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Historia Nacional Argentina

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La Anarquía y Una Organización Postergada

En 1819 el Congreso aprueba una Constitución de carácter centralista y promonárquica , es decir, se quería
crear el marco adecuado para la coronación del duque de Luca, Carlos Borbón, generando esta actitud,
un amplio rechazo por parte de las provincias.

· Este descontento hizo que Pueyrredón deba renunciar de su cargo de Director, para ser reemplazado
por Rondeau , aunque el Congreso siguió igual con su proyecto de una monarquía constitucional.

· Rondeau pide ayuda a las fuerzas portuguesas que estaban en la Banda Oriental, para someter a las
provincias del Litoral que se oponían a esta política.

· San Martín se encontraba con su ejército en los Andes y se opone a participar de las guerras civiles en
las Provincias Unidas (Acta De Rancagua)

· El ejército del Norte también se niega a auxiliar al gobierno en estas guerras internas (Juan Busto y
José Paz encabezaban la sublevación en Arequito)

Por todo lo antedicho, el gobierno central se encontraba en una situación de total debilidad, por lo tanto las
fuerzas del Litoral comandadas por Francisco Ramírez y Estanilao López atacan y derrotan al ejército
porteño en la Batalla de Cepeda, en Febrero de 1820, disolviendo el Congreso y exigiendo la renuncia del
Director Rondeau.(el último director)

Surgió así una nueva entidad política: la provincia de Buenos Aires, que como tal firmó el Tratado del Pilar,
con la provincias de Entre Ríos y Santa Fe.

Este tratado reconocía:

· Como forma de gobierno la representativa y federal.

· La libre navegación del los ríos Paraná y Uruguay.

· La organización federal se postergaba hasta un próximo encuentro de diputados elegidos por el pueblo.

Luego del combate se publicaron las actas secretas del Congreso donde constaban las intensiones de
establecer una monarquía. Derrumbado el gobierno central, se produjo una fragmentación del poder, que se
expresó con la formación de las provincias autónomas dirigidas por distintos caudillos locales, pero que
nunca se abandonó el proyecto de crear una nación unificada.

Las provincias ahora eran como estado independientes y dictaron su propia constitución o estatuto de tipo
republicano y representativo y se eliminaron los Cabildos de etapa colonial.

Estos estatutos incluían pautas como:

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· la organización del estado

· sistema de justicia

· sistema electoral de sus representantes

· defensa armada

· acuñación de monedas

· finanzas de obras públicas

· derechos, obligaciones y garantías de sus habitantes.

· Religiones permitidas

· Relaciones exteriores

La intensión de estas constituciones era justamente las de establecer una serie de medidas legales y
jurídicas para el permitir el desarrollo normal y pacífico de todas las actividades que hacían al crecimiento de
cada provincia. Estos estatutos no alcanzaron el objetivo deseado ya que existían muchas disidencias
internas entre diversas facciones locales, por lo tanto esta circunstancia hizo que nacieran en cada provincias
hombres con gran capacidad de mando y lucha que tomaron el control de esta desorganización interna y
trataron de sacar a su provincia del estancamiento político y económico por el que pasaban.

De todas maneras a pesar del intento de reconstruir económicamente a las provincias, estas no tuvieron el
auge deseado, ya que dependían prácticamente de la política económica de la poderosa Buenos Aires, que
tenía por completo el control de entrada y salida de mercaderías por su puerto local.

Las provincias del litoral trataron de recuperarse a través de la cría de ganado vacuno, y mediante el Pacto
de Benegas, Bs.As. le entregó 25.000 vacunos a Santa Fe.

Corrientes diversificó un poco más sus actividades, dedicándose al cultivo de yerba mate y tabaco (cigarros),
pero sus productos debieron competir con todos los importados desde Brasil y Paraguay.

Un problema que tenían las provincias del interior fue su lejanía de los centros consumidores (y la mala
calidad de los caminos), ya que los fletes eran muy caros y consecuentemente encarecían los precios de los
productos, que por lo tanto no podían competir con los de industria europea. Se trato entonces de buscar
mercados más cercanos como Chile para la zona de cuyo y Perú y Bolivia para las zona del noroeste, pero la
estrechez de demanda de esas zona se opuso al crecimiento de todas estas actividades comerciales.
También la tecnología de fabricación de aquella época era muy obsoleta frente a las utilizadas por las
potencias extranjeras.

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Mendoza, producía vinos y aguardiente y más tarde reemplazó esta actividad por el cultivo de alfalfa y trigo.

Córdoba criaba ganado y se dedicaba a la venta de tejidos de lana.

Tucumán y Santiago del Estero vendían ganado vacuno u mular.

En Catamarca el tejido textil de algodón decayó totalmente y esta actividad desapareció.

El permanente problema y origen de diversos reclamos por parte de todas las provincias a Buenos Aires,
fue el reparto equitativo de los ingresos de dinero generado por el control portuario, situación que solo era
posible con la formación de un gobierno común a nivel nacional. Lógicamente el gobierno de Bs.As.
aprovechó esta ventajosa situación llevándola a una situación de predominio sobre el resto del país.

Buenos Aires:

· Desarrolló la ganadería en forma extensiva.

· Se desarrolló la industria del saladero (tajaso: para alimentar esclavos)

· Se exportaron grandes cantidades de cueros.

· Existían buenos caminos hasta su puerto, además las distancias eran muy cortas.

· Gozaba de la totalidad de los ingresos de la Aduana generados por el cobro de derechos de las
importaciones y exportaciones a través de su puerto.

Martín Rodríguez asumió al gobierno en 1821, y tuvo como Ministro de Gobierno a Bernardino Ribadavia, el
cual creó una serie de medidas para modernizar el estado y la sociedad bonaerense.

· En 1822, se firmó el Tratado del Cuadrilátero donde se consolidaba la armonía entre las provincias
del Litoral y Buenos Aires. También se trataba de evitar la realización del Congreso en Córdoba
convocado por Bustos.

· Se aprobó la "ley del olvido" y se permitió el regreso de aquellos políticos desterrados.

· Reorganizó el ejército y el clero.

· Suprimió el Cabildo y el Consulado.

· Tramitó un préstamo a Inglaterra por 1.000.000 de libras para obras públicas, fundamentalmente el
puerto, que nunca se realizaría.(Sólo llegaron 560.000 libras, fue la primer deuda externa del país)

· Se instaló agua corriente.

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· Se fundaron nuevas ciudades sobre la costa atlántica.

· Fundó el banco de Descuentos para prestar dinero a los agricultores y ganaderos.

· Organizó le sistema de enfiteusis, por lo que se arrendaba grandes extensiones de tierra para aquellos
que deseaban trabajarlas.(estas tierras estaban como garantía del empréstito pedido a Inglaterra)

· Los muertos no fueron más enterrados en iglesias y se construyeron cementerios.

· Se realizaron estudios de aprovechamiento de ríos.

· Introdujo los primeros lanares de raza merino.

· Creó numerosas escuelas primaria.

· Cooperó con la Universidad de Buenos Aires, cuya gestión había comenzado con Pueyrredón.

· Organizó la Sociedad de Beneficencia para asistir a los mas desvalidos y la puso en manos femeninas.

· Eliminó el diezmo a la iglesia.

· Creó el Colegio Secundario de Ciencias Morales.

Luego de Martín Rodríguez, le continuó como gobernado Juan Gregorio Las Heras, y durante su mandato se
aprobó la Ley Fundamental, donde se:

· Ratificó la independencia de las Provincias Unidas.

· Reconocía la autonomía de la provincias.

· Se iba a establecer una Constitución Nacional con el aporte de todas las provincias.

· El gobierno de Bs.As. podía intervenir en las Relaciones Exteriores. Esto permitió firmar con Inglaterra
un tratado de "amistad, navegación y comercio" entre ambos países.

En 1825 Buenos Aires se transformó en el principal centro comercial del país, como así también fue la
principal región ganadera y agrícola. Todos su productos, como carnes, cueros, lanas, semillas eran
exportados a través de su puerto.

Guerra Con Brasil:

· En 1822 Brasil se independizó de Portugal

· Su emperador Pedro I incorporó la Banda Oriental a su territorio y la llamó provincia Cisplatina.

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· En 1825 un grupo de orientales, ("los 33 orientales") comandados por Lavalleja, cruza el Río de la
Plata, rumbo a Montevideo y se unen a otros ejércitos revolucionarios.

· Obtienen unos triunfos y logran sustraerla del dominio brasileño.

· Un Congreso en La Florida nombra gobernador a Lavalleja y proclama la incorporación de la Banda


Oriental a las Provincias Unidas.

· El conocimiento de este hecho produjo la indignación de Brasil el cual le declaró la guerra a la P.U.

Consecuencias:

· La declaración de la guerra por parte de Brasil aceleró las tendencias de un gobierno unitario, cuyo
principal líder era Rivadavia.

· Con la excusa de la guerra se aprobó la Ley de Presidencia, donde se creó un Poder Ejecutivo de una
sola persona y secundado por 5 ministros. Rivadavia era ahora presidente.

· Rivadavia presenta un proyecto de ley para fijar la capital del país en Buenos Aires y también su
residencia. Además el gobierno central podía disponer de la Aduana, Bancos, y Puertos, como así
también del ejército y tesoro provincial quedaba en manos del gobierno central.

· Cesaba las autoridades provinciales y la provincia quedaba en manos de l Congreso hasta una próxima
organización nacional.

· Las Heras renuncia bajo protesta.

Todas estas medidas más las de enfiteusis generaron una gran oposición por parte de las provincias a este
gobierno, que nuevamente estaba ignorando los acuerdos preestablecidos.

Por otro lado la guerra con Brasil continuaba, las tropas locales iban ganando terreno al mando de Martín
Rodríguez y Alvear y por otra parte Guillermo Brown al mando de las tropas navales consiguió varios triunfos,
como: Juncal, Punta Lara, Quilmes, Los Pozos, etc. aunque Brasil seguía controlando el mar, hasta que llegó
a bloquear el puerto argentino, generando problemas económicos ya que el comercio ultra marítimo se redujo
notablemente, aumentando a su vez el endeudamiento del estado.

En 1827 se obtuvo una importante victoria sobre los brasileños, en la batalla de Ituzaingó. A partir de ésta se
comenzaron las negociaciones de paz a cargo del ministro Manuel J. García.

A pesar de la victoria argentina el tratado preliminar firmado por García reconocía los derechos de Brasil
sobre la Banda Oriental, lo que provocó una generalizada indignación. Además la Constitución unitaria y
antidemocrática de 1826 seguía siendo cada vez más criticada, por lo que Rivadavia tuvo que renunciar y
emprendió el camino a destierro, al igual que muchos otros próceres.

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Buenos Aires retomó su autonomía y Dorrego fue el nuevo gobernador, quien se encargó de la Relaciones
Exteriores. Finalmente en 1830 la Banda Oriental (18 de Julio) fue reconocida como un país libre y soberano,
pudiendo dictar su propia constitución en la ciudad de Montevideo.

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Gobierno de Martín Rodríguez

Los años que van de 1820 a 1824 presentan en Buenos Aires características propias. El antiguo grupo
directorial caído en Cepeda. recuperó nuevamente el poder e inicio una política tendiente a afirmar sus bases
locales para luego organizar la nación según sus tendencias. Un notable progreso material caracterizó la vida
de la provincia porteña y la puso en condiciones de encabezar un nuevo intento hacia la organización
institucional del país.

El triunfo federal de 1820 sobre Buenos Aires sólo fue parcial: esta provincia no perdió la base real de su
poder —el dominio del puerto y la aduana— al tiempo que dentro de ella triunfaba, con Martín Rodríguez. la
causa centralista.

Si bien la necesidad de llegar a la paz condujo a los políticos porteños a firmar el Tratado de Benegas (24 de
noviembre de 1820), la reunión de un congreso nacional no convenía al grupo dirigente de Buenos Aires,
pues no estaba en condiciones de imponer su actitud al país.

La gente que acompañaba a Rodríguez en el gobierno seguía creyendo en las virtudes de un régimen
centralizado; con la llegada de Bernardino Rivadavia al gabinete (agosto de 1821) la línea de acción quedó
definida: buscar por todos los medios el fracaso de la reunión que se celebraba en Córdoba, y elevar en
todos los órdenes el nivel de la provincia para convertirla en sólido pilar de la organización nacional.

Desde fines de 1820, Martín Rodríguez fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires y Bernardino
Rivadavia su ministro de gobierno. Desde ese cargo, Rivadavia puso en práctica un conjunto de medidas que
favorecieron la expansión ganadera en la provincia de Buenos Aires.

El llamado Partido del Orden mediante la introducción de una serie de reformas condujo a un periodo de "paz
y progreso" que los contemporáneos calificaron de: "La feliz experiencia de Buenos Aires". Para ello nombró
a ministros capaces: Bernardino Rivadavia y Manuel García, quienes comenzaron un extenso programa de
reformas que incluían la distribución de tierras públicas, el desarrollo de la agricultura, la ganadería y la
minería, las reformas militares; también crearon la Universidad de Buenos Aires, el Museo de Historia
Natural, fundaron la ciudad de Tandil (provincia de Buenos Aires), establecieron fuertes, reorganizaron los
servicios policiales, etc.. Rodríguez, que debió su nombramiento como gobernador, al menos en parte, al
apoyo de Juan Manuel de Rosas, también firmó el Tratado de Benegas con el caudillo Estanislao López, por
el cual se dispuso una tregua entre Buenos Aires y las provincias mesopotámicas.

Con el objeto de aumentar la representación de los hacendados en el gobierno de la provincia —con los
votos de sus peones— sancionó una ley de elecciones que consagraba el principio de sufragio universal.

También se sancionaron un conjunto de leyes relacionadas con el avance de la frontera y el disciplinamiento


de la mano de obra rural (ley de vagos, de administración de justicia por jueces de paz en distritos rurales).
Durante su gobierno también comenzó la entrega de tierras a través del sistema de enfiteusis.

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Además, Rivadavia eliminó algunos privilegios que la Iglesia mantenía desde la época colonial, y propuso
reformas en el ejército para lograr disciplina y eficacia. Aumentó el número de las escuelas primarias;
modernizó los programas y métodos de estudios del bachillerato, y fundó la Universidad de Buenos Aires.

El grupo ilustrado que apoyaba la acción de Rivadavia estaba integrado por Julián Segundo de Agüero, Juan
Cruz Varela, Esteban de Luca, Manuel Moreno y Cosme Argerich, entre otros. Todos eran miembros de la
Sociedad Literaria y expresaban sus ideas a través de los periódicos “El Argos” y “La Abeja Argentina”.

OBRA DE RIVADAVIA COMO MINISTRO: Desde el cargo de ministro de Gobierno, el "Mulato" así apodado,
se empeña en darle instituciones estables a Buenos Aires. Suprime el cabildo, creando en su reemplazo un
sistema de policía y juzgados de paz. La reforma incluye la reducción de la planta de militares, muy gravosa
para la economía.

La más controvertida fue la del clero; reduce a cuatro el número de conventos autorizados en la ciudad,
suprime el diezmo y confisca numerosos bienes a la Iglesia, compensando con un sueldo a los prelados y
párrocos. El presbítero Antonio Sáenz, rivadaviano, funda en 1821 la Universidad de Buenos Aires en la
Manzana de las Luces, implementando las carreras de Derecho y Medicina.

Organiza una Sociedad de Beneficencia que se ocupa de las escuelas de niñas, el Hospital de Mujeres y la
Casa Cuna, delegándola en Mariquita Sánchez. La cultura en la llamada experiencia rivadaviana, apunta al
refinamiento de la élite gobernante. El público aplaude las óperas de Rossini, Donizetti y Mozart; Angelina
Patti, de gran belleza y agradable voz, es junto a Trinidad Guevara la artista más importante. Impulsa la
educación popular e intensifica la vacunación antivariólica de los niños que se educan en las escuelas
públicas de cada provincia.

Organiza la administración de Correos y hace empedrar por primera vez la ciudad. Decreta como fiesta patria
el 9 de julio. Con el objeto de intensificar los cultivos, el gobierno promueve la ley de Enfiteusis, la cual
permite arrendar a los particulares, las tierras públicas que no se pueden vender por el empréstito Baring
Brothers.

Rivadavia tenía como objetivo extender a todas las Provincias Unidas el proyecto que estaba implementando
como ministro de la provincia de Buenos Aires para lograr así su unificación. Por tal motivo propuso nuevas
medidas:

En lo político:
1- Dictó la ley electoral (14-8-1821), en la cual se establecía el voto universal y cantado, sólo reservado a los
hombres. Se impuso, además, como requisito para ser candidato, ser mayor de 25 años y poseer un
inmueble.
2- Otorgó permiso para retornar al territorio a los exiliados por causas políticas.
3- Dictó la ley de supresión de cabildos (24-12-1821).
4- Dispuso que la justicia ordinaria fuera impartida por jueces de primera instancia y en cada parroquia se
designara un juez de paz.

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5- Dictó leyes protectoras de las libertades individuales, tales como: libertad de imprenta, seguridad individual
y defensa de la propiedad privada.
6- Restauró las fuerzas militares a fin de capacitarlas.
7- Debilitó el poder eclesiástico, impidiendo que sus miembros se juzgaran a sí mismos en caso de cometer
algún delito, y que recibieran el diezmo de parte de sus fieles. Debieron, además, transferir bienes a la
Provincia.

En lo cultural:
1- Revalorizó la educación a través de la creación de escuelas.
2- Creó la Universidad de Buenos Aires.
3- Fundó la Sociedad Literaria, institución que publicaría los diarios Argos y La Abeja Argentina.
4- Creó La Sociedad Filarmónica.
5- Fundó la Academia de Dibujo y Pintura.
6- Fundó el laboratorio de Física y Química, entre otras instituciones.

En lo económico:
1- Creó el Banco de Descuento, institución constituida por un grupo de capitalistas, entre los que se puede
mencionar a Juan José Anchorena, Castex, Obligado, Acevedo y Míguez. La oligarquía porteña se acerca al
poder. Los ganaderos fomentan la exportación de cueros hacia Gran Bretaña y la importación de productos
de fabricación inglesa.
2- Creó la Bolsa mercantil y la Caja de Ahorros.
3- Promocionó la actividad agrícola, fomentando además la inmigración europea.

LA FRONTERA PAMPEANA HASTA 1828: En el sur el limite con los territorios en poder del indio
trazaba un arco desde cordillera de los andes hasta el litoral atlántico, cortando el sur de Mendoza, San Luis,
Córdoba y el extremo meridional de Santa Fe, para luego recorrer la provincia de Buenos Aires
aproximadamente a lo largo del río Salado. Como ya se ha señalado poco fue lo que pudo hacerse en este
terreno en la primera década posterior a la Revolución. Los esfuerzos militares de los gobiernos nacionales
en ese período debieron volcarse casi totalmente en las campañas de la Independencia.

Entre 1823 y 1824 el gobernador bonaerense Martín Rodríguez, aprovechando la relativa paz lograda
después de los sucesos de 1820, incursionó con varias expediciones armadas en la pampa bonaerense,
llegando hasta las inmediaciones de Bahía Blanca y logrando fundar el Fuerte Independencia y delinear el el
futuro pueblo de Tandil. Los intereses de los estancieros porteños, entre los que se contaba el mismo
gobernador, eran uno de los motores de estos avances, generalmente bien recibidos por la prensa de la
época y la opinión.

Uno de los que se destacaron en esas cuestiones fijes el influyente hacendado Juan Manuel de Rosas. Su
acción como jefe de milicias rurales y hábil negociador con los caciques de la pampa fue una de las bases de
su popularidad y prestigio. A su iniciativa como comandante militar de la campaña -durante el gobierno de
Dorrego- se debió la construcción de la Fortaleza Protectora Argentina, fundamento de Bahía Blanca, en

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1828. La frontera era un límite "permeable", no necesariamente regido por los usos de la guerra. Tribus
"amigas" -aunque lo fueran de modo temporal- negociaban con los pobladores; bandidos y desertores solían,
por otra parte, buscar refugio en las tolderías. En las guerras civiles de la época lanceros indígenas
participaron -con sus propios métodos, que incluían el saqueo- en las contiendas nacionales.

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LEY FUNDAMENTAL: Concluido el gobierno de Martín Rodríguez, se designó en su reemplazo al general
Juan Gregorio de Las Meras, distinguida figura de las luchas por la independencia.

Las Heras convocó un Congreso General Constituyente que se inauguró el 16 de diciembre de 1824, al que
concurrieron veintiséis diputados provinciales, de los cuales ocho representaban a Buenos Aires.

El 23 de enero de 1825 el congreso dictó la Ley Fundamental, por la que se declaraba soberano para
entender en todos los asuntos relativos a la organización nacional y para dictar una nueva constitución que
debía ser aprobada por los gobiernos del interior. Hasta que dicha constitución se promulgara, cada provincia
continuaría con su gobierno y sus leyes propias.

La Ley Fundamental, respetuosa de las autonomías provinciales, fue aceptada por todos los caudillos del
interior que tan bravamente habían defendido la causa del federalismo.

Ley fundamental
El congreso general de las Provincias Unidas del Río de la Plata ha acordado y decreta lo siguiente.

Art. 1. Las Provincias del Río de la Plata reunidas en congreso reproducen por medio de sus diputados, y del
modo mas solemne, el pacto con que se ligaron desde el momento en que sacudiendo el yugo de la antigua
dominación española se constituyeron en nación independiente, y protestan de nuevo emplear todas sus
fuerzas, y todos sus recursos para afianzar su independencia nacional, y cuanto pueda contribuir á la
felicidad general.

2. El congreso general de las Provincias Unidas del Río de la Plata es, y se declara constituyente.

3. Por ahora, y hasta la promulgación de la constitución, que ha de reorganizar el estado, las provincias se
regirán interiormente por sus propias instituciones.

4. Cuanto concierne á los objetos de la independencia, integridad, seguridad, defensa, y prosperidad nacional
es del resorte privativo del congreso general.

5. El congreso expedirá progresivamente las disposiciones que se hicieren indispensables sobre los objetos
mencionados en el artículo anterior.

6. La constitución, que sancionare el congreso será ofrecida oportunamente a la consideración de las


provincias, y no será promulgada, ni establecida hasta que haya sido aceptada, 7. Por ahora, y hasta la
elección del poder ejecutivo nacional, queda este provisoriamente encomendado al gobierno de Buenos Aires
con las facultades siguientes:

1- Desempeñar todo lo concerniente á negocios extrangeros. nombramiento, y recepción de ministros, y


autorización de los nombrados.

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2- Celebrar tratados, los que no podrá ratificar sin obtener previamente especial autorización del congreso.

3- Ejecutar y comunicar á los demás gobiernos todas las resoluciones que el congreso espida en orden á los
objetos mencionados en el artículo 4.

4- Elevar a la consideración del congreso las medidas que estime convenientes para la mejor espedicion de
los negocios del estado.

Publicada en "El Nacional". Buenos Aires. 27 de enero de 1825.

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Invasión Portuguesa

Los portugueses habían invadido la Banda Oriental en 1811 y luego se retiraron en virtud del pacto del 26 de
mayo de 1812. Brasil, elevado a la dignidad de reino, sintió renacer las antiguas ambiciones portuguesas
sobre el Río de la Plata. El conflicto entre Artigas y el Directorio y las frecuentes incidencias fronterizas
producidas en la región brasileña de Río Grande les proporcionaron el pretexto.

Juan VI, regente por enfermedad de su madre, ascendió al trono en 1816. A la


muerte de ésta elevó al Brasil a la categoría de reino, como hemos dicho
anteriormente, adoptando al mismo tiempo medidas liberales sobre todo de índole
económica. Poco después hizo venir de Portugal a diez mil hombres a las órdenes
del general portugués Carlos Federico Lecor, barón de Laguna, con el propósito de
ocupar la Banda Oriental, y si las circunstancias lo favorecían, tal vez la
Mesopotamia argentina.

El éxito de la campaña que iba a emprender tenía en su favor la neutralidad del


gobierno de Buenos Aires, según afirmaban en Río de Janeiro los agentes
argentinos, partidarios de coronar a un príncipe portugués en el Río de la Plata. Quizá, hasta se puede llegar
a hablar de complicidad de las autoridades porteñas.

En agosto de 1816 las tropas a las órdenes de Lecor cruzaron la frontera por la zona de la laguna Merim,
cercana del Atlántico, mientras otra columna de dos mil hombres, al mando del general Silveira, penetraba
por Cerro Largo, siguiendo el río Negro, y una tercera, a las órdenes del general Curado, avanzaba por la
margen izquierda del río Uruguay. Una cuarta columna quedó de refuerzo en Río Grande.

Artigas no fue sorprendido por la invasión y pensaba rebasar con sus tropas al flanco derecho enemigo y
atacarlo por la espalda, reforzado por los indios misioneros de su lugarteniente e hijo adoptivo Andrés
Guacurarí o Andresito Artigas (como también se lo conoce). El 27 de octubre de 1816 Artigas sufrió un serio
contraste en Carumbé, sobre las nacientes del río Cuareim. En los otros frentes de combate tampoco las
acciones favorecían a los defensores. En el mes de noviembre las fuerzas orientales parecían desbaratadas
en todas partes.

Silveira derrotó a Fernando Otorgues en el combate de Cerro Largo, y Fructuoso Rivera, el más destacado
lugarteniente de Artigas, fue vencido en India Muerta al pretender atacar las fuerzas de Lecor, el 19 de
noviembre de 1816. El desarrollo de las operaciones militares en la Banda Oriental había agitado la opinión
pública de Buenos Aires. Pueyrredón, quien se había limitado a publicar proclamas de protesta, ante el
creciente descontento de la opinión pública, decidió adoptar una posición más anérgica: entabló
negociaciones con Artigas y el Cabildo de Montevideo.

Envió al coronel Nicolás de Vedia ante Lecor, para intimarle la evacuación del suelo uruguayo, y el
cumplimiento del armisticio firmado en el año 1812. El general portugués recibió cortésmente al delegado
rioplatense y le manifestó que tenía instrucciones de su país de observar la más estricta neutralidad con el

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Directorio, pero que carecía de poderes para detener la campaña. Los orientales continuaron solos su lucha
contra los portugueses y sufrieron un nuevo contraste en el Arroyo Catalán el 3 de enero de 1817.

Lecor continuó su avance y el 20 de enero entraba en Montevideo sin hallar resistencia. Una columna
portuguesa pasó a la orilla occidental del río Uruguay, dispersando las fuerzas de Andresito Artigas y saqueó
e incendió numerosos pueblos, entre ellos Yapeyú, destruido el 13 de febrero de 1817, al día siguiente que
San Martín, que había nacido allí, obtenía la victoria de Chacabuco en Chile.

Artigas prosiguió la lucha contra los invasores. Montevideo fue inmediatamente aislada de toda comunicación
terrestre por partidas de guerrilleros. Pero el sitio formal de la plaza no pudo mantenerse porque el coronel
Bauza pasó con su cuerpo de 600 hombres a Buenos Aires, de acuerdo con un pacto celebrado con Lecor.
La ciudad de Colonia del Sacramento también había sido ocupada y una escuadrilla portuguesa remontó el
Uruguay apoderándose de los puertos de Paysandú y Salto.

Durante los años 1817, 1818 y 1819, las golpeadas fuerzas orientales continuaron su campaña contra los
invasores portugueses. Sin embargo, todos los nuevos intentos de vencer a los lusitanos fracasaron ante las
diferencias de recursos y la pasividad demostrada por los gobiernos porteños.

El 14 de enero de 1820 José Gervasio Artigas fue vencido en Tacuarembó y pasó a Entre Ríos con un
puñado de hombres, el 14 de febrero. Así los portugueses penetraron en la Banda Oriental pese a los
desesperados intentos de Artigas por contenerlos y la significativa pasividad del Director Supremo
Pueyrredón y del Congreso.

El 20 de enero de 1817, fecha de la toma de Montevideo por Lecor, el gobierno de Buenos Aires envió una
protesta de fórmula al general portugués en tanto los ministros del Directorio, Manuel García y Gregorio
Tagle iniciaban conversaciones con los lusitanos para asegurar la Mesopotamia argentina y al mismo tiempo
aceptar la "ocupación provisoria" de la Banda Oriental por los portugueses. La guerra había terminado
después de más de tres año de lucha, con el triunfo de los portugueses.

Los vencedores reunieron el 18 de julio de 1821 un Congreso, cuyos integrantes se pronunciaron en favor de
la anexión con los invasores. En consecuencia, la Banda Oriental pasó a depender del Reino Unido de
Portugal con el nombre de Cisplatina.

El fin de Artigas
En agosto de 1816 el general portugués Carlos Federico Lecor invadió la Banda Oriental con el propósito de
anexar ese territorio. Artigas fue derrotado en los encuentros de Carumbé (27 de octubre de 1816), el arroyo
Catalán (3 de enero de 1817) y Tacuarembó (14 de enero de 1820). Debió emigrar al territorio de Entre Ríos,
donde tuvo serias disidencias con Francisco "Pancho" Ramírez. Pancho Ramírez lo derrotó en Las Guachas
(13 de junio de 1820), en Las Tunas (24 de junio de 1820), en Sauce de Luna (17 de julio de 1820) y en
Abalos (24 de julio de 1820).

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En este último encuentro Ramírez se apoderó de veinticinco carretas, 500 bueyes, armas, y municiones; hizo
prisionero a los mejores oficiales de Artigas y a su secretario, Monterroso. Abatido por la adversidad, sin
armas ni soldados, José Gervasio Artigas cruzó el río Paraná y se asiló en el Paraguay. José Gaspar
Rodríguez de Francia, dictador perpetuo del Paraguay, le destinó unas tierras en Ibiray, cerca de Asunción,
donde murió el 23 de setiembre de 1850. De esta manera llegó a su fin la carrera pública del padre del
sistema federal rioplatense, don José Gervasio Artigas.

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El fin del Directorio
El año 1818 fue muy difícil para la vida de nuestro país. Se agudizó la guerra civil entre el Directorio y los
Pueblos Libres. El 23 de julio de 1818 Estanislao López fue nombrado gobernador de Santa Fe (cargo que
desempeñó por veinte años hasta su muerte en 1838).

Sin embargo, en el campo de los Pueblos Libres también comenzaron a existir disidencias. Eusebio Hereñú
en Entre Ríos, caudillo de la banda del Paraná, rompió relaciones con Francisco Ramírez, que lo era de la
del Uruguay. Pueyrredón decidió apoyar a Hereñú, pero una columna de 600 hombres enviada a las órdenes
del coronel Luciano Montes de Oca fue completamente batida en el combate del arroyo Ceballos, el 25 de
diciembre de 1817.

Una segunda expedición al mando de Marcos Balcarce corrió igual suerte y fue derrotada en el Saucesito el
25 de marzo de 1818. Como consecuencia de estas victorias Ramírez adoptó el título de "Supremo
Entrerriano" y se proclamó gobernador de su provincia.

La tentativa directorial de derrocar al gobernador artiguista de Corriente, Juan Bautista Méndez, terminó en
fracaso. Acosado por todas partes y para sofocar la hostilidad de los caudillos federales, dispuestos a
marchar sobre Buenos Aires, el Director solicitó el apoyo de San Martín y de Belgrano. Al mismo tiempo,
ordenó a un contingente de tropas del Ejército del Norte que bajara hacia Córdoba al mando de Juan Bautista
Bus-tos, con el fin de operar en Santa Fe, pero fue batido por López, en Fraile Muerto.

Pueyrredón intentó entonces invadir Santa Fe con un ejército de 4.000 hombres a las órdenes de Juan
Ramón Balcarce, quien tomó la capital y se proclamó gobernador militar de la provincia el 27 de noviembre
de 1818. Pero pronto, carente de víveres y caballada, debió replegarse a Rosario. Balcarce fue relevado de
su cargo y lo reemplazó Juan José Viamonte, en enero de 1819, pero ya López había obtenido ventajas
tácticas y estaba en posición dominante de la provincia de Santa Fe.

Por intermedio de Viamonte, Belgrano entró en negociaciones con el caudillo y el 5 de abril de 1819 se firmó
el acuerdo de San Lorenzo. En el acuerdo de San Lorenzo se convino que las tropas del Directorio
evacuarían el territorio de Santa Fe y Entre Ríos, para concentrarse en San Nicolás, en tanto que los
santafesinos se retirarían hasta las orillas del río Juramento-Salado.

Quedaría así entre ambos una "tierra de nadie". Había otras cláusulas que disponían medidas destinadas a
facilitar el tránsito entre Buenos Aires y las provincias y a combinar medios comunes de defensa contra los
indios. Ramírez debía aprobar el armisticio y enviar delegados para concertar un tratado definitivo.

La sublevación de Arequito:
Nuevamente, Buenos Aires rompió el armisticio, cuando pretendió movilizar al Ejército del Norte sobre la
provincia de Santa Fe. Asimismo, la oposición porteña era cada vez mayor, lo que llevó a Pueyrredón a
renunciar a su cargo el 9 de junio de 1819.

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Para reemplazar a Pueyrreaón, el Congreso reunido en Buenos Aires eligió al genera! José Rondeau, como
nuevo Director Suoremo. El Directorio y el Congreso pretendieron ahogar la rebelión de las provincias contra
su régimen centralista, utilizando los ejércitos nacionales, separándolos de la guerra por la Independencia y
volcándolos en la represión política. Fracasaron en la empresa. El 8 de enero de 1820, se sublevó el Ejército
del Norte en Arequito, cuando se le ordenó marchar sobre el Litoral, al mando de Juan Bautista Bustos y de
José María Paz.

Por su parte, San Martín desobedeció al gobierno y se negó a movilizar su ejército hacia Buenos Aires en
defensa de la capital. Así, a principios de 1820, el único ejército que sostenía al régimen directorial era el
acantonado en Buenos Aires.

Batalla de Cepeda
A raíz del rechazo de la Constitución de 1819, los gobernadores de Santa Fe y de Entre Ríos, Estanislao
López y Francisco Ramírez, respectivamente, se aprestaban a levantarse contra el gobierno directorial.
Rondeau resolvió enfrentarlos con las fuerzas de Buenos Aires. Con el fin de cerrar el paso de los
montoneros hacia Buenos Aires, Rondeau concentró tropas de línea y milicias en Lujan, mientras los
caudillos del Litoral hacían lo mismo con sus efectivos de Santa Fe y de Entre Ríos, en las inmediaciones del
Arroyo del Medio.

En Buenos Aires quedó como Director sustituto Juan Pedro Aguirre, alcalde de primer voto del Cabildo. El
general Rondeau, adelantándose a los federales, avanzó hasta San Nicolás, donde se unió a los efectivos de
Juan Ramón Bal-carce, y desde allí al frente de dos mil hombres aproximadamente, marchó hasta la Cañada
de Cepeda.

El 1 ° de febrero de 1820 se libró la batalla de Cepeda en las proximidades del Arroyo del Medio, entre las
tropas del Directorio y sus contrarios: loas santafesinos de López, los entrerrianos de Ramírez, los
correntines de Campbell y los emigrados chilenos de José Miguel Carrera.

En medio de gran confusión, la caballería que formaba las alas del ejército de Rondeau, fue atacada y
desbaratada por López y Campbell. Mientras Balcarce con sus tropas de infantería se retiraba en orden,
perseguido por Ramírez y Carrera, quienes finalmente optaron marchar hacia la capital. La batalla duró
escasamente diez minutos. La noticia de la derrota en Buenos Aires produjo pánico, pues la ciudad temía ser
saqueada por los vencedores. (Ver Batalla de Cepeda)

TRATADO DE AMISTAD, COMERCIO Y NAVEGACIÓN:


En diciembre de 1824 se reunió un nuevo Congreso, con la asistencia de representantes de todas las
provincias. Para ese entonces, el general Juan Gregorio de Las Heras había sucedido a Martín Rodríguez en
el gobierno de la provincia de Buenos Aires.

El Congreso, en ejercicio de las facultades legislativas hasta que se dictara una constitución, promulgó una
serie de leyes que regularon, entre otras cuestiones. las relaciones entre las provincias y las de las provincias
con el exterior.

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En enero de 1825, la Ley Fundamental, además de ratificar la declaración de la independencia de las
Provincias Unidas, estableció un sistema de convivencia y respeto recíproco que garantizaba las autonomías
provinciales y declaró constituyente al congreso. De acuerdo con lo expresado por la Ley, las provincias se
gobernarían por sus propias instituciones y no se establecería una constitución sin que previamente fuese
aceptada por todas ellas. También, delegaba en forma provisoria el Poder Ejecutivo en el gobierno de
Buenos Aires, principalmente para el desempeño de las relaciones exteriores. Esta facultad posibilitó la firma
del tratado entre Buenos Aires e Inglaterra, en febrero de 1825, que contó con la aprobación del Congreso.

En enero de 1825, el Congreso sancionó la Ley Fundamental. En ella, los representantes declaraban la
voluntad unánime de mantener unidas las provincias y asegurar su independencia. Declaraban que el
Congreso era constituyente pero que la futura Constitución sólo sería válida después de la aprobación de
todas las provincias.

El tratado, firmado en 1825, establecía la igualdad legal y política entre las Provincias Unidas y el Estado
británico y, sobre todo, se orientaba a proteger los intereses comerciales ingleses. Uno de sus artículos
establecía que "los habitantes de los dos países gozarán de la franquicia para llegar segura y libremente con
sus buques y cargas a todos los parajes, puertos y ríos de dichos territorios a donde sea o pueda ser
permitido a otros extranjeros llegar [...] también alquilar y ocupar casas y almacenes para los fines de su
tráfico y generalmente los comerciantes y traficantes de cada Nación respectivamente disfrutarán de la más
completa protección y seguridad para su comercio, siempre sujetos a las leyes".

Otros artículos aseguraban a los súbditos británicos y a los ciudadanos argentinos, en cada nación, la
exención del servicio militar y de empréstitos forzosos. El tratado se refería también a la libertad religiosa: el
Estado rioplatense se comprometía a respetar y garantizar la libertad de conciencia y de culto a los súbditos
británicos. La cuestión de la tolerancia religiosa generó debates y conflictos, antes y después de firmado el
tratado, por la oposición de los sectores católicos más conservadores, principalmente los de las provincias
del Interior, como La Rioja y Córdoba,

El Tratado de 1825:
De amistad, comercio y navegación, celebrado entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y S. M. B.
Buenos Aires, 2 de Febrero de 1825

Publicado en "El Nacional", Nro. 12. del 10 de marzo de 1825.


["El Nacional'' fue uno de los tantos periódicos que aparecieron por entonces en Buenos Aires. Se publicó
entre 1824 y 1826.]

Habiendo existido por muchos años un comercio extenso entre los Dominios de Su Magestad Británica y los
Territorios de las Provincias Unidas del Río de la Plata, parece conveniente á la seguridad y fomento del
mismo comercio, y en apoyo de una buena inteligencia entre Su Magestad y las expresadas Provincias
Unidas, que sus relaciones ya existentes, sean formalmente reconocidas y confirmadas por medio de un
Tratado de amistad, comercio y navegación. [...]. Artículo 1° Habrá perpetua amistad entre los dominios y

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subditos de S. M. el Rey del Reino Unido de la Gran Bretaña é Irlanda y las Provincias Unidas del Rio de la
Plata y sus habitantes.

Art. 2° Habrá entre todos los territorios [...] una reciproca libertad de comercio. [...].

Art. 8° Todo comerciante, comandante de buque, y demás subditos de S, M. B., tendrán en todos los
territorios de las dichas Provincias Unidas la misma libertad que los naturales de ellas para manejar sus
propios asuntos. [... ].

Art. 9' En todo lo relativo á la carga y descarga de buques, seguridad de mercaderías, pertenencias y efectos,
disposición de propiedades de toda clase, y denominación por venta, donación, cambio, ó de cualquier otro
modo; como también á la administración de Justicia, los subditos y ciudadanos de las dos partes contratantes
gozarán en sus respectivos dominios de los mismos privilegios, franquezas y derechos [... ] estarán exentos
de todo servicio militar obligatorio, [...]; y de todo empréstito forzoso, de exacciones ó requisiciones militares;
[...].

Art. 12. Los subditos de S. M. B. residentes en las Provincias Unidas del Rio de la Plata, no serán
inquietados, perseguidos ni molestados por razón de su religión; más gozarán de una perfecta libertad de
conciencia en ellas, [...] también será permitido enterrar á los subditos de S. M. B. que murieren en los
territorios de las dichas Provincias Unidas, en sus propios cementerios, [...].

Art. 13. Los subditos de S. M. B. residentes en las Provincias Unidas [...], tendrán el derecho de disponer
libremente de sus propiedades. [...].

Art. 14. Deseando S. M. B. ansiosamente la abolición total del comercio de esclavos, las Provincias Unidas
del Rio de la Plata se obligan á cooperar con S. M. B. al complemento de obra tan benéfica, [...].

Hecho en Buenos Aires, el día dos de Febrero en el año de Nuestro Señor, mil ochocientos veinte y cinco.
Manuel J. García - Woodbine Parish

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La Presidencia de Bernardino Rivadavia

A Rivadavia le cabe el honor de haber sido el primer presidente constitucional del país, razón por la cual el
sillón presidencial lleva su nombre. Ello no impide que, tanto por sus medidas como por el modo arrogante
con que las presentó, sea uno de los protagonistas más polémicos de nuestra historia. Participó desde un
primer momento en el proceso independentista.

Influyó desde una segunda línea en los diversos gobiernos patrios e integró misiones diplomáticas para
instalar un rey europeo en las nuevas tierras. Pero alcanzó notoriedad al tratar de imponer, a través de
sucesivas constituciones y reglamentos provisorios, un modelo centralizado de gobierno a todo el país con la
hegemonía de Buenos Aires. La resistencia del interior a ese proyecto
sumió al país en la anarquía.

La guerra contra el Brasil justificó la creación de un Poder Ejecutivo


nacional a cargo de un Presidente de las Provincias Unidas del Río de
la Plata antes de la sanción y aceptación de la Constitución. En
febrero de 1826, Bernardino Rivadavia fue elegido para el cargo y
asumió como presidente.

Sus primeras iniciativas ante el Congreso fueron la creación de un


Banco Nacional y un Ejército Nacional. La gestión de gobierno de
Rivadavia enfrentó fuertes oposiciones.

La ley de capitalización de la ciudad de Buenos Aires —presentada


por Rivadavia y aprobada por el Congreso— generó la oposición de los grupos porteños más tradicionales —
grandes comerciantes y ex funcionarios de la administración colonial— la de los hacendados de la provincia.

Estos grupos no estaban dispuestos a permitir que la ciudad y el puerto de Buenos Aires —principal fuente
de ingresos— dejaran de pertenecer a la provincia. Además, la ley no respetaba la autonomía provincial de
Buenos Aires al poner bajo la autoridad del Poder Ejecutivo central el resto del territorio provincial hasta la
organización de las nuevas autoridades.

Por otro lado, Rivadavia también enfrentó la oposición de muchos gobiernos provinciales luego de la sanción
de la Constitución, en diciembre de 1826. Ésta fue rechazada por la mayoría de las provincias porque —
como la de 1819— proponía explícitamente que era el presidente quien elegía al gobernador de cada
provincia y que éstos dependían directamente del presidente de la República.

Además debido a la incorporación de la Banda Oriental a las Provincias Unidas, Brasil declaró la guerra a las
Provincias Unidas. El Congreso Nacional le declaró la guerra a Brasil. El ejército al mando de Carlos María
de Alvear, obtuvo una serie de triunfos y el almirante Guillermo Brown, a través de su acción naval, logró el
levantamiento del bloqueo a Buenos Aires, luego de triunfar en Punta Lara, Los Pozos, Martín García y
Juncal.

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Las preocupaciones de la lucha interior, sumadas a las del conflicto con el Brasil, forzaron a Rivadavia a
tomar una decisión. Por tal motivo, poco después de obtenido el triunfo de Ituzaingó, envió en misión
diplomática a Río de Janeiro al Dr. Manuel José García, con órdenes precisas de negociar la paz.

Como consecuencia de las gestiones realizadas, el gobierno de Buenos Aires debía reconocer la soberanía
imperial sobre la Banda Oriental, retirar sus tropas y pagar una indemnización por los perjuicios que los
corsarios argentinos habían ocasionado al comercio brasileño.

Al conocerse en Buenos Aires los términos del tratado» estalló la indignación popular y, aun cuando
Rivadavia rechazó el convenio, era evidente que su situación se había vuelto insostenible y que no le
quedaba otro recurso que alejarse del poder.

El 27 de junio de 1827, a poco más de un año y cuatro meses de haber asumido la presidencia de la
República, Rivadavia presentó su renuncia y, como tantos otros argentinos ilustres, emprendió el camino del
destierro.

Fracasó así el intento de organizar un Estado centralizado, con una autoridad que controlara un ejército, un
tesoro, una administración y un territorio.

Rivadavia se retiró definitivamente de la vida pública. En 1829 parte hacia Francia, dejando a su familia en
Buenos Aires. En Paría vuelve a su oficio de traductor. Pasan por sus manos "La Democracia en América" de
Tocqueville; "Los viajes" y "El arte de criar gusanos de seda" de Dándolo.

En 1834 decide regresar a Buenos Aires. Pero el gobierno de Viamonte le impide desembarcar. Su mujer y
su hijo Martín, que lo esperaban en el puerto, suben al barco y se suman al exilio de Rivadavia.

Los hijos mayores, Benito y Bernardino, tienen otros planes: se han sumado a la causa federal y están
luchando para que Juan Manuel de Rosas asuma definitivamente el poder.

Bernardino Rivadavia (1780- Antes había sido secretario de Se educó en el Real Colegio de San
1845) fue el primer presidente Guerra del Primer Triunvirato y Carlos (Buenos Aires). No completó sus
constitucional argentino. Ejerció ministro de Gobierno y estudios pero, gracias a sus viajes, pudo
ese cargo entre el 8 de febrero de Delaciones Exteriores del conocer en forma personal al pensador
1826 y el 7 de Julio de1827. gobernador de sueños Aires, Inglés Jeremías Bentham, padre del
Martín Rodríguez. utilitarismo, cuyas ideas compartía.

Discurso al asumir como ministro de Gobierno de Martín Rodríguez (1821)


"La provincia de Buenos Aires debe plegarse sobre sí misma, mejorar su administración interior en todos los

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ramos; con su ejemplo, llamar al orden los pueblos hermanos; y con los recursos que cuenta dentro de sus
límites, darse aquella importancia con que deberá presentarse cuando llegue la oportunidad deseada de
formar una nación".

Carta a su amigo, el pensador inglés Jeremías Bentham (1818)


"¡Qué grande y gloriosa es vuestra patria!, mi querido amigo. Cuando considero la marcha que ella sola ha
hecho seguir al pensamiento humano, descubro un admirable acuerdo con la naturaleza que parece haberla
destacado del resto del mundo a propósito".

Discurso ante el Congreso proponiendo la capitalización de Buenos Aires


"Esta base es dar a todos los pueblos una cabeza, un punto capital que regle a todos y sobre el que todos se
apoyen; sin ella, no hay organización en las cosas, ni subordinación en las personas y lo que más funesto
será, que los intereses queden sin un centro (...); y al efecto es preciso que todo lo que forme la capital sea
exclusivamente nacional".

Principales artículos de la Constitución de 1826


Artículo 1. La Nación Argentina es para siempre libre e independiente de toda dominación extranjera.

Artículo 7. La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana, consolidada en
unidad de régimen.

Artículo 8. Delega al efecto el ejercicio de su soberanía en los tres altos poderes, Legislativo, Ejecutivo y
Judicial, bajo las restricciones expresadas en esta Constitución.

Artículo 68. El Poder Ejecutivo de la Nación se confía y encarga a una sola persona, bajo el título de
Presidente de la República Argentina.

La Confederación Rosista

Hacia Un Equilibrio Político:(Ver Vida de Juan Manuel de Rosas)

· Se disuelve el Congreso y Dorrego es ahora el nuevo gobernador de Buenos Aires. Comienza un


período frágil e inestable de equilibrio político de signo federal

· Dorrego quiere cuanto antes concretar acuerdos entre las provincias para organizar definitivamente la
organización institucional del país. Se intenta un primer Congreso en la ciudad de Santa Fe pero no se
logra la unidad nacional, asistieron 9 provincias y sólo se ratificó la paz con Brasil que recién se iniciaba
luego de la batalla de Ituzaingó.

· Por otra parte Buenos Aires tenía serios problemas económicos debido a la guerra con Brasil, y
deseaban conseguir el orden cuanto antes, pero Dorrego quería continuar la lucha con el país vecino,

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obstaculizando de esta manera los planes de los porteños. Juan Manuel de Rosas, jefe de la milicias
desde 1827 y José Manuel García le restan apoyo a Dorrego, llevándolo a una posición de debilidad y de
aislamiento político.

· A su vez Lavalle regresaba con su ejército desde el norte del país y viendo la débil posición del
gobernador, decide generar un golpe de estado, tomando el poder y destituye a Dorrego. Mas tarde
Dorrego es fusilado por órdenes de Lavalle en Navarro, provocando una indignada reacción popular tanto
de los propios unitarios como de los federales.

· La Convención creada en Santa Fe durante el Congreso, se declara soberana y repudia la actitud de


Lavalle y lo enfrenta con u ejército bajo las ordenes del Brigadier López y Juan M. De Rosas,
derrotándolo en Puente Marqués.

· Lavalle pacta con Rosas en Cañuelas y deciden forma un nuevo gobierno con la participación de
ambas facciones políticas.

· Llegado el momento de votar se producen nuevos disturbios y Lavalle debió retirarse a Uruguay, luego
de un nuevo pacto, el de Barracas.

· Viamonte fue elegido como nuevo gobernador de los porteños, restituyendo la Legislatura que había
sido anulada por Lavalle. (como se decía en aquella época: "fue un arreglo entre porteños")

· La misma Legislatura resolvió en 1829, que se eligiera a J.M. de Rosas como nuevo gobernador
otorgándole Facultades Extraordinarias, hasta tanto no se supere la crisis y el caos institucional de la
provincia.(Facul. Extraordinarias significa que podía dictar leyes sin la aprobación de la Legislatura)

· Con Rosas al gobierno asciende al poder un nuevo grupo de hacendados, saladista, grandes
comerciantes, ganaderos, estancieros, terratenientes autonomistas y conservadores, que desplaza al
tradicional conjunto de hombres liberales que habían gobernado desde 1810. (medianos y pequeños
comerciantes, militares, intelectuales, profesionales)

· Rosas comenzó con un primer período de gobierno que duró 3 años, desde 1829 a 1832.

Primer Gobierno de Rosas:

· Fue llamado el Restaurador de la Leyes, e impuso un régimen dictatorial.

· Exigió un culto a su persona, obligando a colgar su retrato en todos los actos públicos e instituciones
oficiales.

· Impuso la obligación de utilizar una cinta punzó a todos los empleados provinciales.

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· Cuidó los intereses comerciales de todo este nuevo grupo de hombres mercantilistas, que nunca
pensaron en repartir los beneficios de la aduana con el resto de las provincias del país.

· Bajo su "especial" federalismo logró controlar la situación, ordenar el caos social para reiniciar la
actividad económica.

· Consolidó su poder haciendo uso de actitudes violentas y tiránicas, combatiendo a todos sus opositores
políticos y a su vez trasmitiendo el miedo social, sobre todo en las clases más necesitadas, lo que le
permitió manejar a su antojo a todo este sector.

· Amenazó, censuró, sacrificó y desterró a todos los rivales disidentes, apodándolos indiscriminadamente
de: "Salvajes Unitarios". Su lema era: Federación o Muerte".

· Restringió la libertad de prensa y de opinión. Clausuró a aquellos periódicos que de alguna manera
disentían con su forma de gobernar.

· Gobernó y organizó el país como si fuera un patrón de estancia, protegiendo a sus súbitos pero
sometiéndolos.

· Relegó la educación de todos los habitantes, dejando esta función en manos de la Iglesia.

· No promovió la industrialización y se resistió a las innovaciones tecnológicas.

Situación En El Interior del País: (ampliar: Formación de la Liga Unitaria)

· El Gral. José M. Paz volvía al igual que Lavalle de la guerra con Brasil y depuso al gobernador de
Córdoba, Busto, librando una batalla en San Roque.

· Facundo Quiroga salió a la defensa del gobernador cordobés pero también fue vencido en La Tablada y
Oncativo.

· En 1830 las provincias del interior formaron la Liga Unitaria subordinada al poder militar del José María
Paz.

· Como alternativa de defensa las provincias del litoral se reunieron en Santa Fe y formaron una alianza
ofensiva - defensiva firmándose el Pacto Federal.

· En 1831 el país estaba dividido en dos bloques: La Liga Unitaria


Federación o Muerte

· Al poco tiempo una partida de hombres del Brigadier López tomó por sorpresa al Gral. Paz, cayendo
éste prisionero y debilitando notablemente la unión y organización de la Liga Unitaria.

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· Se restituye la gobernación federal en Córdoba y demás provincias. Vicente Reynafé fue el nuevo
gobernador de Córdoba, pues Busto había fallecido.

· Los restos del ejército unitario quedó en manos de Lamadrid, gobernador de Tucumán, que se trasladó
a esta provincia. Allí fue derrotado por Quiroga en la batalla de Ciudadela.

· Heredia fue el nuevo gobernador federal de Tucumán.

· De esta manera comienza un periodo de estabilidad institucional federal en la república, lo que le


permitió conseguir cierto crecimiento económico en algunas zonas como fue el caso de las provincias
litoraleñas.

· A pesar de haberse logrado la estabilidad política Rosas siempre se negó a la organización


constitucional del país, aduciendo que aún las provincias no estaban maduras políticamente como para
manejarse con autonomía.

Las provincias del interior le exigían al gobierno central: (Corrientes mediante el diputado Pedro Ferré, fue
una de las que con más vehemencia defendió esta postura)

· Reparto equitativo de las ganancias de los impuestos aduaneros.

· Libre navegación de los ríos interiores, Paraná y Uruguay.

· Reglamentar el comercio exterior, protegiendo algunas industrias.

Como la discusión provincias-gobierno porteño se ponía cada vez más difícil, se decidió formar una Comisión
Representativa de los gobierno provinciales para que a corto plazo reunidos en un Congreso Federal se
reglamentase todos los pedidos. Lamentablemente esta Comisión no pudo convocar a las provincias y
finalmente fue disuelta. De esta manera triunfó la estrategia rosista, y ha partir de este momento hasta su
caída definitiva en 1852, el gobierno de Rosas basó su mandato sobre los diversos acuerdos estipulados en
el Pacto Federal. Fue el único documento legal para imponer la unidad política sin Constitución, bajo el
creciente predominio porteño.

Buenos Aires manejaba las relaciones exteriores (pues representaba a todas las provincias) y poseía el
poder militar, pues comandaba el ejército nacional.

En 1832 luego de un corto período de orden político y económico, la Legislatura porteño vio favorable volver
a la legalidad y consideró innecesario seguir otorgándole las facultades extraordinarias a Rosas.

Rosas se aleja del gobierno provincial para llevar a cabo una expedición al sur del país para ampliar las
fronteras nacionales, combatiendo a las tribus indias que dominaban todas esas zonas poniendo en peligro
los bienes de los habitantes sureños.

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Balcarse fue el nuevo gobernador de Buenos Aires, por supuesto aliado de Juan M. De Rosas.

La Expedición de Rosas: (ampliar este tema)

· Se realizó con el apoyo de otras provincias como Córdoba, San Juan, San Luis y Mendoza.

· También tuvo apoyo económico de los grandes terratenientes y ganaderos amigo de Juan Manuel

· Comenzó en 1833 hasta 1834, haciendo retroceder a los indígenas más hacia el sur.

· Recorrió los ríos Limay, Negro y Neuquén, y concertó paz con algunos grupos de indios menos
guerreros como los pampas, y los tehuelches. Usó políticas de amistad mediante la entrega temporal de
regalos y ayuda económicas.

· Se conquistaron 2900 leguas cuadradas.

· La Legislatura autorizó el reparto entre oficiales de una parte de los territorios conquistados, por
ejemplo a Rosas se le entregó la isla Choele-Choel.

· Algunas provincias no pudieron mantener el control de las tierras ganadas, debido a que la crisis
económica no les permitía mantener sus ejércitos.

Situación En Buenos Aires (1833-1834)

· Rosas desde el sur mantenía correspondencia fluida con sus aliados en Buenos Aires, dirigidos
fundamentalmente por su señora Encarnación Ezcurra.

· En Buenos Aires se formaron dos grupos políticos dentro del partido federal:

a) los cismáticos o lomos negros que apoyaban a Balcarce, de orientación liberal,


constitucionalista y popular.(Dorrego también era de esta tendencia, conocida como Federales
doctrinarios, para él el federalismo era la garantía del régimen republicano y de la libertad, y era el mejor
camino para estimular la cultura, la educación y la riqueza de un país).

b) los apostólicos de orientación conservadora rosista, contraria a la tolerancia religiosa.

· Las luchas internas entre estas facciones llevó al derrocamiento de Balcarce y la asunción del nuevo
gobernador Viamonte.

· Encarnación Escurra formó un grupo político en apoyo a su marido llamado: La Sociedad Popular
Restauradora que a su vez se apoyaba en el poder violento de un ala de choque conocida como
Mazorca.

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· Por otra parte, Quiroga fue asesinado por los hermanos Reynafé, durante un viaje, en Barranca Yaco,
ciudad de Córdoba.

· Estas inestabilidades políticas crearon las condiciones para que la Legislatura porteña nuevamente
otorgue a Rosas, ya ahora, la suma del poder público hasta tanto el gobernador lo crea necesario.

· Rosas acepta la gobernación con la condición que se realice un plebiscito en la ciudad de Bs.As. que
convalidara el otorgamiento de la suma del poder público.

· Casi 10000 personas votaron, y sólo 8 se opusieron a tal medida, de esta manera Rosas asume todo
el poder sin limitaciones y por tiempo ilimitado. Sobre este poder, durante los próximos 17 años, organizó
un nuevo orden político y social en la provincia y resto del país.

· Rosas tenía mucho prestigio debido a su exitosa campaña militar que tiempo atrás había obtenido en la
lucha contra el indio para ampliar las fronteras.

· El 1ro. De enero de 1833 llegó a las islas Malvinas la corbeta inglesa Clío, que amparada de sus
poderosos cañones hizo desalojar a las fuerzas argentinas , muy inferiores en número, y tomó posesión
de las islas en nombre de su Majestad Británica. A partir de ahí toda negociación y denuncias fueron
inútiles.(ampliar sobre este acontecimiento)

Segundo Período de Gobierno de Juan Manuel de Rosas:

· Este período se caracterizó por el progresivo sometimiento y subordinación del resto del país a su
política de gobierno.

· Después de la muerte de Quiroga en 1835 y la de López en 1838, los proyecto federales de los
caudillos provinciales se fueron desvaneciendo y Rosas quedó como único caudillo nacional, dueño de
todo el poder político, militar y económico.

· Consolidado su poder ahora sólo se dedica a extender su hegemonía política al resto de las provincias,
aprovechando la docilidad de los otros gobernadores provinciales.

· En Santa Fe tuvo el apoyo de Juan Pablo López, hijo de Estanilao, en Entre Ríos, lo apoyó el
gobernador Pascual Echague, y así también logró el apoyo de San Juan, Córdoba, Mendoza, San Luis,
Catamarca y La Rioja, en cada provincia había un servidor de su política.

· La situación en el Norte era un poco más difícil de resolver, y trató por cualquier medio de someter
estas zonas a su política autocrática por ejemplo, debido a la gran influencia que tenía el gobernador de
Tucumán, Alejandro Heredia, sobre Santiago del Estero, Salta y Jujuy, Rosas decide declararle la guerra
Bolivia, para recuperar la provincia de Tarija, pero en realidad su deseo era colocar las fuerzas de la
confederación al mando de Heredia y tratar de este modo de anular su predominio sobre las provincias

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del Interior distrayéndolo de su función de caudillo. Otra causa de la guerra a Bolivia es que Rosas
sospechaba que el mariscal boliviano Santa Cruz, ayudaba a los exiliados unitarios argentinos.

· También realizó una estricta purga de funcionarios militares, eclesiásticos y civiles tratando de
garantizar la estabilidad de su régimen.

Algunas Reacciones Contra Rosas: (ampliar sobre este tema)

Conflictos Internos:

· Entre 1838 y 1839, el gobernador de Corrientes, ayudado por el gobernador de Santa Fe, Domingo
Cullen y el presidente de la Banda Oriental, Fructuoso Rivera encabezan un alzamiento, pero que fue
controlado por Pascual Echague, gobernador entrerriano fiel a Rosas. Murieron Cullen y Berón de
Astrada.

· Una conspiración en Buenos Aires encabezada por Ramón Maza y su padre (actual presidente de la
Legislatura), fue descubierta y sus cabecillas asesinados.

· Algunos estancieros en el sur de la provincia se sublevaron contra el régimen y fueron vencidos,


fusilados y degollados, colocando sus cabezas a punta de pica, como era la costumbre del sistema.

· En 1839, Lavalle, radicado en Uruguay, y apoyado por orientales y franceses, desembarca en Entre
Ríos y avanza hacia Corrientes para fortalecer su ejército, debido a una mala decisión en su dirigencia,
el general Manuel Oribe, lo alcanza y lo derrota en Quebracho Herrado en 1840. Lavalle alcanza a huir
hacia el norte y es nuevamente derrotado en Famaillá, sigue escapando camino a Bolivia hasta que
finalmente fue muerto por un balazo.

· En el norte se había formado una Coalición para luchar contra Rosas, al mando de Marco Avellaneda,
gobernador de Tucumán, pero estando el ejército de Oribe, logra desbaratar todos los planes y toma
prisionero a Avellaneda, el cual fue degollado en Metán. También su cabeza fue exhibida a punta de
pica.

· José María Paz, que había logrado escapar de la prisión en Santa Fe y más tarde de la del Cabildo de
Luján, se puso a las órdenes del gobernador correntino Ferré, organiza un ejército que es derrotado por
Pascual Echagüe. Disgustado con Ferré, Paz se retira Uruguay. Paz queda a cargo de proteger la banda
oriental.

· Por otro lado Rivera forma un nuevo ejército, que junto a las fuerzas de Paz, deciden atacar a Rosas,
pero Oribe, que volvía triunfante del norte, derrota totalmente a las fuerzas revolucionarias, abrigándolos
a regresar a la Banda Oriental.

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· Madariaga toma el gobierno de Corriente, pero Urquiza por orden de Rosas, ataca logra un acuerdo,
firmado en 1846, llamado Tratado de Alcaraz, de esta manera Corriente ingresa a la Confederación
rosista. Rosas no acepta los términos del tratado y obliga a Urquiza a que lo someta, pedido que no
acata y provoca la ruptura de Entre Ríos con el dictador. (ver Fracasos de la Oposición)

Conflictos Externos:

· En 1837 debido al auge que tomaba el puerto de Montevideo, Rosas impuso fuertes impuestos a los
productos desembarcados en Buenos Aires, que antes hayan pasado por Montevideo. Además exigió la
incorporación de los franceses a las fuerzas argentinas, medida que provocó la protesta del gobierno
francés.(los ingleses estaban exceptuados) La protesta fue rechazada por Rosas, y como réplica la
escuadra francesa bloquea el Río de la Plata y toma la isla Martín García. Este conflicto duró dos años y
finalmente es levantado el bloqueo y por su parte Rosas debe pagar los gastos de la guerra y eximir del
servicio militar a estos extranjeros.

· Rosas mas tarde logra sitiar Montevideo, junto a Oribe. Dispuso además impedir la libre navegación de
los ríos Paraná y Uruguay, medida que iba en contra de los intereses franceses y británicos,
que sumado al no pago de una deuda con Inglaterra, provocó un nuevo conflicto. Las escuadras
bloquearon nuevamente el Río de la Plata, e ingresaron a río Paraná con 11 barcos, y en la Vuelta de
Obligado fueron interceptados por la fuerzas rosistas al mando de Lucio Mancilla, provocando una gran
pérdida a las fuerzas extranjeras, pero que no lograron detener su avance hacia otros puertos internos.
Mas tarde se levantó el bloqueo luego de arduas negociaciones.

LA DICTADURA DE ROSAS
Caudillo del pueblo o dictado
La dictadura de Rosas tuvo los defectos que tiene la casi totalidad de las dictaduras: en primer lugar, la
muerte de los partidos y la persecución tenaz de los opositores. Nadie negará que Rosas no admitió
libertades políticas durante su gobierno. En segundo lugar, el encumbramiento de una clase social y el
hundimiento de otra.

El dictador necesita que una gran parte del pueblo lo ayude y cuando no puede apoyarse en la
aristocracia se apoya en la democracia. Rosas concurría a los bailes de negros y adulaba a las clases
bajas y a la gente de los campos. En tercer lugar, la invención de una guerra para justificar las medidas
fuertes. Cuando una dictadura teme tambalearse busca una guerra exterior o inventa graves
levantamientos internos. El ejército en pie está al servicio del dictador. Rosas explotó la guerra contra los
indios, en el desierto, y luego la llamada guerra contra Francia. En varias oportunidades Rosas pudo
hacer la "paz con Francia; pero se negó a elle para poder seguir combatiendo a los unitarios. En cuarto
lugar, la creador, de guardias pretorianas o ejército; personales que son el sostén armado del propio
partido en contra de todo; los demás partidos. En quinto lugar el endiosamiento del dictador. Su retrato se
hallaba en los altares de nuestras iglesias y nunca prohibió que se lo adulase hasta tal extremo.

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Raro es el dictador que no sea víctima de su propia dictadura. Por lo común también mueren en el
destierro. La vida de Rosas no sorprende a los historiadores europeos que conocen a fondo la historia de
las dictaduras. En ella se encuentran —repetimos— todos los defectos de las dictaduras vulgares.

ENRIQUE DE GANDÍA, ROSAS, PRIMER DICTADOR ARGENTO

Juan Manuel de Rosas

Juan Manuel de Rosas fue un político argentino, gobernador de Buenos Aires en los períodos 1829-1832 y
1835-1852. Amado por sus seguidores, y temido y odiado por sus opositores, quienes lo llamaron tirano y
dictador. Lo cierto es que estuvo en el poder por más de 20 años, con facultades extraordinarias otorgadas
por la legislatura provincial, tratando de ordenar el país contra la anarquía política.

En "Palabras de Historiador" de Felix Luna, el autor lo define como "el mas contradictorio, el mas
controvertido y el que ha registrado mas polémicas y el que siempre será un personaje muy ambiguo, muy
difícil de definir" (pag.72)

Comienzos del caudillo:

Nació en Buenos Aires (n. en Buenos Aires, 30 de marzo de 1793 - † Southampton, Hampshire, 14 de marzo
de 1877) , en el seno de una de las

familias más destacadas de la ciudad. Su verdadero nombre era Juan Manuel Ortiz de Rozas; pero decidió
"acriollarlo" y aplebeyarlo, ya antes de su primera aparición en la política, por Juan Manuel de Rosas. Era un
hombre práctico, de espíritu conservador, y con todas las características de un caudillo. La primera
interrupción en sus actividades de estanciero fue debida a las invasiones inglesas. El 12 de agosto de 1806
estuvo Juan Manuel entre " los voluntarios que formaron el ejercito que reconquisto Buenos Aires". Luego de
la rendición, Liniers lo devolvió a sus padres, portador de honrosa carta testimonial.

Amasó una gran fortuna como ganadero y exportador de carne de vacuno, en la época en que el virreinato
del Río de la Plata luchaba por su emancipación del dominio español. En 1818 comienza a hacer algunas
comisiones políticas, al tiempo que entró a administrar y poblar las estancias de Juan José y Nicolás
Anchorena. Mas tarde compraría con Terrero (quien lo acompañaría durante sus dos futuros mandatos) las
estancias San Martín y Del Rey, entre otras. Empezó a adquirir prestigio y durante la década del ’20 se
transformo en uno de los personajes más importantes de Buenos Aires. Llegó a tener un ejército personal
formado por peones: Los Colorados del Montes. Y durante el gobierno de Rodríguez ocupó el cargo de
comandante de campaña.

Primer gobierno:

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Durante el primer gobierno de Rosas, el país no estaba organizado como una nación, sino que las provincias
se habían enfrentado firmando por un lado la Liga Unitaria (Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, La
Rioja, San Juan, San Luis, Tucumán, Salta y Mendoza) y por el otro lado el Pacto Federal (Buenos Aires,
Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes).

El 6 de diciembre de 1829 la legislatura eligió a Rosas gobernador y le otorgaron facultades extraordinarias.


Si ya gobernaba de afuera, ¿cómo no iba a hacerlo ahora que estaba en el poder?

Desde el principio declaró enemigo al partido unitario, y utilizó la famosa divisa: "El que no está conmigo, está
contra mí" para atacarlos. Por lo que puso a su favor a los burgueses, conservadores y reaccionarios, a los
católicos, a los gauchos descontentos, a los indios, a la plebe urbana y a parte de la población rural. Rosas
apareció como un restaurador, debido a la actitud de desprecio, de violación de derechos que habían dado
los anteriores gobiernos. En su contra aparecieron los unitarios, los jóvenes ilustrados, los liberales, los
militares y viejos patricios de la revolución.

Su gobierno era centralista, respetuoso de los señores feudales siempre y cuando estos le estuviesen
sometidos. Tenía un criterio proteccionista antieuropeo, de un nacionalismo estrecho, y reacio a los cambios
y a lo extranjero. Su primera medida en el gobierno, de hecho, fue suprimir la libertad de prensa y adueñarse
de ella. Sin embargo este primer periodo fue solo una imagen de lo que sería el segundo término, ya que
aquí Rosas no tenía experiencia verdadera en la política.

Así es que en 1832 Rosas impide que la Comisión Representativa convoque a un congreso general para
organizar la república. La idea de Rosas era que el país no estaba en condiciones de entrar en una
organización general; debía mantenerse la unión de las provincias sólo con el Pacto Federal. "Debemos
existir y después organizarnos", era su argumento.

Segundo Gobierno:

El 7 de marzo de 1835 la Legislatura, confirió el gobierno a Rosas por cinco años con la suma del poder
publico, sin mas restricciones que conservar y proteger la religión católica, y sostener y defender "la causa
nacional de la Federación". El nombramiento fue confirmado por un plebiscito que dio 9720 votos a favor y 8
en contra. Se le depositó la suma del poder público de la provincia; Pero ¿Cómo llegó Rosas a tener todo
este apoyo? Debemos por ende analizar el período 1832-1835, tiempo en que Rosas no gobernó.

Primero Rosas no aceptó en 1832 la reelección sin los poderes extraordinarios. Y a partir de allí se lo eligió
varias veces para que vuelva al poder, pero en todas se negó debido a que no le otorgaban los poderes
especiales; él deja el gobierno para trabajar desde afuera y dificultar al gobierno muy astutamente. Segundo,
la policía, el ejército, la prensa y las masas estaban a su merced. Tras formar su propio Partido Restaurador
Apostólico, y con el apoyo de la Sociedad Popular Restauradora, conocida como 'La Mazorca', que aterrorizó
a sus adversarios unitarios, Rosas formó alianzas con los líderes de las demás provincias argentinas,
logrando el control del comercio y de los asuntos exteriores de la Confederación. Un hecho más que decisivo
fue la revolución de los restauradores del 11 de octubre de 1833: El gobernador Balcarce ordenó que se

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diera a lugar un juicio al periódico El Restaurador de las leyes, por lo que se empapeló Buenos Aires con
carteles que anunciaban el proceso al "Restaurador de las leyes". Y la gente de los suburbios pensó que el
juicio era a Rosas, ya que también se lo conocía con ese nombre. Y al iniciarse la audiencia se produjo un
enorme alboroto que terminó con el sitio de la ciudad por parte del general Pinedo, adherido a la protesta. Y
el ejército del gobierno se encontraba con Rosas en el sur en la campaña "exterminadora" del desierto.

Balcarce debió renunciar, y posteriormente lo mismo harían José Viamonte y V.Maza (luego del asesinato de
Quiroga). Al volver de la expedición al desierto, la legislatura le acordó una medalla. Sin embargo no poseía
un espíritu bélico, aunque supo explotar su prestigio. Así Rosas aparecía como el único capaz de calmar la
situación.

Es en esta etapa de temor y anarquía política en la que Rosas aparece como el único capaz de terminar con
el difícil momento y establecer la paz tan esperada.

Represión:

El ejercicio de las atribuciones extraordinarias y la acción de la Sociedad Popular Restauradora, le


permitieron eliminar la oposición, ya sea unitaria o federal. Hubo destituciones y fusilamientos en masa, y se
decretó el uso obligatorio de las divisas punzó. Se empapelaron las ciudades con cárteles como: "¡Mueran
los salvajes unitarios!" o "¡Vivan los federales!". Afirmó su lucha sobre los unitarios y exigió una sumisión total
a la federación, no solo en Buenos Aires sino en todo el interior. Abolió la independencia del poder judicial, y
llegó a ejercer personalmente facultades judiciales (como el caso de los hermanos Reinafé, a quienes se los
encontró culpables y se los colgó).

Fue una época de terror para los unitarios, o mas bien para todos los que no estuvieran a favor del dictador.
Todos los opositores se debieron exiliar, en general a Uruguay, o eran juzgados aquí. La gente se retractaba,
se cuidaba de cualquier motivo de sospecha, como hablar, pasear, escribir, etcétera. La simple sospecha de
complicidad con un unitario bastaba para ser ejecutado; la sociedad Popular Restauradora fue un club
terrorista y temido. Rosas también se aseguró de que su retrato estuviera expuesto en todos los lugares
públicos tras autoproclamarse 'tirano' en 1842.

En junio de 1839 fue descubierta en Buenos Aires una conspiración organizada por Manuel V. Maza,
presidente de la Sala de Representantes, que tenía contacto con otros movimientos que actuaban en la
campaña y con los emigrados. Maza y su hijo fueron muertos. La misma suerte tuvieron los cabecillas de la
Rebelión de los Hacendados del Sur de la provincia, que tuvo su foco en Chascomús y Dolores. Estos
alzamientos debían coincidir con la invasión de Lavalle a Buenos Aires, lo que no pudo concretarse.

Los unitarios, con imprudentes golpes de estado, con medidas, arbitrarias, con su recurso a los actos
habilidosos, crearon el clima propicio al desprecio por la ley. Rosas pudo destruir la anarquía pero creó un
miedo pavoroso.

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En el primer gobierno se había limitado a organizar la administración de Buenos Aires, y en el segundo a
todo el país, colocando gobernadores sometidos en las demás provincias.

Medidas:

Tuvo una política centralista y sus intereses se identificaron con los de Buenos Aires. Lo favorecía el puerto
único, y el 18 de diciembre de 1835 estableció la Ley de Aduanas, por la cual se protegían los productos e
industrias de las provincias impidiendo la penetración de productos extranjeros que compitieran con los del
país, aunque se conservaba a Buenos Aires como único puerto de ultramar. Esta medida era un interesante
intento de proteccionismo económico que benefició a ciertas industrias nacionales; Sin embargo favorecía a
Buenos Aires, por lo que el litoral se opuso a ellas.

Al principio de su segundo gobierno llamó a los jesuitas de Europa, ofreciéndoles protección y mantenerlos y
colocarlos en universidades y colegios. Así buscó presentarse como protector de la religión, de las ciencias, y
de las letras. (5) Si bien la iglesia y la prensa eran auxiliares importantes de Rosas, la última sanción de su
gobierno era la fuerza, aplicada por militares y la policía. La organización militar no solo estaba para defender
sino para controlar, a la población.

Sin embargo para superar la crisis económica provocada por las luchas internas y los bloqueos, decretó
cesantías en masa, rebajó los sueldos, redujo el presupuesto de la Universidad, prohibió la exportación de
oro y plata, entre los más importantes.

Legado del gobernador:

La sociedad tomó su forma bajo el gobierno de Rosas y subsistió después de él. La hegemonía de los
terratenientes, la degradación de los gauchos, la dependencia de los peones, todo eso fue herencia de
Rosas. El ayudó a crear una sociedad; comenzando por la estancia estableció valores que se extendieron a
toda la provincia y se convirtieron en alma en el estado de Rosas. "Subordinación era su palabra favorita, la
autoridad su ideal y el orden su logro. Elogiaba a las clases bajas y a los pobres (a quienes siempre ayudó)
por su obediencia. Rosas explicaba los orígenes de su régimen como una desesperada alternativa para la
anarquía; y sus medidas represoras eran un mal necesario.

Defensor de la Soberanía Argentina:


La guerra con Francia

Desde 1830, Francia buscaba aumentar su influencia en América Latina y, especialmente, lograr la
expansión de su comercio exterior. Consciente del poder inglés, en 1838 el rey Luis Felipe exponía ante el
parlamento que “sólo con el apoyo de una poderosa marina podrían abrirse nuevos mercados a los productos
franceses...”. En marzo de 1838 una escuadra de guerra francesa bloqueó el puerto de Buenos Aires.

Sobre el reclamo particular de Francia —la eximición del servicio de armas para sus súbditos—, el gobierno
de Buenos Aires retrasó la respuesta por más de dos años. Rosas no se oponía a reconocer a los residentes

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franceses en el Río de la Plata el derecho a un trato similar al que se daba a los ingleses. Pero sólo estuvo
dispuesto a reconocerlo cuando Francia envió un ministro plenipotenciario (con plenos poderes) para la firma
de un tratado, lo que significaba un trato de igual a igual y un reconocimiento de la Confederación Argentina
como un Estado soberano.

La Convención fue acordada entre el gobierno de Buenos Aires, encargado de las relaciones exteriores de la
Confederación Argentina, y el representante del gobierno de Francia el 29 de octubre de 1840. Esta
Convención se conoce como el Tratado Mackau-Arana porque los ministros que lo firmaron fueron el
almirante barón de Mackau por Francia y Felipe Arana por Buenos Aires. El tratado establecía el
levantamiento del bloqueo al puerto de Buenos Aires y la devolución de la isla Martín García y de los barcos
capturados al gobierno de Buenos Aires por parte de Francia, y a su vez, el gobierno de Buenos Aires
acordaba eximir del servicio de armas a los súbditos franceses y pagar indemnizaciones a los perjudicados
por el conflicto.

La intervención de Gran Bretaña y Francia

A partir de 1842 se reanudó un conflicto interno en la Banda Oriental y Rosas intervino apoyando a uno de
los bandos. Esta decisión del gobernador de Buenos Aires provocó la reacción de Francia y de Gran Bretaña
k decisión de una intervención conjunta en el Río de la Plata.

Para Gran Bretaña, la posibilidad de una acción coordinada entre la Banda Oriental y Buenos Aires
significaba la anulación de la división política en el Río de la Plata —impuesta por su mediación con la
creación, en 1828, de la República Oriental del Uruguay como Estado independiente—. Los intereses
británicos se veían gravemente amenazados por el peligro de una política conjunta de los dos países que
controlaban el comercio y la navegación en el río de la Plata. Los intereses de los comerciantes ingleses en
Montevideo y en Buenos Aires no eran lo mismos. Pero los dos grupos se beneficiaban con la navegación
pacífica del río de la Plata y con la apertura de los ríos interiores (el Uruguay) al comercio internacional.

En esta oportunidad, también Brasil intervino en el conflicto a favor de sus propios intereses. A mediados de
1844 propuso a Gran Bretaña una acción conjunta contra Buenos Aires para eliminar la influencia argentina
en la Banda Oriental y establecer la apertura de la navegación de los ríos interiores. Esta apertura era
necesaria, declaraba, para poner fin al aislamiento del Paraguay.

Finalmente, el gobierno inglés decidió intervenir con el objetivo de lograr la libre navegación de los ríos y
mantener el equilibrio rioplatense según el tratado de 1828 frente a las pretensiones de incorporar la Banda
Oriental al sistema rosista. Además, la larga duración de la crisis oriental comprometía la estabilidad
económica de la región y perjudicaba a los sectores mercantiles extranjeros y locales. Francia aceptó
intervenir limitando sus objetivos —según declaró— a la defensa de la independencia oriental frente a la
intervención argentina. En abril de 1845, naves inglesas y francesas bloquearon el puerto de Buenos Aires.

LA LIBRE NAVEGACIÓN DE LOS RÍOS: El tratado del Cuadrilátero -firmado en la ciudad de Santa Fe, el 25
de enero de 1822, por Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes-establecía la paz, amistad, unión y

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respeto recíproco entre las provincias firmantes; la alianza frente a una posible agresión exterior o interior; la
libre navegación de los ríos y la no asistencia al congreso organizado en Córdoba, según lo dispuesto en el
Pacto de Benegas. Al mismo tiempo, acordaba la convocatoria a un congreso general cuando las
condiciones se volvieran propicias. Según el historiador Clifton Kroeber, en La navegación de los ríos en la
historia argentina, lo que las provincias litorales entendían por libre navegación de los ríos, es decir, comercio
directo con el exterior a través de sus muelles o el trasbordo de las cargas de naves extranjeras en el Río de
la Plata sin tener que pagar impuestos a la provincia de Buenos Aires, difería de lo entendido o aceptado por
los porteños, pues, en Buenos Aires, "ninguna facción [..,] estaba dispuesta a renunciar a su posición de
dominio en el comercio".

El caudillo oriental Manuel Oribe —con el apoyo de Rosas— mantenía sitiada la ciudad de Montevideo por
tierra y, desde 1843, Buenos Aires sitiaba por el río las costas de la Banda Oriental. Pero las naves inglesas
desconocían el bloqueo de las naves porteñas y permitían el aprovisionamiento de Montevideo. A mediados
de 1845 y después de un ultimátum, las fuerzas navales británicas y francesas “robaron a la escuadra
argentina”: la capturaron y la obligaron a fondear en el puerto de Buenos Aires. Meses más tarde se
propusieron remontar el río Paraná, para poner en práctica el objetivo de la libre navegación de los ríos
interiores. Rosas no estaba dispuesto a permitirlo y preparó la defensa, que resultó heroica. En la Vuelta de
Obligado sobre el río Paraná el 20 de noviembre de 1845, en una larga batalla en la que sufrieron numerosas
pérdidas materiales y humanas, las fuerzas militares y navales porteñas intentaron impedir el paso de las
naves extranjeras.

Enfrentamiento con Urquiza:

Urquiza, que hasta ese momento era uno de los aliados de Rosas, decidió iniciar una rebelión con el motivo
de organizar al país. El 1 de mayo de 1851 inició el levantamiento; y 24 días después señaló su programa
constitucional.

Corrientes se adhirió al movimiento y contó con el apoyo militar de Uruguay y Brasil. El 21 de noviembre se
firmó un acuerdo más amplio entre el imperio del Brasil, Uruguay, Entre Ríos y Corrientes para eliminar a
Rosas.

El 3 de febrero de 1852 Urquiza derrotó al gigante Rosas en la batalla de Caseros. El caudillo criollo escapó
ileso de la batalla y unos días después del país.

Ésta batalla marcó un momento decisivo en el país, e inició una nueva etapa. Rosas pasó el resto de su vida
en el exilio y murió en Southampton (Hampshire, Gran Bretaña).

Resumen Conclusión:

De 1829 a 1832 y de 1835 a 1852 gobernó Buenos Aires Juan Manuel Rosas. Conocido como el gran
dictador, fue sin dudas un poderoso estanciero y un caudillo político, que representó los intereses porteños.
Ejerció una dictadura y demoró mientras estuvo al poder la organización nacional con el argumento de que el

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país no estaba preparado. Si bien se lo conoció como el Restaurador de las Leyes, solo sancionó dos leyes
en sus casi 30 años de gobierno; Rosas anhelaba la libertad anárquica y despreciaba las reglas.

Rosas tuvo movimientos de resistencia en casi todo el país, protagonizados por unitarios y federales
liberales. Montevideo fue el centro de esa conspiración, cuyos métodos eran el terrorismo, el asesinato, el
fraude, la unión con el extranjero, confiscaciones. Los opositores sentenciaron a Rosas a gobernar sin un día
de tranquilidad. Su fracaso se debió a la falta de unidad en su coordinación y a la diversidad de tendencias
que participaron. En su mayoría recurrieron al apoyo extranjero, lo que les acarreó desprestigio frente al
caudillo porteño que se mostraba como defensor de la soberanía nacional. Estos solo tuvieron éxito cuando
se unieron para luchar contra el dictador.

La oposición fue perseguida y ejecutada durante 15 años en el poder. Los unitarios, con imprudentes golpes
de estado, con medidas, arbitrarias, con su recurso a los actos habilidosos, crearon el clima propicio al
desprecio por la ley. Fueron éstos quienes tildaron a Rosas como el personaje más siniestro del siglo XIX en
la Argentina. Buscando material sobre Rosas me he encontrado con autores que estaban a favor (José M.
Rosa), y otros en contra (Dellepiane); Rosas hizo cosas buenas y cosas malas; pero ¿Por qué nunca intentó
organizar al país? En todo el tiempo que gobernó ¿nunca se podría haber hecho una constitución? Rosas se
equivocó al haber rehusado a su pueblo a un régimen estable y organizado.

Por otro lado debe remarcarse la intención de ejercer una economía proteccionista y favorecer a las
industrias locales. Aunque es verdad que siempre terminó actuando con los intereses de Buenos Aires (Ej: La
ley de Aduana).

También defendió enérgicamente la soberanía nacional ante las pretensiones extranjeras de disponer libre
tránsito en ríos nacionales, y nunca dejó de reclamar la devolución de las islas Malvinas por parte de
Inglaterra. Y justamente el mismísimo general San Martín lo elogiaba por su patriotismo y defensa contra el
extranjero: " El sable, que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sur,
le será entregado al general de la República Argentina, don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la
satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República
contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarnos."

Por otro lado debemos decir que Rosas persiguió y castigó a los unitarios, catalogándolos de salvajes,
mientras su gobierno no tuvo nada de federal. El era un federal personalista, lo que lo diferencia con los
federales liberales. Centralizó el poder en Buenos Aires, y otorgó a esta provincia el manejo de los fondos de
la Aduana. Además las provincias respondían a él, ya que sus respectivos gobernadores habían sido
elegidos por Rosas.

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El Pacto Federal de 1831 y las disidencias entre los caudillos federales

El primer objetivo del Pacto Federal que, en enero de 1831, firmaron las provincias de Buenos Aires, Santa
Fe, Entre Ríos y Corrientes —esta última adhirió más tarde—, fue responder a la Liga Unitaria que había
organizado el general Paz desde Córdoba en agosto de 1830. Por el artículo tercero constituían una alianza
ofensiva y defensiva contra toda agresión de cualquiera de las demás provincias integrantes de la República.
Pero después de la captura de Paz, la Liga Unitaria nunca se consolidó y, para las provincias federales del
Litoral, en los años siguientes la amenaza de un enemigo interior fue más potencial que real.

El Pacto Federal de 1831 era también un primer paso hacia la organización constitucional del país. En su
artículo quince establecía el funcionamiento, en la provincia de Santa Fe, de una Comisión Representativa de
los Gobiernos de las Provincias Litorales de la República Argentina, compuesta por un diputado de cada una
de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y, más tarde, Corrientes.

Entre otras atribuciones esta Comisión debía “invitar a todas las demás Provincias de la República cuando
estén en plena libertad y tranquilidad, a reunirse en federación con las tres litorales, y a que por medio de un
Congreso General federativo se arregle la administración general del país bajo el sistema federal, su
comercio interior y exterior, su navegación, el cobro y distribución de las rentas generales y el pago de la
deuda de la República, su crédito interior y exterior, y la soberanía, libertad e independencia de cada una de
las provincias.”

Sin embargo, Rosas, López y Quiroga —nuevamente jefe regional del interior— no tenían las mismas
intenciones sobre la efectiva convocatoria -al Congreso General. Rosas no era partidario de la realización del
Congreso y, muy frecuentemente, el diputado por Buenos Aires estuvo en minoría en las discusiones y
votaciones de la Comisión Representativa. El gobernador porteño presionó a López para que abandonara el
proyecto de constituir jurídiramente al país. La convocatoria fue reemplazada por una imprecisa invitación a
todas las provincias a adherirse al Pacto Federal y cumplir con sus objetivos.

Finalmente, la Comisión Representativa se disolvió a mediados de 1832 cuando Quiroga reveló a Rosas que
los diputados por Corrientes y por Córdoba hacían propaganda antiporteña con el objetivo de unir a los
gobernadores del Litoral y del interior contra Buenos Aires. Estos representantes sostenían la necesidad de
cambiar el régimen de libre comercio que arruinaba las economías provinciales por otro de mayor protección
a la producción local. Este fue el último intento de organizar un Estado centralizado para la República
Argentina, mientras Rosas mantuvo el poder.

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La campaña al desierto

La lucha contra el indio: un desgaste permanente e infructuoso: El problema de las fronteras —


provocado por la amenaza continua de los malones— requirió, desde 1820, la organización de una adecuada
defensa militar. Durante el gobierno de Martín Rodríguez se llevaron a cabo, aunque sin éxito aparente, tres
campañas contra los salvajes.

La “industria” del malón fue apañada, en muchas ocasiones, por funcionarios de la campaña bonaerense, ya
que el producto de los robos se vendía en Chile y los intermediarios obtenían considerables ganancias. Por
esta razón y por la secuela de horrores que el malón llevaba consigo, la lucha punitiva contra el indio se
prolongó sin descanso. El gobierno se vio obligado a tomar medidas que implicaron una verdadera guerra.
Sin embargo, la amenaza de las líneas de frontera no provino sólo del salvaje sino, también, de bandidos —
como los hermanos Pincheira — cuyas partidas formadas por indios chilenos y blancos renegados,
sembraban la desolación en las provincias de Cuyo.

Las expediciones llevadas a cabo para proteger a los pobladores y a la hacienda de este doble asalto
duraron mucho tiempo y contaron con el apoyo de Rosas. Durante su gobierno, éste celebró tratados de paz
y alianza con algunas tribus cercanas a la frontera y proyectó — con una metódica preparación — un vasto
plan de campaña cuyo objetivo fue la expulsión al Sur del río Colorado de los indios no sometidos. Esta
empresa reeditaba la ya prevista, en 1766, por el primer virrey D. Pedro de Cevallos.

El plan de consolidación de la frontera, largamente meditado por Rosas, fue puesto en práctica durante el
gobierno de Balcarce, cuando el ex-gobernador de Buenos Aires solicitó ante la Legislatura, y obtuvo, un
empréstito de un millón y medio de pesos para emprender la campaña al desierto. Sin embargo, la
expedición no contó con el apoyo del Estado que desconoció lo concedido. Fue costeada con la suma de
recursos particulares.

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La expedición al desierto: Rosas “héroe del desierto”:

Rosas acordó con Chile la realización de la campaña, pues el plan expedicionario no había dejado nada
librado al azar. El general Bulnes comandaría la División derecha. Su misión era batir a los indios y arrojarlos
al Este de la cordillera de los Andes. A última hora, por razones de política interna, Chile no pudo afrontar la
parte que le correspondía en la campaña y ella quedó librada a las armas argentinas. El plan contaba,
asimismo, con el auxilio del caudillo Juan Facundo Quiroga a quien el gobierno de Buenos Aires reconoció
como “comandante en jefe de las operaciones del Sur”. Quiroga, sin embargo, renunció al poco tiempo
aduciendo desconocer “esa guerra contra los indios”. Así, el plan primitivo debió ser modificado y el ejército
de campaña dividido en tres columnas de diferente magnitud y composición.

En marzo de 1833 las columnas se pusieron en marcha. Poco tiempo después de iniciadas las operaciones,
la división de Aldao quedó detenida por el mal estado de la caballada y no alcanzó el fin propuesto. La de
Ruiz Huidobro, aun cuando obtuvo el triunfo de Las Acollaradas (Sur de San Luis, 16 de rnarzo de 1833)
sobre el cacique Yanquetruz, no pudo continuar la campaña pues Córdoba no suministró los recursos
necesarios.

La división de Rosas fue la única que obtuvo el objetivo deseados Su comandante, conocedor de la
idiosincrasia del indio, desconocía sin embargo et medio en donde iba a operar; por lo tanto, suplió la falta de
información con mapas, baqueanos, estudios del terreno y observaciones astronómicas. Estas medidas
previas le permitieron organizar ventajosamente sus fuerzas, integradas por 2.000 soldados y 600 indios
amigos

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La columna partió de San Miguel del Monte el 22 de marzo de 1833 rumbo al Sur. Estableció su cuartel
general en Médano Redondo, sobre las márgenes del río Colorado. Desde allí, Rosas destacó varias
divisiones que se internaron profundamente en territorio indio. Después de sostener muchos combates con
los salvajes, ocuparon la isla de Choele-Choel, llegaron a la confluencia de los ríos Neuquén y Limay,
remontaron el río Colorado hasta sus nacientes y reconocieron el cañadón de Valcheta.

En el teatro de operaciones se presentó ante Rosas el filósofo y naturalista inglés Charles Darwin, quien
recorría el desierto pampeano. Dejó su testimonio sobre el campamento de la Columna Izquierda en su
Diario de Viaje de un Naturalista alrededor del Mundo en el navío de S.M. Beagle.

La campaña finalizó a principios de 1834 por orden del gobierno de Buenos Aires, y Rosas licenció sus
tropas en Napostá, cerca de Bahía Blanca.

La expedición fue, en sí, “una interesantísima preparación militar”; su ejecución cumplió con una parte de los
objetivos previstos, especialmente en el aspecto político, geográfico y económico. El objetivo militar no se
cumplió en su totalidad , por cuanto el plan de actuar con las columnas combinadas fracasó al iniciarse la
campaña. No obstante, alejó la hostilidad de los indios y la mantuvo inactiva durante veinte años.

CONCLUSIONES:

• Se afianzó la soberanía nacional en un extenso territorio.

• Aumentó el prestigio político de Rosas.

• Decayó el ascendiente de sus adversarios.

• Se firmaron pactos con algunas tribus.

• Se detuvieron los malones por espacio de 20 anos.

• Se extendió la frontera.

• Se rescataron 2000 cautivos.

• Se causaron 6000 bajas a los indios.

• Se ganaron cerca de 3000 leguas cuadradas de tierra.

• Se recogieron múltiples informaciones científicas.

FIN DE LA CAMPAÑA AL DESIERTO:


PROCLAMA DE NAPOSTÁ: El 25 de marzo de 1834, un año después de iniciar su campaña desde San

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Miguel del Monte, Rosas licenció a sus tropas y dio lectura a la siguiente proclama desde las márgenes del
arroyo Napostá:

iSoldados de la Patria! Hace doce meses que perdisteis de vista vuestros hogares para internaros por las
yermas y vastas pampas del Sud. Habéis operado activamente, sin cesar, todo el invierno y terminado los
trabajos de la campaña de un año ,...] Vuestras lanzas han despoblado de fieras el desierto, han castigado
los crímenes y vengado los agravios de dos siglos. Las bellas regiones que se extienden hasta la cordillera
de los Andes y las costas que se desenvuelven hasta el afamado Magallanes, quedan abiertas para nuestros
hijos. Habéis excedido las esperanzas de la Patria, pero entretanto ella ha estado envuelta en desgracias por
la furia sañosa de la anarquía. ¡Cuál sería hoy vuestro dolor, si cuando divisáis ya en el horizonte los árboles
queridos que marcan el asilo doméstico, alcanzaseis a ver las funestas humaredas de la guerra fratricida!
Pero la Divina Providencia nos ha liberado de tamaños desastres. Su mano poderosamente protectora sacó
del seno mismo de las discordias un gobierno paternal, a quien habéis rendido el solemne homenaje de
vuestra obediencia y reconocimiento Compañeros Juro aquí, delante del Eterno, que grabaremos siempre en
nuestros pechos la lección que se ha dignado darnos tantas veces, de que sólo la sumisión perfecta a las
leyes y la subordinación respetuosa a las autoridades, que por El nos gobiernan, pueden asegurarnos la paz,
libertad y justicia a nuestra tierra. ¡Compatriotas! Os gloriáis con el título de restauradores de las leyes.
Aceptad el honroso empeño de ser sus firmes columnas y constantes defensores. ¡Adiós! Vuestro general,
que ha tenido siempre sobrado valor para llenar en esta parte sus deberes, sin temor a los peligros ni a las
ferocidad de los tiranos, no lo tiene para despedirse de vosotros"

La economía Rosista

Durante el régimen rosista, a pesar de los bloqueos y la guerra, prosperaron los negocios: el comercio
continuó creciendo, el volumen de las exportaciones de carne, cuero y sebo aumentó, y un nuevo rubro cobró
importancia: la lana.

La economía del país —basada en la industria ganadera y en una incipiente agricultura — favoreció a
Buenos Aires, cuya relativa prosperidad se basaba en dos factores esenciales: el cierre de los ríos Paraná y
Uruguay a la navegación extranjera (medida que favoreció al puerto único a donde iban a parar todos los
productos), y el estrago del litoral y del interior causado por las guerras civiles de las que fueron escenario.
La economía proteccionista de Rosas sólo consiguió amparar a Buenos Aires y, en algunos casos, al litoral.

La ganadería:

Las décadas del ‘30 y el ‘40 fueron protagonistas de una fuerte expansión económica alentada por el
crecimiento del comercio exterior. El desarrollo del comercio estimuló la producción ganadera y saladeril. Por
tanto, los sectores vinculados a estas actividades prosperaron.

La expansión de la ganadería fue posible gracias a la ocupación de tierras en el sur de la provincia, donde se
generalizaron las grandes estancias ganaderas como centros de población y producción. La ocupación de
tierras estuvo acompañada por la transferencia de tierras públicas al dominio privado, que generó una mayor

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concentración de la propiedad en pocas manos. La explotación ganadera no sufrió grandes cambios técnicos
en la producción, pero se adaptó muy bien a la escasa mano de obra disponible.

Junto a la ganadería también creció la industria saladeril y la del cuero. A principios del siglo XIX se habían
introducido en el país los primeros Hereford y Shorthon, los primeros merinos y los primeros caballos frisones
(para tiro pesado).

En 1844, Ricardo Newton tendió las primeras alambradas para separar sus potreros; en 1849, Guillermo
White introdujo el primer toro de raza, Tarquino, que destinó a su establecimiento La Campana, en Cañuelas.
A pesar de los adelantos en materia de ganadería, la industria del saladero —que había logrado el máximo
de expansión durante el primer cuarto de siglo — inició su decadencia hacia 1840, cuando se hizo efectiva la
prohibición de Rosas de extraer metálico de Buenos Aires para las provincias por vía fluvial. Las
consecuencias fueron graves, sobre todo para el comercio saladeril sostenido con Entre Ríos y Corrientes.

La novedad: las ovejas

Durante la década del ‘40, el desarrollo de la ganadería ovina sufrió incentivos externos e internos: aumentó
la demanda externa de ¡ana y declinaron los precios de los cueros. Esta actividad alternativa a la ganadería
vacuna se vio beneficiada por la gran cantidad de tierras aptas para criar ovejas en la campaña de Buenos
Aires. Debido a las enormes ganancias que se obtenían con a ganadería ovina, algunos ganaderos
incorporaron ovejas a sus planteles de vacunos, al igual que los comerciantes, que comenzaron a comprar
tierras y ganado para iniciar su propia explotación. El gobierno también facilitó la importación de ovejas finas
de raza Merino para mejorar el ganado criollo. Muchos productores de ovinos eran grandes propietarios, pero
también aparecieron pequeñas familias que, sin contratar mano de obra asalariada, emprendían su propia
explotación: la mayoría de estas familias eran inmigrantes vascos, irlandeses y franceses.

Durante el primer cuarto de siglo la agricultura no desempeñó ningún papel en la economía del país; aquél se
redujo a pequeños cultivos de cereales en las zonas próximas a las poblaciones importantes. Sin embargo, el
trigo constituía el principal cultivo en el litoral y Rosas protegió su producción prohibiendo que fuera
importado. Hacia 1845 se estableció en Buenos Aires — calle Balcarce, entre Alsina y Moreno— el primer
molino de vapor. No obstante y a pesar de este perfeccionamiento técnico, la harina siguió importándose de
Chile y de California, aun cuando hubo años en que pudieron exportarse el cereal y la harina.

Rosas protegió también a la incipiente industria fabril por medio de la prohibición de importar cueros
trabajados, velas, escobas y plumeros y hierro forjado.

El Litoral

El Litoral protagonizó una importante mejora en sus economías. La recuperación fue evidente en Entre Ríos,
donde se expandieron de manera notable la ganadería vacuna y la ganadería ovina, y la industria saladeril
sobre el río Uruguay. Su gobernador, justo José de Urquiza, era, además, uno de los principales y más

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eficientes empresarios del rubro. Las exportaciones de cueros por el puerto de Buenos Aires ocuparon el
primer lugar entre los exportaciones totales del Litoral.

La ganadería entrerriana y correntina salía al exterior mediante las vinculaciones del Litoral con los puertos
de Río Grande do Sul y Montevideo, puntos comerciales que escapaban al control porteño y que habían
generado gran prosperidad para la región durante el boqueo anglo-francés.

La economía del Interior, según las tensiones del mercado

Después de 1840 se notó cierta mejora en las economías del Interior, pero las provincias se desenvolvieron,
por lo general, en un marco de escasez de recursos y de penuria financiera. En estas provincias, la
orientación ganadera no fue tan importante como en el Litoral, sino que la economía se adecuó a las
condiciones del mercado y a las fluctuaciones de precios favorables en Buenos Aires.

En Tucumán y Córdoba se produjo una mayor diversificación económica, se incorporaron nuevos rubros para
la exportación y se ampliaron sus funciones de intermediarias en el comercio interregional.

Tucumán exportó ganado y otros bienes a Chile, a cambio de metálico; suelas y cueros, tabaco, cigarros,
madera, quesos, azúcar y aguardientes hacia Buenos Aires, a cambio artículos ultramarinos y regionales.
Córdoba orientó la mayor cantidad de sus exportaciones nada Buenos Aires, Envió cueros vacunos, ovinos y
caprinos, ana y productos agricolas (trigo y harinas). A través de Buenos Aires, Córdoba importaba productos
de ultramar y del litoral.

PARA SABER MAS...


LAY DE ADUANAS DE 1836

Durante el segundo gobierno de Ortiz de Rosas, los representantes Nicolás de Anchorena y Baldomero
García propusieron la realización de un estudio sobre las rentas aduaneras, las producciones locales y las
posibilidades de elasticidad fiscal para declarar medidas proteccionistas. Ortiz de Rosas encargó el caso a su
ministro de Hacienda, Roxas y Patrón, que elaboró la ley de Aduanas para 1836.

"Se dio libre introducción a los frutos del país que procedían de las provincias, a saber: cuero, cerdas, crin,
lana, sebo, astas, tasajo, oro y plata sellados, etc. Las máquinas importadas, mercurio, instrumentos de
agricultura, libros, pinturas, estatuas, telas de seda, relojes, bordados de oro y plata, carbón, salitre, ladrillos,
bronce, hierro, acero y estaño en bruto pagarían un impuesto del 5 por ciento ad valorem; armas, pólvora,
brea, seda y arroz, del 10 por ciento; azúcar, café, yerba mate, comestibles, lana y algodón, del 24 por ciento;
muebles, espejos, coches, ropa hecha, calzado, licores, vinos, aguardiente, vinagres, sidras, tabacos,
estribos y espuelas de plata, látigos, frazadas, guitarras y pasas de uva, del 35 por ciento; cerveza, fideos,
pastas, papas, sillas de montar, del 50 por ciento.

El capítulo II de la ley se refería a los efectos prohibidos, que no podían ser introducidos en la provincia:
herrajes para puertas y ventanas, almidón de trigo, velas, manufacturas de hojalata o latón, argollas de hierro

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o bronce, asadores de hierro, arcos para calderos, baldes, espuelas de hierro, cabezales, riendas, lomillos,
cinchas, cojinillos, lazos, botones, cebada, cencerros, escobas de paja, cartillas y cartones, ejes de hierro,
manteca, maíz, mostaza y ruedas para carruajes. El trigo y las harinas se encontraban en una posición
semejante cuando su precio en plaza no excediese de los 50 pesos el quintal.

El capítulo III trataba de la salida marítima; gravó con ocho reales (un peso) la exportación de cada cuero de
toro, novillo, becerro, caballo y muía, con uno por ciento la de oro y plata sellada; declaró libre la exportación
de granos, harinas, carne salada y manufacturas nacionales exportadas en barcos del país. [...]

El capítulo IV se refería a la entrada terrestre, gravaba con 10 por ciento la introducción de yerba y tabaco
procedente del Paraguay, y con 20 por ciento la de cigarros. Los productos chilenos fueron declarados
exentos de todo impuesto. El capítulo VI trataba sobre la manera de calcular y recaudar los derechos y
establecía que el arancel sería revisado anualmente."

Hacia 1853 había en la Confederación 1.075 fábricas y 743 talleres; en comparación con 1830 se contaban
en aquellos años 590 establecimientos en total, entre talleres y fabriles.

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Asesinato de Quiroga: Juan Facundo Quiroga se había
radicado nuevamente en Buenos Aires luego de la victoria de
la Ciudadela, en noviembre de 1831.

En noviembre de 1834 se produjo un conflicto entre los


gobernadores federales de Salta y Tucumán, Pablo Latorre y
Alejandro Heredia, respectivamente. Quiroga fue presionado
por Rosas y por el gobernador bonaerense Maza para que
fuera a reconciliarlos, con plenos poderes.

Quiroga partió de Buenos Aires el 16 de diciembre de 1834.


Pero, al llegar a Santiago del Estero se enteró que Latorre había sido derrocado y muerto, el 29 de diciembre
de 1834.

Desde el 3 al 6 de enero de 1835 se reunió con Juan Felipe (barra, gobernador santiagueño, y el tucumano
Heredia, para reconocer al nuevo gobierno salteño. Y asimismo firmó con ellos un tratado efe alianza y
amistad que debía extenderse a las demás provincias argentinas. Era una liga que significaba el comienzo de
la organización nacional y respondía exclusivamente a Quiroga.

Luego de la firma de tal pacto, emprendió Quiroga el regreso en compañía de su secretario José Santos
Ortiz. En el trayecto le advirtieron que el capitán José Santos Pérez lo esperaba con una partida para
matarlo. Quiroga aseguró con soberbia que "a una orden mía se pondrán a mi servicio".

El 15 de febrero de 1835 entraron en la provincia de Córdoba e hicieron noche en la posta de Intihuasi. Al


amanecer prosiguieron viaje y a las once de la mañana del 16 de febrero de 1835, en el recodo solitario de
Barranca Yaco, una partida armada detuvo el carruaje. "¡Alto!" gritó el jefe del grupo. Quiroga asomó la
cabeza por la ventanilla de la diligencia y gritó colérico: "¿Qué significa esto, quién manda esta partida?".

Adivinó la situación y trató de tomar una de sus pistolas pero un disparo le penetró por el ojo izquierdo y le
atravesó la cabeza. De inmediato otro de los gauchos de la partida le enterró un cuchillo en la garganta. Sus
últimas palabras fueron: "¡No maten a un general!".

Todos fueron exterminados pues no debía haber testigos. Pero e correo Agustín Marín y el ordenanza de
José Santos Pérez, que viajaban detrás de la diligencia retrasados en sus cabalgaduras, advirtieron a lo lejos
lo que pasaba y se ocultaron en unos matorrales.

La noticia del asesinato de Quiroga llegó a Buenos Aires e 3 de marzo y el acontecimiento impresionó a la
opinión pública. Rosas, ante este hecho, escribió: "¡Miserables, ya lo verán ahora! El sacudimiento será
espantoso y la sangre argentina correrá en porciones".

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El asesinato se atribuyó en un principio a una conspiración unitaria. Pero luego de una investigación, se llegó
a la conclusión que el suceso estaba íntimamente ligado a las diferencias en el campo federal. Los autores
materiales del asesinato y sus cómplices más directos fueron procesados.

El 25 de octubre de 1837 fueron fusilados en la Plaza de Mayo, Santos Pérez (jefe de la partida) y los
hermanos José Vicente y Guillermo Reinafé, caudillos cordobeses distanciados con Quiroga y protegidos de
Estanislao López.

EL ORDEN PROVINCIAL: Si se estudia la organización política de La Rioja durante la actuación de Quiroga,


se observará que se destaca la vigencia de un ordenamiento legal mucho más establecido de lo que suele
suponerse. El análisis de ciertos aspectos sustanciales de las relaciones entre los poderes provinciales
riojanos (el gobierno y la Sala de Representantes) y Quiroga, que se iniciaron en 1820, sugiere la necesidad
de matizar esa imagen del caudillo que, seguido por sus huestes, dominaba a su antojo una tierra de nadie.

Por una parte, se observa que, junto al poder de Quiroga, se mantenía una estructura política/legal, a veces
de origen colonial; por otra, se advierte que el desarrollo de instituciones estatales en la provincia no era una
simple formalidad. Por el contrario, estas instituciones, aunque rudimentarias, traducen el surgimiento de
nuevas condiciones políticas, que se inscribían dentro de los esfuerzos por consolidar soberanías
provinciales autónomas en el Río de la Plata, durante la primera mitad del siglo XIX.

Lo cierto es que el poder particular del caudillo estaba basado sobre relaciones informales (familiares,
amistosas, comerciales) y formales, y se amparaba en una legalidad que. estaba presente tanto en sus
relaciones políticas como en sus actividades privadas. Así, el poder de Quiroga se asentaba, también, en su
condición de ganadero, comerciante y prestamista de grandes sumas de dinero.

En su carácter de hombre de negocios, se sometía a ciertas normas prácticas que regulaban las relaciones
comerciales de la época, como la escrituración de la compra de tierras o el pago de derechos de exportación
a su provincia.

Pero el compromiso de reunión de un Congreso General para dictar una Constitución federal quedó
pendiente. Así lo reconoció el Acuerdo de San Nicolás que en mayo de 1852, después de la caída de Rosas,
firmaron los gobernadores. Entre otros fines, el acuerdo reconocía al Pacto Federal el carácter de ley
fundamental de la República, disponía “observarlo religiosamente” y se proponía “cumplir lo dispuesto en el
Pacto Federal sobre la reunión de un Congreso General federativo”.

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Unitarios y federales

Entre 1820 y 1852, diversos grupos sociales con proyectos políticos diferentes se
enfrentaron en los intentos por constituir un Estado en las Provincias Unidas del
Río de la Plata.

La diferencia entre los proyectos enfrentados surgía —en primer lugar de la forma
de organización política que proponían para el nuevo Estado: unos el centralismo
y otros el federalismo. Por esto, es conveniente precisar en qué consistía,
jurídicamente, esa diferencia.

La organización política de un Estado puede adoptar, básicamente, dos formas: el


centralismo o el federalismo. En el centralismo también llamado unidad de
régimen , todos los niveles de gobierno están subordinados al poder central.
Manuel Dorrego —militar
Además, un régimen centralista generalmente unifica la legislación y la veterano de las luchas
administración en todo el país más allá de particularidades regionales o contra los realistas— fue
un federal convencido que
diversidades culturales. El federalismo, en cambio, se basa en la asociación se opuso a la Constitución
voluntaria o federación de Estados o poderes regionales, que delegan algunas de de 1826, pero no coincidía
en todo con los caudillos
sus atribuciones para constituir el Estado o poder central. provinciales. Se lo
reconoce como el jefe de
los federales doctrinarios
Para comprender mejor el período de la historia argentina estudiado, debe
porque, para él, el
descartarse la mal planteada antinomia entre porteños centralistas o unitarios y federalismo era una
doctrina política de sólidos
provinciales federales. Federales y unitarios los hubo tanto en las provincias
fundamentos jurídicos (y
interiores como en Buenos Aires. no la simple autonomía
sostenida por la fuerza de
un régimen autocrático,
Después de 1810, los pueblos de las provincias interiores mostraron un fuerte como lo entendían los
localismo en defensa de sus intereses, que entraban en colisión con los intereses caudillos, según su
opinión). Para Dorrego el
de Buenos Aires. federalismo era una
garantía del régimen
republicano y de la
Más tarde, muchos gobiernos provinciales comenzaron a declararse federales
libertad, y el mejor camino
cuando advirtieron que la centralización política fortalecía los históricos privilegios para estimular la cultura, la
población y la riqueza del
de a ciudad puerto de Buenos Aires. La forma unitaria de gobierno fue sostenida
país.
no sólo por grupos porteños sino también por os grupos sociales del interior cuyos

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ingresos dependían de actividades económicas relacionadas con el puerto de
Buenos Aires.

Se trató además de una reacción de las más antiguas y poderosas familias que
controlaban los gobiernos provinciales frente al creciente poder de los nuevos
jefes rurales.

Todos los gobiernos provinciales que se declararon federales también expresaron,


unos en forma más explícita que otros, su voluntad de constituir e país. Para ellos,
la constitución era un instrumento adecuado para terminar con los privilegios de
Buenos Aires. Una constitución federal podía respetar la autonomía provincial de
Buenos Aires y, al mismo tiempo, garantizar los derechos de todas las provincias
a participar en la distribución de los ingresos del puerto de Buenos Aires, a través
de un Estado central.

De acuerdo con los principios doctrinarios, los federales se oponían a un régimen


de gobierno unitario en defensa de las autonomías provinciales. Pero en la
provincia de Buenos Aires, la defensa de la autonomía provincial se transformó en
una justificación para no ceder la ciudad y el puerto de Buenos Aires a un Estado
central. El hacendado Juan
Manuel de Rosas fué el
jefe de los federales
Por esta razón, entre los federales se distinguieron dos grupos: los federales bonaerenses que
doctrinarios y los autonomistas bonaerenses. Estos últimos se enfrentaron tanto a defendían la autonomía de
la provincia de Buenos
los unitarios como a los federales doctrinarios. Aires. Formaban parte de
este grupo comerciantes
Desde 1828, el autonomismo de Buenos Aires se fue identificando cada vez más con capital como Braulio
Costa, y hacendados y
con Juan Manuel de Rosas —representante de los intereses de tos hacendados y terratenientes como
terratenientes de la provincia—. Desde su gobierno sostuvo que antes de Tomás de Anchorena,
Juan N. Terrero y José
organizar la federación las provincias debían mejorar sus respectivas María Rojas.
administraciones, y evitó nuevos intentos de constitución de un Estado central.

En la práctica, la ciudad y el puerto de Buenos Aires continuaron siendo el centro


organizador de la economía y de a sociedad del nuevo país. Y los gobiernos
federales de las provincias del Litoral y del interior siguieron reclamando al
gobierno federal de Buenos Aires la libre navegación de los ríos y aranceles de
aduana que protegieran sus industrias locales.

Fuente: Historia Alonso-Elizalde-Vázquez

Unitarios y Federales
¿QUIENES ERAN LOS BÁRBAROS?
Los años de anarquía y guerras fratricidas que se extendieron a lo largo de gran parte del siglo XIX fueron de

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una extremada crueldad. Unitarios y federales saqueaban, torturaban, degollaban, empalaban. Ambos
bandos hicieron una guerra sin prisioneros.

Sin embargo, mientras algunos pasaron a la historia consagrada como "bárbaros", tal el caso de Facundo
Quiroga o Pancho Ramírez, otros no perdieron su condición de "civilizados", como José María Paz. Pero
Domingo Arrieta, que fuera su oficial en la "campaña de la sierra", cuenta en sus Memorias de un soldado:
"Mata aquí, mata allá, mata acullá, mata en todas partes, no había que dejar vivo a ninguno de los que
pillásemos y al cabo de dos meses quedó todo sosegado". Se calcula que fueron 2.500 los muertos y
desaparecidos en esta represión "civilizada".

Tampoco Lavalle dejó fama de sanguinario. Sin embargo es suya la proclama contra Estanislao López: "¡La
hora de la venganza ha sonado! ¡Vamos a humillar el orgullo de esos cobardes asesinos! Se engañarían los
bárbaros si en su desesperación imploran nuestra clemencia. Es preciso degollarlos a todos. Purguemos .a la
sociedad de esos monstruos. Muerte, muerte sin piedad". También: "Derramad a torrentes la inhumana
sangre para que esta raza maldita de Dios y de los hombres no tenga sucesión".

Quien no puede quedar fuera de esta lista es Domingo Faustino Sarmiento, a quien se parcializa
enalteciendo su vocación educativa. En sus instrucciones a Lamadrid escribió en 1840, mimetizado con su
biografiado Facundo: "Es preciso emplear el terror para triunfar. Debe darse muerte a todos los prisioneros y
a todos los enemigos.

Todos los medios de obrar son buenos y deben emplearse sin vacilación alguna, imitando a los jacobinos de
la época de Robespierre". También: "A los que no reconozcan a Paz (jefe de la Liga Unitaria) debiera
mandarlos ahorcar y no fusilar o degollar. Este es el medio de imponer en los ánimos mayor idea de la
autoridad" (1845).
Está claro que la historia fue escrita por los unitarios vencedores.

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PRIMERAS PRESIDENCIAS CONSTITUCIONALES

Se puede decir que inicialmente hubo tres presidencias históricas desde el punto organizativo del país:

Bartolomé Mitre: (1862-1868)

Domingo F. Sarmiento (1868-1874)

Nicolás Avellaneda (1874-1880)

· En el plazo de estos 18 años se logra la unidad política buscada y se crean las instituciones que darían
consolidación al estado.

· Se inicia una etapa de modernización tecnológica para permitir el ingreso de capitales (británicos) y
también poder entrar a competir con los mercados internacionales.

· Se amplían las fronteras al luchar contra los indios.

· Se fomenta la inmigración en algunos lugares del litoral, ley Avellaneda.

· Comienza una etapa de crecimiento en la economía porque se aumentaron los volúmenes de


mercadería y productos exportados .

· Se organiza en ejército y se distribuyen 6000 soldados por todo el país.

· Se organiza la administración nacional y se crean instrumentos nacionales tales como correos,


telégrafos, ferrocarril, escuelas, oficinas administrativas para el cobro de impuestos.

· Se toman empleados locales, pero dependientes del estado, es decir los empleados públicos.

· Se organiza el pode judicial dando un marco de seguridad a los habitantes, se adoptó el código civil de
Velez Sarfield y Acevedo.

· Se unificó la moneda.

· Se realizaron obras públicas como la extensión de caminos, vías férreas, puentes y puertos.

· Se apoyaron desde el estado las economía regionales, otorgando créditos blandos , financiando
materia prima, también se impulsó el comercio. Algunas veces se aseguraron los negocios con garantías
y privilegios, como la exención de impuestos.

· Se adoptó un sistema unificado de medición, el sistema métrico decimal , de esta manera se


normalizaron los procesos técnicos.

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· Se crearon numerosas escuelas de distintos niveles educativos.

Para Ampliar: Gobierno de Bartolomé


Bartolomé Mitre:
Mitre

Tuvo que soportar la triste Guerra contra el Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil formaron la Triple Alianza
y unidas lucharon contra las fuerzas de Solano López presidente de Paraguay. Argentina tuvo que entrar en
guerra al ser capturados por las tropas de Paraguay, dos buques argentinos que estaban anclados en un
puerto de Corriente.

También enfrentó a los conflictos internos que aún algunos caudillos locales (en este caso el Chacho
Peñaloza) seguían generando porque se oponían a la organización constitucional del país.

En la etapa de su gobierno se crearon numerosas escuelas, se reorganizó la Suprema Corte de Justicia


nacional, se ampliaron vías férreas, se inauguró la primera línea de tranvías y se fundó la Sociedad Rural.

Domingo Faustino Sarmiento Para Ampliar: Gobierno de Domingo F. Sarmiento

Este gobierno también pasó por difíciles momentos provocados por:

· El avance de los malones indígenas,

· Por el asesinato de Urquiza por parte de López Jordán, caudillo que se había sentido traicionado en la
batalla de Pavón, cuando Urquiza se retira del campo de acción.

· Grandes inundaciones y sequías que costaron la muerte de millones de cabezas de ganado.

· La terrible epidemia de fiebre amarilla que asoló a la ciudad de Bs.As. y provocó la muerte de 13500
ciudadanos sobre una población de 180.000 habitantes.

Pese a estos tristes momentos las obras de gobierno de Sarmiento fue muy fructífera y logró vencer las
adversidades. Algunas de sus obras fueron:

· Nacionalizó los correos provinciales.

· Determinó el límite con Chile.

· Fundó la Faculta de Ciencias Exactas.

· Fundó el Observatorio Astronómico de Córdoba.

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· Se levantó un mapa del cielo austral.

· Se extendieron líneas telegráficas y líneas de ferrocarril, se llegó a Córdoba.

· Se colocaron faros en algunas rutas marítimas.

· Se importaron plantas extranjeras como el eucaliptos y el mimbre.

· Se instalaron oficinas meteorológicas.

· Apoyó la industria vitivinícola.

· Apoyó la industria de las carnes congeladas.

· Se importó alambres para cercar los campos.

· Se fundaron varios colegios nacionales en algunas provincias.

· Se crearon bibliotecas populares.

· Se fundaron las primeras escuelas normales.

· Se fundó el Colegio Militar y la Escuela Naval.

· Se realizó el primer censo escolar.

· Se creó el Jardín Zoológico.

· Se comenzó con los cursos nocturnos para adultos.

· Se imprimieron muchos libros de textos para las escuelas.

· Se explotaron los ríos Negro y Neuquén, Limay.

· Se realzaron estudios de suelos en busca de riquezas para ser explotadas.

· Realizó el primer censo nacional.

Para Ampliar: Gobierno de Nicolás


Nicolás Avellaneda:
Avellaneda

Obras:

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· Continuó con la fundación de escuelas normales por todo el país. También construyó muchas escuelas
primarias.

· Apoyó la industria y el comercio, con créditos baratos.

· Se mejoraron los servicios postales de la época de Sarmiento.

· Se ampliaron las vías férreas.

· Se fundaron pueblos y colonias, pues con la Ley Avellaneda fomento notablemente la inmigración
europea.

· Como Ministro de Guerra estaba Julio Argentino Roca que realizó una importante campaña al sur del
país, logrando contener a los indígenas y además recuperó miles de leguas de tierras para su
explotación.

En este período se federalizó la ciudad de Bs.As. y pasó a ser la capital de la república. Por otro lado las
autoridades provinciales fueron permitidos a permanecer hasta tanto se funde la ciudad de La Plata, capital
de la provincia de Bs.As., por Dardo Rocha.

Las limitaciones de la colonización agrícola: [...] hacia 1883 las grandes propiedades seguían
predominando en la campaña santafesina. Tal como sucediera anteriormente, la tierra ganada a los indios
entre 1872 y 1883 había ido a parar, generalmente, a manos de unas pocas personas. En el norte una casa
bancaria londinense, Murieta y Cía., obtuvo la propiedad de 1 .400.000 hectáreas. En el sur más de 1
.000.000 de hectáreas pasaron a manos de empresarios bonaerenses, como Cernadas, Casey, Randel y
Villanueva. Este viejo predominio había sido, sin embargo, significativamente reducido. En todas partes, entre
1872 y 1883, muchas de las grandes propiedades habían comenzado a dividirse y su lugar comenzaba a ser
ocupado por estancias lanares de dimensiones medianas y por las colonias agrícolas.”

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La generación del 80

 Proceso inmigratorio

 Aspecto Político, económico y deuda externa

 Los conflictos con la Iglesia

 La Revolución del '90

 1912 El Grito de Alcorta

 Las nuevas fuerzas políticas

 La Cultura en Esta Etapa de la Argentina

 Obras de Gobierno

 Segundo Gobierno de Julio A. Roca

Introducción

Al período 1880-1916 de nuestra historia argentina lo podemos definir como el "Período de la Oligarquía
porteña". Los presidentes que se encargaron a llevar adelante este modelo oligárquico liberal del período
mencionado fueron, en orden de asunción:

Julio Argentino Roca

Miguel Juarez Celman

Carlos Pellegrini

Luis Saenz Peña

José Evaristo Uriburu

Julio Argentino Roca (Su 2º presidencia)

Manuel Quintana

José Figueroa Alcorta

Roque Saenz Peña

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Cada uno de estos presidentes se encargó de consolidar el Régimen Liberal extranjerizando todos los
órdenes de la sociedad, sean éstos político, económico, social y cultural.

Para referirnos a lo que acabamos de plantear comenzaremos en este trabajo por caracterizar a la llamada
"Generación del '80" integrada por un conjunto de hombres (minoría oligárquica) que tuvieron a su cargo la
conducción del país, sin mezquinar sus esfuerzos en llevar adelante la tarea del progreso indefinido,
convencidos plenamente de ello, pero con la condición humillante de subordinarnos ante los intereses
extranjeros, principalmente inglés.

El proyecto de la Generación del ochenta es quizás el más completo de reordenar y modificar desde sus
bases la sociedad argentina. Una generación de ideas liberales, europeísta, seudo-culta, ansiosa por dejar
atrás un pasado catalogado por algunos de sus ideólogos como bárbaro y que, sin embargo, no puede
romper con al antiguo soporte de la economía, que es la tierra. Era un conjunto de hombres que devotamente
creía en el progreso.

Su proyecto de país en una forma de producción primaria, sin que la acumulación obtenida se reinvierta en el
crecimiento, o sea un proyecto de desarrollo capitalista autónomo, dará por resultado que a corto plazo el
proyecto entre en crisis, encontrándose por otra parte, estrechamente ligados los intereses de la elite con los
del país hasta confundirse unos con otros.

En qué consistía este proyecto?

En lo económico, la inserción de nuestro país en la división internacional del trabajo a partir de la producción
de materias primas y alimentos y la importación de la mayor parte de los productos elaborados que se
consumían en el mercado interno; en lo social, el tratar de cambiar usos nativos a través de la inmigración de
mano de obra y tratando de europeizar nuestras costumbres; y en lo político, la conformación de un estado
moderno a partir de instituciones a imitación de la Europa de fin de siglo con el propósito de ofrecer garantías
a los capitales extranjeros que invertían en nuestro país.

Por otra parte Europa tiene necesidad de colocar un excedente de producción y de población, asimismo
necesita de alimentos y de materias primas.

Para asegurar la ansiada meta del progreso, los distintos sectores le atribuían a la educación una relevancia
singular queriendo alfabetizar a la masa de argentinos que vivían bajo un índice de analfabetización
extraordinario, pero más necesaria fue la educación de la elite dirigente que debía pasar por la universidad si
quería acceder a una posición destacada dentro de la carrera política para alcanzar el poder.

Esta generación aprendió que la libertad individual era el valor supremo que el Estado debía defender y que
el librecambio comercial era el sustento de toda política económica, pero no advirtió que esa libertad era
privilegio de los fuertes y en la Argentina los fuertes no fueron precisamente los nativos, que el librecambio
solo servía para consolidar al capital extranjero y que los sagrados derechos y garantías eran solamente

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excusas para amparar a las compañías extranjeras cuando buscaban eludir los impuestos nacionales o no
querían someterse a las leyes justas de la Nación.

La ideología que adoptó esta generación fue el reflejo de los sentimientos e intereses de los terratenientes,
su gobierno fue el gobierno de los selectos y de los iluminados. Bajo su influjo Buenos Aires dejó de ser la
gran aldea para transformarse en una urbe cosmopolita de carácter, como ya dijimos, europeizante ya que la
educación universitaria a la que nos referimos anteriormente tenía que venir de Londres y Paris.

El positivismo fue su filosofía: orden y progreso. Este lema, que se lo debemos a Comté, fue la bandera de su
accionar. Progreso significó crecimiento y modernización. Orden consistía en crear las condiciones de
tranquilidad en las cuales debía encontrarse el pueblo para permitir la proyección del progreso sin pausa.

La segunda mitad del Siglo XIX trae el triunfo del capitalismo industrial y con ello el aumento de la demanda
de materias primas. La mejora en los transportes permiten el traslado de millones de inmigrantes que van a
satisfacer la creciente demanda de mayor producción. En este mundo de progreso y cambio se inserta la
Argentina a través de la expansión de su producción agropecuaria produciéndose entonces el fenómeno de
un extraordinario crecimiento en su economía pero para ello fue preciso conquistar la Pampa Húmeda
expulsando al indio y sometiendo todo el territorio nacional a la voluntad del gobierno central, de esta manera
indios y gauchos fueron sacrificados en beneficio del sistema.

La riqueza generada se derrocharía en la construcción de palacios, monumentos y lujo a la europea.

Esta generación fue un fenómeno cultural trascendente, fruto de la política educacional liberal, querido y
logrado por un plan meditado. Sus hombres oscilaban en los 30 años de edad en consecuencia no habían
vivido la época del federalismo. Conocieron como una única realidad nacional la de los gobiernos liberales
posteriores a Pavón y se formaron en los Colegios Nacionales lo que les permitió pertenecer a los grupos
privilegiados convirtiéndose en ilustrados a la europea y aptos para integrarse a la política, a la burocracia y
al ejercicio de las profesiones liberales ocupando los mejores cargos.

Sin trabas morales para sus ambiciones dejaron de lado los principios éticos de sus antecesores y las
costumbres tradicionales creando un nuevo estilo de vida, aprovecharon los empréstitos, los juegos de la
Bolsa, el hipódromo y los naipes que se hicieron sus costumbres y le otorgaron dinero fácil que les permitió
acceder al despilfarro, a las viviendas más suntuosas, a la vestimenta europea y gozar de todos los lujos.

Con ellos comenzó la corrupción fenómeno nuevo en el país, salvo algunos pocos casos anteriores. Esta
generación fue ajena al sentir nacional, inescrupulosa, dilapidó la riqueza de la Nación empobreciendo al país
y exaltando como únicos valores culturales los propios de Europa, logrando también imponer en el país el
respeto sagrado al capital extranjero.

Proceso inmigratorio La Inmigración Europea

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El paso audaz en la promoción del cambio económico social fue la apertura del país a la inmigración. La
República comenzó a atraer inmigrantes a los que se les ofrecían facilidades para su incorporación al país,
pero sin garantizarles la posesión de la tierra, así lo estableció la Ley de Colonización de 1876, que reflejaba
la situación del Estado frente a la tierra pública, entregada sistemáticamente a los grandes poseedores.

Algunas de las causas de la inmigración fueron: la necesidad de la Argentina de integrarse al mercado


europeo; la situación inversa con respecto a las necesidades argentinas y europeas, Argentina necesitaba
mano de obra, como consecuencia del proyecto de expansión del sector agropecuario; y Europa liberaba
mano de obra, como consecuencia de la tecnificación del agro y la Segunda Revolución Industrial; además
se contaba con una zona muy apta para la explotación agropecuaria: la Pampa Húmeda, cuya explotación
requería mano de obra y capitales, escasos en nuestro país.

Los inmigrantes tenían escasas posibilidades de transformarse en propietarios y, en cambio, se ofrecieron


como mano de obra. La distribución tuvo una tendencia definida y la corriente inmigratoria se fijó
preferentemente en la zona del litoral y en las grandes ciudades. Así comenzó a acentuarse la diferencia
entre el interior del país y la zona del litoral, antes contrapuestas por sus recursos económicos y ahora
sumándosele las diferencias demográficas y sociales.

Esta inmigración fue predominantemente de origen latino: español e italiano. La agrupación de las
colectividades insinuaba ya la aparición de grupos marginales. A medida que se constituía ese impreciso
sector de inmigrantes e hijos de inmigrantes, la clase dirigente criolla comenzó a considerarse como una
aristocracia, a hablar de su estirpe y a acrecentar los privilegios que la prosperidad le otorgaba sin mucho
esfuerzo. Despreció al humilde inmigrante que venía de los países pobres de Europa, precisamente cuando
se sometía sin vacilaciones a la influencia de los países europeos más ricos.

Entre las consecuencias que produjo esta inmigración, citamos: contribuyó a un aumento de la "raza" (por así
decirlo) blanca argentina; contribuyeron al proceso de la rápida urbanización de la población y aportaron
mano de obra para el desarrollo industrial que aún no era de magnitud importante; los extranjeros, sin
proponérselo, produjeron cambios en el lenguaje y las costumbres de los argentinos; la inmigración ayudó al
crecimiento en gran escala de la población; la propagación del socialismo y el anarquismo (que más adelante
desarrollaremos) por los inmigrantes llegados con formaciones políticas y la creación de sindicatos; lo
anterior generó una política antiinmigratoria que llevó a generar leyes como la Ley de Residencia de 1902; la
creación de conventillos que eran grandes mansiones coloniales en ruinas; y el incipiente desarrollo de una
nueva actividad: la prostitución (que también nos referiremos a ella con más detalles en columnas
siguientes).

Los dirigentes y latifundistas no tuvieron ningún problema social grave, vivían en un paraíso pero de repente,
con la llegada de los inmigrantes, las cosas no salieron como lo esperaban: se produjo desocupación, que
con las formaciones políticas que estos inmigrantes tenían (socialistas y anarquistas) crearon sindicatos,
boletines del trabajador, entorpeciendo ahora la vida fácil del latifundista, los cuales ante estos problemas

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crean las leyes de represión (la Ley de Residencia expulsaba a todo inmigrante que atentara contra la paz
social o levantara sus banderas políticas).

Tampoco se cumplió el objetivo de que inmigraran anglosajones como se pretendía sino que vinieron en
mayor medida españoles e italianos con pocos recursos económicos y que eran toscos para los trabajos
siendo que nuestros nativos eran tan hábiles para todo tipo de trabajo manual y quizás más habilidosos aún
que los inmigrantes. De todas maneras, estos inmigrantes contribuyeron al progreso del país y a llegar a ser
el país europeo de latinoamérica.

Con relación a los recién llegados, la dificultad para acceder a la propiedad constituye una de las
características distintivas del proceso inmigratorio. El grupo de propietarios y sus grandes representantes en
el poder no concebían la inmigración más que como una fuente de mano de obra barata. La clase dominante
de grandes estancieros no favorecía al pequeño agricultor independiente; por otro lado las fronteras que al
sur de La Pampa, separaba los territorios explotados de las zonas amenazadas por los indios, fue suprimida
por la Campaña del Desierto y las nuevas tierras fueron incorporadas al patrimonio nacional en lugar de
destinarse a la colonización, fueron vendidas, en parte por adelantado, para cubrir los gastos de la
expedición del General Roca.

Los grandes propietarios no estimaban necesario ni conveniente compartir la riqueza agropecuaria, origen
del prestigio social y motor de la economía con los recién llegados, así como nunca demostraron interés en
incorporarlos definitivamente a la sociedad argentina.

Por otro lado, en la ciudad y en el orden social, la gran inmigración provocó la entrada de grandes epidemias
como el cólera y la fiebre amarilla, con foco principal en el Sur, sector de Buenos Aires que más creció con
inquilinatos y conventillos, factor éste que aumentó el riesgo de enfermedades y las rentas de los
propietarios.

Puede decirse que el cambio demográfico provocado por la entrada masiva de inmigrantes afectó en lo
político y en lo económico debido a que una minoría enriquecida controlaba el poder de la ciudad desde una
zona porteña completamente modernizada (Recoleta) donde se instalaron los aristócratas en mansiones de
lujo y dejando los suburbios porteños para los extranjeros que ya sumaban más del 50% de la población.

A su vez, el desarrollo edilicio hizo necesario una mano de obra especializada de obreros de la construcción
que surgió de la inmigración europea retenida en Buenos Aires. Albergada en conventillos, con sueldos
bajísimos, se convirtieron en renta segura para los propietarios explotando así, al máximo, al obrero
inmigrante y al criollo marginado.

Pero la explotación no solo llegó a ellos sino que apareció en Buenos Aires un negocio típico de París: "La
prostitución", dada en gran parte porque el elemento masculino predominaba en gran medida sobre todo en
edades jóvenes (entre 20 y 45 años), en pleno estado viril. En cuanto a los nativos, la situación era diferente,
escaseaban los hombres debido a la guerra contra el Paraguay, las guerras civiles y la Campaña al Desierto
que habían costado la vida de muchos de ellos; en consecuencia aparecieron las solteronas (ya que el

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inmigrante no alternaba socialmente con los nativos) entre las familias distinguidas, y por otro lado la
prostitución, como única alternativa de satisfacer los instintos de procreación. Los hombres sin pareja estable
llegaron a ser clientela segura de los prostíbulos populares que aparecieron en la ciudad. Esta actividad llegó
a ser altamente lucrativa ya que los prostíbulos iban creciendo en lujo y comenzaron a recibir una clientela
selecta en busca de nuevas emociones, pero muchos, además de emociones, encontraron infecciones
venéreas que recibieron el nombre de enfermedades secretas.

Aspecto Político, económico y deuda externa

Julio A. Roca se reservó el carácter de gran dirigente del Partido Autonomista Nacional. Este Partido se
había iniciado con Alsina, liberal disidente que fracturó el Partido durante el Gobierno de Mitre, tanto por sus
ambiciones personales como por la cuestión Capital. De esta manera el liberalismo queda dividido en:
Partido Liberal Nacionalista (llamados "cocidos", de Mitre) y Partido Liberal Autonomista (llamados "crudos",
de Alsina).

El país tenía una apariencia constitucional; en él eran factores de poder el ejército y los círculos financieros y
oligárquicos de Buenos Aires subordinados al capital inglés. Roca no necesitó de la violencia para tener
estos factores a su favor, aplicó su astucia y, acompañado siempre de un golpe de suerte, logró tenerlos de
su lado.

Su lema fue "Paz y Administración" entendiéndose con esto la inexistencia de conflictos armados y la
estructuración del Estado Liberal que garantizaba a cada uno sus derechos para entrar en la libre
competencia. Pero esto de la administración también significó burocracia que aumentó a extremos
imprevisibles.

El P.A.N. dirigido por Roca, fue real partido único con un jefe único, ejerció el poder político del país de
manera absolutamente personalista, sabía que el Presidente de la República y el presidente del P.A.N. todo
lo podían y él era ambas cosas, además de ser el militar de mayor grado y prestigio en el país. No existía
representación de la minoría, se elegía en lista única.

A Julio Roca, apodado "el zorro" por su astucia, pactos y tranzas cuando le era conveniente, lo sucede su
concuñado Miguel Juarez Celman debido a que Roca quiso extender su presidencia pero sin reformar la
Constitución por lo que se inclinó por la "alternancia" es decir....alternando con Juarez Celman que era el
hombre indicado para continuar con su política aunque muy próximo a esto entraron en conflicto por la
cuestión poder.

Una vez instalado Juarez Celman en el gobierno a su sistema se lo llamó "el unicato", el presidente es
proclamado jefe único del partido gobernante y lo que no podía hacer constitucionalmente lo podía hacer
como único. Recibió el gobierno sin oposición y heredando un armazón política sólida y unánime teniendo en
cuenta que la opinión pública no existía como factor de poder. Fue un típico representante de la Generación

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del '80 y su tendencia tomó el nombre de "Conservadora" ya que solo tenía que conservar el orden liberal
alcanzado hasta el momento pero luego guiado por la ambición de desplazar a Roca como factor de poder
político.

En cuanto a la política económica siempre se continuó el modelo liberal durante el período que nos
corresponde a través de las diferentes presidencias. En este orden, el económico, es donde más se percibe
la acción gubernamental consecuente con los intereses británicos. La producción era básicamente de dos
tipos: una para el mercado interno (de menor calidad) y otra para el mercado externo (la mejor, consumo de
buena calidad para el extranjero), y aún en estos días podemos apreciar esta característica en los productos
con la insignia "mercadería de exportación". La política económica dio al país una estructura que resultó muy
difícil de modificar y hasta ahora imposible de romper sin que nada se haya construido a favor de una
estructura auténticamente democrática como lo hubiera exigido una aplicación estricta de los principios
liberales, además ni los gobernantes argentinos ni las influencias foráneas tuvieron mayor interés en que esta
estructura democrática e institucional se afirmara en el país.

Sintetizando algunos otros aspectos de la economía liberal de este período, podemos decir:

*En materia ferroviaria, las líneas férreas aumentaron su extensión en gran medida, pero este incremento
corresponde a las empresas concesionarias extranjeras conectándose todas con el litoral portuario en forma
de abanico para llegar a diferentes puntos del país, administrándose todas ellas sobre el modelo del
ferrocarril oeste, una de las tres empresas nacionales, hasta que éste fue también integrado a manos
británicas sin ningún tipo de fundamento coherente ya que a menores costos originaban siempre un mejor
servicio y dejaba mayores ganancias, sin embargo, por esas cosas mágicas y oscuras de la economía liberal,
no permanecieron en nuestras manos sino que fueron otra fuente de ingreso, subsidios y garantías que el
viento británico se llevó.

*Por otro lado, el despilfarro administrativo y la imposición de normas liberales tuvieron las consecuencias
obvias: déficit creciente y desequilibrio desfavorables en la balanza de pagos. La dependencia del exterior
estaba muy acentuada, la deuda externa se elevaba cada vez más y no se vaciló en contraer deudas para
pagar deudas (fue Pellegrini el máximo ideólogo de esta política incoherente, en cuanto a deuda externa, ya
que estaba dispuesto a sacrificar su país a cambio de cumplir con los compromisos extranjeros -no vaya a
ser cosa que la economía europea se vea en problemas por nuestra falta de compromiso!). De esta manera
se destinó la mayor parte del producto nacional a la atención de la deuda externa.

*En materia de inversiones en obras públicas algo bueno se logró, aunque el mayor número de obras no era
necesario, cabe destacar la construcción del Puerto de Buenos Aires. Nuestra ciudad se convirtió en el
espejo de las grandes ciudades europeas, mansiones, palacios, avenidas, todo el lujo en materia de
construcciones fue producto de esta generación.

*También se inicia la exportación de carnes congeladas con lo que el ganado vacuno comienza a predominar
sobre el lana, el éxito del sistema liberal fue el desarrollo de la ganadería y la agricultura a cambio, como ya

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dijimos anteriormente, de manufacturas europeas siendo que a nosotros no nos faltaban especialistas en
materia de mano de obra en todos los rubros ya que teníamos gente especializada para la fabricación de
todos los productos, y como si eso fuera poco, tampoco nos faltaba la materia prima. Por eso la importación
de productos era innecesaria, nuestra industria nacional estaba en condiciones para obtener de todo pero
faltó el sentimiento nacional para dar paso alas conveniencias foráneas.

En este orden de cosas, en poco tiempo, los pasos intermedios para la comercialización de los productos
quedaron en manos extranjeras, Ferrocarriles, Molinos, Frigoríficos, Puertos, barcos. Si todo eso hubiera
quedado en manos argentinas distinto hubiese sido el resultado de nuestra situación nacional, quizás hasta
nuestros días.

Cuando comenzamos a desarrollar la ganadería a gran escala, se modernizaron hasta las prácticas de la cría
mejorando la calidad de la carne por lo que se mestizó nuestro ganado vacuno con la incorporación de las
razas hereford y Aberdeen Angus, vaya cosa ésta que hasta los animales tuvieron algo de inglés!!

Ya nos hemos referido a la educación pero es menester agregar que ella no era un derecho sino un
privilegio, los niveles estaban dados por la Ley 1420 elaborado por este gobierno que fue la que dispuso el
plan de instrucción primaria laica, gratuita y obligatoria, pero el orden se encargaba de que no todos lleguen
al nivel más alto (entonces existía la ley pero no la posibilidad). Dadas las condiciones económicas reinantes
para la clase obrera, los niños de 10 años en adelante debían ir a trabajar llegando, en general, al techo del
2º o 3º grado.

Los conflictos con la Iglesia

Durante la primer presidencia de Roca se crea la Ley de Registro Civil por la que el estado civil de las
personas deja de estar en manos de la Iglesia que hasta entonces se había hecho cargo de tal situación,
para pasar a ser competencia exclusiva de las autoridades civiles. Esta medida se adoptó justo cuando se
evidenciaban ya situación adversas entre liberales y católicos, y fue uno de los factores que provocaron el
enfrentamiento entre el Gobierno Nacional y el Vaticano desembocando en la ruptura de relaciones entre
ambas partes.

También durante esta misma presidencia se crea el Consejo Nacional de Educación y, como ya nos hemos
referido, se crea la Ley 1420 de educación común. En esta nueva política educacional se elimina la religión
como materia obligatoria de enseñanza en las escuelas oficiales. La instrucción primaria tiene ahora tres
características típicas: laica, gratuita y obligatoria. Esta nueva situación provocó un debate en el que
participaron la prensa, la opinión pública y la de grupos liberales, clericales, católicos, los cuales atacaron o
apoyaron el proyecto según de quien se trate.

A Roca no le gustaba verse en conflictos de principios y podía haber eludido verse involucrado en esto pero
los grupos católicos reaccionaron con tal torpeza atacando a Roca que éste no vaciló en volcar todo su peso

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en por de la reforma y poniendo freno a la intervención del Vaticano, a la vez que se declaró públicamente
laico ganando la batalla en contra de la Iglesia.

La sanción de estas leyes utilizadas por la oposición a Roca para que la opinión católica, que se suponía
mayoritaria en el país, se levante contra él. Asimismo el Vicario de Córdoba aconsejó a sus padres a no
mandar a sus hijos a la escuela normal porque algunas maestras eran protestantes, pero este pedido tuvo
una repercusión negativa ya que los católicos no veían en peligro su fe por la presencia de estos maestros,
cuestión ésta que favoreció a Roca acentuando su lucha por tal cuestión.

Estas cuestiones se interpretaron de tal forma que fue evidente la intromisión de la Iglesia en materia política
lo que no era aceptado por la mayoría de los católicos y mucho menos por Roca que finalmente dio un plazo
de 24 horas para que Monseñor Mattera (que quiso ser intermediario pero terminó oponiéndose
rotundamente a la medida adoptada por el gobierno) para que abandone el país.

A todo esto, y como si fuera poco para la Iglesia, se suma durante el gobierno de Juarez Celman, la cuestión
del matrimonio civil como único válido legalmente, medida ésta que le quitó a la iglesia la facultad que le
cabía en la celebración de matrimonios y convirtiendo la ceremonia religiosa en optativa.

Finalmente, durante el 2º gobierno de Roca, la relación de éste con el sur patagónico lo mantuvo en contacto
con la orden salesiana, misionera y educadora del desierto argentino. En 1904 el Obispo Salesiano sugirió al
presidente su intermediación con la Santa Sede. Además la gran mayoría católica estaba deseosa de que se
ponga fin a la ruptura. Roca, hábil para darse cuenta de las pretensiones mayoritarias, y no queriendo que
esto se traduzca en descontento popular, aceptó la mediación poniendo fin al conflicto.

La Revolución del '90

En 1888 ya se sintieron los primeros síntomas de la crisis. El oro sufre una brusca caída, la crisis comienza
con el sector financiero pero luego arrastra a la producción deteniendo el crecimiento y bajando el consumo.
Los Bancos restringieron los créditos y la tierra comenzó a perder su valor.

Como siempre....el pueblo trabajador es el que más sufre en los momentos de crisis económica, sus sueldos
estaban congelados mientras que la inflación avanzaba y comienzan las primeras huelgas. La miseria ya
estaba instalada en Buenos Aires y, al igual que en nuestros días, muchos recogen de los cajones de basura
el alimento diario.

A todo esto se suma una nueva causa para la revolución: la incipiente desocupación. Si bien Juarez Celman
no podía evitar la crisis, su política empeoró la situación ya que no había cimentado un desarrollo auténtico
de las fuerzas productivas.

Ante este estado de cosas, se manifiestan tres tendencias políticas:

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*El Partido Republicano, quienes critican el fraude, que no cesó con el objetivo de mantener el régimen
imperante , la inmoralidad y la dependencia económica.

• Los Católicos liberales quienes critican lo mismo que los anteriores más las reformas religiosas del P.A.N.

• Mitristas, quienes piden mayor pureza y transparencia electoral pero, por otro lado, identificados también
con el orden económico reinante.

La Unión Cívica (unión de todos los Partidos de aquel entonces, menos el que sustentaba el poder) convoca
a un acto donde inician sus discursos Mitre y Alsina. Luego, una manifestación llega a Plaza de Mayo donde
se desconcentran. Este acto popular fue el motor para poner en marcha la presión de los opositores al
régimen quienes se expresan con una revuelta cívico militar el 26 de Julio de 1890 y que fue una auténtica
manifestación activa de la voluntad del pueblo.

La "Gesta del Parque", nombre que recibió el acto, fue el orgullo de todos los Partidos Políticos en oposición
al régimen impuesto, Católicos, Demócratas Progresistas, Marxistas, Socialistas, Radicales, aunaron sus
fuerzas para terminar con la sumisión popular y el engaño fraudulento del que todos eran víctimas.

Después de tres días de enfrentamientos los revolucionarios capitulan ya que no contaban con los medios
armamentistas para continuar con la lucha y, si bien la revolución fue vencida, el gobierno estaba muerto,
Juarez Celman queda solo, sus íntimos se alejan y el que fue Único en el apogeo también lo fue en las
responsabilidades.

De esta manera, Juarez Celman presenta su renuncia, sin apoyo de ningún tipo se encontró con que su
carrera gubernamental había llegado a su fin. Es Pellegrini quien lo sucede para completar su mandato
presidencial y Roca asume como Presidente del Senado, ya preparándose para dar cabida a su 2º
presidencia luego de haber confesado su placer por la Revolución.

La Revolución, si bien fue un intento fallido de combatir el Régimen Conservador, dejó como consecuencia
más elocuente el surgimiento de Partidos Políticos dispuestos a dar lucha contra los atropellos a la Nación
entera.

1912 El Grito de Alcorta

En este año, el campo comenzó a sentir el malestar que ya se venía dando en las ciudades por mejores
condiciones de trabajo y salario. Por primera vez los chacareros tomaron conciencia de la precariedad de su
situación y se movilizaron en demanda de mejores condiciones en sus formas laborales. Esto sucedió
principalmente en Santa Fe y Córdoba y culminó con el "Grito de Alcorta" cuya consecuencia más directa fue
la creación de la Federación Agraria Argentina que sería, desde entonces, la defensora del productor rural y
los trabajadores del campo.

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Tanto en Santa Fe como en Córdoba eran las provincias donde existían las peores formas de abusos y
corrupciones, producto de la mala distribución de la tierra.

En el campo existían tres tipos de ocupantes: propietarios, arrendatarios y medieros, de los cuales el primero
era siempre el beneficiado mientras que los dos restantes debían cumplir con ciertas condiciones que
encarecían sus costos y obtenían apenas una mínima entrada, casi insignificante, y que en nada se
comparaba con la labor que efectuaban. Para ellos no existía Instituciones de Crédito Agrícola y la posibilidad
de acceder a la tierra era solo una ilusión, de esta manera el agricultor se convertía en un peón de campo
sometido a la fuerza de un empresario agrícola; ya para iniciarse había invertido todos sus ahorros y a la vez
se encontraba siempre endeudado con la compañía colonizadora.

Por otro lado, la carestía de la vida había aumentado también para ellos al punto de encontrar dificultades
para hacer frente a las necesidades más elementales mientras que el precio de sus cereales mantenían el
mismo valor. Claro está que para salvarse de embargos tuvieron que hacer grandes esfuerzos con
alimentación precaria y poniendo a trabajar la tierra a sus esposas e hijos sin posibilidad de concurrir a la
escuela.

Entre sus costumbres, los chacareros solían ir al pueblo los domingos y entre sus conversaciones nunca
faltaba el tema de sus condiciones de vida, las que al ir agravándose también iban agitando a estos hombres;
es así que en la localidad de Alcorta, Santa Fe, uno de ellos propuso la lucha que ya se tornaba necesaria.

El de Alcorta no fue un grito sino una consigna: "Antes de doblegar nuestros esfuerzos debemos conseguir
nuestros objetivos, antes de ser vencidos debemos preferir la muerte". Los arrendatarios no hicieron caso a
estos reclamos de mejoras y, ante esta situación, se declaró la huelga agraria. Por primera vez en el campo
se hicieron sentir las voces de los trabajadores de la tierra que hasta entonces había sido una masa
silenciosa. Fue la primera de las huelgas agrarias que constituyó el pilar fundamental para la extensión de los
reclamos a otros puntos del país sabiendo aún que podían aplicar sobre ellos la Ley de Residencia con la
que se los reportaría a su país de origen.

Si bien este movimiento era inorgánico, sin mayor coordinación, obtenía buena información de lo que ocurría
en otras zonas y sintieron la necesidad de crear una fuerza que fuera capaz de enfrentar a la Sociedad Rural.
Por esta causa es que se decide fundar la Federación Agraria Argentina con la que ahora el agricultor ya no
sería más el individualista que había sido, sino que se encontraba integrado a una organización colectiva
luchando por sus reivindicaciones y haciendo a un lado el temor al patrón o administrador de su esfuerzo.

Las nuevas fuerzas políticas

Ya en 1890 existía en nuestro país un Club de Socialistas alemanes que comenzó a publicar el diario "El
Obrero".

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El Movimiento Anarquista cobra vuelo en la Argentina con el periódico "El Perseguido". Estas tendencias
socialistas y anarquistas fueron inspiradas en Marx y organizaron el Movimiento Obrero cuya acción directa
se traduce en huelgas, las que se organizan por las condiciones lamentables de trabajo.

1890 fue también el año en que se festejó por primera vez en la Argentina el 1º de Mayo como Fiesta
Nacional de los Trabajadores. Nace también el Movimiento Sindical Argentino reclamando reformas urgentes
en el orden social, dicho movimiento luego intensifica su acción cuando la oposición se polariza en la Unión
Cívica Radical.

Aunque los gremialistas aportaron una ideología sin sentido nacional (repitieron el esquema imperante en
Europa industrializada que era muy distinto al nuestro), al menos sirvió para dar forma a las primeras
agrupaciones sociales.

Anarquistas y Socialistas son los dos sentidos en que se orienta el movimiento obrero soportando la Ley de
Defensa Social que legalizaba cualquier tipo de represión y clausuraba sindicatos, comités y periódicos
vinculados a este movimiento. Como también la Ley de Residencia que expulsaba a todo extranjero que se
manifestaba contra el orden impuesto.

Los anarquistas se caracterizaron por ser apolíticos y revolucionarios mientras que los socialistas eran
reformistas y proclives a participar en la lucha electoral.

Ante estos movimientos, el gobierno responde siempre con luchas represivas hasta que acepta el legal
funcionamiento del Partido Socialista que, en 1904, obtuvo su primer Diputado Nacional, el Doctor Alfredo
Palacios.

Por otro lado, la Unión Cívica Radical, con Irigoyen al frente, se caracterizó por su postura abstencionista,
aunque carecían de fuerza electoral propia se los sabía numerosos y cuyo programa de abstención fue
táctico y definido: Irigoyen no iría a elecciones sin registros nuevos y sufragio garantido en todo el país. Línea
radical, que continúa su prédica en todo el país, construye su plataforma política en cuatro puntos: Libertad
de política, honradez administrativa, impersonalidad de la coalición (participación democrática) y sentimiento
nacional.

Cabe destacar que este movimiento (U.C.R.) llevó a cabo varios intentos de revolución contra el régimen
conservador, durante este período, inclusive en las provincias el interior y, aunque fueron fallidos,
constituyeron una clara manifestación de oposición al régimen. Esto demuestra que la principal fuerza
opositora no descansa. El movimiento era casi exclusivamente proteño pero va creciendo en el interior y
acentuando su carácter popular mientras crece la impaciencia en las provincias, claro ejemplo de esto son
las revoluciones radicales que se produjeron en Córdoba y Catamarca donde la Unión Cívica se subleva y las
provincias son intervenidas.

También durante la presidencia de Sanez Peña, el gobierno debió hacer frente a revoluciones radicales que
se llevaron a cabo en el Interior y en Buenos Aires a pesar de la represión sangrienta con que se les

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respondía, igual deciden hacerla y estalla una sublevación en Tucumán coincidente con movimientos en
Santa Fe y Rosario.

Durante la Segunda Presidencia de Roca vuelven a producirse intentos revolucionarios radicales en


Catamarca aunque esta vez los rebeldes pertenecían a distintos sectores de la opinión nucleados bajo el
nombre de "Unión Provincial".

En San Luis, y durante esta misma presidencia, otra revuelta opositora llevada a cabo por conservadores y
radicales dejó como consecuencia la constitución de un gobierno provisional y la posterior intervención de la
provincia convocando a la ciudadanía a elecciones en la cual ganó la coalición conservadora.

En 1905, durante el gobierno de Quintana se produjo un movimiento revolucionario cuyo estallido fue
simultáneo en Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Bahía blanca, fue el movimiento revolucionario que más
significación tuvo por su magnitud, sus resultados feron: En Santa Fe hacen peligrar al gobierno local, en
Mendoza deponen al gobernador y en Bahía Blanca las tropas sublevadas inician un avance hacia Buenos
Aires. Pero el gran suceso se produce en Córdoba donde los revolucionarios radicales toman prisioneros a
un grupo de hombres del régimen que estaban veraneando.

Sin bien todos estos intentos no tuvieron el final esperado es de destacar que hicieron temblar a los
gobiernos liberales que se veían cada vez más presionados por la unión de las fuerzas opositoras que
pretendían un cambio radical en el orden político, económico y social que condujera al país a un sistema más
limpio, participativo como lo es la democracia, y por sobre todo que sea nacional para garantizar la verdadera
libertad y autonomía nacional.

En este punto nos interesa también incluir la sanción de ley de voto secreto, universal y obligatorio efectuada
en 1910 durante la presidencia de Roque Saenz Peña, último presidente del régimen oligárquico del período
en cuestión.

Una vez sancionada la Ley, su primera aplicación tuvo lugar en Santa Fe y evidenció sus ventajas ya que
existían padrones nuevos, serios y de fácil consulta, lo que aseguraba la participación de todos los
ciudadanos y que ninguno lo hiciera más de una vez como había sido costumbre durante las elecciones
fraudulentas anteriores. Llegado el comicio hay una afluencia multitudinaria de votantes y se pone de
manifiesto la mayoría que nuclea la oposición: El Radicalismo obtiene mayoría de votos.

Con esta Ley se adoptó, por fin, la forma representativa, republicana y federal y, tras medio siglo de
gobiernos liberales, la voluntad popular se convirtió en factor de poder dando paso a un nuevo partido
gobernante: La Unión Cívica Radical.

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La Oligarquía y La Formación del País
OBRA DE GOBIERNO DE JULIO A. ROCA

LATINO AMÉRICA DESDE 1880:

· En Europa las fábricas necesitaban lanas, cueros, cobre, salitre, carnes, cereales, etc.

· Latino América para poder adaptarse a la creciente demanda de materia prima debió realizar
ajustes internos, terminar con las guerras civiles, establecer leyes y autoridades que sean
respetadas.

· En estos países los dueños del poder económico y político se unieron para pacificar, ordenar y
organizar el país. Aprobaron leyes, Constituciones, armaron ejércitos e inculcaron ideas de
nacionalismo y respeto por la autoridad. Se crearon estados modernos.

· En estos estados grandes territorios no explotados estaban en manos de indígenas o de la


Iglesia, el estado lucho contra los indios o le expropió las tierras, dejando grandes territorios en
manos muy pocos propietarios: los terratenientes

· Hacia falta mano de obra, ya sea por que había pocos habitantes o por que los indígenas no eran
adecuados para el trabajo disciplinado y organizado, por lo tanto alentaron la inmigración.
También se abolió la esclavitud.

· Se construyeron nuevos sistemas de comunicación y transporte, tales como caminos, rutas,


puertos, puentes, sistema telegráficos y ferrocarriles, para ello se utilizó el aporte de capitales
extranjeros, sobretodo de Inglaterra en este país.

· De esta manera las economías americanas crecieron aceleradamente, aumentaron las


exportaciones, la población de las ciudades, que también estas se modernizaron, aumentó la
cantidad y diversidad de negocios y nació la clase media.

LA ARGENTINA A PARTIR DE 1880:

La Oligarquía Nacional

Gobierno de Roca(1880-1886)

· Con Roca como presidente de la nación comienza una etapa de


estabilidad política y constitucional y de prosperidad económica.

· “Paz y Progreso” era su lema, pues era necesario cuanto antes un

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orden interno para conseguir el crecimiento económico del país.

· Argentina debía ser un país rico y moderno y su capital seria comparable a las grandes capitales
europeas.

· El nuevo régimen político obedecía a ideas alberdianas, conseguir un país donde sus habitantes
tenga todo tipo de libertades civiles, como la de comprar, vender, estudiar, enseñar, etc. pero
excluidos del sector político, pues quedaría reservado solo para la gente mas culta y capacitada
para gobernar.

· Estos hombres dirigentes, encargados de conducir al país política y económicamente


pertenecían en su mayoría a una elite tradicional de unas 400 familias terratenientes criollas, con
culturas y vida social muy similares y con gran poder económico que se vinculaban según sus
intereses comunes respecto a la exportación y el comercio exterior de los productos que ellos
producían. Se los llamó la generación del 80 y se consideraban los padres de Patria o patricios.

· El partido político de esta elite se conocía como el PAN, y en realidad no era un partido político
con el concepto moderno, sino mas bien un grupo de hombres con poder económico que
respondían a una persona con características de líder, ya sea por su carácter o bien por su poder.

· El PAN (Partido Autonomistas Nacional) artículo sus relaciones políticas entre presidente,
diputados, senadores y gobernadores provinciales consolidando su poder político único en todo el
país. Un diputado podía ser mas tarde senador y un senador ser gobernador y a su vez este
gobernador seria diputado, solo cambiaban sus bancas.

· Estos políticos usaron todo tipo de arma a su alcance para controlar el poder y dominar al
pueblo, ya sea a través de sobornos, con regalos, recompensas, relaciones familiares, etc., por
otro lado los habitantes no se encontraban organizados como para crear una fuerte oposición.

· En la practica había elecciones, pero siempre ganaba el que ya estaba decidido por esta elite,
es decir se recurría al fraude electoral, además el voto era cantado, y se obligaba por medio de
matones a votar por el candidato elegido. A estos gobiernos se los llamo electores, también se
conoce a esta época como la oligarquía o conservadora, conservadora de su poder político.

· Este sistema de elección de representantes pudo mantenerse hasta la primera crisis económica
de 1890, donde el pueblo ya mas culto y organizado comenzó a cuestionar este tipo de practicas
fraudulentas, exigiendo leyes que democraticen la vida política.

· Todos estos hombres de la clase dirigentes eran positivista, es decir, estaban convencidos que el
progreso estaban directamente relacionado con el avance de las ciencias. Pensemos como la

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tecnología de aquella época cambio la vida de todos los ciudadanos: el teléfono, telégrafo,
ferrocarril, frío, molinos de viento, maquina agrícolas, luz eléctrica, etc. Ellos fomentaron la
investigación.

· También defendían el liberalismo económico, pero no el político, en ese aspecto ellos eran
conservadores, pues excluía a los sectores populares de las libertades políticas, creían que sólo
ellos podían gobernar, sólo ellos eran los aptos para la conducción política de la Argentina.

(El liberalismo político defiende la libertad e igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, y busca
el bienestar de la mayoría de los habitantes.)

Algunas Reformas de Importancia En El Gobierno de Julio A. Roca:

· Reforma monetaria, se unifico la moneda nacional y se prohibió el uso de monedas


provinciales.(se uso el patrón oro , que era el patrón internacional), ya que hasta ese momento
existía una anarquía monetaria nacional.

· Se creo el Estado Mayor del Ejercito, y se organizó el mismo, culminando en la Ley de Servicio
Militar Obligatorio en 1901, o Ley Richiere. (El conflicto con Chile aceleró este proceso)

· Se promulgo la Ley de Territorios Nacionales, que puso bajo el poder ejecutivo 9 nuevas
gobernaciones creadas en los territorios conquistados durante la campana contra los indios. Tierra
del Fuego, Chubut, Santa Cruz, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chaco, Formosa, Misiones.

· La Ley 1420 de Educación Común, de la enseñanza gratuita, obligatoria y laica para todos
los habitantes de 6 y 14 años. Desplazando a la Iglesia de esta actividad educativa, que hasta ese
momento era la única encargada de esa función. En esa época de cada 100, 90 habitantes eran
analfabetos.

· La Ley de Registro Civil, que también la Iglesia llevada el control de los nacimiento y
defunciones, ahora se creó el Registro Civil a cargo del Estado, y mas tarde se estableció la ley de
Matrimonio

· La Reunión de un Congreso Pedagógico y la Ley Universitaria.

· Crea la Municipalidad de Buenos Aires.

· Crea el Banco Hipotecario Nacional

· Aprueba el Código Penal

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. Dictó la Ley de Residencia, por la cual se deportaría cualquier extranjero rebelde, que altere el
orden público

Ampliar: Obras del Gobierno de Julio A. Roca

LA FORMACIÓN DEL PAÍS: El Plan Agroexportador La Inmigración Europea

· Para el crecimiento del país era necesario que se integre cuanto antes al mercado internacional
como productor de materia prima.

· Las fabricas de las grandes potencias mundiales necesitaban materiales, tales como cuero,
lanas, sebo, carnes , cereales y Argentina podía producir todo eso, pero para ello, hacia falta
capitales, tecnología y mano de obra.

· Se implementa un plan de crecimiento basado en un Modelo Agro-exportador en donde la


Pampa Húmeda convenientemente explotada podría cubrir las expectativas de un futuro próspero
para la Argentina.

· La imagen institucional de Argentina en el exterior era buena, y países como Inglaterra apuntó
sus capitales para esta región del planeta. Por otra parte el país le aseguraba grandes beneficios,
es decir, su capital estaba protegido.

· Se ofertaron mas de 30 millones de hectáreas que se habían conquistado en la Campaña del


Desierto, aunque parte de ellas ya estaban distribuidas entre los mismos patrocinadores de la
conquista.

· En Europa la gente también deseaba buscar oportunidades fuera de su país, los pasajes en
barco habían bajado gracias al avances tecnológico, además Argentina subvencionaba parte o la
totalidad del costo del mismo.

· Parte del capital ingles se destino a la promoción de créditos para la compra de tierras, a bajo
costo y con grandes facilidades.

· Se incentivo la agricultura y se crearon los medios necesarios para llegar a zona inhóspitas y a
su vez se facilitaba la evacuación de los cereales en tiempo de cosecha.

· Se construyeron puentes, caminos, puertos, ferrocarriles, telégrafos, teléfonos, depósitos, silos,


etc..

· En la década de 1880 las inversiones extranjeras aumentaron 10 veces con respecto a la


década anterior, fundamentalmente capitales ingleses.

71
· La red ferroviaria pasó de 2500 Km. en 1880 a 9000 Km. en 1890, fue un periodo conocido
como la manía ferroviaria, por la gran cantidad de concesiones entregadas por el gobierno.

· Las compañías ferroviarias obtenían grandes ganancias y prácticamente no eran controladas


por el estado, que a su vez este les aseguraba beneficios mínimos. Se le regalaba 1 Km. de
territorio a cada lado de la vías del tren.

· Hubo una gran concentración de vías en la zona pampeana, zona netamente fértil y prospera
para la agricultura, donde se sacaba de inmediato los productos cosechados hasta su destino final
en el puerto.

· De 100.000 hec. sembradas en 1875 se pasó a 800.000 hec. en 1885, es decir se aumentó 8
veces las zonas sembradas., la mayor parte en Santa Fe que llego a ser el granero del país.

· Las exportaciones de trigo aumentaron de 1100 ton. a 327.000 ton, lo mismo para el maíz que
de 15.000 en 1880 se paso a 700.000 ton.

· Paralelamente existió un crecimiento en la ganadería, particularmente en Buenos Aires, donde el


numero de cabezas se duplico en solo 7 anos de esta década.

· Se consiguieron mejores carnes, aptas para las exigencias europeas, nuestro ganado
tradicional, huesudo, flaco y de carne dura se cruzó con razas como la Shorthon y Heresford.

· Se cultivaron campos con cultivo forrajeo (alfalfa) lo que introdujo cuidados y cambios en la cría
de ganado. No obstante seguía habido un 78% de ganado criollo o salvaje.

· El ganado ovino de raza merino fue eliminado y reemplazado por el Lincoln por su mejor carne y
cantidad de lana y su cría se desplazó hacia la Patagonia.

La Inmigración:

· En algunas zonas de Europa había poco trabajo, existía un gran crecimiento demográfico, había
persecuciones religiosas, crisis agraria, y la gente más afectada decidió mejorar su calidad de vida
migrando a otros países que ofrecían algunas posibilidades de crecimiento económico, tal fue el caso
de Argentina.

· Buscaban crecer económicamente y socialmente, pensaban que podían comprar un lote de tierra
y comenzar de nuevo en este gran país, que los favorecía según diversas promociones.

· Entre 1880-1890 llegaron al país 1.000.000 de europeos de los cuales se establecieron el 85%,
sin embargo esa masa de hombre no alcanzaba para satisfacer las demandas externas.

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· Entre 1880-1914 llegaron cerca de 6.000.000 de nuevos habitantes los cuales se radicaron
definitivamente cerca de 4.000.000.

· Argentina pasó de 1.800.000 hab. en 1869, donde el 12% eran inmigrantes a 7.800.000 en
1914, siendo el 30% extranjeros.

· El estado nacional invirtió 5.000.000 de pesos oro para pagar los pasajes de 130.000 personas.

· El mayo porcentaje de inmigrantes era de españoles e italianos, pues eran los que mejores se
adaptaban a las condiciones de este país. En realidad se deseaba atraer la atención de gente mas
calificada y con estudios profesionales, por lo que se establecieron oficinas en países como
Inglaterra, Alemania y Francia, para fomentar la migración de ese tipo de gente.

· La mayor parte de los inmigrantes se establecieron en la Pampa Húmeda (Buenos Aires, Santa
Fe, Entre Ríos y Córdoba), pero las tierras sembradas fueron prácticamente las de Santa Fe,
porque en Buenos Aires la tierra ya estaba en manos de grandes terratenientes promotores de la
gran campaña contra los indios, años atrás.

· Aunque muchos de ellos alcanzaron a "hacerse la América" (arrendatarios, propietarios, colonos,


comerciantes), sobretodos los que llegaron antes de 1880, porque venían con algún capital para
iniciarse laboralmente, la mayor parte de ellos engrosaron las masas de peones rurales y urbanos,
es decir, no pudieron llegar a ser propietarios.

· Para fines de 1890 el 90% de los extranjeros vivía en las ciudades del área pampeana, y la
población urbana superó a la rural por primera vez.

· Viendo que las posibilidades de compra de tierras eran casi nulas, decidieron radicarse en las
ciudades que crecían a un ritmo inusual. En Bs.As. y Rosario se construían puertos, silos, redes de
luz pública, ferrocarriles, grandes edificios públicos, desagües, etc.

· Como estas ciudades no estaban preparadas para tal crecimiento, las familias de los recién
llegados se hacinaban en caserones del sur de Buenos Aires, que antiguamente pertenecían a
familias adineradas, que las habían abandonado en la época de la Fiebre Amarilla, mudándose a
vivir al Barrio Norte. A estos caserones se los llamó: conventillos.

· En 1890 la cuarta parte de la población vivía en viviendas colectivas.

Las Clases Sociales

a) La elite porteña formada por las familias mas adineradas, propietarios de todos los grandes

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territorios de la provincia, y que crecían económicamente gracias a la exportación de los productos
agrícolas que eran sembrados en sus propias estancias y dueños de todo el poder político,
encargados de la conducción del país.(eran unas 400 familias adineradas)

b) Profesionales, empleados administrativos, maestros, comerciantes medianos, transportistas,


cuyo progreso iba de la mano del éxito que pudiese tener el modelo exportador, ellos formaban la
clase media.

c) Una gran masa de trabajadores con algún oficio como ser sombrereros, costureros, zapateos,
sastres, panaderos, relojeros, ebanistas, carpinteros, albañiles. También estaban los estibadores y
changarines del puerto. Los obreros de los frigoríficos y los ferrocarriles, pertenecían a la clase
obrera.

Gabinete presidencial
Julio Argentino Roca
Vicepresidente: Norberto Quirno Costa
MINISTROS
Agricultura: Emilio Frers, Martín García Merou, Ezequiel Ramos Mejía y Wenceslao Escalante.
Guerra: Luis María Campos y Pablo Ricchieri.
Hacienda: José María Rosa, Enrique Berduc y Marco Avellaneda.
Interior: Felipe Yofré y Joaquín V. González.
Justicia e Instrucción Pública: Osvaldo Magnasco, Juan E. Serú, Joaquín V.González y Juan N.
Fernández.
Marina: Martín Rivadavia y Onofre Betbeder.
Obras Públicas: Emilio Civit.
Relaciones Exteriores y Culto: Amando Alcona, Luis María Drago y José A. Terry.

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PRESIDENCIA DE HIPÓLITO YRIGOYEN:

· Hipólito Yrigoyen fue una figura mística del radicalismo, nunca emitió un discurso, no le interesaban los
reportajes y escapaba de las fotos

· 1916 hay elecciones bajo la flamante Ley Saenz Peña de 1912, el radicalismo presenta la fórmula
presidencial: Hipólito Yrigoyen - Pelagio Luna

· Se enfrentan 3 partidos políticos: Radicales, los Conservadores y unos pocos Socialistas que habían
logrado afianzarse en la ciudad de Bs. As. Lisandro de la Torre quiso unificar a liberales y conservadores
de distintas provincias en el Partido Demócrata Progresista pero no lo pudo conseguir.

· El Radicalismo era un partido político bastante organizado de alcance nacional, apoyado por comités
distribuidos en todo el país.

· Los conservadores eran un grupo heterogéneo de ideas políticas, poco organizado, pero convencidos
de su triunfo electoral. Formaban parte del mismo todos los políticos que habían llegado al poder en 1880
de la mano de Julio Argentino Roca, es decir representaba al oficialismo.

· Triunfa el radicalismo y se convierte en el primer presidente electo según la ley Saenz Peña.

· Fue un gobierno nacionalista y popular.

· Yrigoyen representaban a los sectores bajos y medios de la sociedad que desde principio de siglo se
oponían a la conducción política de la vieja dirigencia oligarca. Estos sectores habían sufrido un cambio
intelectual debido a su preparación educativa gratuita (ley 1420), y exigían su participación política y
mejoras de las condiciones laborales.

75
· Surgieron los primeros sindicatos que se reproducen por todo el país presionando cada vez mas al
gobierno. Tenían una postura mas moderadora frente a los anarquistas, aceptaban el capitalismo y
creían en la negociación mediante el diálogo.

· Su gobierno trató desde un primer momento repartir mas equitativamente las riquezas del estado y las
ganancias generadas del modelo agro exportador vigente.

· Trato de mantener un diálogo fraternal entre el estado-patronal-obreros aunque muchas veces las
manifestaciones sociales se les escapaba del control.

· Debió soportar los efectos de la Primera Guerra Mundial, ya que hubo una caída importante de las
exportaciones durante los 2 primeros años de su gobierno.

· La economía sufría de una importante inflación y los sueldos caían constantemente, por otro lado
disminuyó notablemente las exportaciones generando desocupación.

· Trató de gobernar bajo los mandatos de la Constitución, repudió e intentó depurar los actos
fraudulentos de las elecciones anteriores.

· Sancionó leyes tales como la jubilación de empleados de empresas privadas, jornadas de 8 horas, el
descanso dominical, salario mínimo, contratos colectivos de trabajo.

· Prohibió el desalojo y aumentos de alquileres.

· Protegió a los indígenas y los radicó legalmente en sus tierras.

· Fomento la agricultura y la ganadería, otorgando créditos blandos a los productores.

· Compró barcos usados e impulsó la Marina Mercante Nacional.

· Apoyó la explotación del petróleo (encontrado de casualidad en 1907), y creó Y.P.F., frenando el
intento del monopolio de empresas extranjeras.

· Impulsó la nacionalización de los ferrocarriles en manos de los ingleses.

· Los conservadores aun tenían mayoría en la Cámara de Diputados y Senadores y tuvieron la


capacidad de bloquear gran cantidad de proyectos del ejecutivo.

· Muchas provincias también quedaron en manos de los conservadores, e Yrigoyen apuntó el control a
las mismas a través de intervenciones federales, pues consideraba ilegítimos a esos gobiernos que
estaban desde antes de las elecciones de 1916.

76
· Yrigoyen buscó apoyo en la juventud, en el sector estudiantil, y apoyó la Reforma Universitaria, estos
venían pidiendo. El movimiento se originó en Córdoba y protestaban contra la injerencia e influencia
eclesiástica en la educación. Además se oponían a los métodos obsoletos de enseñanza. Estos
estudiantes habían recibido las ideas socialista de la revolución rusa y mexicana.

· También intentó un acercamiento con los obreros apoyando algunas huelgas que los sindicatos
decidían realizar como medidas de fuerza para conseguir distintas mejoras laborales.

Conflictos Destacados:

Semana Trágica:

Los obreros de los talleres metalúrgicos Vasena en 1919, demandaban una reducción de la jornada laboral a
8 horas diarias y repudiaban la reducción salarial y el despido arbitrario. A fin de contrarrestar la huelga los
empresarios contrataron personal (Liga Patriótica) para que juntamente con la fuerzas del orden persiguieran
a los obreros, ocasionando en muchos la muerte. Hubo saqueos a armerías, incendio de iglesias, toma de
talleres. El Gral. Dellepiane fue el encargado de repeler la rebelión que duró una semana.

La Patagonia Rebelde:(ampliar el tema)

La caída de las exportaciones y del precio de la lana hizo que se amontonaran totalmente los depósitos de
fardos de lanas por falta de compradores. En 1920 y 1921 se generaron huelgas de peones que ya vivían en
condiciones inhumanas. En 1922 impulsados por F.O.R.A. (Federación Obrera regional Argentina) exigieron
mediante estas huelgas mejoras salariales y condiciones de trabajo. Paralelamente grupos de delincuentes
se infiltraron y cometieron desmanes que se lo atribuyeron a los obreros. Los terratenientes reprimieron con
violencia estos hechos. Yrigoyen envió al teniente Varela para que resuelva el conflicto y utilizó todo su poder
para calmar a los huelguistas, muchos fueron torturados, muertos y fusilados. Algunos escaparon a Chile.

La Forestal:

En 1905 una empresa inglesa adquirió 2.300.000 ha. con bosques de quebracho colorado en la provincia de
Chaco y Formosa. Se iba a extraer tanino para curtir cueros. La explotación fue depredadora y nunca se tuvo
en cuenta un plan de reforestación de estos árboles, dado que el quebracho tarda 150 años en alcanzar la
edad para la extracción del tanino. Pero no solo se explotaron los bosques sino también a todos los hacheros
que vivían bajo condiciones de vida lamentable, casi esclavizante. Poca comida, muchas horas de trabajo,

77
sin protección sanitaria, se enfermaban de tuberculosis o los mordía una víbora. La esperanza de vida era de
aproximadamente 35 años. El estado nunca controló lo que allí sucedía.

Reforma Universitaria:

Fue un movimiento que se inició en Córdoba y se extendió a otras Universidades Nacionales. Los
estudiantes reclamaban participación en el gobierno de las facultades, junto a profesores y ex alumnos.
Además pedían una modernización y actualización de metodología didácticas, profesores y planes de
estudios, y se oponían a la injerencia eclesiástica en la conducción de la misma. Yrigoyen apoyó la reforma
y la misma se llevó a cabo con éxito.

Gabinete Presidencial:
Hipólito Yrigoyen
Vicepresidente: Pelagio B. Luna

MINISTROS
Agricultura: Honorio A. Pueyrredón, Alfredo Demarchi, Eudoro Vargas
Gómez y Carlos J. Rodríguez.
Guerra: Elpidio González y Julio Moreno.
Hacienda: Domingo Salaberry.
Interior: Ramón Gómez y Francisco Beiró.
Justicia e Instrucción Pública: José E. Salinas.
Marina: Federico Álvarez de Toledo, Julio Moreno y Tomás Zurueta.
Obras Públicas: Pablo Torello.
Relaciones Exteriores y Culto: Carlos A. Becú y Honorio A. Pueyrredón.

Ver: Yrigoyen y el petróleo argentino

SITUACIÓN INTERNACIONAL:

· En 1914 comienza la Gran Guerra Mundial, Argentina se mantuvo en una posición neutral, pues quería
mantener el negocio con los clientes tradicionales como Inglaterra.

· Alemania hunde un barco de EE.UU. y este país decide entrar en el conflicto. Argentina sigue neutral, y
comienza un alejamiento de los EE.UU.

· Triunfó la revolución del proletariado, dirigido por Lenín, en Rusia. El zar fue destituido y los obreros,
soldados y campesinos se hicieron del poder politizo ruso.

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ELECCIONES Y FRAUDES
LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y EL PODER
Entendemos por partido político aquella agrupación de personas constituida en torno a un plan o programa
común destinado a aplicarse en la vida política, social y económica de un país a través del ejercicio del poder
o desde la oposición. Hacia 1890 la vida de las agrupaciones políticas era mucho menos orgánica que en la
época actual. Un partido era una simple reunión, no siempre coherente ni duradera, de gente simpatizante
con una ideología, con un caudillo o con un, grupo de dirigentes.

LA VIDA POLÍTICA ARGENTINA DURANTE El, SIGLO XIX. De hecho, la vida política estaba regida por
minorías que pugnaban por el poder o lo poseían. Como se señaló más de una vez en muchos casos el
objetivo supremo de esa lucha fue el poder y. en su beneficio, los principios e ideas fueron dejados de lado.

Esta afirmación explica las frecuentes alianzas entre grupos al parecer irreconciliables, los acuerdos, las
uniones electorales, etc. La mayoría de los partidos carecía de principios ideológicos claramente definidos.
En general, eran tendencias que variaban con el tiempo, aunque coincidían en ciertos asuntos
fundamentales.

ELECCIONES Y FRAUDE. Sólo grupos minoritarios tomaron parte real en la vida pública. En las elecciones
legislativas celebradas en la ciudad de Buenos Aires en 1864 —que entonces contaba con 160.000
habitantes— hubo 3.074 votantes inscriptos; de ellos, concurrieron a las urnas 2.882.

La violencia y el fraude —generalmente ejercido con el concurso de la autoridad local— eran una constante
de la vida política. Este vicio, arma favorita de los clubes políticos (luego llamados comités) se acentuó en las
últimas décadas del siglo XIX, contribuyendo a crear los factores que llevaron al estallido de 1890.

El control de los cargos de gobierno


Uno de los recursos en los que se basó el funcionamiento del sistema de gobierno oligárquico fue el control
del acceso a los cargos de gobierno y a la administración. Eran los miembros de la clase gobernante
quienes —a través del Partido Autonomista Nacional elegían a las personas destinadas a ocupar los cargos y
a cumplir una especie de carrera: diputado nacional, senador nacional, ministro del poder ejecutivo nacional,
gobernador, y presidente o vicepresidente.

El grupo de la clase gobernante que había ocupado todos o el mayor número de estos cargos controlaba la
sucesión presidencial. En la práctica, la elección de cada nuevo presidente la realizaba el presidente saliente
con el consejo de aquellos que ocupaban los cargos de gobierno más importantes.

79
Elección de Diputados Nacionales en Capital Federal

Insulsas, desanimadas, soñolientas y aburridas resultaron las elecciones del domingo. Parecía como si la
gente, preocupada por las triquiñuelas entre el doctor Yofre y el Intendente, no pensase en otra cosa. Los
atrios no olían á pólvora, sino A fastidio. De ellos, como Bullrich cuando ahora se refiere al municipio, podía
decirse: »No hay ni una rata».
El fenómeno es digno de tenerse en cuenta: los desocupados que suelen asistir á los remates campestres
cuando se les ofrece un almuerzo a la criolla, no quisieron asistirá las elecciones de Flore» donde estaba
preparado un respetable y suculento asado con cuero.

En Balvanera. la parroquia batalla dora y bochinchera en otros tiempos, no ocurrid cosa digna de recordarse;
por no haber nada no hubo ni votantes siquiera. En San Cristóbal votaron 1617 ciudadanos, batiendo el
record de las elecciones, en todos sentidos. Como en los teatros donde hay poca comparsería, entraban por
un lado y salían por otro los votantes, siempre los misinos, formando algo así como una serpiente que se
muerde la cola. Tal lo aseguran testigos respetables, á quienes hay que creer porque no eran ni volantes ni
candidatos.

En San Bernardo, en San Carlos, en la Piedad, en San Juan Evangelista, en San Telmo, en el Socorro, en
San Nicolás, en Monserrat, en toda partes ocurrió lo mismo.

Todas y cada una de las parroquias parecían remedo de las sesiones que celebra la comisión encargada del
recibimiento de Campos Salles: todo el mundo , bostezaba; la soledad de dos ó más escrutadores en
compañía era capaz de aburrir á un cartujo.

A pesar de ello, el fraude fue superior a de años anteriores. Es un progreso que debe tenerse en cuenta:
16618 votantes figuraron é hicieron triunfar á los candidatos del acuerdo. La gente echaba de menos
melancólicamente tos buenos tiempos en que se andaba á balazos, y el que más y el que menos sentíase
con vocación de sangrador en los atrios. —Antes había partidos—decían algunos:—partidos políticos antes
de las elecciones y partidos por el eje después de ellas. Hoy no queda nada de eso.

80
El fraude electoral:
El otro recurso en el que se basaba el funcionamiento de este sistema de gobierno fue el fraude electoral. A
partir de 1880, la clase gobernante mantuvo las reglas de la democracia política: convocó a elecciones en el
orden nacional, provincial y municipal; y, como desde 1863, las sucesivas leyes electorales nunca
restringieron el derecho de sufragio de los ciudadanos sobre la base de una determinada capacidad
económica o cultural.

Sin embargo, el gobierno controlaba los comicios interviniendo de diferentes formas en el momento de la
emisión del voto por parte de los ciudadanos. Intervenía en las comisiones empadronadoras que
conformaban el registro electoral y —con las ventajas que le daba el hecho de que el voto era voluntario y no
era secreto— organizaba el voto colectivo, el voto doble, la repetición del voto y la compra de sufragios.

Por estos medios, aseguraba que los representantes elegidos para integrar las asambleas legislativas fueran
personas que estaban, de acuerdo con el gobierno.

Los caudillos electorales actuaban en todos los distritos, en la campaña y en las ciudades. Eran instrumentos
necesarios. Algunos testimonios evocan al caudillo como un arquetipo de lealtad hacia su protector; otros
como un hombre de lealtades difusas y cambiantes que combinaba, según la circunstancia, el apoyo con la
amenaza.

El caudillo electoral desplegaba su acción ofreciendo servicios, pactando acuerdos cambiantes, haciendo
presente su disconformidad mediante la sustracción de sufragios de una lista cuando sobrevenían arreglos
previos no del todo satisfactorios. Según testigos de la época, uno de estos caudillos —Cayetano Ganghi, un
italiano y comerciante de libretas cívicas que sirvió a los grandes de Buenos Aires— le dijo a Roque Sáenz
Peña: "Roca es un poroto a mi lado. Tengo 2.500 libretas." Según estos testigos, él inventaba la
nacionalización de ciertos extranjeros —entre quienes tenía un gran prestigio—, y recogía sus libretas y las
catalogaba y acumulaba pacientemente.

81
La reforma universitaria

Las ideas fundamentales acerca de los cambios políticos necesarios se fueron desarrollando, durante las
primeras décadas del siglo, en las universidades de varios países latinoamericanos. En ellas se formaron las
nuevas generaciones de jóvenes que comenzaron a luchar con el objetivo de modificar el sistema de
privilegios existente en la Universidad (profesores pertenecientes a una élite de apellidos notables, nula
participación de los estudiantes en las decisiones, etc.), y de lograr cambios en las sociedades en que vivían.
En Argentina, el número de estudiantes que asistían a las tres únicas universidades del país (Córdoba,
Buenos Aires y La Plata) había aumentado de 3000 a 14.000 entre los años 1900 y 1918. En su mayoría
eran hijos de inmigrantes, integrantes de familias de 'os sectores medios de la sociedad que, en 1918,
pasaron a integrar masivamente el movimiento que modificó sustancialmente la educación superior en el
país.

Partidarios de la Reforma, todos detenidos en un cuartel policial

No es casual que el movimiento reformista haya surgido en momentos de transformación nacional y universal
, y precisamente en Córdoba. Esta universidad era la más tradicional de las tres existentes en ese momento
(Buenos Aires y La Plata eran las oirás dos), y donde más pesaba la organización rutinaria de la enseñanza y
la ortodoxia católica. Vistos los aires de renovación que soplaban por el mundo, con la quiebra de ideales
traída por la guerra y el deslumbramiento de la Revolución rusa (todo ello deformado por la gran distancia
ideológica y de ambiente a que se hallaba nuestro medio de esas realidades), y dado el más inmediato
acceso del radicalismo al gobierno a través del voto universal, no es extraño que algo de todo esto haya
hallado expresión en el movimiento estudiantil.

Por una parte, en obvio paralelo con la sociedad global, se trataba de lograr la participación plena del
estudiante como ciudadano de la república universitaria, capaz de elegir y ser elegido. Por la otra, se
buscaba aventar el dogmatismo imperante mediante el establecimiento de la docencia libre, que aseguraría

82
la existencia de cátedras paralelas o nuevas. Finalmente, la libre asistencia a clase permitiría a los alumnos
prescindir de oír a profesores en cuyos conocimientos no creían.

En un plano menos doméstico, como se ha dicho, la Reforma pretendía plantear temas de proyección
latinoamericana y expresaba anhelos de solidaridad con los obreros, cuya lucha en pro de la redención social
estaba dispuesta a apoyar.

Como dijimos antes había entonces tres universidades nacionales: Buenos Aires, Córdoba y La Plata; y dos
provinciales, el Litoral (Santa Fe) y Tucumán que funcionaban de acuerdo con la ley Avellaneda, aprobada en
1885. Ésta les daba autonomía para trazar sus planes de estudios y libertad de cátedra. Pero la ley no
impedía que verdaderas oligarquías de profesores tuvieran el monopolio de la enseñanza, principalmente en
Córdoba, donde persistían la tradición colonial y la influencia eclesiástica. Allí estalló la chispa que derivó en
la Reforma Universitaria, un movimiento juvenil que abrió los claustros a las corrientes modernas del
pensamiento.

Las protestas comenzaron a partir de los recién creados centros de estudiantes, contra exigencias de asistir
a clase y por la deficiente organización del Hospital de Clínicas. Se fundan entonces las Federaciones
Universitarias (Córdoba, Buenos Aires, La Plata). Deodoro Roca, Osvaldo Loudet. Alfredo Orgaz, Arturo
Capdevila, Gabriel del Mazo y Julio González, entre otros, lideran el movimiento juvenil.

La dirigencia nacional tomó partido en favor o en contra. "Los estudiantes —afirmó Juan B. Justo— se han
dirigido a mí para pedirme que se les enseñe, que se les haga trabajar, que se abran laboratorios cerrados
(...) que no se les obligue a asistir a clases absurdas. Tienen perfecto derecho a reclamar respeto por el
empleo de su tiempo, de reclamar libertad de conciencia".

Tanto el presidente como el ministro de Instrucción Pública, -José Salinas, mostraron buena disposición a
escuchar el reclamo estudiantil. Éste les permitía mediar en un tema cultural clave, manejado hasta entonces
por los "notables" de siempre. Se interviene la Universidad de Córdoba, y se realizan las primeras reformas,
pero la manipulación de la elección del nuevo rector por los grupos tradicionales agudiza el conflicto.

Los estudiantes declaran la huelga, ocupan la sede de la universidad, solicitan una nueva intervención y
definen sus aspiraciones: gobierno tripartito con la participación de profesores, estudiantes y graduados;
autonomía; asistencia libre; docencia libre; régimen de concursos: periodicidad de la cátedra; bienestar
estudiantil; extensión universitaria; libertad de juramento

La Universidad de Córdoba -la más antigua del país, fundada en 1613- fue durante varios siglos el principal
centro de selección de las élites gobernantes locales: suministraba gobernadores, ministros y funcionarios.
Era una universidad influida por la Iglesia Católica y por un grupo de familias aristocráticas, cuyos apellidos
se repetían en la titularidad de las cátedras a través de generaciones.

En un clima marcado por el escolasticismo (para el cual, todas las ciencias eran tributarias de la teología),
todo planteo social, educativo o pedagógico renovador era cuestionado por las autoridades. Un ejemplo

83
¡lustra esta situación: en 1884, el vicario Jerónimo Clara no permitió que Ramón J. Cárcano -futuro
gobernador de Córdoba- defendiera su tesis doctoral sobre los derechos de los hijos extramatrimoniales.

En 1918, los estudiantes cordobeses decidieron poner punto final a una atmósfera intelectual que percibían
como asfixiante. Dos factores confluían para favorecer su movilización. En primer lugar, un contexto
internacional en el que os ecos de la revolución mexicana y la Revolución Rusa parecían abrir las puertas a
cambios sociales profundos. En segundo lugar, la presencia de estudiantes descendientes de inmigrantes
chocaba con la endogamia social que reproducía la universidad.

El 15 de junio, la elección de Antonio Nores -perteneciente a la logia católica "Corda Frates"- como rector de
la Universidad Nacional de Córdoba fue el detonante del estallido. Los estudiantes ocuparon el Salón de
Grados y exigieron el gobierno tripartito de la universidad -representación de estudiantes, docentes y
graduados- el llamado a concurso para ocupar los cargos docentes y el fin de la influencia clerical en las
aulas.

La estatua del Dr. Rafael García -la autoridad universitaria que, en 1884, había vetado la tesis doctoral de
Cárcano fue derribada de su pedestal. El hecho reflejaba simbólicamente el fin de una época. El 23 de junio ,
el socialista Alfredo Palacios viajó a Córdoba y encabezó una manifestación de alrededor de 10.000
personas. La FUC (Federación Universitaria de Córdoba) fundada el mes anterior, dio muestras de una
importante capacidad de movilización. A pesar de que la universidad fue clausurada, el 9 de septiembre los
estudiantes la "tomaron'' hasta que fueron desalojados por el ejército y la policía.

El movimiento estudiantil por la Reforma Universitaria no fue patrimonio de ningún partido político. En su
gestación participaron radicales, socialistas, anarquistas y liberales democráticos, mancomunados en el
cuestionamiento al dominio oligárquico sobre la universidad. Intelectuales prestigiosos, como José
Ingenieros, brindaron su apoyo a la protesta.

El presidente Yrigoyen hizo suyas las banderas de la Reforma y convalidó, a través de sucesivos decretos,
sus postulados fundamentales. Así nació la primera legislación reformista en las universidades americanas.
Su influencia se extendió a México, a Perú y a otros países del continente.

Las bases programáticas que estableció la Reforma fueron:


Cogobierno estudiantil
Autonomía universitaria
Docencia libre
Libertad de cátedra
Concursos con jurados con participación estudiantil
Investigación como función de la universidad
Extensión universitaria y compromiso con la sociedad

LA JUVENTUD ARGENTINA DE CÓRDOBA A LOS HOMBRES LIBRES DE SUDAMÉRICA

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Hombres de una república libre acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX, nos ataba a la
antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que
tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los
dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos
lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.

La rebeldía estalla en Córdoba y es violenta porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y era necesario
borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo. Las universidades han sido hasta
aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos
y -lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron cátedra que
las dictara. Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se
empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que, dentro de semejante
régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza y el ensanchamiento vital de los organismos
universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.

Nuestro régimen universitario -aun el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie de
derecho divino; el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere.
Mantiene un alejamiento olímpico. La Federación Universitaria de Córdoba se alza para luchar contra este
régimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que
el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en ios
estudiantes. El concepto de autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar
de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de
los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando:
enseñando. [...]

Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de autoridad
que en estas casas de estudio es un baluarte de la absurda tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la
falsa dignidad y la falsa competencia. [...]

La juventud ya no pide, exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los
cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido
capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en
el gobierno de su propia casa. [...]

La Juventud Universitaria de Córdoba, por intermedio de su federación, saluda a los compañeros de América
toda y les incita a colaborar con la obra de libertad que se inicia."

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El Gobierno de Bartolome Mitre

LA ORGANIZACIÓN NACIONAL: Entre 1862 y 1880, los sucesivos presidentes fueron estableciendo las
bases para La construcción del Estado central argentino, lo cual significó que las autoridades nacionales
expandieron su control sobre el territorio y subordinaron a las provincias a su autoridad. Para llevar a cabo
estos objetivos, los gobiernos tuvieron tres herramientas fundamentales: el Ejército nacional, la
administración pública y el manejo de los principales recursos económicos. En relación con este último punto,
en julio de 1862 Mitre tomó una medida fundamental: nacionalizó la Aduana de Buenos Aires, decisión que le
permitió disponer de los recursos necesarios para sostener los gastos del gobierno nacional.

PRESIDENCIA DE MITRE (1862-1868)


El 12 de octubre de 1862 Mitre asumió la presidencia luego de haber
ejercido desde el 12 de abril el poder nacional por delegación de las
provinciaa lo acompaño corno vicepresidente Marcos Paz.

Ya se había producido la separaciónn dentro del liberalismo de los


nacionalistas de Mitre (partidarios de la autoridad del gobierno central por
sobre el de las provincias) y los autonomistas de Valentín Alsina
(defensores de la autonomía de los privilegios provinciales de Buenos
Aires).

El objetivo de Mitre fue realizar la unidad nacional sobre la base de la


pacificación interior. Contra su gobierno, en La Rioja. se sublevó la
montonera federal, acaudillada por Ángel V. Peñaloza, El Chacho, que
extendió su influencia sobre San Luis, Córdoba, Catamarca, Salta y
Tucumán.

Para derrotarlo se destinaron fuerzas nacionales que resultaron triunfantes


en San Francisco (mayo 26 de 1863) y Lomas Blancas (agosto de 1863). Finalmente, El Chacho fue
capturado y asesinado por uno de los jefes militares que lo perseguían en Olla (La Rioja) en noviembre de
1863.

El caudillo riojano Ángel Vicente Peñaloza era el jefe de las “montoneras”, que utilizaban el método de ‘la
guerra de guerrillas”, es decir, ataques a caballo sorpresivos, veloces y contundentes, seguidos de una huida
igualmente rápida para evitar los contraataques. Finalmente, en 1 863, y luego de varios combates, el
“Chacho” —así se lo llamaba a Peí5aloza— fue derrotado y muerto. Más tarde, todas las provincias cuyanas
se alzaron al mando del caudillo Felipe Varela, en oposición a la guerra contra el Paraguay (1 865-1 870). En
1 868, las montoneras de Varela también fueron vencidas por tropas nacionales.

La oposición al centralismo de Buenos Aires y a la guerra del Paraguay —totalmente impopular en las
provincias, donde se producían deserciones masivas entre los reclutados para el ejército nacional— estalló
en 1867 con la revolución de los Colorados, encabezada por Juan Saa y Felipe Varela. El apoyo de Mitre con

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el interior era el caudillo santiagueño Antonio Taboada quien venció a Varela en Pozo de Vargas y retuvo así
el control del norte.

Para poder encauzar al país dentro del proceso de la organización nacional e integrarlo en la política
mundial, el presidente entendió como una necesidad la no intervención en los problemas americanos. Por
eso no participó del Congreso Panamericano reunido en Lima en 1862 para considerar la intervención
francesa en México y la reincorporación de la República Dominicana a España. y se mantuvo prescindente
en el conflicto planteado entre Perú y España al no reconocer ésta la independencia peruana.

Mientras Bartolomé Mitre estaba ocupado por los numerosos conflictos internos y por la guerra contra el
Paraguay, el Presidente también se dedicó a la organización institucional del Estado y la sociedad. Durante
su mandato se dio un fuerte impulso a la educación y a la justicia. Se organizó la Corte Suprema, se aprobó
el Código de Comercio y se comenzaron a redactar los Códigos Civil y Penal.

LA CUESTIÓN ELECTORAL. Al aproximarse la renovación de las autoridades nacionales se postularon


distintos candidatos. El localismo porteño estaba representado por Adolfo Alsina el federalismo del interior,
por Urquiza. El partido nacionalista sostenía a Elizalde. resistido por la opinión general debido a sus
simpatías hacia el Brasil.

También surgió como candidato Sarmiento, apoyado por varias provincias del interior y, sobre todo. por la
oficialidad del ejército. Mitre no apoyó abiertamente a ninguno de ellos. Desde Curuzú Cuatiá envió una carta
a José María Gutiérrez, publicada en el periódico Iba Nación Argentina. que se conoce como testamento
político de Mitre. donde, pese a anunciar su prescindencia en la cuestión. se manifiesta contrario a la
candidatura de Alsina: tampoco está de acuerdo con la de Urquiza, si bien no brinda su apoyo a Sarmiento,
tampoco le hace mayores objeciones.

Dentro del partido simpatizaba con Elizalde, Alsina sintiéndose anulado por Mitre y su apoyo en el interior
para poder vencer a los nacionalistas, se unió a Sarmiento. Así se integró la fórmula Sarmiento-Alsina que
triunfó en las elecciones del 2 de abril de 1868.

En mayo de 1862 se reunió el Congreso Nacional de Buenos Aires para encontrar una solución al problema
de la Capital Federal. El proyecto de la federalización de Buenos Aires fue enviado a la Legislatura
bonaerense en agosto de 1862, pero la provincia se negó a entregar su ciudad capital, tras varios debates,
no se llegó a un acuerdo, por lo cual se apeló a una solución temporaria. El gobierno nacional se instaló en la
ciudad de Buenos Aires en calidad de ‘huésped”, coexistiendo en la misma ciudad con el gobierno provincial
bonaerense. Como este acuerdo sólo duraba cinco años, tuvo que ser renovado periódicamente hasta 1880,
cuando se llegó a una solución definitiva.

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Guerra con Paraguay

CAUSAS Y ANTECEDENTES: Entre los años 1860 y 1870 la cuenca del Plata fue escenario de una cruel
guerra entre los países ribereños de sus grandes ríos. Argentina, Brasil y Uruguay por un lado y Paraguay
por el otro. Protagonizaron un largo y sangriento conflicto que dejó como saldo un Paraguay papel
secundario. Nefasta contienda, cuyos hechos enlutan la historia de cuatro países americanos a la que
condujeron circunstancia políticas, rivalidades territoriales que superaron toda consideración humanitaria..

CAUSAS Desde 1810 Paraguay sometido a una dictadura paternalista vivió aislado de la política rioplatense.
Gaspar Rodríguez de Francia dirigió los destinos de aquel estado mediterráneo al que la fuerte rivalidad
comercial con Buenos Aires instó a emanciparse de los gobiernos porteños. En 1840 falleció Francia y tras
un breve intermedio, el poder quedó en manos de Carlos Antonio López quien de hecho se convirtió en
gobernante absoluto. En 1862 falleció y su hijo Francisco Solano mediante una ficción constitucional heredó
el poder.

La situación geográfica de Paraguay condenó este país a un callejón sin salida. Su puerta al mar, es decir, el
libre acceso a las rutas comerciales de ultramar dependía de los ríos argentinos. La actitud prudente de
Gaspar Francia que evitó mezclarse en los problemas de las regiones vecinas, fue alterada por los López
sobre todo por el segundo de ellos.

El problema de los ríos se sumo a cuestiones de límites entre Argentina y Paraguay (Misiones y Chaco) y
entre este país y el Brasil (en el Mato Grosso) heredadas de las imprecisas demarcaciones virreinales. La
navegación del Vio Paraguay (comunicación natural con la última región citada) era, al mismo tiempo. una
cuestión de vital importancia para Brasil, y ello ocasioné diversos conflictos.

HACIA LA CATÁSTROFE. En 1863 la lucha entre blancos y colorados, en Uruguay, sirvió de excusa para la
intervención de Brasil en ese pequeño estado. En realidad, fue la presión de los hacendados riograndenses,
fuertemente interesados en los campos fronterizos, lo que impulsé la actitud del Imperio. La República
Argentina dirigida entonces por Mitre, permaneció neutral, en tanto las fuerzas brasileñas atacaban al país
hermano con apoyo de las fuerzas coloradas de Venancio Flores.

Los blancos acudieron ante Paraguay en procura de ayuda y el dictador


López vio la oportunidad de intervenir en favor de lo que él llamaba el
equilibrio en el Plata. Su intimación a Brasil para que cesara la
intervención en Uruguay no fue aceptada iniciándose entonces las
hostilidades.

LA POSICIÓN ARGENTINA. Brasil era el rival tradicional de Buenos Aires


en el Plata. En la cuestión oriental el gobierno de Mitre (simpatizante, por
otra parte. de los colorados) había permanecido al margen esto es

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permitiendo la intervención del Imperio, una vez que éste garantizó la integridad territorial de Uruguay.

Al estallar la lucha entre Brasil y Paraguay, este último país solicitó de la República Argentina autorización
para trasladar sus ejércitos a través de su territorio, cosa que le fue negada. Para nuestro gobierno, una
actitud favorable a Paraguay podía significar un serio peligro: las ambiciones de Solano López de lograr una
salida al mar para su patria afectaban la seguridad del litoral, donde la política paraguaya contaba con
adeptos entre los enemigos del gobierno mitrista.

La negativa de Buenos Aires lanzó a Paraguay ya en guerra con Brasil, al conflicto con las otras dos
naciones involucradas, pues en Uruguay el apoyo imperial dio la victoria a los colorados y Venancio Flores,
llegado al poder con ese triunfo se apresuró a aliarse con Argentina y Brasil.

LA GUERRA : López inició las acciones contra Brasil capturando al vapor de esa bandera Marqués de
Olinda. el 11 de noviembre de 1864; en febrero de 1865 declaró la guerra a la República Argentina, aunque
este hecho fue conocido por Buenos Aires mucho más tarde. Para ese entonces los blancos uruguayos
habían sido vencidos.

LA OFENSIVA PARAGUAYA. López erró sus cálculos desde el principio. Aguardando tal vez un
pronunciamiento favorable de los federales argentinos sobre todo del litoral, inició sus operaciones hacia el
norte, invadiendo exitosamente el territorio brasileño de Mato Grosso. Este triunfo no fue decisivo; en cambio,
dio tiempo a la derrota de los blancos uruguayos evitando toda posible coordinación de esfuerzos con los
paraguayos. A mediados de abril las tropas paraguayas invadieron la provincia argentina de Corrientes,
avanzando a lo largo de los ríos Paraná y Uruguay.

LA TRIPLE ALIANZA. El 1 de mayo de 1865 Rufino de Elizalde (ministro argentino de Relaciones


Exteriores), Octaviano de Almeida Rosa y Carlos de Castro (representantes de Brasil y Uruguay.
respectivamente) signaron el llamado Tratado de la Triple Alianza. Se puntualizaba allí que la guerra seria
dirigida contra el gobierno y no contra el pueblo paraguayo simple participante en los hechos, y que se
respetaría la integridad del Paraguay. Sin embargo, el tratado establecía ventajas territoriales para los
estados firmantes.

Paraguay, fruto de la política armamentista de los López, contaba con un poderoso ejército, parcialmente
dotado de armas modernas arsenales y manufacturas de guerra. Podía poner en armas 6000 hombres y
contaba con varios vapores de guerra y otros adaptados al efecto en parte tripulados por marinos ingleses.

LAS OPERACIONES EN EL LITORAL (1865).

El avance paraguayo sobre la Mesopotamia sufrió un rudo contraste ante la marina imperial en el sangriento
combate naval del Riachuelo (11 de abril de 1865) donde, pese al valor de los paraguayos su escuadrilla
quedó fuera de combate y los ríos en poder del enemigo.

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El 17 de setiembre de 1865 una parte de las fuerzas paraguayas al mando de Estigarribia se rindió en
Uruguayana —localidad brasileña que habían ocupado— a los aliados encabezados por Mitre (jefe terrestre
de los ejércitos de la Triple Alianza). Cerca de 30.000 hombres había empeñado López en esta ofensiva y
tras la derrota citada debió ordenar su repliegue.

LAS LUCHAS EN TERRITORIO PARAGUAYO.


Desde 1866. Paraguay, librado a sus solos recursos, cortada toda comunicación con el exterior, se limitó a
una desesperada acción defensiva que sólo prolongaron el coraje de sus soldados y la ceguera y el
despotismo de López, confiado en su eficaz sistema de fortificaciones.

La ofensiva aliada al suelo paraguayo (las tropas argentinas sumaban ya 25.000 hombres) fue seguida por
tremendos encuentros, generalmente desfavorables a Paraguay. Se sucedieron así Estero Bellaco (2 de
mayo de 1866), Tuyuti (24 de mayo de 1866), Boquerón y El Sauce (16 y 18 de junio). Señalamos, como
dato curioso, el empleo que las fuerzas de la Triple Alianza hicieron, en alguna oportunidad, de globos
cautivos

Una entrevista entre Mitre y López celebrada en Yataiti-Corá, no produjo ningún resultado favorable, ya que
el mandatario argentino no quiso negociar al margen del Brasil (cosa que Brasil hizo luego) y la guerra siguió
su curso.

CURUPAYTÍ. El 22 de setiembre de 1866 un asalto frontal contra las trincheras paraguayas que guarecían
aquella fortaleza terminó en un desastre. El bombardeo naval de la escuadra brasileña, al mando del
almirante Tamandaré no hizo mella en los atrincheramientos del ene migo, y las tropas terrestres dirigidas
por Mitre sufrieron un duro revés: solo el ejército argentino perdió más de 5000 hombres entre ellos
Dominguito Sarmiento. La se prolongó entonces al tiempo que los opositores al mitrismo y el sentimiento de
las provincias contrario a la guerra creaban una caótica situación en el interior del país.

EL FIN DE LA CONTIENDA. Pese a Curupayti la derrota paraguaya era cuestión de tiempo. Los ejércitos
enfrentados se debatieron en nuevos y sangrientos encuentros (Piquisirí, ltá Ibaté) y el 5 de enero de 1869
(Sarmiento ya gobernaba en Buenos Aires) las fuerzas de la Triple Alianza entraban en Asunción.

Solano López continuó con su deshecho ejército una acción sin esperanzas hasta caer muerto ante una
partida brasileña en marzo de 1870.

CONSECUENCIAS DE LA GUERRA. Paraguay quedó literalmente arrasado; la mayoría de su población útil


había caído en el combate. Las pérdidas humanas sufridas por sus enemigos fueron también considerables;
las secuelas de la guerra se dejaron sentir por largo tiempo en la República Argentina.

El conflicto no terminó con el cese del fuego. Los problemas pendientes fueron resueltos por la diplomacia. El
Imperio impuso a los vencidos los limites que a él le convenían; la República Argentina negoció largamente
los territorios en conflicto, tras haberse iniciado la paz con la generosa doctrina de Varela, ministro de

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Relaciones Exteriores de Sarmiento: la victoria no da derechos a las naciones aliadas para declarar por si
límites que el tratado señaló.

Los resultados obtenidos por unos y otros no justificaron el conflicto. La única moraleja a extraer, si cabe
sacarlas de los hechos históricos, sólo demuestra lo inútil y costoso de las guerras entre pueblos hermanos.

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