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Turbinas Eólicas

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TURBINAS EÓLICAS

Una turbina eólica es un dispositivo mecánico que convierte la energía del viento en
electricidad. Las turbinas eólicas diseñan para convertir la energía del movimiento
del viento (energía cinética) en la energía mecánica, movimiento de un eje. Luego
en los generadores de la turbina, ésta energía mecánica se convierte en
electricidad. La electricidad generada se puede almacenar en baterías, o utilizar
directamente. Hay tres leyes físicas básicas que gobiernan la cantidad de energía
aprovechable del viento. La primera ley indica que la energía generada por la turbina
es proporcional a la velocidad del viento al cuadrado. La segunda ley indica que la
energía disponible es directamente proporcional al área barrida de las paletas. La
energía es proporcional al cuadrado de la longitud de las paletas. La tercera ley
indica que existe una eficacia teórica máxima de los generadores eólicos del 59%.
En la práctica, la mayoría de las turbinas de viento son mucho menos eficientes que
esto, y se diseñan diversos tipos para obtener la máxima eficacia posible a diversas
velocidades del viento. Los mejores generadores eólicos tienen eficacias del 35%
al 40%.
En la práctica las turbinas eólicas se diseñan para trabajar dentro de ciertas
velocidades del viento. La velocidad más baja, llamada velocidad de corte
inferior que es generalmente de 4 a 5 m/s, pues por debajo de esta velocidad no
hay suficiente energía como para superar las pérdidas del sistema. La velocidad de
corte superior es determinada por la capacidad de una máquina en particular de
soportar fuertes vientos. La velocidad nominal es la velocidad del viento a la cual una
máquina particular alcanza su máxima potencia nominal. Por arriba de esta
velocidad, se puede contar con mecanismos que mantengan la potencia de salida
en un valor constante con el aumento de la velocidad del viento.

Los elementos principales de cualquier turbina del viento son el rotor, una caja de
engranajes, un generador, equipo del control y monitoreo y la torre.
Rotor
Las palas del rotor se diseñan para que giren con en el viento, moviendo el
generador de la turbina. Las turbinas del viento modernas de gran escala
típicamente se equipan de rotores de tres palas con extensiones de 42 a 80 metros
(138 a 262 pies) de diámetro.

Caja de engranajes
Los engranajes se utilizan para aumentar la frecuencia para la producción eléctrica.

Generador
Este es quien genera la electricidad cuando hay suficiente viento como para rotar
las paletas. La electricidad se transfiere a la siguiente etapa usando el cableado
(para el almacenaje, envió a la red o para el uso directo). Las turbinas de gran escala
generalmente contienen generadores con capacidades entre 600 kilovatios y 2 MW.

Torre
La torre eleva el montaje de las turbinas sobre las corrientes de aire turbulentas
cerca de la tierra y permite capturar un viento de mayor velocidad. El diseño de torre
es particularmente crítico, pues deben ser tan altas como sea económicamente
posible (generalmente entre 40 y 100 metros), también deben ser robustas, permitir
el acceso a la turbina para su mantenimiento, pero no agregar costo innecesario al
sistema. Un aspecto particularmente importante del diseño de torres es la
eliminación de la resonancia entre la gama de frecuencias de las paletas que rotan
y la frecuencia de resonancia de la torre.

Una instalación eólica a gran escala, llamada granja eólica o parque eólico, consiste
en una colección de estas turbinas.

Hay dos factores principales que hay que considerar al momento de realizar un
emplazamiento de turbinas eólicas. Estos son la localización donde se ubicaran las
turbinas y el otro es la altura que tendrán las torres. A continuación explicamos
ambos factores.

Localización
Las estimaciones exactas de la velocidad del viento son críticas al momento de
evaluar el potencial de la energía eólica en cualquier localización. Los recursos
eólicos son caracterizados por una escala de clases de viento según su velocidad,
que se extiende de la clase 1 (la más bajo) a la clase 7 (la más alta). Los desniveles
de la superficie a través de la cual sopla el viento antes de llegar a una turbina
determina la cantidad de turbulencia que ésta turbina experimentará. Los vientos
turbulentos ejercen mayores tensiones sobre el rotor y se elevan, reduciendo
consecuentemente la expectativa de vida de la turbina. Así, la mayoría de granjas
del viento están ubicadas en localizaciones rurales, lejos de edificios, de árboles y
de otros obstáculos.

Clase a 30 m de altura a 50 m de altura

Velocidad del Potencia del Velocidad del Potencia del


viento m/s viento W/m2 viento m/s viento W/m2

1 0-5.1 0-160 0-5.6 0-200

2 5.1-5.9 160-240 5.6-6.4 200-300

3 5.9-6.5 240-320 6.4-7.0 300-400

4 6.5-7.0 320-400 7.0-7.5 400-500

5 7.0-7.4 400-480 7.5-8.0 500-600

6 7.4-8.2 480-640 8.0-8.8 600-800

7 8.2-11.0 640-1600 8.8-11.9 800-2000

Mientras que las características técnicas del viento en una localización específica
son muy importantes, muchos otros factores también contribuyen en la decisión del
emplazamiento. Una localización alejada de la red de distribución eléctrica puede
llegar a ser poco rentable, pues se requerirán nuevas líneas de transmisión para
conectar la granja eólica con la red. La infraestructura de transmisión existente
puede llegar a necesitar una ampliación para poder manejar la fuente de energía
adicional. Las condiciones del suelo y del terreno deben ser convenientes para la
construcción de las fundaciones de las torres. Finalmente, la eleccion de una
localización puede estar limitada por regulaciones sobre el uso de la tierra y la
capacidad de obtener los permisos requeridos de las autoridades locales,
regionales y nacionales.

Altura de la Torre
La altura de la torre afecta la cantidad de potencia que se puede obtener del viento
con una turbina dada, así como las tensiones sobre el rotor. A una altura de un
kilómetro sobre la superficie, las velocidades del viento no son influenciadas por el
terreno que se encuentra debajo. El viento se mueve más lentamente cuanto mas
baja sea la altura, con la máxima reducción de velocidad del viento situada muy
cerca de la superficie. Este fenómeno, conocido como esquileo del viento, es un
factor determinante al momento de tomar la decisión sobre la altura de la torre,
puesto que con a mayor altura los rotores se exponen a vientos más rápidos.
Además, las diferencias en la velocidad del viento entre la parte superior y la inferior
del rotor disminuyen a mayores alturas, causando menor desgaste en la turbina.
LA ENERGÍA EÓLICA EN COLOMBIA:
40 MEGAVATIOS EÓLICOS
INSTALADOS Y UN POTENCIAL
DESAPROVECHADO Y POCO
ESTUDIADO
4 OCTUBRE, 2009 REVE

La evaluación del potencial eólico del país se encuentra en estado incipiente. Uno de los
primeros trabajos en tal sentido fue adelantado por el Ingeniero Álvaro Enrique Pinilla
Sepúlveda en 1997, mediante un mapa de vientos para una parte del territorio. El
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) realiza
actividades de recolección y procesamiento de datos en tal sentido.
A escala macro, la región más atractiva desde el punto de vista eólico es la Costa
Atlántica Colombiana, donde los vientos aumentan en dirección a la península de La
Guajira. Se han identificado otras regiones de interés como el departamento del Arauca
y algunas zonas de los altiplanos en las cordilleras. Por el evidente atractivo de La
Guajira, las actividades de EPM se concentraron en dicha región.

En efecto, la información disponible sobre la Media y Alta Guajira, indica que esta zona
podría representar una de las alternativas con mayores posibilidades futuras para la
generación eólica, tanto por sus fuertes vientos, como por otras particularidades -
dirección, distribución de frecuencias y complementariedad con el régimen hidrológico-
, además de las excelentes condiciones físicas para parques eólicos.

Localmente, según el Mapa Eólico de Colombia de 2006, se destacaron 16 lugares de


Colombia donde las intensidades del viento son importantes para el aprovechamiento
del recurso eólico. 3 sitios donde los vientos son persistentes y superiores a 5m/s durante
todo el año: Galerazamba en el Departamento de Bolívar, Gachaneca en Boyacá y la
isla de San Andrés en el mar Caribe colombiano. 3 sitios donde las velocidades son
persistentes pero en el rango entre los 4 y 5m/s: La Legiosa en el Huila, Isla de
Providencia en el Mar Caribe y Riohacha en La Guajira. Los restantes 10 lugares no
guardan una gran persistencia en la velocidad del viento excepto para determinadas
épocas y/u horas del año como son: Villacarmen en Boyacá, Obonuco en Nariño, Cúcuta
y Ábrego en Norte de Santander, Urrao en Antioquia, Soledad en Atlántico, Santa
Marta en Magdalena, Bucaramanga en Santander, Anchique en Tolima y Bogotá en
Cundinamarca.
Asimismo, una aproximación del comportamiento de la densidad de energía a 50 metros
de altura en Colombia es el que se presenta a continuación:

• Durante todo el año, valores de densidad de energía eólica entre 2.197 y 2.744 W/m2,
alcanzando aun valores entre 2.744 y 3.375 W/m2, se mantienen en la Península de La
Guajira. Al igual que el campo del viento y de densidad de energía eólica a 20 metros
de altura, la densidad de energía eólica a 50 metros en el resto del país presenta
variaciones dentro del ciclo estacional.

• Para el período comprendido entre diciembre y abril, se observan valores de densidad


de energía eólica entre 343-542 W/m2 en la cuenca del río Sinú al noroccidente de
Antioquia, límites entre Tolima y Risaralda, Catatumbo a la altura de Norte de
Santander, en los límites entre los departamentos de Huila y Meta, así como en
Casanare sobre los Llanos Orientales. Valores de densidad de energía entre 729 y 1.000
W/m2, se observa sobre el Golfo de Urabá, en el Bajo Magdalena y la cuenca del Cesar
en los departamentos de Bolívar, Atlántico, Norte de Santander y centro del Cesar. No
obstante, hacia abril hay una reducción de estos valores por causas explicadas
anteriormente.

La empresa colombiana multiservicios EPM está estudiando construir un parque eólico


en la costa norte de Colombia que sumaría 200-400 MW de capacidad. A tal fin, la
integrada colombiana Empresas Públicas de Medellín (EPM) y la agencia de desarrollo
alemana GTZ realizan estudios de viabilidad desde enero de este año.

Los Parques Eólicos de Empresas Públicas de Medellín (EPM) en La Guajira y el Túnel


de Oriente de la Gobernación de Antioquia son los más importantes del país, donde la
eólica es aún muy incipiente.

Parque Eólico Jepirachi

En funcionamiento desde abril de 2004, tiene el honor de ser el primer generador de


energía de este tipo en Colombia. Jepírachi está conformado por 15 aerogeneradores
Nordex N60/250 que producen 1,3 MW cada una (juntos generan un total de 19,5 MW)
y están distribuidas en un terreno de 1,2 Km2 paralelo a la costa de la guajira
colombiana.

Las penínsulas de la Guajira y Paraguaná son barridas casi todo el año por los vientos
alisios que soplan desde el mar Caribe con rumbo nordeste suroeste. Esta dos
penínsulas, las más septentrionales de América del sur, conforman, conjuntamente con
las más sureñas de las Antillas menores (Aruba, Curazao y Bonaire) el Cinturón Árido
Pericaribeño.

La velocidad del viento en la Península de Paraguaná oscila entre los 7 y los 9 metros
por segundos, esto es, de 25 a 30 kilómetros por hora, siendo en La Guajira un poco
menor, lo que constituyen, escenarios óptimos para la instalación de molinos eólicos
agrupados en grades cantidades (parques eólicos) que sirvan para generar electricidad
en forma barata, ecológica y sostenible.

Colombia ha instalado en los últimos años 2 grandes parques eólicos en su


departamento de La Guajira: El parque eólico Jepirachi ubicado en la alta Guajira,
con 15 aerogeneradores inaugurada en el año 2003, y el parque eólico Wayúu ubicado
entere le cabo de la vela y puerto Bolívar con capacidad para 20 megavatios.

El parque eólico Wayúu se construyó en una zona intermedia entre el Cabo de La Vela
y Puerto Bolívar, donde los vientos alisios del noreste tienen mayor fuerza. Se instalarán
cuando esté concluido de 15 a 30 torres de aproximadamente 60 metros de altura, con
palas cuyos brazos tendrán de 20 a 30 metros.

La capacidad de generación será 20 megavatios, máximo permitido por la legislación


colombiana para que centrales de energía alternativa entren al mercado regulado de la
bolsa nacional energética, que atiende el sistema interconectado nacional.

Las características técnicas del parque Wayúu son similares a las del parque eólico de
Jepirachi, construido por empresas públicas de Medellín con tecnología de Alemania y
apoyo de la agencia de cooperación GTZ de ese país.

A diferencia del Jepirachi, que también comercializará su producción en la bolsa


nacional energética, el parque Wayúu deberá reinvertir 50 por ciento de sus utilidades
en la instalación de infraestructura de servicios básicos de energía, agua potable,
alcantarillado, y telefonía para el desarrollo rural de la región.

Esa es una de las razones por las que el proyecto accedió a recursos de los programas
de Cooperación Económica y de Transacciones de Exportación Relevantes para el
Desarrollo de Holanda.

Esos programas aportarán el equivalente a 30 por ciento del costo total del proyecto,
tasado en 22 millones de euros, a condición de que por lo menos 60 por ciento de la
tecnología del parque eólico sea holandesa, y existan garantías de cofinanciación
nacional o multilateral.

”El parque eólico de La Guajira es un ejemplo muy claro” del tipo de iniciativas que
apoya la cooperación holandesa, señaló Sylvia van Uden, encargada de asuntos
económicos y comerciales de la embajada de Holanda en Colombia.

Jorge Ibarra, representante del resguardo Wayúu, dijo que desde 2000, cuando
comenzaron a formar parte de la sociedad prestadora de servicios, ”hay expectativas
de una mejor vida en las rancherías de la Alta Guajira”.
El resguardo abarca 90 por ciento de la parte rural del municipio de Manaure, en la
que habitan unas 35.000 personas en 800 rancherías, que son grupos de cinco a 10
viviendas precarias en medio del desierto, explicó Ibarra. Esas personas están
organizadas en 40 asociaciones de autoridades tradicionales, indicó. La Guajira, en la
parte más septentrional del país, está dividida en las regiones Alta (de clima
semidesértico), Media y Baja. El proyecto atenderá las zonas Alta y Media

El déficit de servicios básicos en la zona de influencia del proyecto es uno de los más
altos de todo el país. Para una demanda de casi 3,5 millones de metros cúbicos de agua
potable, la oferta no llega a un millón, y para una demanda energética de más de 35
millones de kilovatios, la oferta es no llega a 5,5 millones. ”El agua potable es vital”,
porque en la región hay una gran incidencia de enfermedades asociadas con la falta de
este servicio, destacó Ibarra.

En Wayúu ESP también participa la empresa Estrategias y Desarrollos, especializada


en energía y medio ambiente. Según Gutiérrez, el estatal Instituto de Hidrología y
Meteorología tiene interés en asociarse con el proyecto, y se espera concretar un
contrato de venta de energía a una institución gubernamental.

Si se comparan los 20 megavatios previstos del parque eólico con la capacidad instalada
nacional de 13.000 megavatios, ”el proyecto es pequeño, pero la significación e
implicaciones para la comunidad son inmensas”, afirmó.

Jepírachi, significa “vientos que vienen del nordeste en dirección del Cabo de la Vela”
en Wayuunaiki, la lengua nativa Wayuu, es el primer parque para la generación de
energía eólica construido en el país. Es una experiencia piloto que hace parte del
Programa general de investigaciones, proyectos y actividades asociadas para el
desarrollo de la energía eólica en Colombia, con el cual se pretende adquirir
conocimientos sobre esta energía, verificar su desempeño y realizar la adaptación
tecnológica a las características particulares de medio Colombiano.

Jepírachi es un parque experimental, un laboratorio para conocer y aprender sobre


una energía limpia y renovable como la eólica, que puede ser alternativa de
abastecimiento energético para el país en el futuro, siempre y cuando los resultados de
las evaluaciones demuestren su viabilidad económica, técnica y ambiental, y sea acogida
por el sector eléctrico colombiano.

La construcción del parque se realizó con la autorización de la comunidad Wayuu para


el uso de su territorio, y con el permiso de la Corporación Autónoma Regional de La
Guajira, Corpoguajira, para la ejecución de las obras. Contó además con el respaldo
de la administración municipal de Uribia y de la Gobernación de La Guajira, e
igualmente con el acompañamiento de la Dirección de Asuntos Indígenas del Ministerio
del Interior.
La gestión social desarrollada para viabilizar el proyecto, tuvo y tiene como eje la
participación efectiva de las comunidades en las diferentes etapas del proceso, y se
fundamenta en el respeto por la integridad étnica y cultural de las comunidades Wayuu,
en el establecimiento de relaciones de confianza, en la búsqueda de la equidad y el
beneficio comunitario, sin actitudes paternalistas y mediante la aplicación de principios
de actuación y de convivencia intercultural.

En el área de influencia directa del parque, donde están las obras y equipos, se localizan
las comunidades de Arutkajüi (acercándose sigilosamente en Wayuunaiki) constituida
por 77 personas pertenecientes al clan Epieyuu, y la comunidad de Kasiwolín (como las
borlas de la vestimenta Wayuu que tienen cola prolongada) constituida por 111
personas de los clanes Pushaina, Uliana y Epieyuu.

Como área de influencia indirecta se consideró el sector indígena de Media Luna, (zona
de tránsito a Puerto Bolívar, principal puerto exportador de carbón colombiano y de
ingreso de equipos para el parque eólico) el cual está conformado por varias rancherías
trasladadas a su ubicación actual debido a la construcción del puerto.

Jepírachi fue inaugurado oficialmente el 21 de diciembre de 2003 e inició operación


plena en abril de 2004.

El parque eólico Jepírachi está ubicado en jurisdicción del Municipio de Uribia, en la


Alta Guajira, entre las rancherías Arutkajüi y Kasiwolin, cerca de Puerto Bolívar y del
Cabo de la Vela, atractivo turístico por excelencia del departamento de La Guajira.
Ocupa una zona perteneciente al resguardo indígena Wayuu, el grupo étnico más
numeroso de Colombia.

Para la selección del sitio se tuvieron en cuenta aspectos como la cercanía del puerto
para el desembarque de equipos y a la línea de transmisión eléctrica Cuestecitas –
Puerto Bolívar, para la interconexión eléctrica. También se buscó no interferir con las
actividades cotidianas de la comunidad indígena y evitar la cercanía a sitios como
jagüeyes, rozas de cultivos, cementerios, línea costera y rancherías.

La construcción del parque se realizó en 14 meses y durante ella se adecuaron 11 Km.


de vías, patios de trabajo, plazoletas para los aerogeneradores, se construyó una caseta
para reuniones con las comunidades y se adecuaron instalaciones temporales como
oficinas, pues no se construyeron campamentos.

En marzo se realiza un análisis global sobre el estado del arte, evolución, tendencias y
perspectivas de la energía eólica. Se concluye su potencial competitividad e importancia
para el sector eléctrico colombiano en el mediano plazo.

En julio se identifican y evalúan, de manera preliminar, parques eólicos de 50, 75 y100


MW en Riohacha y el Cabo de la Vela, con base en información de vientos del programa
especial de energía en la Costa Atlántica – Pesenca – de la Deutsche Gesellschaft für
Technische Zusammenarbeit (GTZ) GmbH.

1999-En febrero se revisa el potencial eólico de todo el país y se verifican las ventajas
de la Alta Guajira para el emplazamiento de parques eólicos. Se conforma un equipo
de trabajo para estudiar la viabilidad técnica, económica y ambiental de un parque
eólico en ese territorio.

En julio se realiza la primera visita de campo a la Alta Guajira, para el reconocimiento


y la selección del área donde se localizaría el proyecto. Con el acompañamiento de
Corpoguajira, en septiembre se realiza la primera reunión con las autoridades
tradicionales, los líderes y la comunidad de Media Luna y Kasushi, para informar sobre
los estudios y concertar la instalación de una estación de monitoreo de vientos en la
zona.

En noviembre se contacta a la agencia de cooperación técnica GTZ de Alemania y se


inician estudios y gestiones para un convenio de cooperación técnica en el marco del
programa de energía eólica TERNA.

El 30 de diciembre la Dirección General de Asuntos Indígenas del Ministerio del


Interior, conceptúa sobre la necesidad de realizar el proceso de consulta previa para
analizar el impacto económico, ambiental, social y cultural que el proyecto puede
ocasionarles a las comunidades indígenas Wayuu.

El 14 de abril se presenta el proyecto en el lanzamiento internacional de la Estrategia


Nacional de Cambio Climático. Durante el evento, funcionarios del Banco Mundial
(BM), el Fondo Prototipo del Carbono (FPC) y Natsource lo califican como la mejor
alternativa colombiana para su formulación como proyecto de reducción de emisiones
(MDL). Se inician contactos con el Banco Mundial y el Fondo Prototipo del Carbono.

El 20 de mayo entra en operación la estación Kasushi, primera estación de medición de


vientos de EEPPM en la zona del proyecto. En agosto culminan los estudios de
viabilidad técnica, económica y ambiental de un parque eólico de 24,7 MW en
inmediaciones de Puerto Bolívar. En septiembre se recibe una misión de la GTZ para
la evaluación final de la solicitud de cooperación técnica. Después de visitar el proyecto
y de entrevistarse con ministerios, Unidad de Planeación Minero Energética (UPME),
Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) y autoridades ambientales y
regionales, avalan los estudios y aprueban el convenio de asistencia técnica para
avanzar con la factibilidad y diseño del parque.

Con el acompañamiento de Corpoguajira y la Dirección de Asuntos Indígenas del


Ministerio del Interior, se realizan reuniones informativas en las rancherías Kasiwolin
y Arutkajüi, con el propósito de concertar con las autoridades tradicionales, los líderes
y la comunidad la instalación de dos nuevas estaciones de medición de vientos en su
territorio, para el estudio del potencial eólico. En diciembre se instalan las estaciones
de Arutkajüi y Kasiwolín.

2001-En febrero, marzo y abril de 2001 se realizan reuniones con las autoridades
tradicionales, los líderes y la comunidad de las rancherías de Arutkajüi, Kasiwolín,
Kasushi y Media Luna, para informarles las características de un posible proyecto de
aprovechamiento eólico en su territorio, dar cuenta del avance de los estudios, plantear
las actividades futuras y resolver sus inquietudes al respecto.

Estas reuniones cuentan con el acompañamiento de la Dirección de Asuntos Indígenas


del ministerio del Interior y la Gobernación de La Guajira. El 20 de marzo Jepírachi es
inscrito ante el FPC como proyecto de reducción de emisiones de gases de efecto
invernadero en el marco del Protocolo de Kioto. En mayo se realiza una visita a la zona
con representantes de la empresa alemana Deutsche WindGuard, con el fin de
identificar posibles sitios para la instalación de estaciones meteorológicas adicionales
para completar el estudio regional de vientos.

A partir de agosto se realizan reuniones informativas con entidades como: Ministerio


del Interior, Corpoguajira, Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC
(Bogotá), Administración y Concejo Municipal de Uribia; Servicio Nacional de
Aprendizaje Sena, Instituto Colombiano de Desarrollo Rural INCODER, Oficina de
Turismo y Medio Ambiente de Uribia, Fundación Cerrejón, autoridades tradicionales
y asociaciones indígenas ANAJIRAWA, con el propósito de informar sobre el proyecto,
los estudios y la gestión social adelantada.

Durante de agosto, septiembre y noviembre se realizan reuniones consultivas con las


autoridades tradicionales, los líderes y las comunidades de las rancherías Arutkajüi,
Kasiwolín, Kasushi y Media Luna, con objetivos como: informar y validar con ellas el
resultado de la caracterización sociocultural, los alcances de la realización de los
estudios básicos en la zona, explicar la normatividad indígena, programar y desarrollar
talleres sobre impactos ambientales, ente otros.

Se resalta en este período la participación de personas designadas por la comunidad en


los estudios de caracterización social, cartografía y toponimia y ornitología. El 29 de
enero Colciencias expide el certificado según el cual el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología califica como innovación tecnológica el “Programa general de EPM para el
desarrollo de la energía eólica en Colombia”.

En febrero, abril y mayo se realizan reuniones con las autoridades tradicionales, los
líderes y la comunidad de las rancherías Arutkajui, Kasiwolin, Kasushi y Media Luna,
con el fin de informar sobre el estado de los estudios del proyecto, consultar los posibles
impactos y las medidas de manejo para ellos, y concertar los proyectos de interés para
la comunidad. Estas reuniones son acompañadas por representantes de la
Administración Municipal de Uribia.
El 20 de marzo la Junta Directiva de EPM autoriza la construcción del parque eólico
Jepírachi. El 20 de junio se realiza la reunión de protocolización de los acuerdos y
medidas compensatorias pactadas con las comunidades indígenas de la zona, durante
el proceso de consulta previa.

Como veedores y garantes de los acuerdos participan representantes de Corpoguajira,


la Dirección de Asuntos Indígenas del Ministerio del Interior, la Administración
Municipal de Uribia y la Gobernación de La Guajira, incluida la Dirección de Asuntos
Indígenas del Departamento. A finales de junio se presenta el Plan de Manejo
Ambiental a Corpoguajira.

El 10 de julio se clausura el convenio con la GTZ con la entrega de los estudios técnicos,
económicos y ambientales del proyecto (factibilidad – diseño). Durante el mismo mes se
solicitan los permisos ante las autoridades tradicionales y la comunidad, para la
instalación de las estaciones de monitoreo de vientos en Punta Coco, Mauripao, Taroa,
Bahía Hondita y Puerto Estrella.

El 21 de agosto EPM abre las licitaciones internacionales y nacionales para el


suministro de los aerogeneradores, los equipos para la subestación del parque y las
demás contrataciones requeridas para su construcción. En noviembre se firma, por
primera vez en Colombia, el acuerdo con el Fondo Prototipo del Carbono que
administra el Banco Mundial, para la venta de Certificados de Reducción de Emisiones
del parque eólico Jepírachi. A finales de diciembre del 2002 Corpoguajira otorga los
permisos que dan vía libre a la construcción del parque.

En noviembre entra en operación la red para la investigación regional de vientos en la


Alta Guajira, compuesta por cinco estaciones localizadas entre Bahía Portete y Puerto
Estrella, en jurisdicción del Municipio de Uribia. A finales de diciembre de 2002
Corpoguajira otorga los permisos que dan vía libre a la construcción del parque. En
noviembre entra en operación la red para la investigación regional de vientos en la Alta
Guajira, compuesta por cinco estaciones localizadas entre Bahía Portete y Puerto
Estrella, en jurisdicción del Municipio de Uribia.

2003-A partir de febrero se inician los contratos de obras civiles, vías y otros;
paralelamente se avanza en el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la
comunidad indígena. A mediados de abril, EPM adjudica la fabricación, suministro y
montaje de los aerogeneradores a la compañía alemana Nordex Energy GmbH.

El contrato incluye capacitación y entrenamiento de personal, así como la supervisión


de la operación y mantenimiento durante un año. En noviembre llegan los 10 primeros
aerogeneradores a Puerto Bolívar. El 17 de noviembre de 2003 concluye la instalación
del primer aerogenerador en territorio colombiano, un hito en la historia del sector
eléctrico nacional. El 21 de diciembre se inaugura oficialmente el primer parque eólico
colombiano.
2004-En abril inicia la operación comercial plena del parque. En diciembre se reciben
los primeros dineros por venta de reducción de emisiones de CO2, en lo que se
constituye en la primera transacción en Colombia de estos certificados.

Características

Jepírachi está conformado por 15 aerogeneradores Nordex N60/250–1,3 MW cada uno,


para un total de 19,5 MW de capacidad instalada. Los aerogeneradores están
compuestos por un rotor de 60 metros de diámetro y un generador instalado sobre una
torre de 60 m de altura; su distribución es de dos filas de 8 y 7 aerogeneradores
respectivamente, separadas aproximadamente 1.000 metros. La distancia promedio
entre aerogeneradores es de 180 metros, pero por circunstancias propias de cada sitio
en particular, se requirió variar la separación entre aerogeneradores y la dirección de
la línea, conservando una orientación de -10° Norte (Azimut 170°).

La zona que ocupan las turbinas comprende un área rectangular de aproximadamente


un Km de ancho (en dirección paralela a la costa) por 1,2 Km de largo, al norte de la
ranchería Kasiwolín y al occidente de la ranchería Arütkajüi. Los aerogeneradores
están interconectados entre sí por una red subterránea a una tensión de 13,8 kV, la cual
conduce la energía hacia la subestación eléctrica localizada en el centro del perímetro
sur del área ocupada por el parque. Dicha subestación dispone de un transformador
que eleva el voltaje a una tensión de 110 kV, y es el punto de partida de la línea de 800
m de longitud, con la que se conecta el parque a la torre 20 de la línea Cuestecitas –
Puerto Bolívar, de propiedad de Carbones del Cerrejón, que suministra la energía para
el puerto.

Además del suministro de las 15 máquinas, una estación de meteorología y los equipos
de control y monitoreo, el contrato con la firma alemana Nordex Energy GmbH
contempló los procesos de capacitación y entrenamiento del personal de EPM
involucrado en el proyecto; la supervisión de la operación y mantenimiento, la
evaluación y monitoreo del desempeño del parque durante un año y recomendaciones
para el desarrollo de futuros parques eólicos en la zona del proyecto.

El parque eólico Jepírachi puede ser monitoreado y operado vía satélite, en tiempo real,
desde el Centro de Control Generación Energía (CCG) de EPM en Medellín. También
puede ser monitoreado desde la sede del fabricante en Alemania, como parte de la
transferencia tecnológica.

Aerogeneradores

Las turbinas eólicas que se comercializan actualmente han experimentado un notable


avance tecnológico en los últimos años, posibilitando el desarrollo de aerogeneradores
cada vez más grandes y facilitando el suministro de electricidad a gran escala. Hoy se
dispone de una amplia gama de aerogeneradores.
Los de mayor uso son los de eje horizontal, que consisten en generadores eléctricos
montados sobre una torre a gran altura y conectados a rotores o hélices movidas por el
viento y que transmiten al generador su movimiento rotacional para la producción de
electricidad. En términos físicos, estas turbinas aprovechan la energía cinética del flujo
de viento que atraviesa el área del rotor, convirtiendo la fuerza del viento en un par o
torque que actúa sobre las palas.

El tipo de aerogenerador más común del mercado se basa en el diseño típico danés,
compuesto por un rotor de tres palas con su eje conectado a un engranaje de
transmisión que multiplica la velocidad de rotación del rotor, para adaptarla a la
mucho más alta velocidad requerida por un generador tradicional al cual se encuentra
acoplado.

Jepírachi, nuevo proyecto MDL

La Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático registró el


parque eólico Jepírachi como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), lo que lo
convierte en la primera central en operación en Colombia que cumple con un hito de
esta envergadura, y la destaca en el exclusivo concierto de los 166 proyectos MDL que
hoy existen en el mundo.

El registro de este proyecto, bajo el código 0194 del primero de abril, significa que
cumplió satisfactoriamente con todas las etapas del ciclo de proyectos MDL, que las
emisiones son certificadas y, por tanto, pueden ser comercializadas en el mercado
formal del carbono. Acredita también que ha cumplido con todos los trámites y
gestiones requeridas por las autoridades competentes nacionales e internacionales.

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