Muellez
Muellez
Muellez
Durante nuestra vida diaria vivimos distraídos. Nuestra concentración rara vez es estable
y lúcida. Todos necesitamos de una lucidez estable y de una fuerte concentración.
Debemos cultivar nuestras capacidades para fortalecer nuestra mente. Nuestra
distracción no nos permite ver las cosas como son. Nuestra mente es como un balde
de agua que se derrama por sus lados. Esta dispersión mental crea un obstáculo
inmenso que debilita nuestra interpretación de la realidad. Una mente distraída es
incapaz de lidiar con los acontecimientos que se nos presentan diariamente. No es
capaz de establecer un vínculo con los acontecimientos, no los puede asimilar. No
los puede atrapar. Los pensamientos giran y la mente salta de uno a otro de
forma inestable y errática. Es solo gracias al estado armónico meditativo que la mente
puede percibir la realidad tal como es. La falta de concentración fomenta lo opuesto a
esto. Por esta razón Shantideva dijo:
“Una persona con espíritu distraído cuelga de los colmillos venenosos de las
aflicciones mentales”.
Un ancestro es alguien que tomó un cuerpo físico y experimentó el amor, las penas, las
alegrías y los sufrimientos de los seres humanos. Estos son tus padres, tíos, tías,
abuelos y sus familiares anteriores. Un ancestro es aquel que partió a una dimensión
espiritual. Es cualquiera que pertenezca a tu tribu espiritual.
A veces tenemos que lidiar con problemas intensos que parecen no acabarse, y a pesar
de todo lo que hacemos no logramos aliviar nuestro pesar. Es como si una nube
oscurase posara sobre nuestra familia y todos sus miembros sufriéramos por su causa.
Es bien sabido que el crecimiento y desarrollo espiritual solo se logra con trabajo
personal. Lo que no se hizo en ese entonces (mientras vivían), no va a existir en el
ahora. Ellos nunca van a poder desarrollar su espiritualidad en ese plano.
¿Por qué estos ancestros tienen la fuerza para atribularnos y no para ayudarnos? Pues
porque nunca “recolectaron” energía espiritual como para hacerlo. ¿Cómo podrían
darnos lo que nunca alcanzaron reunir? Está de nuestra parte hacer algo para evitar las
malas influencias ancestrales. De lo contrario, sus tribulaciones seguirán acechándonos
durante mucho tiempo (se dice que estas pueden acechar durante siete generaciones).
Un ancestro en desequilibrio genera todo tipo de males. Parece mentira, pero esa
energía puede alcanzarnos en algún momento de nuestras vidas.
Por si se lo preguntan, por supuesto que la buena energía acumulada por nuestros
ancestros compasivos, amables y serviciales (méritos espirituales también nos llega en
forma de bendiciones. “No he visto a justo desamparado ni a sus herederos
pidiendo pan”, dice la Biblia.
Concluiré este texto diciéndoles que existen prácticas meditativas muy valiosas para
conectar con la esencia ancestral y ayudar a armonizarla, existen también la repetición
de mantras (Om Mani Peme Hung), los ofrecimientos de comida y agua para los
ancestros atormentados, el uso de velas e incienso colocados en altares para ayudarlos
a serenarse y equilibrarse. Todo puede ayudarlos. Para los cristianos verdaderos, las
misas para difuntos también son sanadoras. La frase: “Sean ustedes bendecidos y
sanados” también puede ayudar en cualquiera de estas ceremonias.
Y finalmente les dejo estas líneas del Dalai Lama: “Los seres sensibles indisciplinados
son infinitos como el mismo espacio. Sin embargo, cuando uno disciplina su
espíritu, es como si uno hubiera destruido a todos sus enemigos exteriores. Por
medio de un espíritu calmado, el medio circundante hostil desaparece y uno se
hace prácticamente inatacable”.
NOTA: Los seres sensibles indisciplinados que menciona el Dalai Lama son tanto físicos
como espirituales (fantasmales).
¿Alguna vez has pensado que algunos de tus ancestros pudieron haberse iniciado en
algunas disciplinas, filosofías, religiones, ceremonias hace mucho tiempo atrás? ¿Has
pensado alguna vez que alguno de tus ancestros pudiera haber venido de la India y que
este recitaba mantras y asistía a ceremonias frente al río Ganges? ¿O que algún
ancestro pudiera haber sido sacerdote, monja, chamán o un sabio en alguna remota área
del mundo? Esto es, sin duda, lo que te ha movido a buscar, a investigar más allá de lo
que la mente ordinaria conoce evitando ser atrapado por algunas distracciones de
bajas vibraciones pertenecientes al mundo material.
Haz lo que sientes que debes hacer según te lo indique este ADN. Tienes toda la ayuda
necesaria para lograrlo dentro de tus genes espirituales. ¡No sucumbas! No estás
solo.Gracias a ese ADN no puedes fallar.
Cuando leemos esta cita de William R. Inge: “El mejor momento para influir en el
carácter de un niño es unos cien años antes de que haya nacido”, nos
damos cuenta de cuanto cuenta, pesa e importa lo que nos ha sido transmitido
desde épocas remotas. Todo cuenta. Todo te edifica. Todo se integra (lo bueno y lo
malo) para crear el ser que eres. Por eso presta mucha atención al legado que
deseas dejar a tu familia y al mundo en general.
Las herencias espirituales de alta calidad y de linaje honroso colocan a la vida en una
dimensión muy elevada y te permiten continuar difundiendo las tareas espirituales
bondadosas de tus ancestros. Dale continuidad -a través de tus prácticas espirituales- al
trabajo duro que iniciaron tantos ancestros para sanarse y ayudar a sanar a otros.
Nuevamente, recuerda que no estás solo en esta iniciativa.