Plan de Estudios 1993
Plan de Estudios 1993
Plan de Estudios 1993
Introducción
El derecho a una educación primaria de calidad
La educación primaria ha sido a través de nuestra historia el derecho educativo fundamental al que
han aspirado los mexicanos. Una escuela para todos, con igualdad de acceso, que sirva para el
mejoramiento de las condiciones de vida de las personas y el progreso de la sociedad, ha sido una de
las demandas populares más sentidas. Morelos, Gómez Farías, Juárez y las generaciones liberales del
siglo pasado expresaron esta aspiración colectiva y contribuyeron a establecer el principio de que la
lucha contra la ignorancia es una responsabilidad pública y una condición para el ejercicio de la
libertad, la justicia y la democracia.
El artículo Tercero Constitucional formuló de la manera más exacta el derecho de los mexicanos a la
educación y la obligación del Estado de ofrecerla. Con la creación de la Secretaría de Educación
Pública hace 72 años, la obra educativa adquirió continuidad, y, como resultado de una prolongada
actividad de los gobiernos, de los maestros y de la sociedad, la educación primaria dejó de ser un
derecho formal para convertirse en una oportunidad real para una proporción creciente de la
población. La difusión de la escuela hubo de enfrentar los retos representados por una población
numerosa, con altas tasas de crecimiento y de una gran diversidad lingüística, por una geografía difícil
y por la limitación de recursos financieros.
Los logros alcanzados son de gran relevancia. Las oportunidades de acceder a la enseñanza primaria
se han generalizado y existe mayor equidad en su distribución social y regional. El rezago escolar
absoluto, representado por los niños que nunca ingresan a la escuela se ha reducido
significativamente y la mayoría de la población infantil tiene ahora la posibilidad de culminar el ciclo
primario. El combate contra el rezago no ha terminado, pero ahora debe ponerse especial atención en
el apoyo asistencial y educativo a los niños con mayor riesgo de abandonar sus estudios antes del
sexto grado.
El reconocimiento de los avances logrados fue el fundamento para que, en noviembre de 1992, el
Ejecutivo Federal presentara una iniciativa de reforma al artículo Tercero, para establecer la
obligatoriedad de la educación secundaria. Al aprobarse la medida, el Gobierno adquirió el
compromiso de realizar los cambios necesarios para establecer congruencia y continuidad entre los
estudios de preescolar, primaria y secundaria.
Los avances en el terreno cuantitativo son incuestionables; ahora es necesario que el Estado y la
sociedad en su conjunto realicen un esfuerzo sostenido para elevar la calidad de la educación que
reciben los niños. Durante las próximas décadas, las transformaciones que experimentará nuestro país
exigirán a las nuevas generaciones una formación básica más sólida y una gran flexibilidad para
adquirir nuevos conocimientos y aplicarlos creativamente. Estas transformaciones afectarán distintos
aspectos de la actividad humana: los procesos de trabajo serán más complejos y cambiarán con
celeridad; serán mayores las necesidades de productividad y al mismo tiempo más urgente aplicar
criterios racionales en la utilización de los recursos naturales y la protección del ambiente; la vida
política será más plural y la participación en organizaciones sociales tendrá mayor significación para el
bienestar de las colectividades; la capacidad de seleccionar y evaluar información transmitida por
múltiples medios será un requisito indispensable en todos los campos.
Estas preocupaciones son plenamente legítimas y deben ser atendidas. En primer lugar se deben
superar las actuales deficiencias que persisten en el cumplimiento de tareas formativas de primera
importancia y en segundo establecer metas más avanzadas, que desde ahora le permitan al país
prepararse para hacer frente a las demandas educativas del futuro. Los avances logrados en la
cobertura de los servicios educativos y en la prolongación de la escolaridad tendrían un significado
muy limitado si no representaran también la oportunidad de obtener una educación de alta calidad,
que responda a las necesidades básicas de aprendizaje de las nuevas generaciones.
Una de las acciones principales en la política del gobierno federal para mejorar la calidad de la
educación primaria consiste en la elaboración de nuevos planes y programas de estudio. Se ha
considerado que es indispensable seleccionar y organizar los contenidos educativos que la escuela
ofrece, obedeciendo a prioridades claras, eliminando la dispersión y estableciendo la flexibilidad
suficiente para que los maestros utilicen su experiencia e iniciativa y para que la realidad local y
regional sea aprovechada como un elemento educativo.
Los planes y los programas de estudio cumplen una función insustituible como medio para organizar
la enseñanza y para establecer un marco común del trabajo en las escuelas de todo el país. Sin
embargo, no se puede esperar que una acción aislada tenga resultados apreciables, si no está
articulada con una política general, que desde distintos ángulos contribuya a crear las condiciones
para mejorar la calidad de la educación primaria. La estrategia del gobierno federal parte de este
principio y, en consecuencia, se propone que la reformulación de planes y programas de estudio sea
parte de un programa integral que incluye como acciones fundamentales:
• La ampliación del apoyo compensatorio a las regiones y escuelas que enfrentan mayores
rezagos y a los alumnos con riesgos más altos de abandono escolar.
El plan y los programas de estudio que se presentan en este documento son producto de un proceso
cuidadoso y prolongado de diagnóstico, evaluación y elaboración en el que han participado, a través
de diversos mecanismos, maestros, padres de familia, centros académicos, representantes de
organizaciones sociales, autoridades educativas y representantes del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación.
Desde los primeros meses de 1989, y como tarea previa a la elaboración del Plan Nacional de
Desarrollo 1989-1994, se realizó una consulta amplia que permitió identificar los principales
problemas educativos del país, precisar las prioridades y definir estrategias para su atención.
1ª Realizar acciones inmediatas para el fortalecimiento de los contenidos educativos básicos. En este
sentido, se determinó que era conveniente y factible realizar acciones preparatorias del cambio
curricular, sin esperar a que estuviera concluida la propuesta de reforma integral. Con tal propósito, se
elaboraron y distribuyeron las Guías para el Maestro de Enseñanza Primaria y otros materiales
complementarios para el año lectivo 1992-1993, en los cuales se orientaba a los profesores para que,
ajustándose a los programas de estudio y los libros de texto vigentes, prestaran especial atención a la
enseñanza de cuestiones básicas referidas al uso de la lectura y la escritura, a la aplicación de las
matemáticas en la solución de problemas, a los temas relacionados con la salud y la protección del
ambiente y al conocimiento de la localidad y el municipio en los que residen los niños.
2ª Organizar el proceso para la elaboración definitiva del nuevo currículo, que debería estar listo para
su aplicación en septiembre de 1993. Para este efecto, se solicitó al Consejo Nacional Técnico de la
Educación la realización de una consulta referida al contenido deseable de planes y programas, en la
que se recogieron y procesaron más de diez mil recomendaciones específicas. En el otoño de 1992,
equipos técnicos integrados por cerca de 400 maestros, científicos y especialistas en educación,
elaboraron propuestas programáticas detalladas. Es de señalar que en esta tarea se contó con el
concurso de maestros frente a grupo de diversos estados de la República, que generosamente
acudieron al llamado de la Secretaría de Educación Pública. Durante la primera mitad de 1993 se
formularon versiones completas de los planes y programas, se incorporaron las precisiones requeridas
para la elaboración de una primera serie de nuevos libros de texto gratuitos y se definieron los
contenidos de las guías didácticas y materiales auxiliares para los maestros, necesarios para apoyar la
aplicación del nuevo plan en su primera etapa.
4º Desarrollen actitudes propicias para el aprecio y disfrute de las artes y del ejercicio físico y
deportivo.
De acuerdo con esta concepción, los contenidos básicos son medio fundamental para que los alumnos
logren los objetivos de la formación integral, como definen a ésta el artículo Tercero de la
Constitución y su ley reglamentaria. En tal sentido, el término "básico" no alude a un conjunto de
conocimientos mínimos o fragmentarios, sino justamente a aquello que permite adquirir, organizar y
aplicar saberes de diverso orden y complejidad creciente.
Uno de los propósitos centrales del plan y los programas de estudio es estimular las habilidades que
son necesarias para el aprendizaje permanente. Por esta razón, se ha procurado que en todo
momento la adquisición de conocimientos esté asociada con el ejercicio de habilidades intelectuales y
de la reflexión. Con ello, se pretende superar la antigua disyuntiva entre enseñanza informativa o
enseñanza formativa, bajo la tesis de que no puede existir una sólida adquisición de conocimientos sin
la reflexión sobre su sentido, así como tampoco es posible el desarrollo de habilidades intelectuales si
éstas no se ejercen en relación con conocimientos fundamentales.
A la escuela primaria se le encomiendan múltiples tareas. No sólo se espera que enseñe más
conocimientos, sino también que realice otras complejas funciones sociales y culturales. Frente a esas
demandas, es indispensable aplicar criterios selectivos y establecer prioridades, bajo el principio de
que la escuela debe asegurar en primer lugar el dominio de la lectura y la escritura, la formación
matemática elemental y la destreza en la selección y el uso de información. Sólo en la medida en que
cumpla estas tareas con eficacia, la educación primaria será capaz de atender otras funciones.
El nuevo plan prevé un calendario anual de 200 días laborales, conservando la actual jornada de
cuatro horas de clase al día. El tiempo de trabajo escolar previsto, que alcanzará 800 horas anuales,
representa un incremento significativo en relación con las 650 horas de actividad efectiva que se
alcanzaron como promedio en los años recientes.
Los diagramas que aparecen enseguida presentan la organización de las asignaturas y establecen una
distribución del tiempo de trabajo entre ellas. El maestro establecerá con flexibilidad la utilización
diaria del tiempo, para lograr la articulación, equilibrio y continuidad en el tratamiento de
contenidos, pero deberá cuidar que durante la semana se respeten las prioridades establecidas.
Los rasgos centrales del plan, que lo distinguen del que estuvo vigente hasta 1992-1993, son los
siguientes:
1º La prioridad más alta se asigna al dominio de la lectura, la escritura y la expresión oral. En los
primeros dos grados, se dedica al español el 45 por ciento del tiempo escolar, con objeto de asegurar
que los niños logren una alfabetización firme y duradera. Del tercer al sexto grado, la enseñanza del
español representa directamente el 30 por ciento de las actividades, pero adicionalmente se
intensificará su utilización sistemática en el trabajo con otras asignaturas.
El cambio más importante en la enseñanza del español radica en la eliminación del enfoque
formalista, cuyo énfasis se situaba en el estudio de "nociones de lingüística" y en los principios de la
gramática estructural. En los nuevos programas de estudio el propósito central es propiciar que los
niños desarrollen su capacidad de comunicación en la lengua hablada y escrita, en particular que:
2º A la enseñanza de las matemáticas se dedicará una cuarta parte del tiempo de trabajo escolar a lo
largo de los seis grados y se procurará, además, que las formas de pensamiento y representación
propios de esta disciplina sean aplicados siempre que sea pertinente en el aprendizaje de otras
asignaturas.
La orientación adoptada para la enseñanza de las matemáticas pone el mayor énfasis en la formación
de habilidades para la resolución de problemas y el desarrollo del razonamiento matemático a partir
de situaciones prácticas. Este enfoque implica, entre otros cambios, suprimir como contenidos las
nociones de lógica de conjuntos y organizar la enseñanza en torno a seis líneas temáticas: los
números, sus relaciones y las operaciones que se realizan con ellos; la medición; la geometría, a la que
se otor-ga mayor atención; los procesos de cambio, con hincapié en las nociones de razón y
proporción; el tratamiento de información y el trabajo sobre predicción y azar.
Otra modificación importante radica en la inclusión de un eje temático dedicado al estudio de las
aplicaciones tecnológicas de la ciencia y a la reflexión sobre los criterios racionales que deben
utilizarse en la selección y uso de la tecnología.
Para organizar la enseñanza, los contenidos de ciencias naturales han sido agrupados en cinco ejes
temáticos: los seres vivos; el cuerpo humano y la salud; el ambiente y su protección; materia, energía
y cambio; ciencia, tecnología y sociedad.
Durante los dos primeros grados las nociones preparatorias más sencillas de estas disciplinas se
enseñan de manera conjunta en el estudio del ámbito social y natural inmediato, dentro de la
asignatura "Conocimiento del Medio". En el tercer grado, Historia, Geografía y Educación Cívica se
estudian en conjunto, sus temas se refieren a la comunidad, el municipio y la entidad política donde
viven los niños.
En los grados cuarto, quinto y sexto cada asignatura tiene un propósito específico. En Historia, se
estudia en el cuarto grado un curso introductorio de historia de México, para realizar en los dos
siguientes una revisión más precisa de la historia nacional y de sus relaciones con los procesos
centrales de la historia universal. En cuarto grado la asignatura de Geografía se dedicará al estudio del
territorio nacional, para pasar en los dos últimos al conocimiento del continente americano y de los
elementos básicos de la geografía universal. En Educación Cívica los contenidos se refieren a los
derechos y garantías de los mexicanos -en particular los de los niños-, a las responsabilidades cívicas y
los principios de la convivencia social y a las bases de nuestra organización política.
5º El plan de estudios reserva espacios para la educación física y artística, como parte de la formación
integral de los alumnos. Los programas proponen actividades, adaptadas a los distintos momentos del
desarrollo de los niños, que los maestros podrán aplicar con flexibilidad, sin sentirse obligados a
cubrir contenidos o a seguir secuencias rígidas de actividad.
La educación artística y física debe ser no sólo una práctica escolar, sino también un estímulo para
enriquecer el juego de los niños y su uso del tiempo libre.
En el ciclo escolar 1994-1995 se aplicarán todos los programas del plan de estudios. Dicha aplicación
producirá necesariamente alteraciones en las rutinas establecidas en la escuela y en la continuidad de
esquemas y formas de trabajo, que generalmente están muy arraigadas en las prácticas de los
maestros y en las expectativas de los padres de familia. Una fase transitoria de reajustes es natural en
la aplicación de cualquier cambio, pues los participantes se enfrentan a nuevas exigencias y con
frecuencia juzgan que la información y el apoyo que reciben no son suficientes para resolver todas sus
dudas. Es muy importante que los maestros y directivos asuman que esta situación es normal, que
durará poco tiempo y que están a su disposición los materiales de orientación que distribuyen tanto la
SEP como las autoridades educativas estatales.
Programas de estudio por asignatura y grado
Se ha procurado dar a los programas de estudio una organización sencilla y compacta. En cada caso se
ex-ponen en primer lugar los propósitos formativos de la asignatura y los rasgos del enfoque
pedagógico utilizado, para enunciar después los contenidos de aprendizaje que corresponden a cada
grado. Con esta forma de presentación se ha evitado la enunciación de un número muy elevado de
"objetivos de aprendizaje", divididos en generales, particulares y específicos, que fue característica de
los anteriores programas de estudio y que en la práctica no ayudaba a distinguir los propósitos
formativos fundamentales de aquellos que tienen una jerarquía secundaria.
Una formulación suficientemente precisa de propósitos y contenidos, que evite el detalle exagerado y
la rigidez, otorgará al maestro un mayor margen de decisión en la organización de actividades
didácticas, en la combinación de contenidos de distintas asignaturas y en la utilización de recursos
para la enseñanza que le brindan la comunidad y la región.
La realización de estos objetivos exige la aplicación de un enfoque congruente, que difiere del
utilizado durante las décadas pasadas y cuyos principales rasgos son los siguientes:
3º Reconocer las experiencias previas de los niños en relación con la lengua oral y
escrita. Los niños ingresan a la escuela con el dominio de la lengua oral y con
nociones propias acerca del sistema de escritura. Sin embargo, el nivel y la naturaleza
de estos antecedentes son muy distintos entre un alumno y otro y generalmente están
en relación con los estímulos ofrecidos por el medio familiar y con la experiencia de la
enseñanza preescolar.
La situación mencionada influye en los diferentes tiempos y ritmos con los que los
niños aprenden a leer y escribir. El programa propone que este aprendizaje se realice
en el curso del primer grado, lo cual es factible para la mayoría de los alumnos. Sin
embargo, son frecuentes las ocasiones en que, por distintas circunstancias, este
objetivo no se cumple. En estos casos es conveniente y totalmente aceptable que el
maestro extienda hasta el segundo grado el periodo de aprendizaje inicial.
Los programas para los seis grados articulan los contenidos y las actividades en torno a cuatro
ejes temáticos:
• Lengua hablada
• Lengua escrita
• Recreación literaria
• Reflexión sobre la lengua
Los ejes son un recurso de organización didáctica y no una forma de separación de contenidos
que puedan enseñarse como temas aislados. Son líneas de trabajo que se combinan, de manera
que las actividades específicas de enseñanza integran comúnmente contenidos y actividades de
más de un eje.
Con la inclusión de estas "situaciones" en los programas, se quiere poner de relieve que el
aprendizaje de la lengua escrita y el perfeccionamiento de la lengua hablada se producen en
contextos comunicativos reales, en este caso, organizados por el profesor dentro del aula.
Las situaciones comunicativas que se presentan son algunas de las muchas que el maestro
puede propiciar para que los niños aprendan a leer leyendo, a escribir escribiendo y a hablar
hablando, en actividades que representen un interés verdadero para ellos, de acuerdo a su
edad y que sean viables en relación con su lugar de residencia, sus posibilidades de acceso a
materiales escritos diversos, a las bibliotecas, a los medios de difusión masiva, etcétera. Aunque
las situaciones comunicativas se presentan agrupadas por ejes, lo deseable es que una misma
situación sirva para promover aprendizajes relacionados con varios de ellos. De este modo, una
actividad de lectura puede dar origen al intercambio de opiniones en forma oral, a la escritura
de textos, a reflexiones sobre el género y el número de los sustantivos utilizados y a la revisión
y autocorrección de la ortografía.
En cada uno de los programas se sugieren situaciones comunicativas que corresponden a los
distintos ejes. Además de lo anterior, hay situaciones que deben crearse regularmente, a lo
largo de los seis grados, con modalidades y variaciones adecuadas al nivel de desarrollo de los
niños.
La biblioteca del aula, bajo la modalidad de "Rincón de Lectura" o de cualquier otra, es una de
las herramientas fundamentales para lograr que el salón de clases brinde a los niños un
ambiente alfabetizador. Para lograr sus objetivos, deben cuidarse tres aspectos básicos: 1) La
recopilación de material escrito de uso común y de diversos tipos; 2) la renovación constante de
los materiales; 3) el acceso libre de los alumnos a los materiales de lectura.
Lectura libre de los materiales del Rincón de Lectura o de la biblioteca del aula
La audición de textos leídos o contados por el maestro muestra al alumno cómo leer materiales
de distinta naturaleza y fomenta el gusto por la lectura.
La lectura en voz alta realizada por el niño es un medio valioso para que adquiera seguridad,
mejore su dicción y fluidez, su comprensión del texto y constate los avances que logra.
Redacción libre de textos
Los niños deben disponer de tiempo y sentirse motivados para producir libremente textos sobre
temas diversos, en los cuales puedan incluir sus experiencias, expectativas e inquietudes. El
objetivo central de esta tarea debe ser que los niños puedan practicar la expresión personal.
Esta actividad es una de las formas naturales que permiten la reflexión sobre la lengua. Más allá
de las actividades elementales de la corrección ortográfica, el alumno desarrolla su capacidad
de valorar la eficacia comunicativa de un texto y de identificar y seleccionar vocabulario y
formas de construcción adecuadas a sus propósitos expresivos.
Al escribir para otros y con propósitos definidos, se destaca la necesidad de revisar y corregir la
redacción, para asegurarse de que realmente comunica lo que se quiere. Por otro lado, estas
actividades permiten conservar los textos de los niños, verificar los avances logrados e incluirlos
como materiales en la biblioteca escolar.
Estas actividades contribuyen a que el niño adquiera seguridad y visualice las formas de uso y la
intencionalidad de diversos textos.
Juegos
Diversas actividades de tipo lúdico deben estar presentes a lo largo de toda la primaria;
particularmente son atractivas las adivinanzas y los juegos con palabras, los crucigramas, los
juegos que implican el uso del diccionario, etcétera.
Lengua hablada
En los primeros grados, las actividades se apoyan en el lenguaje espontáneo y en los intereses y
vivencias de los niños. Mediante prácticas sencillas de diálogo, narración y descripción, se trata
de reforzar su seguridad y fluidez, así como de mejorar su dicción.
A partir del tercer grado se van introduciendo actividades más elaboradas: la exposición, la
argumentación y el debate. Estas actividades implican aprender a organizar y relacionar ideas, a
fundamentar opiniones y a seleccionar y ampliar el vocabulario. A través de estas prácticas los
alumnos se habituarán a las formas de expresión adecuadas en diferentes contextos y
aprenderán a participar en formas de intercambio sujetas a reglas, como el debate o la
asamblea.
Lengua escrita
Por lo que toca a la escritura, es muy importante que el niño se ejercite pronto en la
elaboración y corrección de sus propios textos, ensayando la redacción de mensajes, cartas y
otras formas elementales de comunicación. En este sentido, conviene señalar que ciertas
prácticas tradicionales, como la elaboración de planas o el dictado, deben limitarse a los casos
en los que son estrictamente indispensables como formas de ejercitación.
Desde el tercer grado se sugieren otras actividades. Algunas estarán relacionadas con el
desarrollo de destrezas para el estudio, como la elaboración de resúmenes y esquemas, fichas
bibliográficas y notas a partir de la exposición de un tema. Otras tienen fines no escolares,
como la comunicación personal, la transmisión de información y de instrucciones y los ensayos
de creación literaria. Se pretende que a través de estas actividades los niños desarrollen
estrategias para la preparación y redacción de textos de distinto tipo y se habitúen a seleccionar
y organizar tanto los elementos de un texto, como el vocabulario más adecuado y eficaz.
Una función central de la producción de textos es que éstos sirvan como material para el
aprendizaje y la aplicación de las normas gramaticales, mediante actividades de revisión y
autocorrección, realizadas individualmente o en grupo. El análisis de textos propios permitirá
que los niños adviertan que las normas y convenciones gramaticales tienen una función esencial
para dar claridad y eficacia a la comunicación.
Los programas sugieren que los alumnos trabajen con textos que tienen funciones y propósitos
distintos: los literarios, los que transmiten información temática instrucciones para realizar
acciones prácticas o los que comunican asuntos personales y familiares. Estas actividades
permitirán que los estudiantes desarrollen estrategias adecuadas para la lectura de diferentes
tipos de texto y para el procesamiento y uso de su contenido.
Con esta orientación se pretende que los alumnos desarrollen gradualmente la destreza del
trabajo intelectual con los libros y otros materiales impresos, para que sean capaces de
establecer la organización de la argumentación, de identificar ideas principales y
complementarias, de localizar inconsecuencias y afirmaciones no fundamentadas y de utilizar
los diccionarios, enciclopedias y otras fuentes de información sistematizada. Estas destrezas
permitirán al alumno adquirir sus propias técnicas de estudio y ejercer su capacidad para el
aprendizaje autónomo.
Para la práctica regular de la lectura deberá hacerse un uso intenso de los materiales
disponibles. Muchas escuelas han sido dotadas con biblioteca de aula, dentro del programa
"Rincón de Lectura", y a partir del tercer grado, los alumnos reciben un libro con una selección
de textos literarios, adicional al libro de texto gratuito. Los maestros y los alumnos podrán
complementar y enriquecer estos recursos, para que en todas las aulas exista un acervo para la
lectura, tanto la que se relaciona con las actividades escolares como aquélla que se realiza
individualmente y por gusto. Adicionalmente, el programa incorpora el trabajo con diarios y
revistas, instructivos, formularios y otros materiales que pueden obtenerse en la localidad.
Recreación literaria
De manera colateral a las actividades generales con la lengua escrita, en los programas se
distingue el eje de recreación literaria. Con este término se quiere indicar al mismo tiempo el
placer de disfrutar los géneros de la literatura y el sentimiento de participación y de creación
que despierta la literatura y que los niños deben descubrir a edad temprana.
En los programas se plantea que, a partir de la lectura en voz alta realizada por el maestro y por
otros adultos, el niño desarrolle curiosidad e interés por la narración, la descripción, la
dramatización y las formas sencillas de la poesía. Una vez que sea capaz de leer, el niño realizará
esta actividad y la compartirá con sus compañeros.
En un nivel más avanzado, se propone que el niño se adentre en los materiales literarios,
analice su trama, sus formas y sus estilos; se coloque en el lugar del autor y maneje argumentos,
caracterizaciones, expresiones y desenlaces. Al mismo tiempo, se estimulará a los niños para
que, individualmente o en grupo, realicen sus propias producciones literarias. Estas prácticas
permiten un acercamiento que despoja a la literatura de su apariencia sacralizada y ajena y da
oportunidad de que los niños desarrollen gustos y preferencias y la capacidad para discernir
méritos, diferencias y matices de las obras literarias.
El aprendizaje explícito y reflexivo de normas gramaticales sencillas que los niños ya aplican,
como las de género y número, se inicia desde los primeros grados, destacando su función en la
claridad de la comunicación. En los grados subsiguientes se aborda la temática fundamental
relativa a la oración y sus elementos, y a la sintaxis, siempre en relación con las actividades de
lengua oral y lengua escrita.
Un propósito que se persigue a lo largo de los seis grados es que los niños, al mismo tiempo
que conocen y hacen propias las normas y convenciones comunes del español, adviertan que su
idioma es parte de la cultura de pueblos y regiones, que tiene matices y variaciones entre
distintos ámbitos geográficos y que se transforma y renueva a través del tiempo.
La naturaleza dinámica del idioma debe observarse también al reflexionar sobre la relación del
español con otras lenguas. Un primer propósito consiste en que los alumnos adviertan que en el
español hablado en México se usan numerosos vocablos pertenecientes a las lenguas indígenas
del país. A partir de esta comprobación, los alumnos reconocerán que la existencia plena de
diversas lenguas indígenas es parte de la riqueza de la cultura nacional.
Asimismo, se proponen actividades para que los alumnos adviertan, por un lado las relaciones
de influencia mutua que existen entre las lenguas modernas y, por otro, para que distingan
situaciones en las cuales la incorporación de términos y expresiones de origen externo deforma
y empobrece el idioma, de aquéllas en las que le agrega términos y expresiones insustituibles.
ESPAÑOL. Programas
(LAS INTERACCIONES EDUCATIVAS)
Primer grado
Lengua hablada
Situaciones comunicativas
· Conversación
Conversación sobre temas libres, lecturas y preferencias respecto a programas de radio y televisión
Autopresentación frente al grupo
· Narración
Narración individual y colectiva de vivencias y sucesos cercanos
· Descripción
Descripción de imágenes en libros para anticipar el contenido de textos
Juegos con descripciones para adivinar de qué o quién se trata
· Entrevistas
Juegos de simulación de entrevistas
· Discusión
Expresión de opiniones en reuniones de grupo
· Recursos no verbales
Expresión e interpretación de mensajes mediante la mímica
· Comprensión de instrucciones
Participación en juegos que requieran dar y comprender órdenes
Lengua escrita
Situaciones comunicativas
· Lectura
- Interpretación de ilustraciones
- Comparación de palabras por su número de letras y por la letra con la que empiezan
- Lectura del nombre propio
- Comparación de palabras para descubrir la representación convencional de las letras
- Localización de palabras conocidas en textos
- Identificación y lectura de palabras familiares
- Lectura y comentario de textos breves escritos por los niños
- Escuchar y seguir lecturas hechas por el maestro y los alumnos
- Exploración libre de diversos materiales escritos
· Redacción
Recreación literaria
Situaciones comunicativas
· Audición
- Audición de textos infantiles narrados o leídos por el maestro
- Elaboración de dibujos alusivos a los textos escuchados
· Lectura
- Participación del alumno en la lectura que el maestro realice, anticipando palabras y contenido con
base en lo que el niño escuche
- Lectura comentada de textos ilustrados
· Creación
· Recreación