Curso de Autorrealización de Ananda en Español: Primera Parte: Iniciación A La Meditación
Curso de Autorrealización de Ananda en Español: Primera Parte: Iniciación A La Meditación
Curso de Autorrealización de Ananda en Español: Primera Parte: Iniciación A La Meditación
EN ESPAÑOL
Lección 3
APRENDE A RELAJARTE
Principios
1 P-I, Lecc.3
El primer paso para alcanzar este estado profundo es la relajación. La relajación es
el resultado de retirar la tensión y la energía de cualquier zona del cuerpo; éste es un
proceso que, normalmente, está bajo nuestro control. Para alcanzar una meditación
profunda tenemos que aprender a relajarnos profundamente, lo que requiere el control
consciente de la fuerza vital. Más adelante, en esta lección, aprenderemos una técnica
que nos permite relajar el cuerpo totalmente y que nos llevará a superar el primer
obstáculo en la meditación, que es la tensión física. Mantener el cuerpo relajado y sin
moverse cuando se está meditando, es el primer paso para alcanzar estados más
profundos de consciencia.
Después debemos relajar la mente, éste es el mayor reto para superar la inquietud
mental. Cuando se intenta meditar nos damos cuenta de que nuestra mente vaga de un
lado a otro, no porque estemos meditando, sino simplemente porque estamos lo
suficientemente en silencio para observar cómo la mente enlaza constantemente un
pensamiento con otro en una asociación libre asombrosa. La forma de superar la
inquietud mental es a través de la concentración. Hay varias técnicas yóguicas muy
efectivas para mejorar la concentración, entre ellas las más eficaces son las técnicas que
trabajan con la respiración.
Uno de los mayores regalos que el yoga ha dado a la humanidad ha sido el
descubrimiento de la unión que existe entre la energía, la respiración y la mente.
Cuando se transforma una de las tres las otras también cambian. Si se agita una de ellas
las otras dos también se agitan y al contrario, si se calma una de ellas las otras dos
también se calman. Se puede notar que si la mente se agita, por un susto repentino por
ejemplo, la respiración se acelera y quizá también se note cómo los músculos se llenan
de energía para pasar a la acción. La próxima vez que veas una película que juegue con
tus emociones, observa los cambios en este ciclo de mente/respiración/energía.
La respiración es el más exterior de estos tres elementos y debido a ello es el más
fácil de controlar. Controla tu respiración y verás que rápidamente influye en tus
pensamientos. Esta verdad puede ser aplicada a cualquier situación, no solamente a la
meditación. Un estudiante de estas enseñanzas que estaba encargado del entrenamiento
de los nuevos policías en el departamento de San Francisco, en California, les dijo a sus
estudiantes que si querían tener control en una confrontación potencialmente peligrosa,
primero tenían que alcanzar el control de sí mismos. Para ayudarles a conseguir que se
controlaran a sí mismos, les enseñó cómo observar la respiración y también a hacer
respiraciones lentas y profundas. Comprobaron que esta técnica tan sencilla era
asombrosamente efectiva. Pruébala tu mismo la próxima vez que te encuentres en una
situación tensa.
El control de la respiración y la respiración en si misma, son la parte central
de las prácticas de yoga. Durante este curso aprenderás una serie de técnicas para
controlar la respiración que en sánscrito se llaman "Pranayama". Aquí te ofrecemos
unas técnicas sencillas pero efectivas para ayudarte a estar más relajado para la
meditación.
2 P-I, Lecc.3
Técnicas
Respiración Diafragmática
Es importante aprender a respirar correctamente y esto significa aprender a respirar
con el diafragma. El diafragma es un músculo situado entre los pulmones y la cavidad
abdominal, tiene forma de bóveda y su función es ayudar a los pulmones para que el
aire entre y salga de ellos. La forma en la que lo hace es la siguiente; al inspirar se
contrae y se aplana, creando un vacío que permite a los pulmones llenarse al máximo de
capacidad, al mismo tiempo empuja a los músculos abdominales hacia afuera. Cuando
espiramos el diafragma se relaja, adoptando su forma natural de bóveda. Observa cómo
se eleva y desciende el estómago de un bebé cuando respira y verás este proceso natural
en acción. Muchos adultos, debido a la tensión, la enfermedad o el deseo de tener una
cintura estrecha, se resisten a este proceso natural y tienen que volver a aprenderlo.
La respiración diafragmática puede realizarse en cualquier posición, pero es más
fácil aprenderla de nuevo cuando estamos más relajados y eso sucede cuando estamos
tumbados.
Túmbate en el suelo con los brazos estirados a ambos lados del cuerpo y con las
palmas de la manos mirando hacia arriba. A algunas personas les resulta más fácil
relajar el diafragma doblando las rodillas y poniendo las plantas de los pies en el suelo.
Relájate completamente, en especial la zona del estómago y el abdomen. Ahora respira
lenta y profundamente concentrándote en el diafragma y sintiendo cómo el estómago se
eleva cuando inspiras y desciende cuando espiras. Relaja cada vez más los músculos del
estómago y utiliza el diafragma; este músculo, y no los músculos del estómago, es el
que hace que el abdomen suba y baje.
3 P-I, Lecc.3
y concentrarte en la relajación del estómago, dejando que se hinche y se deshinche.
Cuando sepas respirar correctamente, podrás respirar con el diafragma en cualquier
lugar. Quizá te lleve un par de semanas acostumbrarte a respirar con el diafragma, pero
viendo los resultados, te darás cuenta de que vale la pena hacer el esfuerzo de aprender
la técnica. Asegúrate de que cuando meditas respiras con el diafragma.
Cómo hacerla:
4 P-I, Lecc.3
Posturas para estirar y relajar la columna
5 P-I, Lecc.3
mantenerla hasta un minuto, relajándote completamente y respirando con normalidad.
Eleva la cabeza despacio hasta quedarte sentado sobre las piernas, relájate un momento
y después estira las piernas hacia delante, sacúdelas y relájalas.
Relajación Profunda
Quizá necesites tapar el cuerpo con una manta cuando hagas la relajación profunda,
ya que la temperatura del cuerpo desciende.
Nos tumbamos en el suelo con los brazos estirados a lo largo del cuerpo, palmas
hacia el techo. Practica la respiración diafragmática durante unos minutos, relajándote
cada vez más profundamente. Asegúrate de que eliminas la tensión en la zona
abdominal, sintiendo cómo se eleva y desciende el abdomen, como las olas del mar.
Ahora nos concentramos en relajar individualmente las distintas partes del cuerpo,
comenzando por los pies y subiendo lentamente hasta la cabeza. Te será útil imaginar
que cada parte que relajas se llena de espacio y luz. A algunas personas les sirve de
ayuda sentir que el cuerpo se hace más pesado en vez de más ligero; experimenta y
descubre qué es más efectivo para ti.
Empezamos por los pies, relájalos todo lo posible, eliminando la tensión. Después
sigue por las pantorrillas, presta atención a la parte posterior de las rodillas; sube a los
muslos, las nalgas y las caderas, el abdomen, el estómago y el pecho, la parte baja de la
espalda, la parte alta. Continúa relajando el cuello, la mandíbula, la lengua, las mejillas
y finalmente los ojos y los párpados. Mantén este estado de relajación durante unos
minutos. De vez en cuando revisa tu cuerpo y elimina posibles zonas de tensión. Ahora
siéntate, pero mantente en este estado de relajación. Puedes cerrar los ojos un momento
y disfrutar de la tranquilidad interior que se generó.
6 P-I, Lecc.3
Centrar la Mente
Uno de los principios de Yogananda, que estudiaremos con más detenimiento en
lecciones posteriores, es: “Cuanto mayor es la fuerza de voluntad, mayor es el flujo de
energía”. Es fácil ver la aplicación de este principio en el plano físico, pero también
puede llevarse al plano mental. Mentalmente enviamos o retiramos energía de un punto
dependiendo de la atención que pongamos en él. Creamos tensión mental cuando los
pensamientos están agitados o nos sentimos preocupados. Es más, una mente tensa es
una mente ineficaz.
La concentración de la mente es muy importante cuando se habla de meditación; es
más, la meditación no comienza hasta que concentramos la mente. Ésta es una técnica
de respiración que te ayudará a concentrar la mente.
Escuchar y Enfocarse
7 P-I, Lecc.3
Intenta ir más allá de tus pensamientos y observa tus sentimientos. A medida que te
tranquilices te darás cuenta de que los pensamientos surgen de una emoción
determinada: ansiedad o preocupación, esperanza o miedo, amor o compasión. Observa
estos sentimientos, pero no te identifiques con ellos. Simplemente sé más consciente de
la obra de teatro de tu consciencia.
Mantén tu mente enfocada completamente en el presente. Deja el pasado con sus
recuerdos, remordimientos, la tendencia a pensar: “¡Si pudiera cambiar esa
experiencia!”. Simplemente acepta lo que ha pasado, pues, de cualquier forma, no se
puede cambiar. Deja también los pensamientos del futuro. No permitas que tu mente
piense en planes y proyectos. Observa los sentimientos que subyacen al futuro. Deja que
se vayan las expectativas y la ansiedad que, inevitablemente, lo acompañan. Mantente
en el “aquí y ahora”.
A medida que te interiorices más, te darás cuenta de ciertas tendencias
fundamentales de tu conciencia. Sentirás la gran paz que acompaña al silencio interior.
Sentirás un amor muy expansivo que irradiará hacia el mundo entero y descubrirás una
sensación de alegría que no depende de ninguna situación externa: Simplemente ES.
Medita en estas cualidades, siente cómo se expanden dentro de ti hasta llenar tu
conciencia, disipando cualquier tendencia a la agitación de la mente. ¡Absórbete en el
silencio interior!
Rutina
Añade las nuevas técnicas que has aprendido a tu rutina diaria de meditación. El
casete 1B te guiará en estas prácticas.
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Hoy haz lo siguiente
• Medita utilizando las nuevas técnicas de respiración que has aprendido.
• Revisa el horario de meditación y haz los cambios necesarios.
Teléfono: 1-530-478-7569
E-mail: info@anandaespanol.org
Página Internet: http://www.anandaespanol.org
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