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Mision Adultos 3T

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División Norasiática del Pacífico

3er trimestre 2018

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 1


Contenido Q
E
COREA DEL SUR
5 Poseída por veinte espíritus..................................................... 7 de julio si
lo
7 Conquisté a dos pastores ...................................................... 14 de julio re
g
9 Me convertí en adventista .................................................... 21 de julio
d
11 El sábado llena el vacío........................................................ 28 de julio p
ta
JAPÓN li
id
13 ¡Perdóname, padre! ........................................................... 4 de agosto d
ch
15 Jesús pesca al pescador .................................................... 11 de agosto
17 Madre de cientos ............................................................. 18 de agosto n
7
19 Conquistado en la universidad adventista............................. 25 de agosto p

MONGOLIA ci
m
21 Un joven conquista una iglesia ..................................... 1º de septiembre m
7
23 El mejor trabajo del mundo .......................................... 8 de septiembre
25 No quiero enseñar .................................................... 15 de septiembre m
n
CHINA L
fi
27 Una segunda vida....................................................... 22 de septiembre p
d
RECURSOS q
vi
29 Programa del decimotercer sábado............................... 29 de septiembre
ja

d
d
m

2 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


Querido director de la OPORTUNIDADES
Escuela Sabática: La ofrenda del decimotercer sábado de este
trimestre ayudará a construir:
• un centro eclesiástico urbano integral en
Este trimestre hablaremos de la Divi­ China;
sión de Asia Pacífico Norte, que incluye a
• la primera Iglesia Adventista en Sejong,
los países de China, Japón, Mongolia, Co­ Corea del Sur;
rea del Norte y del Sur, y Taiwán. Esta re­
• un internado en Ulán Bator, Mongolia;
gión es el hogar de más de 1.600 millones
de personas, siendo así la región con mayor • un centro de capacitación de evangelismo
población para la Iglesia Adventista, pero
juvenil en la iglesia Setagaya, en Tokio,
Japón;
también la menos alcanzada por el evange­
lio, ya que solo el 3% de sus habitantes se • seis centros de salud en Taiwán.
identifican como cristianos. El otro 97%
dicen ser budistas, sintoístas, musulmanes,
chamanes, taoístas o ateos. RECURSOS ESPECIALES:
La División de Asia Pacífico Norte tie­ Si desea hacer un poco más dinámica
ne una membresía adventista de unas su Escuela Sabática este trimestre, contác­
704.000 personas. Es decir, un adventista tenos directamente a: mcchesneya@gc.ad­
por cada 2.292 personas. ventist.org para solicitar fotos en alta reso­
La División estableció un objetivo de lución que acompañen las historias que se
cinco años para aumentar la membresía a un presentarán en este trimestre. Podrá mos­
millón de personas para el 2020. Esta es una trarles las fotos a los miembros en una
meta ambiciosa para un territorio que ganó computadora o dispositivo móvil mientras
77.841 miembros desde 2011 hasta 2015. les presenta la historia misionera.
“Aún tenemos muchas oportunidades Este trimestre, Misión Adventista jóve-
misioneras en nuestro territorio. Pero estas nes y adultos contiene apenas una muestra
no estarán para siempre”, dijo Jairyong de las emocionantes historias misioneras
Lee, el anterior Presidente de la División, a recopiladas en la División de Asia Pacífico
finales del año 2015, cuando anunció el Norte. Si desea conocer otras historias fasci­
plan para alcanzar el blanco de un millón nantes de esta División, visite la página de
de miembros. “Mientras es de día, tenemos Internet bit.ly/nsd-archive [en inglés], donde
que hacer el trabajo del que me envió; pues encontrará las historias clasificadas por país.
viene la noche, cuando nadie puede traba­ También puede descargar la versión en
jar” (Juan 9: 4, DHH). PDF del folleto trimestral Misión Adven­
Los proyectos del decimotercer sábado tista en: bit.ly/adultmission y darnos un
de este trimestre se eligieron con la finali­ “Me gusta” en: Facebook.com/missionquar-
dad de alcanzar esta meta de un millón de terlies, así como descargar los videos de Mi­
miembros. ssion Spotlight en: bit.ly/missionspotlight.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 3


Si conoce alguna otra forma eficaz de C
compartir las historias misioneras, compár­ Consejero: Carlyle Bayne. Director: Pablo Marcelo Cla-
tala con nosotros a través del correo elec­ verie. Redactor de la edición castellana: Ekel Collins.
trónico que aparece arriba. ¡Gracias por
MISIÓN ADVENTISTA. JÓVENES Y ADULTOS es una
publicación trimestral editada por su propietaria, la
P
alentar a los miembros de su iglesia a ser Asociación Casa Editora Sudamericana, para el Depto.
misioneros! de Escuela Sabática de las divisiones Sudamericana e
Interamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo d
Día. Impresa mediante el sistema offset, en talleres cr
Andrew McChesney, propios de Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG si
Editor de Misión Adventista Florida Oeste, Buenos Aires, República Argentina. to
Domicilio legal: Uriarte 2429, C1425FNI, Ciudad te
Autónoma de Buenos Aires. Tercer trimestre del año n
2018 (julio-septiembre de 2018). sa
Año 109, Nº 3.
m
–109781–
b
REGISTRO NACIONAL CORREO ARGENTINO
DE LA PROPIEDAD Suc. Florida (B) y en
INTELECTUAL Central (B)
Nº 5339358
es
IMPRESO EN LA FRANQUEO A PAGAR
co
ARGENTINA Cuenta Nº 10272

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L

S
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S

4 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


Corea del Sur 7 de julio

Poseída por veinte espíritus


Shi Wu es oriunda de Daegu, una ciudad importante

Shi Wu Noh, 55 años


de Corea del Sur. Desde niña sufría de dolores de cabeza
crónicos, y aunque había completado sus estudios univer­
sitarios, se había casado y tenía una hija, no se sentía del
todo feliz. Su vida era un constante batallar con los fuer­
tes dolores de cabeza que la atormentaban, y los médicos
no habían podido ayudarla. En reiteradas oportunidades visitó los templos budistas, pen­
sando que si se convertía en monja budista podría encontrar alivio a sus males, pero los
monjes siempre la enviaban de regreso a casa.
Así que decidió recurrir a un chamán, una persona que se comunicaba con los espíritus
buenos y malos. Durante la sesión, el chamán le dijo que el fantasma de un niño había
entrado en la habitación justo antes de que ella lo hiciera. Según el chamán, se trataba del
espíritu de su hermano, que había muerto de una lesión en la cabeza y era el causante de los
continuos dolores que ella estaba sufriendo.
Shi Wu sabía que había tenido un hermano, pero conocía muy poco sobre él pues había
muerto antes de que ella naciera. Así que visitó a su madre y esta le confirmó que su herma­
no había muerto de una lesión en la cabeza, por lo que decidió volver a visitar al chamán y
siguió sus consejos con la esperanza de encontrar alivio para sus dolores. Él le recomendó
dejarse poseer por un espíritu y convertirse en chamana, pero le advirtió que si se negaba,
su pequeña hija sería atormentada por ese mismo espíritu.
Shi Wu decidió entonces convertirse en chamana. Para ser poseída, debía rezar durante
cien días y hacer una peregrinación a las montañas, donde tanto ella como su esposo y el
chamán habían nacido. También debía rezar tres horas por las noches y dos horas en las
madrugadas, y tomar baños de agua fría para purificar su cuerpo.
De esta manera, Shi Wu terminó siendo poseída, pero no por un espíritu, sino por
veinte. Abrió un santuario para los veinte espíritus y pasó los siguientes veinte años de su
vida leyendo la suerte, curando enfermedades y consultando los espíritus de los muertos.
Todo indicaba que era buena en su trabajo. Si alguien venía con dolor de estómago, ella se
lo diagnosticaba. Si alguien tenía dolor en el pecho, le diagnosticaba problemas cardíacos.
Luego les prescribía amuletos, oraciones y exorcismos, y los síntomas desaparecían.
Con ese trabajo logró reunir una fortuna, pero a pesar de ello no se sentía feliz.
Si bien sus dolores de cabeza habían desaparecido, ahora sufría dolores corporales perma­
nentemente y se había apoderado de ella una marcada psicosis, un trastorno mental en el
que los pensamientos se ven tan afectados que la persona pierde el contacto con la realidad.
Su esposo y sus hijos la abandonaron, y ella intentó suicidarse en varias oportunidades.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 5


CÁPSULA INFORMATIVA donaron. Entonces comenzó a sentirse va­ C
cía y asustada sin el altar y también a pre­
• A los coreanos les encanta el kimchi, un
plato tradicional coreano fermentado hecho
de vegetales. Existen cerca de 250 tipos
guntarse si realmente existía un Dios más
poderoso que sus antiguos dioses. Enton­
C
diferentes de esta exquisitez, el kimchi de ces, recordó a una mujer adventista del sép­
repollo, de rábano y hasta de pepino. timo día que en cierta ocasión le había ha­
pe
blado de Jesús, así que decidió buscarla y
• En lugar de calentadores, los surcoreanos
pedirle ayuda. co
tienen calefacción a través del suelo. Lo lla-
man “ondol” (que significa piedra caliente). La mujer puso a Shi Wu en contacto ti
El calor pasa a través de tuberías debajo del con un pastor retirado. A medida que estu­ S
piso. Es una tecnología antigua, pero el 90% diaba la Biblia y aprendía sobre el verdadero p
de las casas coreanas aún la usan. estado de los muertos, comenzó a entender se
• El número 4 se considera de muy mala suer- que había estado sirviendo a Satanás. Final­ m
te en Corea. De hecho, en los ascensores el mente, rindió su corazón a Cristo y fue bau­ al
botón para el cuarto piso se representa con tizada en el año 2016. Shi Wu está decidida d
la letra F (de “Four”) o simplemente no se a no darle cabida a Satanás en su vida nunca b
coloca. más. Se ha tomado muy en serio las palabras
de Jesús registradas en Lucas 11:24: “Cuan­ ra
do el espíritu impuro sale del hombre, anda
por lugares secos buscando reposo; pero, al m
Un día, tuvo un accidente mientras con­ no hallarlo, dice: ‘Volveré a mi casa, de don­
ducía y debido a ello estuvo hospitalizada de salí’ ”. Por eso, ora y lee la Biblia todas las
durante un mes. El accidente marcó un cam­ el
mañanas y, por primera vez en su vida, está le
bio importante en su vida y esto la inquietó experimentando paz y alegría. en
muchísimo. Se preguntaba por qué podía En Marcos 5 se relata la historia de un
predecir el futuro de otras personas, pero no hombre a quien Jesús liberó de demonios y M
podía evitar sus propias desgracias. “¿Por qué luego le dijo: “Vete a tu casa, a los tuyos, y co
los dioses a los que he servido durante veinte cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha he­ u
años no pueden protegerme? –pensó–. Si es­ cho contigo y cómo ha tenido misericordia si
tos dioses no pueden mantenerme a salvo, de ti” (vers. 19). Del mismo modo, Shi Wu le
¿cómo puedo confiar en ellos?” proclama en las iglesias adventistas de Corea P
Shi Wu les rezaba para que su fe se for­ del Sur lo que Jesús ha hecho por ella. Y todos y
taleciera, pero no sentía ningún cambio. Así los que escuchan su historia se maravillan.
que, frustrada, prendió fuego a su altar y Por Byung Ju Lee, director de Ministerios p
proclamó que ya no serviría a esos dioses y Personales y Escuela Sabática de la Conferencia la
los veinte espíritus que la poseían la aban­ de la Unión Coreana. p
h

p
m
es

6 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


a­ Corea del Sur 14 de julio

ás

Conquisté a dos pastores

[Pídale a una mujer que relate este testimonio en primera

persona].

Ji Suk Kim, 64 años


y Mi nombre es Ji Suk Kim. Dos colportores evangéli­
cos y yo visitábamos las casas ofreciendo literatura cris­
o tiana en un pueblo cercano a Seúl, la capital de Corea del
u­ Sur. Mientras caminábamos por una calle, vimos una
o pancarta que anunciaba un retiro para estudiantes del
er seminario de una denominación observadora del domingo. Sentimos curiosidad y decidi­
l­ mos indagar para saber de qué se trataba. La dirección impresa en la pancarta nos condujo
u­ al hogar de un matrimonio encargado de pastorear una congregación perteneciente a una
a de las denominaciones dominicales más grandes de Corea del Sur. Por supuesto, ignorá­
a bamos esto cuando llamamos a su puerta.
as –Somos de la Casa Publicadora Coreana, y estamos aquí para compartir algo de lite­
n­ ratura –les dije.
a Para mi sorpresa, el esposo reconoció el nombre de la editorial adventista e inmediata­
al mente nos preguntó:
–¿Por qué asisten a la iglesia los sábados?

Les relaté la historia de la creación registrada en Génesis y les expliqué que Dios creó
as
el mundo en seis días y descansó en el séptimo, el sábado, y lo santificó. Les entregué una
á lección de un curso bíblico por correspondencia y prometí volver con la segunda lección
en una semana.
n Cuando regresé la siguiente semana, me di cuenta de que este hombre, llamado Ki Jo
y Moon, sabía mucho de la Biblia y un tiempo después supe que tenía treinta años sirviendo
y como pastor, y su esposa, unos diez años. En vista de ello, en mi siguiente visita no les llevé
e­ una lección de la Biblia, sino que les ofrecí completamente gratis la serie El conflicto de los
ia siglos, escrita por Elena de White, cofundadora de la Iglesia Adventista. Esta atractiva co­
u lección consta de cinco libros, organizados en un práctico estuche: Patriarcas y profetas,
ea Profetas y reyes, El Deseado de todas las gentes, Hechos de los apóstoles y El conflicto de los siglos,
os y tiene un costo de 300.000 won surcoreanos, unos 265 dólares estadounidenses.
Sin embargo, el pastor parecía tener un interés especial por el libro de Daniel, y me
os preguntó si en algún momento podríamos conversar sobre los temas proféticos. Así que, en
a la siguiente visita, llevé comentarios de los libros de Daniel y Apocalipsis. Un tiempo des­
pués, el pastor me envió un mensaje de texto que decía: “Siento que durante toda mi vida
he estado estudiando la Biblia a un nivel muy superficial. ¿Podrías llevarme a tu iglesia?”
¡Por supuesto que lo llevé! El pastor parecía disfrutar mucho de los servicios de la iglesia,
pues regresó en varias oportunidades. Pero luego dejó de asistir y esto comenzó a inquietar­
me. Me preguntaba qué habría sucedido y cada vez que lo llamaba se excusaba diciendo que
estaba demasiado ocupado o que no se sentía bien. Luego, descubrí que su esposa le había

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 7


CÁPSULA INFORMATIVA ción en las que los asistentes podrían tomar
varios jugos recién preparados para depurar
C
• Corea del Sur tiene 715 iglesias y una los órganos de su cuerpo.
membresía de 247.143 personas, en una
población de 75.916.000 habitantes.
Cuando le comenté al pastor sobre las
sesiones de desintoxicación, me dijo:
M
Esto significa que hay un adventista por –Será mejor que hables con mi esposa.
cada 307 personas. Entonces, llamé a su esposa, la invité al p
• El 50% de los habitantes de Corea afirman curso y aceptó ir con su esposo. Esta fue la
no pertenecer a ninguna religión organiza- primera vez que demostró interés en alguna a
da. El 28% de la población es cristiana y actividad de la Iglesia Adventista. d
el 16%, budista. Posteriormente, la pareja aceptó una in­
• El área metropolitana de Seúl, conocida vitación a asistir a una semana de evangelis­ te
como “Área Capital de Seúl”, es el hogar mo. El esposo parecía impresionado por el d
de más de 25 millones de personas. Esta mensaje, pero aún no estaba seguro de que­ b
es la tercera ciudad más grande del mundo. rer unirse a la iglesia. Por ello, los invité de
a
nuevo a una segunda serie de evangelismo.
ta
Asistieron cada noche y luego me dijeron:
prohibido ir a la Iglesia Adventista. Le había –Este mensaje es irresistible.
u
reclamado fuertemente, diciendo: Ocho años después de habernos cono­
D
–Eres pastor. ¡Qué vergüenza! No de­ cido, en febrero del año 2017, los esposos
berías estar haciendo esto. fueron bautizados juntos en la Iglesia Ad­
Pero a pesar de ello, no desistí, seguí ventista. ¡Realmente la Palabra de Dios y
m
llamándolo e invitándolo a la iglesia. nuestro mensaje de salud tienen un poder
T
Aproximadamente siete años después impresionante para transformar vidas!
C
de nuestro primer encuentro, llamé al pas­ Ji Suk Kim tiene ahora 64 años, y es col-
su
tor y lo invité a asistir a una serie de semi­ portora evangélica a tiempo completo en Co-
p
narios sobre salud que se dictarían en una rea del Sur. La próxima semana escucharemos
Y
de las iglesias adventistas. Los seminarios esta misma historia desde la perspectiva de Ki
incluían sesiones especiales de desintoxica­ Jo Moon. c
S

en
p

A
es
m
v

8 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


ar Corea del Sur 21 de julio
ar

as Me convertí en adventista
. [Pídale a un hombre que presente este informe en primera

Ki Jo Moon, 71 años
al persona].
a Mi interés por la Iglesia Adventista comenzó mucho
a antes de que una colportora evangélica tocara a la puerta
de mi hogar, en Corea del Sur.
n­ Como pastor de una importante denominación pro­
s­ testante, intentaba conocer y entender los puntos de vista cristianos aceptados por otras
el denominaciones, así que continuamente leía y comparaba la literatura de las iglesias Pres­
e­ biteriana, Metodista y Adventista. Poco a poco comencé a notar que muchos de los libros
e
adventistas habían sido escritos por Elena de White, y me preguntaba por qué se le prestaba
o.
tanta atención a una mujer que había fallecido hacía tanto tiempo.
Para ese entonces, había comenzado a sentir que algo faltaba en mi iglesia. Le pregunté a
un importante pastor, por qué no les enseñábamos a nuestros alumnos del seminario sobre

Daniel y Apocalipsis. Y él me respondió:
os
–Porque no sabemos mucho sobre esos libros.

Mientras buscaba respuestas, me enfrasqué en una batalla contra las sectas religiosas. La
y
mayoría de los cristianos en Corea del Sur consideran a estos tres grupos como sectas: los
er
Testigos de Jehová, la Iglesia Adventista del Séptimo Día y un grupo denominado Nuevo
Cielo y Nueva Tierra. Conocí a un joven que se había unido a este último y no lograba per­
l-
suadirlo a desistir de su fe. Incluso, un día me presenté en su sede y compartí con ellos algunos
o-
pasajes bíblicos. En otra oportunidad, traté de evangelizar a un grupo de Testigos de Jehová.
os
Y finalmente decidí aprender más sobre los adventistas para poder refutar sus enseñanzas.
Ki
Fue entonces cuando una colportora, Ji Suk Kim visitó mi hogar. Cuando se identificó
como representante de una editorial adventista, inmediatamente pensé: “¡Gracias, Señor!
Siento curiosidad por los adventistas y me has traído una a casa”.
Kim me entregó un folleto. Por lo general, yo tiraba a la basura esa clase de literatura. Pero
en aquella ocasión pensé: “Tal vez encuentre algún rastro de verdad allí. Y si lo encuentro,
podría llegar a conectarme espiritualmente con esta señora y conquistarla para mi iglesia”.

¿ES ESTA UNA SECTA?


Tiempo después quise visitar la iglesia de Kim con la intención de comprobar si la Iglesia
Adventista era simplemente una secta, como lo enseña mi denominación. Durante un tiempo
estuve asistiendo en secreto, pero cierto día mi esposa encontró un boletín de la iglesia entre
mis posesiones y estalló un conflicto entre nosotros. Desde entonces, buscaba la forma de
volver a la iglesia sin hacer enojar a mi esposa; entonces, cuando Kim me invitó a una serie de

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 9


CÁPSULA INFORMATIVA Los seminarios de salud suavizaron la ac­
titud de mi esposa hacia los adventistas. Más
C
• Corea del Sur tiene una población de 51 adelante, asistimos a unas reuniones de evan­
millones y un área territorial de cerca de
100.000 kilómetros cuadrados, por lo
gelización sobre Daniel y Apocalipsis. En mi
interior pensaba: “Esto es tan diferente. En
E
que constituye una de las regiones del mi iglesia se habla de todo, pero este pastor
mundo con mayor densidad de población: me está sirviendo un manjar espiritual”.
unas 500 personas por km2. Compare pe
Luego de las reuniones, el evangelista me
estas cifras, con las de Estados Unidos, invitó a considerar el bautismo, pero mi espo­
que tiene una densidad de población de sa me recomendó esperar. Me recordó que no si
33 personas por km2. solo era pastor, sino también un líder en la p
• En Corea, se considera que una persona iglesia. Seguí su consejo y decidí esperar hasta u
tiene un año al nacer. completar el período como presidente de la ci
unión local de la denominación a la que per­
• La Universidad Sahmyook fue fundada en
tenecíamos, para luego bautizarme. zó
1906 por misioneros adventistas estadouni- El siguiente sábado, mi esposa faltó
denses. Comenzó como una pequeña insti- m
a la iglesia porque no se sentía bien. En la re
tución educativa llamada Euimyung College, tarde, un hermano adventista nos visitó con
con la finalidad de mejorar la educación de q
la intención de infundirle ánimo a mi esposa.
los trabajadores de la iglesia en Corea. Estu- Mientras hablábamos nos dijo:
vo cerrada en dos oportunidades, durante el n
–¡Necesitan bautizarse!
dominio japonés y nuevamente durante la Miré a mi esposa con recelo y contesté: u
Guerra de Corea. Actualmente, tiene 5.787 –Estaré orando por eso. Si es la voluntad p
alumnos, de los cuales el 86 por ciento no de Dios, me bautizaré. en
son adventistas. Pero mi esposa, mirando el calendario
que colgaba de la pared dijo:
seminarios sobre salud en su iglesia, pensé –El 4 de febrero parece una buena fecha.
que tal vez esos seminarios podrían ser de in­ ¡No podía creerlo! ¡Mi esposa, la que me
terés para mi esposa, así que le sugerí a Kim había disuadido de bautizarme hacía apenas q
que la invitara directamente. una semana, ahora quería ser bautizada! W
Nuestras vidas se han llenado de alegría es
Sabía que mi esposa nunca aceptaría ir a
desde que nos bautizamos en febrero de
un sermón de otra denominación religiosa, ll
2017. Espero con entusiasmo la llegada de
pero un seminario discreto parecía ser una
cada sábado, para escuchar el sermón y tener EL
buena opción para presentarle la Iglesia Ad­ el gozo de compartir con mis hermanos.
ventista. Quería que viera que los adventis­ Yo pretendía conquistar para mi fe a la
tas son amistosos y siempre saludan afec­ in
colportora adventista, pero a través de ella
tuosamente a los visitantes. Quería también o
Dios terminó convirtiéndonos en adventistas
que presenciara las comidas de confraterni­ y en integrantes de su pueblo remanente.
dad. En mi congregación, los pastores siem­ m
Ki Jo Moon, tiene ahora 71 años. Sirvió
pre se sientan a la cabecera de la mesa espe­ como pastor durante 37 años en una denomina-
rando ser servidos, pero los pastores ción que guarda el domingo. La próxima sema-
adventistas se sirven sus propios platos y na escucharemos esta historia desde la perspecti-
buscan un lugar desocupado para sentarse. va de su esposa.

10 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


c­ Corea del Sur 28 de julio
ás

mi
n
El sábado llena el vacío
or [Pídale a una mujer que lea este testimonio en primera

Sun Ae Byun, 64 años


persona].
me
Dios me ha utilizado durante años para plantar igle­

o sias en Corea del Sur. Yo trabajaba de la siguiente forma:
la predicaba en un grupo pequeño, este crecía hasta tener
ta unas cuarenta personas y se convertía en una congrega­
la ción, y entonces Dios me guiaba para comenzar una nueva iglesia en otro lugar.
r­ Sin embargo, aunque estaba trabajando para Dios, sentía que algo faltaba en mi cora­
zón. Me llenaba de alegría mientras predicaba o participaba en las reuniones de reaviva­
ó miento, pero luego me embargaba un profundo vacío. Con la esperanza de llenar mis ca­
la rencias espirituales, estudié teología y me convertí en pastora a tiempo completo, al igual
n que mi esposo. Pero aun así me sentía vacía.
a. Cierto día, una colportora adventista se presentó en nuestra casa y compartió con
nosotros un poco de literatura cristiana. Desde entonces, mi esposo comenzó a asistir a
una Iglesia Adventista. Al principio pensé que estaba asistiendo a otra iglesia dominical,
d pero me parecía extraño que lo hiciera en sábado. Entonces, mientras limpiaba su oficina,
encontré un boletín de la Iglesia Adventista y comprendí lo que estaba haciendo.
o No dije nada ese día. Tampoco el siguiente, que era domingo. Pero el lunes lo confronté:
–¡Eres pastor! ¿Cómo puedes ir a esa secta?
a. –No entiendes –respondió él–. No se trata de una secta. Ellos tienen la verdad.
me Después de escuchar sus palabras, comencé a leer secretamente los libros adventistas
as que mi esposo tenía en casa. La colportora nos había regalado varios libros de Elena de
White. La lectura de esos libros hería mi orgullo como pastora, así que los leía cuando mi
ía esposo no estaba en casa y los devolvía rápidamente a la estantería cuando lo escuchaba
de
llegar en su automóvil.
de
er EL INTERÉS CRECE
Mi interés en las enseñanzas adventistas iba en aumento. Una tarde, la colportora me
la
invitó a asistir a unas conferencias sobre salud en la Iglesia Adventista. Pensé: “Esta es mi
la
oportunidad para comprobar si los adventistas realmente son una secta”.
as
Los seminarios de salud duraron varios días. Al tercer día, una mujer chino-coreana se
me acercó y me dijo:

–Pastora, la gente dice que esta iglesia es una secta. ¿Qué piensa usted?
a- Dentro de mí pensé: “Es una secta”. Pero me sentí sorprendida al escucharme decir:
a- –No, no es una secta. Esta iglesia tiene la verdad, incluyendo el sábado bíblico.
i- No tenía idea de por qué dije eso.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 11


CÁPSULA INFORMATIVA UN MENSAJE DE JESÚS Ja
• Son Heung Cho, el primer misionero Aunque quería unirme a la iglesia, no
adventista en Corea, era en realidad un
coreano que se había convertido al adven-
estaba segura sobre el bautismo, porque ya
había sido bautizada, al igual que mi espo­ ¡
tismo en 1904 cuando vivía en Japón. so. Así que pedí dirección divina sobre este
asunto y oré preguntándole a Dios: “¿Por
• La Unión Coreana supervisa el trabajo de qué tengo que hacer esto de nuevo?” Dios en
la iglesia en Corea del Sur y está com- pareció responderme: “Debes resolver esto
puesta por la Asociación Coreana Centro por ti misma”. Finalmente, comprendí que n
Oriental, la Asociación Coreana Centro debía volver a bautizarme porque había pe­
Occidental, la Asociación Coreana del Su- 1
cado al no guardar el sábado.
deste, la Asociación Coreana del Suroeste te
Para esos días, un miembro de la Iglesia
y la Asociación Coreana Central. Adventista nos visitó un sábado en la tarde.
Mientras hablábamos, nos dijo a mi esposo p
y a mí que debíamos ser bautizados. Mi es­ y
poso le respondió que oraría sobre el asun­ c
La mujer chino-coreana estaba to, pero sinceramente ya no encontraba p
impresionada.
ninguna razón para seguir orando al res­
–Si es así, quiero asistir a su iglesia con
pecto. Así que sugerí que nos bautizáramos
mi hija –me dijo.
en febrero del año 2017. ¡Y así lo hicimos!
–No, no, mi iglesia está muy lejos –le
Mi sueño ahora es que mis siete herma­ d
dije–. Mejor vengan a esta iglesia. Les irá
nos acepten la verdad del sábado. También d
bien aquí.
quisiera viajar hasta lo más recóndito del p
Más tarde descubrí que esa mujer se
país, donde muchos nunca han escuchado
había bautizado. ¡Así que ella se convirtió
el mensaje adventista, para enseñarles sobre
en mi primera alma conquistada para la m
el verdadero día de reposo del Señor. Por
Iglesia Adventista, a pesar de que yo no era Á
favor, oren por nosotros y por nuestro anhe­
miembro todavía de ella! d
lo de plantar nuevas iglesias adventistas.
Cuando terminaron los seminarios de ig
salud, asistí por primera vez a un servicio en Hoy en día, ya no me siento vacía. Lo
que faltaba en mi vida era la verdad del sá­ za
sábado. Quería encontrar algo, cualquier
detalle, que me permitiera declarar que esa bado. ¡Jesús ha llenado mi corazón de
iglesia era una secta. Pero no pude encon­ alegría! ra
trar nada. Me sorprendió descubrir que las Sun Ae Byun tiene ahora 64 años, sirvió a
doctrinas adventistas están completamente durante quince años como pastora en una de- tr
fundamentadas en la Biblia. nominación que guarda el domingo. in
U

co
so

12 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


Japón 4 de agosto
o
a
o­ ¡Perdóname, padre!
e
or [Pídale a una mujer joven que lea este testimonio

Horita Risa, 24 años


os en primera persona].
o Yo no fui criada en la fe cristiana. Durante mi vida
e nunca había pensado en Dios, al igual que muchos de los
e­ 127 millones de habitantes de Japón, mi país natal. Pero sí
tenía muchos pensamientos sobre mi padre: no lo quería.
a
e. Mis padres se divorciaron cuando yo era una jovencita. Decidí vivir con mi madre,
o pero visitaba a mi padre los fines de semana. Cuando tenía catorce años, mi padre enfermó
s­ y debía pasar los fines de semana cuidándolo. No quería ser su enfermera. Era una situa­
n­ ción muy estresante. Yo era joven y tenía muchos proyectos y actividades. Me quejaba,
a preguntándome: “¿Por qué yo?” Y cada vez que veía a mi padre, le decía:
s­ –Te odio.
os Lloraba mucho. Creo que mi padre también lloraba. Y tiempo después, falleció.
! Decidí mudarme a Los Ángeles, Estados Unidos, para estudiar animación. Pero antes
a­ de que comenzara la universidad, visité a unos primos en Chicago. Ellos eran adventistas
n del séptimo día y me invitaron a ir a la iglesia el sábado, y realmente me gustó. Esa fue mi
el primera experiencia con una iglesia cristiana.
o
Cuando comencé a estudiar no tenía tiempo para ir a la iglesia. Pasaron seis meses, y
re
mis primos siempre me preguntaban si había encontrado una Iglesia Adventista en Los
or
e­ Ángeles. Finalmente, saqué tiempo para asistir a la iglesia filipina en Glendale. Mi plan ese
día era escuchar el sermón y luego irme a casa a hablar con mi madre por Skype. Pero la
o iglesia estaba llena de jóvenes de mi edad que me retuvieron cuando intenté irme. Almor­
á­ zamos juntos y me invitaron a pasar la tarde con ellos.
e Mis nuevos amigos me llamaron al día siguiente. Querían que compartiéramos un
rato esa tarde también. Me llamaban todos los días, y me intrigaba saber por qué eran tan
ó amables conmigo. Después de un tiempo, comprendí que Dios nos muestra su amor a
e- través de sus hijos cristianos y que mis amigos procuraban mostrarme el amor de Dios. Me
interesé en aprender más de su fe, así que les hice muchas preguntas sobre Dios y la Biblia.
Una de mis amigas era obrera bíblica y se ofreció a darme estudios bíblicos.
Amaba a mis amigos y quería ser bautizada, pero no podía olvidar el trato que le había
dado a mi padre. Deseaba poder pedirle perdón.
Una noche, tuve un sueño. Vi a mi padre tirado en el piso. Su cara se notaba muy pálida,
como si estuviera al borde de la muerte. Me miró, pero no pronunció palabra alguna. Me
sorprendió mucho la forma en que me miraba, y pensé: “Oh, no, ¡él nunca me perdonará!”

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 13


CÁPSULA INFORMATIVA Ese sueño eliminó la única barrera que
me impedía aceptar el bautismo. Com­
Ja
• Japón es un archipiélago o cadena de is-
las en el extremo oriental de Asia. Posee
cuatro islas mayores: Hokkaido, Honshu,
prendí que Dios podía perdonar y experi­
menté su amor a través de los miembros de J
la iglesia. Encontré el significado de 1 Juan
Shikoku y Kyushu; y unas 4.000 islas
menores. 4:12: “Si nos amamos unos a otros, Dios
en
permanece en nosotros y su amor se ha per­
• Tres de las placas tectónicas que forman
feccionado en nosotros”.
la corteza de la tierra se encuentran cerca p
Tres meses después del sueño, mis pri­
de Japón y a menudo se mueven, chocan- d
do una con la otra, causando terremotos. mos volaron desde Chicago para acompa­
ñarme a celebrar mi bautismo. Estaban te
Más de mil terremotos cada año sacuden
a Japón. Este país posee alrededor de sorprendidos, pero muy felices por mi
decisión. el
200 volcanes, de los cuales 60 están
Actualmente, tengo 24 años y trabajo p
activos.
para una organización no gubernamental p
• El sintoísmo es la religión más importante ta
en Japón. Aunque es practicada por el cerca de Tokio. Decidí no trabajar en ani­
mación, porque en Japón la animación se co
80% de la población, solo un pequeño
porcentaje se identifica con ella en los usa principalmente para videojuegos y no É
censos. quiero invertir mi tiempo en ese tipo de
profesión. Trabajo como terapeuta de arte
para niños. En esta organización se utiliza
La noche siguiente se repitió el mismo
la terapia artística para ayudar a los niños a
sueño. De nuevo vi a mi padre tirado en el superar traumas, como por ejemplo, los re
piso. Pero esta vez sonrió y me dijo: asociados al terremoto que sacudió el norte o
–Gracias. de Japón en el año 2011. li
Al despertar, me dije: “¡Mi padre me ha Ahora estoy orando fervientemente g
perdonado!” Y entendí que así mismo ac­ para que mi madre acepte a Jesús. También p
túa Dios con nosotros. Aunque no siempre estoy orando por mi iglesia en Tokio. La
nos comportamos de la manera correcta, Iglesia Setagaya está adiestrando a jóvenes m
Dios nos ama y nos perdona. adventistas japoneses como yo para difun­ sa
Cuando mi padre dijo: “Gracias” en el dir el evangelio en todo Japón. Parte de la m
ofrenda del decimotercer sábado de este tri­
sueño, sentí la alegría de la salvación por ve
mestre ayudará a la iglesia a expandir su
primera vez. Desapareció el pesar que había “N
trabajo con los jóvenes.
en mi corazón y sabía que había sido per­ En el enlace: bit.ly/forgive-me-father, en-
donada. Cuando desperté, oré: “Gracias, contrará un video de 50 segundos [en inglés]
Dios mío. Jesús me ha perdonado. Puedo en el que Horita Risa comparte su y
sentir el amor de Jesús”. testimonio.
al

si

14 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


e Japón 11 de agosto


e Jesús pesca al pescador
n

Darlene Thiessen, 45 años


[Pídale a un hombre que presente este informe
os
en primera persona].

Mi corazón se llenó de alegría cuando vi a Sadayuki, un
i­ pescador de 48 años, bautizarse en la remota isla japonesa
a­ de Tsushima. Después de trabajar como pescador desde que
n tenía quince años, acababa de ser pescado por Jesús.
mi Conocí a Sadayuki cuando me pidió un cigarrillo en
el estacionamiento de un supermercado. Mi esposa y yo vivimos con nuestras dos hijas
o pequeñas en Tsushima, una isla con 30.000 habitantes ubicada a medio camino entre Ja­
al pón y Corea del Sur. Somos pioneros de Misión Global: laicos que se ofrecen como volun­
i­ tarios para trabajar, por lo menos durante un año, con el propósito de establecer una
e congregación en una zona no penetrada por el evangelio, pero dentro de su misma cultura.
o Éramos los únicos adventistas del séptimo día cuando llegamos a la isla hace siete años.
e Sadayuki tocó la ventanilla de mi automóvil, sorprendiendo a mis dos hijas y a mí.
e –¿Podría darme un cigarrillo? –preguntó.
a –Lo siento. No tengo cigarrillos –le respondí inmediatamente.
a Generalmente respondo de esa manera cuando me piden algo así. Pero el extraño pa­
os recía estar tan triste y desesperanzado que, mientras se alejaba, invité a mis hijas a que
e oráramos por él. Después de orar, pensé: “¿Qué pasaría si le entregara a ese hombre una
literatura adventista?” Revisé el automóvil en busca de alguna, pero no me quedaba nin­
e guna, después de haber repartido un montón dos días antes. Entonces, oré nuevamente
n para que Dios hiciera algo.
a Cuando abrí los ojos, vi en el piso del automóvil uno de los folletos que buscaba. Estaba
es muy maltratado, porque mi pequeña hija lo había pisoteado sin darse cuenta. Pero el men­
n­ saje aún era legible, y no disponía de nada más para compartir. Así que tomé de la mano a
a mis dos hijas y corrimos detrás del hombre. Cuando lo alcanzamos, vino a mi mente un

versículo de la Biblia. Eran las palabras del apóstol Pedro, cuando le dijo a un mendigo:
u
“No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy” (Hech. 3: 6). Así que le dije:
n- –Lo siento. No tengo un cigarrillo para darle, pero tengo esto.
s] Me preguntaba si el hombre aceptaría ese folleto todo maltrecho. Lo tomó sin vacilar
u y lo leyó frente a mí. Luego me agradeció profusamente.
–Para ser sincero –dijo–, me disponía a visitar una iglesia cercana para preguntar si hay
alguna esperanza para mi vida. Pero usted vino a mí antes de que yo pudiera llegar allí.
Cuando escuché esto, me sorprendí. Tuve la certeza de que nuestro encuentro había
sido planeado divinamente. Invité al hombre a estudiar la Biblia todos los días y le pregunté

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 15


CÁPSULA INFORMATIVA Sadayuki se bautizó en el año 2015. Fue Ja
La cocina japonesa utiliza grandes cantida- la segunda de tres personas que han acepta­
des de arroz, pescado y verduras, pero muy
poca carne. Tienen una dieta baja en grasa
do a Jesús a través del bautismo desde que
mi familia se mudó a esta isla. Ya no consu­
M
y en productos lácteos, lo que la convierte me alcohol. Sueña con abrir un programa
en una de las más saludables. Esto explica
de Alcohólicos Anónimos para ayudar a ye
por qué los japoneses viven en promedio,
co
más tiempo que cualquier otra persona del otras personas con el mismo problema.
cu
mundo. Algunas veces, mi esposa y yo nos senti­ ed
• La lucha sumo es el deporte nacional mos tentados a desanimarnos, por las gran­ u
de Japón. Para ganar en este deporte, des dificultades que enfrentamos al compar­ n
el luchador debe forzar a su oponente a ce
salir del cuadrilátero o a tocar el suelo con tir el evangelio en una población que sigue
cualquier parte de su cuerpo que no sea la las tradiciones budista y sintoísta. Pero al
planta de los pies. pensar en el rostro sonriente de Sadayuki,
• El cristianismo llegó al Japón traído por ta
recordamos que los caminos de Dios no son
misioneros jesuitas en el año 1549. En la B
nuestros caminos y que él puede dirigirnos a se
actualidad, solo entre el 1 y el 2% de la
población es cristiana. aquellos que buscan la verdad. a
• En Japón hay 97 iglesias con una mem- Misión Global cuenta con más de 2.500
te
bresía de 15.151 personas. Con una po- pioneros voluntarios, que han venido traba- a
blación de 125.310.000 habitantes, hay jando desde 1990 para establecer más de re
8.270 japoneses por cada adventista.
11.000 nuevas congregaciones adventistas del
lo
séptimo día. Kimiyoshi, mejor conocido por d
si necesitaba algo para comer. Podríamos
darle comida todos los días también. El sus amigos como “Kimi”, es uno de esos pione- su
ros. Kimi nunca planeó ser un pionero de tr
hombre aceptó gustosamente venir a mi
g
casa a estudiar la Biblia. Misión Global. Cuando obtuvo su licencia
q
Sadayuki se presentó al día siguiente para como piloto pensaba que viajaría como misio-
que estudiar juntos. Y estuvimos haciéndolo nero, pero Dios tenía otros planes. Él aún añ
durante tres meses. Me contó que había lu­ b
juega con aviones. En el enlace: bit.ly/pra-
chado contra la depresión y el alcoholismo. p
ying-for-students1 puede ver a Kimi jugando d
Había tratado de suicidarse dos veces con una
en su clase con un avión de papel. También p
sobredosis de pastillas, pero los médicos le ha­
bían salvado la vida milagrosamente en am­ puede leer dos historias adicionales relaciona-
g
bas ocasiones. Le dije que Dios no le permiti­ das con él en el folleto trimestral de Misión p
ría morir sin antes conocer el amor de Jesús. adventista: Niños.
te
n
at

16 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


ue Japón 18 de agosto

ue

Madre de cientos

Mayumi Nagano, 58 años


a Mayumi es hoy día una de las adventistas más influ­
a yentes en Japón. Ella creció al lado de un padre alcohóli­
co y una madre con trastornos mentales. Así que nadie la
cuidaba cuando era niña. En dos ocasiones, primero a la
i­ edad de tres años y luego a los cinco años, volcó sobre sí
n­ una tetera llena de agua hirviendo que estaba en la coci­
r­ na. El agua caliente empapó su cuerpo, dejándole cicatri­
ces permanentes.
ue “Dios me salvó la vida dos veces”, afirma Mayumi.
al Cuando tenía nueve años, su madre desapareció y nunca más la volvieron a ver.
i, El primer rayo de esperanza para Mayumi llegó cuando estaba en sexto grado. Un es­
tadounidense se mudó a la casa contigua a la suya, y le enseñó a hablar inglés y a leer la
n
Biblia. Ella se sorprendió mucho cuando leyó la Regla de Oro pronunciada por Jesús, que
a se encuentra registrada en Mateo 7:12: “Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan
a ti. Esa es la esencia de todo lo que se enseña en la ley y en los profetas” (NTV).
“Cuando leí ese versículo, supe que había encontrado un incentivo para seguir adelan­
0
te”, dice Mayumi. “No podía cambiar mi pasado. Mi piel llena de cicatrices nunca volvería
a- a ser como antes. Pero comprendí que podía dar a otros niños el amor que habría querido
de recibir de mis padres”.
el Fue entonces cuando en su mente comenzó a formarse la idea de trabajar en favor de
los niños. Pero aún le faltaba atravesar varias décadas difíciles. Se casó a los 21 años y se
or divorció 10 años después. Se convirtió en alcohólica y fumadora empedernida. Intentó
e- suicidarse. A los 38 años se casó nuevamente y comenzó a reconstruir su vida. Encontró
de trabajo en una guardería, pero la conmovían ciertas situaciones que observaba allí. La
guardería había establecido reglas muy estrictas para recibir a los niños y muchos padres
a
que no podían faltar a su trabajo hacían lo posible por evadirlas.
o- Por ejemplo, en una oportunidad, el personal de la guardería rechazó a un bebé de un
n año con fiebre. La madre estaba desesperada porque no tenía permiso para faltar a su tra­
bajo. A la mañana siguiente, regresó afirmando que el bebé ya estaba bien. Mayumi no
a-
podía entender cómo el niño se había recuperado tan rápido. Encontró la respuesta cuan­
o do llegó el momento del cambio del pañal. La madre había insertado un supositorio anal
n para mantener la temperatura corporal baja.
a- “Esto está mal”, pensó Mayumi. Así que se propuso comenzar su propio negocio de
guardería con mejores políticas de atención al cliente. Se haría cargo de los niños sin im­
n poner ninguna condición, aceptaría incluso a los que tuvieran fiebre.
La guardería, ubicada en la casa de Mayumi, estaba abierta las 24 horas del día, duran­
te todo el año. Quinientas familias la inundaron con solicitudes para los diez cupos dispo­
nibles. Tenía una demanda cincuenta veces superior al número que podía manejar, porque
atendía a los niños en cualquier circunstancia. Si alguno tenía fiebre o cualquier otro síntoma

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 17


CÁPSULA INFORMATIVA esbelta y saludable. Su carácter también cam­
bió: lucía feliz todo el tiempo. Los amigos, los
Ja
• La Unión de Japón comprende la Asocia-
ción de Japón Oriental y la Occidental,
y la Misión de Okinawa.
padres e incluso los niños de las guarderías
anteriores le preguntaban qué le había sucedi­ C
• La tasa de alfabetismo de Japón es casi
do. Mayumi entonces les hablaba sin reservas l
acerca de Jesús. Gracias a su influencia, alre­
del 100%. dedor de treinta de los niños que había cuida­
do en las otras guarderías, ahora adolescentes ti
de enfermedad, enviaba una niñera a domici­ o adultos jóvenes, están estudiando en las es­ c
lio para evitar que los otros niños pudieran cuelas adventistas. Ja
contagiarse. “Aconsejé a mis niños asistir a las escuelas a
Pero mientras Mayumi cuidaba con es­ adventistas, años después de que dejaran la U
mero a los niños ajenos, comenzó a tener guardería, ¡y muchos escucharon mi conse­ n
problemas con los propios. Tenía dos hijas y jo!”, dijo. Esta influencia ha resultado tan v
la menor se negaba a asistir a sus clases de positiva, que unos 45 de sus antiguos niños y
cuarto grado. Se quejaba de recibir maltra­ sus padres han sido bautizados en los últimos d
tos por parte de las maestras de la escuela cuatro años. p
pública: la llamaban tonta, la castigaban Actualmente, Mayumi y su personal ma­
con golpes en el hombro o el brazo, e inclu­ nejan una importante guardería en Tokio, v
so en una ocasión la maestra de música la que atiende a cincuenta niños, principalmen­ p
golpeó en la cabeza con una pandereta. te de familias no cristianas. Entre sus planes m
Para resolver esos problemas, comenzó está abrir también un centro de estilo de vida
a buscar otras opciones escolares, hasta que para niños con dificultades como el TDAH v
encontró una escuela adventista cercana. (Trastorno por Déficit de Atención e Hipe­
Según Mayumi, esa escuela era como el pa­ ractividad) y el Síndrome de Asperger. re
raíso, en comparación con la escuela públi­ La pregunta para nosotros es: ¿Cómo es­ su
ca. Los profesores eran muy cariñosos. Su tamos usando nuestra influencia? Oremos
hija se adaptó rápidamente a la nueva escue­ para que Dios nos ayude a ser decididos, p
la y, varios años más tarde, fue bautizada. 1
como lo hizo con Mayumi, para ganar almas
Pronto Mayumi, su esposo y su hija mayor
también se bautizaron. para Cristo.
n
Después del bautismo, ocurrieron cam­ Puede ver un video sobre Mayumi, de 16 m
bios positivos en la vida de Mayumi. Bajó segundos, en el enlace: ro
bastante de peso y adquirió una apariencia bit.ly/mother-to-hundreds
sa

e
c

e
a
v

18 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


m­ Japón 25 de agosto
os
as
i­ Conquistado en
as la universidad adventista

Yasuki Aoki, 42 años


a­ Aoki, de 18 años, nunca había conocido a un cris­
es tiano. Tampoco había tenido una Biblia en sus manos
s­ cuando se inscribió en la única universidad adventista en
Japón. Ni siquiera sabía, cuando sus padres pagaron por
as adelantado el equivalente a dos años de matrícula, que la
la Universidad Saniku Gakuin era una institución cristia­
e­ na. Aoki solo sabía que quería aprender inglés, y esa uni­
n versidad tenía una buena reputación.
y Así que se sorprendió mucho al escuchar, durante su primera noche en el dormitorio
os de varones, una voz que anunciaba por el altoparlante: “Es hora de la adoración nocturna,
por favor, diríjanse todos al salón de reuniones”.
a­ Aoki siguió a los otros alumnos hasta el salón de reuniones. En su vida él nunca había
o, visto una Biblia o un himnario y, por supuesto, tampoco poseía ninguno. Escuchó un
n­ poco desconcertado mientras los otros estudiantes cantaban y luego los vio abrir hábil­
es mente sus Biblias.
da “Todos sabían el himno excepto yo –nos cuenta–. Todos sabían cómo encontrar los
H versículos de la Biblia, excepto yo. No entendía nada”.
e­ Cuando terminó la actividad de adoración, Aoki quiso regresar a su casa. Pero luego,
recordó que sus padres habían pagado su matrícula por dos años y decidió esperar. Ese fue
s­ su primer contacto con el cristianismo.
os Muchos japoneses, como Aoki, nunca han conocido a un cristiano. Solo el 1% de la
s, población, conformada por 127 millones de japoneses, son cristianos y de ellos solo
15.151 son miembros de la Iglesia Adventista. La mayoría de los habitantes son budistas.
as
Aoki no era budista cuando ingresó a la universidad adventista. Simplemente, no tenía
ningún interés en los temas espirituales. Pero sus maestros y sus compañeros de clase fueron
6 muy amables con él. Le explicaron gustosamente la esencia del cristianismo. “Y como se hicie­
ron mis amigos, tuve una buena impresión del cristianismo y de los cristianos”, nos cuenta.
Disfrutaba asistir a la iglesia y conversar con sus nuevos amigos. También comenzó a
salir con una chica adventista. Pero no veía ninguna razón para ser bautizado.
Después de dos años de estudio, recibió su licencia para enseñar inglés. Su deseo era
enseñar en la universidad adventista, pero sabía que para ello primero tendría que hacerse
cristiano. Eso significaba que necesitaba estudiar la Biblia.
Aoki decidió inscribirse como estudiante de teología. Su intención no era convertirse
en pastor. Solo quería estudiar la Biblia para poder cumplir con su propósito de enseñar
allí. Tan pronto como completó los trámites para estudiar teología, el capellán de la uni­
versidad lo llamó a su oficina.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 19


CÁPSULA INFORMATIVA –Cuando vuelvas la próxima semana, M
debes decidir la fecha de tu bautismo.
• En el antiguo Japón era habitual que las
U
Aoki llamó a su novia adventista, que se
mujeres ennegrecieran sus dientes con
colorante, ya que los dientes blancos se encontraba enseñando en una escuela pri­
consideraban feos. Esta práctica persistió maria en otra ciudad, y le explicó la situa­ u
hasta finales del siglo XIX. ción. Le preguntó cuándo podría asistir a su
• Hay tres escuelas de enfermería adventis- bautismo. Como ella solo tenía un día libre
tas en Japón, y todas llevan en su nombre en los siguientes meses, Aoki eligió ese día ig
la palabra Saniku (三育). Esta palabra para su bautismo. sa
es la combinación de 三 (san, que signifi- su
Actualmente, Aoki tiene 42 años y es
ca “tres”) y 育 (iku, que significa “nutrir d
líder en la Unión de Japón. También es el re
o criar”); es decir, “lograr la plenitud” en
pastor de la única iglesia de jóvenes adven­ d
tres aspectos: el físico, el intelectual y el
tistas del país, la Iglesia Setagaya de Tokio,
espiritual.
que capacita a los jóvenes como obreros que
comparten y predican el evangelio. Parte de cu
–¿Cuáles son tus planes? –le preguntó
el capellán–. ¿Quieres convertirte en la ofrenda del decimotercer sábado de este
ch
cristiano? trimestre ayudará a la iglesia a expandir su Ig
–Tal vez algún día llegue a ser cristiano, trabajo con los jóvenes. ac
pero no ahora –respondió Aoki. Aoki afirma que el secreto para llevar a n
El capellán miró a Aoki de cerca y le los jóvenes japoneses a los pies de Cristo es ci
dijo: el amor, el mismo principio que lo atrajo a
–Si piensas ser cristiano algún día, de­ to
Cristo en la universidad adventista. ci
bes serlo desde hoy mismo. ¿Por qué pos­
ponerlo? Nadie sabe lo que depara el futu­ “No fue la Biblia la que me enseñó que
ro. Deberías ser bautizado ahora. Dios es amor –dice–. Fueron mis amigos y
Aoki y el capellán estuvieron discutien­ maestros quienes me lo enseñaron primero, cr
do el tema durante varias horas. Él entendía n
a través de sus amorosas palabras y
la postura del capellán. Finalmente le dijo: al
acciones”. p
–Por favor, deme más tiempo. Necesito
pensar. Aoki comparte su testimonio en un video
Pero el capellán no estaba dispuesto a de 40 segundos, que puede ver a través del en-
dejarlo ir tan fácilmente. Así que le dijo: lace: bit.ly/stranded-at-adventist-college
as

ta
la
co
ti
h

co

20 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


a, Mongolia 1º de septiembre

Un joven conquista
e

Bumchin Erdenebat, 27 años


a­ una iglesia
u
re Bumchin, un chico de octavo grado, quería asistir a la
a iglesia cuando su familia se mudó a una ciudad montaño­
sa en una zona rural de Mongolia. El problema era que en
su nueva ciudad no existían iglesias adventistas. Sus pa­
es
dres eran budistas, al igual que la mayoría de los 10.000
el residentes de la ciudad. Encontró una iglesia cristiana que se reunía los domingos en la casa
n­ de su nuevo maestro de matemáticas.
o, Pero Bumchin tenía miedo de ir a la casa de su maestro de matemáticas.
e “Yo era malo en matemáticas, así que me preocupaba tener que ir a su iglesia”, nos
e cuenta.
No muchas personas en Mongolia han oído hablar de la Iglesia Adventista, pero Bum­
e
chin la conocía bien. En su antigua ciudad, había asistido a los servicios de adoración de la
u Iglesia Adventista por invitación de un pariente adventista. Luego, el pastor lo llevó a una
actividad para jóvenes adventistas en Ulán Bator, la capital de Mongolia. Durante esta reu­
a nión, aprendió que se necesitaban misioneros en Mongolia, así que, al mudarse a la nueva
es ciudad, comenzó a preguntarse cómo podría ser un misionero allí.
a Mientras Bumchin reflexionaba sobre sus próximos pasos, adquirió el hábito de escalar
todas las mañanas una montaña cercana a su casa. En la cima de la montaña, cantaba can­
ciones cristianas y oraba a Dios para que lo guiara.
e “Por favor, Dios, úsame”, era su constante oración.
y Una mañana, después de orar, bajó de la montaña y se fue directamente a la iglesia
o, cristiana dominical. Se sintió un poco incómodo cuando, al entrar, notó que era el único
niño en una habitación con veinte adultos. Sin embargo, comenzó a sentirse más cómodo
y
al escuchar hablar a los adultos. Había mucho desaliento. La iglesia estaba a punto de cerrar
para siempre.
o –Esta es la última reunión de nuestra iglesia –dijo uno de los miembros.
n- –¿Para qué continuar con tan pocos miembros? –dijo otro.
Los miembros de la iglesia se sentían desanimados porque muchos habían dejado de
asistir a adorar los domingos.
Entonces, Bumchin se levantó, abrió su Biblia en 1 Corintios 15:58 y leyó: “Por lo
tanto, mis queridos hermanos, sigan firmes y constantes, trabajando siempre más y más en
la obra del Señor; porque ustedes saben que no es en vano el trabajo que hacen en unión
con el Señor” (DHH). Luego dio un estudio bíblico sobre la esperanza que todos los cris­
tianos deben tener. Los miembros de la iglesia escucharon atentamente mientras el niño
hablaba, y cuando terminó, exclamaron:
–¡Este ya no será nuestro último encuentro! ¡Será la primera reunión de un nuevo
comienzo!

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 21


úsame para convertir a los miembros de la
CÁPSULA INFORMATIVA iglesia en adventistas”. Al poco tiempo, la
M
• El hogar tradicional en Mongolia es cono- membresía de la iglesia aumentó a 27 perso­
cido como “ger”, o “yurta” por la palabra
rusa “yurt”. El ger es un tipo de carpa que
nas. Los compañeros de clase de Bumchin
también habían comenzado a asistir a los
E
consiste en una armazón de madera cu- servicios.
bierta con fieltro. Está hecha de materiales Al final del año, los 27 miembros de la n
muy ligeros para facilitar su transportación. iglesia viajaron a la iglesia del pastor adven­ d
• Mongolia es conocida como “la tierra de tista para participar en un programa espe­ P
los jinetes”, pues hay más caballos que cial de Navidad. Cuando regresaron a sus d
personas en el territorio nacional. Los hogares, votaron unánimemente para con­ m
caballos se utilizan para el transporte vertir su iglesia en una Iglesia Adventista. en
Esta ha sido la única oportunidad, hasta
y también para obtener carne. pl
ahora, en que toda una iglesia se ha conver­ d
• La penetración adventista en Mongolia tido, en los 27 años de historia de la Iglesia U
se inició en el año 1926, por misioneros Adventista en Mongolia. ap
rusos. La membresía de la nueva iglesia había
• La primera publicación adventista en Mon- aumentado a 40 para el momento en que gu
golia fue un himno, mimeografiado en la Bumchin, ya adulto, se trasladó a Ulán Ba­ D
imprenta de la Misión Rusa en Harbin, tor. A sus 27 años, no ha dejado de plantar
Manchuria. Tiempo después, circularon iglesias adventistas. Actualmente, es un pio­ d
cuatro folletos pequeños. nero de Misión Global y el líder de la única d
iglesia de Conquistadores en Mongolia, que
él y su esposa abrieron en el año 2012 en su
Unos días después, varios miembros de casa, una yurta tradicional de Mongolia. La m
la iglesia acompañaron a Bumchin a escalar Iglesia Adventista de Khutul cuenta con ib
la montaña para orar. una asistencia promedio de 60 personas, in­ ti
El niño contactó al pastor de su antigua cluidos 45 conquistadores. Fue ordenada ra
Iglesia Adventista y lo invitó a predicar so­ como iglesia oficial en marzo de 2017 y sus
bre las creencias fundamentales adventistas primeros diez bautismos tuvieron lugar en p
en la iglesia dominical. El pastor aceptó, junio del mismo año. ga
siempre y cuando Bumchin lo ayudara, así En cuanto al maestro de matemáticas de q
que entre los dos realizaron exposiciones de octavo grado de Bumchin, aún enseña mate­
la Biblia una vez al mes, durante los siguien­ máticas. Pero como ahora vive en Ulán Ba­ se
tes seis meses. tor, enseña en la Escuela Tusgal, la única es­ Je
“Mi intención no era convencer a los cuela adventista en Mongolia, la cual recibió
miembros de la iglesia dominical para que la ofrenda del decimotercer sábado en 2015. u
se convirtieran en adventistas –cuenta ¿Qué quiere hacer Bumchin ahora? ig
Bumchin–. Simplemente me uní a ellos en Quiere plantar nuevas iglesias en Mongolia. y
la adoración y la oración”. Puede ver y escuchar a Bumchin Erdene- S
Pero también cambió la oración que bat cantando la canción cristiana que le gusta- en
realizaba diariamente en la cima de la mon­
ba cantar en la cima de la montaña de Mon-
taña. En lugar de solo pedirle a Dios que lo ca
golia cuando cursaba el octavo grado. Video
usara, comenzó a orar: “Por favor, Señor, p
enlace: bit.ly/eighth-grader-converts-church

22 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


a Mongolia 8 de septiembre
a

Enkhmandakh “Mandakh”, 28 años



n
os
El mejor trabajo del mundo
La Iglesia Adventista es joven en la Mongolia poscomu-
a nista. Los primeros misioneros adventistas, un matrimonio
n­ de Adventist Frontier Missions, ingresaron al país en 1991.
e­ Para ese entonces, Mongolia era el hogar de unos tres millones
us de personas. Allí, la iglesia cuenta con 2.177 miembros, la
n­ mayoría son jóvenes que enfrentan el reto de ser los primeros
a. en haber sido bautizados en sus respectivas familias. Esto im-
a plica varios desafíos para la iglesia, especialmente en lo que respecta a la consolidación y retención
r­ de miembros, como lo ilustra la historia de un joven de 28 años, pionero de Misión Global en
a Ulán Bator, la capital de Mongolia. Mandakh fue bautizado cuando era adolescente, pero se
apartó de la iglesia siete años después. A continuación, nos cuenta su historia.
a Yo era un hombre muy severo, que no podía evitar señalar y juzgar a los demás. Si al­
ue guien cometía un error, siempre le reclamaba. Me parecía que debía ser castigado. Creía que
a­ Dios se complacía en castigarnos.
ar Me sentía infeliz, así que en un momento dado pensé que creer en Dios no tenía senti­
o­ do. Algo se desajustó en mi vida. Dejé de asistir a la iglesia. Dejé de guardar el sábado. Dejé
a de devolver el diezmo.
ue Mi esposa estaba muy triste y siempre oraba por mí.
u En lo profundo de mi mente, siempre había vivido temiendo el castigo de Dios. En
a medio del desánimo, pensaba que Dios me había bendecido durante siete años y que ahora
n iba a castigarme por darle la espalda. Transcurrió un año, y no pasó nada. En lugar de cas­
n­ tigarme, Dios me amó y me bendijo como nunca antes. Conseguí un trabajo bien remune­
a rado como editor en un canal de televisión de Mongolia.
us Esto me sorprendió. En medio de la bonanza, mis pensamientos volvieron a Dios. Me
n preguntaba: “¿Cuál es el sentido de la vida si todo lo que hago es ganar dinero y gastarlo,
ganar dinero y gastarlo? El único que se está beneficiando es el dueño del canal de televisión,
de que se está haciendo más rico. ¿Cuál sería el mejor trabajo que podría tener?”
e­ Después de pensar mucho en ese asunto, llegué a la conclusión de que el mejor trabajo
a­ sería como misionero, como siervo del Señor. Decidí dedicar nuevamente mi corazón a
s­ Jesús, volví a la iglesia y oré: “Señor, si quieres que sea misionero, estoy listo para hacerlo”.
ó Después de varios meses, los líderes de la Iglesia Adventista en Mongolia me ofrecieron
5. un lugar como pionero de Misión Global. Debía dirigir una casa que funcionaba como
a? iglesia ubicada en el primer piso de un edificio de apartamentos en la capital de Mongolia
. y enseñar inglés en una escuela secundaria pública cercana. Mi esposa supervisaría la Escuela
e- Sabática infantil y enseñaría chino. Oré durante una semana y luego renuncié a mi trabajo
a- en la televisión para convertirme en misionero de tiempo completo.
n- ¡Han transcurrido seis meses desde que comencé mi trabajo como misionero y me en­
canta, me siento diferente! No hay nada más emocionante que ver una vida transformada
o
por el poder de Dios.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 23


anunció a su amante que volvería a compro­
CÁPSULA INFORMATIVA meter su vida con Cristo. También le dijo la
M
• El vasto desierto de Gobi ocupa gran par- verdad a su esposa y, afortunadamente, ella lo
te del sur de Mongolia, pero en vez de
dunas de arena, se trata más bien de un
perdonó. Desde entonces, ese hermano asiste
a la iglesia todos los sábados y es un miembro
N
desierto árido y rocoso, con temperaturas muy activo en la obra de Dios.
que van desde los -40º C en invierno has- Tuvimos evidencia de otro milagro, ocu­
ta los 40º C en verano. rrido en la vida de un hombre discapacitado, m
cuyo único ingreso era una asignación men­ ci
• La Misión de Mongolia se encuentra en
sual por incapacidad de parte del gobierno, es
Ulán Bator, la capital de Mongolia. Com-
correspondiente a 160.000 tugrik mongoles
prende seis iglesias, con una membresía de
(alrededor de 65 dólares estadounidenses). u
2.177 personas.
Un sábado, le aconsejé: M
• Mongolia tiene una población de –Por favor, comienza a dar el diezmo a
3.095.000 habitantes, lo que representa Dios. Él te bendecirá.
1.422 personas por cada adventista en Pero el hombre se negó. Temía no poder
el país. hacer frente a sus gastos esenciales. Tiempo
después, hablamos por teléfono sobre su vida L

El primer sábado en la iglesia, un antiguo y su salud. Me comentó que el Gobierno le


miembro que no había asistido en tres años se pagaría el doble ese mes. Nuevamente le dije:
–Por favor, devuelve tu diezmo. Si quie­ p
presentó a la Escuela Sabática. Yo no lo cono­
cía y él no me conocía. Traté de conectarme res ver el poder de Dios, pruébalo. En Mala­
con él, para estimularlo a regresar el próximo quías 3:10, Dios dice que lo probemos de­
sábado; pero no parecía alegrarse por la invi­ volviendo fielmente el dinero del diezmo.
tación. Durante la semana me llamó y me El siguiente sábado, el hombre vino a la
dijo que necesitaba consultarme algo. Enten­ iglesia y devolvió el diezmo por primera vez.
p
dí su actitud cuando, al encontrarnos en su Una semana más tarde, me llamó y me dijo:
–Devolví el diezmo el sábado pasado y co
lugar de trabajo, me confesó que estaba enga­ gr
ñando a su esposa. Ella se había enterado re­ hoy recibí una carta del gobierno informán­
cientemente y quería el divorcio. dome que habían aumentado mi pago
Me preguntó qué debía hacer, y yo le mensual en un 50%.
devolví la pregunta: ¡Alabado sea el Dios maravilloso en co
–¿Qué quieres hacer? quien creemos y confiamos! b
Pero él no estaba seguro de lo que quería No soy una persona emocional, pero
hacer. Le recordé el principio bíblico que me siento feliz cuando veo el amor de Dios en
condena el divorcio, excepto en caso de adul­ transformando vidas. No puedo expresar d
terio. Le aconsejé arrepentirse, pedir perdón este sentimiento con palabras. Quiero que
a Dios y dejar de engañar a su esposa. todos experimenten el amor de Dios. Y es fe
–Dile la verdad a tu esposa y luego pro­ por eso que soy misionero. ¡Ser misionero ra
métele que, de ahora en adelante, serás un es el mejor trabajo del mundo!
hombre de Dios, que le serás fiel –le dije.
En el enlace: bit.ly/worlds-best-job, puede
Oramos juntos y me marché. El hom­
bre regresó la siguiente semana y me contó disfrutar de un video de ocho minutos en el
que había terminado la relación ilícita. Le que Mandakh comparte su testimonio. es

24 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


o­ Mongolia 15 de septiembre
a

Tserenpil “Ogie” Otgontuya, 40 años


o
te
o
No quiero enseñar
u­ La historia misionera de hoy es un testimonio de pri­
o, mera mano. Se refiere a la experiencia de Ogie [se pronun­
n­ cia: Oyi], una mujer de cuarenta años, directora de la única
o, escuela adventista del séptimo día en Mongolia.
es Cuando tuve que elegir la carrera que estudiaría en la
universidad de Mongolia, pensé: “Nunca seré maestra”.
Mi madre era maestra de jardín de infantes y yo no tenía paciencia con los niños ruidosos.
a Cuando el pastor me pidió que enseñara en la clase de Escuela Sabática para niños, le dije:
–No, no me gustan los niños.
er
Me animó a probar y me mostró algunas figuras en fieltro para ilustrar las historias bíblicas.
o
da Los fieltros me intrigaron, pero cuando vi a los niños, dije:
le –No, no; no puedo enseñarles.
e: Me casé con un profesor universitario, tuvimos un hijo y nos mudamos a un pequeño
e­ pueblo de Mongolia para trabajar como misioneros.
a­ Mi esposo me preguntó:
e­ –¿Qué quieres hacer en este pequeño pueblo?
–No lo sé –respondí–. Pero no quiero enseñar.
a Después de las clases universitarias, mi esposo invitaba a sus alumnos a nuestra casa. Yo les
z.
preparaba alimentos simples y saludables. En Mongolia, la carne es una parte vital de todas las
o:
y comidas, así que los jóvenes se sorprendían al ver nuestra mesa llena de platos preparados con
n­ granos, frutas y verduras. Preguntaban:
o –¿Qué tipo de comida es esta? ¿Por qué no comen carne?
Cuando me percaté, estaba enseñándoles el mensaje bíblico acerca de la salud. Hice amistad
n con otras madres en el vecindario y, cuando me visitaban, les contaba historias bíblicas a sus
bebés. Pensaba que nunca enseñaría, pero parecía estar enseñando todo el tiempo sin buscarlo.
o Mi esposo plantó una iglesia en la ciudad. Luego, se le pidió que continuara su educación
os en la Universidad Adventista de Filipinas. Oré a Dios: “Por favor, ayúdame Señor”. ¿Qué po­
ar dría hacer en Filipinas?
e Varios meses después, todavía le estaba preguntando lo mismo a Dios. Cierto día, un pro­
es fesor universitario visitó nuestro nuevo hogar en Filipinas. Me preguntó qué quería hacer du­
o rante los dos años y medio que mi marido necesitaría para completar sus estudios.
–Tal vez estudiar contabilidad o enfermería –le respondí.
de –Oremos juntos. Y tal vez Dios le muestre su plan –me dijo.
el Cuando revisé el programa de enfermería de la universidad, este requería cinco años de
estudios. Obtener un título en contaduría me tomaría cuatro años. Estaba pensando matricu­

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 25


mente había tomado clases de educación ge­
CÁPSULA INFORMATIVA neral en Mongolia.
C
• Entre los mongoles de quince años o más, Mi esposo y yo tuvimos una larga conver­
el 53% es budista, mientras que el 39%
no profesa ninguna religión. Los cristianos
sación esa noche. La Iglesia Adventista no te­ U
nía una escuela o incluso un maestro adven­
representan solo el 2,1% de la población.
tista en Mongolia. No estaba segura de lo que
• Mongolia es un país sin salida al mar que debía hacer. o
se encuentra entre Rusia y China. Casi la n
Mi esposo me dijo:
mitad de la población vive en Ulán Bator, ci
–Tal vez sea el plan de Dios que te con­
la capital del país, y gran parte de la po-
viertas en maestra para él.
blación restante es nómada. su
–Tal vez –le respondí.
• Mongolia es un país montañoso, con una En realidad, sentía que todo mi disgusto
altitud promedio de 1.580 metros sobre n
por la enseñanza había desaparecido. él
el nivel del mar, lo que lo convierte en
Me gradué en dos años y medio, al igual
uno de los países con más elevación del
que mi esposo. se
mundo. ro
De vuelta en Mongolia, ayudé a estable­
cer la primera escuela adventista. Hace unos so
larme en contabilidad, cuando pasé por el
años, me convertí en directora de la escuela.
departamento de educación. q
¡Me encantan los niños y la enseñanza!
Entablé una conversación con un maes­ Actualmente, la escuela de Tusgal tiene
tro, y establecimos una conexión cuando me n
124 alumnos, en su mayoría provenientes de so
dijo que había estado en Mongolia. Era la familias no adventistas. Allí se enseña desde el d
primera persona que conocía en Filipinas que jardín de infantes hasta el duodécimo grado. u
había visitado Mongolia ¡Estaba ansiosa de Agradezco a la hermandad adventista de todo
hablar con él! Después de unos minutos de el mundo, porque su ofrenda del decimoter­
charla, me sugirió que estudiara educación. cer sábado del año 2015 nos ayudó a ampliar p
–Tal vez –le dije. p
nuestras aulas. La matrícula estudiantil está
No quería dar un “no” enfático porque el creciendo rápidamente, así que planeamos ch
hombre era muy amable. Entonces me dijo: abrir una academia con internado para los d
–Ya que tienes una hija, ¿por qué no alumnos de noveno a duodécimo grado. La
pruebas con la educación primaria? ofrenda del decimotercer sábado de este tri­ m
Hablamos por varios minutos. Luego, él mestre ayudará a construir ese internado. en
se tuvo que ir a una clase, pero me sugirió que Cuando miro atrás, realmente alabo al
visitara un kínder (jardín de infantes) admi­ Señor. A veces, mis familiares preguntan: E
nistrado por la universidad. Me sorprendió lo –Pero dijiste que nunca enseñarías. ¿Por d
que vi. Los niños parecían tranquilos y felices. en
qué te convertiste en maestra?
La maestra parecía sentirse cómoda. Les respondo:
Realicé las consultas necesarias y me in­ –Nunca sabes en quién te convertirás.
formaron que podía obtener el título Cuando somos pacientes y obedecemos,
de educadora en tres años, porque previa­ Dios planifica nuestras vidas por nosotros.

26 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


e­ China 22 de septiembre


e­ Una segunda vida

ue Peter pasó sus primeros 24 años de vida tras un único
objetivo: convertirse en profesor de matemáticas para obte­
ner los ingresos que le permitieran cuidar de sus empobre­
cidos padres que vivían en una aldea rural de China.

Sin embargo, una crisis de salud trastornó sus planes. Los
sueños de Peter se derrumbaron en un abrir y cerrar de ojos.
“Si no hubiera tenido que afrontar esa situación, tal vez
o nunca habría acudido a Dios –comenta Peter–. Esa fue la manera en que Dios me llevó hacia
él y hacia la verdad”.
al Al graduarse en la universidad, Peter fue escogido para enseñar matemáticas en una escuela
secundaria. La perspectiva de su futuro y la esperanza de seguridad financiera lo entusiasma­
e­ ron. Pero antes de que él y los demás alumnos de su promoción pudieran enseñar, tenían que
os someterse a una revisión médica requerida por el ministerio de educación local.
“Durante mis estudios universitarios jugué mucho baloncesto y fútbol, así que confiaba en
a.
que no sería ningún problema aprobar el examen médico”, dijo Peter.
Cuando los resultados médicos llegaron, los jóvenes se dieron cuenta de que dos de ellos
ne no habían aprobado: Peter y otro joven. Pero Peter confiaba en su buena salud y ambos se
de sometieron a un segundo examen médico a petición de la universidad. Esta vez, el hospital
el descubrió que solo uno de los dos jóvenes no había calificado: Peter. Según el médico, tenía
o. una enfermedad hepática grave que probablemente no se podía tratar.
o Debido a la enfermedad, la universidad descalificó a Peter para la enseñanza.
r­ “En ese momento, lo perdí todo –dijo Peter–. Trabajé arduamente durante muchos años
ar para superar la pobreza de mis padres. Parecía que finalmente había alcanzado mi objetivo,
pero todo se desvaneció en un instante. Me sentí sumamente desesperado”.

Esa noche, Peter se paró en un puente y gritó hacia el cielo oscuro: “¡Laosiano!”, que en
os chino significa “Poder superior”. “¡Laosiano! ¡Qué injusto eres conmigo!” Lloró amargamente y
os durante unos breves momentos consideró la idea de suicidarse saltando del puente.
La Ante la insistencia de sus padres, Peter ingresó al hospital del pueblo para recibir trata­
i­ miento. El estado del hospital era deficiente, pero la familia no podía costear los gastos de
enviar a Peter a un hospital de la ciudad mejor equipado.
al Después de tres días, su madre fue a la iglesia para pedirle al pastor que orara por su hijo.
Ella a veces asistía a la iglesia los domingos y, confundida por su pena, pensó que ese día era
or domingo. Pero era sábado, y los adventistas de aquel lugar se sorprendieron al escucharla llorar
en el templo cuando llegaron para celebrar la Escuela Sabática. Una anciana le preguntó:
–¿Por qué estás tan triste?
Al enterarse de la situación de Peter, la mujer la consoló:
s. –No te preocupes. Pídele a tu hijo que confíe en Dios. Él lo sanará.
s, Más tarde ese día, la anciana visitó a Peter en el hospital y le ofreció el mismo consejo:
–Joven, confía en Dios –le dijo–. Él te sanará.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 27


ría el hospital. Incluso, rechazó las apelaciones
CÁPSULA INFORMATIVA de su madre de llevar las medicinas a la casa.
2
• Hay más cristianos en China que en Italia, –Confiemos en Dios –dijo–. Dejemos
y el país está encaminado a convertirse en todo aquí.
el centro de cristiandad más grande del La anciana adventista le habló sobre un
mundo. sanatorio que pertenecía a la iglesia, situado
• La población actual de China es de 1.387 en otro pueblo. Decidió ir allí. El personal
millones de personas. Esto representa el del sanatorio lo recibió calurosamente.
18,47% de la población mundial. “Cuando estaba enfermo y sin esperanza,
necesitado de consuelo, todos mis amigos
• China pertenece a la Unión de China, junto
me dejaron –explicó Peter–. Pero cuando lle­
con Hong Kong y Macao.
gué a ese sanatorio, todos los que estaban allí
• Hay 433.449 adventistas y 1.195 iglesias se arrodillaron conmigo y oraron por mí. Y
en China. El país tiene una población de mientras oraban, suplicaban: ‘Señor, ayuda a
1.386.040.000 habitantes, por lo que hay este joven’. Todos me aceptaron y me
un adventista por cada 3.198 personas. amaron”.
• Según la tradición, el cristianismo fue lleva- Peter nunca antes había experimentado
do primero a China por el apóstol Tomás, un amor de ese tipo. Sintió que este trascen­
pero la primera evidencia históricamente día el amor humano. Era algo divino. Perma­
autenticada del cristianismo data de media- neció en el sanatorio durante dos meses
dos del siglo VII. orando, estudiando la Biblia y aprendiendo
un estilo de vida saludable. “Olvidé que esta­
• El trabajo adventista en China comenzó a ba enfermo –cuenta Peter–. Me sentía real­
través de un laico llamado Abram La Rue, mente feliz”.
un minero del oro, marinero y pastor de Después de dos meses, le pidió permiso al
ovejas de los Estados Unidos que se con- director del sanatorio para regresar al hospital
EL
virtió y en el año 1888, a la edad de 65 para nuevos exámenes. Los resultados lo sor­
años, se fue a trabajar a Hong Kong como prendieron a él y a su médico. Todo estaba en
colportor. Desde entonces realizó varios completamente normal. El doctor no podía Ja
viajes a la China continental. entender cómo las simples medicinas que él se
había prescrito habían logrado curarlo. Pero cí
Para Peter era difícil aceptar ese consejo. Peter no había tomado las medicinas. Él solo b
Sus maestros le habían enseñado desde el pri­ había confiado en Dios.
mer grado que Dios no existe. En ese mo­ Después de esa experiencia, fue bautiza­
m
mento, ante él se presentaban dos caminos: do, al igual que sus padres y abuelos. Actual­
mente, Peter tiene cuarenta años y trabaja ll
permanecer en el hospital, gastar dinero, ago­
como obrero bíblico en China. n
biar a sus padres con una carga mayor y final­
mente morir; o aprender a confiar en Dios. “Como agradecimiento a Dios por dar­ n
“No quería agobiar más a mis padres –co­ me una segunda vida, he decidido dedicarle tr
menta–. Así que me dije: ‘Intentaré confiar esta” –dijo.
en Dios en lugar de confiar en los médicos’ ”. Gracias a la iglesia mundial, porque sus eq
Esa tarde, Peter decidió que, como Dios ofrendas hacen posible difundir el mensaje ll
existe y podía confiar en que lo sanaría, deja­ del evangelio en China. K

28 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


es 29 de septiembre

Programa del decimotercer sábado


.
os

n
o Primer himno “No te olvides nunca del día del Señor”
al
Himnario adventista, Nº 543
a, Bienvenida Director o maestro de Escuela Sabática
os Oración
e­ Programa “El sábado en bicicleta”

Y Ofrenda Mientras se recogen las ofrendas, pida a los niños que canten
a “Él tiene el mundo entero en sus manos”
me Último himno “Prefiero a mi Cristo” Himnario adventista, Nº 269
Última oración
o

a­ Nota: los participantes no necesitan memorizar sus partes, pero deben estar lo sufi-
es cientemente familiarizados con el material que no tengan que leer todo en el guión.
o Practique para que los participantes se sientan cómodos y añada gestos cuando
a­ sea apropiado.

al renunció a sus empleos anteriores debido a


al
EL SÁBADO EN BICICLETA
conflictos con el día sábado, comenzó con
r­ Narrador: Este trimestre nos hemos
un ingreso mensual conjunto de unos
ba encontrado con gente de Corea del Sur,
ía Japón, Mongolia y China, que son los paí­ 15.000 dólares taiwaneses, equivalentes a
él ses que conforman la División de Asia Pa­ 500 dólares estadounidenses.
o cífico Norte. Hoy conoceremos a un hom­ “En ese momento no había mucho tra­
o bre de Taiwán. bajo por hacer –comenta Jin Rong–. Pero
Orador: El trabajo de rectificar y pulir nos sentíamos felices porque no teníamos
a­ que trabajar en sábado”.
marcos metálicos para bicicletas en los ta­
l­ Después de algunos meses, comenzó
ja lleres de una fábrica del centro de Taiwán
no ofrece un salario muy elevado, pero tie­ a pensar en su hermano, sus cuatro herma­
r­ ne un beneficio muy importante: no se nas y otros miembros de su familia que
le trabaja los sábados. aún enfrentaban conflictos laborales rela­
Jin Rong Gao y su esposa se unieron al cionados con el sábado. Le pidió a su jefe
us equipo de 16 personas empleadas en el ta­ que los contratara, pero este no quiso por­
je ller, cuando se mudaron al pueblo de Chi que no tenía suficiente demanda de traba­
Kang hace unos años. El matrimonio, que jo. Jin Rong persistió, hasta que finalmen­

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 29


te siete de sus familiares fueron empleados El jefe estaba molesto. Más de la mitad lo
también. de sus trabajadores estaban en la iglesia en d
Jin Rong se las arregló para subsistir con lugar de estar trabajando para completar
su pequeño salario durante tres años, pero un pedido urgente. Enojado, les dijo a los m
ya estaba pensando en buscar otro empleo. otros siete empleados que se tomaran el
Sin embargo, temía que en otro lugar lo for­ día libre. Pero les advirtió que debían tra­ im
zaran a trabajar el sábado, así que se quedó. bajar el sábado después de la puesta del sol c
“Me interesaba más preservar mi fe que ob­ y el domingo también. Les pidió que le
tener un mayor salario” –comenta. explicaran el nuevo horario de trabajo a Jin tr
Seguramente Dios advirtió las necesi­ Rong. Los empleados adventistas trabaja­ n
dades de Jin Rong, porque de repente el ron con gusto el sábado después de la
taller tuvo un repunte en los pedidos de puesta del sol y el domingo. p
estructuras para bicicletas, por parte de la Pasaron tres días antes de que el jefe D
empresa ensambladora. Jin Rong y su es­ regresara al taller. El martes, se dirigió di­ o
posa comenzaron a ganar hasta 70.000 rectamente a Jin Rong y le preguntó:
dólares taiwaneses o 2.300 dólares esta­ –¿Te gustaría ganar más dinero?
dounidenses al mes. Jin Rong también fue Jin Rong estaba sorprendido.
ascendido como administrador del taller. –¿No me dijo que perdería mi trabajo
Aunque se sentía muy agradecido por el si escogía el sábado? –dijo.
dinero adicional, le preocupaba que se le El jefe le explicó que la demanda de
exigiera trabajar en sábado para lograr estructuras para bicicletas aumentaba tan­
cumplir con las órdenes. to que había decidido abrir un segundo
Sus temores se concretaron un viernes taller. Jin Rong se encargaría del nuevo lo­
en la tarde, cuando el jefe anunció en una cal. El ascenso implicaba la contratación y
reunión del taller que los 16 empleados capacitación de nuevos empleados y, por
debían comenzar a trabajar los sábados. supuesto, un aumento salarial significati­
Jin Rong inmediatamente declaró: vo. Pero había un inconveniente: debía
–No puedo hacer eso. trabajar los sábados.
El jefe respondió: La oferta de trabajo representaba
–Todo depende de ti. Si quieres guar­ una oportunidad muy tentadora, pero Jin
dar el sábado, perderás tu trabajo. Rong recordó el Salmo 37:5: “Encomien­
Jin Rong no pudo dormir esa noche. da a Jehová tu camino, confía en él y él
No solo estaba en juego su trabajo, sino hará”. Decidió mantenerse fiel a su com­
también el de su esposa y el de sus familia­ promiso con el Señor y rechazar la oferta.
res. Habló con Dios sobre la situación. En En lugar de enojarse, el jefe anunció
la mañana, él y sus parientes asistieron a la un cambio permanente en el horario de su
iglesia. “Decidimos que mantendríamos taller. No quería perder a un buen trabaja­
nuestra fe, aunque perdiéramos nuestros dor como Jin Rong, por lo que decidió, en
trabajos” –dijo. lo sucesivo, que el taller siempre cerraría

30 · MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO


d los sábados y funcionaría después del atar­ Narrador: Los creyentes de Taiwán
n decer, y los domingos. y del resto de la División de Asia Pacífico
ar “Nadie trabaja en sábado, ni siquiera
mi jefe” –dijo Jin Rong. Norte también están orando para conser­
os
el Los compañeros de trabajo estaban tan varse siempre fieles y ayudar a compartir
a­ impresionados por la fe de Jin Rong, que las buenas nuevas del pronto regreso de
ol cuatro de ellos aceptaron ser bautizados.
Jesús. Apoyémoslos con una generosa
e A veces, Jin Rong se siente agotado por
n trabajar los fines de semana, pero para él ofrenda este decimotercer sábado, para
a­ no hay otra opción. que más personas puedan tener acceso a las
a “Aunque es agotador, agradecemos a Dios
buenas nuevas de la salvación.
por permitirnos mantener nuestra fe –dice–.
e Doy gracias a Dios por escuchar nuestras
i­ oraciones y permitirnos vivir en paz”. [Ofrenda.]

e

o

y
or

a

a
n

él

Proyectos futuros del decimotercer sábado
• Creación de iglesias en zonas urbanas deprimidas de China.
.
ó • Construcción de la primera Iglesia Adventista de Sejong, Corea del Sur.
u • Ampliación de un internado en la escuela secundaria de Ulán Bator, Mongolia.
a­ • Centro de capacitación de evangelismo juvenil en la iglesia Setagaya de Tokio, Japón.
n • Seis centros de salud en Taiwán.
a

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS · DIVISIÓN NORASIÁTICA DEL PACÍFICO · 31


DIVISIÓN NORASIÁTICA
OCÉANOÁRTICO
DEL PACÍFICO PROYECTOS
Federación Rusa
MISIONEROS:
1 Creación de iglesias en
zonas urbanas deprimi-
Ulán Bator das de China.
MONGOLIA 3
2 Construcción de la
primera iglesia adven-
tista de Sejong, Corea
del Sur.
3 Ampliación de un
COREA internado en la escuela
DEL
NORTE JAPÓN secundaria de Ulán
Pionyang
Pekín
Bator, Mongolia.
Seúl
2 4 Centro de capacitación
CHINA COREA
Tokio 4 de evangelismo juvenil
DEL SUR en la iglesia Setagaya
1 de Tokio, Japón.
5 Seis centros de salud
en Taiwán.
Nepal
OCÉANO
Bután PACÍFICO
5
India Bangladés Taipéi
Birmania TAIWÁN
Vietnam
Laos
UNIÓN IGLESIAS CONGREGACIONES MIEMBROS POBLACIÓN
China 1.195 3.121 433.449 1.386.040.000
Coreana 715 147 247.143 75.916.000
Japonesa 97 51 15.151 125.310.000
Tailandia
Asociación Taiwanesa 6 5 2.177 3.095.000
Misión Mongola 56 29 6.29 23.499.000
Total 2.069 3.356 704.216 1.613.860.000
Camboya

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