1 4 Cultura de Calidad
1 4 Cultura de Calidad
1 4 Cultura de Calidad
Con frecuencia, los valores culturales están contenidos en las declaraciones de la misión y visión
de la empresa. Por ejemplo, es común ver en las declaraciones de misión y visión a nivel
corporativo afirmaciones como: “Lucharemos en forma continua por mejorar el nivel de calidad de
todos nuestros productos” o “el trabajo en equipo es esencial para el éxito mutuo”. La cultura
influye en gran medida en el comportamiento porque todos la comparten y porque funciona sin
que se hable de ella y, de hecho, muchas veces sin que se piense en ella.
Liderazgo visionario.
Orientación hacia el cliente.
Aprendizaje organizacional y personal.
Valorar al empleado y socios.
Agilidad.
Enfoque hacia el futuro.
Administración para la innovación.
Administración por hechos.
Responsabilidad social.
Enfoque hacia los resultados y creación del valor.
Perspectiva de sistemas.
Estos valores se encuentran inmersos en todos los criterios para la excelencia en el desempeño.
De manera similar, Six Sigma ha evolucionado hacia una cultura única de mejora y desarrollo
continuos del negocio en las organizaciones que la adoptan. Six Sigma comparte muchas sinergias
con la estructura Baldrige y proporciona una base complementaria para buscar niveles más altos
de excelencia en el desempeño utilizando la estructura Baldrige.
Estos valores centrales a menudo se incorporan en las estrategias y filosofías de liderazgo de las
principales organizaciones. Por ejemplo, Procter & Gamble se enfoca hacia el logro de un alto nivel
de satisfacción del cliente y se resume en cuatro principios.
Cambio cultural.
Para entender algunos de los aspectos relacionados con el cambio de cultura de una organización
a una filosofía de calidad total, y recientemente, para un desempeño enfocado en la excelencia
resulta útil pensar en las principales diferencias que distinguen la calidad y el desempeño de
excelencia de las prácticas administrativas tradicionales. La mayoría de las prácticas tradicionales
se derivan de la estructura fundamental de las empresas estadounidenses, que a su vez se deriva
de los principios de división del trabajo de Adam Smith, que datan del siglo XVIII y de su época
fueron muy apropiados y contribuyeron al éxito económico, estos principios ya no son suficientes.
En contraste, Japón basa su sistema administrativo en las enseñanzas de Deming, Juran, Druker y
otros filósofos de negocios modernos, cuyo enfoque descansa en los principios fundamentales de
la calidad total. Un entendimiento claro de estas diferencias ayuda a evitar muchos de los
problemas que las empresas enfrentan al tratar de implantar la calidad, así como a definir los
cambios para establecer una cultura de calidad.
La cultura de Wainwright se puede resumir como creencia y confianza sinceras en las personas.