Positivismo y Beccaria
Positivismo y Beccaria
Positivismo y Beccaria
El positivismo fue una postura que tuvo enorme influencia en el campo científico, merced a la
consagración del método experimental. El positivismo está estrechamente ligado a la
búsqueda metódica sustentada en lo experimental, rechazando nociones religiosas, morales o
conceptos abstractos, universales o absolutos. Lo que no fuese demostrable materialmente,
por vía de experimentación reproducible, no podía ser científico. El hombre y la ciencia serian
los artífices de todas las explicaciones y los descubrimientos, capaces de superar todas las
enfermedades, los obstáculos sociales y hasta a la propia naturaleza.
Los mentores de la teoría positivista criminológica eran partidarios del método inductivo, el
objeto de sus estudios era el delincuente al cual se intentaba arribar a partir de los mismos
métodos que las ciencias naturales.
Sus exponente reemplazan a mediados del siglo XIX las ideas clásicas de contrato social por
la de cuerpo u organismo social, la de libre albedrio por determinación (biológica, psicológica o
social) del delincuente, el ideal de igualdad contractual de los hombres por su necesidad de
combate a las clases peligrosas y la política punitiva claramente retribucionista por la nocion
preventiva de la pena.
El origen de la criminología, suele estar asociado, antes que con las reflexiones sobre el orden
o sobre el poder punitivo y sus justificaciones, con el momento histórico en que esas
refleixones y justificaciones se alejan en un grado mayor de la cuestión esencialmente política.
Ello sería posible cuando la justificación del poder burocrático y de los expertos del momento
se pretendiera “científica”. La idea de ciencia como centro del naturalismo positivsta (cubierta
de otras ideas con un ropaje mistificador de la ciencia) daría lugar al presupuesto básico de la
anormalidad individual del autor del comportamiento delincuencial como explicación universal
de la criminología.
La avidez de saber positivista empuja a buscar mas allá de las normas penales el porqué de
la conducta transgresora, y dada la inexistencia de una psicología, se intentó profundizar en la
exterioridad (fisionomía, frenología) o en los desordenes de conducta de carácter patológico
(psiquiatría) o en varios de estos factores simultáneamente, para dar la explicación científica
susceptible de demostración verificable, o sea, valida.
Se pensaba que algunos sujetos, por causas boiológicas y psicológicas son delincuentes y por
ellos anormales y peligrosos.
Son famosos los tipos básicos de delincuentes que clasificó: nato, loco moral, epiléptico, loco,
ocasional y pasional, alcoholico, matoide.
Al presentarse ante Lombroso un nuevo caso delincuencial piensa en una tercera posibilidad
de tipo delincuencial: La epilepsia. Lombroso disipa todas sus dudas en cuanto a la epilepsia
al estudiar el célebre caso Misdea.(soldado).
Al hacer el estudio de Misdea, Lombroso descubre que, se trata de un epiléptico, y que no hay
un claro estado alcohólico, ni tampoco encuentra enfermedad mental declarada; se dedica a
buscar epilépticos, en cárceles y manicomios, encontrando que, efectivamente , hay una gran
cantidad de estos pacientes entre delincuentes, y se da cuenta de que el epiléptico es un
sujeto altamente agresivo.
Las características fundamentales que Lombroso señala en los delincuentes epilépticos son:
sonambulismo, obscenidad, destructividad, tendencia al suicidio etc.
Delincuente nato o atávico: Persona que está determinada a cometer delitos por causas
hereditarias. Se basa en que la constitución biológica de ciertas personas les lleva
inexorablemente a la delincuencia. (resurgimiento del hombre primitivo.)
ENRICO FERRI: Nació en 1856. Presentó su tesis en la que trata de demostrar que el libre
albedrio es una ficción y que debe sustiuirse la responsabilidad moral por una responsabilidad
social.
Ferri consideró que las razones por las cuales el hombre es delincuente son ajenas a su voluntad. El
delito es resultado de factores sociales que lo determinan a infringir lo jurídicamente establecido,
por eso Ferri basa el delito en la responsabilidad social y no en la responsabilidad moral.
En su libro “sociología criminal”1884 plantea factores determinantes del delito según el cual los
motivos están en tres factores:
Los físicos: El clima, suelo, estaciones. Y los sociales: opinión publica, densidad de población,
religión, alcoholismo, educación, justicia penal, etc. Ferri subordinaba la tarea criminológica a la
cuestión biológica pero tambien a la sociología. La criminología de este modo, se transformaría en
el modo de salvar las derivaciones metafísicas del derecho penal por medio de los datos empíricos
e la biología y la sociología.
Ese concepto estaría regido por los sentimientos antes que por un criterio descriptivo, pues
advertía Garófalo que en cada sociedad los delitos no son los mismos, y por tanto también podrían
variar los “enemigos”. Pero por ello decía que las sociedades que difieren en sus valoraciones a las
europeas, son degeneradas. Sólo las valoraciones jurídicas europeas, entonces, son las que guian a
todos los humanos en la idea de sensibilidades sanas y “naturales”.
Los 2 sentimientos básicos y naturales serían la piedad y la probidad, sólo en el caso en que éstos
se desarrollen las sociedades considerarán delito a todo lo que viole esos sentimientos. Los delitos
que lesionan la piedad son del tipo de los que afectan a la vida o a la salud. Y los que lesionan la
probidad (o justicia), serán aquellos que atenten contra la propiedad. Para Garófalo, los
delincuentes naturales, los enemigos naturales, serían aquellos que carezcan de tales
sentimientos. Y contra ellos no habría medida resocializadora posible.
La gran preocupación de Garófalo fue la aplicación de la teoría criminológica a la practica, tanto en
el aspecto legislativo como en el judicial, así, hace el primer esquema de las penas de acuerdo no al
delito, sino a la clasificación de los delincuentes. Aparte de las diferencias filosóficas, su
desacuerdo con sus colegas fue en cuanto al determinismo absoluto, que no podía aceptar, y en
cuanto a la pena de muerte, de la cual Garofalo era un ferviente partidario. Defendía la pena de
muerte para los faltos de piedad, que serían irrecuperables.
CESARE BECCARIA: Sostienen algunos que fue Cesare Beccaria el pionero que formuló los
principios de la denominada Criminología Clásica. En su obra “De los delitos y las Penas” publicada
en 1764, representa fielmente a la ilustración al hacer la combinación de empirismo inglés con
racionalismo francés que ya se advierte en MONTESQUIEU Y VOLTAIRE. Fue una de las primeras
exposiciones globales y articuladas del derecho penal, procesal penal y criminología, guiándose por
los conocimientos de filosofía política pero aplicándolos siempre a esta materia con un análisis
evidentemente jurídico.
La base ideológica de BECCARIA es contractualista, aunque no queda muy claro cuál de las diversas
concepciones contractuales es la que adopta. Para BECCARIA, no obstante, el origen de las penas
está en el contrato social y en la necesidad de defenderlo de los ataques de particulares. La
influencia más importante sobre el autor provenía de los publicistas franceses y en especial de
MONTESQUIEU, a quien cita en su obra.
Leyes que de todas formas, se encuentran asimismo limitadas pues no pueden erigir esa voluntad
general arbitrariamente sino de acuerdo a un criterio natural de lo que es útil para cada uno de los
individuos. Además, solo el legislador puede establecer la ley que señale lo que es delito y qué tipo
de pena le corresponde. El P.L debe señalar los hechos que constituyen delito no solo para limitar
el poder del soberano al castigar sino tambien porque ello sirve para evitar su comisión en cuanto
utilidad, para lo que debe también preocuparse por la información publica de tales delitos y de las
penas que les corresponde.
De esta manera el principio de legalidad que defendía BECCARIA limita la arbitrariedad tanto de los
jueces (limitados por la ley) como del legislador (limitado por la necesidad social) a la vez que
cumple una función como poder, ya que la ley les dice algo a los individuos. Todo ello remite a la
idea de certidumbre que será la base de una legalidad, y de un castigo, básicamente utiles para
impedir la comisión de nuevos delitos.
También dedicaría un capítulo de su obra a criticar el procedimiento penal inquisitorial al que llama
proceso ofensivo. Señalaba BECCARIA la necesidad de suprimir el tormento y las confesiones
secretas, pero decía que esta necesidad no solo está guiada por el respeto a la persona sino
también por razones de utilidad. De acuerdo a la mejor manera de impartir justicia, aspiraba a otro
procedimiento de averiguación de la verdad en el que reinasen la oficialidad, la imparcialidad, la
prontitud y la publicidad.
En cuanto a la ejecución de la pena y habida cuenta que se fundamenta en la utilidad (para que ni
el condenado ni otros cometan otra vez ese hecho), abogaría por una modernización de las penas
que tenga, otra vez, en cuenta su eficacia. Los castigos crueles son excesivos y contraproducentes,
vuelven insensibles a los hombres, y por ello deben reemplazarse por otros que sean eficientes a la
hora de prevenir delitos. Ello no quiere decir que no se tenga en cuenta el merecimiento del autor,
pues justamente este merecimiento será la medida de la proporcionalidad entre delito y pena.
Proporcionalidad debida tanto en su monto como en su forma.
Finalmente, hay en su obra un interés especial común con todos los ilustrados. Ello es
consecuencia de la reflexión sobre las causas de la delincuencia y los medios para prevenirla.
Bregaba por garantizar la legalidad y legitimidad, Igualdad ante la ley, Moderación punitiva, Sostenía que la
pena de muerte no es útil ni justa por eso se lo considera el padre del abolicionismo, Persigue la verdad y la
producción de la prueba.
ANTROPOLOGIA CRIMINAL:
La antropología criminal es una rama de la criminología que estudia la personalidad, el
comportamiento y las organizaciones criminales a partir de los rasgos morfológicos y
físico-psíquicos de las personas o de los grupos sociales. Se ocupa de la investigación y
desenvolvimiento de los factores primordialmente biológicos que intervienen en la
génesis de la personalidad antisocial y de la delincuencia. Es decir, estudia los factores
antropológicos con relación a la actividad criminal.
Lombroso desarrolla desde un poco antes de 1876 su teoría del hombre criminal. Lombroso,
quien pertenecía a la escuela de antropología criminal, establece el concepto de criminal
atávico, según el cual el delincuente representaba una regresión a estados evolutivos
anteriores, caracterizándose la conducta delincuente por ser innata. En esa línea y teniendo en
cuenta la necesidad de predecir de la ciencia el hombre delincuente debía poder ser
reconocido debido a una serie de estigmas físicos o anomalías.
Lombroso no buscaba una teoría crimino-génetica, sino que lo que quería era encontrar un
criterio diferencial entre un enfermo mental y el delincuente pero al toparse con este
descubrimiento, comenzó a elaborar lo que él llamaría Antropología Criminal.
Utilizó un método que básicamente se apoyaba en las siguientes premisas: los sujetos
delincuentes son anormales por su constitución biológica y psíquica; la ciencia puede
individualizar las señales que los homogenizan en ese aspecto; y, a fin de observar a los
delincuentes la institución de la cárcel es un lugar adecuado
En ese sentido el discurso medico-psiquiátrico operó como fuente de legitimación, toda vez
que afirmado en una ciencia que utilizaba el método de las ciencias duras, daba crédito de
verdad a un saber criminológico que creía en una sociedad armonica como meta final, es decir
que se afirmaba con la fuerza de la época en el orden y progreso.