Simeon Roncal
Simeon Roncal
Simeon Roncal
MEXICO - PANAMA
1. INTRODUCCION
El año de 1967 fue un año decisivo para las letras de América Latina, hasta
entonces generalmente ignorada en el panorama mundial. Ese año, el
guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974) se convirtió en el primer novelista
latinoamericano en recibir el Premio Nóbel de literatura (la chilena Gabriela Mistral
lo había recibido por su poesía en 1945). También en junio de ese año apareció la
novela "Cien años de soledad", del colombiano Gabriel García Márquez (1928- ),
quien en pocos meses se convirtió en un best-seller mundial. Era la cúspide del
"Boom" en la novela hispanoamericana, que había comenzado cuatro años antes
con la gran popularidad de Rayuela (1963) del argentino Julio Cortazar (1914-
1984), y que también incluía la obra del peruano Mario Vargas Llosa (1936- ) y la
del mexicano Carlos Fuentes (1928- ), entre otros. Por primera vez en la historia,
la producción literaria latinoamericana tenia un papel protagónico en la escena
internacional y, para el año 200, otros cuatro escritores habían recibido el Premio
Nóbel de literatura: Pablo Neruda (Chile) en 1971, García Márquez en 1982,
Octavio Paz (México) en 1990 y Derek Walcott (St. Lucia) en 1992. ¿Cuáles
fueron las circunstancias y los antecedentes de tan rotundo éxito?.
2. BOOM LATINOAMERICANO
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Los escritores que conformaron el "Boom" de la novela, casi todos con ideología
de izquierda, acapararon la atención mundial con una literatura que combina
genialmente la experimentación moderna con elementos distintivos de la vida y la
cultura latinoamericana. La selva, el mito, la tradición oral, la presencia indígena y
africana, la política turbulenta, la historia paradójica y la búsqueda insaciable de
identidad, se integraron en novelas monumentales cuyo lenguaje poético lograba
captar muchas de las experiencias contradictorias de América Latina y exóticas o
innovadoras para el Primer Mundo. Lo "normal" para los europeos y los
norteamericanos aparecía descrito como algo "mágico" para la mirada narrativa, y
lo inaudito o lo " mágico" para la mirada narrativa, y lo inaudito o lo mágico para la
mirada primer mundista se describía como una cotidianidad ordinaria.
Las novelas del argentino Manuel Puig (1932-1990) se tejía con tramas de
Hollywood e historias de tangos, y Mario Vargas Llosa creo un personaje que
hacia telenovelas. La nueva novela buscaba representar la experiencia
heterogénea y diversa de varios países al sur del Río Grande, y proponer modelos
de realidad que permitieran trascender la visión limitante del cientifismo occidental.
En ese esfuerzo, se percibió un ideal común, lo cual reforzó la idea de unidad
"latinoamericana".
Los escritores del "Boom" se alimentaban de una rica tradición, bastante ignorada
por Europa, pero cultivada en América Latina durante varios siglos.
Conocía los relatos mayas del Popol Vuh, los poemas nahuas del Xochicuicatl, y
los cantos de los amautas incas. Tenían como punto de partida _igual que la
mexicana Sor Juana Inés de la Cruz o el "Inca" Gracilazo de la Vega del Perú en
los tiempos de la colonia- la paradoja de afirmar sus diferencias con el mundo
occidental para el que escribían y al que inevitablemente pertenecían de manera
marginal. Habían leído, como todo bachiller latinoamericano, las novelas heroicas
y románticas del siglo XIX, que habían fundado naciones describiendo paisajes,
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costumbres y dicciones locales. Y su paso por las escuelas también había
garantizado que estos escritores aprendieran de memoria la poesía del
Modernismo, que fue el primer movimiento literario originalmente creado en
Latinoamérica -con el nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) como figura
principal- en dialogo con las tendencias poéticas francesas de fines del siglo XIX.
Y fue precisamente en esta época cuando se cristalizo el concepto de "América
Latina" como una región con identidad cultural y autonomía política frente a la
"América Anglosajona" representada por los Estados Unidos que, a partir de 1898,
amenazaba con invadir la soberanía nacional del resto del continente. Hubo dos
obras modernistas que se hicieron clásicas representantes de este proceso de
auto identificación. El ensayo "Nuestra América" (1891) del cubano José Marti
(1853-1895) afirmaba la necesidad de encontrar modelos políticos y estéticos
propios, basados en un conocimiento de nuestros pueblos, evitando la copia
irreflexiva de modelos extranjeros. Con una nota mas conservadora, el libro Ariel
(1900), del uruguayo José Enrique Rodó (1871-1917), glorificaba la "superioridad
espiritual" de la cultura grecolatina en contraste con el materialismo anglosajón, e
inspiraba a defender con orgullo esta herencia en América. Para 1910, cuando se
celebro el centenario de la independencia en muchos países hispanoamericanos,
ya circulaba con propiedad el termino de "América Latina" en todo el continente y
también en Europa.
Cien años de soledad puede leerse como una alegoría de la historia colombiana
en la trama de la familia Buendía, y Macondo se ha interpretado como una
metáfora de América Latina.
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Durante los últimos treinta años, además, un importante numero de escritoras ha
entrado a disputar la popularidad de los "grandes del Boom".
3. LITERATURA MEXICANA
Este acervo literario se inicia antes de la llegada de los españoles. La mayor parte
de la literatura de los pueblos de Mesoamérica se transmitió de forma oral, y sólo
algunas de aquellas creaciones se fijaron después de forma escrita mediante el
alfabeto latino. Se sabe, en cualquier caso, que florecieron la poesía épica, la
poesía lírica, la poesía dramática, la prosa histórica y y la prosa didáctica.
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clara influencia barroca pero con un carácter algo más genuino y diferente de la
española.
La llegada del nuevo siglo afianzó en México, como en otros lugares, la presencia
de las vanguardias literarias. Sin embargo, la importancia de la escritura realista
pervivió aquí más que en otros lugares, lo que hizo que convivieran en una misma
época escritores de tendencias aún decimonónicas con otros más vanguardistas,
que se agruparon en torno al llamado Ateneo de la Juventud.
Durante el segundo cuarto del siglo XX esta desunión se hizo mayor. Surgieron
por un lado los estridentistas, fervientes seguidores de las vanguardias; otros que
se ocuparon de rememorar la época colonial; y un tercer grupo más ocupado de
escribir novelas realistas en torno a la Revolución. La novela indigenista y la de
reflexión nacional surgieron de ese tercer grupo, y alcanzaron amplia importancia
a mediados de siglo.
Durante la segunda mitad del siglo XX la literatura mexicana fue parte integrante
del llamado boom latinoamericano, con los muy conocidos Juan Rulfo, Octavio
Paz y Carlos Fuentes a la cabeza.
4. LITERATURA DE PANAMEÑA
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como parte de la "Historia General y Natural de Las Indias" (1535). Sin embargo,
las primeras manifestaciones literarias panameñas, propiamente dichas, de las
que se tiene constancia, se dan en la primera mitad del siglo XVII con la aparición
de la antología titulada "Llanto de Panamá a la muerte de Enrique Enríquez".
Aunque esta obra fue compuesta durante la época de la Colonia, la mayoría de los
poemas agrupados en ella fueron escritos por autores nacidos en Panamá.
A pesar de esto, no fue sino hasta la mitad del siglo XIX donde hubo una mayor
participación de autores panameños, y donde se sentó las bases de la producción
literaria hasta la actualidad.
5. CARLOS FUENTES
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Fuentes no sólo escribió algunas de las novelas más importantes de la época,
también fue un crítico y publicista de Latinoamérica. En 1955, Fuentes y
Emmanuel Carballo fueron fundadores de la Revista Mexicana de Literatura, que
introdujo los latinoamericanos a las obras modernistas de Europa y las ideas de
Jean-Paul Sartre y Albert Camus.39 En 1969 publicó la obra crítica importante, La
nueva novela hispanoamericana. Fuentes ocupó el cargo de profesor de literatura
latinoamericana en la Universidad de Columbia (1978) y en Harvard (1987).40 En
una ocasión dijo que «el llamado boom, en realidad, es el resultado de cuatro
siglos, literariamente, llegado a un momento de urgencia en que la ficción se
convirtió en la manera de organizar las lecciones del pasado». 41Falleció en México
D.F. el 15 de mayo de 2012.
Aura (1962)
Narración corta
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el bien y el mal, sino oposiciones bastante más ambiguas. En las narraciones
de Fuentes, mediante una inversión de papeles o de géneros, los personajes
masculinos son los que sufren vicisitudes como resultado de las hechicerías
femeninas, irónicamente subvirtiendo el estereotipo machista.»
Génaro J. Pérez, Texas Tech University
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temas que tejidos forman una intertextualidad de la historia compartida entre
México y los Estados Unidos. Fuentes demuestra a través de la presencia de
los dos gringos, cuya llegada es simultánea a la toma de la hacienda de los
Miranda, que la historia revolucionaria y el proceso revolucionario tienen que
ver con influencias mutuas - culturales, experienciales e históricas. Hasta, se
podría decir, que el autor emplea este momento revolucionario proféticamente
tanto para explorar como para criticar la conflictiva y compartida historia
bicultural».
Beth Miller, University of South California, Los Angeles
Literatura de Panameña
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La literatura de Panamá comprende el conjunto de obras literarias producidas en
Panamá. Rodrigo Miró (1912-1996), historiador y ensayista panameño, cita a
Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés como el autor del primer cuento escrito en
Panamá; la historia de un personaje conocido como Andrea de la Roca, publicado
como parte de la "Historia General y Natural de Las Indias" (1535). Sin embargo,
las primeras manifestaciones literarias panameñas, propiamente dichas, de las
que se tiene constancia, se dan en la primera mitad del siglo XVII con la aparición
de la antología titulada "Llanto de Panamá a la muerte de Enrique Enríquez".
Aunque esta obra fue compuesta durante la época de la Colonia, la mayoría de los
poemas agrupados en ella fueron escritos por autores nacidos en Panamá.
A pesar de esto, no fue sino hasta la mitad del siglo XIX donde hubo una mayor
participación de autores panameños, y donde se sentó las bases de la producción
literaria hasta la actualidad.
6. JUAN RULFO
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En sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía cuya acción se
desarrolla en escenarios rurales y posrevolucionarios de México. Sus personajes
representan y reflejan la tipicidad del lugar con sus grandes problemas socio-
culturales enhebradas con un mundo quimérico. La obra de Rulfo, y sobre todo
Pedro Páramo, es el parteaguas de la literatura mexicana que marca el fin de la
novela revolucionaria, lo que permitió las experimentaciones narrativas, como es
el caso de la generación del medio siglo en México o los escritores pertenecientes
al boom latinoamericano.
Reconocimientos y premios
El llano en llamas
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Pedro Páramo
Durante mucho tiempo Rulfo tuvo una única novela publicada, Pedro Páramo.
Esta obra tuvo una larga gestación. Rulfo sostuvo que concibió la primera idea de
la novela antes de cumplir los treinta años, y ya en dos cartas dirigidas en 1947 a
su novia Clara Aparicio se refiere a esta obra bajo el nombre de Una estrella junto
a la luna, diciendo que le daba algún trabajo. Posteriormente, también declaró que
los cuentos de El llano en llamas fueron en parte una manera de aproximarse a su
novela. En la última etapa de la escritura de esta cambia el nombre en Los
murmullos, un título que muestra una aparente inspiración de la novela Las
palmeras salvajes / If I Forget Thee, Jerusalem de William Faulkner, aunque él
siempre reconoció la influencia de la literatura europea y en particular de la novela
El gallo de oro
El gallo de oro es la segunda novela de Juan Rulfo. A pesar de haber sido escrita
entre 1956 y 1958, recién fue publicada en 1980 y en una edición descuidada; la
edición de 2010 corrige muchos errores. Existen traducciones al alemán, italiano,
francés y portugués.
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