el
folleto muestra alumnos practicando esgrima o, en uniforme muy british, pantalón gris, chaqueta oscura, inclinados
sobre un avión de turismo de la escuela o conduciendo por la brida a un caballo): <<Un gimnasio moderno, un
espacio hípico muy grande (1,000 m2), numerosos caballos y ponys, un estadio de atletismo, terrenos de fútbol, de
rugby, de basket y de volley, ocho canchas de tenis, una pista de karts, una sala de deportes de combate, una piscina
con calefacción, cubierta en invierno, y también un terreno de aviación permiten a los alumnos de Roches entregarse
a todos los deportes que les gustan y adquirir el dominio de sí mismos, el desarrollo físico y el espíritu deportivo.>>
Tan largo tiempo detentan el poder de transmitir de persona a persona, es decir, lo más
frecuentemente, de padre a hijos, un poder que demanda ser ejercido personalmente por su
detentor y que no exige ninguna competencia que no pueda adquirirse por la experiencia directa
en la empresa familiar misma, los patrones no tienen sino que hacer una institución que, como la
escuela, no confiera sus títulos de competencia pretendiendo la validez universal sino a cambio
de garantías de capacidad que se quieren también universales. Se satisfacen perfectamente de un
modo de reproducción dentro del cual las instituciones de enseñanza secundaria o incluso
superior, cuya frecuentación no es apenas más que una clase de derecho estatutario de burguesía,
se encuentran reducidas a una función de legitimación. El sentimiento de no deber su éxito sino a
su experiencia, y a sus virtudes, adquiridas sobre la práctica, por la práctica misma, y la
desconfianza con respecto a todas las formas de saber abstracto y libresco, apenas si les llevan a
valorar los títulos escolares y la institución que los otorga. Cuando los imperativos del rango
social los obligan, no piden al sistema escolar sino los títulos de buena educación moral y de
19
El preceptorado es espontáneamente evocado por dos patrones interrogados por André Harris y Alain de Sédouy,
Ferdinand Béghin y François Ceyrac. Este declara: “En la familia de mi padre, había una institutriz en la casa y los
trece hijos de mi abuelo estudiaron todos con ella, antes de ir al Sacré-Coeur o con los jesuitas. Mi madre ha juzgado
muy naturalmente indecente ¡que sus hijos fueran a la escuela primaria! Yo no he dejado ha mi institutriz sino para
entrar en tercero, al colegio de los jesuitas de Sarlat donde mi padre y mi abuelo me habían precedido” (F. Ceyrac, in
A. Harris et A. de Sédouy, op.cit., p.47).
Pierre Bourdieu 19
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
distinción social que la enseñanza privada está preparada a suministrarles, o, en rigor, las
garantías de competencia técnica que permiten al patrón de segunda generación imponerse
delante de su personal técnico, aquellos por ejemplo que otorgan la Ecole central, institución
directamente acondicionada para responder a las expectativas del patronato tradicional, o las
pequeñas escuelas de ingenieros20.
La deploración de la incapacidad de los diplomas es uno de sus tópicos favoritos. Así, cuando se le interroga sobre la
formación de sus directores, Marcel Fournier, fundador y PDG de la sociedad Carrefour, que, después de sus estudios
secundarios en el colegio de Mongré en Villefranche-sur-Saône, trabajó en la mercería paterna, primero como
<<empleado>>, luego como <<director>>, antes de fundar con Denis Defforey la sociedad Carrefour (el primer
supermercado fue abierto en Annecy en 1960), explica: <<Ellos han sido primero jefes de departamento dentro de las
tiendas precedentes. Y (...) son formados sobre la práctica. Nosotros tenemos gente que viene de todos los horizontes.
Algunos de ellos han simplemente hecho estudios secundarios, e incluso, no todos. Algunos salen de escuelas de
comercio. Hay también uno o dos de Sciences Po. Y todos han comenzado por subir todos los escalones (...). Este
deseo de verles pasar por todos los puestos comenzando por aquel de maniobra seguramente ha apartado de nosotros
muchachos que eran capaces, que creían demasiado en el valor de sus diplomas y no suficientemente en el valor de la
experiencia>> (Face à face avec Marcel Fournier par R. Priouret, L’Expansion, juin 1973, pp.221). La misma visión
de André Blanchet que, después de haber seguido los cursos de una escuela profesional, que se convirtió después en
el liceo técnico Diderot, entró a los diecisiete años en Brandt y Fouilleret, constructores de equipamiento eléctrico
industrial, antes de fundar en 1924 (con su hermano Pierre, y con Jules Sarrasin, ex –alumno de Arts et Métiers y
Michel Le Gouellec del instituto electrotécnico de Grenoble) la Télémécanique électrique: <<La creatividad me
parece ser una facultad innata. Aquel que la posee ve los productos nuevos salir sin pena de sus manos. Seguro, es
preferible que sea ingeniero>> (...). [Un ingeniero de gran escuela], <<si no tiene el temperamento creador, no soy yo
quien se lo podría dar, y, a la inversa, un hombre que no ha hecho los estudios puede tener ese temperamento (...). El
mejor creador que hemos tenido –está retirado ahora- era un antiguo tornero provisto de su único certificado de
estudios. Tenía un extraordinario don de creación>> (Cf. R. Priouret, La France et le management, Paris, Denoël,
1968, pp.251-252, Interview d’André Blanchet).
Se objetará que los discursos hostiles a los títulos y a los titulados no son menos frecuentes en el otro extremo del
espacio patronal, entre los fanáticos del <<man dev>> (man development) de las más grandes empresas que se
rehusan a tratar el diploma como el criterio exclusivo de reclutamiento (cf. por ejemplo J. Fontaine, <<Les grandes
entreprises jugent les grandes écoles>>, L’Expansion, 109, juillet-août 1977,pp.66-71). De hecho, estas profesiones
de fe modernistas son contradichas de mil formas: es así que, interrogados sobre el valor que conceden al diploma
para el acceso a los diferentes puestos de la empresa, los mismos responsables (que otorgan al diploma una
importancia determinante para el reclutamiento de personal principiante) ponen en primer rango, como en la
realidad, el X y el ENA cuando se trata de puestos de dirección, el ENA y HEC para los puestos financieros, HEC y
los ESSEC para los puestos comerciales, Centrale para la producción, Sciences Po para la dirección de personal
(ibid. P.68). Y se sabe por otra parte que las propiedades escolares del conjunto del personal de la empresa tienden a
variar muy estrechamente como las propiedades de los PDG, que tienden tanto más a rodearse de portadores de
títulos, lo más frecuentemente idénticos a los suyos, cuanto más diplomas tienen ellos mismos21.
20
Maurice Lévy-Leboyer muestra que la Escuela central que acogía, sin que tuvieran que sufrir una verdadera selección
antes de 1866, gente joven nacida en un 80% en medios acomodados, principalmente de la industria, y le preparaba –
a través de un curso donde las ciencias no ocupaban más del 15% del horario, contra 37% en la Escuela politécnica-
para las carreras de la industria (a razón de 40% del efectivo entre 1829 y 1885), a aquellas de caminos de fierro
(27%), los trabajos públicos (9%) o incluso a las profesiones de ingeniero-consejero (16%) o de enseñanza (4%) (M.
Lévy-Leboyer, Le patronat français a-t-il été malthusien?, Le mouvement social, 88, juillet-septembre 1974, pp.1-49),
continuó reclutando principalmente dentro de la burguesía de negocios incluso después de la instauración de un
concurso de ingreso: por ejemplo entre 1900 y 1925, 77.9% de los alumnos son originarios de <<medios
acomodados>> (caseros, propietarios, industriales, negociantes, profesiones ), contra 45.4% en la Escuela politécnica
en 1925.
21
Los fenómenos de racimo que favorece la cooptación entre exalumnos de la misma escuela, y que hacen que las
luchas de sucesión alrededor de la posición de PDG movilicen a menudo al conjunto de mandos de diferentes
orígenes escolares, directamente interesados en el éxito de uno de los suyos, se observan casi en todas partes. Así, en
Saint-Gobain-Pont-à-Mousson, cuyo PDG en 1972 es Roger Martin, politécnico e ingeniero del cuerpo de Minas, se
20 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
El derecho de sucesión no transmisible que asegura la escuela no es, para el patronato familiar,
sino un ‘en el peor de los casos’ que se intenta asegurar cuando la empresa familiar está
amenazada o no puede ya ofrecer puestos a todos los miembros de la familia, o un sustituto cuya
adquisición no se impone sino cuando el derecho de propiedad hace falta. Como testigo, esta
estadística22:
contaba el mismo año, entre los dieciséis directores, cinco politécnicos (de los cuales tres salieron en el cuerpo de
Minas), dos exalumnos de la Escuela normal superior de la calle Ulm (del cual uno había tembién hecho el ENA).
Por el contrario, en Boussois-Souchon-Neuvesel cuyo PDG, Antoine Riboud, se jacta de buena gana de haber salido
de la Escuela superior de comercio de París, sobre dieciséis directores no se contaba más que un politécnico y ningún
alumno de la Escuela normal superior o de la Escuela nacional de administración. En la sociedad Kodak-Pathé, cuyo
PDG, Paul Villaume, es exalumno de HEC, cinco directores de nueve salieron de esta escuela, y el equipo dirigente
no comporta ningún exalumno de Polytechnique, de la ENA o de la ENS. Y todavía podríamos multiplicar los
ejemplos.
22
J. Saglio, Qui sont les patrons?, Economie et humanisme, 236, juillet-août 1977, pp.6-11.
Pierre Bourdieu 21
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Nivel escolar % % % % % %
Inferior a 50 26 19 15 40
bachillerato 81
Enseñanza sup No 9 28 26 10 9 16
científica
Enseñanza sup 9 17 39 67 73 40
Científica
Enseñanza sup 6 9 5 3 4
Doble
23
Nuestra propia emcuesta permite verificar esta hipótesis: la tasa de detentores de títulos de enseñanza superior entre
los dirigentes crece muy fueertemente cuano se va de las empresas de control familiar, a las empresas tecnocráticas o
a las empresas nacionalizadas.
24
Reconversión tanto más difícil cuanto ella supone una conversión de toda la visión tradicional de la empresa, en
particular de la fe en la formación sobre la tarea y del desdeño a los estudios que, en más de un caso, la hacen
impensable. “Las familias textiles del norte eran muy prolíficas y habían conservado el hábito, adquirido en el curso
22 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Se observa así que la porción de los detentores de títulos de enseñanza superior entre los dirigentes de las más
grandes sociedades industriales, comerciales o bancarias aumenta muy fuertemente cuando se pasa de sociedades de
control familiar (es decir en las cuales las acciones son retenidas en una parte importante por una familia) a las
sociedades tecnocráticas (i.e. en las cuales el capital está disperso entre un gran número de organismos, sociedades o
individuos) o a las empresas nacionalizadas: solamente 3% de los PDG de sociedades de control familiar declaran
haber obtenido dos diplomas de enseñanza superior o más contra 35% de los PDG de filiales extranjeras, 73% de los
PDG de sociedades de control tecnocrático y 74% de las sociedades controladas por el Estado; los primeros han
hecho más frecuentemente sus estudios secundarios en establecimientos privados de provincia, particularmente en el
Collège des Roches (sea para el conjunto de establecimientos privados de provincia, 31%, 18%, 20% y 7%). Y el
mismo sistema de diferencias se encuentra en la naturaleza de los títulos obtenidos, la proporción de detentores de
títulos más prestigiosos (como X Minas) aumenta muy fuertemente cuando se va de empresas <<familiares>> a las
empresas <<públicas>>.
Tabla: El capital escolar de los PDG según la forma de control
Forma de estud sólo pequ letras Cent Scie Hec sólo Polyt Total
control ios derec eña , rale, nces u Polyt echni
secu ho escu cienc Mina Po otra echni que,
ndari ela ias, s de escu que Mina
os o de medi París ela s,
super ingen cina , de Puen
iores iería Nanc come tes
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del siglo XIX, de hacer entrar en el negocio a los hijos y los yernos; esta actitud, valiosa durante las fases de
expansión, en que los puestos de dirección se multiplicaban, con la creación de nuevos establecimientos, se volvía
muy peligrosa cuando había que reducir el número de unidades de producción” (M. Battiau, Les industries textiles de
la région Nord-Pas-de-Calais, t.II, thèse, Lille, 1976, p.417). Y el mismo autor muestra más allá el efecto paralizante
que ejercían sobre la dirección los que tenían parte, a menudo muy numerosos, que se asociaban en ocasiones a la
dirección para evitar los conflictos: “Se encontraban diez, quince primos o más, que estaban asociados; cada rama de
una de las familias se volvía propietaria de un puesto de responsabilidad, por no decir de un feudo. Se concluía
fácilmente en la formación de un reclutamiento pletórico>> (p.418).
Pierre Bourdieu 23
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Estado 3 16 - 3 - 36 - 10 29 100
(n 31)
Las estrategias por las cuales los grandes cuerpos defienden su capital social obedecen a una
lógica totalmente semejante a la de las familias –y ello se comprende puesto que, en los dos
casos, el valor de cada uno de los miembros depende del aporte de todos los otros y de la
posibilidad de movilizar prácticamente el capital así reunido, así pues de la solidaridad real entre
los miembros del grupo. Así, cada vez que un miembro del grupo que se apropie una alta función,
el capital social y el capital simbólico de todos los demás se encuentran reforzados y, como se
dice, “sus acciones suben”. Se podría así establecer una suerte de contabilidad del capital global
de los diferentes cuerpos inspirándose en la tabla de equivalencias entre los pesos sociales que
propone un observador enterado: <<Un presidente de gran sociedad nacional ‘vale’ más que un
delegado ministerial o que un secretario general de ministerio; una dirección general de empresa
pública pesa varios puestos de dirección dentro de la administración central>>25. Se sigue que el
capital de los grandes cuerpos, como el de las familias, no puede ser abandonado al azar de las
iniciativas individuales y que no puede escapar a las amenazas permanentes de devaluación y de
descrédito sino a condición de ser objeto de una vigilancia constante y de una gestión racional:
cada cuerpo tiene un <<consejo de notables>> dirigido por un <<jefe de cuerpo>>> o
<<consciencia del cuerpo>>, que vela sobre las decisiones de los politécnicos y <<sigue la
evolución durante el tiempo de los rangos de salida del primer y del último de los alumnos que
han querido adherirse al cuerpo>>26.
Toda estrategia de reproducción implica una forma de numerus clausus. Ella cumple en efecto
funciones de inclusión y funciones de exclusión que concurren a mantener constante el volumen
del cuerpo, limitando ya sea el número de productos biológicos del cuerpo (pero sólo la familia
puede así controlar, en ciertos límites, estrategias de fecundidad), ya sea el número de individuos
habilitados a formar parte (de manera que se evite que excedan el número de posiciones cuya
ocupación condiciona el mantenimiento dentro del cuerpo), y excluyendo al mismo tiempo, con
su asentimiento, a una parte de los productos biológicos del cuerpo, así rechazados hacia otros
universos o mantenidos en un estatuto ambiguo o amputado -es, en el caso de la aristocracia del
Antiguo Régimen, el celibato de las hijas relegadas en instituciones religiosas o en la partida del
menor de la familia, consagrado a la Iglesia). En el modo de reproducción “familiar”, la
responsabilidad de estos ajustes incumbía a la familia. Con el modo de reproducción de
componente escolar, al cual los patrones “tecnocráticos” deben su posición, éste pierde el
dominio de las elecciones sucesoriales y el poder de designar él mismo los herederos.
La diferencia fundamental entre los dos modos de reproducción reside en la lógica propiamente
estadística del modo de reproducción de componente escolar. A diferencia de la transmisión
directa de derechos de propiedad entre el detentor y el heredero designado por el detentor mismo,
la transmisión operada por el intermediario de la escuela reposa en la agregación estadística de
acciones aisladas de agentes individuales o colectivos y asegura a la clase en su conjunto
propiedades que niega a tal o cual de sus elementos tomado separadamente27. La escuela no
puede contribuir a la reproducción de la clase (en el sentido lógico del término) sino sacrificando
a ciertos individuos de la clase que ahorrarían un modo de reproducción dejando a la familia el
pleno poder sobre la transmisión. La contradicción específica del modo de reproducción que esta
25
J.A.Kosciusko-Morizet, La mafia polytechnicienne, Paris, Seuil, 1973, p.99.
26
J.A.Kosciusko-Morizet, op.cit., p.125.
27
Sobre la estadística y el axioma de omni et nullo, ver G. Bachelard, Le nouvel esprit scientifique, Paris, PUF, 1934,
pp. 113-134.
24 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
caracteriza reside en la oposición entre los intereses de la clase que la escuela sirve
estadísticamente y los intereses de miembros de la clase que sacrifica, es decir no solamente
aquellos que son llamados los <<fracasados>> sino también los detentores de títulos que dan
derecho <<normalmente>> - es decir en el estado anterior de la relación entre los títulos y los
puestos- a una profesión burguesa que, frecuentemente porque no son salidos de la clase, no
pueden hacer honrar esos títulos en el mercado. Tan largo tiempo como la familia burguesa tiene
el control de su propia reproducción social y puede así ajustar el número de aspirantes legítimos
al número de puestos a proveer, la sobreproducción de detentores de <<derechos de burguesía>>
queda como un accidente y tiende a mantenerse dentro de límites razonables, por el hecho de que
sanciones económicas golpean la transgresión. La sobreproducción, con todas las contradicciones
que implica, se vuelve una constante estructural cuando, con el modo de reproducción de
componente escolar, oportunidades teóricamente iguales son ofertadas a todos los <<herederos>>
(chicas tanto como chicos, primogénitos como menores) de obtener títulos escolares, al mismo
tiempo que el acceso de “no herederos” a estos títulos aumenta también (en cifras absolutas),
como en Francia desde hace dos décadas, y la eliminación brutal, desde el ingreso en la enseñanza
secundaria, cede el lugar a una eliminación suave, es decir progresiva, continua, pues lenta y
costosa, que no puede hacerse aceptar y reconocer sino a condición de dejar aumentar el número
de sobrevivientes originarios de las regiones dominadas del espacio social.
Las estrategias que las víctimas de este instrumento de reproducción estocástica pueden oponer, ya sea que se trate de
estrategias compensatorias de tipo individual o de estrategias colectivas de reivindicación o de subversión (de la cual
el movimiento de mayo del 68 represente la forma ejemplar), son actualmente uno de los factores más importantes de
la transformación de las estructuras sociales: son por un lado las estrategias individuales de recuperación ofrecidas
solamente a aquellos que pueden encontrar en un capital social de relaciones heredadas el medio para suplir la
ausencia de títulos o de sacar el máximo rendimiento de los títulos poseídos dirigiéndose hacia las profesiones
refugio de las regiones todavía poco burocratizadas de la espacio social donde las disposiciones sociales cuentan más
que las <<competencias>> específicas escolarmente garantizadas; son también las estrategias colectivas de
reivindicación enfocadas a hacer valer los títulos y a obtener la contrapartida que les era asegurada en un estado; y los
unos y los otros se conjugan para favorecer la creación de un gran número de posiciones semi-burguesas, salidas de
la renovación de la definición de posiciones antiguas o de la <<invención>> de posiciones nuevas, y hechas para
permitir a los <<herederos>> desprovistos de títulos escapar a la salida de su clase social y a los <<advenedizos>>
obtener una contrapartida cercana a sus títulos devaluados.
Sin duda el modo de reproducción escolar tolera una deformación de la estructura social mayor
que el modo de transmisión familiar y sus procedimientos simples de transmisión directa; pero,
debido a que los mecanismos de transmisión están en ésta doblemente ocultos, la simulación que
opera la agregación estadística se duplica con la simulación de la transmisión directa del capital
cultural que sesga la estadística, la transmisión escolar compensa su menor rendimiento
reproductivo por una eficacia superior en la simulación del trabajo de reproducción: muy cercano
en apariencia a un sistema de redistribución estocástico que conduciría inevitablemente a una
redistribución de las posiciones en cada generación, el sistema de enseñanza funciona con la
imparcialidad aparente de un tiro de suerte en realidad sistemáticamente sesgado, produciendo en
toda inocencia efectos que son infinitamente más cercanos, en todo caso, de aquellos que
aseguraban la transmisión por herencia directa que de la redistribución al azar28.
28
El concurso anónimo, corazón de la ideología de la igualdad de oportunidades que se ha convertido en uno de los
fundamentos de la legitimidad burguesa, se opone a la transmisión hereditaria, al reclutamiento por relaciones, al
nepotismo y a todos los mecanismos de cooptación fundados en el interconocimiento como se opone al matrimonio
arreglado por las familias, la libre elección, a la casualidad de encuentros de facultad y al grado de la afinidad de los
Pierre Bourdieu 25
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Pero, si bien es cierto que este modo de reproducción estadístico limita el control directo de la
familia, esta desposesión permanece relativa: aunque ellas estén menos bien ubicados que la
burguesía de vestimenta de las profesiones liberales y sobre todo de los altos funcionarios
parisinos para aprovechar plenamente el modo de reproducción de dominante escolar, las familias
de la gran burguesía de negocios están en posibilidades de transmitir un mínimo de capital
cultural y de sacar el mejor partido de las instituciones escolares cortadas a su medida que se han
multiplicado desde hace algunos años y que aseguran una forma de reconocimiento escolar a las
disposiciones, poco propicias al éxito en las competencias escolares más estrictas, que ellas
inculcan. Luego, el diploma no es ni una condición necesaria, ni una condición suficiente de
acceso a todas las posiciones dominantes –comenzando, evidentemente, por aquellas que ofrecen
las empresas familiares. Finalmente, si, como se ha visto, el acceso a la dirección de las grandes
empresas tecnocráticas o estatales (o incluso a las posiciones de alto directivo) es cada vez más
completamente cerrada a los self-made-men, queda que el título escolar no basta prácticamente
jamás para asegurar por sí solo el acceso a las posiciones dominantes en el campo económico.
Como prueba, los patrones de Estado son salidos casi en totalidad de familias con vínculos –de
parentesco u otros- con el mundo de los negocios.
29% de los PDG de las sociedades de control tecnocrático y 25% de los PDG de las empresas nacionalizadas o de
economía mixta solamente (contra 68.5% dentro de las sociedades de control familiar)son hijos de industriales, de
negociantes, de banqueros, de presidentes de sociedades. Pero los vínculos con el mundo de los negocios son mucho
más importantes de lo que dejan suponer las cifras: la profesión principal del padre (por ejemplo abogado,
universitario, alto funcionario, etc.) puede ocultar su pertenencia a una familia de negocios. Así, Edmond Hannotin,
padre de Marc Hannotin, abogado [maître de requêtes] honorario del Consejo de Estado, convertido en PDG de la
sociedad de Ciments Français (sociedad de control tecnocrático), que, si uno cree en la declaración hecha a Who’s
Who, es <<abogado del Consejo de Estado y del Tribunal Supremo, antiguo senador>>, pertenecía de hecho al
consejo de administración de bancos y de sociedades muy importantes (Crédit Lyonnais, Lyonnaise des eaux et
éclairage, Chemins de fer de l’Est, etc.)29. Asimismo, Jacques Donnedieu de Vabres, abogado [maître de requêtes]
honorario del Consejo de Estado, convertido en PDG de la empresa Campenon Bernard (de control tecnocrático) es
hijo de Henri Donnedieu de Vabres, que, caracterizado como <<universitario>>, era de hecho profesor de gran
renombre en la facultad de derecho y de Edmée Beigbeder, hija de David Beigbeder, miembro de numerosos
consejos de administración de empresas marítimas y mineras30. Robert Bizot, PDG de Dunlop (sociedad controlada
en el extranjero), hijo de Jean-Jacques Bizot, <<Inspector de Finanzas>> (y vicegobernador de la Banque de France),
pertenecen a un viejo linaje burgués cuyo origen conocido se remonta al siglo XVI y que cuenta con magistrados,
oficiales, inspectores de finanzas, agentes de cambio, administradores de sociedades (su hermano Alain es director de
Crédit Lyonnais desde 1973; su tío Ennemond, que se casó con Marguerite Gillet, de la gran familia lyonesa, es
administrador de varias sociedades del grupo Rhône-Poulenc, miembro del consejo consultivo de la Banque de
habitus, de un conjunto que la homogeneidad social de grupos recortados por la lógica de las <<vocaciones>> y de
las selecciones dota de características socialmente variadas.
29
Cf. A. Hamon, Les maîtres de la France, T.I, Paris, Ed. Sociales internationales, 1936, pp.46-47.
30
Cf. A. Hamon, op.cit. t.III, p.152.
26 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
France; otro de sus tíos Henry, inspector de Finanzas también, ha <<pisado>> el Comptoir nacional de descuento de
París del cual fue presidente antes de convertirse en presidente de la Banque nacional de París. Él mismo se ha
casado con Chantal Paul Renard, hija del industrial de quesos Paul Renard, y el es administrador de Fromageries
Paul Renard). Wilfrid Baumgartner, PDG de Rhône-Poulenc en 1972, antiguo Ministro de Finanzas, es hijo de
Amédée Baumgartner, <<cirujano>>, y de Mathilde Clamageran que pertenecen <<a una familia de hombres
políticos y de hombres de negocios bien conocidos en el siglo XIX>>31; su abuelo Edouard Baumgartner era
industrial textil. Se ha casado con Chistiane Mercier, hija de Ernest Mercier, antiguo ingeniero en jefe de ingeniería
marítima, uno de los magnates del petróleo y de la electricidad, que formaba parte de 24 consejos de administración
(y presidía 8) y que, en 1953, era todavía administrador de la Société du Canal de Suez, presidente honorario de
Alsthom y vicepresidente de la Société alsacienne de construcciones mecánicas. Su hermano, Richard Baumgartner
se ha casado con otra hija de Ernest Mercier y era en 1972 PDG de la Société alsacienne de construcciones
mecánicas convertida en ALSPI y de la sociedad Lille-Bonnières-Colombes, administrador de la Compañía general
de Electricidad y de la Compañía francesa de petróleos. Su otro hermano, Philippe, médico que consulta en el Aix les
Bains, se ha casado con Geneviève de Lacroix y está vinculado por su matrimonio a la familia Dollfus que controla el
grupo textil Dollfus Mieg y tenía intereses en la Société alsacienne de construcciones mecánicas32. No terminaríamos
de enumerar los ejemplos de esta mismo tipo.
31
M. Hamon, op.cit., t.III p.109 (sobre les Clamageran, t.I, p.78 y pp.100-101 sobre Ernest Mercier).
32
H. Claude, Le pouvoir et l’argent, Paris, Ed. sociales, 1965, pp.22-23.
33
Cf. R. Anderson, “Secondary Education in Mid Nineteenth Century France : Some Social Aspects”, Past and Present,
1971, pp.121-146.
34
<<La escuela Gerson vivía en simbiosis con el liceo Janson de Sailly. La fórmula complacía a las familia católicas,
aseguradas de un ambiente religioso en el colegio y una alta calidad de enseñanza en el liceo (...). Los estudios eran
buenos en Gerson Janson. Entre mis camaradas de los cuales recuerdo, Robert Gérard, Ennemond Bizot y Georges de
Montalivet hicieron el X, Henri Beau, Christian de Jumilhac y Henri de Gouvion-Saint-Cyr, la Central, René
Bachelier, Aguas y selvas, Henri Blanche, Naval, Jacques Georges-Picot y Jacques Lagrenée, Inspección de finanzas,
Jean Delorme, Minas, René de Kainlis se orientó hacia la química y Philippe Renaudin hacia el Consejo de estado>>
(Duc de Brissac, En d’autres temps, 1900-1939, Paris, Grasset, 1972, pp.140 y 146-147).
35
La jerarquía de los establecimientos secundarios, con primero los grandes liceos burgueses, Janson, Condorcet, luego
los grandes liceos del barrio latino, después los otros liceos de París, luego los liceos de provincia, corresponde
grosso modo a una serie de filas jerarquizadas, abiertas a poblaciones ellas mismas socialmente jerarquizadas.
Pierre Bourdieu 27
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
(n 57)
conjunto 16.5 6 9 8 19 26 5.5 5.5 6 15.5 18.5
Se piensa en el ejemplo de la familia Debré que reúne el capital bajo todas sus especies: Robert Debré, miembro del
Instituto, de la Academia de medicina, ex profesor de la facultad de medicina de París, casado en primeras nupcias
con Jeanne Debat-Ponsan, hija del pintor Edouard Debat-Ponsan y hermana de Jacques Debat-Ponsan que obtuvo el
premio de Roma de arquitectura. Robert Debré quedó viudo y se casó con Elisabeth de la Panouse, hija de Sabine de
Wendel (de la gran dinastía de la siderurgia),quien, de un primer matrimonio con Alphonse de la Bourdonnaye, había
tenido seis hijo, de los cuales Oriane, se casó con Yves Guéna, consejero de Estado, ex Ministro). Jacques Debré,
36
Cuando C. S. Wilson y T. Lupton, (The Social Background and Connections of Top Decision-Makers, in K.W.
Rothschild (ed.), Power in Economics, Londres, Penguin Books, 1971, pp.220-248) se asombran de que las
relaciones de parentesco hayan permanecido como muy importantes a pesar del cambio en la estructura de las
empresas, no ven que es precisamente el cambio de la estructura de las empresas el que confiere toda su importancia
al mantenimiento de las relaciones personales.
37
A la manera de un portafolio de acciones muy diversificado, un capital poseído bajo especies diferentes por personas
diferentes, epro solidarias, permite disponer de triunfos a pesar de todos los cambios de la regla del juego. Es sin
duda lo que exlica que, como lo han verificado muchas veces los historiadores, las grandes familias pasan sin daños a
través de las revoluciones y los cambios de régimen.
Pierre Bourdieu 29
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
El caso en que los accionistas pertenecientes a una misma familia delegan a uno de ellos el
derecho de administrar el portafolio familiar no es sino un caso particular (en el cual los
beneficios de la integración están limitados por las propiedades particulares de la especie de
capital considerado) de todas las relaciones de participación en que el capital acumulado por
cada uno de los miembros del grupo a título de posiciones que ocupa en diferentes instituciones y
diferentes campos – y en particular su capital de relaciones sociales – es puesto en participación
de suerte que cada uno tiene su parte y que todos tienen el todo. En pocas palabras, si el capital
social es relativamente irreductible a las diferentes especies de capital, y en particular al capital
económico y al capital cultural (del cual puede multiplicar el rendimiento), sin por tanto ser
completamente independiente, esto es que el volumen de capital detentado a título individual por
un agente individual se incrementa de un capital poseído por procración que depende del
volumen de capital poseído por cada uno de los miembros de los grupos de los cuales forma parte
y del grado de integración de esos grupos, familia, cuerpos, etc.
38
R. Debré, L’honneur de vivre, Paris, Hermann et Stock, 1974, p.454
39
H. Le Bras, <<Parents, grands-parents, bisaïeux>>, Population 28 (1), janvier-février 1973, pp.9-37.
30 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Así como los dos modos de reproducción corresponden a dos usos de la familia más que a un uso
exclusivo de la familia o de la Escuela, asimismo estos se distinguen por dos usos de la Escuela o,
más exactamente, por un uso privilegiado de instituciones situadas en regiones diferentes del
espacio escolar. Mientras que para los unos, el título escolar otorgado por las instancias más
escolares (como la escuela Politécnica) constituye la condición sine qua non de la entrada en el
campo del poder, los otros exigen a instituciones escolares a la vez menos escolares y menos
selectivas, que más que inculcar competencias nuevas refuerzan disposiciones heredadas, que les
otorguen el mínimo de consagración necesaria para consagrar situaciones adquiridas. En un caso,
la institución escolar afirma su autonomía a la vez por la naturaleza de los saberes inculcados y
exigidos que no pueden ser adquiridos sino por un aprendizaje específico y específicamente y que
son de poco precio en los mercados mundanos; en el otro caso, la Escuela, muy similar en ello a
instituciones a las cuales los aristócratas de nacimiento o de dinero confían tradicionalmente sus
hijos -Oxford y Yale, o la Ecole des Roches y los colegios jesuitas más estrictamente reservados-
conceden una consagración que, aunque sea conferida por las menos <<escolares>> de las
instituciones escolares, queda adornada de las apariencias de la neutralidad social que confiere a
la Escuela su autonomía más o menos afirmada por relación a las exigencias mundanas. No es
dudoso que el éxito social del Sciences Po, y del ENA que es su prolongación, se explique por el
hecho de que estas instituciones han permitido a las familias de la gran burguesía más
preocupadas de no encerrarse en la negativa del liceo del Estado y de las grandes escuelas que
eran de buen tono dentro de la gran burguesía de provincia, asegurar la legitimación escolar de la
transmisión de la herencia económica que, al menos desde finales del siglo XIX, tendía a ser cada
vez más fuertemente exigida. Ello al menor costo escolar: por una parte, toda la lógica del
reclutamiento social de su cuerpo profesoral y de su público predisponía a estas instituciones a
reconocer la especie particular de capital cultural y la relación con la cultura y con el lenguaje que
define propiamente la herencia de la burguesía parisina; y, por otra parte, el privilegio secreto que
la burguesía de negocios otorga a las disposiciones garantizadas por los más mundanos títulos
escolares cuando ella mantiene el dominio completo de elegir sus herederos al seno de la familia
o, en su defecto, dentro de la clase, tendía a compensar y a corregir las distorsiones que la Escuela
introduce en la correspondencia entre las jerarquías sociales y las jerarquías escolares cuando,
como en el Politécnico, esta puede afirmar mejor su lógica específica.
Nada haría ver mejor la oposición de dos líneas sociales que la confrontación, a traves de una serie de fotografías, de
la hexis corporal, de la cosmética o de la vestimenta de los adolescentes que toman prestada la una o la otra de entre
ellas o incluso la comparación de la arquitectura de los edificios en los cuales se desarrolla la enseñanza: por un lado
la austeridad claustral de los grandes internados (que, hace poco, eran todavía exclusivamente masculinos), como
Saint-Louis y Louis-le-Grand, totalmente encerrados en el trabajo y el estudio; por el otro, la apertura del Instituto de
estudios políticos, organizado alrededor de una biblioteca y de un amplio vestíbulo muy moderno, que contrasta
violentamente con el gran patio rodeado de columnas del liceo Louis-le-Grand40. O incluso la yuxtaposición del
40
Esta austeridad, mezclada con grandeza, ha sido expresamente investigada por los constructores de los grandes liceos
construidos a finales del sigloXIX, como el liceo Montaigne, el liceo Victor Hugo o el liceo Lakanal, edificado entre
1882 y 1886, acerca del cual Françoise Boudon escribe: “La administración quiere edificar un liceo modelo, tanto
por sus disposiciones generales como por su acondicionamiento (...). El programa es importante. Destinado a recibir
setecientos internos, se decide implantarlo fuera de París, en un parque de nueve hectáreas, plantado de árboles
magníficos (...). Estas pequeñas invenciones decorativas no bastan para disipar la impresión de austeridad que se
desprende de los edificios del liceo. Esta austeridad ha sido querida así por el arquitecto y debía ser compensada por
Pierre Bourdieu 31
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
registro de un oral de matemáticas o de física de la Escuela Politécnica con el registro de un oral del ENA tal como el
que es reportado aquí.
En la “conversación” de la cual reportamos la transcripción (indicando por puntos suspensivos los pasajes faltantes,
es decir inaudibles), ejemplo completamente representativo de (treinta) exámenes del primer concurso que han
podido ser observados en 1971, el candidato debía comentar el siguiente texto41: “Contribuyendo a la destrucción de
estructuras ligadas tanto a la naturaleza como al rechazo de la historicidad, la acción de la gran ciudad ha sido y es
todavía negativa. ¿Qué balance positivo dejar? Primero un saber más abstracto y más calculador; una experiencia
cotidiana más variada a base de tentaciones múltiples, de condicionamientos diversos y de inserción en diferentes
redes de relaciones sociales. En fin, la complejidad de situaciones, que ha sucedido al antiguo determinismo, ofrece a
la libertad individual la posibilidad de realizarse a sí misma al interior del margen que le deja el juego de
combinaciones existentes. La regla del juego quiere que tenga también la posibilidad de dejarse determinar al
capricho de las circunstancias. Esta razón no justifica el temor que adhiere a algunos a la idea de que la vida urbana
esterilizaría las virtudes creadoras infundiendo una especie de nublamiento conformista. La Historia enseña por el
contrario que las fuertes personalidades son originarias de las grandes ciudades, o todas al menos han sufrido su
influencia, y que las ciudades son el hogar y el receptáculo de las novedades revolucionarias” (Luc Thoré,
Signification du phénomène urbain, 1965). Después de la exposición presentada por el candidato la “conversación”
se entabla42:
Primer interrogador
- Usted parece, en consecuencia, aprobar la posición de Thoré ..., usted lo ha matizado, usted ha citado a
Henri Lefebvre; ¿cuál es justamente la posición de Thoré con relación a Lefebvre?
un gran confort interior. En el espíritu del racionalista que es Baudot, aliar una gran y bella simplicidad en la
concepción arquitectónica a un real refinamiento en las instalaciones de la segunda obra constituye el objetivo mismo
de la arquitectura moderna, que rechaza la superficialidad para no atarse más que al bienestar del hombre” (F.
Boudon, “Recherche sur la pensée et l’oeuvre d’Anatole de Baudot, 1834-1915”, Architecture, mouvement et
continuité, mars 1973; se podrá consultar también a Paul Chemetov, Architectures, Paris, 1848-1914, Paris,
Secrétariat d’Etat à la culture, 1977, especialmente p.55-56 sobre el colegio Sainte-Barbe, p.62 sobre el liceo
Montaigne y su invernadero, p.55 sobre el liceo Lakanal). Se ve que la atención que se ha puesto, desde hace algunos
años, y después de Michel Foucault, en las funciones de vigilancia, indiscutibles, por un interés un poco ingenuo por
los aspectos más visibles de la “represión”, ha conducido a dejar escapar, en este terreno como en muchos otros,
aspectos mucho más fundamentales, y menos visibles, del ejercicio de la dominación simbólica (sobre la función de
vigilancia, se podría citar por ejemplo al arquitecto del liceo Racine: “Toda la construcción sobre la calle está
ocupada en este nivel por el departamento de la directora. En P está la oficina de esta funcionaria, de donde ella
puede vigilar a la vez la entrada y la salida de los alumnos del lado de la calle, al mismo tiempo que lo que ocurre en
la cancha y en los locales escolare. Esta pieza está precedida por una antesala y comunica directamente con un salón
de recepciónY. En X, por encima de la logia, está dispuesta una terraza que facilita también la vigilancia.” P. Gout,
“Lycée Racine”, Encyclopédie d’architecture, 4e série, no. 22, 14 mai 1889).
41
Las (quince) pruebas del concurso reservado a los candidatos que ocupan ya un empleo en la función pública (y más a
menudo salidos de la pequeña burguesía) que han podido ser observados son formalmente idénticos a los del primer
concurso. Todas las veces, los miembros del jurado (que no son los mismos que los del primer concurso) manifiestan
frecuentemente una actitud protectora con respecto al candidato, y el interés que les dan parece siempre un poco
forzado, un poco condescendiente y como de encargo. Se le dice: “Usted será quizá funcionario”, “Usted lo ha dicho
bien”, y se hace creer que sus errores introducen a preguntas interesantes. Se le plantean preguntas más escolares,
más cercanas a aquellas que se podrían encontrar en una encuesta (cf. por ejemplo: “Usted pertenece a la
administración fiscal. ¿Piensa usted que la obligación juega un cierto papel en la administración a la cual usted
pertenece en sus relaciones con los contribuyentes? ¿Cree usted que es un bien, o cree usted que se puede disponer la
administración fiscal en el sentido que desea Spinoza, es decir dando a los contribuyentes el sentido de la libertad?”
Y la respuesta, muy alejada de la soltura un poco desenvuelta de los “virtuosos” del primer concurso, expresa ante
todo la buena voluntad, la preocupación por responder bien: “Yo creo que una mayor participación de los
contribuyentes, una mejor organización en particular en el estado del espíritu de la administración serían de
naturaleza tal para facilitar muchas cosas. Yo creo en particular que se podría plicar primero a hace comprender el
fundamento de la fiscalización...; sin fiscalizacióm, yo pienso que no puede haber Estado.”
42
La llamada prueba de “conversación” es una de las piezas maestras del oral del concurso de la ENA: comienza por
una exposición de diez minutos acerca de un texto; enseguida, uno de los miembros del jurado conduce con el
candidato, durante una decena de minutos, una conversación, después de la cual los otros miembros del jurado (en
número de tres o cuatro en general) pueden también intervenir.
32 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
. Yo creo que Henri Lefebvre tiene una concepción mucho más amplia del urbanismo ... La ciudad no es para él
solamente un islote de habitaciones ..., la ciudad rebosa, crea ...
- Hay pues varios elementos que Lefebvre considera como activos de la gran ciudad; ¿usted comparte
absolutamente su punto de vista? ¿No hay ciertos elementos que usted consideraría más bien como pasivos?
. Pienso que si hiciera un juicio crítico sobre uno de esos elementos ...
- ¿Y el saber abstracto y calculador? (alusión al texto de Luc Thoré)
. ... si, yo supongo que en la ciudad ... el juego puede ser más duro, más difícil y el saber calculador es la condición
necesaria para la sobrevivencia.
- Es una condición necesaria para la supervivencia, ¿pero es un bien el saber calculador en sí mismo?
. En la medida en que se desborda sobre ..., yo creo que es un paso positivo.
- ¿Bajo que condiciones, según usted, la libertad individual puede desarrollarse verdaderamente en la gran
ciudad?
...
- Usted es habitante de una gran ciudad. ¿Siente usted la plenitud de su libertad individual?
. Yo pienso que primero hay que definir su propia concepción de la libertad; yo pienso que la libertad es la capacidad
de hacer lo que uno quiere, en la medida en que no interfiera con la libertad de los otros. La gran ciudad permite
dentro del marco de esta definición una mayor libertad para todo el mundo ... El juicio de pueblo es mucho más duro
que el juicio de una ciudad.
- ¿Es usted sensible al ‘Qué dirán’?
. Yo no soy sensible a ello por el supuesto de que vivo en una ciudad ...
- ... ¿Es que la ciudad no permite el desarrollo de los fuertes y el aplastamiento de los débiles?
. No creo que la ciudad deba ser percibida como un juego entre los más fuertes y los más débiles; yo creo que las
relaciones de desigualdad son mayores en las grandes ciudades porque particularmente los habitantes son en cierta
medida próximos y uniformes ... Por otra parte, las distinciones sociales que se establecen entre los barrios al interior
mismo de una ciudad son quizá menos marcadas que las distinciones que existen al interior de un pueblo. Pienso por
ejemplo en el castillo del pueblo ... que permanece aún para los paisanos como el rechazo ...
- ¿Tiene usted la experiencia de un pueblo francés en el cual haya vivido?
. No conozco más que uno, que es un pequeño pueblo de Bourgogne ...
- ¿Hay ahí un castillo? ¿Cuál es actualmente la posición de los autóctonos, no hablo de los parisinos en
vacaciones, con respecto al castillo?
. Es muy curioso, es todavía una posición hecha de respeto y casi de temor y de recelo.
- El dueño del castillo, ¿qué hace?
. El dueño del castillo jamás está ahí, es un extranjero quien es propietario del castillo ...
- Usted ha hablado en dos ocasiones durante su exposición de Parly II. ¿Estima usted personalmente a Parly II
como un modelo de éxito del urbanismo?
. Yo creo que Parly II resulta de la fusión de dos elementos que son completamente contradictorios ... Yo creo que el
urbanismo no debe fundarse alrededor del centro comercial ...
- Si usted hace un centro comercial, ¿dónde lo pone con relación a la ciudad? ¿Prefiere el sistema de centro
comercial bien aquel de la pequeña boutique estilo antiguo?
. Personalmente, yo prefiero el centro comercial ...
- ¿Es usted bien recibido en las boutiques de Parly II
. ... en las boutiques de ropa masculina [hay] una cierta frialdad.
- Una cierta frialdad, y en la pequeña boutique tradicional, ¿encuentra usted esa frialdad?
. Si soy un cliente habitual de esa boutique, no la resiento. Si no soy cliente ..., siento ya sea una tentativa de
seducción, o una tentativa de rechazo.
- ¿A usted le gustan las tentativas de seducción?
. Personalmente, no.
- Y a usted, ¿le gusta seducir?
. ...Yo creo que la seducción existe naturalmente.
- ¿Usted cree que es simplemente un influjo sobrenatural?
...
Otro interrogador
- ¿Cree usted que el urbanismo debe tener en cuenta la existencia de clases sociales?
...
Pierre Bourdieu 33
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
El primer interrogador
- Como última pregunta, quisiera llamar su atención hacia una frase del texto donde se dice que las ciudades
son el hogar de novedades revolucionarias; ¿no conoce usted mismo fermentos revolucionarios que no han
nacido en grandes ciudades?
. En el plano político, ... yo creo que se puede citar el ejemplo de ...
- ¿Y más recientemente?
. En mayo del 68, las ciudades medias ...
- No se es siempre revolucionario en la izquierda ... ¿Es que la gran ciudad favorece digamos las
reivindicaciones conservadoras más que las pequeñas ciudades o los pueblos?
. Yo pienso que las pequeñas ciudades y los pueblos favorecen las reivindicaciones llamadas conservadoras ...
Otro interrogador
- Usted ha hablado del celebre cómico que hablaba de construir ciudades en los pueblos. ¿Sabe usted quien es
él?
...
- ... ¿Se interesa usted en los cómicos43?
- Yo creo que son muy útiles ... Personalmente, un cierto tipo de humor me gusta, pero no todas las formas de
humor.
- ¿En la vida?
. Tengo dificultad para comprender por ejemplo el humor inglés que me parece un humor muy frío ...
- ¿Piensa usted que el humor tiene importancia en la administración?
. En el servicio, pienso que no ... Fuera del servicio, pienso que sí.
- Si usted hubiera de elegir un amigo, ¿escogería usted más bien alguien de un saber abstracto o de un saber
concreto para tener relaciones agradables?
. Un saber concreto porque ... pienso que no se funda una amistad sobre intercambios de ideas ...
- La regla del juego de la que trata este texto, ¿le parece algo interesante, algo que hay que respetar?, cuando
usted juega algo, ¿respeta las reglas del juego? ¿ello le incomoda?
. En principio, cuando yo gano, respeto la regla del juego; en los juegos de cartas particularmente, yo la respeto ...
- ¿Hay una regla del juego en la administración?
. Yo no creo que la idea de regla del juego convenga; hay reglas, reglas de funcionamiento fuera de los textos.
Último interrogador
-Se dice en este texto que las grandes personalidades son originarias de las grandes ciudades cuya influencia se ha
sufrido. ¿Ve usted cierto número de personalidades francesas que no han sufrido la influencia de las grandes
ciudades?
. Yo pienso ..., tomaré por ejemplo el ejemplo de ...
- Usted ha hablado inmediatamente de boutique, señor. ¿Cambia usted frecuentemente de boutique?
. Teniendo en cuenta el hecho de que soy recién casado y que me mudé, he cambiado completamente de boutiques.
- Usted no ha hablado de la regla del juego y en particular del hecho de que no hay que pasarse los altos.
Cuando usted está en una ciudad, ¿no ha llegado a pasarse un alto?
. Me he pasado alguna preventiva.
- Si, pero cuando usted es peatón, ¿se atraviesa con el semáforo en rojo?
. Siempre atravieso con el semáforo en rojo.
- Se dice que en Francia, todo se hace en París. Cite usted el festival de Avignon, pero jamás se cita la
comunidad de Marseille ... ¿Cómo explicar que hay una especie de desvalorización sistemática de todo lo que se
hace en provincia?
. Yo pienso en todo caso que si esta devaluación ha existido, tiende a disminuir ...
- ¿No cree usted que sea incluso útil enviar el centro de las orquestas a provincia
. ...
- ¿No le parece positivo este aspecto descentralizador de la cultura?
. Es absolutamente positivo y necesario ... Pienso que la orquesta Jean-François Paillard debería manifestarse en
provincia y venir a París y no a la inversa ...
La lógica aparente de la <<conversación>> con sus <<preguntas capciosas>>, sus saltos imprevisibles, en una
palabra todo el ritual escolar del <<torneo de mentes>>, el 'a propósito', el sentido de réplica, etc., oculta la
43
El humor, maifestación por excelencia de la “distancia con el rol” que es sin duda la disposición burguesa por
excelencia, figura en el primer rango de las expectativas formuladas por el jurado.
34 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
verdadera función del interrogatorio: es suficiente enumerar todas las informaciones que el candidato da de hecho
sobre sí mismo, sin hablar de aquellas que traiciona con su actitud, para ver que el examen es de hecho un
interrogatorio muy personal, que solo las exenciones ligadas a la irrealidad de la situación escolar salvan de la
indiscreción (por ejemplo, las preguntas sobre la seducción) y que se enfoca, consciente o inconscientemente, a situar
al candidato política y socialmente (la mayoría de las frases del candidato son en primera persona y toma muy a
menudo la forma de <<yo pienso>>, <<yo creo>>).
A otro candidato que debía comentar un texto de Simone de Beauvoir, donde se hace alusión a un cuento de
Grimm, se preguntará si él ha leído a Grimm y los cuentos de Perrault, si cree que <<está bien provocar miedo a los
niños pequeños>>, si ha leído <<cuentos atroces>> cuando era pequeño, a que edad considera <<que un niño debe ir
al cine>>, lo que piensa de las películas de Walt Disney, de la gerontocracia, si conoce personas que vivan en un
asilo o casa de retiro, si él está <<contra los comprometidos con una forma general>>, <<qué solución>> ve al
conflicto <<en el caso de una huelga donde uno quiere dar cuatro céntimos y el otro quiere que le den diez>>. En
pocas palabras, la desrealización determinada por el juego universitario (que se recuerda aquí a través del ritual de la
explicación del texto) oculta una clase de entrevista de reclutamiento que mezcla las cuestiones políticas y las
cuestiones personales y una prueba de compostura, enfocada a juzgar <<al hombre>>, como dice el jurado, es decir
de las disposiciones propiamente sociales, tales como la seguridad necesaria para esquivar una pregunta embarazosa
o reconocer una ignorancia o la <<detentación sin insolencia>> que permite devolver al interrogador su pregunta o
interrumpirlo respetuosamente antes de que haya conseguido plantearla o incluso descartar con elegancia un tema
difícil jugando con la complicidad de antemano otorgada al rechazo altivo de las pesadeces laboriosas del concepto
pedante o del saber libresco (<<Sobre todo no me pregunte lo que es la epistemología>>). Pero hay que citar el
prefacio, intitulado “Reflexiones de los jurados sobre los trabajos de los candidatos”, que está publicado en
introducción al reporte sobre la pruebas del concurso (ENA, Epreuves et statistiques des concours de 1969, Paris,
Imprimerie national, 1970): “Sobretodo, candidatos que ciertamente han trabajado mucho, no han dejado tiempo para
reflexionar ni aún para leer otra cosa que Le Monde. No presentan ningún retroceso con relación a sus ingestas
intelectuales. Les falta humor y alegría y, nos tememos, al escucharlos que la administración no se mejora triste ni
demasiado seria: y si la alta administración y los grandes cuerpos del Estado se vuelven lugares geométricos de
lúgubres <<sabelotodos>>, ¿cómo conseguirán una Francia feliz? Hemos olvidado que el examen de conversación no
es un examen de conocimientos. Los conocimientos son juzgados, repetimos, con los exámenes técnicos. Es un
método, con la imitación del primer día, para tratar de apreciar las cualidades humanas, a una edad en que no se
saben todavía esconder demasiado y en que están ya afirmadas sin estar, hay que esperarlo, cristalizadas. Un
miembro del jurado decía un día: <<Trato de imaginarme si me gustaría trabajar con el candidato que estoy
escuchando y si podría darle entera confianza.>> Es pues el hombre al que queremos –ambiciosamente- llegar y no al
ser rodeado de diplomas y de conocimientos librescos. La confesión de una ignorancia, la calma sin insolencia y
también el don de réplica y la curiosidad de mente son excelentes cosas. Y a menudo las preguntas descabelladas o
técnicas son lanzadas para picar a un candidato encerrado en su concha o alardeando de una suficiencia pesada.
Malditas las citas de autores que no hemos leído, o las falsas elegancias, o las fórmulas vagas cuya imprecisión
prejuzga la de la mente del candidato para los examinadores.”
capítulo 2
escuelas del poder y poder sobre la economía44
Así, los dos modos de reproducción coexisten al seno del campo del poder económico donde
representan los dos polos de un continuum45. Todo parece indicar que el recurso a una forma de
consagración escolar, incluso rudimentaria, tiende a imponerse cada vez más ampliamente, y de
manera cada vez más imperativa, a medida que se incrementa la antigüedad –lo más
frecuentemente, desde la segunda generación- y la talla de la empresa (cf. diagramas 16 y 17,
p.429 y 430). Lo que no debe hacer concluir que, según un esquema evolucionista simple, los dos
modos de reproducción corresponden a dos momentos de una evolución inseparable de aquella
que conduce, según ciertos autores, de un modo de dominación fundado en la propiedad y los
44
Este capítulo ha sido escrito en colaboración con Monique de Saint Martin.
45
Se encontrará en el Anexo 1 una descripción del camino seguido en la realización de la encuesta y del análisis
(establecimiento de la muestra, indicadores retenidos, procedimientos de codificación, fuentes utilizadas, etc.) así
como un protocolo detallado de los resultados obtenidos.
Pierre Bourdieu 35
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
owners a otro, más racional y más democrático, fundado en la “competencia” y los managers. La
definición del modo de reproducción legítimo es un juego de lucha, particularmente al seno del
campo del poder económico, y hay que cuidarse de describir como el fin de la historia lo que no
es más que un estado, susceptible de ser revertido, de una relación de fuerzas.
36 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
El mundo de los grandes patrones cuenta con un número ínfimo de self made men, excepciones ejemplares, tan raras
en la actualidad como en los orígenes, e igualmente predispuestas a alimentar la leyenda meritocrática del empresario
hijo de sus obras. Del mismo modo que, como numerosos trabajos históricos lo han mostrado, los empresarios de la
primera revolución industrial habían salido la mayoría de la burguesía de negocios y habían recibido una educación
secundaria, asimismo actualmente, los hijos de obreros o de empleados son extremadamente raros entre los grandes
patrones (7 de 216, o sea el 3%) y no se encuentran sino dentro de las empresas de segundo rango (no contamos más
de 2 entre las 100 primeras); los hijos de pequeños empresarios independientes, artesanos o pequeños comerciantes
(en número de 7) o de directivos medios (en número de 9) ocupan posiciones inferiores a aquellas de los patrones
salidos de la clase dominante (es así que ellos son particularmente representados entre los directores de filiales
46
Hablaremos de patrones de Estado o de capitalistas de Estado para designar a los PDG que, incluso cuando no
pertenecen a la función pública, están estrechamente ligados al Estado por su formación, su carrera y sobre todo su
posición, que les pone en posibilidad, al menos a los más poderosos de ellos, de orientar la política del Estado
conforme a los intereses que representan.
47
Los pedidos del Estado y de las empresas públicas están concentrados en un pequeño número de sectores
(construcción eléctrica y electrónica, construcción naval y aeronáutica, producción de petróleo y de gas natural,
construcción mecánica) y en las grandes empresas: las empresas que emplean 2000 trabajadores o más, cuyas ventas
en 1974 representaban 49% del total de las ventas de la industria, obtenían el mismo año 68% de las negociaciones
públicas y contratos (a lo que habría que agregar, como lo sugieren los autores del estudio, los pedidos pasados a las
filiales de menos de 2000 trabajadores). Los mercados públicos son además muy regulares, al menos para las
empresas muy grandes, siendo la constancia en la elección de proveedores menos marcada cuando se trata de
empresas que cuentan con menos de 2000 trabajadores (cf. E. Mathieu, M. Suberchicot, Marchés publics et structures
industrielles, Economie et statistique, 96, janv.1978, pp.43-54).
48
Todo permite suponer que se reencontrarán dentro de las características de las esposas las oposiciones que estructuran
el campo en su conjunto: así, según una encuesta realizada en 1967, a 159 PDG de las 500 primeras sociedades, más
de la mitad de los patrones (57.3%) de las sociedades más pequeñas, que son más frecuentemente empresas
familiares, se casaron con hijas de patrones contra 21.2% entre los patrones de las más grandes (cf. D.Hall, H.C. de
Bettignies, L’élite française des dirigeants d’entreprise, Hommes et techniques, janvier 1969, pp.21 y 23). Dentro de
los límites de lo que las informaciones que pueden ser recabadas acerca de la población estudiada permiten afirmar,
parece que, al nivel de los herederos de las grandes dinastías, las estrategias se modifican y que las esposas
pertenecen muy frecuentemente a familias de la gran burguesía de vestimenta. Como si la necesidad de reforzar los
vínculos económicos por alianzas matrimoniales se impusiera cada vez menos a medida que se avanza en las
generaciones y que crece la talla del grupo.
Pierre Bourdieu 39
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
extranjeras que no son muy frecuentemente sino aprendices de firmas multinacionales que tienen su verdadero centro
de decisión en el extranjero). Además, no se cuentan prácticamente autodidáctas: 88% de los patrones declaran al
menos el bachillerato y la mayoría de aquellos que no disponen de ningún título escolar han realizado estudios
secundarios. Los raros <<self-made-men>> no parten por otro lado de la nada. Así Marcel Fournier, antes de crear
Carrefour, había desarrollado el negocio familiar, una mercería fundada alrededor de 1822, <<pequeño negocio>>
que, según se dice, ocupaba, cuando él entró en 1932 con <<una docena de personas>> de las cuales dos eran sus
hermanos (cf. Face à face avec Marcel Fournier par Roger Priouret, L’Expansion, juin 1973, p.215).
Por un lado pues, aquellos cuyo poder sobre las empresas de interés nacional (tal como, por
ejemplo, en el presidente director general de la Régie Renault) y también cuyo capital escolar y
cuyo capital social constantemente mantenido por la participación en las grandes instancias de
concertación tecnocrática (desayunos de asuntos de Estado, comisiones del Plan, etc.) y
consagrado por las más altas condecoraciones oficiales (oficial o comandante de la Legión de
honor) predisponen a ejercer una acción cuasi política por sus intervenciones ante la alta
administración de Estado y del poder político; por el otro, aquellos que, teniendo una relación
muy reservada, y frecuentemente despreciativa con respecto a la política y a los <<políticos>>, a
la función pública y a los funcionarios, y no poseyendo ni las disposiciones, ni las relaciones que
favorecen los intercambios con los hombres políticos y los altos funcionarios, se entregan no sin
reticencias a portavoces titulados y acantonan su acción política al nivel de las instituciones
locales, que ellos controlan completamente49.
Los patrones privados unen frecuentemente su apellido, manifestando así su concepción paternalista y cuasi
monárquica de la función patronal, a instituciones de beneficencia privada, clínicas o maternidades. Estas
instituciones se definen en su intención misma por oposición a la asistencia estatal y pública, es decir a la vez
impersonal y anónima, así pues no llamando al reconocimiento, y susceptible de aparecer como una <<conquista
social>>, arrancada al patronato por la lucha sindical, y no como un puro efecto de su benevolencia: <<Si hemos
hecho clínicas, es por que un día, un obrero murió después de haber sido mal cuidado en el hospital público. Y si
hemos hecho escuelas, es por que en esa época, no había escuelas valederas para los hijos de los obreros. Hemos
hecho pues eso que el Estado no había hecho. Y no hemos necesitado de los sindicatos para hacerlo. Los sindicatos
no son en absoluto necesarios para la vida de la empresa. En el fondo, los sindicatos no son sino la expresión de la
insuficiencia de los patrones>> (F. Michelin, Propos recueillis par Georges Menant, Paris-Match,1497, 3 fév. 1978).
En Clermont-Ferrand, existe entre otras una consulta de infantes Michelin, una clínica Michelin, consultas prenatales
en el puesto médico Michelin (cf. Guide de la santé et de l’aide sociale, 1970). No terminaríamos de censar los
estadios o equipos deportivos que han sido subvencionados o constituidos bajo el <<patrocinio>> de patrones, tal
como el estadio Geoffroy Guichard (fundador de Casino) en Saint-Etienne, el estado Bouloumié en Vittel (apellido
de la familia fundadora de la sociedad de aguas) de Vittel o el equipo de fútbol de Sochaux fundado en 1928 por
Peugeot. Lo mismo para las <<ciudades>>, por ejemplo la ciudad de Bouchon en Nassandres en el Eure (del apellido
del fabricante de azúcar), etc. Y se enumeran siempre las ciudades donde todos los equipamientos sociales son
puestos bajo el patrocinio y el patronímico del gran patrón local, tales como Hayange, Moyeuvre o Joeuf donde
<<todo es de Wendel>>, como en Clermont-Ferrand <<todo es Michelin>>.
Por el contrario, los patrones <<de Estado>> animan muy frecuentemente asociaciones de beneficencia anónimas y,
si se puede decir, de interés general: así, Jacques de Fouchier, presidente director general de la Compañía bancaria,
Jacques Georges-Picot, presidente director general honorario de la Compañía financiera de Suez y de la Unión
parisina, Pierre Ledoux, presidente de la Banca nacional de París, Yves Malécot, presidente de Crédito popular de
Francia, Jean Merlin, presidente director general de Crédito comercial de Francia y también Antoine Riboud,
49
Los patrones <<privados>> son mucho menos frecuentemente condecorados y con condecoraciones menos
prestigiosas (no son muy a menudo más que caballeros de la Legión de honor o condecorados por la Orden del
mérito). Todo permite suponer que la posesión de estos signos oficiales de reconocimiento de los servicios rendidos
es un buen índice de la relación con todo lo que es público y oficial. Así, Dansette nota de paso que <<las
condecoraciones eran relativamente poco numerosas entre la burguesía textil, alejada generalmente de la esferas y los
puestos oficiales>> (J.L. Dansette, Quelques familles du patronat textile de Lille-Armentières, 1789-1914, Lille, E.
Raoust, 1954, p.745, n.23).
40 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
presidente director general de la Sociedad Boussois Souchon Neuvesel, formaban parte en 1973 del Consejo de
administración de la Fundación de Francia. Esta institución creada, por iniciativa de la Caja de depósitos y
consignaciones, por la Banca de Francia y los más grandes bancos nacionalizados o privados, se daba <<como fin
contribuir a la renovación del ‘mecenazgo’ en el sentido más amplio de la palabra, bajo una forma adaptada a las
exigencias de la sociedad industrial>>; <<desprivatizar>>, como aman decir en este universo, la beneficencia
poniendo <<a la disposición de personas privadas, particulares o empresas, que desearan afectar cierta parte de sus
recursos con fines de interés general pero que, no queriendo o no pudiendo ni crear su propia fundación, ni meter a
sus herederos o ejecutores testamentarios, ni dirigirse directamente a las obras existentes, están en busca de un
organismo especialmente concebido para recibir y administrar sus liberalidades en beneficio de organismos
desinteresados, de carácter filantrópico, educativo, social, científico o cultural, respondiendo a su deseos>>
(Presentación en el Bottin administratif, édition 1973, p.1021). En 1973 todavía, Francois Bloch-Lainé, entonces
presidente de Crédito lyonés, era presidente de la Fundación para la investigación médica francesa que <<tiene como
fin promover la investigación médica científica en todas sus formas>>.
Los patrones privados están fuertemente arraigados en las regiones 50 y no ocupan prácticamente
jamás posiciones fuera del campo económico. A la inversa, los patrones de Estado que han
pasado la mayoría por la función pública, los gabinetes ministeriales y el sector nacionalizado,
que detentan posiciones importantes en las escuelas de poder (ENA, Polytechnique, Sciences-Po)
y que forman frecuentemente parte del consejo de administración de grandes institutos
universitarios de investigación, están predispuestos, tanto por su trayectoria dentro del campo del
poder, como por sus características institucionales o incluso personales -como el <<estilo>> y la
cultura ecléctica que procuran el frecuentar medios diferentes y las relaciones personales que
estos aseguran- a contribuir al desarrollo de relaciones de derecho y de hecho entre el campo del
poder económico y los otros campos constitutivos del campo de poder. Y la oposición entre las
posiciones se retraduce en la oposición entre las disposiciones: entre esos hombres privados o,
como gusta repetirse, <<secretos>> que son los patrones <<privados>> y los <<hombres
públicos>> que son los patrones <<tecnocráticos>>, solícitos a responder a las entrevistas,
aparecer en televisión, escribir artículos y publicar libros 51. Esos hombres públicos son hombres
de relaciones y de <<relaciones públicas>> cuyas relaciones de familia, de liceo, de gran escuela,
y la trayectoria misma que les conduce de la función pública a la empresa privada, predisponen a
jugar el rol de agentes de enlace, particularmente entre lo público y lo privado: se les encuentra en
todas las instituciones, comités, comisiones, asociaciones, organizaciones, situadas en la
intersección de lo público y lo privado, donde se elabora o se impone lo que llamamos la política
económica52; tienen frecuentemente responsabilidades, y responsabilidades importantes, al seno
50
Se puede así señalar afinidades ligadas a las proximidades regionales y a las pertenencias religiosas.
<<Esquematizando, se puede trazar un eje Alsace-Franche-Comté-Lyon-Marseille que articula, alrededor de Lazard y
de Paribas, las capitales de la burguesía protestante del Este (los Schlumberger, les Peugeot) y las capitales
controladas por la burguesía lyonesa (los Gillet) y marsellesa (los C. Fabre des Chargeurs reunidos). Dentro de estas
constelaciones de capitales, los vínculos matrimoniales, la ‘circulación’ de las mujeres y de los bienes (...) cuentan
tanto como las clásicas relaciones personales y financieras>> (P. Allard, M. Beaud, B. Bellon, A.M. Lévy, S. Liénart,
Dictionnaire des groupes industriels et financiers en France, Paris, ed. Du Seuil, 1978, p.18).
51
El capítulo consagrado a François Michelin en el libro de A. Harris y A. de Sédouy (Les patrons, Seuil, 1977, pp.245-
250) y que relata el fracaso de una tentativa de entrevista, está intitulado <<Un hombre secreto>>. Asimismo, no hay
cuadro de la burguesía de negocios de provincia, lillesa, lyonesa o bordelesa, que no insista en el secreto y la
discreción de la cual la vieja burguesía hace un principio técnico y también ético -como testimonio la palabra de uno
de los Mulliez-Phildar en respuesta a una solicitud de entrevista: <<El bien no hace ruido, el ruido no hace bien>>
(conversación reportada por Philippe Labarde, periodista económico de Monde).
52
Sobre la “interpenetración” de los altos funcionarios y de los dirigentes de bancos o de empresas de Estado al seno de
las comisiones que han conducido a la elaboración de la nueva política de vivienda a mediados de los años 70, ver P.
Bourdieu et al., Eléments d’une analyse du marché de la maison individuelle, Paris, Centre de sociologie
européenne, 1988, ronéo.
Pierre Bourdieu 41
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
del CNPF del cual se sabe que, creado –bajo el nombre de CGPF- por incitación del Estado,
permanece percibido por muchos patrones <<privados>> como una instancia cuasi oficial,
siempre sospechosa de complacencia con respecto al Estado (Pierre Jouven, Ambroise Roux,
Pierre de Calan, ocupan ahí posiciones dirigentes mientras que a la inversa, François Michelin ha
dimitido en mayo de 1968); se encuentran frecuentemente en la AGREF (Asociación de grandes
empresas haciendo un llamado al ahorro) que, creada en 1969 <<por la iniciativa de algunas de
las más importantes empresas industriales francesas y de M. Jacques Ferry>> a fin de <<dar a las
grandes empresas los medios para reflexionar en común y expresarse sobre los problemas que les
son específicos>> (Extracto del texto de presentación de la AGREF, septiembre 1977) reúne en
1977 veinticuatro muy grandes sociedades de la industria, del comercio y de la banca y es
presidida por Ambroise Roux; están presentes en las federaciones patronales, en las cámaras de
comercio y de industria 53 y en el Centro de estudios y de investigaciones de jefes de empresa, se
sientan muy frecuentemente en los consejos de administración de las veinticinco primeras
sociedades industriales y comerciales y, manifestando con ello que son también parte ligada con
un modo de reproducción, están muy frecuentemente en los consejos de administración de
organismos universitarios y particularmente de grandes escuelas: por ejemplo Pierre Jouven fué
miembro del consejo de administración del ENA de 1964 a 1971 y del consejo de
perfeccionamiento de la Escuela nacional superior de minas de París y administrador de la nueva
universidad de Compiègne; Ambroise Roux, Jacques de Fouchier, François Bloch-Lainé, Pierre
Moussa y Paul Delouvrier son miembros fundadores del Comité nacional para el desarrollo de
grandes escuelas, etc. Les molestan las responsabilidades locales (muy rara vez son alcaldes o
consejeros generales) y están casi ausentes en las CODER (Comisiones de desarrollo económico
regional) donde los patrones privados, poco presentes en las grandes asociaciones patronales,
están por el contrario fuertemente representados. Los patrones de sociedades con control
tecnocrático constituyen en cierto modo el límite de la clase de patrones de Estado: ellos tienen en
efecto al más alto grado el mayor número de propiedades asociadas al polo dominante, como
Ambroise Roux, clase de personaje ejemplar que el grupo pone delante, menos quizá porque él se
reconoce como tal que por encarnar la imagen del patrón legítimo, la más fácil de hacer reconocer
54
.
Pero, haciendo así una dicotomía de una población que se distribuyen de manera continua entre
los dos polos, nos arriesgamos a hacer olvidar que las clases que la descripción divide para la
facilidad de la exposición están separadas por límites estadísticos que no toman la forma de
fronteras zanjadas: numerosos patrones de Estado tienen vínculos, incluso familiares , con el
mundo de los negocios o participan en la vida política local (es el caso de Pierre Guillaumat)
mientras que los patrones <<familiares>> pueden participar en comisiones tecnocráticas o ser
recibidos en el Elysée (es el caso de François Michelin). Asimismo, si bien es cierto que 64.5%
de los patrones de grandes sociedades de control tecnocrático han comenzado su carrera en la
función pública (siendo 18% ex –inspectores de finanzas), es también el caso de 16% (y 4%) de
los PDG de empresas familiares; o también si 27% y 24.5% de los primeros han pasado por
53
Los grandes patrones constituyen cerca de un tercio de los dirigentes de Cámaras de comercio y de industria de las
cuales sabemos la influencia que ejercen sobre la vida económica y política y dentro de la enseñanza y la formación
(éstas controlan particularmente HEC y varias escuelas de comercio).
54
<<Por sus funciones de vicepresidente del CNPF, sus múltiples intervenciones públicas, su elogio de la ganancia y del
‘liberalismo salvaje’, sus relaciones con el mundo político, (Ambroise Roux) es uno de los ‘patrones’ franceses más a
la vista>> (Le Monde, supplément aux dossiers et documents du Monde, novembre 1977); a lo cual opondremos, por
ejemplo, este juicio sobre Henri de Wendel, <<este hombre sin experiencia de relaciones con la prensa>> (R.
Priouret, L’Expansion, juillet-août 1971).
42 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
gabinetes ministeriales o por comisiones del Plan, 7% y 5% de los segundos han conocido una
carrera semejante. Además, sobre aquello mismo que opone más claramente los dos universos, el
modo de sucesión, las diferencias no son de ningún modo naderías. Si no hay duda de que la
posesión de títulos escolares prestigiosos se impone tanto más fuertemente cuanto se aleje uno en
principio del polo familiar y privado, queda decir que esta se impone cada vez más, y a menudo
desde la segunda generación, a los herederos mismo. Así, se insiste en el hecho de que,
“exalumno de Polytechnique y de Sup Aéro”, Serge Dassault, “a probado [por ello mismo] que él
es otra cosa que un hijo de papá”55. La sucesión hace, lo más frecuentemente, en favor de
personas con más diplomas que sus predecesores (se piensa por ejemplo, en la sucesión de Paul
Richard, PDG de Thompson Brandt, o de Sylvain Floirat). Pero, si no es raro que, para salir de la
crisis en que les coloca la muerte del propietario, las familias responsables hayan recurrido al
servicio de un manager, éste cuando no es tratado como un simple apoderado, o una clase de
administrador, <<revocable ad nutum>>, como se dice en este medio donde se ha frecuentado
mucho a los Jesuitas, es frecuentemente salido él mismo del mundo distinguido de los negocios.
Es así que se puede apreciar el humor involuntario de las conversaciones por las cuales Jean-
Marc Vernes, salido de la alta banca protestante (es PDG de la Banque Vernes-Commerciale de
Paris), comenta su ascenso a la sucesión de Ferdinand Béghin, y se coloca como manager puro,
atento a la sola gestión, extranjero a las querellas del clan e indiferente a la defensa de los
patrimonios: <<Aquí, la dictadura de las grandes familias pertenece al pasado. Mi presencia en
esta oficina lo demuestra claramente. ¿De que sirve sacar “los planes sobre la cometa” para saber
si el negocio será aún familiar dentro de cinco, diez o veinte años? Lo importante, hoy, es
administrarlo bien>> 56 . Es casi la misma lógica, a pesar de las apariencias, que se pone en obra
en el reemplazo, a la cabeza de Rhône-Poulenc, de Wilfrid Baumgartner, el tipo mismo del gran
empleado (ex ministro, ex gobernador de la Banque de France), por Renaud Gillet, ingeniero
químico (diplomado en la escuela superior de química industrial de Lyon), presidente desde 1966
de Pricel, sociedad holding donde su familia posee intereses57, administrador de la Compañía
financiera de París y de los Países Bajos, BSN Gervais- Danone, Eurafrance, la Unión química
Belga, la Sociedad europea de relojería y de equipos mecánicos, pero también último nieto en
línea directa del fundador de Rhône-Poulenc (François Gillet) donde su familia no tiene más que
el 2.3% del capital58.
De hecho, el peso del capital social heredado de la familia se hace sentir en todos los sectores del
campo del poder económico: las operaciones sucesivas de cooptación que determinan la selección
de los dirigentes (y, en menor grado, la carrera del personal ordinario) se arman de criterios que
no son jamás completamente reducibles a los títulos escolares y menos todavía a lo que
oficialmente se dice que miden.
55
H. Jannic, “Les grandes successions”, l’Expansion, 52, mai 1972,p.94-101.
56
Ibid.
57
A. Jemain y J.P. Robin, Pricel: la base des Gillet, Entreprise, 2 nov.1973, pp.85-86.
58
R. Priouret, Rhône-Poulenc: l’ampleur de la crise, L’Express, 1er décembre 1975, pp.80-83; cf. R. Priouret, Face à
face avec Renaud Gillet, L’Expansion, avril 1975, pp.157-169.
Pierre Bourdieu 43
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
fosterage en uso en aquellos tiempos entre las familias nobles, el joven Loïc de Fouchier había comenzado su carrera
como agregado de la BNCI, luego en la Banca de Algérie y de Tunisie, antes de regresar a la banca familiar).
59
Hay que contar con el número de privilegios concedidos a los <<grandes funcionarios>>, el de orientar, hasta de
determinar, la elección de su propio sucesor. Se podrá ver particularmente lo que escribe Pierre Dreyfus, quien fue
PDG de la Régie Renault, sobre las condiciones de su propia designación y de la designación de sus sucesor (P.
Dreyfus, La liberté de réussir, Paris, J.C. Simoen, 1977, pp.40-43 y 175-176).
60
<<Roger Martin, PDG de Saint-Gobain Pont-à-Mousson, lo ha dicho de una vez por todas a sus condiscípulos: ‘De
todo lo que me han enseñado entre la Ecole polytechnique y la Ecole des mines, puedo afirmar solemnemente que
nada me ha jamás servido’. Lo que un ingeniero o un gestor necesita realmente saber, lo aprenderá trabajando, y así
solamente. Y que se tranquilice, la empresa lo sabe, y le ayudará. Si las bellas pieles de asno cuidan del prestigio, está
bien más en la medida en que prejuzgan favorablemente estas cualidades de carácter que ponemos en primer rango:
después de todo, ser recibido en el Politécnico prueba que se ha sido capaz de sujetarse a dos o tres años de trabajo
duro>> (J. Fontaine, loc. cit.).
61
No es por casualidad que la antigüedad dentro de la posición toma más importancia (con todo aquello por lo cual se
marca, modales, estilo de vida, etc.), a medida que se aproxima a la cima de la jerarquía social: se comprende que,
tratándose de individuos llegados al mismo punto de arribo, es decir al término de la trayectoria, la búsqueda de la
diferencia se reduce a la antigüedad, es decir al rango de llegada dentro de la posición que sobrevive dentro de la
manera, más o menos asegurada, y facilitada, de ocupar la posición.
44 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Tabla: La participación en otros consejos de administración según el origen social y el diploma obtenido
rango de los consejos de administración: 1 a 25
diploma obtenido Polytechn Sciences escuela de escuela de facultades educ. total
ique Po ingeniería comercio de secundari
derecho, a sup. no
letras, terminada
ciencias
perfil socioprofesional del
padre
agric, empleado, obrero, clase 1 - - - 1 - 2
media, artesano, comerciante
ejecutivo, directivo, ingeniero 6 - - - - 1 7
oficial, terrateniente 3 2 - - 1 - 6
profesión liberal, alto 1 8 - - 2 - 11
funcionario
gran comerciante, industrial 3 - 1 1 - 2 7
gran industrial, administrador 2 5 4 - 3 - 14
peq. sociedad, banquero
conjunto 16 15 5 1 7 3 47
rango de los consejos de administración: 26 a 100
diploma obtenido Polytechn Sciences escuela de escuela de facultades educ. total
ique Po ingeniería comercio de secundari
derecho, a sup. no
letras, terminada
ciencias
perfil socioprofesional del
padre
agric, empleado, obrero, clase 1 - 2 - 1 - 4
62
<<Los banqueros son el corazón del Estado. La burguesía ha reemplazado el barrio Saint Germain y los banqueros
son la nobleza de la clase burguesa>> (citado sin referencia, por T. Zeldin, France 1848-1945, vol. I, Oxford,
Clarendon Press, 1973, pp.77).
63
Sabemos que los títulos escolares –y más que cualquier otro el título de ex alumno de Gran escuela- no valen más que
lo que vale su portador. El <<éxito social>> de los diplomas de una misma escuela varía muy fuertemente en función
de un conjunto de variables que no son independientes del medio de origen. Así, se ha mostrado para los normalistas,
cuyo éxito ulterior, incluso al seno de la Universidad, permanece ligado al origen social. Asimismo, se ha visto, los
ingresos de ex alumnos del HEC varían al menos tanto según la manera en que han obtenido la posición que ocupan,
es decir de hecho según el medio de origen, como según el rango de salida (que está lejos de ser independiente del
origen social).
Pierre Bourdieu 45
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Cualesquiera que sean sus títulos escolares, los PDG salidos de las categorías populares o medias
tienen pocas oportunidades de ocupar lugares en consejos de primer rango. Por el contrario, es
suficiente para los PDG salidos de la burguesía de vestimenta (que son más frecuentemente
miembros de la AGREF y más frecuentemente citados entre los <<Cien que hacen la
economía>>) haber hecho el Sciences-Po para participar en los consejos de las veinticinco
primeras sociedades (8 de 11 de aquellos que son administradores en una de las veinticinco
primeras sociedades han hecho el Sciences-Po)64. Asimismo, los PDG salidos de la gran
burguesía de negocios, tienen fuertes oportunidades de participar en consejos importantes, y ello
de manera casi independiente del diploma, a diferencia de los PDG salidos de la mediana
burguesía que están presentes solamente dentro de consejos de segundo rango -cuando no son
pura y simplemente privados de toda representación-. Confirmación a contrario del hecho de que
el principio de las diferencias reales entre los portadores de títulos idénticos no es otro que la
pertenencia antigua al mundo de los negocios: en el caso de los PDG hijos de ejecutivos,
directores o de ingenieros, que son ricos solamente por sus títulos, las oportunidades de ocupar un
puesto importante varían en función del diploma poseído (6 de 7 de aquellos que son
administradores de una de las veinticinco primeras sociedades son Politécnicos).
La pertenencia a clubes elegantes, lo cual sabemos que contribuye fuertemente a definir la segunda dimensión del
espacio, varía muy estrechamente en función del origen social: los PDG salidos de la gran burguesía (de vestimenta o
64
El número relativamente elevado de PDG salidos de la burguesía de vestimenta que no forman parte de ningún
consejo, o solamente de consejos de sociedades de segundo rango, se debe al hecho de que una fuerte proporción de
ellos está a la cabeza de grandes empresas públicas.
46 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
de negocios) forman siempre más frecuentemente parte del Automobile Club que los PDG hijos de ejecutivos o de
ingenieros o salidos de las clases medias o populares; aquellos que son salidos de fracciones antiguas (propietarios
terratenientes o militares) están fuertemente representados en los clubes más antiguos (Jockey Club, Nouveau Cercle)
y, a la inversa, ausentes en clubes más recientes y más “abiertos” (Rotary Club o Racing Club), los únicos a los que
tienen acceso los PDG salidos de las regiones dominadas del espacio social. Observamos regularidades de semejantes
para la inscripción en el Bottin mondain: los PDG salidos de clases populares o medias tienen 28% de oportunidades
de ser inscritos, contra 36% para los hijos de ejecutivos o de ingenieros, 47% para los hijos de industriales o de
negociantes, 65% para los hijos de banqueros, administradores de sociedades, grandes industriales, y 66% para los
hijos de altos funcionarios o de miembros de profesiones liberales y 85% para los hijos de oficiales o de
terratenientes. Los PDG salidos de la gran burguesía de negocios se distinguen muy claramente de aquellos que son
salidos de la mediana burguesía de negocios: perteneciendo más a menudo a la nobleza por su padre (19% contra
3%), habiéndose casado más a menudo con una mujer salida de la nobleza (19% contra 5%) y sobre todo miembros
de familias más antiguamente establecidas (47% tenían al menos un abuelo, a veces un ancestro más lejano, dentro de
la burguesía contra 10% de los otros), son más frecuentemente miembros del Automobile Club (y también del Polo
de Bagatelle y del Nouveau Cercle) y menos frecuentemente del Rotary Club.
Pierre Bourdieu 47
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
En lo que concierne a la antigüedad dentro de la burguesía de vestimenta, la posesión de un apellido con partícula, la
inscripción en el Bottin mondain, etc., se trata del porcentaje de los PDG que, presidiendo sociedades fundadas (total
o parcialmente) en las diferentes épocas, son detentores de cada una de esas características.
Tabla: La pertenencia a clubes o a la orden de la Legión de Honor según el origen social
categoría socioprofesional si A M Jo Ra R si ca ofi co g tota
del padre en % n ut ax ck ci op n ba ci m r l
cl o im ey ng tar le lle al an a
ub m ´s cl cl y gi ro da n
ob B ub ub cl ón nt o
ile us ub de e fi
cl in ho c
ub es no i
s r a
cl l
ub g
r
a
n
c
r
u
z
agric., obrero, empl, 82.5 7 - - 3.5 7 17 36.5 26.5 20 -
artesano, comerciante, ejec. 100
medio
ejecutivo, directivo, 80 4 - - 12 4 23 50 23 - 4 1100
ingeniero
oficial, propietario 74 13 - 13 - - 27 6.5 20 40 6.5 1100
terrateniente
prof. liberal, alto funcionario 48 32 5 5 5 5 11 16 32 38 3 1100
48 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Se ha retenido en la tabla que los clubes para los cuales la verificación ha podido ser hecha a partir del Anuario de
miembros inscritos. Se trata del porcentaje de los PDG salidos de las diferentes categorías sociales que son inscritos
en cada uno de los clubes.
Otro índice, muy diferente puesto que es público y oficial, de nobleza social, pero igualmente vinculado al origen
social, la Legión de honor. Si 77.5% de los PDG tiene la Legión de honor, 50% siendo al menos oficiales, los PDG
salidos de la burguesía de vestimenta y de fracciones antiguas, que son los más numerosos en ocupar posiciones de
vinculación entre el sector público y el sector privado, son también aquellos que el Estado reconoce y condecora más
frecuentemente: es entre ellos que encontramos la más fuerte tasa de comandantes, de grandes oficiales o de grandes
cruces y también detentores de la Cruz de guerra (61.5% para los hijos de oficiales y de terratenientes, 48.5% para
los hijos de altos funcionarios o de miembros de profesiones liberales contra 27.5% de hijos de hombres de
negocios). Los PDG salidos de clases populares o medias no acceden sino excepcionalmente a las más altas
distinciones: no son a menudo más que caballeros de la Legión de honor y son un poco más condecorados que los
otros con el Orden del mérito (25% contra 16%) y sobre todo con las Palmas académicas (17% contra 4%) aunque no
han ejercido más a menudo que los otros funciones de enseñanza en las grandes escuelas y no ocupan más posiciones
en los consejos de administración de organismos universitarios. Dos ejemplos opuestos: P. Lizon, PDG de la
sociedad Le matériel téléphonique (del grupo ITT) cuyo padre era empleado y que ha realizado sus estudios en el
colegio Arago y luego en la Escuela nacional superior de ingenieros de artes y materias de Paris, es oficial de la
Legión de honor, comandante de la Orden nacional del mérito, tiene la Cruz de servicios militares voluntarios, la
medalla de la Aeronáutica y acumula otras distinciones menores (la gran medalla de oro de la Electrónica, la medalla
de honor, la medalla de oro del Trabajo, la medalla de oro de Educación física y deportes, la medalla de plata del
Sindicato general de construcción eléctrica. Por el contrario, W. Baumgartner, PDG de Rhône-Pulenc en 1972,
gobernador honorario de la Banque de France, ex ministro, indica una sola condecoración en el Who’s Who, la de
gran cruz de la Legión de honor.
Los negocios tienen su nobleza, que designa la antigüedad dentro de los negocios. La gente de los
negocios es siempre noble a varios títulos. La antigüedad y la notoriedad de su linaje, que se
recuerda por un nombre noble o celebre y por unos modales y una actitud <<distinguidos>>,
propios para asegurarle el acceso a los honores, a los privilegios y a las propiedades más extrañas,
como las obras de arte, confirmación sin par del gusto de sus poseedores, y a abrirle los grupos
más estrictamente selectivos, como los clubes elegantes, se asocian lo más frecuentemente a la
antigüedad de sus negocios, cuya nobleza se mide también por la antigüedad, y de las relaciones
personales que ésta implica. Se observa en efecto que, entre más antigua es una empresa, mayor
es la probabilidad de que la presidencia recaiga en un PDG perteneciente a las familias más
antiguas de la gran burguesía de negocios o de la gran burguesía (o nobleza) de vestimenta; a la
inversa, las sociedades más recientes, cuya fundación es ulterior a 1920, son presididas con una
frecuencia que no puede ser efecto de la casualidad por PDG salidos de fracciones dominadas del
campo del poder o de la pequeña burguesía (cf. Tabla 35)65. Cuando, por una excepción aparente,
65
J.P. Courthéoux muestra bien cómo, en la siderurgia, la antigüedad del medio social de los empresarios y la
antigüedad de las empresas van a la par. <<Los Audiffret-Pasquier, Fould, Girod de l’Ain, Hélie d’Oissel, Lacaze,
Mallet, Périer, de Nervo, Petiet, Roederer, de Wendel, que han ilustrado la primera revolución industrial>> dirigían o
administraban en 1960 <<una o varias firmas siderúrgicas y no las menores>>. Y precisa: <<El prestigio salido de la
antigüedad en situaciones y funciones no serían suficiente para consolidar los poderes económicos y sociales de tales
dinastías si estas no estuvieran aseguradas por relaciones de influencia, particularmente combinando sus funciones
siderúrgicas con funciones políticas, públicas, académicas u honoríficas, o, en otros términos, acumulando funciones
Pierre Bourdieu 49
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Vemos como la oposición entre los puestos se expresa, una vez más, en las propiedades de aquellos que los ocupan,
el habitus que está al principio del estilo de vida que estas caracterizan siendo la mediación práctica a través de la
cual se cumple la potencialidad objetiva inscrita dentro de la estructura66: así como la oposición entre los dos modos
de control, privado y público, se retraduce, lo hemos visto, en la oposición entre los patrones discretos y secretos de
la empresa familiar y los <<hombres públicos>> de la empresa burocrática, asimismo la oposición entre el
capitalismo financiero de la banca o los grupos industriales que se han casado con la lógica67 y el capitalismo
monopolista de la gran industria se encuentra, según una lógica que no es la de reflejo, en el contraste entre los
hombre de relaciones mundanas y de relaciones públicas, predispuestos a retraducir los vínculos financieros en
vínculos personales, y el personal técnico, mejor preparado para ejercer las funciones tradicionales de autoridad y de
supervisión que apela la gestión interna de la empresa (varios de ellos son ex oficiales superiores o ex prefectos) que
las funciones de vinculación y de control <<suave>>, fundado en la autoridad de la información y del poder
financiero, que apela la lógica del capital financiero.
No tenemos pues que elegir entre las estructuras y los agentes, entre el campo, que da el
sentido y el valor a las propiedades objetivadas en cosas o incorporadas en personas, y los agentes
que juegan con sus propiedades en el espacio de juego así definido, o, para llegar al caso
particular, entre las posiciones dentro del campo del poder económico y las disposiciones de sus
ocupantes, entre las características de las sociedades (talla, antigüedad, modo de control, etc.) y
las características de los dirigentes de estas sociedades (títulos de nobleza, de propiedad o
económicas y funciones sociales>> (cf. J.P. Couthéoux, Les pouvoirs économiques et sociaux dans un même secteur
industriel: la sidérurgie, Revue d’histoire économique et sociale, XXXVIII, 3, 1960, pp.339-376).
66
Esta correspondencia entre las posiciones y las disposiciones de sus ocupantes se observa tanto a escala del espacio
social en su conjunto como al interior de campos particulares (campo religioso, campo universitario, etc.), siendo las
excepciones, es decir los casos de discordancia, inteligibles por referencia a la relación ordinaria de concordancia,
particularmente en sus efectos: se sabe que los agentes colocados en falso están a menudo al principio de
innovaciones, hasta de subversión.
67
Así, grupos industriales, como PUK, presidido (en 1972) por Pierre Jouven, o la CGE, presidida por Ambroise Roux,
politécnico e ingeniero de puentes y calzadas, ligado a los negocios por su familia (su padre era administrador de
sociedades, presidente de la Compañía general de accidentes, su abuelo médico) tienen de hecho <<objetivos más
financieros que industriales>>: <<La CGE no ha sido fundada por técnicos sino por financieros. El aspecto técnico
ha sido siempre tratado en el marco de la más estricta rentabilidad>> (A. Roux, entrevista de Entreprise, 1967).
50 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
escolares, etc.). Se puede, reintroduciendo a las personas, tratar de establecer lo que, dentro del
funcionamiento de las instituciones económicas, no ocurre sino por las personas (se piensa en el
ejemplo límite de esos grupos extrañamente compuestos cuyo único principio unificador reside en
la persona de su fundador, los Floirat, Béghin, Dassault o Prouvost). Ello sin por tanto olvidar
que las personas en aquello que tienen de más personal son, por esencia, la personificación de
exigencias realmente o potencialmente inscritas dentro de la estructura del campo o, más
precisamente, dentro de la posición ocupada al interior de este campo. Es esto lo que hace que
podamos sacar del conocimiento de la especie de capital preponderante entre los dirigentes de una
sociedad una indicación sobre la posición de esta sociedad dentro del campo de poder económico
y sobre sus relaciones con las otras sociedades y con el Estado: dándose por patrón un inspector
de finanzas nacido en la burguesía parisina, una empresa manifiesta que, para reemplazar sus
funciones más específicas necesita de un PDG que no sea solamente un <<dirigente>> ejerciendo
su poder sobre la empresa en vista por ejemplo de aumentar la productividad y las utilidades sino
un portavoz que, en todas las relaciones con los representantes de otras sociedades y sobre todo
del Estado, añada al capital de la empresa eso que llamamos su crédito personal, es decir todos
los recursos actualmente y potencialmente asegurados por las propiedades unidas o incluso
incorporadas a su persona, <<honorabilidad>> y <<distinción>>, <<cultura>> y <<buenas
maneras>>, títulos de nobleza y títulos escolares.
Es evidente que es en vano, aquí más que en cualquier otra parte, intentar hacer la salida
entre esto que es <<funcional>>, es decir las capacidades y las competencias que están inscritas
en la definición estrictamente técnica de la función, y lo que es gratuita y artificialmente
superpuesto a la función, por una acción simbólica tendiente a producir la definición del puesto
propio para ofrecer el mercado más favorable a una especie particular de capital y para legitimar
así la dominación de los detentores de este capital. Porque la definición de la función patronal, de
la cual forma parte la capacidad de imponer la representación de la manera legítima de cumplir
esta función, es en gran parte producida por aquel que la cumple con éxito, nada informa mejor
sobre las propiedades de las posiciones elevadas del espacio social que las propiedades de
aquellos que las ocupan, incluidos los más extranjeros en apariencia a la definición estrictamente
técnica del puesto, como la posesión de una cuadra de caballos, de una departamento en la
avenida Foch o de una colección de pinturas.
La élite
Ninguno de los títulos de nobleza es suficiente por sí mismo para conferir la nobleza en
sociedades que profesan el rechazo a la nobleza. Así, los más altos títulos escolares son
condiciones necesarias, más no suficientes, permisivas más no necesitantes, de acceso al
Establishment. Pero la riqueza es aún menos suficiente cuando no se combina con <<modales>>
convenientes: recordamos a Jacques Borel, sacrificado por el Establishment, que <<no podía
tener éxito puesto que no tenía ni el dinero ni los modales>>; y pensando de manera verosímil en
Sylvain Floirat, vice-presidente-director-general de la sociedad de máquinas Matra, presidente
delegado de Europe nº1 Images et Son, nacido en Nailhac, en el departamento de la Dordogne,
indica que la entrada al <<mundo>> supone que <<uno afine su educación>> y que <<uno pierda
el acento de su terruño>> 68. La importancia de la posición ocupada, que se mide por la cifra de
68
Esta cita, como las siguientes, es extracto de una artículo que merecería ser reproducido enteramente: forma parte en
efecto de estos discursos hagiográficos, libros de oro de las grandes escuelas (v.g. Rue d’Ulm de Peyrefitte),
necrologías, entrevistas literarias, etc., donde la inocencia de los celebrantes se conjuga con la suficiencia de los
celebrados para revelar con toda claridad la verdad a la vez más objetiva y más íntima ante la cual uno exclama
Pierre Bourdieu 51
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
negocios de la sociedad o por la importancia de los fondos propios cuenta mucho pero
concordamos en observar (y el análisis lo confirma) que <<se puede estar a la cabeza de una gran
empresa y no formar parte del Establishment>>. Es ello lo que interviene primero la naturaleza
de la sociedad y de sus actividades (el sector): se distinguen las actividades <<nobles>>, la banca,
la industria pesada, el transporte marítimo, los servicios públicos, reducidos desde las
nacionalizaciones de 1946 a la distribución del agua69, la hotelería y la <<cantina>> (Jacques
Borel) y todas las actividades de comercio y de distribución con excepción de aquellas que
realzan su antigüedad, tales como las grandes tiendas, versión “antiguo régimen” de las grandes
superficies70, sin hablar de las más infrecuentables, como los <<cosméticos>> (François Dalle) y
de las inmobiliarias71...
Lo propio de las <<élites>> de las sociedades <<democráticas>> es definirse estadísticamente:
por otra de esas excepciones al axioma de omni et nullo que opera la estadística, todos los
miembros del grupo no poseen todas las propiedades que definen lo propio del grupo y, a la
manera del límite de una nube o de una selva según Rapoport72, el límite de un grupo como el
Establishment económico73 es una línea (o una superficie) imaginaria tal que la densidad de los
individuos (gotas de vapor condensado, árboles o patrones) es de un lado superior, del otro
inferior a un cierto valor. Vemos inmediatamente todos los efectos que se pueden sacar de esta
propiedad: se puede siempre a la vez exhibir el pequeño número de individuos ejemplares que
acumulan todas las propiedades y todos los títulos que dan derecho a la pertenencia (es el caso
por ejemplo de Jacques de Fouchier) y mantener la ilusión de la apertura y de la <<igualdad de
oportunidades>> poniendo delante todos los casos de individuos que poseen todas las
propiedades excepto una74. Pero esto no es todo: el hecho de que los diferentes miembros del
grupo son si no incomparables, al menos insustituibles, es decir tales que no se pueda jamás
identificar los unos con los otros bajo todas las relaciones y que se puedan siempre oponer
excepciones a todas las definiciones, produce la ilusión subjetiva del misterio de la <<persona>>
indefinible y del grupo que, estando fundado en el milagro de la elección, no es nada más que una
suma de individuos <<excepcionales>>o, como se dice, de <<personalidades>> irreemplazables.
Todas las aristocracias se definen a sí mismas como más allá de toda definición: ¿la gentry de
negocios se siente y se quiere más allá de criterios formales de reconocimiento y de reglas
explícitas de mantenimiento? <<’El consenso no resulta de reglas, incluso no escritas, como lo
explica el presidente Caplain, sino de la idea que uno se hace del comportamiento de un
cuando es puesta al día por el análisis científico (cf. R. Tendron, Establishment: Les intouchables, Le Nouvel
économiste, 102, 17 oct. 1977, pp.66-72).
69
Jacques de Fouchier, presidente de la Banque de Paris et des Pays-Bas, François de Flers, PDG de la Banque de
l’Indochine et de Suez, Pierre Champin, PDG de la sociedad Denain Nord-Est-Longwy, Ambroise Roux, PDG de la
CGE, Francis Fabre, PDG de Chargeurs réunis, Tristan Vieljeux, PDG de la Sociedad naval Chargeurs Delmas-
Vieljeux aparecen claramente en la parte superior del eje 2 del diagrama 17.
70
A diferencia de la mayoría de los PDG de sociedades comerciales, Jean Vignéras, presidente de la Société Au
Printemps, se sitúa en la parte superior del eje 2.
71
Los pocos PDG que no están condecorados por la Legión de honor (22.5%) se encuentran en las actividades menos
nobles (el comercio, las bebidas), a la cabeza de filiales de segundo rango de sociedades extranjeras o de sociedades
controladas directamente por un grupo importante.
72
E. Rapoport, en R.R.Grincker, Toward a Unified Theory of Human Behavior, New York, Basic Books, 1956.
73
Es decir grosso modo los dos sectores superiores del espacio definido por el análisis de correspondencias (pudiendo
decirse lo mismo del límite de los grupos definidos por la proximidad a los dos polos del campo).
74
Estando la estadística inscrita en el funcionamiento mismo del mundo social, el análisis estadístico no podría limitarse
sólo al plano de la técnica: a falta de aprehender las implicaciones sociales de la estadística y las implicaciones
estadísticas de la realidad social –otro ejemplo sería el debate sobre las probabilidades objetivas y las probabilidades
subjetivas-, nos arriesgamos a hacer la sociología sin el saber, es decir, seguramente, mala sociología.
52 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
individuo’. (...) ‘Uno reconoce instintivamente aquellos que son y aquellos que no lo son’, declara
un gran patrón de la industria, que agrega: ‘Cuando se es parte del Establishment, no se habla del
Establishment’>>. Evidentemente, <<no existe verdaderamente hombre de izquierda dentro del
Establishment>>, pero aún así todo está en la manera; y si no se tiene sino desprecio para los
<<groseros>> que, pregonando el progresismo, traicionan su casta y venden el secreto75, sabemos
reconocer la preocupación bien comprendido por lo <<social>>: <<M. Marcel Demonque, ex
patrón de Cementos Lafarge, ‘sacaba lágrimas a sus semejantes’ evocando sus preocupaciones
sociales, pero ‘tenía un puño de derecha’>>. Así mismo, lo que es fatal a tal advenedizo de
costumbres todavía rudas, es perdonado a tal otro, asegurado de la indulgencia de sus iguales.
<<Este club sin estatuto escrito, sin lista de miembros, funcionando únicamente por cooptación
instintiva y espontánea>>, del cual habla Jacques de Fouchier, y del cual, mejor que los clubes
más selectos76 o las comidas del <<Siglo>>, los consejos de administración de ciertas grandes
sociedades (Paribas o PUK por ejemplo) dan una idea aproximada, funciona como una instancia
de legitimidad <<que se arrogue el derecho de hacer la ley y de castigar si no es respetada>>.
Que no se vaya a pensar, en nombre de esta forma de economismo que parece imponerse desde
que se trata del mundo económico, que estas solidaridades, como las afinidades de estilo de vida
que las fundan, sean para acomodar en el orden de la gratuidad y del “suplemento de alma”
culturales. Ellas están al principio de elecciones económicas que no se pueden ni explicar ni
comprender en una lógica puramente económica. Sólo una visión estrechamente economista de
las relaciones económicas puede hacer ignorar que sin <<crédito>> ante aquellos que tienen el
poder sobre el crédito, no se obtiene crédito. Los grupos aristocráticos –esto es que hacen el
misterio y el encanto para aquellos mismos que participan- no tienen otro fundamento que la
arbitrariedad aparente del inter-reconocimiento. Totalmente aparente, puesto que el principio de
todos los juicios de pertenencia o de exclusión no es otra cosa que la antigüedad dentro del grupo,
es decir el modo de reproducción capaz de conferir a todas las prácticas de aquellos que son su
producto esta modalidad rara y percibida, con justa razón, como inimitable, que caracteriza la
distinción llamada natural, base de todas las cooptaciones.
En estas materias, todo es cuestión de tiempo: <<’Dentro de una o dos generaciones los hijos de
Carrefour serán quizá parte del Establishment’. ‘Quizá’, pues Guichard y Perrachon –nacidos a
principios del siglo XX- jamás han rebasado el Establishment de provincia77’>>. Cuestión de
75
Entre estos aguafiestas, podemos citar a Lucien Pfeiffer, PDG de Prétabail desde 1965: entró al mundo bancario por
fractura, con el crédito hipotecario, este hijo de comerciante pasado por HEC, imprime ideas de <<izquierda>> (ha
sido director de La Vie catholique illustrée de 1959 a 1961) y miembro de la asociación Empresa y progreso y del
Centro de jóvenes dirigentes de empresa, tenía todo para contrariar al Establishment (cf. L’Expansion, janvier 1976,
p.36 y J.P. Roulleau, Les champions de l’expansion, une nouvelle race de dirigeants, Paris, cercle du livre
économique, 1969).
76
Es notable que la mayoría de los miembros del Establishment (situados en la parte superior del eje 2) omiten
mencionar en el Who’s Who su pertenencia a un club, entendiendo sin duda manifestar así que están por debajo de
estas formas de asociación. Demuestra este propósito: <<Yo, no soy para nada convencional, no soy snob en
absoluto; esos chismes me aburren, me hacen... Si yo soy presidente del Polo de Bagatelle, es por tradición, por
deber (...). Mi mujer no pone jamás un pie; cuando le digo: ’es necesario que vengas porque damos la copa en
recuerdo de mi padre’, ella me dice: ’no tienes más que llevar a una de tus hijas, no me lleves a mí, eso me
fastidia’>> (Entrevista de Elie de Rothschild, presidente del Polo de Bagatelle).
77
A. Duffau, Le palmarès des fusions, L’Expansion, mars 1974.<<Acerca de Raymond Sachot [hijo de artesano,
licenciado en derecho, diplomado por Harvard] que apareció un momento como el gran federalizador de la industria
alimenticia, un banquero dice: ‘Él ha querido ir demasiado rápido y no siempre se entiende bien con sus banqueros.
Pagando en acciones sus adquisiciones, volvía luego parra ‘clasificar’ su título. Pero él cambiaba demasiado a
menudo de banquero: en cuanto un paquete de acciones era clasificado, él lo regaba por todos lados'. He aquí por que
Pierre Bourdieu 53
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
tiempo, es decir de maneras, que no se adquieren por otro lado sino con el tiempo y que
atestiguan que uno puede y uno sabe tomarse su tiempo: la especulación, que condenamos
particularmente en los aventureros de la promoción inmobiliaria, traiciona una precipitación de
advenedizo, en todo opuesta a la lenta y segura acumulación del banquero de viejo linaje. Si hay
lugares como las inmobiliarias donde <<no es muy moral ganar dinero>> (al menos directamente
–¿que serían en efecto los promotores sin los banqueros?-), es que ellos llaman a <<la
especulación en el sentido peyorativo del término>> y a la <<derogación>>, es decir la sospecha
del <<pot-de-vin>>, formas de presión que se pueden excluir, en nombre de la conveniencia de
los negocios, cuando se dispone de técnicas de influencia altamente eufemistas que autorizan los
vínculos personales entre personas igualmente honorables; es también que llaman agentes
económicos conformes a la verdad bruta y brutal de las relaciones económicas (<<hombres de
puño, ‘brutos’>>), es decir incapaces de meter en estas relaciones lo que se necesita de mala fe
para ocultar, tanto a sí mismos como a los otros, la verdad. La conveniencia de los negocios, y
todos los preceptos constitutivos del arte de vivir burgués, rechazo a los gastos ostentosos (es
descortés <<pasear a su mujer con un diamante que le cubre la mitad del dedo>> o <<llegar en
Rolls a su oficina>>), discreción (<<el Establishment no gusta de los éxitos demasiado
visibles>>) y reserva (se reprocha a tal patrón hablar demasiado y de hacerse ver demasiado en la
televisión o en los coloquios), honorabilidad de la vida privada 78 y austeridad afectada de los
modales, son sin duda tantas expresiones de la mala colectiva por la cual el grupo se oculta a sí
mismo el fundamento mismo de su existencia y de su poder, la negación originaria del beneficio y
de las relaciones sociales que éste supone.
Si las aristocracias no quieren jamás a los advenedizos, no es solamente por uno de esos reflejos
de defensa que están al principio de toda especie de numerus clausus es sobre todo por que, por
su éxito demasiado rápido, por la manera, necesariamente brutal, con la cual lo han obtenido y
por la manera ingenuamente ostentosa con la cual lo afirman o lo anuncian, esos arrivistas tardíos
recuerdan la violencia arbitraria que está al principio de la acumulación inicial. Si la pertenencia
al Establishment está estrechamente ligada a la antigüedad del establecimiento dentro de los
negocios79, es sin duda que el capital simbólico de reconocimiento, de confianza y, en una
palabra, de legitimidad, tiene sus leyes propias de acumulación que no son aquellas del capital
económico. Como dicen los hermanos Willot, <<es más fácil conquistar que guardar>>. Si el
capital que dura tiende a convertirse en crédito, en prestigio, es decir en capital simbólico, capital
desconocido, reconocido, legítimo, no es sin duda por un efecto propio del envejecimiento, sino
más bien porque el capital debe siempre una parte de su poder de durar, de perpetuarse, de
reproducirse, a su capacidad de hacerse reconocer, es decir de hacerse desconocer en tanto que
capital convirtiéndose en especies mejor disimuladas, como las obras de arte o la educación; es
también porque su perpetuación se acompaña inevitablemente de una transformación de la
relación que sus propietarios mantienen con él, la aspereza brutal de los fundadores, transparente
a la brutalidad de las relaciones de fuerza económicas, cediendo el lugar a la separación de la
comodidad heredada.
el éxito de Raymond Sachot a sido efímero, y porque ha sido forzado a fundar su grupo dentro de la nebulosa
multinacional de James Goldsmith>> (ibid.; subrayado por mí).
78
<<Un gran presidente se ha visto privado del acceso a la mesa del gobernador de la Banque de France durante dos
años por causa de divorcio en condiciones delicadas. Porque aunque no está prohibido tener amantes e incluso
mostrarlas, ‘no hay que provocar dramas’>>.(R. Tendron, loc.cit.).
79
Antigüedad del linaje, antigüedad del individuo mismo: la precocidad del <<pantouflage>>, donde se expresa la
familiaridad con el mundo de los negocios que favorece la propensión y la probabilidad de realizarlo, contribuye
fuertemente a definir la pertenencia al Establishment.
54 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Así, cuando se trata de acceder a las posiciones de poder económico, los diplomas no detentan
más que una eficacia condicional que, sobre todo cuando son menos raros y más “mundanos”, no
se ejerce plenamente más que si están combinados con títulos y cualidades que no corresponde a
la escuela inculcar u otorgar. Los PDG desprovistos de títulos de enseñanza superior o que han
pasado por el Sciences Po80 son salidos de familias que son antiguas, nobles –y de vieja
nobleza81- y allegados a familias nobles en proporciones mucho más fuertes que los patrones
salidos del Politécnico, mucho menos antiguos y mucho menos provistos de atributos
tradicionales de la nobleza: los ex alumnos de Sciences Po son siempre más a menudo miembros
de los clubes más antiguos y más prestigiosos (Jockey Club, Cercle Interallié) que los
Politécnicos que están rara vez inscritos en un club –exceptuando al Cercle du Bois de Boulogne-,
más rara vez incluso que aquellos que han pasado por escuelas de ingenieros, Centrale, Mines de
Paris, Nancy, Saint-Etienne particularmente, o escuelas de comercio82.
Para los patrones salidos del Politécnico, en particular para aquellos de entre ellos que son salidos
de la pequeña burguesía de provincia y que se encuentran sobre todo entre los PDG de filiales
extranjeras y de industrias menos antiguas, la escuela y el título escolar son condiciones
determinantes del acceso al campo del poder; para aquellos que han pasado por Sciences Po y
que, casi todos salidos de la burguesía de negocios parisina (y particularmente de la banca) o de la
aristocracia más antigua, se encuentran sobre todo en las empresas familiares o tecnocráticas, el
título otorgado por una institución escolar menos selectiva83, cumple ante todo una función de
legitimación. Se ve así que, incluso si los títulos escolares pueden dar acceso a posiciones de
poder económico, el modo de reproducción de componente escolar permanece fuertemente
competido, y hasta sobre los terreno más favorables a su eficacia, como las grandes empresas
burocráticas, por el modo de reproducción familiar: además de que continua abriendo por sí sólo
el acceso a una parte importante de las posiciones dominantes, el aprendizaje cultural asegurado
por las familiar más antiguas en la burguesía es único para procurar la forma muy particular de
capital cultural, actitud, maneras, acento, y el capital social que, asociados al capital económico
heredado o incluso sin él, dan la ventaja sobre los competidores dotados de títulos escolarmente
equivalente o incluso superiores.
Diagrama
80
El tercer factor opuesto a un conjunto de patrones que deben su éxito social a su éxito escolar (y donde dominan los
politécnicos) un conjunto de patrones pasados por Sciences Po, como el barón Elie de Rothschild, PDG de la
Compagnie PLM, Wilfrid Baumgartner, PDG de Rhône-Poulenc en 1972, Christian de Waldner, PDG de IBM, hijo
de un administraador de sociedades, o no diplomados como Edouard de Cazalet, PDG de la Sociedad marsellesa de
crédito, hijo de banquero que ha hecho sus estudios en Janson, Jacques Corbière, PDG de Gervais-Danone en 1972,
hijo de industrial y bisnieto de Charles Gervais, “creador de la industria lechera en Francia”, que ha hecho sus
estudios en la escuela Fénelon y en el liceo Condorcet y que no tiene más que el bachillerato, o Ferdinand Béghin,
PDG de Béghin-Say, hijo de industrial azucarero que ha hecho sus estudios en el liceo Janson.
81
Es notable que los PDG que han pasado por el Sciences Po y que tienen un apellido con partícula figuren más
frecuentemente en los diccionarios de la nobleza (cf. particularmente Dugast Rouillé éd., Le nobiliaire de France
(actuel), Nantes, 1972, 2 vol., o E. de Sereville, F. de Saint Simon, Dictionnaire de la noblesse française, Paris, La
société française du XXe siècle, 1975) que los que han pasado por otras filas.
82
Los PDG salidos de escuelas de comercio (y a menudo originarios de familias que están desde hace varias
generaciones dentro de los negocios) o de escuelas de ingenieros tales como la Centrale o las Minas participan
frecuentemente en clubes (particularmente en el Automobile club) y tienen una fuerte práctica de los deportes más
mundanos, golf y veleo.
83
Se sabe que los alumnos del Sciences Po tienen una tasa de éxito escolar (medida por las menciones en el bachillerato
o las nominaciones en el Concurso general) ampliamente inferior a la de las clases preparatorias de las grandes
escuelas (Khagnes y Taupes) y, a fortiori, de Ulm y del Politechnique.
Pierre Bourdieu 55
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Nota al diagrama 37: En lo que concierne a la antigüedad de la familia en la burguesía de vestimenta, la pertenencia a
la nobleza y la inscripción en el Bottin Mondain, se trata del porcentaje de los PDG que, habiendo pasado por una u
otra de las filas escolares, son detentores de cada una de estas características.
El sentido de la evolución
Dicho esto, el hecho de que, al corazón mismo del campo económico, ciertas posiciones, y entre
las más importantes, se vuelven accesibles a patrones cuya autoridad y poder se fundan más en el
título escolar y menos en el título de propiedad, no puede no afectar la representación social de la
56 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Para hacer ver lo que está en juego en las operaciones de clasificación más elementales, y en las dicotomías que
oponen por ejemplo los owners y los managers, es decir toda una profecía concerniente a la gestión de la empresa y
sus relaciones con la burocracia de Estado, bastará citar tres declaraciones de patrones de empresa <<condenados>>
por la nueva visión dominante: <<Nosotros estamos completamente fuera de las preocupaciones de los tecnócratas de
84
Se habla siempre de Ambroise Roux como de una <<gran inteligencia>>. Identificando la inteligencia con el éxito en
los concursos, se recuerda de buena gana los rangos obtenidos en estas competencias: así no falta jamás señalar que
Jacques de Fouchier ha sido recibido como primero en la Inspección de finanzas. Después de las audiencias del
patronato en Marseille en octubre de 1972, los dirigentes del CNPF se regocijaron, relata Bernard Brizay, <<con esta
opinión aparecida en el periódico del PSU, Tribune socialiste: ‘Ese capitalismo es inteligente’>> (cf. B. Brizay, Le
patronat, histoire, structure, stratégie du CNPF, Paris, De. du Seuil, 1975, p.192).
85
La oposición entra la empresa familiar y la granempresa moderna y abierta al progreso social se inscribe muy
naturalmente en la larga serie de lugares comúnes producidos en los lugares neutros que organizan la visión del
mundo de la nueva “élite” económico-burocrática: pasado (rebasado)/futuro, cerrado/abierto, local/nacional,
tradicional/moderno, etc. (se encontrará un análisis de la estructura y las funciones de este conservadurismo
reconvertido en P. Bourdieu et L. Boltanski, “La science royale et le fatalisme du probable”, Actes de la recherche en
sciences sociales, juin 1976, no.2-3, p.39-55).
86
Numerosos debates sabios sobre el sentido de la evolución del mundo social o de tal o cual de sus aspectos oponen
tesis perfectamente indeterminables (al menos con los medios puestos en obra) que son profecías pretendiendo la
autoverificación, es decir golpes de fuerza simbólicos enfocados a hacer advenir, anunciándolo, el porvenir más
conforme a los intereses del profeta y a condenar mágicamente, por una suerte de maldición, la eventualidad opuesta.
Pierre Bourdieu 57
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
París, que consideran que la empresa familiar está arruinada y, lo que es más grave, que es toda la industria textil la
que está arruinada>> (Entrevista de Bertrand Lepoutre, PDG de una empresa textil mediana, los Etablissementes
Lepoutre, en A. Harris y A. de Sedouy, Les patrons, op.cit., 1977, p.79). <<Yo creo firmemente que la teoría que
quiere que todo vaya hacia la concentración de grandes empresas es falsa. Yo digo que se volverá atrás...>>
(Entrevista de Yvon Gattaz, PDG de Radiall, op.cit., p.202). La discusión del destino que la filosofía tecnocrática
trata de imponer, es decir hasta la puesta en cuestión de la pretensión de una racionalidad y una productividad
superiores: <<Estos grupos no dan casi nunca beneficios, reagrupan ellos mismos cantidad de empresas, y hay
siempre una para recuperar otra, lo que conduce a un mantenimiento del empleo prácticamente constante. No sucede
jamás nada realmente grave y ellos no se encuentran con el montón de gente en la calle. Pero toman una parte mínima
de lo que tienen entre las manos: está casi nacionalizado, casi burocrático, por consecuencia muy poco eficaz>>
(Entrevista de Francine Gomez, PDG de Waterman, op.cit., p.33). Estas declaraciones de patrones <<privados>>
encuentran su contraparte en las declaraciones de los tecnócratas siempre listos, como Alain Gomez, PDG (de
izquierda) de Saint-Gobain embalajes, para recitar los cursos de Sciences Po sobre el pequeño patrón familiar que
confunde la caja de la empresa y la caja familiar, que perpetúa formas de autoridad autocráticas y una mentalidad de
rentista, etc. (cf. op.cit., pp.271 sigs.).
1952 X X o d l S e b s N To
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clases populares y medias 4 4 - 1 - - - 2 - - 11
clase dominante 6 13 14 8 4 4 - 2 5 13 69
de la cual
-ejecutivos, directores 1 5 3 1 1 - - - 1 - 12
-oficiales, terratenientes 1 2 3 3 - - - - - 2 11
-prof. liberales, altos funcionarios - 4 3 2 1 1 - 1 2 1 15
industriales, banqueros 4 2 5 2 2 3 - 1 2 10 31
NR 4 2 3 1 - 1 - - - 9 20
Conjunto 14 19 17 10 4 5 - 4 5 22 100
Pierre Bourdieu 59
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
1962 X X o d l S e b s N To
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clases populares y medias 1 5 2 - - - 1 - - 1 10
clase dominante 6 20 18 7 5 8 5 3 3 5 80
de la cual
-ejecutivos, directores 1 3 4 2 - - - - 1 1 12
-oficiales, terratenientes - 4 4 - 1 - - - - 1 11
-prof. liberales, altos funcionarios 1 6 1 - - 1 1 1 - 1 12
industriales, banqueros 4 7 9 5 4 7 3 2 2 2 45
NR 1 1 - 1 - 1 - - - 6 10
Conjunto 8 26 20 8 5 9 6 3 3 12 100
60 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
1972 X X o d l S e b s N To
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clases populares y medias 3 1 5 2 - - 2 - - - 13
clase dominante 1 18 16 11 3 15 7 4 5 1 81
de la cual
-ejecutivos, directores - 4 4 2 - 2 1 - - - 13
-oficiales, terratenientes - 3 2 1 - 3 - - - 1 10
-prof. liberales, altos funcionarios - 6 - 3 - 4 1 - - - 14
industriales, banqueros 1 5 10 5 3 6 5 4 5 - 44
NR - - - 2 - - - - 1 3 6
Conjunto 4 19 21 15 3 15 9 4 6 4 100
Sabiendo que el incremento de la talla de las sociedades se acompaña de todo un conjunto de cambios, entre
los cuales hay que contar el cambio de las características de los dirigentes y, en particular, el incremento de su capital
escolar, tenemos fundamentos para pensar que la elevación de la tasa de diplomas resulta (al menos por una parte) del
incremento de la talla de las sociedades y del incremento del peso de las grandes sociedades en el campo económico.
Los dirigentes (en 1972) de las firmas francesas (jerarquizadas según el volumen de sus capitales propios) poseen
tanto más frecuentemente un diploma (y un diploma más prestigioso) cuanto mayor es su empresa; más precisamente,
la posesión de un capital económico y social es tanto menos suficiente para asegurar por sí el acceso al poder dentro
de la empresa cuanto más importante es la empresa: la porción de patrones que, siendo hijos de industriales, de
administradores de sociedades, de banqueros o de grandes comerciantes, no han hecho estudios superiores, decrece
cuando crece la talla de la empresa, pasando de un 23.5% para las sociedades clasificadas del lugar 101 al 200, a
11.5% para las 100 primeras sociedades.
Pero además nos podemos preguntar sobre la comparabilidad de poblaciones cuyos límites y
composición dependen totalmente de los principios de definición adoptados cuando esos
principios han cambiado profundamente en el curso del período observado: aquel que era (o
hubiera podido ser) cuestionado en tanto PDG en el período inicial no podía serlo más, en tanto
que director de una filial, en el período final, ello sin que su posición <<real>> y la de la sociedad
que él dirige hayan necesariamente sufrido cambios profundos. A la inversa, tal otro que ha
podido ser tratado como patrón en primera persona puede, por el juego de alianzas o de controles
ocultos u oficiosos, disponer de una independencia tan aparente como la de tal director de filial
que no ha sido retenido; o, en el caso de filiales extranjeras, el patrón nominal puede no ser sino
la manifestación aparente (en el doble sentido de visible e ilusoria) de un poder cuyo principio
real está en otra parte, sin hablar del caso en que el PDG declarado, oficial, no es más que el
apoderado de un patrón real, así ausente del espacio87.
Lo que está en cuestión en efecto, es la noción de grupo, el juego de lo nominal y lo real, de lo oficial y de lo
oficioso, que esta favorece, y al mismo tiempo la cuestión del poder dentro del campo del poder económico en su
conjunto y dentro del campo de cada grupo particular. Esta cuestión, el muestreo lo resuelve por una parte
tácitamente decidiendo retener ciertos patrones y excluir otros, y tomando partido, de este modo, sobre los
<<límites>> del grupo, es decir sobre la autonomía relativa del campo de la sociedad –pues de sus dirigentes-;
autonomía que es una de las apuestas mismas de la lucha entre las sociedades88. Y de hecho, según la definición del
<<control>> que se da, y que puede o no coincidir con la definición explícita o implícitamente asentada dentro de la
delimitación oficial de las unidades, se puede hacer variar considerablemente el número y la talla de las unidades
elementales, o sea la naturaleza y las cualidades de aquellos que las dirigen: lo que significa que la división adoptada
en el establecimiento de la muestra y en las operaciones de codificación prejuzga inevitablemente la respuesta misma
a una de las cuestiones que uno se esfuerza en resolver por la comparación de estados diferentes del campo, aquella
de la <<concentración>> y de los cambios correlativos de los dirigentes. Registrando las divisiones oficiales, ¿no se
87
La posición ocupada dentro del espacio del poder por Benno Vallières, PDG de la Sociedad de aviones Marcel
Dassault-Breguet, se explica fácilmente, sabiendo que, semejante a los PDG de filiales de grandes empresas
extranjeras, se encuentra aislado en las tareas de gerencia, como lo vemos claramente a través de lo que dice de él el
patrón real, Marcel Dassault: <<El sr. Vallières se ha revelado como un maravilloso industrial y un excelente
comerciante, dotado de todas la cualidades técnicas necesarias. Es él quien discute los contratos tanto con el Estado
como con los proveedores, y quien fija las remuneraciones del personal>> (cf. H. Jannic, Les grandes successions,
L’Expansion, 52, mai 1972, pp.94-101).
88
La cuestión de las unidades elementales es un caso particular de la cuestión muy general, aquella de la existencia de
los grupos, de las relaciones entre lo nominal y lo real, entre lo oficial y lo oficioso, entre las fronteras
institucionalizadas y jurídicamente garantizadas y los límites reales. Como en el caso de relaciones de parentesco, la
verdad no está aquí ni en de la definición oficial que puede tener varias funciones (tradición, imagen de marca, etc.)
ni en la definición real, entre otras razones porque, dentro del caso mismo en que la <<fusión>> es tan completa
como es posible, cada una de las unidades anteriores conserva una autonomía que es la de una historia, de una
tradición propias.
62 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
hace otra cosa que tomar y dar por un dato lo que es el producto de estrategias? Pero, ¿no se pierde un aspecto muy
real de la realidad procediendo a divisiones fundadas sobre la sola consideración de vínculos reales o, al menos, los
más determinantes de entre ellos, aquellos que reposan en la detentación del capital? La definición nominal (es decir
oficial) que los agentes comprometidos en la lucha por la dominación económica se dan y se esfuerzan por dar, en
función de una definición particular de la autonomía y de la dependencia, forma parte de la verdad objetiva. <<Es
grupo, según la definición oficial, es decir, como bien dice Michel Dollé, en de la imagen que los interesados mismos
difunden, todo conjunto de empresas cuyas principales decisiones u orientaciones estratégicas son, o pueden ser
coordinadas por un mismo centro de decisión>>. Pero, a las claras discontinuidades de las definiciones del grupo por
sí mismo, la observación opone el tejido continuo de lazos innumerables y variados que unen las empresas y que,
como lo dice también Michel Dollé, <<a partir de un grado de intensidad difícil de precisar>>, los constituyen en
grupos, relaciones de cliente-proveedor (pudiendo ser la subcontratación el principio de dependencias estrechas y
durables), relaciones de dependencia tecnológica (patentes) y sobre todo vínculos financieros y vínculos personales89.
Sin duda no es exagerado decir que, según la definición de la dependencia adoptada, se podrá retener una muestra de
200, 300 o 5 000 sociedades, o por el contrario no considerar más que cincuenta grupos, o diez, o dos, y al mismo
tiempo, cincuenta, diez o dos PDG. Así, Paribas puede ser definido como un grupo que <<emplea más de 22 000
personas>>90 o como <<un grupo financiero que ejerce un poder directo sobre un conjunto de sociedades filiales
representando más de 340 000 trabajadores repartidos en todas las actividades>>91 o incluso como el centro (o el
cerebro) de una inmensa red sobre la cual ejerce, por efecto de las participaciones financieras (incluso reducidas), del
crédito y de la información, un <<control>> indirecto e invisible, que no está sancionado por ninguna alianza o
vínculo oficial. Lo mismo valdría para la Compañía financiera de Suez de la cual se puede hacer variar la talla en
enormes proporciones, según se retenga la definición más restrictiva o se considere el conjunto financiero de grupos
autónomos más o menos ligados entre sí (AirLiquide, Béghin-Say, la CGE, Ferodo, Lafarge, Pernod-Ricard, Wendel)
que Suez controla o en las cuales tiene participaciones92.
Todas estas dificultades, que no son fáciles de vencer cuando uno se ata a un estado del campo,
son evidentemente duplicadas cuando se llega a las comparaciones dentro del tiempo: en efecto,
lo esencial de los cambios consiste en manipulaciones de unidades nominales que pueden no ser
más que una ratificación de vínculos preexistentes, es decir en una transformación de la
definición oficial que puede tener efectos más o menos reales, como la intensificación, por la
oficialización, del poder de coordinación y de control que pertenece al PDG ubicado al centro de
la decisión. Cuando toda la estructura del campo de las empresas se encuentra modificada en el
intervalo, la comparación de dos poblaciones de PDG tratados como simples sumas de unidades
separadas se arriega a hacer olvidar que la constancia aparente puede ocultar el cambio, mientras
que la constancia puede esconderse bajo el cambio aparente. En consecuencia, no hay
comparación rigurosa, sino de estructura a estructura, de campo a campo. La ceguera a las
estructuras y a los cambios estructurales lleva a reducir el cambio a una transformación de
propiedades sustanciales de los individuos93. Y así se puede discutir interminablemente para saber
si los patrones son más o menos instruidos actualmente que a fines del siglo XIX. Además de que
el valor del mismo diploma varía según la rareza de ese diploma en el momento considerado, es
claro que lo que cuenta, a cada momento, es la estructura de la distribución de diferentes títulos
escolares entre los diferentes PDG y, más precisamente, las diferencias registradas, en las
diferentes épocas, dentro de las variaciones de esta estructura según el origen de cada uno de
ellos.
89
M. Dollé, Editorial, Economie et statistique, 87, mars 1977, pp.3-8.
90
Le dossier des nationalisations, Le monde, Dossiers et documents, novembre 1977.
91
P. Allard, M. Beaud, B. Bellon, A.M. Lévy et S. Lienart, Dictionnaire des groupes industriels et financiers en
France, Paris, De. du Seuil, 1978.
92
Ibid.
93
Las mismas observaciones valdrían para toda comparación histórica que trate como poblaciones (los obispos, los altos
funcionarios, los artistas, los escritores, etc.) agentes definidos por la ocupación de posiciones al interior de un
campo.
Pierre Bourdieu 63
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
Así, en las tres fechas consideradas, 1952, 1962, 1972, los PDG que son salidos de clases
populares y medias o de asalariados burgueses (ejecutivos, ingenieros, directores) poseen todos
un título de enseñanza superior y han pasado, salvo muy raras excepciones, por el Polytechnique
(o, en 1972, por otra escuela de ingenieros, les Mines más frecuentemente); y prácticamente
jamás (se cuentan dos excepciones en 1972) por el Sciences-Po. Por el contrario, los PDG que
son hijos de miembros de profesiones liberales o de altos funcionarios, todos tienen al menos un
título de enseñanza superior en 1972, lo que no era el caso en 1962 o en 1952, y la proporción de
aquellos que pasan más bien por derecho, Sciences-Po o una escuela de comercio, ha progresado
fuertemente. Pero lo esencial es sin duda que una parte de los PDG salidos de la burguesía de
negocios que, en 1952, eran relativamente numerosos (13 de 31) en no haber (o poco) realizado
estudios, puede todavía, en 1972 acceder a los más altos puestos sin diploma de enseñanza
superior (es el caso de 9 de entre ellos sobre 44); aunque sean cada vez más numerosos en poseer
un título de enseñanza superior, sea un título de ingeniero de segundo rango (como de Centrale),
sea un título de facultad de derecho, de Sciences-Po o de una escuela de comercio.
Dado que no se contaba ninguna sociedad comercial entre las sociedades seleccionadas en 1952, los diplomas de
HEC pueden haberse encontrado subestimados para esa fecha. Lo que es cierto, es que el ascenso de los de HEC es
mucho más clara al nivel de directores de sociedades que al nivel de los PDG de las mayores sociedades. El análisis
de las carreras de 908 dirigentes (PDG, directores generales, financieros, administrativos, de mercadotecnia,
comerciales, técnicos y de personal) en actividad en 1977 hace aparecer que son ex alumnos de HEC, del Essec, de
Sup de Co Paris o de Sciences-Po (siendo esta última escuela desafortunadamente confundida en esas estadísticas con
las escuelas de comercio) quienes ocupan más frecuentemente los puestos de director administrativo, director
financiero, director de mercadotencia, director comercial94.
Evocando como él se encontraba orientado hacia el Sciencies-Po, y en particular la <<humillación>> que había
representado para él el hecho de que su hermano mayor, filósofo, le aconsejara esta escuela, tal ex alumno revela
94
Cf. P. Beaudeux, “Le prix des cadres”, L’Expansion, juin 1977, pp.125-156
64 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
claramente lo que era, alrededor de los años 50, la imagen social de esta institución: <<Luego, como todos los
amigos que había poco a poco conocido en París –en la Claude Bernard y luego en Janson de Sailly- estaban ahí, al
menos todos aquellos que eran más o menos normales o que no eran matemáticos, yo fui al Sciences-Po con un
sentimiento de burla y de gran desprecio por esta escuela>>. Y evoca así su experiencia de la enseñanza: <<¡Estaba
estupefacto de ver en el Sciences-Po la ausencia de razonamiento causal, de subir río arriba, el rechazo a observar
donde se está; no hacíamos más que lo descriptivo! El menor análisis sociológico aparecía como digno de Descartes
o de Kant; lo que mi amigo llama la ‘semi-cultura’ erra verdaderamente la base del Sciences-Po: ‘Hazme un close-up
sobre Proust, diez minutos’>>95.
A medida que su talla crece y que se burocratiza, la empresa tiende cada vez más a funcionar como un campo de
luchas entre agentes cuya fuerza, intereses y estrategias dependen del volumen y de la estructura del capital, más bien
económico o más bien escolar, que poseen. Una de las apuestas de estas luchas es la transformación o la conservación
de los principios de jerarquización: subvertir el orden de precedencia entre las propiedades (por ejemplo entre los
diferentes títulos de grandes escuelas) que se expresa en el orden de precedencias entre los portadores de estas
propiedades, volvería a invertir el equilibrio de fuerzas entre los dirigentes. Se ve que, dentro de esta lógica, la
cooptación entre detentores de propiedades idénticas que está al principio por ejemplo de grupos de condiscípulos de
grandes escuelas no se explica solamente por los vínculos personales establecidos en la escuela o por las afinidades
de habitus sino por la necesidad de asegurar la reproducción de la jerarquía establecida al seno de la sociedad
afirmando la constancia de los criterios de jerarquización. Y se comprende que las propiedades notables de los
<<patrones>>, tales como la pertenencia a una gran escuela o a un cuerpo, tienden a reencontrarse con una
frecuencia no aleatoria entre los miembros del personal de la empresa. Las <<estrategias>> de la empresa
considerada como una persona moral dotada, en tanto ser colectivo institucionalmente constituido como tal, del poder
de actuar y de reaccionar a las acciones y las reacciones de empresas aliadas o de la competencia y a los otros grupos
de intereses (socios capitalistas, proveedores, consumidores, sindicatos de trabajadores, Estado, etc.) son ellas
mismas el producto de las interacciones que se instauran, sobre la base de una relación de fuerzas determinada, entre
los agentes, individuales o colectivos, dotados de capitales (particularmente escolares) diferenes y de intereses
95
D. Toscan du Plantier, en A. Harris et A. de Sédouy, op.cit., p.347.
96
Ver en particular, J. Bouvier, Capital bancaire, capital industriel et capital financier dens la croissance française au
XIXe siècle, La Pensée, 178, décembre 1974, pp.3-17.
Pierre Bourdieu 65
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
convergentes o divergentes que ocupan, al título que sea, posiciones de poder dentro del campo de la empresa
(acconistas –mayoritarios o no-, presidentes, directores, ejecutivos, etc.).
Se puede también suponer que el crecimiento de la interdependencia entre las empresas no puede
sino reforzar, en la competencia al seno de la empresa y del campo del poder económico, las
posiciones situadas en el nodo de la red de relaciones y apelar agentes de una especie nueva. El
crecimiento de la talla de las empresas resulta al menos tan frecuentemente de la instauración de
nuevas formas de solidaridad entre las unidades económicas como de un desarrollo autónomo: la
disminución de la parte relativa de empresas individuales es correlativa a la aparición de personas
morales de un nuevo tipo, como el “agrupamiento de interés común”, o incluso de la
multiplicación de sociedades situadas en la frontera de los sectores privado y público y de la
instauración de relaciones más diversificadas y más complejas entre las unidades económicas
elementales: relaciones de competencia entre empresas independientes, pero también relaciones
administrativas entre empresas de un mismo grupo, relaciones de dominación entre sociedades
formalmente distintas pero unidas por vínculos financieros, “vínculos personales” entre empresas
integradas a grupos diferentes, o incluso dominación del mercado, que permita a una gran
sociedad integrada asegurar el equivalente de un control burocrático sobre las pequeñas empresas
a las cuales ella compra. Estas transformaciones de la estructura del campo económico tienden a
aumentar la interdependencia de hecho entre las firmas, sustituyendo así a la antigua solidaridad
mecánica entre empresas y empresarios conformes a un “tipo común”, como dice Durkheim, una
solidaridad orgánica, fundada en la complementariedad de los intereses y en redes complejas (y
en ocasiones circulares) de dominación.
Dentro de la competencia que opone por un lado a los patrones familiares, fundadores o
herederos, que tienen contra sí todo el discurso oficial y la política que este inspira, y por el otro a
los técnicos, hijos de sus obras escolares, a las virtudes un tanto demasiado militares para las
necesidades del muevo modo de dominación, los administradores financieros parecen los mejor
ubicados para hacer triunfar su visión del mundo económico y social97. El incremento de la
interdependencia de hecho y de derecho entre las empresas, en particular la intensificación de las
relaciones entre el sector privado y el sector público así como de las relaciones con el
extranjero98, no están sin duda para nada en el aumento de valor conferido a los exalumnos des
Sciences-Po o de la ENA: por su reclutamiento social sobre todo pero también por la filosofía
social que inculcan y por el privilegio que otorgan a la aptitud de discusión y de negociación, al
conocimiento de lenguas extranjeras y a las maneras civilizadas del alto funcionario, en todo
opuestas a la brutalidad enérgica y huraña del patrón de combate, estas escuelas constituyen en
97
Aunque no dispongamos de datos que permitan establecer directamente la relación entre las posiciones dentro del
campo y las tomas de posición políticas, y en particular las estrategias empleadas en la gestión de los conflictos
sociales, se puede, a partir de un análisis de los resultados de una encuesta realizada por l’Expansion, (avr.1975,
p.78-97) sobre el balance social de cincuenta empresas, verificar que se encuentra, a nivel de “políticas sociales”, la
oposición principal del campo de las empresas entre las grandes empresas públicas, más abiertas a la acción sindical,
y las empresas privadas, y una oposición secundaria entre un neo-paternalismo modernista, a menudo practicado por
exalumnos de Science-Po y de escuelas de comercio, y un paternalismo más rudo, más bien asociado a los
politécnicos (ver anexo 2).
98
Solo 37% de las empresas con 20 a 49 empleados exportan contra 60% de las empresas con 100 a 199 empleados,
80% de las empresas con 500 a 4,999 empleados y más de 90% de las empresas de 10,000 empleados o más (R.
Brocard et J.M. Gandois, Grandes entreprises et PME, Economie et statistique, 96, janvier 1978, pp.25-41).
66 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
efecto uno de los laboratorios del nuevo estilo de sociabilidad que piden los cambios de la
estructura del campo económico99.
Los patrones de las 100 mayores empresas son mucho menos numerosos en 1952 que en 1972 en participar en
comités o comisiones ad hoc (que se multiplicaron bajo la Quinta República), en haber formado parte de la alta
administración o haber pasado por gabinetes ministeriales. Además, cuando en 1952, el monopolio de las relaciones
con las instancias burocráticas pertenecía a los exalumnos de las grandes escuelas científicas (y primero a los
Politécnicos del Cuerpo de Minas), en 1972 son más bien los patrones hijos de funcionarios o de miembros de
profesiones liberales y a menudo salidos de los grandes cuerpos (particularmente la Inspección de Finanzas) y
pasados por los gabinetes ministeriales quienes se encuentran en las comisiones del Plan y sobre todo en los comités
restringidos donde se codean con altos funcionarios ligados al medio de los negocios y representantes del sector
privado a menudo próximos a la alta función pública100.
Los grandes patrones de Estado (es decir, por ejemplo, en la época de la encuesta, Pierre Jouven, Wilfrid
Baumgartner, Ambroise Roux, Roger Martin, Pierre de Calan, Jacques de Fouchier), muy especialmente aquellos de
entre estos que son salidos de la gran burguesía de vestimenta (alta función pública y profesiones liberales) y
también, pero en menor medida, de viejas fracciones de la burguesía (oficiales o terratenientes), estaban de cierto
modo “predestinados” a ocupar las posiciones situadas en la intersección entre el sector público y el sector privado o,
más bien, entre la banca, la industria y el Estado que es actualmente el lugar mismo del poder: todo prepara en efecto
a estos hombres de relaciones* a ocupar esas posiciones eminentes, grandes bancos de negocios, empresas públicas,
de energía o de transportes, sociedades de economía mixta, etc. donde se negocian, dentro de la complicidad y el
conflicto, las compras mayoristas del Estado, las subvenciones públicas a las industrias llamadas <<de base>> o
<<de punta>>, y donde se elaboran las decisiones políticas (en materia de crédito, de vivienda, etc.) propias para
ofrecer nuevos terrenos a la inversión y nuevas fuentes de ganancias.
Tabla: La carrera y los vínculos con el Estado según el origen social
perfil La carrera Los vínculos con el Estado
socioprofesional del
padre
sect pan pan pan sect tota Ins Co Tri cue gab
or touf touf touf or l pec nsej bun rpo inet
priv lag lag lag púb ció o al pref e
ado e e de e lico n de de ect min
úni ant 35 51 úni de Est cue oral iste
ca es a año ca fina ado ntas rial
me de 50 s o me nza
nte los año más nte s
35 s
año
s
agricultor obrero, 74 4 7 4 11 100 3 - - - 13
empelado, ejecutivo
medio, artesano,
comerciante
ejecutivo, directivo, 64 4 24 4 4 100 4 - 4 - 27
ingeniero
oficial, terrateniente 36 7 21 7 29 100 27 6.5 - 6.5 47
prof.liberal, alto 25 22 22 14 17 100 22 19 3 5.5 43
99
Dotados de un conjunto de competencias de una especie nueva, tales como el manejo de lenguas extranjeras, el
conocimiento práctico del campo de las empresas y de las técnicas de mercadotecnia y de publicidad, los patrones
salidos de escuelas como HEC o el Institut européen d’administration des affaires (INSEAD) están predispuestos a
buscar posiciones dentro de las firmas multinacionales: se oponen en muchos rasgos a los patrones salidos de una
escuela de ingenieros cuyos intereses se llevan hacia la producción más que hacia la comercialización, hacia la
administración interna de la empresa más que hacia la prospección del mercado.
100
Son también ellos a quienes los periodistas citan con mayor disposición en sus listas del poder (v.g. <<Les Cent que
font l’économie>>).
Pierre Bourdieu 67
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
funcionario
gran comerciante, 75.5 11 2.5 5.5 5.5 100 3 - - 3 5.5
industrial
gran industrial, 82 5.5 3.5 - 9 100 7 2 - 2 11
administrador
peq.sociedad,
banquero
conjunto 64 9 11 5 11 100 9.5 4.5 1 2.5 21
Miembros de familias vinculadas a varios universos sociales (profesiones liberales y negocios por ejemplo), habiendo
a menudo realizado estudios eclécticos (científicos y jurídicos por ejemplo), eran ubicados en un espacio de
posibilidades más amplio101 que aquel que se ofrecía a los hombres de negocios salidos del mundo de los negocios
(Guy de Rothschild, Stanislas Darblay, Tristan Vieljeux, Renaud Gillet, Pierre Champin, etc.)102. Más
frecuentemente nacidos en París o en la región parisina, más frecuentemente pasados por el mundo (relativamente)
más diverso y más abierto de los grandes liceos, luego por las grandes escuelas y los grandes cuerpos
(particularmente la Inspección de finanzas y las Minas), han estado frecuentemente ligados, y desde el inicio de su
carrera, al mundo de los negocios, sea en tanto miembros de un gabinete ministerial, más a menudo en el Ministerio
de finanzas, o en el Ministerio de la industria, sea en tanto adjuntos de un director del Ministerio de la industria o del
Ministerio de finanzas, adquiriendo así, cuando no lo tenía ya por su familia, la vasta red de relaciones que le ha
permitido operar muy tempranamente su paso hacia el sector privado.
Pero hay más: la pertenencia a una familia de vieja nobleza o de burguesía antigua implica, por definición, la
posesión de un capital social de relaciones (de parentesco u otras), que, son siempre parcialmente transmisibles;
además, esta predispone de mil maneras a aumentar este capital: primero por que en estas materias más que en
cualquier otra, el capital va al capital y la pertenencia a un linaje prestigioso, simbolizado por un apellido famoso,
procura por sí mismo relaciones (matrimonios, amistades, vinculaciones, etc.); y después, porque las estrategias
expresas de ubicación, como aquellas que llevan a agregarse a grupos del mismo rango y a evitar los grupos
inferiores, tienden a favorecer la instauración de relaciones socialmente homogéneas; en fin, porque la inserción
precoz en un universo que da un lugar importante a la <<vida de relaciones>> (a las recepciones, a las ceremonias de
la vida familiar, como los aniversarios, etc.) y otorga un gran valor a las instituciones y a las ocasiones destinadas a
establecer o a mantener las relaciones sociales (felicitaciones de año nuevo, visitas, etc.) es adecuada para inculcar la
propensión y la aptitud (bajo la forma, por ejemplo, de una especie muy especial de memoria de los apellidos y las
genealogías) a cultivar las relaciones al mismo tiempo que el <<sentido>> de las relaciones convenientes103. Habría
que examinar, de la misma manera, todas las ventajas que están asociadas al nacimiento y a la residencia parisinas
101
Así, Jacques de Fouchier obtuvo, a los 16 años el premio de poesía de la Académie française y, según Merry
Bromberger, él <<estaba atormentado por el deseo de escribir>> (Archives du service de presse de la Compagnie
bancaire). Así mismo, cuando se le pregunta a Ambroise Roux <<sobre sus violínes de Ingres, no habla de la
jardinería, el golf, la caza o el veleo, él habla de literatura surrealista y de pintura abstracta>> (J. Baumier, Les
grandes affaires françaisses, Paris, Julliard, 1967,p.145).
102
Los PDG salidos de la gran burguesía de negocios ocupan, bajo todas las relaciones, una posición intermedia entre
los PDG salidos de la burguesía de vestimenta y los PDG salidos de la media burguesía de negocios. Lo que les
distingue de estos últimos, con quienes tienen en común más frecuentemente que los PDG salidos de la burguesía de
vestimenta hacer toda su carrera en el sector privado, es que son con más frecuencia parisinos (a razón de 53% contra
32%), han frecuentado menos las escuelas privadas y un poco más los liceos parisinos, y sobre todo han pasado más
frecuentemente por los grandes cuerpos y los gabinetes ministeriales antes de acceder a la presidencia de sociedades
privadas.
103
La conjunción de la falta de capital social heredado y la débil inclinación a adquirirlo, hacen que los miembros de la
alta función pública que son salidos de las regiones dominadas del espacio social no tengan sino pocas posibilidades
de pasar al sector privado y, si lo hacen, es solamente muy tarde, al final de su carrera; se dirigen pues hacia
posiciones cuasi burocráticas. Los PDG hijos de ingenieros o de directivos, que más frecuentemente pasaron por las
grandes escuelas y los grandes cuerpos, deben sin duda a sus relaciones de escuela haber formado parte más
frecuentemente de los gabinetes ministeriales y haber <<ingresado>> más jóvenes que los PDG originarios de las
categorías medias o populares, que son a menudo antiguos ingenieros salidos de Ingeniería Marítima, de Houillères o
de la EDF, más que de los grandes cuerpos.
68 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
dentro de un universo social altamente centralizado, no solamente desde el punto de vista económico y político, sino
también y sobre todo desde el punto de vista cultural y <<mundano>>104: la importancia atribuida al lugar de
residencia se explica no solamente por el valor otorgado al domicilio que es un signo de nobleza entre otros , sino
también por la importancia que reviste, para la vida de relaciones, recepciones, cenas, reencuentros, el hecho de estar
el el corazón mismo del <<mundo>>. Así, entre los PDG (que habitan casi todos en Paris o la región parisina y, en
una fuerte proporción, el 16º distrito), aquellos que pasaron por el Sciences-Po, particularmente aquellos que vienen
de la burguesía o de la nobleza de vestimenta habitan más frecuentemente en los siete primeros distritos y
concretamente en el 6º y el 7º, residencia tradicional de la aristocracia y lugar de implantación de los grandes
ministerios (mientras que los del Polytechnique habitan más a menudo en los alrededores elegantes de Paris, Neuilly,
Saint-Cloud, Versailles, etc.).
Grandes portadores de capital cultural (detentan los títulos escolares más prestigiosos), de capital
simbólico (frecuentemente nobles, acumulan los honores públicos, como la Legión de honor, o
privados, como la pertenencia a los clubes más cerrados), de capital social, heredado de su familia
o adquirido por el matrimonio, por el paso por los grandes liceos, las grandes escuelas, los
gabinetes ministeriales o por la participación en los consejos de administración de las más
104
Si bien la mayoría de los PDG son nacidos en París o en grandes ciudades, son aquellos que han hecho sus estudios
en Sciences-Po o en una escuela de comercio los más frecuentemente nacidos en París o la región parisina (a la
inversa, ningún ex alumno del Sciences-Po nació en una comunidad de menos de 5 000 habitantes), más
frecuentemente en particular que los del Polytechnique que son a menudo nacidos en ciudades medias, o que los PDG
salidos de otra escuela de ingeniería que han pasado muy a menudo su infancia en pequeñas poblaciones.
Pierre Bourdieu 69
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
105
Se encontrará un análisis de los vínculos institucionalizados (particularmente los consejos de administración) y de sus
funciones en la acumulación de la información económica en el anexo 4.
70 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
estatutos sociales que nada separa, sino el tiempo. Vemos todo lo que oculta el debate ritual sobre
los propietarios (owners) y los administradores (managers) desde hace tanto tiempo que no se
consideran más que los títulos de propiedad106. El proceso por el cual el gran establishment
económico se incorpora algunos de sus <<grandes empleados>> o por el cual algunos de los
<<grandes empleados>> se incorporan a él (cuando no son ya nacidos en él) no se mide solo por
los índices económicos tales como la posesión de acciones o la participación en los consejos de
administración.
Y estos mismos índices, si son tomados en serio, son suficientes para poner en duda la ideología según la cual los
managers, administradores autorizados por su sola competencia, substituirán poco a poco a los propietarios: se
observa en efecto que los PDG de las mayores sociedades, los más conformes pues a la imagen ordinaria del
manager, poseen casi tan frecuentemente como los otros una parte notable de acciones y son muy a menudo nacidos
en familias pertenecientes desde largo tiempo a los negocios, o incluso que buen número de dirigentes de grandes
firmas son también patrones de filiales más pequeñas y poseen entonces <<derechos de propiedad>>, o finalmente
que, sin tener necesidad de manejar directamente la caja de la empresa a la manera del patrón familiar tal como ellos
se lo representan, la mayoría de los managers reciben remuneraciones directamente deducidas de las utilidades de la
empresa, <<primas>>, vivienda, automóviles, servicios, bajo la forma particularmente de viajes turísticos o de
comidas de negocios107.
106
Por un efecto de censura ejercida por la división del trabajo entre economistas y sociólogos, los estudios que han sido
realizados por economistas para responder a la pregunta planteada por el estudio célebre de Berle y Means (A.A.
Berle and G.C. Means, The Modern Corporation and Private Property, New York, The Macmillan Co., 1933) y
entre los cuales se pueden citar los trabajos de Chevalier (J.M. Chevalier, La structure financière de l’industrie
américaine, Paris, Cujas, 1970) y de Morin (F. Morin, La structure financière du capitalisme français, Paris,
Calmann-Lévy, 1974) han ignorado las propiedades personales de los patrones (por ejemplo los vínculos que les
unen al medio de los negocios por el nacimiento o el matrimonio) y todas las formas de control social (por oposición
a económico) por los cuales es asegurada la incorporación de los managers.
107
Por su parte, los patrones “familiares” tienden cada vez más, incluso cuando su empresa es pequeña y es
administrada según el modo tradicional, a concederse una parte de las utilidades bajo la forma de salario, como
testimonio el hecho de que entre 1956 y 1970 la parte de sueldos, salarios y pensiones en los impuestos pasó de
12.9% a 31.3% para los patrones de la industria y del comercio (cf. G. Banderier, P. Ghigliazza, Les revenues des
ménages en 1970, Paris, Collections de l’INSEE, M 40, décembre 1974, pp.128-129).
108
J.M. Keynes, The End of laisser-faire, 1926, republié in Essays in Persuasion, Londres, Macmillan, 1931, pp.314-
315.
109
Que baste con un ejemplo, verdadero concentrado de la nueva sociodicea, que merecería a su autor la palma de
nuevo “Pindare de los manufactureros”, en otros tiempos atribuido por Marx a Andrew Ure, laudator intrépido de los
managers, “alma de nuestro sistema industrial” (K. Marx, Le Capital, in Oeuvres II, Paris, Gallimard, Pléiade,
p.1147-1148): <<Así, la burguesía tradicional, ligada a la posesión de cosas evoluciona hacia una neo-burguesía sin
capital que incrementa en su base la extensión del terciario. En pocas palabras, la propiedad heredada tiende a
cederle a la propiedad merecida (en la medida en que el diploma sancione el mérito)- pero que hay más personal que
tal propiedad>> (A. Piettre, La propiété héritée ou méritée? le Monde, janvier 1978).
Pierre Bourdieu 71
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
escolar para sustituir el título escolar al título de propiedad en tanto instrumento de apropiación
legítimo de las utilidades del capital económico, todo concurre a hacer aparecer los patrones del
presente y sobre todo del futuro no más como los herederos abusivos de una fortuna que ellos no
hicieron, sino como los más ejemplares self-made men, designados por sus <<dones>> y sus
<<méritos>> para ejercer, en nombre de la <<competencia>> y de la <<inteligencia>>, el poder
sobre la producción económica.
La moral del servicio público que gustan de profesar los altos funcionarios o los patrones <<tecnocráticos>>
encuentra sin duda algún fundamento objetivo en las disposiciones heredadas de un medio familiar que, tanto en el
caso de la burguesía de vestimenta como en el caso de fracciones asalariadas de la pequeña burguesía, casi no
fomenta el interés por los negocios y el culto al dinero: todo pasa en efecto como si los individuos salidos de estas
fracciones de clase no pudieran afrontar los negocios más que al término de un rodeo legitimador por el aprendizaje
escolar y el servicio público que les conduce a administrar los negocios ya hechos más que a hacer los negocios
todavía por hacer, con todos los riesgos y todos los compromisos que ello puede implicar. En un proyecto de obra
sobre Jacques de Fouchier, Merry Bromberger describe también su medio familiar de origen: <<Él nació en Pecq, en
Seine-et-Oise, el 11 de junio de 1911, en una quinta rodeada de viejos árboles y de consideración, hijo de un
Presidente de Cámara en el Tribunal de cuentas, Louis de Fouchier. El Tribunal de cuentas tenía, en esa época, la
prioridad sobre todos los otros cuerpos del Estado. El presidente de Cámara era un magistrado de finos modales pero
lleno de alegría, amante del teatro, el ingenio, apreciando un trabajo honorífico que le permitía ocios (...). Veíamos el
dinero desde muy alto y las ganas de tenerlo como un defecto>> (Archives du Service de presse de la Compagnie
bancaire).
Pocos grupos dirigentes han reunido jamás tantos principios de legitimación tan
diferentes, y que, aunque en apariencia contradictorios, como la aristocracia de nacimiento y la
meritocracia del éxito escolar o de la competencia científica, o como la ideología del “servicio
público” y el culto a las ganancias disfraza como exaltación de la productividad, se combinan
para inspirar a los nuevos dirigentes la certeza más absoluta de su legitimidad110. La gran
burguesía, este conjunto de linajes, casi todos parisinos, de banqueros, de industriales, de grandes
patrones de Estados y de grandes burgueses de vestimenta, entre los cuales se redistribuyen el
conjunto de posiciones de poder económico y político, a merced de las “vocaciones” y de las
cooptaciones, con discontinuidades aparentes en la cadena mecánica de las sucesiones –pudiendo
el hijo del banquero convertirse en profesor de la facultad de derecho, mientras que el hijo del
profesor de medicina puede devenir patrón de Estado- tiende a ejercer en todos los ámbitos de la
práctica un poder equivalente al poder sobre el capital económico que le asegura su capacidad de
movilizar el capital financiero. La interpenetración del sector público y del sector privado, la
coexistencia del modo de reproducción familiar y de un modo de reproducción de componente
escolar corregido por el juego de la cooptación –que tienen en común hacer de la cultura y del
arte de vivir burgués, muy ampliamente reconocidos como realizaciones de la excelencia humana,
la condición del acceso al poder económico-, todo ello hace de la combinación histórica así
realizada un forma altamente eufemizada y sublimada de poder, que las denuncias ordinarias
dejan intacta, a falta de cuestionar los fundamentos de la creencia que le es otorgada111.
110
Se encontrará una ilustración de la influencia que el establishment ejerce sobre el conjunto del campo en el anexo 5.
111
Hecho de resentimiento convertido en indignación ética contra los “logreros”, los “marchantes” y los “explotadores”,
la denuncia ordinaria de los “grandes”, de los “magnates de la industria y de las finanzas”, de las “doscientas
familias”, que es uno de los temas predilectos de la tradición política pequeño-burguesa, de extrema derecha o de
extrema izquierda, está sujeta a sucumbir a la primera ocasión a lo que ella denuncia porque, ciega a su propia
verdad, permanece dominada, en su principio mismo, por lo que ella denuncia. ¿Está en efecto asegurado que la
indignación que se manifiesta, en ocasiones colectivamente, como en 1968, en las regiones dominadas del campo del
poder, contra las pretensiones meritocráticas de los nuevos dirigentes de la economía y contra la exaltación elitista de
la competencia no debe nada a la cólera de los herederos decepcionados contra una institución escolar incapaz de
72 Pierre Bourdieu
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.
a
champ du pouvoir campo del poder
professeurs du supérieur profesores enseñanza superior
cadres du privé directivos del sector privado
cadres moyens ejecutivos
employés du bureau empleados de oficina
contremaitres contramaestres
ouvriers qualifiés obreros calificados
manoeuvres peón
salariés agricoles trabajadores agrícolas
artisans artesanos
petits commerçants pequeños comerciantes
Exploitants agricoles grandes propietarios explotadores agrícolas
champs des écoles du pouvoir campo de las escuelas del poder
cadres superieurs directivos superiores
professions intelect. profesiones intelectuales
gros comerçants grandes comerciantes
cadres moyens directivos o ejecutivos medios
employes empleados
autres professions otras profesiones
ouvriers obreros
Agro o INA, Instituto nacional de agronomía, París, 1876
Archi Toulouse, Escuela de arquitectura de Toulouse convertida en Unidad pedagógica de arquitectura
en 1968, Toulouse, 1904.
Arts déco, Escuela nacional superior de artes decorativas, París, 1795.
Arts et industries textiles, Escuela nacional de artes e industrias textiles, Roubaix, 1948.
Beaux-Arts/Bellas Artes, Escuela nacional superior de bellas artes, París, 1795.
Bibliothécaires/Bibliotecarios, Escuela nacional superior de bibliotecarios, París, 1963.
Breguet/ESIEE, Escuela superior de ingenieros de electrotécnica y de electrónica, París, 1904.
Centrale, Escuela central de artes y manufacturas, París, 1829.
Centrale Lyon, Escuela central lyonesa, Lyon, 1857.
Chartes/Cartas, Escuela nacional de cartas, París, 1821.
Chimie industrielle/Química industrial, Escuela superior de química industrial de Lyon, Lyon, 1883.
Douanes/Aduanas, Escuela nacional de aduanas, Neuilly-sur-Seine, 1946.
ECAM, Escuela católica de artes y oficios, Lyon, 1900.
École de l’air/Escuela del Aire, Salon-de-Provence, 1933.
ENSI/École national superieur de chimie de Lille, Escuela nacional superior de química de Lille, Lille,
1894.
École spéciale d’architecture/Escuela especial de arquitectura, París, 1865.
Électronique/Electrónica Grenoble, Escuela nacional superior de electrónica y de radioelectricidad,
Grenoble, 1957.
ENA, Escuela nacional de administración, ENA 1er concurso (concurso reservado a los estudiantes),
ENA 2º concurso (concurso reservado a los funcionarios), París, 1945.
ENS, Escuela(s) normal(es) superior(es) de Ulm, de Sèvres, de Fontenay, de Saint-Cloud y ENSET. Si
ENS está indicado en singular, sin más precisión, se trata solo de la Escuela normal superior de la calle
Ulm.
ENSA, Escuela(s) nacional(es) superior(es) de agronomía, Montpellier, 1872; Nancy, 1901; Rennes,
1830; Toulouse, 1948.
reconocerles o a la indignación meritocrática de los detentores de títulos raros convencidos de no haber recibido la
justa recompensa por sus diplomas de burguesía?
Pierre Bourdieu 73
La Nobleza de Estado. Grandes escuelas y espíritu de cuerpo. Cuarta Parte: El campo del poder y sus transformaciones.