El Juguete Rabioso
El Juguete Rabioso
El Juguete Rabioso
ROBERTO ARLT
Juguete: “Objeto con el que juegan los niños”; así mismo, Silvio era un juguete
del destino que lo olvidaba e ignoraba como ser humano, así lo reconoce su
madre al decirle “…si es el destino Silvio…”; objeto en cuanto su propia vida no
tenía un por qué y un para dónde; jugando con sus ilusiones, lo que le convierte
en un ser rabioso al ver que la vida transcurre y no alcanza sus ideales,
llevándolo a volverse un ser pasivo, que se harta de que sus esperanzas no se
cumplan, perdiendo su sentido de vida. “…No he de morir, pero tengo que
matarme” y admitiéndolo claramente al decir ”soy un juguete del destino”
Asignatura: Introducción a la
Literatura
Profesor: Rubén Mejía
Grupo: 102
Fecha: 18 de noviembre
UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN ESPAÑOL Y LITERATURA
MEDELLÍN
1999
VARIANTES TEMÁTICAS
Conformismo “Así es la vida” e inconformismo.
Diferencia de clases sociales.
La descomposición familiar y social.
La influencia del enciclopedismo como medio para trazar ideales.
El trabajo como medio de subsistencia.
La degradación del individuo como humano.
Pérdida de los valores.
Silvio no llegó a poseer su propia literatura, lo que de alguna manera mató sus
ilusiones de gran intelectual, ya que siempre estaba sometido a robarse los
libros o al que se lo prestaran “… Dicha literatura, que yo devoraba en las
entregas numerosas…” “Che, si usted necesita datos científicos para sus cosas,
yo tengo en casa una colección de revistas que se llaman “Alrededor del
mundo” y se las puedo prestar”, lo que se agudiza aún más en una sociedad
capitalista donde para quienes no poseen dinero, adquirir un libro es un lujo,
ya que se deben cubrir primero necesidades básicas como la alimentación.
El protagonista está inmerso en una sociedad que día a día mata al sser en su
plena condición de humano, denigrándolo como persona y opacando la
dimensión de su yo como ser valioso “… yo no detenía los ojos en nadie, tan
humillado me sentía, y soportaba, como la mujer gorda y cruel que rompía la
marcha, las cuchufletas que nuestra aparición provocaba”. Es así como en este
campo Silvio se ve obligado a trabajar mal remunerado y en condiciones
humillantes, donde sólo interesa la explotación que se puede hacer de él a
nivel de producción, sin importar su condición de ser pensante con
necesidades afectivas “…y sin contestar a mis buenas noches, me cerró la
puerta en las narices”. Esto se ve claramente cuando la comida que se daban,
eran desperdicios y el catre donde dormía, “… muchos debían de haber
padecido en ella, tan deteriorada estaba”, sólo le brindaba incomodidad,
convirtiéndose la situación que vivía, en una situación donde se estaba en
condiciones infrahumanas.
Socialmente, Silvio está en una posición degradante, sufre otra muerte, ya que
por ser pobre, ésta (la sociedad) lo aparta, lo humilla, lo ignora, lo hace sentir
cada vez más rebajado. Los valores en este caso juegan un papel importante,
debido a esta situación se pierden, pues ya no importa cómo me miren, porque
yo soy de abajo, ustedes arriba; sentía odio por ser pobre y los demás ricos
“…Tras esas puertas había dinero, los dueños de esos comercios dormían
tranquilamente en sus lujosos dormitorios, y yo, como un perro, andaba a la
ventura por la ciudad”. Esta muerte de Silvio, la enfrentan también cantidad
de personas dentro de una sociedad que los margina, sepultándolos en el
olvido, midiendo sólo su valía, en dinero.
Las sucesivas muertes a las que asistió Silvio a lo largo de su vida, le generan
angustia por su existencia, llevándolo a cuestionarse sobre su propia vida, lo
que desencadena una frustración de esperanzas y una rebeldía ante los
patrones seguidos hasta el momento. El romper con sus ideales establecidos,
muestra una imagen acabada del protagonista y una autoestima en
decadencia que desemboca en la traición a un amigo “…sí, ¿por qué ha
traicionado a su compañero? Y sin motivo.