181 27STO Ju LC 11, 5-13 El Padre Del Cielo Dara El Espíritu Santo A Los Que Lo Pidan Gal 3, 1-5
181 27STO Ju LC 11, 5-13 El Padre Del Cielo Dara El Espíritu Santo A Los Que Lo Pidan Gal 3, 1-5
181 27STO Ju LC 11, 5-13 El Padre Del Cielo Dara El Espíritu Santo A Los Que Lo Pidan Gal 3, 1-5
✞ ✞ ✞ Padre, en Tus manos abandono mi vida y todo mi ser, para que me vacíes de todos
los pensamientos, palabras, obras, deseos e imágenes que me separan de Ti.
Calma mi sed y sacia mi hambre, lléname de Ti. Con humildad te entrego mi intención de
consentir tu Presencia y acción en mí, sáname, transfórmame, hazme de nuevo.
Ahora mismo anhelo y te pido a nombre de tu Hijo Jesús que me des al Espíritu Santo;
pues ya dispuesta mi alma, por tu gracia y misericordia; espera la luz que abra mi mente
y mi corazón para escucharte y ahí en mi meditación dejarme encontrar, sorprender,
seducir, tocar, y guiar por Ti.
Dime lo que quieres de mi para hacer Tu voluntad y no la mía. Dame el don de la
contemplación y la gracia para ver, aceptar y perseverar sin apegos, en este camino hacia
la Gloria.
✞ ✞ ✞ Señor Jesús, que tu Espíritu, nos ayude a leer las Sagradas Escrituras en el mismo
modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús.
Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de
Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía
ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los
acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.
Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús,
podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás
vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos
a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén
✞✞✞
Jesús, enséñame a gustar la infinitud del Padre. Háblame, Señor Jesús, acerca del Padre.
Hazme niño para hablarme de él como los padres de la tierra conversan con sus pequeños;
hazme amigo tuyo para hablarme de él como hablabas con Lázaro en la intimidad de
Betania; hazme apóstol de tu palabra para decirme de él lo que conversabas con Juan;
recógeme junto a tu Madre como recogiste junto a ella a los doce en el Cenáculo..., lleno
de esperanza para que el Espíritu que prometiste me hable todavía de él y me enseñe a
hablar de él a mis hermanos con la sencillez de la paloma y el resplandor de la llama (G.
CANOVAI, Suscipe Domine).
“ABBÁ DARÁ SU ESPÍRITU AL QUE LO PIDA”
Judea. «Jesús les dice: Supongan que van a un amigo a medianoche».
«Préstame tres panes, un amigo llegó de viaje y no tengo que ofrecerle.
No me fastidies; ahora la puerta está cerrada».
«Insistid. Yo os digo: Pedid, y recibiréis; buscad, y encontraréis; llamad,
y os abrirán».
«Si vosotros, siendo malos, daís cosas buenas; Cuánto más el Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan».
1 RITOS INICIALES
✞ ✞ ✞ Antífona de entrada
Ven, esposa de Cristo, recibe la corona que el Señor te ha preparado desde la eternidad.
Nos reunimos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo. Amén.
✞ ✞ ✞ Saludo al altar y pueblo congregado
Misa: santa María Soledad Torres Acosta, virgen, memoria libre, o san Juan XXIII, papa,
memoria libre. 11 de Octubre 2018
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté
siempre con nosotros.
Señor, aumenta mi fe; para pedirte tu mano, llamarte quedamente, y tocarte la puerta
en mi oracion.
• Te pido, Señor, que me ayudes a poner toda mi mente y corazón en este momento de
oración. Sé que Tú siempre estás conmigo y que los frutos del encuentro contigo son un
don de tu amor que yo me esforzaré por atesorar y llevar a la práctica en mi vida.
Oración insistente.
Lectura:. Como los gálatas, nosotros también caemos víctima de la tentación perpetua de
crear nuestra rectitud o santidad a nuestra medida, de tratar de salvarnos por medio de
ritos y prácticas religiosas. Estos nos dan una sensación de seguridad. Y entonces nos
viene el pensamiento, normalmente disfrazado: Si vivo una vida sin reproche, si he
cumplido con mi obligación, estoy salvado. Con términos bien claros San Pablo nos dice:
Ustedes se salvan no por la Ley, sino por la fe en Cristo.
Evangelio. San Lucas nos dice que Jesús oraba con frecuencia. E insistentemente, como
en su agonía en el Huerto de los Olivos. Ahora nos dice que Jesús quiere que nosotros
también seamos perseverantes, insistentes e incluso atrevidos y audaces en nuestra
oración. Porque Dios es bueno. ¿Cómo puede resistirse él a escucharnos cuando oramos?
Él nos dará no solo cosas buenas, sino también el Espíritu Santo, el don que contiene
todos los dones.
✞ ✞ ✞ Acto penitencial
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora
a la conversión. Reconozcamos nuestra indignidad, debilidad, y nuestros pecados e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Jesucristo, el justo, intercede y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro
espíritu al arrepentimiento. … Un poco de silencio…
• Quiero decirte también Jesús, que junto con el amor que te tengo, descubro en mi
interior una contradicción, porque mis obras muchas veces me alejan de Ti. Sé que la
razón son mis opciones libres de escoger el pecado. Ayúdame a escoger bien, que el amor
triunfe sobre el egoísmo, y que confiando cada día más en tu infinita misericordia viva con
cada vez mayor firmeza mi vida cristiana.
¡Señor, ten piedad! ¡Cristo, ten piedad! ¡Señor, ten piedad!
✞ ✞ ✞ Oración Colecta:
Señor Dios nuestro: Cuando clamamos a ti, a veces nos preguntamos si realmente nos
oyes, ya que tu silencio es a veces opresivo. Mantén nuestra confianza en tu bondad y en
tu constante presencia amorosa. Danos lo bueno cuando te lo pedimos y también cuando
nos olvidamos de pedirlo; que te encontremos cuando te busquemos, ábrenos cuando
llamemos a tu puerta, en el nombre de Jesucristo nuestro Señor.
Señor, tú que concediste a santa María Soledad, virgen, servirte con amor generoso en
los enfermos que visitaba, concédenos luz y tu gracia para que, descubriendo tu presencia
en los que sufren, merezcamos tu compañía en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Dios todopoderoso y eterno, que en san Juan XXIII, papa, has hecho resplandecer ante el
mundo la imagen viva de Cristo, Buen Pastor, concédenos, por su intercesión, manifestar
con gozo la plenitud de la caridad cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo.
2 LITURGIA DE LA PALABRA
✞ ✞ ✞ Primera lectura: Gálatas 3, 1-5
¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por haber escuchado con fe?
1 ¡Gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado? ¿No os puse ante los ojos a Jesucristo
clavado en una cruz?
2 Solamente quisiera saber esto de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por haber cumplido
la Ley o por haber respondido con fe?
3 ¿Tan insensatos sois que, después de haber comenzado confiando en el Espíritu, acabáis
ahora confiando en vuestras propias fuerzas?
4 ¿Habrán sido baldíos tantos dones? Porque, de hecho, serían baldíos.
5 ¿Acaso cuando Dios os comunica el Espíritu y realiza prodigios entre vosotros lo hace
porque habéis cumplido la Ley, y no más bien porque habéis respondido con fe?
PALABRA DE DIOS. R/TE ALABAMOS, SEÑOR
www.evangelizacion.org.mx
Meditatio
Los judíos, anclados en la Ley de Moisés, consideraban que lo que los hacía santos era el
cumplimiento de todos los preceptos que en ella se habían escrito. Esto, como lo dirá más
adelante san Pablo, tiene un fundamento y una verdad, sin embargo, Jesús nos ha
revelado que es, precisamente por el Espíritu Santo, que Dios mora en nosotros como en
un templo, esto hace que el hombre sea verdaderamente Santo.
Hoy se da entre muchos de nuestros cristianos un pensamiento parecido, ya que muchos
piensan que la santidad viene por hacer tal o cual práctica litúrgica o devocional. La verdad
es que éstas son importantes (ir a misa los domingos, rezar novenas, visitar santuarios),
sin embargo, la santidad y la verdadera vida cristiana vienen al hombre por la vivencia
del Evangelio y la acción de Dios en nosotros por medio del Espíritu Santo.
Es por ello que la lectura diaria del Evangelio, el profundizar en la Palabra de Dios y la
oración asidua y prolongada, son los elementos que posibilitan que el Espíritu de Dios se
desarrolle y produzca en nosotros la verdadera santidad.
Oratio
Señor, dame tu vida, dame la clase de vida que tú das y que procede del encuentro y
amistad profundas contigo; yo por mi parte quiero decirte que quiero permanecer en unión
perfecta con la novedad de tu Espíritu Santo.
Actio
Hoy durante el día diré constantemente "Ven, Espíritu Santo", y me haré consciente de
que el Espíritu de Dios es quien consuma mi unión perfecta con él.
www.santaclaradeestella.es
• Para comprender la invectiva de Pablo, tan airado con los gálatas, es preciso recordar
que este padre y maestro de su fe vive para comunicar su convicción fundamental:
«Sabemos, sin embargo, que Dios salva al hombre no por el cumplimiento de la Ley, sino
a través de la fe en Jesucristo. Así que nosotros hemos creído en Cristo Jesús para alcanzar
la salvación por medio de esa fe en Cristo y no por el cumplimiento de la Ley. En efecto,
por el cumplimiento de la Ley ningún hombre alcanzará la salvación» (2,16). Pablo
interpela a los gálatas para que reflexionen sobre su insensatez: la de volver a ser
deudores de la Ley como si no hubieran conocido «a Jesucristo clavado en una cruz» (3,1),
fuente única de la salvación.
Pablo sabe que es posible vivir en este mundo, que es posible vivir en la carne (o sea,
plenamente encarnados en la propia realidad física, psíquica y sociocultural), aunque
viviendo al mismo tiempo «creyendo en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí»
(2,20). Y el horizonte cambia por completo. Es como pasar de una cámara en la que
estamos obligados a accionar una manivela para poder respirar a un lugar abierto
inundado por el sol y por el vivificante aire del mar.
Precisamente por eso el Dios que concede el Espíritu y obra maravillas (cf. 3,5) también
entre los gálatas obra en orden a un creer que se vuelve operativo, a continuación, en la
caridad, aunque nunca en virtud de un voluntarista «justificarse» por las obras prescritas
por la Ley. Está claro que el hecho de que los gálatas crean en Cristo y en su Evangelio,
anunciado por Pablo, no significa que deban omitir el cumplimiento de los mandamientos
de la Ley (no robar, no levantar falso testimonio, no atentar contra nuestra propia vida ni
contra la de los otros, etc.). Creer significa -como dice Pablo- ser crucificados en nuestra
propia parte egoísta hasta poder decir: «Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en
mí» (2,20).
Es evidente, por tanto, que, en virtud de él y con él, no sólo omitiremos hacer el mal, sino
que intentaremos, con el amor del Espíritu, realizar todo el bien posible.
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux
Tiene que abrirse o cerrarse una puerta... Gálatas 3,1-5. Después de haber mostrado
que su Evangelio había recibido la aprobación de los demás apóstoles, Pablo subraya que
está también en conformidad con las promesas de la antigua Alianza. Pero primero tiene
que denunciar la estupidez de los Gálatas. Su propia experiencia de la vida cristiana no
ha acabado de abrirles los ojos; ha bastado con el discurso de unos cuantos judaizantes
para sembrar la duda en su ánimo. ¿Cuál es el Evangelio que Pablo les ha predicado: la
cruz de Cristo o la ley judía? ¿Por quién han sido salvados los Gálatas? Ciertamente, no
por la Ley, de la que nunca habían oído hablar. En el fondo, la actitud de los Gálatas es
profundamente ilógica: primero recibieron el Espíritu, y ahora les gustaría regular su vida
por las prácticas judías. Pablo se lo tiene que decir severamente: Obrar de este modo
equivale a negar su profesión de fe bautismal.
El cántico del Benedictus reafirma que la salvación está en Jesucristo, el heredero de
David según la carne. Por El hemos sido liberados de las imposiciones de la Ley para vivir
del Espíritu.
www.fraynelson.com
Dos veces llama Pablo a los gálatas como “insensatos”, y a través de una serie de
preguntas apela a su experiencia cristiana y a que comparen su vida anterior con la de
ahora. Los desafía a confesar si fue la observancia de la Ley o bien la fe en el evangelio
que él les predicó, lo que produjo la efusión de los dones del Espíritu.
✞ ✞ ✞ Salmo
Lc 1,69-70.71-72.73-75
R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Nos ha suscitado una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había
predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas.
R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos
odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa
alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le
sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.
R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
✞ ✞ ✞ Aleluya
✞ ✞ ✞ “Padre, dame tu bendición”: “El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”
Pedid y se os dará.
En aquel tiempo,
5 dijo Jesús a sus discípulos: -Imaginaos que uno de vosotros tiene un amigo y acude a
él a media noche diciendo: «Amigo, préstame tres panes,
6 porque ha venido a mi casa un amigo que pasaba de camino y no tengo nada que
ofrecerle».
7 Imaginaos también que el otro responde desde dentro: «No molestes; la puerta está
cerrada, y mis hijos y yo estamos ya acostados; no puedo levantarme a dártelos».
8 Os digo que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos para que no siga
molestando se levantará y le dará cuanto necesite.
9 Pues yo os digo: Pedid, y recibiréis; buscad, y encontraréis; llamad, y os abrirán.
10 Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra, y al que llama le abren.
11 ¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le va a dar en vez del pescado
una serpiente?
12 ¿O si le pide un huevo le va a dar un escorpión?
13 Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿cuánto
más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
PALABRA DEL SEÑOR. R/ GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.
No hay contexto.
2 Reflexión. ¿Qué nos dice Dios en el Texto? La palabra me ilumina.
www.sermonwriter.com
Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, que con amor generoso desbordas los méritos y deseos de
los que te suplican; derrama sobre nosotros tu misericordia, para que libres nuestra
conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir.
Por nuestro Señor.
Del Evangelio según Lucas 11,5-13
Reflexión
● El evangelio de hoy continúa el asunto de la oración, iniciado ayer con la enseñanza del
Padre Nuestro (Lc 11,1-4). Hoy Jesús enseña que debemos rezar con fe e insistencia, sin
desfallecer. Para esto, usa una parábola provocadora.
● Lucas 11,5-7: La parábola que provoca. Como de costumbre, cuando tiene algo
importante que enseñar, Jesús recurre a una comparación, a una parábola. Hoy nos
cuenta una historia curiosa que termina en pregunta, y dirige esta pregunta a la gente
que escucha y también a nosotros que hoy leemos o escuchamos la historia: "Si uno de
vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: “Amigo, préstame tres
panes, porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle', y
aquél, desde dentro, le responde: `No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos
y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos”. Antes de que Jesús dé la
respuesta, quiere que nosotros demos nuestra opinión. ¿Qué contestarías: sí o no?
● Lucas 11,8: Jesús mismo responde a la provocación. Jesús da su respuesta: “Os
aseguro que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, se levantará para que deje de
molestarle y le dará cuanto necesite”. Si no fuera Jesús, ¿tendrías el valor de inventar una
historia en la que se sugiere que Dios atiende nuestras oraciones para verse libre de ser
molestado? La respuesta de Jesús afianza el mensaje sobre la oración, a saber: Dios
atiende siempre nuestra oración. Esta parábola recuerda otra, también en Lucas, la de la
viuda que insiste en conseguir sus derechos ante el juez a quien no le importa ni Dios ni
la justicia, y que atiende a la viuda no porque es justo, sino porque quiere librarse de la
mujer inoportuna (Lc 18,3-5). Jesús saca luego unas conclusiones para aplicar el mensaje
de la parábola a la vida.
● Lucas 11,9-10: La primera aplicación de la Parábola. “Yo os digo: Pedid y se os
dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que
busca, halla; y al que llama, le abrirán”. ¡Pedir, buscar, llamar! Jesús no pone condiciones.
Si pides, recibirás. Si llamas a la puerta, te abrirán. Jesús no dice cuánto tiempo va a
durar el pedido, la búsqueda o el llamar, pero lo cierto es que vas a obtener resultado.
● Lucas 11,11-12: La segunda aplicación de la parábola. “¿Qué padre hay entre
vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un
huevo, le da un escorpión?” Esta segunda aplicación deja ver al público que escuchaba las
palabras de Jesús y la manera en que él enseña en forma de diálogo. El pregunta: “Tu
tienes hijos, si te pide un pez ¿le das en cambio una culebra?” La gente responde: “¡No!”
–“y si pide un huevo, ¿le das un escorpión?” -“¡No!” Por medio del diálogo, Jesús implica
a las personas en la comparación y por la respuesta que recibe, las compromete con el
mensaje de la parábola.
● Lucas 11,13: El mensaje: recibir el don del Espíritu Santo. “Si, pues, vosotros,
aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, cuánto más el Padre del cielo
dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!” El gran don que Dios tiene para nosotros es
el Espíritu Santo. Cuando fuimos creados, el sopló su espíritu en nuestras narices y nos
volvimos un ser vivo (Gén 2,7). En la segunda creación, a través de la fe en Jesús, él nos
da de nuevo al Espíritu, el mismo Espíritu que hizo que la Palabra se encarnara en María
(Lc 1,35). Con la ayuda del Espíritu Santo, el proceso de encarnación de la Palabra sigue
hasta la hora de la muerte en la Cruz. Al final, en la hora de la muerte, Jesús devuelve el
Espíritu al Padre: “Entre tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23,46). Es éste el Espíritu
que Jesús promete como fuente de verdad y de comprensión (Jn 14,14-17; 16,13), y
como ayuda en medio de las persecuciones (Mt 10,20; He 4,31). Este Espíritu no se
compra con dinero en los grandes almacenes. La única manera de obtenerlo es mediante
la oración. Nueve días de oración obtuvieron el don abundante del Espíritu en día de
Pentecostés (He 1,14; 2,1-4).
www.santaclaradeestella.es
Tiene que abrirse o cerrarse una puerta... Lucas 11,5-13 La puerta está cerrada... La
puerta cerrada de las desdichas: da la impresión de que no hay salida. La puerta cerrada
de la muerte: nadie vuelve de ella. La puerta cerrada de las oraciones no escuchadas, que
dejan al creyente en la prueba y en la duda.
La puerta está cerrada desde la tarde del viernes: el sepulcro sellado aprisiona el cuerpo
del Hijo amado. Muchas esperanzas y muchas locas ilusiones chocaban así con esta puerta
cerrada, tan fría como un muro. Pero, durante tres días, los fieles velaron, a pesar de la
impotencia, de la duda, quizá de la desesperación. Obstinados como la llama vacilante de
un cirio que se resiste a morir. Pues bien, «os aseguro que, si no se levanta por ser su
amigo, al menos se levantará por su importunidad». Dios ha escuchado el grito cargado
de tantas esperanzas: la piedra saltó en pedazos la mañana de Pascua.
Aquella mañana, las mujeres y los discípulos comprendieron que la muerte no tendría
jamás la última palabra. A través de sus preocupaciones y de sus inquietudes,
comprendieron la victoria del amor. La puerta se abrió para dar paso a Cristo resucitado:
en El los sufrimientos encuentran una salida. Una puerta abierta a la vida: ¡es posible la
esperanza! Una puerta abierta a la oración del Hijo: en adelante, nuestras peticiones
encuentran en El las verdaderas palabras traídas por el Espíritu.
Por eso precisamente es bueno que pidamos, ahora y siempre. No se trata de
descargarnos de una necesidad ni de provocar ingenuamente milagros. Las palabras de
nuestra intercesión se convierten en gestos de vida y en compromiso de amor. Si pedimos,
es para seguir el camino de Jesús, para vivir bajo el aliento del Espíritu. Con todos los
creyentes de todos los tiempos, seguimos en pie ante la puerta: intercedemos con
tenacidad para que no se pierda el alma del mundo. Con Cristo, oramos con las palabras
de su amor, que nos hacen decir: Padre.
www.fraynelson.com
2. Insistir en la oración
2.1 Por su parte, el texto del evangelio nos invita a cultivar dos de las cualidades propias
de la verdadera oración: la confianza y la perseverancia.
2.2 Aparentemente estas dos virtudes de la oración se oponen: el que confía no tendría
que insistir mucho, y el que insiste en su punto de vista y en su ruego parece que no se
está abandonando realmente en el querer divino. Mas Cristo nos llama a cultivar las dos
cosas: confianza y perseverancia.
2.3 La confianza es como el motor, es la fuente, es el impulso. La perseverancia es como
el reconocimiento de que nuestra voluntad necesita prepararse para acoger la voluntad
divina. En el fondo, va unida a la humildad. Es propio del soberbio poner condiciones:
"ahora o nunca". El humilde, persevera.
2.4 Con otras palabras: el puente que une confianza y perseverancia se llama "humildad".
El humilde se vuelve niño que confía y se vuelve amigo que sabe que la hora de su amigo
será siempre la mejor hora.
www.elmisericordioso.me-Pildorasdefe.net
Una de las enseñanzas de este evangelio es que nos invita a no desfallecer en nuestra
oración. Dios gusta de escuchar nuestras súplicas, aun cuando nos escuchó desde el
principio, le gusta nuestra insistencia, quizás para fortalecer nuestra fe. Además, Dios se
porta como Padre que no da cosas que puedan ser malas o nocivas para sus hijos.
Por ello, no todo lo que pedimos se nos dará. Estas enseñanzas deben ir siempre unidas,
ya que, como no sabemos qué cosa es buena o mala para nuestra vida y la de los demás,
debemos pedir con insistencia y sin desfallecer. Pero, por otro lado, debemos de mantener
la paz en nuestro corazón, sabiendo que Dios no nos concederá lo que, en su infinito amor,
sabe que podría ser peligroso para nuestra vida material y espiritual. Aprendamos a
confiar en el infinito amor de Dios y a no desfallecer en nuestra oración.
www.evangeliodeLucas.GiorgioZevini
Lucas 11, 5-13. La misma petición que los discipulos plantean a Jesus -«Enséñanos a
orar»- nace en nuestro corazón cada vez que, dirigiéndonos a Dios, descubrimos nuestra
pobreza, tocamos con nuestra mano nuestra pequeñez espiritual. Tal vez nos olvidamos
de que el mismo Jesus nos dio el ejemplo, nos enseñó la actitud, la disponibilidad de
ánimo con la que debemos estar ante el Padre, ante «nuestro Creador, Redentor,
Consolador y Salvador», tal como le invocaba Francisco de Asís (cf. Parcifrasis del
padrenuestro). Con la invocación inicial de su y nuestra oración «Padre», Abba-, Jesus
quito de nuestro corazón todo miedo, toda vacilación, invitándonos a tener confianza, a
abandonarnos a él, porque nos ama: es el Padre afectuoso que nos enseña a caminar
tomándonos de la mano (cf. Os 11,3), que escucha a sus hijos, que sabe de que tienen
necesidad: el pan, el perdón, la liberación del mal, la paz, y quiere que nos salvemos
realizando el Reino. La relación con el Padre no es una relación intimista, sino una relación
abierta al «nosotros», a la relación con los hermanos: no oró por mis necesidades, sino
por las nuestras.
Como signo de la confianza que tenemos en el Padre, seguros de que él vendrá en nuestra
ayuda, estamos llamados a perseverar en la petición: a pedir, a llamar, casi a
importunarle. A través de la oración perseverante, purificamos nuestra intimidad y
crecemos en la conciencia de quiénes somos verdaderamente: descubrimos que somos
hijos que sólo se realizan plenamente si dirigen sus ojos al Padre, y hermanos que invocan
juntos al único Padre, a fin de que haga crecer la concordia entre todos los hombres y de
que construyamos juntos un mundo más humano. Recibiremos aquello que más
necesitamos: el Espíritu Santo, el Espíritu de amor que nos da la fuerza para vivir en el
Reino y para el Reino, para superar la tentación, para perdonar las ofensas recibidas y
vivir reconciliados con los hermanos.
www.catholic
Pedir, buscar, llamar. En el Evangelio de hoy podemos contemplar tres verbos muy
importantes para tratar con Dios.
El primero es PEDIR. Jesús nos invita a pedir, a que salgamos de nosotros mismos, de
nuestro orgullo y veamos que otros requieren nuestra ayuda y que necesitamos de las
gracias que vienen de lo alto. Cuántas veces en nuestra vida cotidiana dudamos a la hora
de pedir por respeto humano o porque vayan a creer que soy débil; pero para Dios el
hecho de que verdaderamente necesitamos de su misericordia, y que sólo apoyados en
sus manos seremos verdaderamente felices, es una señal de amor,
El segundo verbo es BUSCAR. Pensemos en las veces que creímos estar solos, que dijimos
en nuestro interior nadie puede entenderme, estoy solo; pero en realidad jamás estamos
solos, siempre está presente el Espíritu Santo, quien nos mueve a buscar la consolación
en Dios Padre, a buscar la verdadera alegría que viene de saberse hijo en el Hijo.
El tercer verbo es LLAMAR. Estamos invitados a testimoniar con nuestros actos de la vida
cotidiana que somos cristianos y que estamos llamados a ser evangelizadores y
santificadores de nuestro entorno; a llamar con una voz fuerte, alegre y gozosa porque
somos testigos de algo infinitamente grande, que es el amor de Dios.
Que el día de hoy podamos contemplar estos tres verbos en sintonía con María santísima,
ella que es Reina de los Apóstoles y que nos acompaña siempre.
• Preocupaos de manifestar, con las palabras y con las acciones, que la fe en Jesucristo
nunca es sinónimo de cierre, porque es un don de Dios ofrecido a todos los hombres como
un camino que libera del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento y fuente
de un gozo del que nadie nos puede privar.
Para ello, no tengáis miedo de pedir con insistencia, en vuestra oración y con vuestra
participación a los sacramentos, la ayuda del Espíritu Santo para que os sea dado "un
espíritu de santidad que impregne tanto la soledad como el servicio, tanto la intimidad
como la tarea evangelizadora, de manera que cada instante sea expresión de amor
entregado bajo la mirada del Señor". (Discurso de S.S. Francisco, 12 de mayo de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con
Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que
es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En algún momento del día rezaré alguna oración pidiendo la gracia de ser más generoso
con mi tiempo, con mis haberes, con mi sonrisa.
www.BibliaStraubinger
Queridos hermanos:
Hay tres verbos que sólo practican los sencillos: pedir, buscar, llamar. Si a estos verbos
se les añade el adverbio "insistentemente" tenemos esbozado el programa de un
verdadero seguidor de Jesús.
Pedir supone reconocer que no tenemos todo lo que necesitamos, tomar conciencia de
nuestros límites, admitir que Alguien tiene más que nosotros. Piden los pobres y los
mendigos. No piden los autosuficientes.
Buscar implica experimentar la atracción de algo que tira de nosotros, admitir que hay
un tesoro por el que merece la pena arriesgarse, sentir el aguijoneo de muchas preguntas
para las cuales no existen respuestas prefabricadas. No buscan los que han sucumbido a
la rutina, los perezosos y los desesperanzados.
Llamar es dirigirse a alguien con la confianza de que vamos a ser escuchados, invocar
una presencia que nos supera y que al mismo tiempo se hace cargo de nosotros. No llaman
los que temen que no haya nadie al otro lado de la puerta, los que no está preparados
para entrar en el caso de que se abra.
Insistentemente significa todos los días, a todas horas, no sólo en ciertos momentos
críticos, o cuando no encontramos otra cosa mejor.
Estas lecciones esenciales se pueden explicar así, con un lenguaje un poco árido, o se
pueden explicar diciendo: "Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la
medianoche ...". Evidentemente, Jesús elige el modo más eficaz. Y por eso nos remueve
por dentro.
Cuando uno pide, recibe; cuando busca, encuentra; cuando llama, se le abre. ¿Qué
recibimos y encontramos? La síntesis de todo lo que podemos recibir y encontrar es el
Espíritu Santo; es decir, todo lo que necesitamos para decir "Abbá" y para reconocer con
nuestros labios y nuestro corazón que "Jesús es Señor".
http://www.aqplink.com/roguemos
2 Señor, tú que concediste a santa Soledad Torres Acosta la gracia de servirte con amor
generoso en los enfermos que visitaba, concédenos tu luz y tu gracia para descubrir tu
presencia en los que sufren y merecer tu compañía en el cielo.
• Señor, te ruego que aumentes mi fe. En un mundo, por una parte, ebrio de sus propios
éxitos científicos y tecnológicos y, por otra, incierto, desesperado en sus propios egoísmos,
concédeme fundamentar plenamente en ti mi pensamiento y mi acción.
Concédeme la lucidez de un pensamiento fuerte y verdadero por estar sostenido por la
verdad de tu Espíritu Santo y, también, la audacia de un obrar honesto y bueno, todo él
penetrado por la fuerza de la caridad, que sólo tu Espíritu puede derramar en mi corazón,
si estoy libre del orgullo de creerme bueno. www.santaclaradeestella.es
3 Doy gracias a Yahvé de todo corazón, en la reunión de los justos y en la comunidad.
Grandes son las obras de Yahvé, meditadas por todos que las aman. (Sal 111,1-2)
www.ocarm.org
**********************************************************************
✞ ✞ ✞ Profesión de Fe
3 LITURGIA EUCARISTICA
Sacerdote: Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria
de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. (→ Este es el
Compendio de la Misa)
*** Se llevan al altar los dones; el pan y el vino. *** Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro
espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios
nuestro. *** Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.
Señor Dios nuestro: Tú quieres que experimentemos tu bondad al darnos a Jesús, tu Hijo.
En estos signos de pan y vino expresamos nuestra confianza en ti. Sé misericordioso con
nosotros y escucha nuestras súplicas. Otórganos el pan de vida y lo que necesitamos para
vivir, por medio de Jesucristo Hijo tuyo y Señor nuestro, por los siglos de los siglos.
Recibe, Señor, la ofrenda de nuestra humildad, en la memoria de la virgen santa Maria
Soledad y Juan XIII, y concédenos, por esta ofrenda, consumirnos constantemente en
ferviente y santo amor delante de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Introducción a la plegaria eucarística
Centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de consagración. El sentido
de esta oración es que toda la congregación de fieles se una con Cristo en el reconocimiento de las grandezas
de Dios y en la ofrenda del sacrificio.
a) Acción de gracias
El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. Levantemos el corazón R/ Lo tenemos
levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/ Es justo y necesario.
Prefacio común IV. Nuestra misma acción de gracias es un don de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues aunque no necesitas nuestra alabanza, ni nuestras bendiciones te enriquecen, tú
inspiras y haces tuya nuestra acción de gracias, para que nos sirva de salvación, por
Cristo, Señor nuestro.
• Gracias, Dios mío, por este momento de profundización en tu Palabra. Gracias por estar
conmigo. Me has renovado en la conciencia que tengo que Tú me escuchas y velas siempre
por mi bien. Ayúdame Buen Señor a no dejar nunca de buscarte ya que sólo en Ti podré
ser plenamente feliz. Amén.
– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Por eso, unidos a los coros angélicos, te alabamos proclamando llenos de alegría:
b) Santo: con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta o recita las
alabanzas a Dios.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el
cielo.
c) Epíclesis Se implora el poder divino para que los dones se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para salvación de quienes
la reciban.
Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas
todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin
mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que
santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera que
se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que nos
mandó celebrar estos misterios.
d) Narración de la institución y consagración. Con las palabras y gestos de Cristo, se realiza
el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena. Momento más solemne de la Misa; es la
transubstanciación: pan y vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo.
Dios se hace presente ante nosotros con todo su amor. ¡Bendito Jesus en el Santísimo sacramento del Altar!
Porque Él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y dando gracias te
bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman todos de él, porque
esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dando gracias te bendijo, y lo pasó a
sus discípulos, diciendo: "Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para
el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía".
e) Anámnesis. La Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles, recibió de Cristo
Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, su Reactualización, recordando principalmente su
bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.
Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia, en el
domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida
inmortal. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el
mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor
nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
h) Doxología final. Se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con el amen del pueblo.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo Honor y toda Gloria por los siglos de los siglos. Amén
✞ ✞ ✞ Rito de la comunión
Significa "común unión". Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús dentro de nosotros y de
abrazarlo con tanto amor y alegría, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma alegría y amor.
a) Introducción al Padrenuestro
Con las palabras de Jesús nuestro Señor oremos al Padre de todos para que su reino venga a cada persona
de la tierra.
• Unidos en el amor de Cristo, por el Espíritu Santo que hemos recibido, dirijámonos al
Padre con la oración que el Señor nos enseñó:
R/ Padre nuestro…
b) Rito de la Paz
Los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan mutuamente
la caridad antes de participar de un mismo pan.
Líbranos, Señor.
Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que
ayudados por tu misericordia, vivamos libres de pecado y protegidos de toda perturbación,
y aguardando la venida gloriosa de Jesucristo, nuestra esperanza.
R. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya
bastará para sanarme.
c) El gesto de la fracción del pan: Significa que nosotros, que somos muchos, en la comunión de
un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17)
d) Inmixión o mezcla: el celebrante deja caer una parte del pan consagrado en el cáliz.
Antífona de la comunión Cf. Lc 10, 42
Esta virgen prudente ha escogido la parte mejor y no le será quitada.
Antífona de la comunión cf. Jn 10, 11
El Buen Pastor dio su vida por las ovejas.
4 RITO DE CONCLUSION
Consta de saludo, bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea, para que
cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.
✞ ✞ ✞ Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/ Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! R/ ¡Venga tu Reino!
Consagración a María
– Pidamos la intercesión de María rezando esta oración:
Madre del Redentor, Virgen fecunda puerta del Cielo siempre abierta, estrella del mar ven
a librar al pueblo que tropieza y se quiere levantar. Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo Creador, y permaneces siempre Virgen, recibe el saludo del ángel
Gabriel y ten piedad de nosotros pecadores.
✞ ✞ ✞ Bendición
Hermanos: El Señor nos ha dicho: “Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se
les abrirá.” Porque Dios es bueno y lleno de misericordia.
Que su bendición bondadosa, la del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre
nosotros y permanezca para siempre.
R. Amén.
Podemos ir en paz.
R/. Demos gracias a Dios.
✞ ✞ ✞ Abba Padre, gracias te doy por enseñarme a Cristo histórico. Y ahora, por tu gracia
y Espíritu Santo concédeme fortalecer la fe, para caminar con Cristo, por Cristo y en Cristo,
ya no histórico, sino Pan vivo bajado del cielo.
«Tú eres Cristo, el Hijo de Dios Vivo» Mt 16, 16