Universidad Nacional de Cajamarca
Universidad Nacional de Cajamarca
Universidad Nacional de Cajamarca
CAJAMARCA
FACULTAD DE INGENIERIA
ESCUELA PROFESIONAL DE
INGENIERIA GEOLOGICA
CURSO: QUIMICA.
DOCENTE: MOSTACERO CASTILLO IRMA.
ALUMNO:
BARBOZA SILVA LENIN ENRIQUE.
BERGARA MONTOYA DANY
CAJAMARCA-2017
CO2
El dióxido de carbono es un gas incoloro, inodoro y con un sabor ácido. Su estructura
molecular está compuesta de un átomo de carbono unido a dos átomos de oxígeno, es
decir, según la nomenclatura química: CO 2.
El dióxido de carbono ha estado siempre presente en la naturaleza y es imprescindible
para su equilibrio, el cual se consigue a través del llamado «ciclo del carbono», donde,
durante un largo periodo de tiempo, se producen, en un proceso biogeoquímico, una
serie de transformaciones del CO 2 esenciales para la regulación del clima y la vida en
la tierra.
CARACTERISTICAS
Propiedades físicas
A temperatura ambiente y presión atmosférica el dióxido de carbono es un gas
incoloro e inodoro, pero puede solidificarse si se lo somete a temperaturas
inferiores de -79° C, así como descomponerse si se expone a temperaturas
altas (mayores de 2000 °C).
Solubilidad y densidad
No inflamable
Niveles habituales:
Los niveles habituales que podamos encontrar en un ambiente interior estará
relacionado con las diferentes variables que afectan a este factor como son:
Niveles en aire exterior, fuentes interiores, niveles de ocupación y tasas de
ventilación. En la legislación existente no hay un valor concreto que se dé como
bueno. Existen diferentes recomendaciones y valores límite ocupacionales. En
el RITE por ejemplo en función del nivel de calidad de aire exigible al local los
valores de concentración van desde las 400 ppm (partes por millón) hasta más
de 1.000 ppm. El valor límite de exposición profesional para exposiciones de 8
horas que vemos en las Guías del INSHT es de 5.000 ppm si bien este valor no
se puede aplicar a entornos no industriales. Recordemos que en espacios
Transportado en la sangre
Según la OMM, este “rápido aumento” del nivel de CO2 se debe a “la
conjunción de las actividades humanes y a un potente episodio de El Niño”, un
fenómeno climático que aparece cada cuatro o cinco años y que se traduce en
un aumento de las temperaturas del océano Pacífico, que provoca sequías y
fuertes precipitaciones. “Mientras que era de 400,00 partes por millón (ppm) en
2015, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera [...] alcanzó las
403,3 ppm en 2016” y “ahora representa el 145% de lo que era en la época
preindustrial [antes de 1750]”, precisa el informe publica en Ginebra, donde
tiene sede la OMM. Los investigadores se basan en los “testigos de hielo”
(muestras cilíndricas de hielo) para observar las variaciones en la
concentración de CO2 en la atmósfera. “Si no reducimos rápidamente las
emisiones de gases con efecto invernadero, y principalmente de CO2, nos
enfrentaremos a un peligroso aumento de la temperatura en lo que queda de
siglo, muy por encima del objetivo fijado en el Acuerdo de París sobre el clima”,
advirtió el secretario general de la OMM, el finlandés Petteri Taalas. “Las
generaciones futuras heredarán un planeta mucho menos hospitalario”. Desde
que empezó la era industrial (1750), el crecimiento demográfico, una agricultura
cada vez más intensiva, la mayor utilización de las tierras, la deforestación, la
industrialización y la explotación de los combustibles fósiles con fines
energéticos provocan un aumento de la concentración de gases con efecto
invernadero en la atmósfera, el principal de los cuales es el CO2.
Algunas normas básicas para impedir que esto vaya a más son: