Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Historiografía Bizantina PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

Los historiadores bizantinos

[Byzantine historians]

Ricardo Martínez Lacy


Universidad Nacional Autónoma de México1

Abstract: This is a review of the thirty five historians who wrote political history at
the Byzantine Empire and the beginning of the Ottoman rule on Constantinople.

Keywords: Historiography, Byzantium, writers, readers

Desde la época de Gibbon, a finales del siglo XVIII, ha prevalecido la tendencia


a ver en el Imperio Bizantino un estado oscurantista que interrumpió el
clasicismo y se opuso a los valores helénicos pero, de hecho, en siglo VI d.C.
ellos no podían tener ya sentido y, cuando Justiniano mandó cerrar las escuelas
filosóficas de Atenas, los anticuados eran los filósofos, mientras que el
emperador acataba el espíritu de su tiempo; por lo tanto, el renacimiento no fue
tal, sino una época tan distinta de la antigüedad como de la edad supuestamente
media.
En todo caso, hay que tener presente que los bizantinos no sólo no
destruyeron la cultura clásica, sino que la protegieron y conservaron y, así como
la Acrópolis ateniense se convirtió en iglesia, las obras de Platón se siguieron
copiando y consultando para nutrir la teología cristiana, lo cual aún ahora es
notorio. De hecho, la mayor parte de la literatura griega antigua se conserva en
manuscritos bizantinos.
Asimismo, la tradición histórica greco-romana tuvo su continuación en el
Imperio Bizantino y encontró ahí un desarrollo milenario.
En cambio, la caída del Imperio Romano en occidente representó una
ruptura casi total y la casi extinción de la cultura latina, que sólo al recuperarse
en forma de cristianismo occidental y al restaurar el contacto con la cultura

1
El presente capítulo fue elaborado durante una estancia sabática en la Facultad de Letras de la
Universidad Autónoma de Barcelona, por invitación del Profesor Alberto Prieto Arciniega.
Agradezco la ayuda de Jordi Cortadella Morral en su elaboración.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 Recibido: 27/09/2016 Aceptado: 13/10/2016


RICARDO MARTÍNEZ LACY
___________________________________________________________________________________________________________

griega, ya fuera por medio de los árabes o de los romanos bizantinos, pudo
volver a desarrollar el cultivo de las obras de historia.
Sin embargo, nuestra perspectiva es deformada por este mismo proceso,
pues el cisma de 1054 y las posteriores cruzadas dirigidas tanto contra el
Imperio Bizantino como contra los musulmanes que ocupaban el santo sepulcro
propiciaron una visión europea occidental de estas culturas que resulta negativa
y no sobra decir que sigue privando hasta ahora. Es, por tanto, necesario hacer
un esfuerzo para comprender la cultura bizantina tan diferente de la actual, en
sus propios términos. All’arktéon enteuqen...2

1. A partir de que Constantino hizo del cristianismo la religión oficial del


Imperio Romano, se desató una revolución cultural de repercusiones históricas.
En efecto, las religiones politeístas, por su propia naturaleza están abiertas a
las incorporaciones de nuevos dioses, cultos y creencias. El cristianismo, en
cambio, es una religión cerrada y celosa. Esto implica que no cualquier hombre
adulto, como en la religión greco-romana, podía oficiar prácticamente todos los
cultos, sino que se volvía necesario auspiciar la existencia de una casta
sacerdotal de iniciados que monopolizara casi todos los cultos. También
implicaba la erección de dogmas de la fe, que ya desde el siglo IV se vieron
plasmados en un credo. Asimismo, estas creencias se convirtieron en una
ortodoxia (la doctrina correcta), y los que se desviaban de ella incurrían en
herejía (tendencia o torcedura).
La visión de la historia cambió completamente porque el pasado, el presente
y el futuro adquirieron un eje del que la historia había carecido hasta entonces:
la salvación del alma. Esa salvación era concebida como la forma de acceder a
la resurrección eterna, para lo cual se consideraba necesario creer en la doctrina
cristiana, guardar las fiestas y arrepentirse de los pecados. Recuérdese que la
religión greco-romana carecía de fe. En ella, la participación en las fiestas era un
deber social que no implicaba las convicciones de los individuos y existían los
conceptos de error, sacrilegio y blasfemia, pero no el de pecado.
Las actividades y las convicciones de los cristianos estaban condicionadas
por la revelación (apocalipsis) de que dios se había encarnado en un hombre que
murió en la cruz y que, tres días después, tuvo una resurrección por lo que,
cuando el tiempo se consume, advendrá el juicio final, a resultas del cual los
justos serán premiados con la vida eterna y los réprobos, castigados con la
muerte definitiva. Esto significa que el rumbo de la historia pasó a ser parte de
la religión y se erigió en verdad indiscutible.
Dado que el proceso histórico se daba por sabido, los historiadores
bizantinos se caracterizaron sobre todo por lo que les tocó contar, y se puede

2
“Pero hay que empezar”.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 78


LOS HISTORIADORES BIZANTINOS
___________________________________________________________________________________________________________

trazar el desarrollo de una tradición histórica a medida que el imperio sigue su


curso, de tal modo que su mayor valor es como testimonio pues, como dice
Krumbacher:3

desde Procopio hasta Laónico Calcocondiles, los historiadores ofrecen una


imagen bastante similar … ninguna temática nueva, ningún método crítico,
ninguna visión nueva en principio cambia reconociblemente el carácter general
de la investigación y la representación históricas.

En consecuencia, el análisis de este corpus sólo puede limitarse al valor literario


de la obra, aunque obviamente es posible juzgar también su valor documental.
En todo caso, los temas que ocuparon a los historiadores fueron las guerras,
las relaciones diplomáticas y, sobre todo, la legitimidad de los emperadores, la
cual se relacionaba con las conspiraciones e intrigas para derrocarlos.
En efecto, en principio, la sucesión en el imperio dependía del pueblo, el
ejército y la iglesia pero, en la práctica, el emperador reinante solía designar
césar a uno de sus hijos o a su pariente más cercano.4 Sin embargo, no faltaron
las ocasiones en que un ejército proclamara emperador a su general y lo
impusiera. De ahí que la legitimidad de cada emperador necesitara una
explicación histórica que era ella misma una justificación y de ahí también que,
con excepciones, la tarea principal del historiador fuera explicar la legitimidad
de un emperador, contando cómo llegó a serlo. También el aspecto del
emperador contribuía a su legitimidad y pasó a ser objeto de la historia. Las
obras públicas eran otro elemento a considerar. Todo ello resulta en que las
obras históricas bizantinas son siempre divertidas, pero por lo general se limitan
a documentar la vida en la corte y en Constantinopla, las guerras, las embajadas,
las conspiraciones y los intentos de poderosos (dynatoí) ambiciosos por usurpar
el trono imperial, así como la de los emperadores por impedirlo y salvar sus
propias vidas y sus ojos, pues solían hacérselos arrancar los usurpadores
exitosos.
Estas características hicieron que los historiadores fueran cortesanos, por lo
general menores, pero con la presencia de dos emperadores y una princesa, la
primera mujer historiadora Ana Comnena.
La existencia de numerosas obras de las que sólo se conserva un manuscrito
sugiere que su difusión era un aspecto secundario y que al autor sólo le
interesaba llegar a uno o pocos lectores o auditores: el emperador y su círculo

3
Karl Krumbacher, Geschichte der byzantinischen Literatur von Justinian bis zum Ende des
Oströmischen Reiches (527- 1453), 2 v., New York, Burt Franlin, 1976, I, p. 227. Se trata de la
historia clásica de la literatura bizantina. La primera edición es de 1890.
4
De la palabra césar vienen las palabras zar en ruso y kaiser en alemán.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 79


RICARDO MARTÍNEZ LACY
___________________________________________________________________________________________________________

más estrecho. Se trata pues de una historia particularmente oficial, o por lo


menos oficiosa.
Entre las obras de historia bizantinas se encuentran de tres tipos: las
crónicas, que se remontan desde Adán hasta el pasado inmediato, las historias
que se limitan a la época contemporánea y las cronologías. Las primeras y las
terceras trataban de establecer la edad del mundo porque de ello dependía
desentrañar cuándo ocurriría el día del juicio final.

2. Es necesario hacer un recuento de los historiadores y de sus obras. Me


limitaré a aquellos cuyas obras se conservan completas y que escribieron
historias profanas, en contraposición a las eclesiásticas y a la hagiografía. Ellos
fueron treinta y cinco.
El primero que hay que mencionar es Zósimo.
Este autor se caracteriza por ser el último pagano. Vivió en la mitad del siglo
V, fue un alto funcionario que escribió la Historia nueva en seis libros. Se ocupa
de la historia de Roma desde Augusto hasta la toma de Roma por los visigodos
(410). Su único valor radica en haber tenido como fuentes a Dexipo y Eunapio,
cuyas obras se perdieron.5
Procopio de Cesarea vivió en la primera mitad del siglo VI, por lo que fue
contemporáneo de Justiniano y de su general Belisario, de quien fue consejero y
asistente.6
Procopio escribió tres obras: unas Historias, que se conocen generalmente
como Historias de las guerras, unas Anécdotas, que se traduce como Historia
secreta y que yo preferiría llamar, como en latín, Historia arcana, y Sobre los
edificios, que se ha dado en traducir simplemente como Los edificios.
El primero es una historia oficial sobre la guerra en tres frentes, Persia,
África e Italia. El gobierno de Justiniano es famoso porque restauró, por última
vez, el predominio romano sobre el Mediterráneo en su conjunto y recuperó el

5
Texto y traducción al francés: Zosime, Histoire nouvelle, edición de François Pachoud, 4 v., Paris,
Les Belles Lettres, 1971-1989; traducción al español: Zósimo, Nueva historia, introducción,
traducción y notas de José María Candau Morón, Madrid, Editorial Gredos, 1992. José María
Candau Morón, “La perspectiva histórica en Zósimo”, Erytheia, XIII, 1992, p. 17-28; José A.
Ochoa, “La historia nueva de Zósimo y la Suda”, Erytheia, XI-XII, 1990-1991, p. 33-47; Herbert
Hunger, Die hochsprachliche profane Literatur der Byzantiner, 2 v., München, C. H. Beck, 1978, I,
p. 285-291. A todos y cada uno de los autores mencionados en este escrito se les dedica un artículo
en el Dictionnaire des auteurs grecs et latins de l’antiquité et du moyen âge de Wolfgang Buchwald
et alii, traducción al francés y puesta al día por Jean Denis Berger y Jacques Billen, Turnhout,
Brepols, 1991.
6
En general, sobre Procopio: Averil Cameron, Procopius and the sixth Century, London,
Duckworth, 1985 y Hunger, op. cit., I p. 291-300.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 80


LOS HISTORIADORES BIZANTINOS
___________________________________________________________________________________________________________

Maghreb e Italia. La narración de esas guerras no podía menos que amplificar


las glorias del emperador y su general. 7
La Historia arcana, como su nombre indica (anékdota, es decir, inédita) es
una obra no destinada a la publicación. La primera mención de ella aparece en la
enciclopedia Suda del siglo XI. Es una historia difamatoria en contra de
Justiniano y Belisario y de sus respectivas esposas, por lo que parece hecha para
publicarse luego del derrocamiento del emperador por una conjura en la que
pudo estar involucrado Germano, hermano del emperador,8 conjura infructuosa.
Los edificios es lo opuesto de la obra anterior. Se trata de una apología
descriptiva de las obras públicas de Justiniano y es de un gran valor documental.
Agatías Escolástico vivió, aproximadamente, de 530 a 580. Nació en Mirina,
en la Eólide, fue poeta y escribió una Historia del reinado de Justiniano en
cinco libros, continuación inconclusa de la Histora de las guerras de Procopio.
Abarca de 552 a 557.9
Teofilacto Samocates, egipcio que vivió en el siglo VII, fue eparca (prefecto,
es decir alcalde) de Constantinopla bajo el emperador Heraclio (610-641) y
escribió varias obras, entre ellas una Historia ecuménica en ocho libros; ellas se
ocupan del periodo entre 582 y 602. Es famosa por su estilo pesado y
rebuscado.10
Juan Malalas vivió entre 490 y 580. Era, muy probablemente, originario de
Antioquía. Escribió la primera crónica universal bizantina, que tiene como título
Cronografía. Abarca dieciocho libros, los primeros doce tratan de Adán a
Diocleciano, los XIII – XVII, de Constantino a Justino y el último, de Justiniano
(hasta 565). Éste es el más largo. Su estilo es simple y ameno. 11

7
Las obras de Procopio están publicadas en cuatro volúmenes,edición de Jakob Haury, Leipzig,
Teubner, 1962-1964. En español, Procopio de Cesarea, Historia de las guerras, introducción,
traducción y notas de José Antonio Flores Rubio y Francisco Antonio García Romero, 4 v., Madrid,
Editorial Gredos, 2000-2007; Historia secreta, introducción, traducción y notas de Juan Signes
Codoñer, Madrid, Editorial Gredos, 2000; Los edificios, introducción, traducción y notas de Miguel
Periago Lorente, Murcia, Universidad, 1993.
8
Suposición de Signes en su introducción, p. 65-67.
9
Texto: Agathiae Myrinae, Historiarum libri quinque, edición de Rudolf Keydell, Berlin, de
Gruyter, 1967. Traducción al español: Agatías, Historias, introducción, traducción y notas de
Begoña Ortega Villaro, Madrid, Editorial Gredos, 2008. Hunger, op. cit., I, p. 303-309 y Averil
Cameron, Agathias, Oxford, Clarendon Press, 1970.
10
Texto: Thesaurus Theophylaci Simocattae: Historiae, Epistulae, Questiones physicae, De vitae
termino, edición de Alessandro Antonio de Siena, Turnhout, Brepols, 2007. Traducción al inglés de
Michel y Mary Whitby, The History of Tehophylact Simocatta, Oxford, Clarendon Press, 1986.
11
Texto: Ioannis Malalae, Chronographia, edición de Hans Thurn, Berlin, de Gruyter, 2000.
Traducción al inglés: John Malalas, The chronicle of…, traducción de Elizabeth Jeffreys et alii,
Melbourne, Australian Association for Byzantine Studies, 1986. Elizabeth Jeffreys et alii (eds.),
Studies in John Malalas, Sidney, Australian Association for Byzantine Studies, 1990 y Hunger, op.
cit., I, p. 319-326.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 81


RICARDO MARTÍNEZ LACY
___________________________________________________________________________________________________________

El Cronicón pascual es una cronología, al parecer recopilada en las oficinas


del patriarcado de Constantinopla entre 631 y 641. Abarca desde Adán hasta
629. Fija el origen del mundo el 31 de marzo de 5509 a.C., que se convirtió en
la era bizantina. No sólo incluye efemérides, sino también noticias y
documentos.12
Jorge Sincelo, como su nombre indica, fue compañero de celda del patriarca
de Constantinopla, Tarasio, murió después de 810, habiéndose retirado a un
convento. Escribió una Selección de cronografías, que consiste en una
cronología que sitúa la creación del mundo en 5500 a.C. y abarca hasta
Diocleciano.13
San Teófanes el confesor (homologetes) (ca. 760-818) era constantinopoli-
tano, escribió una Cronografía sobre el periodo entre 284 y 813. Es la única
fuente detallada para el periodo que comienza en 769. 14 Se hizo santo por
defender el culto de las imágenes, lo cual le costó el destierro.
San Nicéforo (758-828), patriarca de Constantinopla de 806 a 815, fue
depuesto y desterrado por oponerse a los iconoclastas. Escribió numerosas obras
en defensa del culto a las imágenes, una Cronografía concisa (Chronographikôn
sýntomon). Continuación de la obra de Teofilacto, que empieza en 602 y
termina en 769. Se trata de una obra de difusión. Su estilo es claro. 15
Jorge Mónaco o Harmatolo (pecador) vivió a mediados del siglo IX y
escribió un Breviario del tiempo (chronikòn sýntomon) en cuatro libros, de
Adán hasta 842. Sólo es original desde 813. Detractor de los iconoclastas. 16

12
Texto: Chronicon pascale, edición de Ludwig Dindorf, 2 v. Bonn, 1832. Tradición parcial al
inglés: Chronicon pascale 284 – 628 A.D., traducción, introducción y notas de Michael y Mary
Whitby, Liverpool, University Press, 1989. Hunger, op. cit., p. 328-330.
13
Texto, Georgi Sincelii, Ecloga chronographica, edición de Alden Mosshammer, Leipzig,
Teubner, 1984. Traducción al inglés: The chronography of George Synkellos: a Byzantine chronicle
of Byzantine history from the creation, traducción, introducción y notas de William Adler y Paul
Tuffin, Oxford, University Press, 2002. Hunger, op. cit., I, p. 331-332.
14
Texto: Theophanes Confessor, Chronographia, edición de Carl de Boor, 2 v., Leipzig, Teubner,
1893. Traducción al inglés Theophanes Confessor, The chronicle of… Byzantine and Near Eastern
history A.D. 284 – 813, traducción, introducción y comentario de Cyril Mango y Roger Scott,
Oxford, University Press, 1997. Margarita Vallejo Girvés, “La ausencia de Ibiza y Córcega en la
Descriptio orbis romani de Jorge de Chipre y en la Chronographia de Teófanes”, Erytheia, XV,
1994, p. 23-32 y Hunger, op. cit., I, p. 334-339.
15
Textos: Cronología, edición de Carl de Boor, Leipzig, Teubner, 1880, p. 81-135, Historia, ibídem,
p. 1-77. Encarnación Motos Guirao, “La Constantinopla del patriarca Nicéforo”, en Encarnación
Motos Guirao y Filactós M. Morfakidis, Constantinopla. 550 años de su caída, 2 v., Granada,
Centro de Estudios Bizantinos, Neogriegos y Chipriotas, 2006, I, p. 197-228; Hunger, op. cit., I, p.
344-347.
16
Texto y traducción al inglés: Nikephoros Patriarch of Constantinople, Short history, edición,
traducción y comentario de Cyril Mango, Washington, Dumbarton Oaks, 1990. Paolo Odorico,
“‘Par ce que je suis ignorant’. Imitatio/variatio dans la chronique de Georges le Moine”, en Andreas
Rhoby y Elizabeth Schiffer (eds.), Imitatio – Aemulatio – Variatio. Akten des internationalen

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 82


LOS HISTORIADORES BIZANTINOS
___________________________________________________________________________________________________________

Pedro de Alejandría vivió en el siglo X. Escribió una cronología con el título


de Exposición concisa de los tiempos desde Adán hasta ahora, que llega hasta
912.17
Constantino VII Porfirogéneto (905 – 959), hijo del emperador León VI,
sucedió al trono en 913, pero sólo reinó efectivamente a partir de 945. Consagró
su ocio al cultivo de las letras y escribió o hizo recopilar muchos libros. Mandó
hacer una colección de extractos sobre 53 temas en sendos volúmenes, de los
que sólo nos han llegado seis, a saber:
- De las embajadas
- De la virtud y el vicio
- De las emboscadas
- De las sentencias
- De las estratagemas
- De las arengas18
Hubo otros extractos no históricos.
Escribió también una Exposición histórica de la vida y las obras de Basilio,
sobre su abuelo Basilio, que forma el libro V de la continuación de Teófanes
(vide Infra).19 El emperador en cuestión fue el primero de su dinastía, lo cual
implica que su usurpación necesitaba justificarse.
En Para mi propio hijo Romano, entre otras cosas, trata Constantino la
historia de los pueblos vecinos al imperio.20 En Sobre los temas se ocupa de la
historia de los nombres de estas divisiones geográficas.21
La continuación de Teófanes consta de tres partes. La primera la componen
los libros I a IV y es un relato de los cuatro emperadores anteriores a Basilio I y
fue mandada hacer por el nieto para destacar la supuesta brillantez de su

wissenschaftlichen Symposions zur byzantinistischen Sprache und Literatur. (Wien, 22—25. Oktober
2008), Wien, Verlag der Akademie der Wissenschaften, 2010, p. 209-216 y Hunger, op. cit., I, p.
347-351.
17
Texto: Z. G. Zamodurova, “Chronika Petra Aleksandrijskogo” VV, XVIII, 1961, p. 150-97, en las
p. 180-197.
18
Excerpta historica iussu imperatori Constantini Porphyrogeneti confecta, edición de Ursul-
Philipp Boissevain, Carl de Boor y Theodor Büttner-Wobst, 4 v., Leipzig, Teubner, 1903-1910.
Conferetur: Andrea Luciani, “Manipolazione strumentale e descontestualizazzione delle fonti negli
Excerpta historica costantiniani”, Rivista di Cultura Classica e Medievale, XLV, 2003, pp. 143-147
y Hunger, op. cit., I, p. 360-367.
19
Texto: Theophanes continuatus, Ioannes Cameniata, Symeon Magister, Georgius Monachos,
edición de August Immanuel Bekker, Bonn, 1838, p. 211-353. Patricia Varona Codeso,
“Contribución al problema de la cronología y las fuentes de la Vita Basilii”, BZ, CII, 2009, p. 739-
775.
20
Constantinus Porphyrogenitus, De administrando imperio, edición de Gyula Moravcsik,
traducción al inglés de Romilly James Heald Jenkins, Washington, Dumbarton Oaks, 2008.
21
Texto. De thematibus, edición de Agostino Pertusi, Biblioteca Apostolica, Vaticano, 1967.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 83


RICARDO MARTÍNEZ LACY
___________________________________________________________________________________________________________

reinado, el V fue escrito por Constantino mismo y el VI, redactado después de la


muerte del porfirogéneto, se ocupa de los años de 948 a 961.22
Casi todo el siglo X abarcó la vida de San Simeón, denominado también
Metafrasto, Magistro y Logoceta, alto funcionario del imperio, que llegó a tener
la supervisión de los caminos (logothétes toû drómou). Escribió numerosas
obras profanas y sagradas, en prosa y en verso; entre ellas hay que incluir aquí
una Cronografía que llega a 948. Al parecer, el santo escribió la parte que narra
los años entre 842 y el final. 23
Hay una continuación del breviario de Jorge Mónaco que abarca hasta 948 y
es favorable a Romano I, quien asumió el trono imperial desplazando a
Constantino VII.24
Otra continuación de la obra de Teófanes es la Historia imperial de José
Genesio, quien vivió también en el siglo X. 25 Trata de los años de 813 al 886 en
cuatro libros.
Se supone que Juan Caminates nació en el último tercio del siglo IX.
Escribió Sobre la toma de Salónica, donde relata su experiencia personal.26
Otro autor que recurre a la experiencia propia fue León Diácono (s. X), que
escribió unas Historias en diez libros sobre hechos ocurridos entre 959 y 976,
periodo en el que fue testigo de las guerras contra los búlgaros. Parece que
murió siendo metropolitano de Caria, pero era diácono cuando acompaño a la
guerra a Basilio II.27
Miguel Pselo nació cerca de Constantinopla y murió entre 1078 y 1097.
Abogado, llegó a ser ministro y consejero de varios emperadores. Escribió
varios libros y, entre ellos, una Cronografía donde narra sucesos ocurridos entre
976 y 1078, testigo de muchos de los acontecimientos que relata, describe con
cuidado el aspecto y el carácter de cada emperador.28

22
Texto: Op. cit. n. 18. Patricia Varona Codeso, “Teodora y los búlgaros. Una nueva lectura de las
fuentes griegas”, Erytheia, XXX, 2009, p. 81-106.99 y Hunger, op. cit., I, p. 339-343.
23
Texto: Leonis Grammatici, Chronographia, edición de August Immanuel Bekker, Bonn, 1842, p.
1-228. Obviamente, Bekker atribuye la autoría a León el gramático. Hunger, op. cit., I, p. 354-357.
24
Texto: Op. cit., n. 18. Hunger, op. cit., I, p. 349-351.
25
Texto: Josephi Genesii, Regum libri quattuor, edición de Annie Lesmueller-Werner y Johannes
Thurn, Berlin, de Gruyter, 1978. Traducción al inglés: Joseph Genesios, On the reigns of the
emperors, traducción de Anthony Kaldellis, Canberra, Australian Association of Byzantine Studies,
1998. Hunger, op. cit. I, p. 351-354.
26
Texto: Ioannis Caminiatae, De expugnatione Thessalonicae, edición de Gertrude Böhlig, Berlin,
de Gruyter, 1973. Hunger, op. cit., I, p. 357-359.
27
Texto: edición de Carl Benedict Hase, Bonn, 1828; traducción al inglés: Leo the Deacon, The
history of… Byzantine military expansion in the tenth century, introducción, traducción y notas de
Alice-Mary Talbot, Washington, Dumbarton Oaks, 2005. Hunger, op. cit., I, p. 367-371.
28
Texto y traducción al italiano: Michele Psello, Cronografía, edición de Ugo Criscuolo y Salvatore
Impellizzeri, traducción de Silvia Ronchey e introducción de Dario del Corno et alii, Torino,
Fondazione Lorenzo Valla, 1984. Traducción al español: Miguel Pselo, Vida de los emperadores de

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 84


LOS HISTORIADORES BIZANTINOS
___________________________________________________________________________________________________________

Miguel Ataliates vivió aproximadamente entre 1030 y 1100. Fue patricio y


magíster, escribió, entre otros libros, una Historia que trata eventos ocurridos
entre 1034 y 1084. Él fue testigo de muchos de ellos. Contiene una apología del
usurpador Nicéforo III Botaniates.29
Contemporáneo de Ataliates, Juan Escilitzes vivió en la segunda mitad del
siglo XI y principios del XII. Escribió una Sinopsis de historias, algunos de
cuyos manuscritos abarcan de 811 a 1057 y otros, hasta 1079. La obra es
continuación de la de Teófanes. El estilo es complicado, la estructura es una
cadena de episodios que se concentra en la sucesión en el imperio.30
La Sinopsis de historias de Jorge Cedreno (s. XI-XII) es, como su nombre
indica, una recopilación de historias para los años 811 a 1057. Su autor, que al
parecer, era monje, copia a Escilitzes. 31
Hijo del emperador homónimo que reinó de 1077 a 1078, Nicéforo Brienio
(1080-1138) se casó con la hija de un emperador que había usurpado el trono,
Alejo Comneno (vide Infra) y, por instrucciones de su suegra, escribió una
Materia de historia en cuatro libros en donde narra hechos ocurridos entre 1070
y 1079. Es una fuente importante. 32
Ana Comnena (1083-1147), esposa del anterior, fue la primera mujer en
escribir una obra de historia, la Alexíada, que es una glorificación del reinado de
su padre, que es comparado implícitamente con el de su propio hermano e hijo

Bizancio, traducción de Juan Signes Codoñer, Madrid, Editorial Gredos, 2005. Euthymia Pietsch-
Braounou, “The Chronographia of Michael Psellos. History of emperors, autobiography and
apology”, Bysantinska Sällskapet. Bulletin, 23, 2005, p. 23-33; Iákov N. Lubarski, “Miguel Ataliates
y Miguel Pselo (Ensayo de una breve comparación)”, Erytheia, XVI, 1995, p. 85-95 y Hunger, op.
cit., I, p. 372-382.
29
Texto y traducción al español: Miguel Ataliates, Historia, introducción, edición, traducción y
comentario de Inmaculada Pérez Martín, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
2002. De la misma autora, “El análisis económico en la Historia de Miguel Ataliates”, Revista de
historiografía, III, 2005, p. 174-180; Liubarski, op. cit. n. 28 y Hunger, op. cit., I, p. 382-389.
30
Texto Ioannes Scylitzae, Synopsis historiarum, edición de Johannes Thurn, Berlin, Walter de
Gruyter, 1973; traducción al inglés: John Skylitzes, A synopsis of Byzantine history 811 – 1057,
traduccón de John Wortley, Cambridge, University Press, 2010. Peter Schreiner, “Juan Escilitzes y
España. Un códice desconocido en Sofía”, en Inmaculada Pérez Martín y Pedro Bádenas de la Peña
(eds.), Bizancio y la península ibérica. De la antigüedad tardía a la edad moderna, Madrid, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, 2004, p. 295-301; Hunger, op. cit., I, p. 389-393.
31
Texto: edición de August Immanuel Bekker, 2 v., Bonn, 1838-1839. Luigi Tartaglia, “Meccanismi
di compilazione nella ‘Cronaca’ di Giorgio Cedreno” en Fabrizio Conca y Gianfranco Fiaccadori
(eds.), Bisanzio nell’età dei Macedoni. Forme della produzione letteraria e artistica. VIII Giornata
di Studi Bizantini (Milano, 15 – 16 marzo 2005), Milano, Cisalpino, 2007, p. 239-255; Hunger, op.
cit., I, 393-394.
32
Texto y traducción al francés: Nicephori Bryenni, Historiarum libri quattuor, edición y traducción
de Paul Gautier, Bruselas, Byzantion, 1975. Vlada Stankovic, “Nikephoros Bryennios, Anna
Komnene and Konstantinos Doukas. A story about different perspectivas” BZ, C, 2007-2008, p.
169-175; Hunger, op. cit., I, p. 394-400.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 85


RICARDO MARTÍNEZ LACY
___________________________________________________________________________________________________________

de Alejo. Es una narración en quince libros escrita en el retiro de un convento


después de que fracasaron los intentos de su autora por que su marido sucediera
a su padre.33
A la segunda mitad del siglo XII pertenece Juan Cinamo, secretario y
consejero del emperador Manuel I, sobrino nieto de Ana Comnena. Escribió un
epítome sobre los reinados de su patrono y el de su padre, Juan II. El manuscrito
se interrumpe en 1176.34
Juan Zonaras vivió también en el siglo XII. Llegó a comandante de las
guardias de corps imperiales, pero se retiró a un convento. Escribió la mejor
crónica, la Epítome de historias en dieciocho libros, que abarcan desde Adán
hasta 1118.35
Una historia en verso fue el Breviario de historia de Constantino Manasés,
nacido en Constantinopla en 1130 y muerto como metropolita de Lepanto en
1187. Esta obra está compuesta por 6733 pentadecasílabos. En ella se abarca la
historia desde Adán hasta el 1081, año del ascenso al poder de Alejo
Comneno.36 Constantino tuvo muchas otras obras.
Miguel Glicas fue contemporáneo de Zonaras y de Manasés. Llegó a ser
secretario en la corte del emperador Manuel I (1143 – 1180), pero se implicó en
una conspiración fracasada y fue cegado. Escribió un Libro de crónica, que
llega hasta 1118, 37 así como otras numerosas obras.

33
Texto: Annae Comnenae, Alexias, edición de Dieter Roderich Reinsch y Anthony Kambylis, 2 v.,
Berlin, de Gruyter, 2001. Traducción al español: Ana Comneno, La alexíada, introducción y
traducción de Emilio Díaz Rolando, Sevilla, Editorial Universitaria, 1986. Ellen Quandahl y Susan
C. Jarratt, “‘To recall him… will be a subject of lamentation’: Anna Comnena as rhetorical
historiographer”, Rhetorica, XXVI, 2008, p. 301-335; Emilio Díaz Rolando, “Ana Comnena y la
historiografía del periodo clásico: aproximación a un debate”, Erytheia, XIII, 1992, p. 29-44, del
mismo autor, “La Alexiada de Ana Comnena”, Erytheia, IX, 1989, p. 23-33; Hunger, op. cit., I, p.
402-409.
34
Texto: edición de August Meinecke, Bonn, 1836. Traducción al inglés: John Kinnamos, The deeds
of John and Manuel Comnenos, traducción de Charles M. Brand, New York, Columbia University
Press, 1976 Hunger, op. cit., I, p. 409-416.
35
Texto: edición de Ludwig Dindorf, 6 v., Leipzig, Teubner, 1868-1875. Traducción parcial al
inglés: Thomas M. Banchich e Eugene. N. Lane, The history of Zonaras: from Alexander Severus to
the death of Theodosius the Great, London, Routledge, 2009. Traducción al aragonés: Juan Zonaras,
Libro de los emperadores (Versión aragonesa del Compendio de historia universal, patrocinado por
Juan Fernández de Heredia), edición de Adelino Álvarez Rodríguez, Zaragoza, Prensas
Universitarias, 2006. Javier Faci y Domingo Plácido, “La historiografía lejos de la ciudad: el
Imperio Romano desde el retiro monástico de Zonaras”, Erytheia, IX, 1988, p. 35-47; José A.
Ochoa, “La bibliografía sobre la Cronografía de Zonaras”, Erytheia, IX, 1988, p. 61-75 y Hunger,
op. cit., I, p. 416-419.
36
Texto: edición de August Immanuel Bekker, Bonn, 1837. Ingela Nilsson y Eva N. Nyström, “To
compose, read and use a Byzantine text: Aspects of the chronicle of Constantine Manasses”, BMGS,
XXXIII, 2009, p. 42-60 y Hunger, op. cit., I, p. 419-422.
37
Texto: edición de Augustus Immanuel Bekker, Bonn, 1836. Hunger, op. cit., I, p. 422-426.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 86


LOS HISTORIADORES BIZANTINOS
___________________________________________________________________________________________________________

San Eustacio (1115 – 1197) nació en Constantinopla y murió en Salónica, de


donde era arzobispo metropolitano. Escribió varias obras y, entre ellas, la
Historia de la toma de Salónica por los normandos, considerada muy vivaz.38 El
resto de su producción bibliográfica fue ingente.
Nicetas Coniates (ca. 1155 – 1216) se llamó así porque era de Conias. Llegó
a ser logocetes (planteador de razonamientos, de hecho, ministro) y se trasladó,
en consecuencia, a la corte imperial de Nicea donde escribió, entre otras obras,
una Crónica explicativa en veintiún libros, continuación de la Alexíada hasta
1206. Ella contiene, por tanto, una narración de la toma de Constantinopla por
los cruzados.39
Jorge Acropolites (1217 – 1282) nació y murió en Constantinopla. Llegó a
dirigir la escuela superior de esa ciudad y, entre otros escritos, dejó una
Recopilación de crónica, sobre el periodo de 1203 a 1261.40
Nacido en 1242 en Nicea y muerto hacia 1310 en Constantinopla, Jorge
Paquimeres fue filósofo e historiador. Entre otros cargos, ocupó el de protector
de la justicia (dikaiofýlax). Fue discípulo y continuador de Acropolites en sus
Historias recopilativas en trece libros, que abarcan de 1261 a 1308 y son la
mejor historia de su tiempo. Escribió otras obras, como un tratado de filosofía
aristotélica, por ejemplo.41

38
Texto y traducción al italiano: L’espugnazione di Tessalonica, edición, introducción y notas de
Stilpon Kiriakides, traducción de Vincenzo Rotolo, Palermo, Istituto di Studi Bizantini e
Neoellenici, 1961. Traducción al francés: Paolo Odorico, Jean Caminiatès – Eustathe de
Thessalonique – Jean Anagnostès. Thessalonique: chroniques d’une ville prise, Toulouse,
Anacharsis, 2005. Hunger, op. cit., I, p. 426-429.
39
Texto: Nicetae Choniatae, Historia, edición de Jan Louis van Dieten, Berlin, de Gruyter, 1975.
Traducción al inglés: Harry J. Magoulias (ed.), O Byzantium. Annals of Niketas Choniates, Detroit,
Wayne State University Press, 1984. Johannes Niehoff-Panagiotidis, “Narrative
Bewältigungstrategien von Katastrophenerfahrungen: das Geschichtswerk von Niketas Choniates”,
Klio, XCII, 2010, p. 170-210; Anthoulis A. Demosthenous, “‘There will be blood: Art and
propaganda in Nicetas Choniates’ Historia”, Erytheia, XXX, 2009, p. 141-150; Alicia Simpson y
Stephanos Efthymiades (eds.), Niketas Choniates: a historian and a writer, Genève, La Pomme
d’Or, 2009; Alexander Kazhdan, “El mundo vegetal en la historia de Nicetas Coniates”, Erytheia,
XVI, 1995, p. 63-72; Hunger, op. cit., I, p. 429-441.
40
Texto: Georgii Acropolitae, Opera, edición de August Heisenberg y Peter Wirth, Stuttgart,
Teubner, 1978. Traducción al inglés: George Akropolites, The history, traducción de Ruth Macrides,
Oxford, University Press, 2007. Ruth Macrides, “George Akropolites’ rhetoric”, en Elizabeth
Jeffreys (ed.), Rhetoric in Byzantium. Papers from the thirty-fifth Spring Symposium of Byzantine
Studies. Exeter College, University of Oxford, March 2001, Aldershot, Society for the Promotion of
Byzantine Studies, 2005, p. 201-211; Hunger, op. cit., I, p. 442-447.
41
Texto con traducción parcial al francés: Georgii Pachymeris, Relationes historicae, edición,
introducción y notas de Albert Failler, traducción de Vitalien Laurent, 5 v., Paris, Les Belles Lettres,
1984 – 2000. Stylianos Lampakis, “Oi melétes toû Georgíou Pachyméri”, Erytheia, XXVIII, 2007,
p. 91-98; Hunger, op. cit., p. 447-453.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 87


RICARDO MARTÍNEZ LACY
___________________________________________________________________________________________________________

Nicéforo Gregoras vivió en la primera mitad del siglo XIV, fue como
embajador a Serbia y luego cayó en desgracia. Escribió numerosas obras en
prosa y en verso, así como también una Historia romana en treinta y siete libros
que continúa la obra de Paquimeres y abarca de 1204 a 1359. Originario de
Heraclea del Ponto, pasó a Constantinopla y, de ahí, al monasterio de Cora. 42
Juan VI Cantacuzeno fue emperador de 1341 a 1354. Nació a fines del siglo
XIII y murió en 1381. Luego de su abdicación, se retiró al convento, primero en
Constantinopla y luego en Mistrá. Escribió varios libros y unas Historias en
cuatro libros para justificar su reinado. Ahí se narran hechos ocurridos entre
1320 y 1356.43
A Efraín sólo se le conoce por una historia que los modernos han intitulado
Historia cronológica en versos yámbicos o Los Césares. Por la lista de
patriarcas que compulsa, parece que el autor vivió en los siglos XIII y XIV.
Faltan hojas del principio y, en su estado actual, la obra está formada por 9588
dodecasílabos y abarca desde Calígula hasta la toma de Constantinopla por
Miguel VIII (1261).44
Salónica fue tomada una vez más en 1430, pero esta vez, por los turcos y en
esta ocasión Juan Anagnostes (lector, orden religiosa menor) escribió una
Exposición sobre la última toma de Salónica. Se trata de un testimonio
personal.45
Hubo un historiador que tomó como tema central de su obra a los turcos,
Laónico Calcocondiles (1423 – ca. 1490), al parecer originario de Morea (hoy
de nuevo, Peloponeso). Escribió unas Descripciones de historias, que abarcan
de 1298 a 1463, diez años después de la toma de Constantinopla por Mahomed
II. La obra consta de diez libros.46
Se desconoce el nombre de pila de Ducas, que vivió aproximadamente entre
1400 y 1470. Estuvo al servicio de los Gattilusi, que gobernaban Lesbos.
Escribió un libro cuyo título se ha perdido y que se ha dado en llamar Historia

42
Texto: edición de Ludwig Schopen y August Immanuel Bekker, 3 v., Bonn, 1829 – 1855. Hunger,
op. cit., I, p. 453-465.
43
Texto: edición de Ludwig Schopen, 3 v., Bonn, 1828 – 1832, reimpresa en Atenas en 2008 por
Epikairotita. Hunger, op. cit., I, p. 465-476.
44
Texto: Ephraem Aenii, Historia crhronica, edición de Odysseus Lampsides, Athine, Akademía,
1990. Hunger, op. cit., I, p. 478-480.
45
Texto: Gianne Tsaras, Diégesis perì tês teleutaías alóseos tês Thessalónikes…, introducción,
edición, traducción al griego moderno y notas, Thessaloníke, Oikos Aphon Kyriakide, 1985:
Traducción al inglés: Venice and Thessalonica 1423 – 1430. The Greek accounts, traducción de
John Melville-Jones, Padova, Unipress, 2006. Traducción al francés de Odorico, op. cit., n. 27.
Hunger, op. cit., I, p. 484-485.
46
Texto: Laonici Chalcocondylae, Historiarum demonstrationes, edición de Eugenius Darkó, 2 v.,
Budapest, Academia Litterarum Hungarica, 1922-1927, Jonathan Harris, “Laonikos Chalkokondyles
and the rise of the Ottoman Turks”, BMGS XXVII, 2003, p. 153-170; Hunger, op. cit., I, p. 485-490.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 88


LOS HISTORIADORES BIZANTINOS
___________________________________________________________________________________________________________

turco-bizantina. Empieza por una cronología que va de Adán a 1204, le sigue un


relato de la expansión de los otomanos y se ocupa particularmente de los tres
últimos emperadores, llegando hasta la toma de Lesbos por Mahomed II. 47
Nacido en 1401 y muerto en 1477, Jorge Esfrantzes fue gran logoteta
(primer ministro) y al fin de su vida se retiró a un convento. Escribió un
Cronicón menor sobre el periodo de 1413 a 1477.48
Gobernador de Imbros por el gobierno otomano y luego retirado al Monte
Atos, Miguel Critóbulo (nacido en 1410) escribió unas Historias sobre las
hazañas de Mohamed II entre 1451 y 1467. Se compone de cinco libros. 49

3. A continuación, analizo el relato de Miguel Ataliates sobre el ascenso al trono


imperial de Nicéforo III Botaniates.
Ataliates cuenta que, en su combate a los turcos, Botaniates sufrió la
indiferencia y el abandono del emperador Miguel VII Ducas y fue forzado a
proclamarse emperador (157).50 Refiere que muchos turcos se le rendían por su
mero aspecto y lo describe en los términos siguientes:

su visión despertaba pavor y a la vez era dulcísima por su extraordinaria estatura , su


apariencia vigorosa y el brillo y fulgor de su mirada; en efecto, la tez de su rostro era
intensamente rojiza, mientras que sus ojos rebosaban encanto, pues mostraban el
negro puro que desde fuera parecía desbordar y resplandecían con inefable belleza
interior; sus cejas se enarcaban con un temple igual de puro, su frente se asemejaba a
un fulgente centelleo y el resto de su cara era de análoga hermosura y hacía de él un
segundo sol sobre la tierra. Tal era su aspecto, superior a cualquier descripción y en
cuanto al trato, éste era tan gentil y amable y tan sumamente hábil que su hablar
recordaba a las sirenas, pues atraía a todos los que lo escuchaban y hacía que se
olvidaran de los suyos, y sólo a él prestaran atención.

Declara Ataliates que Nicéforo descendía de los Focas y de Constantino el


grande y los Fabios y Pérez Martín afirma, no sin bases, que pudo haber
encontrado una fuente que lo documentara, pero esto me parece secundario; es
muy probable que el parentesco con los Focas, familia aristocrática ilustre desde
el siglo IX y hasta la toma de Constantinopla por los turcos, sea real, pero en

47
Texto y traducción al rumano: Ducas, Historia Turco-Bizantina (1341 – 1462), edición y
traducción de Vasile Grecu, Buchuresti, Editura Academiei Republicii Populaire Romine, 1958.
Hunger, op. cit., I, p. 490-494.
48
Texto: Georgii Sphrantzae, Chronicon, edición de Riccardo Maisano, Roma, Accademia
Nazionale dei Lincei, 1990. Hunger, op. cit., I, p. 494-499.
49
Texto: Critobuli Imbiotae, Historiae, edición de Dieter Roderich Reinsch, Berlin, de Gruyter,
1983. Dieter Roderich Reinsch, “Kritoboulos of Imbros, learned historian, Ottoman raya and
Byzantine patriot”, ZRVI, XL, 2003, p. 297-311 y Hunger, op. cit., I, p. 499-503.
50
Hago referencia al número de página de la edición de Pérez Martín, citada en la n. 29.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 89


RICARDO MARTÍNEZ LACY
___________________________________________________________________________________________________________

cambio, la relación con los Fabios, familia patricia conocida desde el siglo V
a.C. sólo puede ser fantástica. 51 Lo mismo se puede decir de la descendencia de
Constantino. Lo que es indudable es que Botaniates era tan linajudo como el
emperador, pero no más. Nicéforo II Focas llegó a ser emperador en 963,
Constantino X Ducas, en 1059.
Hace Ataliates una recapitulación de ciertas hazañas de Nicéforo Focas y
recuerda que fue derrocado por su sobrino Juan Tzimices (167). Evoca luego los
hechos heroicos de Miguel Botaniates, padre de Nicéforo, que defendió a
Salónica de los búlgaros y combatió a los asbastos en el oriente. La asunción de
Nicéforo III resulta, de algún modo, una consecuencia natural de los hechos
realizados por sus antepasados reales e imaginarios desde Escipión Emiliano
pasando por Constantino hasta su padre Miguel. Cuando la noticia de la
proclamación fue conocida en Constantinopla, muchos de sus habitantes se
unieron a Nicéforo, cuando lo usual es lo contrario: que apoyen al emperador en
turno. De ahí resulta que en realidad el usurpador resultó ser Miguel VII y la
propia familia imperial se puso de lado de Nicéforo (173).
Entonces dice Ataliates:

Pero la situación seguía su curso contra corriente. ¿Y por qué? Porque la gente sabía
que los que ostentaban el poder eran tiranos y dirigían el Imperio actuando
injustamente y con simpleza, mientras que el que se encontraba fuera tenía el
esplendor de la virtud y el adorno de la verdad, la afabilidad y la justicia, y era capaz
de llevar con mano segura el timón del Imperio en circunstancias adversas, un poder
que, por la estulticia de los gobernantes, ya declinaba y se deslizaba hacia un grave
tropiezo y un abismo de perdición. Así pues, ya que la gente opinaba de ese modo y
pretendía aquello, también Dios desde lo alto dio su consentimiento y dispuso todo
diestra y admirablemente ya antes de su llegada, hasta el punto que la propia madre
del soberano [Miguel VII] y todos sus familiares consintieron en confiar a Botaniates
el poder imperial y hacérselo llegar, entonar himnos en su honor y precipitar la
concentración de los demás ciudadanos para recibirlo (173).52

Cómo hizo Ataliates para escrutar los designios de Dios es imposible de saber,
pero es claro que le está atribuyendo a Nicéforo una legitimidad indiscutible.
Por su parte, el emperador Miguel, en lugar de asociarse al pretendiente, se
le opuso y trató de enfrentarlo con los turcos.
Entonces ocurrió un milagro:

51
Confróntense Alexander Kazhdan “Phokas” y del mismo autor y Anthony Cutler “Doukas” en The
Oxford dictionary of Byzantium, 3 v., Oxford, University Press, 1991 y Hans Georg Gundel
“Fabius” en Der Kleine Pauly, 5v., München, Deutscher Taschenbuch Verlag, 1979.
52
Trancribo tal cual la traducción de Pérez Martín, aunque yo no pondría la palabra imperio con
mayúscula y tampoco traduciría  como ciudadanos sino como constantinopolitanos.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 90


LOS HISTORIADORES BIZANTINOS
___________________________________________________________________________________________________________

El tres de octubre… tuvo lugar a la vista de todos un portento y prodigio


extraordinario: un fuego inmaterial, como si brotara de una fuente y se extendiera
hacia el aire, apareció por el este en la primera vigilia de la noche, el aire se llenó con
una llamarada límpida… (174-5)

Este sí era indudablemente un signo divino.


Pero surgió otro pretendiente en la figura del próedro de Dirraquio, Nicéforo
Brienio, el cual avanzó a Constantinopla, pero fue incapaz de tomarla porque los
constantinopolitanos lo odiaban a él y a su hermano. El emperador pudo derrotar
el ejército rebelde, pero los constantinopolitanos no se alegraron porque estaban
de lado de Botaniates, cuyas cualidades son enumeradas de nuevo, añadiendo
Ataliates que, como juez que ha sido, nunca ha sabido de ningún pleito judicial
en que hubiera estado implicado.
Un cinco de enero, el pueblo, reunido en la iglesia de Santa Sofía, proclamó
emperador a Botaniates y se negó a obedecer a Miguel VII. Este se negaba a
reconocer el favor divino hacia su rival. El obispo de Iconio reconoció como
emperador a Botaniates y buscó refugio en el altar de Santa Sofía, de donde fue
arrancado por unos sicarios del emperador que, sin embargo, no le infligieron
más daño por temor de Dios. Entonces Miguel mandó despojar de sus joyas a
todas las iglesias de la ciudad imperial, aunque no experimentaba pobreza.
Brienio por su parte, que se había refugiado en Adrianópolis, fue sitiado por
los pechenegos y tuvo que pagar su rescate, que arrebató de sus propios
partidarios.
Botaniates seguía avanzando:

Todas las ciudades por las que pasaba lo acogían en un excelso y divino abrazo, entre
demostraciones de júbilo, aclamaciones y vivas (190).

En marzo, el pretendiente ocupó Nicea e hizo atravesar el Bósforo a un


contingente el cual, al ser percibido desde Constantinopla, causó júbilo,
mientras que nadie se movió para defender al emperador. El 25 de marzo de
1078, día de la Anunciación de la Virgen, Botaniates fue proclamado emperador
una vez más en Santa Sofía ante la presencia del sínodo eclesiástico y del
senado. Los habitantes se organizaron en cofradías, capturaron a Miguel VII, lo
hicieron monje y lo recluyeron al convento de Estudio. Añade Ataliates:

la resolución del conflicto tuvo lugar sin derramamiento de sangre y sin daño alguno,
hasta el punto de que ninguna nariz se cubrió de sangre, lo que constituye una prueba
clarísima y particularísima de la fe de la ciudad en Dios y de que Botaniates era Su
elegido… (194)

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 91


RICARDO MARTÍNEZ LACY
___________________________________________________________________________________________________________

El emperador entró a Constantinopla tres días después.


Es notorio que la obra de Ataliates concluye intempestivamente sin terminar
de contar el reinado de Botaniates. Lo más probable es porque le desagradara
contar la usurpación que sufrió también este a manos de Alejo I Comneno, lo
cual contradecía todo lo dicho sobre la predestinación de Nicéforo III al trono
imperial.
Creo haber mostrado la necesidad del estudio de los historiadores bizantinos.

HISTORIAE 13 (2016): 77-92 92

También podría gustarte