Meditación en La Tradición Teosófica
Meditación en La Tradición Teosófica
Meditación en La Tradición Teosófica
Ricardo Llaves
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Sé que la expresión “Higher Self”, traducida por los primeros teósofos españoles como “Yo Superior”, no
gusta mucho a nuevos traductores, que prefieren el “Sí-Mismo Superior”. Sin embargo, la expresión, aparte
de más simple e inteligible, ya se ha impuesto en el mundo hispánico, por lo que la adopto.
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trampolines para saltar al vacío de la plenitud sin forma, que personalizamos con la
expresión “Yo Superior”, pero que en realidad es un No-Yo, o un Nosotros Todos. En este
sentido, meditar no es reflexionar, pensar en ideas o conceptos sublimes, o favorecer
emociones grandiosas, o imaginar paisajes metafísicos (“No se alcanza por razonamiento o
por algún proceso cerebral”, al decir de HPB): hay que ir más allá de la sensación, de la
emoción, del pensamiento y de la imaginación y más bien activar la totalidad de un espacio
cognoscente sin forma.
hay una larga sección, “The heart”, a veces traducida como “Meditación en el corazón”2, de
la cual traduzco y entresaco estos fragmentos iluminadores, que todo teósofo comprometido
debería poner en práctica para así generar gnosis, conocimiento directo e intuitivo,
fundamento último de cualquier apropiación intelectual o ética subsiguiente:
Concéntrate en la idea del Yo Superior, digamos por media hora al principio. No permitas
otros pensamientos. Gradualmente serás capaz de unir tu consciencia con el Yo Superior.
El Yo Superior siempre ha de ser buscado dentro. Buscarlo afuera es un error fatal.
…
El esfuerzo que ha de ser hecho es alcanzar el más alto estado posible del que seas capaz y
sostenerte ahí.
…
Al adquirir el poder de concentración el primer paso es uno de vacío. Sigue entonces,
gradualmente, la consciencia, y finalmente el pasaje entre los dos estados se hace tan
rápido y fácil que casi no se nota.
…
La gran dificultad que ha de ser superada es el registro del conocimiento del Yo Superior
en el plano físico. Para lograr esto, el cerebro físico debe estar completamente vacío a
todo lo que no sea la Consciencia Suprema.
…
Tu mejor método es concentrarte en el Maestro como un Hombre Viviente dentro de ti.
Crea su imagen en tu corazón y un foco de concentración tal como para soltar todo sentido
de existencia física en ese único pensamiento (fragmento atribuido por H.P.B. al Maestro
K.H.)
[Si bien en este texto H.P.B. favorece el chakra del corazón como área meditativa, en La
Voz del silencio también presenta la posibilidad de trabajar en la zona de la cabeza:
Aquieta tus pensamientos y fija la atención en tu Maestro, a quien todavía no ves, pero a
quien tú sientes. Funde tus sentidos en un solo sentido, si quieres estar seguro contra el
enemigo. Por medio de este sentido único, que está oculto en la concavidad de tu cerebro,
es como puede mostrarse ante los ofuscados ojos de tu alma el escarpado sendero que a tu
Maestro conduce.
El Maestro referido es por supuesto el Yo Superior, Atma-Buddhi. Igual que con la noción
de Dios, que Blavatsky impersonaliza con términos como Deidad o Principio Absoluto,
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Por ejemplo, el Hno. José Ramón Sordo tradujo dicha sección y la publicó en la revista Atma Vidya, por él
dirigida, en un número sin fecha dedicado a “¿Cómo meditar según las enseñanzas de H.P. Blavatsky y sus
Maestros”, que incluye el “Diagrama de meditación”. La fuente es el Volumen XII de los Collected Writings
de H.P.B., pp. 694-97. Tanto la traducción de Sordo como el volumen XII son accesibles en internet.
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también con la noción de Maestro evita centrarse en figuras personales, incluidos sus
propios maestros M. y K.H., y prefiere reforzar la idea del Yo Superior como el verdadero
maestro de cada buscador espiritual.]
…
Un sentido de libertad es una de las marcas de la Consciencia Superior y el esfuerzo de
voluntad que se necesitó para silenciar el cuerpo es el mismo que se necesita para olvidar
el dolor. Ningún hombre pasa por la misma experiencia que otro al efectuar la unión con
el Yo Superior.
…
El verdadero Yo Superior es “el Guerrero” aludido en Luz en el Sendero [el libro de
Mabel Collins]; él nunca actúa en este plano, donde el agente activo, el actor verdadero es
Manas. Esta unión con el Yo Superior es el mejor medio de matar el “sentido de
separatividad”, y por lo tanto el hombre debe volverse el esclavo del Yo Superior.
…
El Yo Superior es sin figura, sin sexo, sin forma. Es un estado de consciencia, un hálito, no
un cuerpo o forma.
…
Cada uno debe crear para sí mismo un Maestro. Háganlo nacer y denle forma objetiva
delante de ustedes en la Luz Astral. Si él es un Maestro real, enviará su Voz. Si no es un
Maestro real, entonces la Voz será la del Yo Superior. Cada quien recibirá de acuerdo con
sus propios méritos y desarrollo.
…
He aquí el consejo dado por muchos Adeptos: cada día y tan a menudo como puedas, al ir
a dormir o al despertar, piensa, piensa, piensa en la verdad de que tú no eres el cuerpo, el
cerebro, o el cuerpo astral, sino que tú eres ESO, y “ESO” es el Alma Suprema. Por medio
de esta práctica gradualmente matarás la falsa noción que nos acecha de que lo falso es
verdadero y que lo verdadero es falso. Por la persistencia en ella, por el sometimiento
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…
Despierta, despierta en ti el significado de “Tú eres Eso”. Tú eres el Yo [Superior]. Esta es
la cosa a pensar en la meditación, y si tú lo crees, entonces dile a los demás lo mismo. Tú
lo has leído antes, pero ahora trata de concretarlo más y más cada día y obtendrás la luz
que necesitas… Si buscas sabiduría seguramente la obtendrás, y eso es todo lo que
necesitas.