La Poblacion de Mexico Evolucion y Dilemas
La Poblacion de Mexico Evolucion y Dilemas
La Poblacion de Mexico Evolucion y Dilemas
La población de México:
evolución y dilemas
El Colegio de México
Primera edición (5 000 ejemplares), 1977
Segundii edición (5 000 ejemplares), 1979
Derechos reservados conforme a la ley
© 1977, E L COI.T.GIO DE MÉXICO
O m i n o al Ajuaro 20, México 20, D. F.
Impreso y hecho en México
Printed and madf in AÀenico
ISBN 968-.2-0915-2
ÍNDICE GENERAL
Prólogo 1
I, INTRODUCCIÓN 3
1. El escenario: problemática global y pobla-
ción 3
2. El escenario: el crecimiento de la población
humana 5
II. PANORÁMICA DEMOGRÁFICA MEXICANA II
1. Perspectiva histórica 11
2 Etapa de expansión y crecimiento 18
VII
vin INDICE
3
4 FRANCISCO ALBA
Cuadro 1.1
Margen de variación
a Ibid.
POBLACIÓN DE MÉXICO 7
Gráfica 1.1
Estimaciones de la población mundial
Fu
e n t e : John D. Durand, Historial Estimâtes of World Popula-
tion: An Evaluation, 1974.
Ä
Proyecciones de población realizadas por las ¿
Π. PANORÁMICA DEMOGRÁFICA
MEXICANA
1> Perspectiva histórica
La evolución de la población en México, al igual que
Cn
el resto del continente americano, está marcada por un
Punto de ruptura que corresponde a la época de la con-
quista y colonización de este continente por población eu-
ro
pea. Ese momento significó para la población indígena
que habitaba este territorio una crisis demográfica caracte-
r
»zada por una precipitada reducción de su número. La
yuxtaposición y mezcla posteriores de población africana
f
ue un fenómeno más limitado y menos brusco.
Antes de la llegada de los españoles ai suelo que en la
actualidad constituye el territorio de México, la población
del lugar había alcanzado importantes volúmenes. La es-
timación de su monto ha sido objeto de discusión y contro-
versia, lo que no deja de tener su interés, pues "según
s
e entienda la magnitud de aquella masa indígena, así re-
altará la concepción de toda la historia de la población
americana".1
La magnitud de la población indígena que habitaba la
Parte central de México a la llegada de los españoles (re-
gión delimitada por el Itsmo de Tehuantepec por el sur, y
P°r una zona que se extendería, por el norte, del rio Panu-
co al Lerma) ha sido motivo de diversas estimaciones que
c
.1 La afirmación se refiere a todo el continente a^rfcano. Sin-
heï Albornoz, La población de América Latina, 1973. Sá.
12 FRANCISCO ,\L1ÎA
2
Rosenblat, La población de América en 14-92, 1967; La pe
blación indígena y el mestizaje en América, 1954.
8
Borah y Cook, The Aboriginal Population of Central Mexico
on thé Eve of the Spanish Conquest, 1963,
* Borah y Cook, The Population of Central Mexico in ¡548:
An Analysis of the Suma de Visitas de Pueblos, 1960.
* Cook y Borah, The indian Population of Central Mexico
1531-1610, 1960.
β El trabajo de Vollmer documenta un caso específico.-^ "h¡>
evolución cuantitativa de la población indígena en la región de
Puebla (1570-1810)", Historia Mexicana, 23 (julio-septiembre,
1973):
7
43-51. ,
Cook y Borah, Essays in Population History: Mexico anä
the Caribbean, 1974: 195-200. Una amplia discusión sobre la
cuestión racial en el México colonial se encuentra en Aguirrf
Beltrán: La población negra en México 1519-1810, 1946,
^Λ POBLACIÓN DE MEXICO 13
Fu
e n t e : Población censal: Dirección General de Estadística, SIC :
Censos Generales de Población, varios años, población co-
rregida y estimada, excepto la de 1970: CEED, U Cole-
gio de México: Dinámica de la población * « « « » ,
1970; población proyectada: CEED, El Colegio de Mexi-
co, Dirección General de E ^ d î s t i c a SIC Instituto de
Investigaciones Sociales, UNAM y CELADL·: Proyec-
ciones de la población de México , inédito, lS>j<h
a
Población corregida y proyectada : fta>*««iwi d*la *>.
Unción mexicana, 1970-2000. S. P. P-. abril de 19/8.
b
'Cifra correspondiente a la tercera de ¡as cuatro vanantes
de proyección, intermedia entre las vanantes extremas .
Ver e! capítulo V I I sobre población futura.
18 FRANCISCO ALBA
—1——I—ΓΊ rJ 1 1 1 1 1 1
IÍ90 1900 1910 1920 1930 1940 Í9J0 i960 1970 I»' 1
AÑOS
Fuente: Cuadro 2.1.
L
* POBLACIÓN DE MEXICO 21
e
. 'Ï Existen diversos análisis de esta etapa: muy difundidos son
J d « Sol«, La realidad económica mexicana: utrovmán y pers-
* * « « , 1970, y el de Ibarra, "Mercados, desarro lo y política
económ¡ca: / t i v a s d e j a economía do Mexico en S ^f-
W {* México en 1980, vol. 1, 1970: 89-199; también l»son d
* e Hansen, La política del desarrollo mexicano, 1971 o el de
* *nolds, La economía mexicana: su estructura y crecimiento
71 g
l siglo XX 1Q7S w.
, 2S SepúWeda'y Chumacero: La i^erñón extrajera en Me-
"'co, 197»
„ Γ Wionczek, Bueno y Navarrete: La transfería Μτηαηο-
»^de tecnología: el caso de f™%^X ascendencia femé-
ni
La tasa bruta de reproducción senaia κ» « r f , m n o r t amïento
"a media de un grupo de mujeres sujeto a un c ° ^ t a m ' f " í °
("»creativo dado sin experimentar mortalidad durante el periodo
pr
°creativo.
22 FRANCISCO ALBA
3
- Esta ley, que abroga la correspondiente de diciembre de
1947, fue publicada en el Diario Oficial el 7 de enero de 1974.
ΠΙ. UNA POBLACIÓN
EN CRECIMIENTO
'• Los componentes: una visión de conjunto
^ e los componentes del crecimiento de la población
"-nacimientos, muertes y e! saldo neto de la migración al
y d el exterior—, es el exceso de nacimientos sobre las de-
tenciones el elemento básico del incremento. Mientras el
húmero de defunciones por decenio ha permanecido casi
estable _ u n poco más de 4 millones en cada uno de los
pítimas cuatro decenios—, el número de nacimientos se ha
"icrertientado rápidamente, registrándose 18.8 millones en
eI
Período 1960-1970, cifra que supera en casi 11 mdlo-
£ Cs el número de nacimientos ocurridos entre 1930 y 1940.
kn consecuencia, el incremento vegetativo de la pob'ación
en el decenio 1960-1970, qufc fue de 14.5 mi'lones de habi-
tantes, excedió en más de cuatro veces el de 1930-1940,
Período en el que el crecimiento de la población fue pró-
Xl
mo a 3,5 millones de habitantes (cuadro 3.1).
Al no existir información sobre los saldos netos migra-
torios con el exterior para los períodos considerados, se
o c u l t a evaluar las relaciones que guardan las diferencias
« i b « el crecimiento vegetativo y el intercensal con dichos
S£
*ldos o con la calidad de las estadísticas censales y del
re
£istro de los hechos vitales. Estas diferencias, sin embar-
P · s »n cuantiosas respecto al crecimiento vegetativo de
la
Población, ya que llegan a representar de un 5% a casi
Un
10% de los volúmenes de crecimiento vegetativo aun-
T,Ue no tanto respecto a la población inicial de cada pe-
ri
°do, del 2% al 4 % En todo caso, dada la cuantía del
25
26 FRANCISCO ALBA
Cuadro 3.1
Creci-
Saldo miento
Naci- Defun- vege- inter- Difereír
Periodo mientos" ciones a tativo censal cías
0) (3) (4)-(3-
m m
1930-1940 7 803 4 387 3 416 3 101 -- 3l5
1940-1950 10 054 4 397 5 657 6 137 48Ö
1950-1960 13 700 4 088 9612 9 132 — 48ü
1960-1970 18 800 4 233 14 567 13 302 —1 265
Crecimiento Crecimiento
^'iodo Natalidad Mortalidad vegetativo intercédai
1
895-1899 47.3 34.4 12.9 15.0
1900-1904 46.5 33.4 13.1
10.9
1905-1909 46.0 32.9 13.1
1910-1914 43 2 46.6 — 3.4
_ 5.1
1915-1919 40.6 48.3 — 7.7
1920-1924 28.4 16.9
45.3 11.0
1925-1929 44.3 26.7 17.6
1930-1934 44.6 25.6 19,0
17.2
1935-1939 43.5 23.3 20.2
22 0 22.6
1940-1944 44.6 27.2
1945-1949 45.0 17:0 28-0
1950-1954 45.1 15.J 30.0
31.3
1955-1959 44.9 12.2 32 7
1960-1964 44.4 10.4 34.0
34.3
1965-1969 44.3 9.8 34.5
1970-1974a 43.7 8.6 35.1
-^1975" 40.4 7.2 33.2
Fu
« * e : De 1895 a 1929, Andrew CoUver: Birth A r t « ^ L g «
America: New Estímate, of £ « « * « « ' £ « » f '«£*'"/"
tuat,om, 1905- »e 1930 a 1970, CEED fcl Colero de
México: Dinámica déla P^cionJeMi^co^y
Dirección General de Estadística, SIC: Anuarios Estadis-
ticos, varios años. Í„*„J„ , , . ,
a
Secretaría de Programación y Presupuesto. Agenda esta-
dística 1978.
FRANCISCO ALHA
Gráfica 3.1
Componentes del crecimiento natural
o L-L-i 1 1 1 1 1 1 i__i ι ι ι ι ι
"NMS J1D0 1905 ISJO IS l l 1120 IMS IMO |«S 5«0 1H1 I5SO IS5S 19*0 Í545 1970 · 9 ' *
2. Natalidad y fecundidad
A manera de observación previa y global conviene nota
que un descenso en los niveles de mortalidad como el ex-
perimentado en México a partir de 1930, dado su efecto
en la estructura por edades de la pobiación, incide en los
niveles de natalidad y fecundidad al causar una mayof
sobrevivencia de infantes hasta la edad de casarse, una
mayor sobrevivencia de la pareja durante el período re
productivo y una menor incidencia de abortos naturales i
de mortinatos debido a un mejoramiento en las condicio'
η es de salud de la población.
LA POBLACIÓN DE MEXICO
Cuadro 3.3
brutas de natalidad observadas y estimadas,
1930-1973
(Miles)
tr
a que el perfil transversal de la fecundidad, aunque pre-
femando un patron básico, uniforme de comportamiento,
n
a sufrido u n ligero desplazamiento entre 1930 y 1970: las
tas asi de fecundidad de la población femenina entre 15 y
« años han tendido a ser menores; en cambio, estas tasas
ψ han incrementado claramente a partir de los 30 años,
L
a s tasas de fecundidad del grupo 25-2θ años de edad
"'uestran variaciones menores (cuadro 3.4 y gráfica 3.2).
^n consecuencia, la contribución que las distintas edades
i,a
ceti al nivel general de la fecundidad en los momentos
r
°nsiderados implica un cambio, en 1970 frente a 1930, en
Cuadro 3.4
Fue
nte; CEED, El Colegio de México: Dinámica de l* población
de México, 1970, Para 1970: Irma Olaya García Garma
"Inferences about the relationship between fertility and
some socioeconomic íactors in Mexico according to the
1970 rensus of population", 1975.
* Tasas ajustadas,
R: tasa bruta de reproducción.
c
Secretaría de Programación y Presupuesto. Encfslru me-
xicana de fecundidad. México, febrero de iy/S.
32 FRANCISCO ALIÍ*
Gráfica, 3.2
Tasas de fecundidad por grupos de edad
.*Fi :ODO>
130 ,-
L-SN I L. ι ι * ι u, )
! ÎO 35 30 35 *0 *5 =C
?Γ°
Ue
de hijos nacidos vivos de las m u J e r e * í
«to en censos y estadísticas vitales', 19/*.
34 FRANCISCO ALBA
Cuadro 3.5
F
* * t e : María Eugenia Zavala de Cosío y ^ ¾ ¾ = * J ¡ ¡
sis de la información existente en Atr.er.ca Latina «Are
el número de hijos nacido, vivos de las ^ / ¾ ^
del nacimiento en censos y e s t a d í a s vitales , 19/4.
3, Fecundidad diferencial
En este inciso se ofrecen algunos de los elementos df
información con que se cuenta sobre los niveles y las ca-
racterísticas de la fecundidad de grupos o segmentos es-
pecificos de la población del país} advirtiéndose que r¡°
se trata de explicaciones de la fecundidad y que la seg'
mentación o las divisiones de la población considerada*
son sólo algunas entre los muchos posibles.
Los niveles de fecundidad de las poblaciones rural }
urbana11 muestran un claro diferencial cuya comprobación
se obtiene diversamente. Con base en la información cefl'
sal de 1960 se observa que el número medio de hijos na*
cidos vivos de las mujeres residentes en localidades rural«*
es superior, para todos los grupos entre las edades 15-4"
años, al número medio de hijos de las mujeres que resi'
dían en localidades urbanas; diferencial que es relativa"
mente de menor cuantía después de los 30 años de eda**
(cuadro 3.6).
La comparación de las probabilidades de crecimiento àe
la familia completa, según residencia rural o urbana, de !*#
generaciones de mujeres nacidas entre 1910-1920 y 1920"
1929, correspondientes al grupo 40-49 años de edad e"
los momentos censales de 1960 y 1970, revela que esta*
probabilidades son mayores entre la población rural qüe
entre la urbana (cuadro 3,5). Este diferencial ha tendida
además, a incrementarse, como puede deducirse de com*
parar los números promedio de hijos de la familia comple'
ta para ambas poblaciones, rural y urbana, de un grupu
de generaciones (1910-1920) al siguiente (1920-1929)!
diferencia] que pasa de 1.25 a 1.9 hijos más, en prom«'
dio, entre la población rural en comparación con la u1"
baña (cuadro 3.7).
Con información proveniente de una encuesta levantad
B
Las localidades con 2 500 habitantes constituyen la línea à1
demarcación de lo rural, menos de, y de lo urbano, más de, d"
acuerdo con el criterio censal.
Cuadro 3.6
Hijos nacidos vivos de mujeres censadas en 1960
según lugar de residencia: urbano o rural
Cuadro 3.7
Número medio de hijos nacidos vivos según grupo
d
e generaciones y según localidad de residencia
Residencia
Diferencia
(
libraciones Rural Urbana Í/Í-Í/J
Cuadro 3.8
Cuadro 3.9
Eda
<i Ciudad de México Otra ciudad Pueblo o eampo_
Cuadro 3.10
Ciudad de México: Número medio de hijos nacidos vivoe
según edad y nivel de instrucción, 1964
Nivel de instrucción*
Primaria Primaria Secundaria
-, Sin incom- corn- y Pupa- Unwtr-
&da
<l estudios pleta píela ratona stdad
4. Mortalidad general
La característica sobresaliente en el comportamiento de
la mortalidad es el tremendo descenso de su nivel global
que se produce en la época posrevolucionaria del México
contemporáneo. Las estimaciones del nivel de mortalidad
prevaleciente entre 1895 y 1910 —cerca de 35 defuncio-
nes anuales por mil habitantes y una esperanza de vida
M
Encuesta en la ciudad de México: CEED, El Colegio de
México, Dinámica de la población de México, 78-BO. Los resulta-
do! de la encuesta rural de fecundidad (1969-1970) es proba-
ble que muestren diferencias en el comportamiento reproductivo
de diverse» grupos de la población rural.
;
-A POBLACIÓN DE MEXICO 45
Cuadro 3 11
Tasa bruta de mortalidad, 1895-1899 a 1970-1973
Tasa Tasa
Periodo (por mil) Periodo (por mil)
Cuadro 3-12
Cuadro 3 13
' / . /
/ /
• imAJUSUDiS
J - iimOBfERVACXS
it i: Il » M *o «i ια M •I M 71 11 II ·*
6. La mortalidad regional
Un puntó de interés se refiere a la existencia o no ;
una mortalidad diferencial entre zonas rurales y urba»'
En general, hasta antes de 1950, la mortalidad urbaí
"registrada" superaba a la rural,29 ocurriendo lo conf*
rio después de dicho año. Existen, sin embargo, gr^
dudas sobre la conftabilidad de los valores registrados '
punto de afirmarse que probablemente la mortalidad π·*!
es mayor que la urbana debido a que, en forma proba*?
también, la omisión de las defunciones es mayor en '
áreas rurales que en las urbanas.*0
Otro punto es el de saber si existen disparidades '
los niveles de mortalidad entre distintas regiones del p^
Partiendo de una regional ización político-económica »
país en ocho regiones31 se desprende la existencia de ηγ
bles diferencias en los niveles de mortalidad entre ejjj
En términos de la esperanza de vida al nacimiento exi5'
en 1950 un diferencial de 12 años entre las regiones Y
!»
M
Rosenzweig, op. cit., 1965: 450-454. .,
García y Griego, Los primeros pasos al norte: Mexican "
gration to ihe Utiittd States, 1848-1929, 1973.
w Carreras de Velasco, op. cit.
LA
POBLACIÓN DE MÉXICO 57
Alba, où cit «
" E. p r o b a b l e ' q u e los nuevos ordenamiento, legales norte-
ar
»encano s d- inmigración de octubre de 1976, afecten ather-
Sat
*en t e esta e n T n d a p e n d e n t e al extender también a los pai-
* * > ! h e r n i a Î occidental el límite de 20 Ü00 «mmgrante, por
País.
58 FRANCISCO ALBA
Cuadro 3.15
Emigración de mexicanos a Estados Unidos,
1941-1975
Emigrantes
Periodo * legales
1941-1945 21 089
1946-1950 38 128
1951-1955 122 654
1956-1960 196 658
1961-1965 223 112
1966-1970 220 189
1971-1975 318 075
59
FRANCISCO A I > !
Gráfica 4.1
Estructura de la población por edad y sexo,
1940 y 1970
« Población (0-14)
Población (15-64)
s
Población {65 y más)
Población (15-64)
POBLACIÓN DE MÉXICO 63
Distribución de la población por estado civil y sexo a la fecha del censo, 1930-1970
(Porcientos)
1930 3 317 627 15.5 17.6 17.4 15.3 12.0 8.5 5.6 8.0
1940 4 200 440 19.0 19.0 17.3 14.5 11.1 7.8 49 5.5
1950 5 102 358 16.5 16.9 16.5 14.7 11.9 9.0 6.1 8.4
1960 6 429150 12.7 14,0 14.4 169 12.3 9.9 7.5 12.3
1970 9 081 208 15.7 156 14.6 13.3 11.9 9.3 7.3 12.3
1959 ¡970 %
Niveles (!) (2) (2)/(1)
Enseñanza preescolar*
(1) Matrícula 206 954 440 438 212.82
(21 Población 4-5 años 2 099 253 3 189 573 151.94
(1)/(2) % 9.9 138 • —
Total
Fuente: Centro de Estudios Educativos, "El gasto educativo nacional, el desperdicio escolar y la pirá-
mide del sistema educativo en 1970 1 ', Revista del Centro de Estudios Educativos 2 ( n ú m . 4,
1972): 127-150.
a
Si se considera como población en edad preescolar a aquella en el grupo 3-5 años su número
asciende a 3 299 657 en 1959 y a 4 9 7 3 148 en 1970.
s
Esta matrícula incluye a los alumnos matriculados del grupo 6-14 años y a los egresados de
primaria del grupo 10-14 años.
c
El desperdicio esrolar incluye tanto a los alumnos que desertan, una vez inscritos, como a los
que reprueban, vayan o no a repetir el mismo ciado en el ciclo siguiente.
d
La enseñanza media incluye los niveles de secundaria, normal, preparatoria y preparatoria
técnica.
74 FRANCISCO Al> !
1.111,¾¾6 la 77
«e«aialia»ciÄn utilizada, véase I" «° t a 25 del ta
'
Cuadro 5.1
Población por regiones, total, urbana y no urbana, 1900-1970
(Relativos)
I. Noroeste 5.3 6.2 8.1 2.3 3.2 8.6 5.6 6.9 7.7
2. Norte 9.7 11.2 11.1 10.4 14.6 13.6 9.6 10.3 9.0
3. Golfo 8.8 10.5 10.9 68 10.1 9.3 9.1 10.7 12.3
4. Centro-Norte 8.4 7.2 5.3 9.0 5.8 3.0 8.2 7.5 7.2
5. Centro-Oeste 23.6 18.9 16.8 26.4 13.6 15.0 23.4 20.3 18.2
6. Centro 16.1 13.7 10.8 11.4 6.7 5.7 16.6 15.5 14.9
7. Valle de México 10.9 14.7 22.4 27.1 40.8 39.1 9.0 8.3 8.6
8. Sur y Sureste 17.2 17.6 14.6 6.6 5.2 5.6 18.5 20.4 21.9
Fuente: Luis Unikel, Crescencio Ruiz Chiapetto y Gustavo Garza: El desarrollo urbano en México.
Diagnóstico e implicaciones futuras, 1976.
a
Las entidades que componen cada región se encuentran en la nota 31 del capítulo I I I .
h
En localidad« de tSOOO y más habitante».
POBLACIÓN DE MÉXICO 79
ülc
io: esta región comprendía un 3 7.4% de la población
er
> 1940, a partir de un 1 5 % en 1900, y engloba un 19.2%
erî
1970.2 En contrapartida, las regiones del Centro {4, 5
^ 6) han ido concentrando menos población, en términos
Cativos, en forma aceVrada: de contar en 1900 con un
* 8 - l % del total de la población y en 1940 con un 39.8%,
^ p r e n d í a n en 1970 tan silo un 32.9%. Es interesante
S e r v a r que hasta 1940 la región Sur-Sureste (8) mantu-
do su. participación relativa dentro del total, 17.2% y
'7.G% respectivamente. A partir de 1940 esta región es
S o r b i d a , también, en el proceso de desequilibrio, conte-
^endo en 1970 tan sólo un 14.6% de la población total
dpl
p a í s (cuadro 5.1).
. Üstos desplazamientos regionales de la población se han
v
'st 0 acompañados, en genera 1 , por una concentración de
a
población en núcleos urbanos. 3 En un lapso de 70 años,
de
1900 a 1970, la población rural se ha más que dupli-
(ad
o , pasando de 12.2 a 27 millones; la población urbana,
¡j¡J cambio, ha crecido más de 15 veces, pasando de 1.4 a
¿
< millones. Es, por otra parte, entre 1940 y 1970 cuando
a
urbanización de la población del país se ha acelerado
^ forma significativa al punto de convertir un país pre-
^ m i n a n t e m e n t e rural, el México de 19*0 con un 80%
,e población rural, en une con población casi mayorita-
j" !a mente urhana, el México de 1970 con un 4 5 % de pp-
b|
'ición urbana (cuadro 5.2 y gráfica 5.1),
Les cambios en la distribución regional de la población
ΐ°ΐ mayores para la población urbana que para la no tir-
a n a ; el Valle de México (región 7) de retener en 1909
ü
l 2 7 % de la población urbana total del país pasa a con-
^ n t r a r el 4 0 % en 1940 ν 1970; e! Norte (regiones 1 y 2)
d
? un 12.7% en 1900 pasa a un !7,8Ç£ en 1940 y a un
2
En este hecho no hay que olvidar la atracción ejercida por
j 1 País vecino: los Estados Unidos. En esta presentación el Nor-
¡* queda incompleto al no incorporársele el estado de Tamauli-
Pas
. también fronterizo, incluido en la región del golfo ( 3 ) .
,, Como tale* se c<: nsideran lis localidades de 15 000 o más ha-
h
''tantes.
Cuadro 5.2
Población total, urbana, no urbana, de las 35 ciudades mayores del país y del área urbana
de la ciudad de México, 1900-1970
Pobiación imites) 1900 1910 1921 1930 1940 1950 1960 1970
(1) Población total 13 607 [5 160 14 335 16 553 19 649 25 779 34 923 49 050
(2) Población u r b a n a 3 1 434 1783 2 100 2 891 3 928 7 210 12 747 22 004
(3) Población no urbana 12 173 13 377 12 335 13 662 15 721 18 569 22 176 27 046
(4) Población de las 35
ciudades mayores 1 284 1627 1865 2 634 3 519 6 149 10236 17 379
(5) Población del á r e a
urbana de la ciudad
de México 345 471 662 1049 1560 2 872 4 910 8 355
Porcientos
(2)/(1) 10.5 11.7 14,7 17.5 20 0 28.0 36,5 44.9
(3)/(1) 89.5 88 3 85.5 82.0 80.0 72.0 63.5 55.1
(5)/(1) 2.5 3.1 4.6 6.3 7.9 11.1 14.1 17.0
(4)/(2) 89.5 91.3 88.8 91 1 89.6 85.3 80.1 79.0
(5)/(2) 24.1 25,4 31.8 36.3 39.7 39.8 36.9 38.0
Fuente; Luis Unikcl Crescendo Ruiz Chiapetto y Gustavo Garza: El desarrollo urbano en México. Diag-
nóstico ? implicaciones futuras, 1976.
Gráfica 5.1
Población total, urbana, rural y en el área
de la ciudad de México, 1900-1970
TOTAL
RURAL
- — URBANA
CIU0A0 CE MEXICO
_l L_ L
3 7 0
1900 19*0 itZI 1930 1940 '»« 19«° ' ^ 0 5
F
^ n t e : Luis Unikal, Crescendo Rui* Chiapetto y Gustavo Garea:
El desarrollo urbano en México,.diagnonuo e implicado-
nes futuras, 1976.
82 FRANCISCO ALBA
1940 ¡950
Fuente: Luís Unikel, Crescendo Ruiz Chiapetto y Gusîavo Garza: El desarrollo urbano en México.
Diagnóstico e implicaciones futuras, 1976.
86 FRANCISCO ALBA
3. Ει proceso de urbanización
Respecto al período 1940-1970, cuando la concentración
de la población en núcleos urbanos ha sido inusitadamen-
te acelerada, se observa que el crecimiento rápido de la
población urbana se debe, en forma importante, a la ex-
pansión de las grandes ciudades, de más de 100000 habi-
tantes, y entre ellas a la de la Ciudad de México en for-
ma especial. El número de estas grandes ciudades ha pasa-
do de 6 en 1940 a 35 en 1970 y su población, de estas 35
ciudades, de 3.5 a 17.4 millones. El área urbana de la
Ciudad de México, ella sola, concentraba un E% del total
de ía población total del país en 1940 y un 2 2 % en 1970-
Por otra parte, el número de localidades urbanas media-
nas y pequeñas, de 15 000 a menos de 100 000 habitantes.
también se ha incrementado de 49 a 143; si bien la pobla-
ción que éstas concentran se ha modificado poco: del 8$
en 1940 aumenta al 111¾ en i960 para descender a 9 . 5 ^
en 1970 (cuadros 5.2 y'5,3').*
No obstante este proceso de concentración, la población
del país continúa, en J970. ofreciendo a la vez una gran
dispersión con 95 000 localidades de menos de 5 000 ha-
bitantes, de las cuales 90 000 con menos de un mil. En laS
localidades de menos de 5 000 habitantes, de carácter ne*
s
Ordorica, op. cit.
* Unikel, Ruiz Chiapetto y Garza, ap. cit.
POBLACIÓN DE MÉXICO 87
Cuadro 5.4
Incrementos medios anuales de la población total,
urbana, mixta y rural, 1940-1970"
Cuadro 5.5
4. Centros' metropolitanos
El surgimiento de grandes metrópolis se inicia a part'*
de 1940 durante la etapa de urbanización r á p i d a . " El pf°"
ceso de metropoli/adón, que en su acepción más compre«!'
siva y general estaría midiendo incluso los sistemas metro*
politanos, está referido a los fenómenos de c o n c e n t r a n t
y expansión de dominio socioeconómico y político ejerció"
por un núcieo central, la metrópoli, sobre su periferia, E>'
una acepción más restrictiva del concepto de ir.etropoliï3-'
cien, la continuidad físico-ecológica t de los profesos «e
concentración y expansión de dominio actúa como eleme*1'
to delimitante. En está segunda acepción 'os conceptos o£
área urbana y zona metropolitana son usados para defina
el fenómeno de metropotización. 1 ' 1
El metropolitanismo de un núcleo urbano se ha presen*
tado convencional mente conforme a las diversas etapas à{
su evolución. En una primera etapa el distrito comerci*
,;i
Goldani: Impacto de la inmigración sobre ¡a población dt1
área metropolitana de la ciudad de México, 1976.
14
Véase al respecto: Unikel. Ruiz Chiapetto y Garza, op. cJ'·
115-152.
15
El área urbana se define como la ciudad misma, el üúcte*
más el área contigua, físicamente, con uso ¿e suelo de natuf*'
teza no agrícola. La zona (o área) metropolitana re define "coi 0 0
la extensión territorial que incluye a ia unidad p^lítico-admini*'
trativa que contiene a la unidad central y a las unidades político'
administrativas contiguas a ésta que tienen características urb»'
ñas", adecuadamente definidas. En consecuencia, la población àe
la zona metropolitana es mayor que la del área urbana. El cofl'
cepto de legión metropolitana podría ser más amplio y cofli'
prensivo que lo; dos anteriores, El concepto aqui empleado ccr
rrespond? al de zona metropolitana. Unikel. Ruiz Chiapetto 5
Ganta, ep. cit.; 116-119.
POBLACIÓN DE MÉXICO 91
Ci
Población (miles)
h
e
su zona metropolitana, 1940-1970
!í)Q
-0 100.0 100.0 1000 5.4 4.9 5.2
8
0-3 71.2 54.6 33.1 4.3 2.4 0.3
J
2-4 22.2 36.2 45.8 10.3 9.2 7.3
v
as que ocurrieron en 1960 dificultan la elaboración de
"n diagnóstico.
Otro acertamiento al concepto general de concentración
V expansión del dominio económico, social y político puede
obtenerse mediante el estudio del sistema de ciudades. El
ff,
n-:meno de concentración de población y actividad eco-
ll
'mica, en el ámbito nacional, se refleja en la preemi-
nencia de la ciudad de México que domina la totalidad
^el país. Esta ciudad ejerce, además, su especial dominio
e
¡nfuencia sobre ciudades y regiones aledañas, constitu-
yéndose así el más importante subsistema de ciudades, el
d
e la ciudad de México, con una integración muy elevada.
Este subsistema incluye las ciudades de Toluca, Puebla,
Cuernavaca, Querétaro y Pachuca
Existen también otros subsistemas, algunos de eJlos de
Q
lta integración interna. Entre estos destacan cuatro: el
d
el Bajío, región situada al norte del Valle de México,
originalmente vinculado a la agricultura pero también
consolidándose industrialmente; el subsistema Jalapa-Ori-
94 FRANCISCO ALB*
CU3>#
Población (miles) 1
Zonas metropolitanas
y sus componentes* 1940 1950 1960 18*
Mexico 1803 3 138 5 187 8 7«!
Municipio central 1 448 2 235 2 832 2 90*
Periferia 330 869 2 301 5
Transición 24 34 53 le
l 6.1 5.5
P°-0 100.0 100.0 100 0 5.8
9
2·2 90.5 84.8 69.9 5.6 9.4 3.7
7
·8 9.5 15.1 30.1 7,6 10.0 11.1
1
*-0 100.0 100.0 100.0 4.5 6.3 5.4
S
3.3 84.1 85.4 80 8 4.7 6.4 5.2
13
·4 13.3 12.8 17.5 4.5 5,9 8.2
3-2 25 1.8 1.7 2.3 3.2 4.5
]
οο.ο 100.0 100 0 1000 3.9 2.4 4.6
63.8 67.4 67.3 777 4.5 2.4 5.9
8.4 7.7 8.3 4.5 3.1 3.2 1.4
27.8 24 8 24.4 17.7 2.9 2.2 1.4
te , ,
•V*?." -0 " 0 urbano en México. Diagnóstico e implicaciones futuras,
S3c
ión véase la fuente del cuadro.
97
98 FRANCISCO ALBA
1950 1970*
Censal Estimación
Fuente: Óscar Altimir: "La medición de la población económicamente activa de México, 1950-1970",
Demografía y Economía 8 (núm. 1, 1974): 50-83.
a
Se refiere a la actividad en 1969.
* Población económicamente activa.
100 FRANCISCO ALB-'
i960
Tasas 1950 Censal Estimada 1970
Fwentr: Osear Altimir: " I . j medición de la población económica mente activa de México, 1950-1970"
Demografía y Eronnmia 8 (núm. í, 1974); cuadros 2 y 8, pp. 53 y 65.
102 FRANCISCO Al> A
ν
1950
1970
SD l
>»t
¡950
1970
SN-
Uetl
te: Í950: CEDD, El Colegio de México, Dinámica de la po-
blación de México; 1970: Dirección General de Estad.s-
tica, SIC, IX Censo General de Población.
104 FRANCISCO ALEA
Fuente: Osear Altimir: "La medición de i.i población económicamente activa de México, 1950-1970", De·
magrafía y Economía 8 (núm. 1, 1974): 50 83.
a
Se refiere al año de 1969.
b
En 1970 no se incluye la prestación de servicios agropecuarios cuando éstos se proporcionan a va-
rias unidades económicas.
c
N o se incluye en 1970 parte de la distribución de gas que se incluye en "comercio y finanzas",
como tampoco los servicios de abastecimiento de ayua y los sanitarios que se incluyen dentro de
"otros servicios" en gobierno.
106 FRANCISCO ALB"
Desempleo y subempteo
La disminución de la tasa de participación en la activi-
dad económica de la población total en los últimos veinte
*ños no parece que pueda explicarse, exclusivamente, en
'Unción de factores demográficos, como los ya mencio-
nados cambios en la dinámica y en la estructura de la
Población, o en función de factores asociados con cambios
611
¡as tasas de participación específicas por sexo y edad
Racionados esencialmente con el desarrollo y la exten-
^l0n de los sistemas educativo y de seguridad social. Es
Rtible, además, que ante una situación generalizada de
^sempleo y subempleo muchas personas hayan desertado
tle
l mercado de trabajo.
Comparando las tasas de incremento de la oferta po-
tencial7 y de la demanda real de trabajo remunerado
~ PEAR— por el sistema productivo se observa que mien-
tas la oferta crece al 2.6% anual en promedio en los
g e n i o s 1950-1960 y 1960-1970, la demmda lo hace al
2 8
- % en el primero y al 2 3 % en el segundo, lo que
J^ede ser indicativo, a paVtir de 1960, de la existencia
<* trabajadores potenciales en situación de desempleo o
^bernpleo. Aunque cuantiíicar el número absoluto de
^empleados y subempieados resulta una tarea riesgosa, se
asentan, sin embargo, algunas estimaciones de su mag-
nitud.
El nivel de desempleo abierto consignado yor ios cen-
^0s es muy bajo: conforme a la información censal de
l9
60 tan sólo alrededor del 1% de la fuerza de trabajo,
a
Proximadamente 100 000 personas, se encontraban des-
^upadas; en 1970 esta proposición era del orden de 3.8%,
Cas
i medio millón de personas. Se estima, sin embargo,
10
11
Grupo de estudio del problema del empleo, op. cit.
12
Urquidi, op. cit., 1974.
1S
Morelos, op. cit., 1974.
El Secretario del Trabajo, Pedro Ojeda Paullada, señala
la magnitud del problema del empleo, al iniciarse 1977, al afir-
mar que casi el 50% de la población económicamente activa del
pais se encuentra desempleada o subocupada: 9%, 1.5 millones
de mexicanos, y 44%, alrededor de 7 millones, respectivamente:
Excélsior, 24 de marzo, 1977.
VII. QUÉ PUEDE ESPERARSE
EN EL FUTURO
La información dei censo de 1970 es la base disponible
^ á s reciente para elaborar proyecciones globales y especí-
ficas de Ja población, tomando además en consideración
ks tendencias pasadas y los posibles cambios futuros de las
Variables demográficas intcrvinientes. En consecuencia, se
a p o n d r á n en "un primer apartado los supuestos acerca
de la evolución de los componentes que fundamentan las
Proyecciones y, en un segundo apartado, los resultados
de las mismas.'1
111
112 FRANCISCO ALDA
Cuadro 7.1
Proyecciones de población total, nacimientos
y defunciones, 1975-2000
(Miles)
Αϊ
que se alcanzaría en el supuseto de que los niveles °
fecundidad no descendieran: 45.2% y 44.2% en las Vf"
riantes II y III frente a un 46.5% en la variante I. £*·
por otra parte, en el grupo 0-4 años en el que se cotícenla
esta reducción proporcional. Como contrapartida, la p°"
b'ación entre 15 y 45 años incrementa ligeramente *u
efectivos en términos relativos, siendo menores las van 3 '
ciones que ocurren en los restantes de edad de la poW3'
ción (cuadro 7.2).
En el año 2000 las alternativas de proyección ofrec6"
cambios más marcados. La pérdida de importancia de 1°5
menores de 15 años, en las alternativas de fecundidad öc'
creciente comparadas con la alternativa de fecundida
constante, se vuelve mayor. Aunque pujante, este grup"
de edad comprendería poco menos del 40% de la pobl^'
ción tota! en el caso de un descenso pronunciado de ' J
fecundidad, alternativa III. En el caso de un deseen5"
más moderado, alternativa II, los menores de 15 años &"
rían un 42.3% del total; porcentajes ambos sensiblement
más bajos que el 47% que representaría la población f
ven si la fecundidad se mantuviera constante, alternatif'
I, hasta el año 2000. Correspondientemente, la poblad 0 '
se concentraría en mayor grado entre los 15 y los 65 aiíoSl
con cambios más significativos en las edades 20-44 añ0*
dado que el grupo 15-19 años mantendría, en todas Ia
proyecciones, una participación similar (cuadro 7.2}. 3Re'
sulta interesante destacar el hecho de que la poblado'1
de 65 años o más participaría en la composición de '
población sólo con 0.35 y 0.6 puntos más en las hipótesis "
fecundidad descendente que en el de la hipótesis de i6,
cundidad constante. De los cambios que se operan en Ia*
estructuras por edad de la población, según las diferen^
variantes de proyección, resulta que en las variantes 1
y III la población se concentra en los grupos de edaojj
potencialmente activas, 15-64 años, que incluirían un bl Ρ
de la población total en la alternativa III y un 54.3% &
la alternativa I I ; frente a un 50% en el caso de la V^
Cuadra 7.2
Distribuciones porcentuales de Ja población proyectada,3 1970, 1985 y 2000
upos de edad 1970* 1985 2000
/ II 111 / II III
0-4 18.10 13.86 17.84 16.63 18.77 15.67 14.42
5-14 28.38 27.62 27.38 27.55 28.28 26.60 24.81
0-14 4643 46.48 45.22 44.18 47.05 42 27 39.23
15-19 10.69 10 29 10.54 10.74 10.56 10.90 10.70
15-44 39.95 40.88 41.85 42 66 40.75 44.09 46.12
45-64 10.01 9.81 9.63 9.81 9.14 10.22 10.97
60 64 1.84 1.67 1 71 1.74 1.53 1 71 1.83
15-64 50 00 50.29 51.48 52.47 49.89 54.31 57.09
65 ν más 3.53 3.23 3.31 3.37 3 07 3.42 3.68
Población total
(miles) 50313 84 763 82 803 81272 147 807 132 244 123 122
Fuente: Ver cuadro 7.1.
a
Variantes I, II y I I I con el mismo significado que en el cuadro 7.1.
*» Esta distribución difiere ligeramente de la consignada en el cuadro 4.1 basado en informa-
ción censal no corregida.
Cuadro 7.3
Indices de dependencia de la población proyectada,3 1970, 1985 y 2000
,J
<tiUe I, comportamiento constante de !a fecundidad al
n,v
el de 1970-1975 (cuadro 7.2),
• £l análisis de los índices de dependencia, resultante de
55
distintas alternativas de proyección, muestra que, a
COr
to y mediano plazo, el "aüvio" de la "dependencia
J?°r población joven", provocado por una fecundidad en
aes
censo, no es contrarrestado por una "dependencia ele
Vejecimiento". La razón de dependencia por p o b l a c ' ° n
Jt>Ve
n, que incluso se incrementa ligeramente entre 19ÖJ
y e
. l año 2000 en el caso de una fecundidad constante, des-
a n d e significativamente en cualquiera de las alternati-
f s de descenso de la fecundidad, variantes II y I I I , en
«nto q U e la razón de dependencia por población enveje-
Cld
a se mantiene en el año 1985 y en el 2000, practica-
n t e constante én las"tres alternativas de proyección con-
S d
' eradas. Conforme a las variantes de descenso de la te-
rü
ndidad, la razón de dependencia total disminuiría apre-
v e n i e n t e en el año 2000: de 100, en el caso de Ja va-
"?ame de "fecundidad constante", a 84, en el caso de la
de
"fecundada moderada", y a 75, en el caso de la va-
r,a
nte denominada de "fecundidad baja" (cuadro 7.3.,1.
1
U población económicamente activa en 1980 y en 1990
En 1969 h a b í a e n e l país,., según la información censal
I e 1970, casi 13 millones de personas económicamente a«.-
V . Tornando como punto de partida as tasas de atti-
Vl(
iad observadas para 1969. por grupos de edad y sexo se
^irna que la fuerza de trabajo ascenderá a 19,7 mi Iones
*> mO (de un total de 71.4 m.Fones rff habitan te I y a
M millones en 1990 (entre 99.7 millones de h a t e a n -
te
«').< Otras estimaciones no difieren sensiblemente de las
" P r i o r e s . Manteniendo constantes las tasas de actividad
λ calcula que de los 19.2 millones de activos en 19HU,
5
·6 millones son hombres y 3.6 mujeres,-
Cuadro 7.4
Proyección de la población total, la de 15-64 años
y la económicamente activa —PEA—, 1980-200Ü
5.
Un < retimiento programático
Cuadro 7.5
Proyecciones alternativas de población, 1985-2ÖO0
{miles}
1. Economía
El ámbito de Jo económico inicia el cuadro general à&
país no sólo porque es en el área económica donde l° s
logros del sistema son más manifiestos e incontrovertibles,
sino también porque se considera que el desarrollo de la
erí
* Durand Pome, "México: dependencia o independencia
1980", El perfil de México en 1980, va!. 3, 1972: 209-273.
127
u POBLACIÓN DE MEXICO
Cuadro 8.1
Producto, población y producto per cápita, 1921-1976
Tasas de crecimiento"
Período ProduC'
to per
Producto Población cápita
Cuadro 8.2
Producto interno bruto por sectores, 1940-1975
i.
J
Producto por sectores (%)
'cíor . . .
^ 1940 1950 1960 1970 1975
8
Ha habido amplias fluctuaciones de un año a otro en
composición, pública y privada, de la inversión total. Es el rai>>
general
6
el que interesa destacar, no los cambios coyuntura^
En 1940 los egresos de capital por concepto de regalías, di- 1
videndos, beneficios, etc. de la IED, superaron a los ingresos e*
10 millones de dólares; en 1970 este saldo desfavorable se in-
crementó a 150 millones de dólares. Sepúlveda y Chumace;
op, cit.
7
En Î950 las obligaciones financieras del sector público roí'
el exterior, a plazo de un año o más, ascendían a 105 millones
de dólares; en 1968 sumaban 2 320 millones, Nacional Financie-
ra, S. Α., La economía mexicana en cifras, 1970. Para 1976 ta"
sólo las obligaciones financieras del sector público a plazo mayof
*·* POBLACIÓN DE MEXICO 131
c
»ón o con la toma de posición ante la cuestión demócra-
t a . Al no tener de hecho las grandes masas acceso a
«'chos niveles esta posición está siendo reemplazada por
íc
s medios masivos de comunicación, con toda ¡a onen-
la
ción cultural de la que éstos son portadores.
3
· Política
El sistema político mexicano es ya un viejo sistema, con
^ medio siglo de existencia, fruto de una alianza de
el
'tes. En él ha existido una continuidad en el control
d
e los instrumentos de poder mediante el ejercicio mismo
•fe la autoridad y el aparato de un partido dominante. La
e
L¡te política no es, desde luego, soberana; comparte el
Poder con otras élites, empresariales nacionales y extran-
j í a s , sindicales, tal vez incluso algunas mas.^ El grupo
*H e] poder se ha pluralizado contribuyendo asi a la esta-
bilidad del sistema y sus instituciones.
. Es probable que esta estabilidad institucional sea de-
N a a la consolidación de un Estado fuerte capaz de
a p o n e r ν hacer respetar una cierta paz social, cuyos
a
«íficcs contemporáneos se encuentran en las lilas de ι
e
J> político-empresarial. A los lincamientos generales de
Mítica emanados de este eje se han plegado, en general,
^ otras élites, cualesquiera que éstas sear. La coopcion
de
grupos y líderes por el sistema es una de sus caracte-
fLs
ticas. * ., , .
, Cuando en 1940 culmina la institurionalizacion del mo-
d
elo po'ítico, el Estado mexicano es fortalecido y desem-
peña un papel activo en el rumbo que toman los asuntos
Públicos. El régimen amplía su base de sustentac.on a
*ás sectores de la población, además de las f u e r a s arma-
o s : el campesino, el obrero y el popular. Pero es os sec-
ares son controlados por el gobierno a través del partí-
do. Las masas de estos sectores "no se afiliarían d.rccta-
»nente sino a través de organizaciones" al partido oiiciai.
» Meyei- "El estado mexicano ton temporáneo". Historia Me-
jana 23 (abril-junio, 1974): 735.
13Φ FRANGISCO ALB*
J* ibid.; 13344342.
(. El análisis del gasto del gobierno federal se refiere al gasto
f r e í d o , no al presupuestado. Las discrepancias entre ambos gas-
05
son importantes en cuanto a los montos absolutos y en cuanto
'a distribución de los mismos. Es reconocida la importancia del
Psto federal dentro del gasto público total. Sobre la inversión
''eral valen las mismas observaciones.
136 FRANCISCO Al· 8 *
Cuadro 8.3
Gasto o inversión del gobierno federal en funciones
sociales, diversos periodos9
(Porciento sobre el gasto total)
C recimien~
Déciles to anual
de población 1950 1958 1963 medio /968
creciente de 1<J ¿Ο
ingresos % Acumulado % Acumúlate % Acumulado Ι 963 % A cu mulado
Fuente: Adalberto García Rocha: " L a distribución del ingreso en México", Demografía y Economía 8
(núm. 2, 1974}: 115-140.
140 FRANCISCO, ALBA
143
144 FRANCISCO Al·»*
3
La excepción fue la posición de algún líder local, como *'
intento de Felipe Carrillo Puerto, en el estado de Yucatán, de ins-
truir
4
y educar sobre cómo podía controlarse la fecundidad.
Carreras de Velasen, o p. cit.
"· Loyo, Las deficiencias cuantitativas de la población de M¿'
xico y una política demográfica nacional, 1932; op. cit., 1935·
L
A POBLACIÓN DE MÉXICO 145
n
an positivamente la procreación abundante y el creci-
miento demográfico, . . Las demás instituciones apoyan
erecta o indirectamente esta misma posición",* Todavía
queda el eco de los premios establecidos, en los años cin-
cuenta, para enaltecer a las mujeres más prolíficas.
Por otra parte, los programas de crecimiento econó-
mico que se inician en el'decenio de los años cuarenta
>e sustentan a su vez en una población creciente a fin
d
e que el factor trabajo no sea escaso. Incluso más tarde,
en el decenio de 1960, al advertirse e! crecimiento ace-
brado de la población, no se le considera, salvo alguna
v
oz discordante, como algo problemático sino como un
desafío a la creatividad productiva de la nación y a la
obra revolucionaria. Hasta ese momento el consenso de
¡as élites y de los grupos representativos de diferentes
ideologías e intereses en relación a una aceptación o de-
seabilidad del crecimiento de la población parece ser casi
inánime. Con renuencia se admitía que el acelerado rit-
mo de crecimiento de la población pudiera obstaculizar el
proceso de crecimiento económico;7 .menos aun se plan-
teaba que fuera obstáculo para un proceso de desarrollo
generalizado a toda la población.
Sin embarco, la preocupación por el aumento de la po-
blación comenzaba ya a aflorar, sea por la persistencia
y la mutiplicidad de los problemas del país, sea por el
¡nicio de la discusión académica sobre el tema. No es si no
después de 1970 que se produce un viraje en la posioüH
oficial y, en consecuencia, en la de amplios sectores de la
opinión pública y de grupos de intereses, ha a actuahtiao
se pide considerar con seriedad y responsabilidad el pro-
blema del incremento de la población, y e! de las necesi-
dades que genera, a fin"de que ios esfuerzos realizados en
favor del desarrollo del país no se diluyan en el mar del
fi
Leñero Otero, op. cit.; ä 72-173.
' Wionczek y Navarrcte, "El pensamiento mrneanoM»bw cre-
cimiento demográfico y desarrollo", Carnereo Extenor, 15 (su
plemento. ¡unió, 1965): 23-28.
146 ITtAMCISCO ALB A
*"· Programas
Si bien la Ley General de Asentara ¡en ios H u m a n « p o -
l l i t a la realización de planes de ordenación de los a*irtí»-
10
, Ley General de Asentamientos Humanos, promulgada-el 20
116
mayo, 1976.
11
Ibid., artículo 1.
Î48 FRANCISCO Al· 8 *
Cuadro 9.1
Población que utiliza métodos anticonceptivos según
programa y fuente de abastecimiento, 1976
Usuarias acttv
Programa o fuente (miles)
Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS1 625
Secretaría de Salubridad ν Asistencia
(SSM 271
Instituto de Seguridad y Servicios So
ciales para los Trabajadores del Es
tado ÍISSSTE) 28
Fundación para Estudios de la Pobla-
ción (FEPAC) 83
Asociación Pro-Salud Maternal (APSM) 8
Canales comerciales 800
Total 1 815
Fuente: Alfredo Gallegos et al.: "Recent Trends in Contraceptif0
Vie in Mexico", Staates in Family Planning 8 fagos*
1977); 199.
X. PERSPECTIVAS SOBRE
LA POBLACIÓN
1. La problemática nacional
Los últimos años han visto infiltrarse en la atmosfera
posrevolucionaria grises y negros nubarrones: el recono-
cimiento públiro de que no-son poros, sino muchos los pro-
blemas nacionales. Algunos de ellos son nuevos, otros han
existido desde tiempo'atrás; en algunos casos inc'uso mu-
cho se ha avanzado hacia su solución. No es, sin embargo,
este reconocimiento lo más significativo, sino el cambio en
el estado de ánimo con el que se les considera. Hasta anos
recientes, en forma mayoritaria, los problemas se conside-
raban y enfrentaban con visión "revoto«' nana , "'1ιίη.'^"
lista y esperanzadora. Este-horizonte se ve ensombrecido
cada ve-/ con más frecuencia, aunque todavía se esta muy
lejos de una desesperanza total.
Esa primera visión de las cosas nacionales tal vez pro-
dujo, como una de sus consecuencias, que los problemas
del país se afrontaran con la esperanza de que en el futu-
ro terminarían por resolverse como fruto del progreso que
el país experimentaba. De esta forma se eluden, en gene-
ral! "as dificultades que experimenta el país actuando con
componendas de corto plazo más que con soluciones mas
radicales pero tal vez permanentes. Los graves problemas
nacionales se dejan así intactos y se los endosa, con todo y
componendas, al siguiente en ejercicio, "al que venga atrás
para que arree".
La literatura y las manifestaciones de los problemas na-
cionales han estado aflorando cada vez con mayor insis-
tencia. Ya no es posible considerarlos como fenómenos tem-
porales, transitorios o poco representativos. Son fruto del
sistema que se vive y se sigue apuntalando. No se trata
de mencionar aquí todos y cada uno de estos problemas,
ni siquiera los principales puntos de vista que sobre la rea-
lidad nacional se sostienen. Los problemas nacionales son
graves en todos los órdenes: económico, social, político,
tecnológico, cultural, etc. Los manifiestos políticos, las dis-
cusiones de los más diversos grupos profesionales o de inte-
reses, las conclusiones de estudiosos, la prensa, el hombre
público y el privado atestiguan que en el país prevalece la
injusticia económica, la marginación social, la monopoli-
zación del poder, la manipulación de la conciencia po'íti-
ca, la enajenación y la mediocridad. La minoría privile-
giada disfruta de todo y los estratos medios luchan por
mantener su bienestar, mientras millones de nacionales no
satisfacen, o lo hacen en forma muy insuficiente, sus nece-
sidades básicas de alimentación, salud, educación, empleo
o vivienda. En busca de una fórmula que sintetice la si-
tuación, muchos son los que la encuentran en la desigual
distribución de las oportunidades y productos generados en
el proceso de desarrollo de los últimos 30 a 40 años.1
La violencia y el descontento que se empiezan a mani-
festar en la sociedad mexicana no son sino expresión de
esta realidad problemática y contradictoria. El surgimiento
de estas manifestaciones de violencia, rechazo y descontento
1
Tan sólo un par de testimonios difundidos por la prensa:
Romero Kolbeck hablando del desarrollo industrial, motor del
proceso de desarrollo del país desde hace poco más de tres de-
cenios, afirma que la manera como aquél se provocó figura
"...entre las principales causas explicativas de las enormes des-
igualdades económicas que padece nuestra sociedad", Excélsior,
24 sept., 1976; 'Wionczek, por su parte es más explícito al con-
siderar que "el pais y la sociedad enfrentan un reto real a su
sobrevivencia originado no en alguna amenaza o conspiración
externa sino en la persistente ausencia de la justicia social, un
fenómeno de origen interno agravado por una ineficacia admi-
nistrativa y la fe en la palabra como el instrumento del cambio",
"Condiciones de la sobrevivencia", Excélsior, 19 de abril, 1976.
causó en un principio sorpresa, incredulidad y admiración
de que ello sucediera en este país; se admitía que estos
fenómenos acontecieran en otros países y parajes, pero no
aquí. Sin embargo, pronto comenzó a estar claro que las
diversas manifestaciones de desasosiego y desaliento eran
consecuencia de "tensiones sociales acumuladas, de proble-
mas no resueltos, de protestas no escuchadas, de exigencias
diferidas, de diálogos interrumpidos".2 La sociedad parece
no aguantarlo ya todo.
Al igual que en tiempos pasados, cuando a la falta de
población o a su calificación deficiente se achacaban los
males nacionales, surge ahora con fuerza la tentación de
hacer caer en el crecimiento de la población la culpa del
desastre nacional. Que el crecimiento de la población es
excesivo y se constituye como algo problemático creo que
es cierto, pero no es el problema ni la causa única de los
demás como tampoco puede considerarse aislado del con-
junto de problemas del país.
Cuadro 10-1
Elasticidad-producto
de la PEAR
Sector
1950Ί960 Í960-I97i
12
Urquidi, op. cit., 1974.
166
Cuadra 10.2
Población económicamente activa por nive! educativo
y por sector, 1970
(porcientos)
Con educa-
ción post-
Sector Sin primaria
instruc- 1-3 4-6 (más de
ción años años 6 años)
divamente a la „-cito de h . v ^ ^ ^ ^ ^ ^
liar emprendidos, »uno a veres se hace ^ ' ^ ¿ Λ ξ χ K^mli(m
Wbliea nacional e internacional. En riofci <ι»\, - ,. ., E ,
Ordinaria del Consejo Nacional de Pob««>» £ * " Τ p¿
Jefe del Ejecutivo fue informado de quo los P W ^ s * ™
«ficación Familiar, durante 1978. lograron ta,«" £ Χ ^ ,
disminuir de! 3.2 »1 2.9 el rrrrimiento demoerafico , o que η
tata ron el encabezado de dicha nota: Nunca ^ Λ ΐ « « d e
familiar Suplantará al Desarrollo" gxcitner, » ¿e «brero de
1979. En otro ou*, cierta· salvedades tpi* se .ntroducen en el
fexco se pierden ante un llamativo titular: "Mexicos BirÜi-Control
Effort Catching O n " , New York Times, 28 de abril de 197».
174 FRANCISCO ALBA
Dos son las áreas en las que se prevé que la acción de-
mográfica que se emprenda, o su ausencia, tendra impli-
caciones futuras decisivas: el crecimiento de la población
y la distribución de la misma sobre el territorio. LSÍ la ac-
ción en este campo se quiere efectiva la política que la
dicte no debe atender exclusivamente a! aspecto poblacio-
nal, sino contemplarse como parte de un conjunto de po-
líticas societales y, aunque la acción sea inmediata, debe
también inscribirse en un proyecto y u n a estrategia de des-
arrollo del país en un horizonte de largo plazo.
Las posibilidades actuales de acción en el área de la dis-
tribución territorial de la población son muy restrinffidas
ya que, no obstante las acciones tendientes a la descentra-
lización industria] o al mejoramiento de las condiciones de
vida en las áreas rurales y en las zonas tnás atrasadas, aún
no se cuenta con marcos o planes de desarropo regional,
de desarrollo urbano o de asentamientos rurales; es sólo
dentro de estos marcos o planes que una acción distribu-
tiva demográfica puede ser contemplada.
Las acciones relacionadas con el crecimiento de la po-
blación, vía reducción de. la natalidad, se han materiali-
zado en los programas de planificación familiar. Estas ac-
ciones vistas como elementos que se integran al conjunto
de prestaciones sociales en las áreas de la salud y del bien-
estar familiar que se ponen a disposición de toda la pobla-
ción a fin de hacer del acto procreativo un ejercicio de
la libertad y responsabilidad de la pareja, pueden recibir
el beneplácito por otras razones que las que aquí interesan
primordialménte.
Estas acciones, sin embargo, no son del todo adecuadas
si lo que se pretende es reducir el ritmo de crecimiento de
la población mediante una menor fecundidad. Ello no im-
plica que estas acciones no sean efectivas para lograr par-
cialmente un tal propósito, suponiendo que lo que faltan
son medios y no deseos de controlar la descendencia, ni
que la efectividad de los programas de planificación fami-
liar no pueda incrementarse dirigiéndolos también a las
áreas rurales y extendiéndolos a las mujeres que empiezan
LA POBLACIÓN DE MEXICO 17?
179
180 FRANCISCO ALBA