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Libro Tiempo de Esperanza

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Antes de comenzar

Sin duda has elegido este libro porque en lo profundo de tu corazón


deseas descubrir la verdadera palabra de Dios. Millones de persona, al igual que
tú, están redescubriendo la verdad acerca de un mandamiento casi olvidado.
Una simple lectura del cuarto, entre los diez mandamientos, revela: “acuérdate
del día sábado para santificarlo. Durante seis días trabajaras y harás todas tus
tareas; pero el séptimo día es día de descanso en honor del señor, tu Dios”
(exodo20:8-10).

Pero casi todo el mundo cristiano observa el domingo, el primer día de la


semana, como el día de reposo bíblico ¿Por qué? ¿Cuál es la diferencia?
¿Cómo ocurrió el cambio del día de reposo del séptimo al primer día? ¿Quién lo
cambio? ¿Dios le dio autoridad a la iglesia primitiva para cambiarlo?

En una era de creciente escepticismo e incredulidad en la biblia, ¿el reposo del


séptimo día tiene algún significado hoy? ¿El siglo XXI ha superado la necesidad
del sábado? ¿Ya no es un día relevante de descanso y de adoración?

Al leer estas páginas, prepárate para algunas sorpresas impactantes y


respuestas directas. Tengo la plena confianza de que estás leyendo porque
buscas la verdad. No quieres ser engañado. En lo profundo de tu interior
percibes la necesidad de hallar descanso y paz en Dios. Al estudiar
cuidadosamente los hechos bíblicos e históricos presentados en cada capítulo
hallaras evidencias irrefutables en cuanto a la veracidad del sábado bíblico, pero
más que eso, encontraras a un dios que te ama más de lo que puedas imaginar.
Te encontraras con un creador amante, que te estima inmensamente. Sábado
llegara hacer una isla de paz en las tormentas de la vida. Se convertirá en un
oasis que satisfaga la sed interior de tu ser. En el sábado experimentaras la
gracia de dios de una manera asombrosa. O iras la vos del que dijo: “ven a mi
todos los que están afligidos y agobiados, y yo les aliviare” (mateo 11: 28). E en
la experiencia del sábado descubrirás el descanso mental, corporal y espiritual
que renovara y refrescara toda tu vida.
CAPITULO I

Descanso para los estresados


¿Alguna vez sentiste que hay demasiado para hacer y que no hay
suficiente tiempo para hacerlo?

Te sientes estresado, presionado y agobiado. Por más que lo intentes,


nunca te pones al día con todas las cosas que tienes que hacer. Siempre hay
una tarea más, una diligencia más, un punto más que marcar en tu “lista de
cosas para hacer”.

La tiranía de lo urgente consume tu vida. Corres precipitadamente de una


tarea a otra. Y a veces te preguntas: ¿realmente vale la pena todo esto? Lo que
estoy haciendo, ¿marcara una diferencia duradera? ¿Te preguntas alguna vez
como encaja la vida? Las cosas que son más importantes, ¿para ser
expulsadas de tu vida por lo que exige atención inmediata? Las cosas pequeñas
y urgentes, ¿son las que llenan tus días?

Una sociedad estresada

Hace algún tiempo encontré un artículo interesante en un suplemento


especial del periódico Los Angeles Times. Arianna Huffington, columnista de la
agencia de noticias, escribió acerca de la “multitarea”. Esta nueva palabra
significa “trabajar en varias tareas al mismo tiempo”. Cada vez más habitual que
nos encontremos realizando múltiples tareas al mismo tiempo en nuestra vida
diaria y personal tratamos de hacer dos o tres cosas a la vez. Abrimos la
correspondencia y hablamos con los niños al mismo tiempo. Tratamos de
mantener una conversación en la cena mientras miramos el noticiero en la
televisión. Leemos los últimos correos electrónicos recibidos mientras hablamos
por teléfono con un amigo y nos mantenemos al tanto del progreso de nuestro
equipo deportivo favorito en la televisión. Desayunamos en el auto de camino al
trabajo escuchando radio y tratando de llamar por teléfono a nuestro cónyuge.

Algunos hasta se entusiasman por las múltiples tareas. Arianna escribe:


“algunos de mis amigos se sienten vivos solo cuando viven al borde ocupándose
de media docena de crisis, revolcándose en todo este drama y teniendo que
doparse para dormir”. Sumémosle a este ritmo frenético el estrés que muchos
sienten por su trabajo y tendremos un ataque cardiaco inminente.

En un estudio realizado en 1985 por el centro nacional de estadística


sanitarias, la mitad de cuarenta mil empleados encuestados manifestó estar
sometido a altos niveles de estrés en las últimas dos semanas. Una
investigación de la conocida firma D’Arcy, Master, Benton and Bowles revela que
tres cuartos de los empleados norteamericanos padecen de estrés. El costo del
estrés es enorme. Este año, más de un millón de personas tendrán ataques
cardiacos o angina grave en los Estados Unidos y casi la mitad de ellos morirá
como secuencia de eso. La enfermedad cardiaca aun es el asesino número uno
de muchos países.

El estrés emocional es uno de los principales responsables de muertes


por enfermedad coronaria. Las personas que constantemente que tienen prisa,
que son impacientes, nerviosas y altamente competitivas, son mucho más
propensas hacer víctimas de una taque cardiaco que la gente común. Los
doctores Ray H. Rosen y Meyer Friedman desarrollaron un modelo de
personalidad “tipo A”. Este individuo tiende dejarse llevar por la ambición, a
obsesionarse con la urgencia del tiempo, a estar siempre bajo presión para
hacer cosas, hacer altamente competitivo, a nunca estar satisfecho. Los
estudios publicados de los doctores Rosen y Friedman indican que el noventa
por ciento de los hombres menores de sesenta años que sufrieron ataque
cardiacos está incluido en la categoría de comportamiento del “tipo A”.

En un informe médico especial de MSNBC del 7 de enero del 2008, la


doctora Nieca Goldberg, de la facultad de medicina de la universidad de Nueva
York, dijo: “los investigadores informaron que la ansiedad crónica puede
aumentar significativamente el riesgo de ataques cardiacos, al menos en
hombres .existe una correlación entre el corazón y la mente”. luego añadió estas
palabras reveladoras :”los médicos necesitan hacer más que prescribir
medicamentos para disminuir el colesterol y la presión sanguínea […] necesitan
atender el aspecto psicológico y meterse en la cabeza de su paciente ”. El Dr.
Biing - Jiun Shen, de la universidad de california del sur, informa en un estudio
sobre envejecimiento y salud cardiaca que “los hombre con ansiedad crónica
tiene del treinta al cuarenta por ciento más probabilidades de tener un ataque
cardiaco que sus contra partes despreocupados”.

¿Cómo escapar de la tiranía de lo urgente?

¿hay una manera de escapar de la tiranía de lo urgente y devolver a su


sitio las cosas importantes de nuestra vida? ¿Existe una forma de recuperar las
cosas vitalmente cruciales de la vida? ¿Cómo colocar límites cuando el mundo
continuo yendo cada vez más rápido? ¿Sientes que un día avanza sobre el
siguiente, que una semana salta a la entrante que un año se desborda en el
próximo? ¿Cómo ponerle fin a la prisa y hallar descanso para nuestras mentes y
cuerpos cansados?

El sábado es el escape creado por dios para un mundo frenético

Me gustaría sugerir que Dios mismo nos ha dado un buen punto de


partida. Nos ha mostrado un límite significativo; verdaderamente es un lugar en
el tiempo. Es un espacio divino un símbolo imperecedero de la eternidad en el
que nos invita a alcázar la paz y descanso renovadores. Descubrimos esta isla
de paz en el Jardín del Edén de la creación.

Al final de los seis días de la semana de la creación, Dios instituyo el


sábado. El Génesis, el primer libro de la biblia, lo describe de este modo: “así
fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos. El
séptimo día, Dios concluyo la obra que había hecho, y ceso de hacer la obra que
había emprendido, Dios bendijo el séptimo día y lo consagro, porque en el ceso
de hacer la obra que había creado. ” [Génesis 2:1-3].

Dios creo reposo en el séptimo día. El sábado es una demarcación


sagrada en el siglo semanal. Detiene el flujo del tiempo interminable. Pone una
pausa en nuestra rutina diaria. Lo pone fin a la prisa de nuestro trabajo cotidiano.
El sábado es el escape creado por Dios para un mundo frenético.

Es un día para apartar de los demás días. Es especial. Es tiempo de


calidad. Es un tiempo en el que podemos reflexionar en las relaciones más
importantes de la vida: nuestra relación con Dios y nuestra relación con nuestros
seres queridos. Y es un tiempo en el que podemos decirle “no” a todas las otras
demandas, todas las otras cosas que llenan nuestra vida.

Los seres humanos necesitan desesperadamente este espacio sagrado,


esta demarcación divina. Lo necesitamos más que nunca antes. El mundo está
más ocupado y es más bullicios, intenso y demandante que en cualquier otra
época de la historia. Y el sábado puede evitar que seamos consumidos por el
tiempo. El rabino David Wolpe observa: “el mundo moderno nuca susurra.
Nuestras ciudades son como galerías comerciales sin salida. Voces
apremiantes, carteles intermitentes y una interminable olea de imágenes
mediáticas que nos rodea” ¡nuestras vidas demasiado atestadas, estresadas,
saturadas y estimuladas necesitan un descanso! Necesitamos alivio del
constante bombardeo de cosas para hallar gozo en la atemporalidad de una
relación significativa con dios.

El sábado es único en toda la historia de la religión. Hay muchas cosas


sagradas en las religiones del mundo. La gente le ha atribuido santidad a todo,
desde las vacas hasta los huesos de los santos. Los hombres han adorado
ídolos de toda clase imaginable.

Y hay muchos lugares sagrados en la historia del mundo. Los hindúes


viajan miles de kilómetros para bañarse en las sagradas aguas del rio Ganges.
Los musulmanes hacen largos peregrínales a la ciudad santa de la Meca. Los
budistas honran el sitio donde Buda recibió la supuesta “revelación”. Algunos
cristianos viajan a Roma o a Jerusalén para experimentar la “presencia
sagrada”.

Pero en la Biblia encontramos la idea distintiva de la sanidad en el tiempo.


“Dios bendijo el séptimo día y lo consagro”. Dios creo un entorno especial, el
sábado, donde los seres humanos podían ser especialmente bendecidos. Pero
no lo limito a una ubicación determinada. No tenemos que hacer un largo
peregrinaje para llegar a al lugar sagrado de Dios. Cada sábado, el cielo toca la
tierra. El lugar eterno de Dios en el tiempo desciende desde el cielo. Él ha
colocado su marco sagrado en el tiempo, igualmente accesible para toda la
humanidad. Es un tiempo para hallar descanso en él. Es un espacio sagrado en
un mundo atareado. Es una invitación divina del Rey del universo a dejar el
ajetreo abismal de la vida para entrar en el palacio del Rey.

Somos liberados de la esclavitud de nuestro trabajo diario. Somos


liberados del cautiverio de lo terrenal para entrar en el reino de lo celestial. “Este
es el día que hizo el señor, alegrémonos y regocijémonos en el” (Salmos
118:24).

“Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu


presencia, de felicidad eterna a tu derecha”(Salmos 16:11). El sábado es la
divina invitación celestial a hallar descanso, paz y gozo abundante en la
presencia de nuestro amante creador.es una invitación a dejar de correr y
reposar. Es e; llamado celestial a darle prioridad a lo que realmente importa. Es
un recordativo semanal de que Dios nos creó y que le pertenecemos. El sábado
nos hace volver a nuestras raíces. Nos recuerda quienes somos nos atrae a una
relación significativa de confianza y descanso en él.

La espiritualidad y la salud

Este descanso sabático renueva nuestra relación con Dios y con nuestra
familia. Además, restaura nuestra mente y nuestro cuerpo. Dios prometió: “Feliz
el hombre que cumple con los preceptos y el mortal que se mantiene firme en
ellos, observando el sábado sin profanarlo y preservando su mano de toda mala
acción” (Isaías 56:2).

Dios ofrece una bendición especial a los que apartan tiempos para
adorarlo. Recientes estudios científicos sobre la religión y la salud confirman la
auteticidad de la promesa de Dios. El instrumental Jourmal of Psychiatry in
Medicine hace esta fascinante observación: “se examinó la relación entre las
actividades religiosas y la presión sanguínea de cuatro mil pacientes ancianos,
en un estudio en perspectiva de seis años. Entre los sujetos que asistían a
servicios religiosos una vez por semana o más y oraban o estudiaban la Biblia
una vez por día o más, la probabilidad de hipertensión diastólica era un cuarenta
por ciento inferior a la de quienes asistían menos seguido a los cultos y oraban
menos después de ajustarla a la edad, el sexo, la raza, a la condición de
fumador o no a las enfermedades crónicas y al índice de masa corporal”

En otras palabras, la adoración tiene un efecto positivo en la salud. Otros


estudios revelan que una experiencia positiva de adoración reduce la presión
arterial, disminuye el dolor de artritis y baja el riesgo de enfermedad cardiaca. El
sábado no es un requerimiento legalista. No es una carga engorrosa que nos
abruma a lo largo de cada una de las grandes secciones de la biblia, el Antiguo
Testamento y el Nuevo Testamento, el sábado es un regalo del amante creador.
Cuando adoramos al creador, en el día del creador, somos reanimados
refrescados y revitalizados.

Tratar de alcanzar lo material puede excluir lo eterno.

El sábado es un día de bendiciones abundantes. Aquí hay algo que los


profetas del Antiguo Testamento enfatizan repetidamente: “Cuídense bien, por su
propia vida, de llevar una carga en día sábado, como yo les ordene a sus
padres” (Jeremías 17:21, 22).

El profeta Jeremías habla de un peligro que todos enfrentamos. Analiza


un problema para la gente que vivía entonces, es un problema del siglo XXI.
Esta aquí. El trabajo constante puede exprimir nuestra espiritualidad. La
búsqueda de dinero puede consumir todo nuestro tiempo. Tratar de alcanzar lo
material puede excluir lo eterno. Ocurría en los días de Jeremías, en Jerusalén,
y está ocurriendo en nuestro tiempo, en nuestros hogares, en nuestros lugares
de trabajo y en las ciudades. Y Dios está diciendo: Permitan que el sábado los
haga volver a lo que es realmente importante. No dejen que la seguridad
material aplaste la búsqueda de las cosas que más importan.

El profeta Isaías se hace eco del mismo tema. Israel estaba descuidando
el sábado Bíblico. Su asociación con una cultura pagana los llevo a ignorar el día
especial de Dios. En Isaías capítulo 58, Dios los está haciendo volver para
reedificar su fe. Los está haciendo volver a los valores espirituales. Y esto es lo
que dice: “Reconstruirás las ruinas antiguas, restauraras los cimientos seculares,
y te llamaran: ‘Reparador de brechas’, ‘Reparador de moradas en ruinas’. Si
dejas de pisotear el sábado, de hacer tus negocios en mi día santo; si llamas el
sábado ‘Delicioso’ y al día santo del Señor ‘Honorable’; si lo honras (…)
entonces te deleitaras en el señor; yo te hare cabalgar sobre las alturas del país
y te alimentare con la herencia de tu padre Jacob, porque ha hablado la boca del
Señor”(Isaias58:12-14).

Observemos que los que reedificaban la fe eran llamados reparadores de


brechas, grietas o ruinas. Obviamente la muralla protectora que rodeaba al
pueblo de Dios estaba agrietada, arruinada. El sábado es una demarcación, un
muro de protección. Es un lugar de seguridad. Es parte del círculo del cuidado
de Dios cada semana. Para que cumpla su objetivo, el muro del sábado debe
ser reparado de inmediato.

El sábado hacemos una pausa para reflexionar en la bondad de nuestro


creador. Pasamos tiempo en su presencia. Meditamos en el verdadero
significado de la vida y nos concentramos en su auténtico propósito. Y además,
el profeta Isaías registra una promesa de Dios: si honramos el sábado, el
creador del universo nos hará “cabalgar sobre las alturas del país”. Hay riqueza
en la observancia del sábado, que lleva al pueblo de Dios a prosperar física,
mental, social y espiritualmente.
Un tiempo para sanar

En todo el Nuevo Testamento, Jesús obro más milagros de sanidad en el


sábado que en cualquier otro día. Sano en sábado a una mujer que había
sufrido por 18 años (Lucas 13:10 - 12). Le restauro la vista a un ciego en sábado
(Juan 9:1 - 12). Curo brazos atrofiados, cuerpos paralizados y niños moribundos
en sábado. Uno de los milagros más espectaculares, la curación instantánea de
un hombre que había tenido el cuerpo paralizado por 38 años, y vivía en el
estanque de Betesda fue realizado en sábado.

¿Qué nos dicen estos milagros sabáticos acerca de Jesús y el sábado?


Nos hablan de un Cristo que anhela darle la vida en abundancia a cada uno de
sus hijos. El creador recrea nuestras vidas cada sábado. Restaura a la vida en
su plenitud cada séptimo día. El que nos hizo desea que seamos íntegros física,
mental y espiritualmente.

Para Jesús, el sábado era un tiempo para sanar. Era el momento en que
la gente podía encontrar alivio y descanso en él. Jesús quería librar a los seres
humanos de las cargas opresivas que aplastan su alegría. Su actitud hacia el
sábado puede resumirse en una declaración sencilla pero profunda, que hizo en
respuesta a sus críticas: “el sábado ha sido hecho para el hombre, y no el
hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño también del
sábado” (Marcos 2:27, 28).

Jesús eludió las ceremonias y las normas y nos mostró un camino mejor
hacia el reino. Pero se proclamó Señor del sábado. Esto es extremadamente
significativo. Para los que piensan que el sábado es parte de algún ritual del
Antiguo Testamento y que es una señal del legalismo, recuerden que Jesús se
declaró Señor del sábado. Él dice.: “El sábado ha sido hecho para el hombre”. El
sábado tenía la intención de bendecirnos.

El sábado fue hecho para beneficiarnos. No es solo otra obligación


religiosa. No es algún requerimiento molesto. El sábado del Nuevo Testamento
es un lugar de gracia y descanso es un lugar donde renovamos nuestro pacto,
nuestra relación con Dios. Es un lugar donde hallamos nuestro verdadero centro
en él.

El sábado va en contra de las premisas de la teoría evolucionista. Dios


nos creó en un determinado momento en el tiempo. El sábado nos recuerda que,
puesto que él nos hizo y nos formó individualmente, somos especiales para
Dios. No solo nos creó, nos redimió. Dios consiguió nuestra salvación al entregar
a su hijo en la cruz. Este extraordinario acto de gracia y aceptación está
terminando, concluido. No tenemos que ganarlo ni tratar de pagárselo a Dios por
medio de nuestras buenas obras. Simplemente lo aceptamos y descansamos en
su amor. Cada semana, cuando guardamos el sábado, es un símbolo de que
estamos seguros en quien nos creó y nos redimió.

El sábado es una invitación divina a hallar nuestro verdadero valor en


quien nos creó. El sábado es un llamado de Dios a encontrar nuestras raíces en
él. Somos más que piel y huesos. No somos un accidente biológico producido
por la causalidad ciega. Somos hijos de Dios, traídos a la existencia por un
amante padre celestial. Cada semana, el sábado es un recordativo perpetuo de
quienes somos, de dónde venimos y por qué existimos. En la adoración sabática
descubrimos el verdadero propósito de la vida al alabar al que nos creó.

El sábado también nos recuerda el descanso que tenemos en Jesucristo.


Cada sábado descansamos de nuestras labores en el supremo conocimiento de
que así como no tuvimos parte en la creación, no tenemos parte en la obtención
de nuestra salvación.

Descansamos en la gracia del Cristo que murió por nosotros. El sábado


es un símbolo de descanso, no de trabajo. En el reposo sabático, nos
regocijamos en quien provee salvación para nuestras almas atormentadas por
los remordimientos.

El sábado es descanso de dios para los estresados en un mundo


vertiginoso.
CAPITULO II

Libres para obedecer


Años atrás, el hogar era un lugar de refugio y seguridad. Con el correr de
los siglos ha sido un refugio de estabilidad. El hogar era un lugar donde la gente
podía huir de las pruebas, los problemas y las dificultades de la vida.
Entrabamos por la puerta de nuestro hogar y nos sentíamos seguros. Los
abrazos cálidos y amantes producían una sensación de bienestar. El hogar ha
sido el lugar tradicional de la unión familiar.

Pero el hogar ha cambiado en los últimos treinta años. Lo hogares del


siglo XXI a menudo son un campo de batalla. Las palabras como abuso,
conflicto, enojo y hostilidad son comunes al describir el hogar actual. Leemos
acerca de familias que pasan muy poco tiempo en casa. Los hijos, a menudo,
comen y se van. Muchas familias ya no disfrutan de una comida familiar juntas.

En el mejor de los casos, se dan prisa para llegar a casa para comer
antes de volver a salir. El hogar se ha convertido en un lugar para comer y
dormir. Dado que ambos padres trabajan, miles de hijos se crían solos.

Leemos acerca de familias fragmentadas. La cantidad de padres


separados va en aumento en nuestra sociedad. El hogar está cambiando. La
estructura del hogar es diferente hoy. Los que estudian este tema predicen que
ocurrirán cambios dramáticos en nuestros hogares en los próximos años.

En primer lugar, vaticinan que cada vez más gente trabajara en casa. La
cantidad de gente que trabaja en casa crece de a miles. Millones harán la
mayor parte de las compras “en línea”: es decir sentados frente a su
computadora personal. La verdadera pregunta ¿Cómo sobrevivirán los valores
familiares en el siglo XXI?

¿Cómo será la vida en tu hogar? ¿Cuán diferentes serán las cosas?


¿Qué seguirá siendo igual? Y ¿Cómo afectara esto tu habilidad de hacer de tu
hogar un lugar saludable y formativo para tu familia? Muchos padres están muy
preocupados por lo que entra en su hogar por internet.

El hogar solía ser un refugio seguro pero todo eso ha cambiado. A través
de la televisión y de la internet, la violencia excesiva, el sexo y una falta total de
decencia y principios ha invadido nuestros hogares. ¿Qué está sucediendo con
nuestra sociedad? ¿Por qué existe una cantidad creciente de violencia,
inmoralidad y codicia en todo nuestro planeta?

¿Qué hay detrás de desmoronamiento de nuestros principios? ¿Cómo


explicamos la deshonestidad de los ejecutivos empresariales, que conducen a
sus empresas a la bancarrota para conseguir sus propias ganancias? ¿Por qué
es que ha explotado la violencia escolar?

Parece que más gente está motivada por el odio. Los grupos de odio
están publicando su propaganda distorsionada públicamente en sus singulares
páginas web. Una sociedad con alta tecnología y experiencia mediática que
ofrece sexo, violencia y codicia en el horario central está en serios problemas.
Las imágenes de Hollywood entrar en el hogar. Pero, ¿y el contenido? ¿Qué en
cuanto a los mensajes que nos atacan contundentemente? Oigamos lo que dijo
un recién casado de la generación X: “Si prendemos la TV ya no se ven más
familias. La vida familiar no es parte del canon. Se necesita mucha fe para
reinstaurar el matrimonio en nuestro estilo y modelo de vida”.

Hay muchos jóvenes que dicen que existe una variedad de opciones y
que, a lo mejor, el matrimonio no es para ellos. Dicen: “vivir juntos fuera del
matrimonio tal vez sea la mejor opción para mí”. Sin valores morales, sin una
brújula moral, somos echados dentro de un estado de confusión. Este es un
tiempo de caos social.

El hogar solía ser un refugio seguro pero hoy todo eso ha cambiado.

Se necesita la brújula
Bien puede ocurrir una distorsión de los valores en el hogar. Las cosas
están cambiando dramáticamente. Hay motivos para preocuparse en el siglo XXI
¿existe alguna brújula que nos guíe? ¿Quién le da forma a nuestros valores
morales? ¿Hacia dónde vamos? ¿Queda algo de que aferrase? Todas las
normas morales ¿están sucumbiendo bajo nuestros pies? La moralidad ¿Es una
cuestión de definición personal? ¿Queda algo seguro?

El Dr. Shervert Frazier trabajo como Director del Instituto Nacional de


Salud Mental. Expreso preocupación en su libro Psychotrends. EL Dr. Frazier
descubrió lo que llamo “una sociedad violenta que celebra el caos mientras que
simultáneamente lo condena”. Dice que, por un lado, condenamos la violencia y,
por otro lado, se la damos a conocer a nuestros hijos en la televisión.

Por un lado condenamos el homicidio, pero por otro lo popularizamos en


nuestras películas. Por un lado condenamos la inmortalidad, y por el otro
llenamos las salas de cine para mirar con atención. Los productores de
Hollywood saben que el sexo y la violencia venden. Hay algo fundamentalmente
equitativo en nuestra sociedad. Nuestros hijos expuestos a varias versiones de
lo bueno y lo malo. A menudo se le dice que no hay buenos y malos absolutos.
Se les hace creer que cada uno debe decidir lo que está bien o mal para ellos.

Se les dice que no hay buenos y malos absolutos. Se les hace creer que
cada uno debe decidir lo que está bien o mal para ellos.
Hay valores contrapuestos para las mentes de nuestros hijos. Algunas
sociedades se alimentan de violencia y se deleitan exhibiendo los homicidios en
los medios masivos de comunicación. Por ejemplo, según las estadísticas,
23,700 personas fueron asesinadas en un año, ¡solo en los Estados Unidos!
Consideremos la brutalidad en la televisión. El joven promedio de 18 años ha
presenciado doscientos mil actos violentos en la televisión y las películas,
incluyendo cuarenta mil homicidios.
Te estarás preguntando si la forma de entretenimiento que observamos
marca alguna diferencia en nuestro proceso de pensamiento. Estoy
convencido de que lo que vemos se vuelve parte de la estructura de nuestra
personalidad. Las investigaciones revelan la realidad de la verdad bíblica:
"Mirando... somos transformados» (2 Corintios 3:18).*
Podemos justificar casi cualquier cosa si dependemos de nuestros
procesos de pensamiento.
Cuando miramos cuarenta mil homicidios, nuestra mente queda
anestesiada contra la violencia. Cuando vemos doscientos mil actos violentos en
la televisión, el mensaje que recibimos es que la violencia es una forma acep-
table de comportamiento. Pero podríamos preguntar: ¿aceptable según qué
normas?

Cuando llenamos la mente de inmoralidad, el mensaje es: la inmoralidad


es una actividad perfectamente legítima. Nuevamente podríamos preguntar:
¿legítima según qué normas? El lema de nuestra sociedad pareciera ser: "Si te
hace sentir bien, hazlo". "Si te trae alegría, hazlo». ¿Existen valores morales en
nuestra sociedad? ¿Por qué tenemos un índice tan elevado de delitos? ¿Por qué
la violencia es tan común? ¿Por qué los matrimonios se están desintegrando en
cantidades alarmantes?

La Biblia brinda algunas respuestas concretas. La Palabra de Dios


penetra hasta la verdadera razón del por qué los valores morales y los valores
tradicionales se están erosionando rápidamente. Este es precisamente el
problema: Nuestra sociedad le ha dado la espalda a los valores morales de Dios.
Desechó los preceptos de Dios.
Esta sociedad dice: "Tu propia mente es la norma". Exclama: No
hay nadie que pueda decirte lo que debes hacer".
Podemos justificar casi cualquier cosa si dependemos de nuestros procesos
de pensamiento.

El profeta Oseas 8:7 lo expresa de esta manera: "Porque siembran


vientos, recogerán tempestades" (Oseas 8:7). Si sembramos viento
cosecharemos torbellino. Hemos estado sembrando el viento de la violencia en
los medios y estamos cosechando el torbellino del crimen. Hemos estado
sembrando el viento de la inmoralidad y estamos cosechado el torbellino del
divorcio. Hemos estado sembrando el viento del contexto sexual explícito en la
televisión y estamos cosechando el torbellino de hombres con mentes retorcidas
que se aprovechan de nuestros hijos. Hay una relación de causa y efecto.
¿Cómo puedes proteger la mente? ¿Cómo puedes proteger la mente de tus
hijos o nietos? ¿Cómo ser moral en un mundo inmoral?

El libro bíblico del Apocalipsis provee algunas respuestas bien definidas.


¡El libro del Apocalipsis es la revelación de Jesús! Es el mensaje final de Dios
para el cierre de la historia de esta Tierra. El último libro de la Biblia tiene un
mensaje para la última generación de hombres y mujeres que viven en un
planeta llamado Tierra.
El libro de Apocalipsis tiene un mensaje para ti y para mí. Nos llama a la
moralidad. Nos hace volver a los valores morales de Dios. Es tan importante que
entendamos este mensaje en nuestros días como el mensaje de Noé lo fue en
sus días.
Es un mensaje final para toda la humanidad: "Luego vi a otro ángel que
volaba en lo más alto del cielo, llevando una buena noticia, la eterna, la que él
debía anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, familia, lenguaje
pueblo" (Apocalipsis 14:6)
Aquí hay un mensaje, urgente, Aquí hay un mensaje universal. Aquí hay
un mensaje que avanza sobre límites geográficos. Aquí hay un mensaje que
penetra grupos idiomáticos, Es un mensaje que corre de norte a sur, de este a
oeste, llega hasta los conflictos de la Tierra. ¿Qué dice este mensaje? “Teman a
Dios y glorifíquenlo, porque ha llegado la hora de su juicio”.
Temer a Dios no significa tenerle miedo a Dios. Significa reverenciar,
respetar y obedecer a Dios. Pero ¿notaron en este pasaje bíblico la urgencia de
todo esto? Considerémoslo nuevamente. “Teman a Dios y glorifíquenlo, porque
ha llegado la hora de su juicio”.
Este pasaje de Apocalipsis responde la pregunta de la responsabilidad
moral. ¿Por hay tanta delincuencia y violencia en la sociedad? ¿Por qué hay
tanta inmoralidad? ¿Por qué hay tanta anarquía? Gira en torno a la cuestión de
la responsabilidad moral. El juicio nos llama a ser responsables de nuestros
actos. El juicio dice que somos responsables de las decisiones que tomamos.
Si no soy responsable de lo que hago, ¿cómo puede Dios
responsabilizarme de esos actos? Si simplemente soy el producto de la mera
casualidad y no soy más que una molécula proteica evolucionada, en realidad, no
soy responsable de mis actos. Si soy alcohólico porque mi padre era alcohólico y
mi abuelo era alcohólico, entonces, tal vez no sea responsable. Si soy drogadicto
porque fui abusado en mi niñez, entonces no soy responsable. Si soy un
criminal porque mis características genéticas me hicieron así, no soy responsable.
Si tal vez no tengo elección sobre mis actos, entonces, es otro el culpable. La
sociedad en la que vivimos es una sociedad que en gran medida dice que no
somos responsables. Hacemos lo que hacemos debido a la manera en que las
fuerzas de la vida nos dieron forma.

También declara que lo bueno y lo malo es algo que cada persona


determina en su propia mente. La idea es: "Solo soy responsable de mí mismo.
No soy responsable de nada superior a mi mente". Para millones de personas,
la responsabilidad ante Dios no está en ningún lugar del cuadro.
Cuando temamos la postura de que no somos responsables ante
ningún poder superior y que no hay ningún juicio final, en realidad no existen
valores morales que guíen nuestra vida. El juicio implica responsabilidad y
decisiones morales.
En los últimos días de la historia de la Tierra, Dios llama a hombres y
mujeres al juicio ¡Tiene Dios un patrón de moralidad como base para su juicio
final? Si lo tiene. La Ley de Dios es la base de la moralidad y el patrón de juicio.
El libro de Apocalipsis dice que somos responsables de nuestros actos: "Porque
ha llegado la hora de su juicio". La Biblia nos hace volver a la Ley de Dios, que
es el eterno patrón moral de Dios,
La ley y el juicio son parte del evangelio de Cristo: "Todo aquel que comete
pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley" (1 Juan
3:4, RV60). Tal vez pensemos que no es pecado robar algo, pero el pecado es
infracción de la ley. El pecado es más de lo que pensamos en nuestra mente.
Esta es la definición bíblica de pecado. Pecado es quebrantar la Ley de Dios.
Un hombre dice: "Mira, no estoy satisfecho con mi matrimonio. Así que si
me voy por un fin de semana con mi secretaria, está bien porque somos dos
mayores adultos".
La Biblia dice: “No cometerás adulterio". La Ley de Dios es el eterno
patrón moral que define el pecado y establece nuestra responsabilidad ante
Dios.
Y lo que nuestros hijos necesitan hoy no es una dieta de homicidios,
violencia e inmoralidad en la televisión. Nuestros hijos necesitan que les
enseñemos los principios morales que Dios nos ha dado. La ley moral de Dios
nos protege. La Ley de Dios no es una regulación arbitraria para restringir
nuestra felicidad. La Ley de Dios es el camino a la libertad y a la verdadera
felicidad.
La Ley de Dios nos protege de un estilo de vida que nos destruiría.
Algunos cristianos hasta han dicho: "No predicamos acerca de la ley en nuestra
iglesia. Predicamos de su amor". ¡Como si fuesen dos cosas diferentes!
El amor siempre lleva a la obediencia. El amor no conduce a la
desobediencia. Dirige a los cristianos comprometidos a guardar los
mandamientos de Dios. Jesús dijo: `Si ustedes me aman, cumplirán mis
mandamientos" (Juan 14:15). ¿Ha dicho Jesús: "Si ustedes me aman, no
deberán cumplir mis mandamientos"? ¡No! La respuesta de amor es guardar
los mandamientos de Dios. La razón de nuestra obediencia no es porque
estemos tratando de ganar el favor de Dios. Es nuestra respuesta de amor a él.
No obedecemos a Dios para ganar nuestra salvación. No obedecemos a Dios
para ser salvos, sino porque somos salvos. Toda nuestra obediencia no gana la
salvación. Cristo la consumó en la cruz.
Pero cuando nos acercamos a la cruz, nuestra obediencia es una evidencia
de que somos salvos. 1 Juan 2:3 afirma claramente: L a señal de que lo
conocemos, es que cumplimos sus mandamientos". Juan dice que aquí está la
evidencia de que conocemos a Dios. Esta es la evidencia de que somos
creyentes nacidos de nuevo. Esta es la evidencia de que somos verdaderamente
de Cristo. "El que dice: Yo lo conozco, y no cumple sus mandamientos, es un
mentiroso, y la verdad no está en él" (1 Juan 2:4).
La Ley de Dios es el camino a la libertad y a verdadera felicidad.

Cuando estamos comprometidos con Cristo, cuando lo conocemos de


verdad, cuando nuestro corazón se entrega a él, la respuesta natural es
obedecerle. La gracia y la ley no son ideas contradictorias. Cuando somos
salvos por gracia no somos salvos para desobedecer. Somos salvos para
obedecer.
Toda la salvación es por gracia. Los creyentes del Antiguo Testamento
estaban deseando que llegue un Cristo que había de venir. En el Nuevo
Testamento confiamos en un Cristo que ha venido. Ellos fueron salvados por una
gracia venidera. Nosotros somos salvos por una gracia que ha venido.

El papel de la ley y la gracia

Pero si es todo por gracia, ¿cuál es el papel de la Ley de Dios entonces?


El apóstol Pablo lo deja en claro: "ya que la ley se limita a hacernos conocer el
pecado" (Romanos 3:20). Si suprimimos la ley, suprimimos el pecado. Si no hay
ley, no hay pecado. Si no hay pecado, no hay necesidad de gracia para la
salvación.
Dios revela el pecado a través de su ley. El papel de la ley es definir el
pecado. La ley dice: "Esto está bien y esto está mal". La ley define la norma
moral del juicio de Dios. La ley define la base de toda sociedad.
El juicio hace volver a los hombres y mujeres de todas partes a la
observancia de la ley. Llama a los cristianos que son salvos por gracia a vivir vidas
obedientes, justas y santas.
¿Cuál es el papel de la gracia? "Porque ustedes han sido salvados por su
gracia, mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios;
y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8, 9). La
gracia es la misericordia de Dios, el perdón de Dios. La gracia es el poder de
Dios. La gracia es el amor de Dios que se extiende a los pecadores. ¿La gracia
anula la Ley de Dios? Si soy salvo por gracia ¿eso me lleva a quebrantar la Ley
de Dios?

"Entonces, ¿por medio de la fe, anulamos la ley? ¡Ni pensarlo! Por el


contrario, la confirmamos" (Romanos 3:31). Pablo dice: No piensen que
abrogamos la ley mediante la fe por gracia". La establecemos. La
guardamos. Las personas que son salvas por gracia son obedientes.
Compartiré un ejemplo clásico de cómo la gracia nos conduce a guardar la
Ley de Dios, no a infringiría.
Muchos años atrás estaba presentando una serie de conferencias de
profecías bíblicas en la costa este de los Estados Unidos. Una noche,
después de la presentación, estaba apurado para llegar a mi siguiente
compromiso. Estaba conduciendo demasiado rápido. El límite de velocidad
era de 100 km/h. Probablemente yo estaba yendo a 115. Un policía me
detuvo y me pidió la licencia de conducir. Le pasé al oficial mi licencia
ministerial. El oficial sonrió.
Conversamos un rato más. Entonces le dije algo así:
-Honestamente, justo bajaba del auditorio cívico, donde prediqué
sobre la ley. Le dije a la gente que debía guardar la ley, así que ¿podría
perdonarme por esta única vez? Oficial, usted y yo somos del mismo equipo.
Usted los agarra después de infringir la ley y yo les digo que cumplan con la
ley. Hago que usted tenga menos trabajo, así que por favor, ¿NO PODRÍA
perdonarme por esta única vez?
Con una sonrisa irónica, el policía me dijo:
-Bueno, predicador, esta vez está perdonado, ¡continúe!
Ahora bien, cuando infringí la ley ¿qué merecía? Una multa por
exceso de velocidad... eso es. Cuando recibí el perdón ¿eso me libró de la
condenación de la ley? Sí. ¿Me libró de la jurisdicción de la ley? Por cierto que
no. ¿Regresé al auto y le dije a mi esposa: "Querida, no estoy bajo la ley, estoy
bajo la gracia, y podemos ir tan rápido como queramos"? ¿Anduve a l40 km/h
porque estaba bajo el perdón del policía? Por cierto que no.
¿Qué ocurrió? Ahora estaba bajo la gracia, así que tuve mucho
cuidado de no infringir la ley. Dado que Jesús me salvó por su gracia, no
quiero infringir su ley. No le voy a dar la espalda a sus mandamientos.
Cuando somos salvos por gracia, no estamos bajo la condenación de
la ley. Jesús dijo: “No piensen que vine para abolir la ley o los Profetas: yo no
he venido a abolir, sino a dar cumplimiento” (M ateo 5:17). Jesús no vino para
abrogar la ley. Jesús no vino para abrogar el quinto mandamiento, que dice:
"Honra a tu padre y a tu madre" (Éxodo 20:12). Jesús vino para dar ejemplo
de cómo un hijo amante se relacionaba con sus padres, Jesús no vino pa ra
abrogar el sexto mandamiento: “No matarás". Vino para revelar bondad y
compasión a todo el que entrara en contacto con él. Jesús no vino para
abrogar el séptimo mandamiento: “No cometerás adulterio". Vino para dar
ejemplo de pureza.
Tampoco vino para abrogar el cuarto mandamiento: “Acuérdate del
día sábado para santificarlo". Por eso, la Biblia dice: "...el sábado entro. Como
de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura" (Lucas 4:16).
Así como Jesús no vino para abolir los mandamientos: “No robarás, ni
matarás, ni cometerás adulterio`, ni ninguno de los Diez Mandamientos,
tampoco vino para abolir el sábado. Al contrario. Jesús vino a vivir una vida de
obediencia amante para confirmar la Ley de Dios. El mandamiento del sábado
está en el corazón de los Diez Mandamientos por una razón. Los primeros
cuatro mandamientos describen nuestra relación con Dios. Los últimos
cuatro mandamientos describen nuestra relación con nuestros semejantes. E l
mandamiento del sábado, que nos llama a adorar a nuestro creador, es la base
de toda obediencia.
Cuando infringimos la ley de Dios, el pecado nos esclaviza
El mandamiento del sábado nos explica la base de la autoridad moral
de Dios al darnos los Diez Mandamientos. Él nos creó. Como creador nuestro,
sabe lo que es mejor. Los Diez Mandamientos son pautas para vivir dadas por un
creador bondadoso, y honrarlo en el día de reposo como creador es la base de
esa obediencia.
La mayoría de los cristianos confunden la relación entre la ley y la gracia. El
apóstol Pablo declaró: “Que el pecado no tenga más dominio sobre ustedes, ya
que no están sometidos a la ley, sino a la gracia" (Romanos 6:14). El pecado
¿cuándo nos tiene bajo su dominio? Cuando andamos en nuestros propios
caminos, y no en los de Dios. Cuando infringimos la Ley de Dios, el pecado nos
esclaviza.
¿Qué significa estar bajo la ley? Estar bajo la ley significa intentar
obedecer la ley como medio de salvación. Intentar guardar la ley con nuestras
propias fuerzas es como tratar de atravesar el Océano Atlántico a nado. Tal
vez tú seas un nadador olímpico, mundial, pero la distancia es demasiado
grande. No importa cuánto esfuerzo hagamos, es imposible guardar la Ley de
Dios por nuestra cuenta. Si confiamos en nuestra observancia de la ley como
un medio de salvación, nos frustraremos constantemente con nuestros
intentos inútiles por obedecer. Nos sentiremos continuamente
condenados. Pero si Jesús es nuestra fuente de salvación, todo cambia.
Estar bajo la gracia significa que aceptarnos el perdón de Cristo, que
recibimos el perdón de Cristo, y que somos llenos de su poder. Cristo escribe su
ley en nuestro corazón y en nuestra mente. Deseamos obedecerle.
La Biblia es muy clara en cuanto a este tema. Cuando acudimos a
Jesucristo y nos entregamos a su misericordia, él dice: "Hijo mío, no importa lo
que hayas hecho en el pasado, no importa cuán pecaminosa haya sido tu vida,
hijo mío, te perdono. Puedes comenzar otra vez". La ley revela nuestra
necesidad.

Cuando miro la Ley de Dios, sé quién soy. No estoy a la altura de los


valores morales de Dios. Veo que a veces he sido impaciente. Veo que a veces
no he sido tan amable como debiera haber sido. Mi incumplimiento en la
observancia de la Ley de Dios me conduce a buscar la gracia de Dios. Esto es
lo que quiso decir el salmista cuando declaró: “la ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma" (Salmo 19:8). La ley de los Diez Mandamientos me conduce
a Jesús, y digo: "Ah, Jesús, mi corazón está roto. Estoy abatido a causa de mi
pecado. Jesús, perdóname. Quita mi culpa. Guíame, querido Jesús, para
guardar tu ley. Ayúdame a ser obediente".
Hubo una vez cuando un intérprete de la ley se acercó a Jesús y le
preguntó: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley. Jesús le
respondió: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con
todo tu espíritu. Este es más grande y el primer mandamiento. El segundo es
semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:36-40).
¿Qué estaba haciendo Jesús? Estaba resumiendo los Diez Mandamientos.
Jesús además los explicó a su manera: "De estos dos mandamientos dependen
toda la Ley y los Profetas".
Toda la ley puede resumirse en una palabra: Amor.
Toda la ley puede resumirse en una palabra: Amor. Jesús resumió los primeros
cuatro mandamientos con AMAR a Dios y los últimos seis mandamientos con
AMAR a nuestro prójimo. Jesús estaba diciendo que si amamos plenamen te,
amaremos a Dios. Si amamos plenamente, amaremos a nuestro prójimo.

Un patrón moral
Repasemos los Diez Mandamientos (Éxodo 20), los preceptos morales de
Dios para vivir. "No tendrás dioses ajenos delante de mí, Dios está diciendo:
"Debo reinar supremo en tu vida". Ningún otro dios, ni tu casa, ni el dinero, ni el
tabaco, ni el materialismo, nada más te satisfará.
El segundo mandamiento declara: «No te harás imagen, ni ninguna
semejanza... En otras palabras, adora a Dios completamente. Dios dice: No
vengas a mí a través de imágenes. Ven a mí directamente".
El tercer mandamiento declara: `No tomarás el nombre de Jehová tu Dios
en vano..." Dios está diciendo: "Ámame lo suficiente como para respetar mi
nombre". Piensa en esto, el nombre de Jesús. El nombre ante el que los
ángeles cubren sus rostros; el nombre ante el que los ángeles cantan "Santo,
Santo, Santo", es arrastrado por el polvo con viles maldiciones. La ley de los
Diez Mandamientos habla con relevancia en nuestra época, exhortándonos a
usar el nombre de Jesús en forma reverente solo para honrarlo.
El cuarto mandamiento con respecto al sábado está en el corazón de la
Ley de Dios. Dios mandó a toda la humanidad a recordarlo, pero parece que
la mayoría se lo ha olvidado. “Acuérdate del día sábado para santificarlo,
Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es día de
descanso en honor del Señor, tu Dios" (Éxodo 20:8-10).En una era de evolución
atea, Dios nos llama a adorar al creador del cielo y la tierra. El mandamiento del
sábado nos libera de la tiranía de lo terrenal y nos pone en contacto con los
valores eternos cada semana. Nos libera de nuestro soporífero apego mental a
las cosas y nos pone en contacto con las realidades divinas.

El quinto mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre...” tiene una


promesa que lo acompaña: "para que tengas una larga vida en la tierra que el
Señor, tu Dios, te da". ¡Qué promesa! Hay una relación entre la salud, la vida
perdurable, la felicidad y las relaciones positivas entre padres e hijos.
El sexto mandamiento habla con relevancia: “No matarás" En una época
cuando se construyen arsenales militares para matar a millones, en una época
de libre aborto, en una época cuando los francotiradores destruyen vidas
inocentes, todavía hay un mandamiento que dice que la vida es sagrada: "No
matarás". El sexto mandamiento libra a todos de los asesinatos, los homicidios y
la guerra, Invita atados a reconocer que la vida es un don que proviene de Dios.
El séptimo mandamiento le grita a esta generación: “No cometerás
adulterio» En una época de inmoralidad, en una época donde hay carencia
de pureza moral, la Ley de Dios le habla a esta generación. Cuando una
sociedad le da la espalda a la Ley de Dios, cuando es abiertamente inmoral,
esa sociedad va en camino al desastre. El séptimo mandamiento es un llamado
a la pureza moral.
El octavo mandamiento, “No robarás, " protege las posesiones que Dios
nos ha dado gentilmente. Todavía está mal robar. Todavía está mal robar en las
tiendas. Todavía está mal tomar algo que no nos pertenece. El octavo
mandamiento nos libera para estar seguros de lo que tenemos, sin temor de que
otro nos lo quite.
El noveno mandamiento: `No darás falso testimonio contra tu prójimo",
protege nuestra reputación. Mentir todavía está mal. Chismear todavía está mal.
Arrastrar el buen nombre de alguien en el polvo todavía está mal. Nuestra
reputación y buen nombre están protegidos por Dios.
El décimo mandamiento es el llamado que Dios nos hace a contentarnos.
Es el llamado celestial a descansar en su bondad. El mandamiento final, “No
codiciarás..." (Éxodo 20:17), se centra en las mentes que alaban a Dios por las
buenas cosas que nos da en vez de quejarse por lo que no tenemos.

Un mensaje actual
La ley de los Diez Mandamientos le habla a esta generación, porque los
mandamientos de Dios son eternos.
Dios dice: "Voy a poner mi ley en tu mente". ¿Qué significa? Si la Ley de
Dios está en nuestra mente, la conocemos. Si la ley de Dios está en nuestro
corazón, la amamos. Dios tendrá un pueblo en los últimos días cuyos
mandamientos estén escritos en sus corazones y mentes. Lo aman suficiente
como para obedecerle. Por medio de la gracia de Dios son libres para obedecer.
Son liberados por medio del poder de Cristo del control del maligno. Son
librados de su esclavitud. En Jesús son libres, libres para vivir de manera
piadosa y obediente. Notemos la siguiente descripción de este pueblo de los
últimos días. “Esto se pondrá a prueba la perseverancia de los santos, de aquellos
que guardan los mandamiento de Dios y la fe de Jesús”. Apocalipsis (14:12). ¿Eres
libre para obedecer a Jesús?
Hace muchos años, una madre, llevo a supequeño hijo a escuchar al
renombrado predicador Dwight Moody. Después sermón, se paró en
la fila por una razón. Quería que su hilo le diera la mano al evangelista
Moody. Cuando le tocó el turno al niño, este cerró el puño y se negó a darle la
mano. Su madre estaba totalmente avergonzada. Ella le rogó, lo persuadió.
Tomó la mano del niño e intentó colocarla en la del predicador. El niño no abría
los dedos. Cuando finalmente lo hizo, había unas hermosas bolitas de colores
allí. ¡Pensó que el predicador iba a sacarle sus bolitas!
Amigo, ¿tú a qué te estás aferrando? ¿Qué te guardas? No hay nada
valioso de qué aferrarse cuando Jesús extiende su mano para tomar la tuya,
¿Por qué no te entregas a Jesús en este mismo momento para vivir una vida
piadosa, de obediencia? ¡Y ciertamente serás liberado para obedecer!
¿Hay algo más importante para ti que extender tu mano y tomar la de
Jesús en este momento? Su gracia perdonará tu pasado. Su gracia
transformará tu vida. Su gracia te hará una mujer o un hombre nuevo.
Su gracia fluye desde su trono a tu corazón en este momento. ¿Por qué
no entregas ni vida a él ahora? ¿Por qué no abres tu corazón a su gracia,
que te perdonará de tu culpa pasada y te guiará a vivir una vida de
obediencia?
¿Por qué no decirle en la quietud de tu alma que quieres obedecerle
humildemente? ¿Por qué no agradecerle porque sus caminos verdaderamente
son los mejores, porque obedecerle ciertamente es tu delicia?
CAPITULO III

Un día para recordar


En 1992, el satélite COBE produjo lo que algún científico llamó el
descubrimiento del siglo. Esas letras, COBE, representaban al Cosmic
background Exploren [Explorador del Trasfondo Cósmico]. Quizá recuerdes
haber leído acerca del asombroso lanzamiento del satélite COBE. Los
astronautas, los astrofísicos y los cosmólogos estaban atónitos.

Cuando se trata de la cuestión del origen de la vida, solo hay dos


posturas posibles. La materia siempre existió o Dios siempre existió. El
evolucionista dice que la materia siempre existió. El satélite COBE indicó, a
partir de los datos relacionados con el universo, que el universo tuvo un
comienzo definido.

Cuando el satélite COBE midió los horizontes ilimitados del espacio al


estudiar los fenómenos orígenes de la vida, sus mediciones enviaron ondas
expansivas a través del mundo científico. La evidencia indicaba que la materia
no siempre existió. Los datos demostraban que el universo había tenido un
comienzo definido.

Previamente, cuando los científicos contemplaban el universo, creían


que la materia era infinita, que nunca tuvo un comienzo, pero la evidencia del
COBE desafió esta suposición. Ahora, si existió un origen, entonces hubo un
ORIGINADOR. Si hubo una relación, entonces hubo un CREADOR. ¡Por
supuesto!

La ciencia está dando otra mirada. Un astrónomo de Barkley, hablando


del satélite. OBE, dijo: "Lo que hemos descubierto es evidencia del nacimiento
del universo... es coma mirar a Dios".
En las maravillas de la creación, Dios ha dejado sus huellas digitales en
todo el universo. Hay científicos que al observar la creación de Dios ven su
obra. Ven evidencias de su existencia, Ven evidencias de un Dios creador, que
formó el mundo.
El último libro de la Biblia, el Apocalipsis, describe una llamada inequívoca
para que los hombres y mujeres que viven en la última hora de la Tierra retornen a
este Dios creador. En visión profética, el apóstol Juan vio la sala del trono del
universo. Su visitante angelical o invitó a entrar en la presencia de Dios. El ángel
dijo: “Sube aquí y te mostraré las cosas que deben suceder en seguida”.
(Apocalipsis4:1). Vio a seres celestiales entonando cánticos de alabanza. “Santo,
santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es, y el que
vendrá”(Apocalipsis 4:8) “Tu eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el
honor y el poder. Porque has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas
por tu voluntad” (Apocalipsis 4:11)

Fuimos creados por un Dios amante. Antes de que existieses en el


vientre de tu madre, existías, existías en la mente de Dios. El libro de Apocalipsis
declara: "! Alabanza, gloria y sabiduría, acción de gracia, honor, poder y fuerza a
nuestro Dios para siempre! ¡Amén!" (Apocalipsis 7:12). Nos llama a adorar al
“que vive por los siglos de los siglos, por el que ha creado el cielo,la tierra, el
m a r y todo lo que hay en ellos" (Apocalipsis 10:6). En Apocalipsis 10 , un
desciende del cielo. Pone un pie en la tierra y un pie en el mar indicando un
mensaje universal para todos los pueblos, y exclama: "Adoren al creador", ¿Por
qué Dios es digno de adoración? Dios es digno de nuestra alabanza porque él
nos hizo. Él nos formó. Él nos creó. No evolucionamos. Dios es digno de
adoración porque nos ha dado la vida. Y respondemos a este maravilloso don de
la vida adorándolo, alabándolo y honrándolo.
¿Cómo perdimos este concepto de Dios como nuestro creador? ¿Qué eventos
condujeron al rechazo del concepto de Dios como hacedor de los cielos y de la
tierra por parte de la ciencia moderna? ¿Hubo un "punto crítico", un punto en el
tiempo cuando las cosas comenzaron a cambiar?

El desafío del evolucionismo


En 1831, un joven científico, Charles Darwin, hizo un viaje épico a las islas
Galápagos en el barco británico Beagle. Allí, Darwin estudio lo que parecía ser
la casi interminable variedad de pájaros, reptiles y vida marina. Puesto que la
enseñanza popular de la Iglesia en ese entonces era que Dios creó cada
especie que actualmente vemos y él observaba evolución dentro de las
especies, Darwin desechó lo que él creía que era una noción arcaica y carente
de rigor científico de la iglesia y aceptó una visión radicalmente diferente.

Creía que la variedad que veía en la naturaleza era una indicación de que las
especies evolucionaron. Aunque Darwin veía brechas entre las clases de plantas
y animales, supuso que las futuras generaciones de científicos descubrirían el
eslabón entre estas especies. La suposición más importante de Darwin, de
que existían eslabones entre las clases, era fallida.
Correctamente observó la adaptación y el desarrollo dentro de las clases
originales del Génesis. La iglesia medieval, por supuesto, estaba equivocada en
el hecho de que Dios creó todas las clases de perros, gatos o flores.
Actualmente reconocemos que los perros pueden cruzarse produciendo nuevas
especies. Esto es cierto dentro de las especies de todos los tipos de flora y
fauna.
Si seguimos su línea de razonamiento hasta su conclusión final, Darwin
pronto descartó la existencia de Dios. El creador ya no parecía necesario.
Darwin enseñaba que la ley natural explicaba la razón de nuestra
existencia. Excluyó a un creador todopoderoso del cuadro. El libro de Darwin,
El origen de las especies, transformo la manera de mirar el mundo de millones.
Su nuevo mundo no tenía lugar para un creador. Según la opinión de Darwin,
los seres humanos evolucionaron a través de millones de años de las formas de
vida inferiores a las superiores. Y pensar que millones mentes fueron cambiadas
sobre la base de una suposición -una idea infundida-
que existen conexiones claras entre las especies.
Ahora, la gente alrededor del mundo ha aceptado esta enseñanza de la
evolución. Aunque hay evidencias en el mundo natural de infinitas variedades
entre las especies, Teoría de la Evolución de Darwin no responde todas
las preguntas acerca d e l origen la vida. Todavía hay enormes brechas.
Incluso después de más de ciento setenta y cinco años aún quedan grandes
interrogantes. Estos son algunos de ellos:
1. Si la evolución es cierta ¿dónde están los espacios en blanco entre las
especies? ¿Cómo llenamos los eslabones perdidos? ¿Dónde está el
eslabón perdido entre una variedad de especie animal? ¿Entre los seres
humanos y los animales? ¿Entre las criaturas marinas y las criaturas
terrestres? Etcétera.
2. Hay una ley de biología que dice que la vida produce vida. Darwin dice
que dado suficiente tiempo, las cosas no vivas producirán cosas vivas
aunque no haya evidencia de esto en el mundo científico, ¿por qué?
3.Hay una ley de biología que dice que los iguales se engendran; el azar
tiende a destruir, no a restaurar. La evolución dice que las cosas que no
son semejantes, en última instancia pueden ser producidas a partir de cosas
que son semejantes. En otras palabras, una especie puede producir otra
especie totalmente distinta de la primera.

Pero Dios tiene una respuesta al problema de la evolución. Es parte de su


mensaje para todas las personas. El Apocalipsis nos invita: “Teman a Dios y-
glorifíquenlo, porque, ha llegado la hora de su juicio: adoren a aquel que hizo el
cielo, la tierra, el mar y los manantiales” (Apocalipsis 14 : 7 ) .
Este es un mensaje para todos nosotros. No es un mensaje de uno u otro
grupo religioso No es un mensaje de una u otra denominación. No es un
mensaje de una u otra iglesia. Es el llamado final de Dios a todo su pueblo. Es
un llamado a adorar al creador. ¿Cómo adoramos al creador del cielo y de la
tierra? ¿Cómo nos recuerda él su poder recreador? En la creación, ¿nos dejó
un símbolo de su autoridad creadora?
El Apocalipsis es el libro de los finales. Solo podemos entender el libro de
los finales. Solo entenderemos el significado de los asuntos monumentales del
mundo actual si comprendemos los eventos de la creación. El llamado final del
Apocalipsis para toda la raza humana a adorar al creador tiene en el origen
Génesis el libro de los comienzos. Este tema de la verdadera adoración,
que nos recuerda al creador, es un tema común en toda la Biblia. Es uno de
los temas más importantes de la Escritura.
El epicentro de la crisis final del Apocalipsis está en la adoración
verdadera y la falsa. La adoración del creador está en el centro de todo esto.
Volvamos a nuestro origen para poder entender nuestro destino. Regresemos
al libro de los comienzos, al Génesis, para poder entender el libro de los finales,
el Apocalipsis.
El mundo, increíblemente intrincado como lo conocemos hoy, fue creado
en seis días literales. Dios llamó a esta oscura masa informe a la existencia. La
llenó de luz, la envolvió con la atmósfera, la alegró con arroyos susurrantes y
ríos que fluyen, la pintó con hermosas flores y plantas, la animó con una
increíble variedad de cosas vivientes, y al contemplar su obra dijo: "¡Es bueno!"
Y entonces vino el acto que coronó la creación. Dirigiéndose al Padre, el
creador dijo: "hagamos al hombre a nuestro imagen [...] Y Dios creó al hombre a
su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer” (Génesis 1:26, 27).
Los seres humanos no podían recibir mayor honor! ¡Dios no podría haber
mostrado mayor amor! La raza humana es la obra maestra de la creación de
Dios, ¡el objeto de su amor supremo! Su intención era que este amor fuese
compartido, porque Dios dilo. "Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y
sométanla; dominen […] a todos los vivientes que se mueve, sobre la tierra"
(Génesis 1:28), Después de crear Adán y Eva en el sexto día, la Biblia dice: “Así
fueron terminados el cielo y la tierra, y todas los seres que hay en ellos” (Génesis
2:1). Solo seis días de trabajo, y la creación estaba lista. ¡Qué poco tiempo! Pero
no para Dios. La Biblia dice: Porque él lo dijo, y el mundo existió, él dio una orden, y
todo subsiste” (Salmo 33:9).
Adán y Eva deben haber mirado con ojos de asombro cómo el sol
resplandeciente, en toda su gloria, comenzaba a deslizarse bajo el horizonte
occidental al final del sexto día de la creación. Pero el relato de la creación del
Génesis no termina allí. El registre, bíblico continúa: “El séptimo día, Dios
concluyo la obra que había hecho, y ceso de hacer de hacer la obra que había
emprendido" (Génesis 2:2),
Dios estaba satisfecho con sus logros en los primeros seis días de la
creación, Entonces Dios hizo algo especialmente significativo. “Dios bendijo el
séptimo día y lo consagro [santifico], porque en el cesó de hacerla obra que
había creado” (Génesis 2:3) Aquí hay tres cosas específicas que hizo Dios el
séptimo día.
1. Dios lo bendijo
2. Dios lo santificó
3. Dios descansó en él

La Biblia NO dice que Dios bendijo el primer día, ni el tercer día, ni el quinto día, ni
ningún otro día, excepto el sábado.

Y lo que Dios bendice, según 1 Crónicas 17:27, lo bendice para


siempre. Bendecir es imbuir algo con la misma presencia de Dios. Dios bendijo el
séptimo día haciéndolo señal eterna de su poderosa creación y de su infinito
amor. Cada sábado, cuando adoramos al creador del universo, también recibirnos
la bendición especial de Dios, la bendición de su paz, la bendición de su fuerza
renovada y la bendición de su perspectiva eterna del verdadero significado de la
vida. La bendición del sábado es la bendición
de un corazón lleno de gozo que adora al Dios que nos hizo.

El epicentro de la crisis final del Apocalipsis está en la adoración


verdadera y la falsa.
Él descansó el séptimo día no porque ÉL estuviese cansado (ver Isaías
40:28), sino porque sabía que NOSOTROS estaríamos cansados. Si hasta las
máquinas necesitan descansar, ¿cuánto más es el ser humano? Necesitamos
descansar para mejorar nuestro desempeño.
Dios santificó el séptimo día. Lo apartó para uso santo. La palabra
santificado o consagrado, es la palabra utilizada por Dios para la ceremonia
matrimonial, cuando una mujer es apartada o santificada para un hombre, y
viceversa.
“Supongamos que un hombre se casa. La mujer con la que se casa tiene
seis hermanas. Después de la ceremonia, él espera en el auto, preparado para
salir de Luna de Miel. Una de las hermanas de ella se coloca a su lado y le dice:
"Vámonos". Él la mira sombrado y le responde: No me casé contigo; me casé
con tu hermana". La respuesta de ella es: "¿Qué diferencia hay? Soy una de
las siete". ¿Hay alguna diferencia? Para la pareja de casados por cierto que sí.
Había una que fue santificada, apartada para él.
No todas las mujeres son lo mismo, y no todos los días son lo mismo.
En Éxodo 16 leemos la extraordinaria historia de la caída del maná. El
Señor dijo: “Ustedes lo recogerán durante seis días, pero el séptimo día, el
sábado, no habrá nada" (Éxodo 16:26). Dios obró un milagro para Israel.
Satisfizo sus necesidades haciendo llover pan del cielo. Este pan o maná caía
todos los días, menos el sábado.
Si los israelitas juntaban más de lo que podían comer, la porción sobrante
se echaba a perder. Además, el viernes caía doble cantidad de maná. Los
israelitas entonces juntaban con una doble porción que Dios preserva
milagrosamente durante el sábado. Este Milagro del sábado durante los años
de andar por el desierto mantuvo a los israelitas instantemente conscientes del
hecho de que pertenecían a Dios.
Incluso antes de que Dios diera los Diez Mandamientos en forma escrita
en el Monte Sinaí, su pueblo conocía sus mandamientos. Por ejemplo, Caín
sabía que estaba mal asesinar a Abel’ los israelitas sabían que estaba mal
quebrantar el sábado, los Diez Mandamientos fueron dados en el monte
Sinaí no porque el pueblo de Dios no distinguiera el bien del mal desde el
principio, sino porque en su pecaminosidad y rebelión necesitaban que se les
restituyera la Ley de Dios.
¿Acaso es un mandamiento para los judíos? ¿Es que dice algo así
como "el séptimo día es descanso para los judíos"? Por supuesto que no. Dice
explícitamente: es "descanso en honor del Señor, tu Dios". ¿Por qué el séptimo
día es descanso en honor de Dios? El originador del sábado no es ningún
obispo, sacerdote ni pastor. No es ningún concilio eclesiástico. El originador del
sábado es el mismo creador. Esta es su señal. Este es su monumento. Este es
su emblema. Este es su mandato. Como un bastión contra el evolucionismo, lo
creó para invitarnos a que lo adoremos como creador del cielo y la Tierra.
Al guardar el sábado reconocemos que cada latido del corazón
proviene de él Declaramos que cada exhalación proviene de él. Cuando
descansamos y lo adoramos a él en sábado, estamos declarando su lealtad
como nuestro creador. Declaramos: "Dios, nosotros no creamos nuestra vida.
Tú eres el dador de la vida ». Él no dijo: «Un» séptimo día es reposo. Dice: «el"
séptimo día es reposo. Y así como todas las celebraciones de día anterior o
posterior a tu cumpleaños no establecen que esos días sean tu cumpleaños,
así también todas las celebraciones del día anterior o posterior no hacen de
eso, días el verdadero día de reposo bíblico. Podemos tener una fiesta de
cumpleaños el día anterior o posterior a nuestro cumpleaños, pero eso no
cambia el día en que nacimos Celebrar el día de reposo el sexto día o el
primer día no cambia la realidad del hecho de que Dios apartó el séptimo día.

Él ordenó: "Acuérdate del día sábado para santificarlo”. Pero millones


se han olvidado de recordarlo. Para ellos, el sábado no es más que un día
común y corriente. ¿W día bendijo Dios? El séptimo. ¿Qué día santificó Dios?
El séptimo. ¿En qué día descanso Dios? El séptimo.
En el corazón de la ley de los Diez Mandamientos, Dios nos dice por
qué hemos de adorar en sábado. “Porque en seis días el Señor hizo el cielo,
la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. Pero el séptimo día descansó. Por
eso el Señor bendijo el día sábado y lo declaro santo”. (Éxodo 20:11)
El sábado nunca fue una institución exclusivamente judía. Fue dada
para todos nosotros. Los Diez Mandamientos son las inmutables leyes de
Dios para toda la humanidad. EI mandamiento “No cometerás adulterio" no
es solo para los judíos. El mandamiento "No matarás" no es solo para los
judíos. Él mandamiento "No harás imagen no es solo para los judíos. El sábado
no es exclusivamente un día de reposo judío. Estos, mandamientos revelan la
mejor manera de vivir. Son la base para una vida feliz, pro ductiva y
significativa.

El séptimo día, el día en que Dios reposó, el día que Dios santificó, el día
que Dios bendijo, es el eslabón de oro que une la creación del Génesis con la
nueva creación del libro de Apocalipsis. En aquel día, en la Nueva Jerusalén,
donde está el trono de Dios, todos los pueblos cantarán alabanzas al creador.

En todo el Antiguo Testamento el sábado fue la señal eterna para todos


los de su pueblo. El profeta Ezequiel aclara la naturaleza eterna del sábado
con estas palabras: `Les di además mis sábados, como una señal entre ellos y yo,
para que supieran que yo, el Señor, soy el que los santifico" (Ezequiel 20:12).

El sábado no solo es una señal de que Dios nos creó, es una señal de
que él puede recrear nuestro corazón. El sábado es un símbolo de santificación.
La palabra "santificación" simplemente significa “hacer santo". Así como no nos
creamos a nosotros mismos, no podemos recrearnos a nosotros mismos. No
podemos santificarnos. Solo Dios puede santificarnos a través de su Espíritu
Santo. El sábado es un símbolo del Dios cuyo poder hizo el mundo y del Dios
cuyo poder puede rehacer nuestro corazón.

El sábado nunca fue una institución exclusivamente judía. Fue dada para
todos nosotros

Jesús, los discípulos y el sábado


Dios estableció el sábado como señal de su autoridad creadora, de su
poder eterno v de su amor perpetuo en todo el Antiguo Testamento. A menudo
surge la pregunta: "¿Y qué me dices del Nuevo Testamento? ¿Y qué de
Jesucristo? Jesús ¿vino para abrogar el sábado? Los discípulos ¿cambiaron el
sábado? ¿Adoraban en otro día? Examinemos el Nuevo Testamento. ¿Qué
enseñó Jesús acerca del sábado bíblico?

“Jesús fue a Nazaret, donde se había criado: el sábado entró como de


costumbre en la sinagoga levantó para hacerla lectura" (Lucas 4:16). Jesús tenía
una costumbre o práctica. Cada sábado, el Salvador hallaba gozo en la
adoración.

Si Jesús quería dejar otra señal o símbolo de adoración, ¿no


esperaríamos que nos tejara un ejemplo positivo en su vida? ¿No es cierto que
el testamento de una persona Se sella con su muerte? No se puede cambiar el
testamento de una persona después de que se muere. Y el testamento de Cristo
fue sellado con su muerte. El legado de su vida fue un ejemplo positivo de la
observancia del sábado. Cristo guardó el sábado bíblico.
Él mismo dijo: 'El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para
el sábado" (Marcos2:27) ¿El sábado fue hecho para los judíos? Sí. El judío es
hombre. Fue hecho para toda la humanidad. El sábado fue hecho para judíos y
gentiles por igual como una señal de verdadera adoración. Es una señal de que
lo adoramos a él exclusivamente. Es una señal de que lo amamos
supremamente.
No fuimos hechos para el sábado. El sábado fue hecho como un regalo
de Dios para nosotros. Adán y Eva fueron hechos primero. El sábado es el regalo
de amor de Dios para la raza humana. Cada sábado huimos del estrés de la vida
a su palacio en el tiempo. Las tensiones de la vida se evaporan en su
presencia.
El sábado es una señal eterna de que él nos creó. Descansamos en una
creación completa. Y descansamos en una redención completa. En su vida y
muerte, Jesús descansó el sábado bíblico. El sábado fue escrito en tablas de
piedra para que nunca sea cambiado, para que nunca sea alterado.
Jesús nunca puso ninguna duda en cuanto a qué día era el día de reposo.
Sí cuestionó todos los requerimientos legalistas que los judíos acumularon sobre
el sábado. Por eso, Jesús dijo: “Está permitido hacer una buena acción en
sábado" (Mateo 12:12). Para Cristo, el sábado era un día para obras de
misericordia, un maravilloso día de adoración y alabanza; un día de comunión,
bendición y sanidad. Jesús obró más milagros en sábado que en Cualquier
otro día. Aunque fue duramente criticado, como transgresor del
sábado, Jesús estableció el, sábado como un día ele bendición y de hacer el
bien a los demás.
El sábado no era un requisito legalista e intolerante. Incluso en su muerte,
Jesucristo guardó el sábado. Los seguido más allegados a Jesús
descansaron el séptimo día, según el mandamiento. Ni siquiera
embalsamaron su cuerpo en sábado. Jesús reposó el sábado antes de
resucitar el primer día de la semana. Jesús guardó el sábado en su vida y
también guardó el sábado en su muerte.
Jesús no consideraba que el sábado fuese una "costumbre judía" que
debía guardarse temporalmente hasta su muerte en la cruz. No enseñó que el
sábado se limitaba a los hebreos en el primer siglo. Para Jesús, el sábado era
un símbolo eterno de su poder creador, la observancia del sábado revelaba un
sentido íntimo de lealtad a él.
En una ocasión, Jesús se encontraba con sus seguidores más directos y
les reveló que aún después de su crucifixión, muerte y resurrección, se guardaría
el sábado. En un sermón cuidadosamente elaborado, analizó la destrucción
venidera de Jerusalén. Instruyó a sus discípulos: “Rueguen para que no tengan
que huir en invierno o en día sábado” (M ateo 24:20).
¿Qué sentido tendría para Jesús decirles también a sus discípulos:
"Rueguen para que no tengan que huir […] en día sábado", si ellos no iban a
guardar el sábado? No hubiese tenido ningún sentido.
Si todos los cristianos adorasen en sábado, juntos en un lugar, y los
ejércitos romanos atacaban la ciudad, ¿qué habría sucedido? Hubiese sido
mucho más fácil destruirlos para los ejércitos romanos. El historiador Josefo nos
cuenta que los ejércitos romanos sitiaron la ciudad en sábado.
Los cristianos de primer siclo tomaron en serio las palabras de Jesús.
Ellos oraron y miraron milagrosamente, los ejércitos humanos se retiraron sin
ninguna razón aparente. Esto les dio a los cristianos un breve momento para
escapar de la Cuidad. Como resultado no hay ningún registro de algún cristiano
haya sido destruido durante la destrucción de Jerusalén.

El sábado y el tiempo perdido


Algunos se preguntan: "¿Alguna vez se ha perdido de vista el tiempo?"
¿Cómo podemos saber realmente cuál es el día de reposo? El séptimo día de
la semana moderna, ¿es el mismo séptimo día de los tiempos bíblicos? ¿El
calendario no ha sido cambiado?
Existen al menos tres maneras de saberlo. Podemos saberlo por medio
de la Biblia; podemos saberlo por el lenguaje; y podemos saberlo por la
astronomía. Recordarás que el sábado fue establecido en la creación y fue
restablecido en los Diez Mandamientos dados a Moisés. Está claro que no
se confundió el tiempo entre Adán y Moisés. Adán guardaba el séptimo día y
así también Moisés. A través de todo el Antiguo Testamento, desde Moisés
hasta Jesús, el pueblo de Dios guardó el sábado, así que no se perdió de vista
el tiempo allí. La historia de la crucifixión revela que el ciclo semanal como lo
conocemos no ha cambiado desde el tiempo de Jesús hasta hoy.
Cada sábado huimos del estrés de la vida a su palacio en el tiempo.
Examinemos esta secuencia de días de la Biblia. Comenzamos con el día
en que Jesús murió. La Biblia lo describe de esta manera: "Era el día de la
preparación, ya comenzaba el sábado las mujeres que habían venido de Galilea
con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido
sepultado, Después regresaron y prepararon los bálsamos y perfumes, pero el
sábado observaron el descanso que prescribía la ley' (Lucas 23:54-56).
Los seguidores más cercanos a Jesús ¿guardaron el sábado después
de su muerte? ¿Qué dice el relato de Lucas? …el sábado observaran el
descanso que prescribía la Ley (versículo 56). No creían que su muerte
cambió el mandamiento de ninguna manera. Aquí tenemos tres días
enumerados sucesivamente. Primero, el día en que él murió. Segundo, el día en
que descansó en la tumba. Tercero, el primer día de la semana; el en que
resucitó de los muertos. Entonces la Biblia dice: "El primer día de la semana al
mecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado"
(Lucas 24:1).
Consideremos cuidadosamente el orden de los eventos que
ocurrieron en estos tres días. El día de preparación, el día en que Cristo
murió comúnmente se lo celebra o "Viernes santo". Este es seguido por el
séptimo día. El sábado, los seguidores más próximos a Cristo descansaron
según el mandamiento. Jesús, el Divino Hijo de Dios, también descansó en la
tumba en sábado. Jesús resucitó de los muertos el primer día de la semana,
el día que millones de cristianos celebran como el "Domingo de Pascuas”
La identidad del séptimo día es clara. Es el día entre el día en que
Jesús murió –viernes- -y el día en que resucitó –el domingo–, o el día que
llamamos sábado. Puede parecer un poco sorprendente descubrir que el
sábado continúa siendo el séptimo día mencionado en la Biblia, pero esto es
así. Según la Biblia, el día de adoración y descaso no ha variado.
Existen ocho textos en el Nuevo Testamento que mencionan el primer
día de la semana y ninguno de ellos nos dice que adoremos en domingo en
honor a la resurrección. Cristo nos ha dado un símbolo de la resurrección
¿ C ó m o celebramos la resurrección? Permitamos que Biblia hable por sí
misma “¿ No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo
Jesús, nos hemos sumergido en su muerte? Con el bautismo fuimos sepultados
con él en la muerte, para que así como Cristo resucito por la gloria del padre,
también nosotros llevemos una vida nueva" (Romanos 6:3,4).
El bautismo es el símbolo del Nuevo Testamento para
la resurrección. Cuando los nuevos creyentes entran en la tumba líquida son
sumergidos completamente, lo que simboliza la muerte a la vida antigua. Al salir
del agua, son resucitados para vivir una nueva vida en Jesús.

El bautismo es el símbolo del nuevo testamento para la resurrección.


Así como Jesús entró en la tumba y resucitó a una nueva vida, así
también el bautismo simboliza la nueva vida dada a cada cristiano nacido de
nuevo por el poder del Espíritu Santo. El bautismo es el símbolo del poder de
la resurrección, no la observando del domingo.
La Biblia dice: "Acuérdate del día sábado". Lo honramos como
creador al guardar el sábado bíblico. En más de 140 idiomas del mundo, la
palabra para el séptimo día de semana es "sábado". En ruso, ucraniano y
búlgaro, es "sabbota". En árabe es "as-sabat”.En hebreo es "shabbat”. Los
idiomas del mundo lo dejan muy en claro: el día que llamamos "Saturday" en
inglés, se llama «Sabbath".
De acuerdo con fuentes tan confiables como el Observatorio Real de
Greenwich, Greenwich, Inglaterra, y el Observatorio Naval de los Estados
Unidos, el ciclo semana nunca ha cambiado. La historia nos cuenta que en
1582 D.C. el papa Gregorio XIII cambio la fecha para ajustar el calendario
que se distanciaba de las estaciones reales. Decretó que el día siguiente al
jueves 4 de octubre de 1582 sería el viernes 15 de octubre de 1582. Pero
observemos que este cambio no alteró el ciclo semanal. El viernes todavía
seguía al jueves y el sábado seguía al viernes. Y el domingo todavía era el
primer día de la semana.
Décadas atrás, en 1976, le escribí al astrónomo del Observatorio Real de
Greenvch para conseguir información sobre la secuencia ininterrumpida de siglo
semanal. Quería estar absolutamente seguro de que no había ninguna evidencia
de cambio. Esta es mi carta y por favor, observa cuidadosamente la información
de la respuesta de esta autoridad.
Apreciado señor,
Actualmente estoy la secuencia ininterrumpida del ciclo semanal.
Varios astrónomos europeos afirman que el ciclo semanal ha llegado hasta
nosotros intacto desde tiempos antiguos. En otras palabras, que el séptimo
día de nuestra semana actual, por ejemplo, es idéntico al séptimo día de la
semana de los tiempos bíblicos.
Mi pregunta es triple:
1. ¿Qué muestran sus investigaciones en relación con la antigüedad intacta
del ciclo semanal desde tiempos antiguos?
2. Los otros cambios en el calendario en los siglos pasados (juliano a
gregoriano, etc.) ¿han afectado, de alguna manera, el ciclo de la semana?
3. El sábado de nuestro tiempo actual ¿es descendiente directo en ciclos
ininterrumpidos de siete del sábado mencionado en el registro bíblico de la
crucifixión?
Aprecio enormemente el tiempo dedicado a responder estas preguntas y
espero su pronta respuesta.
Atentamente,
Mark Finley

La respuesta de R. H. Tucker, Agente de información del observatorio


Real de "Greenwich, fue la siguiente:

Apreciado señor,
Su carta al astrónomo real de Greenwich nos ha sido enviada a
nosotros aquí y el director me pidió que la responda.
La continuidad de la semana de siete días se ha mantenido desde los
primeros días de la religión judía. El astrónomo quizá se preocupe por las
decisiones relacionadas con el tiempo, la fecha calendario y el número de año.
Pero dado que la semana es un ciclo civil, social y religioso, no debiera haber
ninguna razón de alteración por ningún ajuste al calendario. Cualquier
intento de alterar el ciclo de siete días siempre ha levantado la oposición más
resuelta de las autoridades judías, y estamos plenamente seguros de que no
se llevó a cabo ninguna alteración. El cambio del calendario juliano al
gregoriano (1582-1927) se realizó para no perturbarla secuencia de los días
de la semana.
Le saluda atentamente,
R. H. Tucker
Agente de información

Resumiendo: Adán guardaba el sábado. Moisés guardaba el sábado.


Isaías guardaba el sábado, Jeremías guardaba el sábado. Jesús guardaba el
sábado. Pedro, Santiago, Juan y Pablo guardaban el sábado. El Nuevo
Testamento deja en claro las prácticas sabáticas de los discípulos.

El sábado y los cristianos del Nuevo Testamento


Pablo predicaba acerca de Cristo y lo hacía en sábado.
“Atravesaron Anfípolis y Apolonia, y llegaron a Tesalónica, donde los judíos
tenían una sinagoga. Pablo, como de costumbre, se dirigió a ellos y discutió
durante tres sábados, basándose en la Escritura" (Hechos 17:13). Lo
interesante es que los gentiles regularmente asistían a estas reuniones
sabáticas también. Lucas registra en Hechos 13:42: “A la salida, les pidieron
que retomaran el mismo tema el sábado siguiente". El apóstol Pablo no los
animaba a regresar el primer día para guardar el domingo, la Escritura dice:
“Casi todo la ciudad se reunió el sábado siguiente para escucharla Palabra de
Dios" (Hechos 13:44).
¡Asistía una ciudad entera! ¡Alabado sea Dios! ¿Y si cada uno de tu
ciudad viniera a adorar al creador cada sábado? El sábado revela una identidad
o unidad entre todos los pueblos. En Cristo somos parte de una creación
común forjada como una raza humana. Y el sábado celebramos nuestra
identidad.
Cuando vamos a adorarlo en sábado, él nos reúne como una
humanidad. Los discípulos guardaban el sábado en público, y cuando no
había una concurrencia común de creyentes, guardaban el sábado con un
grupo pequeño en privado. "Y el sábado nos dirigimos hacia las afueras de la
misma [la ciudad de Filipos] a un lugar que estaba a orillas del río, donde se
acostumbraba a hacer oración" (Hechos 16:13).
En esta ciudad, no había un grupo o iglesia que guardara el sábado. Así
que el apóstol Pablo se reunía con un grupo de creyentes junto a un río tranquilo
para adorar en sábado.
Las evidencias del Nuevo Testamento son claras. Jesús les dijo a sus
discípulos que después de la cruz guardarían el sábado. Pedro y Pablo
guardaban el sábado. El libro de Apocalipsis nos invita a adorar al creador cada
sábado.
En estos últimos días de la historia de la tierra, la Revelación de
Jesucristo nos invita a la verdadera adoración. Muchos cristianos están
confundidos sobre la expresión de Apocalipsis 1:10 con respecto al "día del
Señor". Juan declara "El día del Señor fui arrebatado por e l Espíritu...". ¿Cuál
es el día del Señor? ¿Hay diferencia entre el día de Señor" y el "sábado
bíblico"? ¿Son dos días diferentes uno para el Antiguo Testamento, y otro para
el huevo Testamento, o son el mismo día?
Podemos intentar tergiversar el significado del día del Señor, pero Jesús
sabe lo que quiso decir con la expresión "día del Señor" mejor que nosotros.
Permitamos que Jesús defina el día del Señor. "Porque el Hijo del hombre es
dueño del sábado' (Mateo 12:8). De manera que el Hijo del hombre es dueño
también del sábado" (Marcos 2:28). "El H ijo del Hombre es dueño del sábado"
(Lucas 6:5).
¿Por qué crees que la Biblia repite tres veces la misma idea? Hay una sola
razón: se trata Je un concepto importante. Si "el Hijo del hombre es dueño (o
señor) del sábado", entonces sábado debe ser el día del Señor. El sábado del Dios
creador en Génesis es el día del Señor en el Apocalipsis. Es el mismo creador,
tanto en el Apocalipsis como en el Génesis.
El pueblo de Dios que espera su pronto regreso guardará sus
mandamientos (ver Apocalipsis 14:12), incluyendo el reposo sabático. Le
obedecerán entrañablemente. El sábado será un símbolo de verdadera
adoración en el tiempo del fin. El sábado será el símbolo de la auténtica
adoración por la eternidad. A través de las edades sin fin de eternidad lo
adoraremos como nuestro creador poderoso y amante. "Porque así como
permanecen delante mí el cielo nuevo y la tierra nueva que yo haré -oráculo del
Señor-, así permanecerán la raza y el nombre de ustedes. De luna nueva en luna
nueva, y de sábado en sábado, todos vendrán a postrarse delante de mí, dice el
Señor" (Isaías 66:2 2, 23).
De todo el mundo vendrán y juntos como una humanidad común, juntos
como hermanos y hermanas, como una familia, le darán alabanza, honor y gloria.
Juntos iremos a alabar a Cristo, que creó el cielo y la tierra. Nos uniremos para
alabar al Padre, al Hijo y Espíritu Santo. Nos congregaremos para adorar a
Cristo, que murió por nosotros.

Tal vez estés pensando: "Esto es nuevo para mí". Pero sé que TÚ solo
tienes un deseo. Anhelas seguir a Jesús y hacer su voluntad. Cuando
aprendemos que Dios escribió Diez Mandamientos con su propio dedo en
tablas de piedra y uno de los mandamientos –solo uno– tiene la palabra
"Acuérdate", no nos atrevemos a olvidar lo que dijo que recordemos.
Olvidarse de "acordarse" lo que Dios mismo dijo que es de suma importancia,
es perderse las enormes bendiciones del mandamiento del sábado. Evitar
experimentar la paz, el descanso y el gozo que brinda el sábado.
En toda la Biblia, el mandamiento del sábado es evidente. "El sábado es
una señal entre “Dios y su pueblo". Todos los creyentes del Antiguo Testamento
guardaban el sábado. Pedro, Santiago y Juan guardaban el sábado. Pablo
enseñó a toda una ciudad a guardar el sábado. Todos los creyentes del Nuevo
Testamento guardaban el sábado. Jesús mismo adoraba al Padre cada sábado.
Jesús dijo: "Si ustedes me aman, cumplirán Jesús mismo adoraba al padre cada
sábado. Jesús dijo: “si ustedes me aman cumplirán mis mandamientos”.
Cuando descubrimos la maravillosa belleza del sábado, nuestro corazón
se deshace de amor por Cristo. Clamamos desde las profundidades de nuestro
ser: “Te seguiré, mi Salvador". Jesús -aun cuando sea diferente de la opinión
popular, aun cuando sea diferente de lo que enseña la religión convencional-,
mi corazón solo quiere una cosa, la verdad bíblica. Mi corazón solo quiere una
cosa, a Jesús.
En este preciso momento, ¿te gustaría inclinar el rostro y decir: 'Jesús,
enséñame tu verdad. Dondequiera que me guíes te seguiré"? ¿Te gustaría decir:
"Querido Jesús, quiero seguirte, no importa lo que otros enseñen, quiero
adorarte como creador y Señor. Y cada semana descubrir tu reposo sabático"?
Para mí, lo más importante en la vida es seguir a Jesús. Ese ¿es tu
deseo? Ese ¿es tu compromiso? La voluntad de Jesús ¿es más importante
para ti que cualquier otra cosa en esta vida? ¿Quisieras que yo ore por ti para
que Jesús te guíe a hacer su voluntad, hoy y siempre? ¿Te gustaría abrir tu
corazón en este momento y decir: "Sí, Jesús, haré tu voluntad"?

CAPITULO IV

El mayor engaño de la historia


Alguna vez te percataste de que las cosas no siempre son lo que parecen
ser? Durante siglos los científicos creían que la Tierra era el centro estacionario
del Universo y todo, incluyendo el sol y las estrellas, giraba a su alrededor.
Fue un librepensador polaco, Copérnico, quien determinó que la misma Tierra
estaba en movimiento y giraba alrededor del sol.
Simplemente porque parecía que el sol y las estrellas se movían
alrededor de la Tierra, no significaba que se movieran. El mero hecho de que
creamos algo, no hace que eso sea verdad. Solo porque todos los demás lo crean,
no significa que sea así.

¿Podría ser que una tradición como una de esas ideas sostenidas durante
tanto tiempo se haya deslizado dentro de la iglesia cristiana? ¿Es posible que
millones hayan aceptado la falsedad en lugar de la verdad y que pocos la
cuestionen? ¿Crees que es posible que la mayoría de las iglesias hayan dejado de
lado un mandamiento de Dios para seguir la tradición humana en su lugar? ¿Podría
ser que esta tradición haya estado tanto tiempo en boga que sea aceptada como
verdad cuando es exclusivamente de origen humano? Todo esto es parte del plan
de Satanás de engañar al pueblo de Dios en los últimos días.

El gran engañador
El libro del Apocalipsis predice que Satanás intentaría engañar a la iglesia
cristiana. Considera esta asombrosa declaración del Apocalipsis: “Y así fue
precipitado el enorme dragón, la antigua serpiente, llamada diablo o Satanás y el
seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles"
(Apocalipsis 12:9). Es una serpiente. Engañó a Eva en el jardín del Edén. Ha
engañado a hombres y mujeres a través de los siglos. Sus engaños son tan astutos,
tan poderosos, que intenta imponérselos al mundo entero. La Biblia dice: fue
arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles" (Apocalipsis 12:9, última parte).
Satanás es un engañador. ¿No sería lógico que Satanás tratara de producir
una falsificación religiosa? El valor de una falsificación es que se asemeja tanto
como sea posible a lo auténtico. Ningún falsificador en el mundo haría un billete
falso de 3 o de 13 pesos. ¿Por qué no? Simplemente, porque no hay ninguno
billete de curso legal que lleve esa denominación. La estrategia de Satanás es
falsificar la verdad divina y especialmente atacar los mandamientos de Dios.
Ahora bien, ¿no es lógico que Satanás, el gran engañador, atacara la Ley de
Dios?
La Ley de Dios representa la autoridad de Dios. Si Satanás puede
abrogar la Ley de Dios, puede anular la autoridad de Dios. La Ley de Dios es
el fundamento de su gobierno. La Ley de Dios define lo que está bien y lo que
está mal. Y si Satanás pudiera engañar al pueblo de Dios sobre el tema de la
ley, puede socavar el poder de Dios, la credibilidad de Dios y la autoridad de
Dios.

Muchos cristianos están confundidos, pues la iglesia a la que asisten


guarda el domingo.
Pero en el corazón mismo de la ley de Dios está el sábado. Ahora bien,
¿no es lógico que Satanás, el gran engañador, atacara al creador cambiando el
símbolo de la creación, el sábado? ¿Te has empezado a preguntar cómo se
cambió el día de reposo bíblico del séptimo día (sábado) al primer día
(domingo)?
Si la Biblia es tan clara sobre este tema, ¿por qué hay tanta gente
confundida? ¿Quién cambió el sábado? ¿Cuándo fue cambiado? Y ¿por qué
se cambió? Por cierto que hay buenas respuestas a estas preguntas. Las
respuestas vienen de la Biblia y de la historia. Una cosa es cierta: Dios no
cambie el día de reposo.
Hay personas sinceras y de corazón honesto que leen el relato de la
creación del Génesis y descubren que Dios bendijo el séptimo día y lo santificó.
También descubren que descansó el séptimo día. Leen que Dios estableció el sá-
bado en los días de Adán, más de dos mil años antes de la existencia de la raza
judía.
Pero estos cristianos están confundidos, pues la iglesia a la que asisten
guarda el domingo. Están perplejos, porque leen el mandamiento del sábado y
es muy claro.
Estos cristianos preguntan: "¿Quién cambió el sábado?" Ven que Dios no
lo cambio. Porque él declara: "Porque yo, el Señor, no he cambiado" (Malaquías
3:6). Entonces buscar en la Biblia y descubren que Jesús no cambió el sábado,
porque “Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre" (Hebreos
13:8).
Las enseñanzas de Jesús son imperecederas. Las doctrinas que enseñó
son eternas Jesús, por cierto, no alteraría la ley de su Padre y desde luego
tampoco le dio autoridad a sus discípulos para cambiarla. Escucha los
comentarios de Pablo a las autoridades romanas: “Hay que obedecer a Dios
antes que a los hombres" (Hechos 5:29). Entonces, pregunta es: si Dios no
cambió el sábado, si Jesús no cambió el día de reposo, si Ios discípulos no
podían cambiar el sábado, ¿quién lo hizo?
En el libro de Apocalipsis, capítulo 13 leemos acerca de una bestia que se
levanta del mar. Esta bestia también se la conoce como el anticristo. Todo el
mundo sigue los engaños de la bestia. En Apocalipsis 13 hay una imaginería
fascinante: "Entonces vi que emergía del mar una bestia con siete cabezos y diez
cuernos. En cada cuerno tenía una diadema y sobre sus cabezas había leyendas
con nombres blasfemos” (Apocalipsis 13:1).
Una bestia en la Biblia es un rey o un reino (ver Daniel 7:17, 23). Puede
ser un poder o un reino político o religioso. Esta bestia surge del mar. El mar
representa pueblos o naciones (ver Apocalipsis 17:15). Este poder que surge
es un poder blasfemo. En la Biblia, la blasfemia ocurre cuando un poder
terrenal o un ser humano asume los privilegios o prerrogativas de Dios (ver
Juan 10:33).
Un aspecto de la blasfemia afirma tener la autoridad de cambiar la misma
ley escrita con el dedo de Dios. Esta es la razón. Si un poder terrenal tiene la
autoridad de cambiar la Ley de Dios, debe ser mayor que el que dio la ley en
primer lugar. Si la Ley de Dios es el fundamento eterno de su gobierno, un
intento de cambiar la ley es un ataque contra el legislador, Cualquier intento de
cambiar la Ley de Dios exalta por encima de Dios al que hace tal cambio, y eso
es blasfemia.
Apocalipsis 13:2 sigue presentando esta imaginería: “Parecía una pantera,
pero tenía las patas como las de un oso y la boca como la de un león. El dragón le
cedió su poder y su trono con un inmenso imperio”.
Para comprender lo que vendrá en el futuro, es imperativo entender
estos símbolos del león, el oso, el leopardo (o pantera) y el dragón. También
es necesario comprender que la batalla en el universo entre el bien y el mal es
una batalla sobre la adoración. Se centra en la Ley de Dios. El sábado está en
el centro de esta controversia sobre la adoración.

Entendiendo las imágenes del Apocalipsis


Para comprender el Apocalipsis, primero es necesario comprender a
Daniel. Las profecías bíblicas de Daniel están relacionadas con las profecías del
Apocalipsis. Vayamos para atrás a Daniel, capítulo siete. Tenemos la misma
imaginería que en Apocalipsis 13: león, el oso, el leopardo y el dragón. Aquí en
Daniel 7 tenemos una descripción de un poder que se levantaría en los primeros
siglos. Uniría la Iglesia y el Estado.
Este poder religioso usurparía la autoridad de Dios. Afirmaría tener
poder para cambiar la Ley de Dios. Descubramos quien es este poder, dónde
surgió este poder y que hizo este poder.
Analicemos las profecías de la Biblia que predicen que este poder
trataría de cambiar la Ley de Dios. Abramos las páginas de la historia y leamos
sus propias afirmaciones de que tiene suficiente autoridad para cambiar el día
de reposo de Dios.

Si continuas leyendo comprenderás posiblemente por primera vez en tu


vida, los asuntos centrales en este conflicto sobre la adoración y por qué el
sábado es tan importante para Dios. También entenderás como entro el domingo
en la iglesia cristiana. Es una experiencia absolutamente asombrosa comparar la
profecía bíblica con los anules de la historia.
Una noche, cuando el profeta Daniel se durmió, tuvo un sueño, La Biblia
describe su sueño en Daniel 7:2 y 3: Yo miraba en mis visiones nocturnas, y vi
los cuatro vientos del cielo que agitaban el gran mar. Y cuatro animales
enormes, diferentes uno del otro, emergieron del mar”.

¿Qué representa una bestia o un animal en la profecía bíblica? “Esos


cuatro animales enormes son cuatro reyes que se alzarán de la tierra" (Daniel
7:17) “En lo que respecta al cuarto animal, habrá sobre la tierra un cuarto
reino..." (Daniel 7:23). Estas cuatro bestias representar cuatro reinos, Estos
cuatro reinos que gobiernan el mundo desde los días de Daniel nos llevan río
abajo por la corriente del tiempo.
En Daniel, capítulo 7, estos cuatro grandes imperios mundiales son
retratados o descriptos como bestias salvajes o animales enormes. En Daniel
capítulo 2, estos mismos imperios mundiales son descriptos como metales de
variado valor y resistencia.
En Daniel, capítulo 2, el rey Nabucodonosor de Babilonia soñó con una
gran imagen. La imagen tenía una cabeza de oro, pecho y brazos de plata,
muslos de bronce, piernas de hierro y pies de hierro y barro cocido. No tenemos
que hacer suposiciones acerca del, significado de esta estatua gigante
compuesta de cuatro metales. Babilonia, el primero de estos cuatro reinos, fue
mencionado directamente por Daniel. Él también menciona el imperio que
derrocó a Babilonia: Medopersia (ver Daniel 5:28-30) y la nación que derrocó a
Medopersia: Grecia (ver Daniel 8:20, 21), Los cuatro metales en la imagen
representan, entonces, cuatro poderes gobernantes: Babilonia, Medopersia,
Grecia y Roma.
La imagen tenía pies de hierro mezclado con barro cocido, que
representaba la Europa dividida y una roca cortada no con mano humana que
desmenuza la imagen. Esta roca representa a Jesús, la Roca de los siglos, que
un día destruirá los reinos de este mundo y establecerá su reino eterno e
imperecedero.
Analicemos esto cuidadosamente y veamos de qué manera estas figuras
de animales de Daniel 7 representan a esas naciones antiguas. Mientras estas
bestias proféticas avanzan a grandes pasos en el panorama de los tiempos,
vemos el desarrollo de la historia.
La primera bestia era como un león con alas de águila. Dice el registro
bíblico: "E primero era como un león y tenía alas de aguila. Yo estuve mirando
hasta que fueron arrancado, sus alas..." (Daniel 7:4).
Babilonia es el país moderno de Irak. Está a unos 100 kilómetros al sur de
Bagdad. Cuando los arqueólogos excavaban en Irak hallaron imágenes en los
muros de Babilonia que representaban un majestuoso león alado,
confeccionados con ladrillos barnizados.
El león con alas de águila era un símbolo común y conocido de
Babilonia. De hecho, el profeta jeremías, hablando de Babilonia, dice en
Jeremías 4:7:”Un león ha subido de su espesura, un destructor de naciones se
ha puesto en marcha, ha salido de su morada, para reducir tu país a la
devastación' Un león con alas de águila era un símbolo común de Babilonia
en el mundo antiguo. En los días de Daniel, Babilonia era una poderosa
potencia mundial dominante.
Luego debía surgir otra nación. Babilonia no gobernaría el mundo
para siempre. "Luego vi otro animal, el segundo, semejante a un oso, él estaba
medio erguido y tenía tres costillas en su boca, entre sus dientes. Y le
hablaban así “¡Levántate, devora carne en abundancia!” (Daniel 7.5). Ahora
notemos que el segundo imperio es similar a un oso que se alza de un
costado. Medopersia derrocó a Babilonia.
El oso de Medopersia, al alzarse de un costado, representaba a los
persas que derrocaron primero a Babilonia y que luego dominaron a los
medos
¿Qué tiene el oso en la boca? Tres costillas. Cuando Medopersia conquistó
el mundo, primero conquistó a Babilonia, y luego se fue en dirección al norte y
conquistó Lidia, luego hacia el sur y conquistó Egipto. Estas tres naciones,
Babilonia, Lidia y Egipto, representan las tres costillas. La profecía bíblica es
extremadamente precisa. Es absolutamente asombrosa.
Surge un tercer imperio: "Después de esto, yo estaba mirando y vi otro
animal como un leopardo; tenía cuatro alas de pájaro sobre el dorso y también
cuatro cabezas, y le fue dado el dominio" (Daniel 7:6). Los griegos derrocaron a
los medos y a los persas.
Alejandro Magno y su ejército conquistaron rápidamente el mundo.
Si quisieras describir una conquista rápida, ¿qué animal elegirías que
pueda avanzar verdaderamente rápido? Un leopardo. Pero si quisieras
describir una conquista aún más rápida, ¿qué harías con el leopardo? Le
pondrías alas encima.
Dios le puso alas a su leopardo para describir la rápida conquista
de Alejandro Magno. ¿Por qué las cuatro cabezas? observemos una vez
más cuán precisa es la profecía bíblica. Alejandro Magno murió muy joven,
a los 33 años. Las cuatro cabezas del leopardo representan a los cuatro
generales de Alejandro que se dividieron el imperi o. Sus nombres eran
Casandro, Lisímaco, Ptolomeo y Seleuco. Los cuatro generales de Alejandro
Magno gobernaron exactamente como predijo la profecía bíblica.
La Biblia describe un cuarto imperio: "Después de esto, yo estaba mirando en
las visiones nocturnas y vi un cuarto animal, terrible, espantoso y
extremadamente fuerte tenía enormes dientes de hierro, comía, trituraba y el
resto lo pisoteaba con las patas. Era diferente de todos los ani male s que lo
ha bían prece dido , y te nía die z cu ern os ” (D aniel 7:7)

Es muy eviden te qu e e sta cua rta be stia re pre sen ta al imp eri o
roma no. Este periodo no s ll eva a la ép oca de Cri sto. Fu e un
de creto ro mano el que llevo a Jo sé a la ciuda d de Belén , do nde
final men te na ció Je sú s. Fue Pon cio Pi lato, un roma no el qu e juzgo
Jesús. Fue un soldado romano el que clavó a Jesús en la cruz. Roma
dominaba el mundo en los días de Jesús. El cristianismo surgió en este imperio
Romano. La Biblia describe claramente la caída del Imperio Romano en el
simbolismo de los dedos de los pies de la imagen y los cuernos de la cuarta
bestia.

La imagen de Daniel 2 tenía pies y dedos de hierro y barro cocido


que representaban la Europa dividida. Esta cuarta bestia tiene diez cuernos.
Roma estaba dividida en diez divisiones principales, Las tribus bárbaras
barrían el imperio saqueando y robando, destruyendo aldeas y ocupando
ciudades. El imperio Romano estaba dividido. Estas tribus bárbaras se
repartían el imperio Romano en pequeños reinos. Los anglosajones se
asentaron en Inglaterra. Los francos se establecieron en la zona de Francia.
Los alamares colonizaron la zona de Alemania. Los ostrogodos se instalaron
en la zona de Austria. Y las otras tribus del norte se extendieron por el imperio
dividiendo el territorio como lo vemos hoy. Estas divisiones se revelan en los
diez cuernos de esta bestia.
Luego, Dios revela cómo entraría la apostasía en la iglesia en un
tiempo cuando el Imperio Romano estaba siendo invadido por las tribus
bárbaras del norte.

El misterioso cuerno pequeño


Esta profecía de Daniel, capítulo 7, reveas; claramente el conflicto
sobre la adoración y precisamente cómo, fue cambiado el día de reposo.
Cuando Daniel, en visión, vio estos diez cuernos, advirtió que surgía algo
notable. "Yo observaba los cuernos y vi otro cuerno, pequeño, que se elevaba
entre ellos. Tres de los cuernos anteriores fueron arrancados delante de él y sobre este
cuerno había unos ojos como de hombre y una boca que hablaba con insolencia"
(Daniel 7:8).
La Biblia dice que este cuerno pequeño era diferente de todo el resto.
¿Quién es este cuerno pequeño que se levanta entre los diez cuernos?
Tratemos de descubrir algunas cosas que dice la Biblia acerca de este
misterioso cuerno pequeño.
Primero, este cuerno pequeño se levanta en medio de los diez
primeros (Daniel 7:8). Si los diez cuernos son divisiones de Roma, este
cuerno pequeño tiene que surgen Europa occidental. Este cuerno pequeño no
surge en Asia, África, Norteamérica ni Sudamérica. Sus raíces están en suelo
europeo.
Segundo, la Biblia dice que este cuerno pequeño surgiría después de
los diez cuernos (Daniel 7:8), No se levanta en los días de Babilonia,
Medopersia, Grecia ni Roma.

Surge después de la caída del Imperio Romano. Crece cuando Roma se


está dividiendo. Es un poder que sube de Roma en los primeros siglos.
En tercer lugar, la Biblia también dice que este cuerno pequeño tiene ojos
como los ojos de un hombre. ¿Qué representa esto? ¿Sabes cómo se lo llama
a un profeta en la Biblia? En la Biblia, un profeta es llamado "vidente" porque un
profeta ve con los ojos de Dios. Los ojos de un hombre no representan sabiduría
divina sino sabiduría humana. Es un sistema religioso humano basado en las
enseñanzas del hombre el que saldría de Roma.
Notemos lo que dice la Biblia en Daniel 7:24: Es diferente de todo el
resto. Esta es la cuarta clave para interpretar a este cuerno pequeño. Todos los
demás poderes anteriores, Babilonia,
Medopersia, Grecia y Roma eran poderes políticos. Este es diferente. No es
principalmente un poder político; es un poder religioso: un poder político
religioso.
¿Qué haría este poder? Intentaría cambiar la misma Ley de Dios.
Notemos lo que dice la Biblia en Daniel 7:25: "Hablará contra el Altísimo y
maltratará a los santos del Altísimo. Tratará de cambiar los tiempos festivos y la
ley". ¿Puedes pensar en alguna manera más extraordinaria de hablar "palabras
contra el Altísimo" que un intento de cambiar la Ley de Dios, especialmente su
día de reposo?

El poder del cuerno pequeño hablaría grandes palabras contra el


Altísimo, asumiendo la prerrogativa de Dios e intentando cambiar las leyes
divinas.
Este poder intentaría cambiar la misma Ley de Dios. Obviamente estamos
hablando de las leyes divinas. No estamos hablando de algo insignificante
como de leyes impositivas o políticas. Cuando una nación sigue a otra, casi
siempre cambian las leyes humanas. No hay nada sorprendente al respecto,
ni nada diferente de la otra bestia. Pero el poder de este cuerno pequeño
hablaría grandes palabras contra el Altísimo, asumiendo la prerrogativa de Dios
e intentando cambiar las leyes divinas.
Ahora, notemos que la Biblia no dice que cambiaría esas leyes; solo
"trataría" cambiarlas. Haría parecer que las cambió. Ningún poder terrenal, por
más poderoso que pretenda ser, podría cambiar la Ley de Dios alguna vez. Este
poder pensaría que tenía autoridad para cambiar la Ley de Dios.
La profecía de Daniel predice que una poderosa potencia religiosa
saldría del antiguo Imperio Romano. Este poder sería pequeño al comienzo
pero se volvería extremadamente poderoso. Pretendería tener autoridad para
cambiar la misma Ley de Dios.

¿Qué sucedió históricamente?


En un intento por apaciguar a los paganos que entraban a la Iglesia en
grandes cantidades y hacer que el cristianismo fuese más aceptable en el
imperio, este poder romano intentaría cambiar la Ley de Dios. El cambio del día
de reposo ocurrió gradualmente a lo largo del tiempo. Esto dio lugar a una
variedad de factores sociales y religiosos.
El Dr. John Eadie nos ayuda a entender las raíces de este cambio en su
Enciclopedia Bíblica. Allí dice: "Sábado: una palabra hebrea que significa
descanso... Domingo fue un nombre dado por los paganos al primer día de la
semana, porque era el día en el que adoraban al sol". La adoración del sol era
común en Egipto, Babilonia, Persia y Roma.
En el siglo IV, el emperador romano Constantino también fue influenciado
por la adoración del sol. Constantino deseaba unir su imperio. ¿Cómo uniría su
imperio el emperador? Constantino aprobó un decreto para ofrecer un día de
descanso y de recreación común por lodo el imperio. Su claro intento fue
promover la unidad entre los paganos y los cristianos en todo su reino.
El decreto del emperador data de 321 d.C. y ordena: "En el venerable Día
del Sol, que los magistrados y la gente que reside en las ciudades descansen,
y que se cierren todos los negocios". Constantino, 321 d.C. Constantino llama
domingo al "venerable día del Sol" (en inglés, Sunday). Declara que "se cierren
todos los negocios".
En los días de Constantino, la Iglesia y el Estado se unieron en un intento
por cristianizar a los paganos y unir el imperio. El gobierno romano y la iglesia
romana se unieron. Esta es una declaración asombrosa, publicada en marzo de
1994, en el Catholic World.. "El sol principalmente era un dios del mundo
pagano... en verdad, hay algo regio y majestuoso con respecto al sol, que lo
hace un emblema adecuado de Jesús, el Sol de justicia, Por lo tanto, la Iglesia
en estos países parece haber dicho: 'Mantengan el antiguo nombre pagano.
Seguirá siendo consagrado, santificado'. Y así, el domingo pagano, dedicado a
Balder, se convirtió en el domingo cristiano, consagrado a Jesús”.
¿Ven cómo ocurrió? ¿Ven cómo el domingo entró en la iglesia?
Constantino quería unir su imperio y los dirigentes de la iglesia de Roma querían
convertir a los paganos. El domingo llegó a ser el vehículo para lograr ambas
cosas; de modo que el sábado bíblico fue cambiado por la Iglesia Romana y el
Estado.
Había otro asunto en juego aquí. La Iglesia Romana quería distanciarse
del judaísmo. Había un sentimiento antisemita en el Imperio Romano. Esto
contribuyó al cambio del sábado por el domingo como día de adoración.
El Concilio de Laodicea de la Iglesia Romana (realizado
aproximadamente entre el 363 y 364) registra la primera prohibición de
guardar el sábado bíblico. Los obispos católicorromanos se reunieron en
Laodicea y decretaron: “Los cristianos no judaizarán” (es decir, no guardarán el
sábado,) "ni estarán ociosos en sábado",

Aquí el Concilio de la Iglesia está diciendo: "Prohibimos que los


cristianos descansen en sábado. Trabajarán en ese día". Pero honrarán
especialmente el Día del Señor, y como son cristianos, en lo posible no
trabajarán en ese día. "Si no obstante se los encuentra judaizando
(guardando el sábado) serán excluidos de Cristo".
Aquí hay un Concilio eclesiástico que se une con el gobierno
romano bajo Constantino y trata de cambiar la autoridad del sábado al
domingo. El cambio del sábado se llevó a cabo gradualmente, cuando los
cristianos se distanciaron de los judíos y los dirigentes de la Iglesia y del
Estado se dieron la mano para unir el imperio.

Los responsables del cambio


Daniel 7:25 dice que un poder terrenal que surge de Roma intentará
cambiar la Ley de Dios. Dios dice: "Tengan cuidado!" Hay numerosas
declaraciones de fuentes católicorromanas que reconocen que la Iglesia
cambió el día de reposo. El Catecismo de las Doctrinas Católicas registra:
Pregunta. ¿Cuál es el tercer mandamiento?
Respuesta. El tercer mandamiento es: Acuérdate del día sábado para
santificarlo.
Pregunta. ¿Cuál es el día de reposo?
Respuesta. El sábado es el día de reposo.
Pregunta. ¿Por qué observamos el domingo en vez del sábado?
Respuesta. Observamos el domingo en vez del sábado porque la Iglesia
Católica trasfirió la solemnidad del sábado al domingos

La Ley de Dios fue cambiada… en los siglos IV y V. Esto no es


ningún secreto.
Quizá te preguntes por qué estas declaraciones del catecismo católico
se refieren al mandamiento del sábado como al tercer mandamiento en lugar
del cuarto. Esto es simplemente porque la iglesia romana omitió el segundo
mandamiento sobre las imágenes y dividió el décimo mandamiento: "No
codiciarás" en dos mandamientos: "No consentirás pensamientos ni deseos
impuros» y «
No codiciarás los bienes ajenos" para seguir teniendo diez
mandamientos.
La Ley de Dios fue cambiada por la Iglesia Católica Romana en los siglos
IV y V. Esto no es ningún secreto. La iglesia admite esto abiertamente. El
Catholic Mirror del 23 de setiembre de 1893 declara: "La Iglesia Católica por
más de mil años antes de la existencia de protestante, en virtud de su misión
divina, cambió el día del sábado al domingo". La Enciclopedia Católica, tomo
4, página 153 (en inglés) añade: «La iglesia, después de cambiar el día de reposo
del sábado judío del séptimo día de la semana al primero, hizo que el tercer
mandamiento se refiera al domingo como el día a ser santificado como el día del
Señor". Aquí la Iglesia reconoce abiertamente el cambio del día de reposo.

La iglesia católica Santa Catalina ubicada en Michigan, Estados Unidos,


publicó una sorprendente declaración en su boletín del 21 de mayo de 1995:
"Quizá, lo más atrevido, lo más revolucionario que la iglesia hizo alguna vez ocurrió
en el siglo I [sic]. El santo día de reposo fue cambiado del sábado al domingo [ ... ]
No por algún mandamiento señalado en la Escritura, sino por el sentido de la
iglesia de su propio poder".

Karl Keating, uno de los eruditos católicos laicos más destacados de los
Estados Unidos actualmente, escribió un libro como desafío a los protestantes.
Explicó el cambio del sábado de este modo: "Los fundamentalistas se reúnen
para adorar en domingo, aunque no haya ninguna evidencia en la Biblia de que
la adoración colectiva deba hacerse los domingos. El sábado judío, o día de
reposo, por supuesto que era el séptimo día. Fue la iglesia Católica la que
decidió que el domingo debía ser el día de adoración para los cristianos, en
honor a la resurrección".

No es un asunto de días es un asunto de autoridad. El problema es: ¿guíen


es tu amo?

Este autor católico está razonando con los protestantes. Dice, si quieres
seguirla Biblia, deberías guardar el sábado bíblico. Entonces expone que la
Biblia sola no es una guía suficiente sin la autoridad y la interpretación de la
Iglesia.
El sacerdote de la iglesia de Santa Catalina en Michigan razonaba de la
misma manera con la siguiente declaración: “Los que piensan que las
Escrituras debieran ser la única autoridad, lógicamente debieran hacerse
Adventistas del Séptimo Día y guardar el sábado".
El tema central con respecto al cambio del sábado es: La Iglesia ¿tiene
autoridad para cambiar la Ley de Dios?
Si aceptamos el domingo, estamos aceptando un día basado en la
autoridad de la Iglesia. El argumento de la Iglesia Católica es este: aceptar el
domingo es aceptar la autoridad de la Iglesia. Si uno acepta la autoridad de la
Iglesia Católica para cambiar el día de reposo, para ser sincero, debiera ser
católico.
El cardenal J]ames Gibbons fue uno de los eruditos católicos más
prominentes del siglo XIX en Norteamérica. Él declaró: "Podemos leer la Biblia
desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y no hallaremos ni una sola línea que autorice
la santificación del domingo. Las Escrituras exigen el cumplimiento de la
observancia religiosa del sábado".
El monseñor Segor esclarece el tema cuando escribe: "Fue la Iglesia
Católica que por la autoridad de Jesucristo ha transferido este descanso al día
domingo en memoria de la resurrección de nuestro señor. De modo que la
observancia del domingo por parte de los protestantes es un homenaje,
inspirado por ellos mismos, que rinden a la autoridad de la iglesia católica.

La cuestión va mucho más allá de ser un asunto de días. El punto es


¿cuál es nuestra guía? ¿Es la Biblia o es la tradición? la cuestión es: Alguna
iglesia humana o dirigente religioso humano, por cualquier razón o motivo,
¿Tiene la autoridad de cambiar la ley de Dios que fue escrita con su dedo en
tablas de piedra? ¿Dios le ha dado a alguna iglesia, a algún ser humano, la
autoridad de cambiar su ley? ¿Ha hecho eso?
¡De ninguna manera! Aquí estarnos frente a una cuestión de autoridad.
Dios dice: “no quebrantaré mi alianza ni cambiaré lo que salió de mis labios”
(Salmos 89:35). Por lo tanto, el centro de toda la cuestión es la autoridad,
Existen personas espirituales y sinceras en todas las iglesias y
denominaciones religiosas. La cuestión aquí no es juzgar los motivos de los
demás o su compromiso con Dios. Nuestro objetivo principal es descubrir la
verdad de Dios para seguirla. No es un asunto de días. Es un asunto de
autoridad, El problema es: ¿quién es tu amo?. ¿Es Jesús o los dirigentes de la
iglesia? ¿Cuál es el fundamento de tu fe? ¿Es la Biblia o lo que dice el hombre?
En el siglo XVI, en los días de la reforma, Martín Lutero expuso delante de
los sacerdotes y prelados de Europa que “la Biblia y la Biblia sola era la regla de
fe y práctica de los cristianos”. Afirmó: "Mi conciencia está sujeta a la palabra de
Dios”.
El Dr. Melvin Eck fue el brillante erudito católico utilizado por la iglesia
para argumentar contra Lutero. Uno de los argumentos que el Dr. Eck usó contra
Martín Lutero giraba en torno del sábado. Sugirió que “la autoridad de la iglesia
por lo tanto no podía sujetarse a la autoridad de las Escrituras porque la iglesia
había cambiado de ... el sábado al domingo, no por el mandamiento de Cristo
sino por su propia autoridad”.
El problema acerca del sábado es sobre la autoridad. El razonamiento del
Dr. Eck contra la famosa declaración de Lutero de la Biblia y la Biblia sola, solo
scriptura, era simple. La tradición reemplaza la Biblia y el hecho de que Lutero
aceptara el domingo era prueba suficiente para Eck que Lutero no aceptaba
cabalmente toda la Biblia sino que en el domingo aceptaba la autoridad de la
Iglesia Católica Romana.
Muchos cristianos hoy aceptan un engaño. La gente dice: "¿Qué
diferencia hay con día? Todos los días son iguales". Para Dios, no todos los días
son iguales. Un día fue bendecido por Dios, el séptimo. Un día fue santificado,
apartado por Dios, el séptimo. Y Dios reposó solo en un día: “el sábado”.
Los asuntos que estamos tratando son asuntos de autoridad. Asuntos de
obediencia. Nuestra elección es:

 La Biblia o la tradición
 Jesús o los dirigentes religiosos
 La Ley de Dios o los dogmas del hombre
 La instrucción de Dios o la enseñanza humana
 El camino de Dios o el camino del hombre
Ahora bien, a veces surge la pregunta: "¿Usted está sugiriendo que todos
los que guardan el domingo están perdidos?"
Permítanme aclararlo. NO todos los que guardan el domingo están
perdidos. Hay muchos cristianos que guardan el domingo y que aman a
Jesucristo. Viven a la altura de la luz que conocen. Cuando aprenden más, están
dispuestos a seguirla. En todo el mundo, decenas de miles están escuchando el
llamado de Dios y dará un paso al costado para respetar la verdad.
Jesús te está llamando hoy. Te está llamando a dar un paso al costado de
la multitud, Te está llamando a seguirlo. Te está llamando a obedecerle. Te está
pidiendo que aceptes su palabra y solo su palabra como la base de tu fe. ¿Por
qué no dices en tu corazón: “Jesús, sí, te seguiré todo el camino”? ¿Por qué no
inclinas la cabeza y aceptas el compromiso de seguirlo en este mismo
momento?

CAPITULO V

Un anticipo de la eternidad
Las bajas en ambos bandos eran elevadas. El bombardeo era intenso.
El fuego de artillería pesada duró todo el día. La tierra se sacudía violentamente
por el martilleo incesante de los aviones Axis. Las Fuerzas Aliadas
respondieron con un tiroteo. Los ejércitos rivales se enfrentaron de un lado a
otro de las trincheras.
José, un soldado estadounidense de 18 años, se retrepó exhausto contra
la pared de tierra de su trinchera recién cavada. El sol se estaba poniendo.
Pasó otro día y él todavía estaba vivo. Era Nochebuena de 1943. Los
pensamientos de su hogar inundaban su mente...
Mamá, papá... su hermano Tomás... su hermana Alicia... el pastel de
manzana recién horneado... las galletitas caseras de pasas... el pavo
asado... los regalos envueltos en papeles de colores... el árbol de Navidad...
las sonrisas... los abrazos... los troncos que ardían en el hogar... el chocolate
caliente... la paz. Pero en esta pesadilla llamada guerra, la muerte le golpeaba
la cara. La estrofa de la famosa canción –"En la tierra paz, buena voluntad para
con los hombres"– le parecía una utopía.
El campo de batalla estaba tranquilo ahora. El aire era puro y limpio. Las
estrellas titilaban en un cielo iluminado por la luna. Entonces lo escuchó.
¿Realmente podrían ser cantos? ¿Sus oídos lo estaban engañando esta
Nochebuena de 1943? ¿Esto era alguna clase de trampa ingeniosa? ¿Era
algún complot siniestro?
Los sonidos de un villancico navideño familiar llenaban de gozo el aire
nocturno. Aunque las palabras eran en alemán, la tonada era inconfundible.
"Noche de paz, noche de amor... Todo duerme en derredor". Los soldados
alemanes entonaban villancicos navideños a pocos cientos de metros de
distancia a plena vista. Lenta, cautelosamente al principio, José salió de su
trinchera impulsándose con los brazos. Su corazón fue tocado. Sus emociones
se conmovieron. De repente, ya no pudo contenerse más. Espontáneamente
también comenzó a cantar. "Noche de paz, noche de amor... Todo -duerme en
derredor".
Sus colegas norteamericanos se le unieron en el canto. Pronto las
voces que pocas horas antes gritaban las maldiciones de la guerra ahora
resonaban en un coro de alabanzas. Los dos bandos opuestos se acercaron
entre sí. Se abrazaron. Se rieron. Cantaron. Por una noche fueron hermanos.
Compartían una humanidad en común. Los enfrentamientos cesaron. Los
morteros enmudecieron. Aquella Nochebuena solo por un momento los
enemigos se hicieron amigos.

En cierto sentido, reconocieron una profunda verdad expresada en Hechos


17:24 y 26. "El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él no habita en
templos hechos por manos de hombre [...] El hizo salir de un solo principio a todo el
género humano para que habite sobre toda la tierra, y señaló de antemano a cada
pueblo sus épocas y sus fronteras”. La esencia de la dignidad de la humanidad
es una creación en común. El hecho de que somos creados
excepcionalmente por Dios le da valor a cada ser humano. Dios es nuestro
Padre. Tenemos una herencia en común. Somos hijos e hijas del Rey del
universo. Pertenecemos a la misma familia. Somos hermanos y hermanas
creados, formados y moldeados por el mismo Dios.

El sábado nos invita a regresar a nuestras raíces Es un vínculo con


nuestra familia de origen.
La creación provee un verdadero sentido de autoestima. El creador del
universo nos creó. Cada uno de nosotros es especial a su vista. Cuando los
genes y los cromosomas se reunieron para formar la excepcional estructura
biológica de nuestra personalidad, Dios tiró el molde. No hay nadie igual a ti en
todo el universo. Tú eres único; una creación inimitable.
El evolucionismo es deshumanizante. Si soy una molécula proteica
expandida, si solo soy producto de un evento fortuito, si solo soy una forma
avanzada de la creación animal, la vida tiene poco significado. Soy meramente
uno de casi seis billones de personas que se arañan entre sí por un espacio
para vivir en un planeta llamado Tierra.
El evolucionista busca en el interior para encontrar fuerzas para las
pruebas de la vida. La creación busca afuera. Mira hacia un Dios amante,
poderoso y omnisapiente La creación brinda un sentido de destino. El Dios que
me ama, el que me creó, el que se preocupa por mí, ha preparado un lugar en el
cielo para mí. La muerte no es una larga noche sin un amanecer. La tumba no es
un hoyo oscuro en la tierra. Dios tiene planeado un mañana nuevo y glorioso.
Para el evolucionista ¡a muerte es el fin. No hay mañana. La creación
habla de esperanza. La evolución se hace eco de la muerte. La creación habla
de un futuro seguro. La evolución se hace eco de la suerte ciega. La creación
responde las preguntas eternas de la vida. ¿De dónde vengo? ¿Por qué estoy
aquí? ¿Hacia dónde voy?
La evolución provee una visión distorsionada del origen de la vida, no responde
la pregunta del propósito de la vida y deja el alma desprovista en cuanto al
destino final.

La creación nos une con Dios. Establece nuestra autoestima. Forja lazos
con toda la humanidad. Crea una ascendencia en común. Inspira confianza en
un Dios que se interesa por nosotros. Nos conecta al inagotable poder de Dios y
nos alienta con la esperanza de la vida después de la muerte.

La creación y el sábado
Dios nos dio el sábado porque el mundo necesita desesperadamente el
mensaje reconfortante de la creación.
A mediados del siglo XIX, cuando la hipótesis evolucionista estaba
tomando por asalto el mundo intelectual, Dios envió un increíble mensaje de
esperanza. Se encuentra en Apocalipsis 14:6 y7: "Luego vi a otro ángel que
volaba en lo más alto del cielo, llevando una buena noticia, la eterna, la que él
debía anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, familia, lengua y
pueblo. Él proclamaba con voz potente: Teman a Dios y glorifíquenlo, porque ha
llegado la hora de su juicio: adoren a aquel que hizo el cielo, la tierra, el mar y
los manantiales".
En una era de evolución, Dios ha dado el sábado como un símbolo eterno
de su poder autoridad creadores. El sábado es un recordativo semanal de que
no nos pertenecemos. Él nos creó. La vida no puede existir aparte de él. “En él
vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17:28).
El sábado nos invita a regresar a nuestras raíces. Es un vínculo con nuestra
familia de origen. El sábado ha sido observado continuamente desde el
comienzo del tiempo. Es una conexión ininterrumpida que se remonta en el
tiempo hasta nuestro creador. El sábado nos dice que no somos solo un
producto del tiempo más el azar. Nos mantiene centrados en la verdad gloriosa
de que somos hijos de Dios. Nos invita a una relación íntima y estrecha con él.
La verdad es que todos tendemos a olvidar. Por eso, Dios dice:
"Acuérdate". El sábado un recordativo semanal de cómo es Dios. Nos invita a
una nueva relación con él. Al tratar de destruir la singularidad de nuestra
creación, el diablo ha introducido una falsificación no tan sutil. Esta falsificación
que es aceptada por algunos cristianos bien intencionados trata de armonizar la
creación con la evolución. Este razonamiento dice algo así: Dios es la principal
causa de la creación, pero le llevó muchos siglos crear mundo. Este enfoque
trata de armonizar los supuestos "datos científicos » con el relato de Génesis.
Afirma que los días de la creación son períodos largos e indefinidos.
Acepta el punto de vista evolucionista y crea más problemas de los que
resuelve. Ignora completamente la declaración del salmista: "Por la palabra de
Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su
boca... Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió” (Salmos 33:6, 9). Pasa por
alto la rotunda declaración de Hebreos 11:3: "Por la fe entendemos haber sido
constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho
de lo que no se veía".

La Biblia enseña que Dios creó el mundo en seis días literales de


veinticuatro horas y descansó el séptimo. La estructura lingüística de Génesis 1 y 2
no permite ninguna otra cosa. La palabra hebrea para día es "Yom". En toda la
Biblia, cada vez que un número precede a la palabra "Yom" como adjetivo, limita
el período de tiempo a veinticuatro horas. No hay ni un solo caso en la Biblia en
que un numeral preceda al sustantivo "Yom" y que "Yom" indique un período
indefinido. Sin excepción, siempre es un período de veinticuatro horas. Aceptar la
idea falsa de períodos largos e indefinidos de la creación es desafiar el lenguaje
preciso de la Escritura. Es superponer nuestra opinión personal con la estructura
gramatical de la palabra de Dios. Si el escritor del Génesis Moisés, deseaba
comunicar que al mundo le llevó millones de años evolucionar, por cierto hubiese
usado un lenguaje diferente.

Además, si Dios no creó el mundo en seis días literales, ¿qué significado


tiene el séptimo día? ¿Cómo podría ordenar Dios: "Acuérdate del día sábado para
santificarlo [ ...] Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo
que hay en ello, pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día
sábado y lo declaró santo” (Éxodo 20:8-11).

No hubiese tenido absolutamente ningún sentido dejar el séptimo día


como recordativo eterno de una semana de la creación en seis días si nunca
existió una semana de la creación en seis días. Aceptar largas eras de creación
es desafiar la mis necesidad del reposo sabático. Es desafiar la autoridad de la
Biblia. Es plantear serias dudas en cuanto a la integridad de la Escritura.
Satanás está desafiando el centro mismo de la autoridad de Dios al atacar el
sábado no es meramente un buen consejo. Es un mandamiento que viene del mismo
trono de Dios. Tomar a la ligera el sábado, tratar el sábado como un día común y
corriente o, cualquier otro día es pasar por alto un aspecto vital de nuestra relación de
fe con Dios.

El sábado y la salvación
Entrar en el verdadero reposo sabático significa que dejamos de intentar
salvación sobre la base de nuestros propios esfuerzos. Dios nos ha salvado en
Cristo.

Cuando Jesús voluntariamente derramó su vida en la cruz, murió la muerte


que nosotros merecíamos. Dios su vida perfecta como sustitución de nuestra vida
pecaminosa. El sábado no es un símbolo de legalismo. Más bien es un
recordativo eterno de que descansamos en él para nuestra salvación.

El reposo sabático es un símbolo de una experiencia de fe en Jesús. Es una


ilustración gráfica de nuestra confianza en él. Toda la semana trabajamos, pero el
séptimo día descansamos. Hacemos un giro, de nuestras obras al reposo total en
Cristo. En Jesús, tenemos un lugar al que pertenecemos. No necesitamos
conseguir nuestra salvación le manera estresante. Nuestra vida no necesita estar
llena de culpa, temor y ansiedad. El sábado revela una actitud de reposo. La
salvación viene solo a través de Jesús. No la merecemos. No podemos ganarla.
Descansamos y la recibimos por fe.

Cuando Jesús exhaló su último aliento y exclamó: "Consumado es", cerró los
ojos y murió. La obra de la redención estaba terminada. Descansó en sábado,
simbolizando una obra completa o finalízala.

La salvación viene a través de Jesús. No la merecemos. No podemos ganarla.


Descansamos y la recibimos por fe.

Al final de la semana de la creación, Dios descansó. Su obra de crear este


mundo estaba terminada. Cada sábado cuando descansamos en el último día de
la semana, nosotros también declaramos: "Dios, descanso en la obra completa de
Cristo en la cruz. No traigo nada en mis manos. Simplemente me aferro a tu cruz".

El sábado nos recuerda dónde desarrollamos el carácter: en relación con


nuestro Padre celestial y con Jesucristo. El sábado es una continua promesa
viviente de la capacidad que Dios tiene de ayudarnos a crecer a través de todos los
altibajos, las tragedias y los triunfos de nuestra vida. Necesitamos ese tiempo
distintivo con el Padre celestial. Necesitamos tiempo sabático de calidad con el Dios
que nos santifica, el Dios que nos ayuda a seguir creciendo.

El sábado representa maravillosamente una relación eterna con Dios. Se


extiende, desde el jardín del Edén en la creación hasta el jardín que Dios hará de
este planeta al fin del tiempo. Se extiende desde el paraíso perdido hasta el
paraíso restaurado.
En el sábado podemos hallar una sensación de descanso satisfecho.
Podemos ponernos en contacto con nuestras raíces como hijos suyos allí.
Podemos crecer y madurar allí. Sí, necesitamos esa clase de lugar perpetuo que
ligue la totalidad de nuestra vida a una relación eterna con Dios.

Un palacio en el tiempo
Reader's Digesi escribió acerca del fallecido Harvey Penick: "Para el
nonagenario jugador de golf, el éxito llegó tarde". Su primer libro de golf, link Red
Book [El librito rojo] vendió más de un millón de ejemplares. Su publicador, Simon
and Schuster, cree que el libro es uno de los libros de deportes de mayor éxito
de ventas de todos los tiempos. La historia de la publicación del libro es
fascinante. Harvey Penick por cierto que no lo escribió por dinero.

En la década de 1920 Penick compró un cuaderno rojo con espiral y


comenzó a anotar sus observaciones personales relacionadas con el golf. Por
casi 70 años nunca le mostró el libro a nadie, salvo a su hijo. En 1991 lo
compartió con un escritor local le preguntó al hombre si pensaba que valía la
pena publicarlo. El escritor estaba eufórico. Inmediatamente se puso en
contacto con el gigante del mundo editorial Simon and Schuster, A la noche
siguiente, los publicadores se comprometieron a entregarle un anticipo de
90.000 dólares. El exultante escritor le transmitió la noticia a la esposa de Penick
Cuando el escritor vio a Penick más tarde aquella noche, el anciano
parecía preocupado, Había algo que le preocupaba mucho. Finalmente, confesó.
Con todos sus gastos médicos, no había forma de poder adelantarle tanto
dinero a Simon and Schuster, para publicar el libro. ¡El escritor tuvo que
explicarle a Penick que él era el que recibiría el dinero! Un anticipo de 90.000
dólares era suyo y ni siquiera se había dado cuenta.
En el sábado, Dios nos ha dado un "anticipo" de la eternidad. Cada
sábado el cielo toca la tierra, como tan acertadamente escribe el autor judío
Abraham Herschel: “El sábado es un palacio en el tiempo”. El sábado nos
llama de las cosas temporales cosas eternas.
El sábado nos invita a entrar en su reposo celestial. Nos invita a
experimentar un anticipo del cielo hoy. Nos llama a una relación con nuestro
creador, que continuara través de toda la eternidad. El sábado en realidad es
un anticipo de la eternidad mucho más por delante, pero en el sábado tenemos
la primera entrega.
¿Es posible que al estar tan ocupadas, haya millones de personas que
se pierdan una de las mayores bendiciones de la vida? ¿Podría ser que en
nuestra frenética queda de cosas, hayamos perdido lo más importante: una
relación positiva con Dios y las personas más allegadas a nosotros?
¿Percibes que Dios te está llamando a una experiencia más profunda e
íntima con él de lo que alguna vez te imaginaste? Su paz sabática te llama por
señas. La delicia de la adoración sabática te llama. El gozo de la comunión
sabática te invita. Jesús mismo te Extiende una invitación personal a adorarlo
este próximo sábado. Ven... "Vengan a mi todos los que están afligidos y
agobiados, y yo los aliviaré" (Mateo 11:28).
¿Por qué no abres tu corazón a él en este preciso momento? ¿Por qué no
rogarle que satisfaga la sed interior de tu alma? ¿Por qué no pedirle ahora
mismo que te de un anticipo de la eternidad este sábado? ¿Por qué no pedirle
en este preciso instante que te abra tus ojos para ver nueva belleza en una
renovada comunión sabática con él?

CAPITULO VI

Respuestas bíblicas acerca del


sábado
Juan era un cristiano comprometido. Él y su esposa eran fieles creyentes.
Querían hacer la voluntad de Dios. Mientras asistían a una serie de reuniones que
yo conducía sobre profecías bíblicas, fueron desafiados con nuevas verdades que
nunca antes habían conocido. Las preguntas ocupaban un lugar preponderante en
su mente. El sábado bíblico les preocupaba especialmente. Estaban convencidos de
que era la verdad la Biblia, pero su pastor suscitó algunas preguntas serias en su
mente. Ellos comenzaron a dudar. Parecían confundidos y necesitaban respuestas
a sus preguntas. Cuando estuvieron juntos la Biblia, su comprensión de la verdad se
profundizó. Hallaron respuestas solidas a sus preguntas. Sus dudas desaparecieron
y descubrieron el verdadero gozo y la bendición de la observancia del sábado.
Posiblemente tú también tengas algunas preguntas en cuanto al sábado
bíblico. Tal haya algunos pasajes bíblicos que sean difíciles de entender para ti. La
Biblia provee respuestas claras a nuestras preguntas. De hecho, a lo largo de toda la
Biblia, nuestro Señor nos invita a formular preguntas y él nos brinda respuestas
sólidas en su Palabra.
Jesús declaró: "Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad" Juan
(17:17). Pedro añade: "...glorifiquen en sus corazones a Cristo, el Señor. Estén
siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la
esperanza que ustedes tienen" (1 Pedro 3:15). El apóstol Pablo le aconseja a
Timoteo para que sea: "Un fiel dispensador de La palabra de verdad" (2 Timoteo
2:15).
En otras palabras, asegúrate de ver el alcance de la enseñanza bíblica
sobre un tema en particular. No construyas tu comprensión sobre un texto oscuro. Si
quieres comprender verdaderamente lo que dice la Biblia sobre un tema en
particular, estudia ese tema desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Permite que el
Espíritu Santo hable a tu mente a través de las enseñanzas de la Escritura.
Pregúntate: ¿dónde está el peso de la evidencia en este tema? ¿Qué enseña la
mayoría de los pasajes? Nunca permitas que algo que no es claro para ti eclipse lo
que tienes en claro. Si hay un texto que no entienden, permite que los claros
pasajes de la biblia lo expliquen. No ignores textos ni pasajes de la escritura que
son abundantemente claros para aferrarte a algo que no es claro simplemente
para defender una doctrina que te ha enseñado previamente.

Aquí hay cuatro principios para descubrir la verdad:


1. Acércate a la Biblia con una mente abierta y con el deseo de hacer lo
que Cristo te pida (ver Jua 7:17).
2. Pídele a Dios que envíe a su Espíritu Santo a tu mente para revelarte la
verdad (ver Mateo 7:7, Juan 16:13).
3. Compara cada pasaje relevante de la Escritura sobre un tema
determinado (ver Corintios 2:13).
4. Sigue la verdad que Dios te revela y él te revelará más verdades. No
esperes más verdad si no deseas seguir la verdad que ya conoces. (ver
Juan 12:35).

Cuando nos acerquemos a su Palabra con corazón sincero, él nos


revelará su verdad. Iluminará nuestra mente. Nos impresionará por medio de su
Espíritu Santo. Tal vez tenga preguntas, pero Dios tiene respuestas. Al leer
algunas de las preguntas más comunes a continuación y las respuestas bíblicas
que se proporcionan, ora a Dios para que te de sabiduría y entendimiento.
No estás solo o sola en tu búsqueda de la verdad. Decenas de miles más
han hecho preguntas similares y hallaron respuestas sólidas en la Palabra de
Dios, así que... continúa leyendo.

Preguntas comunes en relación con la ley de Dios


1. Pablo enseña que los cristianos salvados por fe no tienen que guardarla ley?
Pablo enseña que los cristianos no son salvos por la fe, sino por la gracia,
por medio de la fe. La fe es la mano que toma la salvación libremente ofrecida
por Jesús. La fe no conduce a la desobediencia sino a la obediencia. Pablo
declara con términos precisos: "Entonces, ¿por medio de la fe, anulamos la
Ley? ¡Ni pensarlo! Por el contrario, la confirmamos" (Rom 3:31). Romanos 6:14
y 15 agrega: "¿Qué diremos entonces? debemos seguir pecando para que
abunde la gracia? ¡Ni pensarlo!
2. ¿Es verdad que en el Antiguo Testamento la gente se salvaba guardando la
ley mientras que en el Nuevo Testamento la salvación es por la gracia?
Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, la salvación
es la gracia, por medio de la fe. Dios no tiene dos métodos de salvación. Tito
2:11 afirma: “Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos
los hombres se ha manifestado”. En el Antiguo Testamento los hombres y las
mujeres eran salvos por el Cristo que había de venir. Cada cordero sacrificado
señalaba la venida del Mesías (ver Gén 3:21; Gén. 22:9-13). En el Nuevo
Testamento, los hombres y las mujeres son salvos por el Cristo que ha venido.
En un instante, la fe miró hacia atrás a la cruz. Jesús es el único medio de
salvación (ver Hech. 4:12).
3. Dado que estamos balo el Nuevo Pacto, ¿es realmente necesario cumplirla
ley de Dios?
El Nuevo Pacto en realidad es más viejo que el Antiguo Pacto. Fue dado
por Dios mismo en el Jardín del Edén, cuando prometió el Mesías vendría para
quebrar la esclavitud mortal de Satanás sobre la raza humana. El Nuevo pacto
contiene la promesa de la redención del pecado por medio de Jesucristo. ¡Nos
salva! Él escribe los principios de la ley en nuestro corazón. El amor se
convierte en la motivación para obedecer. Hay un nuevo poder en la vida (ver
Heb 8:10; Eze 36:26; Sal 40:8).

El reposo del séptimo día, instituido en la creación y parte de la ley de los


Diez Mandamientos, es un recordativo semanal del creador amante y
todopoderoso.

Bajo el Antiguo Pacto, Israel prometió obedecer los Diez Mandamientos


de Dios con su propia fuerza. Declaró: "Todo lo que Jehová ha dicho, haremos"
(ver Exo 19:8,24:3, 7). Cualquier intento de conformidad externa a la ley de Dios
conduce a una frustrante derrota. La ley que no podemos cumplir con nuestra
propia fuerza, nos condena (ver Rom. 3:23; 6:23). Bajo el Nuevo Pacto,
pertenecemos a un nuevo maestro: Jesucristo. Tenemos un corazón nuevo y
una nueva reputación ante Dios (ver Juan 1:12; 2 Cor. 5:17; Rom, 8.-1].
4. Puesto que Pablo declara “ Que nadie los critique por cuestiones de […]
sábados" ¿no es innecesario guardar el sábado (Col. 2:16,17)?
Este pasaje, Colosenses 2:16 y 17, es uno de los pasajes más
incomprendidos de la Biblia Un principio de interpretación bíblica es que no
tenemos que permitir que lo quizá sea algo confuso impida que hagamos lo que
sí entendemos. La enseñanza sobre el sábado es clara. Fue dada en la creación
(ver Gén. 2:1-3) Jesús lo observó (ver Lucas 4:16). Pablo lo observó (ver Hech.
13:42 -44) y será observado en el cielo, (ver Isa. 66:22, 23). La Biblia menciona
dos clases de sábados. El reposo sabático del séptimo sábados anuales. El
reposo del séptimo día, instituido en la creación y parte de la ley de los Diez
Mandamientos, es un recordativo semanal del creador todopoderoso. El sábado
anual se relaciona específicamente con la historia de Israel.
Colosenses 2:16 y 17 específicamente declara: "que nadie los critique
por cuestiones de alimento y de bebida, o de días festivos, de novilunios y de
sábados. Todas estas cosas no son más que la sombra de una realidad
futura". Hebreos 10:1, conecta la ley de las sombras con el sacrificio de
animales. Ezequiel 45:17 usa las mismas expresiones exactas en el mismo
orden exacto que Colosenses 2:16 y 17 y relaciona todo con los sistemas
ceremoniales de fiestas y sacrificios (ofrendas de vianda, libaciones, fiestas;
lunas nuevas y sábados para hacer reconciliación por la casa de Israel).

El día de reposo se observaba desde la puesta de sol del viernes de noche


hasta la puesta de sol del sábado de noche.

Levítico 23:5 al 32 analiza los sábados ceremoniales (al, día de la pascua,


versículo 5; los panes sir levadura, versículo 6; la gavilla mecida, versículo 10;
los primeros frutos, versículo 17; las trompetas, versículo 24; el día de la
expiación, versículos 27 al 32; y los tabernáculos, versículo 24; específicamente
se los llama sábados). Estos días de reposo anual, estaban íntimamente
relacionados con los eventos, que prefiguraban la muerte de Cristo y su Seguro
Venida. Fueron diseñados por Dios para ser sombras o indicadores del Mesías
venidero. Levítico 23:37 usa el lenguaje de Colosenses 2:16 y 17 para describir
estos días de reposo ceremoniales.
Levítico 23:38 distingue los sábados ceremoniales, por un lado, del reposo
sabático del séptimo día por el otro, usando la expresión "además de los
sábados del Señor, Desde que Cristo ha venido, los días de reposo de la ley
ceremonial han hallado cumplimiento en él. El reposo sabático del séptimo día
continúa haciéndonos volver al Dios creador que nos hizo. El pueblo de Dios lo
guardará como señal distintiva de su relación con él [ver Apoc. 14:12; Eze
20:12, 20].

5. ¿Y qué de Romanos 45? “Unas tienen preferencia por algunos días,


mientras que para otros todos los días son iguales. Que cada uno se atenga a
su propio juicio”. Realmente ¿qué diferencia marca un día?
A veces es útil observar cuidadosamente lo que no dice un texto bíblico al
igual que lo que sí dice. Los versículo 5 y 6 no dicen nada acerca de la
adoración del día de reposo Simplemente hablan de tener en cuenta un día.
Decir que este día en particular es el día de reposo es una suposición sin
justificación alguna. Romanos 14:1 sienta las bases de todo el pasaje indicando
que el análisis se centra en "entraren discusiones » o polémicas sobre asuntos
dudosos. El reposo sabático del séptimo día apartado por Dios en la creación
(ver Gén. 2:1-3) colocado en el centro de la ley moral [ver Exo. 20:8-11] ¿es
un asunto dudoso?

La clave de nuestro pasaje se encuentra en el versículo 6 que afirma: “El


que distingue un día de otro lo hace en honor del Señor; y el que come, también
lo hace en honor del Señor, puesto que da gracias a Dios; del mismo modo, el
que se abstiene lo hace en honor del Señor, y también da gracias a Dios". La
cuestión giraba en torno de los días de ayuno, no de los días de reposo.
Algunos judeoscristianos creían que había méritos especiales al ayunar
determinados días. Juzgaban a los demás según sus propias normas. Los
fariseos ayunaban al menos dos veces por semana y se enorgullecían de ello
(ver Luc. 18:12). En Romanos 14, Pablo señala que ayunar o no ayunar
determinado día es una cuestión de conciencia individual, no un asunto que Dios
ordene.
6. ¿Los discípulos se reunían el primer día de la semana? Ver Hechos 20:7.
La razón de que esta reunión se mencione en el remito es porque Pablo se
estaba lleno al día y obro un poderoso milagro al resucitar a Eutico de entre los
muertos. Es evidente que la reunión es durante la noche. Es la parte oscura
del día de la semana (ver Hech. 20:7). En los tiempos bíblicos, la parte oscura
del día precedía a la parte clara (ver Gén. 1:5). El día de reposo se observaba
desde la puesta de sol del viernes de noche hasta la puesta de sol del sábado
de noche (ver Lev.23:32; Mar. 1:32). Si esta reunión es en la parte oscura del
primer día de la semana, evidentemente es una reunión de sábado de noche.
Pablo se había reunido con los creyentes todo el sábado. Partiría al día
siguiente, el domingo, así que la reunión continuó hasta tarde el sábado de
noche.
Al día siguiente, domingo, Pablo viajó a pie a Asón, luego zarpó a Mitilene. La
traducción de la Nueva Versión Internacional (NVI) de Hechos 20:7 también
confirma que fue una reunión el sábado de noche, ya que Pablo viajaba el
domingo. Si Pablo consideraba que el domingo era sagrado en honor de la
resurrección, ¿por qué se las pasaría todo el día viajando y no adorando? El
registro indica que Pablo guardaba el sábado
(Ver Hech. 13:42-44; 17:2; 16:12,13; 18:4).
7. Guardo el domingo en honor de la resurrección. ¿Qué tiene esto de malo?
Jesús, ¿no resucitó de los muertos el domingo? ¡Sí, por supuesto que Jesús
resucitó en domingo! Pero él nunca nos ordenó que adoremos en honor de la
resurrección. Así como el servicio de comunión simboliza su muerte (ver 1Cor.
11:24, 26). El bautismo simboliza su resurrección (ver Rom. 6:1-6). El símbolo de
resurrección de Jesús no es la adoración en el día del sol adoptado en el
cristianismo el culto pagano de la adoración del sol de los romanos, sino una
hermosa ceremonia de bautismo como símbolo de una nueva vida transformada
por el poder del Espíritu Santo de obrar milagros. En la tumba líquida del
bautismo, la vieja persona muere simbólicamente y es enterrada mientras que
resucita a una nueva vida con Cristo.
8. Un día en siete, ¿no es suficiente? ¿Por qué pone tanto énfasis en el
sábado?
El tema es más que una cuestión de días. Es un asunto de señorío. A través
de un golpe maestro de engaño, Satanás ha obrado mediante la religión
apóstata para cambiar la Ley de Dios [ver Dan. 7:25], Ha echado por tierra la
verdad [ver Dan. 8:121. Ha abierto una brecha en el muro de la verdad de Dios.
Dios nos llama a reparar la brecha al observar su día de reposo (ver Isa, 58:12,
13).
Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres [ver Hech. 5:29].
Adorar el séptimo día es aceptarla autoridad de nuestro Señor creador, que
ordenó que guardáramos ese día (ver Éxo. 20:8-11), Aceptar a sabiendas un día
falso de adoración es aceptar una institución iniciada y establecida solo por el
hombre en la apostasía.
Todas las celebraciones el día anterior o el día siguiente a mi cumpleaños
no hacer que esos días sean mi cumpleaños. El cumpleaños del mundo es el
sábado bíblico, el séptimo. Es un monumento a nuestro amante creador. Ningún
otro día tendrá sentido.

CAPITULO VII

Tiempo de renovación
Jonatán estaba perplejo. Su examen final fue programado para el
sábado. Dar el examen sería una violación de su conciencia. Concertó una cita
con su profesor, le explicó su situación y le pidió una oportunidad para dar el
examen en otra fecha. El profesor se negó rotundamente. Le explicó que no
había excepciones. Si permitía que Jonatán diera el examen en otro momento
estaría abriendo la puerta para que los demás pudiesen ofrecer cualquier
excusa. Jonatán solo tenía dos opciones: dar el examen y aprobar la materia o
faltar y perderla.
Por cierto que Jonatán no quería perder todo el semestre. No le
entusiasmaba la idea de volver a tomar la materia en el verano. Oró
fervientemente para que Dios abriera la puerta y él pudiese dar el examen
algún otro día que no fuese sábado.
El día del examen, Jonatán caminó con calima hasta la iglesia el sábado
de mañana, creyendo que Dios honraría su confianza. Hay veces cuando Dios
actúa en forma poderosa y milagrosa para demostrar su grandeza. Después del
examen, cuando el profesor se dirigía de la clase a su casa caminando con los
exámenes de los alumnos asegurados en su maletín, lo asaltaron. Lo único que le
quitaron fue el maletín lleno de exámenes. El profesor no sufrió daños, pero su
maletín con todos los exámenes desapareció para siempre.
Puesto que faltaban pocos días para la graduación, el rector de la facultad
hizo un anuncio sorprendente. Todos los alumnos de la clase obtendrían notas
de aprobación en el examen. El puntaje final para la materia sería el promedio
de sus pruebas hasta el momento del examen. Jonatán estaba sobrecogido de
gratitud al Dios que escuchó su oración y honró su fe.

Dios bendice la fidelidad


La promesa de Dios es tan cierta hoy como para sus seguidores fieles
de los tiempos bíblicos. Nuestro Señor declara: "Porque yo honro a los que
me honran, pero los que me desprecian son humillados" (1 Samuel 2:30).
Las palabras de la Escritura resuenan a través de los siglos. Nos hablan con
la misma fuerza hoy. No son menos ciertas que cuando fueron escritas hace
milenios.

"...vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendiciones" (Deuteronomio


28:2). Dios promete sus más ricas bendiciones a los que le obedecen. Esto
es especialmente cierto para los que se comprometen a guardar el reposo
sabático del séptimo día cada semana. En la creación "Dios bendijo el
séptimo día y lo consagró" (Génesis 2:3). Lo que Dios bendice, es bendito
para siempre (ver 1Crónicas 17:27). Puesto que la bendición eterna de Dios
está en el séptimo día, somos ricamente bendecidos cuando lo guarda mos
(ver Isaías 56:2).
Esto nos lleva a algunas preguntas específicas. ¿Cómo guardamos el
sábado? ¿Hay algunas actividades que son incompatibles con el sábado?
¿Hay algunas cosas que destruirán nuestra bendición sabática? ¿Cuáles e!
propósito de Dios para el sábado?
Dios no nos da una lista de actividades "para hacer" o "para dejar de
hacer para el sábado. No define cada detalle minucioso de la observancia del
sábado. Sí nos da principios para la observancia apropiada del sábado.
Estos principios nos guían nuestra experiencia sabática. Cuando buscamos a
Dios en oración y le entregamos nuestra voluntad, el Espíritu Santo nos guiará
a una rica experiencia en la observancia del sábado. Percibiremos su
presencia y experimentaremos su amor cada sábado, Examinamos tres
principios bíblicos que nos guiarán en nuestra observancia del sábado.

PRINCIPIO N° 1 - El sábado es un día dedicado a adorara nuestro creador.

La esencia de la observancia del sábado es la adoración. En sábado,


con toda la hueste celestial, proclamamos con, jubilo: “Tu eres digno, Señor
y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado
todas las cosas: ellas existen fueron creadas por tu voluntad" (Apocalipsis
4:11).
Fuimos creados por un Dios amante. Cada sábado le agradecemos
por el don de la vida al adorarlo como creador. Según Levítico 23:3:“Durante
seis días se trabajará pero el séptimo será un día de reposo, de asamblea
litúrgica...” El sábado debe ser dedicado a celebrar una "santa convocación"
una reunión sagrada del pueblo de Dios para adorar y alabar.
Para Jesús, el sábado era un día de comunión con Dios en
adoración. Cuando el pueblo de Dios se reúne para entonar alabanzas a su
nombre, estudiar su palabra, buscarlo en oración y tener comunión unos con
otros, es ricamente bendecido. Jesús dejaba sus herramientas en el taller de
carpintería de José en Nazaret cada sábado para asistir al culto en la
sinagoga. La adoración sabática era importante para Jesús. Su "cos tumbre"
o "práctica" era alabar a su Padre celestial, absorber su palabra y tener
comunión con su pueblo cada sábado.

Los cristianos del Nuevo Testamento se reunían cada sábado para


renovar sus fuerzas espirituales. El sábado se reunían para alentarse
mutuamente.

Jesús dijo: "Conocerán la verdad y la verdad los hará libres" (Juan 8:32). La
verdad acerca de la adoración sabática nos libera de la carga incesante del trabajo
continuo. Cada sábado nuestro Dios todopoderoso y creador amante nos recuerda
que nuestro valor intrínseco no depende de cuánto realicemos. Se nos llama del
trabajo a la adoración,

Millones de personas hallan su identidad en lo que hacen. Su trabajo los


define. El sábado nos invita a encontrar nuestro verdadero valor, no en lo que
hacemos, sino en lo que somos. El sábado es un recordativo semana que nos lleva
a aprender cuál es nuestro valor eterno a la vista de Dios.

El sábado nos invita a encontrar nuestro verdadero valor, no en lo que


hacemos, sino en lo que somos.
Durante la Revolución Francesa ateísta, con el surgimiento de la así
llamada Edad de la Razón, los franceses adoptaron lo que denominaron "El ca-
lendario republicano francés" o "Calendario revolucionario francés". Este
calendario fue usado por los franceses durante doce años, desde 1793 hasta
1805. Erradicó el ciclo semanal de siete días, abolió la adoración y creó una
semana de diez días. Todos los obreros trabajaban nueve días y el décimo tenían
un día de descanso y diversión.

Napoleón Bonaparte abolió este Calendario revolucionario francés con su


semana de diez días y demandó que Francia volviera al ciclo semanal de siete días.
A los obreros franceses no les estaba yendo para nada bien bajo este nuevo
calendario con nueve días de trabajo y uno de descanso. Hay un ritmo natural en
el ciclo semanal que nos lleva a adorar a nuestro creador. Ignorar el ciclo semanal
del Edén dado en la creación, simplemente nos hace vulnerables al
desmoronamiento físico, mental y emocional. Dios nos creó para sí. Fuimos
hechos como seres de adoración. Un compromiso para santificar el sábado marca
una diferencia enorme en nuestra vida.
Como he viajado a más de setenta países compartiendo a Jesús y las
verdades de su palabra, he visto a miles adoptar la postura de seguirle y observar
el sábado consagrándoselo a él. Algunas de estas personas han experimentado
una verdadera prueba para guardar el sábado. Muchos han sido amenazados con
la pérdida de sus trabajos. Sus empleadores rotundamente les han dicho que si no
se presentaban a trabajar el sábado serían despedidos. Una y otra vez he visto que
Dios obra milagros.
Experiencias sobre la observancia del sábado
Sandra trabajaba en una oficina de correo en Illinois, Estados Unidos.
Aunque tenía jerarquía, su supervisor la amenazó con la pérdida de su empleo
si no trabajaba en sábado. Empezamos a orar fervientemente por Sandra.
Reclamamos la promesa de Cristo en Mateo 6:33 y 34 (primera parte):
"Busquen primero el reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por
añadidura. No se inquieten por el día de mañan.... Milagrosamente, el supervisor
de Sandra revirtió su decisión inicial. Ella conservó su trabajo y consiguió el
sábado libre.

Rodger cerraba su negocio en sábado. Como sacaba casi el 30 por ciento


de sus ganancias ese día, sus amigos pensaban que estaba loco. Realmente
pensaban que había perdido la cabeza. Colocó un cartel en la ventana del
negocio que decía: "Cerrado por el sábado bíblico». Las primeras semanas
fueron duras. Las ventas cayeron pero, de modo sorprendente, subieron
gradualmente. Rodger reclamó la promesa de Dios: "Dios colmará con
magnificencia todas las necesidades de ustedes..." (Filipenses 4:19). Descubrió
que Dios era fiel. La cuestión de trabajar en sábado pasa por la confianza.
¿Confiamos lo suficiente en Dios para poner nuestra vida enteramente en sus
manos? ¿Creemos que se preocupará por nosotros si le somos fieles?

La decisión de no trabajar más en sábado en es extremadamente difícil


para mucha gente.

La decisión de no trabajar más en sábado es extremadamente difícil para


mucha gente. Tenemos nuestras hipotecas, el alquiler mensual, las cuotas del
auto, las cuentas de la tarjeta de crédito y una cantidad de otros gastos que
necesitamos pagar. Dios no siempre nos consigue un trabajo mejor con salario
más elevado, pero cuando decidimos ser fieles a él, siempre satisface nuestras
necesidades. Siempre bendice nuestra vida. Siempre nos llena de una
sensación interior de satisfacción cuando hacemos lo que es correcto. El honor
de su trono está detrás de las promesas que ha hecho.

PRINCIPIO N0 2: El sábado es un día exclusivamente apartado para la


renovación física, mental y espiritual.
Los israelitas se apartaron de Dios cuando profanaron el sábado. En los
días de Nehemías, el profeta, las actividades comunes de la vida desplazaban la
sacralidad de sábado. Los israelitas estaban influenciados por sus vecinos
paganos. En Nehemías 13:15 se describe la escena.
Nehemías estaba preocupado. El sábado de Dios se volvió un día común
y corriente. El día de nuestro creador apartado para la renovación espiritual,
física y mental se convirtió en un día de faenas agotadoras. El día de liberación
de la esclavitud de comprar y vender, de trabajar y ganar degeneró en un
"asunto de todos los días". Nehemías no pudo mantenerse, callado. Sus
palabras resonaron como trueno por las calles de Jerusalén. "Yo encaré a los
notables de Judá y les dije: '¡Ustedes obran mal profanando el día sábado!"
(Nehemías 13:17). El principio es claro. Cuando nos volvemos tan ab sortos
en lo terrenal que nos olvidamos de lo eterno, profanamos el sábado.
El libro de Isaías añade esta aclaración: "Si dejas de pisotear el sábado,
de hacer tus negocios en mi día santo; si llamas al sábado 'delicioso' y al día
santo del Señor “honorable”; si lo honras […] entonces te deleitarás en el
Señor...” (Isaías 58:13, 14). En otras palabras, seremos abundantemente
bendecidos.
Cuando me convertí en cristiano, jugaba básquet en un equipo deportivo de
la YMCA ¡Asociación cristiana de jóvenes) en la secundaria de Norwich,
Connecticut, Estados Unidos. Nuestro equipo se clasificó para el campeonato de
Nueva Inglaterra. Esto era algo interesante para un grupo de muchachos
adolescentes de una ciudad pequeña. El torneo estaba programado de jueves a
domingo en Springfield, Massachusetts, lo que significaba jugar al básquet todo
el día sábado y por supuesto perderme el culto. Recientemente había
comenzado a comprender el significado del sábado bíblico y a asistir a la
iglesia en sábado. Para mí transgredir el sábado era ser desobediente a Cristo.
El sábado era un símbolo de mi lealtad al Dios que servía. Me enfrenté con una
decisión difícil, La decisión era extremadamente difícil. ¿Debía quedarme en
casa y guardar el sábado o viajar con el equipo de básquet y hacer lo que
naturalmente quería hacer? Mi mente comenzó a racionalizar. ¿Qué hay de malo
con jugar solo esta vez? Pero en lo profundo de la trama de mi ser sabía que
viajar al torneo de básquet y despreciar el sábado como el día del Señor sería
una violación de mi conciencia.
Tenía muchas ganas de ir pero había una pregunta que continuaba
retumbando en mi mente. ¿Qué es más importante, el básquet o Jesús? En mi
angustia llamé a una piadosa cristiana que se había convertido en una especie
de mentora espiritual. Esta mujer de fe era una diligente estudiosa de la Biblia.
Cuando le pedí consejo, lo expuso con términos muy sencillos: "Mark, sé fiel a
Jesús". Basado en su consejo y en mi convicción interior, tomé la decisión de no
ir al torneo. Parecía que acababa de arruinar mis posibilidades de viajar, de
dormir en un hotel, de comer en restaurantes y de ver el mundo.
Al volver la vista atrás sobre esta experiencia tengo que sonreírme. Hoy
he tenido la oportunidad de viajar a países alrededor del mundo compartiendo
el amor y la verdad de Dios. He tenido la increíble emoción de ver que las
personas se acercan a Cristo desde Montreal hasta Moscú, desde Rusia hasta
Ruanda, desde Chile hasta China. Dios ha enriquecido mi vida
inmensurablemente desde que hice esa entrega inicial. Renunciar a mis
sueños me permitió seguir los sueños de Dios para mi vida. Tal vez pensemos
que estamos haciendo enormes sacrificios para seguir a Dios, pero él nos da
mucho más a cambio. El apóstol Pedro le dijo a Jesús: "Tú sabes que
nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido" (Marcos 10:28).
Casi podemos escuchar a Pedro preguntándose en voz alta: "¿Qué
recibiremos a cambio?" Jesús le dio a Pedro una respuesta sorprendente:
“Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y
padre, hijos o campos por mí y por la buena noticia, desde ahora, en este
mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres,
hijos y campos, en medio de persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la
vida eterna" (Marcos 10:28-30).

En otras palabras, Jesús dice: "Sí, habrá cambios si me entregas tu


vida, pero por cualquier cosa a la que renuncies te daré cien veces más
en bendiciones". Cuando tomamos la decisión de seguir a Jesús, él promete
satisfacer nuestras necesidades y llenar nuestra vida con gozo, paz,
perdón, poder, contentamiento, satisfacción y propósito. Por cierto, puedo
dar testimonio de que Dios cumple fielmente su palabra.

Una de las grandes bendiciones que Dios nos da es el reposo del


sábado. ¿Cómo podemos ponerle precio al descanso renovado, físico,
mental y espiritual, que nos da Jesús cuando guardamos su sábado? No
puedo ponerle un valor a la bendición del reposo de Dios para mí. Créeme,
este tiempo de reposo espiritual es una parte esencial de mi vida. Me
provee energías en mi programa ajetreado. Me ha ayudado a fortalecer el
vínculo con mi familia. Esto nos lleva al tercer principio bíblico en lo que
respecta al sábado.

PRINCIPIO N° 3 - El sábado es un día para entablar relaciones más estrechas


con nuestra familia y amigos y bendecir a los que nos rodean al servirlos.

Permite que tu mente se remonte en el tiempo a través de los


milenios a la belleza y la magnificencia del Edén. El sexto día Dios creó a
Adán y Eva. La Biblia registra: "Dios miró todo lo que había hecho, y vio que
era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día"
(Génesis 1:31). No había pecado, enfermedades, sufrimiento ni muerte en el
esplendor de ese jardín. Como Dios es amor y nosotros somos creados para
amar, Dios les dio a nuestros primeros padres un regalo de amor: el sábado
(ver Juan 4:8;Génesis 2:1 – 3). El primer día completo que Adán y Eva
pasaron juntos fue el sábado. Sus primeros momentos íntimos para
compartir y comunicarse fueron en sábado. El sábado es un día que
fortalece las relaciones. Nos da tiempo para nuestro amante Padre celestial
y unos con otros. El sábado es un día para conocernos mejor entre
nosotros. Es un día para dar tiempo a fortalecer nuestra relación con Dios y
nuestros seres queridos.

¿Alguna vez sentiste que la semana se pasa volando y el tiempo para


la familia que da desplazado? Algunos estudios indican que los padres
dedican menos de dos horaspor semana personalmente a sus hijos. Cada
semana el sábado nos recuerda lo que realmente importa.

El dramaturgo judío Herman Wouk no podría estar sin el sábado en su


vida. Describe al sábado como una isla de paz en el caos de la sociedad de
Broadway. A la puesta de sol viernes de noche, deja el estrés del teatro lleno con
el frenesí de la noche del estreno de pocas horas atrás. Cuando llega a casa
recibe el abrazo de su esposa y las sonrisas de sus hijos, y se rodea de relaciones
afectuosas. Las velas están encendidas. La mesa está puesta. La familia come y
comparte junta. Los niños hacen preguntas y el mundo de la industria del
espectáculo queda en el olvido. Cuando Wouk regresa al teatro el sábado de
noche después de la puesta del sol no ha cambiado mucho allí, pero él ha
cambiado. Su sábado relajante y restaurador lo ha acercado más a su Dios y a
su familia.
Un colega le comentó a Wouk después que este egresó al teatro un
sábado de noche: No envidio tu religión, pero envidio tu sábado";' ¡Quién no
quisiera pasar un día entablando mejores relaciones con los seres queridos!
Para Jesús, el sábado tenía que ver con las relaciones afectuosas. Tenía
que ver con el servicio. Precisamente por eso Jesús obró numerosos milagros
en sábado. En sábado, Jesús reveló la compasión del Padre a la humanidad
sufriente. Cuando los dirigentes religiosos judíos criticaron a Jesús por realizar
actos de sanidad en sábado, él comento. "Está permitido hacer una buena acción
en sábado” (Mateo 12:12). El sábado es un día para hacer el bien. ¿Una vecina
está enferma? Llévale un tazón caliente de deliciosa sopa casera. ¿Te enteraste
que un amigo está desanimado? Llámalo por teléfono para levantarle el ánimo.
¿Notas que el viudo que baja por la calle está solo? invítalo a almorzar.

Tal vez pensemos que estamos haciendo enormes sacrificios, para seguir
a Dios, pero él nos da mucho más a cambio.

El sábado recordamos a nuestro creador. No hay mejor lugar para hacer eso
que afuera en la naturaleza. Por años mi esposa y yo pasamos muchos sábados
de tarde caminando cuando nuestros hijos estaban creciendo. Aún ahora, aunque
nuestros hijos ya son grandes y están casados, con mi esposa a menudo pasamos
en medio de la naturaleza. Gozamos compartiendo juntos en las bellezas de la
naturaleza. Caminar por los senderos cerca de nuestra casa, escuchar el canto de
los pájaros, ver un ciervo de tanto en tanto, oler el aroma fragante de las flores
silvestres, relaja nuestro cuerpo cansado y eleva el espíritu para otra semana. El
cado no es aburrido. Es vivificante. El sábado no es una carga. Es una
bendición.
El sábado es mucho más que un deber. Es un placer. Si no has
experimentado el gozo tonificante de la adoración sabática, ¿por qué no
comenzar esta semana? Si no has entrado en la paz del "reposo sabático", ¿por
qué no comenzar ahora? Si te gustaría tener una relación más estrecha con tus
seres queridos y amigos, la experiencia sabática te aguarda. El sábado no es
simplemente algo para debatir; es un gozo para experimentar. ¿Por qué no
experimentar las bendiciones del sábado por ti mismo? Con los brazos abiertos,
Jesús dice: "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los
aliviaré" (Mateo 11:28).

CAPITULO VIII

La estrategia del enemigo


Hace pocas semanas estaba en casa, echándole un vistazo a los canales
de televisión justo antes de enganchar las noticias vespertinas por la cadena
CNN. Un documental, titulado "Secretos revelados de los magos", captó mi
atención. Los magos basan sus trucos en la ilusión. Lo que vemos no es la
realidad. Quizá pensemos que es real pero, en realidad, es arte de magia. El
mago tal vez parezca que corta al medio a la hermosa dama pero, por supuesto,
es solo una ilusión.

Uno de los trucos más antiguos es atravesar con tina espada el estómago
del asistente del mago. La espada parece real. Para probar su autenticidad, el
mago trata de doblar la espada a la vista de todos, luego corta una manzana
por la mitad y toca el filo de la cuchilla. Cuando las luces se van atenuando, la
música aumenta. El dramatismo se intensifica. La audiencia esta en absoluto
silencio. Entonces, en un repentino movimiento, el mago desliza la espada a
través del precioso cuerpo de la modelo.

El documental revela a todas luces lo que sucedió en realidad. Cuando los


ojos de la audiencia cambian del mago a la modelo, mientras las luces se
atenúan, otro asistente le pasa rápidamente una segunda espada. Esta segunda
espada tiene un filo dúctil, muy flexible. Cuando el mago parece que clava la
espada en el estómago de su colega, esta no pasa por su cuerpo en
absoluto. El filo flexible viaja alrededor del cuerpo por un tubo
especialmente diseñado como un cinturón y luego sale de su espalda dando la
impresión de que le atravesó el cuerpo. Todo el acto es una ilusión. El mago
hace de cuenta que atraviesa la espada por el cuerpo de la modelo. Ella finge
hacer una mueca de dolor. Pero todo es simulación.

David Copperfield es uno de los más grandes ilusionistas de todos los


tiempos. Realiza más de 500 espectáculos por año alrededor del mundo.
Sus ilusiones incluyeron hacer desaparecer la estatua de la libertad, levitar
sobre el Gran Cañón y atravesar caminando la Gran Muralla China. La Forbes
Magazine informó que de 2003 a 2005 ganó más de 150 millones de
dólares. Evidentemente, millones de personas están dispues tas a pagar
mucho dinero para ser engañadas.
Pero David Copperfield no le llega ni a la suela del zapato al mayor
engañador de todos. Satanás es el maestro ilusionista. Él "no tiene nada que ver
con la verdad [...] porque es mentiroso y padre de la mentira" (Juan 8:44). En el
ambiente perfecto del cielo el diablo fue tan astuto que engañó a un tercio de
todos los ángeles (Apocalipsis 12:11). En el Edén, sus actos de magia
engañaron a Adán y Eva. A lo largo de todos los milenios el diablo ha usado
sus ilusiones engañosas para llevar por mal camino a millones. Su mayor
engaño es la ilusión. Hace aparecer cosas como ciertas, aunque no lo son.
Usa el engaño, la falsedad y la traición para cumplir sus fines.

El diablo toma la falsedad y la viste con el atractivo de la verdad. Sus mayores


engaños son los religiosos.

Sus mayores engaños son religiosos. El diablo toma la falsedad y la


viste con el atavío de la verdad. Hace que sus mentiras parezcan ciertas.
Confunde la mente disfrazando hábilmente las prácticas paganas con
vestiduras religiosas. Cuanto más se asemeje el error a la verdad, más
poderosos se vuelven sus engaños.

El último libro de la Biblia, el Apocalipsis, desenmascara los planes del


diablo. Revela sus engaños. Expone sus mentiras. Quita la máscara de la
ilusión. El Apocalipsis nos permite ver claramente.

La verdad y la falsedad
Esto es especialmente cierto en el simbolismo de las dos mujeres de
Apocalipsis: la mujer revestida del sol, descrita en Apocalipsis 12, y la mujer
vestida de púrpura y escarlata, representada en Apocalipsis 17. En ningún
lugar del Apocalipsis la verdad y el error son presentados con un contraste tan
agudo como en estos dos capítulos. En los símbolos de la mujer revestida del
sol y la mujer escarlata, Juan describe gráficamente dos sistemas de religión:
el verdadero y el falso.
En un drama conmovedor, Juan, el revelador, describe uno de los
momentos más significativos de la historia humana: "Y apareció en el cielo un
gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona
de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque
iba a dar a luz" (Apocalipsis 12:1, 2).
Según la Escritura, este hijo había de gobernar a todas las naciones con
un cetro de hierro. Finalmente, fue "elevado hasta Dios y hasta su trono"
(versículo 5). Obviamente, esta es una descripción de Jesús.
La Biblia dice que esta mujer se para sobre la luna. Como la luna refleja
la gloria de sol, así la iglesia del Antiguo Testamento refleja la gloria del
evangelio que resplandece en Jesús. Cuando la dispensación del Antiguo
Testamento se desvaneció, la iglesia de Nuevo Testamento, vestida con la
gloria de Cristo, se levantó en todo su esplendor. La corona de doce estrellas en
la cabeza de la mujer significa que la iglesia del Nuevo Testamento sería guiada por
apóstoles divinamente inspirados. Este es un cuadro de la verdadera iglesia de
Dios, vestida con la justicia de Cristo, guiada por administradores espirituales y
aferrada a las Escrituras. ¡Qué símbolo hermoso de la iglesia pura y verdadera, no
adulterada por las tradiciones humanas, no tocada por doctrinas humanas,
basada en la palabra de Dios!
No obstante, el cuadro cambia dramáticamente en Apocalipsis, capítulo 17.
La visión de Juan en este capítulo contrasta agudamente con la del capítulo 12:
"Entonces me llevó en espíritu al desierto, y allí vi a una mujer sentada sobre
una Bestia escarlata. La Bestia estaba cubierta de leyendas blasfemas y tenía siete
cabezas y diez cuernos. La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata,
resplandeciente de lasoro, de piedras preciosas y de perlas, y Tenía en su mano
una copa de oro colmada de abominable impureza de su fornicación. Sobre su
frente tenía escrito este nombre misterioso: Babilonia la grande, la madre de las
abominables prostitutas de la tierra" (Apocalipsis 17:3-5).
Esta mujer adornada con joyas hace circular la copa de vino de sus
doctrinas falsas y el mundo se emborracha. Es una ramera. Ha dejado a su
verdadero amante, Jesucristo. En Apocalipsis capítulo 12, el apóstol Juan describe
la verdadera iglesia. En Apocalipsis capítulo 17 describe el sistema de la iglesia
falsa. Esta mujer apóstata y corrupta es la "madre de las prostitutas". En otras
palabras, tiene muchas hijas o iglesias que se han emborrachado con el vino de
su falsa doctrina y también se han descarriado.
La historia de estas dos mujeres –una vestida del sol y la otra de púrpura y
escarlata -la verdad y el error–, entre la palabra de Dios y la tradición humana.
En el libro de Apocalipsis, la Biblia describe una gran guerra que tuvo lugar
hace miles de años en el cielo: "Entonces se libró una batalla en el cielo: Miguel y
sus ángeles combatieron contra el Dragón, y este contraatacó con sus ángeles,
pero fueron vencidos y expulsados del cielo. Y así fue precipitado el enorme
Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo
entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles" (Apocalipsis 127-9).
En esta gran guerra en el cielo, Satanás engañó a la tercera parte
de los ángeles. Apocalipsis declara: "Su cola arrastraba una tercera parte de las
estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra" (Apocalipsis 12:4). Satanás es un
mentiroso. Es un engañador. Después de ser arrojado sobre la tierra, les mintió a
Adán y Eva en el jardín del Edén. De hecho, dijo: "Eva, puedes comer de ese árbol,
y por cierto que no morirás. Todos los árboles del huerto son iguales. No hay
diferencia si comes de este árbol o no". Jesús lo expuso claramente cuando
le dijo a Satanás: "Cuando miente, habla conforme a lo que es, porque es
mentiroso y padre de la mentira (Juan 8:44).
La Biblia enseña que hay dos grandes sistemas de religión. Uno
centrado en Jesús que es "el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6). Está
sólidamente basado en las enseñanzas de la Escritura. Por consiguiente, en
Apocalipsis 12, la verdadera iglesia es descrita como una mujer revestida del
sol. Sus doctrinas son puras; ella es leal a su verdadero Amo. No ha
traicionado la verdad. La verdad y el error, como agua y aceite, no pueden
mezclarse y no lo harán. Dios está buscando una iglesia que no mezcle la
verdad y el error. Está buscando un pueblo que viva en armonía con la
verdad de su Palabra. La mujer revestida del sol de Apocalipsis 12 representa a
la iglesia de Dios en la Tierra, verdadera y visible, su pueblo fiel a través de las
edades, que no ha traicionado la doctrina bíblica.
Además de la mujer revestida del sol, la Biblia también describe a una
mujer escarlata con una copa de vino en la mano, que representa la doctrina
falsa. Es la gran iglesia madre apóstata, y muchas iglesias han bebido de su
vino. La Biblia dice que se sientasobre una bestia escarlata. En la Biblia, una
bestia representa un sistema político (ver Daniel 7:17, 23).
Esta iglesia falsa, adornada de escarlata y púrpura, es la madre de las
prostitutas. Ha dejado a su verdadero amante, Jesús, colocando las tradiciones
humanas y los decretos de los concilios eclesiásticos por sobre la Palabra de
Dios. Es una adúltera en el sentido de que ha traicionado las enseñanzas
bíblicas. Es la gran madre iglesia, y junto con ella hay otras iglesias que
también han dejado las verdaderas doctrinas bíblicas.

Un gran misterio
Notemos Apocalipsis 17:5 "Sobre su frente tenía escrito este nombre
misterioso: Babilonia la grande". Para comprender Apocalipsis capítulo 17
primero debemos entender esta expresión: "Babilonia la grande". El sistema
eclesiástico caído de Apocalipsis17 tiene enseñanzas y doctrinas que son muy
similares a las enseñanzas paganas de la Babilonia del Antiguo Testamento.
Por más asombroso que parezca, es verdad.
En el Antiguo Testamento, el pueblo de Dios –Israel– estaba en
constante conflicto con las fuerzas opositoras de Babilonia. La verdadera
iglesia de Dios era la nación de Israel. En los tiempos del Nuevo Testamento, la
iglesia cristiana se convirtió en el Israel espiritual. Por medio del apóstol Pablo,
el Señor dice: “Y si ustedes pertenecen a Cristo, entonces son descendientes
de Abraham, herederos en virtud de la promesa" (Gálatas 3:29). La mujer
revestida del sol representa al verdadero Israel espiritual, los verdaderos
seguidores de Cristo. De nuevo, el Señor dice: "Porque no es verdadero judío
el que lo es exteriormente […] El verdadero judío lo es interiormente"
(Romanos 2:28, 29). Los individuos de cada nacionalidad que aceptan a
Jesús y sus doctrinas se convierten en sus verdaderos seguidores. Llegan a
ser su pueblo elegido actual, así como Israel era su pueblo elegido en los
tiempos del Antiguo Testamento.
En el Antiguo Testamento, el reino de Babilonia estableció un sistema
de adoración falsa. Del mismo modo, la Babilonia espiritual representa la
adoración falsa en el libro de Apocalipsis. La Babilonia espiritual continúa los
principios de la Babilonia literal del Antiguo Testamento en sus prácticas
religiosas.
¿Quién es la mujer escarlata? ¿Cuáles son estos principios babilónicos
del Antiguo Testamento que ella copia? Apocalipsis 17:2 la describe cometiendo
fornicación con los reyes de la tierra. La fornicación es una unión ilícita. "Los
habitantes del mundo se han embriagado con el vino de su prostitución"
(versículo 2). Por lo tanto, el cuadro de Apocalipsis de una mujer sobre
una bestia escarlata representa una unión de la Iglesia y el Estado. El énfasis
aquí es el predominio de la Iglesia sobre los poderes del Estado. La mujer
escarlata (el sistema eclesiástico caído) se sienta sobre la bestia o la domina
(poderes del Estado). La Biblia predijo que esta iglesia falsa, al repartir su
copa de vino, haría que multitudes beban de estas doctrinas falsas, que
representan la aceptación del error en lugar de la verdad.
La Biblia muestra que hay dos sistemas básicos de religión: el sistema
verdadero, esbozado en Apocalipsis 12, y el sistema falso, bosquejado en
Apocalipsis 17. Es cierto que no todos en la iglesia verdadera serán salvos.
Hay algunos en ella que no tienen una experiencia sincera con Jesús. Un
rótulo denominacional no salva a nadie. La Biblia también dice que hay muchos
en la iglesia falsa que conocen a Jesús y lo aman, pero no conocen toda la
verdad para la última hora de esta Tierra. Dios está intentando conducir a cada
hombre, mujer y niño del sistema falso al sistema verdadero.
Notemos cuidadosamente lo que está escrito en la frente de la mujer
escarlata: "Babilonia la grande" (versículo 5). Después del diluvio, los
malvados desafiaron a Dios, desobedecieron su palabra, establecieron su
propia religión y erigieron la torre de Babel. Fue allí que Dios confundió sus
lenguas. La ciudad de Babilonia posteriormente fue construida en el sitio de la
torre de Babel. El nombre Babilonia suena como la palabra hebrea para
confusión, recordando la confusión de lenguas en Babel.
Al comentar sobre la mujer simbólica, Babilonia, que se sienta sobre
la bestia escarlata, Robert Jamieson, A. R. Fausset y David Brown dicen en
su comentario bíblico: "El Estado y la Iglesia son regalos preciosos de Dios.
Pero el Estado al ser profanado... asume la forma de bestia; la Iglesia que
apostatase convierte en la ramera” vamos a analizar algunas características
de la Babilonia espiritual.

Un sistema humano
Regresemos al Antiguo Testamento y busquemos cinco características
identificatorias de Babilonia allí. En Génesis 10:8 al 10, la Biblia describe el origen de la
ciudad de Babilonia. "Cus fue padre de Nemrod, que llegó a ser el primer guerrero
sobre la tierra. Él fije un valiente cazador delante del Señor […] Babilonia, Erec y Acad
fueron el núcleo inicial de su reino" (versículos 8-10). El fundador de Babel
(posteriormente llamada Babilonia) fue un rebelde contra Dios que encabezó el
establecimiento de un sistema contrario a Dios.

En los días de Daniel, Nabucodonosor afirmó de manera jactanciosa: "¿No es


estala gran Babilonia, que yo edifiqué como residencia real gracias a mi poderío y
para gloria de mi majestad?" (Daniel 4:27). Como Lucifer antes que él,
Nabucodonosor tenía un problema con el "Yo". La Babilonia espiritual es un sistema
religioso hecho por el hombre con un dirigente terrenal y humano que sustituye el
liderazgo de Cristo por el suyo.

La verdadera iglesia de Dios conduce a hombres y mujeres a Jesucristo


como si] única cabeza. El sistema falso conduce a hombres y muleras a dirigentes
espirituales humanos en lugar de solo a Jesús como nuestro gran Sumo
Sacerdote. Al hablar de Jesús, la Biblia dice: “Él es también la Cabeza del Cuerpo,
es decir, de la Iglesia. Él es el Principio, el primero que resucitó de entre los
muertos, a fin de que él tuviera la primacía en todo" (Colosenses 1:18).
La Biblia dice que la verdadera iglesia de Dios no tiene una cabeza
terrenal, sino más bien una celestial. Alguien ha dicho: la verdadera iglesia de
Dios es la única organización tan grande que su cuerpo está sobre la tierra, pero
la cabeza está en el cielo". La verdadera iglesia de Dios resalta a Jesús ante
hombres y mujeres, quien puede perdonar sus pecados y librarlos de la
esclavitud del pecado. La Babilonia espiritual de Apocalipsis es un sistema
religioso terrenal basado en la tradición humana con un dirigente humano.
Resumamos. las dos primeras características del sistema religioso falso de
Babilonia son: (1) aceptar la tradición por encima de las verdades de la Palabra de
Dios y (2) tener una cabeza humana, terrenal, de la iglesia, en vez de Cristo.

Un sistema centrado en la adoración de imágenes


Notemos una tercera característica de la antigua Babilonia: Babilonia es la fuente
de la idolatría. Solo cuando entendamos la antigua Babilonia del Antiguo
testamento podremos entender quiénes la Babilonia espiritual y el llamado de
Dios a salir de ella.

El Dr. Alexander Hislop afirma: "Babilonia fue la fuente primaria de la


que fluyeron todos estos sistemas de idolatría”)

En el Antiguo Testamento, Babilonia era un centro de adoración de


imágenes. Los grandes templos de Babilonia estaban llenos de imágenes de los
dioses babilonios ante los que los adoradores paganos se inclinaban con
reverencia. El santuario de Dios en Jerusalén no tenía esas imágenes. En la
iglesia cristiana del Nuevo Testamento, se instruyó a los individuos a adorar a
Cristo directamente. No había adoración por medio de imágenes.

La Biblia afirma abiertamente: "No te harás ninguna escultura y


ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo
de la tierra, en las aguas. No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto;
porque yo soy el señor, tu Dios… (Éxodo 20:4, 5).
El concepto del alma inmortal no proviene de la biblia. Se introdujo en la
Iglesia cristiana a de las creencias babilónicas.
La instrucción de la Escritura es clara. Si se introducen imágenes en la
adoración, es muy probable que la imagen sea considerada sagrada y recibirá
el homenaje que se le debe solo a Dios. La historia testifica que esto ha
ocurrido repetidamente. Las imágenes han sido reverenciadas y besadas; A
través reliquias han sido consideradas santas; las estatuas son abrazadas
como dioses.
Dios pretendía que el sistema religioso verdadero condujese a hombres
y mujeres a adorarlo directamente a él, sin el uso de imáge nes, permitiendo
que su Espíritu Santo impresione la mente de ellos. Babilonia condu ciría a
hombres y mujeres a seguir las tradiciones de los hombres, a darle
preeminencia a un dirigente terrenal, a incorporar imágenes en su adoración.

El culto a los antepasados


Hay una cuarta característica identificatoria de la antigua Babilonia que
también se aplica a la Babilonia espiritual: el concepto de un alma inmortal
que sobrevive después de la muerte. En Ezequiel 8:13 la Biblia dice: "Verás
que cometen abominaciones más grandes todavía" (es decir, mayores
abominaciones que adorar ídolos). El versículo 14 agrega: "Y me llevó hasta
la entrada de la puerta de la Casa del Señor, la que da hacia el norte; y vi que
allí había unas mujeres sentadas llorando a Tamuz". ¿Quién era Tamuz y por
qué lloraban las mujeres?
Tamuz era el dios babilonio de la vegetación. Los babilonios creían que
cuando la primavera le cedía el paso al verano y el calor del verano quemaba los
cultivos, Tamuz moría. Por lo tanto, lloraban y oraban para que pudiese
regresar del inframundo.

El concepto del alma inmortal no proviene de la Biblia. Se introdujo en la


iglesia cristiana a través de las creencias babilónicas. Sus raíces están en
Babilonia, aunque la doctrina se desarrolló plenamente en la filosofía griega.

El Apocalipsis describe dos grandes sistemas religiosos.


Las siguientes citas describen claramente el origen de la doctrina
pagana de la inmortalidad. La primera es de Amos Phelps, un pastor metodista
congregacional, que vivió de 1805 a 1874: "Esta doctrina puede remontarse a
través de los canales turbios de un cristianismo corrupto, un judaísmo
pervertido, una filosofía pagana, una idolatría supersticiosa, al gran instigador de
problemas en el jardín del Edén. Los protestantes la tomaron de los católicos,
los católicos de los fariseos, los fariseos de los paganos, y los paganos de la
antigua Serpiente, que predicó primero la doctrina en medio de las humildes
especies del Paraíso a una audiencia demasiado dispuesta a escuchar y
prestar atención a la nueva y fascinante teología: “No moriréis”.
Escuchemos esta declaración de Justino Mártir, un dirigente de la iglesia
primitiva, que murió en 1 6 5 d . C . : "Si has formado filas con algunos que se
llaman cristianos, pero que no admiten esto (la verdad de la resurrección), y
que se atreven a blasfemar al Dios de Abraham, y al Dios de Isaac, y al Dios
de Jacob; que dicen que no hay resurrección de los muertos, y que sus almas,
cuando mueren, son llevadas al cielo; no te imagines que ellos son cristianos".
La Biblia es muy clara con respecto a lo que ocurre con la gente cuando
muere: "Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don gratuito
de Dios es Vida eterna, en Cristo Jesús, nuestro Señor" (Romanos 6:23).

"Cuando expiran, vuelven al polvo, y entonces se esfuman sus proyectos"


(Salmo 1 4 6 : 4 ) . "Los vivos, en efecto, saben que morirán, pero los muertos
no saben nada: para ellos ya no hay retribución, porque decir su recuerdo cayó
en el olvido" (Eclesiastés 9:5).
La Biblia usa la palabra alma aproximadamente mil seiscientas veces,
pero ni una sola vez usa la expresión alma inmortal. Repetidamente, la
Escritura afirma que solo Dios tiene inmortalidad (ver 1 Timoteo 6 : 1 6 ) . Eran
los babilonios los que sostenían el concepto de que un alma inmortal dejaba el
cuerpo al morir. Por lo tanto, los babilonios establecieron un sistema de dioses
y diosas, yadoraban a los espíritus de los que supuestamente continuaban
viviendo. El pueblo de Dios, los israelitas, tenía una creencia totalmente
diferente. Enseñaban que cuando la gente moría, su aliento salía, ellos
regresaban a la tierra y ese mismo día perecían sus pensamientos.
La Biblia es una fuente muy confiable en lo que respecta al estado de los
seres humanos al morir. Salme 115:17 dice: "Los muertos ya no alaban al
Señor, ni tampoco los que bajaron al sepulcro". Cualquier actividad o
manifestación que pretenda romper el silencio de la muerte desarmoniza con la
Biblia.
Amigo, el Apocalipsis describe dos grandes sistemas religiosos. El
verdadero sistema, al que se hace referencia en Apocalipsis 12, se basa en la
Palabra de Dios y sus doctrinas puras, que conducen a hombres y mujeres a
confiar solo en Cristo, Los lleva a comprender que han de ir a Cristo y adorarlo
directamente, sin imágenes. Les hace entender que cuando la gente muere,
hasta la resurrección. Afirma la verdad bíblica de que el alma no es una
entidad consciente que continúa viviendo indefinidamente en el mundo de los
espíritus después de la muerte.
Apocalipsis 17 describe un sistema religioso falso. Se refiere a Babilonia la
grande, la madre iglesia apóstata. Esta iglesia no se basa en la Palabra de Dios,
sino en la tradición. Tiene una cabeza terrenal que afirma ocupar el lugar de
Cristo. Sus colores son escarlata y púrpura. Utiliza imágenes en su servicio de
adoración. En lugar de dioses y diosas, incorpora santos en sus servicios de
adoración. Enseña que cuando la gente muere, no duerme hasta la
resurrección, sino que tiene alma inmortal que continúa viviendo después de
morir. Reparte la copa del vino falso para que otras iglesias beban de la doctrina
falsa de esta madre iglesia. Ellas también aceptan la idea falsa de que el alma
continúa viviendo después de la muerte, fuera del cuerpo e independientemente
de él.

El centro de la adoración del sol


Una quinta característica de Babilonia, tanto en el Antiguo Testamento
como el Nuevo Testamento, se menciona en Ezequiel 8:16. De hecho, este es
el principie que define a Babilonia: "Luego me llevó hacia el atrio interior de la
Casa del Señor ? que a la entrada del Templo del Señor, entre el vestíbulo y
el altar, había unos cinco hombres, dando la espalda al Templo del Señor y con
sus rostros vueltos hacia el oriente; y ellos se postraban hacia el oriente, delante
del sol".
El profeta Ezequiel vio que estos hombres seguían la Práctica babilónica,
de la adoración del sol. Con los rostros hacia el este, se arrodillaban y adoraban
al dios el sol salía en el cielo oriental. Los antiguos calendarios babilónicos, con
el sol en el centro, revelan la importancia que le daban los babilonios a la
adoración del sol. Los babilonios no creían que habían sido hechos por las
manos de un Dios amante. Creían que el sol, el cuerpo luminoso más grande
de los cielos, era la fuente de la vida .En adoración, se inclinaban para
adorarlo. "En la antigua Babilonia el sol era adorado desde tiempos
inmemoriales".
A lo largo de los milenios la adoración falsa a menudo estaba arraigada
en la adoración del sol. Satanás exaltó el objeto de la creación por sobre el
creador. Los asirios adoraban al dios sol Shamash. Los egipcios adoraban al
dios sol Amon Ra. Los hititas adoraban a Arinna, la diosa sol. La rueda solar
Konarak es famosa en toda India. El nórdico carro solar de Trundholm
simbolizaba la adoración del sol de los vikingos. Helios de Grecia y Mitra de
Persia y Roma eran adorados por multitudes como dioses solares. El sábado
llamaba al pueblo de Dios a adorar a su creador. La adoración del sol los lla-
maba a adorar a un objeto de la creación.

En los siglos I y II, la iglesia cristiana de Roma estaba mayormente


compuesta de cristianos gentiles. Era bastante diferente de la iglesia de
Jerusalén en el Medio Oriente que mayormente era una iglesia judeocristiana.
Los tres mil conversos en un día de Pentecostés, que registra Hechos 2, eran
todos de origen judío. Los cristianos gentiles que provenían de un contexto
pagano en Roma probablemente hayan sido influenciados por la adoración solar.
La, the New Schaff-Herzorg Encyclopedia of Religious knowledge hace esta
sorprendente observación: "En el primer siglo cristiano sabía organizadas en
Roma asociaciones de los seguidores de Mitra".- Entre los romanos el dios sol
Mitra era con conocido por las masas como 'Sol invictus: el sol invisible". La
madre del emperador Aurelio era sacerdotisa del sol. El mismo emperador sentía
especial devoción por la adoración solar. Su biógrafo, Flavio Vopiscus, afirma
que el emperador proclamó oficialmente a la deidad solar como "Sol Dominus
Imperi Rornani” (El Sol, Señor del imperio Romano).
El famoso historiador Arthur Weigall en su libro, Paganism in our
Christianity [El paganismo en nuestro cristianismo], página 145 (en inglés),
afirma: "Como festividad solar, el domingo era el día sagrado de Mitra; y es
interesante notar que, puesto que Mitra fue tratado como 'Señor Dominus', el
domingo debe haber sido el, Día del Señor mucho antes de la era cristiana".' El
historiador asevera algo contundente aquí. Dado que el domingo era el día
dedicado al dios pagano Mitra, y puesto que a Mitra se lo consideraba
"Señor", el domingo era considerado el día del Señor no en referencia a Cristo
originalmente sino a un dios pagano. Esto se confirma posteriormente con el
descubrimiento de las cartas de Tel-el-Amarna que abundan de frases como
estas: "El rey mi señor, el sol del cielo"; "Mi señor el sol; «El dios sol mi Señor".
La Catholic Encyclopedia [Enciclopedia católica] añade esta aclaración:
"El domingo era guardado en honor a Mitra" (tomo 10, páginas 403, 404,
artículo Mithraism [Mitraísmo]). El erudito Franz Curmont agrega: El deis Solis
(domingo) evidentemente era el más sagrado de la semana para los fieles de
Mitra y, al igual que los cristianos, tenían que santificar el domingo y no el
sábado”
El profesor Agostinho de Almeida Paiva, en su extraordinario libro sobre el
mitraísmo, completa la historia de este modo: "El primer día de cada semana, el
domingo, estaba consagrado a Mitra desde tiempos remotos como lo afirman
varios autores. Como el sol era dios, el Señor por excelencia, el domingo llegó a
llamarse el Día del Señor, como posteriormente lo hizo el cristianismo".
Los gentiles que se convertían al cristianismo en Roma estaban influenciados
por el mitraísmo: la adoración del sol. Ya tenían una percepción de que el domingo
era el Día del Señor puesto que creían que Mitra o Helios (el sol) era el Señor. No
sería difícil para estos cristianos gentiles cambiar su lealtad por Jesús en vez de Mitra
en el día del sol.
Cuando Constantino llegó a ser emperador del imperio Romano, escogió a
Apolo como el dios de la familia - el Dios sol- identificado con el antiguo Sol
romano desde la época de los césares. "El sol era celebrado universalmente
corno la guía invisible y el protector de Constantino".

El domingo era considerado el día del Señor no en referencia a Cristo originalmente sino a
un dios pagano.

El mismo Constantino, en una carta dirigida a Alejandro, obispo de Alejandría


(313-325 d.C.) expresa claramente su política religiosa para el Imperio Romano con
estas palabras: "Mi plan era, primero, traerlas diferentes opiniones formadas por
todas las naciones con respecto a la deidad a una condición como si fuese de
uniformidad estable..."

Al aprobar sus seis leyes dominicales civiles Constantino esperaba unir su


imperio. Sabiamente comprendió que una manera de lograr esto era un día común
de descanso, festividad y adoración en todo el imperio. Un día en el que se
pusieran de acuerdos paganos y cristianos. A. R Stanley en su Historyof the
Eastem Church [Historia de la iglesia oriental] escribe:

"La retención del antiguo nombre pagano de 'deis Solis' o 'domingo' para la
festividad cristiana semanal, es en gran medida debido a la unión del sentimiento
pagano y cristiano con el que el primer día de la semana fue encomendado por
Constantino a sus súbditos, paganos y cristianos por igual, como el 'venerable día
del sol'. El decreto que regulaba su observancia ha sido denominado con razón una
nueva era en la historia del día del Señor. Fue su manera de armonizar las
religiones discordantes del imperio bajo una institución común".

La historia y la profecía son claras sobre el cambio del sábado bíblico. Dios
no cambió el día de reposo sabático del sábado al domingo. Jesús no lo cambió y
los discípulos del primer siglo no pensaron en cambiar el sábado. El sábado fue
cambiado gradualmente a través de los siglos, cuando la adoración pagana del sol
se infiltró en la iglesia a través de una unión de la Iglesia y el Estado en los primeros
siglos.

Los israelitas adoraban al creador el séptimo día de la semana, el sábado


bíblico. La verdadera iglesia de Dios de Apocalipsis 12 guarda sus mandamientos,
incluyendo el mandamiento del sábado. La iglesia falsa hace renacer el día
babilónico del sol y hace circular la copa de las falsas doctrinas. Muchas
iglesias, al beber de esa copa, adoran el primer día de la semana, el domingo.
La enseñanza babilónica de la adoración del sol, ese principio pagano
transmitido de una religión pagana a la siguiente, se introdujo en la iglesia
cristiana, no por un mandamiento de Dios, sino por avenencia.
Arthur P. Stanley además afirma: "Las monedas (de Constantino) de un
lado llevaban las letras del nombre de Cristo; del otro lado la figura del dios Sol...
como si no pudiese soportar tener que renunciar a la influencia de la brillante
luminaria". ¡Asombroso! En las monedas de Constantino, el nombre de Cristo
estaba escrito de un lado, y el dios sol ilustrado del otro lado. Hubo un
casamiento entre el cristianismo y el paganismo, entre la iglesia y el emperador
de Roma. Constantino en realidad era cristiano solo de nombre. Como
resultado, la iglesia cristiana se vio anegada con muchas prácticas que no
hallan su lugar en la Escritura. La historia bíblica corrobora esto.
El Dr. Alexander Hislop dice: "Para conciliar a los paganos al cristianismo
nominal, Roma, prosiguiendo con su política habitual, tomó medidas para
amalgamar los festivales cristianos y paganos, y... hacer que el paganismo y el
cristianismo –ahora muy inmerso en la idolatría– en esta y en tantas otras cosas,
se den la mano". En otras palabras, Roma estaba intentando conciliar, llegar a
un arreglo, unir el imperio que se estaba desmoronando.
James Wharey dice: "Al final del siglo II... es obvio marcar los cambios ya
introducidos en la iglesia cristiana. El cristianismo ya comenzaba a usar el
atuendo del paganismo. Las semillas de la mayoría de esos errores que
después plagaron la iglesia tan completamente, que estropearon su belleza y
empañaron su gloria, ya estaban comenzando a echar raíces”.
Sí, hubo un casamiento, y las semillas de la tradición humana
germinaron y se desarrollaron. El Dr. Alexander Hislop agrega:
"Esta tendencia... de encontrarse con el paganismo a mitad de camino se
fomentó mucho... Hombres rectos lucharon por poner freno a la corriente, pero...
la apostasía continuó, hasta que la iglesia, con la excepción de un pequeño
remanente, se sumergió bajo la superstición pagana".
Después que Cristo murió y los apóstoles desaparecieron de escena, la
iglesia se alejó de sus enseñanzas originales. No obstante, había un
pequeño remanente que permaneció leal a Dios.
El llamado final de Dios

Con el correr de los siglos, Dios siempre ha tenido a los que han dicho:

No transigiremos; debemos ponernos de parte de la verdad, sin importar lo que
hagan las masas populares. Hemos entregado nuestra vida a Cristo. Él ha dicho:
'Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos' (Juan 14:15). Tomaremos la
Palabra de Dios como nuestra guía. Representaremos lealmente a Jesús”.

A veces, el pequeño remanente fue oprimido y perseguido. Aun así, no


aceptarían el principio babilónico de decretos humanos por sobre las Escrituras.
No aceptarían el principio babilónico de una cabeza terrenal de la iglesia en vez
de Cristo. No aceptarían el principio babilónico de que existe un alma inmortal
que continúa viva, fuera del cuerpo. No aceptarían el principio babilónico de la
adoración del sol. Hubo personas que me dijeron: "Pastor, ¿no me puedo quedar
en mi iglesia y reformarla?" Tal vez te estés preguntando: "¿Puedo creer en la
verdad y quedarme dónde estoy?" Amigo, en cada iglesia Apóstata o que se
amolda al mundo hay miembros del Dios invisible, de la verdadera iglesia que, si
quieren librarse de riesgos, deben salir. Dios te llama a salir, porque Babilonia ha
caído.

La iglesia cristiana se vio anegada con muchas prácticas que hallan su


lugar en la Escritura. Historia bíblica corrobora esto.
El renombrado autor católico, el cardenal Gibbons, dice: “La razón y el
sentido demandan la aceptación de una u otra de estas alternativas: el
protestantismo y la santificación del sábado, o el catolicismo y la santificación
del domingo. La transigencia es imposible”. ‘Estoy completamente de acuerdo
con el cardenal Gibbons en este punto. ¡El cardenal católico tenía razón
cuando dijo que la transigencia es imposible! Estos temas son demasiado
claros. Demandan una elección. Esta evidencia demanda un veredicto. Dios
está llamando a hombres y mujeres a tomar posición.

Escucha las palabras de la Escritura: "Y clamó con voz potente, diciendo:
Ha caído, ha caído Babilonia, la grande" (Apocalipsis 18:2). La madre iglesia ha
caído, sus tradiciones han caído. Esta iglesia, con vestiduras escarlata y púrpura,
ha caído. Su sistema de imágenes ha caído. Todos los sistemas que enseñan el
error en lo que respecta al estado de los muertos y al sábado han caído. Se han
apartado de la Escritura como la única regla de fe y práctica. "En seguida oí otra
voz que venía del cielo y decía: "Ustedes, que son mi pueblo, huyan de esa
ciudad, para no hacerse cómplices de sus pecados ni ser castigados con sus
plagas" (versículo 4). No hay manera de permanecer en Babilonia sin participar
de sus pecados. ¡Babilonia ha caído! No hay manera de poder cambiarla. Tu
misión, tu trabajo, es salir.
Dios está llamando a hombres y mujeres de corazón honesto a salir de esas
iglesias que han bebido la copa de Babilonia. Pronto, el tiempo se acabará.
Pronto, todo ser humano tomará su decisión final, enteramente por Cristo o
enteramente por la tradición, del lado de la verdad o del lado de error, de parte de
las Escrituras o de parte de los seres humanos y de los sustitutos humanos.
Nuestra única seguridad es salir de toda iglesia que se base en la tradición,
que use imágenes en su adoración, que haya bebido la copa de vino y aún
practique la adoración dominical. El llamado de Dios es a salir.
Jesús dijo: "Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen"
(Juan 10:27). Dice: "Hijo mío, te estoy suplicando. Tengo mis ovejas, mis
seguidores, en cada iglesia. Le estoy suplicando a gente de todas las
denominaciones a dejar de lado sus opiniones preconcebidas y a seguir la Biblia.
Estoy hablando a los corazones en todos lados a salir de esas iglesias basadas
en la tradición".

Y yo también les suplico, queridos amigos. Les suplico en el nombre de


Jesús que le entreguen su voluntad a él y que decidan hacer su voluntad. Con la
Biblia en la mano, díganle a Jesús: No puedo hacer otra cosa, debo salir. Escucho tu
llamado a mi corazón. Veo cómo se unieron el paganismo y el cristianismo en esos
primeros siglos. Ahora veo el asunto muy claramente. Veo que por más de mil
ochocientos años ha habido transigencia. Veo que Dios ha estado llamando a su
pequeño remanente a salir, y he decidido ponerme de parte de ti, Señor Jesús.
Decido ponerme de parte de la Palabra de Dios; decido ponerme de parte de Cristo.
Estoy dispuesto a salir, aunque eso signifique resistir solo".

Amigo mío, ¿por qué no lo resuelves en tu corazón en este mismo


momento? ¿No lo decidirás en tu mente? ¿No le dirás a Jesús: "Señor, escucho tu
llamado de que Babilonia, la grande, ha caído. Te escucho exhortándome: 'Salid de
ella, pueblo mío?
Tiernamente, en tonos amorosos, Jesús, por medio de su Espíritu, te habla al cora-
zón. Con tierno amor te dice: "Te amo, hijo mío. No quiero que te aflijas cuando
caigan las plagas. ¡Hijo mío, te estoy llamando a ti ahora mismo!" Algunos del
pueblo de Jesús todavía están en Babilonia. ¿Escuchas su llamado en este
momento? ¿Lo oyes llamando a tu corazón? Yo sé que en este preciso instante
estás dispuesto a decir: '3esús, te amo, y decido seguirte. Porque te amo, deseo
ser parte de tu pueblo que guarda los mandamientos. Escucho tu voz que me llama
dulcemente: “Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos'. Sí, Señor, te
seguiré”.

CAPITULO IX

La bandera victoriosa
Alguna vez te has detenido a pensar quién detonaría la explosión, si este
mundo fuese a terminar con un estallido? ¿Alguien ganaría? En otras
palabras, ¿qué bandera ondeará en las ruinas? ¿Dios tiene una ban dera?
¿Podemos estar seguros de que le damos nuestra lealtad, en un mundo lleno de
tantas aseveraciones que compiten por la única verdad?

Las apuestas son más elevadas hoy. Las voces son más fuertes. El choque
cultural y religioso es más intenso. Pensábamos que dejaríamos atrás en la Edad
Media a las guerras santas". Pero han regresado con una venganza.

Hay personas allí afuera totalmente dispuestas a llevarse el mundo por


delante si no hacer pueden hacer que el mundo sea como ellos quieren. Están
dispuestas a convertirse en cenizas y a aniquilara otros junto con ellos. Y
proclaman una intensa lealtad a su Dios, a su fe. Previamente creen que su
bandera será la que quedará en pie al final.

¿Cómo sabemos qué quedará en pie en una época como esta? ¿Cómo
sabemos lo que realmente expresa lealtad a Dios? ¿Cómo sabemos qué asunto
dividirá a la humanidad en el tiempo del fin?

Me gustaría tratar de responder esas preguntas en este capítulo. Creo que


la Biblia nos da algunas pistas importantes, y son claves que trascienden las líneas
divisorias de la cultura y la religión.
Uno de los ejemplos más esclarecedores de lealtad nos llega por el libro de
Daniel, del Antiguo Testamento. Hay un conflicto documentado allí que le habla
poderosamente a nuestros conflictos actuales.

El tercer capítulo de Daniel nos presenta una escena sorprendente en la


planicie de Dura, cerca de la antigua Babilonia. Se había erigido una enorme
estatua de oro del rey Nabucodonosor. Miles de representantes de su imperio
habían sido invitados para homenajearla en una espléndida ceremonia. Este rey
estaba haciendo una declaración. Estaba diciendo: "Quedaré en pie cuando otros
reyes e imperios han caído". Estaba diciendo que Babilonia duraría para siempre.

Pero justo cuando la vasta concurrencia se inclinó a tierra en dirección a la


imagen, algo interrumpió el acto. Tres jóvenes permanecían de pie. Eran tres
jóvenes príncipes judíos: Sadrac, Mesac y Abed-nego. Habían sido traídos como
cautivos a Babilonia y estaban siendo capacitados para ayudar a gobernar el
gran imperio.
Y ahora, desentonaban terriblemente. Los funcionarios babilonios
rápidamente le dieron la noticia a Nabucodonosor. No era simplemente un error
diplomático. Esto era traición. Era traición, porque el heraldo del rey había hecho
un anuncio pocos momentos antes, en voz alta, que resonó por la planicie. Sus
palabras se registran en Daniel: "A todos ustedes, pueblos naciones y lenguas,
se les ordena lo siguiente: Apenas escuchen el so-nido de la trompeta, el pi fano,
la cítara, la sambuca, el laúd, la cornamusa y de toda clase de instrumentos,
ustedes deberán postrarse y adorar la estatua de oro que ha erigido el rey
Nabucodonosor. El que no se postre para adorarla será arrojado inmediatamente
dentro de un horno de fuego ardiente" (Daniel 3:4-6).
¿Cómo sabemos qué asunto dividirá a la humanidad en el tiempo del fin?
El rey había hecho de este acto de adoración una prueba de lealtad.
Nabucodonosor quería lealtad absoluta. Bueno, eso puso a los tres hebreos en
un terrible aprieto. Desde su niñez se les había enseñado que había solo un Ser
digno de adoración. Inclinarse ante un ídolo era traicionar su fe. ¡Y sin embargo,
si no se inclinaban, morirían quemados¡
¿Qué decisión difícil! ¿Qué harías en una situación como esa? ¿Cuán
importantes son estos gestos de lealtad? Esa es una pregunta vital para
nosotros hoy cuando los terroristas suicidas estar, dispuestos a explotarse a sí
mismos y a las personas inocentes que están a su alrededor para declarar su
lealtad a una causa.

Curiosamente, el decreto de Nabucodonosor tiene un paralelo


sorprendente en la Biblia. Es imitado por otro decreto que se encuentra en el
libro de Apocalipsis. Apocalipsis, capítulo 13. Habla de un desafío que el
pueblo de Dios enfrentará en el tiempo del fin. El anticristo erige una imagen
para su representante, la bestia: "También se le permitió dar vida a la imagen de
la Bestia, para hacerla hablar y dar muerte a todos aquellos que no adoran su
imagen. Así consiguió que todos -pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y
esclavos- se dejaran poner una marca en su mano derecha o sobre su frente, de
manera que nadie podía comprar o vender, si no llevaba marcado el nombre de
la Bestia o la cifra que corresponde a su nombre" (Apocalipsis 13:15-17).
Este decreto probará nuestra lealtad en el tiempo del fin. Ahora, notemos
el paralelismo entre el decreto de Nabucodonosor y el decreto de Apocalipsis:
1. En ambos, un líder mundial trata de imponerla adoración de una imagen.
2. En ambos, hay algo que contradice el mandamiento específico de Dios de
adorarlo solo a él.
3. En ambos, todos los que no se sometan están condenados a morir.
¿Ante quién nos inclinaremos? Esa es la pregunta primordial. En algún
momento, los creyentes van a ser confrontados por un gran poder, un poder
religioso y político que demanda nuestra absoluta lealtad. Y la cuestión es la
adoración. Esa es la bandera. Hay adoración buena y adoración mala. Hay
adoración verdadera y adoración falsa. Solo porque la gente alce la voz en el
nombre de Dios no significa que posea la clase correcta de lealtad. Podrían estar
agitando rifles de asalto junto con sus alabanzas.

Tú sabes, el tema de la adoración recorre todo el libro de Apocalipsis:


1. En Apocalipsis 4, las criaturas vivientes se inclinan ante el trono de Dios,
rodeadas de un arco iris esmeralda. Declaran día y noche: "Santo, santo,
santo es el Señor Dios, el Todopoderoso" (versículo 8).
2. En Apocalipsis, miles y miles de ángeles elevan sus voces: "El Cordero que
ha sido inmolado es digno" (versículo 12).
3. En Apocalipsis 7, una gran multitud de todas las naciones de la tierra
levanta palmas delante del Dios de su salvación (ver versículos 9, 10).
Escenas como esta se repite hasta que llegamos a la jubilosa adoración en la
Nueva Jerusalén, cuando las naciones caminan en la luz de Dios. Pero
examinemos cómo es que este tema pasa a ser el marcado centro de atención en
el corazón mismo del libro. Apocalipsis 12 y 13 nos presentan las criaturas
simbólicas que representan las fuerzas malignas del mundo: la bestia, el dragón y
el falso profeta. Ellas están tratando de hacer que todos se inclinen ante esa
imagen de la bestia.

Los ángeles de Apocalipsis 14 continúan advirtiendo acerca del terrible


destino de los que adoran a la bestia: "El que adore a la Bestia o a su imagen y
reciba su marca tendrá que beber el vino de la indignación de Dios" (Apocalipsis
14:9, 10).
Notemos que aquí vemos el contrapunto del primer mensaje angélico. No
debemos adorar a la bestia; debemos adorar al creador. Estas dos decisiones se
contraponen. Una nos llama a una lealtad falsa a algo hecho por el hombre. La otra
nos invita a darle gloria a Dios, a adorarlo como creador.
Adorar a la bestia es mortal. Entonces, ¿cómo negarse a ella cuando
somos presionados a avenirnos? ¿Cómo no adorar su imagen? Al retener una fe
incondicional en nuestro creador. Su autoridad debe reemplazar a todas las demás.
Démosle gloria a él. Dios nos ha dado una forma de expresar nuestra lealtad
incondicional al creador regularmente, cada semana. Es una evidencia de nuestro
compromiso con él como nuestro creador y Señor. Revela nuestra lealtad.
Demuestra nuestra fidelidad. Se encuentra en el cuarto mandamiento, Esto es algo
que muchos cristianos han pasado por alto: "Acuérdate del día sábado para
santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es
día de descanso en honor del Señor, tu Dios... Porque en seis días el Señor hizo el
cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por
eso el Señor bendijo el día sábado y lo declaró santo" (Éxodo 20:8-11).

¿Por qué se nos exhorta a observar el séptimo día, el sábado? Porque es


un monumento de la creación. Nos liga a nuestro creador. Es un descanso en la
obra acabada de Dios. El cuarto mandamiento nos pide que recordemos al que
hizo los cielos y la tierra.

Dios nos ha dado una forma de expresar nuestra lealtad incondicional al


creador regularmente, cada semana.

El sábado, entonces, es un símbolo de nuestro amor y lealtad a nuestro


creador. El sábado nos protege de la clase de lealtad equivocada. Reflexiona nue-
vamente en ese decreto del anticristo en Apocalipsis, el decreto que demanda que
todos se inclinen ante la imagen de la bestia, bajo pena de muerte.

El último libro de la Biblia enseña que un sendero ardiente le espera a


nuestro mundo, un tiempo de prueba más grande que cualquiera que hayamos
experimentado en la historia. Los seguidores de Dios van a enfrentar una
crisis sobre la cuestión de los mandamientos de Dios, sobre la tiranía, sobre la
adoración impuesta.

Así que necesitamos asegurarnos que estamos adorando al Dios correcto


de la manera correcta. Esa es la cuestión. Esos tres jóvenes hebreos de pie en la
planicie de Dura lo entendían bien. Regresemos a su historia.

El rey Nabucodonosor estaba indignado, por supuesto, porque alguien


interrumpió su momento de gloria. Los hizo traer ante su presencia. Señaló hacia
los hornos en llamas. Preguntó, deliberadamente: "¿Y qué dios podrá salvarlos de
mi mano?" (Daniel 3:15).
La respuesta que dieron estos jóvenes hebreos es merecidamente famosa.
Sin temor, respondieron al rey: "No tenemos necesidad de darte una respuesta
acerca de este asunto. Nuestro Dios, a quien servimos, puede salvarnos del
horno de fuego ardiente y nos librará de tus manos. Y aunque no lo haga, ten por
sabido, rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de
oro que tú has erigido" (Daniel 3:16-18).

Estos hombres respondieron al orgulloso desafío del rey sin dudar. Lo


hicieron dando testimonio de su fe en el Dios del cielo y de la tierra. Estaban
comprometidos a adorarle solo a él, aún si no los libraba de la muerte.

Y ¿cuál fue el resultado? Bueno, un enfurecido Nabucodonosor hizo


calentar el horno al máximo ¡Entonces hizo arrojar a los hebreos a las llamas!
Aparentemente, el Dios de ellos no los iba a salvar.
Pero lo hizo. De hecho, hizo una aparición maravillosa, justo en medio
de ese horno ardiente. Nabucodonosor quedó atónito al observar otra figura en
el horno, parada en medio de los tres jóvenes que había arrojado al fuego.
Exclamó: “Yo veo cuatro hombres que caminan libremente por el fuego sin sufrir
ningún daño, y el aspecto del cuarto se asemeja a un hijo de los dioses ” (Daniel
3:25).

Tres hombres habían sido arrojados adentro. ¡Pero había cuatro hombres
sanos y salvos en ese horno! ¡ Sadrac, Mesac y Abed-nego caminaban entre las
llamas con el Hijo de Dios a su lado!
¿Sabes? El libro de Daniel nos enseña algo importante: la crisis final
bosquejada en el libro de Apocalipsis no necesita aterrarnos. Puede ser una
oportunidad para que veamos a nuestro Señor. Y en su hora de prueba,
descubrieron que un gran Dios había venido a estar con ellos. Eso es lo que una fe
incondicional, una fe comprometida, puede hacer por nosotros. Hará que Dios se
acerque a nosotros en los peores momentos.
Esos tres hebreos en el horno ardiente causaron una gran impresión. El rey
Nabucodonosor se apresuró a ir hasta el borde del horno y los llamó para que
salieran.C Cuando salieron, una gran multitud se reunió a su alrededor. ¡Se dieron
cuenta de que ni siquiera el pelo se les chamuscó! ¡Su ropa ni siquiera tenía olor
a humo!
Finalmente, esa prueba ardiente por la que pasaron los hebreos solo
quemó una cosa: las cuerdas que los ataban. Quedaron libres de sus ataduras.
Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron del horno como conquistadores.

Por primera vez, Nabucodonosor se dio cuenta de que podría haber un Dios
en el cielo mucho más grande de lo que podría llegar a ser él. Reconoció que
estos tres hebreos eran "siervos de Dios Altísimo". Hasta este momento, el rey
había tratado de ser el más alto, con su enorme estatua de oro.

Pero ahora hizo una confesión extraordinaria. La encontramos en Daniel,


capítulo tres: "Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed Negó, porque ha
enviado a su ángel y ha salvado a sus servidores que confiaron en él y,
quebrantando la orden del rey, entregaron su cuerpo antes que servir y adorar a
cualquier otro dios que no fuera su Dios" (Daniel 3:28).

La ira de Nabucodonosor se convirtió en reverencia. Se dio cuenta de que


era importante otra clase de lealtad. Se dio cuenta de que necesitaba adorar al
Dios correcto de la manera correcta. Necesitaba inclinarse al Dios que se acerca
en tiempos de dificultad. Ese es el Dios que merece nuestra lealtad hoy.

Amigo, nuestra historia se dirige a un clímax. Dos clases de lealtades están


luchando por la supremacía en este planeta, dos clases de adoración. Adoraremos
al creador o adoraremos a algo hecho por el hombre. Adoraremos al Señor del cielo
y de la tierra, o adoraremos a alguien que nos promete el cielo en la tierra.
Pondremos nuestra fe en el Dios santo e invisible, o seremos atraídos por el
resplandor de una imagen. Nos pondremos de parte de la verdad de Dios, o nos
dejaremos llevar por la corriente.
Las palabras de los profetas bíblicos resuenan en los pasillos del tiempo. Nos
hablan con tonos de trompeta hoy: "Les di además mis sábados, como una señal
entre ellos y yo, para que supieran que yo, el Señor, soy el que los santifico"
(Ezequiel 20:12), "¡Feliz el hombre que cumple estos preceptos y el mortal que
se mantiene firme en ellos, observando el sábado sin profanarlo y preservando
su mano de toda mala acción!" (Isaías 56:2). "Felices los que lavan sus
vestiduras para tener derecho a participar del árbol de la vida y a entrar por las
puertas de la Ciudad" (Apocalipsis 22:14).

Necesitamos asegurarnos que estamos adorando al Dios correcto de la manera


correcta.
En pequeña o en gran escala, se trazan líneas de batalla. El odio se
disfraza de fervor religioso. La lealtad fanática alega ser la única fe
verdadera. "Mi bando", "mi tradición", reemplaza a la Ley de Dios. En este
preciso momento se trazan líneas de batalla entre el imperio de Satanás y el
imperio de Cristo. Y los malos no siempre son de guante blanco. No podemos
condenar a este o a aquel grupo o eliminar a esta o a aquella cultura.
Como dijo Jesús, el trigo y la cizaña crecen juntos. Lo bueno y lo malo
está entrelazado. Pero la línea divisoria no está desdibujada. Atraviesa di-
rectamente el corazón de cada individuo. Hay una distinción clara. ¿Dónde
está nuestra lealtad? ¿Nos inclinamos ante alguien mayor y más grande que
nosotros? ¿O nos inclinamos ante una imagen que hacemos, una ima gen
que se adapta a nuestro prejuicio, a nuestra tradición, a nuestra verdad
particular?
Yo quiero estar en pie con esos tres hebreos en la planicie de Dura.
Quiero ponerme de pie con ellos ahora. Quiero ponerme de pie con ellos en el
tiempo del fin. Y creo que la clase de fe de ellos está disponible para todos y
cada uno de nosotros, una fe que mantendrá la frente en alto cuando los
tiempos se vuelvan tempestuosos. Realmente es una cuestión de
perspectiva. ¿Qué decidimos poner en el centro de nuestra vida? ¿Quién
ocupa el primer lugar? ¿De quién es la verdad que tiene prioridad?
Por favor, asegúrate de acordarte del creador cada sábado. Tómate
tiempo ahora, antes de que el conflicto de alianzas haga que sea
demasiado tarde. La adoración sabática transformará tu vida. Aumentará tu fe
antes de que se desate la crisis.
El creador, el Señor, el juez, el legislador, el redentor, el que nos ama
más que todos, solo él merece nuestra adoración. El sábado es su bandera.
Se yergue sobre nuestra vida como un símbolo de nuestro compromiso
interior con nuestro creador. Hay muchas falsificaciones pero solo un Dios
creador y el sábado invita a toda la humanidad a regresar a él.

Si tú levantas su bandera, él se pondrá de pie contigo hoy, mañana y


siempre. Caminará contigo incluso en medio del fuego.

Plegaria
“Padre, te reconocemos como nuestro Creador y Redentor Gracias
porque, sin importar cuán abrumador pueda parecer el conflicto,
tú puedes librarnos. Sabemos que vienen tiempos en los que se
probará nuestra lealtad Pero sabemos que tú puedes hacernos
leales, valientes y fieles. Ponemos nuestra confianza en ti por ser
un Dios así Enséñanos a desarrollar esa confianza en medio de
los conflictos día a día. Acércate a nosotros en medio del fuego.
En el nombre de Jesús, amén”.

Un llamado personal
Al leer estos pasajes, ¿sentiste que Dios te guió a una experiencia más
profunda y amplia con él? El espíritu santo ¿te convenció de la verdad del
sábado bíblico? Si estás convencido de lo que Dios quiere que hagas, ahora es
el momento de actuar. Jesús una vez conto una historia de dos hombres, uno sabio
y el otro insensato. El sabio era sabio por que oyó la palabra de Dios y la puso en
práctica en su vida. Él insensato era porque oyó la palabra de Dios porque no hizo
nada. En otra ocasión. Jesús dijo: “Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, la
practican” juan 13:17. La felicidad viene de conocer y hacer la voluntad de Dios.
Cuando pongas en práctica el sábado en tu vida y adores cada semana con el
pueblo de Dios serás inmensamente bendecido. Te acercarás más a Jesús de lo
que alguna vez creíste posible.
Sé que el cambio siempre trae aparejado una medida de dificultad. Está
el desafío de las ideas nuevas, Las viejas formas no mueren fácilmente. Las
ideas por largos tiempos acariciados y los patrones de adoración son dif íciles de
cambiar. Simplemente porque hayamos creído que algo es verdad y lo
hayamos practicado durante años vio hace que sea cierto. A lo largo de toda la
historia del cristianismo Dios ha desafiado a su pueblo a seguir la verdad
aunque sea contraria a la cultura predominante. La mayoría popular no siempre
está en lo cierto. Dios valora la verdad más que la opinión de la mayoría. Su
palabra tiene más autoridad que los dirigentes religiosos más populares y
persuasivos. Sus mandamientos son la base de (a moralidad y el fundamento
de su trono. La obediencia a Dios como una evidencia de nuestra fe interior es
sumamente importante.
Te invito a considerar seriamente la verdad del sábado bíblico. Si Dios te
está llamando a hacer un cambio en tu vida, ten el coraje de hacerlo. Sé un
pionero para Dios. Establece el lugar para que los demás te sigan. Dios
bendecirá a tu familia y a tus amigos por tu intermedio cuando des un paso al
costado para seguirle. Tendrás una satisfacción interna mayor al hacer lo que
está bien, porque está bien. Te unirás a millones de personas en la observancia
del día especial de Dios al prestar atención al llamado del Maestro: "Acuérdate
del día sábado" y para ti el sábado ya no será más un mandamien to casi
olvidado, sino que se convertirá en un tiempo de esperanza.

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