Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Características Del Texto Escrito

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Características del texto escrito

► Idiomas y lenguaje
Aun cuando en términos lingüísticos, la palabra “texto” siempre refiere al
registro oral del hablante, desde la invención de la Escritura, el hombre ha
generado mecanismos gráficos que le permiten registrar la memoria de los
distintos registros orales, los cuales son conocidos con el nombre de
textos escritos.

Trascendencia del texto escrito


De esta manera, este tipo de Texto puede ser definido entonces como
el conjunto de signos gráficos con valor lingüístico, por medio del cual el
hablante trata de plasmar -a través de la Escritura- una representación
gráfica del texto oral, buscando con esto sustituirlo, o incluso servirle de
respaldo. A pesar de que la Lingüística lo considera un registro en
segundo plano, no puede dejar de distinguir al texto escrito como una
forma de comunicación, pues este contempla un emisor, un mensaje, un
receptor, un código y un medio, elementos –que al igual que en el texto
oral- tienen el propósito de que un contenido llegue de forma íntegra, de
un hablante a otro.
Características del texto escrito
No obstante, como es de suponerse, al estar constituido por una forma
de registro distinta a la perteneciente al registro oral, el texto escrito
cuenta con sus propias particularidades y características, las cuales pueden
describirse brevemente de la siguiente manera:
Sin interacción
Una de las principales características del texto escrito, y podría decirse
también que una de las más importantes diferencias con respecto al texto
oral, es que el Emisor y el Receptor no interactúan, es decir, que no deben
encontrarse en el mismo espacio, incluso ni siquiera deben existir en el
mismo tiempo, puesto que un receptor de hoy, puede leer lo que un
emisor escribió hace siglos.
Planificación
Así mismo, esta no interacción de los involucrados, en el texto escrito,
hace que éste deba ser planificado totalmente por el Emisor, a fin de que
el contenido se encuentre de forma íntegra al ser enviado, pues una vez
hecho esto no hay forma de aclarar cualquier mal entendido de forma
inmediata. Por ende, el Emisor del mensaje debe estar atento en todo
momento del orden y sentido que tienen por escrito sus ideas, a fin de
emitir de forma escrita el mensaje que más se parezca a sus intenciones.
Matices e interpretaciones
Igualmente, durante un acto comunicativo, tanto Emisor como Receptor
cuentan con la salvedad de apoyar sus expresiones con señales de tipo
gestual, lo cual puede darle pistas a cada uno sobre las intenciones y
recepciones que tiene el lenguaje. Sin embargo, al hablar de un texto
escrito esto desaparece, por lo que el Emisor debe colocar especial
esfuerzo en redactar frases que contengan el sentido concreto, a fin de que
el mensaje no se preste a interpretaciones equivocadas.
Perennidad
Otra de las principales características con las que cuenta el texto escrito
es su capacidad de perdurar en el tiempo, pues a diferencia del carácter
efímero del texto oral, el texto escrito se vale de un soporte en el cual se
registran los distintos signos gráficos que se emplean para producir los
mensajes escritos. En consecuencia, el texto escrito puede perdurar por
años, e incluso siglos, según la resistencia del material que se haya
escogido como soporte.
Alcance
De igual forma, el texto escrito se caracteriza por su cualidad de llegar a
cientos de personas, pues mientras el texto oral es de carácter inmediato,
efímero y puede ser escuchado sólo por los presentes –aun cuando
existen actualmente medios de registro audiovisual- el texto escrito
puede ser reproducido de forma que sea leído por millones de
receptores, los cuales no tienen por qué conocerse, interactuar, ni ser
siquiera de la misma época. En este sentido, este tipo de texto resulta de
mayor alcance y eficiencia comunicativa que el texto oral.
Carácter socializador
Por otro lado, esta capacidad de alcance que tiene el texto escrito, le
confiere también la característica de ser un elemento socializador, puesto
que la posibilidad de ser leído por millones de receptores, le permite
ser uno de los medios ideales para transmitir ideas, valores, costumbres y
tradiciones.
Carácter normativo
Al momento de expresar un texto oral, tanto Emisor como Receptor, pese
a sus particularidades de realización (Habla) tienden a regirse por la
Lengua Modelo, la cual toman como referente lingüístico. Sin embargo,
las mismas dinámicas sociales hacen que esto no sea tan estricto. Empero,
con el Texto escrito esto no es tan así, puesto que en este tipo de registro
cobra mucho más peso el carácter normativo, por lo que todo hablante
que desea hacer uso del texto escrito debe tener también conocimientos
básicos sobre las distintas normas ortográficas que rigen la Lengua que le
compete. De hecho entre más las conozca, mayor será el nivel de claridad
que tomará su texto.
Aspectos lingüísticos
Finalmente, respecto a los rasgos lingüísticos sobresalientes del texto
escrito, los especialistas en lenguaje han señalado en primer lugar la
estructura cerrada que le otorga la misma característica de no contar con
la interacción de los hablantes. En segundo término cobra también
relevancia la utilización de una sintaxis compleja para la redacción de los
mensajes, que se dispondrán sobre un soporte –físico o digital- para su
difusión.

Características de una comunicación


escrita eficaz:

Claridad: El mensaje debe entenderse.

Claridad: Se dice que un escrito es claro cuando es fácilmente comprensible para el


mayor número de lectores. La claridad se logra procurando no emplear términos, vocablos
confusos, tecnicismos que puedan presentar dudas en el lector.

Nada de lo expresado debe motivar dudas ni equívocos. Las


palabras han de emplearse con propiedad, condición ineludible para que los hombres puedan
entenderse en un idioma. Conviene evitar frases o modismos circunscritos —salvo casos
especiales—, para que no haya malas interpretaciones. Especialmente cuando lo escrito va fuera
del país o puede ser traducido a otros idiomas, es preciso atenerse a las formas generales o
académicas. Las abreviaturas, las siglas y los símbolos convencionales deben emplearse
correctamente, en la forma generalizada, con uso estricto para los casos necesarios. Frente a
dudas sobre la escritura apropiada o posible comprensión, lo mejor es poner las palabras
enteras.
Por pequeño que sea el escrito, el redactor debe preocuparse por que sea comprensible
y para ello nada mejor que seleccionar las palabras que tengan un sentido exacto de lo que
quiere decirse. Debe cuidarse la claridad lexical, fraseológica y estructural.

Brevedad: Expresar el máximo de ideas con un


mínimo de palabras.

La precisión se consigue utilizando la palabra que expresa exactamente lo que se


quiere decir, evitando expresiones coloquiales, palabras comodín
que diluyen el significado. En lugar de decir “hacer un informe”
podemos utilizar “redactar un informe”. La claridad es
importante si queremos que el texto se entienda perfectamente.
Por tanto, es conveniente huir de un lenguaje oscuro y ampuloso
que oculte las ideas principales del autor, en beneficio de una
redacción clara y directa, preferiblemente en voz activa, y
siguiendo un orden lógico. Y, por último, debemos optar por
la brevedad en la expresión de la información, diciendo
únicamente lo que necesita ser dicho, evitando la palabrería y la
redundancia.

Precisión: Expresar las ideas sin rodeos.


Corrección: Verificar que el escrito esté libre de
errores, ya sean de índole gramatical, de
la presentación formal o del tono
apropiado.

Integridad: Transmitir el mensaje completo sin dejar


lagunas.

Originalidad: Utilizar el sello de tu propia personalidad.

Originalidad: Se dice que es el sello que refleja la personalidad del autor. Como determinante
de la personalidad creativa, significa que el redactor
debe crear formas propias de pensamiento, a fin de
evitar la rutina en el escrito. Al escrito hay que imponerle
estilo y fuerza expresiva, en consecuencia deben
eliminarse las fórmulas tradicionales. A veces se logra la
originalidad simplemente recurriendo a la naturalidad y
sencillez del habla cotidiana,

Sencillez: La sencillez implica expresarse con naturalidad sin afectación, se alcanza con el
empleo de palabras y frases de comprensión fácil y evitando formas rebuscadas. El
rebuscamiento de un escrito se debe habitualmente a que el redactor esta mas empeñado en
exhibir su originalidad o dotes de escritos que en dar fluidez y trasparencia al texto. En el
escrito deben evitarse los formalismos. La sencillez imprime a la redacción un tono de
veracidad expresiva que la hace efectiva y atractiva.

Concisión: La concisión en la habilidad de comunicar claramente un mensaje, utilizando la


menor cantidad de palabras posibles. Usar pocas palabras sin lograr comunicar las ideas que
se quieren exponer, no es ser conciso, un texto extenso puede ser conciso si se emplean las
palabras correctas y necesarias para trasmitir el mensaje, es un enfoque directo del asunto a
tratar, sin ambages ni rodeos inútiles. Como equivalente de brevedad, impide la redundancia,
ya que el redactor emplea las palabras necesarias con las que facilita la inmediata
comprensión al lector. Cuando se logra la concisión y exactitud en la frase, se es generoso en
sentido; el redactor logra más rápido la atención del lector.

También podría gustarte