Caso Conadi
Caso Conadi
Caso Conadi
. En los años 70´s y con el apoyo de la banca privada a través de créditos para la
inversión, Miguel Facussé logra montar una pequeña fábrica de detergentes y
jabones conocida como Químicas Dinant. En 1974, el Estado crea la Corporación
Nacional de Inversiones (CONADI) como parte de la estrategia para consolidar el
nuevo modelo de desarrollo implementado (Modelo de Industrialización por
Sustitución de Importaciones ISI).
Miguel Facussé había establecido una sólida amistad con los gobiernos militares de
facto lo que le permitió conseguir el aval solidario del Estado a través de la CONADI
y logra algunos préstamos con instituciones bancarias del extranjero por los montos
de:
Lps. 2, 529,397.00 Bank Of América y Lps. 11, 239,318.00 Lloyds Bank International
para hacer un capital de 13 millones 768 mil 715 lempiras en ese tiempo casi 7
millones de dólares. Con ese capital expandió su pequeña industria y la registró
como “Quimicas Dinant de Centro América S.A de C.V. También fundó la empresa
Comercial e Inversiones Galaxia S.A. de C.V. ambas garantía hipotecaria de la
deuda con CONADI.
Posteriormente el Estado debería pasar los activos de estas empresas creadas con
capital nacional a la empresa privada mediante la venta de dichas empresas en
subastas públicas. Con la venta de dichas empresas el Estado recuperaría su
inversión y los empresarios podrían exportar y traer divisas frescas porque estas ya
no quedarían en los bancos extranjeros.
En fecha 13 de Agosto de ese mismo año, el juez Rubén Darío Núñez, que conoció
del caso, declaró con lugar la excepción alegada por Inversiones Galaxia S.A. de
C.V., la sentencia del juez Núñez fue apelada y conocieron los magistrados Justo
Abel Gálvez, Héctor Efraín Fortín Pavón y Juan Roberto Murillo, ratificando la
decisión del juez Núñez. A partir de 1989, la privatización de Honduras continuó
bajo la modalidad de acreedurías, sistema mediante el cual el gobierno autorizó al
Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (BANADESA) comprar las acciones de
CONADI, y el banco estatal a su vez pagó los préstamos que las empresas de
CONADI tenían con los bancos del extranjero, convirtiendo así la deuda externa en
deuda interna.
A partir de 1993, muestra la fuerza en los negocios que cuando nacieron eran
pequeñas industrias ahora tenían patentadas y distribuían en toda Centro América
las marcas Colgate, Palmolive, Fresca, Churritos Fiestas, Naturas, Élite, Maseca,
Tredia y otras. Todas estas marcas las agrupó en una corporación de empresas
conocida como “CORPORACIÓN CRESSIDA”. Según datos del Consejo Hondureño
de la Empresa Privada (COHEP), que declaró a Facussé hombre del año en 1993,
la fortuna de este hombre ascendía a los 2 mil millones de lempiras.
Esto lleva a Facussé a la necesidad de mas y más tierra para cultivar palma africana
y trata de obtener toda la que puede en el valle, e incluso mas allá de los límites del
Aguan. Inicia enfrentamientos con grupos étnicos garífunas con quienes se disputa
tierras en Limón, Vallecito y Punta Piedra. Los garífunas se sienten amenazados
con la pérdida de tierras ancestralmente cultivadas por ellos, pero ahora pretendidas
por Miguel Facussé.
Para 1996 las empresas de Aceite de Palma están en casi toda la costa norte y
extiende su dominio territorial desde Punta Sal en Tela, Atlántida hasta el Valle de
Sico, en las cercanías de la biósfera del Río Plátano. Ese mismo año le propone al
presidente Carlos Roberto Reina emprender un “Gran Plan de Transformación
Nacional”, el que pretendía lograr con una inversión extranjera de 20 mil millones de
dólares. Sin embargo las propuestas de este plan son vistas con recelo por las
razones siguientes: Se orientan básicamente a la adquisición de tierras por
extranjeros en las costas y fronteras.
El segundo asesinato fué el del ecologista y líder político Carlos Alfonso Escaleras
Mejía, asesinado el 18 de octubre de 1997. Escaleras se opuso a que Miguel
Facussé instalara una planta procesadora de Palma Africana en las riveras del Río
Tocoa del Valle del Aguán porque lo contaminaría. Testimonios de personas y uno
de los autores materiales del asesinato ya capturado lo involucran en la autoría
intelectual de este crimen. Miguel Facussé ya ha sido llamado a los tribunales pero
él ha ignorado el llamado del juez.
El tercer asesinato fue el del líder ecologista Carlos Luna, el 18 de mayo de 1998.
Luna se oponía a la construcción de la represa en la zona de reserva del Río
Patuca. Este proyecto era impulsado por Miguel Facussé como parte de su gran
Plan de Transformación Nacional. Paralelamente a estos hechos el empresario
Miguel Facussé desde 1998, con la llegada de un sobrino suyo a la presidencia de
la República, inició conversaciones con la transnacional Anglo Holandesa
UNILEVER para venderle las marcas de productos que distribuye Corporación
Crecida, y la venta se concertó en diciembre de 1999. A partir de entonces,
CRESIDA es UNILEVER aquí en Honduras.
Posteriormente Miguel Facussé fue acusado por los parientes de Carlos Escaleras
por considerarlo el autor intelectual del asesinato de su pariente y no dijo nada.
Igualmente mantuvo silencio sobre un proceso de la fiscalía del medio ambiente por
contaminar fuentes acuíferas de la capital. La juez Ana Pineda, encargada de
conocer el caso el 29 de noviembre del año 2000, ordenó la captura de Miguel
Facussé. El no dijo nada, pero la Juez Ana Pineda fué separada de su cargo y la
orden de captura fue revocada.