Resumen Metafísica Del Bien y El Mal
Resumen Metafísica Del Bien y El Mal
Resumen Metafísica Del Bien y El Mal
La persona
El hombre ante todo es porque tiene el acto de ser, subsiste y es alguien delante de Dios. La
humanidad contiene los principios esenciales para que alguien sea considerado parte de ella, pero
es el hombre el que contiene todo lo individuante que lo hace ser ese hombre. La persona subsiste
porque la naturaleza (esencia) es distinta de la materia (persona), no así en los seres simples.
Se utiliza el término hipóstasis para referirse a todas las substancias y persona para referirse a las
substancias racionales, cosa de la naturaleza para hacer referencia a lo común a todas las
substancias y supuesto a lo particular y distinto dentro de las substancias. Esto se dice de las
substancias porque subsisten en sí, estas palabras sólo se diran de la cosa comleta subsistente por
sí.
Santo Tomás dice que no es posible llamar al alma separada del cuerpo persona. Pero el autor
argumenta que sí es posible porque el alma ha sido creada de forma separada por Dios y este le ha
dado su acto de ser y delante de Dios es alguien y es subsistente por ende sería correcto llamarle
persona independiente de su unión-separación con la materia. El alma es inmortal porque subsiste
por sí y sólo puede ser aniquilada por Dios porque él la creo.
La forma hace que la materia pueda ser en cuánto constituida en un compuesto que pueda
subsistir por sí. La forma es el acto de la forma o del compuesto del que la forma es una parte. El
ser es del todo y a su vez de sus artes, por tanto este ser es único. No es la acción lo que hace que
la cosa tenga unidad, ya que la acción no subsiste por sí, sino en la substancia, en la persona que
obra. La persona puede obrar y el ser es su acto.
La substancia espiritual
Sabemos que hay substancias espirituales y como la forma no depende de la materia es posible
que existan. La comprensión de estas substancias nos puede permitir comprender mejor el alma
humana y su obrar espiritual (conocer y amar). En efecto hay formas que no pueden subsistir
separadas de la materia y esto se debe a que están más alejadas del acto primero (ser). Por otro
lado las que pueden subsistir separadas de la materia son espíritus puros. En los grados de vida, el
alma humana se encuentra en medio de las substancias puras y los compuestos estrictamente
materiales. Cómo el alma es la que tiene más potencias entre las substancias espirituales es la que
más cercana está a la materia, por eso para conformar el acto de ser requiere de unirse a la
materia, pro como el acto de ser pertenece a la forma no depende de la materia para subsistir.
Los compuestos materiales tienen más potencias y por ende requieren de su unión con la materia
para subsistir.
En los compuestos de materia y forma es la forma la que produce el acto de ser, pero esta no
requiere de una causa formal que le haya participado el ser, pues habría un procedencia al infinito.
Esta forma es creada de la nada por Dios y como el ser es participado es lo que hace que esta
forma sea una real potencia de ser. El ser es totalmente distinto de la esencia de la que no es parte
y que no es ningún modo exigido por ella.
El ángel tiene esencia y subsistencia, y su subsistencia lo es por sí misma (no tiene estructura de
acto y potencia)
La persona humana
Las personas son individuales e irrepetibles por su acto de ser que es participado por Dios. Santo
Tomás dice que “persona en general significa la substancia individuada de naturaleza racional”
haciendo referencia a que substancia es el acto de ser y que la naturaleza racional es los común al
acto de ser. El hombre obra porque tiene acto de ser, porque es singular. En cambio la naturaleza
es sólo parte de lo formal.
Quien trata la metafísica de la persona es la filosofía cristiana, así se dice de Cristo que es ESTE
hombre porque es persona. Y Pedro en cuanto ESTE hombre es persona. El ppio. De individuación
determina la posibilidad de la persona humana, pero sólo el acto de ser la constituye. La
naturaleza no intenta producir a la naturaleza, sino al hombre. La humanidad es sólo la parte
formal, por lo que el hombre es ese y no otra cosa. La naturaleza humana sólo existe cuando
existe ese hombre. La naturaleza humana no nace, sino que nace ESTE hombre de naturaleza
humana. Lo más increíble es que el ser nace en cuanto es creado por Dios y es creado ex novo.
El inicio del acto de ser es la unión de la forma con la materia, porque allí esa forma se individúa,
pero esto no implica que el alma después de la destrucción del cuerpo deje de subsistir, después
de esto permanece individuada y distinta de cualquier alma.
Los Angélicos y el alma son ambas substancias espirituales, pero el angélico es más noble en su
acto de ser por ende no puede unirse a la materia, no así el alma que su acto de ser es menos
noble y menos próximo a Dios y por ello para iniciarse debe unirse al cuerpo.
El destino del hombre es ser cada uno en su propia particularidad. Dios nos ha dado el ser a cada
uno como individuo único e irrepetible (no está bien entonces que los hombres pierdan su
particularidad entre las multitudes) y precisamente por esto es que cada singular es creado a
imagen de Dios y por ende es superior al género.
Persona y metafísica
Para fundamentar el valor absoluto de la persona es necesario recuperar la metafísica del acto de
ser. Santo Tomás a través del hilemorfismo pudo demostrar la variedad de formas y materias que
hay en cuanta substancia lógica exista y sus respectivas diferencias. A esto santo Tomás opuso su
metafísica del ser:
El alma es la forma substancial del cuerpo, como tiene el acto de ser por sí misma ella lo participa
al cuerpo, resulta un solo ser. El alma está en todas y cada una de las partes del cuerpo, pero éste
no la contiene, sino que es al revés es por ello que el alma puede operar intelectualmente y
subsistir sin el cuerpo. Esto es lo que diferencia al hombre de las substancias materiales, puesto
que su forma substancial es subsistente por sí misma. Fue creada por Dios desde la nada, no así las
substancias materiales que viene de potencias preexistentes. Se diferencia el hombre de los
animales en que su relación con Dios es propia y personal puesto que le ha participado el acto de
ser, es necesario. En cambio los animales sólo forman parte de la relación de Dios con el universo
creado, son contingentes
La propiedad de su acto de ser es la que comporta su propia y personal relación con Dios y lo pone
como un alguien delante de Dios y para siempre, indicando así su fin en la unión personal y
amorosa con él.
El hombre no posee identidad, posee esencia y acto de ser , sólo recupera su identidad en auqel
que le otorga su acto de ser, en su unión con Dios de manera intelectual.
La persona, por ser persona se abre a una relación personal con Dios y todas las creaturas en una
relación de amistad. Ha sido un error negar que se puede amar a Dios por sobre todas las cosas ,
puesto que la caridad es perfección. Así la comunión con otras personas ha de ser amistad y no
masificación. La persona recibe el acto de ser otorgado directa y amorosamente por Dios y es por
ello que posee dignidad como persona y todo su obrar. Se allí derivan los derechos humanos.
Los modernos colectivismos radican de la pérdida del ser (error metafísico) y llevan al individuo a
ser algo irrelevante, algo más en el universo.
Los actos de las personas
El alma constituye el acto de ser y por ende puede obrar por sí misma. Esta autonomía del acto de
ser le da la autonomía de sus actos, su libertad, pero como ese acto de ser fue otorgado por Dios,
el obrar se ordena a él. El alma sólo inicia su acto de ser en su unión con el cuerpo, es por elo que
su obrar no puede empezar más que en el cuerpo: Conocer y amar. La cogitativa es la que da la
continuación entre la esfera sensible y lo inteligible y se diferencia entre los hombre y angélicos, y
los animales.
El conocimiento humano comienza a través de los datos sensibles. Según Santo Tomás ocure en
tres momentos:
A partir de la noción de ente real, la inteligencia busca el fundamento del que todo procede y así
llega a Dios. Sólo en ese momento se comprende a la persona como participación del acto
personal de Ser divino y a él referida. Sólo amorosamente se llega al amor, a Dios sólo se le conoce
si se le ama y por eso Dios nos hizo amorosos para que podamos lograr esta unión con él.
En el conocimiento científico la persona logra entender que Dos le ama personalmente, que lo
llama con amor y que debe corresponder a ese amor. Así el hombre comprende que todos sus
actos deben ir en dirección a la unión con Dios. El origen de toda moralidad está en el
comprenderse como alguien delante de Dios y a partir de ahí debe ajustar sus actos. Su obrar es
relativo a su ser y como el ser personal viene del amor a Dios su obrar debe ser relativo a él con el
respectivo amor, solo ahí, cuando su acto sea un verdadero acto de amor a Dios y sea explícito y
consumado, el hombre habrá alcanzado su fin.