Huella Hidrica
Huella Hidrica
Huella Hidrica
Facultad de Ingeniería
Escuela Académico Profesional de Ingeniería Hidráulica
Asignatura :
Geología General
Docente :
Dr.Ing. Gilberto Cruzado Vásquez
Temas :
HUELLA HÍDRICA
G.I.R.H
RECURSOS HÍDRICOS
Valoración hídrica
Alumno :
Saldaña Pérez, Erick Manuel
Cajamarca, agosto de 2018
HUELLA HÍDRICA
Este indicador se puede utilizar para analizar la eficiencia del consumo de agua en
relación a la disposición del recurso en un área geográfica determinada. En otras
palabras, nos puede ayudar a determinar si usamos el recurso sosteniblemente, de tal
manera que nos permita satisfacer las necesidades de la población local, de la producción
económica del lugar y del reabastecimiento del ecosistema. Además, si insertamos
factores económicos, nos indicará si el uso del agua tiene mayor rentabilidad en lugares
determinados.
El uso del agua debe entenderse en un contexto local, por tratarse de un recurso local. En
tal sentido, el uso de agua en un lugar con abundancia de dicho recurso es muy
distinto al uso de agua en un lugar con escasez del mismo, al igual que el uso del agua
proveniente de lluvias en un lugar con escasez es distinto al uso de agua superficial en
ese mismo lugar. Por lo tanto, a diferencia de lo que ocurre con la huella de carbono
y su alcance global, en el caso de la huella hídrica es necesario entender mucho más
los temas locales y de contexto para comprender lo que esta implica.
FIGURA 1: HUELLA HÍDRICA DIRECTA E INDIRECTA
Fuente: Water Footprint Network. Hoekstra, A. y A. Chapagain, con modificaciones.
La huella hídrica representa el volumen de agua dulce usado para producir un producto,
medido a lo largo de toda la cadena de suministro. Un caso de uso directo del agua
es su empleo en los procesos de fabricación cuando, por ejemplo, se elabora un tejido
de algodón. En este caso, el uso indirecto del agua ocurre en el riego aplicado para
hacer crecer la planta de algodón. Por lo general, en los procesos productivos los usos
indirectos del agua consumen volúmenes mucho mayores que los directos.
Agua azul, verde y gris: la huella hídrica distingue entre el consumo de agua azul, verde
o gris, entendidas como:
– Agua gris: volumen teórico de agua dulce que se requeriría para diluir o asimilar una
carga de contaminantes en base a concentraciones en el entorno natural y a estándares
de calidad de agua del ambiente.
Medir la huella hídrica nacional es esencial para permitir una planificación del recurso
que garantice una seguridad hídrica, alimentaria y de crecimiento económico. Esto
permite aportar a la toma de decisiones con el objetivo de maximizar el rendimiento
agrícola, considerando las condiciones climáticas locales, además de asegurar la
provisión de agua a largo plazo para las poblaciones. Asimismo, permite evaluar si
estamos eligiendo estratégicamente los productos que se deciden importar o exportar
RECURSOS HÍDRICOS
Un recurso es una materia prima o un bien que dispone de una utilidad o de un objetivo,
por lo general se trata de algo que satisface una necesidad o que permite la subsistencia.
Hídrico, por su parte, es aquello que está vinculado al agua. Los recursos hídricos son los
cuerpos de agua que existen en el planeta, desde los océanos hasta los ríos pasando por
los lagos, los arroyos y las lagunas. Estos recursos deben preservarse y utilizarse de forma
racional ya que son indispensables para la existencia de la vida.
Una de las grandes dificultades que enfrenta la Humanidad es la falta de agua dulce. Más
del 97% del agua de la Tierra es agua salada, cuyo aprovechamiento es complejo. Por eso
el agua dulce, que se utiliza para el consumo humano y un sinfín de actividades, es tan
importante. En concreto, las estimaciones llevadas a cabo vienen a establecer que el 100
% del agua total del planeta se distribuye de la siguiente manera: 97,47 % de agua salina,
2,53 % de agua dulce, 1,76 % de glaciares y capas polares, 0,76 % de agua subterránea y
0,01 % de lagos, ríos y atmósfera.
La GIRH está basada en la idea de que los recursos hídricos son un componente integral
de los ecosistemas, un recurso natural y un bien social y económico, ya que tiene un valor
económico en todos sus usos (los cuales compiten entre sí). Implica asimismo, reformar
los sistemas humanos para hacer posible que las personas obtengan beneficios sostenibles
e igualitarios de estos recursos.
El desarrollo y la gestión del agua tomen en consideración los diversos usos del
agua y el abanico de necesidades de las personas
Las partes involucradas tengan voz en la planificación y gestión del agua,
asegurando el involucramiento de mujeres y personas de bajos recursos
Las políticas y prioridades consideren las implicancias en los recursos hídricos,
incluyendo la relación entre las políticas macroeconómicas y el desarrollo, gestión
y uso del agua
Las decisiones vinculadas al agua tomadas a nivel local y de cuenca estén
alineadas con el logro de objetivos más amplios a nivel nacional
La planificación y las estrategias relacionadas al agua sean incorporadas a los
objetivos sociales, económicos y ambientales
Debe darse un valor al agua dulce que refleje su condición de recurso escaso, en lugar de
tratarla como un recurso gratuito o casi gratuito. Las políticas apropiadas de
establecimiento de precios pueden estimular un comportamiento ecológicamente
responsable en el uso del agua y asegurar un abastecimiento adecuado del agua. Para
lograr esto, el agua debe valorarse de forma apropiada de acuerdo a sus diferentes usos.
La introducción de mercados del agua y mecanismos de establecimiento de precios puede
tener un efecto inmediato y duradero en el uso del agua
ECONÓMICO:
José A. Pérez Roas fundamenta que el agua en sus condiciones naturales tiene un
valor económico. Dicho valor se compone de valores de uso directo e indirecto,
valor de opción y valor intrínseco (valor de existencia y de legado). El valor de
uso directo puede ser consultivo o no. Los valores de uso consultivo corresponden
al valor para los usuarios de riego, domésticos, industriales y cualquier otra
actividad que consuma agua. Los valores de uso no consultivo corresponden al
valor para los usuarios de generación hidroeléctrica, navegación, recreación y
cualquier uso directo de las aguas con la condición de que no se consuma. El valor
de uso indirecto corresponde al valor que la sociedad le da al recurso por la función
que éste cumple. Son ejemplos de éste, el valor que tiene el agua como hábitat de
especies vivas, el valor del recurso por su capacidad de depuración o solvente de
sustancias que entran en contacto con ella, el valor del agua por su papel en el
ciclo de nutrientes necesarios para la vida, entre otros.
SALUD:
RELIGIOSO:
El agua es un elemento esencial para la vida, algo que se nos regala y que es
consustancial con la vida misma y, por eso, tienen una cierta connotación
“sagrada”. Los nueve primeros meses de nuestra existencia, transcurren inmersos
en el agua, dentro del seno materno. Dos terceras partes del cuerpo humano es
agua. Necesitamos el agua para saciar la sed, para lavarnos y refrescarnos, para
preparar los alimentos. El agua está vinculada esencialmente a la vida cotidiana y
a nuestra posibilidad de supervivencia como seres humanos.
Para el pensamiento antiguo, el agua era uno de los cuatro elementos constitutivos
de la realidad cósmica e inmanente: aire, agua, tierra y fuego. El agua es parte
principal y fundamento vital en todas las culturas y todas las religiones. El agua
se ha considerado incluso como principio vital generador y constitutivo de todas
las cosas “la madre de todos los seres”. En la cultura oriental el agua es
considerada materia prima:”todo es agua”, dicen los textos hindúes, “el huevo del
mundo se incuba en la superficie de las aguas”.
A menudo, el agua es percibida en las religiones como un Dios, una diosa o una
entidad divina. Los ríos, la lluvia, los estanques, los lagos, los glaciares, las
granizadas o la nieve son algunas de las formas que puede adoptar el agua al
interpretarse e incorporarse en las esferas culturales y religiosas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: