Comprensión Diálogo
Comprensión Diálogo
Comprensión Diálogo
2. AUTOR
JULIÁN ANDRÉS BELTRÁN
3. PUBLICACIÓN
Lugar: Bogotá, D.C
Año: 2008
Páginas: 88
4. TIPO DE DOCUMENTO
Trabado de grado de corte investigativo
5. PALABRAS CLAVE
Hermenéutica, comprensión, interpretación, historia, diálogo,
lenguaje, conversación, Gadamer.
8. LÍNEA DE INVESTIGACIÓN
Este trabajo se enmarca bajo la línea de investigación hermenéutica,
la cual intenta rastrear un problema desde su historia para
interpretarlo desde el presente. Apoyados, igualmente, en el análisis
de las tesis de Gadamer en su Obra Verdad y Método.
1
9. METODOLOGÍA
La metodología utilizada en la investigación es de carácter Analítico-
Hermenéutico que consiste en la descomposición de las tesis para
luego interpretarlas a la luz de los conceptos hermenéuticos.
10. RESULTADOS
Los resultados de esta investigación a nivel filosófico son el
encontrar en un diálogo la estructura de un debate en filosofía,
dejando de lado argumentos de tipo lógico o normativos; además, de
descubrir la importancia del pensamiento de Gadamer para analizar
los problemas de la actualidad.
2
LA COMPRENSIÓN Y EL DIÁLOGO EN HANS GEORG GADAMER
1
LA COMPRENSIÓN Y EL DIÁLOGO EN HANS GEORG GADAMER
Director
RAFAEL GÓMEZ PARDO
Magíster en Filosofía
2
Nota de aceptación
Jurado
Jurado
________________________
3
AGRADECIMIENTOS
preocupación filosófica.
los profesores de filosofía que he tenido a lo largo de estos cinco años, ya que han
4
Dedico esta investigación
monográfica a mi Madre, Flor
Ángela Beltrán Romero, que con su
amor, dedicación y trabajo
constante me ha mostrado a un
Dios vivo.
5
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN 1
1.1.1. Cronología 9
2.1.1. El Lenguaje 36
2.1.2. El Diálogo 39
6
2.3.3. El Arte de la Conversación Lograda 54
4. CONLUSIÓN 68
BIBLIOGRAFÍA 72
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA 74
7
INTRODUCCIÓN
¿Qué es la Hermenéutica?1
-Hannah Arendt-
1
Este epígrafe se encuentra en la biografía de Gadamer elaborada por Jean Grondin, discípulo del
filósofo alemán. Véase: Grondin Jean. Hans-Georg Gadamer A Biography. Translated by Joel
8
los principios emanados de las ciencias naturales. Esto llevó a que la filosofía se
entendiera desde la ciencia, pues, la revolución copernicana desencadenó la tesis
de que sólo las ciencias poseen la verdad, desplazando otras formas de
interpretar la realidad y, por ende, la vida. Así, el problema de la comprensión se
radicalizó bajo una sola perspectiva y la filosofía construyó un diálogo, digámoslo,
no propiamente humano, no auténticamente filosófico. La perspectiva del método
devoró la instancia del lenguaje y del diálogo entre los seres que convivimos y
cruzamos a diario experiencias. Tenía y aún hoy tiene sentido en algunas ramas
de la filosofía el método científico como la herramienta más eficaz para la
obtención de conocimiento y así acceder a instancias de verdades verificables o
contrastables en la realidad. Es decir, el pensamiento metódico a través de la
inducción y deducción es lo real según algunos sectores de la filosofía que
pretenden abarcar toda la experiencia humana siguiendo los pasos de la ciencia.
Weinsheimer. United States America: Yale University Press; New Haven and London, 2003, p. 1.
La traducción al castellano por Julián Andrés Beltrán.
9
si fuera totalmente nuevo. Lo anterior quiere decir que el hombre se transforma a
diario gracias a las experiencias que hace en y con el mundo. De ahí que la
instancia, fundamentada en la hermenéutica, a la cual apunta este trabajo es la
comprensión, entendido este concepto como el modo de ser originario del ser
humano, cuya función es la de interpretar la existencia.
Ahora bien, en este contexto juegan un papel muy importante las reflexiones
hechas por Dilthey en torno a la fundamentación de las ciencias humanas o, como
él las denominó, las ciencias del espíritu, las reflexiones en Crisis de las Ciencias
Europeas de Husserl, la metafísica de la existencia de Heidegger y luego la
hermenéutica filosófica, desarrollada por el gran discípulo de este último, Hans
Georg Gadamer. Es preciso aclarar que “lo que hoy se llama “filosofía
hermenéutica” parte de importantes atisbos de Heidegger en Ser y Tiempo y
tienen en cierta manera un antecedente en la noción fenomenológica de
“Lebenswelt” (mundo de la vida) y en la constitución anónima y colectiva de la
historicidad que ella envuelve” (Gutiérrez, 1984, p. 102). Estos filósofos abrieron el
camino para pensar al ser humano desde la experiencia, es decir, desde lo que el
10
hombre hace cotidianamente con su vida y desarrollaron una filosofía encaminada
a ratificar la dignidad del hombre, la de la filosofía, y esto con el fin de asumir a
ésta (la filosofía), no desde un simple método simplificador, sino para
experimentarla desde todo su esplendor.
Según lo anterior, se quiere plantear la pregunta que ocupará durante largo tiempo
el escrito y desarrollar desde una visión más clara el problema de la comprensión
y el diálogo en Gadamer. La formulación del problema es la siguiente:
11
¿En qué se fundamenta el aporte de la comprensión y de la interpretación en
Gadamer para la construcción o constitución de un diálogo filosófico?
Ahora bien, los motivos que llevan a realizar este trabajo son varios, de los cuales
se mencionarán tres que son fundamentales en la elaboración del mismo: primero,
estudiar de una forma detenida a la hermenéutica filosófica desarrollada por
Gadamer, dado que él representa todavía una figura un tanto desconocida en los
claustros universitarios que imparten filosofía; segundo, el problema de la
comprensión y del diálogo son temas que atraviesan el interés en filosofía y sobre
todo la discusión que se genera con otras formas de concebir estos conceptos en
la misma disciplina; tercero, porque se considera que la hermenéutica puede abrir
un camino de “comprensión” del sentido de la vida por medio del diálogo y la
conversación eminentemente filosófica.
12
sujeto, sino su propio modo de ser. Así, el concepto de la hermenéutica está
directamente relacionado con ese modo de ser del estar ahí del hombre; en
consecuencia, la tarea fundamental de Gadamer no es tanto discutir acerca de
una teoría general de la interpretación y una doctrina diferencial de sus métodos,
“sino rastrear y mostrar lo que es común a toda manera de comprender: que la
comprensión no es nunca un comportamiento subjetivo respecto a un objeto dado,
sino que pertenece a la historia efectual, esto es, al ser de lo que se comprende”
(Gadamer, 1977, p. 13-14). Y es el lenguaje el que permite desarrollar dicha
experiencia de comprensión en Gadamer; por medio de éste el hombre entiende
todo el acontecer de la historia a través de las experiencias que realiza en el
mundo y de este modo accede a verdades distintas respecto al método científico,
por ejemplo la experiencia del arte nos lleva a una verdad que no es guiada por lo
metódico.
13
reconciliar la instancia interpretativa, comprensiva, lenguájica, dialógica e inclusive
histórica fue una misión que demandó rescatar a la hermenéutica de su aspecto
meramente metodológico y traerla al alma concreta de los seres humanos: la vida.
De ahí que la elaboración de este trabajo, aunque en apariencia sea una tarea que
demanda más tiempo de lo común, llevará a proponer a la hermenéutica como el
principio no científico, donde los seres humanos deban volver a pensar instancias
de reconciliación, perdón, esperanza, justicia por el camino olvidado del lenguaje:
la comprensión y el diálogo como tareas auténticamente de la filosofía son aportes
de la hermenéutica a este tema. En otras palabras es volver a rescatarle la
sabiduría a nuestro ethos, a nuestro modo propio de vivir, como cultura que
somos, en fin, como humanos que somos por antonomasia.
14
manera ordenada la relación de dichos conceptos con la interpretación de textos y
de la existencia humana. Además, se esbozará el problema de la hermenéutica
como una filosofía práctica.
Volver a la historia para mirar el presente fue uno los principios al cual se remitió
constantemente Gadamer en la elaboración de su filosofía hermenéutica. Ahora
bien, en el esfuerzo de desentrañar algunos fundamentos de su hermenéutica
filosófica, es importante destacar el recorrido biográfico y filosófico del filósofo
alemán. De esta manera se puede resaltar la influencia de este pensador en la
historia de la filosofía.
15
modernity Hans-Georg Gadamer was born in Marburgo”3 (Grondin, 2003, p.12).
Esta idea señala perfectamente cuál fue el camino que emprendió Gadamer:
describir otro camino para acceder a la verdad distinta del método moderno. Su
obra, Verdad y Método, no es más que la preocupación por establecer los
fundamentos de una hermenéutica filosófica. Se orienta por los conceptos de
comprensión e interpretación y busca la fusión de horizontes a través del lenguaje,
la historia, el arte, e.t.c. En este sentido, la misma vida de Gadamer refleja
claramente lo que aconteció durante 102 años de su existencia en cuanto
aprendió día a día a descubrir el horizonte de interpretación de la vida humana.
Por eso Jean Grondin escribe lo siguiente:
El clamor que Hans-Georg Gadamer debe ser considerado una de
las figuras importantes del pensamiento del siglo veinte depende
de la hermenéutica que él desarrollo, pero aquello es también
basado en el hecho de que su larga vida hizo de él uno de los más
privilegiados observadores de aquel siglo. Él trajo su concepción
filosófica a la madurez en su gran obra de 1960, Verdad y Método
(Wahrheit und Methode), un trabajo que fundamentó la
hermenéutica e hizo de aquello un tópico para nuestro tiempo.
Gracias a este libro y a su influencia alrededor del mundo,
Gadamer logró una reputación como pensador independiente.
Antes de eso, él estuvo mucho a la sombra de su gran mentor
Martín Heidegger, quien podría ser considerado como el pensador
más influyente del siglo. Gadamer estudió con él en Friburgo y
Marburgo durante los años veinte, cuando Heidegger estuvo
trabajando en su propia gran obra, Ser y Tiempo (Sein und zeit)
(Grondin, 2003, p. 2).
2
En adelante se utilizará la sigla H.G.G.
3
Traducción: “El 1 de febrero de 1650 señala el pasado de René Descartes, fundador de la
moderna concepción del pensamiento metódico. Hoy en día, un cuarto de milenio después, se
considera que la crítica de esta idea fundamental de modernidad fue de Hans Georg Gadamer
quien nació en Marburgo”.
16
Partiendo de ese gran peregrinar que hizo Gadamer a lo largo de su vida, se
expondrán los principales acontecimientos de este pensador apoyados en
Grondin:
1.1.1. CRONOLOGÍA4
11 de febrero de 1900
Nace en Marburgo de Emma Caroline Johanna Gewiese (1869-1904) y el Dr.
Johannes Gadamer (1867-1928), en el Hospital privado de la Universidad de
Marburgo; en Lahnstraβe. La familia después vive en Affollerstraβe.
24 de Mayo de 1904
Muere la madre de diabetes en Albertinenburg.
Septiembre de 1907
Se enrola en el colegio del Espíritu Santo.
1 de Agosto de 1914
Declaración de la primera guerra mundial. HGG es brevemente movilizado a la
estación del tren para ayudar a ordenar el equipaje de los soldados. El campus del
Gimnasio es transformado en un hospital militar. Por dos años recibe instrucción
en un colegio diferente.
Pascua de 1914
Confirmación de HGG junto con su hermano, 2 años mayor. Comenzando en 1914
HGG se ocupa de la rama del Gimnasio de la escuela.
22 de Abril de 1918
17
Se matricula en estudios germánicos en la Universidad de Breslau. HGG estudia
historia del arte, filosofía, psicología, historia, el Oriente, y Sánscrito como también
otras disciplinas.
17 de Mayo de 1922
Rigorosum. Disertación sobre La Naturaleza del placer acorde a los diálogos de
Platón (con Paul Natorp), los cuales se mantienen sin publicar. El trabajo tiene que
ver con el ser por sugestión de Natorp, quien en el apéndice metacrítico de la
segunda edición de sus Platos Ideenlehre (1920), expresamente menciona la
deseabilidad de tal interrogante. La disertación se califica como excepcional y la
prueba oral “buena”.
Agosto de 1922
HGG cae víctima de polio que está esparciéndose en Marburgo y tiene que durar
muchos meses aislado. En su caída él lee las Investigaciones Lógicas de Husserl
y la versión manuscrita de Anzeige der hermeneutischen Situation (La
hermenéutica de la facticidad), la cual Heidegger envió a Natorp. Gadamer
entonces decide ir a Friburgo para estudiar con Heidegger.
Abril-Julio de 1923
HGG pasa el semestre de verano en Friburgo, donde él atiende un número de
clases de Heidegger (incluyendo alguna tutoría privada). Conoce a Edmundo
Husserl. Llega a ser relacionado con el círculo de Heidegger: Oskar Becker,
Walter Brocker, y Julius Ebbinghauss entre otros.
Octubre de 1923
4
Tomanda de Grondin, Jean. Traducción al castellano de Julián Andrés Beltrán
18
HGG sigue a su maestro Heidegger en Marburgo, donde Heidegger ha sido
nombrado profesor extraordinario.
17 de Agosto de 1924
Muerte de Paul Natorp.
Diciembre de 1924
Heidegger invita a HGG para que lo acompañe en un tour de lectura en el Ruhr,
conduciendo los seminarios y acompañando las lecturas; pero el viaje se canceló
debido a la ocupación del Ruhr.
1925
En lugar de estar resentido por la influencia entusiasta de Heidegger sobre sus
estudiantes, Nicolai Hartmann deja Marburgo y acepta una invitación para asumir
el cargo de Max Scheler en Cologne. HGG se muda al apartamento de Hartmann.
Abril 1925
HGG emprende un estudio regular de filología clásica (con Friedlander y
Lommatzsch), después de una carta redactada bruscamente por Heidegger lo
lleva a dudar de su propio talento para la Filosofía.
20 de Julio de 1927
Examen de Estado en Filología Clásica (con un ensayo en Latín en Pindar). Los
evaluadores son Friedlander, Lommatzsch, y Heidegger. En las principales
materias de Latín y Griego recibe la nota de “bueno”; en la materia menor de
Introducción a la Filosofía, la nota es “con distinción”. Heidegger está satisfecho
con el rendimiento de Gadamer en la Evaluación de Estado y a la mañana
siguiente le da la habilitación en una carta.
1927
Publicación de Ser y Tiempo.
19
15 de Abril de 1928
El padre de HGG muere de cáncer en Marburgo. Heidegger lo visita a él en su
lecho de muerte y lo tranquiliza acerca del futuro de su hijo.
23 de febrero de 1929
Habilitación en Filosofía con Heidegger. La tesis es titulada Interpretación del
Filebo de Platón, la que aparece revisada en 1931 bajo el título de la “Ética
Dialéctica de Platón.
1931
La Ética Dialéctica de Platón es publicada por Felix Meiner Press en Leipzig.
21 de Abril de 1933
Heidegger llega a ser rector de la Universidad de Friburgo y anuncia su fuerte
compromiso para el Nacional – Socialismo. Sus estudiantes en Marburgo
(Gadamer, Kruger, Lowith, y Klein) se asombran.
24 de Enero de 1934
Heidegger renuncia como rector de la Universidad de Friburgo.
20 de Abril de 1937
HGG llega a ser nombrado como profesor no oficial extraordinario en Marburgo.
Octubre de 1937
Visita a Heidegger por cuarenta días en Todtnauberg.
20
1 de Enero de 1939
Llega a ser profesor ordinario en la Universidad de Leipzig y director del seminario
filosófico.
15 de Abril-Julio de 1939
El primer curso de HGG en Leipzig como profesor ordinario. Está dedicado al
tópico del Arte y la Historia.
8 de Julio de 1939
Lectura inaugural en la Universidad de Leipzig con el tema de Hegel y el Espíritu
Histórico.
Abril de 1940
Lectura de Hegel y la Dialéctica Antigua en Weimar. HGG trabaja un libro sobre
este tema.
Julio de 1941
HGG visita a Heidegger en Todtnauberg.
21 de Enero de 1946
Elegido rector de la Universidad de Leipzig.
5 de Febrero de 1946
La Universidad de Leipzig es reabierta. El rector Gadamer da a la celebración un
discurso sobre El Carácter Fundamental de la Ciencia.
21
Viaje a Mendoza, Argentina, para un congreso de filosofía, donde él habló sobre
Los Límites de la Razón Histórica. Se encuentra con Karl Lowith (luego en el
nuevo colegio de New York) y de nuevo con Helmut Jun.
27 de Mayo de 1951
Entra a la Academia de Heidelberg de Ciencias. En esta ocasión, él da un discurso
sobre La Filosofía en los últimos Treinta Años, y allí describe una Teoría de la
Hermenéutica.
1955
Lectura titulada ¿Qué es la Verdad? En Frankfurt.
1960
A sus 60 años publica su obra central: Verdad y Método.
Febrero de 1968
Primer viaje a Norte América, donde él participa en un congreso internacional
sobre Schleiermacher en la Universidad de Vanderbilt. Visita muchas
universidades de América, donde él se pronuncia sobre La Imagen y el Mundo y El
Concepto de lo Divino en la Filosofía Presocrática.
22
20-21 de Junio de 1969
Organiza un coloquio en Heidelberg por los ochenta años de Heidegger.
Heidegger y Lowith asisten.
26 de Mayo de 1976
Heidegger muere en Meβkirch. Heidegger quiso ser enterrado sólo por el círculo
pequeño de su familia, Gadamer, retornando de un tour de lectura en Norway, se
ausenta de la ceremonia en Meβkirch.
16 de Diciembre de 1976
Celebración conmemorativa para Heidegger en Friburgo (con Carl Friedrich von
Weizsacker y Werner Marx). HGG habla sobre el Ser - Espíritu – Dios.
1977
HGG publica su autobiografía, Autopresentación Filosófica.
11 de Febrero de 1980
Un coloquio en Heidelberg en honor a Gadamer por sus ochenta años de vida (La
filosofía Antigua y su significado para el presente, ed. Reiner Wiehl).
Agosto de 1983
Encuentro con el papa Juan Pablo II en Castelgandolfo en ocasión de un coloquio
organizado por el instituto para la Geisteswissenschaften. Los caminos de
Heidegger.
1986
23
Quinta edición de Verdad y Método, aparece como Vol. 1 de la colección de
trabajos. Los complementos publicados en el Vol. 2 inician con una nueva crítica o
revaloración de su trabajo.
25 de Mayo de 1986
Por primera vez en su vida HGG va a Meβkirch para un encuentro de la sociedad
de Martín Heidegger en ocasión del décimo aniversario de su muerte. Lectura
titulada “El único Camino de Heidegger”. Después toma parte en 1987 y 1990 en
el simposio de la sociedad de Heidegger, de la cual él es un miembro honorario.
17 de Noviembre de 1993
Segundo encuentro oficial con Jackes Derrida en París, donde Paul Ricoeur
participa también.
28 de Febrero de 1994
Conversaciones sobre Religión con Jackes Derrida y Gianni Vattimo en Capri.
11 de febrero de 1995
En sus 95 años de vida, se publica el último volumen de su colección. El evento es
conmemorado en Heidelberg, con unas pequeñas palabras de Paul Ricoeur en la
celebración sobre Las Paradojas de la Autoridad.
12 de Febrero de 1996
Un día después del cumpleaños 96 HGG recibe (en Heidelberg) un doctorado
honorífico de la Universidad del pueblo de Breslau (now Wrocllaw).
11 de Febrero de 2000
24
Cumpleaños número cien celebración en la Universidad de Heidelberg. Elogios
dados por el presidente de Alemania, Johannes Rau, y del primer ministro de
Baden-Wurttenberg, Erwin Teufel. En ese mismo día, es publicado el último mayor
libro de Gadamer: Ensayos Hermenéuticos o Acotaciones Hermenéuticas.
11 de Septiembre de 2001
Los ataques terroristas sobre el Wold Trade Centes en New York y en el
Pentágono en Washintong. Gadamer comenta esto en una entrevista con el
periódico Die Welt el 25 de Septiembre de 2001.
Febrero de 2002
Última celebración de cumpleaños en su casa en Heidelberg.
13 de Marzo de 2002
Hans-Georg Gadamer muere en el hospital universitario de Heidelberg.
18 de Marzo de 2002
Funeral privado hecho en Heidelberg.
25
1.2. RELACIÓN ENTRE HERMENÉUTICA Y FILOSOFÍA DEL LENGUAJE.
“Interpretar es la forma
más explícita del comprender”
Gadamer
A propósito de esa idea, una de las aseveraciones más disientes de la filosofía del
lenguaje es, afirmar que el lenguaje es un hecho humano, cuestión que lo pone en
el plano de la existencia. Siguiendo esa premisa, se encuentra la primera relación
entre el lenguaje y la hermenéutica.
26
humano es producto de esos factores culturales que permiten al hombre mirarse
como ser humano, pero, sobre todo, es gracias a la interpretación que el lenguaje
adquiere un sentido más original y genuino de la vida, dado que apunta a la
esencia, a lo más profundo de ésta.
Para desarrollar este punto quisiera hacer resumen del ideal excesivamente
metódico de esta fase de la disciplina. La hermenéutica duró encerrada más de 15
siglos alrededor de la interpretación correcta de los textos a través de unos pasos
que los lectores debían seguir para la comprensión de lo que un autor daba a
entender. Así, lo que se intentaba comprender era la intención del autor por medio
de reglas de estricto cumplimiento.
Sin duda esta reflexión tiene una historia grande, cargada de tradición y enfoques
que nos llevan a rastrear su origen en la mitología griega, la filosofía antigua,
especialmente en Aristóteles y todo el desenvolvimiento que tuvo a través de la
historia hasta llegar a lo que hoy se ha denominado como hermenéutica filosófica.
La pretensión de este trabajo no tiene por objeto hacer una genealogía del
concepto desde los griegos hasta hoy -esa empresa demandaría un gran trabajo
investigativo-. Por esa razón nos remitiremos a unos autores claves de la
modernidad que empiezan a desarrollar con profundidad el tema.
27
dicha época: primero, subtilitas intelligendi, la hermenéutica buscó desarrollar la
inteligencia de comprender textos; segundo, subtilitas axplicandi, este principio de
la hermenéutica se refiere a la utilidad de encontrar el sentido interpretativo de los
textos y lo que el lector pueda, por ende, explicar de ellos; tercero, subtilitas
applicandi, este principio es el más importante de la hermenéutica clásica en
cuanto debía servir en últimas para comprender todo el proceso interpretativo por
medio de la aplicación. Según lo anterior, la hermenéutica clásica era concebida
como toda una tecné, esto es, como una técnica de interpretación de textos.
Es en este contexto donde estos dos autores y mucho más tarde Heidegger
elaborarán grandes ideas que configurarán el tema de la hermenéutica; lo que
interesa, entonces, es plantear lo que ellos desarrollaron como una posible teoría
hermenéutica desde planteamientos no estrictamente filosóficos, pero que
aportaron a la elaboración de la hermenéutica filosófica posterior.
5
“Schleiermacher es probablemente el teólogo protestante más influyente después de la reforma.
Sus obras completas que incluyen tratados teológicos, sermones, escritos filosóficos y
misceláneos, llenan 30 volúmenes, publicados después de su muerte, entre 1835 y 1864. Hay que
añadir a ellos 4 volúmenes de cartas, publicadas entre 1858 y 1863 “. Al respecto véase los
comentarios que hace Valentín García Yebra en el libro Sobre los diferentes métodos del traducir
de F. Schleiermacher, editorial Gredos, p. 5.
28
considerado como hermenéutica romántica. Lo anterior no resta legitimidad para
poder destacar sus ideas dentro del contexto hermenéutico filosófico desarrollado
por Gadamer, al contrario, dio nuevas claves de comprensión de la hermenéutica.
6
La cursiva es mía.
29
Pero ese algo que quiere expresar el autor, Schleiermacher lo pone en términos
del lenguaje, de ahí que el entender un texto desde esta óptica no tiene otro objeto
distinto que el mismo lenguaje. En este sentido se entiende su sentencia: “Todo lo
que hay que presuponer en la hermenéutica no es más que lenguaje” (Grondin,
1999, p. 110). En otras palabras, es la forma de expresar algo que pretende ser
novedoso para los demás, pero en lo cual debe existir dos instancias
fundamentales: una gramatical y la otra técnica.
30
la interpretación, es lo que se ha denominado como instancia técnica, pues, en
éste el intérprete trata de comprender lo que el autor de un texto quiere afirmar, es
decir, su arte específico. Como señala Grondin: “En este punto se sobrepasa
claramente la perspectiva puramente sintáctica para llegar a lo que el lenguaje
quiere expresar realmente” (1999, p. 111). No en vano Schleiermacher llamó a
este aspecto el lado psicológico de la interpretación, puesto que el intérprete
quiere descifrar el lenguaje de un texto desde el alma que lo produce7.
7
Sobre este aspecto, es decir, sobre el acto interpretativo en sus dos momentos, Schleiermacher señala en su
tratado sobre la hermenéutica: “No se puede comprender algo dicho sin comprender lo que es más general,
pero tampoco sin comprender lo que es más personal y particular”. Aquí deja planteado uno de los puntos del
círculo hermenéutico que más adelante va a retomar Gadamer: la remisión del todo a las partes y de éstas al
todo desde la cual los horizontes siempre quedan abiertos a la interpretación.
31
evitar el malentendido originado en la interpretación de textos y en general en
cualquier comunicación.
32
El legado de Schleiermacher a la hermenéutica filosófica no sólo fue importante
porque amplió el horizonte de la comprensión, sino que también le da un papel
importante al intérprete ya que éste debía evitar el malentendido, lo cual se
convierte en una novedad frente a la hermenéutica clásica; en suma, “como
subraya P. Ricoeur, en Schleiermacher se da un giro copernicano a la
hermenéutica pues ha hecho pasar la cuestión de qué es comprender por delante
de la cuestión sobre el sentido de tal texto o de tal categoría de textos” (Citado por
Grondin, 1999, p. 220), pero olvidó la historia efectual porque su tradición se
remontaba a la interpretación de textos sagrados.
8
Al respecto véase su excelente libro: Schleiermacher, Friedrich. Sobre los diferentes métodos de traducir.
Traducción y comentarios de Valentín García Yebra. Edición Bilingüe. Madrid: Editorial Gredos. Allí deja
planteado la problemática de la correcta traducción que a su vez es la de la correcta interpretación de un texto.
33
humano-vital de los hombres, no a la experiencia positivista9. Así, para él, la
hermenéutica, gracias a los conceptos heredados de la clásica y de la romántica
(Schleiermacher), se había convertido en el método desde el cual proceden las
ciencias del espíritu, se cita en este punto a Francisco Conesa y Jaime Nubiola:
“El método hermenéutico es, en efecto, para Dilthey, el modo particular de
conocimiento propio de las ciencias del espíritu, que estudian las producciones
histórico-culturales del espíritu humano” (1999, p. 220).
Según este antecedente, se planteará la discusión que Dilthey sostuvo con las
ciencias naturales, pues, es desde ahí que acontece todo su ideario hermenéutico.
Existe una famosa frase de Dilthey que sirve de abrebocas a esto: el método de la
ciencias naturales es la explicación y el propio de las ciencias del espíritu es la
comprensión; es decir, “Explicamos la naturaleza, y que comprendemos la vida
anímica” (Conesa y Nubiola, 1999, p. 131). Pues, las primeras siempre buscan
“explicar” todos los fenómenos que existen en la naturaleza, es decir, explican las
causas y efectos de dichos fenómenos, mientras que las segundas penetran con
mayor agudeza el misterioso mundo humano dentro del marco de las
producciones históricas que los hombres realizan a través del tenebroso tiempo
para interpretar el significado de las experiencias humanas. Aquí radica una
diferencia fundamental con el método de las ciencias naturales puesto que para
éstas lo importante es analizar, no interpretar; por eso, estas ciencias se dedican a
estudiar al mundo como una cosa, como una rex extensa, por ello, el mundo,
según estas ciencias, es un estado de cosas. Hoy por hoy el mundo es un aparato
heredado de Descartes y Comte “al reducir la totalidad del conocimiento humano a
conocimiento científico-metódico, el pensamiento moderno volvió de alguna
manera superflua la experiencia moral y la experiencia estética, la experiencia
histórica, la experiencia religiosa, etc., es decir, todas aquellas dimensiones en las
9
Véase al respecto su libro Introducción a las ciencias del espíritu, su gran obra de carácter histórico y que
jamás concluyó. En esta obra se hace la pregunta fundamental que orientará toda su investigación: el punto de
apoyo para un complejo de principios que de conexión y certeza a las ciencias del espíritu. Traducción de
Julián Marías. Alianza, Madrid, p. 30.
34
que el ser humano tiene que construir un sentido, una verdad” (Ramírez, 1998, p.
133).
35
La inconsistencia de Dilthey está en tratar de construir toda una metodología para
la sustentación de la conciencia histórica de las experiencias de los seres
humanos desde el autoconocimiento. Gadamer al respecto hace una crítica
considerando que su pretensión de fundamentar las ciencias del espíritu al tratar
de encontrar una conciencia científica a partir del nexo de la vida con el saber
como dato originario, y así generar una reflexión que lleva a la duda, es algo que
no ha sido muy bien desarrollado por Dilthey. Según lo anterior, el hermeneuta
señala la resonancia cartesiana de dicha concepción; sin embargo, simplemente
se señalará con lo que considera la hermenéutica filosófica de Gadamer:
36
comprensible, pues todo en ella es un texto. “Como las letras de una palabra,
también la vida y la historia tienen un sentido” (Ibíd., p. 303).
10
Gadamer recién graduado de doctor en filosofía (mayo de 1922), decide en abril de 1923
participar de un seminario dictado por Martín Heidegger en Friburgo. El tema era Ontología como
una hermenéutica de la facticidad, -hay que recordar que Gadamer no pudo participar en el año
1922 de los seminarios de Heidegger, pues, la enfermedad de la poliomielitis le impidió asistir- “y
participó en los seminarios que éste organizaba sobre el libro VI de la ética a Nicómaco y las
investigaciones lógicas de Husserl. (Cf. Fernández, 2006, p. 56).
37
Ahora bien, quisiera exponer brevemente lo que Heidegger analiza por
fenomenología para tratar de afirmar que el proceso de develamiento, de
auscultamiento es lo que está detrás de la filosofía de Heidegger y su posterior
influencia en la hermenéutica; pues, encontrar el sentido, es develar al ser. El
análisis a la preestructura de la comprensión trata de ir a un fundamento último
donde el ser ahí pueda encontrarse con el sentido dado su capacidad ontológica
de comprender. Lo que para la hermenéutica es la búsqueda incesante de
comprensión e interpretación y desde luego aplicación en la vida cotidiana, para la
fenomenología de Heidegger es mirar mucho “más allá”, es volver por el
verdadero camino del ser.
38
este vulgar? ¿Qué es eso que la fenomenología debe hacer ver?” (Heidegger,
1998, p. 58). La fenomenología debe mostrar aquello que está velado, oculto por
la apariencia de los fenómenos, todo aquello que no revela lo que se muestra de
un fenómeno, pero que pertenece, igualmente, a la naturaleza de lo que se
muestra, hasta el punto de constituir su esencia y fundamento, esto es, la verdad
del ser. Y ese aquello que permanece oculto en un fenómeno o disimuladamente
aparece en la apariencia es lo que se ha denominado el “ser del ente”. Según lo
anterior, se puede interpretar que lo acontecido con la fenomenología de Husserl,
esto es, su preocupación en encontrar la esencia esencial de las cosas es, que no
ha podido escapar a la subjetividad, a la sombra, ha quedado en la apariencia del
fenómeno, y en esto estriba ya una diferencia con Heidegger. Con Husserl el ser
del ente ha quedado en el olvido al reducirlo a la subjetividad. No en vano
Heidegger escribe que:
Lo que interesaba destacar de las ideas del filósofo de la Selva Negra era cómo a
través de la interpretación que hace del Dasein se montan las bases para la
39
elaboración de toda una hermenéutica filosófica construida por su discípulo más
cercano, H.G. Gadamer, desde la cual propone una ontología universal que
abarque todos los campos del saber, en especial las ciencias humanas. Pero las
herramientas de Gadamer que llevan a comprender al hombre son distintas. Él
acude a la dialética socrática-platónica y a la filosofía práctica de Aristóteles. El
profesor Francisco Fernández afirma lo siguiente sobre dichas herramientas:
40
interpretación definitiva de un texto o bien el trabajo hermenéutico es de carácter
infinito?, ¿cuándo se habla de hermenéutica histórica, a qué se hace referencia?
41
lenguaje".
F. Schleiermacher.
42
De ahí que el propósito de este trabajo se dirige por medio de la palabra al
lenguaje a partir del diálogo como base y horizonte de la experiencia
hermenéutica, en otras palabras, al carácter dialógico del lenguaje. Este carácter
es una insinuación, es una propuesta contra el predominio de la lógica
proposicional en la Filosofía Occidental, cuya pretensión es fijar al lenguaje en
enunciados teoréticos, lo cual se constituye en una concepción estrecha del
ámbito del lenguaje. Por tal motivo, Gadamer escribe en sus Obras Completas y
en consonancia con lo que creía Heidegger que, “la construcción de la lógica
sobre la proposición es una de las decisiones de la cultura Occidental que tuvo las
consecuencias más graves” (Grondin, 2002, p. 187). Por ello, una de las tareas de
la hermenéutica dialógica es la “oposición radical” a esa concepción del lenguaje;
de ahí que para Gadamer el lenguaje no se “realiza” por medio de proposiciones,
sino como un auténtico diálogo. En este sentido se comprende que la proposición
nunca puede separarse de su contexto motivacional, esto es, del mismo diálogo,
dado que ésta, la proposición, está inserta en el diálogo y adquiere sentido
precisamente allí; incluso, se puede deducir que la proposición es una proposición
que no hallamos en la vida de una lengua. Ella adquiere su sentido no en sí
misma, sino en el contexto de un mundo simbólico.
43
lógica de la pregunta y la respuesta11, donde se concibe el entender como una
participación en un sentido, en una tradición y, finalmente, en un diálogo. En el
diálogo gadameriano “no hay proposiciones”, sino preguntas y respuestas que a
su vez suscitan nuevas preguntas que conllevan a sumergirnos en los mundos
distintos, en la fusión de horizontes12 que se obtienen a través del diálogo entre la
tradición y lo nuevo.
11
Gadamer llama muy acertadamente a este punto el horizonte del preguntar donde también se
sitúa la experiencia hermenéutica que a la vez se encuentra “en el marco del cual se determina la
orientación de sentido del texto” (1977, p. 447).
12
Gadamer, H. Verdad y Método I. “La fusión tiene lugar constantemente en el dominio de la
tradición; pues en ella lo viejo y lo nuevo crecen siempre juntos hacia una validez llena de vida, sin
que lo uno ni lo otro lleguen a destacarse explícitamente por sí mismos” (p. 377), es decir, que la
fusión de horizontes es el recuperar los conceptos de un pasado histórico con los de un presente
que contengan al mismo tiempo el propio concebir para dar una nueva interpretación.
13
Cuando en el texto se hace referencia a la “proposición” se está hablando, en ese caso, en el
sentido que otorga las ciencias del dato a este punto; es decir, a la validez que le puede generar a
éstas dentro de todo el proceso del conocimiento.
44
El lenguaje permite la posibilidad de la misma hermenéutica, en cuanto se
sumerge en la comprensión de la cosa, de la cosa misma que interpela; por eso, el
lenguaje es el vehículo por medio del cual el hombre puede ir a la cosa, es el
lenguaje el que permite el consenso, la disputa, el diálogo. En este campo, las
traducciones pueden develarnos dicha relación entre la cosa misma y el intérprete;
estas traducciones intentan ir al sentido originario de las cosas que se han dicho
en la lengua natural; pero, para que esto se lleve a cabo, debemos utilizar un
lenguaje nuevo, con formas nuevas. Dicha relación sólo se obtiene a través de un
proceso de interpretación. De ahí que Gadamer afirme: "Toda traducción es por
eso ya una interpretación"(1977, p. 462). Interpretación del sentido verdadero, no
falseado, de una lengua ajena a la dominada; por consiguiente, la traducción nos
permite reconocer que el lenguaje es el medio posible para el acuerdo. El acuerdo
posibilita la capacidad del habla, de la conversación: en este caso ya no hay
necesidad de traducciones. Las traducciones ya no son necesarias cuando se
comprende una lengua, inclusive, Gadamer afirma que “cualquier traducción es
imposible” (1977, p. 463), en el sentido que ésta no puede asir todo el sentido
originario de las palabras que no le pertenecen.
Para que éste (el acuerdo) sea posible, es vital escuchar al otro, que el otro opine
desde sus propios puntos de vista, ponerse en su lugar; esto quiere decir que
debemos intentar concebir lo que el otro quiere dar a entender con sus
expresiones y no lo que yo quiero imponerle."Lo que se trata de recoger es el
45
derecho objetivo de su opinión a través del cual podremos ambos llegar a
ponernos de acuerdo en la cosa" (Gadamer, 1977, p. 463). Por otro lado, a pesar
de los avatares de la interpretación en un texto, es el intérprete quien trata de ir al
sentido más original del escrito, y más, cuando se habla de traducciones; para
este objetivo, la hermenéutica necesita del vehículo del lenguaje, porque éste "es
el medio universal en el que se realiza la comprensión misma. La forma de
realización de la comprensión es la interpretación" (Gadamer, 1977, p. 467).
La tarea, entonces, es dejarnos llevar por este juego que nos envuelve y nos
devela sus reglas para tratar de comprender lo que ya se ha interpretado dentro
de un texto, en una conversación, en un diálogo que, como dice Blanchot, nunca
termina, está fluyendo constantemente en la puesta del horizonte infinito. Y como
afirma el mismo Gadamer: "Todo comprender es interpretar, y toda interpretación
se desarrolla en el medio de un lenguaje que pretende dejar hablar el objeto y es
al mismo tiempo el lenguaje propio de su intérprete" (1977, p. 467).
De este análisis se puede construir una posible reflexión del círculo hermenéutico,
donde se enmarca toda esta problemática. La interpretación y la comprensión son
un círculo que se cierra, pero se abre dialécticamente por la pregunta y la
respuesta; se desenvuelve y se escapa a determinaciones lógicas por medio del
lenguaje en una conversación donde no existen parámetros estructurales que
impidan la fluidez del interpretar. Al respecto Gadamer señala lo que Heidegger
escribe sobre el círculo hermenéutico:
46
la anticipación, sino en asegurar la elaboración del tema científico
desde la cosa misma (1977, p. 332).
Ahora bien, este recorrido que hemos hecho para llegar a resaltar la importancia
del lenguaje, en la acción interpretativa, nos conduce a la tarea de tratar de
"comprender" que el lenguaje es el horizonte de una ontología hermenéutica y, por
lo tanto, es una tarea primera, última y constante como el círculo. Para Gadamer,
a diferencia de Heidegger, la interpretación es eminentemente lenguájica. Es por
eso que un texto habla en el sentido que la interpretación tiene que dejarse guiar a
la situación hermenéutica respectiva y dar con el lenguaje que alcance a la
situación, como lo enseña Gadamer: “Comprender es siempre también aplicar”
(1977, p. 380), es decir, que la comprensión implica, a su vez, una aplicación,
aplicación que se realiza en el diálogo; no obstante, la aplicación intenta darle
sentido a la distancia en el tiempo que separa al intérprete del texto.
47
478). Por tal motivo, la comprensión de la interpretación es lenguájica, es puro
lenguaje, en el sentido que está incluida por las palabras que la hacen posible y la
renuevan siempre que hay un encuentro con un texto o con un interlocutor. En
esta medida el lenguaje es la base y el horizonte universal en donde se realiza
toda comprensión mediada por la interpretación; de ahí que “la unidad indisoluble
de pensamiento y de lenguaje se da hermenéuticamente como unidad de
comprensión e interpretación” (Gadamer, 1977, p. 483). ¿No es éste el elemento
original de la teoría de la interpretación del filósofo alemán?
2.1.2. EL DIÁLOGO
Otro de los grandes temas que aborda Gadamer para desarrollar su hermenéutica
filosófica y por tanto su filosofía práctica es el diálogo. Recordamos que en esta
instancia la comprensión para nuestro autor es un acto lingüístico.
Todos los seres humanos estamos dotados del lenguaje, por ello somos seres que
dialogamos, conversamos, nos ponemos de acuerdo y desacuerdo. Lo anterior es
lo que nos distingue, concretamente, de los animales, pues poseemos logos,
palabra y ésta se constituye como el horizonte donde todos aunamos experiencias
de vida. El desarrollo humano, como lo señala Gadamer, no se da gracias a la
construcción de conceptos o a la invención de fórmulas para el supuesto
“progreso”; se ha dado y se da gracias a que poseemos lenguaje: “El hombre es
tal en tanto que posee lenguaje, diferente por ejemplo de los llamados de celo y de
la advertencia de los pájaros (...) Los seres humanos, en cambio, deben construir
con los demás un mundo común por medio del intercambio permanente que se
produce en la conversación” (Gadamer, 2001, p. 152).
48
En este sentido el lenguaje y por medio de éste el diálogo, constituyen el núcleo
fundamental del desarrollo humano, pues apuntan a la búsqueda del sentido de la
vida, de un interpretarse permanentemente. Aquí lo que se quiere dejar en un
segundo plano es la concepción del desarrollo humano como el progreso
económico y tecnológico que, hoy por hoy, pregonan nuestras sociedades
contemporáneas. Es, precisamente, la experiencia del otro la que está por encima
de cualquier “avance” y ella se realiza por medio del lenguaje, del diálogo, de la
conversación. Además, Gadamer resalta que “nuestro ser es un ser en relación a
otro, y no simplemente ser con” (citado por Fernández, 2006, p. 59), pues la
conciencia de cada ser está abierta a lo otro, es decir, al mundo y a los demás
hombres, y ellos constituyen una parte del horizonte de sentido al cual todos
debemos llegar. El sentido del ser depende de la relación con el otro. Así, pues, “la
experiencia del mundo es ya desde el principio experiencia de los demás,
experiencia de la alteridad en la conversación” (Fernández, 2006, p. 60).
49
por todos, que une a todos los que hablan entre sí. Todas las formas de la
comunidad de vida humana son formas de comunidad lingüística, más aún, hacen
lenguaje” (1977, p. 535) Así lo hagan en lenguas diversas14, es decir, la diversidad
no es impedimento para la comprensión y los acuerdos, al contrario, es lo que
permite entablar el diálogo y crear cultura.
Esta idea es clave para comprender el problema del diálogo dentro de los asuntos
prácticos de la vida, y la cual servirá de referente para seguir desarrollando la tesis
de que lo que nos constituye como seres humanos es el lenguaje, y por medio de
él, el diálogo. Éste se abre a todos los campos de la vida y del saber, en nuestro
caso al hecho de dialogar en filosofía: el lenguaje nace y vive en la conversación
y representa la mejor forma de hacer sociedad y cultura.
14
El subrayado es mío.
15
“Por linguisticidad entiende él únicamente el esfuerzo de nuestro finitud encaminado al lenguaje,
es decir, a una comprensión: un esfuerzo que conoce muy bien los límites de los correspondientes
enunciados. Se piensa en la virtualidad del entender lingüístico, es decir, en la posibilidad siempre
abierta, aunque no siempre realizada, de nuestro acción de comprender, a la que hay que prestar
obediencia (…) Aquí conviene recordar las enseñanzas de la estética de Gadamer: la obra de arte,
como enunciado que es, requiere una respuesta. Esta interpelación, según Gadamer, es lenguaje
o, mejor dicho, es linguisticidad y, por cierto, en el mismo sentido en que un gesto, una mirada o un
silencio pueden ser una pregunta”. Véase: GRONDIN. Jean. Introducción a Gadamer. Barcelona:
Herder, 2003, p. 195-196.
50
Por su parte, Heidegger, nos recuerda que el ser va siempre en esa dirección, va
de “camino hacia el lenguaje” y, por ende, es imposible apartarnos de su
presencia. “Desde el Diálogo que nosotros mismos somos intentaremos, pues,
acercarnos a las tinieblas del lenguaje” (Gadamer, 1977, p. 457).
Gadamer quería acercarse a esa imagen del lenguaje que es oscura, que inspira
inseguridad, o mejor, a todo lo claro y no claro del lenguaje, por decirlo así, a la
selva del lenguaje mismo. Con el fin de encontrar una posibilidad para la
hermenéutica del estado de yecto16, su intención es recordar a la conciencia
aquello que precede a toda conciencia y la hace posible. Y en ese objetivo,
Heidegger es una figura clave en el pensamiento de Gadamer, recordamos que
expresiones como “el giro ontológico”, “el ser que puede ser entendido, es
lenguaje”, Gadamer las retoma del pensamiento Heideggeriano. Pero dándoles un
enfoque hermenéutico, enfoque que Heidegger había olvidado por adentrarse al
misterio del lenguaje, en el sentido que éste (Heidegger) prefirió mirarlo en su
esencia seminal como un lenguaje poético, en donde el don del ser se manifiesta
en él y después como un medio se devela a los pensadores y poetas. Al respecto
citemos lo que escribe Grondin en su libro Introducción a Gadamer: “La
hermenéutica de Gadamer sobre la linguisticidad pone de manifiesto que el giro
heideggeriano hacia el lenguaje era quizás, por su parte, un retorno a la visión
primigenia a la hermenéutica de la del estado de yecto” (2003, p. 192).
16
Es decir, a una hermenéutica donde la condición del hombre es la de llegar a ser proyecto, pues, está
arrojado en el mundo.
51
sentido, la linguisticidad determina al objeto y a la realización del entender de ese
objeto. Pero el entender se concibe como aplicación, esto es, entiendo en la
medida que soy capaz de comprender el sentido de lo que ha de interpretarse, y lo
comprendido puedo expresarlo con mis propias palabras - como lo que se hace en
este intento de interpretar a un filósofo como Gadamer -.
A lo expuesto hay que hacerle una acotación que, según Gadamer, nos llevará a
comprender la dialéctica misma del diálogo. El diálogo posee cierta autonomía;
dado que allí es la cosa la que se afirma, los interlocutores no son, propiamente,
52
los que dirigen y manipulan el diálogo, sino que son los dirigidos; por consiguiente,
lo que ha de entenderse con esto es que existe en la linguisticidad, que revela el
objeto hermenéutico, toda una estructura lingüística de sentido y busca que el
entender se efectúe lingüísticamente, esto es, el entendimiento se realiza a través
del lenguaje. Y la linguisticidad es el esfuerzo de nuestra finitud encaminado hacia
el lenguaje, en últimas, a una comprensión. De esta manera, se puede pensar en
la virtualidad del entender lingüístico, que no es más que una posibilidad siempre
abierta, siempre arrojada, aunque no siempre decantada, realizada, de nuestra
acción de comprender; por ello, una imagen, una obra musical, una
representación, ilumina siempre una comprensión, aunque ese mismo esfuerzo
sea romper toda pretensión de la comprensión o inteligibilidad lingüística interna.
En este punto nos recuerda Gadamer que toda obra de arte requiere una
respuesta, y ésta puede ser el mismo lenguaje o linguisticidad.
53
de la linguisticidad constituye seguramente el fundamento de la concepción
hermenéutica del lenguaje” (Grondin, 2003, p. 197).
Según eso, se puede interpretar que hay muchas cosas que no podemos
entender. El comprender el lenguaje y la linguisticidad nos sugiere ya el ámbito de
la incomprensibilidad: desde la condición humana todo posee límites. Así el
lenguaje en sí mismo “no los posea”. De esta forma, también le permite aclarar la
siguiente afirmación de Heidegger en su obra Ser y Tiempo: “El “ser en el mundo”
con familiaridad y aquietamiento es un modo de la inhospitalidad del “ser ahí”, no a
la inversa” (1998, p. 210). Esto significa que al estado de yecto de este “ser en el
mundo” le corresponde un lenguaje que sólo hace posible la comprensión de algo
de ser, y que sustrae él mismo (el ser) a la comprensibilidad, dado que está tan
agrestemente cerca de nosotros; por lo tanto, la familiaridad del ser es al mismo
tiempo la lejanía. Gadamer hace un intento por acercar ese lenguaje a la vida, a la
experiencia del mundo, del ser humano concreto, a esa familiaridad que en
ocasiones se hace distante. Principalmente la familiaridad con el lenguaje
Gadamer la hace a partir de la lengua materna. El lenguaje, en ese sentido,
aparece como el elemento civilizador del entendimiento y de la familiaridad misma.
Pero, aunque esa cercanía que plantea Gadamer sea cierta, sólo se puede hablar
de familiaridad cuando está lo inhóspito de lo que no lo es.
Por eso, el lenguaje siempre tiene vías que no podemos alcanzar con nuestro
entender, con el comprender, de ahí que debemos interpretar en la misma
experiencia del lenguaje, porque hay algo que siempre se nos escapa. El lenguaje
queda estrecho como la casa del ser, como lo plantea Heidegger. Pero la
linguisticidad, bajo la concepción de Gadamer, seguirá siendo el fundamento de
todo entender, por obsoleto que esto suene; y la linguisticidad ha de ser
reanimada como campo y horizonte de la filosofía, dado que la tradición
Occidental se ha caracterizado por el olvido del lenguaje. En éste se puede hacer
la verdadera experiencia hermenéutica, pues, es allí donde el hombre puede
encontrar el elemento que está a la base de toda comprensión ontológica, el
54
diálogo, que, desde la antiguedad ha sido una de las vías de nuestro filosofar.
Pero a la vez es uno de los modos de ser del hombre, esto es, por el diálogo el
hombre se constituye en la condición original que permite abrir los horizontes de
comprensión del ser humano y con éstos de las comunidades, por eso, la
hermenéutica es la filosofía “más práctica” de todas, en ella se encuentra el medio
reconciliador de nuestras sociedades y de nuestra existencia. Se forma, como se
quiere explicar, un auténtico diálogo filosófico.
Para finalizar, es conveniente suscribir este momento del trabajo con las palabras
que recoge el mismo Gadamer al final del primer volumen de Verdad y método, y
que en últimas sintetiza la tarea fundamental de un hombre que se deja orientar
por el camino de la hermenéutica y del lenguaje que es diálogo: “Pero corto aquí.
El diálogo que está en curso se sustrae a cualquier fijación. Mal hermeneuta el
que crea que puede o debe quedarse con la última palabra” (1977, p. 673). El
lenguaje, entonces, se convierte para cada uno de nosotros en el medio eficaz
para toda realización de una experiencia hermenéutica auténtica, dadora de
sentido, generadora de una experiencia enriquecedora de la vida. Gadamer
denominó toda su experiencia con la hermenéutica como una filosofía práctica.
55
No obstante, la hermenéutica “filosófica”, valga la aclaración de “filosófica”, superó
esta idea clásica de la hermenéutica para convertirse en una verdadera ontología,
es decir, en una disciplina atraída más por buscar los fundamentos de la
existencia, y claro, de los textos, mas no unos meros componentes metodológicos.
Según lo anterior, quisiera ahora mirar de una forma más clara cómo la
hermenéutica se relaciona con el problema de la filosofía práctica. Para que haya
un verdadero diálogo es necesario recordar, según Gadamer, algunos temas de la
filosofía como la phrónesis: en el diálogo y la conversación se sitúa este tema.
56
El problema de la filosofía práctica ha sido pensado como un análisis surgido en la
“época contemporánea”, sobre todo, a partir de las ideas filosóficas que el mundo
ha conocido con Marx y la escuela de Frankfurt. En dichos planteamientos hay
una clara y estrecha relación de la filosofía con la sociedad y, por ende, con todos
sus componentes, es decir: cultura, economía, religión y especialmente, política.
La tesis de Marx sobre Feurbach acerca de la transformación del mundo, esto es,
de la realidad, fue y ha sido, “en cierto sentido”, el programa e ideario de estos
pensadores, pero a la vez se ha convertido en su antítesis. La tarea deconstructiva
o desestructuradora de los tejidos que componen la realidad es sumamente
importante y loable, como ya lo había anticipado Bacon con la teoría del
desenmascaramiento de los ídolos de la sociedad; sin embargo, el mundo ha
comprobado que en sociedades como las europeas y las norteamericanas, donde
el crecimiento económico ha sido grande y la expansión de sus horizontes ha sido
realidad, el hombre ha caído en la depresión, en la angustia, en la nada, en la
superficialidad; en otras palabras, en el era del vacío (Lipovestky).
57
conceptos a través de la historia, Gadamer analiza el concepto de filosofía práctica
como una actividad pura que conlleva al conocimiento del todo. Sin duda esta idea
ha llevado a analizar a la hermenéutica no tanto como un método de las ciencias,
sino como una capacidad natural del ser humano, esto es, como una capacidad y
actividad que todos poseemos. No se trata de una “racionalidad práctica” (técnica),
sino de los elementos que están arraigados ontológicamente en nuestra
existencia.
58
Ahora bien, ¿qué relación tiene la filosofía práctica con la hermenéutica? Una
posible analogía se encuentra en que la hermenéutica trata los temas de la
realidad social. La hermenéutica tiene algo que decir a nuestros problemas
sociales y a la realidad personal. Es sin duda la forma natural a cómo accedemos
a realidades complejas, no sólo, repetimos, de un texto sino también en la vida
normal.
59
“Aristóteles diseñó la filosofía práctica, que abarca la política en un debate
explícito con el ideal de la teoría de la filosofía teórica. Así elevo la praxis humana
a una esfera autónoma del saber”. Pero “más que un <saber> -dice la fórmula
aristotélica recordada por Gadamer-, el saber moral es un “saberse”, un
“comprenderse” (Ramírez, 1998, p. 132). La Phrónesis considerada que la virtud
de la razón práctica se encuentra en un punto intermedio entre la ciencia y la
técnica, que son a su vez las formas modernas del conocimiento; esto significa
que dicha virtud es el justo medio que debe existir en la vida, exactamente en la
forma como nosotros entendemos el conocimiento y por ende la verdad. “La virtud
de la razón práctica no debe concebirse como una facultad neutral de encontrar
unos fines justos para unos medios prácticos, sino que está ligada
inseparablemente a lo que Aristóteles llama ethos” (Gadamer, 1992, p. 306).
Gadamer en Verdad y Método I señala muy bien la importancia y esencia de la
phrónesis:
60
Su virtud estriba en saber remitirse a lo particular - a lo que era de alguna manera
“imprevisible” -, para hacer valer ahí, aunque modificado su sentido, la generalidad
de la que se parte (la de la costumbre -el ethos-, la norma o los valores)”
(Ramírez, 1998, p. 132).
Así pues, no hay un uso concreto, definido, para los problemas derivados de las
experiencias humanas, como sí lo hay cuando decidimos manipular algo, por
ejemplo cuando operamos un artefacto. Allí la razón práctica juega un papel
meramente instrumental, mientras que la metodología que aborda el obrar
práctico, no el hacer práctico, es radicalmente opuesto a ésta, indica la expansión
del horizonte de comprensión de nuestra vida, la apertura infinita al mundo como
modo mucho más auténtico del filosofar. No obstante, la filosofía no puede
renunciar por entero a la pretensión de no sólo saber, sino también obtener
influencia práctica, esto es, a la pretensión de promover como ciencia del bien en
la vida humana, este mismo bien.
61
en este trabajo, coopera en la constitución de un diálogo filosófico; sin embargo, el
pensamiento metódico moderno pretende eliminar esta experiencia. Por eso:
62
Vale la pena aclarar que esta virtud no nos separa de la capacidad de analizar y
poner los temas en cuestión, sino que, por el contrario, nos avisa cuándo es el
momento justo para intervenir en una coyuntura específica. Cualquiera pensaría
que un país como el nuestro ser prudente llevaría irremediablemente a una actitud
conservadora; sin embargo, lo anterior sería una falacia, pues lo que necesitamos
los hombres es saber actuar utilizando el justo medio, también con deseo, con
instinto, pero con inteligencia práctica. Esto sí que lo enseña bien la filosofía
práctica de Aristóteles, ya que ésta nos conduce hacia la felicidad, hacia el bien en
medio de las relaciones intersubjetivas. Por lo tanto, la prudencia cumple una
función reguladora, de mediadora; una función eminentemente hermenéutica. Por
eso, es importante retomar la dimensión lenguájica de todo ser humano, pues
somos seres dotados de lenguaje, y ese lenguaje nos lleva a dialogar, a conversar
y en esa medida a acuerdos.
Bajo esta idea se intentará explicar de qué se trata este asunto: La conversación
lograda es aquella que se lleva a cabo en la apertura al otro, pues “el logos
manifiesta su verdadera naturaleza en la conversación, es decir, en el diálogo con
el otro”. Al contrario de una postura analítica que intenta a través del lenguaje
construir proposiciones de tipo normativo para el desarrollo de la ciencia. La
hermenéutica como filosofía práctica que es, nos advierte que el lenguaje nace y
63
muere en la conversación; gracias a él, nos realizamos como seres humanos. Al
respecto afirma Gadamer:
No en vano es muy interesante comprender cómo por medio del diálogo, el otro se
encuentra a la misma altura de su interlocutor. De esta manera lo que el otro
puede expresar, puede cambiar o renovar nuestras posturas a veces rígidas.
Ahora bien, no se trata de simples conversaciones de intercambio de información,
sino que el diálogo y la conversación nos llevan a aproximarnos al otro y a lo otro
de una forma mucho más real y auténtica; para ello hay que dejar actuar el logos,
la palabra interior que resuena en el lenguaje .
64
cierren tanto; sin embargo, “a pesar de nuestros esfuerzos por comprender al
prójimo, en el otro habrá siempre un algo, un residuo que nos resultará inaccesible
e imposible de asimilar. La alteridad (...) no se puede reducir a un concepto que
podamos entender, ni tampoco una experiencia que podamos adecuar sin más a
nuestra experiencia” (Fernández, 2006, p. 64). No obstante eso no restringe
nuestra capacidad de diálogo y de acercarnos, lo único que se demuestra es que
somos seres finitos ante el gran misterio que cada uno representa para el otro.
Según lo anterior, hay que empezar a analizar esa capacidad de escucha, el oído
hermenéutico que todos poseemos. Se trata de vernos como otro para poder de
esta forma obtener la conversación lograda. No se puede olvidar que desde la
perspectiva que nos enseña Gadamer la conversación tiene una fuerza
transformadora.
65
Uno de las razones fundamentales que diferencian al hombre del animal es,
precisamente, esa capacidad de interpretar signos. Esta realidad hace del
lenguaje la herramienta más útil en la construcción de un nuevo sentido, de una
interpretación con las cosas. Únicamente el hombre es el ser capaz de lograr
interpretar los fenómenos que suceden alrededor, y los interpreta para poder
comprenderlos y para comprenderse a sí mismo como un ser de relaciones, de
experiencias y de horizontes múltiples.
66
hombre es el único que va de camino permanente hacia el lenguaje. Pues, la
filosofía del lenguaje no solo se encarga de indagar la estructura lógica del mismo,
sino, al ser un hecho humano, trata de comprender las distintas realidades que
acontecen el trasegar del hombre. Este postulado ayuda a “comprender” la
relación existente de la hermenéutica con la filosofía del lenguaje. No obstante,
para conseguir esta relación se necesita sumergirse dentro de las distintas
experiencias que abruman la realidad humana. Allí se encuentran frente a los
prejuicios, las anticipaciones y las reflexiones que junto con la experiencia van a
ayudar a comprender lo que se comprende; en últimas, a comprendernos a sí
mismos.
TERCER CAPÍTULO
“A la filosofía hermenéutica,
a Gadamer especialmente, se le suele reprochar
67
su insistencia en la tradición y en el pasado.
Esta insistencia, en mi opinión,
tiene un carácter puramente Mayéutico
que posibilita un distanciamiento frente
a todas las teorías modernas acerca de la comprensión”
(Carlos B. Gutiérrez).
68
comprensión sólo se convierte en una tarea especial en el momento
en que esta vida natural en el referirse conjuntamente a las mismas
cosas, que es un referirse a una cosa común, experimenta alguna
distorsión. (1977, p. 233)
Conviene ahora destacar cómo la comprensión posee toda una estructura que
permite entender un texto o alguna situación o acontecimiento particular del
hombre, puesto que de esta forma se conoce cómo funciona la dinámica de este
fundamento hermenéutico.
17
Véase el siguiente tratado de Filosofía del lenguaje: CONESA, Francisco; Nubiola, Jaime.
Filosofía del Lenguaje. Barcelona: Herder, 1999.
18
El estudio que hace Jean Grondin al problema del círculo aclara bastante bien la relación y la
distancia que Gadamer guardó con su maestro Heidegger. Para ver tal distinción ver la obra:
Grondin, Jean. Introducción a Gadamer. Barcelona, Herder, 2003.
69
circularmente, la comprensión se obtiene de ese modo. A la vez esto señala que la
comprensión, por su estructura circular, es una tarea primera, constante y última;
por tal motivo, para comprender algo, el intérprete debe ir a las partes del texto y
de esas partes comprenderá el todo y del todo cada una de las partes. Existe,
entonces una estrecha relación dialéctica que permite la operatividad de la
comprensión.
Ahora bien, este tema de la comprensión bebe guiar a la explicación del texto, de
la cosa, etc. Afirma Paul Ricoeur que <explicar más es comprender mejor>; de
19
En la revista ideas y valores hay un artículo entero dedicado a este problema. Fue un número en
homenaje o a la memoria de H.G. Gadamer por su arduo trabajo como filósofo durante más de un
siglo de vida. Ver: MUÑOZ, Diana María. “El oído Hermenéutico”. En: Ideas y Valores, No. 120
(Dic., 2002); p. 15-24.
70
esta forma, unifica la idea de que las ciencias del espíritu comprendían y las
ciencias naturales explicaban, esto en consonancia con lo que pensaba Dilthey. La
explicación de un texto, de sus partes y de su todo es importante al momento no
sólo de interpretar sino también de comprender. Además, la explicación es un
paso decisivo en la hermenéutica, pero en el sentido que ésta busca la
comprensión de un texto; por ende, no se trata de un método del y para entender
algo como se da en las ciencias naturales, sino de comprender ese algo
impregnado en un texto o en un diálogo entre hombres.
71
capacidad de poder escuchar las versiones sobre un texto o un concepto filosófico
al otro interlocutor; de este modo se fusionan los horizontes y se constituye un
diálogo filosófico. La aplicación en este sentido se encuentra en que seamos
capaces de saber interpretar y saber constituir un diálogo, no para buscar un
fundamento último de la realidad, es decir, un soporte metafísico20, pues la
comprensión implica siempre una aplicación determinada a una situación
particular. Sin duda, “comprender es siempre también aplicar” (Gadamer, 1977,
380). De ahí que la hermenéutica desarrollada por Gadamer tiene como objetivo
recuperar el punto nuclear de la aplicación pero en la comprensión, esto se
desprende de una voluntad integradora y globalizadora de la hermenéutica. “Pero
este propósito manifiesta, a la par, la vocación ética de la hermenéutica, pues es
en el conocimiento práctico del compromiso y en la decisión donde se clarifica que
la aplicación forma parte del conocimiento práctico de la vida” (Barrera, 2001, p.
149).
20
La interpretación que hace Gadamer sobre esa problemática la enuncia en su autopesentración,
respondiendo lo que había significado Heidegger y los griegos para él: “Los griegos nos enseñaban
que el pensamiento de la filosofía no puede seguir la idea sistemática de una fundamentación
última en un principio supremo para poder dar cuenta de la realidad, sino que lleva siempre una
dirección: recapacitando sobre la experiencia originaria del mundo, pensar hasta el fin la virtualidad
conceptual e intuitiva del lenguaje dentro del cual vivimos. Me pareció que el secreto del diálogo
platónico consistía en esta enseñanza” (1992, p. 380).
72
diálogo; es decir, sí buscan lo que es la verdad. No en vano comprender es
comprender la experiencia de relación que se obtiene con las cosas; no es la
simple descripción de un hecho científico. Es comprender el horizonte de sentido
de la cosa en la que se sumerge, por eso, no es búsqueda de la verdad por
representación, sino búsqueda de verdad como condición humana. En esa medida
se puede construir y constituir un diálogo filosófico.
21
Este punto de la hermenéutica “abre nuevas posibilidades para pensar la relación entre lo fáctico
y lo histórico, problema éste que agobió al historismo. ¿Por qué? Porque ahora la historicidad deja
de ser vista como un menoscabo o mengua del rango ontológico de algo que va perdiendo su
sustancia en el tiempo. La historicidad se convierte en la connotación ontológica de la existencia.
La existencia humana es el modo de proyectarse a sí misma hacia sus más propias posibilidades a
partir de la facticidad en la que se encuentra arrojada. Este proyectarse es la movilidad en que se
da el comprender e interpretar. El comprenderse a sí mismo hacia algo y el comprender e
interpretar algo como algo se arraigan en el carácter de proyecto de la existemcia humana”
(Gutiérrez, 1984, p. 105).
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mismo afirma comprender no es uno de los tantos comportamientos que los
sujetos tienen frente a los objetos. Al igual que Heidegger, Gadamer considera y
amplía esta noción:
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como ya se ha mencionado, es clave para explicitar dicha problemática. La
comprensión, entonces, es lo original dentro de la vida humana, pues nos permite
“reconocernos como humanos” en el contexto tristemente alienado por la ciencia,
pero con la esperanza de ser proyecto en medio de dicha realidad, es decir,
personas que nos renovamos constantemente en el mundo de la vida.
La tensión entre verdad y método como lo señala Gadamer a partir del debate que
origina frontalmente con las ciencias naturales, es la tensión que hemos venido
descubriendo en un diálogo filosófico. Por esa razón se ha acudido al concepto de
comprensión para demostrar que dicha noción no es un aspecto metodológico
para entender las ciencias del espíritu, sino que, más bien, es el modo de ser de la
existencia donde cada quien puede develar su historia. “En una palabra, la
comprensión no es dominar y enmudecer lo que el texto puede decir, sino que
implica dialogar, dejarse interpelar y cuestionar por el texto, por el interlocutor,
cuya alteridad respecto al intérprete siempre queda en pie” (Barrera, 2001, p. 149).
La finalidad de ello es llegar a acuerdos, ya se ha mencionado el problema de la
aplicación como momento de realización de la hermenéutica. Esto implica la
posibilidad de interpretar, detectar relaciones, extraer conclusiones en todas las
direcciones, que es lo que constituye al desenvolverse con conocimiento dentro
del terreno de la comprensión. “Lo que es verdad es que en último extremo toda
comprensión es comprenderse” (Gadamer, 1977, p. 326).
75
atacar los criterios inmanentes de lo que quiere decir
conocimiento. Tampoco para Heidegger el conocimiento histórico
es un proyectar planes, ni un extrapolar objetivos de la propia
voluntad, ni un amañar las cosas según los deseos, prejuicios o
sugerencias de los poderosos, sino que es y sigue siendo una
adecuación a la cosa, una mensuratio ad rem. Sólo que la cosa no
es aquí un factum brutum, un simple dato simplemente constatable
y medible, sino que es en definitiva algo cuyo modo de ser es el
estar ahí (Gadamer, 1977, p. 327).
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4. CONCLUSIÓN
Hecho este recorrido, aunque con muchas cosas por profundizar, pienso que la
Hermenéutica, ateniéndolos a la idea desarrollada por Gadamer, ofrece muchos
elementos de índole práctico, sobre todo, en el contexto de nuestra realidad
colombiana. El solo hecho de atrevernos a discernir el conflicto colombiano desde
un ámbito hermenéutico, es decir, desde una comprensión del asunto
problemático, es muy valioso para acercarnos de una forma más real al problema.
Y ni qué decir del concepto del diálogo y conversación que elabora Gadamer en
sus textos, pues ello implica en cierta medida que hagamos epojé de nuestros
propios intereses para que el tema en cuestión se ha visto de una forma clara, y
en ese sentido podamos ponernos de acuerdo en algo. Frente a ello el filósofo
alemán señala con una fe profunda que hay más cosas en común en la vida de los
seres humanos, que cosas que nos dividen. Simplemente hay que aprender a
escuchar y dialogar con el otro, mirándolo como otro que afecta nuestra
existencia, no como a un rival al cual hay que vencer, superar y controlar.
Hermenéutica como filosofía práctica es, pues, la que nos acerca de una forma
radical a las instancias más vitales de la existencia humana, la que nos sirve de
fundamento en nuestros asuntos más prácticos, la que nos lleva a pensar en clave
de diálogo, de conversación los asuntos más importantes de la sociedad. Por tal
motivo Gadamer señala que el otro puede tener la razón, en esa medida el
horizonte del problema a tratar se abre para que por medio del diálogo nosotros
nos podamos “poner de acuerdo”. Con toda razón, no se puede desdeñar la idea
de que el ser que puede ser comprendido es lenguaje, pues allí está el eje central
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que ayuda a direccionar muchas de las cosas oscuras que subyacen en las
sociedades donde el consumo y la información reinan sin entablar un diálogo
auténtico con el otro.
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agonística entre dos oponentes para entrever quién es más inteligente, quién
tiene más experiencia en este tipo de escenarios. La lógica ha creado los
instrumentos para que unos desarrollen mejores silogismos que otros, la
escolástica consolidó la disputa y la filosofía analítica ha puesto en el curso de la
filosofía el análisis lógico y gramatical del lenguaje en un sistema de proposiones.
Pero se ha venido olvidando la función mayéutica que éste posee, es decir, la
capacidad de desentrañar lo que los interlocutores traemos. Llámese historia,
tradición, pasado, precomprensión, prejuicios. La filosofía debe procurar superar
el deseo de erudición, para poder llegar a acuerdos, o mejor, para iluminar cada
filosofía a la luz de lo que sé o he aprendido; incluso, a la luz del contexto cultural
y social. El presente de la filosofía se hace manifiesto sólo en el hecho de que
seamos capaces de decirle algo a las personas insertas en el mundo de la
tecnología (sociedad de la información) y en el mundo mercantil (sociedad del
consumo) y a las “ciencias duras”, con el fin de cruzar experiencias y destacar lo
que realmente importa, lo que genera sentido; de lo contrario, el mundo y los
hombres entramos en un proceso regido por dominantes y dominados, donde
unos poseen la razón y saben lo qué están haciendo y los demás debemos
limitarnos a callar. De ahí que ambas situaciones cada hombre debe escuchar,
comprender y a la vez interpretar. En la sociedad, en la política, cuando nos
acercamos a un texto se hace evidente este tema, la necesidad de escucharnos,
de comprendernos.
Por último, lo que hemos intentado rastrear con ayuda de Gadamer es la causa de
estos problemas que se han comentado; es decir, el problema del conocimiento y
en consecuencia de la verdad. Cuando en el ámbito humano se elabora y se
despliega la idea de que sólo lo válido para el conocimiento es el método
científico, las otras experiencias que apuntaban a la búsqueda de la realización
humana quedaron relegadas a un simple especular. Se convirtieron en una fuerza
pero sin vitalidad. Desde entonces el hombre ha puesto su confianza en esa
forma de conocer y ya poco o nada las ciencias humanas le dice. ¿Dónde queda
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el problema ético en el plano de la individualidad y en lo social? ¿Dónde queda la
importancia de interpretar y dar sentido a la vida? En suma, ¿vale la pena filosofar
hoy? El reto, en este sentido, para la filosofía es grande, debe constituir un
verdadero diálogo filosófico entre partes iguales y distintas, debe contestar a la
pregunta: ¿Qué tipo de hombre queremos en nuestra sociedad? Sin duda este es
un trabajo hermenéutico por hacer.
BIBLIOGRAFÍA.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
80
¾ ______________. (1992), Verdad y Método II, Manuel Olasagasti (trad.),
Salamanca, Ediciones Sígueme, 1992.
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BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
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2002); p. 25-30.
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perspectivas de H-G. Gadamer y K.-O. Apel”. En: Diálogos, No. 86 (Jul., 2005);
p. 33-62.
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Experiencia”. En: Ideas y Valores, No. 120 (Dic., 2002); p. 41-78.
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Jaime Aspiunza. Madrid: Alianza Editorial, 1999.
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ensayo de hermenéutica analógica”. En: Analogía filosófica, No. 1(Ene-Jun.,
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