Principio de Imputación Mínima Necesaria
Principio de Imputación Mínima Necesaria
Principio de Imputación Mínima Necesaria
“Cuando crece la criminalidad, impulsada por numerosos factores que rara vez
considera el político –salvo que se trate de un político acostumbrado a mirar a
través de las apariencias y a actuar más allá de los síntomas–, la persecución se
extrema. Es explicable que así ocurra. Ante la desesperación social, pronto
convertida en exasperación, vuelve a la escena el conflicto entre due process y
crime control, una dialéctica que hoy se agita a lo largo y ancho del proceso
penal.”
1. Introducción
1 Directora de EGACAL.
2 No existe una definición universalmente aceptada de debido proceso. Sin embargo, ha sido consagrada de
modo expreso en una serie de constituciones y, aunque no sea así, no se niega su carácter de “garantía
innominada”. Se considera como una de las grandes decisiones constitucionales, cualquiera sea su
denominación o tratamiento, deducida de la idea fundamental de colocar al hombre como el centro de la
escena, de honrar su dignidad y de asegurar la libertad e igualdad de los individuos. (HABERLE, Peter. El
Estado Constitucional. Traducción de Héctor Fix- Fierro. México. UNAM. 2001, p. 115). Se alojan en él, los
principios rectores, fundamentos del enjuiciamiento penal (MAIER, Julio. Derecho Procesal Penal.
Fundamentos. Buenos Aires, Argentina. Editores Del Puerto. 1960, p. 211).
3 En el ordenamiento procesal argentino se establece que una vez concluido el interrogatorio de identificación,
el juez informará detalladamente al imputado cuál es el hecho que se le atribuye, cuáles son las pruebas que
se tienen en su contra y que puede abstenerse de declarar sin que su silencio implique una presunción de
culpabilidad. Por otro lado, el Código de Procedimientos Penales de Bolivia establece que dentro de las
advertencias preliminares al imputado se encuentra la comunicación del hecho que se le atribuye, con todas
las circunstancias de tiempo, lugar y forma de su comisión, incluyendo aquellas que sean importantes para su
calificación jurídica. Por su parte, el Código Procesal Penal de Chile prevé como una garantía del imputado el
ser informado de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputan y los derechos que otorga
la Constitución y la Ley.
imputado o qué dejo de hacer para configurar su conducta dentro del tipo penal
atribuido.
Como señala Gómez Orbaneja: “El objeto de cada proceso es un hecho, y no una
determinada figura delictiva, ni una consecuencia penal; identificándose la acción
penal sólo desde el punto de vista objetivo, con el hecho sobre el que recae la
acusación, y si el objeto del proceso fuera el delito y no el hecho, bastaría que se
cambiará la tipicidad para que fuera juzgado un mismo sujeto bajo diferentes
puntos de vista”4.
2. El aspecto jurídico o “juicio de subsunción”. Según este aspecto, solo puede ser
sometido a un proceso penal y sancionado aquél que realizó una conducta que
estuviera considerada dentro de la ley penal como delito, por lo que resulta
fundamental que se señale qué formula penal se está aplicando al caso, con
4 GOMEZ ORBANEJA, Emilio. Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Barcelona, España. Editorial
Bosch. 1947, p. 49.
5 Acuerdo Plenario N° 7-2006/CJ-116 del 13 de octubre de 2006.
precisión de la modalidad, circunstancias agravantes y grado de desarrollo del
delito y de la responsabilidad.
6 “La exigencia de la lex certa no puede entenderse, sin embargo, en el sentido de exigir al legislador una
claridad y precisión absoluta en la formación de los conceptos legales. Ello no es posible, por la naturaleza
propia del lenguaje, que con sus características de ambigüedad y vaguedad admite cierto grado de
indeterminación, mayor o menor según el caso. Ni siquiera las formulaciones más precisas, las más
casuísticas y más descriptivas que se puedan imaginar, llegan a dejar de plantear problemas de
determinación de algunos supuestos, ya que siempre poseen un ámbito posible de equivocidad. Por eso se
ha dicho, con razón, que en esta materia no es posible aspirar a una precisión matemática porque esta
escapa incluso a las posibilidades del lenguaje.” (CURI URZUA, Enrique. La ley penal en blanco. Bogotá,
Colombia. Temis. 1988, p. 69).
7 “El grado de indeterminación será inadmisible cuando no permita al ciudadano conocer qué
8 “El conocimiento efectivo de la imputación es presupuesto indispensable del ejercicio el derecho de defensa,
porque no hay defensa sin imputación, la imputación no es conocida o parcialmente conocida, causa
indefensión.” (SOLAS LOPEZ, A. El derecho de defensa. En Boletín ONBC. Octubre – Diciembre de 2005. La
Habana, Cuba. pp. 2-10).
9 En el Código Procesal Penal peruano de 2004 se establece el derecho que tienen las partes de acceder a la
1989, p. 336.
11 Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) del 31 de enero de 2001, fundamento
83.
3. Relación entre el principio de imputación necesaria y la teoría del caso
La ausencia de una idea clara del hecho atribuido no solo perjudica el trabajo de la
defensa, sino también la del propio fiscal, que puede estar desorientado en torno
al trabajo de investigación que debe efectuar.
Es importante citar aquí lo señalado por Benavente Chorres: “… si los hechos que
el abogado maneja no son subsumibles dentro de un tipo penal, no tiene un caso
penal sino una historia pura y simple. Si los hechos son subsumibles dentro de un
tipo penal, pero no hay pruebas, se tiene una buena historia delictiva. Si los
12 BACIGALUPO, Enrique. Técnicas de resoluciones de casos penales. Madrid, España. Colex. 1995, p. 37.
hechos son subsumibles en un tipo y además se tiene una buena prueba, se tiene
un caso.13”
El autor citado denota los tres componentes de la teoría del caso, que son a su
vez los tres aspectos que debe satisfacer una imputación.
Se podría sostener que cuando se realiza una imputación seria y acabada es que
debemos considerar dicha exigencia, lo cual nos colocaría en el punto en el que el
fiscal formula su acusación. O cuando debe iniciarse un proceso penal
formalmente, esto es, cuando el fiscal formaliza la investigación preparatoria. O se
podría considerar su cumplimiento desde el momento en que una persona es
citada para el inicio de una investigación y debe conocer los cargos que pesan
contra ella.
13 BENAVENTE CHORRES, Hesbert. Estrategias para el desahogo de la prueba en el juicio oral. México.
Flores Editor. 2010, p. 63.
14 Sentencia del 17 de noviembre de 2009, fundamentos 28 y 29.
entendiendo por estos motivos tanto los actos en los cuales se sustenta como su
naturaleza, esto es, la calificación legal de tales actos. Asimismo, resaltó que toda
persona tiene derecho a que la información sobre los motivos y la naturaleza de la
acusación debe ser adecuada para permitirle al acusado preparar su defensa.
Ese mínimo necesario deberá ser evaluado en última instancia por el juez, que
entre los criterios que debe considerar observará la naturaleza del delito atribuido
y la complejidad de las investigaciones a realizar.
Parece que este deber de imputación solo alcanza al Ministerio Público, en tanto
que es el titular de la acción penal y afirma la culpabilidad, que debe demostrar en
el proceso. De allí que las acciones de control realizadas operen contra él y
determinen su responsabilidad funcional.
El actor civil, en cuanto a su pretensión civil, también deberá dejar claro los
hechos y el daño que estos generaron a fin de que pueda ejercerse plenamente la
contradicción por parte del imputado y el tercero civilmente responsable.
Cabe indicar que en nuestro sistema jurídico el derecho a conocer los cargos de
manera clara y detallada alcanza a otros ámbitos que no son propiamente
jurisdiccionales. Esta garantía se reconoce en los procedimientos administrativos
e, inclusive, parlamentarios.
6. A manera de conclusión
La inseguridad no solo se genera por la existencia del delito, sino también por la
ausencia de reglas y pautas claras de actuación para el propio Estado, que puede
convertirse en el mayor vulnerador de los derechos y garantías fundamentales.
Esta manifestación mínima, pero fundamental, integra no solo la idea de debido
proceso, sino también la de seguridad jurídica.
Bibliografía
- BACIGALUPO, Enrique Técnicas de resoluciones de casos penales. Madrid, España.
Colex. 1995. Manual de Derecho Penal. Bogotá, Colombia. Temis. 1989.
- CURI URZUA, Enrique. La ley penal en blanco. Bogotá, Colombia. Temis, 1988.
- MAIER, Julio Derecho Procesal Penal argentino. Tomo I. Buenos Aires, Argentina.
Editorial Hammurabi, 1989. Derecho Procesal Penal. Fundamentos. Buenos Aires,
Argentina. Editores Del Puerto, 1960.