Calendario Ecuatorial Andino
Calendario Ecuatorial Andino
Calendario Ecuatorial Andino
Viceministro de Educación
Álvaro Sáenz Andrade
Viceministra de Gestión Educativa
Mónica Reinoso Paredes
Investigación
Álvaro Sáenz Andrade
Pablo Suárez Guerra
Diseño y diagramación
Franklin Mijail Arias Patiño
ADVERTENCIA
Un objetivo manifiesto del Ministerio de Educación es combatir el sexismo y la discriminación de género en la sociedad ecuatoriana y promover,
a través del sistema educativo, la equidad entre mujeres y hombres. Para alcanzar este objetivo, promovemos el uso de un lenguaje que no
reproduzca esquemas sexistas, y de conformidad con esta práctica preferimos emplear en nuestros documentos oficiales palabras neutras,
tales como las personas (en lugar de los hombres) o el profesorado (en lugar de los profesores), etc. Sólo en los casos en que tales expresiones
no existan, se usará la forma masculina como genérica para hacer referencia tanto a las personas del sexo femenino como masculino. Esta
práctica comunicativa, que es recomendada por la Real Academia Española en su Diccionario Panhispánico de Dudas, obedece a dos razones:
(a) en español es posible <referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino>, y (b) es preferible aplicar <la ley lingüística de
la economía expresiva> para así evitar el abultamiento gráfico y la consiguiente ilegibilidad que ocurriría en el caso de utilizar expresiones como
las y los, os/as y otras fórmulas que buscan visibilizar la presencia de ambos sexos.
CALENDARIO ECUATORIAL ANDINO
MATERIAL COMPLEMENTARIO
Índice de contenidos
A. Introducción .............................................................................................................................11
B. Orientarse .................................................................................................................................14
• Oriente - Occidente ....................................................................................................................15
• Ubicación temporal ....................................................................................................................15
• Ubicación espacial .....................................................................................................................16
Anexo 1:
• Practica: en el calendario del patio de tu unidad educativa observa la sombra en las
fechas de los cuatro raymi ........................................................................................................... 40
Anexo 2:
• Pasos para dibujar la Chakana o Cruz Andina en las instituciones educativas del Ecuador ...... 42
Presentación
Y así es. Igual como estamos produciendo los Módulos de Etnoeducación sobre el Pueblo Afroecuatoriano
para todos los niños y jóvenes del Ecuador, hoy nos alegra sobremanera poner a su alcance este material que
busca reencontrarnos con las prácticas culturales y los conocimientos de los pueblos ancestrales, o sea, con
nosotros mismos.
A partir de lo aparentemente más elemental: la ubicación del Inti Yaya (Padre Sol), sus movimientos,
trayectorias, distancias y tiempos, aprenderemos a seguir la sombra proyectada por nosotros y los demás
elementos de la Pachamama, para ir descubriendo, de la mano del saber de los pueblos originarios, la relación
múltiple y compleja que se teje y se borda entre los humanos y los demás seres que la habitan. Todo esto
se plasmará de manera práctica y colectiva con la confección y diseño de la Chakana en cada institución
educativa, así como con el correspondiente Calendario Vivencial, que ha de elaborarse en armonía con su
contexto local.
Aprenderemos, finalmente, que somos responsables de las futuras generaciones de seres humanos,
de plantas y animales, como nos lo enseñan los pueblos originarios de Abya Yala, en especial los de Andino
América Ecuatorial (Ecuador) a través de sus Pueblos y Nacionalidades, con quienes hoy, hermanamos
mucho más nuestros vínculos, como una auténtica comunidad intercultural, defensora del agua, de la tierra,
de lo verde y de lo azul que puebla esta tierra maravillosa que se halla -no por azar- en la mitad del tiempo.
¡Bienvenidos!
FUNDAMENTO CURRICULAR
El Calendario Ecuatorial Andino ancla su fundamento como material educativo en el Currículo
Nacional vigente, el cual reivindica la importancia y trascendencia de los conocimientos de los pueblos
originarios, así como su estudio crítico y valoración desde la ciencia y la cultura; de esta manera, posibilita
y valida su implementación en el sistema nacional de educación desde las Destrezas con Criterios de
Desempeño del Área de Ciencias Sociales en todos los niveles del sistema educativo, las cuales se
desagregan de la siguiente manera:
Subnivel Elemental
Subnivel Medio
NIVEL: BACHILLERATO
ASIGNATURA: HISTORIA
ASIGNATURA: FILOSOFÍA
A. INTRODUCCIÓN
Para nosotros, para la humanidad, él siempre está allí, siempre ha estado allí, al menos desde el
inicio del sistema solar, hace nada más ni nada menos que ¡4.600 millones de años!
Lo alabamos si nos acolita el día del partido o cuando vamos a la playa, y, claro, por su relación
directa con el proceso de la vida, la cual ha surgido y se renueva cotidiana e invariablemente ante
nuestros ojos, todos los días, gracias a él: las plantas, los animales, la comida, la vida... De ahí su
sacralidad para los pueblos ancestrales.
“El homo sapiens tiene una constitución físico natural peculiar: es una
corporalidad viviente con capacidad cerebral de conciencia y autoconciencia
La Vida como sobre sus actos. Como ser vivo -y esta característica tiene esencial
fundamento de importancia para toda economía posible, aunque parezca ingenua u obvia-
la Historia y la tiene un metabolismo que consume energía (en último término solar,
Cultura sintetizada por las bacterias y los vegetales) y otros insumos materiales
que debe perentoriamente reponer”. Enrique Dussel, 16 Tesis de economía
política. Una interpretación filosófica, México D.F., Siglo XXI, 2014, p.
Tan cotidiano se nos ha vuelto, que no reparamos en él casi nada más que para los momentos
relacionados con las vacaciones, los días de practicar nuestro deporte favorito, el día de colgar la ropa
recién lavada o de poner a secar la leña recién cortada…; que para esto y más nos vienen bien sus
“servicios”, si lo miramos -es un decir- desde la perspectiva utilitarista.
“Lo habitual es la más peligrosa de las prisiones” nos advierte el pensador brasileño Rubén Galves,
porque la repetición mecánica e incesante de lo cotidiano nos impide visibilizar lo esencial en su real
profundidad y en sus fundamentales complejidades. Como frente al Sol, cuya importancia y trascendencia
ha sido, paradójicamente, ensombrecida por la cotidianidad de su presencia, pero, además, y sobre
todo, por el interesado ocultamiento del conocimiento de los pueblos originarios por parte de los poderes
dominantes, que le han asignado una posición subordinada, llamándolo “saberes” y no “ciencia”…
Tan cotidiano se nos ha vuelto -decimos-, que hemos olvidado que es el referente estrella
(literalmente hablando) de la orientación y la organización del espaciotiempo y la vida de los pueblos
originarios o ancestrales de Abya Yala, como de tantas otras grandes culturas de la humanidad, sobre
todo, de los de la Zona Ecuatorial Andina.
Brotado a la Naturaleza por el propio movimiento de ella misma, el ser humano debe ubicarse,
orientarse para organizar sus prácticas y sus relaciones consigo mismo y con el resto de la naturaleza.
Entonces, surgen las dudas: si siempre ha sido el Sol el referente clave de la orientación astronómica
y geográfica de nuestros pueblos, ¿por qué la primacía del Norte polar?, ¿de dónde ha surgido esta
paradoja de paradojas que consiste en opacar al Sol como punto objetivo de orientación y organización
geodésica?, ¿qué implicaciones tiene la diferenciación conceptual entre ciencia y saberes?, ¿cómo es
que se han invisibilizado tanto la presencia del referente solar como la de los calendarios basados en él
por los pueblos originarios?, ¿tendrá que ver esto también con ciertas prácticas rutinarias que han ido
naturalizando la invisibilización de los pueblos ancestrales y de sus conocimientos?
Esta y otras interrogantes serán develadas a la luz del estudio y la puesta en práctica del Calendario
Solar Ecuatorial Andino…, así como también de éstas otras: si un año es el tiempo que tarda la Tierra en
dar una vuelta alrededor del Sol, ¿cuándo comienza dicho año?, ¿cuándo termina?, ¿cuál es el punto
de referencia no arbitrario que nos indica con objetividad ese comienzo y ese término desde un punto
de vista científico astronómico?
Así, pues, como hace miles de años lo hicieron los pueblos originarios, de la Andino América
Ecuatorial = Ecuador (los Señoríos Étnicos y los Incas, por ejemplo), comencemos por orientarnos,
recordando, de entrada, que “orientarse” proviene de “Oriente”; precisamente, el lugar por donde “sale”
el Sol.
El Este también es llamado Oriente, del participio del presente latino oriens, orientis = nacer, pues
de ahí nace el Sol. La palabra “orientar” viene de “oriente” y Este, del punto cardinal de donde nace el Sol.
(https://bit.ly/2HVhJr6).
Cuando no había compases, mapas, ni mucho menos GPS, la mejor manera de orientarse era
según la posición del Sol. El Sol “sale” todas las mañanas desde una dirección en torno al Oriente o
Este y “se pone” en torno al Occidente u Oeste. Así una persona puede determinar, más o menos,
dónde se encuentran estos dos puntos cardinales.
• Oriente - Occidente
Oriente (o Este) proviene del participio del presente latino oriens, orientis = nacer, pues de
ahí nace el Sol. La palabra “orientar” viene de “oriente” y Este, del punto cardinal de donde nace el
Sol.
Occidente (u Oeste) proviene del latín occidere = donde cae (cadere) el Sol, pues es el lugar
por donde “se pierde”, “se va”, “desaparece” el Sol, (https://bit.ly/2HVhJr6).
Para orientarte, sin embargo, no es suficiente saber dónde está el Sol en ese momento, sino
que debes tener una cierta idea de tu ubicación temporal y espacial:
• Ubicación Temporal
Época del año
Si estás en diciembre, el Sol “saldrá” por el Suroriente; y si te encuentras en junio, el Sol
“saldrá” por el Nororiente. En ambos momentos las trayectorias, y las sombras proyectadas por el Sol,
serán más largas. En marzo y septiembre el Sol “saldrá” por el Oriente más o menos exacto, y las
trayectorias y las sombras serán más cortas. Fíjate, si tomas a Quito como punto referencial, si sale
más cerca del Cayambe o del Antisana…
• Ubicación Espacial
Hemisferio
Si estás en el hemisferio Sur, por ejemplo en Chile, el Sol nacerá y caerá haciendo un arco
inclinado hacia la dirección Norte. En cambio si estás en el hemisferio Norte, por ejemplo en México,
la trayectoria del Sol estará inclinada hacia el Sur.
Lo primero que hay que retener es que para todo el proceso de orientación, lo fundamental es, como
nos lo muestra el niño de la imagen siguiente, observar la ubicación de la sombra, nuestra sombra y la de
los objetos que nos sirven de referencia para determinar la posición del Sol y, por contraste, la de los objetos
que se encuentran sobre la Tierra.
La observación permite descubrir que la sombra (la nuestra y la de todos los objetos sobre la Tierra)
durante un determinado momento del día, en la mañana, se proyecta delante de uno, y en la tarde pasa hacia
detrás. La sombra empieza larga y poco a poco se acorta, hasta el mediodía, momento en el que se acorta
al máximo, y luego empieza a alargarse nuevamente durante la tarde.
Todo este conocimiento, y más, ya lo habían construido nuestros pueblos ancestrales y lo fueron
desarrollando, puliendo y sistematizando a niveles extraordinarios.
Lo primero que, de manera natural, observan y establecen los pueblos originarios -y los pueblos
y nacionalidades actuales- fue el “camino del Sol”, esto es, su ruta Este - Oeste. Sencillamente
observan la “salida” y la “caída” del Inti Yaya, todos los días, todos los meses, todos los años…,
cuyos nombres y duraciones, por cierto, irán construyendo con el paso mismo del tiempo y la práctica
perseverante del observador inteligente.
Hay momentos en el año (cerca del mes de junio) en que la sombra se proyecta por nuestra
izquierda (cuando nos ubicamos frente al sol) y otros momentos, (hacia diciembre) en que lo hace
por la derecha.
En el caso de la zona equinoccial, por hallarse en la mitad del tiempo, la sombra pasa por el
lado izquierdo durante 6 meses y por el lado derecho durante los otros 6 meses.
En otros lugares la sombra tienen sus propios tiempos, dada la ubicación de los objetos
respecto al Sol:
• En el centro de México la sombra pasa 10 meses por la izquierda y 2 meses por la derecha.
• En Guatemala la sombra pasa 9 meses por la izquierda y 3 meses por la derecha.
• En el Cuzco la sombra pasa 4 meses por la izquierda y 8 meses por la derecha.
• En Tiahuanacu la sombra pasa 2 meses por la izquierda y 10 meses por la derecha.
A estos días, en que la sombra no se desvía a ningún lado, los llamaron el Día del Sol Recto:
Pawkar Raymi en marzo y Kulla Raymi en septiembre. Estos días serán considerados por los
pueblos ancestrales y sus descendientes como días extraordinarios, muy especiales, sagrados, lo
que no implica “religiosos”, sino momentos en que se refuerzan las prácticas de una espiritualidad
fundada en el conocimiento y en una vinculación profunda con la Pachamama. Ha de entenderse
sagrado en el sentido de algo que merece un respeto excepcional y no puede ser ofendido.
Primera, si la sombra se alarga, significa que el Sol se está alejando de nuestra Tierra, y si la
sombra se acorta, el Sol se está acercando; y,
Segunda, es la dirección Este - Oeste (el “Camino del Sol”), y no la Norte - Sur, la que permitió
la construcción del Calendario Solar Andino.
Dependiendo de dónde se hallen ubicados los distintos pueblos de Abya Yala entre el Trópico
de Cáncer y el trópico de Capricornio, el Día del Sol Recto, día sagrado, se ubica en las siguientes
fechas (con ligeras variaciones de un año a otro).
Después de haber ubicado la dirección Este - Oeste, los Yachakuna (Yachak, en singular,
sabio, conocedor de la sanación corporal, espiritual, personal y comunitaria, protector del
conocimiento, guía para la comunidad) de los pueblos originarios, vieron la necesidad de una línea
que les permitiera separar la mañana de la tarde, para determinar con precisión el momento del
mediodía de todos los días del año. Para ello, hicieron algo lógico: trazaron una perpendicular a la
línea Este - Oeste, estableciendo de esta manera la dirección Norte – Sur. Y nació la Chakana…
El símbolo en sí, es una referencia al Sol y la Cruz del Sur (aunque también hay Chakana
femenina, que contabiliza las lunas y presenta más escalones que la Cruz masculina). Su forma, que
sugiere una pirámide con escaleras a los cuatro costados y centro circular poseería un significado
más elevado, en el sentido de señalar la unión entre lo bajo y lo alto, la tierra y el sol, el hombre y lo
superior. Chakana pues, se comprende ya no sólo como un concepto arquitectónico o geométrico,
sino que toma el significado de “escalera hacia lo más elevado”.
En el caso de los pueblos de la zona ecuatorial andina, a partir del 21 de marzo y/o el 21 de
septiembre, días en que el Sol no proyecta sombra alguna, pudieron señalar, en la línea Norte - Sur,
la sombra que proyecta el Sol al mediodía; y así, al día siguiente, y al siguiente…, hasta completar
las 365 Sombras, es decir, los días del año.
¿Y el Año Bisiesto?
Los sabios pueblos ancestrales descubrieron, con base en los señalamientos y las mediciones
realizadas, que cada 4 años el Sol requiere de 366 “salidas” para completar un año, marcando, claro
está, 366 Sombras.
Días del Sol Recto (Equinoccios) y días del Retorno del Sol (Solsticios)
Los Días del Sol Recto fueron llamados “equinoccios” (de “igual noche”) por los europeos. Y,
como ha quedado claro, son el 21 de marzo y el 21 de septiembre. Estos días se caracterizan por
el hecho de que al mediodía el Sol no proyecta sombra.
Son los días en que el Sol se encuentra en el zenit, sobre nuestras cabezas. Son los días
en que el Sol se halla virtualmente “sobre nosotros”, “entre nosotros”, “más cerca de nosotros”,
“con nosotros”. De allí la sacralidad de estos días, a la cual se rendía culto con ritos y ceremonias
especiales, que estudiaremos en su momento.
El tiempo comprendido entre uno y otro Raymi corresponde a una estación en términos
occidentales.
Tarpuy = Plantar. Sembrar. Cultivar / Rupay = Calor. Ardor. Calor y luz del Sol. Hacer calor.
Quemar el Sol. Quemar. Arder. Incendiar. Inflamarse. Incinerar. Abrasar el fuego. Verano / Tamyay
= Lluvia, Invierno / Sisay = Echar polen a las flores. Florecimiento.
• Desde el Inti Raymi, 21 de junio hasta septiembre, inicia el verano del hemisferio norte y el invierno del
hemisferio sur. En Ecuador corresponde a una época seca y veraniega en la Sierra y en la Costa. En este
tiempo nos visitan los turistas del norte.
• Desde el Kulla Raymi., 21 de septiembre hasta diciembre, inicia el otoño en el hemisferio norte y la
primavera en el hemisferio sur. En Ecuador empiezan las lluvias.
• Desde el Kapak Raymi, 21 de diciembre a marzo, inicia el invierno en el hemisferio norte y el verano en el
hemisferio sur. En Ecuador es la temporada lluviosa, de inundaciones. En ella nos visitan los habitantes
del cono sur.
Así mismo, cada época entre los Raymi, en cada estación, ocurren hechos y situaciones
propias de cada zona y comunidad. Hitos anuales culturales, productivos, comerciales, festivos,
climáticos. Estos pueden ser identificados mediante reuniones comunitarias, hasta establecer un
calendario del lugar, un calendario vivencial. Cada calendario vivencial refleja las diferencias de
comunidad a comunidad, de un centro educativo a otro; por eso, cada calendario debe ser trabajado
por los comuneros, docentes, líderes y estudiantes de cada comunidad educativa local.
En cada establecimiento educativo, en cada curso se pueden hacer aplicaciones prácticas para
elaborar el calendario vivencial, identificando los referentes geográficos propios y las temporadas
y fechas estacionales. Con ello podrán graficar con su propio diseño y creatividad los referentes
importantes durante el ciclo anual.
Y así lo hicieron los pueblos de Abya Yala desde hace miles de años…, como los Incas,
quienes prosiguieron con el desarrollo de un conocimiento milenario anterior a su cultura, como nos
lo enseña Carlos Milla Villena, estudioso de la arqueoastronomía. (Milla: 1989). Y de ello dejaron
constancia en la tradición oral, la monumentalidad arquitectónica, las prácticas comunitarias de
vida y, por otra parte, los conquistadores españoles en sus crónicas, (crónica: narración histórica,
generalmente escrita, que recoge la información en orden cronológico, en términos descriptivo-
narrativos y/o interpretativos), como lo vemos enseguida.
José de Acosta: “Para tener cierta y cabal la cuenta del año, usaban esta habilidad, que en los
cerros que están alrededor de la ciudad del Cuzco (que era la corte de los reyes Ingas, y juntamente
el mayor santuario de sus reinos, y como si dijésemos otra Roma) tenían puestos por su orden
doce pilarejos, en tal distancia y postura, que en cada mes señalaba cada uno, donde salía el sol,
y donde se ponía”. (Acosta: 2003, 238).
Bernabé Cobo: “…para que fuese cierta y cabal su cuenta, usaban desta traza: que por los
cerros y collados que estan alrededor del Cuzco tenian puestos dos padrones o pilares al oriente
y otros dos al poniente de aquella ciudad, por donde salia y se ponia el sol…”. (Cobo: s/f, 131).
Juan de Betanzos: “Y cuando el sol salia, estando uno puesto do Inca Yupanqui se paró para
mirar y tantear este derecho, sale y va por el derecho y medio destos dos pilares, y cuando se
pone, lo mismo, por la parte do se pone; por donde la gente común tenia entendimiento del tiempo
que era, ansí de sembrar, como de coger; porque los relojes eran cuatro á do el sol salia, y otros
cuatro á do se ponia, do se diferenciaban los transcursos y movimientos que así el sol hace en el
año”. (Betanzos: 1880, 105).
Lo sabemos ya: los seres humanos dejamos huellas a nuestro paso por la Tierra y por la Vida…
Primero, porque no podemos evitarlo, pues, indefectiblemente, nos vinculamos con nosotros mismos
y con el resto de la Pachamama en una práctica necesaria mediada por el trabajo, comunitario, centrada en
la reproducción de la Vida y en la producción de los medios para preservarla y acrecentarla, única forma de
crear y recrear la Cultura y la Historia. Pero, segundo, dejamos huellas también porque necesitamos hacerlo:
nombres, marcas, señales, hitos…, objetos materiales y simbólicos, nos permiten organizar la Vida en nuestro
tránsito por la Pachamama, el Universo y el Cosmos. Y trascender…, ir más allá de nosotros mismos, de
nuestra finitud individual, e ir sembrando la posibilidad de sostener la Vida de la humanidad a futuro, pues
sólo en la medida en que dejamos un legado de Vida a las futuras generaciones seremos inmortales, en
tanto comunidad solidaria y armónica con los Otros y con el resto de la Naturaleza. Lo contrario significaría
simplemente la extinción de la raza humana
Esto lo sabían muy bien los Pueblos Ancestrales de la Andino América Ecuatorial.
Pirámides, pucarás, discos líticos (de piedra), montañas… están allí como silenciosas voces y
alfabetos que debemos aprender a escuchar y leer para dilucidar su sentido como claves de los ciclos,
trayectorias y duraciones de la agricultura, de los astros, de las estaciones, de la reproducción de la vida.
La observación de los movimientos de la Luna y el Sol, de los eclipses y los cometas, en especial, se
vinculan con tiempos de siembra y cosecha, tiempos propicios, auspiciosos, o inadecuados, para realizar,
o no, ciertas actividades… La evidencia monumental y arqueológica es abundante y revela una exactitud
extraordinaria, pues su señalamiento, ubicación e interrelación desafían respuestas simplistas fundamentadas
en el puro azar.
“En este lugar que se halla a una legua del serro que los naturales le llaman La Marca [con
seguridad, el Catequilla], se reúnen cada 21 de junio [el informante se equivoca, se trata de marzo o
septiembre] grandes cantidades dellos, para rendir culto a sus espíritus que discen vienen en deste
“La única elevación que se encuentra en el paralelo cero, que cuenta con un horizonte de 360
grados y que proveen los andes ecuatoriales es el monte Catequilla. En su cima se encuentra un sitio
arqueológico en la latitud cero. Desde este sitio también se pueden observar todos los sitios arqueológicos
monumentales más representativos de la región e, igualmente, más de dos docenas de asentamientos
urbanos con antecedentes prehispánicos”. (Cobo: 2012, 23).
Es más, “El 26 de junio de 1997 se determinó que el sitio arqueológico del monte Catequilla está
ubicado exactamente en la Línea Ecuatorial”.
Pero hay más: “… los lugares más prominentes de la región (equinoccial), entre los que cabe
destacar las Pirámides de Cochasquí, Pambamarca, San José de Minas y otros sitios arqueológicos
estaban alineados con ángulos de carácter astronómico, como los solsticios y los ejes de la eclíptica […]
línea curva por donde “transcurre” el Sol alrededor de la Tierra, en su “movimiento aparente” visto desde
la Tierra) al igual que con los puntos cardinales”. (Op. cit., 18).
El monumento a la mitad del mundo en San Antonio de Pichincha está a 240 metros al sur
del paralelo cero. La Misión Geodésica Francesa que vino a la Real Audiencia de Quito en
el siglo XVIII a medir un grado de longitud en el ecuador terrestre, lo hizo con instrumentos,
técnicas y parámetros geométricos que no tomaron como referencia al Sol, como sí lo
hicieron los pueblos ancestrales, que, de ese modo, establecieron el lugar ubicado con
precisión astronómica en la mitad del tiempo: el monte Catequilla, que se halla a 0º - 0´ - 0´´
de latitud, lo cual ha sido probado actualmente con modernos sistemas de posicionamiento
satelital.
Que los habitantes del antiguo territorio de Quito (como región) tenían conocimientos astronómicos
acerca de que los ciclos de los años tienen 365 días, lo sabemos, por ejemplo, por el cronista español
Fernando de Montesinos: “Y también tuvieron noticia del bisiesto, por la observación que hicieron los
astrólogos de apartamiento del sol de la Línea, que señalaron junto a Quito, donde nosotros decimos
pasa, con unos paredones que hoy se ven”. (Montesinos: s/f, 40). (La crónica data de 1643, año en que
estuvo en Quito como Visitador Eclesiástico).
Cristóbal Cobo llama la atención sobre el hecho de que “… para tener una noción del ciclo anual
se debe tener una conciencia del tiempo de base astronómica.” (Cobo: 2012, 41).
El ser humano vive en relación con los demás seres y en dependencia estrecha entre sí,
en comunidad, en la que el individuo se encuentra en una “red de múltiples relaciones”. (Op. cit.,
110). Hasta el ser superior (Inti Yaya) es un ente relacionado. Una relación de complementariedad
y de reciprocidad permanente -ranti-ranti-, en todos los aspectos: vida, producción, costumbres,
afectos y valores. (Estermann: 2009). Una minka de acción complementaria en favor de todos y, por
supuesto, de algún miembro necesitado de la comunidad, es decir, de todos, pues el ser humano
es esencialmente un ser necesitado, que debe satisfacer necesidades para vivir, y que no puede
hacerlo solo, individualmente, sino sólo en comunidad, en relación interdependiente, recíproca y
complementaria con los demás seres humanos y el resto de la naturaleza.
Así mismo, al encontrar que el movimiento de la sombra iba y venía durante el año, concibieron
un cosmos circular pero cambiante, en espiral. “La tierra que el runa (ser humano, gente), trabaja
es un ‘símbolo’ vivo y presente del Círculo de la vida”. (Op. cit.). Anualmente se repite el ciclo de
siembra, crecimiento, cosecha y descanso de la tierra. En los cuatro momentos del año, en los
cuatro raymi.
La división de las líneas Este-Oeste les permitió comprender la división de la realidad en pares
Encontraron una armonía y orden, en un devenir en forma de una espiral, que anualmente se
reproduce y a la vez es cambiante.
Este es el cosmos del ser humano andino. Un mundo marcado no solamente por las altas montañas,
sino por un gran ecosistema que, naciendo en Los Andes, genera los ríos más grandes y caudalosos
que llegan a su vez a los dos grandes océanos del mundo (Guayas al Pacífico y Amazonas al Atlántico),
atravesando valles, pendientes, selvas, pantanos y playas.
En la chakana de tu unidad educativa observa la sombra en las fechas de los cuatro Raymi.
Chakana
Para trazar o dibujar la chacana se necesitan dos clavos, dos palos, una piola y tiza, pintura, o cinta
adhesiva (masking tape).
5m
Este
Norte Sur
O
Oeste
E A B
E
S B'
O
Eje de la
T
T'
R'
Como lo atestigua el sitio de Catequilla, muy cerca de San Antonio de Pichincha, nuestros ancestros
descubrieron que el ángulo entre la recta del solsticio (eclíptica) y la recta Este-Oeste forma un
ángulo de 23,5°. Se deduce entonces que el ángulo entre la recta del solsticio y la recta Norte- Sur
es de 66,5°.
Google Earth
N S
Cobo, Bernabé, Historia del Nuevo Mundo, CAPITULO XXXVII: Del cómputo del tiempo; de los quipos o
memoriales y modo de contar que tenían los indios peruanos. En: http://bit.ly/2F96TYV.
Cobo, Cristóbal, Astronomía Quitu - Caranqui. Catequilla y los discos líticos. Evidencias de la astronomía
antigua en los Andes ecuatoriales, Quito, QUIMERADREAMS Editores, 2012
Cobo, Cristóbal, Proyecto QUITSATO, La Mitad del Mundo, CD ROM / VIDEO, 04:37 – 05:00.
De Acosta, José, Historia natural y moral de las Indias, Biblioteca Virtual Universal, 2003. En: http://bitly/2DBFQsa.
De Betanzos, Juan, Suma y Narración de los Incas. QUE LOS INDIOS LLAMARON CAPACCUNA, QUE
FUERON SEÑORES DE LA CIUDAD DEL CUZCO Y DE TODO LO Á ELLA SUBJETO, Tomo V, Biblioteca
Universal Ultramarina, 1880. En: http://bit.ly/2E3v7V8.
De la Vega, Garcilaso, PRIMERA PARTE DE LOS COMMENTARIOS REALES, QVE TRATAN DEL ORIGEN
DE LOS YNCAS, REYES QUE FVERON DEL PERV, DE SV IDOLATRIARIA, LEYES, Y gouierno en
paz y en guerra: de sus vidas y conquistas, y de todo lo que fue aquel Imperio y su Republica, antes que
los Españoles passaran a el. Lisboa, 1609. En: http://bit.ly/2st4Z09.
De Montesinos, Fernando, citado por Cristóbal Cobo en Proyecto QUITSATO, La Mitad del Mundo, CD ROM
/VIDEO, 04:37 – 05:00
Dussel, Enrique, 16 Tesis de economía política. Una interpretación filosófica, México D.F., Siglo XXI, 2014
Guayasamín, Gustavo, El Cerco del Sol. Teoría Astronómica sobre la Medición Prehispánica del Tiempo,
Quito,1996, Monografía inédita.
Llamazares, Ana María, Metáforas de la dualidad en los Andes. Sevilla, Simposio de Arquitectura, 2006
Milla Villena, Carlos, Génesis de la cultura andina, Fondo Editorial Colegio de Arquitectos del Perú, Colección
Bienal, Lima, 1989
Sáenz Andrade, Álvaro, La participación social en la relación sociedad - Estado contemporánea. “El caso
ecuatoriano”, UASB, Quito, 2016, Introducción, p. 3-4
http://etimologias.dechile.net/?orientar.