Tres Periodos de Los Mayas
Tres Periodos de Los Mayas
Tres Periodos de Los Mayas
Período Preclásico (1800 a.C . – 250 d.C.) Fue en tiempo del Preclásico, cuando los mayas formaron
una sociedad y establecieron las bases de su civilización. La información del Preclásico Temprano (del
1800 al 1000 a.C.) es limitada, gran parte de este periodo esta marcado por el cultivo más que por la
construcción y el uso de la piedra que no sobresalió, por lo que las construcciones en este periodo
fueron simples, sin estructuras grandes. Se construyeron casas de palos de madera formados en un
ovalo y tejados de paja de palma para proteger la casa. La cocina estaba al aire libre o incluso en otra
casa pequeña. El Preclásico Medio se sitúa entre 1000 a.C. y 300 a.C. Este periodo esta marcado por
un gran numero de construcciones y asentamientos. Durante este periodo algunos asentamientos de
los primeros días del Preclásico se vuelven ciudades. Empiezan los mayas de este periodo a
establecerse en otros lugares, lejos de la costa y edifican sus ciudades. El Periodo del Preclásico
Tardío abarca de 300 a.C. a 250 d.C. y está marcado por un explosivo crecimiento de la población y
la construcción de ciudades más grandes donde, con el uso de la piedra, se construyeron palacios,
templos y pirámides. Se ha identificado un aumento definido en la tecnología agrícola incluso las
técnicas de la irrigación en este periodo. La red de comercio maya también empezó alcanzando las
grandes proporciones en esta época. Este periodo determinó el establecimiento de gobernantes. El
poder de los señores mayas es una parte substantiva de la historia del periodo Clásico, sin embargo
todo empezó en el Preclásico y durante los siguientes dos mil años los principios de majestad y la vida
espiritual que rodearon a las elites gobernantes dominaron la vida maya. En este periodo destacaron
las ciudades de Maní, Dzibilchaltún, Komchén, Izamal, Tikal, Copán y Chichén Itzá, entre otras.
Período Clásico (250 – 900 d.C.) En este periodo, el proceso cultural de los mayas alcanzo su
máximo desarrollo, tanto en el campo tecnológico, como en el social, económico, político, religioso y
artístico. La población había crecido y la agricultura se había desarrollado notablemente. Se levantaron
terrazas en las zonas montañosas; en territorios con ríos, lagos o lagunas se construyeron canales de
riego y aumentaron de esta manera la superficie cultivable tanto para la producción de productos
básicos como para el consumo y el comercio. Los centros crecieron de manera espectacular. Con los
nuevos adelantos se diversifico mucho mas y surgieron los artesanos especializados en distintos
aspectos culturales. También se incremento el comercio que, poco a poco, había facilitado el desarrollo
económico y que ahora, en el periodo Clásico, permitía el intercambio no solo con pueblos del área
maya, sino también con otros pueblos de Mesoamérica, consolidándose entre El Peten y el valle de
México un activo comercio. La actividad arquitectónica fue de gran relevancia, puesto que se
construyeron sitios con centenares de edificios, algunos con numerosas habitaciones; pirámides
monumentales de hasta 70 metros de altura, numerosas estelas y monumentos con fechas de cuenta
larga e inscripciones jeroglíficas en las que se dan referencias a hechos históricos. Todas estas
actividades se realizaron bajo la dirección y supervisión de la clase dirigente que había establecido un
gobierno teocrático en el que residían los poderes civiles y religiosos, los cuales estaban íntimamente
ligados. La clase dirigente, una minoría, se sostenía de los tributos que le entregaban los campesinos
y los artesanos. Su poder se extendía por toda una región, y lo ejercían a través de de un sistema
burocrático bien organizado que llegaba hasta los lugares mas alejados. Los funcionarios controlaban
las actividades productivas, la vida material y espiritual de las poblaciones, alcanzando las obras
públicas y santuarios ya referidos. En este periodo, algunas de las ciudades que florecieron fueron:
Coba, Uxmal, Izamal, Kabah, Loltun y Acanceh entre otras. En las grandes ciudades mayas del Clásico
la población se encontraban dispersa en forma parecida a los suburbios de los centros urbanos
concentrados y el centro contaba con conjuntos de edificios públicos, templos, adoratorios, palacios,
pirámides, monasterios, juegos de pelota, observatorios, plataformas, etc., se hallaba dispuesto
alrededor de patios y plazas. No todas las ciudades mayas tuvieron la misma importancia. Fueron
centros urbanos de primer nivel Tikal, Copán y Chichén Itzá; de segundo, Uaxactún, Yaxchilán, Piedras
Negras, Palenque; de tercero, Ceibal, Tayasal, Tzibanché, Tulum, Labná, Yaxuná; y de cuarto
Lacanhá, Bonampak, la Isla de Jaina, etc.
Periodo Posclasico (900 – 1521 d.C.) El Periodo Posclásico marca el ocaso de la civilización
maya. Mientras algunas de las regiones todavía alcanzaron un crecimiento, la mayoría de ellas
entraron en un rápido declive o como en la tierras bajas del sur, en un completo estado de abandono.
Este periodo simboliza una gran división entre los mayas y se convierte en una etapa muy militarista.
Los días de gloria desaparecen y los rituales ceremoniales que una vez dominaron su cultura se
hicieron cada vez menos importantes. El colapso, aunque tuvo un carácter general, no tuvo un
desarrolló homogéneo. Así, en la zona norte, los mayas sobrevivieron a la catástrofe que provoco el
abandono de las ciudades de la zona central y continuaron su desarrollo durante el periodo Posclásico
afectados por las influencias culturales de grupos extranjeros que irrumpieron en la región; uno de
ellos, acaso el principal, fue el de los mayas chontales o putunes que procedían del sur de Campeche
y del delta de los ríos Usumacinta y Grijalva. Por su ubicación en esta región del Golfo de México,
estos mayas estaban influenciados por vecinos de habla nahuatl por lo que constituyeron una cultura
llamada maya-tolteca. Ciudades notables de este período de esta zona fueron Chichén Itzá, Uxmal y
Mayapan. Mucho se ha especulado sobre cuáles pudieron ser las causas de la decadencia y extinción
del Viejo Imperio maya, pero hasta ahora ninguna ha llegado a consolidarse totalmente. Entre las
principales cass que se señalan están los frecuentes y fuertes temblores de tierra que experimenta la
región; un cambio climático que trajo consigo una alteración en el régimen pluvial, el cual dificultó los
cultivos y volvió menos sana la zona; epidemias de paludismo y de fiebre amarilla; el fracaso del
sistema agrícola por efecto del abuso del desmonte; las luchas del pueblo contra el grupo minoritario
de sacerdotes y nobles, etc. Probablemente todas tengan algo de verdad y el colapso maya tuvo su
razón de ser en la confluencia de varias de ellas. Después del colapso, hacia el año 987 llegó a Chichén
ltzá el caudillo tolteca Ce Acatl Topilzin Quetzalcóatl. La historia sintetiza la larga travesía de este
personaje desde su lugar de origen hasta Yucatán, y refiere que, fugitivo de sus enemigos de Tula, en
el altiplano de México, se dirigió, en unión de un grupo de sacerdotes, guerreros y servidores, a la
parte del Golfo de México que era la región natural de los chontales putunes, grupo bastante influido
ya por la cultura náhuatl; poco tiempo después, los putunes itzaes lo acompañaron en la última parte
de su recorrido, puesto que ya conocían bien la región y dominaban gran parte de ella desde el año
918. Por eso se menciona en las crónicas que hubo dos entradas de los itzaes a Chichén Itzá.
Quetzalcóatl, que aparece en los relatos nahuas como un personaje mítico, casi como un dios, es
conocido en las crónicas mayas como un personaje histórico con el nombre de Kukulkán, que significa
serpiente emplumada. El recién llegado grupo tolteca introdujo innovaciones culturales diversas:
religiosas, artísticas, políticas, sociales, etc. Una muy importante de orden político fue la creación de
una confederación, la llamada Liga de Mayapan, organizada entre los años 987 y 1007 e integrada
por: los itzáes establecidos en Champotón (Chakanputún), los cocomes de Mayapan y los xiúes de
Uxmal. Cerca de 200 años de vida tuvo la Liga del Mayapan. Duró hasta que, por rivalidades políticas
y económicas, surgió la lucha entre Chichén ltzá) y Mayapan, absteniéndose de tomar parte en la
contienda los xiúes. Mayapan salió vencedora de la contienda y tuvo la preponderancia política durante
los dos siglos y medio siguientes (años 1194-1441), constituyendo una verdadera tiranía cocom. Pero,
en 1441, los jefes mayas sometidos a los cocomes, no soportaron más la tiranía de éstos y, aliados a
los xiúes, atacaron Mayapan y terminaran con el gobierno centralizado. Se produjo entonces una
desorganización política completa. Los grandes centros fueron abandonados y Yucatán se dividió en
muchas provincias pequeñas que vivieron en pugna constante. Este fue el principio del período de
desintegración en donde junto a los conflictos internos se añadieron en el siglo siguiente calamidades
naturales que empeoraron cada vez más la situación: un huracán (1464), una epidemia de peste
(1480), la alta mortandad debida las a guerras (1496) y las plagas (1516). Después de la caída de
Mayapan ante las tropas castellanas, el Señor de Chichén ltzá se retiró hacia el sur y estableció su
nueva capital en Ta’ Itzá o Tayasal situada en una pequeña isla en mitad del lago Petén. Fue el último
reducto maya que resistió el asedio de los españoles hasta el año 1697.